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Ya están en puerto venezolano los tanque rusos T–72

Sigue el despliegue táctico contra los… “Objetivos Militares”

Rafael Rivero Muñoz Caracas, 120511

“… Juzga tanto los peligros inherentes a las


ventajas, como las ventajas implícitas en los
peligros…”

Sun Tzu (Siglo V AdC)

En este particularmente dinamizado desempeño del genio militar


revolucionario del teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías, donde
sobre el terreno de los hechos y en una habilidosa combinación de
circunstancias en el desaforado disfrute –no así el ejercicio– de la
superior magistratura del país, se anulan de hecho y de derecho las
conocidas, aceptadas y otrora vigentes diferencias entre la
concepción y el hacer de lo político civil, para imponer otra, una
atención y tratamiento exclusivo y excluyente; válido únicamente
en el campo y el ámbito de lo militar.

Posiblemente, visto el silencio, la inacción y tolerancia tanto de los


conocedores como de los operadores en esta vigente dinámica de la
oposición política, sea del interés de los expertos y estudiosos de
esos asuntos en Venezuela, considerar algunos detalles.

Y quizás de esas sus apropiadas y profesionales consideraciones


ulteriores, pudieren derivar planteamientos y explicaciones de más
adecuada comprensión para el resto de los moradores del territorio,
quienes ahora por cierto y como derivado de ese determinante y
excluyente desempeño militar, son asumidos y consideradas sus
individualidades y colectivos, exclusivamente desde la perspectiva
del binomio amigo/enemigo, propia a la óptica y al desempeño
militar en un campo de batalla.

Ello, de acuerdo a una sostenida continuidad en el desarrollo y en el


asentamiento a lo largo de los últimos doce años, de seis
determinantes por lo menos; suficientemente evidenciadas y en
proceso de franca consolidación:

1) Las modalidades adoptadas para la canalización y por esa vía


para la programada dotación de equipamiento militar (fusiles,
ametralladoras, armas cortas, explosivos, granadas, municiones,
sistemas de comunicación y transporte) a las agrupaciones
declaradas y reconocidas como afectas e incondicionales al régimen
y organizadas en grupos de choque (La Piedrita, Alexis Vives, Los
Tupamaros, entre otros) y hacia las otras organizaciones, nacionales
y extranjeras, ya estructuradas y operando como unidades
paramilitares asentadas dentro y fuera el territorio (FARC, ETA,
FBL). A tenor están entre otras:

Las denuncias públicas de los ministros del Ejecutivo, los generales


Lucas Rincón Romero por Interiores y Justicia y Jorge García
Carneiro por Defensa, publicadas el 27/07/04 sobre el extravío de
varios almacenes militares (el más importante de ellos el
Cedeimague en Puerto Cabello, Carabobo) de lotes separados para
un acumulado de cien (100) toneladas de explosivos (entre estos se
cuentan por millares las barras del explosivo plástico C4, los
cientos de unidades de detonadores eléctricos y no eléctricos y
varios cientos de metros cordón detonante).

La posterior y más reciente explosión en los depósitos de CAVIM en


Maracay el 30/01/11, donde las informaciones ulteriores
suministradas por los vecinos del área a los medios de
comunicación, señalando un extraordinario movimientos de
camiones y de personal en altas horas de la noche al interior de los
almacenes y poco antes de ser declarado ese incendio que luego
produjo la enorme deflagración seguida de múltiples explosiones
menores en tres de los galpones para el almacenaje de insumos
militares. Entre otros ítems se almacenaban en ese espacio fusiles y
armas cortas nuevas, municiones para armas individuales y
granadas para morteros, etc. En ambos casos de desaparición de
esa significativa cantidad de suministros militares, el gobierno
guarda un silencio absoluto; no se mencionan resultados de las
investigaciones si es que éstas han sido realizada o sobre
cualquiera fuere la recuperación de parte de esos equipos militares;
más aún, declaran los vecinos habitantes del área circundante,
cuyas casas y apartamentos fueron afectadas por las explosiones:
“… ni siquiera han sancionado o destituido a los generales
responsables en la administración de esos depósitos…”.

