Você está na página 1de 9

Causa N/ 13.

036
Cámara Nacional de Casación Penal “Espinoza Padilla, Juan
Pablo s/rec. de casación”.
SALA III C.N.C.P.

REGISTRO N/ 1820/10

///n la Ciudad de Buenos Aires, a los25 días del mes de noviembre del año dos
mil diez, se reúnen los integrantes de la Sala Tercera de la Cámara Nacional de
Casación Penal, Dres. Angela Ester Ledesma, Liliana Elena Catucci y W.
Gustavo Mitchell, bajo la presidencia de la primera de los nombrados, asistidos
por el Prosecretaria de Cámara, Dr. Walter Daniel Magnone, con el objeto de
dictar sentencia en la causa n/ 13.036 caratulada “Espinoza Padilla, Juan
Pablo s/recurso de casación”, con la intervención del representante del
Ministerio Público ante esta Cámara, Dr. Raúl Omar Pleé y de los Dres. Martín
Herrero Carre y Carlos Alberto Craviotto, por la asistencia del imputado.
Efectuado el sorteo para que los Señores Jueces emitan su voto,
resultó que debía observarse el siguiente: Catucci, Ledesma, Mitchell.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
La señora Juez Dra. Liliana Elena Catucci dijo:
PRIMERO:
Las presentes actuaciones llegan a conocimiento de esta Alzada
en virtud del recurso de casación interpuesto a fs. 48/59vta. por la asistencia
letrada de Espinoza Padilla, contra el pronunciamiento de la Sala II de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de esta ciudad,
que confirmó el procesamiento con prisión preventiva del nombrado por
considerarlo prima facie penalmente responsable del delito de tenencia de
estupefacientes con fines de comercialización (art. 5, inc. c de la ley
23.737)(fs.41/43ta.).
El recurso fue concedido por el a quo a fs. 63/vta., las
actuaciones quedaron radicadas ante esta Cámara y se les imprimió el trámite
previsto por la ley 26.374.
Habiéndose dado cumplimiento a la audiencia prevista por el

-1-
artículo 465 bis del Código Procesal Penal, en función del 454 y 455 ibídem
(texto según ley 26.374), a la que sólo asistió la defensa, y cumplida la medida
para mejor proveer ordenada, el expediente quedó en condiciones de ser resuelto.
SEGUNDO:
Con invocación del artículo 456 inciso 2/del Código Procesal
Penal de la Nación, la asistencia técnica del imputado alega que en el caso se han
inobservado normas constitucionales y procedimentales al efectuar una arbitraria
aplicación de ellas.
Considera el recurrente que la resolución recurrida desoye los
estándares fijados en el Plenario “Diaz Bessone”. A su juicio los elementos
colectados en autos son suficientes para descartar con absoluta certeza la
concurrencia de los presupuestos que el artículo 319 del ordenamiento ritual
establece para denegar la libertad durante el proceso.
El fundamento central del impugnante lo constituye la
circunstancia de que la denegación se base principalmente en que, según se
afirma, su pupilo procesal fue declarado rebelde en estas actuaciones, cuando
en realidad dicho extremo nunca ocurrió, pues en un proceso paralelo tramitado
ante la justicia federal de Salta fue citado y se dictó a su respecto sobreseimiento.
Agrega que inclusive desde la presunta comisión del hecho ilícito que se le
atribuye transcurrieron mas de siete años en los que no solo compareció ante las
autoridades judiciales de Salta sino que también se presentó ante distintas
dependencias estatales a fin de regularizar su situación laboral y residencial,
gestionando trámites de CUIT y ante la Dirección Nacional de Migraciones, en
donde obtuvo la residencia precaria en el año 2006.
En conclusión manifestó que Juan Espinoza Padilla cuenta con
arraigo en el país con un domicilio fijo, coincidente con el proporcionado en el
informe ambiental, y posee actividad laboral lícita en el gremio de la
construcción.
Señala que los argumentos del a quo para denegar el derecho

-2-
Causa N/ 13.036
Cámara Nacional de Casación Penal “Espinoza Padilla, Juan
Pablo s/rec. de casación”.
SALA III C.N.C.P.

