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U. N. R. N.

Maestría en Ciencia, Tecnología e Innovación

Fundamentos de la Economía de la Innovación

Monografía

“Tramas Productivas en Argentina. La vitivinicultura en Mendoza”

1
Introducción

Desde hace aproximadamente treinta años los cambios en ciencia, tecnología e


innovación son tan profundos como lo son la organización de la producción, los modos de
competencia y relación y el comercio, que adquieren una nueva dimensión articulando
numerosos actores sociales y atendiendo a la demanda impuesta por la globalización y a
necesidades planteadas desde distintos sectores sociales, políticos y empresariales. Desde un
lugar protagónico, la innovación comienza a primar en las acciones de producción. Las
empresas, en un proceso vertical de organización, fruto de la etapa de industrialización por
sustitución de importaciones, aplican esquemas de innovación en lo referente a objetivos,
inversiones, maximización de la renta, capacidad tecnológica y de producción. “A nivel
microsocial, la competitividad se basa en la interrelación entre la dimensión organizativa, la
social y la tecnológica. Organización, tecnología y recursos humanos constituyen los factores
imprescindibles que deben combinarse para mejorar la competitividad de las empresas.
Entre los hechos que en esto juegan, es necesario valorizar el diálogo entre los distintos
actores y el conocimiento” (Novick y Gallart; 1997: 16). Disminuye la verticalidad entre
firmas y surge la especialización en parte de la “cadena de creación de valor”, ambas
características del nuevo modelo contribuyen al aumento de la productividad y aceleran los
procesos colectivos de aprendizaje. Por lo tanto retoman significado en un plano horizontal
una gama de vínculos que surge como un nuevo modo de organización, las tramas
productivas. La intención de esta nueva forma de organización es generar capacidad de
producción de bienes, servicios y/o conocimientos. El desarrollo de competencias técnicas al
interior de las empresas y los canales de comunicación e intercambio son fundamentales en lo
referente a capacidad de innovación y ésta lo es en el impacto económico y en la cantidad y
calidad de puestos de trabajo lo que se conoce con el nombre de “especialización flexible”
(De la Garza Toledo, 2001:46; Novick y Gallart; 1997: 18)
Este trabajo intenta reunir algunos análisis realizados sobre el desarrollo de la trama
productiva vitivinícola Argentina, específicamente en Mendoza, en dos aspectos, los
acompañamientos de la trama en expansión o retracción de la productividad a las
fluctuaciones político-económicas del país y las modificaciones en la demanda de mano de
obra para la actividad en función de la incorporación de tecnología e innovación.

2
Conceptualización

“La noción de trama se define como espacio económico de creación de competencias e


intercambio de bienes y/o servicios que incluye una o varias empresa(s) núcleo(s), sus
proveedores y clientes. Se trata de vinculaciones entre firmas de diferente tamaño y sector,
cuyas relaciones, de carácter dinámico no automático, se construyen en el tiempo y son
cristalizadas a través de contratos- formales o informales” (Delfini, 2009:10). Definida la
trama cabe hacer la diferenciación con los cluster (Puerta, 2004:17) donde la ventaja está
asociada a la idea de una localización específica de las empresas que comparten algunos
beneficios en base a sinergias de sus actividades; y con los encadenamientos donde las
empresas se relacionan a partir de las relaciones insumo-producto sin importar su ubicación
geográfica (Anlló, 2009:8). Por lo tanto se podría decir que el concepto de trama es aún más
global que los anteriores.
La conformación de tramas hace posibles las relaciones entre diferentes actores
descentralizando las operaciones y desarrollándolas en distintos espacios geográficos pero
favorecidas por la aparición de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación
(TICs). En una trama pueden intervenir fábricas industriales, comercios, entidades de
gobierno, organizaciones no gubernamentales, universidades, centros de investigación,
asociaciones profesionales, laboratorios, artesanos y clientes o consumidores, con objetivos
comunes y/o particulares y en cierta comunión de acciones que resultan en favor de los que
pertenecen ya sea en el mismo o diferente momento. Como consecuencia este tipo de
organizaciones está generalmente asociado a las economías externas y son capaces de generar
procesos de aprendizaje colectivos que favorecen los procesos de desarrollo basados en las
competencias tecnológicas, organizacionales y de comercialización.
El concepto de trama supera la concepción de relación entre empresas solo como
intercambio. La conformación de las tramas también está dirigida a asegurar competitividad
entre empresas por sectores o regiones. Es un modo específico de actividad económica. Las
tramas productivas proveen un margen de flexibilidad soportado por toda la estructura y así
también es como se sostiene fortalecida.1 Las tramas se comparan con organizaciones
flexibles en la distribución de recursos y acciones. El éxito depende en gran medida de la
estructura a nivel interno y de relaciones que pueden generar las empresas para aumentar la
capacidad de innovación. Es decir que la innovación es uno de los factores claves para las

