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Nació en el asiento minero de Casapalca en la Región Lima. Realizó sus estudios de primaria en la E.F 1481
de Casapalca, sus estudios de secundaria en la G.U.E Santa Isabel de la Ciudad de Huancayo. Se graduó
de Ingeniero en la U.N.C.P, donde ejerció docencia por 2 años.
Laboró en las tres regiones del Perú, habiendo enriquecido su vivencia con los usos y costumbres de ellas,
los mismos que marcaron huellas en su personalidad y entendimiento de la historia peruana.
Se inicio en Luz del Oriente Nº 5 de la Gran Logia del Centro del Perú. Adelantado como Compañero
Franc Masón y Exaltado al Sublime Grado de Maestro Mason en la P:.F:.C:.L:.B:.R:.L:.S:. FENIX 137 – 1, de
la Gran Logia Constitucional del Perú.
Levanto Columna de la R:.L:.S:. Luz del Oriente Nº 5 del Valle de Chanchamayo en la Región Junín y es
miembro del taller de R:.L:.S:. Parthenón Nº 4 – 10.
Por encargo de la P:.F:.C:.L:.B:.R:.L:.S:. FENIX 137 – 1 y de la Gran Logia Constitucional del Perú, trabaja
junto a otros maestros para levantar columna de la R:.L:.S:. Mampira Nº 23 en el Valle de Chanchamayo.
Este taller será logia femenina, una de las primeras del Perú.
Publicó varios trabajos en Scribd gracias al apoyo de los HH:. de Fénix y al Q:.H:. Juan Orrego Sevilla
Director de la Revista Fénix, que se edita en los EE.UU.
1.- La Iniciación:
http://es.scribd.com/doc/43549280/Herbert-Ore-La-Iniciacion
2.- Origen de la masonería:
http://es.scribd.com/doc/43549289/Herbert-Ore-Origen-de-La-Masoneria
3.- Sociedades Iniciaticas:
http://es.scribd.com/doc/48606535/Sociedades-Iniciaticas-por-Herbert-Ore
4.- La Atlántida y el Nuevo Mundo:
http://es.scribd.com/doc/51183921/Herbert-Ore-La-Atlantida-y-El-Nuevo-Mundo
5.- La Masonería en el Perú:
http://es.scribd.com/doc/55143082/Herbert-Ore-La-Masoneria-en-El-Peru
“La historia del aprismo –en sentido estricto- se inicia con la gesta obrera que culminó
con la conquista de la jornada de 8 horas de trabajo” en el Perú. Asi anota Percy
Murillo Garaycochea autor reconocido por los apristas, en su libro La Historia
del Apra.
Este acercamiento de los estudiantes hacia los obreros iniciado por Haya en el
año 1919, tenía que necesariamente culminar en la estructuración de un
movimiento de mayor envergadura ideológica. No en vano se había derramado
sangre en las calles de Lima en 1923 y se había fortificado el Frente Único de
Trabajadores Manuales e Intelectuales en las Universidades Populares Gonzáles
Prada.
Aquí estamos para intervenir y para ayudar. Es la juventud Universitaria que tiende sus manos
a los trabajadores en su hora decisiva.
Con el destierro de Haya en octubre de 1923 se inicia un largo periplo por
Centroamérica, que culmina el 7 de Mayo de 1924 con el nacimiento del APRA
como movimiento continental en México.
Sin embargo no solo esos fueron los antecedentes de la formación del Apra,
hubo otros elementos más que se fundieron en un solo crisol. Los partidos
modernos del Perú fueron influenciados por elementos comunes, debido a que
la generación de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX tuvieron los mismos
maestros.
El APRA fue fundada por Haya en México, en 1924, bajo al doble influencia de la
Revolución Mexicana y la Revolución Soviética. La primera de ellas (de 1910 en
adelante) había sido la más importante convulsión social en Latinoamérica desde las
guerras de independencia y tuvo la particularidad de haberse desencadenado
espontáneamente, sin más ideología que la modestísima consigna: ―Sufragio efectivo, no
reelección‖, lanzada en lo que resultó ser el momento preciso, contra un caudillo
(dictador) cuyo dominio había durado demasiado tiempo, hasta desembocar en la
gerontocracia. La vasta, larga y sangrienta insurrección campesina que resultó de esas
palabras aparentemente anodinas, demostró que la inmovilidad y estratificación de las
sociedades latinoamericanas ocultaba una profunda carga de cólera y violencia
reprimidas, y subrayó que la cuestión agraria (el latifundio y el peonaje) seguía sin
resolver, o había empeorado en los ciento y tantos años desde la Independencia. En
cuanto a la Revolución Soviética, Latinoamérica no podía ser indiferente a su visión y
entusiasmo iniciales sobre la posibilidad de un vuelco universal en las relaciones de
producción y en los sistemas de propiedad que condujese a la abolición de las
desigualdades, las injusticias y los nacionalismos.
