Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
El siguiente texto es un
compilado de publicaciones
que contienen material explícito
sobre la veracidad historicia del
antiguo testamento. El lector
tiene el DERECHO y el DEBER
de corrobar por si mismo la
información aquí presentada,
negándose a aceptar algo como
"VERDAD" hasta no haberlo
comprobado.
SOBRE EL
DILUVIO:
¿Qué esperaríamos encontrar en el mundo si hubiera
ocurrido un diluvio?
Los cimientos del argumento creacionista yacen simplemente en el relato del Diluvio
Bíblico como se narra en el libro del Génesis.
¿Por qué el Diluvio Bíblico es tan importante para el creacionismo?
Porque el registro fósil real apoya firmemente la evolución gradual de la vida con el pasar
del tiempo, tal como ha sido descrito por la ciencia, y representa algunas de las
evidencias más destructivas en contra del creacionismo (la idea de que todas las especies
de organismos en la Tierra fueron creadas, completamente formadas, en un instante). Por
consiguiente, es de crítica importancia para los creacionistas el ofrecer una explicación
alterna para la presencia de los fósiles y la columna geológica. La historia de Noé y el
Arca les da una oportunidad de justificar el desconcierto que les produce un registro fósil
que documenta el aumento de la complejidad y diversidad de la a lo largo de los
milenios, y la existencia de antiguas criaturas que ningún ojo humano ha visto jamás.
Mientras que la historia del diluvio bíblico se deriva con casi total seguridad de la
temprana mitología del diluvio babilónico, los creacionistas modernos se mantienen en el
error de creer que semejante evento es una certeza histórica. ¿Cuál es la evidencia para su
conclusión? ¿Proporcionan evidencia geológica de que alguna vez, el planeta entero
estuviera cubierto de agua en todas partes al mismo tiempo, hasta las cumbres más altas?
No. Su única "evidencia" viene de la escritura bíblica:
"¡... la razón principal por la cual insistir en el Diluvio Universal como un hecho
de la historia y como el vehículo primario para la interpretación geológica es que
la Palabra de Dios lo enseña claramente! Ninguna dificultad geológica, real o
imaginaria, puede permitírsele el tener precedencia sobre las claras
afirmaciones y las deducciones necesarias de la Escritura."
—Henry Morris, Biblical Cosmology and Modern Science (Cosmología Bíblica y
Ciencia Moderna 1970 p.32-33, énfasis agregado)
Aunque esto está bien como creencia religiosa, esta declaración descalifica
absolutamente al creacionismo como ciencia de cualquier tipo y lo ubica firmemente en
el reino de la teología. Lo que Henry Morris (uno de los padres fundadores del
movimiento creacionista) está diciendo es que si la evidencia física sugiere que los
eventos ocurrieron diferente a como se narra en la Biblia cristiana, entonces la evidencia
física debe rechazarse de antemano.
Se dice que: "Cuando la evidencia contradice la teoría, el científico rechaza la teoría. El
teólogo rechaza la evidencia". Con certeza, éste es el caso del creacionismo.
Una cita más que debería hacerlo sumamente escéptico frente a las afirmaciones
creacionistas:
"Es precisamente porque la revelación bíblica tiene autoridad y perspicacia
absolutas, que los hechos científicos, interpretados correctamente, darán el mismo
testimonio que el de la Escritura. No hay la más remota posibilidad de que los
"hechos" de la ciencia puedan contradecir a la Biblia."
—Henry Morris en el primer párrafo de "Scientists Confront Creationism" editado
por Laurie R. Godfrey (énfasis agregado)
En otras palabras, no se moleste cuestionando la Biblia, porque ella siempre tiene razón,
punto final. Cuando la realidad choca con la Escritura, es la realidad la que está
equivocada. Así es como los creacionistas salen en busca únicamente de lo que respalde
su teología, mientras ignoran cada observación que la contradiga.
Un diluvio global habría sido un evento tan catastrófico que si de verdad, si realmente
hubiese ocurrido, existirían rastros inequívocos de él. Debería de haber dejado pistas.
¿Cómo serían esas evidencias? ¿Qué esperaríamos encontrar? Los siguientes tópicos son
un alista de evidencia física que los geólogos esperarían encontrar si el mundo hubiera
estado cubierto, en un mismo tiempo, por una inundación global.
Ninguna de las siguientes condiciones se ha observado. Si los creacionistas de verdad
estuvieran interesados en demostrar su punto de vista, y no simplemente en tratar de
golpear a la evolución, se aventurarían al exterior buscarían ejemplos de estas
condiciones. Imagínese eso. (¡De paso acabamos haciéndoles un gran favor al ofrecerles
un listado de evidencia contundente que nos convencería!)
Lo que indica la siguiente información es que nunca ocurrió una inundación global, de
extensión mundial. Ni una sola vez en la historia del mundo. Por lo tanto, las personas
íntegras no deben continuar insistiendo que el capítulo del Génesis es una descripción
literal de la historia. La ciencia lo ha refutado de forma absoluta. Esta página web es el
clavo final el féretro de la "geología diluvial". Continuar insistiendo que el Diluvio
Universal fue una realidad histórica no sólo es inexacto, es fraudulento y deshonesto.
La versión original de esta lista fue compilada por primera vez por Jim Moore (usada con
permiso)
Esperaríamos observar un manto mundial, uniforme, de cantos rodados dispuestos al
azar, guijarros, cieno y arena reposando sobre una capa de arcilla. Esta capa
debería estar sobre cualquier registro geológico pre-existente. El Diluvio, según se
alega, tuvo lugar hace no más de 5000 años, por lo que esta evidencia debería
permanecer aún con muy poca erosión. Pero este manto mundial no existe.
No esperaríamos encontrar ordenamiento en los sedimentos por tipo y tamaño. La
vorágine de un diluvio sólo permitiría "amontonar" el sedimento transportado de
acuerdo con la Ley de Stokes. Además, ¿CÓMO podrían hacer las aguas de una
inundación para depositar las capas de sedimentos más PESADOS encima de las
capas de los sedimentos más LIVIANOS? En otras palabras, si hubo un diluvio
ultramasivo, no esperaríamos ver estratos de piedra caliza recubiertos por granito.
Nunca, creacionista alguno ha explicado cómo el Diluvio podría haber depositado
capas de sedimentos pesados encima de las capas de sedimentos más livianos.
Se esperaría que la superficie del suelo actual mostrara por todas partes el redondeo
de las superficies de la tierra en la dirección en la cual retrocedió el agua. Habría
megaondulaciones por todas partes, formadas por el movimiento rápido de las
aguas alejándose de la superficie de la tierra tal como se ve a lo largo del Río
Columbia. Se esperaría que las formas topográficas actuales mostrasen una
segunda fase de erosión, resultante de este escurrimiento en la forma común de
valles erosionados por debajo del nivel base de sus afluentes, que producen lo que
se llama valles colgantes en un terreno glacial. Éstos serían comunes y no serían
causados por glaciación.
