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Lectura Fase 2 Pegada
Lectura Fase 2 Pegada
1. JUSTIFICACION
"Yo soy sobre el abismo el puente que atraviesa, yo soy la ignota escala
que el cielo une a la tierra, yo soy el invisible anillo que sujeta el mundo
de la forma al mundo de la idea"
Otro punto que impulsó a llevar a cabo la realización del tema, fue el de
mostrar el panorama actual en el que se encuentra Colombia con
respecto a esta nueva área; de manera que los psicólogos, psicólogos
jurídicos y los especializados en sus ramas, o simplemente los
interesados en el tema, estuvieran al tanto sobre qué piso se encuentran
de soportados y a partir de éste poder comenzar a actuar y enfocarse
dentro de la misma.
MARCO CONCEPTUAL
Muñoz, Bayés y Munné (1980. Citados por: Caballero y Prada, 2001) dan
una explicación a esto: la Psicología se movía anteriormente en
corrientes poco claras, creando un vacío que permitió el desarrollo de
una cultura psicológica de los juristas, la cual a quedado en muchos
libros de Derecho, y aun se mantienen.
Más tarde, textos del mundo antiguo como, por ejemplo, la República de
Platón, que es básicamente una búsqueda del significado de justicia, han
sido estudiados en el intento de entender las bases psicológicas de los
conceptos legales.
De igual forma los romanos, por ejemplo, hicieron su muy notable
contribución con respecto a los aspectos legales de las enfermedades
mentales ya que a ellos se debe la terminología aún empleada mediante
la cual en algunos códigos aparecen definidas las enfermedades o
estados mentales con las palabras "furiosi" (persona completamente
privado de la razón, tuviese o no intervalos lúcidos), "mente capti"
(persona cuyas facultades intelectuales estaban poco desarrolladas),
"dementis" (privado de entendimiento o falto de juicio) y "fatui" (falto de
razón o entendimiento); aunque la existencia de tales estados no era
declarada por el médico sino por los jueces (Romero, 1973).
Sin embargo, no fue sino hasta los tiempos medievales que la actividad
forense, como tal, aparece; cuando las cortes reales reconocieron la
necesidad de que expertos testificaran en asuntos más allá del
conocimiento general del juzgado y el juez.
En Alemania, durante los años 1918 a 1933, K. Wilmanns fue Director del
Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Heidelberg y realizó
una gran contribución al desarrollo de la psiquiatría forense y criminal.
Luego, en 1919, en Italia, el Ministro de Justicia admite en el Comité Real
a psicólogos y psiquiatras para la Reforma de la Ley Criminal Italiana. Y
en 1921, el proyecto resultante ("Progetto Ferri") se presentó.
En 1929, Alexander & Staub lanzan "Der Verbrecher und seine Richter"
(El Delincuente y sus Jueces), en Alemania. Y en España, M. Ruiz Funes
escribe "Endocrinología y Criminalidad". Luego, según Pérez (1996), en
ese mismo año, en Estados Unidos los autores Mc Carty, con su
"Psicología para el Jurista"; y R. Hutchins y D. Slesinger, con su
"Psicología Legal"; hicieron sus respectivas contribuciones al crecimiento
de los aportes psicojurídicos a la ciencia psicológica. Además este último
autor fue el primer profesor de psicología en una escuela de leyes en los
EE.UU.
En 1939 Stern, quien era el pionero en los estudios del laboratorio del
testimonio, empezó también a trabajar en algunos "más naturales"
contextos. Y en Estados Unidos, durante la II Guerra Mundial, los
psicólogos continuaron empleándose como psicómetras. También se
continuaron los estudios en el detector de mentiras, se publicaron
investigaciones en psicología militar, se publicó una tesis sobre
disertación en temas psico-forenses y se crea la Institución de la Corte
de Conciliación Familiar en Los Ángeles, para mediar los conflictos
familiares.
Por otro lado, hay que destacar que en el transcurso del presente año, en
la Universidad Santo Tomás de Bogotá, se experimenta el cambio de
dirección de la Especialización en Psicología Jurídica, donde antes era
director el Ps. Fernando Díaz Colorado; y hoy día está regido por la Ps.
Ángela Cristina Tapias Saldaña, anteriormente docente de la Facultad de
Psicología y coordinadora del área Psicología Jurídica de la Universidad
del Bosque.