La Revolución estaba, pues, en el orden del día. Pero ¿qué Revolución? La mexicana,
para entonces ya estancada, demostraba la insuficiencia de una simple guerra social
carente de estrategia y de ideología. La soviética, aun al margen de sus desviaciones (o
aberraciones) que ya en 1924 podían inquietar a quien estuviese bien informado de lo
que realmente estaba ocurriendo en Rusia, era un proceso sui generis, iniciado,
conducido y consumado con olvido, cuando no desprecio, de ciertos postulados muy
fundamentales del marxismo. ¿No sería esa heterodoxia voluntarista la explicación de la
agravación de la dictadura, de la represión, de la liquidación de las tendencias
socialistas distintas al bolchevismo, etc? Y por otra parte, en el mejor de los casos, las
condiciones de América Latina, o de Indoamérica, como decía Haya de la Torre, eran
bien distintas de lo que habían sido las condiciones de Rusia antes de 1917. Regresando
a las fuentes marxengelianas, Haya llegó a la conclusión de que si bien no era
enteramente cierto, como había pensado Marx, que los países capitalistas avanzados
mostraban a los países atrasados la imagen de su desarrollo futuro, mucho menos podía
afirmarse, como había dicho Lenin (y era tesis oficial, según hemos visto, de la Tercera
Internacional) que el papel de los países atrasados debiese en adelante consistir en ser la
carne de cañón de una ―Revolución Mundial‖ con su centro de irradiación indiscutible
en la URSS y su Meca en Moscú. En América Latina, concluyó Haya, existía un
sistema capitalista bastardo, deformado, por lo cual no podía esperarse un desarrollo
capitalista clásico, conforme a los análisis y las predicciones hechas por Marx y Engels
con relación a Gran Bretaña, Francia o Alemania. Junto a una burguesía incipiente,
débil, vinculada no a un sector industrial nacional (inexistente), sino al comercio de
importación, coexistía un sector feudal, cuyos beneficiarios, los latifundistas, ejercían en
la práctica el poder político, aliados con los ejércitos y con la iglesia.
LA REVOLUCION MEXICANA.
Las exportaciones se generaban, sobre todo por la acción de este capitalismo extranjero,
imperialista. El proletariado era poco numeroso y no podía en ningún caso ser el motor
único, o siquiera principal, de las transformaciones y reformas inmediatamente
necesarias.
LA REVOLUCION RUSA.
Los postulados iniciales del APRA fueron los siguientes: 1: Acción contra el
Imperialismo yanqui, 2. Unidad de la América Latina. 3. Nacionalización progresiva de
tierras e industrias. 4. Internacionalización del Canal de Panamá, y 5. Solidaridad de
todos los pueblos y clases oprimidos.
En el punto Quinto, Haya hizo un gesto amistoso hacia la Tercera Internacional, que de
muy poco le habría de valer. La Internacional Comunista no veía peor enemigo en el
mundo que los socialistas no sometidos a su control, y de inmediato comenzó a difamar
a Haya. El primer argumento que encontraron fue acusado de ser... un agente del
imperialismo británico! ¿No había Haya reveladoramente excluido ese imperialismo, al
restringir la acción revolucionaria latinoamericana a la lucha contra el imperialismo
Yanqui?
En posteriores formulaciones, Haya tachó el adjetivo, sin que esa concesión le valiera,
claro está, ninguna indulgencia de parte de la Tercera Internacional, puesto que lo que
estaba en juego no era ese bizantinismo, sino el atrevimiento de no afiliarse el APRA a
la Tercera Internacional.
En su obra fundamental (El Anti-imperialismo y el Apra, escrito en 1928, aunque
publicado sólo en 1936), Haya da la siguiente explicación del asunto: ―Este postulado
(no implicaba) que la lucha anti-imperialista del Apra (estuviese) circunscrita a
combatir al imperialismo yanqui y no a otros imperialismos como el británico, por
ejemplo. Ocurre que habiéndose formulado los cinco lemas del Apra por primera vez en
México en 1924 su inmediata propagación se inicia en el sector de pueblos
indoamericanos del Caribe, en los que predomina agresivamente el imperialismo de los
Estados Unidos... Además para la mayoría de nuestros pueblos el imperialismo yanqui
es el imperialismo moderno por antonomasia... Pero como los comunistas criollos se
prendieron (de esto) para afirmar que la palabra ―yanqui‖ era, en el programa aprista,
cábala siniestra de misteriosas concomitancias del Apra con el imperialismo británico,
hice muchas veces la aclaración: especialmente en (mi libro) Impresiones de la Inglaterra
imperialista y de la Rusia soviética (1932)‖. En otra parte expone Haya, con candor, sus
problemas con la Tercera Internacional: ―A principios del otoño europeo de 1926, recibí
una amistosa carta de Lozowsky, el Presidente de la Internacional Sindical Roja o
Profintern, quien me comunicaba que ―daba la bienvenida al (APRA)‖... respondí a
Lozowski extensivamente y le ratifiqué algunos puntos ya enunciados durante nuestra
charla en Moscú: las características muy peculiares de América, social, económica y
políticamente; su completa diferencia de la realidad europea; la necesidad de enfocar los
problemas americanos y especialmente los indo o latinoamericanos en su total extensión
y complejidad. Le reiteré mi convicción sincera de que no es posible dar desde Europa
recetas mágicas para dar la solución de tales problemas, expresándole que así como
admiraba el conocimiento que los dirigentes de la nueva Rusia tienen de la realidad de
su país, anotaba su palmaria carencia de información científica acerca de la realidad de
América. Le advertía, además, que estas opiniones, ya emitidas personalmente en
charlas con Lunatcharsky, Frunze, Trostky y otros dirigentes rusos, me determinaron,
después de una serena y muy minuciosa visita al gran país de los Soviets, a no ingresar
al Partido Comunista, por creer, como creo, que no será la III Internacional la que ha de
resolver los graves y complicadísimos problemas de Indoamérica‖.
Es fácil imaginar la cólera con la cual los soviéticos deben haber recibido esta declaración
de independencia de un hombre y un movimiento con los cuales habían creído contar
para promover las políticas del Comintern en América Latina. El año siguiente, 1927,
aprovecharon la ocasión del Primer Congreso Anti-Imperialista Mundial (Bruselas)
para excomulgar al APRA; y de allí en adelante, agentes de la Internacional se
encargarían de tomar en mano, allí donde ya existían, o de fundar, una red de Partidos
Comunistas lationamericanos dóciles a Moscú, según fórmulas y mecanismos
demasiado conocidos para que haga falta reiterarlos aquí. Si acaso vale la pena recordar
que el Partido Comunista Mexicano se encargó de coordinar y posibilitar la serie de
atentados que culminaron con el asesinato de Trotsky. (Carlos Rangel, Del Buen
Salvaje al Buen Revolucionario, Monte Ávila Editores C.A. Caracas, Venezuela,
Agosto 1982, Pág. 192).
