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Implica una redistribución real del poder público, centrado actualmente en el vértice del
Ejecutivo Nacional, pero que debe ser transferido hacia las bases de la sociedad
provincial y local. Ello implica, a su vez, un acercamiento de la gente a los centros de
decisión, lo que involucra necesariamente varios procesos complementarios:
planificación, participación social y coordinación.
Por otro lado, se define la descentralización como un proceso y una política de Estado,
de naturaleza sociopolítica, cultural, administrativa, económica y técnica, que busca la
transferencia del poder público hacia las bases provinciales y locales, de manera de
construir un país más justo y sólido desde perspectivas sociales y territoriales.
Por su parte, Sisk la define como "El proceso de evaluar toda la información relevante y
los desarrollos futuros probables, da como resultado un curso de acción recomendado:
un plan".
Sin embargo Ackoff (1981) plantea que: "La planificación... se anticipa a la toma de
decisiones. Es un proceso de decidir... antes de que se requiera la acción".
Es por ello que, Jiménez (1982) considera que: "La planificación es un proceso de toma
de decisiones para alcanzar un futuro deseado, teniendo en cuenta la situación actual y
los factores internos y externos que pueden influir en el logro de los objetivos".
LA PLANIFICACIÓN REGIONAL
Desde el punto de vista económico y cultural, es evidente que el país en que hemos
nacido sigue y lo seguirá por siempre, siendo un determinante de nuestra vida. Pero
también es evidente que se deben examinar y ajustar las diferencias regionales, dado
que tienen consecuencias espaciales. Las políticas gubernamentales deben tener
especialmente en cuenta esta situación, al momento de efectuar las planificaciones
económicas correspondientes.
LA PLANIFICACIÓN NACIONAL
Si bien está realidad nacional establece nuevas coordenadas para la acción del Estado
venezolano, no es menos cierto que la Planificación ha estado sujeta a grandes y
recientes cambios en su concepción metodológica, en donde, la capacidad de
conducción estratégica del Estado, reside fundamentalmente, en concebir dichos
procesos en sus dimensiones estratégicas, emergiendo el uso de métodos y herramientas
como los escenarios, análisis socio - político de actores, entre otros, para enfrentar la
complejidad, incertidumbre y el conflicto que caracteriza el entorno nacional e
internacional en el cual nos desenvolvemos cotidianamente.
Para enfrentar el reto de darle al país un nuevo rumbo y alcanzar mejores estadios de
bienestar económico y social, de acuerdo con las demandas de la población actual y el
legado de bienestar que aspiramos dejar a las generaciones futuras, es indispensable
establecer las normas y los procedimientos, de carácter político, técnico y
administrativo, que hagan posible una mejor vinculación de los distintos esfuerzos que
realizan los entes públicos para lograr el desarrollo nacional.
Organismos Adscritos
Evolución
Por otra parte, el Artículo 98 establece: “El Estado protegerá la iniciativa privada, sin
perjuicio de la facultad de dictar medidas para planificar, racionalizar y fomentar la
producción y regular la circulación, distribución y consumo de la riqueza, a fin de
impulsar el desarrollo del país”.
De otra parte, el gobierno de entonces necesitaba lograr una mayor base de sustentación
política, ya que el sistema democrático naciente era débil e inestable y se necesitaba
urgentemente reactivar la economía para resolver el grave problema de desempleo
existente.
A partir de 1989, ante la escasa posibilidad de que el Estado pudiera mantener una
economía basada en la renta petrolera como en el pasado, surgió una estrategia
económica distinta, que asume una posición contra la excesiva participación del Estado
en la economía y plantea un papel protagónico del empresario privado y el mercado.
Los lineamientos generales del VIII Plan de la Nación (El Gran Viraje) mencionan en
su
Para esto sería necesario revertir la tendencia de las últimas décadas que había
convertido al Estado en un agente ineficiente como empresario, como promotor de la
actividad privada y como rector del desarrollo social y cultural.
El IX tuvo como lei motiv presentar un proyecto de país; pero, a pesar del esfuerzo y
empeño puesto en cuanto a compatibilizar las aspiraciones y demandas, a través de
consultas a escala nacional y regional de los principales actores que habría de verse
envueltos en la ejecución del plan, con las posibilidades de realización que ofrecía el
país para entonces, todo quedó en el papel como simple enunciación de buenas
intenciones por cuanto no llegó a concretarse la ejecución del plan como estuvo
prevista. Razones no faltaron para explicar el que no se hubiese acometido la puesta en
marcha de dicho plan. Efectivamente la caída de los precios petroleros a sus niveles más
bajos en las últimas dos décadas, llenan de incertidumbre, provocada por la crisis
bancaria y financiera, así con la conflictividad social, hicieron que el gobierno dedicara
su acción a paliar la situación de crisis económica, enfrentar compromisos de la deuda y
atender reclamos de índole social.
