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Capítulo III.

Integración y gestión de la multiactividad

Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad

La integración es connatural a las cooperativas. Las organizaciones que las aplican


como estrategia empresarial encuentran una dinámica de escalas que propenden a
multiplicadores en la eficiencia empresarial y la incidencia con sus asociados y la
comunidad.

Este capítulo se compone de cuatro ensayos que abordan la materia y proponen


algunas estrategias de implementación para preservar la naturaleza cooperativa.

Multiactividad e integración de las cooperativas


Hernando Zabala Salazar / Historiador y especialista en derecho solidario. Investigador
y profesor de la Fundación Universitaria Luis Amigó de Medellín. Director Ejecutivo de
la Corporación CDC.
Correo electrónico: hzabala@funlam.edu.co

Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes de la


integración solidaria y dilemas en la organización
Antônio Cruz / Doctor en economía aplicada por la Universidade de Campinas
(Unicamp); profesor-investigador de la maestría de política social y coordinador del
Núcleo de Economía Solidaria e Incubación de Cooperativas de la Universidad Católica
de Pelotas (Brasil); coordinador nacional de la Red Universitaria de Incubadoras
Tecnológicas de Cooperativas Populares.
Correo electrónico: antonioccruz@uol.com.br

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Alianzas e integraciones cooperativas


Javier Andrés Silva Díaz / Especialista en gestión de empresas solidarias de la Pontificia
Universidad Javeriana. Docente e investigador de la misma universidad. Director de
Desarrollo Institucional de la Asociación Colombiana de Cooperativas.
Correo electrónico : javier.silva44@gmail.com

Cooperativas de servicios múltiples dentro del concepto de


multiactividad cooperativa. El caso costarricense.

Roxana Sánchez Boza / Master en Sociología de la Universidad Complutense de Madrid,


estudios de doctorado en Derecho Civil. Profesora titular de la Universidad de Costa
Rica y abogada de los tribunales de justicia y notaria pública, juez suplente Juzgado y
Tribunal notarial de Costa Rica. Miembro de la Asociación Internacional de Derecho
Cooperativo.
Correo electrónico: metanoia500@yahoo.es

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Multiactividad e integración de las cooperativas / Hernando Zabala Salazar

Multiactividad e integración de las cooperativas

El tema de que trata el presente ensayo está relacionado con dos conceptos que son de la
cultura histórica del cooperativismo.

La multiactividad económica de las unidades cooperativas nace del propósito mismo de


esta forma empresarial: producir satisfactores para responder a múltiples necesidades
de los asociados; nunca una cooperativa podrá desarrollar exclusivamente una
actividad económica particular, ya que su objeto social incluye la necesidad de abordar
otros factores de la vida de sus asociados y la comunidad.

Pero, así como la especialización a ultranza no corresponde a la idiosincracia del


mundo de la cooperación, tampoco el pensar en responder a todos los satisfactores
puede ser un elemento que desarrolle una sola unidad económica.

Es por esto que la multiactividad –como razón de ser del ejercicio cooperativo- requiere
del complemento de la integración y la intercooperación, porque esta es la forma más
eficaz para superar las limitaciones individuales y las barreras que impone el medio
cambiante económico y social. En consecuencia, la multiactividad como propósito de
la unidad cooperativa no es posible sin el acercamiento a las demás unidades
cooperativas. Para entender esta tesis central de la ponencia, esta pretende hacer un
acercamiento teórico, en primer lugar a algunos escenarios problemáticos del concepto
multiactividad; y, recogiendo, diferentes puntos de vista del autor expuestos en
variados eventos académicos, se sintetiza el concepto de intercooperación.

1. Escenarios de la multiactividad
Ante la dicotomía en ascenso respecto de proponerse un esquema de especialización
universalizado para el cooperativismo colombiano (desde la órbita gubernamental o
desde la estructura dirigencial del movimiento cooperativo) o indagar opciones para
atender las múltiples necesidades sociales y económicas de los cooperativistas y las
comunidades, es necesario realizar un juicioso análisis de dichas problemáticas.

Aunque el fenómeno es explicable desde la perspectiva histórica, estos comentarios se


limitan a los aspectos filosófico, jurídico y económico.

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1.1. Multiactividad como problema filosófico


Con la formación de la Sociedad de los Pioneros de Rochdale y la expansión que se
produjo con base en sus éxitos normativos y económicos, se inició una nueva etapa del
movimiento cooperativo mundial. Durante ese período se alcanzó el máximo
desarrollo del cooperativismo de consumo y se establecieron los procesos de simultánea
expansión de las asociaciones conexas: las cajas y uniones de crédito y las centrales de
comercialización. Finalmente, como producto de especiales fenómenos
socioeconómicos, históricamente trascendentes, las cooperativas se identificaron con la
necesidad apremiante de reconstruir Comunidad: se regresó a las fuentes, al objeto
primario del cooperativismo, a la colonia autónoma, a la cooperativa comunitaria o
integral. Surgieron, en el escenario económico y social, los kibutz, éjidos y koljoses, en
fin, todo el esplendoroso mundo de las comunas agrarias cooperativizadas.

El impacto de la cooperación de consumo, la expansión de ese sistema que aprovechó la


extensión política y comercial del Imperio Británico y el desarrollo teórico concentrado
en esa expresión primaria del cooperativismo –esfuerzo principal de la Escuela de
Nimes-, estableció su preponderancia, incluso introduciendo sus principios a otros
sistemas cooperativos. Sin embargo, a nuestro juicio, experiencias de cooperación
surgidas simultáneamente, relacionadas con las propuestas de Raiffeissen, avizoraban
la cooperación comprensiva, pero no lograron el desarrollo teórico suficiente para
imponerse a la fragmentación; por el contrario, fueron permeadas profundamente,
confluyendo en la alternativa de cooperación de crédito.

En la mayoría de las experiencias, el cooperativismo se limitó a las asociaciones de


consumidores de compras, de ventas o de recursos monetarios, siendo su práctica
necesariamente fragmentaria. La cooperación de consumo y de crédito se evidenció
originariamente sobre la base del espíritu de localización, forjando redes sociales en
escenarios territoriales claramente determinados, pero el olvido de este principio y el
haber permitido la introducción de los esquemas de la “competencia”, nacidos de
métodos capitalistas, produjeron la expansión desenfrenada. Este fenómeno de
eliminación de raíces comunitarias, produjo el resquebrajamiento de la unidad en las
semejanzas, del principio básico de identidad, siendo fuente principal de la crisis de los
sistemas de consumo y crédito que no rectificaron a tiempo.

La comunidad de semejanzas se vuelve vana cuando no se establecen límites geográficos


y demográficos. La sociabilidad en su expresión práctica y cotidiana se verifica en
relación con estas fronteras. Los miembros de las cooperativas en expansión pierden su
contacto vital y cercano, , se constituyen en un asociado más: las crisis se soportan en el
olvido de las semejanzas. Aún más, esa falta de identidad cultural y territorial, hace a
las cooperativas permeables al espíritu de competencia, que es la negación de sí mismas.

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La segunda etapa de la historia del cooperativismo mundial se identifica como


fragmentaria, por el hecho de que paulatinamente se permitió que el principio de la
autonomía perdiera preponderancia.

La especialización, que no es un concepto proveniente de las fuentes doctrinarias,


produjo resultados opuestos a la idea de Comunidad que imaginaron los tejedores de
Rochdale. Charles Gide esperaba que aparecieran numerosas y variadas agrupaciones,
encargadas de realizar diversas funciones sociales: "las más inmensas, las otras
pequeñas y de las cuales formarán parte libremente todos los hombres....; asociaciones
en las cuales los trabajadores percibirán el producto íntegro de su trabajo, porque ellos
poseerán sus instrumentos de producción; asociaciones que suprimirán los
intermediarios, porque ellas cambiarán sus productos directamente; asociaciones que
no mutilarán el individuo porque la iniciativa individual se conservará como el resorte
oculto que hará mover a cada una de ellas y que por el contrario protegerá al individuo
contra los azares de la vida por la práctica de la Solidaridad; asociaciones, en fin, que, sin
suprimir la emulación que es indispensable al progreso, atenuarán la concurrencia y la
lucha, suprimiendo la mayor parte de las causas que ponen en nuestra época los
hombres en conflicto”.

La fragmentación negó la aspiración primaria de los Pioneros de “conquistar el


mundo”, pero éste aspecto se encuentra en la base de toda la doctrina y, por
consiguiente, para superar la contradicción, debía surgir, indefectiblemente, un nuevo
postulado: la fragmentación exigió planificación de las relaciones entre los sistemas
fragmentados; la contradicción sólo podía superarse mediante relaciones
intercooperativas.

La debilidad estructural del cooperativismo mundial, producto de la práctica parcial de


los factores constitutivos de una Comunidad, hizo posible el forjamiento de un factor
fundamental en su devenir histórico: la intercooperación. Este se ubica como método
relacional entre las asociaciones locales y es el hilo conductor para la construcción del
sector económico.

Con la aparición de la teoría de la intercooperación y de su experimentación, los


cooperadores aceptamos el principio de que las asociaciones humanas se encuentran
sometidas a las leyes naturales, de modo que se encuentran sujetas a la ley del apoyo
mutuo, la cual asegura las mejores oportunidades de supervivencia sólo a quienes se
prestan el máximo apoyo en su lucha por la existencia.

La cooperación comprensiva, nuevo tipo de cooperación nacida de los errores del


pasado, se asienta en la Comunidad y presenta las siguientes características
fundamentales:

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1º. El individuo coopera siempre como productor y en la mayor parte de sus otros
papeles sociales: como consumidor, como participante en el autogobierno, como
proveedor o adquiriente de bienes, como sujeto de crédito, etc.;

2º. Tiende a mezclar en la Comunidad, de un modo decisivo, a todas las instituciones


que en ella se fermentan, moldeando todas las relaciones sociales dentro del grupo,
haciéndose dinamizadora del tejido social local;

3º. Implica más que una actividad económica limitada: supone cierta vida tanto como
cierto trabajo en común;

4º. Se encuentra naturalmente restringida por el área geográfica sobre la que centra su
actividad social y económica;

5º. El reclutamiento asociativo es cerrado, por efecto de la comunidad de semejanza


cultural, por lo que no existe el peligro de la fácil desintegración asociativa.

Son estas razones las que determinan que dichas comunidades cooperativas, no sufran
por la fragmentación. Ellas producen un nuevo modo de vida, el modo cooperativo,
con seres humanos mejor integrados.

1.2. Multiactividad como problema jurídico

Debido al proceso de fragmentación del cooperativismo que se verificó durante su


segunda etapa histórica, se presentan aparentes dificultades para clasificar las
organizaciones. Sin embargo, algunos analistas han identificado un método acertado:
ordenarlas según el móvil o propósito principal de sus asociados.

De este modo, las cooperativas pueden ser de dos grupos. Al primero corresponden
todas aquellas que AGRUPAN personas en su calidad de CONSUMIDORES DE BIENES
O SERVICIOS. Al segundo, aquellas que AGRUPAN personas con el propósito de
VALORIZAR SU TRABAJO o su PRODUCCIÓN.

Las cooperativas de consumidores no son sólo aquellas que designa propiamente la


palabra (llamadas cooperativas de consumo). También lo son las de vivienda,
transporte, salud, educación y servicios públicos, entre otras.

El segundo grupo no sólo está conformado por las cooperativas de trabajo y


producción propiamente dichas. También encuadran las de aprovisionamiento de

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insumos agrícolas, comercializadoras, de transportadores y las organizadoras del


trabajo de profesionales y no profesionales.

Pero, algunos tipos de cooperativas parecen no ubicarse en esta clasificación. Por ello se
ha indicado un tercer grupo: COOPERATIVAS MIXTAS. En efecto, cooperativas como
las de ahorro y crédito pueden presentar una doble función: sus asociados se acercan al
servicio de crédito no sólo en el propósito de adquirir bienes de consumo sino también
para la compra de bienes necesarios en su propio trabajo.

Se caracterizan las legislaciones latinoamericanas por incluir una extensa normativa


acerca de la definición y condiciones de los diferentes tipos y clases de cooperativas,
comprendiendo criterios diversos según la cultura empresarial de cada país. Sólo la
legislación mexicana obvia el particularismo según actividad o función y acepta el
concepto de cooperativas de consumidores de bienes y/o servicios (aquellas cuyos
miembros se asocian con el objeto de obtener en común artículos, bienes y/o servicios
para ellos, sus hogares o sus actividades de producción) y cooperativas de productores
de bienes y/o servicios (aquellas que distribuyen artículos, bienes o servicios de los
asociados).

En el panorama legislativo del cooperativismo colombiano se ha introducido una


clasificación general de cooperativas en: especializadas, multiactivas e integrales,
alejándose de la clasificación enunciada e introduciendo un esquema que genera
dificultades desde el punto de vista normativo.

En principio, la Ley 79/88 considera que “toda actividad económica, social o cultural
puede organizarse con base en el acuerdo cooperativo”, lo que se encuentra coherente
con las posibilidades del sistema cooperativo. Sin embargo, enreda el ordenamiento, al
establecer una clasificación genérica relacionada con la actividad y no con el propósito.

Son normas clasificatorias que, en última instancia, se hace con base en un criterio de
especialización. Ello niega la capacidad de ingerencia de estas formas de organización
en múltiples actividades económicas, sociales o culturales, tal como lo expresa la
misma Ley.

1.3. Multiactividad como problema del desarrollo local


En el contexto mundial, las cooperativas han sido y son garantes de solución de
múltiples situaciones, convirtiéndose en efectivo instrumento para contribuir al
desarrollo de las personas, las comunidades y las municipalidades. Se les ha reconocido

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como alternativa económica con impacto en la vida local, regional y nacional.

Las condiciones económicas y políticas de los últimos años en Colombia son una
oportunidad maravillosa para hacer efectivo el proceso de intervención cooperativa en
lo local. La modernización estatal ha asignado nuevas competencias y roles a las
dependencias municipales, trasladando decisiones de orden nacional a la vida local,
relacionadas directamente con la ejecución de obras públicas y prestación de servicios a
la Comunidad. A su vez, las organizaciones del mundo cooperativo se encuentran
vinculadas desde su origen a procesos de desarrollo comunitario, promoviendo la
gestión municipal y la participación ciudadana.

Hoy en día, quiérase o no, el movimiento cooperativo colombiano se ve comprometido


directamente con acciones de orden local como las siguientes:

a. Instruir a sus componentes sociales en el ejercicio de procesos de participación y de


construcción de la democracia participativa;
b. Involucrarse directamente en acciones de participación política, poniendo al servicio
de las comunidades los acumulados de experiencia que tienen sus dirigentes;
c. Comprometerse con proyectos de planeación municipal y local, utilizando sus
estructuras empresariales en el cumplimiento de los mismos;
d. Promover nuevas formas organizativas que contribuyan con la administración
municipal en sus planes de ejecución de obras públicas y prestación eficiente de
servicios comunitarios;
e. Organizar y construir Comunidades Cooperativas, autogestionando el desarrollo,
respondiendo a las múltiples necesidades económicas y sociales.
f. Construir Circuitos Económicos de Cooperación y las Redes de Intercooperación.

Para ilustrar la importancia que ha adquirido el cooperativismo con visión abierta,


recogemos algunos elementos de la experiencia acaecida en las provincias de Santander
del Sur. Después de más de 40 años de haber sido creadas las primeras cooperativas se
ha generado todo un sistema, eficiente y exitoso, de servicios financieros y
complementarios a la comunidad rural. Aunque haya pasado por diferentes
momentos de crisis, puede considerarse una experiencia exitosa, en tanto ha cumplido
el propósito de generar bienestar, porque actividades socioeconómicas tienen una clara
orientación social: satisfacer las necesidades del asociado y la comunidad. La decisión
de dar prioridad y concentrarse en la sociedad y economía municipal, ha sido tomada
conscientemente, para evitar el riesgo de perder eficiencia económica y administrativa
y el poder en la organización.

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1.4. Algunas conclusiones


Encuadrar el debate sobre la multiactividad del cooperativismo, en términos de
exigencias de ajustes normativos, no parece lo más adecuado.

En ciertos niveles territoriales la especialización es absolutamente necesaria en orden a


dar cumplimiento a definiciones de eficiencia y a responder a la competencia exagerada
que puede presentarse. Pero, en otras condiciones, la multiactividad puede resultar
contraproducente en relación con la necesidad de racionalizar recursos comunitarios
(económicos y sociales) y hacer posible la integralidad del servicio cooperativo.

En condiciones locativas e históricas concretas, se puede avanzar hacia la


intercooperación, a través de la cual la comunidad organizada adopta la multiactividad
y, por su parte, las asociaciones empresariales de base, adoptan la especialización.

En todo caso, la existencia misma de la comunidad y la posibilidad de ejercer a su


interior un ejercicio de humanización de la especie humana, exigen multiactividad en
lo económico. Ello implica no olvidarnos que, en la evolución natural, entre más
especializado sea un animal, más incapaz será de adaptarse a las condiciones
cambiantes del medio ambiente en el cual se encuentra inmerso.

2. La integracion del cooperativismo

2.1. Bases teóricas generales

Los movimientos cooperativos surgidos a mediados del siglo XIX han respondido a las
exigencias de su tiempo y de sus entornos, nacionales o regionales, mediante dos
expresiones básicas de integración: de un lado, las que presentan fines de contenido
social y moral; de otro, las que se definen en el ámbito económico. Pero, con el paso de
los años, para superar la fragmentación cooperativa, se fue fraguando una nueva
dinámica relacionada con la aspiración de conquista económica: la intercooperación.

Así, la integración alcanzó una nueva dimensión y se convirtió en principio de


operación. Principio que comprende tres momentos (propuestos desde la experiencia
de Mondragón en España): creación de entidades de cobertura, formación de grupos
cooperativos de carácter microregional y establecimiento de un grupo empresarial
sólido.

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En la última parte de su famoso libro La Doctrina Cooperativa, Paul Lambert


aseguraba que no sólo la vida económica y social sería transformada por la potencia
del espíritu cooperativo sino que también el propio hombre debía ser transformado.

Desde entonces, ha sido recurrente en el movimiento cooperativo mundial que su


mayor afán es conquistar la economía y la sociedad. Pero esta perspectiva tiene una
condición adicional a la de asegurar la existencia de cooperativas de todo orden: éstas
deben conectarse entre sí.