No habría ninguna segregación de fósiles. Si todos los organismos vivieron al mismo
tiempo, esperaríamos ver trilobites, braquiópodos, ammonites, dinosaurios, y
mamíferos (incluyendo humanos) todos juntos mezclados al azar en la capa de
extensión global descrita en el punto #1. Pero esto no es lo que se observa. El
registro fósil exhibe un orden consistente con la teoría de evolución (pero
incoherente con el creacionismo), desde las formas simples a las formas más
complejas, y de criaturas muy diferentes a las especies modernas a otras que se
hacen más estrechamente parecidas a las especies modernas. No hay un sólo caso
de cualquier fósil que se halle depositado legítimamente "fuera de su lugar."
(N. del T: Los fósiles marinos (en este caso) nos muestran que diferentes especies
vivieron en diferentes momentos, razón por la cual los geólogos pueden correlacionar
estratos de diferentes lugares. En la siguiente ilustración se muestran fósiles marinos
tanto de Francia como de Inglaterra.)
Además de esto no habría eventos de extinción en el registro fósil. Hay, por lo
menos, cinco eventos grandes de extinción, una situación en la cual los fósiles son
abundantes debajo de una cierta línea entre las capas geológicas, pero quedan
totalmente ausentes por encima de esa línea. El evento de la extinción más notable
es el que mató a los dinosaurios (y el 90% de toda la otra vida) hace 65 millones
de años. No hay ninguna manera de explicar estos rasgos geológicos con un
diluvio global2.
Si en algún lugar se hubieran preservado remanentes de la superficie terrestre
prediluviana, su superficie mostraría enormes señales de erosión.
Si hubieran existido rocas ígneas (de origen volcánico) en los sedimentos del diluvio,
tendrían todas la forma de lavas almohadilladas (pillow lava, en inglés) la cual
sufre extrusión en el agua submarina. No podría haber ningún tipo de segregación
de rocas ígneas. El basalto sería el único tipo de roca ígnea porque toda la
actividad habría sido extrusiva3. Habría una ausencia completa de capas
volcánicas entre los estratos.
En realidad, hay capas volcánicas muy claramente definidas, de las cuales se obtienen
fechas radiométricas. ¿Cómo podríamos observar capas de roca volcánica entre los
estratos si hubo un Diluvio en el momento? La lava se habría redondeado y tomado la
forma de lo que se conoce como "lava almohadillada", tal como se ve actualmente en el
suelo oceánico. Así que ¿de qué manera podemos tener capas llanas de roca volcánica,
comprimidas entre otras capas, mientras estaba ocurriendo una "inundación ultramasiva"?
Como las rocas metamórficas se forman de rocas previamente existentes, éstas no
existirían en las capas geológicas postdiluviales, porque el calentamiento y
enfriamiento necesario para grandes cuerpos requiere millones de años.
Todos los isótopos radiactivos que no se habrían desintegrado completamente
después de unos 10,000 años existirían aún en la naturaleza, porque aquellos con
una vida media moderadamente corta no habrían tenido tiempo para
desintegrarse.
No deberían encontrarse varvas1, ni núcleos de hielo (ice cores), conjuntos de anillos
de árboles, arrecifes de coral, u otros ejemplos de acreción acumulada
periódicamente, que se extendiera hacia atrás en el tiempo, más allá de la fecha
del Diluvio. Sin embargo, se encuentran. Los núcleos de hielo taladrados en
llanuras de hielos estables, 40,000 años de capas anuales. Las varvas, que son
depósitos minerales, muestran millones de años de capas anuales.
Obtención de un núcleo de hielo o ice core.
Debido a la fuerza catastrófica del ambiente marino y la falta de exposición de la
tierra durante el diluvio, no esperaríamos encontrar en el registro geológico ni un
solo ejemplo de los siguientes fósiles delicados o de deposición de tierra:
Nidos fosilizados de dinosaurio.
Hormigueros.
Nidos de termitas.
Nidos de aves (de un pariente del flamenco en la Formación de Green River
en Wyoming).
Avisperos frágiles.
Madrigueras complejas de roedores.
Estiércol animal en la posición original de deposición, con evidencia de
haberse endurecido sobre tierra seca y sólida.
Huellas de animales terrestres.
Impresiones de gotas de lluvia.
Lodo seco resquebrajado y fosilizado (Mudcraks, en inglés).
Fosilización de muchas cosas frágiles, como plumas de aves (Confuciusornis)
Helechos (adyacentes a lechos de carbón)
Insectos (lechos lacustres del Oligoceno, cerca a Florrisant, Colorado),
Capas de rocas oxidadas (redbeds) ya que el oxígeno en el agua es insuficiente
para oxidar el hierro presente.
Todas estas cosas frágiles se encuentran enterradas bien profundas en el registro
geológico. Un diluvio catastrófico las habría destruido. Me gustaría que usted considerara
cómo las impresiones de gotas de lluvia y el lodo resquebrajado podría haberse fosilizado
en una inundación súbita y masiva.
Debido a la fuerza catastrófica del ambiente marino y la falta de exposición de la tierra
durante el diluvio, no esperaríamos encontrar en el registro geológico, algún tipo de
fósiles delicados que evidenciaran haber sido colocados sobre el suelo, como los nidos
fosilizados de dinosaurios.
Si la tierra sólo tuviera unos 10,000 años de antigüedad, la aragonita metaestable
(madreperla) sería común en los carbonatos y sobre todo, en los depósitos
profundamente enterrados del Paleozoico (relativamente con alta presión). En
realidad, las muestras más antiguas conocidas de aragonita son del Misisipiense
(Una de las divisiones del Carbonífero). También esperaríamos encontrar vidrio
volcánico y ópalo en rocas de todas "las edades," incluso en rocas precámbricas
que supuestamente habrían sido creadas durante la semana de la creación hace
sólo 6,000 años. En realidad, el ópalo y el vidrio volcánico rara vez se encuentran,
si alguna vez se han encontrado, en rocas Precenozoicas.
Esperaríamos encontrar foraminíferos y radiolarios del Mesozoico y del Cenozoico
mezclados en los sedimentos Mesoatlánticos. Esto no ocurre.
No habría ningún afloramiento de esquistos azules (Blueschists). Los esquistos azules
son rocas metamórficas, formadas a baja temperatura y alta presión que pueden
contener restos de cojines de basalto e incluso fósiles. Estas rocas necesitarían de
millones de años para ser subducidas desde la superficie a profundidades de cerca
de 15-18 Km. Una vez enterradas profundamente, los minerales de los esquistos
azules, como la glaucófana, necesitarían tiempo para crecer, puesto que las
temperaturas son de sólo 300-400 C.
