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ISSN 0123-9465
Nº 12, Noviembre de 2010
Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
VISIBILIDAD
LATINDEX - DIALNET - VLEX - LEYES.INFO - LEXBASE
RED DE GRUPOS Y CENTROS DE INVESTIGACIÓN JURÍDICA Y SOCIOJURÍDICA
PÁGINA INSTITUCIONAL DE LA UNIVERSIDAD DE MANIZALES
CANJES Y SUSCRIPCIONES
Centro de InvestigaciOnes Sociojurídicas
Facultad de CIENCIAS JURÍDICAS, Universidad de Manizales
Cra 9a. No. 19-03. Teléfono 887 9680 - Ext. 324
E-mail: ambientejuridico@umanizales.edu.co
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PATRICIA BOTERO
Doctora en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Universidad de Manizales y CINDE. In-
vestigadora Centro de Estudios Avanzadas en Niñez y Juventud, Alianza Universidad de
Manizales-CINDE. Docente Facultad de Educación Universidad de Manizales. Docente
Investigadora, Centro de Estudios Avanzados CINDE y Universidad de Manizales
YARINA MOROSO
Máster en Ciencias Jurídicas, Universidad de Valencia. España. Título Superior Polí-
ticas Públicas de Internet, Universidad FLACSO Ecuador. Investigador Titulado por
la Universidad de Valencia, Facultad de Derecho. Miembro del Consejo Nacional de
la Unión Nacional de Juristas de Cuba. Miembro del Instituto para el Gobierno y la
Sociedad, Pisa, Italia. Miembro de la Red Académica: “ALFA E-government”, Zara-
goza, España. Ostenta la Categoría Docente Especial de Profesor Asistente Adjunto
de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Habana. Dirige e imparte el Curso
facultativo “Derecho e Informática” en la Facultad de Derecho de la Universidad de
La Habana.
YADIRA ALARCÓN
Doctora en Derecho Privado Social y Económico, Universidad Autónoma de Madrid.
Máster en Necesidades y Derechos de la Infancia y la Adolescencia, Universidad Au-
tónoma de Madrid. Especialista en Derecho de Familia de la Pontificia Universidad Ja-
veriana. Profesora Investigadora de la Universidad del Norte. Directora del Grupo de
Investigación en Derecho y Ciencia Política (GIDECP) y Coordinadora Académica de la
Maestría en Derecho de la Universidad del Norte. Barranquilla (Colombia). Abogada,
Universidad del Norte.
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MUESTRA PICTÓRICA
Premios y Distinciones
Premio Maestros en artes Visuales, MUESTRA DEPARTAMENTAL DE ARTISTAS DE CAL-
DAS 2007. Premio a la mejor obra extranjera en pintura, XIV SALON INTERNACIONAL
DE ARTES PLASTICAS ACEA`S, de Barcelona 2004. Seleccionado a la exposición DIA-
LOGOS SIN PALABRAS, Barcelona 2004. Correo: artescd@gmail.com
Vínculos:
http://www.flickr.com/photos/30972113@N08/
http://www.absolutearts.com/portfolios/c/carlosabc/
http://www.colarte.com/colarte/conspintores.asp?idartista=14853
http://artresources.com/guide/comp.ihtml?a=21998
http:// www.cburitica.com
http:// www.700r.blogspot.com
Autoriza publicación de su obra en la Revista Ambiente Jurídico en agosto 31 de 2010.
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
GONZALO GALLEGO GONZÁLEZ
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Misión
La Universidad de Manizales, desde los principios de la solidari-
dad, la pluralidad, la equidad y la justicia social, despliega su ac-
ción educativa y cultural articulando los procesos de: formación
de profesionales críticos, creativos y comprometidos con el país;
construcción de conocimiento válido y pertinente; e interacción
con el entorno orientada a la promoción del desarrollo humano
y social.
Visión
La Universidad de Manizales será una comunidad académica
de excelencia, reconocida nacional e internacionalmente por su
aporte a la cultura y al avance de la ciencia y la tecnología, y por
el impacto de su quehacer en el fortalecimiento de ciudadanía, la
transformación social y la sostenibilidad ambiental.
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Contenido
Editorial
Compromiso social de los profesionales del Derecho................................ 13
Social commitment of the Law´s professionals
María Teresa Carreño Bustamante
Poder y Constitución:
una aproximación al constitucionalismo de los primeros tiempos
republicanos en Norteamérica y en la Nueva Granada.............................. 33
Power and Constitution: an approach to constitutionalism of the
early Republican times in North America and New Granada
Rodrigo González Quintero
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Wittgenstein and the law: toward a claim for correction to language................ 207
Wittgenstein y la ley:
hacia una demanda para la corrección del lenguaje
Juan Pablo Sterling Casas
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Editorial
Compromiso social de los
profesionales del derecho
Social commitment of the law´s professionals
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1 VAN DIJK, A. (2000) El Discurso como Interacción Social. Editorial Gedisa. Barce-
lona, España.
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“El mejor gobierno es el que desea hacer feliz al pueblo y sabe cómo lograrlo”.
Babington Thomas Macaulay
Resumen
El presente artículo resultado de investigación del proyecto Bicentenario
Constitucional Colombiano 1810 – 2010, arista de las finanzas públicas na-
cionales, muestra de manera descriptiva y analítica, las cláusulas constitu-
cionales plasmadas en la Constitución Política de 1886 y las reformas hasta
1936. En el se halla el tratamiento dado por la Constitución desde finales del
siglo XIX y comienzos del XX a los recursos del Estado, período en el cual las
reformas más representativas las constituyeron la intervención del Estado en
la economía, la anualidad en el presupuesto de rentas y gastos, el estableci-
miento de monopolios y la fuerza restrictiva del presupuesto.
Palabras clave
Constitución de 1886, finanzas públicas a finales del siglo XIX, Carta de 1886.
Abstract
This article is the product of research on the project named Bicentenario Con-
stitucional Colombiano 1810 – 2010, guide for the management of the financ-
es of the State. The article presents, in a descriptive and analytic way, the
constitutional clauses of the 1886 political constitution, and its reforms thor-
ough 1936. This article includes the State’s resources management since late
nineteenth century to the beginning of the twentieth century, period which
most relevant reforms were the intervention of the State in the economy, the
implementation of a yearly State budget, the establishment of monopolies,
and the restrictive condition of the Budget.
Key Words
Constitution of 1886, Public finance at the end of the 19th century, Constitu-
tion of 1886.
Introducción
El trabajo es una derivación parcial, cincuenta años solamente, de
la investigación Bicentenario Constitucional Colombiano 1810 – 2010,
adelantado por las Universidades del Rosario, Militar, Libre de Bogotá
y la Universidad de Manizales. La investigación pretende analizar la
estructura constitucional del Estado colombiano en los dos siglos de
independencia institucional.
Para determinar cuál es la organización histórica de Colombia, sus
constituciones, reformas, e identificar la evolución de las instituciones
jurídicas, se trabaja bajo la pregunta ¿cómo se ha estructurado el
constitucionalismo colombiano en dos siglos de historia institucional
(1810 – 2010)?.
No obstante el interrogante planteado en la investigación, en este tra-
bajo sólo abordaremos lo relativo a las finanzas públicas nacionales
en 50 años de institucionalidad jurídica, la cual abarca desde 1886,
momento en que Colombia retoma la figura de Estado Unitario, hasta
llegar a 1936.
La metodología escogida es de tipo analítica, de carácter descriptivo-
exploratorio, la cual, a partir del análisis de textos de archivo consig-
24 Artículo 50. Ib
25 Artículo 51. Ib.
26 Artículos 55 y 56. Ib
27 Artículo 62. Ib.
28 Artículo 66.Ib.
29 Artículo 68. Ib.
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nal. 5ª edición, Bogotá: Doctrina y ley.
Ortiz, C. (2002). Nuestra Colombia. 200 Años de Vida Nacional. Bogotá: Pren-
sa Moderna Impresores.
Anexo número 1
Ley 41 del 6 de noviembre de 1894.
Acto reformatorio nº 1, 27 de marzo de 1905
Acto reformatorio nº 2, 28 de marzo de 1905
Acto reformatorio nº 3, 30 de marzo de 1905
Acto reformatorio nº 5, 30 de marzo de 1905
Acto reformatorio nº 6, 5 de abril de 1905
Acto reformatorio nº 7, 8 de abril de 1905
Acto reformatorio nº 8, 13 de abril de 1905
Acto reformatorio nº 9, 17 de abril de 1905
Acto reformatorio nº 10, 22 de abril 10 de 1905
Acto legislativo nº 1, 15 de abril de 1907
Acto legislativo nº 2, 27 de abril de 1907
Acto legislativo nº 1, 6 de agosto de 1908
Acto legislativo nº 2, 12 de marzo de 1908
Acto legislativo nº 3, 14 de agosto de 1908
Acto legislativo nº 2, 31 de marzo de 1909
Acto legislativo nº 3, 2 de abril de 1090
Acto legislativo nº 4, 7 de abril de 1909
Acto legislativo nº 5, 8 de abril de 1909
Acto legislativo nº 1, 28 de mayo de 1910
Acto legislativo nº 2, 6 de junio de 1910
Acto reformatorio de la Constitución, 10 de septiembre, 1914
Acto legislativo n.º 1, 27 de agosto, 1918
Acto legislativo n.º 1, 18 de octubre, 1921
Acto legislativo n.º 1, 25 de agosto, 1924
Acto legislativo n.º 1, noviembre 20, 1930
Acto legislativo n.º 1, agosto 5, 1931
Acto legislativo n.º 1, septiembre 8, 1932
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“No es la forma de gobierno lo que constituye la felicidad de una nación, sino las
virtudes de los jefes y de los magistrados”
Aristóteles
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Resumen
El concepto “constitución” tiene sus orígenes en la Roma antigua. El sentido
contemporáneo del concepto, no obstante, es fruto de la transformación del
mismo a través de la Edad Media y la Edad Moderna en Inglaterra primero, y
luego en sus dominios coloniales en Norteamérica. Al entender de un modo
peculiar conceptos tales como “leyes fundamentales” o “constitución,” los re-
volucionarios norteamericanos abrieron espacios para la existencia del cons-
titucionalismo. Es decir, el primer constitucionalismo estadounidense, plas-
mado en las primeras constituciones adoptadas por las excolonias durante y
después de los años revolucionarios, está marcado por la tradición jurídico-
política anglosajona y por la propia experiencia colonial de sus habitantes. De
otra parte, el inicio de la revolución en la Nueva Granada abrió los espacios
para el surgimiento de un primer constitucionalismo colombiano. Aunque la
influencia tanto norteamericana como francesa es palpable en los textos de
las constituciones adoptadas en diversas provincias a partir de 1810, los neo-
granadinos estaban ya familiarizados con ideas relativas a un poder político
limitado y a la participación ciudadana en la gestión de los asuntos públicos,
nociones que subyacen en algunos de los instrumentos del gobierno colonial
español.
Palabras Clave: Constitución, Constitucionalismo, América del Norte, Nueva
Granada, Revolución Americana, Experiencias Coloniales, Soberanía, Dere-
chos Individuales, Separación de Poderes.
Abstract
The term “constitution” may be traced to ancient Rome. Yet, this concept’s
contemporary meaning derives from its transformation during the Middle and
Modern ages, first at England and then in the North American colonies. The
peculiar way in which the American revolutionaries understood the notions of
“constitution” and “fundamental laws,” opened spaces for the rise of consti-
tutionalism. Thus, the first American constitutionalism, as it was embraced
at the new state constitutions, was influenced by both the Anglo-Saxon legal
tradition, and the colonial self-governing experience as well. On the other
hand, the beginning of the revolution in Nueva Granada, propitiated the rise
of the first Colombian constitutionalism. The first provincial constitutions pre-
sent French and American influences, yet the citizens of Nueva Granada were
already familiar to notions, such as the limitation of political power or the po-
pular participation in public affairs, which derived from some administration
instruments used by the Spanish colonial government.
Key words: Constitution, Constitutionalism, North America, Nueva Granada,
American Revolution, Colonial Experiences, Sovereignty, Individual Rights,
Separation of Powers.
Introducción
El presente artículo busca presentar una primera aproximación al
constitucionalismo que, contemporáneo a los movimientos de inde-
pendencia, apareció en las nacientes repúblicas que se dieron en lo
que hoy son los Estados de la costa oriental de los Estados Unidos, y
lo que hoy es Colombia. Debe advertirse que, aunque se analicen ele-
mentos comunes, éste escrito no consiste en un estudio comparativo
puesto que las condiciones geofísicas, sociales y económicas en cada
una de estas sociedades eran diametralmente distintas. Por tanto, un
estudio comparativo de fondo habría de profundizar en aquellos facto-
res, y ello escapa al alcance de éste artículo.
Lo que se expone en las páginas que siguen son los elementos diferen-
ciadores del constitucionalismo, que se identifican desde el comienzo
de la vida republicana en las dos sociedades. Constitucionalismo que
se caracteriza por dos elementos, a saber: primero, que es un fenó-
meno eminentemente local y que por tanto está representado en las
constituciones aprobadas por la mayoría de las ex-colonias británicas,
y en las constituciones de las distintas provincias de la Nueva Granada.
Segundo, que la existencia de instituciones jurídicas y políticas que se
refieren a controlar y limitar el ejercicio del poder público en ambas
sociedades, y que son previas a la era republicana, será un factor de-
terminante a influir sobre el ya mencionado constitucionalismo.
Constitución y constitucionalismo
La idea de constitucionalismo implica el sometimiento del poder polí-
tico al Derecho. Desde este punto de partida muchas variantes apa-
recen, como por ejemplo constitucionalismo legal, constitucionalismo
político, o constitucionalismo democrático. No obstante, y sin importar
la definición de escogida, es importante aclarar que constitucionalismo
es un concepto que se construye a partir de la idea de constitución.14
Así, el constitucionalismo confronta a la tiranía y al absolutismo, pero
igualmente logra oponerse a la democracia.15 Protege así los derechos
23 Lutz, D. (1998). Introductory Essay (p. XX-XXI). En: Lutz, Donald (Ed.). Colonial
Origins of the American Constitution. Indianápolis: Liberty Fund.
24 La constitución británica se reputa como no escrita. Sin embargo, se compone de
todas las leyes aprobadas por el Parlamento que regulan cuestiones constituciona-
les, y de las tradiciones jurídicas y políticas acumuladas por siglos. Los reyes, in-
cluso desde la conquista normada de las islas británicas, acostumbraban conceder
privilegios a nobles y súbditos en forma de Cartas de Libertades. Los habitantes
de las trece colonias se consideraban ciudadanos ingleses para todos los efectos,
y por tanto, habilitados para el disfrute de los mismos privilegios y derechos reco-
nocidos a los habitantes de la Gran Bretaña.
25 Kruman, M. (1997). Between Authority and Liberty (p. 20). Chapel Hill: University
of North Carolina Press.
26 Adams, W.P. (2001). The First American Constitutions (p. 59). Lanham: Rowman &
Littlefield.
27 Adams, W.P. The First American Constitutions (p. 60). Op.Cit.
28 En octubre de 1776, la asamblea legislativa del estado de Connecticut ratificó la
validez de la carta colonial de 1662, entendiendo que se legitimaba por el consen-
timiento de sus habitantes. En 1784 la misma asamblea estableció un catálogo de
derechos individuales; sólo fue hasta 1818 que la vieja carta colonial fue reempla-
zada por una constitución estatal en sentido estricto. Para el caso de Rhode Island,
sus habitantes contaban con una carta colonial desde 1663; en 1776 los únicos
cambios introducidos en dicho documento implicaban la supresión de referencias
al rey británico, y fue en 1842 que el estado finalmente adoptó una constitución.
Ver. Adams, W.P. The First American Constitutions (pp. 64-66). Op.Cit.
Sin lugar a duda, uno de los aportes más representativos del constitu-
cionalismo norteamericano está en el establecimiento del control judi-
cial de la constitución o judicial review. Suele entenderse que su origen
específico es la famosísima sentencia Marbury v. Madison, decidida por
la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1803. Varios autores han
documentado los antecedentes remotos del judicial review, y lo rela-
cionan con decisiones de tribunales británicos y tribunales de las co-
lonias.61 Aunque las primeras constituciones de los estados reseñados
contienen cláusulas de un control político de la constitución – como
por ejemplo el poder de veto atribuido al gobernador o la figura del
impeachment aplicable a todo funcionario público que se repute como
transgresor de la constitución –, sólo el texto constitucional de New
York provee un control jurídico sobre la constitucionalidad de las leyes.
Textualmente afirma que si “leyes inconsistentes con el espíritu de
ésta constitución o con el bien común, […] son aprobadas: se ordena
que el Gobernador […], el Canciller, y los jueces de la Corte Suprema,
[…] constituyan un Consejo para revisar todas las leyes aprobadas
por la legislatura.”62 En los años siguientes, sentencias emitidas por
tribunales en diversos estados consolidarán la institución del control
constitucional.63
61 Hamburger, P. (2008). Law and Judicial Duty. Cambridge: Harvard University Press.
62 Thorpe, The Federal and State Constitutions… (p. 2628).Op. Cit.
63 Snowiss, S. (1990). Judicial Review and the Law of the Constitution. New Haven:
Yale University Press
64 Ocampo López, J. (1974). El Proceso Ideológico de la Emancipación. Tunja: Univer-
sidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 1974. Jaramillo Uribe, J. (1997). El
Pensamiento Colombiano en el Siglo XIX. Bogotá: Planeta.
65 Gonzalez Couture, G. & Gonzalez Quintero, R. (2009). Introducción a Jeremy Ben-
tham: los Fundamentos del Estado Colombiano. Bogotá: Monografías de Adminis-
tración-Universidad de los Andes.
66 Según Uribe Vargas, D. en Colombia “la fidelidad al derecho y el respeto a las nor-
mas jurídicas constituye la mejor herencia que recibimos de España. En otros luga-
res, tal vez prevalecieron mayores arranques de aventura; ímpetu de conquista y
sueño de audaces descubrimientos. En cambio, lo que ha permanecido inalterable
en la vida de la República es su devoción a los principios legales, y a lo que me
atrevería a calificar como mesianismo constitucional; que no es otra cosa sino la
creencia popularmente sentida de que los cambios y las revoluciones se cumplen a
través de los estatutos reglamentarios, aunque en ocasiones el anhelo de los cons-
tituyentes, se encuentre muy lejos de de acortar con simples normas la distancia
entre el ideal perseguido y los hechos circundantes.” URIBE VARGAS, D. (1997).
Las Constituciones de Colombia (p. 20). Madrid: Ed. Cultura Hispánica.
67 Valencia Villa, H. (1987). Cartas de Batalla (p. 37-43). Bogotá: Universidad Nacio-
nal de Colombia – CEREC.
68 La noción francesa de soberanía, entendida como soberanía nacional, fue introdu-
cido por Sieyes durante la Revolución Francesa. Según ésta doctrina, puesto que
“la Nación es un ente abstracto, incapaz de representarse a sí mismo, la potes-
tad constituyente tendrá lógicamente que actuarse a través del mecanismo de la
representación. De esa forma se evoluciona de un mecanismo de representación
directa del pueblo a un poder ejercido por las Asambleas, en las que la Nación de-
lega sus competencias.” Ver, Hernández Valle, R. El Poder Constituyente Derivado
y los Límites Jurídicos del Poder de Reforma Constitucional. En: Revista Española
de Derecho Constitucional (1993), (p. 145). La Constitución de Cádiz, adoptada en
1812, hablaba también de soberanía nacional y la consagraba en al artículo 2 de la
siguiente manera: “La nación española es libre e independiente, y no es ni puede
ser patrimonio de ninguna familia ni persona.” Ver, Berruezo, M.T. (1986). La Par-
ticipación Americana en las Cortes de Cádiz: 1810-1814 (p. 11). Madrid: Centro de
Estudios Constitucionales.
69 Valencia Villa, Cartas… (pp. 37-38). Op. Cit.
76 Mi interés en éste aparte del artículo, reitero, es mostrar el valor institucional que
representa un órgano como el cabildo para el primer constitucionalismo colombia-
no. Dado que a partir del siglo XVII sus integrantes accedían a él o bien por compra
del oficio, o por nombramiento del rey, me parece difícil sostener que del cabildo
derivan, de manera directa, ideales democráticos y republicanos. Sin embargo
debo aclarar que varios autores sostienen que el cabildo es el germen de la nacio-
nalidad y de la democracia colombianas. Así, por ejemplo Víctor Andrés Belaúnde
afirma que “España sembró cabildos y cosechó naciones;” Rafael Uribe Uribe es-
cribía que “los Cabildos fueron el origen del movimiento emancipador que fue en el
fondo y en la forma un movimiento comunal perfectamente caracterizado.” Tomás
Rueda Vargas decía que “nuestra revolución de Independencia tiene un origen ne-
tamente español, hondamente fuerista, encauzada a través del Consejo Municipal.”
Ver, Belaunde, V. (1959). Bolívar y el pensamiento político de la revolución hispano-
americana (p. 17). Madrid. Uribe & Vargas citados en Gómez. La Independencia…
(p. 134). Op. Cit.
77 Sánchez Bella, I. (1992). La Administración. En: Sánchez Bella, Ismael (ed.). Histo-
ria del Derecho Indiano (p. 237-241). Madrid: Mapfre.
83 Ver, Uribe Urán, V. (2008). Vidas Honrables: Abogados, Familia y Política en Colom-
bia 1780-1850. Medellín: Fondo Editorial Universidad EAFIT.
84 Toda la información relativa a los textos de las constituciones provinciales neogra-
nadinas, que se trata en los apartes 5.2, 5.3, y 5.4 de éste escrito, fue extractada
de la obra de Diego Uribe Vargas. Ver, Uribe Vargas, D. (1977). Las Constituciones
de Colombia. Madrid: Ed. Cultura Hispánica.
Recapitulación
La tradición jurídico-política, acuñada durante cientos de años de vida
colonial, y las ideologías liberales contribuyeron al surgimiento del
constitucionalismo, tanto en las trece excolonias del Atlántico norte-
americano como en diversas provincias de la Nueva Granada. Nocio-
nes y conceptos relativos a la existencia de leyes fundamentales y
la superioridad de una constitución escrita, unidos a la existencia de
derechos individuales, comprendían ya un bagaje fortísimo para los
líderes revolucionarios en América del Norte. Así, las primeras consti-
tuciones de los recién creados Estados, ordenadas y otorgadas por el
pueblo, buscarán limitar el ejercicio del poder político, bien por medio
de las cláusulas de separación de poderes, o bien a través del recono-
cimiento de derechos individuales.
Los primeros líderes republicanos en la Nueva Granada, apoyados en
teorías estadounidenses y francesas, acometieron la tarea de orga-
nizar el poder político. Poder cuyo ejercicio había sido controlado, o
limitado, por distintos elementos propios de la administración colonial
española. Un poder político que, en suma, será limitado a través de
constituciones escritas, también ordenadas por el pueblo, por el reco-
nocimiento de derechos individuales, y finalmente por las disposicio-
nes respecto a la división de poderes. A grandes rasgos, son más de
doscientos treinta años de constitucionalismo en el continente ameri-
cano, y doscientos años del mismo en suelo colombiano.
Bibliografía
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“Hay pocos que son tan necios que no prefieren ser gobernados por sí mismos sino
por otros”. Thomas Hobbes
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Resumen
Los autores buscan señalar críticamente la necesidad de construir el Estado
Constitucional Democrático y Social en México, para poder salir de la actual
crisis de violencia que padece el país, proponiendo a una tarea deconstructiva
que retomando lo mejor y apartando lo negativo o superfluo permita tener la
legitimidad, instituciones confiables, capitales éticos y sociales para salir de la
crisis y dirigirnos hacia un futuro de paz social.
Palabras clave
Estado Constitucional, legitimidad, violencia, deconstrucción, neoconstitucio-
nalismo.
Abstract
The authors seek to demonstrate the need to build the Social and Democratic
Constitutional State to be able exit the country the current crisis of violence,
pointing us a task deconstructive that retaking the best of our institutions and
moving away the negative or superfluous, permits have rules, institutions,
ethical and social capital to lead us towards a future of peace.
Key words
Constitutional State, violence, legitimacy, deconstruction, newconstitutiona-
lism.
Legitimidad, violencia y
Estado Constitucional*
Legitimacy, violence and Constitutional State
(Recibido: septiembre 23 de 2010. Aprobado: octubre 5 de 2010)
Introducción
Es preocupación de los autores entender y explicar la relación entre
neoconstitucionalismo y legitimidad, sobre todo en estos momentos
en el que México pasa por una grave crisis y problemas que ya poco se
mencionan en lo cotidiano como si existiera una fatalidad impuesta, un
estado anormal violentísimo y bestial del que el ciudadano ya no habla
por temor, un silencio cómplice que lo fortalece y mirando hacia el fu-
turo con las declaraciones del general norteamericano Gene Renuart,
Jefe del Comando Norte, que sostiene que la guerra en México bajo el
marco del Plan Mérida o Iniciativa Mérida-Panamá necesita de 8 a 10
años para ganarse bajo la lógica de Irak y Afganistán, lo que repre-
sentarían, tomando en cuenta los 20 000 muertos en estos casi cuatro
últimos años, hablar de 200 000 mexicanos asesinados en ese lapso.
La actual situación afecta desde la seguridad personal en lo individual
y la pública en lo general, condición apenas denunciada en Madrid el
16 de noviembre de 2009 por el escritor mexicano José Emilio Pacheco
al recibir el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2009 con las
siguientes palabras: “Ahora la violencia y la crueldad extremas son mi
pan cotidiano y vivo, en medio de un conflicto bélico sin esperanzas de
victoria. A ello se suma la visión agravada del hambre y la miseria en
México y en el mundo”.
Aproximación al neoconstitucionalismo
Para Paolo Comanducci2 el neoconstitucionalismo es tanto una ideología
como una metodología y una teoría. Se considera ideología debido a que
coloca en segundo plano el objetivo de la limitación del poder estatal,
que fue el punto del paleoconstitucionalismo de los siglos XVIII y XIX, y
pone en primer plano el objetivo de garantizar plena y extensivamente
los derechos humanos; se refiere a una metodología porque sostiene
que los principios constitucionales y los derechos fundamentales son un
puente entre el derecho y la moral, sobre todo la visión de Dworkin.3 Y
es una teoría porque al abandonar el estatalismo, el legicentrismo y el
formalismo interpretativo adopta un modelo no sólo descriptivo de la nor-
ma constitucional si no axiológico. El neoinstitucionalismo4 corriente afín,
tiene muchas vertientes, enfoques y énfasis entre los diversos autores.
El Estado de Derecho hoy es una vieja maquinaria que demostró ser
cómplice de regímenes dictatoriales como el nazismo, fascismo, esta-
linismo, con sus crímenes de guerra y genocidios, estando de acuerdo
con Manuel Atienza que “el positivismo jurídico ha agotado su ciclo his-
tórico, al no reconocer al derecho como una práctica social compleja”.5
6 Häberle, P. (2003). El Estado Constitucional. IIJ. UNAM. (pp. 11-16). México, 2003.
7 Grossi, P. (2003). Mitología Jurídica de la Modernidad (p. 15). Madrid: Trotta.
8 Carbonell, M. (2007). et al. Teoría del Neoconstitucionalismo. (p. 301). IIJ. UNAM.
Madrid: Editorial Trotta.
9 Aragón M. Menciona “la necesidad de ‘constitucionalizar’ el derecho para hacer que
la Constitución ‘como derecho’ rija”.
10 Prieto Sanchís, L. (1997). Constitucionalismo y Positivismo. Filosofía del Derecho y
Política, Biblioteca de ética, (p. 106). (60 ed.). México: Fontamara.
15 Llewellyn, K. (1994). Critica “Una Teoría del Derecho Realista: El Siguiente Paso”,
El Ambito de lo Jurídico (pp. 244-293). Barcelona: Casanovas, Pompeu & Moreso,
Juan José (eds.).
16 Hierro, L. (2003). “Realismo Jurídico”, El Derecho y la Justicia, en Garzón Valdés,
Ernesto & Laporta, Francisco J (Ed.). (pp. 84-85). México: Fontamara.
17 Ross, A. (1970). Sobre el Derecho y la Justicia (p. 57). Buenos Aires: Eudeba. Ross,
A. (1961). Hacia una Ciencia Realista del Derecho. Crítica del Dualismo en el Dere-
cho, Buenos Aires: Abeledo-Perrot. Ross, A (2000). Lógica de las Normas, Granada,
España: Comares. Ross, A. (1991). El Concepto de Validez y otros ensayos Méxi-
co: Fontamara. Para una comparación entre Kelsen y Ross, véase Esquivel Pérez,
J. Kelsen y Ross (1980). Formalismo y Realismo en la Teoría del Derecho México
UNAM.
voluntad que descansa, para ser formulado, tanto en la ley, con todos
sus problemas de vaguedad e indeterminación, como en elementos
contextuales que culturalmente inciden en la decisión judicial. Otros
realistas, como Jerome Frank, sostuvieron el carácter ampliamente
discrecional e irracional de la decisión judicial.18
En la obra de Alexy los principios revisten una gran importancia.19
Alexy impulsa una teoría del discurso práctico general que aplica al
campo jurídico. Su teoría es tanto de la argumentación como de la va-
lidez del derecho, sin olvidar su importante contribución a la teoría de
los derechos fundamentales. Los principios de la obra de Alexy pueden
ser analizados desde el lado activo del derecho, desde la argumen-
tación, pero también desde el lado pasivo, de la pura concepción del
derecho como estructuras o conjunto de normas. La visión de Alexy
sobre el derecho es no positivista, su fundamento reside en la pre-
tensión de corrección a partir de la teoría consensual de la verdad de
Habermas, que distingue entre un uso cognitivo y un uso interactivo
del lenguaje.20
La argumentación jurídica usa el lenguaje interactivo y tiene una base
procesal que Alexy presenta así, la elaboración de un procedimiento
que asegure la racionalidad de la aplicación del derecho es objeto de
la teoría de la argumentación jurídica, y son las tareas que tiene que
cumplir. La primera resulta de la racionalidad de la pertenencia al sis-
tema jurídico tanto de un nivel de reglas como otro de principios. Estos
objetivos autoritativos exigen desarrollo de reglas metódicas que ase-
guren la vinculación a ellos. La segunda tarea resulta del conocimiento
de la metodología jurídica en el sentido de que es imposible un sistema
de reglas metódicas que establezcan exactamente sólo un resultado.