De este modo, las cooperativas -para poder sobrevivir en un mundo que les es adverso
y que pugna por subordinarlas; y para mantener vivo el ideal de conquista-, necesitan
de su federalización (en el sentido de unificar esfuerzos partiendo de reconocer sus
semejanzas) y de adelantar procesos de concentración económica.

Las primeras experiencias de organización cooperativa en el mundo pretendieron crear


redes intercooperativas con el objeto de vencer la fuerza de los intermediarios: ese fue el
ideal de sus precursores y de los pioneros de sus primeras experiencias exitosas. La
expansión y sobrevivencia de los diferentes componentes del movimiento se expresó
inicialmente en un principio de unificación.

Es el hecho mismo de encontrarse conviviendo con sectores económicos que le


compiten y que buscan subordinarle, el que motiva al movimiento cooperativo para
adoptar la forma de concentraciones económicas, con el fin de sobrevivir. De lo
contrario, las unidades económicas del cooperativismo sólo serían mecanismos
complementarios y de intermediación de las operaciones nacidas y controladas por
otros sectores económicos. Para expandir la utopía cooperativista y perpetuarse, el
movimiento debe ser uno, debe actuar como un sistema.

El desarrollo del principio de federalización creó conciencia de la necesidad de hacer


ejercicios prácticos y normativos para hacerlo realidad. Esto dio a entender a los
dirigentes de la primera mitad del siglo XX que las asociaciones podían y debían
organizarse en federaciones, uniones u otras estructuras con el objetivo de reforzar la
acción social, económica y cultural.

De este desenvolvimiento del principio de unificación nació la teoría clásica de concebir


la federalización como integración, dividiéndola en dos manifestaciones: vertical y
horizontal. Así mismo, desde el punto de vista jurídico, se dio vía a la formación de
organismos de segundo y tercer grado, de orden local o nacional: clasificación pensada
fundamentalmente para unir a las cooperativas en un esquema vertical; es decir, para
establecer una nueva organización empresarial que les sirviera para responder a

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necesidades o carencias comunes; esto es, que diera cobertura a sus debilidades
individuales. Las actividades de estos organismos podían estar relacionadas con el
financiamiento, mercadeo de la producción, adquisición de insumos, centralización de
procesos logístico-administrativos, asistencia técnica, educación, entrenamiento de
administradores, etc.

El interés principal de las cooperativas –por lo menos hasta mediados del siglo XX
estuvo centrado en agruparse alrededor de organismos de integración para recibir
servicios de éstos (sobre todo aquellos que no podrían realizarse independientemente) o
sustituir convenios con formas organizativas no cooperativas. También esta
integración se motivaba en la necesidad de defensa y fortalecimiento, imposible de
hacerse aisladamente.

Se ha considerado que las integraciones verticales (o institucionales), aunque son


absolutamente necesarias al movimiento, tienen un marco de actuación reducido, sin
consecuencias inmediatas en lo económico. Es apenas un primer eslabón de la primera
etapa de intercooperación; siendo un paso previo para el advenimiento de formas
superiores de intercooperación. Sin embargo, es preciso reconocerlo, han sido
supremamente importantes para la defensa del movimiento y para mantener la
coordinación y cohesión política del mismo.

Las integraciones horizontales (o económicas) suelen ser el principal medio para el


crecimiento del movimiento, en las perspectivas macro y microeconómica, Son el
segundo eslabón de la primera etapa de intercooperación. En los niveles locales, este
tipo de integración se encuentra mediatizada por la necesidad de asegurar la
supervivencia de las cooperativas. Con ello es que se hace posible el ideal de cooperación
de los consumidores de participar en las diferentes esferas del proceso económico,
partiendo de la asociación primaria y, posteriormente, interviniendo la producción a
través de las asociaciones industriales y agrícolas.

Sin embargo, los complejos problemáticos del devenir del cooperativismo hicieron que
este plan fuese fragmentario. Esto es, la tendencia ha sido a la formación de
integraciones sectoriales, sin avanzar a la perspectiva intersectorial. El cooperativismo
mundial ha tenido en esta circunstancia, la mayor debilidad económica; lo que
significa, además, un notable desaprovechamiento de las potencialidades del actuar en
cooperación. Por eso surgió la tesis de la Intercooperación.

2.2. Bases políticas preliminares para el desarrollo de un nuevo proceso


de intercooperación

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Tres aspectos deben tomarse en cuenta como criterios políticos que han de orientar un
proceso avanzado de integración e intercooperación: 1) El entendimiento de que el
desarrollo, como concepto aceptado universalmente, está directamente entrelazado
con los ideales del cooperativismo; 2) La afirmación de que la educación es la palanca
primaria para hacer conciencia de desarrollo; 3) La conciencia de que para avanzar en el
desarrollo del cooperativismo hay que vencer obstáculos o barreras que se encuentran
inmersos en las estructuras mentales de los dirigentes.

2.2.1. Desarrollo, integración e intercooperación


Es claro que una propuesta coherente de avance en materia de integración e
intercooperación para el cooperativismo debe tomar en cuenta, necesariamente, el
concepto de desarrollo. El cooperativismo y el desarrollo son categorías inseparables y
siempre aparecerán ligadas, en mayor o menor grado, cuando se trate de avanzar a
una fase superior del primero.

Desde el punto de vista de la doctrina cooperativa no hay desarrollo de las unidades


individuales ni del conjunto sin que se produzcan procesos de integración e
intercooperación. Las cooperativas deben enfrentar un ambiente que les es adverso y
por ello deben reunir esfuerzos para alcanzar sus ideales. Sin embargo, el desarrollo del
cooperativismo y de sus partes (las cooperativas) también se encuentra ligado al
desarrollo en sentido general, entendido en sus cuatro dimensiones básicas: territorial,
económico, humano y sostenible.

Hoy es ampliamente aceptado el punto de vista de que desarrollo y necesidades


humanas son componentes de una ecuación irreductible y que el desarrollo se refiere a
las personas y no a los objetos. De ahí que el desarrollo sólo pueda ser medido en
términos de calidad de vida de los individuos y las colectividades, buscando una
sociedad democrática con ciudadanos libres y prósperos. Y esto es obvio, ya que ante la
presencia de un crecimiento económico que no resuelva lo social, no redistribuya el
ingreso y no fortalezca la democracia no se podría hablar de desarrollo. Pero, es
necesario advertir, sin crecimiento económico y mayor productividad tampoco es
posible reducir los desequilibrios sociales y afianzar la democracia. En consecuencia, el
desarrollo auténtico requiere de encontrar alternativas capaces de enfrentar los retos
del bienestar general.

Hay básicamente dos condiciones para asumir concientemente estas apuestas. De un


lado, debe entenderse que el cooperativismo es un movimiento autónomo e
independiente, que ha de actuar de tal manera para enfrentar con certeza las amenazas

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y oportunidades del medio ambiente. En Colombia, durante décadas se ha andado a la


zaga de las propuestas del Estado o de los gobiernos de turno, a la zaga de los
lineamientos estratégicos que se trazan desde fuera del movimiento. Autonomía e
independencia significa trazarse los propios rumbos: ésta es una tarea del momento
para el cooperativismo colombiano. Del otro lado, el cooperativismo debe asumir
posición frente a los retos del desarrollo territorial, precisando propuestas que puedan
concertarse con las demás fuerzas sociales.

Sin embargo, para lograr ser protagónicos en la construcción de una sociedad más
justa hay que orientar el propio desarrollo del cooperativismo, potenciando
actividades productivas cooperativizadas: la única manera de lograrlo es adelantando
un proceso de intercooperación efectivo.

Si el cooperativismo pretende insuflar unos valores y métodos de operación, con los


cuales incidir en el desarrollo económico, social y territorial, tiene que hacer grandes
esfuerzos por desarrollar su propia estructura ideológica, social y económica. Y desde
nuestro punto de vista, este proceso implica primariamente conciencia de integración;
y si hablamos de conciencia, hablamos de educación. Todos los análisis conducen a
observar un grave problema en la estructura cooperativa colombiana: deficiencias
educativas en todos los estamentos que lo componen, pero principalmente en el nivel
de la dirigencia. Si no se hace educación ni hay compromiso con ella, no habrá
conciencia del desarrollo ni de la intercooperación y campearán constantemente las
posiciones individualistas y el aislamiento.

2.2.2. La educación
Desde los viejos pioneros de la utopía cooperativa colombiana, en los más diversos
eventos de debate, en cantidad de documentos y en los proyectos programáticos
siempre se trata el tema de la educación como puntal fundamental para avanzar en el
desarrollo de este movimiento. Y es que la educación es la palanca de la integración.

Hacia finales de los años ochenta, un diagnóstico sobre la educación cooperativa en


Colombia arrojó las siguientes conclusiones básicas:

a. Proliferación de organismos, tanto del Estado como del movimiento, que impartían
educación cooperativa, que no tenían espacios de encuentro para planificar la
actividad.
b. Contenidos que sólo enfatizaban en los aspectos históricos y legales, relegando a un
segundo plano todo lo referente a la realidad concreta del cooperativismo y su entorno.

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c. Ausencia de lineamientos metodológicos que respondieran a las necesidades y


características de la educación para adultos.

d. La tarea investigativa que apoyara a la labor educativa era reducida y por eso
tampoco se contaba con material didáctico apropiado a los grupos de educandos.

Hoy en día, en la práctica del cooperativismo se combinan los problemas


anteriormente descritos con nuevos elementos. Pero, en todo caso, todos estamos de
acuerdo en que es necesario avanzar en la construcción de una cultura de la
cooperación y la solidaridad.

Desde esta visión, hay que entender la educación como un medio para propagar la
acción cooperativista entre un mayor número de personas, para formar cooperadores
conscientes y para capacitar líderes y administradores comprometidos con la gestión
del desarrollo.

Sin embargo, para potenciar procesos de integración e intercooperación tampoco se


debe pensar mecanicistamente que estos sólo se implementarán cuando cambien las
estructuras mentales. Las acciones deben ser simultáneas. Pero, lo que se propone
ahora es por dónde empezar inicialmente. En este sentido, el siguiente conjunto de tesis
pueden servir de base para una acción inmediata:

Tesis 1: En correspondencia al modelo social y económico que se propugna desde el


cooperativismo, se tiene comprometida su existencia, como movimiento y sistema, a
las posibilidades de generar y expandir su doctrina básica y las prácticas
socioeconómicas que de ella se desprenden.

Tesis 2: La educación es condición indispensable para el desarrollo institucional y,


principalmente, del conjunto cooperativo. Por tal razón, los contenidos y métodos de
la
Educación Cooperativa deben estar orientados a generar procesos de aprendizaje
relacionados con una gestión auténtica que fortalezca las estructuras individuales y
genere desarrollo e integración del conjunto.

Tesis 3: La educación no sólo es capacitación; es, principalmente, mecanismo de


formación de los cooperados.

Tesis 4: La educación debe permitir que los cooperativistas comprendan la realidad que
les rodea, se enfrenten a los retos que les depara el porvenir y se hagan partícipes de las
transformaciones necesarias, generando actitudes y prácticas que permitan la

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2.2.3. El vencimiento de los obstáculos


En un importante trabajo teórico preparado por el Maestro Francisco Luís Jiménez,
denominado La Integración Cooperativa, se hizo un primer acercamiento al tema de
los obstáculos que se le oponían a dicho proceso.

Se señalaba allí que entre los obstáculos más destacados se encuentran la apatía, la
ignorancia, el temor, el egoísmo, la pequeñez del mercado, la norma jurídica y las
políticas gubernamentales discriminatorias.

Como puede observarse, este inventario de obstáculos puede clasificarse en dos:


obstáculos internos y obstáculos externos. Los primeros hacen relación a la persona
humana, especialmente a los dirigentes; lo que quiere decir que se centran
principalmente en aspectos de orden sociológico y psicológico. Los segundos se refieren
al entorno económico y político.

Si siguiéramos la tesis de Jiménez, los obstáculos se limitarían entonces a cuatro de


orden interno y uno externo. Los primeros (apatía, ignorancia, temor y egoísmo) son
definitivamente a los que habría que responder de manera urgente, por lo que la
estrategia educativa se constituye en puntal fundamental para superarlos. El quinto
obstáculo se refiere también a la estructura mental de los funcionarios del Estado, la
cual podría, en principio, también ser transpuesta mediante una intensa campaña
formativa.

Ahora bien, tal como se ha advertido previamente, no sólo se trata de cambios en las
estructuras mentales. El tratamiento incluye un conocimiento profundo del
fenómeno.

De ahí que sea necesario responder a pregunta tales como:


¿Cuál es el volumen de transacciones que tenemos por línea de actividad?
¿Cómo participamos en el mercado de bienes y servicios?
¿Qué potencialidades de crecimiento tenemos en el nivel territorial?
¿Qué áreas deficitarias de la economía podemos intervenir?

La respuesta a estas preguntas también es un problema de la educación (acercamiento


al conocimiento, acceso a la información y, obviamente, producción investigativa).

2.3. A modo conclusión: premisas para un nuevo acuerdo de


Intercooperación

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2.3.1. Premisa económica


Para avanzar hacia la formación de un cooperativismo con sinergias y en redes, se
requiere, en primer término, de una intensa interdependencia entre las diferentes
ramas productivas, ya que no se concibe ubicado exclusivamente en parciales y
fragmentarias actividades económicas; necesariamente, un cooperativismo que se
conciba avanzado, debe intervenir la producción en todas sus fases e interconectar las
diferentes unidades productoras.

La intercooperación se produce cuando se supera la fragmentalidad (entendida como


simple especialización) y se generan los circuitos de interrelación. Para lograrlo, se
necesitan dos condiciones básicas: a) Una alta conciencia (ética, crítica y científica) de la
dirigencia respecto de la necesidad de producir la Intercooperación; y b) La formación
de los circuitos económicos locales, microregionales y regionales.

Mientras esas dos condiciones no se den, la integración del cooperativismo se


mantendrá en la fase primaria de verticalidad.

Los principales factores que han interferido la construcción de procesos de


intercooperación son tres: la insularidad, el sobredimensionamiento de las
integraciones nacionales de carácter vertical y una dirigencia poco formada en el
espíritu del desarrollo global del movimiento cooperativo. Pero el más nefasto de ellos,
es el primero. La insularidad es el establecimiento de estructuras empresariales
aisladas, algunas exitosas y muchas no, que están pensadas en torno a sí mismas y a
su crecimiento microeconómico, con miras a sobrevivir y competir en un mundo que,
contradictoriamente, le es adverso a las unidades no integradas. Ese síndrome de la
"soledad" condujo a desechar la importancia de los procesos horizontales de
integración cooperativa (como ocurrió a finales de los noventa) y a no producir la
relación de negocios de complementación entre unidades empresariales de la misma
naturaleza, superando las carencias con inútiles esfuerzos aislados o mediante la
formación de estructuras verticales. La interdependencia entre sectores no ha sido
común en la experiencia cooperativa colombiana y se ha preferido, en el mejor de los
casos, las integraciones verticales para responder a las debilidades individuales o al
acceso de servicios comunes.

De otro lado, hay que dejar claro que la intercooperación, en la generalidad de las veces,
se produce en los planos locales y regionales; la interdependencia entre sectores
productivos y la interconexión empresarial en un plano que supere lo local y regional
es un fenómeno poco conocido en el mundo, que resultaría ser una fase muy superior
del desarrollo del cooperativismo. Las integraciones colombianas se propusieron un

96
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Multiactividad e integración de las cooperativas / Hernando Zabala Salazar

un esfuerzo inverso: iniciaron en el nivel nacional y pretendieron influir en el nivel


local y regional; allí se encuentra unas de las razones fundamentales del fracaso.

2.3.2. Premisa política


Diferentes planes de desarrollo territorial de los últimos tiempos dimensionan la
asociatividad, la participación autogestionaria y la autodeterminación de las
comunidades como la manera más expedita para disminuir la franja de la pobreza.

Ese papel que se le ha querido otorgar al cooperativismo (y la economía solidaria) desde


las esferas gubernamentales se ha cumplido por este sector desde su surgimiento,
ofreciendo servicios sociales y alternativas económicas que garantizan el logro de unas
mejores condiciones de equidad. Las formas de organización económica basadas en
principios de cooperación, han sido y son garantes de solución de múltiples problemas,
convirtiéndose en una real alternativa para contribuir al desarrollo de las personas y
las comunidades.

En esta coyuntura, para cumplir el papel histórico que ha tenido el cooperativismo de


ser coadyuvante en la formación de condiciones de equidad social y económica, es
necesario que haya un compromiso con el desarrollo mismo del sector y con el del
medio socioeconómico que lo rodea. Es la única manera de constituirse en un sector
económico alternativo con impacto en la vida local y regional.

2.3.3. Premisa territorial


En el caso colombiano, son muchas las experiencias cooperativas que intervienen
exitosamente en diferentes lugares del territorio o en diferentes áreas productivas de su
sistema económico. Sin embargo, casi todas ellas se observan aisladas, sin conexiones,
sin relacionamientos, haciendo todo tipo de esfuerzos humanos, económicos e
infraestructurales para sobrevivir en un ambiente que pretende agotarles y sin
entender que la sobrevivencia no depende de sí mismas sino de la conjunción con las
demás cooperativas. Nuestro cooperativismo no ha podido dar el salto hacia la fase
superior de la cooperación: La intercooperación.

Como ya se explicado en varios oportunidades en este texto, el proceso de la


intercooperación no se ha dado por la permanencia de factores, internos y externos,
que han impedido su formación, pero, fundamentalmente, porque las operaciones
económicas no se realizan con unidades económicas propias del sector o porque se
carece de ellas dentro del propio sector y no se ha hecho nada por resolver tal situación.

97
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Multiactividad e integración de las cooperativas / Hernando Zabala Salazar

Para romper el círculo vicioso del aislamiento, deben crearse, en cada territorio,
Centros Pilotos de Economía Solidaria que aglutinen a todas las organizaciones de su
área de influencia; desde ellos se podrán diagnosticar las particulares situaciones y
establecer centros de información y asistencia al desarrollo. También se hará posible la
colectivizarán de las experiencias, sus problemáticas y sus necesidades, contribuyendo
a dinamizar el desarrollo local e integrándolo a otros procesos. Centros Pilotos que
deben ser los promotores directos de circuitos económicos y redes de intercooperación,
mediante las contribuciones que hagan las organizaciones más fortalecidas y el mismo
Estado.