De esta manera, Muñoz Sabaté (1980) nos presenta tres vías en las que
la Psicología se puede relacionar con el Derecho como forma de
delimitar el mundo existente entre estas dos disciplinas y hace una
distinción entre la Psicología del Derecho, en el Derecho y para el
Derecho.
Por otro lado, siguiendo con las tres vías de Muñoz Sabaté (1980),
encontramos la Psicología en el Derecho que sugiere que todo el
Derecho, o gran parte del mismo, está lleno de componentes
psicológicos; y que por tanto requiere de la psicología para su puesta en
funcionamiento. Las normas jurídicas son estímulos verbales tendentes a
producir o impedir determinadas conductas. Dentro de estas normas
figuran una serie de conceptos y definiciones de naturaleza igualmente
psicológica; la formulación y aplicación de dichas normas requieren de
una gama de conductas hábilmente influidas por diversas variables
ambientales y de los sujetos. Si se pretende lograr un máximo de eficacia
jurídica es imprescindible controlar todo este abanico de factores. Así
pues, la Psicología en el Derecho es ya una disciplina de la praxis y por
tanto una psicología aplicada. Muñoz Sabaté, muy acertadamente nos
comenta que si la Psicología es la ciencia que se ocupa del estudio de la
conducta, y si los objetivos del Derecho son el control y modificación de
la misma; entonces los legisladores, jueces, magistrados y abogados
deben estar especialmente atentos a los datos que vayan surgiendo del
laboratorio psicológico, con el fin de tenerlos en cuenta si desean
alcanzar con mayor seguridad y menor esfuerzo los objetivos
conductuales concretos que previamente se hayan fijado (Muñoz Sabaté,
1980).
Díaz (2003), frente a esta Psicología en el Derecho, cita a Kapardis y
comenta que la relación no es tanto de la Psicología en el Derecho, sino
la Psicología y la Ley; de tal manera que la investigación psicolegal
puede ser aplicada tanto en el campo de los delincuentes como en el
campo de los jueces, magistrados y operadores de justicia en general. Es
importante tener en cuenta que, si bien es cierto, la ley contiene muchas
palabras que se podrían comprender dentro del campo de la psicología,
estos conceptos, definiciones y calificativos, no tienen una
correspondencia con el campo psicológico. Conceptos como trastorno
mental e inmadurez psicológica, por ejemplo, no corresponden a
definiciones de lo psicológico sino a fundamentos del Derecho, que
hacen relación a la concepción clásica de la filosofía del Derecho.
En tercer lugar, Muñoz Sabaté (1980) nos habla de una Psicología para
el Derecho y comenta que aquí el papel de la psicología no es distinto al
que pueden jugar la medicina, la arquitectura, la ingeniería o la
contabilidad; como ciencias auxiliares del Derecho. Dichas ciencias
auxiliares, son llamadas a informar sobre los fines o política del Derecho,
o para interpretar los hechos referentes al caso concreto. Es una
psicología llamada a iluminar los fines del Derecho y que, por su amplitud
y generalidad, no podrá jamás incorporase al ámbito específico de una
Psicología Jurídica; sino al de la Psicología general. El campo específico
de una Psicología para el Derecho, susceptible de incorporación
metodológica dentro de una psicología jurídica, sólo lo vemos en el área
de interpretación del hecho jurídico; en la medida en que aquélla pueda
aplicar sus técnicas a la prueba de los hechos. Se trata en definitiva de
una psicología eminentemente probatoria (Muñoz Sabaté, 1980).
Por otro lado, Sobral, citado por Parra (2000), expone otras cuatro vías
en que se relacionan la Psicología y la Ley. Así, la primera relación está
dada por cuanto la psicología puede ser el fundamento de la ley, la cual
se encarga de generar conocimiento que sea útil para la práctica del
Derecho. Este conocimiento se genera de la psicología básica y se utiliza
para explicar diferentes comportamientos en cuanto a su causalidad; y
para que mediante la investigación básica se logren implementar
políticas eficaces y humanas.
Por último, Sobral expone la última relación vista desde la ley hacia la
psicología. Hace énfasis en cómo todas las normas influyen sobre el
comportamiento de las personas, como es: la percepción de la justicia y
la injusticia, la influencia del poder, etapas de desarrollo de la conciencia
moral y aceptación de la influencia legal, entre otros conceptos (Parra,
2000).