La respuesta de esta cuestión es la segunda tarea de la argumenta-
ción jurídica.21
Sostiene que aunque sea posible objetivar en alguna medida las valo-
raciones, ninguna vía resulta enteramente satisfactoria para resolver
el problema de la fundamentación racional de las decisiones. Señala
que quien equipara seguridad y racionalidad debe renunciar a una teo-
La argumentación jurídica
Como caso especial de la argumentación que parte de lo moral como re-
gla de reconocimiento primero resuelve, aunque no totalmente, los dos
problemas. El cierre de la laguna de racionalidad de la argumentación
moral se pretende atender con el carácter institucionalizado y coactivo
del derecho. Su carácter institucionalizado obliga a conocer y su natu-
raleza coactiva a obedecer el resultado. No obstante, Alexy aclara que
aunque el procedimiento discursivo de argumentación jurídica tiende a
resolver los problemas de conocimiento y de cumplimiento, debemos
sostener que no por ello el resultado será necesaria y plenamente co-
rrecto. La argumentación jurídica como caso especial del discurso prác-
tico general se apoya en las siguientes bases, formas y reglas:
1) El procedimiento del discurso jurídico se define, por un lado, por las
reglas y formas específicas del discurso jurídico que, sistemática-
mente, expresan la sujeción a la ley, a los precedentes judiciales y a
la dogmática, y por otro a las reglas y formas del discurso práctico
general.
2) Se distinguen dos aspectos en la justificación de las decisiones ju-
rídicas: la justificación interna y la justificación externa, de manera
que existen también dos tipos de reglas y formas del discurso jurí-
dico.
3) En la justificación interna para la fundamentación de una decisión
jurídica debe aducirse por lo menos una norma universal. La de-
cisión jurídica debe seguirse lógicamente al menos de una norma
universal, junto con otras proposiciones.
4) En los casos complicados, en los que no cabe efectuar directamente
la inferencia deductiva, hay que acudir a una forma más general de
justificación interna que establezca diversos pasos de desarrollo, de
manera que la aplicación de la norma al caso no sea ya discutible.
5) En la justificación externa, que se refiere a la justificación de las
premisas, se alude a tres tipos de reglas; reglas de derecho positi-
vo, donde la justificación consiste en mostrar su validez de acuerdo
con los criterios del sistema; enunciados empíricos, que se justifi-
can de acuerdo con los métodos de las ciencias empíricas, las máxi-
mas de la presunción racional y las reglas procesales de la carga de
la prueba; y un tercer tipo de enunciados que son principalmente
reformulaciones de normas, esto es, la forma y reglas de la justifi-
cación externa.
Neoconstitucionalismo, legitimidad y el
modelo garantista de Luigi Ferrajoli
Ferrajoli construye un modelo jurídico que denomina garantismo, que
busca la legitimidad desde la incorporación de inicio de la filosofía
política por diferencia con la teoría pura del derecho kelseniana, la in-
terdisciplinariedad en los conocimientos y saberes jurídicos nos puede
permitir pasar del obsoleto paradigma del Estado de Derecho al emer-
gente paradigma constitucional democrático y social, por medio de la
garantía eficaz gracias a los tribunales constitucionales eficientes para
que la ciudadanía realmente disfrute (sin que sean letra muerta) de los
derechos fundamentales y sociales, en especial estos últimos como
son el de salud, educación, cultura, empleo, salario remunerador, am-
biente sano. Este paradigma está basado en una eficaz aplicación del
Derecho y obligación del Estado de superar el liberal papel policial y
coercitivo del esté al mismo tiempo que, maximiza la igualdad, la liber-
tad y los derechos fundamentales y sociales.24
Señala, una Constitución puede ser avanzada por los principios y los
derechos que sanciona y no pasar de ser un pedazo de papel si carece
de técnicas coercitivas (garantías) que permitan el control y la neu-
tralización del poder y del derecho ilegítimo. El garantismo es también
una teoría jurídica de la validez del derecho, las normas para que sean
validas exigen no sólo el respeto a la competencia del órgano que las
emite y al procedimiento que se sigue para elaborarlas. La validez
implica además el respeto irrestricto a las normas fundamentales del
sistema constitucional. Esta doctrina de la validez opera como teoría
de la deslegitimación interna del derecho, que reclama de los jueces y
de los ciudadanos una constante tensión crítica hacia las leyes vigen-
tes, las cuales siempre deben ser vistas a la luz de su validez.
El garantismo es igualmente una filosofía política que impone al dere-
cho y al Estado la carga de la justificación externa conforme a los bie-
nes y a los intereses cuya tutela y garantía constituye precisamente la
finalidad de ambos. Presupone la doctrina laica de la separación entre
derecho y moral, entre validez y justicia, entre punto de vista interno
y punto de vista externo, entre ser y deber ser del derecho. Equivale a
la asunción de un punto de vista únicamente externo, a los fines de la
legitimación y de la deslegitimación ético-política del derecho y del Es-
24 Ferrajoli, L. Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal, opus cit. (pp. 851-903).
Ferrajoli, L. El garantismo es posteriormente desarrollado de manera más precisa
en su obra Derechos y Garantías. Ferrajoli, L. (1999). La Ley del más Débil, Madrid:
Trotta. Ferrajoli, L. (2003) Razones Jurídicas del Pacifismo, Madrid: Trotta, Ferra-
joli, L. (2004). Epistemología Jurídica y Garantismo, México: Fontamara. Ferrajoli,
L. (2009). La Teoría del Derecho en el Paradigma Constitucional, México, Cajica.
responde a las críticas de Manuel Atienza & José Juan Moreso.
Conclusiones
El neoconstitucionalismo identificado en principio como Estado Consti-
tucional Democrático y Social conforme lo argumentado, constituye un
camino hacia el buen gobierno, que permita tener la legitimidad ante
los gobernados, las garantías, herramientas, derecho, capitales éticos
y sociales sin los cuales cada vez México irá descendiendo en sus ni-
veles de bienestar humano como hasta la fecha ha ocurrido, –baste
citar que conforme el último Informe de Transparencia Internacional
que sobre 180 países analizados, éste año México ocupa el lugar 89 en
corrupción junto a Ruanda–, el contar con esta guía nos debe permitir
combatir el desaliento y la fatalidad que hoy nos agobia junto a la crisis
económica, la delincuencia organizada bestial y el reto de construir un
nuevo modelo de desarrollo sustentable, incluyente en el reparto de la
riqueza nacional y con la confianza y moral con lo que es posible desde
la deconstrucción impulsar una realidad mejor desde la complejidad
nacional y global.
Sin teorías de frontera que eficazmente señalan cómo es posible ga-
rantizar los derechos sociales y tribunales constitucionales eficaces
por su poder institucional gracias a la independencia y autonomía,
comprometidos con la democracia y la justicia social en sus senten-
cias, mismas que al final de cuenta son las argumentaciones jurispru-
denciales que inciden en la transformación de la realidad pues son las
últimas palabras que toda sociedad puede hacer valer con la fuerza
desde la gobernanza que implica lo público potenciado por la interven-
ción ciudadana.
Bibliografía
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Ambiente Jurídico
Centro de Investigaciones Sociojurídicas
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Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
Resumen
En la nueva circunstancia socio-política que la globalidad impone, la equívoca
díada “estado-nación” ha mostrado ser errónea cuando naciones ancestrales,
que han dejado de estar sojuzgadas por un control estatal férreo, recobran
su identidad y su natural aspiración al autogobierno. Esa nueva expresión del
sistema político mundial está ayuna de una estructura adecuada, porque la
organización “interestatal” es insuficiente frente a los retos de hoy y, en esa
perspectiva, la posibilidad teórica de una federación mundial de naciones re-
surge vigorosamente.
Este artículo retoma el tema, ya planteado por Kant, en términos de la actua-
lidad “poscontemporánea”.
Palabras clave
Globalidad, nación, estado, legitimidad, sistema político, orden mundial.
Abstract
Globalization, as a systemic phenomenon, has demonstrated the incapability
of an international structure, based on the traditional way in which the states
are unavoidable parts, to provide the essential basis for structural order and
governance. On the contrary, upon the new circumstance the political sys-
tems experiment, many old nations has reborn once the coactive State action
has ceased.
The global scenario is lack of an efficient political order and so called “nation-
states” are incapables to provide it on new circumstances. So, as far as I
think, it is unavoidable to recall the Kant’s proposal for a “global federation
of nations”, which this article pretends to refresh in terms of actual political
context.
Key words
Globalization, nation, state, legitimacy, political system, world order.
Introducción
La globalización, de la que tanto se habla y tan poco se entiende, ha
provocado, creo que de manera irreversible, cambios profundos en la
configuración de todos los fenómenos sociales y no sólo en el terreno
de la economía, como a veces se pretende.
En efecto, el mundo ha cambiado, y con él han surgido condiciones
críticas para los paradigmas que han servido para explicarlo y para
orientar las acciones que tienden a su transformación.
Una de esas transformaciones consiste en que el estado, el ente jurí-
dico-político por antonomasia durante los últimos tres siglos y medio,
no puede ya responder a las expectativas de un sistema que excede
sus alcances. Como consecuencia, el poder político se ha desplazado
hacia centros distintos del estado, con lo cual la soberanía, concebida
tradicionalmente como el poder supremo dentro de los confines de él,
ya no puede reclamar para sí esa calidad.
Frente a tal circunstancia, tampoco el orden mundial fincado en una
red de relaciones entre esas entidades puede ya ser suficiente para
enfrentar los desafíos ya presentes y aquellos cuya inminencia es ob-
via.
* ¿Hacia una federación global de naciones? es un artículo que tiene por base un
trabajo previo que fue presentado como ponencia en el III Congreso Internacional
“Derecho y Sociedad en el Estado Constitucional”, en la Universidad de Manizales,
Colombia, del 27 al 29 de agosto de 2009, patrocinado por la Universidad Autó-
noma de Coahuila. Se desprendió de una investigación original del autor, ya termi-
nada, auspiciada académicamente por las universidades Complutense (Madrid) y
Anáhuac (México) intitulada La soberanía estatal en el contexto político global, que
dio lugar al libro El Estado en el Contexto Global (México, 2008, Porrúa).
** Doctor en Derecho por la Universidad Complutense (Madrid); Maestro en Adminis-
tración Pública por la Universidad Iberoamericana (México); Abogado por la Escuela
Libre de Derecho (México). Profesor e investigador de tiempo completo en la Facultad
de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila, México (Bvd. Venustiano
Carranza s/n, esquina con José Cárdenas Valdés; 25280 Saltillo, Coah., México).
Cuerpo Académico: Derechos Humanos. Líneas de investigación: Derecho Consti-
tucional, Filosofía Política, Teoría del Derecho y Derechos Humanos. Correo: xdu-
fster@gmail.com
estado ‘civil’ puede acontecer-, cabrá que cada uno de ellos, habiendo
previamente requerido al otro, lo considere y trate, si se niega, como
a un enemigo” (Kant, 2000, pág. 221).
Kant postula que toda constitución, en referencia al estado –pero que
bien podrí, a mi parecer, atribuirse a un sistema más amplio y abier-
to- ha de ser republicana, teniendo por tal a la que descansa en tres
principios fundamentales:
“1º., principio de la ‘libertad’ de los miembros de una sociedad –como
hombres-; 2º., principio de la ‘dependencia’ en que todos se hallan
de una única legislación común [que es tanto como sometimiento por
igual a la ley o al derecho] –como súbditos-; 3º., principio de la ‘igual-
dad’ de todos –como ciudadanos”. (Kant, 2000, pág. 221).
Dice además que “la constitución republicana, además de la pureza de
su origen, que brota de la clara fuente del concepto de derecho, tiene
la ventaja de ser la más propicia para llegar al anhelado fin: la paz
perpetua”, y explica:
“He aquí los motivos de ello. En la constitución republicana no puede
por menos ser necesario el consentimiento de los ciudadanos para
declarar la guerra. Nada más natural, por tanto, que, ya que ellos han
de sufrir los males de la guerra –como son los combates, los gastos, la
devastación, el peso abrumador de la deuda pública, que trasciende a
tiempos de paz-, lo piensen mucho y vacilen antes de decidirse a tan
arriesgado juego. En cambio, en una constitución en la cual el súbdito
no es ciudadano, en una constitución no republicana, la guerra es la
cosa más sencilla del mundo. El jefe del Estado no es un conciudada-
no, sino un amo, y la guerra no perturba en lo más mínimo su vida
regalada, que transcurre en banquetes, cazas y castillos placenteros.
La guerra, para él, es una especie de diversión, y puede declararla por
levísimos motivos, encargando luego al cuerpo diplomático –siempre
bien dispuesto- que cubra las apariencias y rebusque una justificación
plausible” (Kant, 2000, pág. 223).
No le es ajena a Kant la inconveniencia –por no decir que la imposibili-
dad- de un gobierno mundial. En cambio, muestra la convicción de que
la representatividad es inevitable, pero aun así afirma: “Si la forma de
gobierno [que importa más al pueblo, según él, que la de estado] ha
de ser, por tanto, adecuada al concepto del derecho, deberá fundarse
en el sistema representativo, único capaz de hacer posible una forma
republicana de gobierno; de otro modo, sea cual fuere la constitución
del Estado, el gobierno será siempre despótico y arbitrario” (Kant,
2000, pág. 224).
Es sobre esas bases conceptuales que finca su propuesta de un dere-
cho de gentes basado en una federación de estados libres, sugiriendo
la idea de que “todo Estado puede y debe afirmar su propia seguridad,
requiriendo a los demás para que entren a formar con él una especie
de constitución, semejante a la constitución política, que garantice el
derecho de cada uno” (Kant, 2000, pág. 224).
No puede decirse, bajo ninguna consideración, que esa propuesta de
Kant consista en la creación de un estado mundial, sino enunciando la
necesidad de configurar un sistema que lleve a una paz basada en un
orden mundial perdurable.
El esquema sugerido por él no deja lugar a dudas cuando dice que
“esto sería una Sociedad de naciones, la cual, sin embargo, no debería
ser un Estado de naciones” (Kant, 2000, pág. 224 y 225).
Me parece evidente que Kant captó con precisión la verdadera esen-
cia del principio federativo, y que los principios de armonización que
contiene su visionario ensayo son muy dignos de concitar una nueva
reflexión sobre ellos.
Conclusiones
PRIMERA: La primera consecuencia de la globalidad en el escenario
político es que se ha puesto en crisis el paradigma estatal, modelo que
había adquirido firmeza casi inamovible para explicar los fenómenos
políticos y actuar sobre ellos.
SEGUNDA: Una segunda, que el debilitamiento de los estados ha per-
mitido el resurgimiento vigoroso de las naciones en el escenario polí-
tico del mundo, en el que interactúan con los estados preexistentes en
un ambiente de gran dinamismo.
TERCERA: Esa circunstancia, aunada a la evidente anomia global,
hace necesario encontrar una fórmula que permita dotar al sistema
mundial de de una estructura de la actualmente carece, la que deberá
ser a la vez legítima –por garantizar las libertades y derechos funda-
mentales- y eficaz –por ser funcional.
CUARTA: La fórmula federativa es un instrumento técnico jurídico de
integración socio-política que ha demostrado idoneidad para solución
de problemas cualitativamente similares a los que plantea en la ma-
Bibliografía
“Hasta que los reyes no sean filósofos y los filósofos reyes, las ciudades estarán
mal gobernadas”.
Platón
99
Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
Resumen
Abstract
Introducción
La integración jurídica americana constituye uno de los temas más
importantes, sugerentes y fértiles para los juristas de nuestro con-
tinente. Ello en razón de que todo parece indicar que el ‘derecho de
la integración’ o ‘derecho comunitario’, será el paradigma jurídico del
siglo XXI, como durante la segunda mitad del siglo XX lo fueron –y en
cierta medida lo seguirán siendo- los ‘derechos humanos’. El derecho
comunitario parece perfilarse hoy en día como la disciplina jurídica es-
* El presente artículo recoge diversas reflexiones que he venido publicando en los úl-
timos años, especialmente en “Del Mos Europaeus al Mos Americanus Iura Legendi.
Una propuesta de refundación de la Ciencia Nueva para la Integración Jurídica
Americana” en Foro. Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complu-
tense de Madrid. Nueva Época. Número 8. Madrid. UCM. 2008 y “Bases Jurídicas
para la Integración Americana” en Temas de Derecho III. México. Escuela Libre de
Derecho. 2010.
** Abogado por la Escuela Libre de Derecho (1999). Doctor en Derecho cum laude y
Premio Extraordinario de Doctorado 2006 por la Universidad Complutense de Ma-
drid. Profesor de Filosofía del Derecho, de Historia General del Derecho, de Ética
Jurídica y de Seminario de Derecho Constitucional en la Escuela Libre de Derecho,
desde 1999 a la fecha. También, de las mismas materias, en la Universidad Aná-
huac, hasta el año 2007. Ha sido y es profesor invitado a los cursos de doctorado
de la Universidad Anáhuac – México Norte en convenio con la Universidad Complu-
tense de Madrid –donde está en trámite su venia docendi europea-, así como de la
Universidad Anáhuac del Sur. Ha sido y es profesor de maestría en la Universidad
Autónoma de Chiapas, en la Universidad Autónoma de Coahuila y del Instituto de
Estudios Judiciales del Estado de Campeche, entre otros. Es miembro del Sistema
Nacional de Investigadores, nivel I, desde el 1 de enero de 2008. Profesor y Direc-
tor del Centro de Investigación e informática Jurídica “Manuel Herrera y Lasso” de
la Escuela Libre de Derecho de México. Correo: pampillo@eld.edu.mx
también hacia abajo) y sostienen que sería mejor hablar de ‘glocalización’, para
dar cuenta de la combinación de energías…” Carbonell, M. (2003). “Globalización y
derecho: siete tesis” en Globalización y Derechos Humanos (P. 3). (Coordinador).
Luis T. Díaz Müller. México: UNAM.
3 Me he venido interesando por este apasionante tema desde hace algún tiempo;
en general puede verse mi libro Filosofía del Derecho. Teoría Global del Derecho
(2005). México. Editorial Porrúa. Así como los capítulos 12, 13, 14 y 15 de mi libro
Historia General del Derecho (2008). México: Oxford University Press. Más especí-
ficamente, remito al lector interesado a los siguientes escritos monográficos: “Re-
tos y proyecciones del derecho mercantil frente a la globalización. Un intento de
aproximación Filosófica, Histórica y Dogmática”, Panorama Internacional Del Dere-
cho Mercantil, Culturas y Sistemas Jurídicos Comparados, Tomo I (2006). México:
Universidad Nacional Autónoma demexico.-“La filosofía de la historia del derecho y
el futuro de la tradición jurídica occidental”, Problemas Actuales de la Historia del
Derecho en México, Editorial Porrúa y Tecnológico de Monterrey, México 2007 ,
“Los Principios Generales Comunes en la Jurisprudencia Europea”, Revista Mexica-
na de Derecho Internacional Privado y Comparado, Vol. 21, México, Año 2007, “Del
Derecho Comunitario al Mos Europaeus”, Revista de Investigaciones Jurídicas de
la Escuela Libre de Derecho, Vol. 31, México, Año 2007, “Del Mos Europeus al Mos
Americanus Iura Legendi, Una propuesta de refundación de la Ciencia Nueva par la
Integración Jurídica Americana”, Revista de Investigaciones Jurídicas de la Escuela
Libre de Derecho, Vol. 8, México, Año 2008. “La edad global y la teoría global del
derecho”, Filosofía Jurídica y Política de la Nueva Ilustración, Escuela Libre de De-
recho, Editorial Porrúa, Universitatis Complutensis, Universidad Municipal de Sáo
Caeteno do Sul, Universidad Nacional de Tucuman, Paideia Politeia, Universidad de
Manizales Colombia, Editorial Porrúa México, 2009
4 En general, sobre el proceso de integración europea, la estructura institucional de
la Unión Europea y el derecho comunitario, pueden verse las siguientes obras: Gar-
cía, R.A. (2007). Sistema Jurídico de la Unión Europea. Madrid: Thomson Civitas.
Borchardt, K.C. (2000). El ABC del Derecho Comunitario (5 ed.). Luxemburgo: Edita
la Oficina de Publicaciones de las Comunidades Europeas. Cámara Lapuente, S.
americano
o Mercado
Común
Centroame-
ricano
Tratado de Zona de Libre Comercio en vigor EUA, Canadá y México
Libre Co- desde 1994
TLCAN
TLC ó
mercio de
América del
Norte
Mercado Unión Aduanera firmada en 1991 Brasil, Argentina, Pa-
MERCOSUR
8 Sobre la integración americana en general pueden verse ,entre muchas obras, las
siguientes: Dávila Aldás, F.R. (2002). Globalización-Integración. América Latina,
Norteamérica y Europa. México: Editorial Fontamara. de la Reza, G.A. (2006). In-
tegración Económica en América Latina. Hacia una nueva comunidad regional en
el siglo XXI. México: Editan la UAM & Plaza & Valdés. Enríquez Rubio, E. (1969). Un
Marco Jurídico para la Integración Económica de América Latina. Tesis profesional.
México: Escuela Libre de Derecho. Fix Fierro, H. (2003). et. al (Ed.). Culturas Ju-
rídicas Latinas de Europa y América en Tiempos de Globalización. México: UNAM.
Häberle, P. & Kotzur, M. (2003). De la soberanía al derecho constitucional común:
palabras clave para un diálogo europeo-latinoamericano. Fix Fierro, H. (Trad).
México: UNAM. León, L. (1999). (coordinador). El Nuevo Sistema Internacional. Una
visión desde México. México: Editan Secretaría de Relaciones Exteriores & Fon-
do de Cultura Económica. Pacheco Martínez,F. (2002). Derecho de la Integración
Económica. México: Editorial Porrúa. Saucedo González, J.I. (1999). Posibilidades
de un Estado comunitario hispanoamericano. México: IIJ-UNAM. Gregorio Vidal, J.
(2006). (coordinador). ALCA. Procesos de integración y regionalización en América.
México: Editan la Cámara de Diputados, UAM, INTAM & Miguel Ángel Porrúa. Vidal
Beneyto, J., García, R.A. & otros. (2009). Hacia una Corte de Justicia Latinoame-
ricana. Valencia: Fundación AMELA. Witker, J. (2004). (coordinador). El Área de
Libre Comercio de las Américas (ALCA). México: UNAM. Witker,J. & Oropeza,A.
(2004). (coordinadores) México-Mercosur. Los retos de su integración. México: Edi-
tan el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM & el Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal.
9 Desde 1986 observaba el Instituto para la Integración de América Latina: “Para
que la potencialidad del mercado ampliado pueda ser aprovechada, existe la ne-
cesidad de superar la distancia actual entre los resultados obtenidos en la coope-
ración, consulta y coordinación y sus potencialidades. En otros términos, entre las
declaraciones y decisiones adoptadas a nivel político y su traducción en medidas y
acciones concretas.” INTAL. El proceso de integración en América Latina en 1986
(p. 253). Buenos Aires: Editan INTAL y BID. 1987.
10 Con toda razón observa Oropeza García: “Después de más de dos siglos de pensar
en una sola América (1805-2007), y de cerca de cincuenta años de hablar de su
integración formal en América Latina (1960-2007), muchos de los estudiosos sobre
el tema, y de manera especial, los nuevos estudiantes de las áreas económico-
sociales que se acercan a él, se preguntan con un gran dejo de escepticismo si vale
la pena invertir su tiempo en un largo periodo sembrado de buenos deseos y de
múltiples instituciones, pero que al final nos dan como saldo una región dividida,
conformada a través de cinco esquemas formales de integración (Sistema de Inte-
gración Centroamericana SICA, Asociación Latinoamericana de Integración ALADI,
Comunidad del Caribe CARICOM, Mercado Común del Sur MERCOSUR, Comunidad
Andina CAN), pulverizada en su comercio zonal con más de cincuenta tratados de
libre comercio, que de manera conjunta, arrojan un comercio intraregional de tan
solo quince por ciento promedio.” Oropeza García, A. en “Latinoamérica en su La-
berinto o los Retos de su Integración” en Wiker, J. & Oropeza, A. (coordinadores)
México-Mercosur. Los retos de su integración (pp. 213 y 214). México: Editan el
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM & el Tribunal Superior de Justicia
del Distrito Federal.
11 Sobre las relaciones de los Estados Unidos con los diferentes países de la región
latinoamericana, véase, la Revista Foreign Affairs Latinoamérica (2008). (4 ed.
VOL. 8) México: ITAM.
16 Cuestión tanto más compleja si se consideran algunas distancias entre los siste-
mas del common law y del civil law, así como algunos prejuicios que proceden de
sus diferencias. Véase Sánchez Cordero, J. (2006). Los Informes Doing Business
del Banco Mundial. Reflexiones Mexicanas. México: IIJ-UNAM. Sánchez Cordero, J.
(2006). (Trad & Ed.). Los sistemas de derecho de tradición civilista en predicamen-
to. Trabajos de la Asociación Henri Capitant. México: IIJ-UNAM.
17 Piénsese, por ejemplo, en los Principles of European Contract Law de la Comisión
Lando, que comenzó a trabajar en 1980 y que ha publicado entre 1995 y 2002 las
primeras partes de su proyecto. Su método –que han seguido el propio Ole Lan-
do & el profesor Zimmermann, R. entre otros muchos juristas- ha pretendido un
acercamiento entre la tradición continental romanista y la anglosajona, mediante
la discusión por temas, a partir de una ponencia previamente preparada –sobre
problemas e instituciones en materia de obligaciones y contratos- con base en
un análisis de derecho comparado, para después elaborar un borrador, que junto
con los artículos –principios y soluciones- correspondientes, incluiría una nueva
versión explicativa de sus orígenes, grado de convergencia en el plano europeo, e
idoneidad para resolver los conflictos jurídicos de su especie en el futuro. Sobre los
trabajos de este grupo, véase Martínez Sanz, F. “Principios de derecho europeo
de los contratos (comisión Lando)” en Cámara. Derecho privado europeo (pp.193
y ss.)…, op. cit., Véase también Luchetti, G. & Petrucci,A. (2006). Fondamenti di
Diritto Contrattuale Europeo. Dalle radici romane al proetto dei Principles of Euro-
pean Contract Law Della Commissione Lando. Bolonia: Patron Editore. Considérese
igualmente como una iniciativa similar a la anterior el Anteproyecto de Código
Europeo de los Contratos, elaborado por la Academia de Privatistas Europeos bajo
la batuta del jurista italiano Giuseppe Gandolfi, en el que participaron destacados
romanistas, historiadores del derecho, juristas y comparatistas como el propio
Gandolfi, A. Trabucchi, J.L. de los Mozos & F. Wieacker, por sólo mencionar algunos.
Cfr. García Cantero, G. “El Anteproyecto de código europeo de contratos (proyecto
Gandolfi o Grupo de Pavía)” en Idem (pp. 205 y ss.). Véase también de Gandolfi,
G. (1995). “Per la redazione di un ‘codice europeo dei contratti’” en Rivista Trimes-
trale di Diritto e Procedura Civile. (N. 3). Milano. Giuffrè Editore. En fin, por sólo
citar un tercer proyecto, conviene mencionar uno realmente distinto a los demás
y único en su género, emprendido por el Grupo de Trento o del Common Core of
European Law. Este grupo de trabajo se ha propuesto “desenterrar el núcleo co-
mún” del derecho europeo, buscando confeccionar un “mapa geográfico fidedigno
del derecho privado europeo”, conformando para ello una especie de “cartografía
jurídica” a partir de la identificación de problemas, soluciones e instituciones, con
base en cuestionarios, sobre el derecho (leyes, reglamentos, sentencias, doctrina)
de todos los países europeos. Véase a Cámara Lapuente, S. “El núcleo común del
derecho privado europeo (proyecto de Trento)” (pp. 227 y ss.). en Ibid.
18 En este sentido y en relación precisamente con la unificación jurídica americana, a
partir del derecho romano, el profesor Guzmán Brito observa que “El absolutismo
legislativo de los modernos estados, ha impedido a los juristas desarrollar aquella
misma labor que sus antepasados de gremio realizaron en tiempos anteriores”,
realidad frente a la cual, la armonización jurídica puede “lograr que los juristas
asuman el papel de ser los verdaderos depositarios del ius faciendi iuris a través
de su actividad privada de estudiosos cuyas conclusiones sean recibidas selectiva-
mente por quien tiene el poder de establecer formalmente lo jurídico”. Alejandro
Guzmán Brito. “La función del Derecho Romano en la Unificación Jurídica de Lati-
noamérica” en Esborraz, F.D. (2006). (coordinador). Sistema Jurídico Latinoameri-
cano y Unificación del Derecho. Cuadernos del Curso de Máster en Sistema Jurídico
Romanista y Unificación del Derecho en América Latina( pp. 180 y 181). México:
Editorial Porrúa & Centro di Studi Giuridici Latinoamericani Università di Roma ‘Tor
Vergata’-CNR.