Entre otras cosas, ello implica desarrollar la cooperación en el agro, mediante la


conjunción de diferentes expresiones de organización asociativa de base campesina.

Esta es la única manera de crear y fortalecer diferentes tipos de comercializadoras que


respondan a las vocaciones económicas de cada micro o subregión, formando centros
de acopio y constituyendo nuevas empresas agroindustriales.

Cooperativizar el territorio, de manera estricta, la formación de circuitos económicos


de base cooperativa en cada micro-región y en cada sub-región. De modo que, hacia el
futuro debe ponerse un énfasis en el crecimiento del cooperativismo de acuerdo con las
condiciones y necesidades de cada territorio específico.

2.3.4. Premisa sectorial


Para lograr la contribución efectiva del cooperativismo al desarrollo territorial se deben
abordar programas de intervención sectorial, en torno de los cuales deben realizarse
múltiples acuerdos. En el caso de la región antioqueña, entre otros, se consideran de
crucial importancia los siguientes:

a) Organizar el cooperativismo con actividad financiera. Implicando: fortalecer las


cooperativas existentes, generar procesos en red, impulsar la presencia en las
poblaciones de más bajo nivel económico, integrarse a los circuitos locales y regionales
y establecer reglas de juego más claras con las agencias gubernamentales.

b) Impulsar procesos de intercooperación sectorial (entre las cooperativas de


transportadores, de salud, de trabajo asociado, etc.) e intrasectorial, que contribuyan a
realizar operaciones de escala y a potenciar la productividad.

c) Desarrollar la Cultura de la Cooperación, impulsando acciones en las propias

98
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Multiactividad e integración de las cooperativas / Hernando Zabala Salazar

instituciones educativas, formando maestros en esta dinámica, incentivando las


cooperativas escolares y realizando campañas masivas entre las comunidades.

La dirigencia del cooperativismo de la región de Antioquia está haciendo suya la


consigna de que: En el próximo lustro hay que edificar nuevos niveles de intercooperación
que den fuerza al surgimiento de un importante sector económico alternativo basado en los
principios de la cooperación.

99
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos


variantes de la integración solidaria y dilemas en la
organización
(Texto original en portugués. Traducción de la sra. Martha Isabel León Quintana.
Correo electrónico : martisale56@hotmail.com)

¿De dónde hablo?


La economía solidaria ha sido mi objeto de investigación desde hace diez años. Llegué a
ella investigando los movimientos sociales (especialmente el “nuevo sindicalismo”
brasileño) y las transformaciones del mundo del trabajo en las últimas décadas. La
actividad en una “incubadora universitaria de cooperativas populares” me llevó a un
objeto vecino: las tecnologías sociales 32 para la formación y consolidación de
iniciativas solidarios.

La legislación brasileña, sin embargo, tiene grandes obstáculos a la formación de


cooperativas multiactivas, tal como ellas existen en Paraguay, en Colombia o en
Portugal (que son los casos de los cuales tengo alguna información). Por esta razón, mi
contribución será limitada y tendrá un carácter comparado: la forma específica como
actúan las cooperativas multiactivas y las redes de economía solidaria que se
desarrollan actualmente en Brasil. Puedo decir que he estudiado y participado de
experiencias concretas sobre la segunda variable (por así decirlo) y que, a la primera,
conozco poco, y repito, apenas teóricamente.

Cooperativas multiactivas
Parece más o menos consensual que la aparición de una cooperativa multiactiva se
origine de tres elementos básicos: (1º) el conocimiento de los asociados de que pueden
mejorar sus vidas (y de aquellos que los rodean) si fuesen capaces de extender su

32 Entendemos tecnologías sociales como el conjunto de técnicas y metodologias transformadoras, desarrolladas y/o
aplicadas en la interacción con los grupos populares y por ellos, que representan procesos que buscan mejorar la vida
y potencializar la emancipación social. Pueden ser tecnologías alternativas relacionadas a las ciencias naturaleis (por
ejemplo: la preservación de semillas nativas, el uso de medicinas fitoterápicos, el desarrollo de procesos de reciclaje de
materias primas) o metodologías de acción social (por ejemplo: la educación popular de j{ovenes-y-adultos, los
grupos operativos, la investigación-acción, la incubación de iniciativas solidários etc.). Ver también: OTERO;
JARDIM: 2004.

100
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

su necesidad y su deseo de cooperación a cuanto campo de la vida económica puedan


hacerlo; (2º) la de que exista un marco legal adecuado, en el ámbito de la legislación vigente
en cada lugar; (3º) la construcción de una estructura (social, política, económica, cultural)
igualmente adecuada a la organización cooperativa, que sea capaz de articular los
múltiplos intereses, tareas y dificultades que existen para cada uno de los objetos sociales de
que la cooperativa se ocupa.

“Las cooperativas multiactivas, llamadas también multifuncionales o


polivalentes, son empresas organizadas para atender varias necesidades de
sus asociados, mediante la concurrencia de varios servicios en una sola
entidad jurídica. (…)
De manera que organizacionalmente su diferenciación, si ha de existir con
otro tipo de cooperativas, tiene que ver con la realización de dos o más
actividades especializadas dentro de una misma empresa y en cualquier
ámbito de la producción, el consumo, la financiación o la distribución,
siempre y cuando estas actividades hayan surgido para satisfacer las
necesidades de sus asociados.
Lo anterior, genera dos complicaciones que acompañan la gestión de este tipo
de empresas: la necesidad de un equipo gerencial con mayores niveles de
calificación dadas las múltiples actividades por las cuales debe responder, y la
necesidad de establecer pautas de trabajo en red para atender la tendencia al
crecimiento, y complejidad, de los intereses y necesidades de la base social.
Por otra parte, la agregación de servicios dentro de la cooperativa genera una
aglomeración de demandas que pueden ser satisfechas a menores costos
(economías de escala) (…).” (ÁLVAREZ, 2008: pp. 79-80).

Evidentemente, las ganancias y los costos que se obtienen varían de acuerdo al éxito de
la organización en saber enfrentar los desafíos de gestión, de participación de los
asociados, de utilización de tecnologías adecuadas, así como de estrategias apropiadas
y bien articuladas entre sus varios “departamentos” para confrontarse con variadas
presiones de los variados mercados en que actúa la cooperativa etc. En los tres ejemplos
nacionales citados (Paraguay, Colombia y Portugal), la legislación exige la formación
de contabilidades separadas para cada departamento. Esto, para aquellos que estudian
“redes de cooperación”, transporta inmediatamente a esta idea. En otras palabras: las
cooperativas multiactivas, así reguladas jurídicamente, constituyen “redes de
cooperación” integradas en una misma organización (una empresa cooperativa)
autogerenciada.

Redes de economía solidaria 33

101
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

La economía solidaria, en la forma como es denominada en Brasil y en los demás países


del Cono Sur (Argentina, Uruguay y Chile, principalmente), comprende un tipo
variado de organizaciones económicas cuyo punto común es la autogestión de las
iniciativas. Podemos considerar la economía solidaria, en este caso, como siendo el
conjunto de las iniciativas económicas asociativas en las cuales (a) el trabajo, (b) la
propiedad de sus medios de operación (de producción, de consumo, de crédito etc.), (c)
los resultados económicos del iniciativa, (d) los conocimientos acerca de su
funcionamiento y (e) el poder de decisión sobre los asuntos a el referentes son
compartidos por todos aquellos que de el participan directamente, buscándose en
relaciones de igualdad y de solidaridad entre sus partícipes. (CRUZ: 2006, p. 68).

No todas las cooperativas son consideradas “parte de la economía solidaria”, así como
está aquí comprendida. Aquellas en que el trabajo asalariado predomina en las
actividades productivas (sea en la propia cooperativa o en unidades productivas de los
asociados), o aquellas en que los asociados no poseen canales efectivos de
participación y de influencia en las decisiones de la iniciativa (como ejemplos), no son
parte de la economía solidaria. Por otro lado, gran número de iniciativas económicas
solidarios no son cooperativas: hay asociaciones, grupos informales, empresas de
compañía limitada o de sociedad anónima en que los trabajadores son sus propietarios,
clubes de intercambio, bancos comunitarios, redes de iniciativas etc., en fin, un
conjunto variado de formas jurídicas y estructuras organizacionales que pueden ser
abarcadas en este concepto.34 Aún así, no queda duda de que todo este movimiento tiene
un parentesco directo y está inspirado en los ideales cooperativistas de los viejos
pioneros del siglo XIX...

“Hay indicios de la creación en número cada vez mayor de nuevas


cooperativas y formas análogas de producción asociada en muchos países.
Lo que distingue este 'nuevo cooperativismo' es el regreso a los principios, el gran

33 Parte significativa de las próximas páginas, que delimitan esta sección, es parte de un estudio presentado también
recientemente (agosto/2009), en Buenos Aires,en un seminário de la Red Continental de Co-Producción de
Conocimientos, de Investigación y de Formación en Economía Social, de la cual mi universidad hace parte, y que es
animada por elo Instituto Karl Polanyi y por diversas universidades del Estado de Quebéc (Canadá).El título del trabajo
presentado es “Redes de economia solidaria – papeles y limites de actores involucrsadas: trabajadores, universidad y
Estado” (CRUZ, 2009).

34 La Organización de las Cooperativas Brasileñas informa que en 2008 tenía afiliadas 7.682 cooperativas, reuniendo
un total de 7,9 millones de asociados (http://www.ocb.org.br/site/ramos/estatisticas.asp - acceso e 6/8/2009).
Mientras tanto, un an{alisis hecho por universidades y otros órganos de investigación, y encomendado por la
Secretaría Nacional de Economía Solidária en Brasil (órgano del Ministerio del Trabajo y Empleo), entre 2006 y 2007,
identificó 21.900 iniciativas de economía solidaria, reuniendo 1,8 millón de asociados. De este total, menos de 10%
(2.115) eran cooperativas; por lo tanto, la myoría de las cooperativas no fue considerada como un iniciativa
económico solidario por el análisis del gobierno brasileño, cuyos criterios tomaban en consideración vis-à-vis, las
características aqui indicadas (ver: http://www.mte.gov.br/ecosolidaria/sies.asp - acceso en 6/8/2009).

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

valor atribuido a la democracia y a la igualdad dentro de los iniciativas, la


insistencia en la autogestión y el repudio al asalariamiento [grifo del autor]. Ese
cambio está en sintonía con otras transformaciones contextuales que
alcanzaron de forma profunda los movimientos políticos de izquierda.”
(SINGER: 2002, p. 111).

A medida que las iniciativas se presentan con dificultades económicas crecientes en


medio de mercados fuertemente concentrados, buscan alternativas de supervivencia
económica. Muchas veces, de forma coherente a sus principios formativos, ellos
buscan la inter-cooperación.

“Considerándose su aspecto económico, se trata de una estrategia para


conectar iniciativas solidarias de producción, comercialización,
financiamiento, consumidores y otras organizaciones populares
(asociaciones, sindicatos, ONGs etc.) en un movimiento de realimentación
crecimiento conjunto, auto-sostenible, antagónico al capitalismo. (....)
Las propiedades básicas de esas redes son autopsiase, intensidad, extensión,
diversidad, integralidad, realimentación, flujo de valor, flujo de información,
flujo de materias y agregación. La gestión de una red solidaria debe ser
necesariamente democrática, pues la participación de los miembros y
enteramente libre, respetándose los contratos firmados entre sus miembros.
Entre sus características están: descentralización, gestión participativa,
coordinación y regionalización, que buscan asegurar la autodeterminación
y autogestión de cada organización y de la red como un todo.” (MANCE:
2000, pp. 220-221).

Las formas que toman las redes varían en función de un conjunto de factores: la
historia propia de las iniciativas que la forman, sus objetivos específicos, su estructura
organizacional específica.

Podemos identificar, en principio, cuatro diferentes “tipos” de redes de economía


solidaria (RES), que se vienen formando en Brasil (pero no solo) en el último período:

a) RES formadas por iniciativas económicas solidarias (IES) distintas, pero que
establecen una secuencia “vertical”, dentro de una misma cadena productiva. Este es el
caso de algunas redes constituidas en Brasil, como la Justa Trama35o la Renaci.36

35 Justa Trama es uma red que estructura la producción de ropas de algodón orgânico, articulando asociaciones y
cooperativas de agricultores familiares que producen algodón; de colectores de grano y semillas amazónicas que
producen bio-jóyas (accesorios de ropa); de hilado y de telares industriales; y de confección. Es interesante notar que
los EES que la forman esán distantes millares de kilómetros unos de los otros y su articulación se dió basicamente a
partir de encuentros del Fóro Brasileñoo de Economía Solidária. Ver: http://www.justatrama.com.br.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

b) RES formadas por IES semejantes, que realizan el mismo tipo de actividad o
producen los mismos productos, y cuyo objetivo es reforzarse mutuamente, como
una especie de “iniciativa colectivo formado por iniciativas colectivos”. Es el caso del
Sistema Cresol o del Sistema Crehnor,37 que reúnen (cada uno de ellos) diferentes
cooperativas de crédito bajo una central cooperativa; o también de las redes de clubes de
trueque solidario que emergieron con fuerza en Argentina, a comienzos de esta década.38

c) RES formadas por IES distintas, que convergen para una estructura que se articula y
que busca desarrollar una acción específica, que es común a todos, pero que no es la
especialidad de ninguno. Son ejemplos las redes de comercialización que instituyen
tiendas de la economía solidaria, o fondos mutuos de financiamiento constituidos por
iniciativas diversas. Son ejemplos el Proyecto Esperanza y la Asociación Bien de la
Tierra.39

d) RES formadas a partir de una holding asociativa: una iniciativa base que, a partir da
su acción y de proyectos por el desarrollados, da origen a otros iniciativas. Es el caso,
por ejemplo, de las IES desarrolladas a partir de los bancos comunitarios, como el
Banco Palmas,40 o de una iniciativa pionera, producido como resultado de una
41
articulación político-comunitaria, como la APAEB (e el estado de Bahía) o la UNAIC (en
el estado de Rio Grande do Sul) – todos ellos en Brasil.

Es claro que todo este proceso organizativo tampoco es una “originalidad” brasileña o
suramericana, aunque nuestras experiencias ciertamente contribuyan para la
constitución de todos esos “modelos”. Experiencias más distantes, más o menos
conocidas, es igual, preceden e inspiran – en muchos casos – todo ese proceso: el
Grameen Bank, en Bangladesh;42 la Corporación Cooperativa Mondragón, en el País
Vasco/España;43 las redes de cooperación de la Emiglia-Romagna/Itália;44 los LETs (Local
Exchange Trade Systems) en Canadá, Australia y Nueva Zelandia;45 las “redes de
trueque” que se constituyeron en Argentina en el período principal de la crisis
económica de 2001/2002;46y muchas otras.
36 Renaci quiere decir Red Nacional de Cooperativas Industriales, que reune empresas recuperadas del área de
metalurgia y que han presentado propuestas consorciadas para concursos y licitaciones, articulando trabajos
complementarios entre si, inclusive en el área de construcción naval. las empresas son especializadas en productos
diferenciados y están localizadas en estados diferentes de Brasil: Uniforja (anillos, flanges y conexiones de acero
forjado, São Paulo – http://www.uniforja.com.br), CTMC (caldera pesada, Rio Grande do Sul –
http://www.ctmc.ind.br), Geralcoop (fogones y calentadores industriales y domésticos, Rio Grande do Sul –
http://www.geralcoop.com.br), Coopermetal (piezas y componentes industriales, de Santa Catarina –
ht t p:/ / w w w.cooper met al.com.b r) y C oomefer (equipos fer rov iários, de Minas Gerais –
http://www.coomefer.com.br).

37 Cresol y Crehnor son instituciones muy parecidas. Ellas reúnen cooperativas de crédito solidário de agricultores
familiares, especialmente en el sur de Brasil. Las cooperativas locales se asocian, formando las centrales. Cresol es
vinculada al movimiento de los trabajadores de la agricultura familiar (FETRAFs) y la Crehnor atiende a los asentados

104
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

Cooperativas multiactivas y redes de economía solidaria: estructuras micro-políticas


y eficacia económica.

Las cooperativas multiactivas y las redes de economía solidaria se aproximan como


objeto de estudio comparado a medida que poseen importantes puntos convergentes:
son organizaciones complejas, que buscan objetivos económicos y sociales comunes a
que sean perseguidos a través de la cooperación, y que – en principio – son formadas
por individuos en condiciones de igualdad de poder en la toma de decisiones.

Ellas se alejan a medida que las cooperativas multiactivas constituyen una


organización unitaria, formada por individuos, mientras que las redes son “colectivos
de colectivos”, es decir, estructuras que necesariamente necesitan contar con formas de
participación representativa, y donde rarísimas veces la democracia directa es posible.

Además de eso, las redes pueden contar con estructuras de operación (personal de
gestión, prestadores de servicios, asesorías, publicidades etc.) unificadas – así como las
multiactivas – o no, con cada colectivo con una estructura única e inter-asociándose
solo para fines específicos.

Como iniciativas económicas, tanto una forma como la otra están obligadas, como ya
se indico, a sobrevivir económicamente en medio a mercados oligopolísticos. Y
esto

de la reforma agrária, ligados al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin-Tierra (MST). Ver:
http://www.cresol.com.br e http://www.crehnor.com.br.

38 Los clubes de trueques comenzaron en Argentina en Bernal (en la província de Buenos Aires), en 1995, partiendo
de un modelo canadiense. El modelo se diseminó rapidamente y luego los clubes pasaron a la constitución de redes de
clubes (como la Red Global de Trueque o la Red de Trueque Solidário), ampliando exponencialmente el número de
participantes, llegando a casi 6 millones de personass en el período inmediatamente posterior a la grave crísis de
2001. Para um abordaje detallado e interesante del tema, ver: HINTZE, 2003.