invocado se apartan claramente de los parámetros establecidos en el citado fallo


plenario. Así considera que no es suficiente recurrir a la amenaza de pena en
expectativa, la situación de rebeldía, la falta de ocupación estable y de
acreditación de una residencia comprobable para denegar arbitrariamente el
derecho de todo justiciable a gozar del proceso penal menos coercitivo en base
al principio de inocencia y a la excepcionalidad de toda detención preventiva.
Por lo expuesto, solicita que se haga lugar al recurso de
casación, se deje sin efecto la resolución recurrida y se reenvíen las actuaciones
a la Cámara de origen a fin de que se dicte un nuevo pronunciamiento conforme
a derecho.
TERCERO:
Sin perjuicio de adentrarme al tema en estudio a tenor de la
doctrina sentada por esta Cámara Nacional de Casación Penal, in re: “Díaz
Bessone, Ramón Genaro s/recurso de inaplicabilidad de ley”, Plenario n/ 13,
Acuerdo 1/2008, del 30 de octubre de 2008, he de dejar a salvo mi opinión
disidente. En el plenario se estableció que: "no basta en materia de excarcelación
o eximición de prisión para su denegación la imposibilidad de futura condena de
ejecución condicional, o que pudiere corresponderle al imputado una pena
privativa de la libertad superior a ocho años (arts. 316 y 317 del C.P.P.N.), sino
que deben valorarse en forma conjunta con otros parámetros tales como los
establecidos en el art. 319 del ordenamiento ritual a los fines de determinar la
existencia de riesgo procesal".
Tal como se evidencia de la lectura del pronunciamiento
atacado, para confirmar la denegatoria de la excarcelación, los magistrados se
basaron principalmente en la calificación legal provisoria asignada a los hechos
investigados y “en el resultado negativo de las diligencias oportunamente
efectuadas en procura de su comparendo” (fs. 43). Este ultimo extremo también
fue considerado por el magistrado instructor, quien afirmó que Espinoza Padilla

-3-
“estuvo rebelde en estos actuados por más de seis años ...” (fs. 14vta.)
Partiendo de los parámetros antes establecidos y analizadas las
constancias del expediente se advierte que pese a lo afirmado en el decisorio
recurrido, la situación de Espinoza Padilla no es la que ilustran las piezas
procesales que corren por cuerda a la causa y que fueran solicitadas como
medida para mejor proveer por parte de esta Sala.
En efecto, si bien es cierto que con fecha 19 de diciembre de
2003, el magistrado federal ordenó la declaración indagatoria al imputado y en
su consecuencia su captura en los términos del artículo 283 del ordenamiento
procesal, no lo es menos que pese a las infructuosas tareas del personal policial
para dar con su paradero entre diciembre de 2003 y mayo de 2004, y haber
formado causa por separado de la original n/ 2897, recién el 11 de agosto de
2006, se dispuso la citación por edictos de Juan Pablo Espinoza Padilla para que
comparecencia ante los estados de ese tribunal a prestar declaración como testigo
(fs. 2372 en fotocopia) última medida útil ordenada en la causa para lograr su
comparecencia.
Ninguna constancia obra glosada respecto de la causa n/ 510
del Juzgado Federal n/ 1 de Salta, en la que con fecha 18 de diciembre de 2003,
se lo declaró rebelde y se ordenó su consecuente captura (cfr. fs. 2040),
oportunidad en la que se libraron las pertinentes notificaciones a las fuerzas de
seguridad y a la Dirección Nacional de Migraciones, delegación Salta.
Como se extrae de cuanto he transcripto, la decisión atacada
se encuentra huérfana de toda motivación en lo que este punto se refiere, pues
no existe justificación racional que permita tener por fundada la posible elusión
de la justicia o el entorpecimiento de la justicia por parte de Espinoza Padilla, en
definitiva, la existencia o no peligrosidad procesal en la causa que justifique el
encarcelamiento preventivo del imputado.
Ello así toda vez que no se dan precisiones sobre las
circunstancias relevantes del caso para analizar la presencia de los aludidos

-4-
Causa N/ 13.036
Cámara Nacional de Casación Penal “Espinoza Padilla, Juan
Pablo s/rec. de casación”.
SALA III C.N.C.P.