Parra (2000), por otro lado, cita a Garrido Genovés, quien considera que
la Psicología Jurídica es una unión entre la psicología general y la
criminología; en la que se tratan de aplicar los conocimientos y la
metodología de la Psicología, a la resolución de los problemas del
Derecho.
Algo similar dice Teixido (Citado por Parra, 2000) cuando afirma que el
objeto de estudio de la Psicología Jurídica va enfocado hacia la
orientación de unas leyes más adecuadas a la persona y a los grupos
humanos; y a la orientación más idónea en la organización del sistema
de administración de justicia.
Al igual que la eterna discusión sobre cuál debe ser en definitiva el objeto
de estudio de la Psicología Jurídica para su correcta definición y práctica;
hay otra cuestión terminológica que confunde a muchos y causa estragos
a otros. Esta confusión parte del hecho de que el término psicología
jurídica es un proceso evolucionado que llegó a tal punto después de
haber optado por términos como psicología forense, psicología legal,
psicología política, criminológica, entre otras. Hoy en día, se admite el
término de psicología jurídica, sobre todo en países hispanoamericanos y
a lo largo de Europa; pero en Norteamérica y en otros países no
hispanos, no hay distinción entre el término psicología forense y
psicología jurídica. Para estos, lo que ellos conocen como psicología
forense equivale a lo que es aceptado en iberoamérica con el término de
psicología jurídica. Tomemos como ejemplo al autor Arrigo (2000),
cuando define la psicología forense como que no es simplemente sobre
responder al crimen. Según el autor, la disciplina sí apunta a tan
abrumadores cuestiones como: ¿qué hacemos con los niños que
asesinan?, ¿los enfermos mentales son peligrosos?, ¿por qué la policía
usa fuerza letal?; sin embargo, estas cuestiones apuntan solo a la
variable de la violencia. Adicionalmente, el campo toma en consideración
un número de tópicos relacionados que son igualmente críticos y
complejos como son: ¿cómo los oficiales median el conflicto?, ¿cómo la
comunidad legal y psicológica promueven los mejores intereses del niño
en la toma de decisiones forenses?, ¿qué tratamiento y cuidado está
disponible para las madres en prisión?; estos temas evalúan el factor
justicia. Así, la psicología forense se enfoca tanto a responder ante el
crimen y la victimización como también sobre la prevención; o aún mejor,
promoción de la paz y el bienestar, cada vez que sea posible.
Frente a estas aplicaciones, los autores García y Araña (2001) dicen que
la actuación pericial de la psicología está siendo reclamada en orden
creciente. Cada acto jurídico se articula y activa para satisfacer
demandas de personas que creen lesionados sus derechos. De ahí que
cuando se perita sobre la conducta de las personas, los fines del
Derecho y de la Psicología convergen en la búsqueda de la satisfacción
de las partes litigantes. Sin embargo, varios autores se han aproximado a
la tarea de delimitar las diferentes aplicaciones de la psicología jurídica
en el mundo práctico y real, como a continuación será expuesto.
Por otro lado, encontramos las aplicaciones que proporcionan los autores
Haward y Gudjonsson (1998), en base a los roles del psicólogo jurídico.
Ellos identifican cuatro roles llamados clínico, experimental, actuarial,
asesor; a los cuales apunta la práctica de la psicología jurídica
dependiendo de la naturaleza del caso que está en juicio. Así, los roles
que ellos sustentan son:
Procesos:
Tapias (2002) también agrega que esta área cobija la mayoría de los
aportes de la psicología del testimonio, como es la evaluación de la
veracidad del testimonio a través de técnicas psicológicas informadas por
Raskin (1994), como el polígrafo o detector de mentiras; reseñadas por
Offe (2000), como el Análisis de Contenido Basado en Criterios (CBCA);
y otras explicadas por Masip y Garrido (2000), como los indicadores
conductuales de la mentira.
Victimología: con este término se designa una disciplina que tiene por
objeto de estudio la víctima de un delito, su personalidad, y sus
características biológicas, psicológicas, morales, sociales y culturales. Se
debe entender por víctima a la persona que se expone u ofrece un grave
riesgo en entrega de otra; o persona que padece daño o culpa ajena; o la
persona que simplemente lo es por causa fortuita. Por otro lado, en
Derecho Penal, se ha considerado víctima a la persona que es
directamente afectada por el delito. Siguiendo su objeto de estudio, esta
disciplina estudia también las relaciones de la víctima con el delincuente
y el papel que ha jugado en la génesis del crimen.