Andres Avelino Cáceres y los patriotas del Centro del Perú en la Guerra con Chile.
II. EL PERU LUEGO DE LA GUERRA CON CHILE.
La situación era lamentable, no solo porque la economía estaba muy mal, sino
que las clases dirigentes se habían deteriorado completamente, las clases pobres
estaban en el límite extremo, la incertidumbre cundía por doquier. En esta
situación surgen nuevos elementos que propiciaran la conformación de una
nueva forma de pensar y actuar, y como es natural es el caldo de cultivo para
acrisolar nuevos liderazgos.
La guerra fue catastrófica, los daños que nos ocasionó fue la perdida de ricos y
extensos territorios, asi como de irreparables vidas de jóvenes y hombres, todo
lo que dejo el enemigo fue destrucción, muerte y sufrimiento.
Se agotaron las reservas financieras del estado y generó más deudas, hubo fuga
de capitales, se paralizo el comercio exterior y la moneda se devaluó.
Después de la guerra con chile las actividades de los bomberos se incrementaron más
allá de las iniciativas de los extranjeros. Los aciagos años de la guerra del pacifico generó
una serie de cambios en la mentalidad de los sectores afectados por ella, la destrucción de
la infraestructura urbana la invasión chilena, la derrota en la batallas de San Juan y
Miraflores y la casi total destrucción de Chorrillos. Todo ello generó una posición crítica
frente a las causas de la guerra y el nacimiento de un proyecto modernizador.
Gonzáles Prada, asume el liderazgo espiritual acusando a los culpables del desastre y
uniendo al pueblo en su torno para la reconstrucción nacional. Como ésta no podía
lograrse sin una independencia cultural, se lanzó a forjarla señalando a las generaciones
jóvenes los horizontes por alcanzar. Comprometido, por su verbo se pone al servicio de
la justicia social, pues, lo más significativo de su obra persigue el bienestar de las masas
oprimidas y no deja de librar una y mil batallas por la redención del campesino y por las
reivindicaciones de los trabajadores explotados. De esta fuente bebió las figuras políticas
más importantes de entonces, nos referimos a Víctor Raúl Haya De La Torre y José
Carlos Mariategui, quienes se unieron al llamado: ―Los viejos a la tumba, los jóvenes a
la Obra‖.
En este contexto se desarrollan las propuestas de las clases medias y proletario cuya
vanguardia radical estaba compuesta fundamentalmente por elementos inmigrantes,
masones y librepensadores, así como de trabajadores y estudiantes, con claro lenguaje de
modernidad política pero a la vez con serias contradicciones a su interior.
María Inés Valdivia en su Tesis ―Masonería y Librepensamiento en Lima‖,
Universidad Nacional Federico Villareal, 2002 dice: La masonería y el librepensamiento
estuvieron estrechamente ligados, aunque atravesaron un proceso distinto, ambos a su
vez combatidos por la iglesia católica.
Los masones y los liberales con su forma de pensar dieron el corpus ideológico liberal-
social de los partidos de la época, el Partido Unión nacional o Partido Radical liderado
por Manuel Gonzáles Prada.
Así “el libre pensador no se preocupa ya del cielo, del infierno, ni aún de la
muerte, ni menos de los días en que Dios creó el mundo, así sean tan largos
como los días de la indulgencia o jubileo universal. Lo que le preocupa es la
vida; la justicia, no como, sino como será, los derechos humanos, esos que están
no solo en los libros, sino en las necesidades del día”. (Mariano Torres, El Libre
Pensamiento, 1900, Nº 232).
A fines del siglo XIX se funda en Lima “El Libre Pensamiento‖ (1896-1904),
iniciándose como bisemanario y posteriormente semanario, y se constituye en
el órganos oficial de la masonería Peruana; este durante sus ocho años de
existencia, fue dirigido por Christian Dam, que era masón y librepensador.
Christian Dam.
Sobre la defensa de la mujer las logias masónicas invitaban a las jóvenes emparentadas o
amigas de los masones a las conferencias que se daban en los Templos Masónicos de San
Francisco, donde los principales conferencistas fueron: Mercedes Cabello de Carbonera,
B. Alkvares, Buchhammer, Romero Lozada, Nísida e Inés Dam.
En el año 1897 se inicia una incursión formal en política de los masones, al permitirse la
participación de los extranjeros en los gobiernos municipales, asi se dijo: ―hoy se
experimenta la buena obra de algunos patriotas representantes de la patria, que
sostuvieron la idea hasta hacerla Ley Nacional de descentralizarse de la
influencia política las corporaciones municipales, para dar cabida a los de
otras nacionalidades en los intereses comunes del pueblo” (El Libre Pensamiento,
Nº 39, 1897)
Pero para comprender mejor sobre quién fue Christiam Dam, indicaremos que
fue librepensador y Mason, autor de un “opúsculo radical” titulado “El Dogma
de la Libertad de Conciencia”, publicado en 1905 con un contenido de crítica
radical a la iglesia católica. Fundo la Liga de Librepensadores del Perú y fue
Gran Maestro de la Gran Logia del Perú. En el prologo del opúsculo
mencionado, fija su concepto respecto a las “religiones reveladas” y desarrolla
el porque de su opinión.