El VIII Plan de la Nación ("Gran Viraje" 1990-1995), más que un elemento ordenador
de la actividad económica y de la producción, vino a constituirse en la posibilidad o
estratégia para manejar una política económica de neto corte neo-liberal.
La defensa del rol del mercado, voceada en los diversos niveles de la gestión pública,
venía a contraponerse a los condicionantes de una economía real que continúa
fundamentándose en el ingreso petrolero. Esta última experiencia del VIII Plan refuerza
el análisis de dos aspectos para entender la planificación venezolana: su posible carácter
ideológico y el grado en que la planificación y la ideología imbuida en ella han
contribuido a la legitimación del sistema político. El discurso del VIII Plan lo
percibimos esencialmente tecnocrático, es decir, se utilizó un lenguaje de tipo
estratégico condimentado con la influencia proveniente del ámbito de la planificación
corporativa en PDVSA.
¿Cómo definir el tipo de planificación a nivel de PDVSA? ¿Qué diferencias existen con
la planificación a nivel nacional?
Una planificación estatal en relación con el turismo no existe pero los turistas vienen de
todos modos atraídos por la cascada Ángel en un afluente del río Caroni por ser la más
alta del mundo con sus mil metros de altura. Los problemas económicos de Venezuela
son típicamente latinoamericanos como se ha visto en esta sinopsis pero, sea como
fuere, hay que destacar muy claramente que Venezuela dispone del doble de energía
eléctrica que México, Brasil o Argentina. Los ingresos anuales por habitante se mueven
alrededor de los 3.000 dólares, con lo cual figura detrás del Brasil pero duplica la tasa
de Colombia.
Es por estas razones, que el presente Decreto Ley desarrolla la planificación como una
tecnología del Estado y la sociedad, para lograr su cambio estructural. En tal sentido, la
planificación se establece como práctica para transformar y construir nuevas realidades
con la capacidad de alcanzar propósitos, interpretar intereses de la sociedad e
incorporar, en las deliberaciones presentes, las necesidades de las generaciones futuras.
Este Decreto Ley, establece los mecanismos institucionales del Estado para lograr que
los recursos y acciones públicas asociados con el progreso del país, se asignen y
realicen de manera planificada y se encausen hacia los fines y objetivos políticos,
sociales, culturales y económicos, sustentados en nuestra Carta Magna. De la misma
forma, establece el marco normativo que será desarrollado en las leyes que instauran la
organización y funcionamiento de los Consejos de Planificación y Coordinación de
Políticas Públicas, los Consejos Locales de Planificación Pública y el Consejo Federal
de Gobierno, instituidos en los artículos 166, 182 y 185 de la Constitución de la
República.
De la misma manera, de conformidad con el artículo 299 de la Constitución de la
República, promueve mediante mecanismos efectivos la participación social, a fin de
asegurar una planificación estratégica, democrática, participativa y de consulta abierta.
Igualmente, este Decreto Ley permite superar la práctica meramente formal y ritual de
formular un plan de desarrollo cada período constitucional de gobierno, estableciendo y
fortaleciendo los mecanismos institucionales que hacen posible mantener, tanto la
continuidad de los programas y sus inversiones, como las demás decisiones públicas
relacionadas con el desarrollo sustentable del país.
De la misma manera, se definen los conceptos, se sientan las bases operacionales para
orientar la práctica de la planificación, y se establecen los mecanismos institucionales
de los distintos niveles de gobierno, para lograr que los recursos y acciones públicas,
asociados con el desarrollo del país, se asignen y realicen de manera planificada y se
encausen hacia los fines y objetivos políticos, sociales, culturales y económicos
consagrados en la Constitución.
TITULO I
DISPOSICIONES FUNDAMENTALES
Objeto y Finalidad
Artículo 1°. El presente Decreto Ley tiene por objeto establecer las bases y
lineamientos para la construcción, la viabilidad, el perfeccionamiento y la organización
de la planificación en los diferentes niveles territoriales de gobierno, así como el
fortalecimiento de los mecanismos de consulta y participación democrática en la misma.
8.- Aprobar las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la
Nación, que serán presentadas por el Ejecutivo Nacional en el transcurso del tercer
trimestre del primer año de gobierno.
CONCLUSIONES
Debemos considerar que existe un camino mejor y que no debemos quedarnos de brazos
cruzados esperando que la inercia económica y social desarrolle al país. El desarrollo se
planifica y se hace pensando en metas de corto, mediano y largo plazo que comparta la
mayoría de la población. Cualquier plan tiende a fracasar, por muy bueno que sea, sí no
existe consenso alrededor de éste. La población debe estar informada y sentirse
comprometida con un proyecto común de país, aspecto en el cual han fallado nuestros
líderes y dirigentes políticos.