De esta misma forma, Parra (2000) expone lo que para ella serían las
funciones del psicólogo jurídico, así:
En cuanto a la psicología del testimonio y del jurado, hay que decir que el
testimonio y su credibilidad es el tema que hoy en día está siendo más
investigado alrededor del país, ya que es un factor importante en el
esclarecimiento de los hechos punibles y ha sido de gran importancia a lo
largo de la historia de la práctica del Derecho. Con respecto al jurado,
sabemos que en Colombia no hace parte del proceso judicial, pues el
Estado lo tiene de esta manera previsto; así que sobre este campo poco
se tiene registrado en el país.
Finalmente, con referencia a los roles que adopta el psicólogo dentro del
ámbito jurídico, en Colombia priman el clínico y el asesor; siendo los dos
restantes, el actuarial y experimental, casi nulos o, por lo menos, poco
registrados en publicaciones e investigaciones.
4. OBJETIVOS
5. DEFINICION DE VARIABLES
Psicología Jurídica:
La psicología jurídica es la rama de la psicología que intenta aportar sus
conocimientos al ejercicio de un mejor Derecho, para que se cumpla en
el fondo la idea de justicia y búsqueda de la verdad que se pretende; y
también es la que intenta aplicar sus conocimientos para aclarar asuntos
que tengan que ver con la conducta de un sujeto en un escenario legal.
Jurídico es todo el conjunto de relaciones que se dan entre el sujeto
individual y el escenario legal. La psicología jurídica como campo de
conocimiento tiene áreas de actuación, las cuales son: la psicología
forense, la psicología criminológica, la psicología policial, la psicología
penitenciaria; todos esos son escenarios, ramas, apéndices o espacios
de la psicología jurídica (Fernando Díaz Colorado).
6. METODOLOGIA
TIPO DE INVESTIGACION: Descriptiva.
"Su preocupación primordial radica en describir algunas características
fundamentales de conjuntos homogéneos de fenómenos, utilizando
criterios sistemáticos para destacar los elementos esenciales de su
naturaleza. De esta forma se pueden obtener las notas que caracterizan
a la realidad estudiada". Los estudios descriptivos "buscan especificar las
propiedades, las características y los perfiles importantes de personas,
grupos, comunidades o cualquier otro fenómenos que se someta a un
análisis. En un estudio descriptivo se selecciona una serie de cuestiones
y se mide o recolecta información sobre cada una de ellas, para así
describir lo que se investiga".
6.2. SUJETOS
Los sujetos que hacen parte de la investigación realizada, son los
psicólogos entrevistados dentro de la misma. Estos psicólogos,
responden a la clasificación de peritos y pioneros de la psicología jurídica
en Colombia. Se debe entender por los términos de perito y pionero lo
siguiente: la palabra "perito" hace referencia a la persona experta en
algún tema, área o ciencia determinada; mientras que la palabra
"pionero" hace referencia a aquellas personas fundadoras o iniciadoras
en un arte o ciencia determinada, respecto a la relación de comparación
frente a otras personas.