1
Las redes generan un estado de equilibrio entre autonomía y dependencia. (Sydow, J. 1995:49f) en Karsten
Krüger. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.

3
empresas que quieren competir en un mercado cada vez más internacionalizado y globalizado.
“En efecto, la innovación tecnológica está llamada a ser la fuente principal de adquisición
de mejoras competitivas “genuinas”, “sustentables” y “acumulativas” ”. (Jaramillo y otros,
Manual de Bogotá). Al mencionar la competitividad me refiero a la capacidad de las empresas
de acceder a nuevos mercados y obtener ganancias de ellos. Situación que estimula a otras
empresas a generar nuevos diseños en sus acciones, provocando a la vez una
retroalimentación en el círculo de competidores.
Se entiende por innovación al resultado de un proceso complejo que lleva nuevas ideas
al mercado en forma de productos o servicios y de sus procesos de producción o distribución,
que son nuevos o han sido significativamente mejorados. Las innovaciones se dan en
diferentes ámbitos así sea en el comercial, tecnológico u organizativo. Según Schumpeter el
desarrollo económico se activa por la existencia de innovaciones; éstas, por medio de
procesos dinámicos reemplazan las viejas tecnologías por otras nuevas y ha llamado a este
proceso “destrucción creativa”. (Ogállal, 2006:39)
¿En qué innovan las empresas? Según Schumpeter hay cinco aspectos en los que se
aplica la innovación: -introducción de nuevos productos; -introducción de nuevos métodos de
producción; -apertura de nuevos mercados; -desarrollo de nuevas fuentes de materias primas u
otros insumos; -creación de nuevas estructuras de mercado en un sector de actividad.
La situación actual de los mercados impone a la gestión del conocimiento una
responsabilidad crucial en el éxito de las empresas. El éxito de una innovación depende de la
conexión entre la investigación y la producción. Los sectores internos implicados en esta
conexión son los relacionados con I+D, producción, gestión, control de calidad,
administración, marketing, recursos humanos, etc. En esta complejidad organizacional se dan
acciones que pueden ser independientes pero integradas a las acciones de la trama. Para que
éstas se den de manera equilibrada es fundamental la correcta gestión de los recursos
humanos, la especialización, la habilidad y la capacitación. El capital humano debe ser
adecuado a la necesidad de incorporación de nuevas tecnologías, demostrar habilidad en la
dinámica de las nuevas organizaciones, contar con capacidad creativa. Muchos de los
aprendizajes se dan en la práctica y “tienden a adquirir un carácter acumulativo y específico
de los agentes que las poseen”. (Lopez; 2007:13)2
Vista la innovación desde la perspectiva del trabajador, a lo largo de la historia de los
últimos veinte años, ésta ha requerido un cambio; pasar de la necesidad de contar con una

2
La página de referencia corresponde al material utilizado en el curso. El texto original está citado en la
bibliografía.

