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Del examen físico segmentario.

Examen del tórax y pulmones.

Caja torácica.

Anatomía. La estructura ósea de la caja torácica está formada por la columna vertebral,
12 pares de costillas y el esternón, además de las escápulas. Las costillas se articulan
hacia atrás con la columna dorsal y hacia delante, las primeras siete se unen al esternón
y las tres siguientes, se van uniendo entre ellas y forman del reborde costal. Las costillas
11 y 12 son “flotantes” ya que no se unen al esternón. El reborde costal derecho e
izquierdo forman un ángulo llamado ángulo costal. El esternón está formado por el
manubrio (parte superior), el cuerpo y el apéndice xifoides (entre ambos rebordes
costales, se palpa como una punta). Entre el manubrio y el cuerpo existe un ángulo
llamado ángulo de Louis (o ángulo esternal), que es fácil de palpar. La parte anterior de
la segunda costilla, a cada lado, llega justo a este nivel. Esta es una referencia anatómica
que conviene conocer ya que palpando el ángulo de Louis uno desliza los dedos hacia el
lado y palpa la segunda costilla y desde ahí se identifica la tercera costilla hacia abajo y
así sucesivamente. Entre cada costilla se ubica un espacio intercostal que toma el
nombre de la costilla inmediatamente por arriba. Es posible palpar fácilmente desde el
segundo espacio intercostal al sexto; más abajo es difícil porque las costillas se van
juntando por delante.

En el interior de la caja torácica se encuentran los pulmones y las estructuras del


mediastino: corazón, esófago, tráquea, ganglios linfáticos, timo, aorta, vena cava
superior e inferior.

Referencias anatómicas. Líneas: (son todas paralelas a una recta que pasa por la
columna vertebral)

por atrás: -línea vertebral: pasa por las apófisis espinosas. -líneas escapulares
(derecha e izquierda): pasa por la punta de las escápulas
por los lados: -línea axilar anterior: pasa por delante de la axila. -línea axilar
media pasa por la mitad de la axila. -línea axilar posterior: pasa por detrás de
la axila.
por delante: -línea medioesternal: pasa por la mitad del esternón. -línea
medioclavicular (derecha e izquierda): pasa por la mitad de las

clavículas.

Línea estemal y medio-claviculares Líneas Axilares

Línea vertebral y escapulares

La apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical (C7) es habitualmente la más


prominente (se nota especialmente al flectar el cuello). La apófisis inmediatamente más
abajo corresponde a la primera vértebra dorsal (T1) y así sucesivamente hacia abajo.
Conviene recordar que la punta de las apófisis espinosas se ubica, por su anatomía, un
poco más abajo que el respectivo cuerpo vertebral. Para describir algo que está en la
espalda sirve de ayuda contar desde la apófisis espinosa de C7 y hacer la relación con la
línea que corresponda (por ejemplo, describir algo a la altura de T10 con la línea
escapular de un determinado lado).
La punta de las escápulas, en una persona de pié, con los brazos extendidos a ambos
lados del tronco, llega como al séptimo u octavo espacio intercostal.

Otra referencia anatómica que conviene tener presente es el ángulo de Louis que ya se
describió.

Pulmones.

Anatomía. Los pulmones están cubiertos por la pleura: la pleura visceral cubre el
pulmón, y la parietal cubre la pared torácica, el diafragma y el pericardio. Entre ambas
hojas, queda un espacio virtual (cavidad pleural) que contiene una fina capa de líquido
seroso que las lubrica. La tráquea tiene una longitud de 10 a 11 cm y un diámetro de 2
cm. El sitio en el que se bifurca para dar origen al bronquio fuente de cada pulmón se
llama carina. Esto ocurre aproximadamente a la altura del ángulo de Louis, por delante,
y de la cuarta vértebra dorsal (T4), por atrás.