7. RESULTADOS
Esta historia, la cual el Ps. Villa narra como comienzo y apertura del
campo de trabajo de la psicología jurídica en nuestro país, es
mencionada de una u otra forma por varios de los pioneros y peritos
entrevistados. Así, el primero que hace referencia al inicio en las cárceles
es el Ps. español de la Universidad Nacional, Jose Ignacio Ruiz; quien
expresa: "Obviamente antes de que se mandaran practicantes de
psicología a las cárceles, pues ya había psicólogos trabajando en ellas,
haciendo psicología jurídica también". Por otro lado, el Ps. Fernando
Díaz Colorado, apoya la idea de Ruiz pero agrega que ésta no estuvo
bien enfocada en un principio, comentando: "En términos de la práctica
dijéramos que la psicología jurídica ha tenido sus desarrollos a través de
sus ejercicios de práctica; bastante desenfocada en sus inicios en
relación con el papel del psicólogo en las prisiones, inicialmente." Otra
persona que tiene muy claro que el inicio de esta rama se dio con la
incursión de los psicólogos en las cárceles, es la Ps. del Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Cartagena, Alexa
Rodríguez Padilla. Esta psicóloga le añade además al nacimiento de esta
práctica, el ámbito de trabajo en lugares como la Fiscalía, pero este
punto se analizará más adelante cuando se avance en el orden de
historia hallado a través de las entrevistas realizadas; su opinión se
encuentra resumida en esta frase: "Si hablamos de la psicología jurídica
yo creo que de presentarse en Colombia tendrá muchísimo más tiempo,
porque los psicólogos que han trabajado todo el tiempo en la Fiscalía, los
psicólogos que han trabajado todo el tiempo en las penitenciarias, yo
considero que por sus funciones son psicólogos jurídicos, lo que pasa es
que el reconocimiento como especialistas se crea hasta hace poco…
siempre han habido psicólogos en las cárceles, pero son psicólogos sin
la formación, sin la parte académica, sin el sustento o el soporte
académico". En contraste con todo lo expuesto, se encuentra el aporte
de la Ps. Nancy Vargas Mejía, quien reconoce el medio penitenciario
como uno de los primeros lugares donde se desarrolló esta área, más no
el primero. Para esta psicóloga, el primer foco de inicio se da en la
academia, y es a partir de esta que se desprende la práctica en las
cárceles; al punto de expresar que cuando ella ingresó a trabajar en las
cárceles, nunca antes ningún psicólogo había trabajado en ellas. Esto es
mejor expresado de la siguiente forma: "Cuando yo empiezo a hacer mi
práctica en jurídica… fui la primera psicóloga, psicóloga sin graduarme ni
nada, a práctica profesional que llegaba a la reclusión de mujeres.
Exactamente me pasó lo mismo cuando entré a hacer práctica en La
Picota, era la primera psicóloga que llegaba a La Picota, no habían
trabajado nunca psicólogos en las cárceles". Cierra los comentarios y
conocimientos de los peritos y pioneros acerca de este inicio en las
cárceles, la Ps. Victoria Eugenia Villegas, cuando aporta un recuento
sintetizado de la historia de los inicios de esta rama en Colombia: "El
psicólogo jurídico, en general, se ha desenvuelto en cárceles y sólo a
finales de los 90 empieza a incursionar con las víctimas y en juzgados
penales, en la Fiscalía y en Juzgados de Familia. También es cuando
empiezan a surgir los posgrados de psicología jurídica". Pero más
adelante, con la exposición de los focos de inicio restantes, se ampliará
la información dada por esta pionera de la psicología forense en
Colombia.
DESDE LA ACADEMIA
Hay que hacer una aclaración muy importante, y es que todas y cada una
de las personas entrevistadas en la costa; son pioneras dentro del área
en ese territorio. Ellas se destacan por trabajar en el C.T.I. de la Fiscalía
General de la Nación, cumpliendo funciones de asesoría, forenses,
conciliadoras y asistenciales. Por otro lado, las personas enmarcadas
como pioneras anteriormente, tienen a Colombia como marco de
referencia y por ende se destacan aún más; pero no hay que olvidar que
esta rama de la psicología es reciente en Colombia y por ello cualquier
persona que se destaque dentro de su departamento específico, va a ser
pionera del mismo.
Por otro lado, está la definición armada por la misma psicóloga, Nancy
Vargas; que más adelante ayudará a complementar la del Ps. Fernando
Díaz. Esta psicóloga expone su concepto de la siguiente forma: "La
psicología jurídica, como yo la concibo y… en eso coincidimos con
algunos españoles… es la más amplia y esta conformada por varias
áreas de trabajo, varias subáreas de la psicología, si se quiere decir….
donde estaría la psicología criminal o algunos la han llamado la
psicología de la conducta criminal o la psicología del delincuente… otra
área sería la victimología como tal, que hasta hace muy poco tiempo era
un campo exclusivo del Derecho… también esta la psicología del
testimonio… estaría la psicología forense… está la psicología
penitenciaria… la psicología policial…. y la otra es una que esta
empezando a tener auge, y una muy bien respaldada por la Fiscalía, que
es la mediación. Entonces ¿la psicología jurídica qué significa?, la
psicología jurídica es la aplicación de toda esa psicología a los procesos
psicológicos que existen dentro de los procesos jurídicos;
independientemente que estemos hablando de civil, penal, militar,
canónico, o sea, todo lo que tiene que ver con el Derecho. Y no
solamente de los procesos jurídicos sino de las personas que participan
en el proceso jurídico, eso significa jueces, fiscales, investigadores,
sindicados, víctimas, testigos".
