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Salario mínimo: ¿Salario de subsistencia o de resistencia?

Un análisis al problema de la sobreexplotación

Santiago Álvarez Ramírez 200725593

Juan Santiago Vélez 200726487

Juan José Lizcano 200814267

Diariamente en las noticias que los diferentes medios de comunicación nos


brindan, podemos apreciar las discrepancias que existen entre las diferentes
partes que dialogan para llegar a un acuerdo válido, que permita un reajuste
razonable y equitativo del salario mínimo, acuerdo donde se vean beneficiadas e
igualmente valoradas ambas partes; en la mayoría de las ocasiones y como
tendencia en los últimos años nos hemos podido dar cuenta que cada vez la
brecha que hay entre las peticiones de una parte (Central Unitaria de Trabajadores
de Colombia CUT) y las propuestas de la otra (KKKK) se está o se va haciendo
más grande, debido a condiciones sociales y culturales que no favorecen la
concordancia en las opiniones y demandas de una parte y otra; una de las
condiciones de mayor influencia, es que el salario no ha estado subiendo de
acuerdo a las necesidades de los ciudadanos más pobres que son los que lo
reciben, está claro que en los últimos años el salario mínimo ha subido inclusive
más puntos porcentuales que la inflación correspondiente a cada año, dejando
esto pues (según una visión netamente económica) al trabajador sin ninguna
pérdida en el poder adquisitivo, por lo que su nivel de bienestar dada su utilidad no
se verá afectado.

Pero al realizar este análisis no se toma en cuenta que aunque el salario suba en
la misma medida o inclusive en una más alta que la inflación, esto no determina ni

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mucho menos la cantidad de bienes necesarios que podrá adquirir para su


supervivencia y la de los suyos, porque mediante estas medidas se está ignorando
que aunque no se pierda poder adquisitivo, con esta cantidad de dinero no se
pueden conseguir los bienes suficientes dado que la canasta familiar que es una
canasta de mínima necesidad tiene un precio mucho más alto que el salario
mínimo.

Mediante mecanismos gubernamentales, como el inciso 2 del artículo 8 de la ley


278 de 1996 de la C.P. El Presidente de la República se ha visto obligado a utilizar
su facultad como alto mandatario, para determinar el salario mínimo para el año
siguiente, basado en: La meta de inflación del año siguiente que el Banco de la
República establece, la productividad acordada por el comité tripartito de
productividad, la contribución de los salarios al ingreso nacional, el incremento en
el PIB y el incremento en el IPC. Dadas pues estas pautas para establecer el
salario mínimo para el año siguiente, el presidente expide un decreto que las
partes se ven obligadas a acatar. Sin lugar a dudas, en gran medida beneficiando
más a los propios KKKKK, que a los mismos trabajadores dado que un aumento
dada la inflación no afectará en gran medida las ganancias de los KKKKK porque
la remuneración dada su producción aumentará en la misma medida que la
inflación ya que sus precios subirán proporcionalmente a la inflación. Y
nuevamente se ignora no el poder adquisitivo del dinero, sino la canasta familiar,
que es la de mínima subsistencia mensual para un trabajador y su familia.

Es pues donde entra en juego el concepto de explotación y sobreexplotación


laboral (esto visto desde una perspectiva Marxista), basado en los diferentes
convenios de la OIT y los diferentes artículos de la Constitución Politica
Colombiana referidos al tema del trabajo y su remuneración, tal como reza en el
artículo 53 de la C.P.: ³La remuneración mínima, vital y móvil, proporcional a la
cantidad y calidad del trabajo´. Apreciamos de este modo que los trabajadores no
solo están protegidos mediante convenios de la OIT tales como los que alegan por
la libertad sindical (Convenio 87 OIT, 1948), o aquellos que los protegen del
trabajo forzoso u obligatorio (Convenio 29 OIT, 1930), sino que también están

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protegidos por leyes de trabajo y normatividad con base en la C.P. pero aunque
las leyes existan, estas al igual que los aumentos del salario, no garantizan un
nivel de vida digno, ni tampoco agradable para los más pobres.

La sobreexplotación analizada según Marx, se da cuando los capitalistas (en


nuestro caso los KKKKK) no remuneran adecuadamente con el salario a los
trabajadores, es decir, cuando se les paga por debajo del valor de la canasta de
bienes de subsistencia (la canasta familiar en nuestro caso); según datos
obtenidos en la página del DANE acerca del valor del IPC (éste obtenido mediante
el valor de la canasta familiar) y en la página del Ministerio de Hacienda y el de la
Protección Social acerca del valor del salario mínimo para los últimos 10 años (a
partir del nuevo milenio), podemos apreciar una tendencia al alza de los dos
valores, ambos en igual medida dada la inflación de los precios que el Banco de la
República presupuesta cada año, lo que no podemos encontrar explícitamente en
la página del DANE es el valor de la canasta familiar que en muchas de las
ocasiones encontramos en páginas de radio, periódicos o en publicaciones que los
miembros de la CUT realizan, y que no comprenden una filiación política directa
con el gobierno vigente en cada época.

Tristemente nos pudimos dar cuenta que el valor de la canasta familiar en todas
las ocasiones se encuentra por encima del valor del salario mínimo, dejando a la
mayoría de los trabajadores en una encrucijada con relación hacia dónde (que
bienes) y en qué medida dirigir sus ingresos, por ejemplo en 2006 el valor de la
canasta familiar para ingresos bajos se encontraba en 847.336 pesos mientras
que el salario mínimo se encontraba en 433.700 (pié de página) es bastante claro
que tan solo un poco más de la mitad del valor de la canasta como salario mínimo
no permite una adecuada subsistencia de los trabajadores.