No esperaríamos encontrar ninguna evaporita espesa en el subsuelo (la halita o sal
gema, la silvita, y el yeso). Sería imposible que precipitaran en un ambiente
marino. (Las evaporitas son rocas sedimentarias formadas en marismas poco a
nada comunicadas con el mar o en lagos salados donde por la evaporación del
agua los cloruros y sulfatos alcalinos se precipitan. N. del T.)
Habría evidencia genética de un reciente cuello de botella en las poblaciones de todas
las especies existentes. Pero no hay un cuello de botella genético fechado entre 6-
10 mil años. (Un cuello de botella es un cambio aleatorio en las frecuencias de
los alelos de una población como resultado de una reducción drástica del
número de individuos; recuerde que la historia del diluvio requiere creer que
sólo se salvaron una pareja, en unas especies y 6 animales en otras. N. del T.)
Habría alguna evidencia remanente de la(s) civilización(es) antediluviana(s) y
obviamente de humanos antediluvianos. El Instituto para la Investigación de la
Creación (ICR) no ha establecido ningún criterio de como podría ser un humano
antediluviano (en lugar de designar a los fósiles como el Homo erectus y el
Neandertal como "degenerados" postdiluvianos).
En el registro geológico, no se encontrarían ni hardgrounds que mostraran litificación
(formación de roca sedimentaria a partir de sedimentos compactados) antes de la
deposición de capas sucesivas, ni terrenos kársticos enterrados como se observan
en la cima de las Calizas Redwall en el Gran Cañón. (Un hardground es un suelo
duro, encostrado por óxidos de hierro y de manganeso, a veces acompañados de
glauconita o fosfatos. Se observan hardgrounds en los sedimentos marinos,
especialmente en el lecho de las series calcáreas, y se piensa que representan una
detención en la sedimentación por la actividad de corrientes del fondo marino.)
(Proceso de formación de cavernas: Un tipo de modelado cárstico. Un "carst" es un
macizo calcáreo, CaCO3, que ha sido disuelto por aguas cargadas de gas carbónico,
H2O +CO2. La razón por la que no se esperaría encontrar ninguna estructura de origen
cárstico en la columna geológica, como las estalactitas o estalagmitas, de haber
ocurrido el diluvio, es porque su formación, por disolución de la roca caliza, requiere de
miles de años. N. del T.)
No encontraríamos paleosuelos en el registro del diluvio porque no habría ni el
tiempo, ni el mecanismo para que se formasen estando enterrados. (Los
paleosuelos son suelos que se formaron antiguamente, en condiciones diferentes
a las de nuestra época. Pueden haber sido cubiertos por sedimentos o ser todavía
visibles en la superficie. Es realmente imposible que el diluvio halla podido
formar los paleosuelos que se observan en la columna geológica. Por ejemplo los
horizontes de suelo blanco de carbonato de calcio -llamados caliche- en
Connecticut sólo se pueden formar en condiciones áridas o semiáridas, en las
que las breves y fuertes lluvias disuelven el carbonato de calcio en las capas
superiores del suelo y lo transportan hacia abajo, en la formación de este tipo de
suelo se requiere que el agua se evapore rápidamente del suelo. Este tipo de
suelo no puede formarse en las condiciones climáticas actuales de Connecticut,
pero sí lo hizo en el pasado. Un diluvio Universal no los puede explicar. N. del
T.)
Habría solamente una era desde la cima al fondo de la columna geológica. En otras
palabras, si usted escogiera una piedra de la cima del Gran Cañón o del fondo,
todas ellas deberían fecharse en 10,000 años de edad. No habría ninguna razón
para encontrar una concordancia entre las capas de rocas y sus edades que están
determinadas tanto estratigráfica como radiométricamente. Hay, de hecho, un
aumento real de la edad a medida que uno va excavando más hondo en la
columna. Si el diluvio hubiera ocurrido, entonces todo el estrato geológico se
habría depositado en sólo un año, conteniendo todos esos molestos huesos. Por lo
tanto, habría simplemente una misma era, desde el polvo de la superficie del
suelo, hasta el fondo de las capas geológicas. Claramente éste no es el caso.
Luego, el Diluvio Universal nunca ocurrió.
Todos los estratos inferiores, con millones de años de antigüedad, muestran un aumento
de la complejidad y la diversidad de la vida en este planeta, que se fechan por lo menos
hasta 3.800 millones de años atrás, cuando la única vida en la Tierra eran las bacterias.
Esa evidencia respalda a la Evolución. Refuta la idea de que la tierra sólo tiene cerca de
10,000 años de antiguedad, y que toda la vida apareció súbitamente en una semana,
totalmente formada en su estado actual. La columna geológica muestra claramente que
los humanos sólo aparecieron muy recientemente en la historia de la tierra.
Deberíamos esperar que todas las cordilleras (al haber sido formadas durante o
inmediatamente después del Diluvio) mostraran una cantidad igual o similar de
erosión. Pero este no el caso.
Si el diluvio ocurrió hace cerca de 10,000 años sobre, los casquetes polares de hielo
no deberían tener más de 5000 capas anuales. O, por lo menos, deberían de tener
una gran evidencia de fusión e intrusión de agua salada en ese momento.
Si un diluvio hubiera ocurrido, todas las plantas vivas actualmente deberían tener
semillas que podrían permanecer viables en condiciones calientes y húmedas
durante un año, o qué pudieran sobrevivir sumergidas prolongadamente en agua
de mar. Todas las plantas deberían poder crecer con poco o ningún mantillo de
suelo. Pero, en realidad, la mayoría no puede.
Si un diluvio universal depositó todos los estratos, no esperaríamos encontrar estratos
Precámbricos inclinados de 11,600-pies de espesor, en las series del precámbrico
tardío del Gran Cañón, debajo de capas horizontales de 4,000-pies de espesor en
la sección del Cámbrico-Pérmico en el Gran Cañón. Adicionalmente, si el diluvio
depositó todos los estratos, ¡uno debería preguntarse en cuál de todos estos
vivieron Adán y Noé! Los creacionistas nunca han identificado el lecho de roca
sobre el que estos héroes bíblicos caminaron.
Con respecto a los fósiles, hay tres predicciones muy importantes que deberían
cumplirse si el Diluvio Universal realmente hubiera ocurrido, y fuera el
responsable de la deposición de fósiles en los estratos geológicos:
24.1. Ninguno de los fósiles marinos podría estar siendo engullido por otros
fósiles, o mostrar señal alguna de haber sido consumidos por organismos
carroñeros después de muertos.
24.2. Ninguno de los fósiles de vertebrados debería mostrar señas carroñeo o de
descomposición prolongada por exposición en tierra.
24.3. Ninguno de los fósiles vertebrados debería estar cubierto por una costra de
carbonato pedogénico (es decir de un nuevo suelo formado sobre ellos), como
ocurre con los fósiles en Karoo de África del Sur y los Badlands de Dakota del
Sur.