Tuvo el Perú un clero liberal y patriota desde las primeras jornadas de la revolución. Y
el liberalismo civil, en muy pocos casos individuales se mostró intransigentemente
jacobinos y, en menos casos aún, netamente antirreligiosos. Procedían nuestros
liberales, en su mayor parte, de las logias masónicas, que tan activa función tuvieron en
la preparación de la independencia, de modo que profesaban casi todos el deísmo que
hizo de la masonería, en los países latinos, algo así como un sucedáneo espiritual y
político de la reforma. (José Carlos Mariategui, Siete Ensayos de Interpretación de
la Realidad Peruana, RED Ediciones 2006, Pág. 166)
IV. MANUEL GONZALES PRADA.
Gonzáles Prada realizaba una intensa actividad en las logias masónicas así por
ejemplo:
Desde finales del siglo XIX, existió vínculos entre algunos dirigentes obreros, la
masonería y los grupos de propaganda liberal, los cuales se comprometieron a
elevar la condición intelectual, moral y económica de los trabajadores. Es un
aspecto que merece investigaciones complementarias, aunque son ya bastante
significativas las relaciones entre el dentista, miembro de la Gran Logia
Masónica del Perú, Christian Dam y el panadero Manuel Caracciolo Lévano,
uno de los más destacados militantes anarco-sindicalistas; entre el periodista
director de La Idea Libre, Glicerio Tassara, y el grupo que editó La Protesta;
entre el músico José B. Ugarte y el Centro de Estudios Sociales 1° de Mayo. Las
Ligas de Libre Pensadores, constituidas por C. Dam, se dedicaban a la
educación y la asistencia de los trabajadores; por otra parte, Dam y Ugarte
habían sido miembros fundadores del partido radical Unión Nacional, creado
por el escritor Manuel González Prada en 1891 y cuyo programa ostentaba un
claro compromiso social. Destacada labor de concientización y educación de
clase tuvieron entonces algunas publicaciones liberales de crítica sociopolítica:
La Luz Eléctrica (1886-1897), Integridad (1889-1891), Germinal (1889; 1901-
1906), El Libre Pensamiento (1896-1904), La Idea Libre (1900-1920), antes de que
aparecieran órganos de definida orientación anarquista: Los Parias (1904-1910),
La Simiente Roja (¿1905-1907?), El Hambriento (¿1905-1910?), Humanidad
(1906-1907), El Oprimido (¿1907-1909?) y La Protesta (1911-1926).
En 1911 sale el periódico “La Protesta“ que formula las ideas de mejora de la
organización sindical dando con ello el inicio al anarcosindicalismo peruano.
En los últimos años del siglo XIX se organizaron los primeros sindicatos, en
ellos se puede advertir la orientación de los anarquistas. Una serie de de
huelgas parciales impulsaron la organización de los primeros congresos obreros
de 1896 y 1901, donde se plantearon las más sentidas reivindicaciones
proletarias. En 1904 se funda la “Unión de Trabajadores Panaderos “, que
promueve la primera huelga ese mismo año. En 1912 se organizó La Federación
Nacional Obrera Peruana, y la primera huelga general nacional de los textiles
de 1911 fue promovida por los anarcosindicalistas.
VI. LA JORNADA POR LAS 8 HORAS EN EL PERU.
Los obreros forman comisiones para visitar las distintas fábricas de Lima y
Callao. Comisiones formadas por dos mujeres y dos hombres o un hombre y
una mujer, como recuerda Julio Portocarrero. Estas Comisiones obreras dejaban
el mensaje claro en cada centro fabril: Huelga por las 8 horas de trabajo. Entre el
lunes 26 de Diciembre al Sábado 31 los obreros textiles ya habían paralizado
totalmente. Fábricas como Victoria, Vitarte, San Jacinto y La Unión.
Allí los obreros se dan cuenta que no bastaba la lucha textil por las 8 horas.
Debían expandir la lucha si querían triunfar y para eso era clave coordinar con
los medios de prensa apareciendo así la contribución del diario El Tiempo,
diario opositor al Presidente José Pardo y Barreda, donde escribía el Amauta
José Carlos Mariátegui y que les publicaba todos sus Oficios remitidos por el
Comité de Huelga. Eso es lo que hace un dirigente auténtico, no se queda en un
solo lugar y busca coordinar acciones.
El otro antecedente que cita Haya como influencia para la ética aprista es la formación
religiosa de buena parte de los fundadores del Apra: «Nosotros fuimos todos
seminaristas. Garrido, Orrego, nosotros los hermanos Haya, Alcides Spelucín».
Recuerda a los curas franceses que los formaron, como excelentes profesores: «Ellos nos
inculcaron el rigor cartesiano, tan necesario en países como el nuestro. Hasta nos hacían
leer a Voltaire y Rousseau. Eran curas liberales» (Hildebrandt y Lévano 1971b).
Haya define a Julio Reynaga como «un anarquista puro, casi insociable. Pero al mismo
tiempo era un tipo a lo Bakunin. No era un tipo kropotkiniano, de crear grupos de
comunismo anárquico […] Nosotros somos antimarxistas originarios35. Por la
polémica […] González Prada […] Todo lo que era dictadura, y esto es muy importante,
suscitaba nuestra protesta. Primero por las ideas liberales del colegio y después por las
ideas anarquistas» (Hildebrandt y Lévano 1971b). Rememorando a Fonkén, uno de los
grandes líderes anarcosindicalistas, Haya afirma: «Tipos como él fueron realmente los
originadores del Apra».
A lo largo de los años veinte las organizaciones anarquistas entraron en crisis debido a
la imposibilidad de concretar su ideario rechazando la política, un quehacer que
despreciaban. Numerosos anarquistas que querían hacer la revolución se incorporaron
al Apra: «Nuestro arreglo con los anarquistas —dice Haya— era así. El anarquismo
decía: ni Dios, ni Ley, ni Patria. Entonces yo les decía: a Dios lo dejamos tranquilo. A la
ley ataquémosla. Pero tomemos lo que el anarquismo tiene de principal: la formación de
la ―Conciencia‖; y eso se forma con educación y cultura. Yo les tengo una gran
admiración» (1971b).