De considerar en este asunto los conocidos iniciales repartos de


armas en la población civil, tanto de los frustrados golpes de Estado
del 4F y 11N; luego ya en gobierno Hugo Chávez, las sucesivas
intervenciones sobre uno y otro cuerpo de policía nacional y
regional; el decomiso de significativos lotes de armas a esos
cuerpos policiales y su ulterior canalización hacia los grupos civiles
de apoyo; el agregado de los equipos militares individuales que
entran al país y que son distribuidos entre la población civil una vez
importados, lícita o ilícitamente, por una u otra entidad oficial;
agréguese la suma de los suministros que se negocian en el
floreciente mercado negro de armas individuales y municiones.

2) La dotación a las fuerzas militares del país y sus órganos


auxiliares directos (Milicias), de cientos de viejos equipos bélicos
pesados reciclados, tanques rusos; equipamiento militar
concebidos, fabricados y habilitados en su momento, para su
despliegue en las operaciones de guerras de tercera generación en
la aplicación de su gran poder de destrucción sobre espacios físicos
–campo, terreno e infraestructura física militar– dentro del
oficialmente declarado y reconocido por las partes beligerantes
como: Teatro de la Guerra. 3) Independiente de las limitaciones
físicas y estructurales del terreno en la Venezuela de 2011,
momento y objetivos tácticos militares en la ejecución del proyecto
y sobre todo el territorio bajo dominio de esa particular concepción
del disfrute de los signos exteriores de poder, el desplazamiento,
despliegue, aplicación y potencial empleo indiscriminado de las
capacidades de fuego tanto de las unidades y contingentes
castrenses y sus órganos tácticos auxiliares (punto 1), como de las
maquinarias, los equipamientos e insumos bélicos pesados (punto
2) contra “Objetivos Militares” para la destrucción de la
infraestructura física y en la indiscriminada aniquilación de
oponentes, el objeto de las regulares operaciones militares para la
eliminación de todo foco de resistencia.
4) Reactualización y puesta a punto de la conocida Doctrina de
Seguridad Nacional de la era bipolar, donde como se recuerda, se
definió e impuso en su momento la identidad y la existencia del
enemigo interno y operando dentro de las fronteras del territorio
nacional contra el gobierno.

5) La redefinición y aplicación del concepto de “Objetivo Militar”,


cuando en calidad de ello se asimila a cualquiera sea la
individualidad o el colectivo civil desarmado, distinto y ajenos a las
huestes o fieles que apoyan la revolución y a su líder. Se trata del
más novedoso de los derivados revolucionarios en la adaptación
“estratégica” de la Doctrina de Seguridad Nacional, con esta
definición, caracterización, imposición y satanización de todos y
cada uno de los miembro de la comunidad de habitante del
territorio –permanentes o en tránsito– conocidos hasta ahora como
individualidades y colectivos de la población civil desarmada,
quienes ahora son considerados al igual que cualquiera otra fuere la
infraestructuras físicas o el equipamiento militar de defensa o de
ataque y pasan de hecho a ser asumidos y considerados por las
unidades de y en combate como “objetivos militares” y dentro de
este circunstancialmente habilitado Teatro de la Guerra; como
queda referido, destinado casi en exclusiva, al aseguramiento y
lucimiento del liderazgo y para disfrute de los signos exteriores de
poder del revolucionario Hugo Rafael Chávez Frías.

