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POLÍTICAS ESTATALES:
MEMORIA E IDENTIDAD
Introducción:
El siguiente trabajo corresponde al trabajo final de la cátedra de Psicología
social que se dicta en el tercer año de la licenciatura en Antropología Social.
Este trabajo surge de la solicitud por parte de la cátedra.
El sentido de este tema aparece en el marco de Taller II y Metodología de la
Investigación Social I, donde se planteó la problemática del uso que el estado
hace sobre la memoria en referencia al último golpe de estado y su trigésima
conmemoración. De acuerdo a la reciente actitud política del estado nacional
en la declaración del feriado nacional del 24 de marzo y la derogación de la
ley de PUNTO FINAL y OBEDIENCIA DEBIDA, la fundación del museo de
la memoria en la Ex Escuela Mecánica de la Armada, la cual funcionó como
un centro clandestino de detención durante el último gobierno de facto,
sumado a la difusión del material didáctico escolar para el trabajo en la
comunidad educativa, sobre el tratamiento del golpe militar. Esto generó
conmoción en la sociedad ante el resurgimiento del tema.
De acuerdo a las temáticas planteadas, consideramos esta problemática un
material importante para la investigación dada la especial situación por la que
está atravesando la historia argentina, en todas sus dimensiones.
Particularmente por el especial hincapié que hizo el gobierno nacional en la
“memoria”, o recapitulación oficial sobre las atrocidades sucedidas y las
responsabilidades implícitas. En este marco la difusión del material escolar
fue un punto de partida fuerte para tal propósito, teniendo en cuenta además
que este hecho podría pensarse como un intento de redimir a la justicia, la cual
tiene un fuerte impacto en la comunidad y la identidad colectiva.
Concretamente en la ciudad de Olavarría, buscamos comprender que
implicancias tubo esta propuesta nacional en el ámbito escolar, pensándolo
desde la relación que puede establecerse entre la construcción oficial que se
difunde sobre la memoria y la conformación de la identidad nacional.
El tema que tratamos en esta investigación refiere a la construcción de la
Memoria e Identidad como política de Estado, desde una perspectiva
antropológica. Nosotros problematizamos la intervención del Estado-Nación
Argentino a partir de la iniciativa tomada por el mismo, a través de la difusión
de material didáctico en las escuelas en el ciclo lectivo 2006.
En primera instancia este trabajo tiene carácter exploratorio, ya que el
propósito de la cátedra apunta a observar nuestro desempeño como grupo,
tanto en el aspecto teórico como en el que refiere al trabajo de campo
(empírico). La investigación queda abierta a un futuro desarrollo de la
temática propuesta y una posterior profundización en aspectos teóricos y la
ampliación del trabajo de campo en otras instituciones educativas de la ciudad.
De acuerdo a la finalidad del presente estudio, cobra importancia los
encuentros del grupo con la profesora encargada de los prácticas, las
discusiones e intercambios de ideas sobre la temática a elegir, las decisiones
sobre donde hacer el trabajo de campo, qué integrantes del grupo visitarían
primero al colegio, el por qué de la elección y todas las ideas y juicios previos
sobre el tratamiento del 24 de marzo de 1976 en las escuelas estatales como
política de estado.
Marco teórico:
La memoria colectiva consiste en el conjunto de representaciones, que
comparten los individuos y los grupos que conforman una sociedad. La
construcción de la memoria es un proceso: es un conjunto de practicas de
recuerdos -orales, visuales, rituales-. Al rescatar el pasado en el presente, se le
confiere a este distintas significaciones y que al instituirse conforman la
identidad de determinado grupo social. Lo relevante es poder analizar los
mecanismos por los cuales los individuos se identifican y como insertan su
acciones en relación al pasado.
Lo pasado existe en el presente por medio de la memoria, incluso para
individuos que no formaron parte de ese pasado, pero si lo conforman por
medio de la identificación con la memoria colectiva, que tiende a constituir la
identidad del grupo social al que pertenece el individuo. En la conformación de
la identidad actúan procesos particulares que se entrecruzan para dar forma al
entramado de la identidad por medio de la internalización y la reelaboración de
elementos cognitivos, ideológicos, simbólicos, organizativos, entre otros,
formando asi sentimientos de pertenencia al grupo donde los individuos se
integran y se apropian de tales características, ampliando asi los límites de
significación y las representaciones que consolidan la identidad que ya se tiene.
Como primer ítem a tener en cuenta es que la identidad no es construida a
partir de la delimitación de un territorio o de una comunidad localizada
geográficamente, estatizando y aislando a la sociedad limitada por el territorio,
ya que la construcción del presente a través de la memoria tienen mayor
incidencia que cualquier narrativa histórica lineal. A su vez hay que tener en
cuenta las condiciones y los procesos de cambios sociales, políticos,
economicos y culturales como determinantes de las configuración de múltiples
identidades. Antes de los años 70 no se tomaba como herramienta necesaria
para el análisis la dimensión de la historia en aspectos temporales y
procesuales, el interés actual por ejemplo de la etnohistoria es recuperar la
historia social, sin importar lo que se diga.