4
cantidad de conocimiento y habilidad a las competencias relacionadas con decidir, actuar,
prever, investigar, intervenir, etc. La complejidad de las acciones que se debe ser capaz de
acometer en este nuevo modelo responde a la globalidad e interdisciplinariedad con que
deben resolverse las distintas situaciones para estar a la altura del modo en que se presentan.
Adam Smith hablaba sobre los beneficios de la división del trabajo, cuestión que
ejemplificaba con la fábrica de alfileres. La posibilidad (técnica) de fragmentar las etapas del
circuito productivo habilita al productor/trabajador a especializarse en ciertas tareas, o etapas
de producción, redundando en un beneficio para el conjunto de la economía. (Anlló y otros;
2009: 24)

Ejemplo de tramas productivas en Argentina


Vitivinicultura: Mendoza
Breve relato de la historia hasta 1970

Mendoza se dedica al cultivo de uvas para vinificar desde fines del siglo XIX. La
producción estuvo protegida por medidas arancelarias y la elaboración satisfacía el mercado
interno, en aumento debido a las costumbres que traían los inmigrantes europeos de consumir
vino. Mendoza promovió la inmigración y se constituyó en el modelo dominante de la
economía agraria y agroindustrial. Hacia 1900 contaba con sistema artificial de riego, el
Banco Provincia, créditos hipotecarios y exoneración de impuestos para la promoción
agrícola e industrial. El Estado se hizo cargo de algunas acciones vinculadas a favorecer el
desarrollo creando dependencias dedicadas a al Topografía, la Química y la Estadística,
además de crear la Escuela Nacional de Agricultura de la cual, egresaban enólogos que más
tarde se irían a Europa a especializar. El método utilizado era “a pata” y utilizaban procesos
poco adecuados. “La incorporación de “tecnología” se limitó a un arado, dos horquetas, un
caballo, una balanza, una graduadora, una guadañadora, algunas bordalesas compradas a
Trapiche, ácido tartárico y tanino. No hubo innovaciones ni mejoras, dada la existencia de
un mercado en expansión que absorbía todo lo producido”. (Mateu; 2009: 55)
Por este sendero llegó en 1914 a representar el 76% del PBI provincial. Sin embargo su
crecimiento rápido y desordenado le impuso límites. Uno de los problemas que se genera en
esta etapa es la elaboración dedicada al consumo interno sin aspirar a cepajes de calidad.
Además, la tendencia oligopólica en la estructura productiva llevó a los productores a los
extremos posibles en la distribución de la producción. “De los 1052 establecimientos
existentes en 1913, el 86% eran pequeñas bodegas que participaban con el 33% de la

5
producción de vinos, mientras que un 13% de bodegas medianas lo hacían con el 45% de ella
y el 0,7% de grandes bodegas producían el 22% del vino” (Delfini; 2007: 24).
El equipamiento de maquinarias produjo un aumento en la cantidad y no en calidad.
Solo los establecimientos más grandes pudieron acceder al mismo. Las bodegas de más de
50.000 Hl crecen en un 100% y aparecen sólo en la zona núcleo. Son los establecimientos
más tecnificados, que concentran la producción y ocupan mercado, todos propiedades de
inmigrantes. Aunque “(…) en una generalización algo exagerada, un grupo que fluctuaba
entre diez y veinte personas, daba identidad al sector bodeguero a través de las entidades
gremiales, por su poder de presión ente el Estado, por ocupar cargos en el aparato del
Estado, por producir volúmenes muy importantes, por ser directivos de los bancos que
decidían el otorgamiento de créditos (…)” (Delfini; 2007:25)
Alrededor de 1920 Mendoza cubría el 73% de la demanda interna pero existían muchos
conflictos entre los trabajadores y los contratistas y empresarios; bajos salarios y malas
condiciones de vida.
La crisis que enfrentó la industria hasta 1930 se intentó evadir con algunos métodos ya
utilizados en otros episodios similares: la creación de comisiones, la eliminación de parcelas y
vino, etc. En esta época el mayor beneficiario era el Estado, que gracias a la imposición de
gravámenes podía construir escuelas, otorgar préstamos para la industria, etc. Sin embargo el
intervencionismo estatal llegó de la mano de leyes que suprimió o sustiuyó los cultivos en
1934 y 1937. El debate giraba en torno al enriquecimiento de 5 industriales, Giol, Arizu,
Tomba, Tirasso y Escorihuela (Delfini; 2007; 31) a costa de los trabajadores. La intervención
volvió a repetirse en oportunidad del gobierno de Perón con el control de precios y de las
relaciones laborales.
Alrededor de 1950 se puso en práctica el sistema de maquila, por el cual el vino era
trasladado para su fraccionamiento y envasado. “Esta modalidad generó nuevos vínculos al
interior de la cadena agroindustrial”. (Delfini; 2007:38).
Otra vez la intervención estatal en 1959 creando la Ley de Vinos por la cual se crea el
Instituto Nacional de Vitivinicultura que se encargará de promocionar, desarrollar, fiscalizar y
controlar la industria del vino. Sin embargo no pudieron controlar la nueva crisis de fines de
los 70 y los 90 con una nueva experiencia de sobreproducción gracias a la expansión de los
viñedos de alto rendimiento pero de baja calidad. Esto último fue el resultado de la
desregulación de la actividad que se extendió a casi todas las actividades económicas del país.
Este hecho plantea la problemática que supuso que el propio funcionamiento del mercado
generaría su propia autorregulación.