El bronquio fuente derecho es más grueso, corto y vertical; por lo mismo, está más
expuesto a la aspiración de cuerpos extraños. Los bronquios se dividen en bronquios
secundarios y después de sucesivas diviciones se llega a los bronquíolos y los alvéolos.
Es a nivel del los sacos alveolares donde ocurre el intercambio gaseoso (se capta
oxígeno que viene del aire exterior y se libera el anhídrido carbónico que se ha ido
acumulando en la sangre venosa).

Proyección de lospulmones por delante

El pulmón derecho tiene tres lóbulos: superior, medio e inferior. El pulmón izquierdo
tiene dos lóbulos: superior e inferior. Una fisura oblícua, divide el lóbulo inferior de los
otros. Además, en el pulmón derecho, una fisura horizontal separa el lóbulo superior del
medio.

Por la inclinación de las fisuras que dividen los distintos lóbulos pulmonares, el lóbulo
superior se proyecta, por atrás, en la región más alta de los pulmones (vértices
pulmonares) y por delante, por la cara anterior del tórax. En el lado derecho, el lóbulo
medio se proyecta hacia adelante, desde la cuarta costilla hacia abajo y un poco por el
costado. Los lóbulos inferiores se proyectan ocupando prácticamente toda la espalda
(desde la tercera vértebra dorsal, hacia abajo).

Proyección Pulmón Derecho - Proyección Pulmón


Proyección Pulmónes por Atrás
Izquierdo

Respiración. Las etapas del ciclo respiratorio, son:

inspiración: etapa de expanción del tórax por acción de los músculos


respiratorios (diafragma e intercostales) y entrada de aire a los pulmones (se crea
una presión negativa intratorácica). Los
músculos escalenos, esternocleidomastoídeos y trapecio pueden participar de los
movimientos respiratorios como músculos accesorios (especialmente durante
ejercicios o en insuficiencia respiratoria). Cuando el diafragma se contrae,
empuja las vísceras abdominales y el abdomen protruye.
espiración: normalmente es un movimiento pasivo en que la misma elasticidad
de los pulmones y de la caja torácica hace salir el aire. Esta fase también puede
ser facilitada por acción muscular (intercostales y musculatura abdominal).

Examen de tórax.
Forma del tórax: normalmente el diámetro anteroposterior es menor que el transversal
y la columna vertebral presenta la curvatura normal, sin desviaciones a los lados.
Algunas alteraciones que se pueden encontrar, son:

tórax en tonel: se caracteriza porque el diámetro anteroposterior ha aumentado


haciéndose prácticamente igual que el transversal. Se observa en pacientes
enfisematosos.
cifosis: corresponde a una acentuación de la curvatura normal de la columna, de
modo que el paciente queda encorvado.
escoliosis: es la desviación de la columna vertebral hacia los lados.
cifoscoliosis: es la combinación de los anteriores.
pectus carinatum: cuando el esternón presenta una prominencia como quilla de
barco
pectus escavatum: cuando el esternón se presenta hundido

Examen de la respiración y los pulmones.

Inspección.

Es importante fijarse en la forma cómo el paciente respira:

si se aprecia respirando tranquilo o se nota afligido, como si le faltara el aire


(disnea)
la frecuencia respiratoria (ej: pacientes febriles pueden presentar taquipnea)
la expasión torácica (ej.: si es una respiración de amplitud normal, aumentada o
superficial)
la ritmicidad (ej.: lo normal es que sea regular, pero podría ocurrir que un
paciente presente variaciones con se ve en la respiración de Cheyne-Stokes)
la relación entre la inspiración y la espiración (ej: pacientes con obstrucción
bronquial presentan una espiración prolongada)
si presenta cianosis (ej: en los labios, la lengua, las mucosas, los lechos
ungueales, etc.)
tiraje: se presenta en pacientes con una obstrucción de la vía aérea alta (ej.:
estrechez a nivel de las cuerdas vocales). Por la dificultad que existe para que el
aire entre al tórax, es necesario hacer más fuerza con lo que se genera una
presión intratorácica negativa mayor y se observa una retracción a nivel de los
espacios supraesternales, intercostales y regiones subcostales.
aleteo nasal: es una apertura mayor de las alas de la nariz con cada inspiración;
es un signo de insuficiencia respiratoria que se observa con más frecuencia en
niños pequeños.

