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CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

S.E.Sr. Presidente de la República

Señor Sebastián Piñera Echeñique

Altísimo, omnipotente, buen Señor,


tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana agua,


la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.

Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,


la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.

Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,


y soportan enfermedad y tribulación.

Alaben y bendigan a mi Señor,


y denle gracias y sírvanle con gran humildad.

(Extracto del Cantico del hermano Sol, San Francisco de Asís)

Estimado señor Presidente, comenzamos nuestra carta con palabras del hermano san
Francisco de Asís, que en este bello cántico nos invita, en primer lugar, a alabar a Dios y a
bendecirlo por medio de su creación, y al mismo tiempo, a establecer entre todas las
creaturas, comenzando por los hombres, lazos de fraternidad y reconciliación.

Estamos convencidos, juntos con Francisco de Asís, que la fe en Cristo pasa


necesariamente por una relación basada en el amor a Dios, a los hombres y a la Creación.

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
fuerza, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Lc 10,27

Lamentablemente nuestro país ha sido afectado por eventos muy dolorosos, como el
terremoto de febrero del año pasado, el terrible incendio en la cárcel de San Miguel, el
problema de abusos por parte de ministros de la Iglesia y otros acontecimientos que nos
llenan de dolor.
Chile sigue sufriendo. En la actualidad nuestra sociedad no ha sido capaz de
enfrentar de buena manera la problemática mapuche en toda su complejidad. En tal sentido,
la situación de los comuneros mapuches Héctor Llaitul, Jhonatan Huillical, José Huenuche
y Ramón Llanquileo es crítica, insoportable e inhumana. Ellos han sido acusados y
condenados en base a la Ley Antiterrorista, unánimemente criticada por ser injusta y
arbitraria. Es cierto que hasta el momento la solución pasa por el Poder Judicial, pero
también es cierto que el Poder Ejecutivo tiene la potestad de propiciar cambios urgentes en
la legislación, para que no se siga castigando de manera tan aberrante a quienes trabajan por
la reivindicación de un Pueblo que, por años, ha sido postergado y empobrecido. En tal
sentido, humildemente le solicitamos que actúe prontamente en favor del cese de la huelga
de hambre y no permita que estos comuneros enfrenten una condena desproporcionada,
dictada en medio de un proceso que ha dejado dudas y evidente falta de transparencia.

Chile sigue sufriendo, también, por el criterio que hegemoniza el diseño del País y
proyección de la realidad de Chile hacia el futuro. Como hermanos franciscanos nos
preocupa la hegemonía del pensamiento economicista que domina en la toma de decisiones
importantes que afectarán irreversiblemente importantes áreas y ecosistemas de nuestro
territorio. En particular, nos referimos a la vía con que se busca proveer de energía al
desarrollo de Chile. Nos parece muy importante que en este tema, tengan participación no
sólo los expertos, sino también se atienda efectivamente a la opinión de la ciudadanía. En
este sentido, las juntas de vecinos, las agrupaciones sociales, las comunidades religiosas,
tienen mucho que expresar y deben ser escuchadas.

Son muchos los entendidos que sostienen que en nuestro país no existe una política
energética y que por lo tanto no existe claridad acerca de la matriz energética que más
conviene al país, cuáles son los costos de producción, ni del sistema tarifario que se utiliza,
ni tampoco hay claridad acerca de la protección de los consumidores. En este contexto, nos
parece que decisiones tan importantes y graves como la aprobación del mega proyecto
Hidroaysén son inconvenientes y equivocadas. Nuestra opinión no es de técnicos ni de
expertos, sino la de religiosos que ven con preocupación cómo se instrumentaliza la
Creación de Dios con fines económicos y que además no se escucha el clamor de un pueblo
que no está de acuerdo con esta mega manipulación a la geografía de nuestro país.
Nuestra posición no es estar en contra de todo; sino que consideramos que esta
crisis es la oportunidad para que como país optemos por un modo sustentable e innovador
para crecer. Un crecimiento que beneficie a todos, comenzando por los más pobres de
nuestro país y, que al mismo tiempo, no desintegre ni el paisaje y ni las reservas naturales
que el buen Dios nos regaló. Por ello, creemos que seleccionando estratégicamente
tecnologías y una real participación de científicos, empresarios, asociaciones y el Gobierno,
es posible dar un paso adelante hacia el desarrollo. Pero para ello es necesario que el
monólogo del pensamiento meramente economicista dé espacio a un verdadero diálogo
interdisciplinar.

Esperamos en Dios que las problemáticas expuestas sean tratadas con la sensibilidad
histórica, social y cultural necesaria, para hacer de Chile una Nación de sujetos integrados
entre sí y reconciliados con su pasado y con la creación.

Sabemos que su tarea como Presidente es difícil, por eso lo tenemos presente en
nuestras oraciones.

Paz y Bien

Fr. Julio Campos OFM


Fr. Jaime Campos OFM
Fr. Gonzalo Collipal OFM
Fr. Claudio Pumarino OFM

Animadores oficina de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC)

ORDEN FRANCISCANA DE CHILE

Santiago, 20 mayo 2011

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