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¡EL FIN DEL MUNDO SE ACERCA!

EL DÍA DEL JUICIO QUE EL DIOS SANTO TRAERÁ SERÁ EL


21 DE MAYO DEL 2011

EL DÍA DEL JUICIO es algo a lo que los seres humanos temen y es el día en el que
Dios destruirá al mundo a causa de sus pecados. El mundo tiene razón cuando
piensa que el Día del Juicio vendrá. La Biblia nos da la información correcta y
precisa en lo que a ese Día se refiere.

La Biblia es el Libro Santo escrito por el Dios Santo, Creador de este hermoso
mundo. La Santa Biblia es sin duda un libro muy antiguo, y fue terminada hace
unos 1,900 años aproximadamente. En sus lenguas originales (principalmente el
hebreo y el griego) nunca ha sufrido ninguna modificación, y todas y cada una de
las palabras sin excepción en esas lenguas originales proceden de la boca de Dios.

La Biblia se divide en dos partes (el Antiguo y el Nuevo Testamento), y cada una de
esas partes está dividida en muchos libros. Cada libro se divide en capítulos, y cada
capítulo se divide en versículos. Uno de esos libros se llama Segunda de Timoteo (2
Timoteo). En el capítulo 3, versículo 16 (2 Timoteo 3:16) de este libro, el Dios Santo
nos dice:
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia.

En Jeremías 36:1-4, Dios da un ejemplo de cómo fue escrita la Biblia:


Aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que vino esta
palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: Toma un rollo de libro, y escribe en él
todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las
naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.
Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada
uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado. Y llamó Jeremías a
Baruc hijo de Nerías, y escribió Baruc de boca de Jeremías, en un rollo de libro,
todas las palabras que Jehová le había hablado [el rollo de libro es la Biblia].
El Dios Santo es mucho, pero mucho más grande de lo que nuestras mentes
humanas pueden apenas explicar o concebir. En Génesis 1:1 Dios declara:
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

La Santa Biblia es un libro escrito para nosotros con el fin de que podamos
conocer a ese Dios Santo que creó este hermoso universo incluyendo todas las
plantas, animales, aves y criaturas marinas, y al hombre que fue creado para que
tuviera dominio sobre esta tierra. En realidad, no existe ningún ser que pueda
compararse con el Dios Santo, que tan sólo hablando hizo surgir toda clase de
plantas, animales, criaturas marinas, y al hombre, el sol, las estrellas, etcétera. Por
ejemplo, el Dios Santo nos dice en Su Santa Biblia en Génesis 1:24-26:
Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y
serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. E hizo Dios animales
de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se
arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. Entonces dijo
Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Las personas de este mundo, a las que conocemos como “la humanidad”, fueron
creadas para tener dominio sobre esta tierra. Dios dio leyes según las cuales
podemos vivir del modo más feliz y más sabio posible. Sin embargo, El advierte
que la infracción de esas leyes es pecado, y el pecado acarrea el castigo de Dios. La
Biblia declara en Romanos 6:23: Porque la paga del pecado es muerte…
La Biblia enseña que hay un solo Dios. La Biblia dice en Deuteronomio 4:39:
Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo
y abajo en la tierra, y no hay otro.

Por el hecho de ser tan grande y glorioso, Dios se da a conocer a través de muchos
nombres diferentes. Cada nombre nos dice algo acerca del carácter glorioso y de la
naturaleza de Dios. Por ese motivo, en la Biblia encontramos nombres tales como
Dios, Jehová, Cristo, Jesús, Señor, Alá, Espíritu Santo, Salvador, etcétera. La
palabra que se usa para Dios en todas las Biblias en idioma árabe es “Alá”.
Nombres tales como Jehová, Jesús, Salvador, y Cristo señalan particularmente
hacia Dios e indican que las acciones compasivas y gloriosas de Dios son el único
medio por el cual podemos obtener el perdón de todos nuestros pecados y la vida
eterna.
Este perdón fue posible porque Cristo cargó con los pecados, sin excepción, de
todos aquellos a quiénes El habría de salvar de la ira de Dios. La Santa Biblia
describe esta acción maravillosa por medio de la demostración que hizo Jesús - que
nunca dejó de ser Dios - cuando fue ejecutado en la cruz en pago por esos pecados.
Posteriormente, Él se levantó de la muerte y regresó al cielo.