Al transformarse una sociedad, los actores sociales seleccionan de acuerdo a
factores subjetivos y grupales ciertos hechos ocurridos dándole significación y
sentido en el presente, es decir construyéndolos, dándole importancia a ciertos
hechos desde la situación del presente. Los grupos sociales construyen la
memoria colectiva debido a ciertos intereses y de diferentes puntos de vistas.
Esto se debe siguiendo a Halbwazchs a la capacidad simbolizadota de la
memoria, la cual retiene los hechos que poseen valor simbólico, aquellos
hechos que confieren identidad al grupo, en donde el tiempo es visto como el
medio continuo que no cambia y que posibilita encontrar el pasado y
reconstruirlo en el presente. De esta manera la existencia de una memoria
social permite acumular prácticas y conocimientos que transcienden al
individuo como algo específico de la especie humana. Según el autor, “un
navío inmutable destinado a transportar el pasado al presente”.
La memoria debe entenderse en los contexto que surge, su estudio no puede
reducirse a una observación de hechos individuales separados de los factores
socio-culturales que construyen el sujeto. La memoria varía según las
sociedades y, en el interior de están influyan profundamente en las divisiones
entre clases y grupos, generaciones o género. A su vez la memoria depende
igualmente de la importancia que se atribuya al pasado, o algún momento del
mismo, que interviene en la constitución de la identidad de cada uno: para
algunos, un pequeño recurso, para otros un tesoro de mayor valor, para otros
aún aquello que se quiere abandonar en el presente para que éste pueda ser
vivido, como sucede en los casos en los que el pasado es portador de disgustos
o traumas.
La construcción de la memoria es un proceso complejo que involucra tanto los
contextos actuales en los que se producen discursos y relatos sobre el pasado
(locales, regionales, nacionales e internacionales), las "posiciones sociales" que
cada uno ocupa en esos contextos, así como las experiencias de vida personales
y grupales. La plasticidad del pasado se define también de acuerdo a las
relaciones entre memorias dominantes y memorias dominadas (tanto del
presente como del pasado), a los agujeros de memorias, a las memorias en
silencio o memorias silenciadas. En todos los casos, la construcción de la
memoria y los límites que existen para usar tal o cual pasado residen en lo que
Kosellek (1993) llama "horizonte de espera", es decir cómo se vislumbra el
futuro o qué se quiere de él. Cada sociedad articula pasado, presente y también
futuro de una manera particular.
En la configuración se pueden ver distintas formas de construcción de la
memoria, de usos y no usos del pasado. De esta manera, el pasado puede ser
usado y la memoria moldeada. Para una análisis integrador debe contemplarse
los "usos y abusos de la memoria" y también los "usos del olvido". Existen, a
su vez, políticas de la memoria; esto muestra que las mismas tienen diversos
sus efectos sobre la sociedad, que de hecho la memoria puede influenciarse y
por ende el pasado puede ser usado.
Marcus reúne bajo el título de "Resistance & Accomodation Narrative" a los
estudios en los que la identidad es determinada en última instancia, por los
esfuerzos de los sujetos para resistir y adaptar sus situaciones históricas
específicas a partir de estrategias. En este punto, es donde el componente
político de la identidad aparece con claridad. Al respecto, Gorosito Kramer
sostiene que la identidad es una categoría eminentemente política, por lo
menos en algunas de sus expresiones. En este sentido es que está disponible
para la manipulación en la justificación de prácticas sociales, "deviene ella
misma de la práctica social" .
Intervine también elementos como las diferentes visiones sobre lo ocurrido y
el grado de integración al grupo por parte de los individuos y el grado de
identificación con esto.
Plantear un análisis de la memoria a partir del concepto de usos del pasado
puede resultar muy útil para reforzar la idea de que la memoria es una
construcción social en la que se destacan "aspectos creativos y procesuales de
los usos del pasado" (Guber, 1996: 424), para ver la importancia que tiene el
pasado en el presente y entender los conflictos que la apropiación del pasado
genera. En este sentido, resulta útil la distinción que hace Todorov (2000) entre
la recuperación del pasado y su utilización subsiguiente. Este autor señala que
la actual exigencia de recuperar el pasado, nada nos dice todavía sobre cuál
será el uso que se hará de él.