19 Cfr. Häberle, P. “México y los contornos de un derecho constitucional común ameri-
cano: un ius commune americanum” en Häberle, P. & Kotzur, M. (2003). De la so-
beranía al derecho constitucional común: palabras clave para un diálogo europeo-
latinoamericano(pp. 17 & ss.). Fix Fierro, H. (Trad.). México: UNAM.
20 Cfr. Häberle. “México…, op. cit., pp. 57-66.
en América Latina. México: Editorial Porrúa & por el Centro di Studi Giuridici Lati-
noamericani Università di Roma ‘Tor Vergata.
27 Catalano,P. (1991). “Identidad Jurídica de América Latina: Derecho Romano y Sis-
tema Latinoamericano” en Revista de Investigaciones Jurídicas de la Escuela Libre
de Derecho (15 ed. pp. 111 y ss.). México: Edita la ELD.
28 Dentro de la amplia literatura sobre el tema, pueden verse en general Correas, O.
(coordinador). Derecho Indígena Mexicano. México: UNAM, CONACYT, Editorial Co-
yoacán. Humberto Durand, C. (2008). Derecho Indígena. México. Editorial Porrúa.
2005. También véase Bartolomé Clavero. Geografía jurídica de América Latina.
Pueblos indígenas entre constituciones mestizas. México. Siglo XXI.
29 Como expresan con exactitud Fix Fierro & López Ayllón (1997). “existe una rela-
ción de retroalimentación e intercambio continuos entre los derechos nacionales
y el derecho internacional… Así, si es cierto que está surgiendo una cultura global
o mundial, lo cierto es que ésta existe también como parte de las culturas loca-
les, en intercambio continuo con éstas. Algo similar nos parece que ocurre con el
derecho”. Héctor Fix-Fierro y Sergio López Ayllón. “El Impacto de la Globalización
en la Reforma del Estado y el Derecho en América Latina” en El Papel del Derecho
Internacional en América. La soberanía nacional en la era de la integración regional
(p. 328). México. Editan la UNAM & The American Society of International Law.
30 Zolo, D. (2005). Los señores de la paz. Una crítica del globalismo jurídico (pp. 121-
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orden, la ley y la verdad, es superior al tiempo y representa lo eterno”.
Henri Frederick Amiel
125
Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
Resumen
Condenado en sus orígenes a servir como “boca de la ley”, el poder judicial al
interior de la tradición continental ha venido reclamando espacios de partici-
pación cada vez mas relevantes a nivel político, social y económico; cobrando
un protagonismo que permite pensar, que sí el siglo XIX fue el sigo de los
parlamentos, el siglo XX el de los presidencialismos, el siglo XXI será el siglo
del poder judicial. El presente trabajo expone esta evolución, haciendo énfasis
en las condiciones políticas y económicas que han posibilitado este desarrollo
hacia lo que se ha dado en denominar: la Revolución Judicial o el Gobierno de
lo Jueces.
Palabras clave
Poder Judicial, Estado Moderno, Ley, Modelo económico, Constitución, Justicia
Distributiva.
Abstract
Sentenced originally to serve as “mouth of the law,” the judiciary within the
continental tradition has been calling for participation spaces increasingly
relevant to political, social and economic development; taking a leadership
that suggests, yes the nineteenth century was still parliaments, the twenti-
eth century of presidential systems, the twenty-first century be the century
of the judiciary. The present study describes these developments with em-
phasis on political and economic conditions that have enabled this develop-
ment to what is now called: Judicial Revolution or the Government of Judges.
Key words
Judiciary, Modern State, Law, Economic Model, Constitution, Distributive Jus-
tice.
Introducción
El presente trabajo pretende una aproximación histórica tomando como
referente la evolución económica del Estado Nación, de desarrollo de
las competencias del poder judicial al interior del Estado Moderno, el
cual es entendido por la filosofía política de la ilustración como la for-
ma de organización racional del hombre en sociedad, en ese sentido,
la primera parte del trabajo, se ocupará de caracterizar el periodo de
la historia denominado Modernidad, explicando la forma en que solo al
interior de este tiempo, con las promesas y valores que promovió fue
posible pensar el Estado de Derecho y la Democracia, haciendo énfa-
sis en el rol que el juez ocupaba en este modelo clásico, para luego,
conforme se desarrollen las dinámicas económicas y políticas del siglo
loi” – la voz que pronuncia las palabras de la ley –“una criatura sin
voluntad”, que puede atenuar la validez y rigor de la ley, y el po-
der judicial es, en consecuencia, “en cierto sentido igual a cero”.
(Kaufmann, 1999: 114)
En este orden de ideas, podríamos considerar que son seis las prin-
cipales características de este primer periodo, en relacion al poder
judicial. Siguiendo a Santos (Santos y García, 2004: 90), dichas carac-
terísticas son:
1. Poder Judicial neutralizado políticamente por el fuerte predominio
o hegemonía del poder legislativo al interior del la Teoría de la Se-
paración de Poderes según la cual se configura el poder político al
interior del Estado de Derecho.
2. Rígido Principio de Legalidad, mediante el cual es posible realizar
la neutralización política antes señalada, en virtud que se limita la
función judicial a la simple “subsunción lógica de hechos a normas”
por lo que se pretendía apartar del fallo a la persona del juez, en-
tendida esta como el sujeto detrás de la toga provisto de referencias
sociales, políticas, económicas, filosóficas y éticas determinadas. “el
poder de los jueces es retroactivo o es accionado de forma retroac-
tiva, es decir, con el objetivo de reconstruir una realidad normativa
plenamente constituida” y es esta la principal razón por la cual el po-
der judicial es entendido al interior de este periodo como el garante
del monopolio de la violencia legítimamente ejercida.
3. Además de Retrospectivo, el Poder Judicial es Reactivo, es decir
que solo funciona a petición, bien sea de las partes o de los órga-
nos del estado. Manteniéndose alejado de la realidad y limitándose
a participar solo a partir de invitación expresa por parte de los
asociados o por parte del estado mismo.
4. Individualización del Litigio, los litigios que llegan a los jueces son
doblemente individualizados: “tienen contornos claramente defini-
dos por estrictos criterios de relevancia jurídica, y suceden entre
individuos. Por otro lado, la decisión judicial sobre un litigio solo es
válida para el caso en concreto al cual se aplica.”
5. Seguridad Jurídica como principio absoluto en la solución de liti-
gios, lo cual implica que por el hecho de ser la ley la manifesta-
ción racional, universal y general, esta debe garantizar un tipo de
aplicación automática que asegure que la observancia del proceso
presente a los mismos parámetros y disposiciones a las que se
ceñirán los procesos futuros. Hay que evitar al máximo las excep-
ciones y respetar los casos juzgados.
6. La independencia de los jueces reside en estar sometidos al impe-
rio de la ley, dicho sometimiento es exclusivo y absoluto, por lo que
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145
Ambiente Jurídico
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Resumen
Abstract
La excepción de inconstitucionalidad
en la función administrativa
The exception of unconstitutionality
in the administrative function
(Recibido: julio 29 de 2010. Aprobado: septiembre 6 de 2010)
Introducción
El tema del artículo hace referencia a la obligatoriedad de la defensa
de la Constitución por parte de los servidores públicos, que se encuen-
tran más cercanos al ámbito de la legalidad, pero más allá de esta
obligación, (la cual es clara y evidente), se indaga las razones por la
cuales los servidores públicos no acatan la obligación constitucional de
proteger la carta magna de cualquier actuación que vaya en contra de
sus postulados.
Lo anterior, en el entendido que la protección y sostenimiento de la
supremacía constitucional es responsabilidad de todos los ciudadanos,
especialmente, de los servidores públicos, en quienes se ha confiado la
facultad y competencia para garantizar y hacer efectivos los principios
y libertades individuales, buscando su eficacia y efectividad.
La excepción de inconstitucionalidad, aplicada con responsabilidad,
hace de un Estado Social de Derecho un verdadero Estado constitu-
cional, promoviendo la aplicabilidad de la teoría del control de pesos
y contrapesos teniendo con su máxima que sólo el “poder limita al
poder”. De otra parte, fortalece la importancia del ser humano en el
Estado, al dar paso a la evolución de los derechos fundamentales y al
principio de primacía constitucional.
A tono con lo que se ha venido planteando, emerge la necesidad de in-
dagar por su fundamentación, que con el objeto que su aplicabilidad no
permita decir que son muchos los servidores públicos, que en cumpli-
miento de un deber constitucional, han tomado decisiones en las que
los derechos y principios constitucionales han sido defendidos con la
aplicación de la excepción de inconstitucionalidad.
Lo anterior por temor a ser objeto del contenido de la norma discipli-
naria. Por el contrario, pareciera ser que se sienten mejor en la igno-
rancia, aparentando la inexistencia de la incompatibilidad de la norma
Pero también contradictorio, que los servidores públicos administrati-
vos en el compromiso con la Constitución Nacional, omiten la aplicación
de la excepción de inconstitucionalidad, bajo la excusa la investigación
disciplinaria, siendo su obligación aplicarla, lo cual permite concluir
que los organismos de control disciplinario también hacen caso omiso
a la obligatoriedad constitucional.
IV) Principio de legalidad y la primacía constitucional: otro fac-
tor que influye negativamente en el accionar del servidor público, obe-
dece al concepto formal de aplicación y primacía de la Ley, por lo tanto,
se puede decir que se sigue aferrado al Estado liberal de derecho.
Lo anterior no significa que se esté pensando que las actuaciones no
deban ir de conformidad con lo estipulado en las leyes, lo que se quiere
evitar es que se guarde reverencia por normas, que van en contra de
la Constitución.
Entonces ¿cuántos años más se debe esperar para hacer pública y
efectiva la excepción de inconstitucionalidad en el actuar cotidiano de
los servidores públicos? La Corte Constitucional se ha manifestado
queriendo intervenir en la educación, difusión, sensibilización y socia-
lización del tema e incluso refiere a épocas pasadas, reseñando que
su existencia data de muchos años atrás, como lo indica la sentencia
T-658/07 de 2007. En tratándose de la Aplicación de la excepción de
inconstitucionalidad, cuando se trata de actos violatorios de los dere-
chos fundamentales contenidos en Carta Política
… el funcionario público encargado de la ejecución de un acto ad-
ministrativo, tiene la obligación de inaplicarlo cuando en el caso
concreto resulte abiertamente contrario a la Carta Política, más
aún a los derechos fundamentales en ella contenidos. En el caso
de no hacerlo, la tutela es el mecanismo procedente para la pro-
tección de estos derechos si no existe otro medio de defensa
judicial, o si existen, se busque evitar un perjuicio irremediable.
Frente a este enunciado y aunque lo preceptuado en el Artículo 6,
numeral 5, del Decreto 2591 de 1991, esboce que no es viable su
aplicación contra actos de carácter general, impersonal y abstracto, la
Corte Constitucional ha fijado un precedente y reitera que la acción de
tutela, en los casos en que se persigue la inaplicación de una norma
Conclusiones
Para el fortalecimiento del Estado social de derecho se requiere del
interés y decidido entusiasmo de sus servidores públicos para profun-
dizar en el conocimiento constitucional y así extraer del mismo, una
multitud de beneficios, que hoy están sin aplicar, para avanzar hacia la
conformación de una sociedad mas justa y equitativa, propuesta por
la Asamblea Nacional Constituyente de 1991.
Requerimos concienciar los servidores públicos, en el sentido de hacer
ver que no son pocos los desafueros y desatinos en los que incurren
cuando dejan de dar aplicación a la voluntad del constituyente a través
de los principios constitucionales, por la reverencia de la ley y el prin-
cipio de legalidad de las normas que afectan intereses generales del
derecho y los ciudadanos
Es necesario atacar (a través de la educación) la ausencia de unidad
de conocimientos y criterios institucionales en el poder ejecutivo para
lograr que la aplicación de la excepción de inconstitucionalidad no sea
un acto heroico.
Es claro que el Estado, en su función de reglar todas las situaciones
humanas comete desafueros e infringe los principios del derecho, las
norma superior constitucional y el bloque de constitucionalidad; así, no
puede quedar asomo de dudas que la promulgación de una ley mani-
fiestamente contraria a las obligaciones asumidas por un Estado y por
su Constitución, que viole o afecte derechos y libertades protegidos
respecto de individuos determinados, debe ser inaplicada por incons-
titucional.
La protección constitucional está soportada en el control de constitu-
cionalidad, el que a su vez tiene fundamento el principio de supremacía
constitucional, esto es, que la Constitución por ser la norma de mayor
jerarquía del ordenamiento jurídico, tiene la subordinación de las de-
más normas, las cuales deben armonizarse y sujetarse al contenido
principal, so pena de ser inaplicadas.
La excepción de inconstitucionalidad es una herramienta de control
constitucional desconocida que ha sido ignorada por los ciudadanos,
se suma la poca aplicación que de ella hacen los servidores públicos,
convirtiéndola en un mecanismo subutilizado.
La mayor aplicación de la excepción de inconstitucionalidad se presen-
ta en la función judicial y es muy escasa en la función administrativa.
Lo anterior se suma al desconocimiento de los ciudadanos, la inactivi-
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“La pedantería de quienes creen ser sabios en las reformas educativas sin tener
en cuenta los fundamentos históricos de las disciplinas, está generando daños
en la universidad. La democracia es fundamental en los procedimientos que se
llevan a cabo en ella”.
Juan Guillermo Gómez
163
Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
Resumen
Abstract
Introducción
Pretender abarcar un tema relacionado con la política educativa y que
nos deje satisfechos, sería un objetivo por alcanzar a largo plazo o, si
acaso, a mediano, pues el proceso de apropiación del mismo implica
indagar, bucear y recorrer diversos caminos, entre los que se encuen-
tra la investigación documental, pero también la conversación o la
entrevista con expertos y el análisis de las realidades que se viven
en un entorno revestido de normas y leyes que conllevan un poder y
generan un control.
Por estas razones, este ensayo no se elabora con el ánimo de ser
definitivo ni agotar la actividad académica de indagar por la realidad
en materia de políticas educativas que se vive en la región latinoa-
mericana, con ejemplos centrados en Colombia, la cual, debido a sus
condiciones socioeconómicas de dependencia, la llevan a asumir y a
cumplir –con pocas excepciones- con las exigencias que le imponen los
organismos internacionales con los cuales tiene una deuda económica,
tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial
(BM) –éste con mayor incidencia en el sector educativo- o con el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), al igual que con agencias de regu-
lación y control y corporaciones transnacionales como la Organización
Mundial del Comercio (OMC).
Son muchos los temas de interés alrededor de esta temática; sin em-
bargo, se debe ser preciso y cauteloso con lo que se está conociendo,
por lo que en esta ocasión se presenta una reflexión sobre la transfor-
* El presente artículo es producto de la investigación que la autora está desarrollando
como tesis de grado dentro del Doctorado en Educación que adelanta en la Facultad
de Educación de la Universidad de Antioquia. Se enmarca en el proceso de investi-
gación documental que permite la elaboración conceptual del documento definitivo.
** Profesora de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de
Antioquia. Bibliotecóloga, Magíster en Bibliotecología de la Universidad Nacional
Autónoma de México, candidata a Doctora en Educación en la línea Didáctica Uni-
versitaria de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia. Correo:
env@bibliotecologia.udea.edu.co
1 En los sistemas de educación se encuentran varios modelos que le han dado paso
a los cambios en su interior, tales como: estado, oligarquías académicas y mercado
(Clark, citado en Del Castillo, 2004). Como el interés de esta reflexión es el merca-
do, por éste se asume lo siguiente: “El modelo de mercado se distingue por guardar
un estrecho vínculo con la coordinación de mercado, en el sentido de que la toma
de decisiones en el ámbito institucional está orientada por el mercado de consu-
midores representado por los estudiantes; por el mercado de profesionales; por el
mercado de ocupaciones en donde interactúan los académicos, y por los mercados
institucionales, en donde compiten las diversas universidades sobre todo por pres-
tigio. En este modelo, el cambio es favorecido por la competencia, lo que propicia
que las universidades se desplacen particularmente en varias direcciones” (Del
Castillo, 2004: 49).
4 Este punto de vista, se puede ampliar, con un informe de Tamayo (2006: en línea),
quien señala cómo, la cobertura en educación superior en Colombia no cubre ni el
20% de la población entre 18 y 24 años; pero resulta más desolador el panorama
cuando expresa que del 50% de la población más pobre, sólo el 12% puede acce-
der a este nivel educativo.
5 En el mes de junio de 2010 la propuesta de reforma a la Ley 30 de 1992 se archivó
en el Congreso de la República de Colombia por vencimiento de tiempos para su
7 Estas instituciones tienen un gran impulso en las décadas del 60 y del 70, a raíz
de la crisis que vivió por ese entonces la educación pública gratuita, generada por
restricciones de tipo financiero y político. Dentro de estas instituciones se tuvo
gran variedad, en cuanto a calidad, acceso y financiamiento. (Botero, 2005)
8 Se entiende por universidad de elite, sea pública o privada, aquel lugar en el que
confluyen personas (profesores y estudiantes) interesados en el saber, en el co-
nocimiento, con unos criterios de selección específicos, pues no es abierta a cual-
quiera; es decir, es un espacio para elites; como sustenta Gil: “connotación que, a
diferencia de la creencia de aquellos que alcanzan ese nivel, no da privilegios, sino
responsabilidades en lo social y, muy especialmente, en lo individual, no como la
posibilidad de ascender socialmente, que es una contingencia, sino en la posibilidad
y necesidad de ser adulto”. (Gil, 2007: 34).
Cómo se da la transformación
Regularmente, el lenguaje y la forma como éste se comunica persigue
un objetivo, y cuando se pretende convencer a alguien sobre algo, se
convierte en uno de los mejores recursos. En el caso de las políticas
neoliberales, fue una de las principales armas, pues se mostró esta
propuesta como la salvación para la crisis latinoamericana, aprecia-
ción que corrobora Bourdieu (1998), cuando dice que:
Una poderosa teoría económica cuya fuerza estrictamente sim-
bólica, combinada con el efecto de la teoría, redobla la fuerza de
la realidad económica que supone expresar. Ratifica la filosofía
espontánea de la gente que dirige las grandes multinacionales y
de los agentes de las altas finanzas –en especial, los administra-
dores de fondos de pensión–. Retransmitida en todo el mundo por
los políticos nacionales e internacionales, los empleados públicos
y la mayor parte del universo de los periodistas más caracteri-
zados –todos más o menos igualmente ignorantes de la teología
matemática subyacente– se está convirtiendo en una suerte de
creencia universal, un nuevo evangelio ecuménico. Este evan-
gelio, o mejor dicho, el término vulgar que se conoce en todo
lugar con el nombre de liberalismo, surge de una colección de
palabras mal definidas –“globalización”, “flexibilidad”, “desregu-
lación”, etc.– que, a través de sus connotaciones liberales y aún
libertarias, pueden ayudar a dar la apariencia de un mensaje de
libertad y liberación a una ideología conservadora que se ve a sí
misma como opuesta a toda ideología.
10 Esto no es malo, al contrario sería la oportunidad para que todos aquellos que
lo desearan, accedieran a la educación superior, sino se presentara la situación
que enuncia Botero: “Pero el panorama se vuelve gris cuando se tiene en cuenta
que en América Latina muchas instituciones han recibido el calificativo jurídico de
universidad sin merecerlo, con lo cual reclaman derechos por el hecho de utilizar
un nombre indebido, cosa patente en Colombia con el surgimiento de muchas em-
presas familiares que por presiones políticas o manipulación documental, han re-
cibido por parte de las autoridades educativas el calificativo de universidades o de
instituciones de educación superior, sin tener la más mínima política de creación,
difusión y utilización del saber, generando un efecto nocivo sobre sus egresados,
que no serán tan bien recibidos en un mercado laboral resultante de los procesos
de globalización”. (Botero, 2005: pp. 91-92).
A modo de cierre
Se observa entonces que los organismos multilaterales, partícipes
directos de la creación de políticas educativas para la educación de
tercer orden, se centran básicamente en el mercado y en la toma de
decisiones individual, basada en el poder adquisitivo, y en los intereses
particulares y de corto plazo para poder acceder a la educación supe-
rior; con lo cual se crea un “capitalismo académico”, a fin de asegurar
la entrada de dinero externo, dando pie a la generación del mercado
institucional y la formación del producto profesional acorde con las
necesidades de productividad del medio. Aspectos que vienen logran-
do con el aumento de la matrícula en las instituciones de educación
superior. Para alcanzar el incremento de dineros externos se tienen
universidades privadas de alta calidad y prestigio (elites) con costos de
matrícula que sólo unos pocos pueden pagar; no obstante también se
abren instituciones con baja calidad educativa, en las que no existen
criterios de calidad para el ingreso de los nuevos estudiantes (aquellos
que no pueden ingresar o costearse una universidad elite).
La globalización exige al mercado nuevas condiciones para ser pro-
ductivos y la universidad tiende a dar respuesta a esas exigencias,
dando prioridad al desarrollo económico y pasando por alto los asuntos
sociales. Para materializar su compromiso con el mercado, los progra-
mas de ciencias aplicadas que tienen relación directa con el uso de
las TIC, como las ingenierías y los del área de la salud, serán los más
ofertados (para utilizar un término del mercadeo), al igual que progra-
mas de servicios que benefician los procesos globalizadores como el
derecho, las ciencias de la información, la administración de negocios,
la contaduría, entre otros. Mientras que los programas de artes y de
las ciencias sociales y humanas sufrirán un desmedro, por lo tanto la
educación y la investigación crítica irán desapareciendo (Fischman &
Stromquist, 2004).
Queda expuesto entonces que la educación en Colombia y en la región
se vio afectada por las políticas educativas que se implementaron en
torno a “la organización, el financiamiento, la calidad, y la integración
sistémica... la planeación, coordinación, regulación y evaluación edu-
cativa” (CEPAL, 2000: 96). Mientras que el aspecto financiero le dio vía
libre a la penetración de recursos privados y la calidad de la educación
incluyó la ampliación de cobertura por encima de los resultados y la
misma calidad; finalmente, la integración sistemática se materializó en
la relación que se dio entre la docencia, la investigación y la extensión
y estos tres con el sistema productivo, no obstante los resultados no
muestran el avance que se pretendió.
Así mismo, cada vez, la universidad se pierde como espacio de debate,
de discusión y argumentación para pensarse a sí misma y para anali-
zar las crisis y los problemas sociales, políticos, culturales y económi-
cos de la nación, apoyándose en la libertad de pensamiento y creación
como su principal insumo, pues es necesario darle paso a la producti-
vidad en beneficio del la rentabilidad social y el desarrollo económico
Si se asume la universidad como una institución que mercadea su
servicio, entonces ¿de qué sirve considerar el espacio educativo como
el lugar que permite con-formar al ciudadano; es decir, que forma
hombres libres, adultos, sujetos políticos que van más allá de lo que
viven, de los compromisos sociales in/mediatos, que no se limitan a las
demandas del mercado, al oficio, al hacer, a la productividad?
Puesto que toda práctica educativa es política, es necesario que el do-
cente universitario en su espacio se pregunte constantemente desde
un aspecto crítico por la formación del sujeto político, por las reflexio-
nes que está provocando y si él es consciente de lo que está propi-
ciando al aceptar “sumisamente” la transformación que está viviendo
la universidad, el espacio que por lustros se ha denominado “el templo
del saber” y que ahora, mediante un proceso lento, programado y am-
parado en unas políticas educativas orientadas por unos organismos
multilaterales, ha dejado de ser una institución de servicio educativo
para convertirse en una institución de mercadeo del servicio educati-
vo, o como lo dice Botero (2005), en una universidad empresarial.
Bibliografía
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Centro de Investigaciones Sociojurídicas
“Se necesita una constitución fuerte para resistir los repetidos ataques de la
prosperidad”.
J. L. Basford
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Resumen
Este artículo deviene del proyecto de investigación ya enunciado, y trata sobre
la participación ciudadana como mecanismo de protección al medio ambien-
te, en una situación puntual como la contaminación de la quebrada Manizales,
por efecto de los fluidos contaminantes provenientes de la zona industrial de
la ciudad, este proyecto se realizó bajo una metodología cualitativa con la
participación de grupos focales pertenecientes a la comunidad habitante del
sector, se concluye que dicho grupo social hace un uso muy bajo del derecho
de participación a pesar de que el mismo está ampliamente desarrollado en
la C.N. en la jurisprudencia de la Corte Constitucional, la razón de la escasa
participación tiene que ver con la falta de formación y carencia de capacida-
des de la misma comunidad.
Palabras clave
Participación ciudadana, ciudadanía, contaminación de la quebrada Manizales.
Abstract
This article becomes already stated research project, and is about citizenship
as a mechanism of protection for the environment, at a point as contamina-
tion of Manizales, Creek by effect of polluting fluids from industrial zone of the
city, This project was carried out under a qualitative methodology involving
belonging to the living community sector focus groups, it is concluded that
this social group is very low resale despite that it is widely developed in the
C.N. in the jurisprudence of the Constitutional Court, the reason for the low
participation has to do with the lack of training and lack of capacity of the
community.
Key words
Participation citizen, citizenship, Manizales Creek pollution.
Introducción
La pregunta por ¿cuál es la eficacia de las decisiones político-admin-
istrativas y ambientales en la protección del derecho a un ambiente
sano, de las comunidades ubicadas alrededor de la quebrada Man-
izales, vulnerado por las actividades industriales? Y que fue la pre-
gunta central del proyecto de investigación no involucra de manera
directa la participación ciudadana como cuestionamiento a investigar,
sin embargo tanto en la descripción del área problemática, como en el
rastreo de antecedentes, marco teórico y recolección de información,
la misma emergió con vida propia, demostrando la importancia de
Control administrativo
Estos instrumentos se dan frente a las actuaciones administrativas y
son mecanismos de participación ciudadana en la gestión ambiental.
Derecho a intervenir en los procesos ambientales
Se encuentra consagrado en el artículo 69 de la ley 99 de 1993, el
cual puede ser ejercido por cualquier persona en las actuaciones ad-
ministrativas con relación a permisos, licencias y sanciones en el tema
ambiental.
Audiencias Públicas Administrativas sobre Medio Ambiente
Se encuentran consagradas en el artículo 72 de la ley 99. Por medio
de este instrumento, l la comunidad, las autoridades, las organizacio-
nes pueden convocar a una audiencia para informarse e intercambiar
criterios sobre una obra o actividad.
Derecho de Petición
Este derecho fundamental se encuentra consagrado en la Constitución
Política y su no cumplimiento tiene como instrumento la acción de tu-
tela:
ARTÍCULO 23. Toda persona tiene derecho a presentar peticio-
nes respetuosas a las autoridades por motivos de interés general
o particular y a obtener pronta resolución. El legislador podrá
reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para ga-
rantizar los derechos fundamentales.
Este derecho puede ser ejercido por cualquier persona, de una manera
verbal o escrita, con el fin de obtener información sobre el actuar de
un servidor público.
Consulta a Comunidades Indígenas y Negras
Esta consulta se encuentra consagrada en el artículo 330 de la Cons-
titución Política:
En su Artículo 4º esta ley relaciona los derechos a los que aplica este
instrumento y de acuerdo con la investigación planteada son pertinen-
tes los siguientes literales:
“a) El goce de un ambiente sano, de conformidad con lo estable-
cido en la Constitución, la ley y las disposiciones reglamentarias…
c) La existencia del equilibrio ecológico y el manejo y aprovecha-
miento racional de los recursos naturales para garantizar su desa-
rrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. La
conservación de las especies animales y vegetales, la protección
de áreas de especial importancia ecológica, de los ecosistemas
situados en las zonas fronterizas, así como los demás intereses
de la comunidad relacionados con la preservación y restauración
del medio ambiente;”
La acción no requiere ser presentada por abogado, tiene trámite es-
pecial y se presenta ante jueces civiles si es persona privada y ante
lo contencioso administrativo cuando es el Estado o un particular que
ejerza funciones del Estado.
Se pueden dictar medidas cautelares, se realiza un pacto de cumpli-
miento, para el que, a través de una audiencia se celebra un acuerdo
de cumplimiento para restablecer la protección del derecho vulnerado.
La sentencia plasma el acuerdo de cumplimiento si se llegó a él y el in-
centivo, que puede fluctuar entre diez (10) y ciento cincuenta (150) sa-
larios mínimos mensuales, para el ciudadano que interpuso la acción.
Acción de Cumplimiento
Se encuentra consagrada en el siguiente artículo de la Constitución
Política:
“ARTICULO 87. Toda persona podrá acudir ante la autoridad
judicial para hacer efectivo el cumplimiento de una ley o un
acto administrativo. En caso de prosperar la acción, la senten-
cia ordenará a la autoridad renuente el cumplimiento del deber
omitido.”
Esta acción se encuentra reglamentada por la ley 393 de 1997, en la
cual se desarrollan los diferentes aspectos que se requieren para in-
terponer la acción, la cual puede ser presentada por cualquier persona
natural o jurídica ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo.
Adicionalmente, se puede interponer contra particulares cuando ellos
estén realizando funciones emanadas de una ley o acto administrativo,
es decir ejerciendo funciones públicas.
Este conjunto de instrumentos jurídicos plasmados en la Constitución
y las diferentes leyes dan las herramientas necesarias para la protec-
ción del derecho a gozar de un ambiente sano.
3 Empresa manufacturera.
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Grupos Focales de la investigación: eficacia de las decisiones político-admi-
nistrativas y ambientales en la protección del derecho a un ambiente sano
de las comunidades ubicadas alrededor de la quebrada Manizales en la zona
industrial de maltería. Manizales, Colombia.
“What even be said, can be said clearly, and what cannot speak one must be
silent”
Ludwig Wittgenstein
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Resumen
La importancia del pensamiento de Wittgenstein radica en que propone una
revelación de verdades a partir de una especie de escepticismo que conlleva
a un análisis global y sistemático de las situaciones de la vida a través del es-
tudio del lenguaje. Por esta razón, estudiar el derecho a partir de concebirlo
como un fenómeno del lenguaje es una posibilidad enriquecedora.