6
Los procesos han acompañado los tres grandes momentos en que se puede resumir el
patrón que atraviesa la economía argentina, el modelo agroexportador (1870-1930), el de
industrialización por sustitución de importaciones (1930-1976) y el de valorización financiera
(a partir de 1976). La economía de este sector en la Provincia de Mendoza ha acompañado
los movimientos en la economía nacional y ésta a su vez nos remite a la forma histórica en
que se vincula con la economía mundial.
Los actores involucrados en la trama presentan discrepancias. Mientras un grupo
reducido en el sector primario de industrialización entiende que durante los últimos años se
despliega una expansión productiva que es acompañada por una modificación de las
condiciones estructurales, aun persisten problemas y restricciones históricas de difícil
resolución. En otro extremo existe un grupo más numeroso de actores que percibe una
contracción en la producción vitivinícola en la cual siguen predominando las condiciones que
históricamente caracterizaron a este complejo, en tanto la reestructuración es por demás
heterogénea, y acotada a ciertos espacios productivos, mientras que los costos de la misma
recaen sobre los sectores más débiles de la trama productiva. (Aspiazu y Basualdo (1),
2003:4)

Reestructuración de la trama

Es importante destacar que esta trama tiene dos características relevantes: el 96% de la
producción de uvas se destina a la elaboración de vino y de 15 provincias que cultivan uvas
en solo 7 de ellas la producción está más desarrollada con más de 1000 has en cada una. Entre
Mendoza y San Juan se produce el 92% de las uvas para vinificar de los cuales casi el 70%
corresponde a Mendoza. La actividad principal es la elaboración de vino y como actividad
complementaria, la producción de mosto.
A partir de 1990 la trama comienza a estructurarse como una forma de integración
regional con el fin de posicionarse en el mercado internacional.3 Es en este momento cuando
capitales extranjeros y empresas multinacionales invierten en la industria del vino. Así,
mientras los procesos de apertura de los mercados, privatización e incorporación de capitales
extranjeros se manifiestan en diversas actividades económicas, estas transformaciones
adquieren en la vitivinicultura mendocina un carácter de reconversión industrial con el fin de

3
Hay que tener en cuenta que si bien las exportaciones aumentaron considerablemente, éstas solo representaban
en 2001 el 6%. De la producción total.

7
volver más competitivo al sector; como consecuencia de ello cambió la constitución de la
trama en todas sus etapas productivas.