Otra de las respuestas arrojadas en este ítem, que quisiera resaltar, por
su puntualidad y abarcamiento; es la brindada por la Ps. Milena
Rodríguez Navarro, quien clasifica a la época en que nos encontramos
como la Edad de Oro de la Psicología Jurídica en Colombia. Ella
enumera su respuesta, dentro de un grupo de cuatro explicaciones según
las cuales se espera un amplio y venturoso trabajo en esta área. Así, la
psicóloga se expresa: "Es una perspectiva muy buena y amplia por varios
motivos: 1. La situación sociopolítica del país. 2. Cambio en el Sistema
Penal de Inquisitivo Mixto a Acusatorio, lo cual trae muchas bondades
para agilizar la justicia de la gente y se va a reforzar y proteger todavía
más los derechos de las víctimas. Además se va a intentar que a carga
de juicio llegue la menor cantidad de conflictos que sea
posible. 3. Justicia restaurativa y alternativa toman gran
importancia. 4. Nuevas agremiaciones y programas de posgrado".
Lo único que no hay que olvidar, es que todos los días debemos estar
actualizándonos en el tema, para poder aportar más adelante lo que en
el momento haga falta o se encuentre no tan desarrollado; para nosotros
también poder hacer parte de la historia de esta rama de la Psicología, y
poder estar leyendo en un futuro nuestros nombres en monografías como
esta o aún mejor, en los grandes manuales y libros que expongan temas
de esta especialidad y que no puedan faltar en los estantes de las
bibliotecas más consultadas y famosas por su gran colección invaluable
de información, como tampoco en las que poseen las universidades más
reconocidas del mundo y, obviamente, en la nuestra personal.
8. CONCLUSIONES
Aún contando con este dato, aún no queda claro si este fue o no el
primer caso de psicología forense desarrollado en Colombia, ya que la
también pionera de la psicología forense, pero en el INMLYCF de la
ciudad de Barranquilla, Libia Striedinger; aporta a la investigación un
caso diferente, que ella expone como el primero que se dio en Colombia,
también tratado por uno de los primeros o el primer psiquiatra forense
que tuvo Colombia, y que se encuentra registrado en el libro llamado
"Principios de Psiquiatría Forense" de Lisandro Durán R. y María Adalid
Carreño S. En este primer caso que narra la Ps. Striedinger, se trató de
distinguir entre embriaguez alcohólica y trastorno mental, para comprobar
que no era una simulación. Esto es debido a que por esa época había
muchos simuladores que aparentaban tener algún trastorno mental, para
así poder salir ilesos del homicidio cometido en un accidente de tránsito o
un homicidio directo, sabiendo que serían declarados inimputables.
Entonces mediante esta investigación se pudo concluir que la primera
psicóloga forense que tuvo Colombia, y a la vez protagonista del
segundo foco de inicio de la historia de la Psicología Jurídica en
Colombia; fue Victoria Eugenia Villegas Mejía, quien hoy día se
encuentra pensionada del INMLYCF de Bogotá, luego de haber laborado
30 largos pero fructuosos años, desde el 31 de enero de 1974 hasta el
31 de octubre de 2004. También se pudo estipular, quién fue la primera
psicóloga forense que tuvo la ciudad de Barranquilla, donde se elaboró
esta tesis de grado. Ella fue y es la Ps. Libia Esther Striedinger Lozano,
quien luego de 15 años laborados en el Instituto, es decir, desde 1990,
aún se encuentra haciendo parte del mismo; continuando haciendo
historia en esta rama de la psicología jurídica, la Psicología Forense. En
cuanto al primer caso de esta rama, que se desarrolló en Colombia, se
puede llegar a inferir (más no a concluir su especificidad debido a que los
datos aportados por cada una de las psicólogas forenses mencionadas
no coinciden) que estuvo basado o bien en tema de abuso sexual a un
menor o en el de inimputabilidad, ya que eran los casos que más se
veían en los comienzos de la psicología forense, dentro del INMLYCF.
PIONEROS
DESDE LA ACADEMIA
PERITOS
DESDE LA ACADEMIA