Entre otras cuestiones, el análisis del lenguaje que realiza Wittgenstein supo-
ne la eliminación de una narrativa “misteriosa” y dotada de una efusividad y
emotividad perturbadora, algo así como una “teoría pura del lenguaje” -pa-
rafraseando a Kelsen-; es decir, una teoría que permita explicar fenómenos
del lenguaje para entender las estructuras del pensamiento a partir del “ver”
y el “oír” sin interpretaciones ni misterios. La teoría de Wittgenstein, así con-
cebida, parece reforzar la idea de una necesidad de interpretar, pero a su vez
conlleva la exigencia de una hermenéutica rigurosa que, desde el punto de
vista analítico, elimine las falacias y misterios de un lenguaje ambiguo.
Palabras Clave
Wittgenstein, Derecho, Lenguaje, Interpretación, Hermenéutica, Filosofía del
derecho.
Abstract
The importance of Wittgenstein’s thought lies on the idea that he proposes a
revelation of truth from a kind of skepticism that leads to a comprehensive
and systematic analysis of the situations of life through the study of langua-
ge. For this reason, studying Law, see it as a phenomenon of language is an
enriching opportunity.
Among other issues, the analysis of language that Wittgenstein makes invol-
ves the removal of a narrative “mysterious” and endowed with a heartiness
and disturbing emotion, something like a “pure theory of language”, to para-
phrase Kelsen, that means a theory that accounts of language phenomena
for understanding the structures of thought from “seeing” and “hear” without
interpretation or mysteries. Wittgenstein’s theory, so conceived, appears to
reinforce the idea of a need to interpret, but in turn leads to the requirement
of a rigorous hermeneutics, from the analytical point of view, delete the falla-
cies and mysteries of ambiguous language.
Key words
Wittgenstein, Law, Language, Interpretation, Hermeneutics, Law Philosophy.
Wittgenstein and the law: toward a claim... pp 206-228 (A.J. Nº 12 / 2010) 207
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A brief introduction
The importance of Wittgenstein’s thought is that it proposes a revela-
tion of truth from a kind of skepticism that leads to a comprehensive
and systematic analysis of the situations of life through the study of
language: “Until now philosophers have told us only nonsense, but
what happens is that they did not realize they used the same word in
completely different ways [Wittgenstein, 1987: p. 49].
Among other issues, the analysis of language that Wittgenstein makes
involves the removal of a “mysterious” narrative and endowed with a
heartiness and disturbing emotion, something like a “pure theory of
language”, to paraphrase Kelsen, this means a theory that could ex-
plain phenomena of language to understand the structures of thought
from “seeing” and “hear” without interpretation or mysteries.
In the Wittgenstein critique to “The Golden Bough” by James G. Frazer,
the latter illustrates that the Beltane Festival1 in Scotland were caused
by ignorance of primitive man who believed in the virtue of purifying
fire, and we must purify all for life to continue to reward us. Wittgens-
tein questioned Frazer hard for positions he held, so hysterical and fran-
tic, trying to give a value to the mysterious and mythic narratives rather
than reduce them to obvious questions. Wittgenstein on one of his cri-
tics would say: “No phenomenon is in itself particularly mysterious, but
anyone can become one for us, and the characteristic of aurora spirit
of man is that a phenomenon is significant. [Wittgenstein, 1992: p. 57]
Wittgenstein presents a philosophy through language. The study of
language is not a substitute but a method to arrive at knowledge of
reality. As he would say in a letter to Bertrand Russell, criticizing some
misunderstand to her philosophy:
“Now, I’m afraid I have not really grasped assertion that the who-
le question of logical propositions is only a corollary. The main
point is the theory of what can be expressed by the propositions,
that is, by language (and what comes to the same thing, which
can be thought), and what cannot be expressed by propositions
but only shown, this I think, is the cardinal problem of philoso-
phy.” [Wittgenstein, 1979: p. 49]
The influence that the publication of the Tractatus Logico-Philosophicus
(TLP) has had on twentieth century thought is enormous, to the extent
1 Beltane Fire Festival is inspired by the ancient Gaelic festival of Beltane which began
on the evening before May 1st and marked the beginning of summer (when astro-
logy with the sun at 15 º Taurus), being the time when the Goddess is united with
God Horned, Bel, to celebrate the Divine pleasures on Earth, marking the return of
vitality, passion and hope consummated. In Scotland its particularity is that it was
intended to track the trail of human sacrifices made by the Druids (Celtic priests).
2 The death of God dissolves old duality between being and appearance. Individual be-
ings, finite, are gone in the phenomenon. Not hidden essences stable and permanent.
The death of Summum Ens of the entities involved. Nietzsche poses a major prob-
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lem here in his speech. The language itself is no longer a valid tool for philosophical
inquiry. It is not possible without concepts discursive inquiry. And these are just the
still image and dissected the bodies.
its capacity; the same is true about propositions that can withstand a
certain load or contents before overflow. Any attempt in the opposite
direction is doomed to failure. Wittgenstein always recognized ethics
as something natural in human beings and this trend is manifested by
lashing out against the language, but when the ethics takes the form
of natural science attitude is intolerant and destructive. “Ethics cannot
be science ... does not increase our knowledge in any sense.” [Witt-
genstein, 1989: p. 43]
“All propositions are equal” [Wittgenstein, 1987, prop. 6, 4] as descrip-
tions of possible events, all of which are equally contingent (may or
may not happen) and between which there is some precedence, then
there is no hierarchy or difference in value between the propositions
(a somewhat utilitarian vision here). The facts make up the world and
everything is as it is and happens as it is, therefore, there is no value
in it. The latter is a paradoxical to assert that consider the value as
part of the world amounts to make it done and diminish its value con-
dition. The world is simply, when it happens and all the facts have to be
measured by the same pattern. All propositions are equal. The world is
but all the facts possible.
Summing up so far, the field of language, Wittgenstein, the world is
understood as the totality of the facts that compose it. There is a kind
of internal point of view of language and it consists of all its component
propositions (propositions that emerge from a process of perception
and representation), then the correlation between world and language
is the correlation between the total facts and all the propositions. Hen-
ce, a subject to be more successful in its arguments in the greater
ability to describe facts with true propositions is able to articulate.
Wittgenstein aims to study the language from a logical point of view
as I announced to drive the text. But language has its own logic and
by implication most philosophical questions that must be precisely un-
derstood the logic of language, therefore we must understand this
logic and analyze it carefully.
Language is the expression of thought. The thought is, in turn, the lo-
gical picture of the world (and should not be confused with the concept
of reality). Wittgenstein defines a proposition as the sign by which we
express the thought in its projective relation with the world. Of these
concepts, the central and the most problematic is the relation between
figure and content (figurativeness), since Wittgenstein speaks of the re-
lationship between world and language in terms of representation: “We
do figures of facts.” [Wittgenstein, 1987: prop. 2, 1] It could say that the
key point of his theory is the essence of this relationship and how we
“see” these signs and give them a name, the problem arises when all
“see” the same, but we give different names. Is the sign clear? And if it
is: Why with the same image (sign) we launch separate concepts?
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Problem
The contributions of Wittgenstein’s philosophy are enormous, but I in-
tend to use them in this trial according to law, more specifically what I
call a discursive legal paradigm is understood as the one that focuses
law on a basis of discussion and debate under rules language and that
rehabilitation is a practical reason to make real change through judicial
decisions that put an end to disputes.
But the language-law relationship, far from being peaceful has a num-
ber of difficulties which make fertile the introduction of the Austrian
author’s thinking to understand these phenomena.
On the one hand we have the problem of legal interpretation and the
vague language as the genesis of this problem. A second difficulty is
the legal interpretation and illuminating its limited capacity, due in lar-
ge part to a “self-shielding” and tangled thorny development. Third is
a claim for correction through the language rights, exacerbated by an
interpretation by way of authority “prefabricated” legal language and
comes to the metaphor of Humpty Dumpty (illustrated by Lewis Carroll
in his book “Alice through the Looking Glass “).
The ideas raised by Wittgenstein can certainly clarify the murky out-
look for the current relationship between law and language, to be mi-
sinterpreted and misapplied obscures what in principle is transparent
and uncomplicated.
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Defining hermenutics
What is hermeneutics? Without a doubt a very complex question that
many have tried to answer, and without much success if we take into
account not yet have enough clarity about what is or what it does after
years of work. With a humorous but accurate way, and using it as an
illustration, Flaubert, in the “Dictionary of Accepted Ideas”, [Flaubert:
1966] defined “law” in these words: “No one knows what it is.” Well,
the same answer can be used to define “hermeneutics”, It is not known
what it is.
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1978: p. 337] This idea took Schleiermacher and Dilthey also bring
into question other (Gadamer).
Martin Heidegger poses a methodological shift from the ontologi-
cal. Hermeneutics is then an exercise in revelation of “exposing” some-
thing that is hidden. Dilthey If the subject was the life and experiences
in Heidegger is no longer the case method, but is what we ourselves
are, that is what is called an ontological turn in hermeneutics.
Heidegger asks what it means to be human. And that word “being”
means “being something”, “be there.” We shall then this idea of “being
there” is a possibility is given for nothing in existence, our life is not
given, is a constant evolution. Then, the human has the characteristic
of “not being given,” so it must go through a process, a constant self-
projection of where the man goes and in which situations are displa-
yed. This is the concept of “understanding” for Heidegger, is projecting
a sense that is not given, because if it was already given, we would not
understand a text or action.
Understand then, from the perspective of Heidegger, would be to as-
sess whether the direction in which a man projects are successful or
not, change the projection if necessary. Heidegger tells us: “This is a
bad past.” History does not have it, but we are.
“Well, calling hermeneutic research continues, we are not using
the word in its modern sense, nor to the meaning a theory of
interpretation, taken so broadly. [In our context] the term, con-
necting with its original meaning, means more is going to mean
good or rather, a certain unity in the implementation of herme-
neuein, that means the implementation of the report, the state,
like the implementation of an interpretation of facticity.” [Heide-
gger, 1973]
For its part maintains that Hans Georg Gadamer “understand” not a
subjective (in attack on Schleiermacher) or something historical (in
attack on Dilthey).
Gadamer claims that are part of a dialogue, a conversation, or contact
with another:
“The basic model of any consensus is dialogue; conversation. The
conversation is not possible if one of the participants believed in
a thesis absolutely superior to others, to say that has a previous
knowledge about the prejudices that plague other. The same is
implied as well in their own prejudices. Dialogical consensus is
impossible in principle if one of the partners is not actually relea-
sed in the conversation. Such is the case, for example, when so-
meone does a psychologist or psychoanalyst in social intercourse
and does not take seriously the statements of another in their
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when we explain the full argument its structure is clearly present (as
we shall see later with Toulmin and Wittgenstein).
The basic notion of Ducrot says that there is not a clear separation
between descriptive and argumentative levels of language: there is
no descriptive content neutral; any description or designation and is a
time of some scheme argumentative, descriptive predicates themsel-
ves are, ultimately, argumentative gestures reified. This attack relies
on topoi argumentative, in “common places”. A successful argument
presupposes the invisibility of the mechanisms that regulate its effec-
tiveness. [Ducrot, 1998]
Every speech act (even if it’s written) is part of a discourse, so the
argumentative and persuasive ability is the main function of speech,
even more than the informative function. His proposal focuses on
emphasizing how the underlying linguistic structure of any information
bearing on the construction of meaning from it. Therefore, the argu-
mentative value of a statement is wholly or partly within the meaning
of it, so it is by internal concatenation of utterances, which implies the
presence of a structure of argumentation, which can investigate how it
is constructed a speech at the fringe of informational value to contri-
bute their content. [Ducrot, 1988: p.49]
In the case of Deleuze, his theory (I only took a part for this theme)
is much more radical in arguing that language is always used as an
instrument of power “is not about ideology but economics and organi-
zation of power.”
Who gives an argument always has the intention to achieve action by the
recipient, even from so simple and routine orders as” sit down “,” what
time is it”, “please “etc. Even more elaborate speeches performances
involving more ambitious as legitimizing political discourse and history
is littered with those examples: the Nazi phenomenon, including the
current status of many Latin American countries like Venezuela, Ecua-
dor or Colombia. In this theory, which is hidden behind the argument
is an attempt to impose domination and power, underpinned by an
ideology of course. This is a phenomenon of post-modern societies:
“We are in a generalized crisis of all places of confinement: prison,
hospital, factory, school, family. The family is an “interior” in crisis
like all the interiors, schools, professionals, etc. The ministers
concerned have not stopped announcing supposedly necessary
reforms. School reform, reform the industry, hospital, military,
and prison: but they all know that these institutions are finished,
more or less short term. It’s all about managing your agony and
people take to the installation of the new forces that are hitting
the door. They control companies which are replacing disciplinary
societies.” [Rajchmann, 2004: 181]
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as they allow their assumptions for “ideal speech” (in the words of Ha-
bermas). Jürgen Habermas in his theory of communicative rationality
attempts to illustrate the conditions under which it must take place a
rational discussion. But the aim of this essay is to try to indicate whe-
ther there may be a link between this theory and law (viewed from one
perspective then argumentative). I think, by way of argument, that
Habermas’s theory could be applied to a field of legal argumentation.
By exchanging information people assume that they have satisfied the
“normal verbal communication” [Feteris, 2007: p. 106], this means,
the assumption of semantic and syntactic intelligibility of discursive
action aimed at a purpose. From this it follows that the claim of validity
of the speech was how the subjectivity of the participants, so that va-
lidity refers not to the topic of discussion but the information that each
one considers as true from the lifeworld shared. Of course, this world
of life forms, among others, by the accepted rules of communication.
To question this validity claim, we can turn to several resources: 1. Un-
derstanding and questioning the content of the proposals, 2. Challenge
the truth of these propositions, 3. Questioning the speaker’s intentions
(discourse ethics), or 4. Questioning the rules of communicative action.
From the above is a speech [Diskurs] looking for a rational consensus
through rational arguments (an idea later taken by Alexy) and thus
find the truth of the allegations: the truth emerges from a consensus
or “consensual truth.”
This rational consensus can be achieved only through his grounding
in an ideal speech [Ideale Sprechsituation] posed a situation in which
external factors or power not excluded from the participation of indivi-
duals, something like a principle of democracy “on which later built a”
discourse ethics. “Something similar occurs in the theory of justice of
John Rawls and his “overlapping consensus”: It is rational negotiation
between individuals is equally rational and conditions of equity and
freedom for all participants:
“The acceptance of the concept policy [of justice] is not a com-
promise between those who hold different points of view [above
all on individual or collective struggle], but is based on the totality
of reasons specified in the comprehensive doctrine professed by
every citizen.” [Rawls, 1995: p. 169]
However, the ideal speech situation must meet the following condi-
tions:
1. Anyone who can speak can participate in the discourse.
2. Anyone can question any assertion
3. Everyone can make statements in the speech.
Conclusion
Wittgenstein said: “What can even be said, can be said clearly, and
what cannot speak one must be silent”, this seems to be the guiding
principle that guides my conclusion.
First, this analytical position, like discourse ethics, could not be applied
to law as a global process (at this point completely I diverge completely
with Professor Gutierrez Ribero), but whether it would be useful in two
events that are important parts of law and its adjudication process:
1. In the process of legal reasoning as conceived narrowly as Alexy
sets. For Alexy, in particular, legal discourse is a special address in
the general rational practical discourse, which specializes in finding
the correction in the issuance of policy statements through the le-
gal argument. Central to the quest for procedural correctness. As
a discourse, Alexy explained as follows:”... In the legal discourses
of justification is a special case of normative propositions, judicial
decisions ... “ [Alexy, 1989: p. 213], in this case the legal argument
would be a special case practical argumentation (Ducrot Theories,
Deleuze, Wittgenstein, Toulmin, etc.) but focused on the justifica-
tion of judicial decisions against “hard cases.” [Alexy, 2002: p. 37]
2. In the stage of legal interpretation (hermeneutics to assimilate to
finding no clear dividing line) and attribution of meaning and signi-
ficance as a bridge between the “real” and legal.
Wittgenstein and the law: toward a claim... pp 206-228 (A.J. Nº 12 / 2010) 225
Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
The above discussion illustrates a simple case and real but is not cha-
llenged by the academic legal community in a serious way: different
decisions (product of the exercise of resources) to the same facts, so-
mething like a need for interpretation with or without reason according
with Wittgenstein’s ideas: It is characteristic for the dreams that often
seem to require an interpretation of the dreamer. But dreams seem
to have in themselves something enigmatic, something interesting in
some way, so that we would like be performed (they were often seen
as messages).
But: how to establish the proper interpretation and argumentation to
this phenomenon by the judges? It becomes then a matter of audito-
rium (the community who receive the decision) and internal reasoning
of the judge:
“If Moore says he knows that the Earth has existed ... etc., The
Most of us gives the reason [...] and also believe when he says he
is convinced. But is also good reason for his conviction? Because
if it does not, after all do not know.” [Wittgenstein, 1996: p. 120]
Here we see Wittgenstein’s contribution to a theory of argumentation,
later perfected the legal world by Alexy.
Wittgenstein’s analytic philosophy would be a useful tool in a discur-
sive paradigm of law, not to mention the argumentative strength and
the logical rigor that could print on law students and applicants. I hope
then, that this letter be the beginning of a debate on this matter. Fi-
nally, we read:
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“La humanidad avanza gracias no sólo a los potentes empujones de sus grandes
hombres, sino también a los modestos impulsos de cada hombre responsable”.
Graham Greene
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Ambiente Jurídico
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Resumen
El presente artículo fundamenta dos tesis principales; por un lado, parte de
la idea que la ausencia de protección jurídico constitucional a los migrantes
–principalmente colombianos en España- se debe al proceso contemporáneo
conocido como globalización y las contradicciones que dicho proceso entra-
ña, principalmente en lo concerniente a la fundamentación y garantía de los
derechos humanos a las personas en movimiento y su no reconocimiento del
derecho fundamental a la igualdad con relación a los ciudadanos y nacionales
de los países de acogida, y por otra parte, este escrito pretende especificar las
posibles causas de dicha discriminación en el proceso global actual.
Palabras clave
Globalización, migración, inmigración, derecho, exclusión, derechos humanos.
Abstract
The current writing is based in two main thesis, one side, it departs from the
idea of the absence of juridic – constitutional protection of the migrants –
mainly colombians in spain – is due to the phenomenon known as globalization
and the contradictions that are inherent to that process, mainly the topics that
regard to fundamention and garanties of human rights of people in movement
and the no-recognition to the human right of equality with relations to citizens
and nationals of host countries, by the other hand, this writing pretends to
specify the causes of that discrimination in the global process.
Key Words
Globalization, migration, immigration, law, exclusion, human rights.
Introducción
Desentrañar cuáles son los derechos fundamentales y sociales fun-
damentales que más se le vulneran a los inmigrantes en países
como Estados Unidos de Norteamérica y en el viejo continente (Eu-
ropa), sin excluir otros, es simplemente tratar de contribuir a una
discusión vigente y de cara a los intereses de nuestros países en
vía de desarrollo en Latinoamérica, y entender el fenómeno de la
globalización desde lo sintomático de la dolencia social en que se
ha convertido la migración. Esta propuesta y en particular la for-
mulación del ensayo que presento, parte de la idea original de la
obra dirigida por los profesores constitucionalistas, Luis Villar Borda
1 Entre los trabajos de los autores referenciados tenemos: Villar Borda, L. (2005) La
inmigración y las oportunidades de la ciudadanía. Bogotá, Departamento de Publi-
caciones de la Universidad Externado de Colombia.
2 Vidal López, R. C. (2007) Derecho global y desplazamiento interno: Creación, uso
y desaparición del desplazamiento forzado por la violencia en el derecho contem-
poráneo. Editorial. Universidad Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá.
3 Idea que ha trabajado y a quien se atribuye su creación David Held.
4 Bernal Pulido, C. Globalización y derechos fundamentales de los inmigrantes. En:
Villar Borda, L. Ed. Editado por el Departamento de Publicaciones de la Universidad
Externado de Colombia. La inmigración y las oportunidades de la Ciudadanía. (p.p.
68), Bogotá D.C.
5 Bernal Pulido, C. Globalización y derechos fundamentales de los inmigrantes. En:
Villar Borda, L. Ed. Editado por el Departamento de Publicaciones de la Universidad
La globalización y la migración
“He venido sosteniendo en este libro que la intensificación de la
interacción global en las últimas tres décadas no puede ser re-
ducida a las transacciones transnacionales hechas por grandes
y poderosos actores mundiales. En ese periodo, las relaciones
interfronterizas en general se han expandido enormemente por
un gran número de razones, de las cuales sólo algunas tienen que
ver directamente con el crecimiento del comercio internacional.
De acuerdo con algunos estimativos, en un día promedio más de
siete millones de personas cruzan las fronteras nacionales por
avión, tren, carro o a píe”6.
9 Sobre este asunto, se debe consultar el artículo de Botero Bernal, Andrés. Ensayo
sobre la crisis de la razón jurídica: (formalismo versus principios y/o valores). Publi-
cado en Opinión Jurídica, volumen 5, Nº9. Enero-junio de 2006. Medellín Colombia.
12 Foucault, M. (1990) Vigilar y Castigar. Ed. Siglo Veintiuno editores. México, España,
Argentina y Colombia. (p.p. 34).
13 Como lo mencionan Andrés Abel R. V. & Juan Fernando, J. “En este orden de ideas,
(Cuando se concentraban en Inglaterra los poderes en una asamblea legislativa,
en el caso que mencionan los autores hablan del gobierno de Guillermo I) el parla-
mento tenía en sus manos tanto el regni gobernaculum como la iurisdictio, esto es,
el gobierno del reino y la facultad de determinar –descubriéndolo, no creándolo el
derecho, como una especie de tribunal supremo”. Los orígenes del constituciona-
lismo moderno en Inglaterra. Lecturas para diplomado en Derecho constitucional
Universidad de Manizales. 2006-2007. Pág. 12.
14 Huxley, A. (1999) Un mundo feliz. Ed. Millenium. (p.p. 18-20), Madrid. España.
15 Periódico El País. Parlamento Europeo aprueba la Directiva de Retorno. [En línea].
Cali, Colombia: 2008 [citado el 12 de abril de 2009]. Disponible en: http://www.
elpais.com/articulo/internacional/Parlamento/Europeo/aprueba/enmiendas/direc-
tiva/retorno/papeles/elpepuint/20080618elpepuint_10/Tes
16 Como lo menciona Philippe Legrain, son más los beneficios de la inmigración –so-
bre todo legal- que sus perjuicios, que por lo general son prejuicios: “De hecho,
cada persona genera trabajos para otras, así que cuantas más personas haya, más
trabajo se necesita. La gente no sólo acepta trabajos, también los genera. Si en
una economía el número de empleos asciende y desciende, al igual que las tasas de
desempleo, ello no es debido a la inmigración, sino al ciclo económico de bonanza y
recesión y a los cambios estructurales, tales como el alza de algunas industrias y el
declive de otras”. Legrain, Philippe, Inmigrantes. Tu país los necesita. Ed. Intermón
Oxfam. España. 2008. Pág. 74
17 Se parte del supuesto que la inmigración irregular, no produce crecimiento eco-
nómico nacional y que los inmigrantes ilegales empleados, suplen a los nacionales
que podrían ocupar esos puestos de trabajo.
18 Una ley orgánica en España es similar a lo que nosotros denominamos leyes esta-
tutarias, es decir, leyes relevantes para el ejercicio de la democracia y el desarrollo
y fortalecimiento del Estado Social de Derecho.
Artículo 13
a. Los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas
que garantiza el presente Título en los términos que establezcan
los Tratados y la Ley.
b. Solamente los españoles serán titulares de los derechos re-
conocidos en el artículo 23, salvo lo que, atendiendo a criterios
de reciprocidad, pueda establecerse por Tratado o Ley para el
derecho de sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales.
c. La extradición solo se concederá en cumplimiento de un Tra-
tado o de la Ley, atendiendo al principio de reciprocidad. Quedan
excluidos de la extradición los delitos políticos, no considerándo-
se como tales los actos de terrorismo.
d. La Ley establecerá los términos en que los ciudadanos de otros
países y los apátridas podrán gozar del derecho de asilo en Es-
paña.
Artículo 17
a. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Na-
die puede ser privado de su libertad, sino con la observancia de lo
establecido en este artículo y en los casos y en la forma prevista
en la Ley.
b. La detención preventiva no podrá durar más del tiempo es-
trictamente necesario para la realización de las averiguaciones
tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en
el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser
puesto en libertad o a disposición de la autoridad judicial.
c. Toda persona detenida debe ser informada de forma inmedia-
ta, y de modo que le sea comprensible, de sus derechos y de las
razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se
garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias
policiales y judiciales, en los términos que la Ley establezca.
d. La Ley regulará un procedimiento de habeas corpus para pro-
ducir la inmediata puesta a disposición judicial de toda persona
detenida ilegalmente. Asimismo, por la Ley se determinará el pla-
zo máximo de duración de la prisión provisional.
Artículo 19
a. Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia
y a circular por el territorio nacional.
b. Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España
en los términos que la Ley establezca. Este derecho no podrá ser
limitado por motivos políticos o ideológicos.
son las medidas de corte policial, así las cosas, el Tribunal Supremo
anuló 11 artículos que desarrollaban la referida Ley orgánica de ex-
tranjería. Está ley va entonces en colisión con la Constitución y el Esta-
do de Derecho español. Entonces, parece inclusive más plausible la LO
4/2000 que por lo menos fue consensuada de manera más democráti-
ca y con garantías y derechos más encomiables para los extranjeros o
inmigrantes. En todo ese escenario jurídico es evidente la ausencia de
voluntad política para darle soluciones viables a la problemática inmi-
gratoria, hasta tal punto que los derechos humanos de los inmigrantes
han devenido en “la última frontera de los derechos”. El asunto es de
tal gravedad, que inclusive cabría preguntarse si los inmigrantes son
o no sujetos de derechos. Paradójicamente a los inmigrantes se les
exige deberes, pero se sabe que no es posible hablar de deberes sin
su correlato de derechos. Cuando hablamos de la existencia de sujetos
de deberes y sin derechos, nos remitimos a épocas donde las personas
se ubicaban en los sitios más bajos de la sociedad como los metecos
hoplitas. En igual sentido, el concepto de súbdito no empalmaba con
lo que hoy día conocemos como ciudadanía, esto es, los súbditos eran
sujetos de deberes y no de derechos. Entonces, considerar hoy día a
los inmigrantes como sujetos de deberes sin sus correlativos derechos
es volver a instituir la esclavitud como modelo socio-político. Si quere-
mos construir sociedades verdaderamente democráticas, es necesario
considerar los derechos humanos como humanos y no como derechos
de ciudadanía19. El debate sobre el reconocimiento del “otro” como
sujeto de derecho empieza a dilucidarse a manera de debate desde el
siglo XVI, en el preciso momento en que aparece el indio como sujeto
o no de derechos. Es así que la discusión de los indios es hoy familiar
en relación al debate sobre los extranjeros. En palabras de Pérez Luño,
se trata del reconocimiento de las “normas de hospitalidad” que de ser
aceptadas no tendríamos todos los problemas que trae el fenómeno
de la inmigración. Muchos de los autores del siglo XVI pueden tornar-
se más garantistas que los mismos que esgrimen los debates sobre el
reconocimiento del otro en la contemporaneidad. Lo que se pensó su-
perado con la Declaración de los Derechos Humanos y hasta con la De-
claración de los Derechos del Hombre no ha sido tal. El debate sobre
la inmigración parte del reconocimiento de los derechos del hombre
por un lado y por otro lado, se entroniza en el asunto de la ciudadanía.
De allí la necesidad del “patriotismo constitucional”, es decir de la
defensa de los textos constitucionales y Cartas de derechos huma-
nos que deberían ser racionalmente estipuladas y convertirse en una
constante, yendo más allá de las legalidades de facto de los países
de acogida donde se dieran estatutos que sustancial y procedimen-
19 Sobre este asunto se hará énfasis en el segundo capítulo de la tesis de grado que
se adelanta sobre este tema para optar por el título de magister en derecho.
28 “Dentro de este escenario nos encontramos con que en esta avalancha de glo-
balización también los Derechos Humanos se han globalizado, pero he aquí una
importante tensión -como le llama Sousa Santos-, ya que la política de Derechos
Humanos es una política cultural y hablar de cultura nos remite a diferencia, a
particularidad, a identidad, a hombre situado. Por ello, se pregunta este autor,
“¿Cómo pueden los Derechos Humanos ser al mismo tiempo una política global y
una política cultural?”, respondiendo desde una dimensión más social y cultural,
refiriéndose a globalizaciones -en plural-, como el “proceso por medio del cual una
condición o entidad local dada tiene éxito en extender su rango de acción sobre
todo el globo y, haciéndolo, desarrolla la capacidad de designar a una condición o
entidad rival como local (Sousa Santos, 1997, 5)”.Ribotta, Silvina Verónica. Globa-
lización vs. Derechos Humanos. Rev. Comisión Ecuménica de Derechos Humanos.
[En línea]. [citado el 12 de abril de 2009]. Disponible en: http://www.derechos.net/
cedhu/globaddhh_06_03.htm.
29 “Otro de los grandes dilemas que enfrenta la teoría de los derechos humanos es el
relacionado con el problema de la fundamentación. Sin pretender abarcar un tema
de suyo complejo es importante recoger ciertas reflexiones apuntadas por algunos
autores sobre el particular. Algunos pensadores, entre otros Norberto Bobbio, sos-
tienen que la pregunta de ¿por qué hay que respetar los derechos humanos? es una
pregunta inoficiosa, entre otras cosas, porque ya se habría llegado a un acuerdo
práctico sobre el que se ha construido, a su turno, un catálogo de derechos hu-
manos. Para este autor la tarea y el problema crucial estriba, en consecuencia,
en perfeccionar las garantías de manera de asegurar la efectividad de los mismos
transportándolos a un estadio superior a las meras aspiraciones o expectativas.