39 El Proyecto Esperanza existe hace cerca de 20 años en la cuidad de Santa Maria (Estado de Rio Grande do Sul, Brasil)
y es formado por más de cincuenta grupos, asociaciones y cooperativas, que representan algumas centenas de
productores y que se asocian especificamente para comercializar sus productos. Son agricultores familiares,
artesanos, confeccionistas, agroindústriles familiares etc. (Ver: http://www.esperancacooesperanca.org.br). La
Asociación Bien de la Tierra, aún en período de formación, es una asociación que reúne grupos, asociaciones y
cooperativas, y que pretende también asociar trabajadores especializados en el proceso de comercialización. Son
productores de hortifrutigranjeros, jugos y mermeladas, semillas diversas, granos, pescado, confección, artesanía y
otros diversos productos. Sa encuentra en Pelotas, en el mismo estado brasileño, y es asesorada por un equipo de la
incubadora de cooperativas que es vinculada al Núcleo de Economía Solidaria e Incubación de Cooperativas de la
Universidad Católica de Pelotas, que tengo la honra de coordinar.

40 Bancos comunitários son instituciones que combinan moneda social (un circulante restricto a una determinada
localidad) y micro-crédito a partir de un proyecto de desarrollo local de carácter micro (un barrio, una aldea, un
asentamiento rural de reforma agraria, una aldea indígena...). En Brasil, el modelo pionero es el Banco Palmas,
iniciado de más de diez años en el Conjunto Palmeira, un barrio pobre de Fortaleza (estado de Ceará, Brasil). Ver:

105
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

significa, de modo general, competir económicamente en condiciones aparentemente


más frágiles que aquellas de las empresas convencionales. Sin embargo, contrariando
los manuales de administración corrientes, las iniciativas cooperativas/solidarios
consiguen sobrevivir, aunque con grandes dificultades, bajo esas condiciones. Daurés
y Dumas (1977) ya habían escrito sobre este tema y muchos autores, antes y después
de ellos, ya resaltaron la ventaja comparativa fundamental de las empresas
asociativas, que provienen de la enorme capacidad de aumentos de productividad
cuando los trabajadores son también los propietarios de la iniciativa. Sin embargo, la
mayoría de los autores que escriben sobre el tema de la productividad del trabajo
también resalta que esta capacidad está relacionada al grado de implicación
(LEBORGNE; LIPIETZ: 1992) de los trabajadores: en otras palabras, del grado de
sentimiento de pertenencia y de apropiación que el colectivo (y los individuos)
desarrolla en relación a la organización económica a la que a que pertenecen. De la
misma forma, Robert Dahl (1970) llama la atención al hecho de que la
implementación de decisiones en cualquier organización depende especialmente del
tamaño del “círculo de decisiones”, es decir: cuanto mayor el círculo de toma de
decisiones, mayor el costo de decisión, pero menor su costo de implementación, y vice-
versa.

De cualquier forma, los problemas-clave con los cuales se confrontan multiactivas y


redes tienen que ver con la micro-política que se constituye en su interior: como
organizaciones complejas están atravesadas por una multiplicidad importante de
intereses, antojos y conflictos, que ahora representan grupos específicos, pero no-
organizados, a veces grupos específicos organizados (grupos de interés) y a veces, sólo,
proyectos meramente individuales (personales). El grado de conflicto que allí se
produce engendra procesos de poder en que proyectos específicos buscan obtener

41 APAEB es la Associação de Desarrollo Sostenible y Solidário de la Región Sisaleña, fundada en 1980 en Valente, en el
estado de Bahia. Desarolla un conjunto extenso de actividades económicas, sociales y educativas, incluyendo una
fábrica de tapetes donde trabajan 700 personas. Nació de la organización política de los pequeños agricultores de la
región, que demandaban crédito y seguro agrícola de pequeña escala y políticas específicas para la agricultura
familiar. La UNAIC es la Unión de las Asociaciones Comunitarias del Interior de Canguçu, un município con cerca de 3
mil agricultores familiares, la mayoría de ellos desciendentes de imigrantes alemanes y mucho pobres, en estado del
Rio Grande do Sur. A UNAIC desarrolla proyectos específicos en área de semillas nativas, comercializa diversos
productos y posee una agroindústria de harinas y raciones, entre otros iniciativas. Ambas nacieron de la movilización
política de los pequeños productores rurales por mejores precios, por servicios públicos y por crédito rural. Y a partir
de ahí emprendieron diversos proyectos econômicos de carácter solidário, que se refuerzan mutuamente. APAEB e
UNAIC no tiene ninguna relación directa y se encuentran a cerca de 2500 km una de la otra. Ver:
http://www.apaeb.com.br y http://www.unaic.com.br.
42 Ver: YUNUS; JOLIS: 2001.
43 Ver: WHITE & WHITE: 1986
44 Ver: BIRCHALL: 1997
45Ver: SINGER: 1997
46 Ver: HINTZE et al: 2003.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

condiciones privilegiadas de realización, en medio a organizaciones en las cuáles las


formas de gobernación basadas en asimetrías de autoridad constituyen un casi-tabú,
ya que el discurso cooperativo se confronta, en la arena discursiva, con el discurso
competitivo de las formas convencionales y heterónomas de gestión (empresas
convencionales/capitalistas).

Sin embargo, el hecho de que las cooperativas o las redes solidarias rechacen la idea de
una autoridad fundada en el poder económico del capitalista o de cualquier forma de
poder instituido a priori, no quiere decir que no exista o que no se ejerza poder, pero que
la empresa social/solidaria busca establecer formas pactadas de ejercicio y de control de
poder, permeadas por la posibilidad (al menos) del ejercicio democrático de la toma de
decisiones. Aún así, en que pese la clara conciencia de este contexto, tanto para
dirigentes como para asociados, el hecho es que estructuras no-manifiestas o aún
ilegítimas de ejercicio de poder ocupan parte significativa de los procesos decisivos en
las cooperativas y en las redes. Y aunque la búsqueda incesante de reducción de las
asimetrías produzca acuerdos que democratizan las relaciones internas, las
organizaciones continúan siendo... estructuras de poder.

La acción concertada y también una acción productiva del poder. (...) El poder impone
una disciplina, obligando a los individuos que componen las redes de economía
solidaria a la acción homogénea por la vigilancia jerárquica, por la aplicación de
sanciones y por medio de exámenes individualizados que normalizan la acción
colectiva, dirigiéndose a los fines propuestos por la institución. Se suman a esta
conclusión el carácter disciplinar de poder, una vez que esta definición permite a su
percepción como productor de la realidad social y permite su visibilidad externa, es
decir, las coacciones, sanciones y conflictos como efectos de la acción del poder.

(...) “Las redes de economía solidaria distribuyen flujos de poder en


instancias donde los actores disputan sus estrategias y aunque las acciones
sean orientadas por la igualdad y ausencia de jararquías, por la participación
y autogestión, no están exentas de relaciones de poder.” (PAULI, 2005: p.
154).

De esta manera, la formación y la existencia de procedimientos o acciones que escapen


al control o a la comprensión de la masa de asociados pueden significar una pérdida
creciente de la capacidad de enfrentamiento económico de la iniciativa frente al
mercado. En otras palabras, aunque obvias: cuanto mayor la democracia, la
participación y la transparencia en la gestión, mayor la eficacia económica de la
iniciativa cooperativa o solidaria.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

El gran problema ahí colocado es respecto a la posibilidad de que estos principios de


gestión sean efectivos en organizaciones cada vez mayores y más complejas, como
suelen ser las cooperativas multiactivas y las redes de economía solidaria, en que los
espacios de representación normalmente constituyen espacios efectivos de toma de
decisión, pero donde la masa de los asociados no está presente.

La rotación de funciones, en que los asociados se alternan en los espacios de


representación y decisiones, suele ser encarado como una salida para esto, pero las
cosas no son tan simples. Casi siempre, la experiencia acumulada – aliada, muchas
veces, a grandes pérdidas de tiempo y dinero con formación y estudios – por dirigentes
y cuadros técnicos, acaba produciendo asimetrías profundas en términos de capacidad
de gestión y de productividad del trabajo de los gestores en relación a los asociados
comunes. Substituir los gestores expertos por asociados sin estas cualidades, por un
simple dispositivo reglamentario, puede poner en riesgo la propia iniciativa. No
sustituirlos, por otro lado, puede significar la formación de una burocracia de tipo
weberiano, que tiende a tomar decisiones que busquen preservar al mismo tiempo a la
iniciativa y a sus posiciones personales en el interior de la organización.

Consideraciones finales: democracia, simetría y eficacia económica


Se llega entonces al clásico trade-off de las iniciativas cooperativas, en que
aparentemente la democracia no combina con la eficacia. Pero esta relación es sólo
aparente: lo que no combina con la eficacia no es la democracia (ya que, en principio,
mientras más democrática, más eficaz la iniciativa). Lo que no combina, de hecho, es la
asimetría de capacidad de gestión entre dirigentes y técnicos, de un lado, y asociados,
de otro, lo que lleva a la monopolización de las decisiones por unos, y a la falta de
compromiso con la iniciativa, por parte de los otros.

En el caso de las redes de iniciativas solidarias, con las cuales estoy más familiarizado,
este asunto trae matices interesantes al debate.

El hecho de que cada red sea formada por un número significativo de iniciativas, hace
que un gran número de personas esté apta a gerenciar la red en función de la
experiencia de gestión acumulada en su iniciativa de origen. Cuando esta iniciativa
asume grandes proporciones, sin embargo, sus asociados ya se encuentran lejos de la
gestión de su propia cooperativa o asociación, reproduciendo el problema clásico.

Pero cuando esto no ocurre, la red por ser gerenciada por muchos dirigentes de
iniciativas a ella asociados, aunque no – en la mayoría de las veces – por los socios de la

108
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

mayoría de las iniciativas. De la misma forma, de modo general, cooperativas de


pequeños productores autónomos tienen un número mayor de “candidatos a
dirigentes” en comparación a cooperativas de trabajo, por el simple hecho de que un
productor autónomo es, de alguna forma, el gerente de su propio (autónomo).

En todos esos casos, dos elementos aparecen como clave para el trade-off y que solo
tiene sentido cuando están íntimamente articulados: formación y experiencia.

Cualquier asociado que no haya pasado por procesos cumulativos de formación


(cursos, talleres, intercambios etc.) y que se convierta en dirigente, cometerá muchos
errores que podrán poner en riesgo la iniciativa. Pero por otro lado no hay ningún
sentido en tener un programa de formación en una iniciativa en que no haya espacios
de experimentación de nuevos dirigentes o cuadros técnicos...

Por un lado, procesos formativos horizontales (es decir: destinados al conjunto de los
asociados) pueden contribuir fuertemente para una comprensión mayor – por parte de
la masa de los asociados – de los problemas, dilemas y métodos utilizados por los
dirigentes, garantizando un diálogo efectivo entre los varios niveles de responsabilidad
en el interior de la cooperativa o de la red.

Pero, por otro lado, es necesario multiplicar los espacios de experimentación,


garantizando un escalonamiento de los niveles de gestión (lo que exige también
articulación y coordinación entre ellos), con la formación de núcleos, de centros, de
grupos territoriales etc. Y al mismo tiempo, es preciso garantizar que los varios
participantes de cada nivel de gestión puedan experimentar, de manera rotativa, la
responsabilidad de coordinarlo, habilitándose así a participar de niveles de gestión
superiores, si fuera escogido para esto.

Sin Duda alguna, esto exige un gran esfuerzo por parte de las organizaciones, y sobre –
todo – una claridad de principios y unas ganas de solidaridad muy fuertes por parte de
todos. Es necesario que una parte significativa (por no decir la mayoría) de los
asociados esté dispuesta a compartir responsabilidades y prepararse para esto; y es
necesario que aquellos que asumen temporalmente la condición de dirigentes estén
consientes y dispuestos a alternarse con otros asociados en esta posición. Todo esto,
finalmente, es un proceso pedagógico, difícil y largo; que exige, principalmente, otra
condición moral, mucho más solidaria y, por lo tanto, muy encima de la cultura
individualista dominante actualmente; pero al mismo tiempo uno (el proceso
pedagógico) es camino para alcanzar el otro (la condición moral).

Vale recordar, entonces, las palabras del Padre José María Arrizmendiarrieta, el gran

109
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas multiactivas y redes de cooperación: dos variantes
de la Integración solidaria y dilemas en la organización / Antônio Cruz

Padre José María Arrizmendiarrieta, el gran impulsador de la experiencia de


Mondragón: “si hay cooperación, podemos ser solidarios; y si tenemos solidaridad
podemos progresar sin amos”.

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111
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

Alianzas e integraciones cooperativas

La integración de las formas cooperativas, cualquiera que sea su naturaleza o función,


es un elemento apenas indispensable en la gestión y organización de la empresa
solidaria, no sólo por hacer parte implícita de la misma a través de los principios
ampliamente reconocidos, sino por su funcionabilidad y necesidad dentro de la
operación y desarrollo empresarial.

Pero más allá de ser un principio tan importante como los demás, la integración o la
cooperación entre cooperativas, cobra un valor incalculable cuando de prestar
servicios y generar bienestar en la sociedad se trata. La integración no solo promueve
mejores formas de organizar el trabajo y la operación empresarial en el ámbito
cooperativo, sino que contribuye a la generación de soluciones a los problemas y
necesidades permanentes en las personas, tales como el empleo, la salud, la educación o
la vivienda entre otros.

Por ello, este documento no solo pretende encontrar algunas explicaciones que
soporten la necesidad de generar alianzas y operaciones conjuntas entre las
organizaciones cooperativas, sino que más allá de esa mera noción, tratará de explicar
cómo y por qué desde la especificidad cooperativa, pasando por la estrategia y las
funciones gerenciales, el desarrollo y sostenibilidad de la cooperación a través de una
forma empresarial requiere de herramientas de integración para suplir no solo de
servicios financieros, sino de elementos productivos, a los asociados, la comunidad y la
sociedad en general.

Adicional a lo anterior, también se hará una referencia sobre la importancia de los


procesos de educación y formación dentro de la cultura de la integración empresarial,
especialmente en lo referido a la integración en los negocios cooperativos, entendidos
estos como el resultado de la operación cooperativa al servicio de los asociados y la
generación de ingresos y excedentes colectivos susceptibles de ser reinvertidos en
nuevos procesos de trabajo conjunto que garantizan la sostenibilidad del modelo y la
generación de nuevas y mejores soluciones para el mejoramiento de la calidad de vida
de los ciudadanos.

1. La integración cooperativa en Colombia


La integración en Colombia cuenta con varios casos que pudieran servir de ejemplo

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

para presentar como modelo o ejemplo. Sin embargo, tan solo se hará una breve reseña
para indicar la forma como se ha gestado la integración cooperativa a partir de la
representación gremial, y por otra parte, a partir de algunos negocios que marcan la
pauta para incursionar en nuevos modelos de gestión socio empresarial eficaces.

En principio es importante señalar que las organizaciones cooperativas en Colombia se


encuentran agrupadas gracias a los estamentos regionales de representación gremial
amparados bajo la Confederación de Cooperativas de Colombia CONFECOOP, quienes
agrupan en su seno a una gran cantidad de cooperativas que cubren sectores tan
importantes como el financiero, el ahorro y el crédito, el trabajo asociado, el
transporte, la salud, la agricultura, los servicios funerarios y por supuesto a las
cooperativas multiactivas que operan en todo el país.

Al 31 de diciembre de 2008, el país contaba con 7833 cooperativas representando esta


cifra cerca del 78% de las organizaciones del sector solidario. Con activos equivalentes a
$19.4 billones de pesos, el sistema cooperativo nacional se ha mantenido sólido y en
constante crecimiento incluso al final del año 2008 y comienzos del año 2009, periodo
en el cual la mayoría de países industrializados o con altos grados de desarrollo en su
economía, han presentado en sus indicadores de crecimiento, marcados deterioros y
recesiones que afectan directamente a los ciudadanos a través del decrecimiento de
distintos aspectos vitales, siendo el más importante de ellos, el acceso al empleo digno y
estable.

Sin duda alguna, esta fortaleza de las organizaciones cooperativas en nuestro país no
solo se debe a las importantes cifras que se han venido manejando especialmente en los
sectores de ahorro y crédito o financiero en general, sino al desarrollo consciente de un
modelo empresarial cooperativo que a lo largo del tiempo ha consolidado sus ventajas
y atributos dentro de nuestra sociedad, ventajas que hoy en día no solo son
reconocidas por el mismo sector, sino por otros estamentos de la sociedad por sus
valiosos aportes a la salud, el deporte y la educación, entre otros.

A través de la integración gremial y el análisis de las cifras e indicadores reportados por


las organizaciones de base a Confecoop, se ha podido verificar un importante
crecimiento en la prestación de servicios, el aumento en los ingresos, los activos, el
patrimonio y los excedentes cooperativos.

De la misma manera, se ha notado un importante crecimiento en la generación de


empleo y el ingreso de nuevos colombianos al sistema cooperativo.

Sin duda alguna, esta es una primera ventaja que muestra el modelo cooperativo

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

ejercido de forma consciente: la generación permanente de oportunidades, tanto en la


posibilidad de asociarse a una cooperativa, como de acceder a sus servicios de forma
concreta y permanente.

De otra parte, un modelo cooperativo exitoso también da cuenta de este resultado


cuando logra demostrar que las organizaciones mantienen vigentes sus iniciativas de
desarrollar el principio relacionado con la educación y la formación cooperativa.
Tan solo por citar un ejemplo, a través de la Asociación Colombiana de Cooperativas,
Ascoop, y su departamento de educación se han capacitado durante los dos últimos
años cerca de 3.000 asociados, cifra que además agrupa a funcionarios y empleados de
las cooperativas. A este dato, habría que sumarle entonces todos aquellos asociados,
directivos y empleados que de forma responsable realizan sus ejercicios de formación y
educación cooperativa a lo largo y ancho del país.

De alguna manera, los ejemplos expuestos anteriormente reflejan el desarrollo de


diversas características propias del modelo cooperativo a través del ejercicio de sus
principios, pero también reflejan elementos de integración concretos aunque no sean
reconocidos como tales de forma precisa.

Pero más allá de mantener un modelo de cooperación a través del ejercicio de sus
principios y valores y la constante generación de cifras positivas, en Colombia la
integración cooperativa y la existencia de alianzas para la cooperación, la solidaridad y
el desarrollo económico, ha dado como resultado la aparición y consolidación de
grandes empresas que agrupan cooperativas y entidades solidarias y que hoy en día
promueven aspectos concretos de desarrollo y crecimiento económico.