Área U$S Comentarios


Compra de viñedos 100 Se estima la compra de unas 20000 ha a un valor
promedio de 5 mil dólares
Mejora e implantación de 600 Se implantaron y mejoraron unas 40 mil ha a un costo
nuevos viñedos promedio de unos 15 mil dólares
Compra de activos 250 Se estima este valor (empresas, bodegas y marcas) en
empresarios función de los valores conocidos de grandes compras
de empresas del sector
Compra de equipamiento 300 La capacidad instalada creció en 3 millones de hl con
y remodelación un costo promedio de 1 u$s por litro
Construcción y 300 Se estima que fue necesario reacondicionar la
acondicionamiento de infraestructura para estos 3 millones de hl a un costo
bodegas promedio de otro dólar por litro.
Total 155
0
Cuadro nº 1: Destino de las principales inversiones en millones de dólares, década de 1990.4

Algunos resultados de estas inversiones son: la reconversión de la producción primaria,


la orientación a la producción de uvas finas, adopción de innovaciones en procesos y
productos, nuevas formas de gestión empresaria y de organización del trabajo, desarrollo de
técnicas de comercialización y marketing, aumento de ventas y una nueva configuración en
los proveedores de insumos, servicios y bienes de capital (metalmecánica, vidrio, viveros,
biotecnología, mallas antigranizo, cápsulas, fletes, diseño gráfico, etc) que se han visto muy
beneficiados por la gran demanda del sector.
Una comparación que ilustra la importancia de la inversión de capital extranjero en
Argentina se observa en el siguiente cuadro.

País/Región Monto
Argentina $ 323.231.300
Chile $ 103.000.000
EE. UU. $ 96.050.000
Francia $ 94.990.000
España $ 64.650.000
Austrlaia, Italia, Inglaterra, Holanda, Portugal,Rusia, $ 141.828.000
Suiza
Resto del undo: Japón, Uruguay, varios $ 35.965.800
Total de inversiones $ 859.705.100
Cuadro nº 2: Inversiones vitivinícolas en 1999-2004, según país de origen y monto en pesos.5

4
Delfini y otros, 2007, pág 54.
5
Ibidem, pág 57

8
La competencia tuvo como consecuencia una continua modernización y aprendizaje
dinámico, la difusión de nuevas técnicas de cultivo y cepajes debido a la tendencia de
aumento en el consumo de vinos tintos finos; mejoras en la elaboración e incorporación de
insumos importados utilizados en la etapa de transformación. La globalización también
facilitó la incorporación de innovaciones tecnológicas de la mano de nuevas formas de
competitividad, produciendo vinos que debían poder distribuirse en el mercado internacional.
El INV6 reconoció y protegió algunos sectores de la provincia como Agrelo, Barrancas,
Russel y Lunlunta como “Indicaciones Geográficas de la República Argentina” y como
“Denominación de Origen Controlada” para la mejora de la calidad en la elaboración. 7 Estas
características del vino marcan una distribución del conocimiento y de la tecnología y las
relaciones entre los productores de uva y los bodegueros se pueden pensar como innovaciones
organizativas. El I.N.V. cuenta con laboratorios equipados con tecnología de avanzada en
procesos de normalización y sistemas informáticos de última generación, que le permiten
mantener elevados niveles de seguridad en la fiscalización de los productos vínicos, actuando
con anticipación en la solución de problemas detectados, y en el análisis de los escenarios
internos y externos, de manera de controlar a la Industria Vitivinícola, de proteger la salud de
la población y de respaldar técnicamente las exportaciones nacionales
Las crisis asociadas a la vitivinicultura española, incrementaron la demanda de
exportaciones. A partir de 1995, el mercado externo inicia una tendencia de ascenso de
ventas. El rediseño organizacional de muchas firmas, la adopción de modernas tecnologías –
tanto en la producción primaria como en la elaboración del vino- la importación de clones de
tipos varietales, la incorporación de nuevas áreas geográficas a la producción primaria a partir
de privilegiar la calidad por sobre el volumen son partes constitutivas de este proceso de
transformación de la trama que tiene en las exportaciones a uno de sus principales factores
desencadenantes del acelerado proceso de cambio. (Aspiazu y Basualdo (2); 2003:1). El rasgo
distintivo del período 1990-2001 es la merma de demanda interna, en contraposición del
aumento de la producción, notable hasta 1996. Este estado de cosas representa una de las
problemáticas que aún hoy debe enfrentar la industria vitivinícola.
Desde el punto de vista de la generación de empleo, el sector vitivinícola cumple un
papel muy importante en el crecimiento y dinamismo, no solo del comercio mayorista, sino
también del transporte, envase y embalado de vidrio, papel, cartón y madera. Las actividades
6
Instituto Nacional de Vitivinicultura creado en 1959 por la Ley de Vinos nº 14878
7
Denominaciones que dan valor agregado a los vinos de acuerdo a las condiciones del territorio, sus
características agroecológicas y el cepaje.