peligros, y restringir la libertad ambulatoria del imputado únicamente en virtud


de confusas circunstancias respecto de su paradero en los últimos seis años,
afectando de tal modo la garantía constitucional invocada.
Los magros motivos brindados en el resolutorio y la omisión
de un análisis más fundado descalifica la decisión recurrida como acto
jurisdiccional válido, tal como expresamente lo establecen los artículos 123 y
404 inc. 2 del C.P.P.N. (cfr. Sala III causa n/ 5978 "Siddig, Julio Héctor
s/recurso de casación", 676/05 del 1 de septiembre de 2005; causa n/ 5949
"Tabachnick, Mauricio s/recurso de casación" Reg. 786/05 del 28 de septiembre
de 2005;).
En definitiva, lo así resuelto no importa una derivación de la
interpretación armónica de las reglas involucradas.
Por las razones expuestas, propicio al acuerdo que se haga
lugar al recurso deducido por la asistencia técnica de Espinoza Padilla, sin
costas, se anule el auto recurrido, y en consecuencia, se devuelvan las
actuaciones a la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y
Correccional Federal de esta ciudad, a fin de que se dicte un nuevo
pronunciamiento de conformidad con la doctrina aquí establecida (arts. 123, 316,
319, 404 inc. 2, 456 inc. 2/, 471, 530 y ss. del C.P.P.N.).
Tal es mi voto.
La señora Juez doctora Angela Ester Ledesma dijo:
a. En primer término, interesa puntualizar que en el marco de
la causa nro. 5608 caratulada “Espinoza Padilla, Juan Pablo y otros s/infracción
ley 23.737” del registro del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional
Federal nro. 6 de esta ciudad, se reprocha al nombrado el delito previsto en el
artículo 5/ inciso “c” de la ley 23.737 (ver requerimiento de elevación a juicio
de fs. 85/92).
b. Sentado cuanto precede, he de señalar en lo atinente a la

-5-
medida cautelar impuesta, que el artículo 280 del CPPN (regla general) establece
que la libertad personal sólo podrá ser restringida en los límites absolutamente
indispensables para asegurar el descubrimiento de la verdad y la aplicación de
la ley. Se receptan de este modo los principios instituidos por los artículos 18,
14 y 75 inciso 22 de la CN, 7 y 8 CADH y 9 y 14 PIDCyP.
Es así que, toda decisión jurisdiccional tendiente a privar
provisionalmente de la libertad al imputado deberá necesariamente indicar las
razones objetivas que permitan sostener que aquél obstruirá los fines del
proceso. De tal suerte,“si los magistrados que entienden en la causa no tienen
la posibilidad de demostrar que existe suficiente evidencia de una eventual
intención de fuga u ocultamiento, la prisión preventiva se vuelve injustificada”
(Informe 2/97 de la Comisión IDH, párr. 30).
En esta dirección, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha dicho que “las autoridades nacionales deben ofrecer los
fundamentos suficientes que permitan conocer los motivos por los cuales se
mantiene la restricción de la libertad, la cual, para que sea compatible con el
artículo 7.3 de la Convención Americana, debe estar fundada en la necesidad
de asegurar que el detenido no impedirá el desarrollo eficiente de las
investigaciones ni eludirá la acción de la justicia.” (Caso Bayarri vs Argentina,
resuelto el 30/10/08, por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con cita
de la causa “Chaparro vs. Ecuardor” del mismo Tribunal).
En consecuencia, los jueces podrán disponer una medida
cautelar máxima -encarcelamiento- de acreditarse razones suficientes que
justifiquen la presunción contraria al principio de permanencia en libertad.
c. Para rechazar el planteo defensista, el Tribunal tuvo en
cuenta que el imputado permaneció prófugo durante un período de seis años
(ver fs. 43).
En primer lugar, entiendo que la pretendida rebeldía del
imputado, no puede ser válidamente invocada a los fines de construir la idea de

-6-
Causa N/ 13.036
Cámara Nacional de Casación Penal “Espinoza Padilla, Juan
Pablo s/rec. de casación”.
SALA III C.N.C.P.