Aunque los trabajadores anarquistas fueron una minoría, ejercieron una gran influencia
durante las primeras décadas del siglo XX gracias a su cultura, su formación y su
capacidad de llegar a sus compañeros de clase a través de la prensa obrera, el teatro,
etcétera (Portocarrero 1987). Frente a una interpretación que pone énfasis en el carácter
populista del Apra y su capacidad de controlar con este discurso a los obreros, Steven
Hirsch insiste en la tradición anarquista y anarcosindicalista de los trabajadores
peruanos, que los dotaba de una cultura para la cual la auto emancipación y la
autonomía política frente a otras clases sociales eran valores fundamentales; valores que
llevaron consigo cuando se aliaron con el Apra (Hirsch 1997). (Nelson Manrique,
¡Usted Fue Aprista! Bases Para Una Historia Crítica del Apra, Fondo Editorial
PUC del Perú, 2009, Pág. 74)
VII. LAS UNIVERSIDADES POPULARES GONZALES PRADA.
El nombre de Haya de la Torre recorre el Perú y los medios hablan de él. Crece
y se consolida las Universidades Populares-UP, se va formando el germen del
Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales, los alumnos obreros se
incrementan y los profesores también. El 22 de julio de 1922, en el cuarto
aniversario de la muerte de González Prada un año y seis meses de las UP,
Haya anuncia que debe hacerse digna de que la UP debería llamarse González
Prada, por su filosofía libertaria, doña Adriana viuda de González Prada que es
invitada se emociona. UP es una obra grande, sólida y de merecido honor.
Pronto se aperturas más locales de las UP en Lima, en Trujillo, Arequipa,
Cajamarca y ya se dice que son miles sus alumnos. Víctor Raúl recibe invitación
de los estudiantes de Argentina, José Santos Chocano envía un mensaje para la
juventud de Argentina y Paraguay, visita Tucumán, Uruguay y Buenos Aires,
conoce a José Ingenieros y dicta coloquios y deleita con su oratoria a la
Federación de Universitaria de Argentina-FAU y ovacionado por Gabriel del
Mazo. El Presidente de Argentina, Pellegrini quiere verlo, su primera impresión
fue: Que joven es, le dio un consejo que recordaría toda una vida: “ Que su vida
sea una línea, consejo de amigo y de viejo ”. Haya nunca lo olvidaría. Llega a
Chile y es recibido con algarabía por la Federación de Estudiantes de Chile y su
presidente Schwaizer, entabló amistad con Gabriela Mistral. Haya llama a la
Unidad de América Latina y el chileno Gandulfo, grita: “ Juremos que no
iremos a la guerra contra el Perú ”. Invitado a comer por diplomático Paulino
Alfonso y le revela el tratado ya convenido sobre Tacna y Arica, mientras A. B.
Leguía seguía haciendo demagogia con lemas electoreros agitando temas de
peruanidad sobre: “Tacna, Arica y Tarapacá son peruanos.” Llegado a Perú fue
llamado por A. B. Leguía, le increpa sus visitas y su acercamiento con enemigos
de Perú, Chile, Haya detalla que no ha ido a hacer política, pero le dice la
conversación con Paulino y el tratado que ha pactado a espaldas de los
peruanos, la “partija de Tacna y Arica”. Una vez con los obreros, le advierten
que hay rumores que lo quieren apresar, pero Haya convencido replica, Leguía
no me hará nada, “él sabe lo que yo sé lo que imagino que nadie sabía”. A. B.
Leguía dijo a su entorno, este joven estudiante es muy peligroso, le he ofrecido
de todo y me rechaza, es incorruptible. Regresa a Trujillo después de cinco
años, vio el surgimiento de nuevos intelectuales, su obra de las UP sigue
creciendo, por el Valle de Chicama y Salaverry. Las advertencias son más serias,
peligro de cárcel o deportación. Recibe muchos mensajes de apoyo, entre ellos
de Vasconcelos: “Estoy seguro que acabaran persiguiéndote, vengase a
México”, también de Carlos Pellicer y Gabriel del Mazo de Argentina.
Regresa a Lima, los obreros advierten que hay amenazas contra su vida, en San
Marcos se volvió a encontrarse con su enemigo, el Dr. Miro Quesada, a quién
había tachado y expulsado de San Marcos, éste se vengó de Haya
desaprobándolo nuevamente. Haya sigue con la organización de las UP. En la
Universidad Popular G.P del Callao, sufre el primer atentado contra su vida, los
“soplones” de A. B. Leguía han disparado a quemarropa, desde ese momento
vive escondido pero sigue dictando clases y conoce a Mariátegui.
Hemos oído, que los masones tuvieron mucho que ver con la formación de las
corrientes políticas de fines del siglo XIX y los inicios del siglo XX en el Perú, los
masones y los liberales con su forma de pensar dieron el corpus ideológico
liberal-social e influenciaron en las luchas sindicales, en la luchas por los
derechos de la mujer y la formación de los nuevos líderes y sus consecuentes
partidos políticos.
A fines del siglo XIX se funda en Lima “El Libre Pensamiento” (1896-1904),
iniciándose como bisemanario y posteriormente semanario, y se constituye en el
órganos oficial de la masonería Peruana; este durante sus ocho años de
existencia, fue dirigido por Christian Dam, que era masón y librepensador.
Así “el libre pensador no se preocupa ya del cielo, del infierno, ni aún de la muerte, ni
menos de los días en que Dios creó el mundo, así sean tan largos como los días de la
indulgencia o jubileo universal. Lo que le preocupa es la vida; la justicia, no como, sino
como será, los derechos humanos, esos que están no solo en los libros, sino en las
necesidades del día”. (Mariano Torres, El Libre Pensamiento, 1900, Nº 232).
En 1921 y 1922 Leguía cierra la Universidad de San Marcos, con lo cual los
estudiantes, impedidos de ir a clases, tienen más tiempo para dedicarse a dar
clases en la Universidad Popular. Para 1923 la UP era toda una institución , tan
es así que algunos sindicalistas se quejaban porque la veían con más poder que
los propios sindicatos. Según Haya de la Torre, la UP tuvo entre sus alumnos a
cinco mil trabajadores y trabajadoras.
