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LA ECONOMÍA DE LA EDUCACIÓN Y SUS OBJETIVOS1

Olga González Morales

Finalizada la década de los años 60, Theodore W. Schultz, profesor de Economía de la


Universidad de Chicago, utilizó la expresión “capital humano” en una conferencia. Con ella
quería resaltar la importancia que tiene la formación de las personas sobre la productividad
y sobre el crecimiento económico.

Aunque ya los economistas clásicos (Smith, Malthus, Mill) fueron conscientes de la


importancia de la educación en la productividad del trabajo, sus análisis se realizaron desde
una perspectiva microeconómica, es decir, estudiaban la influencia de la educación en la
productividad individual del trabajador y no desde una perspectiva macroeconómica, es
decir, sobre el desarrollo económico general.

A partir de los años 50 los economistas descubren que los incrementos de trabajo y capital
no explican totalmente el crecimiento de un país; existe un factor residual que justifica el
crecimiento no explicado por los factores clásicos.

Algunos de los temas más relevantes que han centrado la atención de los economistas de la
educación han sido, entre otros:

1. La educación como input del crecimiento económico.

2. La educación como distribuidora de papeles económicos.

3. La educación como distribuidora de la renta.

4. La planificación de la educación.

5. La eficiencia interna de la educación.

6. La evaluación de los sistemas educativos.

BREVE RECORRIDO HISTÓRICO

El desarrollo de la Economía de la Educación como rama de la ciencia económica es


reciente, no obstante, la educación ha sido siempre un tema presente.

PETTY (1623-1687) se interrogó sobre el valor del ser humano y propuso multiplicar por 20
los ingresos anuales del trabajo del individuo.

ADAM SMITH (1725-1790) sin utilizar el término de capital humano reflexionó sobre él.
Considera las cualificaciones de los individuos un elemento determinante del progreso
económico que deben ser introducidas en la definición del capital fijo de la economía.

Estas cualificaciones han sido adquiridas en la educación familiar, los estudios y el


aprendizaje y llevan aparejados unos gastos reales que corresponden a un capital fijo
incorporado en el individuo, el cual forma parte tanto de su fortuna como de la comunidad a
la que pertenece.

1
Documento consultado el 3 de junio de 2008 en:
http://webpages.ull.es/users/olgonzal/politicaeconomica1/materialdocente/econeducacionobjetivos.pdf
1
“La destreza mejorada (por la educación) del trabajador puede desde entonces ser
considerada de la misma manera que una máquina que facilita y acorta el trabajo y
que, a pesar de entrañar un cierto gasto, compensa éste último por un beneficio”.

Adam Smith considera que, además de los beneficios financieros asociados a la inversión
humana existen beneficios directos e indirectos asociados, pues evita la corrupción y la
degeneración por lo que es lógico que el gobierno ayude financieramente a las escuelas
privadas, pero no significa que deba poner en marcha un sistema de educación pública.

MALTHUS (1766-1834) analiza la educación en la perspectiva demográfica en el sentido de


que permite conducir a los individuos a comportamientos más conscientes y a una limitación
de los nacimientos, siendo necesaria para la libertad civil.

MILL (1806-1873) tiene en cuenta las cualificaciones de la fuerza de trabajo en su definición


de la riqueza pero se aleja de Adam Smith cuando remarca que los mecanismos de
mercado no funcionan eficazmente y aunque la enseñanza ha de ser privada sugiere una
instrucción obligatoria en una escuela privada o a domicilio hasta cierta edad sancionada por
exámenes de Estado, así como acordarse dispensas financieras para los hijos de los pobres
y a las propias instituciones de enseñanza.

MARX (1818-1883) en el capítulo 1 del “Capital” esboza la idea de capital humano y señala

“el trabajo cualificado tiene un valor mayor que el trabajo no cualificado y que la
producción de este trabajo cualificado exige trabajo bajo forma de educación”

WALRAS (1834-1910) no se interesa apenas por la noción y considera el capital humano


como un capital ordinario, lo integra en la riqueza pero apartado del campo del análisis
económico.

ENGEL (1821-1896) adopta una aproximación en términos de costo de producción según la


cual el valor de un hombre es igual al valor de los recursos utilizados en su “producción”, el
costo de la inversión humana (cuidados natales y prenatales, alimentación, vestidos,
educativos, de ocio) se mide hasta los 27 años.

MARSHALL (1842-1924) va casi a desterrar el capital humano del campo del análisis
económico, sin embargo, en los inicios de su carrera profesional en su libro “Principios de
Economía” revela que no sólo acepta la noción smithsoniana del capital humano sino que
además pone de relieve los beneficios directos e indirectos ligados a la educación.

Para este autor la educación estimula la actividad mental, hace al hombre más inteligente,
más adaptable, más leal en su trabajo, mejora la calidad de su vida tanto en el trabajo como
fuera de él y actúa como amortiguador entre las clases sociales en la medida que permite la
movilidad social.