Parece ser que el postulado pragmático de Bobbio inconscientemente ha sido in-
ternalizado por los distintos actores jurídicos y tiene una posición prevalente en el
discurso político actual en que la máxima suele ser la búsqueda del robustecimien-
to de la protección de los derechos humanos”. Zúñiga Anazco, Yanira. Derechos
Humanos: Un Desafío Pendiente. Rev. Derecho (Valdivia). [En línea]. Dic. 1999,
vol. 10. Nº 1[citado el 12 de abril de 2009], p.153-161. Disponible en la World
Wide, <http://mingaonline.uach.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
09501999000200014&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0718-0950.
30 Algunos aspectos que sustentan las afirmaciones hechas en el apartado reseñado
son sostenidas por autores como Mercedes Gordo Márquez, De Lucas Martín, Celia
Abenza, entre otros debidamente reseñados en la bibliografía de este trabajo.
31 Son muchos los inmigrantes residentes en nuestro país que desean ingresar en el
Ejército Español. Te explicamos los requisitos básicos para poder formar parte. Si
eres hispanoamericano o ecuatoguineano y quieres aprender una profesión mien-
tras trabajas, tu futuro está en las Fuerzas Armadas Españolas. Puedes encontrar
un empleo estable y mejorar tu grado de integración en la sociedad española.
Requisitos básicos:
Para acogerte a esta convocatoria debes ser ciudadano de alguno de los siguientes
países: Argentina, Bolivia, Costa Rica, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador,
Guinea Ecuatorial, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay,
Perú, República Dominicana, Uruguay o Venezuela.
Debes poseer el Permiso de Residencia temporal o permanente o tener derecho
reconocido por ley al acceso a las Fuerzas Armadas para extranjeros.
Has de ser mayor de edad en la fecha de incorporación y como máximo 27 años el
día de la incorporación.
Tienes que medir más de 1,55 m y menos de 2,03 m. (Tomado de: http://www.
parainmigrantes.info/extranjeros-en-el-ejercito-espanol/)
32 Trujillo, U. M. Europa contra los inmigrantes [En línea]. Bogotá, Colombia: [citado
el 6 de febrero de 2009] Disponible en: www.polodemocratico.net
Conclusiones
• Cuando pensamos como civilización que se habían superado los
resquicios existentes en el mundo que instituían la esclavitud, es
hoy más que evidente que muchos de ellos perviven y la otro-
ra estructura de la economía del coloniaje europeo en nuestros
países tercermundistas, mantiene hoy cierta identidad en algunos
escenarios de la contemporánea globalización en lo que podríamos
denominar los nuevos estadios de la inmigración. Dicha situación
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260
Ambiente Jurídico
Centro de Investigaciones Sociojurídicas
“Nadie se baña en el mismo rio dos veces, porque todo cambia constantemente
en él y en el que se baña”.
Heráclito
261
Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
Resumen
Este artículo parte del proyecto de investigación “Eficacia de las decisiones
político-administrativas y ambientales en la protección del derecho a un am-
biente sano, de las comunidades ubicadas alrededor de la quebrada Manizales
en la zona industrial de Maltería. Manizales, Colombia.” El cual está referido a
los imaginarios que la comunidad habitante de la zona aledaña de la quebrada
Manizales ha construido alrededor de la misma, como forma de comprensión
de su hábitat, de su relación con un recurso hídrico de vital importancia para
su desarrollo como comunidad y también los imaginarios sobre la forma de
protección de la quebrada.
Palabras clave
Imaginarios colectivos, ambiente sano, quebrada Manizales, derecho ambien-
tal, medio ambiente.
Abstract
This article is based on the “Efficiency of the environmental and political-
administrative decisions on the protection of the right to a healthy environ-
ment in communities located around of Manizales Creek in the industrial area
of Maltería.” research project “Manizales, Colombia.” Which is referred to
the imaginary inhabitant community surrounding area of Manizales has built
around it, as a way of understanding of their Habitat, their relationship with a
water resources vital for their development as community and also the imagi-
nary on the form of protection of the Gorge.
Keywords
Collective imaginary, healthy environment, creek Manizales, environmental
law, environment.
Introducción
El presente escrito pretende comprender las prácticas y perspectivas
de la comunidad aledaña a la Quebrada Manizales frente a la proble-
mática ambiental que allí se evidencia y frente a las actuaciones de las
autoridades competentes para mitigar esta gran contaminación. Por
lo tanto se centra principalmente en los pensamientos, sentires y ac-
tuaciones de la población respecto a la gran contaminación del lugar y
como esto los afecta diariamente en el desarrollo normal de sus vidas.
La investigación: “La eficacia de las decisiones político administrativas
y ambientales en la protección de derecho a un ambiente sano de las
comunidades ubicadas alrededor de la quebrada Manizales en la zona
industrial de Maltería, Manizales, Colombia”, establece los imaginarios
sociales como una de sus categorías de trabajo en tanto la compren-
sión de los grupos de investigación permitió incluirla, bajo el sustento
de que los procesos de desarrollo de una comunidad implica de mane-
ra directa a quienes la conforman, es decir, a las personas, de allí que
comprender los imaginarios individuales y colectivos de esta comuni-
dad, permitirá también develar cual es la relación que ellos tienen con
la quebrada Manizales, y como desde esa construcción vital que rea-
lizan con este recurso apuestan a su desarrollo, a su contaminación,
a su cuidado y por ende a la defensa de un ambiente sano. Alrededor
Estrategia metodológica
Para la realización del presente artículo se optó en un primer momento
por un análisis documental sobre el significado de imaginarios colectivos
y como estos afectan de una manera especial la forma de entender el
contexto en el cual se desenvuelven las personas. En un segundo mo-
mento se realizó un análisis de las encuestas y entrevistas realizadas
a la comunidad ubicada en la zona aledaña a la Quebrada Manizales,
información que se retomó para la construcción de este artículo con las
categorías que se trabajaron en la investigación “Eficacia de las decisio-
nes político-administrativas y ambientales en la protección del derecho
a un ambiente sano, de las comunidades ubicadas alrededor de la que-
brada Manizales en la zona industrial de Maltería. Manizales, Colombia.”
Imaginarios colectivos
Según Peñuela y Álvarez (2002), imaginarios son, los “mundos posi-
bles en los cuales se mueven y desenvuelven los sujetos, son configu-
raciones de las imágenes que la cultura le ha dejado como huella y la
forma como ellos mismos recrean una y otra vez aquella. Nos repre-
sentamos en el otro, nos identificamos con él, queremos conocerlo,
aprehenderlo, robarle su imagen”.
Así, los grupos que conformamos y participamos, ya sean religiosos,
políticos, académicos, culturales o familiares nos enseñan cosas que
más adelante aplicaremos en la cotidianidad.
En el caso de la investigación que nos ocupa: eficacia de las decisiones
político –administrativas y ambientales en la protección del derecho a
un ambiente sano, de las comunidades ubicadas alrededor de la que-
Quebrada Manizales
En el área problemática del proyecto de investigación se hizo una bre-
ve caracterización de la quebrada Manizales, que la ubica como un
afluente de 11km, rodeada de bosque nativo, impactada por un eco-
sistema de páramo, con cultivos de papa, actividades como la gana-
dería, la minería y la industria, se explicita también como la quebrada
atraviesa los barrios de la Enea, San Marcel, y Lusitania. Esta breve
descripción permitirían que uno imaginara la quebrada como un lugar
paradisiaco con mucho verde en sus riveras, gran variedad de flora y
fauna y mucha gente: ancianos, niños, mujeres, a su alrededor, sin
embargo lo dicho por los informantes del grupo focal de este estudio
nos demuestran una realidad totalmente diferente:
Cuando se pregunta a las personas que llevan más de treinta años
viviendo en el sector como era la Quebrada antes, expresan que la
contaminación de ésta no era tan alta como es ahora, que había mu-
cha vida alrededor de esta:
“…esa quebrada, pues ha tenido contaminaciones pongamos de,
PROGEL pero era una contaminación orgánica, no tenía ningún
problema, pero es que hace por ahí 3- 4 años para acá ya es
químico, porque la contaminación de esos cueros de PROGEL,
2 Informante 2
3 Informante 2
4 Informante 2
5 Informante 4
6 Informante 4
Consideran que no hay una evidente protección del derecho por parte
de las autoridades competentes, ya que en varias ocasiones se han que-
jado y sienten que no han sido escuchados ya que la vulneración del de-
recho se hace cada día más fuerte y no hay una mejoría en el ambiente
ni en sus vidas, por lo tanto, no solo sienten violado el derecho a un
ambiente sano, sino también, el derecho a la salud y a una vida digna.
7 Infoarmante 5
8 Informante
9 Informante
“Bueno hay una cuestión aquí de que hace mucho tiempo pusie-
ron un tubo para recoger las aguas negras y que las empresas
echaran ahí eso, llegaron hasta cierto punto, la gente que se
pregunta es ¿por qué misterio no dejaron terminar esa tubería?
Muchos dicen: “es negocio de CORPOCALDAS con las empresas”10
Esto sumado a los dichos anteriores demuestra como sienten descon-
fianza frente a quienes por autoridad de la ley estarían con la respon-
sabilidad de dar soluciones a los problemas suscitados por la contami-
nación de la quebrada.
Este imaginario es un obstáculo enorme para considerar que la eficacia
de las decisiones político administrativas en tema ambiental pueda lle-
gar a ser una realidad, si bien es cierto y se ha demostrado también en
esta investigación que la eficacia se ve vulnerada fundamentalmente
por el no cumplimiento de protocolos por parte de las industrias que
se ubican en la zona aledaña a la quebrada, también es cierto como
se plantea en este capítulo que las representaciones, relaciones, len-
guajes que se objetivan en acciones concretas de los habitantes del
sector en referencia a la quebrada Manizales, son determinantes tam-
bién de que dicha eficacia se dé, no es posible dicho logro en tanto la
comunidad del sector esté invadida por la desconfianza y la certeza,
como representación de su realidad, de que están abandonados por el
Estado, ello se reafirma en los dichos ya mencionados atrás.
En este sentido manifiesta Castoradis citado por Valencia Alarcón
(2008):
“La forma como se actúa (acción corporal) o se habla (emite so-
nido de palabra) –mundos simbólicos-, son las formas como se
materializan los imaginarios, y esto en relación con las múltiples
sensaciones, pensamientos, y demás que quedan bajo la manga,
son el verdadero imaginario. El mundo de la salida o la respuesta
con el mundo que quedó oculto forman una relación indivisible,
formando una fusión que Castoriadis denomina “magma”. Y des-
de allí sustenta su pensamiento. “Un magma es aquello de lo
que pueden extraerse (o aquello en lo que se pueden construir)
organizaciones conjuntistas en número indefinido, pero que no
pueden ser nunca reconstituido (idealmente) por composición
conjuntista (finita o infinita) de esas organizaciones.”
Haciendo analogía con lo expresado por el autor, bien podemos decir
que los habitantes del sector en comento, han construido sus imagi-
narios y representaciones a través del momento y las circunstancias
que les ha tocado vivir por lo tanto se vuelve una creencia colectiva
en cuanto la mayoría de los informantes opinan que para hacer valer
10 Informante
Participación
Según Valencia Hernández (2008):
“La Constitución Nacional dotó al ciudadano común y a la comu-
nidad de nuevas herramientas para garantizar el cumplimiento de
sus derechos fundamentales, tanto individuales como colectivos;
pero la participación de la comunidad es el más importante de
los instrumentos para la defensa de los derechos colectivos, en
especial, del derecho a gozar de UN AMBIENTE SANO”.
En otros apartes del estudio se ha hablado ampliamente de este de-
recho no sólo desde el punto de vista constitucional sino también
doctrinal y jurisprudencial, sin embargo es importante agregar que
la operacionalización del derecho a la participación corresponde a las
personas, son ellas quienes a partir de un proceso autónomo y ha-
ciendo uso de los diversos mecanismos, pueden, en respuesta a sus
necesidades darle vida a la participación, en tanto estén acompañados
de un interés y desaten las acciones pertinentes para dar alcance a
sus objetivos.
La participación de la comunidad frente a la vulneración de sus dere-
chos en especial el derecho a un ambiente sano y en conexidad a los
derechos fundamentales de la salud y la vida, se puede dar por ac-
ciones judiciales de origen constitucional, creadas especialmente para
proteger los derechos fundamentales y colectivos que consagra la
constitución: Acción de Tutela, Acciones populares y Acciones de cum-
plimiento, entre otros. Esto en consonancia con lo dicho anteriormente
que el derecho a un ambiente sano tiene un carácter de colectivo.
Como lo afirma Valencia Alarcón (2008),
“La participación comunitaria en el medio ambiente, implica en
primer lugar un proceso formativo; y en segundo, una acción,
11 Informante 1
12 Informante 5
nan ¿sí? Poner el caso si de quien tiene la culpa, si fue que las em-
presas, pues unos vecinos por falta de estudio dicen: “de pronto
el administrador o el que estaba aquí era un tipo sin estudio y…
o no vio las letras pequeñas y le dio permiso a una empresa y no
sabía que le estaba dando…”13
Vemos entonces, como la comunidad del sector poco participa para
responder al fenómeno ambiental que se da en la Quebrada Manizales
y tratan de mitigar el daño que sectores dominantes como la industria
generan para satisfacer sus intereses económicos sin pensar en las
necesidades básicas de las personas que viven alrededor de la Que-
brada.
Responsabilidad social empresarial
De acuerdo al Centro Colombiano de Responsabilidad Empresarial “la
Responsabilidad Social es la capacidad de respuesta que tiene una
empresa o una entidad, frente a los efectos e implicaciones de sus
acciones sobre los diferentes grupos con los que se relaciona. De esta
forma las empresas son socialmente responsables cuando las activida-
des que realiza se orientan a la satisfacción de las necesidades y ex-
pectativas de sus miembros, de la sociedad y de quienes se benefician
de su actividad comercial, así como también, al cuidado y preservación
del entorno”.14
En el caso que nos ocupa, de acuerdo a lo expresado por la población
aledaña a la Quebrada Manizales la responsabilidad empresarial en
este sector no se ha hecho evidente, aunque no se niega que algunas
de las empresas han realizado cambios y han tomado medidas para
disminuir la contaminación consideran que no ha sido suficiente pues
todavía se realizan muchos vertimientos contaminantes por parte de
la mayoría de las empresas:
“Ahora tiempo digamos, TERPEL tenía contaminación hacia la
quebrada pero como ellos tienen unos parámetros contra am-
biente (sic) pusieron unos filtros entonces ya la contaminación no
cae a la quebrada, entonces yo digo, la licorera tiene una planta
de tratamiento que lleva por hay unos cuatro o cinco años en
funcionamiento que es la más grande que hay en este depar-
tamento, que es una planta de tratamiento entonces porque no
procesan bien esas aguas…”15
En este sentido consideran los habitantes de la zona que una posible
solución para disminuir la contaminación generada es que las empre-
13 Informante 5
14 Tomado del proyecto de investigación ya citado en este artículo.
15 Informante 2
Conclusiones
El sentir de la comunidad es que no es eficaz la protección del
medio ambiente respecto a la contaminación de la quebrada
Cuando se habla de sentir de la comunidad, se hace referencia expresa
a aquellos sentimientos que emergen de sus construcciones mentales,
es decir se refiere a los imaginarios que se han construido colectiva-
mente, en el caso que nos ocupa, aquellos que devienen de las viven-
cias de la comunidad que habita las riveras de la quebrada Manizales,
espacio que fue concebido en esta investigación, como escenario de
indagación sobre imaginarios colectivos.
En este sentido, el derecho al medio ambiente y en general, los dere-
chos de la llamada tercera generación, han sido concebidos normativa-
mente como un conjunto de condiciones básicas que rodean al hombre,
que circundan su vida como miembro de la comunidad y que le permi-
ten su supervivencia biológica e individual, además de su desempeño
normal y desarrollo integral en el medio social. De esta manera deben
entenderse como fundamentales para la supervivencia de la especie
humana, nuestra Constitución consagra no sólo la protección de los
derechos fundamentales cuandoquiera que estén afectados por daños
ambientales, sino también unos derechos del ambiente específicos -a
participar en las decisiones que lo afecten, por ejemplo y también un
derecho fundamental al medio ambiente. Sentencia T 415 de (1992).
16 Informante 5
Bibliografía
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283
Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
Resumen
En este artículo se presentan algunos de los resultados de la primera fase de la
investigación realizada sobre las funciones estatales en Colombia, en particu-
lar el análisis efectuado a las funciones administrativas que deben ejercer las
entidades y órganos públicos. La metodología utilizada consistió en identificar
en el ordenamiento jurídico las funciones misionales y las funciones adminis-
trativas. Para analizar estas últimas, la investigación aporta una construcción
teórica que, a partir de las fuentes legislativas, jurisprudenciales y doctrina-
les, desarrolla unos Criterios de Orientación los cuales permiten evidenciar,
en el ejercicio de funciones administrativas, la aplicación de los siguientes
institutos jurídicos: Instrumentos (Acto Administrativo, Operación Adminis-
trativa, Contrato Administrativo), Mecanismos (Descentralización, Desconcen-
tración y Delegación) y Procedimientos (Derecho de Petición, Vía Gubernativa
y Revocatoria Directa). Al aplicar estos criterios de orientación a las funciones
administrativas de medio asignadas a las entidades públicas, se evidenció que
sólo en el 40% de las funciones estudiadas es clara su aplicación y que en el
60% de las funciones analizadas se presentó dificultad en la identificación del
instrumento, mecanismo o procedimiento aplicable para su ejercicio.
Palabras Clave
Órganos del Estado, función misional, función administrativa, instrumentos,
mecanismos, procedimientos administrativos.
Abstract
This article presents some of the results from the first phase of the research
carried out on the State functions in Colombia, especially the analysis made
about the administrative functions which public entities and institutions must
develop. The methodology used consisted of identifying the missionary and
administrative functions in the legal legislation. To analyze the administra-
tive functions this research contributes a theoretical construction that, from
legal, jurisprudential, and doctrinal sources, develops some orientation cri-
teria which let show the applicability of the following legal institutions, in
the practice of administrative functions: instruments (Administrative Act,
Administrative Operation, Administrative Contract), Mechanisms, (Decentral-
ization, Deconcentration and Delegation), and Procedures (Right to Petition,
Governmental Via, and Direct Revocatory). When applying these orientation
criteria to the Administrative Functions attached to public institutions, it was
evidenced that only in 40% of the studied functions its application is clear and
that in 60% of the analyzed functions there was a difficulty in the identifica-
tion of the applicable instrument, mechanism or procedure for practice.
Key words
Organs of the State, missional function, administrative function, instruments,
mechanisms, procedures administrative.
Introducción
En este artículo se presentan algunos de los resultados de la prime-
ra fase de la investigación realizada sobre las funciones estatales en
Colombia, en particular el análisis efectuado a las funciones adminis-
trativas que deben ejercer las entidades y órganos públicos. Para este
propósito se diferenciaron las funciones misionales de las funciones
administrativas, teniendo como fundamento las figuras consagradas
en la Constitución Política y las normas de derecho administrativo
para su cumplimiento. La metodología utilizada consistió en identifi-
car en el ordenamiento jurídico aquellas funciones en las cuales para
3 Artículo 83. Subrogado. D.E. 2304/89, art. 13. Extensión del control. La jurisdic-
ción de lo contencioso administrativo juzga los actos administrativos, los hechos,
las omisiones, las operaciones administrativas y los contratos administrativos y
privados con cláusula de caducidad de las entidades públicas y de las personas
privadas que ejerzan funciones administrativas, de conformidad con este estatuto.
4 Para efectos de esta investigación denominados instrumentos al acto administra-
tivo, la operación administrativa y el contrato administrativo; no se incluyen la
omisión en razón a que se configura cuando no se atiende un mandato funcional.
El hecho administrativo tampoco se incluye en este concepto por tratarse de un
acontecimiento en el que no interviene la voluntad de la administración. En conse-
cuencia, estas figuras no pueden verse reflejadas en la normatividad que consagra
las funciones y por ello son excluidas del análisis en esta investigación.
5 Artículo 209. La función administrativa está al servicio de los intereses generales
y se desarrolla con fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia,
economía, celeridad, imparcialidad y publicidad, mediante la descentralización,
la delegación y la desconcentración de funciones. (negrillas fuera de texto).
Las autoridades administrativas deben coordinar sus actuaciones para el adecuado
cumplimiento de los fines del Estado. La administración pública, en todos sus órde-
nes, tendrá un control interno que se ejercerá en los términos que señale la ley.
6 ARTICULO 7o. DESCENTRALIZACION ADMINISTRATIVA. En el ejercicio de las facul-
tades (que se le otorgan por medio) de esta ley y en general en el desarrollo y regla-
mentación de la misma el gobierno será especialmente cuidadoso en el cumplimiento
de los principios constitucionales y legales sobre la descentralización administrativa
y la autonomía de las entidades territoriales. En consecuencia procurará desarrollar
disposiciones y normas que profundicen en la distribución de competencias entre
los diversos niveles de la administración siguiendo en lo posible el criterio de que
la prestación de los servicios corresponda a los municipios, el control sobre dicha
prestación a los departamentos y la definición de planes, políticas y estrategias a
la Nación. Igualmente al interior de las entidades nacionales descentralizadas el go-
bierno velará porque se establezcan disposiciones de delegación y desconcentración
de funciones, de modo tal que sin perjuicio del necesario control administrativo los
funcionarios regionales de tales entidades posean y ejerzan efectivas facultades de
ejecución presupuestal, ordenación del gasto, contratación y nominación, así como
de formulación de los anteproyectos de presupuesto anual de la respectiva entidad
para la región sobre la cual ejercen su función.
Nota Jurisprudencial. El texto en paréntesis y subrayado fue declarado inexequible
por la Corte Constitucional en sentencia C 702 de 1999.
ARTICULO 8o. DESCONCENTRACION ADMINISTRATIVA. La desconcentración es la
radicación de competencias y funciones en dependencias ubicadas fuera de la sede
principal del organismo o entidad administrativa, sin perjuicio de las potestades y
deberes de orientación e instrucción que corresponde ejercer a los jefes superiores
de la Administración, la cual no implica delegación y podrá hacerse por territorio y
por funciones.
PARAGRAFO. En el acto correspondiente se determinarán los medios necesarios
para su adecuado cumplimiento.
Instrumentos
Acto administrativo8
• Manifestación Unilateral de la voluntad expresa, tácita o presunta.
• De quienes ejercen funciones administrativas.
• Produce efectos jurídicos.
GENÉRICO
INSTRUMENTO ESPECÍFICO
MECANISMO O INSTRUMENTO CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DESCRIPCIÓN DE LA FUNCIÓN FUENTE
PROCEDIMIENTO MECANISMO O APLICADOS
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
“Expedir los actos administrativos que Decreto 1016 Ø Manifestación Unilateral de
ACTO ADMINISTRATIVO
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
OBSERVACIONES CON RESPECTO A
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE
FUENTE LA DIFICULTAD PARA APLICAR LOS
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN
CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
ACTO ADMINISTRATIVO Elegir al Presidente Ley 270 de 1996. Art. En esta función no se encuentra especificado el
y al Vicepresidente 20. (Sala Plena del efecto que genera la elección de una persona para
INSTRUMENTOS
Operación administrativa9
• Ejecución material y práctica de un acto administrativo.
• Ejecutada por quienes ejercen funciones administrativas.
• Produce efectos jurídicos.
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
CRITERIOS DE
MECANISMO O INSTRUMENTO
DESCRIPCIÓN DE LA FUNCIÓN FUENTE ORIENTACIÓN
PROCEDIMIENTO MECANISMO O
APLICADOS
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Art. 11 Funciones de dirección de carrera ad- Decreto 268 de 2000 Ø Ejecución material
ministrativa. La Dirección de Carrera Adminis- – (Dirección de Ca- y práctica de un acto
trativa o quien haga sus veces, ejercerá todas rrera Administrativa. administrativo.
las funciones para garantizar la operación y Contraloría General
funcionamiento de la carrera administrativa en de la República). Ø Ejecutada por quienes
el proceso de vinculación; evaluación del des- ejercen funciones admi-
OPERACIÓN ADMINISTRATIVA
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
OBSERVACIONES CON RESPECTO
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE
FUENTE A LA DIFICULTAD PARA APLICAR
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN
LOS CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Expedir y ejecutar los ac- Resolución 185 de 1996. Esta función no permite evidenciar la
OPERACIÓN ADMINISTRATIVA
tos, realizar las operacio- Art. 36, num. 1º, lit. d). (Di- aplicación del criterio de orientación que
nes y ordenar los gastos rector. Comisión Nacional alude a la operación como “Ejecución
necesarios para el cumpli- de Televisión - CNTV). material y práctica de un acto adminis-
INSTRUMENTOS
Contrato administrativo10
• Negocio Jurídico.
• Al menos una de las partes actúa en ejercicio de función adminis-
trativa.
• El objeto es el cumplimiento de una función Estatal.
• La entidad contratante tiene poderes exorbitantes.
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
FUENTE
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN APLICADOS
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Suscribir, como represen- Ley 938 de 2004. Art. 11, Ø Negocio Jurídico.
CONTRATO ADMINISTRATIVO
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
OBSERVACIONES CON RESPECTO A
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE LA
FUENTE LA DIFICULTAD PARA APLICAR LOS
PROCEDIMIENTO MECANISMO O FUNCIÓN
CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
En materia contractual Ley 100 de 1993. Art. 195, En materia contractual las ESES son un
se regirá por el derecho num. 6. (Gerente -ESE-). típico ejemplo de la contradicción que
privado, pero podrá dis- subyace en la legislación que rige la
crecionalmente utilizar actividad de muchas entidades descen-
CONTRATO ADMINISTRATIVO
Mecanismos
Descentralización 11
¾¾ Distribución de competencias entre los diversos niveles y
sectores de la administración.
• Es territorial cuando se distribuyen competencias del nivel nacional
hacia el nivel departamental, distrital, municipal o local.
• Es por servicios cuando se distribuyen competencias desde el sec-
tor central hacia el sector descentralizado.
• Es por colaboración cuando se distribuyen competencia a los par-
ticulares.
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
MECANISMO O INSTRUMENTO CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DESCRIPCIÓN DE LA FUNCIÓN FUENTE
PROCEDIMIENTO MECANISMO O APLICADOS
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
En cada uno de los departamen- Constitución Políti- Ø Distribución de competencias entre
tos habrá un gobernador que ca. Art. 303, inciso los diversos niveles y sectores de la
será jefe de la administración primero. (Goberna- administración.
seccional y representante legal dor)
del departamento; el gobernador • Es territorial cuando se distribuyen
será el agente del Presidente de la competencias del nivel nacional
DESCENTRALIZACIÓN
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
OBSERVACIONES CON RESPECTO
MECANISMO O INSTRUMENTO
DESCRIPCIÓN DE LA FUNCIÓN FUENTE A LA DIFICULTAD PARA APLICAR
PROCEDIMIENTO MECANISMO O
LOS CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Corresponde al Congreso hacer Constitución Políti- En esta función la distribución de
las leyes, por medio de ellas ca. Art. 150 num. 5º. competencias no se presenta entre
ejerce las siguientes funciones: Ley 489 de 1998. sectores de la administración, en ra-
Art. 39. zón a la naturaleza legislativa de la
DESCENTRALIZACIÓN
5. Conferir atribuciones (Congreso de la Re- Rama del Poder Público que confiere la
MECANISMO
Desconcentración12
• Radicación de competencias y funciones en dependencias ubicadas
fuera de la sede principal del organismo o entidad administrativa,
previa asignación por la Constitución Política o la Ley.
• Orientacióneinstrucciónporpartedelosjefessuperioresdelaadministración.
• El control a la dependencia desconcentrada es jerárquico.
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
MECANISMO O INSTRUMENTO CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DESCRIPCIÓN DE LA FUNCIÓN FUENTE
PROCEDIMIENTO MECANISMO O APLICADOS
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Art. 74 Gerencias Departamentales. Decreto 267 de Ø Radicación de competencias
Podrá organizarse una Gerencia por 2000. y funciones en dependencias
cada departamento en los términos (Contraloría Gene- ubicadas fuera de la sede principal
señalados en el presente Decreto, ral de la República). del organismo o entidad adminis-
DESCONCENTRACIÓN
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO - OBSERVACIONES CON
MECANISMO O INSTRUMENTO RESPECTO A LA DIFICULTAD
DESCRIPCIÓN DE LA FUNCIÓN FUENTE
PROCEDIMIENTO MECANISMO O PARA APLICAR LOS CRITERIOS
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO DE ORIENTACIÓN
ADMINISTRATIVA
Coordinar y supervisar los servicios Ley 136 de 1994. Art. En esta norma no se evidencia la
que presten en el municipio entidades 91, par. 2, lit. c, num. aplicación del criterio de orienta-
DESCONCENTRACIÓN
12 Este mecanismo opera desde el nivel central de un órgano o ente estatal hacia las depen-
dencias ubicadas a su interior o en la periferia del mismo. De manera que por disposición
constitucional o legal y de forma permanente, se desplazan competencias y funciones
inicialmente radicadas en el nivel central para ser cumplidas por unidades administrativas
del mismo órgano o ente y, sin que por ello, adquieran autonomía. La desconcentración
es territorial cuando la transferencia de competencias o funciones se realiza del sector
central de la administración hacia uno de los entes territoriales, como ocurre con la fun-
ción encargada al gobernador en el numeral 13 del artículo 305 Constitucional y, es fun-
cional cuando la radicación de competencias o funciones, se efectúa por el nivel central
de un órgano o ente estatal para que sean asumidas por una dependencia de inferior je-
rarquía ubicada en el mismo lugar que sirve de sede principal a la entidad. Esto significa
que la titularidad de la competencia o función sigue radicada en el órgano o ente estatal
como persona jurídica y, que para garantizar la agilidad y efectividad de sus cometi-
dos la Constitución o la Ley autorizan la distribución de las mismas entre sus oficinas.