9
de mayor demanda de mano de obra se concentran en el período de la vendimia, que también
activa la producción industrial. El carácter perecedero de la uva y la necesidad de un ingreso
inmediato a la bodega exige una muy buena articulación entre el sector primario y el
industrial. En ese período la demanda de trabajo aumenta notablemente. “Por último se
destacan las crecientes relaciones con la rama de servicios a empresas y profesionales,
hecho que encuentra su fundamento en la modernización de la actividad vitivinícola y la
tercerización de servicios, una característica cada vez mas sobresaliente en las formas de
organización y división del trabajo a nivel industrial”. (Delfini y otros; 2007: 83)
Como ya mencionara, la especialización flexible, se pone de manifiesto en estas
condiciones. La introducción de innovaciones tecnológicas y la diversificación productiva
junto con el aumento de la productividad laboral comienzan a depender del capital humano, lo
que produce segmentación según la calificación del recurso humano. En este punto toma
especial relevancia el sistema educativo con la oferta de formación y capacitación a los
actores que están o pretenden incorporarse al sistema laboral propuesto por la trama
vitivinícola. A modo de ejemplo puedo mencionar que el INV plantea entre sus objetivos los
siguientes: Implementar un Programa de Capacitación de Mano de Obra para el Sector
Vitivinícola; Implementar convenios de capacitación con Organismos nacionales y
extranjeros, entre otros.
La problemática planteada es entonces que una comunidad asociada a la vitivinicultura
desde hace más de cien años y que ha crecido en torno a la actividad y ha desarrollado una
cultura específica debe enfrentar un descenso en la oferta de trabajo y un requerimiento cada
vez más específico en conocimientos.
Algunas bodegas cuentan con su propio personal especializado para las etapas de poda y
cosecha que proveen al productor para preservar esos dos momentos de especial cuidado para
asegurar la calidad de los racimos que llegan a la bodega.
Los cambios en la producción y elaboración del vino con el objetivo de mejorar la
calidad hicieron que sea posible utilizar correctamente las variedades, rendimientos, tierras,
etc, de tal modo que esto redujo la cantidad de empleados o las horas hombre en los procesos
posteriores, elaboración y añejamiento. Por lo tanto, la mecanización o tecnificación de los
procesos de las primeras etapas producen desempleo o empleos precarios. (Delfini y otros;
2007:83) Así se modifica el plantel laboral de las empresas con un número reducido de
personal permanente, de salarios altos y otro grupo con condiciones de estabilidad más
precaria con salarios reducidos, contratos parciales, trabajo temporal y en negro. Esta nueva
forma de especialización flexible aparece como consecuencia de la exigencia de nuevos

10
conocimientos por la racionalización en los procesos productivos, en los ciclos de la
información, el uso de las nuevas tecnologías y con la introducción de los procesos de
calidad.
En la trama aparecen grupos formados por ingenieros agrónomos y enólogos que
trabajan conjuntamente para lograr la calidad de la uva que cada variedad requiere. Este grupo
de profesionales diseña y planifica todas las acciones de producción, recolección hasta su
llegada a la bodega. “Esta organización tiene una complejidad creciente a medida que
aumenta el número de productores vinculados o integrados de hecho a las bodegas y a
medida que se diversifican las variedades y calidades de uva exigidas por la industria, en
función de la complejidad de sus estrategias productivas y comerciales”. (Delfini y otros;
2007: 85)8