Percusión.

La percusión de los pulmones se efectúa principalmente con el método indirecto, o sea,


usando el dedo medio de una mano como plexímetro y el dedo índice o medio de la otra
mano como percutor (para revisar cómo hacerlo vea el capítulo sobre Técnicas de
Exploración). El método directo, o sea, percutiendo con los dedos directamente sobre el
tórax, ocasionalmente se usa (por ejemplo, en pacientes con tórax hiperinsuflados).

Se recomienda percutir desde las zonas de mayor sonoridad hacia aquellas con sonido
mate. Por ejemplo, si desea delimitar las bases de los pulmones, conviene percutir desde
el área ventiladas de los pulmones en dirección al abdomen. Cuando el ruido cambia de
sonoro a mate, se estaría pasando de un tejido que contiene aire a otro que no lo
contiene. Normalmente, la base derecha es más alta que la izquierda (por la ubicación
del hígado).
El desplazamiento del diafragma se evalúa percutiendo las bases pulmonares mientras el
paciente respira normal, y luego, repitiendo la maniobra después de haberle solicitado
que respire profundo. Lo habitual es un desplazamiento de 4 a 6 cm.

Cuando existe una condensación pulmonar o un derrame pleural se escucha un sonido


mate en la zona comprometida.

Si al percutir la base pulmonar de un lado se encuentra una matidez (estando el paciente


sentado o de pié), puede ocurrir:

si se trata de un derrame pleural: la matidez tiende a ascender hacia el costado,


formando lo que se ha llamado la curva de Damoiseau. Además, muchas veces
tiene un carácter más duro por lo que se ha llamado matidez hídrica (es una
característica difícil de constatar). Una maniobra que puede ayudar a ratificar
que se trata de un derrame pleural es poner al paciente sobre un costado y volver
a percutir: se debería desplazar el líquido hacia el mediastino y, debido a esto,
áreas que antes se percutían mate, ahora se percuten sonoras (esto es válido
siempre que el derrame no esté tabicado).
si se trata de una condensación pulmonar del lóbulo inferior (ej.: neumonía o
atelectasia extensa): se encuentra una matidez que no describe la curva de
Damoiseau.
• si se trata de un ascenso del diafragma (porque una masa intraabdominal lo
empuja hacia arriba o porque está paralizado): también se encuentra una
matidez, pero no va a ser posible constatar el desplazamiento del diafragma con
la respiración.
si se trata de un pneumotórax: la percusión será sonora, e incluso, en la medida
que el aire en el espacio pleural esté a tensión, puede encontrarse hipersonoridad
o timpanismo.
"si se trata de un pulmón con más cantidad de aire, como ocurre en pacientes
enfisematosos o cursando una crisis asmática: se encuentra un ruido sonoro a la
percusión. Además las bases pulmonares tienden a estar descendidas.

Palpación.

Al poner la mano sobre el tórax mientras el paciente habla, se siente un discreto


cosquilleo en la mano. Esto se debe a vibraciones que se general al interior del tórax.
Para hacer más nítida esta sensación, habitualmente se le pide al paciente que diga
algunas palabras, como treinta y tres, tinguiririca, etc. La mano se aplica especialmente
sobre las zonas más cercanas a los pulmones (espalda, costados, cara anterior) y se
apoya abierta en toda su extensión o se “ahueca” (como formando una concha acústica),
apoyando el borde externo o cubital. Es de mucha utilidad comparar las vibraciones
vocales, que es el término que habitualmente se usa, de uno y otro lado.