Comenzando a analizar la situación desde una visión rigurosamente Marxista,


podríamos comenzar a criticar y atacar la situación en la que se encuentran los
trabajadores, dado que según él, el salario debe o se mueve entre una franja que
comprende el mínimo vital y un máximo en el cual los trabajadores reciben el total

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del excedente que genera su trabajo, porque se da una condición de


sobreexplotación, en la que se les está pagando por debajo de la franja vital y se
les obliga a sobrevivir con un poco más de la mitad del valor de la canasta familiar,
mediante estos argumentos se podrían criticar no solo las condiciones en las que
se encuentran los trabajadores sino que dado estas, también se ven afectadas sus
familias, que en la mayoría de los casos están constituidas por esposa y al menos
dos hijos que requieren de educación, vivienda, alimentación, transporte,
recreación, etc.

Es claro que a partir del 2001 se comenzó a reparar la situación con miras a
solucionarla del todo, otorgando un subsidio adicional para transporte, de este
modo dejando una mayor parte del salario disponible para cada uno de los grupos
de bienes necesarios para vivir, pero a pesar de los esfuerzos hechos, los
convenios acogidos con la OIT y las leyes de la C.P. a favor de los trabajadores,
no se ha logrado dar solución al problema de la ³sobreexplotación´, se han
mejorado y solucionado: Condiciones de trabajo, tiempo laboral diario, prohibido el
trabajo forzoso, se han ampliado los derechos de los trabajadores, tales como sus
derechos sindicalistas, sus derechos hacia prestaciones sociales, como salud,
seguridad social y pensiones (aunque en los últimos años se han ido dejando a los
trabajadores del Estado sin algunos beneficios como las primas y ciertas
bonificaciones mensuales). Estas y otras leyes adoptadas en pro de los
trabajadores son buenas medidas, y son excelentes en el mejoramiento de las
condiciones laborales, pero no toman en cuenta las condiciones sociales que
estos tienen que afrontar diariamente en sus lugares de residencia puesto que sus
ingresos no alcanzan para sostener una obligación mensual en sus hogares.

La sobreexplotación a la que se están viendo afectados los trabajadores (visto


desde un punto de vista Marxista) es bastante fuerte y evidente, los salarios en el
país no han sido llevados de una manera adecuada ya que están por debajo de la
franja mínima vital, además aunque el Estado pone límites legales para proteger
los intereses generales de trabajadores y capitalistas (intereses sociales), la
determinación de los precios, y por consiguiente la determinación del valor de la

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canasta familiar, se da a través del mercado y por lo tanto es ajena al Gobierno,


dejándolo maniatado con respecto a una compensación en la diferencia entre los
valores de la canasta familiar y el salario mínimo legal vigente para cada año.

Dejando claras todas las problemáticas referidas al salario mínimo colombiano,


además de todas las posibles soluciones que el gobierno ha implementado con
veras de mejorar la calidad de vida del trabajador colombiano, comenzamos a ver
que el problema de la sobreexplotación del trabajador se encuentra en manos del
gremio, y no en manos del Gobierno, es decir, el Estado y el Gobierno ya han
utilizado todos sus instrumentos para avanzar hacia condiciones que favorezcan a
ambas partes (trabajadores y KKKK), la responsabilidad de mejorar el salario
hasta que alcance un nivel adecuado vital y que permita a las familias pobres
colombianas subsistir de manera adecuada, sin que exista sobreexplotación del
obrero recae sobre los productores y capitalistas que tal como Marx dice son los
que controlan la fluctuación del salario y la demanda de fuerza laboral. Es
bastante triste que así como se compra la mano de obra, se compre también la
voluntad del obrero dado que se establecen acuerdos entre el gremio, además
que el salario mínimo es fijo para todos, por lo tanto el trabajador no podrá llevar
su mano de obra a otra parte dado que en cualquier lugar su salario siempre será
el mismo con las mismas condiciones, de esta forma se somete al trabajador a
desempeñarse en una actividad determinada, sin la posibilidad de cambio dadas
las condiciones salariales y sociales, ya que los desempleados (el ejercito
industrial de reserva) abundan en el país y si se desaprovecha cualquier
oportunidad de emplearse hay mucha más gente que espera por esa vacante.

A modo de conclusión quisiéramos decir que en cierta medida las consideraciones


de Marx las vemos como correctas, cuando nos muestra que la responsabilidad sí
recae directamente sobre el capitalista dado que este es el que tiene el poder de
mejorar o desmejorar la condición del trabajador modificando su salario, creemos
que la labor desempeñada por el gobierno con respecto a condiciones laborales
ha sido aceptable y no se ha salido en ningún momento de las reglas, pero su
labor frente a generación de empleo no ha sido tan buena (aunque los índices

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mejoran cada día más, no es suficiente), favoreciendo una vez más a los
capitalistas dado que pueden descartar como fichas a los trabajadores para
adquirir unos nuevos dada la cantidad de desempleo, además de poder bajar los
beneficios para acortar sus gastos y mejorar su nivel de ganancia. Consideramos
que sería prudente hacer un llamado vehemente al gremio para que se conciencie
y mejore el salario, que no solo sea un poco más de la mitad del valor de la
canasta familiar sino que suba más, así no se alcance la totalidad del valor, es
necesario y urgente para mejorar las condiciones sociales, mejorar las condiciones
en el hogar, eliminar tanta indigencia, generar gasto, generar ingreso, y generar
desarrollo, para construir cada día que pasa un país mejor.

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