FUENTE NORMATIVA: Artículo 209 de la Constitución Política; artículo 8° de la Ley 489 de 1998
Delegación13
• Transferencia de funciones o asuntos específicos mediante acto
administrativo, previa autorización constitucional o legal.
• De una autoridad administrativa, titular de la función, a sus cola-
boradores del nivel directivo o asesor o a otras autoridades con
funciones afines o complementarias.
• Es temporal. El titular de la función tiene la atribución de reasumir-
la en cualquier momento.
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE
FUENTE CRITERIOS DE ORIENTACIÓN APLICADOS
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
“Delegar, en los funciona- Decreto 110 Ø Transferencia de funciones o asuntos
rios de los niveles directivo Art. 6º específicos mediante acto administrativo,
o asesor las funciones que num. 2º. previa autorización constitucional o legal.
se requieran para el mejor (Ministerio de Rela-
DELEGACIÓN
MECANISMO
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
OBSERVACIONES CON RESPECTO
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE
FUENTE A LA DIFICULTAD PARA APLICAR
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN
LOS CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Para el mejor desarrollo de Ley 5ª de 1992. La norma no es muy precisa en el sentido
la labor legislativa y admi- Art. 66. de mencionar a qué autoridad administrati-
nistrativa, los Presidentes y (Presidentes, va corresponden las funciones y misiones
las Mesas Directivas de las Mesas Directivas específicas que se designan, por lo que
Cámaras y sus Comisiones y Comisiones llevaría a pensar que no se cumple con el
Permanentes podrán desig- Permanentes criterio de la titularidad de las funciones.
DELEGACIÓN
MECANISMO
Procedimientos
Derecho de petición14
• Procedimiento para responder solicitudes en interés particular, in-
terés general, información o consulta.
• La respuesta se profiere en cumplimiento de funciones adminis-
trativas.
• El término para la respuesta es legal o el que señale la administra-
ción bajo el criterio de razonabilidad.
• La respuesta debe ser de fondo, clara, concreta y oportuna.
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE
FUENTE CRITERIOS DE ORIENTACIÓN APLICADOS
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
“Resolver las consultas jurí- Decreto 70 de 2001 Ø Procedimiento para responder solicitu-
dicas y derechos de petición Art. 6º des en interés particular, interés general,
formulados por los organis- num. 4º (Ministerio información o consulta.
DERECHO DE PETICIÓN
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
OBSERVACIONES CON RESPECTO
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE
FUENTE A LA DIFICULTAD PARA APLICAR
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN
LOS CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Los Presidentes de las Cá- Ley 5 de 1992. Art. No se aplican los criterios referentes a que
DERECHO DE PETICIÓN
maras Legislativas cumpli- 43 num. 9º. el término de la respuesta sea legal o el que
rán las siguientes funciones: (Presidentes de las señale la administración bajo el criterio de
PROCEDIMIENTO
9. Dar curso, fuera de la se- Cámaras Legislati- razonabilidad, ni a que la respuesta debe
sión, a las comunicaciones vas. Congreso de la ser de fondo, clara, concreta y oportuna.
y demás documentos o men- República.)
sajes recibidos. Esta función se refiere sólo al procedimien-
to o trámite que se debe dar a las solicitu-
des, y no a la respuesta que se deba proferir
por la autoridad.
Vía gubernativa15
• Procedimiento para decidir los recursos de reposición, apelación
y/o queja interpuestos contra un acto administrativo definitivo de
carácter particular para aclararlo, modificarlo, revocarlo o confir-
marlo.
• Decisión sobre la legalidad, oportunidad o conveniencia del acto
administrativo proferida por quien lo emitió o su superior jerárqui-
co, dentro del plazo legal.
• Procede sólo a solicitud de parte.
• Culmina el procedimiento administrativo.
• Su agotamiento es presupuesto procesal de la acción judicial.
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE
FUENTE CRITERIOS DE ORIENTACIÓN APLICADOS
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Resolver los recursos de Ley 938 de 2004. Ø Procedimiento para decidir los recursos
apelación interpuestos Art. 31 núm. 19. de reposición, apelación y/o queja inter-
contra los actos adminis- (Dirección Nacional puestos contra un acto administrativo
trativos suscritos por los Administrativa y definitivo de carácter particular para acla-
directores seccionales ad- Financiera de la Fis- rarlo, modificarlo, revocarlo o confirmarlo.
ministrativos y financieros. calía General de la
VÌA GUBERNATIVA
PROCEDIMIENTO
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
OBSERVACIONES CON RESPECTO
MECANISMO O INSTRUMENTO
DESCRIPCIÓN DE LA FUNCIÓN FUENTE A LA DIFICULTAD PARA APLICAR
PROCEDIMIENTO MECANISMO O
LOS CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Derecho de petición y de recur- Ley 142 de 1993. Art. En esta función no es aplicable el cri-
so. Es de la esencia del contra- 152. terio de orientación según el cual en
to de servicios públicos que el (Oficina de Peticio- el procedimiento de vía gubernativa
suscriptor o usuario pueda pre- nes, quejas y recur- se adopta la “Decisión sobre la le-
sentar a la empresa peticiones, sos. Empresas de galidad, oportunidad o conveniencia
VÌA GUBERNATIVA
quejas y recursos relativos al Servicios Públicos del acto administrativo proferida por
PROCEDIMIENTO
Revocatoria directa16
• Procedimiento para revocar o confirmar el acto administrativo ge-
neral o particular con fundamento en causales legales.
• Decisión sobre la legalidad o mérito de los actos administrativos
en firme o no.
• Decisión adoptada por quien profirió el acto administrativo o su
superior jerárquico, dentro del plazo legal.
• Procede de oficio o a solicitud de parte.
• Requiere el consentimiento del titular cuando opera de oficio frente
a actos administrativos de carácter particular.
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE
FUENTE CRITERIOS DE ORIENTACIÓN APLICADOS
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
“Son atribuciones del Decreto 1222 Ø Procedimiento para revocar o confirmar el acto ad-
gobernador: (…) 2. de 1986. Art. 94 ministrativo general o particular con fundamento en
REVOCATORIA DIRECTA
GENÉRICO-
INSTRUMENTO ESPECÍFICO -
OBSERVACIONES CON RESPECTO
MECANISMO O INSTRUMENTO DESCRIPCIÓN DE
FUENTE A LA DIFICULTAD PARA APLICAR
PROCEDIMIENTO MECANISMO O LA FUNCIÓN
LOS CRITERIOS DE ORIENTACIÓN
DE LA FUNCIÓN PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVA
Revocatoria del Nombra- Decreto 262 de 2000. Esta función consagra una causal de re-
REVOCATORIA DIRECTA
miento. El Procurador Gene- Art. 169. – (Procura- vocatoria no prevista en el régimen esta-
PROCEDIMIENTO
ral podrá revocar un nombra- dor General -Procu- blecido para este procedimiento en art. 69
miento cuando se presente raduría General de del Código Contencioso Administrativo. En
alguna de las siguientes cau- La Nación.) este sentido se observa que en esta función
sales: Numeral 1. Cuando no se aplica el criterio de orientación según
aún no se ha comunicado el cual se “Requiere el consentimiento del
el acto. titular cuando opera de oficio frente a actos
administrativos de carácter particular”.
Conclusiones
1. Para cumplir los fines del Estado Social de Derecho existe un dise-
ño funcional en el cual se distinguen:
• Funciones misionales.
• Funciones administrativas que propician el cumplimiento de las
funciones misionales, las cuales en el presente estudio hemos de-
nominado “funciones administrativas de medio”.
2. Tradicionalmente, se ha denominado “Función Administrativa” a la
Función misional de la Rama Ejecutiva. De acuerdo con los resulta-
dos del estudio, esta función debería denominarse “función ejecu-
tiva”, para reservar el término “función administrativa” a la que se
ha denominado “de medio” y que se ejerce por todos los entes que
cumplen funciones públicas.
3. La función misional debe permanecer regulada de manera específi-
ca para cada Ente estatal, de tal suerte que se garantice el cumpli-
miento del objetivo constitucional y legal que sustenta su creación.
4. La función administrativa de medio se ejerce a través de los mis-
mos instrumentos (Acto Administrativo, Operación Administrativa,
Contrato Administrativo), mecanismos (Descentralización, Descon-
centración y Delegación) y procedimientos (Derecho de Petición,
Vía Gubernativa y Revocatoria Directa), en todos los entes esta-
tales cuando cumplen función administrativa, en razón a que su
finalidad es la realización de acciones de organización, planeación,
ejecución y control.
5. Aunque el ordenamiento jurídico enuncia los instrumentos, meca-
nismos y procedimientos, no aporta los elementos suficientes para
diferenciarlos y establecer con claridad los casos en que ellos se
aplican, situación que dificulta la vinculación del ejercicio de la Fun-
ción Administrativa con los Principios Constitucionales y Legales.
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14, 38, 39, 41, 44, 47, 56, 57, 59, numeral 8, 61, 62, 64, literal a, 65, 66, 67,
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te. Antonio Barrera Carbonell.
“Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes”.
Confucio
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Resumen
El presente artículo busca dar a conocer las fisuras jurídicas en la legislación
ambiental colombiana respecto a permisos de estudio de uso de recursos hí-
dricos, especialmente en proyectos hidroeléctricos, encontradas en el trabajo
de investigación del mismo nombre. Se recurrió a la investigación de tipo ana-
lítico, pues se partió de la normativa en general y se profundizó en los casos
particulares. Seidentificaron las dificultadesinterpretativas en la norma tanto
a nivel estrictamente jurídico como institucional.
La última parte del trabajo consiste enproposiciones que a partir de las cuales
se puede iniciarse el proceso de superación de las dificultades identificadas.
Palabras Clave
Derecho ambiental, Recurso hídrico, Permisos de estudio ambiental, Proyec-
tos hidroeléctricos, Agua, Fisuras jurídicas.
Abstract
This article seeks to raise awareness of the legal cracks in environmental
laws regarding study permissions for the use of water resources, especially
in hydroelectric projects, found in the research work of the same name. It
was used the analytical investigation, starting in general rules and deepened
in particular cases. Interpretative difficulties were identified in both standard
strictly legal and institutional.
The last part of the work contains propositions from which one can begin the
process of overcoming the difficulties identified.
Key Words
Environmental law, water resources, environmental study permissions, hy-
droelectric projects, Water, Juridical cracks.
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El interés inusitado que obtuvieron en los últimos dos años los permi-
sos de estudio de uso de agua para proyectos de generación, se debe a
la facilidad que la norma predica para obtenerlos, y la ventaja que so-
bre los competidores obtiene quien es titular, es decir, con un mínimo
esfuerzo se logra casi el mismo beneficio de una licencia ambiental, al
menos en cuanto a la aparente posición como dueño de un proyecto.
A partir de las solicitudes de permisos, que antes no habían tenido que
tramitar las Corporaciones, se comenzaron a percibir interpretaciones
diferentes por cada Corporación a que se acudió, siendo estos pronun-
ciamientos discordantes, lo que han desordenado desde lo jurídico, los
permisos de estudio de recurso hídrico para electricidad. Estos pro-
nunciamientos básicamente se referían al otorgamiento de permisos
sobre cuencas y no sobre fuentes, los conflictos de competencias y el
papel del Ministerio de Ambiente.
A manera ilustrativa tenemos cómo dos Corporaciones Autónomas Re-
gionales limítrofes como CORPOCALDAS (Caldas) y CORNARE (Antio-
quia), que han sido los casos más representativos identificados en el
trabajo, al interesarse ambas en proyectos al oriente del departamen-
to de Caldas en límites con Antioquia, en la cuenca del río Guarinó,
consideran la cuenca como recurso natural renovable. A petición de la
empresa ISAGEN S.A. E.S.P. y la Gobernación de Caldas, ambasinte-
resadas en proyectos hidroeléctricos, de estudiar una cuenca u hoya
hídrica que se encuentra en jurisdicción de estas corporaciones, inicia-
ron el trámite del permiso de estudio del recurso hídrico de las cuen-
cas. En caso de que ese permiso se hubiera otorgado, una sola empre-
sa de carácter privado, hubiera congelado por 2 años el otorgamiento
de concesiones de agua para producción hidroeléctrica proveniente de
la cuenca estudiada, que sólo en el departamento de Caldas cubrían
más de 64.000 Has. La solución final, ante el choque de la empresa
ISAGEN S.A. E.S.P. y la gobernación de Caldas, ambos interesados en
desarrollar el potencial hidroeléctrico, fue negar a ambos los permisos
de estudio, e indicaarles que solictaran las respectivas licencia am-
bientales ante el Ministerio.
Esta interpretación del concepto de recurso natural renovable y la in-
clusión de la cuenca como uno de ellos, permite el abuso y la monopo-
lización de las fuentes a favor del primer solicitante, pudiendo frenar o
al menos desacelerar, el desarrollo hidroeléctrico del país, y de alguna
manera privatiza el agua de una amplia zona geográfica, para un uso
económico de importancia, a favor de una empresa privada que en el
momento es nacional, pero que con un proceso de venta puede ser de
mayoría accionaria privada y extranjera.Cada vez es más difícil llevar a
cabo proyectos gigantescos de manejo del agua- con toda la reorgani-
zación del entorno y de las personas que dichos planes conllevan-, ya
que provocan malestar popular. (Black, 2005.).
Concurrencia de competencias
De una solicitud de permiso de estudio analizada, (cuenca del río Gua-
rinó) se evidenció que la misma se circunscribía a un área de cuenca,
lo que no es correcto de acuerdo con lo conceptuado por el Ministerio
del Ambiente, comprendiendo además esa cuenca, jurisdicciones de
dos Corporaciones Autónomas Regionales. Con este supuesto, se pre-
senta el fenómeno de concurrencia de competencias, pues la cuenca
es integral y no podría pensarse que cada Corporación dé el permiso
para la parte de la cuenca de su territorio, ya que cuenca es un eco-
sistema completo, y no puede dividirse. Como ninguna Corporación
Autónoma puede otorgar permisos en jurisdicción de otra, entonces
deberá encontrarse el medio legal para dirimirlo, que de acuerdo con
las normas vigentes, debe hacerlo el Honorable Consejo de Estado, y
no el Ministerio del Medio Ambiente como equivocadamente lo sostie-
ne este organismo. Esto hace más difícil cumplir la Ley, pues aunque la
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Consideraciones finales
La problemática que representan en la actualidad las posiciones tan
divergentes en cuanto a permisos de estudio, acá llamadas fisuras,
es únicamente jurídica, con repercusiones económicas y financieras
para los empresarios, pues el interés de obtenerlos es precisamente
su valoración para un proyecto determinado. La problemática no al-
canza a afectar lo social ni las comunidades del área de influencia de
los proyectos, pues los estudios no atañen una intervención sobre las
áreas con obras, sino a recolección de información que no involucra las
comunidades asociadas.
Sería ideal que las Corporaciones de todo el país, sobretodo aquellas
con fuentes de potencial hidroeléctrico reconocido, hallaran mecanis-
mos para unificar en una misma resolución, los requisitos y procedi-
mientos para otorgar los permisos de estudio de recurso hídrico para
generación eléctrica, para que en la práctica la replicación de la misma
resolución en todas las corporaciones convierte la misma en norma
nacional o al menos regional.
Este ejercicio se puede elaborar a partir de los insumos proporciona-
dos por las resoluciones de las corporaciones que ya reglamentaron
sus permisos de estudio de recursos hídricos para producción hidro-
eléctrica, el Decreto que reglamentó los permisos de estudio para in-
vestigación científica y el proyecto de Decreto del Ministerio del Am-
biente, canalizando esta iniciativa a través de la Asociación Nacional
de Corporaciones Autónomas Regionales (ASOCARS) y con apoyo de
la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME).
El Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, debe tener
en cuenta que esta entidad no es competente para otorgar permi-
sos de estudio, ni para definir conflictos de competencia en el otorga-
miento de estos permisos, y por lo tanto, no debe involucrarse en la
aplicación del instrumento, en casos concretos, pues la autonomía de
que gozan la Corporaciones, y que fuera concedida por la Constitución
Política, consiste en que estas se ocupen de los asuntos locales y re-
gionales con completa independencia del Gobierno Nacional.
El Ministerio de Ambiente, al predicar la inaplicabilidad de la horma
de permisos de estudio, está en capacidad de demandar la norma de
inexequibilidad ante la Corte Constitucional con base en los argumen-
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“No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos
sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir”.
Sorcha Carey
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Resumen
El autor aborda el tema de la educación y la política, pasando por el papel de
los intelectuales y los académicos quienes pueden establecer relaciones inte-
resantes, no necesariamente interdependientes, para enfrentar los grandes
retos de desarrollo que demanda un país como Colombia, considerado por
muchos un país inviable y por otros tantos una Democracia inconclusa. Llama
la atención sobre el deterioro progresivo de la política e insta a la adopción
de posturas deliberativas y críticas por parte de intelectuales y académicos
para que, más temprano que tarde, puedan influir en el ejercicio de la política.
Palabras clave
Política, Intelectualidad, Academia, Educación, Democracia, Desarrollo.
Abstract
The author approaches the topic of the education and the politic, passing for
the role of the intellectual ones and the academicians who can establish in-
teresting, not necessarily interdependent relations, to face the big challenges
of development that demands a country as Colombia, considered by many
people an unviable country and for some others an incomplete Democracy.
He calls the attention on the progressive deterioration of the politic and urges
to the adoption of deliberative and critical attitudes on the part of intellectual
and academic in order that, more early that it is late, they could influence the
exercise of the politics.
Key words
Politics, Intellectuality, Academy, Education, Democracy, Development.
Introducción
Se titula de esta manera el presente escrito partiendo de la idea se-
gún la cual, entre las dimensiones que abarcan por separado a los
intelectuales, a los académicos y a los políticos, se registran múltiples
relaciones que sin ser necesariamente interdependientes, sí reflejan la
necesidad de generar puentes de intersección e integración para apos-
tarle a un proyecto de nación todavía inconcluso en el caso colombia-
no; proyecto que, sin lugar a dudas, pasa por el papel protagónico de
los educadores quienes bien pueden, desde sus perspectivas particu-
lares, apostarle o no a la idea de intelectuales, académicos o políticos,
entendiendo esta última categoría en el mejor de los sentidos.
Para dar cuenta del entramado referido, este ensayo crítico apelará
no sólo al ofrecimiento de razones de quien lo escribe (con base en el
conocimiento y experiencia acumulada), si no que también se apoyará
en elementos conceptuales de la Ciencia Política, en la cual distintos
autores tratan el tema de la política como práctica y el conocimiento
científico como fundamento.
Al incluir en el título tres términos (intelectualidad, academia y políti-
ca), asumidos cada uno como dimensión clave para la construcción de
Desarrollo
Primero, es menester clarificar al lector la razón que conduce a utilizar
el vocablo dimensión para referir los ámbitos en que se ubica cada
una de las categorías conceptuales incluidas en el título; se hace, por
cuanto desde una perspectiva de integralidad, la palabra dimensión
remite a cada una de las magnitudes de un conjunto que sirve para
definir un fenómeno. Si bien ésta es una acepción propia del mundo de
la física, encaja perfectamente, como significado de lo que se preten-
de en el mundo de lo social al hablar sobre las relaciones que se dan
entre intelectuales, académicos y políticos, y al momento de pensar
en el papel de los educadores, para superar las encrucijadas del actual
estado de cosas.
Al analizar en forma general las características de la intelectualidad
como dimensión, es necesario admitir que en ella sólo tienen cabida
quienes se dedican al cultivo del conocimiento, las ciencias y las le-
tras, para acercarse al ideal de la sapiencia. La intelectualidad como
dimensión recoge la intelligentsia o conjunto de personas que en una
nación constituyen un estrato social visible por sus trayectorias, reco-
nocido como tal por los demás y consciente de sí mismo como núcleo
importante del pensamiento. Los intelectuales asumen o reclaman el
rol de guías de una vanguardia social o política. En este sentido, los
rasgos constitutivos o características fundamentales de los intelectua-
les, como grupo que puede incidir en el destino de una nación, deben
ser tenidos muy en cuenta a la hora de incluirlos en el debate sobre
las responsabilidades en la dirección de la política de un país. Los in-
telectuales están presentes y se hacen visibles con su intervención en
los asuntos públicos. Como asegura Gabriel Zaid, para ser intelectual
no es suficiente usar el intelecto, se debe usar públicamente; de ahí
que en su relación con el mundo público, el intelectual siempre está
eligiendo, comprometiéndose o contestando.
1 Título usado por Eduardo Posada Carbó, en uno de sus artículos relacionados con
el análisis sobre la forma en que se crea opinión pública en Colombia, a través de
los principales órganos de prensa nacional y regional.
2 Término aplicado por Gabriel Misas Arango, al referirse a los retos de la Educación
Terciaria en: La educación superior en Colombia. Análisis y estrategias para su
desarrollo. Universidad Nacional, Bogotá, 2004. Muy probablemente el profesor
Misas retoma esta categoría conceptual de la prolija producción teórica de Michel
Foucault.
4 Citado por Alfonso Torres Carrillo en: Paulo Freire y las pedagogías críticas. Caja
de Herramientas. Corporación Viva la Ciudadanía. Bogotá, año 14, No. 106, mayo
de 2005.
tuales y la tarea que llevan a cabo los políticos. Unos y otros están
obligados, desde el imperativo ético demandado por la sociedad, a
procurar el bien común por encima de los intereses particulares; pero,
se insiste, sin diluir al sujeto como poseedor de individualidad o singu-
laridad, pues el respeto por el otro debe convertirse en premisa para
lograr el bien colectivo y la consideración por los demás.
Es complejo develar la forma en que unos y otros, académicos y polí-
ticos, puedan coincidir en las maneras de concebir un proyecto de na-
ción en donde quepamos todos, con tratamiento en igualdad, derivado
de un Estado Social de Derecho que debe garantizar preceptos de
orden Constitucional. Los intereses que mueven a académicos y a po-
líticos, los cuales no son necesariamente opuestos desde el punto de
vista teleológico, sí aparecen preliminarmente como contrarios o por
lo menos yuxtapuestos, es decir, a diferencia de lo que ocurre entre
intelectuales y académicos, donde las aspiraciones en materia de pro-
pósitos coinciden en gran parte, aquí los intereses primigenios difieren
unos de otros y quizás, en el mejor de los casos, estén puestos unos
al lado de otros, desde el punto de vista social, pero no con suscep-
tibilidad inmediata de ser integrados en procura de los más elevados
intereses de la nación.
Cosa distinta es lo expresado por Cardoso5 cuando afirma que… la
buena práctica política conlleva necesariamente la reflexión, el cono-
cimiento, y no sólo una reflexión de tipo técnico, sino de tipo ético.
El ex presidente brasileño alude una eventual dialéctica entre cono-
cimiento y proyecto político, que se mezclan en la estructura de la
acción humana, pero precisamente se considera que para llegar a esa
fase de interacción dialéctica, no de una mezcla caótica de academia
con política, es condición sine qua non contar con acuerdos sobre lo
fundamental para construir el proyecto nacional al que se ha venido
haciendo referencia. Sin esos acuerdos previos o contrato por lo social
entre academia y política, evidentemente estaremos en un escenario
donde se repite aquello de la mezcla entre conocimiento-reflexión y
proyecto, un desorden alejado de la verdadera integración de propósi-
tos (más que la simple articulación) entre uno y otro por la realización
de los ideales de igualdad, bienestar, libertad y paz dentro de un mar-
co jurídico democrático y participativo que garantice un orden político,
económico y social justo.6
En relación con la tesis central del artículo de Eduardo Posada Carbó,
que puede sintetizarse en un supuesto desprecio de los académicos
e intelectuales por la política, como objeto de estudio y reflexión his-
mientras en las dos últimas décadas del siglo XX América Latina vio
recuperar sus sistemas democráticos, por otra parte, se ha registrado
un bajo crecimiento económico, una desigual distribución del ingreso y
una pérdida de confianza en el funcionamiento del sistema y sus ins-
tituciones (régimen político); esto es sin duda alguna un reflejo de lo
que en realidad sucede en la subregión.
Aparece llamativo que sea precisamente un representante de la cla-
se política europea, quien evidencie y critique la situación por la que
atraviesan los pueblos latinoamericanos, al parecer, no ha sido direc-
tamente proporcional el afianzamiento de las democracias (que de-
jaron atrás las desprestigiadas dictaduras), con el mejoramiento en
las condiciones de vida y la credibilidad en la política como opción
de incremento sustancial en las condiciones de vida. Evidentemente,
se han cometido errores mayúsculos, especialmente en los modelos
económicos (en los cuales el mercado gobierna y el gobierno gestiona
en favor del mercado) aplicados en la región, fruto de políticas equi-
vocadas de los gobernantes de turno, quienes con sus partidos, han
minado la credibilidad de la población y han hecho perder confianza y
legitimidad respecto a las instituciones, porque en Colombia y Améri-
ca Latina existe todavía un interrogante por resolver: ¿Igualdad para
todos o seguridad para el mercado?
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“Hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos”
Juan Donoso Cortés
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Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
Resumen
El artículo presenta una revisión de la filosofía del derecho en la primera mitad
del siglo XX en Colombia planteando dos posibles hipótesis de reconstrucción:
una restringida, que pretende reunir los antecedentes de los filósofos acadé-
micos en un sentido profesional, y otra ampliada que quiere incluir diversos
pensadores más allá de la restricción que implica la disciplina filosófica. Aun-
que el autor reconoce la validez de ambas hipótesis, se inclina por la segunda
para los efectos de renovación de la enseñanza de la filosofía del derecho en
las facultades de derecho. Presenta también un inventario de algunos de los
más relevantes autores nacionales y extranjeros que marcaron la producción
filosófica en el periodo indicado. Finalmente, insiste acerca de la necesidad de
revisar el propio pasado filosófico en Colombia como un paso necesario para
llevar a cabo una reflexión filosófica auténtica sobre los fenómenos jurídicos.
Palabras clave
Filosofía – Derecho – Filosofía en Colombia – Filosofía del Derecho – Filosofía
del Derecho en Colombia
Abstract
The article presents an overview of the philosophy of law in the first half
of the twentieth century in Colombia to raise two possible scenarios of re-
construction: the first, which aims to bring together the history of academic
philosophers in a professional sense, and the other includes a larger number
of thinkers beyond the restrictions that implies the philosophical discipline.
Although the author recognizes the validity of both hypotheses, he prefers the
second alternative for the purpose of renewal of the teaching of philosophy
of law in schools of law. The article also presents an inventory of some of the
most important national and foreign authors that influenced the philosophical
works in the above-mention period. Finally, he insists on the need to reassess
our own philosophical past in Colombia as a necessary step to carry out a
genuine philosophical reflection on legal phenomena.
Key words
Philosophy – Law – Philosophy in Colombia – Philosophy of law – Philosophy
of law in Colombia
Introducción
Premisas y delimitación
La filosofía del derecho, como tarea que aun tenga sentido en el tra-
bajo universitario colombiano, debe afrontar la necesidad de reno-
var continuamente su legitimidad en cuanto actividad necesaria para
entender aspectos del fenómeno jurídico que, de otra manera, nos
permanecerían oscuros. La filosofía del derecho, en cuanto se puede
entender como la disciplina más filosófica de los estudios jurídicos tra-
dicionales, es una de las que más difícil justificación pueden tener en
su enfoque tradicional. Parte importante de la dificultad radica en la
carencia de un esfuerzo explícito y honesto para dar cuenta de la per-
tinencia del trabajo filosófico, para lograr una fundamentación razona-
ble de su razón de ser. Se han de clarificar sus estrategias discursivas,
sus específicos problemas, sus programas de investigación. Una de las
maneras de afrontar esta tarea la exponemos en el presente trabajo
preliminar y consiste, básicamente, en interrogar desde un punto de
vista específico, la manera en que nuestros filósofos del derecho han
asumido la filosofía bien como conjunto de categorías, bien como re-
pertorio de problemas, como un estilo de reflexión o como una refe-
rencia genérica a la tradición filosófica europea. El enfoque de nuestra
reflexión, es la preocupación actual por dar cuenta de la justificación
y posibilidades del trabajo teórico con pretensiones filosóficas en el
contexto de la formación jurídica universitaria.
1 Betancur, Cayetano, Ensayo de una Filosofía del Derecho, Medellín: Editorial Cató-
lica, 1937, pp. 15-35.
2 Betancur, Cayetano, Ensayo de una Filosofía del Derecho, Bogotá: Editorial Temis,
1959, pp. 9-33. Antecede al texto una “Advertencia”: “Esta segunda edición, en re-
lación con la primera de 1937, como es de usanza, ha sido corregida y aumentada”.
El aumento con el cual se encuentra el lector, se refiere a algunas notas bibliográ-
ficas y a los apéndices que se agregan.
3 Llamativo es el caso de Naranjo Villegas quien en realidad desarrolla su exposición
de la filosofía del derecho como unas lecciones de derecho natural. Naranjo Ville-
gas, Abel, Filosofía del Derecho, Medellín: Librería y Ediciones Teoría, 1947. Esta es
la base de las sucesivas reediciones hasta la 5ª de 1992.
