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Guerra Mundial
Luego de la Primera Guerra los alemanes depusieron al Kaiser y
proclamaron la República de Weimar en 1919.
El país, conducido por los socialdemócratas, debió firmar el Tratado de
Versalles. Ese tratado fue sumamente humillante en muchos aspectos.
La pérdida de la guerra le provocó gravísimos problemas a
Alemania:
Además de tener que ceder varios territorios en favor de los vencedores
y renunciar a sus colonias, debió entregar parte del material de guerra y
su flota.
Estos hechos no sólo influyeron en la economía sino también en el
surgimiento de una conciencia marcadamente nacionalista, que
pretendía recuperar sus territorios y la capacidad para tomar decisiones
sobre sus Fuerzas Armadas.
Alemania atravesaba por un período crítico: inflación, desempleo,
miseria, enfrentamientos sociales, que el gobierno era incapaz de
resolver.
Las opciones crecían y la pérdida de acción de socialistas y comunistas
alentaba la agitación social.
Los militares, por su parte, trataban de justificar la derrota alegando que
"Alemania había sido apuñalada por la espalda" por marxistas y judíos.
Esta conciencia nacionalista sería uno de los rasgos más importantes y
un factor aglutinante del movimiento nazi.
Adolf Hitler
El resentimiento de los alemanes por la derrota sufrida en la primera
Guerra Mundial y la crisis económica y social de la década del 30
favorecieron el auge del partido nazi y de su líder: Adolf Hitler.
El 2 de agosto de 1934, Hitler asumió la presidencia de Alemania,
nombrándose Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas y Führer
del Tercer Reich.
Durante los años siguientes, su gobierno persiguió a todos los grupos
opositores, y especialmente a los marxistas y a los judíos.
Creó una poderosa Policía Política: la Gestapo, y ordenó la construcción
de numerosos campos de concentración.
Al mismo tiempo organizó una avanzada industria de guerra que
convirtió a Alemania en el país mejor dotado de armamento de toda
Europa.
Consolidado el poder, Hitler pudo dedicarse a la consecución de su
sueño político: la expansión del Tercer Reich por toda Europa.
El desarrollo de la Segunda Guerra Mundial fue favorable para Alemania,
pero el ataque a la Unión Soviética marcó un cambio decisivo en la
balanza militar.
Los soviéticos resistieron la invasión del ejército alemán que, a partir de
1942, y sobre todo tras la entrada de Estados Unidos en la contienda,
sufrió un enorme desgaste en los frentes.
En julio de 1942 Hitler resultó ligeramente herido como consecuencia de
un atentado preparado por militares. Sin embargo, se recuperó y aplastó
de manera salvaje a aquellos que, de haber tenido éxito en sus planes,
hubieran podido poner fin a una de las peores tragedias que tuvo que
soportar la humanidad.
A principios de enero de 1945, cuando la derrota de Alemania era sólo
cuestión de tiempo, Hitler y Eva Braun se encerraron en el búnker de la
Cancillería de Berlín con el fin de casarse.
Al día siguiente de su matrimonio ambos se suicidaron.