En otras palabras, si el Diluvio ocurrió, los vertebrados fósiles sólo deben consistir de
huesos rotos y frescos que no exhiben señales de haber sido atacados por carroñeros o de
haber quedado sobre el suelo o el fondo del mar por un largo periodo de tiempo.
La zoogeografía debería mostrar un modelo de dispersión que demostraría que el
punto de origen de todas las especies está en el Medio Oriente (el punto donde
desembarcó el Arca de Noé). Pero esto no es así. La zoogeografía muestra
diferentes puntos de origen para las diferentes especies.
Las Islas de Hawai y las estructuras de coral asociadas deberían ser más recientes que
el Diluvio. No lo son.
Debería haber isótopos con una vida media inferior a 80 millones de años en la
biosfera. El hecho que no hay que ninguno de ellos respalda fuertemente la idea
de una Tierra con una edad mucho mayor que 10,000 años. (Este punto no es
importante para refutar el diluvio en particular, sino que presenta un argumento
irrefutable a favor de una Tierra antigua.). Esta evidencia nunca ha sido refutada
por creacionista alguno.
De igual forma, las plantas fosilizadas deben de presentarse a lo largo de todas las
capas geológicas, sin ordenamiento de "primitivas" a "modernas". Pero éste no es
el caso. En la columna geológica aparece representada claramente una
segregación de plantas fósiles que van desde las primitivas a las modernas. Las
plantas no tienen ningún medio para "correr a las tierras más altas", el método
infantil que sugieren los creacionistas para explicar cómo los animales aparecen
ordenados en la columna geológica de acuerdo con su inteligencia.
Los creacionistas quieren hacerle creer a la gente que todas las capas geológicas
mostradas abajo fueron depositadas como resultado de una lluvia de 40 días...
¿Realmente cree usted que todo esto fue depositado después de una lluvia de 3 semanas?
SOBRE EL
EXODO:
La Biblia significa diferentes cosas para mucha gente, pero especialmente para los
cristianos fundamentalistas es la palabra de Dios, para otros, la Biblia es un documento
histórico y fuente de controversias; Mientras que para otras personas, la Biblia es un
conjunto de reglas y normas enredadas y contradictorias, relevantes en su mayor parte
solo para unas culturas hace tiempo desaparecidas en lugares muy lejanos. ¿Dónde está la
verdad en todo esto? Para realmente entender la Biblia y su mensaje para la generación
actual, es necesario entender quien la escribió, porque la escribió, y el contexto cultural
en el cual está inmersa.
El arqueólogo Israel Finkelstein, director del Instituto de Arqueología de la Universidad
de Tel Aviv, ha buscado evidencias que arrojen luz sobre los eventos narrados en el
Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio), por lo que ahora tenemos una idea más clara sobre los orígenes del
pueblo de Israel y los escritos que dieron origen al monoteísmo.
Basado en la evidencia arqueológica Finkelstein llegó a la conclusión que la saga
histórica relatada en el Pentateuco de los cristianos y la Torá de los judíos es un brillante
producto de la imaginación humana, que muchos de sus episodios nunca existieron y que
su origen no responde a ninguna revelación divina.
El Pentateuco es una compilación que se inició durante la monarquía de Josías, rey de
Judá, en el siglo VII a.C. En aquella época habían dos reinos Israelitas, el del norte cayó
bajo poder asirio y el del sur. El eje de la construcción del Pentateuco.
El objetivo de la elaboración del Pentateuco en Judá (el reino israelita del Sur) fue el de
crear una nación unificada, cimentada en una nueva religión. El plan que dio origen al
monoteísmo tenía como finalidad constituir un solo pueblo judío, guiado por un solo
Dios, gobernado por un solo rey, con una sola capital, Jerusalén, y un solo templo, el de
Salomón.
A finales del siglo VIII A.E.C, el alfabeto hebreo apareció, y después de siglos de
tradición oral, la tradición escrita prolifera por primera vez, y culturalmente lo modifica
todo. La expansión de la alfabetización y los eventos geopolíticos del período lo
cambiaron todo. La rebelión israelita (en el reino israelita del Norte) contra los asirios
causó medidas represivas en el norte, y con ellas, ondas de refugiados se dirigieron hacía
el sur. Con la llegada de olas de refugiados, Jerusalén pasó rápidamente de una minúscula
e insignificante villa rural a ser una ciudad importante, con su propia influencia religiosa.
Los recién llegados del Norte trajeron sus dioses comandados por el dios "El", y los
israelitas del Sur (reino de Judá), con su dios único Yahvé, se vieron forzados a
reconciliar sus diferencias religiosas. En esa época los mitos del Viejo Testamento se
fijaron en la forma que llegaron hasta nosotros: La historia de Abraham y su familia
viajando y negociando mercaderías árabes con el uso de camellos; el mito del Éxodo, las
historias de la conquista de Canaán, narrando la derrota de Goliat por David, basada en
verdad en los resentimientos forzados por los egipcios; de Salomón y su gran fortuna y su
inmenso templo en Jerusalén.
Todos estos mitos resultaron de alteraciones significativas de hechos ocurridos. Pero al
consignarlos en forma escrita, se fijaron, y desde esa época llegaron hasta nosotros
prácticamente inalterados. A partir de ese momento por primera vez, los registros bíblicos
comienzan a corroborar los registros arqueológicos.
Finkelstein afirma que las investigaciones apuntan que las historias de la creación del
hombre, la vida del patriarca Abraham y su familia -fundadores de la nación judía-, el
éxodo de Egipto, la instalación en la tierra prometida y la época de los Reyes fueron
relatos creados para servir al proyecto del rey Josías de reconciliar a los dos reinos
israelitas (Israel y Judá) e imponerse frente a los grandes imperios regionales: Asiria,
Egipto y Mesopotamia.
La siguiente es una entrevista concedida por el arqueólogo a la periodista Luisa Corradini
en Israel.1
—Durante más de veinte siglos, los hombres creyeron que Dios había dictado las
Escrituras a un cierto número de sabios, profetas y grandes sacerdotes israelitas.
—Así es. Para las autoridades religiosas, judías y cristianas, Moisés era el autor del
Pentateuco. Según el Deuteronomio, el profeta lo escribió poco antes de su muerte, en el
monte Nebo. Los libros de Josué, de los Jueces y de Samuel eran archivos sagrados,
obtenidos y conservados por el profeta Samuel en el santuario de Silo, y los libros de los
Reyes venían de la pluma del profeta Jeremías. Así también, David era el autor de los
Salmos y Salomón, el de los Proverbios y el del Cantar de los Cantares.
—Y sin embargo?