Haya de la Torre se dirige a la multitud de estudiantes sanmarquinos, que luego marchan por
las calles de Lima, al grito de “Libertad. Muera el tirano”.
Los estudiantes fueron reprimidos a golpes de sable por la caballería.
24 de Mayo de 1923. Trabajadores y estudiantes toman la esquina del Teatro Colón protestando
por la muerte de Ponce y Alarcón. Leguía suspendió la ceremonia de consagración. (Revista
Mundial No.159, Junio de 1923)
Treinta mil personas salen a las calles al sepelio de los dos fallecidos en la
jornada de protesta. Ese mismo día el arzobispo de Lima anuncia que se
suspende la consagración del Perú al sagrado corazón de Jesús. El movimiento
de obreros y estudiantes había triunfado: el poder daba marcha atrás. Haya de
la Torre será arrestado en octubre de 1923 y haría una huelga de hambre de
protesta. El régimen leguiísta lo deportaría a Panamá para deshacerse de él.
Una multitud de 30mil personas acompañó a los féretros de los muertos en la jornada del 23 de
mayo.
Este es un hecho muy recordado por los apristas debido a que representa un
evento importante para la posterior fundación del APRA. De esta jornada
surgirían los dirigentes aurorales más importantes de este partido, dirigentes
que fueron masones.
Biblioteca Obrera de Bajo del Puente. Salon de Lectura. Leyendo de pie Manuel Pedraza, obrero
de construcción civil.
Sin embargo allí estuvieron los masones, por tanto es necesario romper el pacto
infame de hablar a media voz, y decir lo que sea necesario, para explicar la
presencia y participación de los masones, como en esta ocasión.
El 25 de mayo se realizan los funerales; después de tres días de huelga en protesta por
los hechos ocurridos, se levantó el paro; los discípulos de Lutero, Dr. Mackay, los
evangelistas y masones se frotaban las manos de contento por lo que pasaba.
En esa época dirigía él movimiento obrero la Federación Local. (El Anarco
Sindicalismo en el Perú, Ediciones Tierra y Libertad, México 1 D.F. 1961, Pág.
27).
Hace ochenta y ocho años, comandada por el estudiante Víctor Raúl Haya de la
Torre se produjo en el Perú la primera insurgencia civil frente al gobierno de
don Augusto Leguía, que había amanecido popular el 4 de julio de 1919,
agitando las banderas de “La Patria Nueva“. Con tal pendón fue derrocado el
gobierno civilista de José Pardo y al año siguiente, ocupando el poder Leguía
surgió la Constitución del año 20 que entre otros avances prohibía la reelección
presidencial. Esto no obstante a comienzos del 23 se hizo ostensible la voluntad
de Leguía de reelegirse presidente. Paralelamente en mayo del mismo año se
publicó una Pastoral del Arzobispo de Lima anunciando que la República
Peruana sería consagrada al Corazón de Jesús, lo cual violaba el principio de la
nueva Constitución de la Libertad de Cultos. Se hizo evidente que la
disposición arzobispal apoyaba el reeleccionismo. Comenzó a surgir en algunos
medios de prensa, especialmente “La Crónica” y la revista “Variedades” y de
sectores intelectuales, y de los sindicatos y universidades la protesta por tal
situación, y fue la voz de Haya de la Torre la que unificó estas fuerzas,
convocándolas a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, para el
miércoles 23 de mayo. La multitud integrada fundamentalmente por
estudiantes y obreros salió a las calles. Y en la De los Huérfanos, frente a su
iglesia, la gendarmería disparó contra los manifestantes que llevaban a la
cabeza al estudiante Haya de la Torre. Hubo combate y murieron el estudiante
Alarcón Vidalón y el obrero Salomón Ponce, y más de tres soldados.
Aquella jornada histórica que ahora muy pocos recuerdan marcó para lo que
sería el aprismo, su cuarta base en el proceso de su gestación: La base cívica,
pues por primera vez la lucha social de esos días tuvo un carácter de
insurrección popular, ajena a los partidos políticos de entonces. Jorge Basadre,
el historiador que he mencionado, dice al respecto lo siguiente: “Una nueva
fuerza surgía, beligerante ante el Leguiismo, con raíces juveniles y populares,
ajena a los políticos y hostil a ellos…”
Pero hay otros dos puntos germinales del APRA y son: el de la Unidad de los
pueblos de América Latina, cuyo proceso viene naciendo en Haya de la Torre,
desde sus viajes como Presidente en la Federación de Estudiantes de 1920 y que
se define cuando es deportado por Leguía en octubre de 1923, y recorriendo
parte del continente confirma que nacimos de una misma semilla que tuvo por
antecedente prehispánico el Imperio de los Incas y posteriormente la lucha
independentista que terminó con la denominación española. El
antiimperialismo constituyó el elemento definitorio de lo que es el APRA.
Siendo la finalidad de esta carta recordar los ochenta y ocho años de la heroica
jornada del 23 de mayo, debía en este punto dar término a ella. Pero ocurre que
también este año se cumplen ochenta y uno de la fundación del Partido Aprista
Peruano y no puedo prescindir de referirme a aspectos generales de lo que ya
fue culminación de una historia que se inició el 20 de setiembre de 1930. Haya
de la Torre fue candidato a la presidencia en 1931 siendo burlada su victoria e
imponiéndose la dictadura de Sánchez Cerro que al partir de 1932 puso al
aprismo fuera de la ley lo que duraría 21 años. En esta condición, perseguido
sin tregua; si agregamos a estos veintiuno, los ocho que había tenido Víctor
Raúl en el destierro leguiísta, diríamos que hemos contado veintinueve años de
persecución, de exilio, de destierro y de muerte. Y en 1956, en el segundo
gobierno de Manuel Prado, el mismo 28 de julio de de ese año se otorgó la
amnistía y se terminó con la discriminación.