6) Sobre este amplio y habilitado Teatro de Guerra, Venezuela, la


convocatoria a un generalizado zafarrancho de combate de
sostenido enunciado discursivo en la voz del propio líder del
proceso, para esta guerra definida como de cuarta generación; que
de hecho y de derecho, tal arenga se interpreta y ha de ser tomada
como punto de inicio de las hostilidades con esta determinación de
linderos del Teatro de Guerra que abarca en sus efectos, a todo el
territorio nacional; con la particularización y el señalamiento
expreso, como queda descrito, de los “Objetivos Militares”, a la
sazón, todo aquel ser viviente morador o en tránsito en el territorio
de Venezuela y mientras éste no haya dado voluntarias
demostraciones públicas de una absoluta y total sumisión;
sometimiento o vasallaje que debe ser ratificando periódicamente
en todos y cada uno de los actos de adoración al líder de la
revolución: Hugo Rafael Chávez Frías

En definitiva

Se trataría en todo caso de una operante “concepción doctrinal”


derivada tanto de las experiencias, enseñanzas y órdenes del único
guía espiritual de la revolución bolivariana, Fidel Castro Ruz, como
de la obra en avanzado proceso de ejecución y consolidación, en
manos y por manos del designado líder revolucionario, a la sazón,
recordemos, un teniente coronel quien décadas atrás fuera
reprobado dos veces en el curso de Estado Mayor pero quien, sin
embargo, fuera promovido para el disfrute de todos sus derechos
profesionales por quienes en su momento, con rangos iguales y/o
superiores a los de oficiales generales, ejercieron los mandos
profesionales de la Academia Militar de Venezuela. Si fuere ello
materia de interés para los estudiosos de la vieja política y del
ahora adaptado y adoptado desempeño militar revolucionario
venezolano, serían de considerar sus evidentes e inapelables
efectos directos sobre todas y cada una de las individualidades y de
los colectivos en la comunidad venezolana. Para este hecho militar
y sobre el revolucionario estribillo “Patria, socialismo o muerte”, no
existen neutrales; independiente del estrato social y número de
integrantes, queda dividido al país en dos mutuamente excluyentes
grupos; en un bando, los movilizados afectos y permanentes
adoradores del indiscutido líder Hugo Rafael Chávez Frías, en el
grupo contrario, los genéricamente identificados y satanizados
como: Los “Objetivos Militares”.

Equipamiento Ad Hoc

Vista la reciente llegada a Puerto Cabello del primer lote de pesados


tanques T-72 adquiridos en Rusia, cuyas particulares características
bélicas o su equivalente:

Han sido de reconocido empleo por uno y otro gobierno en el


pasado, para el tratamiento y la atención de conflictos civiles –
frente y en contra de aglomeraciones violentas o no de sectores de
la población civil en franca rebeldía–

Las propias y muy particulares al terreno en un eventual


desplazamiento sobre las vías de comunicación urbanas e
interurbanas o su despliegue táctico en una u otra sea la ciudad
venezolana.
Fuere en la aplicación de las capacidades de los T-72 en una
reacción bélica contra equivalentes fuerzas militares, cosa que se
estima absolutamente improbable; fuere como asumimos desde
nuestra perspectiva, la acción, que se materializa en la eventualidad
del despliegue sobre el verdadero objetivo de su adquisición; a
imagen y semejanza de muchos de los conocidos ejemplos en la
historia del despliegue de estos tanques T-72 o su equivalente
durante el siglo XX y luego de terminada la Segunda Guerra
Mundial, tales serían: Budapest 1956, Praga 1968, Tian’Anmen
1989, Lituania 1991, Moscú 1991.

Hoy, mientras se redacta esta nota, con Bachar al Assad y su


despliegue de tanques contra civiles en las ciudades sirias de Dael,
Tajar, Jassem y Al-Homs

http://www.rtve.es/alacarta/videos/revueltas-en-el-mundo-
arabe/ejercito-sirio-bombardea-barrio-homs-tercera-ciudad-del-
pais/1097078/
Características de equipo y particularidades de terreno, fue el tema
de la nota anterior que fue abordado en 25.000 caracteres:
http://rriverom.wordpress.com/2011/05/13/un-programado-azimut-
de-180%C2%B0-en-la-boca-de-fuego-de-sus-canones/

Así que estando ya en Puerto Cabello¿ Carabobo, Venezuela el


primer lote de los tanque rusos T–72, sigue a continuación y
después de su salida de los patios de almacén del puerto, el
despliegue táctico contra, los “Objetivos Militares”.

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