Ésa es la razón por la que la Biblia tiene tanto que decir con respecto a los que
ponen toda su confianza en Cristo, que hizo toda la obra que era necesario hacer
para la salvación de ellos.

Para más información sobre este tema, ustedes pueden solicitar una copia gratuita
de Tengo la Esperanza de que Dios me Salve.

Muchos libros se han escrito acerca de la Biblia, o son considerados como


adiciones hechas a la Biblia, como por ejemplo, el Libro de Mormón. Pero por muy
antiguos y prestigiosos, y por muy bien aceptados que sean como santos esos libros,
ningún libro aparte de la Biblia fue escrito por el Propio Dios, ni es Santo como sí
lo es Santa la Biblia. Dios advierte en Apocalipsis 22:18:
Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno
añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este
libro.

La palabra “plagas” en este versículo hace alusión al castigo de muerte y


destrucción que les sobrevendrá a todos aquellos que pecan. La Biblia enseña que,
a pesar de que Dios ama a este mundo que fue creado por El en Su infinita
sabiduría, la ley Divina exige que todo aquél que peca sea castigado con la muerte.
La Biblia dice en Ezequiel 18:20: El alma que pecare, esa morirá. En Romanos
3:10 la Biblia declara: No hay justo [que no ha pecado], ni aun uno.

El Propio Dios también está obligado a obedecer Su ley y puesto que todas las
personas del mundo son pecadoras, Él tendrá finalmente que destruir este mundo.
Es evidente que el pecado en el mundo se ha acrecentado en gran manera. La
Biblia advierte en Jeremías 25:33:
Y yacerán los muertos de Jehová en aquel día desde un extremo de la tierra hasta
el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol
quedarán sobre la faz de la tierra.

Sin embargo, la Santa Biblia nos dice que el Dios Santo es un Dios de gran
misericordia, compasión y amor. Y por esa razón, El nos ha dado a conocer con
anticipación a la destrucción, la fecha exacta del Día del Juicio. La Biblia nos dice
en Amós 3:7:
Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los
profetas.

Por consiguiente, nosotros podemos saber ahora, a partir de la Biblia, la fecha


exacta y muchos detalles del plan de Dios en cuanto a la destrucción que habrá de
venir sobre el mundo entero.

Mientras haya tiempo podemos clamar a Dios muy humildemente y pedirle que
tenga compasión y misericordia de nosotros. Y puesto que Dios es tan
misericordioso, es posible que Él pueda perdonar a quien con toda humildad le
está pidiendo clemencia. Dios promete, por ejemplo, en Sofonías 2:3:
Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su
juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día del
enojo de Jehová.

El Dios Santo nos muestra que Él sí es totalmente capaz de enviar destrucción


sobre el mundo entero a causa del pecado. La Santa Biblia nos informa acerca de
este hecho asombroso en Génesis 6:12-13:
Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había
corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de
todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo
los destruiré con la tierra.

Al estudiar cuidadosamente la Biblia aprendemos que en el año 4990 A.C. (antes


de Cristo) Dios envió un diluvio y destruyó toda la tierra con excepción de ocho
individuos y de los animales que estaban con ellos. Esos individuos no fueron
destruidos porque Dios los puso a salvo en el arca. Su líder, Noé, obedeció la orden
de Dios de construir un barco enorme, llamado “arca”, que medía
aproximadamente 450 pies (137 metros) de largo.

La Santa Biblia nos dice en Hebreos 11:7:


Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían,
con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al
mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
Siete días antes del comienzo del Diluvio que cubrió por completo toda la tierra,
Dios le ordenó a Noé que les advirtiera a las gentes del mundo que tenían siete días
para entrar en el arca y ponerse a salvo. La Santa Biblia nos dice que el día 17 del
segundo mes de ese año, Dios cerró la puerta del arca. Y entonces, el Diluvio
comenzó a cubrir por completo la tierra entera.