4 Por ejemplo la influyente obra Metodología de la ciencia del derecho, del recono-
cido y cuestionado jurista alemán Karl Larenz [1903-1993], cuya primera edición
alemana es de 1960 y la cuarta, definitiva, de 1980, contiene una primera parte
histórico-crítica que lleva por subtítulo: “Teoría del Derecho y Metodología en Ale-
mania desde Savigny” (nuestro el subrayado), que tiene un sentido explícitamente
nacional, pero que ha sido leído y asumido, desde la experiencia que podemos
acreditar los profesores de filosofía del derecho, como un desarrollo de los eventos
más o menos epocales de la comprensión del derecho. Las variables históricas y lo-
cales de mismo autor no son normalmente asumidas por sus lectores. Cfr. Larenz,
Karl, Metodología de la ciencia del derecho, traducción de Marcelino Rodríguez
Molinero, Barcelona: Ariel, 1994
5 De gran utilidad ha sido la narración sintética que hemos encontrado en: Guy,
Alain, La filosofía en América Latina [1997], traducción de Blas Matamoro, Madrid:
Acento Editorial, 1998, también: Zea, Leopoldo, El pensamiento Latinoamericano,
Barcelona: Ariel, 3ª ed. 1976. Como un referente para los antecedentes en Co-
lombia son: García Bacca, J.D., Antología del pensamiento filosófico en Colombia
de 1947 a 1761, Bogotá, 1955 y el libro: Jaramillo Uribe, Jaime, El pensamiento
colombiano en el siglo XIX, Bogotá, 4ª ed. 2001. Más reciente el trabajo colectivo
y de vastas aspiraciones: Dussel, E., Mendieta, E., Bohórquez, C., (Editores), El
pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y “latino”[1300-2000], México:
Siglo XXI-Crefal, 2009
6 Publicado como la primera parte del libro de Jaime Vélez Correa: “Proceso de la
Filosofía en Colombia” (S.F. en el original, 1960) y reeditado con el título: “Etapas
de la filosofía en la historia intelectual de Colombia”, en: Instituto Colombiano de
Cultura, Ensayistas colombianos del siglo XX, Bogotá, 1976, pp. 217-231. Cito de
esta última publicación.
7 Ibídem, p. 218
8 Ibídem, p. 229
9 Ibídem, p. 230-31
10 Publicado un año antes en la Revista ECO con el mismo título.
11 Sierra Mejía, Rubén, Ensayos Filosóficos, Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura,
1978, p. 92
12 Ibidem, p. 92
13 Ibídem, p. 92
14 Ibidem, p. 96
15 Ibidem, p. 97
16 Ibídem, p. 100
17 Ibídem, p. 108
18 La última parte del ensayo, que se ocupa de los trabajos de las décadas previas
al ensayo (recordemos que es de 1978), no serán tratadas, por cuestiones meto-
dológicas, en este escrito; no obstante, la continuidad durante el siglo no puede
por ningún motivo dejarse de lado. De hecho, algunos de los autores que cita y los
cuales tienen ya una formación profesional destacada en filosofía serán fundamen-
tales para la segunda parte del siglo XX. Es el caso, por ejemplo, de autores como
Danilo Cruz Vélez, Carlos B. Gutiérrez, Daniel Herrera Restrepo, Guillermo Hoyos,
Rafael Gutiérrez Girardot y el mismo Rubén Sierra Mejía, entre otros, que deber
ser revisados para dar cuenta del desarrollo de la filosofía en Colombia. Surge de
manera inmediata la pregunta ante la manera en la cual a medida en que los estu-
dios filosóficos se hacen más especializados se hace evidente, no sólo la ausencia
de juristas, salvo el caso de la procedencia de Gutiérrez Girardot, sino el distancia-
miento con el ámbito académico de la filosofía del derecho. En esta segunda época,
la actividad disciplinar de la iusfilosofía se convierte en una especie de refugio ante
el desarrollo del trabajo filosófico profesional.
23 Ibídem, p. 899-900
24 Vélez Sáenz, Op. Cit., p. 901
nuestros días, está ausente una seria reflexión sobre el hecho mismo
de realizar historiografía de la filosofía; no se asume, más allá de la
compilación prefilosófica de autores y materiales, el diálogo de fondo
con los obras, la reconstrucción de los problemas y el seguimiento de
su desarrollo. La ausencia de una evaluación teórica que se extienda
a lo largo del trabajo, impide tener hipótesis interpretativas acerca
de una evolución de un fenómeno cultural y lleva a sucumbir ante el
riesgo de llamar “proceso” al inventario preliminar y a la calificación
parcializada29.
En proyectos más recientes, para finalizar este apartado, es posible
identificar la tendencia a realizar obras de historia intelectual que, al
no tener un compromiso con la premisa de la especialización filosófi-
ca, permiten abarcar en sus recuentos muchos de los personajes que
estarían en las zonas grises de la clasificación disciplinar. Es el caso
del importante trabajo que un grupo de investigadores colombianos
ha presentado bajo el título Pensamiento colombiano en el siglo XX,
del cual ha aparecido dos volúmenes: el primero en 2007 y el segun-
do en 200830. Este trabajo, que explícitamente tiene preocupaciones
acerca de los presupuestos metodológicos que deben ser asumidos,
se caracteriza por superar la consideración aislada de individuos de la
élite intelectual, para conectarlos con las interacciones en las cuales
efectivamente participan en la vida social. Nos dice Hoyos Vásquez:
“La intención de esta empresa es proveer información, no de carácter
biográfico o apologético, como nos han acostumbrado otros textos
divulgativos parecidos, sino más bien presentar un mapa del pensa-
miento colombiano, en sentido amplio para reconstruir sus tendencias,
las propuestas y los logros que se han constituido a partir de las tra-
yectorias individuales, las representaciones colectivas y/o las prácticas
académicas”31. Este “mapa del pensamiento colombiano” es sin duda
el mayor instrumento disponible, para ulteriores trabajos de interpre-
tación cultural. Desafortunadamente, la comprensión de los editores
no se extiende necesariamente a los diferentes autores de los capítu-
los dedicados a los pensadores en particular; lo que indirectamente se
puede probar por las evidentes disparidades en la forma de presenta-
ción y en la profundidad del análisis. En todo caso es una obra en la
que nos hemos apoyado ampliamente para nuestro propósito.
29 El sentido y los alcances de este punto se pueden encontrar desarrollados en un texto de José
Gaos de 1944: El pensamiento hispanoamericano, ahora reeditado en: Gaos, José, Filosofía
de la filosofía. Antología preparada por Alejandro Rossi, México: FCE, 2008, pp. 92-144
30 Son editores del proyecto: Guillermo Hoyos Vásquez, Carmen Millán de Benavides,
Santiago Castro-Gómez., Pensamiento Colombiano en el siglo XX, 2 vols., Bogotá:
Universidad Pontificia Javeriana, 2007 (volumen 1), 2008 (volumen 2). En adelante,
para referirnos a esta obra: PC, indicando el volumen (I, II) y la página.
31 PC (v. 1, p. 10, Prólogo)
32 Dussel, E., Mendieta, E., Bohórquez, C., (Editores), El pensamiento filosófico lati-
noamericano, del Caribe y “latino”[1300-2000], México: Siglo XXI-Crefal, 2009
33 Ibídem, p. 701
52 Fassó, Guido, Storia de la filosofía del diritto. III Ottocento e Novecento, edición de
Carla Faralli, Bari: Laterza, 2006, p. 232
53 Ha sido invaluable la información y análisis aportados por José Luis Abellán dentro
del estudio que realiza sobre los filósofos del exilio español en América Latina.
Específicamente sobre Recasens: Abellán, José Luis, El exilio filosófico en América.
Los transterrados de 1939, México: FCE, 1998, pp. 195-207
54 Es impactante la anotación que en su correspondencia realiza Arteta a Cayetano:
“En la facultad de derecho, de la cual Cossio es profesor, se suele decir que el emi-
nente autor anda a caza de filosofías que sustenten la ‘Teoría Egológica’”, citado
por: Mora Betancur, Nicolás, Rituales de interacción de una generación de filósofos
del derecho, Colombia 1990-1961, Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2006,
Tesis de Grado.
55 Scheler, Max F., El puesto del hombre en el cosmos, traducción de José Gaos, Ma-
drid: Revista de Occidente, 1929
56 En PC (v. 1, pp. 481-523), le dedica Óscar Saldarriaga un excelente ensayo, del
cual he tomado abundante información.
57 En relación, principalmente con Cayetano Betancur y con Nieto Arteta, ya que am-
bos en determinado momento trabajaron en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
58 En PC (v. II, pp. 363-402), se ocupa de él, con un excelente ensayo el profesor
Carlos Uribe, ya coautor del libro Vida y obra del profesor López de Mesa, de 1985.
También se ocupa Rubén Sierra en su La filosofía en Colombia (Siglo XX), Procul-
tura, 1985. También a López de Mesa se le incluyó en el trabajo que Jaime Vélez
Correa realiza sobre Proceso de la filosofía en Colombia, Universidad Pontificia Bo-
livariana (1960), dentro de los ‘pensadores independientes’, pp. 903-913. También
en el texto editado por Dussel et alt, Op. Cit., p. 936.
59 El extenso subtítulo de esta obra, dice elocuentemente: ‘Sinopsis del desarrollo
cultural de este país e interpretación de sus causas y dificultades. Datos sobre la
orientación filosófica Ibero-americana. Nómina de algunas publicaciones colom-
bianas importantes. Ciudadanos extranjeros que han contribuido notablemente al
progreso de esta república.’
60 Como ejemplo su visión crítica sobre lo que habían sido los estudios de filosofía
influenciados en extremo por las corrientes españolas y bajo el dominio de Rafael
María Carrasquilla: “Infortunadamente los esfuerzos por ‘modernizar’ la escolás-
tica no satisfacen al espíritu severo de la crítica contemporánea, porque entre la
obra de Santo Tomás y la ciencia del día de hoy no median solamente lagunas de
conocimiento, sino la antítesis de los puntos de partida, la opuesta dirección de los
cauces del razonamiento y la diferencia específica de la meta que persiguen. Para
la enseñanza secundaria de nuestros colegios, tiene, además, esta escuela de filo-
65 Cataño, Gonzalo, El filósofo Rafael Carrillo, en: Cataño, Gonzalo, Historia, sociolo-
gía y política, Bogotá: Plaza y Janés, 1999, pp. 187-217, y Ortiz Rivas, Hernán A.,
Rafael Carrillo Luquéz, entre el socratismo y el ensayo filosófico, en: Ortiz Rivas,
Hernán A, (Editor), Pioneros de la Filosofía Moderna en Colombia (Siglo XX), Bogo-
tá: Grupo Editorial Ibánez, 2008
66 Finalizando la alabanza del jurado calificador al joven graduado se resalta: “Pero
Cayetano Betancur es cristiano y dentro de esa doctrina, sólo a Dios le correspon-
de la alabanza por derecho propio y como raíz de los cinco talentos que El le da en
préstamo y exige en cooperación”, en: Betancur, Cayetano, Ensayo de una filosofía
del derecho, Medellín: Universidad de Antioquia, 1937, p. 5. Los textos del director
de tesis y de los jurados no aparecen en la ya referida segunda edición de esta obra.
67 Muy importante ha sido el trabajo preliminar, de tendencias apologéticas pero
indudablemente valioso: Mora Betancur, Nicolás, Rituales de interacciones de una
generación de filósofos del derecho, Colombia 1909-1961, Universidad Javeriana,
2006. También el inteligente ensayo del profesor Guillermo Hoyos: Cayetano Be-
tancur, en: Ortiz Rivas, Hernán (Coordinador), Pioneros de la Filosofía Moderna en
Colombia (Siglo XX), Bogotá: Ibáñez, 2008.
68 Betancur, Cayetano, Introducción a la ciencia del derecho, Bogotá: Biblioteca de
Autores Colombianos- Editorial ABC, 1953.
69 Betancur, Cayetano, Sociología de la autenticidad y de la simulación…
73 Naranjo Villegas, Abel, Filosofía del Derecho, Editorial: Librería y Ediciones Teoría,
1947
74 Sólo un breve apunte al respecto. Hablando de la moralidad alta o baja de algunos
grupos sociales sostiene: “El hecho de que se produzca Jesucristo dentro del mun-
do hebreo no será suficiente para que declaremos la alta moralidad del pueblo que
le sirvió de cuna y, en cambio, hablamos de la alta moralidad helvética, en la época
moderna, a pesar de que no es visible una figura de profeta capaz de señalar al
mundo nuevos preceptos de alta moralidad”, Naranjo Villegas, Abel, Op. Cit., 98.
75 Gil Olivera, Numas Armando, Abel Naranjo Villegas un intérprete de realidades, en:
Ortiz Rivas, Hernán (Coordinador), Pioneros de la Filosofía Moderna en Colombia
(Siglo XX), Bogotá: Ibáñez, 2008, p. 125.
76 Naranjo Villegas, Abel, Ilustración y Valoración: Una filosofía de la ilustración , Bo-
gotá: Ministerio de educación nacional, 1952
77 Cataño, Gonzalo, Luis Eduardo Nieto Arteta: esbozo intelectual, Bogotá: Universi-
dad Externado, 2002
78 López Medina, Diego, Teoría impura del derecho, Bogotá: Legis, 2004, pp. 418ss.
Se lee con provecho aún: Nieto Arteta, Luis Eduardo, La interpretación de las nor-
mas jurídicas, 1ª ed., Buenos Aires: Facultad de ciencias jurídicas y sociales de la
Universidad de la Plata, 1944. He utilizado la edición de Tiempo Presente, de 1976.
También el reciente trabajo de Ortiz Rivas Nieto Arteta y la filosofía moderna en
Colombia, en: Ortiz Rivas, Hernán (Coordinador), Pioneros de la Filosofía Moderna
en Colombia (Siglo XX), Bogotá: Ibáñez, 2008.
79 Mejía Quintana, Oscar, Teoría política, democracia radical y filosofía del derecho,
Bogotá: Temis, 2005; del mismo autor: Carácter y proyección de la filosofía del
derecho en el pensamiento contemporáneo, Bogotá: Universidad Nacional, 2006.
En este autor, dada su formación en filosofía y filosofía política, hay una mayor
comprensión de la complejidad histórica en que tiene lugar la reflexión filosófica
acerca del derecho. Más evidente la toma de conciencia, en la obra más influyente
en teoría jurídica en mucho tiempo en Colombia, la ya citada Teoría impura del
Derecho del Diego López Medina, en la cual se expone toda una metodología de
lectura y se ofrecen nuevos objetos o campos de trabajo para la filosofía jurídica.
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Ambiente Jurídico
Centro de Investigaciones Sociojurídicas
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Resumen
Los desesperos de modernidad, que no son pocos, corresponden a las deudas
heredadas de una época que se niega a desaprecer, a una época que porfía
en quedarse; a tal efecto, preguntarle a la modernidad por sus logros, por sus
fracasos, por sus fragmentaciones, por las precariedades, por las promesas
que vendió y las nostalagias que dejó, por sus miedos de relevo y lugares de
migración, es lanzarle una flecha a la manzana, donde el ballestero no es Gui-
llermo Tell, pero el blanco si podría ser la humanidad.
Los desesperos de la modernidad son los males cultivados durante varios siglos
que han desatado un desencanto, arrastrando un pesimismo por su historia, por
lo que pueda devenir para la humanidad o para el universo en general. Sin lugar
a dudas, en la modernidad se avanzó en desarrollos tecnológicos, en algunos
derechos del hombre, en conocimientos sobre el universo, en adelantos médicos,
en habilidades para controlar, pero también se especializaron los métodos para
asesinar, se incorporaron nuevos elementos para atizar el odio y pocas fórmulas
para vivir la felicidad o para estar con el otro; ahí reside el desespero.
La levedad del Ser como inconsistencia de la existencia es lo que aflora en la
modernidad, una época donde el hombre aprendió a ser exitoso a expensas
de la dicha, queriendo deificarse en sí se tornó menos humano, quizá, menos
inteligente para vivir, pero más técnico, más científico para odiar y, por con-
siguiente, para destruir.
Palabras clave
Control, desencanto, desespero, falocracia, modernidad, pesimismo, violencia.
Abstract
The despair of modernity, which are not few, relate to debts inherited from an
epoch that refuses to desapear, a time that stubbornness in staying; for this
purpose, ask modernity for its achievements, its failures, its fragmentation, of
the precariousness, by promises nostalagias sold and left for their fears over
and places of migration, is throwing an arrow at the apple, where William Tell
is not the archer, but the target if it could be humanity.
The despair of the evils of modernity are cultivated for several centuries that
have unleashed a disappointment, pessimism dragging its history, so it can be-
come for humanity or the universe in general. Undoubtedly, in modernity, pro-
gress was made in technological developments, some rights of man, knowledge
of the universe, medical advances in management skills, but also specialized
methods to murder, were added new elements to stoke hatred and few ways
to experience the happiness or to be with the other, there lies the frustration.
The lightness of being as there is inconsistency in what emerges in modernity,
a time when man learned to be successful at the expense of happiness, trying
to deify itself became less human, perhaps, less intelligent to live, but more
technical, more scientific to hate, and for consequent, to destroy.
Key words
Control, hopelessness, despair, falocracia, modernity, pessimism, violence.
Desesperos de modernidad
Despair of modernity
(Recibido: agosto 26 de 2010. Aprobado: octubre 6 de 2010)
Desencanto
El desencanto son los primeros anuncios de que lo existente ya no
resuelve las necesidades, por lo tanto, el desencanto es una exigen-
cia por un devenir diferente que añora romper con aquello que en el
presente incomoda y no lo queremos en el futuro; quizás, por ello, es
que este pensador argentino, autor del texto Desencanto y Utopía,
donde insiste en la desilusión y el desencanto por unos tiempos que no
parecen augurar rutas de esperanza. Es una queja contra los tiempos
agendados o agenciados por el afuera, por un tiempo cronológico que
nos venden las empresas del mercado y del cual existe cierto hábito
de aceptación, en esencia, son unos tiempos precarios de humanidad.
En su opuesto navega el encanto, que es un arrobamiento de los sen-
tidos y, cómo no, de la razón. Encantar tiene su origen en el latín in-
cantare que es la recitación de un canto mágico; ese canto mágico que
puede ser un poema u otro juego lingüístico. El encantamiento apare-
ció en mitos y religiones; es un amor sin desviar miradas, es un creer
con ceguera en aquello que se profesa o se disfruta, el encantamiento
es una fuerza opresora del afuera que obnubila. Una flor encanta, un
rayo de luz o la caricia de aquel ser querido nos puede retraer, ahí los
sentidos enfilan su atención en una dirección; pero cuando se hace un
extravío de la mirada, de la escucha, del olfato, del gusto o del tacto,
entonces pueden asomar los desencantos que luego se van fortale-
ciendo con argumentos o juegos de la razón.
Hay desencanto porque hay cierta perversidad en el ser humano, por-
que los elaborados discursos en lugar de liberar oprimen, porque el
hombre aprendió a ser cicatero y bastante desleal, cicatero para con la
paz, para con la igualdad y desleal no sólo con el amigo, sino que mu-
chas veces consigo mismo. El desencanto por la modernidad es visible
Pesimismo
Sobre el pesimismo se han redactado manuales completos, el apoca-
lipsis es un libro poco optimista por la humanidad, o mejor, por aque-
llos que, aducen, estar siendo intérpretes del creador del universo,
es sí un libro afortunado para mantener un dogma a base de meter
miedo; el dogma de la salvación se hace ver implacable, el final de los
tiempos serán terribles para quienes no se ajusten al credo religioso.
No son escasos los textos que, plenos de pesimismo, han hecho a sus
escritores unas auténticas figuras de los medios de información. En la
política moderna, primero se muestra un panorama desolador y luego
se presenta todo un programa para afrontarlo, aprendieron la lección
de asustar para vender; es claro, el pesimismo es un negocio rentable,
por ello las compañías de seguro y otros engendros que se presentan
como salvadores frente al panorama de riesgos que pueden acaecer.
Pesimismo viene de pésimo y éste del latín pessimus que traduce malo
o que no puede ser peor; es el estado final de lo que en sí no tiene
término medio; así las cosas para un pesimista si es posible que todo
vaya de peor en peor. Se pueden hacer algunas distinciones que elabo-
radas desde la academia o desde la vida cotidiana entregan interesan-
tes apuestas por lo que el pesimismo describe o convoca. Un pesimista
es un sujeto que lee el futuro. En todo pesimista duerme la esperanza.
Ser pesimista es no dejarse atrapar por cantos de sirena. Ser pesimis-
ta es romper los esquemas de la modernidad. El pesimista es el polo a
tierra del idealista. Pesimista es un optimista realista. El pesimista es
un optimista bien in-formado. El pesimista es un optimista que se can-
só de serlo. El pesimista es un optimista experimentado. El pesimismo
nace del miedo a la alegría. El pesimismo son las sábanas de la hu-
manidad. Cuando se cree que las cosas van bien es porque algo se ha
olvidado, dice el pesimista. No tome tan en serio la vida, no es perma-
Control
A ratos perdidos, la modernidad sólo se comprendió en el control,
aquello que representara incertidumbre, inseguridad, desorden, caos
o complejidad fue para el hombre moderno un auténtico problema;
el lema de Comte “Conocer para predecir y predecir para controlar”
sintetiza mejor que nada los sueños y el hambre de la modernidad.
La ciudad
La ciudad constituyó una forma moderna de libertad, pero también de
control, ahí, pese a un desorden dentro del orden, es donde mejor se
establecen formas de autonomía de los ciudadanos. Nos indicó (Ezra,
1999, 21) “Nadie duda de que la gran ciudad es un espacio de anoni-
mato y de desarraigados: pero también, y quizá por eso, de libertad
y de cosmopolitismo”. La ciudad, es donde mejor se expresa la época
moderna por la capacidad de concentración humana y, quizás, por
ser el lugar predilecto para visualizar las transformaciones sociales;
con voluntad o sin ella, a las urbes les subyacen unos desesperos de
sus letargos y una enorme incertidumbre del porvenir; es visible la
dificultad, cada vez mayor, de lograrse algunos controles sobre los
ciudadanos; esa falta de control es lo que menos le agrada a la moder-
nidad, puesto que su máximo esplendor ha rondado en el control, en la
Desesperos
El desespero como estado anímico es alimentado por múltiples pre-
sencias externas e internas, pero que dan cuenta de una dificultad
cuyo horizonte de resolución no es claro. Los psicólogos saben que el
desespero es un desajuste de emotividad que puede alterar la toma de
decisiones. Recordemos que desespero viene del latín desesperar que
es una pérdida de esperanza y la esperanza es una categoría de tiem-
po, en la esperanza esperamos, por lo cual si alguien entra en deses-
pero es porque la esperanza no está a la vista o la oferta de horizonte
es casi impracticable, no se intuye un tiempo mejor.
En las sociedades actuales se encuentran unos desesperos, unos gri-
tos sintetizados en la imposibilidad de dar respuestas al drama de
estar juntos, al dramatismo de la promesa incumplida.
Soledad del sujeto. Parece que la progresión es inversa, mientras
más población mayor soledad del sujeto. Se estimula la acción so-
cial al cabo que se suprime la subjetividad en una especie de sujeto
colectivo que tampoco alcanza a representar al ser, cada vez somos
más individuos que sujetos expresa la psicología social. Un recelo
epocal es que ni se consolidó el sujeto ni la sociedad se cohesionó
en la idea, no tan ingenua ni desinteresada, de progreso, el mito no
cohesionó.
Prosperidad del mercado. Una exagerada prosperidad de los ca-
pitales siguió polarizando a las comunidades, entre mayor dinero y
flujo de capitales mayor número de pobres, a mayor riqueza, más
abandono social. Más dinero no implica mayor felicidad. Esos des-
ajustes no los resolvió la modernidad.
Repudio a lo antiguo. Una ciega creencia en el futuro que, en
el fondo, lo niega; un ausentismo de presente y un repudio a lo
antiguo, termina definiendo al sujeto como un ser en el tiempo,
pero sin ubicación temporal, sin tiempo y sin historia; pese a estar
Falocracia
El predominio del hombre sobre la mujer, la tiranía que sobre ella se
ha ejercido en la historia de la humanidad constituye otro desespero
del pososcurantismo, herencia religiosa sin superar. Hay una especie
de crisis en dichas relaciones de género, una lucha que apenas se va
consolidando, donde la mujer reclama su lugar, y cuando no lo extrae
de las garras del hombre, esas exigencias vienen causando sentidos
comentarios o incluso acciones de fuerza. La caída de la falocracia y
el ascenso de la ginecocracia corresponde a los más sonados gritos de
la modernidad tardía que van pareciendo de posmodernidad, aunque
hay ejemplos de ginecocracia en sociedades primitivas las connotacio-
nes de este ascenso de la mujer en el tercer milenio adquiere otros
sentidos.
Unos movimientos feministas a mediados del siglo XX, pero que
también sucedieron en siglos anteriores, van teniendo potencia y
forma en pleno siglo XXI. Las mujeres del tercer y primer mundo, ―
de países desarrollados y países emergentes―, sí que han padecido
esa estratificación; por suerte, vienen levantando sus figuras para
decirle al hombre no con palabras sino con hechos que el relevo del
macho en su papel protagónico en la tierra va siendo una realidad,
auspiciado por la precariedad machista de comprender el mundo; es
como si se hubiese agotado el discurso y la acción de la falocracia
que va siendo otro desespero de una época que se revuelve en sus
entrañas.
En la mujer descansa la humanidad, devenimos humanidad posible por
la mujer; esto lo acepta la falocracia en poemas, canciones, pinturas
u otras manifestaciones, pero en la vida cotidiana el “macho” de la
modernidad ha creído que sobre él descansa la humanidad y que el
futuro sólo depende de sus despliegues de fuerza. El gran desengaño
de la modernidad es que la falocracia entró en crisis y podríamos estar
ingresando a la ginecocracia, una forma de poder que aún no com-
prendemos ni intuimos qué nos deparará.
La mujer ha de saber que elegir, que adoptar una ruta propia demanda
un romper consigo misma, con la tradición religiosa, política, econó-
mica, ambiental y educativa. Mientras tanto y, siglos han corrido, las
derrotas si vienen siendo compartidas, cuándo no, descargadas en la
mujer. A despecho de los rapsodas hemos relegado la imborrable defi-
nición de Unamuno: El universo es la mujer. A veces, por las prédicas
excluyentes, parece que las expresiones para resaltar a la mujer sólo
obedecen a intereses sexuales; la deuda con la mujer no fue saldada
en la modernidad, pero ella deberá ser consciente que elegir su propio
destino es un riesgo.
La libertad
La arquitectura de la razón parece distanciarse de la arquitectónica
de la emoción cuando de abordar la libertad se trata. De cualquier
forma, la libertad como tema central de la humanidad circuló en libros
antiguos, en tonadas populares, en poemas sueltos, existen elabora-
dos párrafos en documentos sagrados, así los denominan e incluso
en textos profanos también se le rindió y rinde culto a la libertad, tal
vez, más a la palabra que a la concreción. La discusión central es com-
prender cuándo la libertad de ser fin pasó a convertirse en un ramplón
medio. Amarthya Sen centra sus estudios desde la libertad, por eso
quiere resolver la dicotomía al tratarla como medio y fin, es decir si el
fin es la libertad, el medio es ella misma. Designa que cualquier desa-
rrollo debe partir de la libertad, establece (Sen 2000, 19) “El desarrollo
exige la eliminación de las principales fuentes de privación de la liber-
tad: la pobreza, la tiranía, la escases de oportunidades económicas
y las privaciones sociales sistemáticas, el abandono en que pueden
encontrarse los servicios públicos y la intolerancia…”. Revisando sus
razonamientos, por idealistas que parezcan, es cierto que superan el
concepto de visión para tornarse en una necesidad de que la libertad
va tomando camino cuando se empiecen a superar las opresiones eco-
nómicas y, resuelto esto, agregaríamos aquí, aprender a liberarse de
las prisiones culturales, científicas, políticas, educativas y sicológicas.
Sen, premio Nobel de economía, define como tipos de libertad los
siguientes tópicos: la libertad política, las oportunidades sociales, la
seguridad protectora, las garantías de transparencia y los servicios
económicos. De la misma suerte encuentra lo que no es libertad, lo
que constriñe la emancipación, así: la pobreza, la tiranía, la escasez
de oportunidades, las privaciones sociales sistemáticas, el abandono
de servicios públicos, la intolerancia y la excesiva intervención de los
estados represivos. A ojo de buen cubero se resuelve que si los cons-
trictores de la libertad son reventados en mil pedazos y suplidos por
sus opuestos, cualquier sociedad encontrará un verdadero desarro-
llo humano, pues la funcionalidad de la propuesta es que no sólo se
centra en lo económico, le otorga responsabilidad a la práctica de la
solidaridad; también es discutible cualquier resolución dualista porque
podría ser una insistencia ilusa de ofrecer más de lo mismo.
El hecho de que la libertad no se haya consolidado o siquiera im-
plementado en algunas comunidades, deja asomar otro desespero de
modernidad que se traduce en exaspero o deuda de humanidad. Se-
guridad y libertad no parecen compatibles; luego del derrumbamiento
del mito de occidente con la caída de las Torres Gemelas en el 2001, la
sociedad prefiere seguridad así la libertad se restrinja. Indica Vomma-
ro que las fuerzas de seguridad tradicionales se muestran incapaces
de dar respuesta a las demandas de seguridad de los espacios priva-
La posmodernidad
Frente a la poca vitalidad de la modernidad, a su aparente ocaso, se
anuncian otras épocas, unos la llaman posmodernidad, otros moderni-
dad líquida o modernidad alta-tardía, sociedad del riesgo, capitalismo
tardío o cognitivo, en sociología se le conoce como posmaterialismo o,
tal vez, pasó del oscurantismo al pososcurantismo y al neoscurantis-
mo. El movimiento del posmodernismo ha encontrado mayor riqueza
conceptual y estructural en las manifestaciones estéticas. ¿Cuáles son
las libertades de la posmodernidad? Algunos exponen que no hay liber-
tad, sino estados de la misma; otros discuten que es una elaboración
químico-eléctrica del cerebro. La disyuntiva existencial que aún no su-
peramos es lo oscuro de lo moderno. La libertad de la posmodernidad
está por establecerse, quizás por redescubrirse o reconquistarse: se
eligió seguridad para sacrificar dignidad y, por consiguiente, libertad.
