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Universidad de Costa Rica

Facultad de Ciencias Sociales


Escuela de Historia
Curso: Formación Ciudadana III
Profesor: Javier Agüero García
Estudiantes: Danny Agüero * Joshua Serrano

Ideas Centrales del Libro de Furlong contrapuestas con otros autores

1. Una de las tesis principales de Furlong1 en su libro es la desalineación que sufrieron los dos partidos
mayoritarios en la composición de sus seguidores y su base electoral en las últimas elecciones a raíz de
varios factores. Como bien lo señala el autor, el creciente desencanto que atraviesa la sociedad civil
costarricense con respecto al sistema político costarricense, y más específicamente, con la disminución
paulatina del interés de la población hacia las elecciones nacionales (aspecto del sistema político
costarricense al que muchas veces queda reducida la participación masiva de la ciudadanía) se ve reflejado
en diferentes síntomas, que denotan una creciente pérdida de legitimidad por parte del sistema político y de
quienes detentan los principales cargos en la función pública.

Con motivo de lo anterior, los dos partidos mayoritarios en el sistema político costarricense después
de la Guerra Civil del 48 hasta la actualidad (a saber, el Partido Liberación Nacional y el Partido Unidad
Social Cristiana) enfrentan un crisis de legitimidad y una realineación en su base electoral, que ponen en
entredicho la consolidada democracia imperante en nuestro país, e incitan a reflexionar a muchos analistas
y especialistas en política sobre el derrotero socio-político que seguirá el país en un futuro cercano. A pesar
de un sólido apoyo electoral con que contaban a inicios de 2001, las dos agrupaciones parecían prever una
fácil victoria sobre su contrincante.

Sin embargo, el surgimiento de una nueva fuerza electoral puso en entredicho el bipartidismo en
nuestro país, y tuvo un profundo impacto en la sociedad política costarricense, especialmente en los
sectores medios y los intelectuales de nuestro país, descontentos con el accionar de la clase gobernante.
Estamos de acuerdo con el autor, cuando enfatiza el siguiente hecho:

“Es interesante cómo, en febrero de 2001, un nuevo partido y su candidato comenzaron a captar la
atención de la mayoría de los votantes insatisfechos con las dos agrupaciones mayoritarias. Se trata del
Partido Acción Ciudadana (PAC), que había sido creado en diciembre de 2000, y de su líder, Ottón Solís,
quien se transformó en el candidato presidencial de todos aquellos que anhelaban ver cambios importantes
en las políticas públicas y en la ruta que los dos partidos tradicionales había determinado para todos los
costarricenses en los últimos veinte años”2.

1
Furlong, William. Evolución de la democracia costarricense. Partidos políticos y campañas electorales
(1982-2006). -1 ed.- San José, Costa Rica. : Editorial UCR, 2008.
2
Ibídem, pág. 215-216.
1
Al respecto, estamos de acuerdo con otro autor, cuando asevera lo siguiente:

“En otras palabras, que la estabilidad de las lealtades políticas presente en el período anterior
(previo al año de 2001) sufrió una gran erosión y un mayor número de votantes se ha librado de las
ataduras de las divisiones políticas tradicionales presenten en Costa Rica desde fines de los años cuarenta”3.

Esta erosión de la lealtad histórica hacia los partidos constituye un claro síntoma de la
desalineación que padecen los partidos tradicionales en Costa Rica, originado a partir del mayor desencanto
y la apatía de la población hacia esas agrupaciones políticas y la dinámica electoral imperante en la
actualidad.

2. En otra de los puntos principales del autor, se trata el tema del fenómeno del abstencionismo
electoral en Costa Rica, uno de los temas que quizás ha llamado más la atención y ha opacado la mirada
hacia otros puntos de gran relevancia. Sin embargo, vale la pena referirnos a ello para acotar uno de los
asuntos de mayor preocupación para el electorado, pero aún más para la clase política dirigente, que ve
socavada la legitimidad y el apoyo histórico de la población hacia el régimen político existente y pone en
entredicho la persistencia de la dinámica política imperante en el país desde finales de la década de los
cuarenta del siglo pasado.

Muchos analistas han recalcado la existencia de este fenómeno en toda Latinoamérica, y en Costa
Rica no se da la excepción. Furlong en uno más de los analistas que tratan el tema, vigente en el país desde
hace algunos años y acaparador de la atención por parte de algunos desde hace poco tiempo. El autor
recalca muy bien este fenómeno al documentar ampliamente con la ayuda de numerosos documentos, una
ingente labor de recopilación de datos que demuestran con creces este fenómeno reciente síntoma de un
fenómeno social todavía más complejo y profundo.

Según Furlong, existe un creciente sector en la sociedad civil que considera una obligación cívica el
no acudir a las urnas, ya fuera como protesta política ante el sistema político o contra los dos partidos
mayoritarios o ya fuera por puro desinterés hacia los temas políticos 4. Según las estadísticas que presenta,
los niveles de abstencionismo que se habían mantenido por debajo del 20 % desde inicios de la década de
los 60’s, se disparó repentinamente en las elecciones del 98, sobrepasando el 30%, fenómeno que se
acentuó aún más en las siguientes dos elecciones.