La facilidad con que se palpen estas vibraciones vocales va a depender de varios


aspectos:

el tono de la voz
la fuerza con que la persona habla
la zona que se palpa (por ejemplo, cerca de la tráquea se siente más nítido)
el grosor de la pared torácica (que depende fundamentalmente de la grasa
subcutánea)
la integridad del tejido pulmonar (por ejemplo, en los enfisemas, el parénquima
pulmonar está diminuido, existe más aire “atrapado”, y las vibraciones se sienten
más débiles)
elementos que se interponen entre los grandes bronquios y la pared del tórax
(por ejemplo, en condensaciones, como ocurre con las neumonías, se transmiten
mejor las vibraciones vocales; en cambio, cuando existe líquido, como ocurre en
los derrames pleurales, o cuando se interpone aire, como ocurre en los
pneumotórax, las vibraciones vocales se palpan menos o simplemente, no se
palpan.

Ocasionalmente, en algunos pacientes sometidos a procedimientos (ej.: instalación de


un tubo pleural), filtra aire al tejido subcutáneo y al palpar la pared se palpan unas
crepitaciones. Esto se llama enfisema subcutáneo (tenga presente que no tiene relación
con el llamado enfisema pulmonar, que es un daño de los pulmones; y respeco a las
“crepitaciones” que se palpan, no tienen relación con unos ruidos pulmonares que llevan
el mismo nombre y que se describen más adelante).

Información que se obtiene al complementar la información obtenida con la


percusión y la palpación:

en el caso de los derrames pleurales: se encuentra matidez a la percusión


(eventualmente con curva de Damoiseau) con disminución de las vibraciones
vocales a la palpación.
en el caso de condensaciones pulmonares: se encuentra matidez en la percusión
con aumento de la transmisión de las vibraciones vocales en la palpación.
en el caso de una atelectasia: se comporta parecido a un derrame pleural (pero no
se da una curva de Damoiseau)
en el caso de un hemidiafragma ascendido: matidez de la base, falta de
desplazamiento con la respiración, ausencia de transmisión de vibraciones
vocales en esa zona.

•en el caso de un pulmón enfisematoso, una crisis asmática, o un pneumotórax:


sonoridad o hipersonoridad a la percusión y disminución o ausencia de transmisión de
vibraciones vocales.

Fíjese que incluso antes de practicar la auscultación, mediante la percusión y la


palpación ya se tiene información valiosa respecto a lo que está ocurriendo en los
pulmones. De toda formas, no se sienta frustrado(a) si las diferenciaciones no son tan
claras (por ejemplo, muchas veces se encuentran condensaciones pulmonares asociadas
a derrames pleurales, y los hallazgos al examen físico no son tan nítidos).

Auscultación.

Consiste en escuchar los ruidos que se generan en los pulmones bajo las siguientes
condiciones:

con la respiración
al emitir palabras
Los ruidos pulmonares se originan debido al paso de aire por las vías aéreas en la
medida que se generen flujos turbulentos, como ocurre en la laringe y en la bifurcación
de bronquios grandes y medianos. A medida que los bronquios se dividen, el área de
sección va aumentando, y como consecuencia, la velocidad del flujo disminuye. Cerca
de los alvéolos el flujo es laminar y no genera ruidos.

De acuerdo a diferentes estudios, los ruidos que se auscultan en la superficie de la pared


torácica se generan en los bronquios mayores, principalmente lobares y segmentarios.
Los ruidos que llegan a la periferia son de baja frecuencia, ya que el pulmón sirve de
filtro para los sonidos de alta frecuencia.

Al auscultar los pulmones se deben cubrir todos los sectores, sin olvidar de auscultar
debajo de las axilas. Tal como debe ocurrir con la palpación y la percusión, con la
auscultación también se deben comparar los hallazgos de un lado con los del otro lado.

Habitualmente se ausculta con la membrana del estetoscopio y se le solicita al paciente


que respire por la boca y más profundo. Esto permite escuchar los ruidos en forma más
nítida. En todo caso, es necesario saber adaptarse a ciertas condiciones que presentan
algunos enfermos: pacientes con sus facultades mentales comprometidas que no
colaboran, el caso de los niños pequeños, personas que generan ruidos a nivel de la
garganta cuando respiran, etc.