Pero quiero destacar que todos aquellos que perdieron su libertad, y que fueron
desterrados y derramaron su sangre, lo hicieron por los ideales y principios
superiores que germinaron la existencia del aprismo, y que caracterizaron su
historia hasta estos últimos años en los que ha surgido, lamentablemente, una
crisis que la juventud debe redimir, eliminando despiadadamente a todos
aquellos que han llevado al Partido a la derrota.
Y recuerdo que aquella fecha no fue anticatólica, por lo que se escribió en una
publicación, al pie de un dibujo de Jesús sacrificado y brotando sangre de sus
manos:
Señor:
Esta Sangre que en tus manos ves - No es la de tu Divino Corazón - Es la de que sin
justicia ni razón se derramó el veintitrés.
NOTA 02: Aunque el anarquismo fue la inquietud original en Haya de la Torre y posteriormente fue compañero
de los anarquistas en Lima, así como también su concepción de tiempo espacio histórico nace de escolar en
Chan-chan, son estos factores concurrentes a la concepción aprista.
Manuel Seoane denunciando ante los obreros de Vitarte la deportación de Haya de la Torre,
octubre de 1923.
Hubo amplias protestas populares mientras Víctor Raúl se declarara en una
severa huelga de hambre para reclamar su libertad. Para evitar más altercados,
el gobierno prefirió desterrarlo a Panamá.
Víctor Raúl, será deportado a Panamá donde es recibido como un héroe y sería
el embajador de los Estudiantes del Perú, luego iría a Cuba donde dejaría
grandes amigos y donde desarrollaría una conciencia ideológica política
motivada por los debates con los comunistas, y posteriormente marcharía a
México, recibido por Carlos Pellicer, Gabriela Mistral, Miss Ann Grave, Daniel
Cosío, Pedro Enríquez, Pedro Caso rector de la Universidad, Vasconcelos y
decenas de poetas, historiadores, políticos y literatos.
Pasó entre nosotros, rápido y luminoso, como un cóndor de fuego marchando hacia los
cielos infinitos.
En su breve estancia se nos presentó; ora como un Mirabeau demoledor con la fuerza de
su verbo de las eternas tiranías que el hombre sostiene sobre el hermano hombre, ora
como el Mesías de una Buena Nueva que dice la palabra mágica de esperanza, ora como
el camarada jovial, casi infantil, de alma pura e ingenua que lo entrega todo en aras de
la amistad.
Tenía la eterna inquietud de aquellos [,] que sintiendo el fuego sacro de un ideal [,]
saben que tienen la misión divina de arder para dar luz y calor a los humanos, como los
soles, centro de los sistemas, que temen consumirse pues con ellos perecerán los mundos
a pesar de saber que al dar luz y calor lo hacen a costa de su propia existencia.
Como Haya debió de ser Martí, el mismo amor, la misma consagración al ideal, el
mismo espíritu de combatividad serena, pero agresiva y enérgica, igual desprecio a los
placeres, a las comodidades, a la vida misma.
Cuando se le sentía, más que cuando se le veía en la tribuna [,] se tenía la sensación de
algo misterioso vagando por el ambiente, subyugaba y dominaba en tal forma al
auditorio, que este semejaba mansos cachorros de león cumpliendo las órdenes del
domador, hacía reír, llorar, pensar, temer, toda la gama del sentimiento la recorría con
magistral exquisitez.
¿Qué es el ARPA?
Estas iniciales tratan de corresponder al siguiente nombre: «Alianza Revolucionaria
Popular Americana». Así lo hemos visto escrito en algunos periódicos. Otras veces se
llama «Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales» y hasta «Partido
Revolucionario Antiimperialista Latinoamericano». Algunas veces aparecen las iniciales
cambiadas así [:] APRA en vez de ARPA. Lo de «Popular» va antes de lo
«Revolucionario». ¿Qué interés tiene esto para las multitudes proletarias y
revolucionarias? Pues que el movimiento, nacido de un grupito de estudiantes [,] ha
pasado de ser una simple especulación juvenil y se ha dedicado a atacar en privado —no
hay valor moral y sería mala estrategia hacerlo en público— a la Revolución rusa, a los
comunistas y a todos los obreros verdaderamente revolucionarios. Por otro lado, los
«arpistas» —como la poca masa obrera que los conoce les llama— quieren aparecer
como sucesores de Marx y de Lenin en la América Latina, únicos intérpretes de la
doctrina socialista y salvadores providenciales de los pueblos oprimidos por el
imperialismo yanqui. Estos sueños no tienen nada de peligroso. Pero es necesario [de]
una vez por todas, ocuparse de estos propagandistas literarios y contestar a sus errores
ideológicos. (Julio Antonio Mella. Documentos y Artículos. Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 1975, Pág. 80).
―El frente único no anula la personalidad, no anula la filiación de ninguno de los que lo
componen. No significa la confusión ni la amalgama de todas las doctrinas en una
doctrina única. Es una acción contingente, concreta, práctica.
Lo que importa es que esos grupos y esas tendencias sepan entenderse ante la realidad
concreta del día. Que no se esterilicen bizantinamente en exconfesiones y excomuniones
reciprocas. Que no alejen a las masas de la revolución con el espectáculo de las querellas
dogmáticas de sus predicadores. Que no empleen sus armas ni dilapiden su tiempo en
herirse unos a otros, sino en combatir el orden social y sus instituciones, sus injusticias
y sus crímenes. (José Carlos Mariátegui, Socialismo Creación Heroica del Pueblo,
Selección de Escritos, Ediciones Propuesta, Buenos Aires, Argentina 2004, Pág.