Sin embargo, excluye el capital humano de su definición de la riqueza y del capital en


sentido amplio fundándose en dos argumentos:

1. La educación y el aprendizaje en el trabajo no son simplemente función de las


perspectivas de renta ya que el trabajador vende su trabajo pero es dueño de él, por lo
que si los padres y las empresas invierten en la educación de sus hijos y de sus
asalariados no es para obtener provecho, luego la educación no es un capital.

2. No existe el mercado de capital humano en las sociedades no esclavistas. El individuo


se encuentra limitado por los recursos de sus padres y la benevolencia incierta de ciertas
instituciones no lucrativas.
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Esta visión de la educación unida a las reflexiones de otros autores supuso que la Economía
de la Educación hasta los años sesenta dejara de desarrollarse. Es entonces cuando
SCHULTZ considera a la educación un factor no sólo de consumo sino también de
producción.

Para este autor, cualquier trabajador al insertarse en el sistema productivo no sólo aporta su
fuerza física y su habilidad natural sino que además viene con un bagaje de conocimientos
adquiridos a través de la educación recibida y que les diferencia a unos de otros.

A partir de ahí se fue creando un cuerpo doctrinal que, desde diferentes ópticas, algunas de
ellas encontradas, se fueron reuniendo bajo la denominación genérica de Economía de la
Educación.

Schultz, Becker, Kuznets o Friedman han sido premiados con el Nobel de Economía, en
parte por las aportaciones realizadas en esta disciplina. Relevantes economistas como
Tinbergen o Thurow han estado tentados a desarrollar trabajos en este campo.

Ejemplos de otros economistas que han completado y desarrollado los trabajos pioneros
pueden ser:

País Autores
EEUU Psacharopoulos y Woodhall, desde el Banco Mundial.
Levin y Carnoy, desde la Universidad de Stanford
Gran Bretaña Blaug y Williams, desde Londons Economics School
Francia Eicher, Orivel, Jarouesse, Jallade y Hallak
Alemania Teichler y Frackman
Países Bajos Equipo de CHEPS (Centro para estudios sobre política de educación
superior) de la Universidad de Twente y Oosterbeek de la Universidad
de Amsterdam
Latinoamérica Schiefelbein desde el Centro de Investigación y Desarrollo de la
Educación
de Santiago de Chile

La OCDE y la UNESCO también han propiciado reuniones científicas para analizar la


relación de la educación con el desarrollo económico. Ejemplos de ello son el CERI (centro
para la investigación y la innovación en la enseñanza superior) de la OCDE y el IIPE
(instituto internacional de planificación de la educación) de la UNESCO.

LA ECONOMÍA DE LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA

En 1961, España suscribió un acuerdo con la OCDE para su incorporación, junto a Italia,
Portugal, Grecia, Yugoslavia y Turquía al Proyecto Regional Mediterráneo, cuyo objetivo era
estudiar las necesidades educativas hasta el año 1975.

En la actualidad, la AEDE (Asociación de la Economía de la Educación) agrupa a un


conjunto de investigadores del ámbito de la educación. Su asamblea constituyente se
celebró en Valencia, en noviembre de 1992.

La primera cátedra en Economía de la Educación fue conseguida por el profesor Esteve


Oroval de la Universidad de Barcelona y presidente de la AEDE. Otros investigadores
importantes lo constituyen Bosch Font, Díaz Malledo o Ginés Mora.

LA ECONOMÍA DE LA EDUCACIÓN: OBJETO Y CAMPO DE ACTUACIÓN

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La Economía de la Educación es una ciencia de la educación, no es una rama de la
Pedagogía sino de la Economía, con métodos, campos temáticos y desarrollos propios.

CONCEPTO:

“Disciplina que estudia las leyes que regulan la producción, la distribución y el consumo de
bienes y servicios educativos, es decir, de los productos propios de la actividad educativa,
partiendo de la base que mientras las necesidades humanas son ilimitadas, los recursos son
limitados, por lo que es preciso administrar esos recursos escasos” (Grao e Ipiña, 1996).

OBJETO:

“El análisis de la adquisición, la conservación y la utilización de los conocimientos vinculados


a los individuos, pero sin olvidar que estudia el papel de la educación como factor del
desarrollo económico” (Grao e Ipiña, 1996).

ÁREAS DE INVESTIGACIÓN:

Maureen Woodhall (1985) resume las principales áreas de investigación en la Economía de


la Educación en grupos:

1. Capital humano (en qué grado la educación aumenta la productividad del que la recibe).

2. Eficacia y eficiencia económica (cómo deben asignarse los recursos con el fin de
producir bienes y servicios).

3. Contribución de la educación al desarrollo económico (en qué grado la educación


contribuye, por un lado, al crecimiento económico y, por otro, al desarrollo).

4. Eficacia interna de la educación (qué relación existe entre los inputs y los outputs del
proceso educativo).

5. Demanda de mano de obra educada (cómo prevenir o proyectar la mano de obra y con
qué educación, inserción laboral).

6. Financiación de la educación (quién debe pagar la educación y cómo).

7. Equidad y eficiencia (cuál debe ser el punto de equilibrio entre la equidad y la eficiencia
del sistema educativo).

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