Entre los ejemplos empresariales de integración cooperativa, se pueden citar entonces


casos tan concretos como el del Grupo Saludcoop que gracias a la integración de más de
200 cooperativas ha logrado impulsar un grupo empresarial sólido y rentable que
además genera la mayor cifra de empleo directo del país y presta el servicio de salud a
través de su EPS a un gran número de colombianos.
Otro caso exitoso de integración cooperativa es el logrado por entidades como La
Equidad Seguros O.C., Copidrogas y Coomeva quienes desde su distintos frentes de
operación han consolidado organizaciones cooperativas generadoras de bienestar,
rentabilidad económica y rentabilidad social a un gran número de asociados y
usuarios de sus servicios.

Pero tal vez, remitiéndonos a un ejemplo más reciente, podemos verificar cómo la
integración cooperativa en realidad genera múltiples canales de bienestar, desarrollo y
prosperidad económica colectiva.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

La reactivación de Coopdesarrollo y su fusión con Coopcentral no sólo fue un ejemplo


de integración cooperativa, sino un ejemplo de dinamismo en la práctica empresarial a
partir de la solidaridad y la integración de diferentes subsectores del cooperativismo. La
recuperación de una entidad financiera de segundo grado para el sector solidario es
también un ejemplo claro de la fortaleza del modelo cooperativo en nuestro país
reflejada en la necesidad de integrarse para prosperar y generar mejores condiciones de
vida para los ciudadanos.

Esta integración entre Coopdesarrollo y Coopcentral, además de ser un claro ejemplo de


cooperación como se mencionó en el aparte anterior, ha venido consolidando por lo
menos cinco grandes líneas o focos de negocios estratégicos que bien pueden ser
ejemplo para las cooperativas en general y las de carácter multiactivo en particular
como se describirá en un capítulo posterior.
Entre estos cinco focos de negocio se cuenta la consolidación de una Red Financiera de y
para el sector solidario sin descartar que pueda prestar sus servicios a terceros en el
marco de la cooperación y la consolidación de alianzas estratégicas; el fortalecimiento
de una caja central de liquidez cuya función será la captación de los fondos de liquidez
de las cooperativas y entidades que ejercen actividad financiera; el ejercicio de la
intermediación financiera, es decir, captación y colocación de recursos dirigido a
personas jurídicas asociados y cuyo propósito es el otorgamiento de créditos a las
entidades de primer piso para que irriguen microcréditos dentro de sus asociados y
sirvan de instrumento para el redescuento de recursos dirigidos a entidades de primer
piso; la creación de una Unidad de consultoría en gestión dedicada a la asesoría de las
entidades y capacitación de sus funcionarios; y, por último, la prestación de servicios
administrativos con el fin de unificar procesos y procedimientos de contratación
administrativa para tener reales economías de escala.
Este caso, no solo aparece en el marco de la gestión cooperativa como un ejemplo claro
de integración y unión de esfuerzos, sino como un ejercicio propositivo para la
generación de nuevas herramientas de fortalecimiento e impacto sobre los asociados
cooperativos.
A su vez marca un ejemplo de las bondades de la integración como principio aplicable a
todas las formas empresariales de cooperación.

1. Multiactividad e integración
Hablar de multiactividad es hablar necesariamente de integración. Integración para la
asociación, la producción, la comercialización, la educación, la difusión y la

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

sostenibilidad de un modelo exitoso de cooperación.

Todas las cooperativas, independientemente de su actividad, tiene los mismos


principios y características básicas. Cumplen igualmente con unas pautas básicas;
tienen un único propósito denominado servicio; desarrollan en equilibrio la función
social y económica, promueven el bienestar del ser humano ya que son empresas de
personas y no de capitales; promueven y fortalecen la participación de los asociados en
todos sus ámbitos; representan un estilo alternativo de empresa; son escuelas de
aprendizaje y enseñanza continua; tienen una forma particular y única de desarrollar
el buen gobierno cooperativo; mantienen en el tiempo las características propias de su
especificidad; trabajan sin ánimo de lucro y desarrollan funciones gerenciales
importantes, entre otros elementos propios del modelo cooperativo.

Pero especialmente en lo referido a la multiactividad, son mucho más amplias las


condiciones que nos permiten pensar en la necesidad de generar alianzas y elementos de
integración, no solo entre las mismas empresas cooperativas, sino con otros sectores o
tipos de empresas, pues las cooperativas, cualquiera que sea su actividad, son empresas
que interactúan dentro del mercado y, en la mayoría de los casos, actúan de forma
positiva en el mismo, especialmente en favor de los asociados.

Tal vez es en la multiactividad donde se puede, no solo apreciar de mejor manera el


modelo cooperativo, sino que se puede expresar de mejor forma la característica de
asociado empresario como se describirá a continuación.

1. El asociado empresario en la multiactividad

Además de las características propias de las cooperativas mencionadas anteriormente,


las organizaciones de naturaleza multiactividad poseen un sin número de ventajas que
pueden ser capitalizadas en mayor medida por sus usuarios (asociados directivos o de
base).

La multiplicidad del objeto social que origina la aparición de cooperativas multiactivas


y la necesidad de generar actividades económicas que requieran ser complementadas
con otras para satisfacer las diversas necesidades de los asociados, es una oportunidad
no solo para pensar en diversos negocios, sino para pensar en distintas formas para
desarrollarlos sin perder de vista el carácter cooperativo de la empresa.

Entender la multiactividad es entender que quienes la promueven, alimentan y

116
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

desarrollan tiene inmensas oportunidades para generar productos y servicios que


satisfagan de forma creciente las múltiples necesidades que tienen los asociados.

Desarrollar la multiactividad no puede limitarse a crear uno o dos servicios de corto


alcance o promover algunos productos que otras entidades ya han venido
promoviendo o incluso han dejado de hacerlo por no ser rentables (social y
económicamente) en su entorno. El desarrollo de la multiactividad, antes de entender
la integración, requiere del entendimiento de que ésta debe ser desarrollada por
verdaderos empresarios. En términos generales, todos los asociados se entienden como
usuarios de un sistema de provee bienes y/o servicios pero muy pocos se entienden a si
mismos como empresarios, y muchos de los que alcanzan siquiera a comprenderlo,
apenas se limitan a entenderlo desde la gestión administrativa o socioeconómica a
partir de sus tareas dentro del núcleo básico de la organización (asociados directivos +
gerentes).

Pero, si quienes son dueños de una empresa y la dirigen se hacen llamar empresarios,
pues los cooperativistas, por esencia, modelo y origen, lo son y deben desarrollarse
como tales y no como solamente administradores de un modelo.

Como se explicará en el capítulo referido a la educación y formación cooperativa, desde


luego que se requiere de cooperativistas que autogestionen su propio modelo
cooperativo, pero también se requiere de empresarios cooperativistas que
autogestionen su organización.

Entonces, más allá de autogestionar el modelo cooperativo, que es tarea fundamental,


necesaria y totalmente requerida en la empresa solidaria, es necesario contar con
empresarios que desarrollen algunas características importantes, máxime cuando se
trata de empresas de naturaleza multiactiva. Y es que la multiactividad requiere de
asociados comprometidos con el modelo (primera condición) pero de forma adicional
comprometidos con su base social, sus necesidades y el impacto de su organización en
la sociedad. Entonces, el asociado, directivo o no, de una cooperativa multiactiva debe
ser un empresario capaz de generar soluciones a partir de su conocimiento del
mercado, de la estructura financiera y operativa de su negocio, de su entorno y
competencia en cuanto a la prestación de servicios, de sus habilidades, oportunidades y
competencias propias, y de la capacidad de su equipo para satisfacer las necesidades, no
solo de su base social, sino de su organización en general.

Administrar una cooperativa multiactiva es trabajar en una escuela de aprendizaje


para empresarios. Es tener la oportunidad de ver soluciones antes de que existan los
problemas, es tener la capacidad de maximizar los recursos existentes, de plantear

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

estrategias generales, competitivas o funcionales, todas orientadas hacia la


consolidación de la dimensión empresarial y la dimensión social de la cooperativa. Es
tener la capacidad de anticiparse a los cambios, de negociar, de establecer alianzas y
generar factores de progreso para los asociados que también son dueños, usuarios y
empresarios en potencia.

Ser directivo de una empresa cooperativa multiactiva es entender que la integración es


un proceso fundamental y no opcional de la gestión cooperativa, y que ella no se limita
a generar alianzas con otras formas cooperativas, sino que en un horizonte como el
que plantea el mercado actual, es una oportunidad cuando se puede hacerlo con otros
actores de mercado, sean empresas de capital, del estado u otros formas de economía
con ausencia de lucro en su gestión. En síntesis, la integración es un elemento implícito
en la gestión multiactiva, tanto como el servicio, la gestión social y económica o el
ejercicio de la responsabilidad social empresarial.

2. Los desafíos de la gestión cooperativa multiactiva


Son varios los aspectos que deben afrontar permanentemente las empresas
cooperativas, pero en especial, las de carácter multiactivo, en razón a la complejidad de
su estructura y el potencial desarrollo de soluciones para los asociados. Entre ellas, se
podrían mencionar los siguientes aspectos presentados como desafíos o retos en la
gestión.

a. El reto de la educación y formación cooperativa

En esencia, la empresa cooperativa es una escuela de aprendizaje y desarrollo continuo


de habilidades que trascienden su misma operación y logran beneficiar de forma
directa a sus asociados. La educación y la formación cooperativa es un valor de especial
importancia ya que administrar un modelo tan complejo pero tan útil no es un
ejercicio sencillo. Antes de pensar en el desarrollo estratégico de una organización o la
incorporación de nuevos y mejores productos y servicios, siempre deberá pensarse en
educación.

Los procesos de educación y formación cooperativa, no solo involucran a los nuevos


asociados en el marco de la gestión y la operación cooperativa, sino que proporcionan
elementos de análisis y comprensión de los distintos fenómenos económicos, sociales y
políticos en los cuales se desenvuelve la organización y por consiguiente cada asociado.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

La educación cooperativa, desarrollada de forma responsable, presenta también la


posibilidad incorporar de forma oportuna nuevos productos y servicios requeridos
por los asociados; adicional a ello, facilita la incorporación de elementos innovadores
que garantizan el éxito de la organización a partir de nuevas y mejores formas de hacer
las cosas o mejores formas de producir servicios para el bienestar.

La misma educación cooperativa, deberá llevar entonces al entendimiento y práctica de


los desafíos siguientes, especialmente el fortalecimiento de la participación, la
producción y la integración.

b. El reto de la participación asociativa

La participación asociativa no se limita únicamente a la vinculación de nuevos


asociados o a la utilización de productos y servicios. La participación asociativa en
cualquier forma cooperativa es la que garantiza que los individuos interactúen en
todos los ámbitos dispuestos para ello gracias a los principios establecidos o a las
características democráticas y autogestionarias propias del modelo cooperativo. Este
reto consiste entonces en garantizar el ejercicio participativo de todos los asociados
desde su vinculación mediante el aporte, hasta la elevada utilización de cada uno de los
productos y servicios ofrecidos y la participación en la dirección, administración y
control de la organización.

En síntesis, esta participación deberá permitir el acceso de los asociados a todos los
ámbitos, especialmente el referido a la gestión empresarial.

c. El reto del crecimiento empresarial y la producción

La multiactividad ejercida desde la cooperación representa la oportunidad para generar


nuevos y mejores mecanismos de bienestar y prosperidad colectiva. Más allá de
replicar los servicios ya comunes en las cooperativas como los seguros, el ahorro o el
crédito, todos ellos necesarios y fundamentales, las cooperativas multiactivas por su
esencia y función deben ser promotoras de la producción de bienes.

Sin desconocer la importancia de los servicios financieros, máxime en un país donde


gran parte de la población aún no tiene acceso a ellos o no cuenta con respaldo y
garantías suficientes para realizar transacciones financieras, las cooperativas
multiactivas también deben enfrentarse al reto del crecimiento empresarial y la

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

producción de bienes que satisfagan las necesidades de los asociados y de la comunidad


en general como receptora de los productos ofrecidos y potencial socio estratégico.

Es al enfrentar este reto, donde se requiere de todo el dinamismo y responsabilidad del


asociado empresario, democrático y participativo que logre impactar en su mercado
interno (asociados) pero también desarrollar su organización en los mercados externos
(no asociados) permitiendo soluciones reales, mejoramiento de la calidad de vida,
satisfacción de necesidades primarias y avanzadas, precios óptimos y creación de
riqueza colectiva para toda la base social.

Cuando se habla del asociado empresario, no basta con el que se dedica a administrar
crédito, sino con el que tiene la capacidad de impactar en su entorno generando
múltiples beneficios sociales y económicos. Por ello hablar de multiactividad es hablar
de la capacidad de las cooperativas dedicadas a esta actividad, de impactar en el
mercado, asociativo y general, mediante la producción o transformación de bienes que
permitan una mejor calidad de vida o la preferencia por parte de los consumidores sean
asociados o no. Muchas formas solidarias, entre ellas las cooperativas, los fondos de
empleados y las asociaciones mutuales, mantienen saturados a sus mercados de
productos financieros, todos ellos, como ya se dijo anteriormente, necesarios
fundamentales, pero el ofrecimiento de nuevos productos diferentes a los servicios
financieros es una tarea que se ha visto relegada y postergada. Es hora de que las
cooperativas multiactivas enfrenten el reto de la producción más allá del ofrecimiento
de más servicios de corte financiero.

d. El reto de la relación de uso

La relación de uso es una característica esencial del modelo cooperativo y de los ámbitos
de participación solidaria. Garantizar la relación de uso en proporción al número de
asociados es un deber de la organización y la gestión cooperativa. Al incorporar nuevos
productos y servicios, la relación de uso deberá ser un factor predominante en los
análisis de mercado, estudios de factibilidad y proyección de los negocios cooperativos.

No basta entonces que alguna fracción de asociados se vean beneficiados de los nuevos
productos ofrecidos por la organización, sino que estos productos realmente lleguen a
todos los asociados por lo menos en la oportunidad que estos tengan de adquirirlos
según sus necesidades reales y sus condiciones de precio.

De forma consecuente con lo expuesto por el modelo cooperativo, la relación de uso no

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

deberá buscar la maximización de las ganancias sino el bienestar colectivo. Este deberá
ser el reto de todas las formas solidarias.

e. El reto de la integración y la expansión

Si el solo hecho exponer la naturaleza, funcionamiento y proyección del modelo


cooperativo es una situación difícil de entender, mucho más lo es el tratar de actuar de
forma integral con otras organizaciones cooperativas y, más aún, con otras empresas
que no pertenecen a este sector.

En este punto no basta entonces con el fortalecimiento de la educación y la formación


para entender la dinámica de las organizaciones cooperativas, sino que es necesario
extender los ejercicios formativos al entendimiento del mercado, su acción en nuestros
asociados, nuestras empresas asociativas y la realidad económica de todo el país;
incluso, del mundo en general.

Resultaría increíble pensar en la acción colectiva de un modelo de organización


cooperativa que no buscara penetrar eficientemente en distintos circuitos económicos
e impactar favorable y decididamente sobre ellos.

Tanto la generación de alianzas estratégicas con otros sectores como la integración en


los negocios, no solo para superar las crisis, sino para prosperar y hacer prosperar, es
una herramienta indispensable en el mundo globalizado contemporáneo. Incluso, los
más feroces competidores de la industria y el mercado han unido sus fuerzas,
estrategias y capacidades para prosperar y generar riqueza, individual y colectiva.
Entonces, ¿por qué resulta tan difícil entender esta herramienta en un esquema de
economía solidaria?

Esta pregunta podría tener varias respuestas. Primero la falta de tradición o costumbre
que alimente iniciativas de integración; segundo, la poca formación y entrenamiento
para competir, crecer y prosperar en esquemas de integración; tercero, la falta de
herramientas de innovación en las organizaciones cooperativas que permitan
maximizar las ventajas del modelo y traducirlas en bienestar.

En conclusión, la falta de experiencia en la incorporación de estrategias


integracionistas y la generación de alianzas que permitan el adecuado fortalecimiento
de acciones “gana-gana”. Resulta absurdo pensar que nuestras propias empresas
cooperativas, entre ellas las de carácter multiactivo, sean solidarias para desarrollar
algunos aspectos y poco solidarias para crecer y prosperar en conjunto. Por ello, tanto

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

el fortalecimiento y la comprensión absoluta del modelo cooperativo a partir de la


educación, como el impulso de la capacidad empresarial a partir de la formación, serán
herramientas indispensables a la hora de fortalecer la integración cooperativa.

3. Educación para la autogestión, la integración y el desarrollo

Los mecanismos de integración en las organizaciones cooperativas deben surgir del


interior de la misma gracias a las características de tipo empresarial que el modelo
cooperativo promueve. Entre ellas podríamos sugerir apenas dos, íntimamente
relacionadas: autogestión y educación.

Pero antes de valorar el alcance de la autogestión como elemento implícito en el


accionar cooperativo, vale la pena formular que la gestión en sí misma, de cualquier
empresa, es la consecuencia del desarrollo de las estrategias, desde las corporativas o
generales hasta las funcionales u operativas, pasando por los niveles de competencia o
habilidad de cada organización. La gestión cooperativa es la que agrupa los procesos
que el gobierno cooperativo pone en marcha para darle vida a las estrategias
formuladas por la asamblea o el núcleo básico.

En este contexto, la autogestión surge como un elemento indispensable en la gestión


cooperativa ya que proviene del correcto ejercicio de las otras variables que formula el
modelo o la especificidad cooperativa. Entre estas variables se pueden mencionar a
manera de ejemplo, la libre asociación, la participación en sus distintos ámbitos, la
democracia, la gestión autónoma, la integración o intercooperación, es decir, la puesta
en práctica de los principios cooperativos.

Según lo anterior, se puede definir la autogestión como un proceso continuo que


desarrolla mecanismos democráticos basados en el interés por las personas y el
trabajo, y en una descentralización efectiva del poder. Descentralización que no solo
debe fortalecer la gestión interna de la cooperativa sino la capacidad de integrarse con
otras formas empresariales y otros mercados.