8)
Años después discutirá estos y otros temas en una polémica epistolar con Haya
de la Torre, que recogerá el concepto de Frente Único y será una de las ideas
centrales del Apra, mientras que Mariátegui preconizara un partido de Clase.
Sin embargo también hay de los otros que expresan una idea distinta:
Antes dije que el marxista latinoamericano más importante antes de Fidel, el Che y
Allende, fue el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre. Esa afirmación podría ser todavía
insuficiente. Fidel, el Che y Allende están hoy de moda. Sus actuaciones tuvieron y
siguen teniendo un eco inmenso por su carácter de desafío directo al poder
norteamericano, lo cual les ganó no sólo la amplificación magistral que el movimiento
comunista internacional sabe hacer de todo cuanto vaya en su favor, sino además la
audiencia y la simpatía de toda Europa Occidental, la cual también sufre, no demasiado
secretamente, por el exceso del poder norteamericano desde 1945, y se alegra (a veces un
tanto masoquistamente) con los reveses de la po1ítica exterior de Washington.
En cambio Haya de la Torre chocó muy temprano con la Tercera Internacional, y desde
entonces, tanto él como sus discípulos en toda América Latina han sido víctimas de una
igualmente magistral campaña de difamación, tal como sólo saben hacerla, con igual
intensidad y perseverancia los mismos sectores pro-soviéticos que han puesto por las
nubes a Fidel, Allende y Che Guevara. (Carlos Rangel, Del Buen Salvaje al Buen
Revolucionario, Monte Ávila Editores C.A. Caracas, Venezuela, Agosto 1982,
Pág. 187).
Fue afiliado a la R:. L:. S:. “Virtud y Unión” Nº 3 del Vall:. de Lima, el 23 de
octubre de 1933 E:. V:. Practicante del rito York.
Q:. H:. Ramiro Prialé Prialé M:. M:. de la R:. L:. S:. Aurora de Huancayo Nº 15, Q:.H:. Manuel
Seoane y Q:.H:. Víctor Raúl Haya de la Torre.
(Cabe aquí destacar aquí el trabajo incesante y dedicado del R:.H:. Humberto
Meneses Arellano, primer V:.M:. de nuestro Tall:. y factótum del mismo, quien
en 1987 , de propia iniciativa, luego de las indagaciones del caso, viajó a Mérida
y gestionó y obtuvo de la precitada Gran Logia yucateca las certificaciones que
acreditaban la condición Mas:. de Haya.)
Tres años después, enterado del derrocamiento del señor Leguía, Haya inicia el
retorno a la patria, arribando a Talara, Piura el 12 de julio de 1931, en calidad de
candidato presidencial por el Partido Aprista, fundado en su ausencia.. Meses
después, en su Trujillo natal, el 11 de octubre, y conocido el triunfo de su
oponente, pronuncia uno de sus más bellos discursos:
“Este no es un día triste para nosotros; es más bien el día inicial de una etapa de
prueba. Vamos a probar en el crisol de una realidad dolorosa la consistencia de
nuestra organización, la fe en nuestra doctrina y la sagrada perennidad de
nuestra causa....Quienes han creído que nuestra misión era llegar a Palacio,
están equivocados. A Palacio llega cualquiera, porque el camino que conduce a
él se compra con oro o se conquista con fusiles; pero nuestra misión era llegar a
la conciencia del pueblo antes de llegar a Palacio. Y a la conciencia del pueblo se
llega, como hemos llegado nosotros: con la luz de una doctrina, con el profundo
amor a una causa de justicia, con el ejemplo glorioso del sacrificio”
Poco después, en enero de 1932, el gobierno del señor Sánchez Cerro, inicia una
sangrienta persecución contra Haya y sus seguidores, siendo éste detenido y
encarcelado. Por cierto, las protestas contra este hecho se dieron de inmediato.
Citamos, como ejemplo, el pedido hecho por la R:.L:.S:. “Galileo” No.3 del Or:.
de Yucatán, México, el 7 de setiembre de ese año.
Sin embargo, esta primavera democrática poco duraría y Haya, a fines de 1933,
tuvo que volver a la clandestinidad que se prologaría hasta mayo de 1945,
donde se elige al gobierno del señor Bustamante, cuyo mandato terminó
abruptamente el 27 de octubre de 1948, a manos del señor Odría, M:.M:. de la
R:.L:.S:. “Manco Cápac” No.35. Luego de un nuevo destierro, Haya regresa al
país en julio de 1957 y habló del martirio de muchos compatriotas y de un dolor
“...que no fue el de la bestia herida, sino el del hombre superior que perdona a
sus verdugos, transformándose y purificándose para hacerse cada vez más
digno...” Hermoso mensaje masónico y naturalmente humano.
Pero estaba escrito que Haya no disfrutaría del resultado final de su trabajo y la
vida sólo le permitiría suscribir, a duras penas, la Constitución de 1979, que con
tanto desvelos contribuyó a crear. El 2 de agosto de 1979, víctima de un cáncer
irreversible, y en la casa que le prestaron sus familiares, luego de 84 fructíferos
años al servicio de su pueblo según su entender, el hombre que pudo haber
tenido toda la riqueza material y todos los honores y gozar de todas las
sensualidades, muere en la más absoluta humildad y estrechez económica,
legándonos nada más que su ejemplo y su mensaje.
La Gran Logia del Perú de inmediato coordinó los homenajes póstumos a tan
dilecto H:. y su Gran Maestro, M:.R:.H:. Augusto Bohl Ebert, le encargó a la
Gran Comisión de Actos Sociales, presidida coincidentemente por nuestro
R:.H:. Humberto Meneses, el desarrollo de tales actividades.
Su tumba, sita a la entrada del camposanto, está presidida por una enorme y
bella piedra sin desbastar que lleva la inscripción, a guisa de epitafio: “Aquí
yace la luz”.