—Desde el siglo XVII, los expertos comenzaron a preguntarse quién había escrito la
Biblia. Moisés fue la primera víctima de los avances de la investigación científica, que
planteó cantidad de contradicciones. ¿Cómo es posible -preguntaron los especialistas-
que haya sido el autor del Pentateuco cuando el Deuteronomio, el último de los cinco
libros, describe el momento y las circunstancias de su propia muerte?
—Usted afirma que el Pentateuco fue escrito en una época mucho más reciente.
—La arqueología moderna nos permite asegurar que el núcleo histórico del Pentateuco y
de la historia deuteronómica fue compuesto durante el siglo VII antes de Cristo. El
Pentateuco fue una creación de la monarquía tardía del reino de Judá, destinada a
propagar la ideología y las necesidades de ese reino. Creo que la historia deuteronómica
fue compilada, durante el reino de Josías, a fin de servir de fundamento ideológico a
ambiciones políticas y reformas religiosas particulares.
—Según la Biblia, primero fue el viaje del patriarca Abraham de la Mesopotamia a
Canaán. El relato bíblico abunda en informaciones cronológicas precisas.
—Es verdad. La Biblia libra una cantidad de informaciones que deberían permitir saber
cuándo vivieron los patriarcas. En ese relato, la historia de los comienzos de Israel se
desarrolla en secuencias bien ordenadas: los Patriarcas, el Exodo, la travesía del desierto,
la conquista de Canaán, el reino de los Jueces, el establecimiento de la monarquía.
Haciendo cálculos, Abraham debería de haber partido hacia Canaán unos 2100 años antes
de Cristo.
—¿Y no es así?
—No. En dos siglos de investigación científica, la búsqueda de los patriarcas nunca dio
resultados positivos. La supuesta migración hacia el Oeste de tribus provenientes de la
Mesopotamia, con destino a Canaán, se reveló ilusoria. La arqueología ha probado que en
esa época no se produjo ningún movimiento masivo de población. El texto bíblico da
indicios que permiten precisar el momento de la composición final del libro de los
Patriarcas. Por ejemplo, la historia de los patriarcas está llena de camellos2. Sin embargo,
la arqueología revela que el dromedario sólo fue domesticado cuando se acababa el
segundo milenio anterior a la era cristiana y que comenzó a ser utilizado como animal de
carga en Medio Oriente mucho después del año 1000 a.C. La historia de José dice que la
caravana de camellos transporta "goma tragacanto, bálsamo y láudano". Esa inscripción
corresponde al comercio realizado por los mercaderes árabes bajo control del imperio
asirio en los siglos VIII y VII a.C.3 Otro hecho anacrónico es la primera aparición de los
filisteos en el relato, cuando Isaac encuentra a Abimelech, rey de los filisteos4. Esos
filisteos -grupo migratorio proveniente del mar Egeo o de Asia Menor- se establecieron
en la llanura litoral de Canaán a partir de 1200 a.C. Esos y otros detalles prueban que
esos textos fueron escritos entre los siglos VIII y VII a.C.
—El heroísmo de Moisés frente a la tiranía del faraón, las diez plagas de Egipto y el
éxodo masivo de israelitas hacia Canaán son algunos de los episodios más
dramáticos de la Biblia. ¿También eso es leyenda?
—Según la Biblia, los descendientes del patriarca Jacob permanecieron 430 años en
Egipto antes de iniciar el éxodo hacia la Tierra Prometida, guiados por Moisés, a
mediados del siglo XV a.C. Otra posibilidad es que ese viaje se haya producido dos
siglos después. Los textos sagrados afirman que 600.000 hebreos cruzaron el Mar Rojo y
que erraron durante 40 años por el desierto antes de llegar al monte Sinaí, donde Moisés
selló la alianza de su pueblo con Dios. Sin embargo, los archivos egipcios, que
consignaban todos los acontecimientos administrativos del reino faraónico, no
conservaron ningún rastro de una presencia judía durante más de cuatro siglos en su
territorio. Tampoco existían, en esas fechas, muchos sitios mencionados en el relato. Las
ciudades de Pitom y Ramsés, que habrían sido construidas por los hebreos esclavos antes
de partir, no existían en el siglo XV a.C. En cuanto al Éxodo, desde el punto de vista
científico no resiste el análisis.
—¿Por qué?
—Porque, desde el siglo XVI a.C., Egipto había construido en toda la región una serie de
fuertes militares, perfectamente administrados y equipados. Nada, desde el litoral oriental
del Nilo hasta el más alejado de los pueblos de Canaán, escapaba a su control. Casi dos
millones de israelitas que hubieran huido por el desierto durante 40 años tendrían que
haber llamado la atención de esas tropas. Sin embargo, ni una estela de la época hace
referencia a esa gente. Tampoco existieron las grandes batallas mencionadas en los textos
sagrados. La orgullosa Jericó, cuyos muros se desplomaron con el sonar de las trompetas
de los hebreos, era entonces un pobre caserío. Tampoco existían otros sitios célebres,
como Bersheba o Edom. No había ningún rey en Edom para enfrentar a los israelitas.
Esos sitios existieron, pero mucho tiempo después del Exodo, mucho después de la
emergencia del reino de Judá. Ni siquiera hay rastros dejados por esa gente en su
peregrinación de 40 años. Hemos sido capaces de hallar rastros de minúsculos caseríos de
40 o 50 personas. A menos que esa multitud nunca se haya detenido a dormir, comer o
descansar: no existe el menor indicio de su paso por el desierto.
—En resumen, los hebreos nunca conquistaron Palestina.
—Nunca. Porque ya estaban allí. Los primeros israelitas eran pastores nómadas de
Canaán que se instalaron en las regiones montañosas en el siglo XII a.C. Allí, unas 250
comunidades muy reducidas vivieron de la agricultura, aisladas unas de otras, sin
administración ni organización política. Todas las excavaciones en la región exhumaron
vestigios de poblados con silos para cereales, pero también de corrales rudimentarios.
Esto nos lleva a pensar que esos individuos habían sido nómadas que se convirtieron en
agricultores. Pero ésa fue la tercera ola de instalación sedentaria registrada en la región
desde el 3500 a.C. Esos pobladores pasaban alternativamente del sedentarismo al
nomadismo pastoral con mucha facilidad.
—¿Por qué?
—Ese tipo de fluctuación era muy frecuente en Medio Oriente. Los pueblos autóctonos
siempre supieron operar una rápida transición de la actividad agrícola a la pastoral en
función de las condiciones políticas, económicas o climáticas. En este caso, en épocas de
nomadismo, esos grupos intercambiaban la carne de sus manadas por cereales con las
ricas ciudades cananeas del litoral. Pero cuando éstas eran víctimas de invasiones, crisis
económicas o sequías, esos pastores se veían forzados a procurarse los granos necesarios
para su subsistencia y se instalaban a cultivar en las colinas. Ese proceso es el opuesto al
que relata la Biblia: la emergencia de Israel fue el resultado, no la causa, del derrumbe de
la cultura cananea.