Desarrollar la acción autogestionaria es llevar a un grado máximo la participación de


los asociados, especialmente en el hacer permanente, el direccionar, el tomar decisiones
o el planear de forma estratégica. Pero la autogestión en sí misma, contiene varios
elementos fundamentales que garantizan el éxito de la organización y de las personas
sobre las cuales impacta. Uno de esos elementos, por no decir que el más importante, es
el que se refiere a la responsabilidad de gestionar, gobernar o dirigir la propia empresa,
como es el caso de los asociados de una cooperativa. . Otro elemento es la capacidad que

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

debe tener quien gestiona su propia cooperativa para fortalecer los canales de
participación y que de forma rotativa en el tiempo, otros asociados o dueños, puedan
entregar sus habilidades y conocimientos al servicio de la misma organización y de los
demás asociados, dueños y usuarios.

En ese sentido, hablar de educación y autogestión para fortalecer la integración es


imperativo. Para tal fin, se puede entonces realizar una división del impacto de la
educación en dos vertientes. La primera, la relacionada con la educación y la formación
para entender el modelo cooperativo, la ventaja de auto gestionar y el desapego
evidente que debe existir con respecto al poder; recuérdese que la acción cooperativa es
apenas servicio. La segunda vertiente será entonces la relacionada con las capacidades,
habilidades y conocimientos que directivos, administradores y asociados de base deben
tener para promover la gestión acertada y eficaz de sus propias organizaciones y
contribuir a la producción de nuevos bienes, servicios, alianzas y acciones de
integración.

Figura 1: Educación y Autogestión

Fuente: Javier Andrés Silva Díaz, 2009

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

1.La educación para auto gestionar el modelo


La primera razón para entender la autogestión a partir de la educación es la que tiene
que ver con la necesidad de mostrar a cada asociado directivo, que el fin último de su
trabajo voluntario y participativo es servir. En sí misma, la participación del asociado
en la organización y en la gestión cooperativa garantiza la existencia de la autogestión.
Pero si esta participación no se usa adecuadamente para promover a la organización y
desarrollar las capacidades de sus integrantes al servicio de la misma, se puede poner en
riesgo todos los atributos del modelo cooperativo gracias al afán de poder y su
concentración del mismo en pocas manos.

La educación cooperativa debe entonces promover en los asociados el entendimiento


perfecto del modelo cooperativo a partir de la democracia, la participación y la
igualdad de oportunidades tanto para dirigir como para utilizar los servicios. Pero
especialmente en cuanto a la dirección de las organizaciones, tendrá que ser de riguroso
entendimiento que la cooperativa presenta un amplio espectro para que todos los
miembros puedan dirigirla y en este ejercicio se mantengan vigentes todas las
características del modelo.

Cuando existen espacios democráticos siempre habrá lugar a la política, y es apenas


necesario que ella exista puesto que garantiza que cada asociado se pueda dar a
conocer, proponer sus planes o alternativas de solución o simplemente trabajar de
manera desinteresada por su organización. Pero, cuando estos espacios democráticos
solo son utilizados por unos pocos que desean obtener además de reconocimiento y
oportunidad, poder ilimitado, se pode en riesgo la existencia de la misma organización
puesto que se suprime una de sus condiciones más importantes: la equidad.

Por ello, la educación en la cooperativa debe fortalecer los mecanismos de acceso a la


dirección de forma tal que todo el colectivo entienda que el núcleo básico no solo es un
espacio de dirección, sino que debe servir también como escuela de aprendizaje
continuo, construcción de oportunidades y espacio de planeación para el bienestar
general.

Otro elemento relacionado con la educación para auto gestionar el modelo, es el que
tiene que ver con el buen gobierno. La organización autogestionaria es circular y no
piramidal, luego no debe permitir la exclusión de ningún asociado. De forma paralela
vale precisar que la organización autogestionaria no tiene jerarquías estructurales
aunque deban existir jerarquías funcionales transitorias que se establecen para efectos
de coordinación de actividades, funciones éstas desarrolladas por el Consejo de
administración o quien haga sus veces.

124
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

La mayoría de espacios de participación democrática como las asambleas, los consejos


de administración, las juntas de vigilancia e incluso, los comités de apoyo, carecen en
muchos casos de las bases suficientes para entender el modelo cooperativo desde el
servicio y no desde el poder.

En este sentido, no habrá buen gobierno si lo imperante no es la necesidad de auto


gestionar la empresa sino de permanecer en la dirección de la misma con un evidente
afán de poder e inequidad.

La educación contribuye a la autogestión y al buen gobierno cuando garantiza que los


asociados directivos realizan su trabajo participativo en el marco de un tiempo
determinado y que durante su gestión fortalecen la legitimidad del modelo, la
confianza y la rotación de funciones. De forma adicional, cuando a través del ejercicio
directivo y el buen gobierno, los mismos asociados aseguran la eficacia en los servicios
prestados y la mayor participación democrática como principio fundamental de la
gestión.

De forma paralela, la educación cooperativa debe asegurar procesos para que los
asociados comprendan sus obligaciones dentro de la cooperativa y promuevan el
desarrollo continuo de mecanismos de formación, información y comunicación.

2. La educación para fortalecer la autogestión en la empresa


Así como la educación cobra un valor especial al autogestionar el propio modelo
cooperativo y fortalecer características como la participación, la democracia o la
equidad entre los asociados en el desarrollo integral de su forma solidaria, la educación
también debe ayudar a fortalecer la autogestión del ámbito empresarial.

La cooperativa como binomio asociación – empresa debe tener un motor que impulse el
desarrollo equilibrado de esta unidad. Al plantear la autogestión como promotora del
modelo cooperativo, de lo que se trata es de defender y promover a partir de una
estrategia educativa, la asociación de personas y las ventajas contenidas en el modelo
que les permiten mantener una organización hecha por y para seres humanos.

Pero, desde el otro ámbito de este binomio, es importante establecer que la educación, y
especialmente la formación de los individuos, debe permitir el crecimiento, proyección
y sostenibilidad de la esfera empresarial representada por la propiedad conjunta y la
existencia de un capital económico susceptible de ser protegido y valorizado
permanentemente.

125
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

La educación y la formación cooperativa no solo debe llevar al entendimiento del


modelo cooperativo, la autogestión, la participación y la gestión empresarial, sino que
debe orientar a los asociados empresarios hacia la necesidad de incorporar su esfuerzo a
otros esfuerzos, nuevos o experimentados, con el fin de lograr soluciones conjuntas a
los diversos problemas sociales, obtener descuentos o mejores precios gracias a la
economía de escala, transferir a los usuarios rentabilidad social y económica y por
supuesto, generar mejores condiciones de vida para los usuarios.

La integración es un proceso permanente en la gestión cooperativa. No puede ser


accidental o circunstancial. Como la aplicación y ejercicio de los valores y los
principios, la cooperación y la generación de alianzas son elementos implícitos que se
fortalecen mediante la educación y se mantiene mediante la práctica continua. El
modelo cooperativo, cualquiera que sea su actividad, pero en especial la multiactiva, es
un campo propicio para el desarrollo integral y conjunto de todos estos elementos.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Alianzas e integraciones cooperativas / Javier Andrés Silva Díaz

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127
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

Cooperativas de servicios múltiples dentro del concepto de


multiactividad cooperativa. El caso costarricense.

1. Introducción
La más reciente clasificación de las cooperativas en Costa Rica encuentra su fuente en el
III Censo Nacional Cooperativo del año 2008 , que ofrece un estado del Cooperativismo
en Costa Rica, se dejó de lado el Capítulo II, denominado “De su clasificación”, que
comprende los artículos 15 a 28 de la Ley de Asociaciones Cooperativas N.6756 y sus
reformas, artículos que hacen referencia a una tipología diversa de las cooperativas
que comprende tanto aspectos de su actividad o giro económico- aspecto objetivo de la
clasificación- y sobre características de los miembros físicos-aspecto subjetivo de esa
tipología-.

En el III Censo el instrumento de clasificación fue el catálogo denominado


“Clasificación industrial internacional uniforme de todas las actividades económicas”
CIIU, como medio para conocer el aporte del Cooperativismo al Producto Interno
Bruto, tomando como punto de partida el año 1940 y final el año 2008; se
introdujeron a los cuadros elaborados según modelo de cooperativa, número de
miembros disgregados en hombres y mujeres y actividad, un total de 537
cooperativas.

El modelo de las cooperativas propuesto es uno de los 4 tipos incluidos en la


mencionada ley, a saber: Tradicional, Autogestionario, Cogestionario y Escolar y
Juvenil. En los tres primeros modelos, la distinción de las cooperativas parte del tipo
actividad y peso de los compromisos de los miembros de las cooperativas de cada uno.

Partimos del modelo Autogestionario o conocido en el resto del mundo cooperativo


como de trabajo asociado, en donde se establece que los asociados aportan su trabajo
como capital y en principio no pueden contratarse personas fuera de la cooperativa,
salvo en casos de excepción y por no más de tres meses, por motivo de atender
actividades laborales extraordinarias.

En el modelo Cogestionario se abre la posibilidad de trabajo conjunto de titulares de


medios de producción y trabajadores, o de estos de dos grupos con el Estado, o bien, de
trabajadores con el Estado al cual corresponde ofrecer medios de producción. En este
modelo los trabajadores temporales también acceden a los excedentes, cuando se da

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

su distribución y para iniciar tiene que contar con al menos un 40% de trabajadores
como socios, número que deberá incrementarse gradualmente hasta alcanzar un 95%
de la fuerza laboral de la cooperativa.

Todas las cooperativas que no están en los dos modelos citados se consideran
Tradicionales, dentro de este grupo encontramos las cooperativas de servicios
múltiples, que son cooperativas que se diferencian de las autogestionarias y
cogestionarias porque se parte del giro comercial que desarrollan y no de la forma en
que se accesa a la propiedad y se ejerce el trabajo, es por ello que el siguiente artículo 26,
indica que cualquier giro comercial puede ser tomado en cuenta dentro de una
cooperativa de servicios múltiples, como lo vemos en la transcripción del mismo:

“Artículo 26.-Las cooperativas de servicios múltiples son aquellas que combinan


cualesquiera de las formas anteriores. Podrán abarcar objetos y propósitos diversos, a
condición de que no sean incompatibles entre sí y que en lo pertinente se cumplan las
reglas especiales a que debe sujetarse cada una de las clases de cooperativas.”

Las cooperativas Escolares y Juveniles se caracterizan más bien por una razón etaria,
porque las primeras integran cooperativas infantiles y estudiantiles, según si los
miembros están en la escuela o en el ciclo secundario; y las Juveniles incorporan
adolescentes hasta cumplir la edad establecida por la Convención de los derechos del
Niño y del Adolescente, del cual nuestro país es tributario.

Según el Censo indicado, el total de cooperativas existentes en Costa Rica, al año 2008,
es de 530 cooperativas. La distribución se hace entre cooperativas de adultos con un
número de 347 y Escolares y Juveniles con un número de 183 cooperativas-
distribuidas en 182 escolares y una juvenil.

En el III Censo se nos ofrece una lista de las cooperativas incluidas en el mismo, que
debían cumplir con el requisito de contar con vida jurídica, vida productiva y estados
financieros al último período de estudio. En esa lista se encuentran 64 cooperativas
clasificadas de servicios múltiples de acuerdo con su denominación social, donde la
mayoría combina el nomen iuris mencionado con otras actividades que resaltan el giro
comercial o el sector productivo donde las cooperativas realizan su mayor actividad
laboral. El número se reduce a 53 porque 11 cooperativas quedaron fuera del tipo en
estudio, en el tanto que la ley de Entidades de intermediación financiera de ahorro y
crédito cooperativo, promulgada en el año 1994, estableció el principio de
especialización de la actividad, de tal modo, que ese grupo quedó formando parte,
únicamente, del subgrupo de cooperativas de intermediación financiera sin más
actividad productiva o económica, que la derivada de la diversificación de productos
financieros.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

Del siguiente cuadro denominado “Tasa de crecimiento de las cooperativas y asociados”,


se nota un decrecimiento en el número de cooperativas, donde por el efecto de la
normativa de la ley especial antes mencionada, la sujeción de las cooperativas de
intermediación financiera a la Superintendencia de entidades financieras y algunas
malas inversiones fuera del Movimiento cooperativo, el grupo de cooperativas de
intermediación financiera se redujo considerablemente, y los efectos de esa disminución
se reflejan en los años 90, como lo vemos a continuación:

Cuadro 1. Tasa de crecimiento de las Cooperativas y asociados 1963 - 2008

AÑO NÚMERO DE TASA DE NÚMERO DE TASA DE


COOPERATIVAS CRECIMIENTO ASOCIADOS CRECIMIENTO

1963 67 – 15.654 –

1973 289 331,30% 76.858 391%

1983 407 40,80% 200.375 160,70%

1993 398 -2,20% 304.422 51,90%

2000 318 -15,20% 446.127 39,76%

2008 347 9,12% 777.713 74%

Fuente: Censo Cooperativo 2008

Para concluir esta introducción sobre el forma de acceder a la información que se


desplegará en las siguientes páginas, es importante indicar que he debido construir los
datos a través de información obtenida de algunos documentos dispersos y que existe
en la Web, pues la mayor parte de las publicaciones se refieren a la participación del
Sector cooperativo en el Sector de Economía social, liderado por los mismos
cooperativistas desde el seno de lo que he llamado el brazo financiero de ese sector, el
cual es el Banco Popular y de Desarrollo Comunal. A continuación haremos una breve
introducción a normativa legal que rige las cooperativas en nuestro país.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

2. Antecedentes de la legislación cooperativa costarricense


De importancia es destacar el contexto en que nace la primera normativa para
cooperativas, en Costa Rica, en el tanto que este país se abrió a las propuestas del
Partido Comunista y de la Iglesia Católica, al gobierno demócrata cristiano del Dr.
Rafael Angel Guardia, quien ese momento estuvo de acuerdo en modificar la
Constitución Política e introducir un Capítulo de Garantías Sociales y promulgar un
Código de Trabajo, realmente protector.

En la Constitución Política de 1949 se introduce el artículo 64 que abriga en forma


concreta a las cooperativas y el artículo 74 como norma general de interpretación de la
normativa social de ese cuerpo normativo.

Por ley N. 4179 promulgada el 28 de agosto de 1968, se independiza la legislación


cooperativa, de la legislación laboral del Código de Trabajo.

Cinco años más tarde, se promulgó la Ley Nº 5185, de 20 de febrero de 1973, como
una modificación sustancial a la Ley Nº 4179, al dar origen a dos entidades
trascendentales en el desarrollo histórico del movimiento cooperativo; el Instituto
Nacional de Fomento Cooperativo y el Consejo Nacional de Cooperativas.

Y a más de una década, la Ley Nº 6756, de 5 de mayo de 1982, incorpora a la legislación


cooperativa el capítulo correspondiente a las cooperativas de autogestión y los
organismos auxiliares.

Esa reforma sustancial introduce un importante capítulo a la ley de asociaciones


cooperativas, en el cual se contemplan los dos modelos de acceso a la propiedad dentro
de las cooperativas, antes mencionados. Es en 1982, donde surgen las cooperativas
autogestionarias y cogestionarias, contando como antecedente inmediato la
circulación en el ámbito legislativo de un proyecto de ley con pretensiones de dar
mayor soporte legal y material por los beneficios que se introducían, a las empresas
comunitarias campesinas.

Por supuesto, que el antecedente de la reforma de 1982 tiñó la naturaleza de ese tipo de
cooperativas por muchos años, hasta el punto de encontrarnos que muchos
funcionarios públicos del sector cooperativo, rechazaban de plano el nacimiento de
cualquier cooperativa, sobre todo bajo el modelo autogestionario, con miembros
profesionales o titulares de medios de producción. Ejemplo vivo para la autora fue mi
participación en el primera cooperativa autogestionaria de abogados, en el año 1983 y
la lucha por su autorización para funcionar, contra funcionarios del Instituto nacional

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

de fomento cooperativo; contra la Comisión de Cooperativas Autogestionarias, creada


por esa reforma, los abogados del Movimiento Cooperativo-quienes veían como
amenaza que 12 jóvenes abogados y abogadas incursionaran en el Movimiento
Cooperativo, en ese rumbo- y hasta en el mismo Colegio de Abogados, por
consideraban que les habíamos quitado el nombre elegido por la Junta Directiva para
crear su propia cooperativa de ahorro y préstamo, en el tanto que habíamos decidido
llamarnos COOPEABOGADOS R.L.

En 1982 asumió la Presidencia de la República, Luis Alberto Monge, socialdemócrata


con vena cooperativista y promulgó cerca de 40 leyes, de la cuales la mayoría fueron
para dotar de recursos económicos al Movimiento Cooperativo nacional.

Una década más tarde, frente a la revisión de las exoneraciones existentes en aquél
momento en el ordenamiento jurídico costarricense, se comprobó que había un exceso
y el fisco estaba bien afectado, de tal modo que se dio la una ley que eliminó incentivos y
exoneraciones a favor de múltiples actividades y grupos de interés, con graves efectos
en el amplio artículo 6 de la Ley de asociaciones cooperativas, el cual sufrió una
importante reducción en su contenido y trajo abajo muchas de las luchas del
Movimiento Cooperativo, plasmadas en incentivos para participar en este sector de la
economía social.

Del año 1982 al presente, el Movimiento Cooperativo ha elaborado múltiples


propuestas de reforma a la legislación cooperativa, sin éxito alguno. La última y más
importante fue presentada en el año 2003 a la Asamblea Legislativa y tuvo avances
significativos en su estudio y análisis por parte de la Comisión de Asuntos Jurídicos, en
donde se recibieron dictámenes de mayoría a favor de su reformas y de minoría en
contra de los mismos, pero coincidió con año electoral y quedo durmiendo el sueño de
los justos.