Ruidos pulmonares:
Ruidos normales que ocurren durante la respiración:

ruido traqueal: es el sonido normal que se escucha al poner el estetoscopio en


el cuello, por delante de la tráquea. Se ausculta durante la inspiración y la
espiración.
ruido traqueobronquial: es parecido al ruido traqueal, pero menos intenso, ya
que se ausculta a nivel de los grandes bronquios: primer y segundo espacio
intercostal, por delante del tórax, y en la región interescapular, en la espalda.
murmullo pulmonar (antiguamente se le llamaba murmullo vesicular): es un
ruido de baja intensidad y corresponde al sonido que logra llegar a la pared
torácica después del filtro que ejerce el pulmón. Es suave y se ausculta durante
la inspiración en el área que ocupan los pulmones, tanto por delante, por los
costados y en la espalda (se excluyen las zonas en las que se auscultan el ruido
traqueal y el traquiobronquial).

Existen condiciones que hacen que el murmullo pulmonar se escuche más atenuado o
simplemente no se escuche. Algunas de estas condiciones son:

por obstrucción de grandes bronquios


por destrucción del parénquima pulmonar (por ejemplo, en un enfisema)
por estar ocupado los espaciones alveolares (por ejemplo, por una neumonía)
por aire en el espacio pleural (pneumotórax)
por un extenso derrame pleural
por un panículo adiposo muy grueso
Transmisión de la voz:
Cuando el paciente emite palabras, lo normal es que al aplicar la membrana del
estetoscopio en el cuello, sobre la traquea, se distinga nítidamente lo que el paciente
dice. Esta nitidez se va perdiendo a medida que la auscultación se efectúa más alejado
de la traquea y los grandes bronquios, debido al efecto de filtro que ejercen los
pulmones. Cuando se ausculta en la pared costal, en las zonas más periféricas, se logra
distinguir en forma más ténue lo que el paciente pronuncia.

Ruidos que se escuchan en afecciones pulmonares:

•crepitaciones: son ruidos de poca intensidad, que se parecen un poco al sonido


que ocurre al frotar un mechón de pelo o despegar un velcro. Se auscultan
durante el ciclo respiratorio, pero especialmente, durante la inspiración. Distintas
situaciones patológicas que afecten el pulmón pueden dar estos ruidos
crepitantes o crepitaciones. Entre ellas se distinguen:

-áreas mal ventiladas como ocurre en las bases pulmonares de un paciente que
hipoventila: las crepitaciones ocurren hacia el final de la inspiración, en el
momento que el pulmón se expande al máximo y entra aire a pequeñas vías
aéreas que estaban cerradas. Es como un estallido de finos ruidos. Estos crépitos
muchas veces desaparecen si se le pide a la persona toser varias veces, y por lo
tanto, expandir bien los pulmones (estos crépitos que desaparecen se llaman
distelectásicos).

-áreas inflamadas como ocurre en una neumonía: en estos casos las crepitaciones
también ocurren de preferencia durante la inspiración, y si la neumonía está
recién comenzando, se escucha como un estallido al final de la inspiración.

-pulmones alterados en su anatomía, con fibrosis pulmonar: en estos casos las


crepitaciones tienden a escucharse tanto en la inspiración y en la espiración, y
son de una tonalidad más gruesa y seca. Antiguamente se les llamaba “crujidos
pulmonares”. (Nota: los humanos se caracterizan por cambiar las clasificaciones
cada cierto tiempo).

-procesos inflamatorios bronquiales, especialmente de vías medianas y


pequeñas: también es posible escuchar en estas condiciones ruidos crepitantes,
tanto en inspiración como en espiración. Es posible en en algunos casos den la
impresión de ser ruidos más húmedos, y pueden variar con la tos. Antiguamente
se llamaban “estertores de pequeña burbuja”, pero este término ha caido en
descrédito.