En lo que respecta a la gran mayoría de los individuos que han sido
socializados bajo una visión tradicional de la historia, tanto en lo relativo a sus
temas y enfoques como a sus métodos. La enseñanza de la Historia siempre ha
sido utilizada con fines ideológicos, donde el enfoque tradicional y
conservador ha puesto énfasis en la historia política, los grandes personajes, la
narrativa de hechos históricos y la construcción de conocimiento a través de los
documentos escritos que apelarían a la objetividad de esta disciplina. Esta
historia debidamente formalizada y reconocida se aleja y toma distancia crítica
de nuestra memoria, la de la sociedad en un sentidos más amplio, que podemos
llamar “memoria social”. Es en estos casos extremos que la historia se hace
“historia oficial” y la memoria social deviene en “memoria de resistencia”. La
disciplina histórica es una herramienta que en sí misma ha permitido la
construcción de identidades nacionales. De esta forma es indicado señalar “la
recuperación de la memoria social y popular como un factor relevante de la
identidad popular", la cual apunta a la elaboración de un producto cultural que
reforzaría los procesos identitarios desde lo individual y lo colectivo.
En lo que se refiere a la constitución de identidades sociales hay que estar
atento a los procesos de inculcación constitutivos de la memoria, para designar
la adquisición de pasados sociales (desde instituciones como la educación
estatal). Por esto, no se puede olvidar el papel del poder de las instituciones del
Estado en la creación del pasado memorizable. Por ejemplo el modo en que se
elaboran las memorias o identidades nacionales, en las cuales el papel de las
diversas agencias del Estado, o de la Iglesia. Esa construcción de la memoria
comporta desigualdades, relaciones de poder y conflictos: las memorias
compiten entre si, la tentativa de imposición de un determinado pasado puede
obliterar o desfigurar otros recuerdos. La memoria está unida al ejercicio de
dominación. cuerdos no son conservados en la memoria de un grupo sino que
se reconstruyen a partir
de los imperativos del presente.
El pasado, entonces, concebido como un capital de poder o un instrumento del
que pueden servirse los diferentes sujetos, es un objeto de deseo y de conflictos
porque a través de él se logran tanto objetivos de carácter simbólico como
también de carácter material.
De esta manera lo ocurrido en nuestro país en la década del 70 tuvo demasiada
incidencia, su permanencia y continuidad en el tiempo se debe a hechos
sociales que la sociedad no puede olvidar, es una historia que no puede ser
cerrada y relegada, es una época que no puede ser negada por parte del pueblo
argentino. Desde el análisis de la memoria el enfoque debe ser critico que
tomen los diversos procesos socio históricos y todas sus dimensiones. El
objetivo es, en la conmemoración de los 30 años de la dictadura de 1976,
problematizar la memoria como valoración de la historia. La recuperación de la
memoria desde historias locales aporta elementos fundamentales para
visualizar la identidad local la cual es compartida y adquiere reconocimiento
por parte de los individuos.
Según Althusser, pensamos que el aparato ideológico del Estado que ha sido
colocado en posición dominante en las formaciones capitalistas maduras,
como resultado de una violenta lucha de clase política e ideológica contra el
antiguo aparato ideológico de Estado dominante, es el aparato ideológico
escolar.
Todo sistema necesita mantener su reproductibilidad e incrementarla. Los
aparatos ideológicos de Estado tiene como función la reproducción de las
relaciones de producción establecidas dentro del sistema capitalista. Los
mismos funcionan mediante la ideología, en tanto que los aparatos
ideológicos de Estado funcionan masivamente con la ideología como forma
predominante.
El sistema educativo constituye una de los mecanismos ideológicos del estado
mas importantes, ya que de acuerdo a las característica de la enseñanza
escolar, que integra a los individuos desde temprana edad, posibilita el
disciplinamiento ideológico del sujeto y la adecuación de sus
comportamientos a las practicas sociales.
Asimismo asegura Althusser que “la escuela enseña las “habilidades” bajo
formas que aseguran el sometimiento a la ideología dominante o el dominio
de su “práctica”.
Problema de investigacion
¿De qué manera el estado toma y resignifica los hechos históricos de acuerdo
a sus objetivos de crear una identidad nacional junto a la construcción de una
memoria oficial en la comunidad educativa de Olavarría (2006) a través del
material elaborado por el estado sobre el golpe militar del 24 de marzo de
1976 en relación a las practicas, visiones y representaciones cotidianas de los
estudiantes de polimodal sobre lo sucedido en la ultima dictadura militar ?
Hipótesis:
Objetivos Generales:
Objetivos específicos:
* Analizar el material escolar sobre el 24 de marzo de 1976 desde la
perspectiva de la construcción de la memoria.
* Estudiar los procesos de significación y representación del 24 de marzo en la
Escuela Media N.6 ex “Nacional” como constructora de memoria e identidad
en el imaginario colectivo.
* Analizar y comparar los intereses y objetivos del material enviado por el
estado, en cuanto al intento de constituir nuevas visiones y representaciones
sobre el último golpe de estado.
Bibliografía:
José Manuel Sobral. 2004. Memoria social, identidad, poder y conflicto. En;
Revista de Antropología Social, N° 13. Instituto de Ciencias Sociales
de la Universidad de Lisboa. (137-159).
Luis Varguez Pasos. 1999. Identidad, Henequén y trabajo. El colegio de
Mexico, Mexico.
Anexo
Puntos importantes a desarrollar oralmente.