3. Panorama de cooperativas de servicios múltiples y conjuntos de


cooperativas con variedad de objeto social
Como indicamos nos encontramos que son 53 cooperativas que incluyen en su nombre
la acepción de servicios múltiples, donde la actividad más relevante es la que primero
se define en la misma denominación. La explicación de esa escogencia estriba en la
necesidad que tuvieron muchas cooperativas, agropecuarias- industriales, que la
misma LAC- Ley de asociaciones cooperativas, en adelante LAC- les agrega como parte
de su nombre “servicios múltiples” y que comprenden las cooperativas definidas
anteriormente al artículo 20.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

Así el artículo 17 habla de las cooperativas de producción cuyo objeto social


cooperativo es la producción, manufactura o transformación en forma directa por
parte de los asociados, de artículos naturales elaborados, o la iniciación o desarrollo de
toda clase de explotaciones agrícolas, ganaderas, industriales y artesanales. En el
artículo 18 se habla de cooperativas de comercialización cuyo objeto es la recolección,
centralización, selección clasificación, preparación e industrialización, empaque y
venta mancomunada de artículos naturales elaborados o de ambos, reducidos por sus
asociados, productos que pueden ser agropecuarios, industriales o artesanales.

Finalmente en cuanto a la aclaración del contenido del artículo 20 mencionado como


síntesis de la multivariedad del contenido de objeto social de las cooperativas
agropecuarias e industriales de servicios múltiples, encontramos que el articulo 19
incorpora como un tipo diferente las cooperativas de suministro cuyo objeto principal
es impulsar el desarrollo de la agricultura, de la ganadería y de la industria nacional,
mediante la adquisición y distribución de materias primas, enseres, maquinaria,
equipo, accesorios, herramientas, semovientes y otros bienes o la distribución de
productos naturales o elaborados.

4. La integración para promocionar la multiactividad

Varias son las entidades cooperativas que además de contener en sus estatutos la
posibilidad de realizar varios objetos sociales, deciden integrarse a organismos
cooperativos de segundo o ulterior grado, con el fin de abaratar costos y acceder a la
información y recursos necesarios para dar el salto cualitativo a favor de sus asociados
y asociadas.

Si bien la LAC no contempla la figura jurídica del consorcio cooperativo, es muy


difundida esa denominación en la integración de cooperativas que buscan mejorar sus
canales de comercialización y la especialidad en sus servicios, así como en las
oportunidades de compras o ubicación de productos en volumen, tanto en el mercado
nacional como en el extranjero. Damos una imagen de lo existente en Costa Rica, a
partir de las experiencias más recientes y luego damos referencia en cuanto a las más
antiguas. También consideramos esa forma de exposición para considerar las
cooperativas de base.

4.1. Cafecoop, R.L.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

Una experiencia reciente ha sido el Consorcio Cafetalero de Exportación (Cafecoop)


nacido bajo la concepción de que lo mejor que pueden hacer las cooperativas cafetaleras
pequeñas es unirse para ingresar a nuevos mercados de exportación. Este grupo es el
sexto exportador nacional de ese grano, con un 5% en promedio del mercado total.
Otros grandes exportadores son Café Capris, Grupo Cafinter, Grupo Seca y Coricafé.

Cafecoop se creó en mayo del 2004 con el propósito de mejorar la comercialización del
café, aprovechar economías de escala, reducir costos y hacer mercadeo.

Lo conforman Coopronaranjo, Coopedota, Coopelibertad, Coopeagri, Coopeldos,


Coopesabalito y Coopesanvito. Las cuales representan el 20% de la producción
nacional, estimada por el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé) en 2,3 millones de
fanegas (equivalente a sacos de 46 kilos) y cubren a 15.560 productores son
cooperativas que abarcan todo el país.

De los objetivos del consorcio

Uno de los objetivos planteados y más importantes fue el desarrollo de mercados


directos entre proveedores y compradores, utilizando al consorcio como brazo
comercial, lo cual ha permitido que su cartera de clientes se triplicara desde hace dos
años.

Otro objetivo ha sido el fortalecimiento de las ventas en el segmento de cafés especiales


como los gourmet y los certificados, que en este momento, implica actualmente el 70%
de las ventas totales de la organización.

Además las cooperativas de este consorcio, pretenden convertirse en exportadores


líderes y en el principal comercializador de las cooperativas y ofrecer un servicio
diferenciado de mercado, exportación, ventas y un mercadeo creativo. El aumento en el
volumen de ventas (30%) experimentado en el último año refleja la tendencia.

Responsabilidad social

De importancia para las siete cooperativas de Cafecoop es su compromiso de mantener


la calidad en el largo plazo.

Todos sus miembros venden café puro y el consorcio se encarga de promocionarlo,

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

l según la zona de producción. Se manejan estándares y marcas para cada una de las
calidades de café, que se someten a procesos de catación y análisis físicos en su
laboratorio ubicado en Cartago y el cual recibió este año una fuerte inversión.

4.2. Grupo Coocafé, R.L.


Este grupo de cooperativas, ubicadas básicamente en la zona norte del país, se han
unido para mejorar la calidad de su producto, esencialmente la producción de café, su
comercialización y con un componente de responsabilidad social muy arraigado, y
con diferentes desarrollo de acuerdo con su comunidad. Nueve cooperativas integran
este grupo cooperativo.

El Consorcio de Cooperativas de Caficultores de Guanacaste y Montes de Oro R.L


(Coocafé), es un organismo de integración económica que funciona como cooperativa
de segundo grado, asimismo procura soluciones integrales a problemas generales y a
la creación de opciones de desarrollo.

Coocafé se fundó el 23 de enero de 1988 con el apoyo de la Consultoría


Agroeconómica, ente adscrito a la Fundación Friedrich Ebert, un organismo alemán de
cooperación internacional. Se caracteriza por manejarse dentro del Comercio justo,
donde coloca gran cantidad de café y que en muchas ocasiones le ha dado la mano
cuando bajan considerablemente los precios del café. Cuenta con un proyecto de
industrialización de café y un centro turìstico para ofrecer sus productos.

Hacemos referencia a las cooperativas de ese grupo cooperativo, en orden a su


nacimiento y ubicación geográfica, que se puede hacer coincidir claramente con el
mapa adjunto: Las cooperativas que se citan a continuación se dedican esencialmente
al cultivo del café´, actividad, sustentada en la pequeña propiedad, ha podido tener un
comportamiento relativamente estable gracias a la organización cooperativa. En
efecto, la agrupación de los productores en las cooperativas Coopepilangosta R.L. y
Coopecerroazul R.L. y su agrupamiento mayor en el Consorcio de Cooperativas de
Guanacaste y Montes de Oro R.L. (Coocafé, R.L.) les ha permitido estructurar una base
económica y social sólida.

Coopecerroazul: Con tan solo 26 mil colones de capital social en 1961, 59 cafetaleros
de Nandayure, Guanacaste, se unieron con el fin de mejorar sus condiciones y obtener
una mejor liquidación por sus cosechas de café , cuenta con 178 asociados y
comercializa, por medio de Coocafé, un total de 2600 quintales por periodo, en el
mercado no Tradicional. De esta forma se asegura el pago de un precio estable y una

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

mejor liquidación final para sus asociados.

Otros beneficios para sus asociados

La cooperativa ofrece asistencia técnica en la ampliación de áreas de siembras


adaptadas a nuevas tecnologías, fomenta la utilización de especies maderables para
sombra y la conservación de suelos. Desde 1982, se han reforestado más de 400
hectáreas y beneficiado a más de 100 productores. Da ventajas a sus miembros y las
comunidades donde opera a través de la venta a precios bajos de artículos de ferretería,
suministros agrícolas y abarrotes; en sus tres almacenes ubicados en Nandayure,
Carmona y los Ángeles.

Entre sus múltiples servicios da crédito para la construcción de 250 viviendas; siembra
y renovación de cafetales, mantenimiento de plantaciones, compra de almácigo y
créditos personales.

Responsabilidad social

La ejecuta en programas de becas y beneficios escolares, donación de terrenos,


reparación de caminos y aportes económicos a Comités de Desarrollo.

- Coopepilangosta, R.L.: se constituyó el 27 de marzo de 1962. Durante los siguientes


20 años el café se siguió produciendo en forma rudimentaria, con poca tecnología y era
considerado por los productores como una actividad complementaria después de los
granos básicos y la ganadería. En 1978, el Instituto de Café de Costa Rica, a gestión de
productores de la zona de la península de Nicoya, inicia posibilidades de crédito y
asistencia técnica para los productores.

Esto permite un notable incremento de áreas de cultivo, la introducción de nuevas


variedades y el uso de una mejor tecnología. Dichos cambios repercutieron en un
aumento sustancial de la productividad y la rentabilidad del cultivo y le dieron un
nuevo impulso a la actividad. En 1982 se construyó la nueva planta beneficiadora con
capacidad para procesar más 10 000 fanegas.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

- Coopeatenas: Desde sus orígenes los productores de café y sus familias consideraron
que la manera más apropiada para cultivar, industrializar y comercializar el café era
mediante una organización cooperativa que fuera de su propiedad. Fue así como se
logra constituir el 10 de enero de 1969, esta importante empresa cooperativa en el
cantón de Atenas, símbolo del progreso social, en armonía con la naturaleza, sus
trabajadores y habitantes. La cooperativa integra a 1937 productores de café y sus
familias.

- Coopesariqui, R.L.: Fundada en 1969 por pequeños productores y está ubicada en San
Miguel de Sarapiquí, en la provincia de Alajuela. La cooperativa ha crecido hasta contar
hoy día con 234 socios activos. Tiene dos almacenes de abarrotes y productos
ferreteros, financia a sus asociados para la compra de abarrotes e insumos para la
producción, además de ofrecerles asesoría técnica y está desarrollando la producción de
abono orgánico a partir de la broza de café.

- Coopesanta Elena: fue fundada en 1971 por 52 costarricenses y 16 cuáqueros


norteamericanos residentes en Monteverde, cuenta actualmente con 101 socios, 30 de
ellos son pequeños productores de café, que manejan sus fincas en armonía con el
ambiente. Participa en el mercado de Comercio Justo, certificación concedida por
Fairtrade Labelling Organizations International (FLO) a través de Coocafé, R.L. Esta
certificación implica ingresos más justos para los productores así como el respeto para
ciertas normas sociales y ambientales.

Responsabilidad social cooperativa


La Cooperativa desarrolla un programa de entrenamiento para jóvenes para
desarrollar el liderazgo y el trabajo en equipo Desde 1996, nuestra Cooperativa invierte
anualmente un promedio $4.500 en becas escolares para estudiantes de secundaria y
universidades. El Tour de Café de Monteverde es una actividad educativa que le permite
apreciar y entender a nuestros visitantes cómo funciona la producción local de café.

Los participantes tienen la oportunidad de visitar algunas de nuestras fincas, observar


el proceso de molido y finalizar degustando una deliciosa taza de café en nuestra
Cafetería y Tienda de artículos relacionados. Durante la época de cosecha, los visitantes
tienen también la oportunidad de participar en las ¨cogidas de café¨ (cosecha del
grano). Café Monteverde ha establecido una sólida reputación debido a la excelente
calidad de su café y a su compromiso social y ambiental, a través de los años a
desarrollado en la comunidad un sinnúmero de programas educativos y ambientales.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

- Coope Montes de Oro: En las tierras altas del Cantón de Montes de Oro, La Unión y
Pitahaya de Puntarenas, surgió en 1983 una cooperativa que inició con 160 asociados
y hoy cuenta con 480 cooperativistas.

La cooperativa con el apoyo del Mesoamerican Development Institute desarrolló y


opera uno de los primeros Secadores Solares para café en el mundo. Con esta tecnología
además de utilizar una fuente de energía renovable y amigable con el ambiente se
obtienen otras ventajas sobre la calidad final del grano.

Coope Montes de Oro cuenta con su propia planta de abono orgánico para reciclar la
pulpa del café, además mediante lagunas de oxidación se le da tratamiento a las aguas
que se utilizan durante el proceso de beneficiado húmedo. La cooperativa gasifica el
pergamino proveniente de Coocafé y lo convierte en energía térmica y eléctrica para los
procesos de café.

- Coopeldos: El cultivo del café empezó a tomar auge hace 40 años en la zona alta de
Tilarán y Abangares gracias a la llegada de agricultores procedentes del Valle Central.
Los problemas de pago y relaciones con los caficultores influyeron para que un grupo
de entre 75 a 80 productores se unieran en mayo de 1971 con el objetivo de crear la
cooperativa.

En un inicio la situación fue difícil principalmente por la falta de capital de trabajo en


ese momento, sin embargo se logró salir adelante con una producción de 1,500
fanegas en 1971 incrementado la producción a 20,185 fanegas en la cosecha 2001-
2002. Con la primera exportación de café orgánico certificado durante la cosecha
1999/2000, Coopeldós R.L. se convirtió en la primera cooperativa afiliada a Coocafé
entregando esta calidad.

- Coopellanobonito: La historia da inicio un miércoles 12 de enero de 1972. Ahora la


forman 630 cafetaleros. La cooperativa cuenta con su propio beneficio, con una
capacidad instalada de 28,000 quintales de café y utilizan la broza de café para
producir abono orgánico. El compromiso con sus asociados también lo cumple con
créditos, asesoría técnica y programas de control de calidad y protección al ambiente.

- Coopepueblos: recuerda cada 7 de mayo como un día muy particular porque un


grupo de 46 productores de café de la zona de Agua Buena, decidieron fortalecer la
actividad cafetalera a través de la conformación de la cooperativa. La cooperativa se
creó en el 2005 e ingresó como miembro afiliada de COOCAFE el 1 de abril de 2006.

El desarrollo de e ste grupo se encuentra ligado a la importante iniciativa del Estado

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

denominada Estrategia de Desarrollo Rural, la cual se ofrece como una brújula para la
acción organizada, que de señales fundamentales para la orientación de los esfuerzos
cotidianos de los distintos actores involucrados en los procesos de desarrollo de la
Península, - de Nicoya-. Esa iniciativa se presenta como una propuesta amplia
dispuesta a establecer las alianzas necesarias para crear las condiciones que hagan
realidad el desarrollo sostenible de este pequeño territorio de nuestra realidad nacional.

Crea el instrumento que haga posible poner en práctica la Estrategia de Desarrollo


Rural definiendo la naturaleza, estructura y normas básicas de funcionamiento de la
Agencia para el Desarrollo de la Península de Nicoya (ADP)

Presenta varios programas subdivididos en subprogramas, como es el Programa


Agropecuario, que tiene el Subprograma Café cuyo objetivo general es generar mayor
valor para los productores de café de la Península, de tal forma que logren elevar sus
niveles de ingreso e incrementar la calidad de vida de sus familias y comunidades
relacionadas

El Subprograma Agricultura Conservacionista que busca impulsar las prácticas de las


agricultura conservacionista tomando como ámbito de acción las cuencas y
microcuencas

El Subprograma Agricultura Orgánica cuyo objetivo general es establecer un


programa permanente de agricultura orgánica que logre posicionarla en los mercados
locales y regionales y convertirse en una opción económica y de vida de la población
participante.

Y el Programa Ambiental dirigido a promover la conservación del ambiente de la


Península como un recurso estratégico para su población, los habitantes de la
Provincia, el país y el mundo.

4.3. Grupo Empresarial Cooperativo


El GECR es una organización cooperativa formada en octubre del 2003, por cuatro de
las más importantes cooperativas de Costa Rica de diferentes giros comerciales y
algunos otros entes no cooperativos. Resalta la participación internacional.

Las cooperativas que forman parte de este consorcio son:

139
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

- Coopemex es una cooperativa de Ahorro y Crédito con 35 años de estar en el mercado


cooperativo. La razón social de la cooperativa es "Servicio Cooperativo Nacional de
Ahorro y Crédito de los Trabajadores Costarricenses, R.L.". Fundada en 1971 en el
Hospital México, de ahí su nombre comercial, ha ocupado desde entonces uno de los
primeros lugares dentro del sector y hoy es una de las principales cooperativas de
ahorro y crédito del país, ocupando el tercer lugar dentro del sector y con más de
55.000 asociados.

- CoopeAgri El General, R.L. nace el 25 de noviembre de 1.962 como la opción para


solucionar los problemas de industrialización y comercialización del café que
enfrentaban los pequeños y medianos caficultores de San Isidro de Pérez Zeledón.

Desde su fundación, CoopeAgri El General R.L. ha evolucionado de manera notoria en


cuanto a tecnología, nivel de producción y alternativas de desarrollo. Se inició con un
beneficio que procesaba 12.000 fanegas y contaba con 391 asociados.

Hoy, tres décadas y media después, es una empresa catalogada como modelo en el
ámbito nacional y latinoamericano, gracias a su diversificación que abarca áreas
como: agrícola, industrial, comercial y financiera.

Actualmente cuenta con más de 10 mil asociados y se ha convertido en una empresa


pionera, que ha impulsado el crecimiento económico en la extensa zona sur de Costa
Rica.

- Conaprosal: fundada en 1974, ubicada en la provincia de Guanacaste, produce y


comercializa más del 80% de la sal del país. Además produce y exporta a diferentes
países el camarón y el mango.

El Grupo Empresarial Cooperativo de Costa Rica representa la oportunidad para el


sector cooperativo y de la economía social de participación directamente en el
emprendimiento de actividades en diversos sectores. Se constituye como una
herramienta de diversificación y complementariedad de los servicios de las
cooperativas miembros del GECR.

La misión del GECR RL será una cooperativa gestora de empresas y servicios de


competitividad de clase internacional, líder en el cooperativismo nacional en la
integración empresarial, bajo el concepto de diversificación del sector cooperativo
mediante su participación en actividades en las que hasta hoy no tiene presencia.

140
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

Objetivos
Promover conjuntamente la gestión de nuevas empresas y actividades orientadas a
fortalecer el desarrollo de sus organizaciones afiliadas; Fomentar mecanismos de
integración empresarial y optimización de los recursos financieros entre sus
organizaciones afiliadas; Desarrollar y brindar servicios que por sus características
signifiquen valor agregado relevante o económico en costos para sus afiliados;
Contribuir al desarrollo y fortalecimiento del sector de la economía social y propender
por lograr la participación del sector cooperativo en actividades de la economía en
donde el cooperativismo no tiene presencia.

Servicios de consultoría

Consultora de Estratégica y de Negocios S.A. (LKS CA Caribe), con oficinas en San José,
República Dominicana y México. Como socio del proyecto se cuenta con la empresa
LKS que forma parte del Grupo Cooperativo Mondragón, País Vasco, España, es el
principal grupo empresarial del país Vasco y el séptimo de España, agrupa
organizaciones cooperativas en el sector industrial, financiero y de distribución.