Unos 5,000 años más tarde, Dios escribió en Su Santa Biblia, en 2ª Pedro, capítulo
3, acerca de esta destrucción mundial por medio del agua en los días de Noé. Y en
ese mismo capítulo se advierte que vendrá un día en el que el Dios Santo destruirá
el mundo entero por medio de fuego. Todo este universo nuestro será destruido
para siempre. En medio de estas dos declaraciones de destrucción mundial a causa
del pecado, Dios dijo algo muy importante. Dios declaró en 2ª Pedro 3:8:
Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y
mil años como un día.

Dios escribió en la Santa Biblia en Génesis 7:4:


Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y
cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice.
Dios añadió en Génesis 7:10-11:
Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra. El año
seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel
día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos
fueron abiertas.

El arca que Noé construyó era el único lugar donde era posible ponerse a salvo de
la destrucción del Diluvio. De igual manera, la misericordia compasiva de Dios es
el único lugar donde podemos ponernos a cubierto de la destrucción que vendrá en
el Día del Juicio.

En 2ª Pedro 3:8, que fue citado anteriormente, el Dios Santo nos recuerda que un
día es como 1,000 años. Por consiguiente, entendiendo correctamente que los siete
días mencionados en Génesis 7:4 pueden considerarse 7,000 años, vemos que
cuando Dios le dijo a Noé que había aun siete días para escapar de la destrucción
mundial, también le estaba diciendo al mundo que habría exactamente 7,000 años
(un día equivale a 1,000 años) para escapar de la ira de Dios que vendrá cuando Él
destruya el mundo en el Día del Juicio. El Dios Infinito es omnisciente, y por ese
motivo, Él conoce el fin desde el principio, y Él sabía que el mundo llegaría a ser
muy pecador.

Siete mil años después del 4990 A.C. (que fue el año del Diluvio) nos llevan al año
2011 D.C. (de nuestro calendario).
4990 + 2011 – 1 = 7,000
[Al pasar de una fecha del calendario del Antiguo Testamento (A.C.) a una fecha
del calendario del Nuevo Testamento (D.C.) se debe restar un año porque el año
cero no existe]

De este modo, Dios nos está indicando, por medio de las palabras de 2ª Pedro 3:8,
que El quiere que nosotros sepamos que Él planea destruir el mundo de una vez y
para siempre exactamente 7,000 años después de haber destruido al mundo por
medio del agua en los días de Noé. Y como el año 2011 D.C. ocurrirá exactamente
7,000 años después del 4.990 A.C., que fue el año del comienzo del diluvio, la Biblia
nos ha dado evidencia absoluta de que en el año 2011 tendrá lugar el fin del mundo
durante el Día del Juicio y en el último día del Día del Juicio.

De manera asombrosa, el 21 de mayo del 2011 será el día 17 del segundo mes del
calendario bíblico de la época actual. Recuerden que las aguas del diluvio también
comenzaron el día 17 del segundo mes en el año 4990 A.C.

La Santa Biblia nos da otras pruebas sorprendentes que indican que el 21 de mayo
del 2011 es muy exacto en cuanto a la fecha para el Día del Juicio. Para obtener
más información sobre este tema, ustedes pueden pedir una copia de Ya Casi
Llegamos, que Family Radio ofrece sin costo alguno.

Dios nos está demostrando que lo que hemos aprendido del plan cronológico que
Él trazó en la Biblia para el fin del mundo es muy exacto.

SUBLIMES SON LA COMPASIÓN Y LA MISERICORDIA DE DIOS

Dios en su Santa Biblia nos ha dado un ejemplo muy hermoso de Su misericordia


compasiva. En la Santa Biblia se encuentra un libro titulado Jonás. En él, Dios nos
relata acerca de una ciudad corrupta con una población de más de 120,000
personas que existió hace unos 2,800 años. Su nombre era Nínive, que era la capital
de la nación de Asiria y que no tenía ningún conocimiento de la Biblia. Pero a
causa de su corrupción y debido a que Dios es misericordioso, El envió a esa
ciudad un profeta llamado Jonás. El mensaje de Jonás de parte de Dios para ellos
decía que al cabo de 40 días toda aquella ciudad sería destruida.