—Pero entonces, si esos primeros israelitas eran también originarios de Canaán,
¿cómo identificarlos?
—Los pueblos disponen de todo tipo de medios para afirmar su etnicidad: la lengua, la
religión, la indumentaria, los ritos funerarios, los tabúes alimentarios. En este caso, la
cultura material no propone ningún indicio revelador en cuanto a dialectos, ritos
religiosos, formas de vestirse o de enterrar a los muertos. Hay un detalle muy interesante
sobre sus costumbres alimentarias: nunca, en ningún poblado israelita, fueron exhumados
huesos de cerdo. En esa época, los primeros israelitas eran el único pueblo de esa región
que no comía cerdo.
—¿Cuál es la razón?
—No lo sabemos. Quizá los protoisraelitas dejaron de comer cerdo porque sus
adversarios lo hacían en profusión y ellos querían ser diferentes. El monoteísmo, los
relatos del Exodo y la alianza establecida por los hebreos con Dios hicieron su aparición
mucho más tarde en la historia, 500 años después. Cuando los judíos actuales observan
esa prohibición, no hacen más que perpetuar la práctica más antigua de la cultura de su
pueblo verificada por la arqueología.
—En el siglo X a.C. las tribus de Israel formaron una monarquía unificada -el reino
de Judá- bajo la égida del rey David. David y su hijo, Salomón, servirán de modelo a
las monarquías de Occidente. ¿Tampoco ellos fueron lo que siempre se creyó?
—Tampoco en este caso la arqueología ha sido capaz de encontrar pruebas del imperio
que nos legó la Biblia: ni en los archivos egipcios ni en el subsuelo palestino. David,
sucesor del primer rey, Saúl, probablemente existió entre 1010 y 970 a.C. Una única
estela encontrada en el santuario de Tel Dan, en el norte de Palestina, menciona "la casa
de David". Pero nada prueba que se haya tratado del conquistador que evocan las
Escrituras, capaz de derrotar a Goliat. Es improbable que David haya sido capaz de
conquistas militares a más de un día de marcha de Judá. La Jerusalén de entonces,
escogida por el soberano como su capital, era un pequeño poblado, rodeado de aldeas
poco habitadas. ¿Dónde el más carismático de los reyes hubiera podido reclutar los
soldados y reunir el armamento necesarios para conquistar y conservar un imperio que se
extendía desde el Mar Rojo, al Sur, hasta Siria, al Norte? Salomón, constructor del
Templo y del palacio de Samaria, probablemente tampoco haya sido el personaje glorioso
que nos legó la Biblia.
—¿Y de dónde salieron sus fabulosos establos para 400.000 caballos, cuyos vestigios
sí se han encontrado?
—Fueron criaderos instalados en el Sur por el reino de Israel varios decenios más tarde.
A la muerte de Salomón, alrededor del 933 a.C., las tribus del norte de Palestina se
separaron del reino unificado de Judá y constituyeron el reino de Israel. Un reino que,
contrariamente a lo que afirma la Biblia, se desarrolló rápido, económica y políticamente.
Los textos sagrados nos describen las tribus del Norte como bandas de fracasados y
pusilánimes, inclinados al pecado y a la idolatría. Sin embargo, la arqueología nos da
buenas razones para creer que, de las dos entidades existentes, la meridional (Judá) fue
siempre más pobre, menos poblada, más rústica y menos influyente. Hasta el día en que
alcanzó una prosperidad espectacular. Esto se produjo después de la caída del reino
nórdico de Israel, ocupado por el poderoso imperio asirio, que no sólo deportó hacia
Babilonia a los israelitas, sino que además instaló a su propia gente en esas fértiles
tierras.
—¿Fue, entonces, durante el reino de Josías en Judá cuando surgió la idea de ese
texto que se transformaría en fundamento de nuestra civilización occidental y
origen del monoteísmo?
—Hacia fines del siglo VII a.C. hubo en Judá un fermento espiritual sin precedente y una
intensa agitación política. Una coalición heteróclita de funcionarios de la corte sería
responsable de la confección de una saga épica compuesta por una colección de relatos
históricos, recuerdos, leyendas, cuentos populares, anécdotas, predicciones y poemas
antiguos. Esa obra maestra de la literatura -mitad composición original, mitad adaptación
de versiones anteriores- pasó por ajustes y mejoras antes de servir de fundamento
espiritual a los descendientes del pueblo de Judá y a innumerables comunidades en todo
el mundo.
El Génesis del libro del Génesis5
Los estudiosos determinaron que las raíces de muchas de las historias del Viejo
Testamento son mitos paganos de antiguas culturas de Mesopotamia.
En el Creciente fértil, las aguas de los ríos Tigris y Eufrates, en el Irak de hoy, dieron
nacimiento a algunas de las primeras civilizaciones. En este comienzo del florecimiento
de la civilización, muchos mitos religiosos proliferaban intentando explicar lo que en
aquella época era inexplicable. De este contexto, nos llegaron los trabajos literarios
completos más antiguos que disponemos, datados en por lo menos 7000 años.
El Épico poema de Gilgamesh es una narrativa voluminosa de la mitología heroica que
incorpora muchos de los mitos religiosos de Mesopotamia, y es la obra literaria completa
más antigua que sobrevivió.
Muchas de las historias de ese poema épico fueron eventualmente incorporadas en el
libro de Génesis. Algunas de las historias prestadas del libro de Gilgamesh son la
creación del hombre en un jardín paradisíaco, y la introducción del mal en un mundo
inocente, y la historia de un gran diluvio causado por la perversidad del hombre.
En esa civilización de la rivera de Mesopotamia, conocida hoy por nosotros como el
Imperio Caldeo, alianzas tribales anteriores a la formación del imperio continuaron
existiendo y prosperando. Algunos se aliaron con el palacio, muchos se opusieron, pero
todas las tribus conservaron elementos de las culturas de la preconquista.
Los patriarcas aparecen por primera vez en nuestra historia con el viaje de uno de ellos:
Abraham, quien llevó a los miembros de su tribu de la ciudad de Ur, al este del
Mediterráneo, a la tierra prometida de Canaán, cerca del siglo XIX o XVIII a.C. o así
cuenta la historia.
El problema es que no tenemos ninguna evidencia histórica (arqueológica) convincente
que corrobore la historia de Abraham, además existe mucha evidencia que le es
contradictoria.
La tierra donde Abraham supuestamente se estableció, las tierras altas del sur de Palestina
(Al sur de Jerusalén, antes el Valle de Berseba) contiene evidencias arqueológicas
escasas de este período. El registro arqueológico deja claro que la densidad demográfica
de esa región era extremamente baja - no más de unos centenares de habitantes, pastores
nómadas, como los beduinos que viven en los tiempos actuales.