Consideraciones finales

Los hechos, decisiones y orientaciones de muy diversas políticas públicas nacionales han
ejercido una influencia decisiva en los patrones evolutivos del complejo vitivinícola. Incluso, hasta
podría afirmarse que parte decisiva de los actuales rasgos estructurales del mismo son la resultante de
políticas y medidas que incidieron sobre el perfil del desenvolvimiento del sector aun cuando, en
muchos casos, no se tratara de acciones orientadas específicamente al desarrollo del complejo
vitivinícola. Cabe destacar que el funcionamiento actual de la trama vitivinícola se encuentra
fuertemente influido por el proceso de desregulación que constituyó uno de los pilares de la estrategia
económica de la administración gubernamental que asumió a fines de los años ochenta, en plena crisis
hiperinflacionaria. En ese proceso se inscriben algunas de las principales políticas implementadas en
los primeros años de su gestión. Así se dio el caso de la eliminación del control de precios, la
supresión de regulaciones específicas para las inversiones extranjeras, la liberalización del mercado de
cambios y de los flujos internacionales de divisas, etc.
La vitivinicultura como otras actividades industriales, se ha transformado, por iniciativa
de las empresas o por necesidad de sostener el mercado interno y extenderse al internacional,
en una actividad con rasgos tecnológicos, enlazadas en una trama productiva donde, parte del
sostenimiento es la tarea colaborativa. Hay que tener en cuenta que los resultados dependen
en gran medida de cuestiones climáticas, del suelo y de la capacidad del personal de adecuar
los insumos y los procesos para obtener un producto de calidad que sea capaz y aceptable de

8
Las bodegas aplican normas de control de calidad desde los viñedos hasta la bodega. Surge así en las empresas
más modernas una racionalización de la organización y de los procesos. Se manifiesta en la planificación,
evaluación y seguimiento de los procesos e insumos lo que técnicamente se conoce como trazabilidad del
producto. (Delfini y otros; 2007: 86)

11
competir con otros de calidad similar en el mercado. Para ello la actividad vitivinícola se ha
especializado en toda su trazabilidad y ha incorporado nuevas estructuras en el interior de la
empresa y también ha creado nuevos vínculos con otras. Con éstas es capaz de conformar una
trama productiva. Esta actividad se ha especializado y tecnificado en función de las
inversiones de capital nacional, pero en mayor medida extranjero. La especialización de la
mano de obra se realiza en función de la tecnología incorporada, de capacitación y de la
capacidad de la empresa de tomar decisiones acertadas en función de un correcto diagnóstico
de sus debilidades y fortalezas además de interpretar su capacidad de enfrentar la
competitividad. Este es un rasgo altamente valioso desde el punto de vista de la eficiencia y
calidad en todo el proceso productivo, sin embargo ha generado una merma en la demanda de
empleo y una dificultad de estar a la altura de las exigencias modernas que una gran parte de
la comunidad, cultural e históricamente incluida en la actividad, hoy ha quedado excluida por
los mismos motivos.
El otro condicionante del sector es la disminución de la demanda interna de vino de
mesa a causa de la oferta do otras bebidas con y sin alcohol como las aguas saborizadas, los
jugos, gaseosas y cervezas. Y en contraposición a esta disminución se presenta el aumento de
la producción de uva para vino de mesa, que después de muchos años del surgimiento de la
problemática aún no encuentra un equilibrio. Porque demás, a pesar del aumento de las
exportaciones de vinos finos, el caudal monetario que este sector introduce no alcanza a
equiparar la pérdida de ingresos por la disminución del mercado interno.

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Bibliografía

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