El GECR R.L. procura facilitar y establecer relaciones de negocios y de otro tipo, de las
organizaciones cooperativas, privadas y públicas con esta importante corporación
cooperativa. Un aspecto de gran relevancia para el GECR ha sido el nombramiento de
LKS CA Caribe como su delegación representativa para Centroamérica y el Caribe.

La especialidad de LKS CA CARIBE es desarrollo de modelos de gestión, elaboración y


desarrollo de programas de capacitación en gestión de trabajo, preparación de
programas de fortalecimiento de diferentes empresas y estudios de factibilidad para el
establecimiento de nuevos proyecto y servicios, entre otros.

Como parte del proceso de expansión de los servicios de consultoría de la empresa LKS,
el GECR gestionó, en asocio de organizaciones cooperativas y de servicios de
consultaría mexicanos, la constitución de LKS México. Y con apoyo de la Asociación de
Instituciones Rurales de Ahorro y Crédito, AIRAC, se constituyó LKS Dominicana. Y en
los siguientes meses se estará conformando LKS Colombia.

Servicios de Salud

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

Para la población asociada a las cooperativas, mediante convenios con diferentes


proveedores de servicios de salud. Formado en asocio de dos cooperativas de salud del
país, constituye una iniciativa de gran significado, tanto empresarial como de
servicios y beneficio a la población cooperativa y en general. Este Grupo fue creado
bajo la figura de Consorcio Cooperativo, tiene el fin de crear una red de servicio de salud
privada a nivel nacional, en condiciones óptimas de calidad, pero accesibles a la
mayoría de la población.

Servicios hoteleros y de turismo y servicios educativos con Universidad


Fundepos
El GERC tiene la primera universidad de Costa Rica, propiedad del sector cooperativo y
se constituye en una herramienta para desarrollar a futuro el recurso humano no solo
a los asociados de las cooperativas puesto que con ella se pretende fortalecer la calidad y
el acceso a la educación superior de la población del país.

Servicios Tecnológicos
Con el Grupo Tecnológico empresa proveedora de servicios tecnológicos en sistemas
para el uso de las cooperativas y la población en general, accesible a pequeños
empresarios del país. Se concentra en tres productos: Sistemas especializados en
autorizar los procesos relacionados con la gestión y pago de servicios públicos y
privados en líneas. Soluciones para la declaración de impuestos mediante sitio
especializado en la declaración electrónica de impuestos, debidamente autorizados por
el ministerio de hacienda y el sistema de punto de venta para pequeñas empresas.

Servicios Fiduciarios
Presta sus servicios fiduciarios a través de Fiduciaria Nacional (FINACIO) se especializa
en la asesoría y administración de servicios fiduciarios de todo tipo. Constituida por
profesionales de gran experiencia en este tipo de servicios, representa una oportunidad
de integración de servicios con las cooperativas miembros del GECR, así como
participación de estos servicios al público en general
.
Sus servicios en materia fiduciaria abarca además: asesorías en el diseño y

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

estructuración de contratos de fideicomiso de diversa índole, consultoría en áreas


operativas relacionadas con la administración de fideicomiso y mandato, revisión de
procedimientos administrativos y ajuste de área específica y asesoría en la
implementación de áreas legales y operativas fiduciarias.

Resultados
Ejemplo de integración exitosa.
?
Buena imagen nacional e internacional.
?
Participación en actividades claves de la economía del país.
?
Servicios de calidad y accesibles para las cooperativas y sus asociados.
?
Distribución equitativa de las utilidades de los emprendimientos entre los 150000
?
asociados de las cooperativas.
Integración de servicios entre las cooperativas.
?
Transferencia de conocimientos y tecnología entre la cooperativa.
?
Proyecto de compras conjuntas para reducir costos.
?

4. 4. Cooperativa Agrícola Industrial Victoria, R.L.


Fundada en 1943, se ubica en Grecia (provincia de Alajuela). El propósito fundamental
de la cooperativa es el mejoramiento económico y social de sus miembros, partícipes de
un importante sector de la agricultura e industria nacionales, como un medio de
superar su condición humana y su formación individual. Las actividades a que se
dedica son:

- La explotación agrícola-industrial de sus fincas, propias o arrendadas; por medio del


cultivo de la caña de azúcar, del café o cualesquiera otras explotaciones agrícola-
industriales que en el futuro fueren convenientes; así como la compra de frutos y
productos provenientes de esas actividades.

- La producción de azúcar, así como la de todos sus derivados o subproductos


obtenidos en el proceso de su fabricación.

- El beneficiado o industrialización del café o de cualesquiera otros productos agrícolas


o agropecuarios

- El mercadeo de productos o servicios que se organicen. Cuenta con un supermercado


llamado El Galerón de las Ofertas.

143
Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
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4.5. Cooprena, R.L.


Es un consorcio costarricense creado por iniciativa de las cooperativas y asociaciones
que lo confirman con la finalidad de organizar, mercadear y comercializar el producto
turístico que ofrecen sus organizaciones miembros.

Cooprena, R.L. actúa como una plataforma de promoción y de capacitación a través de


la cual el producto de turismo comunitario de sus afiliados se da a conocer en el ámbito
nacional e internacional, a su vez que facilita herramientas tendientes a la
profesionalización del sector mediante cursos, seminarios y talleres.

4.6. Coopesilencio R.L.

Es una cooperativa agrícola autogestionaria dedicada a la producción de palma


aceitera, granos básicos, reforestación, ganadería y protección del entorno ecológico.

4.7. Coope San Juan, R.L.


Nuestra reserva y la producción agrícola ofrecen una interesante combinación de
atractivos agro y ecoturísticos. Ofrecemos un bosque privado ideal para la
observación de aves, un pequeño lago, visitas a fincas orgánicas y la experiencia de la
vida comunal.

4.8. Cooperativa de servicios múltiples de Savegre


Con el eslogan “Una manera diferente de hacer turismo en Costa Rica”, es una
cooperativa que abriga más de 15 asociados diseminados a lo largo y ancho de la
cuenca del río Savegre. Abarca desde el norte en la vertiente Pacífica de la Cordillera de
Talamanca y termina al sur, en el Pacífico Central, en el delta del mismo río. Tiene una
extensión de 600 Km. cuadrados.

Los asociados de Coopesavegre se dedican fundamentalmente a actividades agrícolas,


sin embargo desde hace más de 10 años los más antiguos, y otros más recientemente
han desarrollado distintas opciones para el disfrute de turistas nacionales y

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
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extranjeros que los visiten, como una forma de obtener ingresos adicionales y mejorar
de esta forma su calidad de vida. Y se han asociado a Coopesavegre con el fin de
potenciar sus actividades tanto agrícolas como turísticas. La cooperativa tiene su
huerta de plantas medicinales, proyectos de agricultura orgánica y reciclaje de
desechos sólidos, y los hospedajes e iniciativas visitadas son afiliadas a Coopesavegre
R.L.

5 . Cooperativas de servicios múltiples que trabajan independientes


Fuera del esquema de los consorcios hay varias cooperativas de servicios múltiples no
incorporadas a ningún ente cooperativo de segundo grado y que hacen su tarea en
diferentes ámbitos de la economía y la recreación. Algunas de ellas son las siguientes:

- Coonapen, R.L.: para disfrutar y vivir mejor


Esta nueva cooperativa invita a adultos mayores y a personas pensionadas a asociarse
y aprovechar los servicios que brinda la organización. Paseos, bailes, juegos de mesa,
almuerzos y desayunos colectivos, son parte de las actividades que organiza la
Cooperativa Nacional de Recreación y Servicios Múltiples de Pensionados (Coonapen,
R.L.) para sus 44 asociados(as).

La entidad cooperativa, inscrita oficialmente en marzo del 2007, nació para llenar dos
vacíos esenciales dentro de la población adulta mayor: el esparcimiento y la
comercialización de sus productos. Con respecto a este último aspecto, los asociados de
Coonapen R.L. elaboran ropa, zapatos, repostería, pinturas, tamales y productos en
madera, entre otros.

La entidad cooperativa, inscrita oficialmente en marzo del 2007, nació para llenar dos
vacíos esenciales dentro de la población adulta mayor: el esparcimiento y la
comercialización de sus productos. Con respecto a este último aspecto, los asociados de
Coonapen R.L. elaboran ropa, zapatos, repostería, pinturas, tamales y productos en
madera, entre otros.

- Coopeinsermu, R.L.
La única distribuidora de gas L.P. (para vehículos) de Cartago empezó a funcionar

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
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recientemente en las instalaciones de la Cooperativa Industrial de Servicios Múltiples


el Guarco R.L. (Coopperinsermu, R.L.), con el objeto de contribuir a racionalizar el
consumo de combustible nacional, ya que un litro de gas cuesta aproximadamente ¢
241,9.

Algunos otros servicios que brinda, constituida por 50 asociados, son: arreglo de
llantas, taller de mantenimiento, dos tiendas de repuestos y artículos para vehículos
y motos como lubricantes y filtros. Esta cooperativa ofrece además: lavado y engrase,
así como un taller, parqueo e importación de repuestos.

Asimismo, contribuye a transportar combustibles y otros materiales como madera,


productos agrícolas y materiales de construcción para sus asociados y clientes
particulares.

- CoopeAtenas, R.L.
Es una organización Cooperativa de primer grado y de giro agropecuario industrial y
de servicios Múltiples (supermercado, estación de servicios automotrices, almacén de
insumos agrícolas y ferretería y beneficio de café). Fundada el 10 de Agosto de 1969, al
servicio de la comunidad, inició con 93 asociados, ubicada en Atenas, provincia de
Alajuela, Costa Rica, casa de las famosas reposterías de Toronjas (cítrico de la zona), la
famosa Estación Ferroviaria de Río Grande, en la cual se luchó por la unificación
política de Costa Rica en los años 50's, histórico lugar de descanso para los mercaderes
de principios del siglo XIX y poseedor de nuestra más conocida reputación “El mejor
clima del mundo”, la cual atrae a miles de visitantes nacionales e internacionales año a
año.

- Cooperativa de productores de café y servicios múltiples de naranjo


R.L.
Se remonta a los primeros años de la década de los sesenta. Ofrece soluciones integrales
en materiales de construcción y ferretería, loza sanitaria, insumos y equipos agrícolas,
área automotriz, pinturas y acabados y la empresa Lombricompost Coopronaranjo
R.L como parte de su política de calidad y ambiente trata de inculcar a sus asociados y
agricultores en general a métodos de producción más sostenibles. En la parte
ambiental se minimiza el uso de agroquímicos, se utilizan especies nativas como
sombra y se enfoca la producción hacia la protección y mejoramiento de los recursos
agua y suelo como el principal activo de la explotación

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

6. Iniciativas en responsabilidad social y políticas públicas en materia


de multiactividad
Además del excelente trabajo de los consorcios antes mencionados, también
encontramos aspectos relacionados con la multiactividad dirigidos a profundizar el
compromiso solidario de las entidades cooperativas, empeño en el mejoramiento del
ambiente que es reconocido por entidades públicas como son las dos universidades
públicas partícipes del premio “Calidad de vida”, instituido por la Defensoría de los
habitantes.

- Coopebrisas R.L. cooperativa de servicios múltiples también ha tenido


su reconocimiento en el campo de la responsabilidad social
Coopebrisas, R.L. obtuvo en el año 1999 el “Premio al mejoramiento de la calidad de
Vida”, reconocimiento que lo otorgan anualmente la Defensoría de los Habitantes, el
Consejo Nacional de Rectores (Conare), la Comisión para la Defensa de los Derechos
Humanos en Centroamérica (Codehuca), la Universidad Nacional (UNA) y la UCR.
El
premio correspondiente a la categoría Entidad Privada Productora de Bienes y
Servicios correspondió a la Cooperativa de Servicios Múltiples de Santa Rosa de Alfaro
Ruiz (Coopebrisas, R.L.) por ser pionera en su labor y participar activamente en el
proceso integral de gestión y desarrollo de la comunidad de las Brisas de Alfaro Ruiz.

7. Integración con el resto del movimiento cooperativo


Como hemos visto muchas de los consorcios cooperativos y de las cooperativas
trabajan dentro de una comunidad, establecen alianzas comerciales, culturales y de
educación para desarrollar su actividad que tiene en el centro a la persona humana.

El trabajo de esas organizaciones no sería tan productivo si faltara el componente más


importante del sector cooperativo y ese es el resto de cooperativas, los gestores del
cooperativismo y varias instituciones públicas comprometidas con su permanencia y
desarrollo.

Cito el documento del XI Congreso Nacional Cooperativo donde se define al sector

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
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cooperativo como: “El cooperativismo configura un sector empresarial diferenciado,


que combina el imperativo de aplicar parámetros de eficiencia y competitividad, con
aspectos de impacto social y distribución de la riqueza”.

La tendencia en Costa Rica es afianzar el desarrollo del cooperativismo dentro del


Sector de Economía Social, conformando a las empresas cooperativas como empresas
comprometidas con el recurso natural, ofreciendo puestos de trabajo por medio de la
producción. En el Congreso parte de las resoluciones incorporaron el factor del
mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones locales junto con la
responsabilidad social por parte de los y las cooperativistas, de tal manera que se
profundice el aporte del cooperativismo al bienestar de sus asociados (as), sus familias
y comunidades, así como a la creación de empleos de calidad.

Asimismo se acordó impulsar la intercooperación cooperativa en el nivel nacional y el


transnacional, y con empresas de la economía social en el nivel nacional y territorial,
sobre la base de la creación conjunta de tejido productivo, la lucha contra la pobreza, la
generación de empleo y la inclusión social.

Promover y apoyar mecanismos para que las cooperativas e inserten en oportunidades


de negocios que se basen en el aprovechamiento racional del ambiente o en actividades
que contribuyan a disminuir impactos ambientales, incorporándolos como parte de
los procesos de fortalecimiento empresarial con responsabilidad social.
.
La contraparte en la política pública estuvo dirigida a dar un contenido real a la letra del
artículo 64 de la Constitución Política, con la demanda de un apoyo decidido del Estado
y el sector público a las cooperativas, tal como lo enuncia el Artículo 64 de la
Constitución Política, para el fomento permanente del cooperativismo. Lo anterior
traducido en respuestas concretas que den respuesta efectiva a la gestión cooperativa
en política pública, tomando en cuenta su aporte al crecimiento y justa distribución de
la riqueza en el país.

En el Congreso también se consideraron algunas propuestas especiales, entre ellas


encontramos una que tiene relación directa con el tipo de cooperativas que elegimos
por sobresalir dentro del giro económico denominado de Servicios Múltiples, me
refiero a la creación y puesta en marcha de una Comercializadora Cooperativa
Costarricense.

Por la importancia de sus bases y la conexión con las actividades de las cooperativas
incorporadas en este ensayo, transcribo las bases de la decisión del Congreso:

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
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“Considerando que:

1. Costa Rica es un país de vocación agrícola y pecuaria, el cual basa la mayor


parte de sus ingresos a través de la comercialización nacional e internacional
de estos productos.

2. Hemos venido incursionando en el campo de la agroindustria e industria


en general, el cual nos ha permitido obtener una gran variedad de productos
los cuales son colocados fácilmente en el mercado internacional.

3. Los grandes negocios de la mayoría de nuestros productos son realizados


por intermediarios o empresas comercializadoras de capital extranjero que
son los que se ganan el mayor porcentaje en el marco de la intermediación de
los productos realmente comerciales.

4. A través de las Cooperativas se obtienen la mayor cantidad y variedad de


estos productos y que son para mercado nacional o para la exportación.

5. Son pocas las cooperativas que han logrado montar un verdadero


esquema de comercialización y exportación de sus productos en forma
exitosa y que están posesionadas en el mercado internacional.

6. Las cooperativas no cuentan con una alternativa de comercialización que


les permita competir en grandes mercados y poder colocar sus productos en
las mejores condiciones.

El XI Congreso Cooperativo resuelve:

Fomentar la creación y puesta en marcha de una Comercializadora


Cooperativa Costarricense que permita a las cooperativas costarricenses
comercializar sus productos en los mercados nacional e internacional de una
manera justa, equitativa y acorde a las exigencias de los mismos en el marco
de una verdadera.”

En conclusión: En Costa Rica no tenemos la denominación para cooperativas


multiactivas, pero si existe una gran variedad de combinaciones de objetos sociales en
muchas de las cooperativas, existentes dentro del Sector denominado de cooperativas
tradicionales.

La mayoría de ellas se ubica en el campo agroindustrial, con cultivos de café y caña de


azúcar, y otras actividades conexas a las necesidades del desarrollo de la producción.

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Capítulo III. Integración y gestión de la multiactividad / Cooperativas de servicios múltiples dentro de concepto de multiactividad cooperativa /
Roxana Sánchez Boza

Hay una interesante tendencia hacia la incorporación de la responsabilidad social


cooperativa, por medio del comercio justo y producción con respeto del ambiente.

La conciencia de esa responsabilidad nace en el seno del mismo Movimiento


Cooperativo y es reforzado institucionalmente en los Congreso nacionales
Cooperativos y en las políticas públicas que incorporan a las cooperativas como parte
del sector solidario del país.

Dados los cambios en la cúpula cooperativa, no ha sido desarrollada ampliamente la


creación de la Comercializadora, sin embargo, se está hablando de cooperativas
integrales, como una búsqueda de incorporar más grupos, aún no cooperativos, de
una comunidad y que las cooperativas-hasta donde sea posible- puedan ser un
verdadero soporte en los pueblos y pequeñas urbanizaciones.

Como antes mencioné, el grupo de cooperativas de servicios múltiples ha decrecido,


sin embargo, por la historia de las últimas dos décadas del Cooperativismo
costarricense, es un dato que no debe preocupar, porque la disminución de entidades
cooperativas-entre las cuales se cuenta con mayor número, entidades de segundo
grado: federaciones o uniones- ha llevado a un fortalecimiento de las cooperativas de
base y a una recuperación de los beneficios de pertenecer a una cooperativa, por parte
de sus miembros.

Bibliografía
XI congreso nacional cooperativo. Acuerdos y resoluciones. Ed. Conacoop. En cd. 2006.

III censo nacional cooperativo del año 2008.

Estrategia de desarrollo de la península de Nicoya en


http://www.mag.go.cr/bibliotecavirtual/agro21_anexos.pdf, bajado el 30 de julio de
2009.

Ley de Asociaciones Cooperativas N.6756 y sus reformas.

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