Sabemos a través de pruebas arqueológicas inequívocas que los pueblos conocidos como
los filisteos no aparecieron en la región antes del siglo XII a.C., y la ciudad de Gerar en la
que Isaac, el hijo de Abraham, se encontró con Abimeleq, Rey de los Filisteos (Génesis
26:1) era de hecho una minúscula villa rural insignificante antes del siglo VIII a.C. ¡Gerar
no podría haber sido la capital de un rey regional cuyo pueblo aún no existía!
Este no es el único problema enfrentado para la narrativa de la Era de los Profetas. El
camello también es un gran problema. Sabemos a través de evidencias arqueológicas que
los camelos no habían sido domesticados antes del final del segundo milenio A.E.C, y los
camellos que no eran ampliamente usados como animales de carga antes del año 1000
A.E.C, bien después de la Era de los Patriarcas.
Además existe el problema de la carga llevada por los camelos: goma, bálsamo y mirra,
que eran productos Árabes, y el comercio con Arabia sólo comenzó a partir de la
hegemonía asiría en la región, teniendo inicio en el siglo VIII a.C.
Otro problema es el matrimonio de Jacob con Lea, y su relación con su tío Labán, todos
descritos como arameos, pues este grupo étnico no aparece en el registro arqueológico
antes de 1100 a.C., y no llegó a ser un grupo significativo antes del siglo XIX a.C.
Remontándonos hace más de 3850 años Canaán era una región politeísta. En ella debió
haber existido influencias del oriente, porque los arqueólogos tienen pruebas de
adoración de sus dioses y diosas. La jerarquía de dioses e diosas que incluyen a Baal, el
dios de las tempestades, que tornaba fértil la tierra, Lotán, el dragón de siete cabezas,
conocido en el Viejo Testamento como Leviatán y también Yam Nahar, el dios de los
mares y ríos, y otros panteones y jerarquías de dioses y diosas. Por encima de todos estos
dioses estaba "EL", o Rey de los dioses, regente del panteón.
Cerca del 1200 a.C. Egipto reinaba sobre la región hoy conocida como Palestina. Esto se
sabe por los registros egipcios, que hablan sobre los tributos reunidos de las diferentes
villas y ciudades de Canaán, sino además por las evidencias arqueológicas halladas
dentro de la propia región, que mostraba claramente una cantidad de asentamientos, como
lo son las bases militares egipcias.
Teniendo en consideración los documentos históricos egipcios, así como los hallazgos
hechos por la arqueología como también por la riqueza de documentos egipcios de la
época del éxodo, se llegó a la conclusión que no hay ninguna evidencia que el éxodo
ocurriera de la manera como la Biblia lo describe.
En esa época, la región que se volvería la tierra de Israel, ocupaba las tierras altas entre la
planicie costera y el valle del río Jordán, tenía una baja densidad demográfica y estaba
cubierta de bosques de almácigos (Pistaza atlántica) y otros árboles. La tierra estaba
habitada por uno entre dos posibles pueblos (no se sabe a ciencia cierta cual): los apirus o
los shoshus. Se sabe que los apirus eran originariamente nómadas itinerantes, que
habitaban las cercanías de las sociedades de las tierras bajas, que podían haberse
refugiado en las tierras altas, o los shoshus, un grupo más cohesionado y bien definido.
La asociación lingüística entre apiru (a veces escrito hapiru) con la palabra "hebreo", por
mucho tiempo (en la opinión de los expertos) ha sido considerado como una fuerte
evidencia que este fue el pueblo que dio origen a los hebreos, pero ahora sabemos que la
asociación no es tan simple. El nombre puede haber venido de esa fuente, mas el pueblo
probablemente no.
De cualquier forma, las tierras altas al norte de Palestina, sede del Reino de Israel tenía
un clima muy variable. La productividad rural, y las posibilidades de comercio con las
tierras bajas, estaban sujetas a las condiciones climáticas, lo que significa que en la
población era frecuente la escasez de alimentos, lo que provocaba considerables crisis.
Cuando una cosecha fracasaba y el comercio se hacía imposible, le era común al pueblo
escapar de la región a lugares propicios donde la agricultura era más estable. El lugar más
próximo era la Delta del río Nilo en Egipto. Por lo tanto, muchos de los "hebreos"
(culturalmente indistintos de los cananeos en esa época) escaparon repetidas veces para la
Delta del Nilo.
Siempre que una crisis considerable acontecía en Judá, Israel o Canaán, los refugiados se
dirigían a Egipto. El acontecimiento era tan común, y los refugiados tan numerosos, que
acabaron convirtiéndose en una minoría representativa e influyente en Egipto, donde eran
conocidos como los hicsos, y esto está claramente demostrado en los registros
arqueológicos.
La historia de la expulsión de los hicsos, de acuerdo con los registros egipcios y las
evidencias arqueológicas, es lo que más se aproxima al éxodo descrito en la Biblia.
Sin embargo, tenemos un problema con las fechas. La Biblia dice que el Éxodo ocurrió
cerca del año 1200 a.C. mientras que la historia de los hicsos ocurrió en el año 1570 a.C.
Es muy probable que cada vez que era recontada la historia de los hicsos eventualmente
se convirtió en el mito del Éxodo, a través de un proceso de constantes revisiones - otro
ejemplo de la historia siendo reescrita a fin de enaltecer al historiador y a su pueblo, en
lugar de registrar la cruda verdad.
Los hicsos se tornaron cada vez más influyentes hasta que por fin tomaron el control de
Egipto, el cual gobernaron con considerable crueldad y tiranía durante la Quinta Dinastía,
a partir del año 1670 a.C. Sin embargo, llegó un punto en el que los egipcios no
aguantaron más, y se revelaron contra los hicsos y los expulsaron un siglo más tarde en
1570 a.C. Pero no solo fueron expulsados, sino que los egipcios los forzaron
enérgicamente a volver a Canaán, en realidad más allá de Canaán, hasta la frontera Siria,
saqueando y quemando las ciudades cananeas por el camino.
Algún tiempo después, la capital de los hicsos en Egipto, Avaris, en la Delta este del
Nilo, fue totalmente destruida por el Faraón Ahmose, quien persiguió los últimos
remanentes de los hicsos hasta Canaán y hasta el mismo sitio de Sharuhen, la principal
ciudadela Cananea, destruyéndola y acabando con su influencia local.
Al menos algún historiador alega que los hicsos (un milenio después de tales hechos) se
establecieron en Jerusalén y construyeron un templo allí, sin embargo, el registro
arqueológico no comprueba ningún templo, ni un gran número de refugiados en Jerusalén
en ese período.
El registro arqueológico también deja claro que nunca hubo "una peregrinación de 40
años por el desierto". Amplias pesquisas arqueológicas realizadas en el desierto del Sinaí
jamás demostraron la existencia de cualquier asentamiento datados en la época del
Éxodo, ya sea antes, durante o después del tiempo de los faraones con el titulo de
Ramsés.