Aunado a lo anterior, uno de los datos que más llama la atención es la excesiva cantidad de no
votantes o personas que votan en blanco, que supera con amplio margen el número de votos obtenidos por
el candidato “ganador” de esas elecciones, siendo mayor el porcentaje de posibles electores que no apoyan
a ningún partido en específico (cabe preguntarse, inclusive si apoyan el sistema político en sí) que el apoyo
recibido por cualquier otro candidato. En otras palabras, si en un sistema democrático como el
costarricense ganara la mayoría de votantes por la opción que más les pareció, la opción que ganaría esas
elecciones sería la de “ningún candidato”. Sin duda en un hecho de suma preocupación para los
3
Rojas Bolaños, Manuel. La representación política: ¿en crisis o en transición? En Rovira, Jorge,
Desafíos políticos de la Costa Rica actual, Editor. 1 ed.- San –José, Costa Rica, Editorial UCR, 2007.
pág. 180.
4
Furlong, William. Óp. Cit. pág. 223.
2
gobernantes y la clase política dirigente, que llegan al poder dejando serias dudas sobre su legitimidad y la
forma en que llegaron al poder.

Por tal razón, es elocuente la aseveración que realiza Vargas Salazar cuando afirma lo siguiente:

“Una muestra dramática de esta circunstancia que vivimos hoy los costarricenses es el
debilitamiento de la institución del sufragio-base de la institucionalidad democrática-minada, precisamente,
por la apatía, la incredulidad, la desilusión y el rechazo, siendo una evidencia de ello el crecimiento del
abstencionismo electoral, el acelerado empobrecimiento de la participación ciudadana en los partidos
políticos y la fragilidad- cuando no inexistencia- de un auténtico compromiso partidario”5.

3. La tercer idea que consideramos esencial para entender la dinámica electoral del país en materia
de bipartidismo Furlong la evidencia en la caída de este dentro de los comicios celebrados para el 2002,
gracias al ascenso de un nuevo partido político, el PAC. Dentro de un análisis elaborado con anterioridad,
algunos analistas pronosticaban esta situación debido a la falta de diferencias ideológicas entre el PLN y el
PUSC, asociada esta idea a una ola de corrupción marcada a finales del siglo XX y principios del XXI,
llegando a registrar una marca record de abstencionismo con 31.16% en la primera ronda y 39.78% en la
segunda para las elecciones del 2002. Como resultado existe una pérdida de credibilidad de la población
hacia estos partidos. Según Furlong el Partido Liberación Nacional estuvo al límite de encontrarse
desarticulado, sin embargo, gracias a la figura de Oscar Arias el partido encontró nuevamente la cohesión,
sin embargo, el partido que parecía encontrar su afianzamiento y que desbancaba a PLN del oficialismo,
como lo fue el PUSC gracias a sus dos elecciones consecutivas para el ejecutivo, tuvo en este periodo el
fantasma de la desarticulación, asociado a los escándalos de corrupción de dos expresidentes de este
partido, asociado a la pérdida de popularidad de Abel Pacheco al finalizar su mandato.

Para Furlong un partido minoritario, el PAC, obligó a realizar la segunda ronda electoral, lo que
nunca antes había ocurrido en la moderna vida política costarricense.6

Con las elecciones del 2002 termina el bipartidismo. Por primera vez, PUSC y PLN se ven
obligados a ir a una segunda ronda electoral, pues el apoyo hacia un tercer partido, el Partido Acción
Ciudadana (PAC), les impide alcanzar el 40% mínimo de los votos válidos exigido 7…tanto en el nivel
geográfico como social, este periodo marca el final de una era dominada por los dos partidos
tradicionales de Costa Rica, mostrando una base social inestable y que las pérdidas geográficas de uno
dejaron de ser capitalizadas por el otro, es decir, dejaron de ser complementarios8

Este es sin duda un hecho que define la orientación de la vida política de Costa Rica, sin embargo,
muchos autores ven este comportamiento como un acontecimiento favorable y positivo, para la renovación

5
Vargas Salazar, Guillermo. Análisis de nuevas actitudes frente al fenómeno electoral:
abstencionismo, no alineamiento partidario y falta de compromiso partidario del votante. En ¿Hacia
dónde va Costa Rica? Sistema político y escenarios de gobernabilidad democrática para la próxima
década 2010-2020. pág. 145.
6
Furlong, William. Óp. Cit. pág. 253
7
Rodríguez, Florisabel, Et. Al (2005). El Final del Bipartidismo en Costa Rica: un retrato electoral 1994-
2002. En Revista de Ciencias Sociales. No 109-110, Vol. 1. Universidad de Costa Rica. pág. 16
8
Óp. Cit. pág. 29.
3
de una clase política que estaba necesitando una sustitución, caracterizada por ideas nuevas y propuestas
que consideran sectores importantes del país que fueron olvidados por la política tradicional que venía
tomando las riendas sin una marcada oposición.

Bibliografía

.
• Furlong, William. Evolución de la democracia costarricense. Partidos políticos y campañas electorales
(1982-2006). -1 ed.- San José, Costa Rica. : Editorial UCR, 2008

• Rodríguez, Florisabel, Et. Al (2005). El Final del Bipartidismo en Costa Rica: un retrato electoral 1994-
2002. En Revista de Ciencias Sociales. No 109-110, Vol. 1. Universidad de Costa Rica. págs. 15-29

• Vargas Salazar, Guillermo. Análisis de nuevas actitudes frente al fenómeno electoral: abstencionismo,
no alineamiento partidario y falta de compromiso partidario del votante. En ¿Hacia dónde va Costa
Rica? Sistema político y escenarios de gobernabilidad democrática para la próxima década 2010-2020.

• Rojas Bolaños, Manuel. La representación política: ¿en crisis o en transición? En Rovira, Jorge,
Desafíos políticos de la Costa Rica actual, Editor. 1 ed.- San –José, Costa Rica, Editorial UCR, 2007.

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