La libertad de la posmodernidad es que ni siquiera cree en sí misma.
Hay un debate sobre lo justo, la libertad y la verdad que se viene dan-
do por capas, unas tensiones que se registran entre las comunidades
académicas y en el denominado pueblo. Argumenta (Lyotard 1987, 21):
“El pueblo está en debate consigo mismo acerca de lo que es
justo e injusto de la misma manera que la comunidad de ilustra-
dos sobre lo que es verdadero y falso; acumula las leyes civiles
como acumula las leyes científicas; perfecciona las reglas de su
consenso por disposiciones constitucionales cuando las revisa a
la luz de sus conocimientos produciendo nuevos paradigmas”.
La acumulación como principio básico de la economía y tal vez de la
educación, así fuese denunciada en la educación bancaria, puso a la
modernidad en desesperos, en serios aprietos consigo misma; aun-
que para ser consecuente los pensadores de la posmodernidad aún
no intuyen lo que devendrá de esa fractura, de ese cambio radical que
enfrenta las lógicas de acumulación. No estaría tan seguro como lo su-
giere Lyotard de que el pueblo no quiere acumulación ni universalidad,
tal vez, no es falta de deseo, sino de poder, y esa es una discusión
de posibilidades; ahora, como para ayudar al desconcierto, ni siquiera
hemos caracterizado cómo se identifica el pueblo; sin embargo para
La violencia
La historia de la humanidad parece haberse tejido más desde la violen-
cia que desde el mismo amor; incluso, aseveran algunos estudiosos de
la tecnología que los grandes avances técnicos se deben a los ciclos de
violencia que requieren ser reconstruidos, investigados y afrontados;
por así decirlo, hay una inteligencia en la violencia que despierta al
hombre, que lo obliga a ser ingenioso.
Para América Latina se consagra en el Programa de las Naciones Uni-
das para el Desarrollo (PNUD) que para un desarrollo se requiere erra-
dicar el hambre y la pobreza extrema, lograr la matrícula primaria
universal, promover la igualdad de géneros, reducir las tasas de mor-
talidad infantil, luchar contra el VIH, el paludismo y asegurar la viabi-
lidad medioambiental. Sin menoscabo de la duda, son unos propósitos
valerosos, que por supuesto se alejan de meras probabilidades eco-
nómicas, es decir, no sólo centran el desarrollo humano bajo la lupa
del dinero sino que transversalizan una serie de aspectos que antes no
se tuvieron en cuenta. Para reducir las violencias se piensa en privile-
giar una educación para la paz, una educación para las víctimas, una
educación para la convivencia y una educación para la inclusión. Se
sugiere evitar todas las formas segregacionistas y de injusticia social
tan clamada, pero tan poco practicada como la cobertura de salud, el
fortalecimiento de los mecanismos de protección social, la adopción de
programas de salud alimentaria, de vivienda, de seguridad ciudadana
y el contrarrestar cualquier forma de exclusión social.
Lo anterior corrobora, una vez más, que la palabra o que la norma no
convoca y que puede tornarse tan violenta como cualquier arenga re-
ligiosa o guerrerista. Es necesario que a la modernidad se le pregunte
por sus fracasos, porque de los supuestos avances, presidentes, mili-
tares, religiosos e intelectuales han sabido aprovecharse.
La legítima defensa
Otra de las grandes caídas del pososcurantismo se registra en la ex-
presión defensa que sirvió para decidir el futuro humano. Se aprendió
a defender el patrimonio, los ideales, la patria, el conocimiento, la in-
mortalidad, la verdad, la ética universal e incluso la pertinencia de una
guerra; en dicho período fue cuando mejor se aplicó el concepto de
protección. En nombre de la defensa es que los Estados, de mano de
los militares, consolidaron unos poderes expansionistas para justificar
cualquier acción en contra de otro país o de su misma comunidad.
Por si lo anterior fuera insuficiente, se cargó la expresión poniéndole
legítima para dejarla más plausible: legítima defensa, la cual fue
acogida por constituciones y códigos penales, sin esfuerzo semántico.
La legítima defensa acabó por hundir la esperanza de la humanidad,
echó tierra a los Derechos Humanos y lo que consigo trae. Es legítimo
defender las empresas, los capitales, la dignidad de los mandatarios,
no tanto de las personas comunes, la dignidad de la nación, los pro-
gramas de educación, es legítimo defender el cierre de un hospital o
el bombardeo de una comunidad, es legitimo defender un juico por
traición a la patria o por espionaje; en síntesis en legítima defensa
todo es defendible.
Suena convincente declarar la guerra en nombre de la legítima defen-
sa, es lo que en las últimas décadas supo emprender Estados Unidos
u otros Estados como Israel, Rusia y, por si acaso, algunos países lati-
La resistencia
Resistirse es oponerse, bien a los cercos externos o bien a las elabo-
raciones internas, venidas de los esparcimientos psicológicos que no
siempre se ajustan a los principios de proporcionalidad. La dignidad de
la resistencia, más que un anhelo, es una necesidad.
Es evidente que la modernidad ha hecho resistencia, cuando no, in-
consistencia. La resistencia se ha hecho más evidente en la ciudad,
puesto que allí nos establece (Ezra 1999, 49) que “La ciudad es sobre
todo un estado de ánimo, un conjunto de costumbres y tradiciones,
de actitudes organizadas y de sentimientos inherentes a esas costum-
bres, que se transmiten mediante dicha tradición... es un producto de
la naturaleza y, en particular, de la naturaleza humana”. La ciudad, un
recurso y producto humano es la que, en estos desesperos de moder-
La inteligencia icónica
Hay, sin embargo, un saber icónico, una inteligencia que en el siglo XXI
ha desaparecido otros lenguajes, es otro recelo de la modernidad, el
empobrecimiento de los lenguajes pictóricos, escriturales y orales por
el enriquecimiento de la imagen, del ícono; la dictadura de la imagen.
Sin rodeos lo expone (Piscitelli 2002, 19) “Lo que la avalancha icónica
promete, y exige, son nuevos modelos de generación, procesamiento
y consumo de la información que podrían llegar a poner en cuestión
las bases mismas del decurso racional”. Se desprende de esta obser-
vación muchas suspicacias y hasta siendo veleidoso, preocupaciones
mayores, pues no sólo el discurso racional tambalea, es el mismo con-
cepto de sociedad que podría dar pie a un nuevo pensamiento y, como
tal, a una nueva sociedad; aunque si de algo sirve, vale aclarar que
siempre hemos estado frente a nuevos escenarios; por fortuna ni la
política se restringe a los políticos, la imagen al lenguaje, ni la inteli-
gencia a la tecnología.
Neoscurantismo
Si de nombrar se trata, neoscurantismo es una expresión que se ajusta
a este primer decenio del siglo XXI. Coinciden demasiados aspectos,
es como si continuáramos en una extendida edad media o en la larga
noche de la edad media como lo expresa el profesor Julián Serna. Re-
surge un imperio que todo lo controla, un saboteo de la información,
un aprisionamiento de los Derechos Humanos, un florecimiento de
guerras intestinas, un amodorramiento de la inteligencia, una reconfi-
guración y expansión de un pensamiento religioso-militar, una vuelta
a la escolástica o creencia en la educación, una búsqueda de la ver-
dad para consolidar determinados poderes, la aparición de manuales
para evitar que la gente piense y sólo siga instrucciones, la creciente
corrupción administrativa, la ausencia de solidaridad, la desesperanza
aprendida que cierra a las juventudes, la indebida explotación de los
recursos naturales, la continuidad de la lógica de que los pobres cada
vez son más miserables y, por consiguiente, los imperios más podero-
sos, más ricos.
Habitar los neos es sospechar que se podrían repetir muchos eventos
de otras épocas, algunos acontecimientos se reiteran por nostalgia,
otros por necesidad y muchos se reviven por una presabida configura-
ción del poder que se esconde en la retaguardia de toda resurrección.
El gran desespero del pososcurantismo es que la inteligencia ha ser-
vido para pensar contra sí misma y, claro, contra su gran impulsora:
la modernidad. Los fines de la modernidad como los de la verdad no
parecen los mismos, fingiendo la primera ser una verdad para alcanzar
sus fines y la segunda queriendo ser contemporánea con sus añejados
miedos.
Si en algo nos reposa en una lujuria de desespero, no olvidemos que
todo tiempo pasado fue anterior, jamás será posterior y que tener una
conciencia limpia es un asunto de mala memoria o de una inteligencia
selectiva, propia del neoscurantismo, cuyos agujeros disfrazan la men-
tira de verdad para cumplir sus fines.
“Pero, así es el mundo, tiene la verdad muchas veces que disfrazarse
de mentira para alcanzar sus fines”.
José Saramago
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hacer”.
Johann Wolfgang Goethe
399
Ambiente Jurídico
Facultad de Derecho - Universidad de Manizales
Resumen
El presente trabajo busca comprender mejor un acontecimiento de singular
relevancia para la filosofía del derecho latinoamericana, y que sin embargo
había merecido poca atención bibliográfica: la gira que Hans Kelsen, el teó-
rico del derecho más importante de siglo XX, realizó en agosto de 1949 por
Argentina, Uruguay y Brasil.
Para ello, se examinan los antecedentes que permitieron al Prof. Carlos Cossio
de Buenos Aires, concertar tan importante acontecimiento. Seguidamente, se
reconstruyen los movimientos de Kelsen durante el largo periplo de 67 días.
Las conferencias de Kelsen a Buenos Aires estuvieron precedidas por un sin-
gular entusiasmo de la Escuela Egológica de Cossio, no obstante lo cual el
resultado fue un serio distanciamiento entre ambos. Intentando comprender
este fenómeno, examinamos tres dimensiones: la personal, la académico-
política y la epistemológica.
La hipótesis más plausible para el autor, es que el contexto político-académico
que rodeó el encuentro, es la clave para entender el desenlace sin duda frus-
trante para ambos teóricos.
Palabras clave
Hans Kelsen, Carlos Cossio, teoría pura del derecho, teoría egológica, pero-
nismo, sudamérica
Abstract
This paper seeks to better understand the most important event in Latin
American legal philosophy, which had received little attention in the literature:
the tour of Hans Kelsen, the most important legal theorist of the twentieth
century, through Argentina, Uruguay and Brazil in 1949.
To this end, we examine the background that allowed Prof. Carlos Cossio de
Buenos Aires, realize this important event. Then, we reconstruct Kelsen’s mo-
vements during the long 67 days journey.
Kelsen’s conferences in Buenos Aires were preceded by a singular enthusiasm
from the Egological School of Cossio, notwithstanding that the result was a
serious rift between them. Trying to understand this outcome, we examined
three dimensions: personal, political-academic and epistemological.
The most plausible hypothesis for the author, is that the academic and politi-
cal context surrounding the encounter, is the key to understand the outcome
though frustrating for both theorists.
Key words
Hans Kelsen, Carlos Cossio, Pure Theory of Law, Egological Theory, peronism,
south America.
Oscar Sarlo**
Introducción
Desde el 1º de agosto hasta los primeros días de setiembre de 1949
Kelsen –con casi 68 años- cumplió -junto a su esposa Grete- una ago-
tadora gira por Suramérica, la cual tuvo como epicentro la ciudad de
Buenos Aires, pero luego incluyó actuaciones en las ciudades de La
Plata en Argentina, Montevideo en Uruguay y Río de Janeiro en Brasil.
Fue una gira que en total insumió 67 días y recorrió más de 20.000
kilómetros buscando difundir y defender su teoría del derecho, y res-
paldar a sus discípulos. Durante su estancia en Suramérica dictó unas
doce conferencias, cosechó un doctorado honoris causa y una consulta
profesional de cierta relevancia.
Pero estos resultados estadísticos no reflejan ni cercanamente los
conflictos que se exteriorizaron en los debates que Kelsen mantuvo
con Cossio sobre teoría del derecho, originados fundamentalmente en
fuertes tensiones académicas y políticas que se vivían en el mundo, las
cuales en la Argentina de Perón estaban en plena ebullición, provocan-
do rupturas y distanciamientos personales. Pero entre Kelsen y Cossio
también emergió un choque de personalidades, que se vino a sumar a
una incompatibilidad epistémica difícil de soslayar.
Este viaje de Kelsen fue presentado en su época de diversas maneras.
Para Cossio, Kelsen iba a la Argentina a dialogar con la Escuela Egoló-
gica, pero en el fondo anhelaba envolverlo en la egología; para Kelsen,
se trataba de exponer personalmente su teoría, pero terminó siendo
* Con la expresión “teoría pura”, escrita con minúsculas, aludo al cuerpo de teoría
desarrollado por Kelsen a través de múltiples publicaciones, incluyendo las distintas
ediciones de su Teoría Pura del Derecho, a la cual estaré aludiendo siempre que uti-
lice mayúsculas. Este texto reproduce, como ligeras modificaciones y agregados, el
publicado con el mismo título en: El Derecho en Red. Estudios en Homenaje al pro-
fesor Mario G. Losano, Madrid, Dykinson, 2006, ISBN: 84-9772-625-1, pp. 951-975.
** Abogado, Catedrático de Filosofía y Teoría del Derecho en la Facultad de Derecho
de la Universidad de la República, Uruguay. Investigador Nivel II en el Sistema
Nacional de Investigación e Innovación. Correo: ossarlo@gmail.com
arredró ante los primeros, y supo aprovechar los segundos. Cada exilio
implicó la ganancia de una nueva lengua, nuevos campos científicos,
nuevas culturas jurídicas, nuevos colegas y discípulos. El impacto que
esta experiencia de vida ha tenido sobre su concepción de la ciencia
es impresionante.
Carlos Cossio (San Miguel de Tucumán, 1903, Buenos Aires, 1987) ha-
bía nacido en el seno de una acaudalada familia tradicional, lo cual le
llevó a declarar que “había mucho linaje en mi sangre” (Cossio, 2002).
Tanto en su estilo literario, como en su matriz filosófica, Cossio estaba
en las antípodas de Kelsen.
A diferencia de Kelsen, cultivaba un discurso recargado, lleno de apela-
ciones grandilocuentes, adjetivaciones no siempre justificadas, abun-
dantes metáforas, que distaba mucho del estilo sobrio de la ciencia,
que requiere siempre un uso racional del lenguaje. Citaba permanen-
temente opiniones que elogiaban su obra, y repasaba constantemente
la lista de adherentes. Citaba a diestra y siniestra autores, favorables o
desfavorables, pero siempre adornados por calificativos rimbombantes
(“príncipe de la filosofía del derecho”, “eminente”, “maestro”, “nom-
bre verdaderamente olímpico”, “heraldo”, etc. Curiosamente, Cossio
(1987) censura en Recasens el cultivar ese estilo retórico “sin tasa ni
medida”. Su discurso trasuntaba, en suma, una ontología metafísica,
y una ética idealista de tipo mesiánico. Desde sus primeros escritos,
Cossio se presenta como portador de una visión develadora de las ver-
dades más profundas, y las misiones más trascendentes.
Al igual que Kelsen, su trayectoria académica estuvo sujeta a las vi-
cisitudes políticas, pero de una manera bien distinta. Cossio parece
obsesionado por la idea de ser un filósofo en sentido platónico, esto
es, ser el filósofo que ilumine y oriente a los titulares del poder. Para
apreciar esto, basta repasar los episodios más conocidos:
1932: Cossio dirige una carta al presidente de la República, Gral.
Agustín P. Justo2, sugiriéndole soluciones para el problema univer-
sitario.
1933: Cossio publica el libro “La Revolución del 6 de Septiembre” 3
para “iluminar la conciencia del ciudadano en la comprensión pro-
funda de este acontecimiento” y “servir también al político”. Ante
la posibilidad de que se redactara una nueva Constitución, Cossio
Se aprecia en todo esto una diferencia más que notable: mientras que
Kelsen era un escéptico racional (¿un desencantado?) que conocía el
funcionamiento del poder político desde dentro, Cossio tenía ideas me-
siánicas, y una fe idealista en torno al poder.
Ya tenemos presentados a los protagonistas principales; veamos aho-
ra cómo se gestó y desarrolló el encuentro.
6 El propio biógrafo de Kelsen, Aladar Métall, le asigna una pocas líneas en su biogra-
fía oficial.
7 Se desconoce el paradero de los originales de las cuatro conferencias enviados por
Kelsen desde Berkeley en diciembre de 1949; tampoco se conoce el destino de los
registros magnetofónicos y taquigráficos de las mismas conferencias, así como el
destino de la copiosa correspondencia de Cossio, que hubiera echado mucha luz
sobre todo este asunto.
Argentina. Sin embargo, todo esto está rodeado por tensiones político-
académicas, y una comedia de desencuentros teóricos.
En lo académico, en la Argentina pugnaban distintas corrientes: había
tomistas, seguidores de Carl Schmitt, exiliados de la república espa-
ñola que profesaban ideas de izquierda, y desde luego, un vasto movi-
miento kelseniano. Pero, y esto era lo más grave, los kelsenianos –que
eran mayoría- se dividían en dos grupos importantes y enfrentados. El
primer grupo era sin duda el conformado por Cossio y sus seguidores.
Pero el lanzamiento de la Teoría Egológica como superación de la teo-
ría pura, y la intervención del peronismo en la Universidad argentina,
produjo el apartamiento de un sector de kelsenianos partidarios de la
ortodoxia de la teoría pura, y radicalmente opuestos al peronismo 9;
además, en el plano internacional se identificaban con el orden aliado
triunfante en la II Guerra Mundial que recelaba del peronismo por sus
vinculaciones con el nazismo. Este último grupo, se oponía fuertemen-
te a Cossio por considerarlo un ‘situacionista’ que contemporizaba con
el peronismo, o directamente se le acusaba de ser pro-peronista, dado
su comportamiento bajo la universidad intervenida.
Buscando un arreglo equilibrado, se estableció que Kelsen viajaría bajo
el patrocinio de tres instituciones:
a) La Facultad de Derecho, que representaba el apoyo oficial a la inicia-
tiva (recordemos que la Universidad estaba intervenida), en la cual
dictaría un ciclo de cuatro conferencias bajo el nombre de “Problè-
mes choisis de la Théorie Pure du Droit”, por lo cual percibiría U$S
4.000 10.
b) El Colegio de Abogados de Buenos Aires, entidad que oficiaba como
reducto de la oposición antiperonista, fundamentalmente simpati-
zantes de la Unión Cívica Radical y conservadores. Con ellos se
había acordado una conferencia.
c) El Instituto de Filosofía Jurídica y Social11, presidido por Cossio,
y que nucleaba fundamentalmente a los partidarios de la Escuela
Egológica, con el cual también se había acordado una conferenciaEn
setiembre de 1948 Kelsen obtiene de la Universidad de California
una licencia para preparar sus conferencias (Métall, 1969), luego de
haberle renovado su contratación hasta los 70 años.
mente, tiene lugar una discusión sobre estática y dinámica del derecho
(Kelsen-Cossio 1952:147).
Las tensiones académico-políticas en torno a la visita de Kelsen llegan al
clímax al día siguiente. En efecto, el martes 16 por la tarde, Kelsen asis-
te nuevamente al Instituto Argentino de Filosofía Jurídica y Social para
escuchar la presentación de un trabajo de José Vilanova sobre Vigencia
y validez del Derecho (Vilanova, 1949). El joven discípulo de Cossio, con
sólo 25 años, presenta una crítica frontal a la distinción kelseniana en-
tre norma y regla de derecho (Kelsen-Cossio 1952:132). Luego hay una
mesa redonda en la Facultad, donde prosigue la discusión de la noche
anterior. Al igual que en casi todas las reuniones públicas, estaban pre-
sentes representantes del grupo de kelsenianos ortodoxos antiperonistas
(Perriaux, Soler, etc.), que permanentemente buscaban desacreditar a
Cossio ante Kelsen. Esto, sumado a la caprichosa insistencia de Cossio
para que éste se definiera a favor de la egología (según el testimonio de
Arístegui) termina enrareciendo totalmente el clima. El propio Cossio da
cuenta de esta tirantez consignando que en dicha reunión Kelsen “salpicó
el diálogo con algunas boutades que algunos recuerdan con regocijo y
otros recordamos con mala impresión” (Cossio, 1952:148). Algunos testi-
gos confirman el clima tenso, provocado por el acoso de Cossio buscando
doblegar a Kelsen, lo cual le habría hecho perder a éste la paciencia, todo
lo cual hizo que las relaciones terminaran seriamente afectadas (testimo-
nio Arístegui). Una de las boutades aludidas por Cossio podría correspon-
der a la anécdota que recoge Manuel Atienza (1984:45): a cierta altura
de la discusión, Cossio desafía a Kelsen a que señale un solo ejemplo
de conducta en interferencia intersubjetiva que no fuera derecho, para
probar la no falsabilidad de esta tesis de la teoría egológica; entonces
Kelsen le contestó: “eh bien, mon vieux!; faire l’amour...”, lo cual habría
sido festejado estentóreamente por el grupo anti-cossiano. Este clima de
tensa confrontación es confirmado en la entrevista con Abel Arístegui.
El jueves 25 por la mañana, Kelsen es despedido en el Decanato de
la Facultad de Derecho; están el Decano Carlos M. Lascano y Cossio,
entre otros (Cossio, 1952:87). En las primeras horas de la tarde, Kel-
sen y Sra. parten en un vuelo de la compañía FAMA de aviación, con
destino a Río de Janeiro. Según relata el Prof. Caminos, la Comisión
Oficial llega tarde al Aeropuerto, cuando el avión ya estaba decolando.
En otras palabras: el primer contacto y el último, estuvo en manos de
la ortodoxia kelseniana comandada por sus jóvenes discípulos, Hugo
Caminos y Ernesto Hermida.
2.5 Actividades de Kelsen en Río de Janeiro.
Hasta donde hemos podido averiguar, la visita de Kelsen a Brasil no
estaba en sus planes iniciales, concertándose cuando ya estaba en
Buenos Aires, según parece desprenderse de un comentario de Cossio
(Kelsen-Cossio, 1952:86).
Gracias al testimonio del Prof. Miguel Reale, sabemos que los arreglos
habrían sido realizados por el influyente jurista y político Dr. Bilac Pinto
23
. Cabe suponer que también haya participado en las gestiones y en
su recepción el Dr. Hans Klinghoffer 24, exalumno de Kelsen en Viena,
radicado desde tiempo atrás en Brasil, y muy allegado en su momento
al gobierno de Getulio Vargas.
Ante nuestro requerimiento el prof. Reale relata su contacto con Kel-
sen 25:
“Dessa viagem tive conhecimento tão somente pelos jornais.
Como era natural, fui incontinenti ao Rio de Janeiro para saudá-
lo. Em nosso breve encontro, propiciado por Bilac Pinto, falando
em francês, convidei-o para ir a São Paulo, a fim de proferir uma
conferência na Faculdade de Direito da Universidade de São Pau-
lo, e ser por esta homenageado.
Escusou-se ele, todavia, alegando cansaço, sobretudo depois de
sua experiência com Carlos Cossio, que, segundo ele, pretendera
pôr a teoria pura a serviço de sua teoria egológica...
A visita de Kelsen ao Brasil – tal como se realizou – resumiu-se
em sua conferência no Rio, e em nada contribuiu para aumentar
a já imensa projeção de seu pensamento nos meios jurídicos na-
cionais.”
En una conversación que el prof. Mario Losano mantuvo con el prof.
Reale a nuestro pedido sobre este mismo asunto, fue más específico al
relatar el estado de ánimo de Kelsen. Según su testimonio,
“Miguel Reale telefonò perciò a Kelsen, invitandolo anche a São
Paulo, ma Kelsen gli diede una risposta - mi disse Reale - “del
tipo”: “Sono stufo (mado) del Sudamerica”. Per questo Kelsen non
andò quindi a São Paulo. D’altra parte, a Rio de Janeiro monopo-
lizzarono Kelsen...”
Como vimos, Kelsen había arribado a Río el jueves 25 de agosto, y el
lunes 29 dictó una conferencia ante el Núcleo de Derecho Público de la
23 Olavo Bilac Pinto (1908-1985) Renombrado jurista y político brasileño. Fue miem-
bro del Consejo Director del Instituto de Derecho Público y Ciencia Política, de la
Fundación Getulio Vargas, y juez del Supremo Tribunal Federal (1970-1978). Fue
propietario de la poderosa editorial Revista Dos Tribunais, jurista, diplomático y
político muy influyente.
24 Hans Klinghoffer (Alemania, 1905-Jerusalén, 1990) Era judío y había estudiado con
Kelsen en Viena. Se exilió en Brasil, donde enseñó muchos años. Luego fue contra-
tado como profesor a la U. Hebrea de Jerusalén.
25 Miguel Reale (1910- ) el más importante iusfilósofo brasileño, catedrático de la
Universidad de Sao Paulo.
27 La revista austríaca de Derecho Público, que Kelsen había fundado en 1913, y que
entonces dirigía su ex discípulo Alfred von Verdross.
28 Habría otro gran tema epistemológico por tratar, referido a las decisiones de base,
la intuición básica de la cual parten ambas teorías, lo cual no es un hecho menor:
para Kelsen la intuición básica es la existencia de un poder social que castiga, para
Cossio lo es la libertad. Pero esto excedería largamente los límites de este trabajo.
4. Conclusiones
Los resultados del encuentro de Buenos Aires entre Kelsen y Cossio,
entre teoría pura y teoría egológica han sido evaluados de distintas
maneras; en su momento, los partidarios de una y otra corriente
salieron convencidos de haber salido triunfantes. Pero lo que nadie
tuvo dudas es que no hubo el esperado “giro” kelseniano hacia la
egología.
Miradas más distantes, sugieren que ambas posturas tienen “más co-
incidencias que discrepancias” (Martínez Roldán, 1987:357). Pese a
este notable esfuerzo por reconstruir racionalmente un debate car-
gado de irracionalidad, creemos que la conclusión es otra: el intento
por debatir quedó sepultado por el clima de confrontación preparado
unas veces por el propio Cossio, y otras por los enfrentamientos políti-
cos, muy graves en aquél momento. Más allá de estas circunstancias,
creemos que la alianza entre egología y teoría pura era un proyecto
inviable.
Como aporte a un mejor conocimiento de todas estas circunstancias,
hemos dividido nuestra investigación en tres dimensiones: la personal,
la académico-política y la epistemológica. Las tres dimensiones con-
tribuyen a la idea de que no se trató ni de un diálogo, ni de una mera
exposición de teorías, sino de una confrontación a distintos niveles,
que imposibilitó cualquier acuerdo entre ambos pensadores, aunque
más no fuera mediante un compromiso “anodino”. El propio Vilanova
(1987:328), uno de los más conspicuos ególogos, evaluando 40 años
después aquella polémica, reconoce que
“Cossio [únicamente] podía haber aspirado a que Kelsen aceptase al-
guna fórmula de compromiso – como algunas que luego se han pro-
puesto- como, por ejemplo, que el derecho (objeto de estudio de la
ciencia jurídica) era la conducta en tanto en cuanto contemplada o
prevista por las normas jurídicas. Una fórmula de compromiso más o
menos anodina que hubiese permitido que Kelsen siguiese hablando de
las normas y Cossio de la conducta y hubiese evitado los desagrada-
bles enfrentamientos que se sucedieron después de la edición del libro
Kelsen-Cossio...”.
En el nivel personal, Kelsen y Cossio eran dos personalidades muy
distintas, o mejor, antagónicas, que entendían la actividad científica
de manera muy diferente.
En la dimensión académico-política, se muestra que si el diálogo ya
era difícil por lo apuntado en la dimensión personal, resultó más oscu-
recido por el solapamiento de tensiones políticas muy fuertes, deriva-
das de la confrontación interna entre peronistas y antiperonistas, y la
desconfianza que el peronismo generaba en los aliados de la II Guerra
Mundial, causa con la cual, sin ninguna duda, Kelsen se había compro-
metido fuertemente 29.
Por último, una mirada a la dimensión epistemológica, nos permite
comprobar que de todas maneras, la conciliación o complementación
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Aires: Ediciones Ciudad Argentina.
Fuentes documentales
Video
Registro de las conferencias dictadas en el Encuentro conmemorativo de los
50 años de la visita de Kelsen, por Roberto Vernengo, Héctor Gros Espiell, Da-
niel H. Martins, Hugo Malherbe, Hugo Caminos, Mario G. Losano y Oscar Sarlo,
Sala del Consejo de la Facultad de Derecho, Universidad de la República, el 12
de noviembre de 1999.
Periódicos
Se consultaron las siguientes colecciones: Acción, Montevideo, Uruguay; El
Bien Público, Montevideo, Uruguay; El Debate, Montevideo, Uruguay; El Día,
Montevideo, Uruguay; El Mundo, Buenos Aires, Argentina; El Plata, Montevi-
deo, Uruguay; La Mañana, Montevideo, Uruguay; La Nación, Buenos Aires,
Argentina; Marcha, Montevideo, Uruguay 30
Testimonios
Entrevistas con Eduardo Jiménez de Aréchaga, Eduardo (con el autor, circa
octubre de 1987), Miguel Reale (con Mario G. Losano, 11 y 12 de agosto,
2000; respuesta a un cuestionario del autor, 2004); Abel J. Arístegui (con el
autor); Héctor Gros Espiell (con el Autor, circa 1996).
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