La ciudad entera creyó de todo corazón – y muy apropiadamente - que esta


advertencia venía de Dios. Y por ese motivo, desde el rey hasta el siervo más
humilde, todos se arrepintieron, es decir, se apartaron de sus pecados y de su
orgullo. La Santa Biblia nos dice que se vistieron de saco y se sentaron sobre
ceniza, indicando con eso que estaban plenamente conscientes de que con sus
pecados habían deshonrado a Dios en grado sumo. Vestirse de saco y sentarse
sobre ceniza era un acto de humillación muy grande que ponía claramente de
manifiesto ante Dios y ante toda la gente lo muy humillados que se sentían por sus
pecados contra el Dios Santo. Este acto demostraba que ellos reconocían ser
merecedores de que Dios los destruyera a causa de sus pecados.

Pero tal vez había esperanza de que el Dios Santo se arrepintiera y se apiadara de
ellos. La Biblia nos dice en Jonás 3:6-9:
Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su
vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar
en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales,
bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino
cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase
cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se
volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?
En respuesta a esa humillación tan cabal leemos de la misericordia fabulosa e
incomprensible de Dios para con esa gente extremadamente pecadora. Dios nos
dice en Jonás 3:10:
Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió
del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.
La ciudad pecadora de Nínive por entero se volvió de sus malos caminos y con
gran humildad clamó a Dios pidiendo misericordia, y por ese motivo, el Dios Santo
se arrepintió y no los destruyó.

Lamentablemente, la Santa Biblia nos dice que solamente un pequeño por ciento
del mundo actual va a apartarse de sus malos caminos, y va a clamar a Dios
pidiendo misericordia con gran humildad y temor. No obstante, la Biblia nos
asegura que muchas de esas personas que le pedirán a Dios misericordia no serán
destruidas. La Biblia nos enseña que el Dios Santo planea rescatar a 200 millones
de personas aproximadamente (es decir un 3% de la población actual). En el
primer día del Día del Juicio (el 21 de mayo del 2011), esas personas serán
raptadas y llevadas al Cielo por la gran compasión que Dios habrá tenido de ellas.
Es por eso que podemos estar tan agradecidos de que Dios nos haya avisado con
antelación del Día del Juicio. Siendo Dios tan misericordioso, es posible que Él
también tenga compasión de ustedes. La Santa Biblia dice en el Salmo 51:17:
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado
no despreciarás tú, oh Dios.
Y en el Salmo 51:1-3 el Dios Santo nos muestra la actitud que debemos tener
cuando oramos suplicándole misericordia:
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de
tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame
de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre
delante de mí.

Lamentablemente, no es a tu religión ni al sacerdote ni al pastor ni a tu guía


espiritual a quien puedes acudir para buscar ayuda. Esas personas también deben
pedirle a Dios que tenga misericordia de ellas. Éste es un asunto entre el Dios
Santo y tú solamente. Dios conoce cada uno de tus pensamientos, de tus palabras, y
de tus acciones. Abandona tus pecados y pide, suplica e implora humildemente a
Dios que te perdone.

Y dale gracias a Dios de que en Su gran misericordia te haya dado esta advertencia
de la destrucción que se aproxima, y la gran esperanza de que tú también podrías
ser uno de aquellos a quienes Dios llevará al Cielo para estar con El eternamente
gozando de la felicidad y de la gloria más excelsas. El Dios Santo en la Santa Biblia
nos enseña en Lucas 18:10-14:
Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El
fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias
porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como
este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas
el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se
golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste
descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se
enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

¡Que Dios tenga misericordia de ti como lo hizo con ese publicano!

Para mayor información con respecto a los detalles del fin del mundo, están
invitados a escribir a Family Radio, Oakland, California 94621, Estados Unidos de
América, para solicitar sin costo alguno los siguientes libros, o bien, verlos en
nuestro sitio en Internet, www.familyradio.com

Tengo la Esperanza de que Dios me Salve


¡Ya Casi Llegamos!
¡A Dios sea la Gloria!

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