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Mesa de la Unidad Democrática –MUD-TCM

LLEGÓ LA HORA DE LA JUVENTUD VENEZOLANA.

La juventud es el recurso más importante de cualquier país y sobre todo de nuestra patria; es la
innovación y esa fuerza propulsora que abre nuevos caminos que la dinámica social así lo exige,
la rebeldía y los grandes sueños, la esperanza y el espíritu de cambiar de rumbo y que está más
allá de cualquier color partidista y militancia alguna, la inteligencia y la fuerza vital que
sobrepasa cualquier tendencia u organización particular, porque su único ideal es el amor por la
patria, el amor por Venezuela.

Llegó la hora de la juventud venezolana, esa juventud innovadora, pujante, imaginativa, creadora
y capaz de triunfar ante cualquier adversidad, llegó la hora de enfrentar la corrupción, la
improvisación, las fuerzas del odio y la venganza, la mentira y el doble discurso.

Llegó la hora de conquistar la paz social y la unidad de todos los venezolanos, convencernos que
podemos vivir en libertad y unidos, trabajando duro por el progreso y el bienestar, es la hora de
acabar con la premisa de la venganza y el rencor de los uno contra los otros, porque así no se
construye una sociedad y menos un país prospero.

Llegó la hora de acabar con el resentimiento, la ambición personal, los delirios de grandeza y con
aquella absurda obsesión y muy improbable hipótesis de ser la fiel reencarnación de nuestro
Libertador. Llegó la hora de asumir el reto de enderezar los entuertos que el mesianismo nos ha
causado, es el momento de acabar con estos Amos del Valle y trasnochados castro-comunista
que se juegan la última carta de sobrevivir ante un mundo que los exhibe en el museo de cera de
la historia y ante la memoria de los peores momentos de la humanidad.

Llegó nuestra hora, la hora del país de desarrollo y grandes inversiones, el país de las industrias
mineras sin pérdidas, de la industria petrolera transparente, comprometida con el desarrollo de la
Nación al servicio de las grandes mayorías, de la agricultura pujante, llegó la hora del país con
administración pública eficiente, generador de empleo digno y para todos, las universidades con
presupuesto justo y capaces de profundizar su autonomía, desarrollar el arte, la cultura, la ciencia
y la tecnología, el país de la salud integral y la seguridad social.

Llegó la hora del país reconciliado y con rostro alegre, regido por instituciones sólidas y
eficientes, un país que pueda vivir en paz y con plena libertad de opiniones, un país con unidad
en la diversidad y diversidad en la unidad, LLEGÓ LA HORA DE LA JUVENTUD
VENEZOLANA PARA TOMAR LA PALABRA CON PODER DE DECIDIR EL NUEVO
RUMBO Y LOS NUEVOS CAMINOS.

Por Kennedy Bolívar Rosales

Coordinador de la Comisión de Asuntos Juveniles y Estudiantiles de la MUD-MIAMI.

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