Por lo menos dos lugares mencionados en el Éxodo fueron positivamente identificados y
excavados cuidadosa y metódicamente, pero no se encontró ninguna evidencia de
ocupación o asentamiento posterior al final de la Era de Bronce en estos lugares.
Adicionalmente, el desierto del Sinaí estaba literalmente apuntillado de puestos militares
(fuertes) egipcios, y en ningún punto del mismo los hebreos estarían a mas de un día de
viaje de uno de ellos. Seria imposible que los hebreos permaneciesen ocultos en el Sinaí
por 40 años.
La historia del Éxodo es claramente la construcción de un mito con el propósito de
retratar una posible expulsión de los opresores como una fuga de oprimidos. Ya por el
siglo 12 A.E.C, los hebreos asumieron una identidad destacadamente única en el registro
arqueológico al punto que se ser discernibles por primera vez.
En las montañas y planicies de las tierras altas al norte de Canaán, desde el norte de
Jerusalén hasta el Valle de Jezreel, los asentamientos de las tierras altas, pobres hasta esa
época, comienzan a mostrar una característica distintiva con relación a otros
asentamientos similares de las regiones a su alrededor. Existe muy poco para una mejor
apreciación, la alfarería muestra un estilo pobre, con poca ornamentación cuyo uso
principal era nada mas que servir como utensilios de cocina y manutención de objetos.
Así mismo hay un factor muy claro: Los huesos de cerdos desaparecen del registro
arqueológico.
La prohibición del consumo de cerdos es por lo tanto la característica de la cultura judía
mejor comprobada por la evidencia arqueológica. Y eso representa el comienzo de la
transformación del dios "El" en "El-ohim", el dios de los dioses, o dios de Israel.
Actualmente conocemos ese dios de Mesopotamia como "El-ohim", y el autor "E", uno
de los más antiguos escritores de las escrituras de esa época, presenta al dios "El"
presentándose a Abraham como El Shaddai ("El" de la montaña) Él también aparece
como El Elyon o El de Betel en otras escrituras apócrifas, y su nombre también se
preserva en los nombres hebreos como Isra-el e Isma-el. La palabra Elohim era
originalmente el plural de la palabra El.
Al sur, de Betel en el Valle de Berseba, una transformación similar empezó a darse. En
este lugar de clima y geografía ásperas, con una densidad demográfica reducida, y con un
mayor aislamiento geográfico, el dios cananeo Yahvé (Jehová o Yahvé) está siendo
transformado por un pueblo con una cultura similar en la tierra de Judá.
El autor anónimo conocido por los expertos como "J" muestra a su dios interactuando con
familiaridad y a voluntad propia con Abraham, que casualmente se le aparece al mismo
Abraham en Génesis 18 presentándose como Yahvé. Sin embargo, el autor
contemporáneo de "J", es decir "E" en el norte, no acepta que dios sea tan familiar y
casual, por lo que el escritor lo hace surgir como una voz, que le ordena a Abraham dejar
su pueblo en Mesopotamia y fijar su residencia en Canaán.
Yahvé, en su metamorfosis de un dios pagano cananeo hacía el dios de los judíos, se
torno en un dios vengativo y cruel en las manos del autor "J". Yahvé mandó que
Abraham sacrificara su primogénito, un acto que no nos sorprende dada la naturaleza de
las religiones paganas de la época. Muchas de las religiones paganas (Recuerde que
Yahvé comenzó como un dios pagano cananeo) consideraban el primogénito semejante a
un dios. Por esa razón, eran frecuentemente sacrificados al dios que supuestamente los
generó.
Entretanto en el norte, Elohim continuaba siendo un dios más sutil, que dirige los asuntos
humanos por revelaciones a través de voces, oculto a la vista de los meros mortales.
Existe una tensión entre esos dos pueblos, ambos se identifican como descendentes de
Abraham, Isaac & Jacob. Un pueblo tal vez, sin embargo con dos dioses.
El pueblo del norte, con condiciones geográficas y climáticas más amenas, eventualmente
prosperaron y establecieron alianzas con sus vecinos. Sus riquezas, en el decorrer del
tiempo, pasaron a exceder las del sur, al punto de convertirse en una nación autónoma: La
nación de Israel.
Israel prospera tanto que se vuelve significativa en el comercio exterior - eclipsando a su
vecino pobre, Judá.
El registro arqueológico muestra claramente que Israel se volvió un importante poder
regional, que ciertamente atraía el interés de sus vecinos. A esa altura, la hegemonía
egipcia de la región había desaparecido, y el báculo geopolítico fue ejercido por Asiria.
Eventualmente los asirios asumieron el control de la región, con dos provincias, Israel al
norte & Judá al sur. Israel, bastamente más populosa y próspera que Judá; tenía como
capital Meggido, Samaria y Siquem, Y Judá, tenía a Betel, en la frontera al norte, y a
veces Hebrón al sur. Jerusalén, antes de esa época, era una minúscula e insignificante
villa rural. Jerusalén antes de las deportaciones asirias, no era un centro cultural.
A finales del siglo VIII a.C., el alfabeto hebreo apareció, y la alfabetización se esparció
entre los hebreos mas ricos. Finalmente, después de siglos de tradición oral, la tradición
escrita prolifera por primera vez, y culturalmente lo modifica todo. Los mitos pasan a la
forma escrita y son comparados, y los dos dioses pasaron a chocarse abiertamente uno
con otro.
La expansión de la alfabetización y los eventos geopolíticos del período lo cambiaron
todo. La rebelión israelita contra los asirios causó medidas represivas en el norte, y con
ellas, ondas de refugiados se dirigieron hacía el sur. Con la llegada de olas de refugiados,
Jerusalén pasó rápidamente de una minúscula e insignificante villa rural a ser una ciudad
importante, con su propia influencia religiosa.
Los recién llegados israelitas con sus dioses comandados por el dios "El", y los Judíos
(ciudadanos de Judá), con su dios único Yahvé, son forzados a reconciliar sus diferencias
religiosas.
Es también en esa época que los mitos del Viejo Testamento se fijaron en la forma que
llegaron hasta nosotros: La historia de Abraham y su familia viajando y negociando
mercaderías árabes con el uso de camellos; el mito del Éxodo, resultado de la expulsión
de los hicsos, las historias de la conquista de Canaán, narrando la derrota de Goliat por
David, basada en verdad en los resentimientos forzados por los egipcios; de Salomón y su
gran fortuna y su inmenso templo en Jerusalén.
Todos estos mitos resultaron de alteraciones significativas de hechos ocurridos. Pero al
consignarlos en forma escrita, se fijaron, y desde esa época llegaron hasta nosotros
prácticamente inalterados. A partir de ese momento por primera vez, los registros bíblicos
comienzan a corroborar los registros arqueológicos.