que pretenderá eludir la acción de la Justicia, pues, según se desprende de las


constancias de autos, el nombrado no fue debidamente notificado de la existencia
de la causa, extremo que impide afirmar su contumacia.
En efecto, tal como surge de fs. 1824/1825, el juez dispuso el
llamado a prestar declaración indagatoria y simultáneamente ordenó la captura
del encausado. Luego, lo citó mediante edictos a fin de que se presentara como
testigo (ver fs. 2372 de las copias adjuntas). Estas circunstancias demuestran
que no se ha efectuado una adecuada notificación personal del imputado que
permita concluir su intención de sustraerse al proceso, sellándose favorablemente
la suerte de las objeciones expuestas por la defensa en relación a este tópico.
Por otro lado, los magistrados señalaron que Espinoza Padilla
carece de domicilio y trabajo fijo (fs. 43).
En relación a ello, advierto que los jueces incurrieron en una
valoración arbitraria de la cuestión, pues tal afirmación no aparece apoyada en
ninguna apreciación directamente referida a razones de carácter objetivo que
pudieran informar esa convicción, no encontrándose satisfecho el requisito de
fundamentación que establece el artículo 123 del CPPN.
Nótese, que no se han analizado mínimamente las constancias
de la causa para arribar a tal conclusión, lesionándose así las reglas de la sana
crítica, como límite al ejercicio del poder jurisdiccional contra la arbitrariedad,
todo lo cual determina la invalidación de la sentencia como acto jurisdiccional
válido, máxime cuando se soslayó toda consideración en punto a las alegadas
condiciones de arraigo expresamente invocadas por el defensor.
d. Ahora bien, teniendo en cuenta que el planteo articulado por
la defensa versa sobre una garantía primaria del imputado, he de disentir
parcialmente con la solución propuesta por la doctora Catucci, pues considero
que corresponde a este Tribunal expedirse sobre la cuestión involucrada.
Al respecto, interesa precisar que el encausado ha informado

-7-
correctamente su domicilio al momento de prestar declaración indagatoria
(manzana 19, casa 4B del Barrio Nueva Esperanza de Lomas de Zamora,
Provincia de Buenos Aires), datos que fueron expresamente constados por la
instrucción a fs. 1/20 del legajo de personalidad y que resultan coincidentes con
las presentaciones de la defensa.
Además, el defensor alegó que Espinoza Padilla tiene trabajo
fijo en el rubro de la construcción (fs. 50), extremo que también se encuentra
acreditado a través del legajo para el estudio de la personalidad que corre por
cuerda (fs. 1vta., 3vta., y 9).
Por su parte, la demostración de los factores vinculados con la
posible existencia de los riesgos procesales de elusión del proceso, se encuentra
en cabeza del Ministerio Público Fiscal. Es ilustrativo señalar que en esta
instancia, el representante de la vindicta pública no se presentó a la audiencia
correspondiente (ver constancias de fs. 103), ni aportó pruebas que permitan
inferir los extremos que autorizan el encarcelamiento preventivo.
La solución aquí propuesta, se enmarca en los lineamientos
sentados por esta Cámara en el plenario nro. 13 “Díaz Bessone, Ramón Genaro
s/ recurso de inaplicabilidad de ley”, del 30/10/08.
e. Finalmente, resulta procedente la imposición de una caución
personal, en los términos del artículo 322 del CPPN, con arreglo a lo dispuesto
en el artículo 320, último párrafo ibídem y de toda otra medida conducente para
asegurar de manera suficiente la sujeción al proceso y la realización del juicio,
tales como la obligación de comparecer periódicamente ante la sede del tribunal,
la prohibición de salida del país, entre otras (arts. 310 del CPPN).
En consecuencia, corresponde hacer lugar al recurso de
casación interpuesto por la defensa a fs. 48/58, anular la sentencia de fs. 41/43
en lo que se refiere a la prisión preventiva y conceder la excarcelación a Juan
Pablo Espinoza Padilla, bajo caución personal, sin costas (artículos 14, 18, 75
inc. 22 de la CN, 7, 8 de la CADH, 9, 14 del PIDCyP, 123, 280, 320, 322, 456

-8-
Causa N/ 13.036
Cámara Nacional de Casación Penal “Espinoza Padilla, Juan
Pablo s/rec. de casación”.
SALA III C.N.C.P.

inc. 2/, 471, 530 y 531 del CPPN).


Así es mi voto.
El señor Juez doctor W. Gustavo Mitchell dijo:
Que se adhiere al voto de la Dra. Catucci
Por ello, en mérito al resultado habido en la votación que
antecede, el Tribunal RESUELVE:
HACER LUGAR al recurso deducido por la asistencia técnica
de Juan Pablo Espinoza Padilla, SIN COSTAS, ANULAR el auto de fs.
41/43vta., y en consecuencia, devuelver las actuaciones a la Sala II de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de esta ciudad,
a fin de que se dicte un nuevo pronunciamiento de conformidad con la doctrina
aquí establecida (arts. 123, 316, 319, 404 inc. 2, 456 inc. 2/, 471, 530 y ss. del
C.P.P.N.).
Regístrese, hágase saber y cúmplase con la remisión ordenada.
Sirva la presente de atenta nota de envío.
Fdo: Angela E Ledesma, Liliana Elena Catucci y W. Gustavo Mitchell. Ante mi:

Walter Daniel Magnone, Prosecretario de Cámara

-9-

Você também pode gostar