Como se puede ver, bajo el término de “crepitaciones” se reunen sonidos que se pueden
escuchar en distintas afecciones pulmonares. La razón de esta agrupación sería
fundamentalmente la dificultad de distinguir entre una afección y otra, por lo menos
basado en el sonido propiamente tal. Ayudado por la clínica, es más factible formarse
una mejor idea de lo que pueda estar ocurriendo.

En obstrucciones bronquiales:
sibilancias: son ruidos continuos, de alta frecuencia, como silbidos. Se producen
cuando existe obstrucción de las vías aéreas. Son frecuentes de escuchar en
pacientes asmáticos descompensados, tanto en la inspiración como en la
espiración (son verdadesros “pitos”). También en personas con enfermedades
bronquiales crónicas de tipo obstructivas, que presentan una espiración
prolongada y en ese momento se escuchan abundantes sibilancias y,
eventualmente, roncus. Muchas veces, los mismos pacientes los escuchan. En
pacientes que tienen escasas sibilancias, es más factible escucharlas al acostarlos
y auscultar sobre la pared anterior del tórax.
roncus: son de más baja frecuencia que las sibilancias y se producen en
situaciones parecidas. Suenan como “ronquidos”. Frecuentemente reflejan la
presencia de secreciones en los bronquios. Pueden generar vibraciones palpables
en la pared torácica (frémitos).

En pacientes con neumonías:

•respiración soplante o soplo tubario: es lo que se escucha al auscultar sobre


un foco de neumonía extenso. La condensación sirve para transmitir mejor el
ruido traquiobronquial a la pared torácica. El murmullo pulmonar seguramente
va a estar ausente debido a que los alveolos van a estar llenos de secreciones y
en la auscultación va a destacar la respiración soplante o soplo tubario.

En estas condiciones también se puede llegar a encontrar lo siguiente:

-broncofonía o pectoriloquia (“pecho que habla”): la transmisión de la voz


también está facilitada por lo que al aplicar el estetoscopio en la pared torácica
se distingue muy nítidamente cada sílaba de las palabras que el paciente emite.

-pectoriloquia áfona: es lo mismo que lo anterior, pero se refiere a la capacidad


de distinguir las palabras sobre la pared costal cuando el enfermo las pronuncia
en forma susurrada o cuchicheada.

En inflamación de las pleuras:

frotes pleurales: son ruidos discontinuos, ásperos, que se deben al roce de la


hojas pleurales, cuando están inflamadas. El sonido sería parecido al roce de dos
cueros. Para que se produzca es necesario que las pleuras estén en contacto ya
que al desarrollarse un derrame, terminan separándose.

En pacientes con derrames pleurales extensos (que colapsan parte del parénquima
pulmonar vecino): a veces, especialmente en la zona más superior del derrame, podría
ocurrir:

soplo pleurítico: viene a ser como una respiración soplante, habitualmente más
suave (seguramente el líquido comprime parénquima pulmonar y esto facilita la
generación del soplo).
egofonía o pectoriloquia caprina: es la posibilidad de distinguir la transmisión
de la voz al pronunciar palabras, pero con una alteración de modo que se
transmiten sólo algunos tonos (de preferencia los más altos) y lo que se termina
auscultando son sonidos intermitentes como el balido de una cabra (en la
práctica es poco frecuente de escuchar)

En estrecheces a la vía aérea alta:

•cornaje o estridor: es un ruido de alta frecuencia, que se debe a una


obstrucción a nivel de la laringe (especialmente por compromiso de las cuerdas
vocales que se cierran) o una estenosis de un segmento la tráquea. Es un ruido
fuerte que se escucha a la distancia. Se ha comparado con el ruido que se genera
al soplar un cuerno.

En pacientes incapaces de toser bien, frecuentemente comprometidos de


conciencia:

•estertor traqueal: es un ruido húmedo que se escucha a distancia en pacientes


con secreciones en grandes bronquios y traquea. Se tiende a encontrar en
personas graves, comprometidas de conciencia, que no son capaces de toser y
despejar esas secreciones.

Resumen que integra los principales hallazgos del examen físico en


distintos cuadros clínicos:

lo normal: respiración tranquila, con una percusión sonora, vibraciones vocales


palpables, murmullo pulmonar presente y sin otros ruidos agregados (Nota:
como se puede apreciar, implícitamente se describe lo que se captó mediante la
inspección, percusión, palpación y auscultación, sin tener que decirlo).

neumonía extensa, condensante: podría observarse alguna alteración de la


respiración, habrá matidez en la zona de la neumonía, aumento de la transmisión
de las vibraciones vocales, abolición del murmullo pulmonar, auscultación de
crepitaciones (especialmente en la inspiración), respiración soplante o soplo
tubario y broncofonía.

derrame pleural extenso: la respiración podría estar bastante normal o


presentar alguna alteración, habrá matidez en la base pulmonar comprometida,
que puede tener la modalidad de matidez hídrica y un ascenso hacia lateral
(curva de Damoiseau), con disminución o abolición de las vibraciones vocales,
disminución o abolición del murmullo pulmonar. Respecto a ruidos agregados,
podría no haberlos, o escuchar unos pocos crépitos, y en unos pocos pacientes se
podría llegar a escuchar en la parte más alta del derrame un soplo pleurítico y,
quizás, una egofonía. Una maniobra que puede ayudar a constatar que se trata de
un derrame sería cambiar al paciente de posición y ver si la matidez se desplaza
(lo que rara vez es necesario efectuar).
crisis asmática o paciente con obstrucción bronquial por otros motivos: es
frecuente ver que el paciente respira con dificultad, puede verse afligido,
haciendo uso de la musculatura intercostal

y supraclavicular para respirar mejor. Es frecuente que el paciente tenga una


respiración “ruidosa” (término que se usa cuando la respiración se escucha a la
distancia). Muchas veces, especialmente en enfermos crónicos con mucha
obstrucción bronquial, la espiración está muy prolongada por la dificultad que
tienen para exhalar el aire. El tórax se aprecia hiperinsuflado; la percusión es
sonora o hipersonora; la transmisión de las vibraciones vocales está disminuida;
el murmullo pulmonar también se aprecia disminuido, pero presente. Como
ruidos agregados lo que más destaca son las sibilancias y los roncus, que pueden
ser inspiratorios y/o espiratorios; podrían haber algunas crepitaciones.

pneumotórax extenso de un lado: a la inspección podría no notarse mucho,


pero en la percusión podría haber más sonoridad en el lado comprometido y lo
que más va a llamar la atención es que en ese lado las transmisión de las
vibraciones vocales y el murmullo pulmonar van a estar muy disminuidos.

enfisema: es un cuadro caracterizado por la destrucción del parénquima


pulmonar y la hiperinsuflación de los pulmones. Es frecuente encontrar que el
paciente está disneico, respira con dificultad, podría estar cianótico; tienen un
tórax hiperinflado (o en tonel), va a estar hipersonoro y con un murmullo
pulmonar muy disminuido, casi ausente. La espiración tiende a estar prolongada.
Podrían haber algunos roncus y sibilancias y, quizás, algunas crepitaciones.

Definiciones incorporadas al glosario de términos: broncofonía, cifosis, cornaje,


crepitaciones, curva de Damoiseau, estridor traqueal, frotes pleurales, egofonía, frémito,
pectoriloquia, pneumotórax, roncus, sibilancias, soplo tubario o respiración soplante,
tiraje.

Preguntas:

1. ¿Cuál es el punto de referencia para comenzar a contar las vértebras dorsales?


2. ¿Cuáles son los ruidos normales del pulmón?
3. ¿Qué son las crepitaciones y en qué casos se auscultan?
4. ¿Qué es la respiración soplante?
5. ¿Qué son las sibilancias y los roncus?
6. ¿Cómo es el examen pulmonar en una neumonía?
7. ¿Cómo es el examen pulmonar en un derrame pleural extenso?
8. ¿Cómo es el examen pulmonar en una crisis asmática?

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