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DINÁMICA ESPIRAL: Capítulo 1

por Don Beck y Chris Cowan


© Copyright 1996, Don Beck and Chris Cowan
Derechos reservados

traducción al español por Miguel Guzmán

TIEMPOS DIFERENTES PRODUCEN MENTES DIFERENTES

Podemos calificar los tiempos actuales de caóticos y turbulentos pero difícilmente podemos considerarlos locos.
Hay coherencia tanto en la razón como en la sinrazón, el orden acecha tras el caos y un caos aún más profundo
acecha tras el orden. Aquellos que tengan ojos para ver, oídos para oír y Espirales en la mente para entender
descansarán más tranquilos sabiendo que, después de todo, el cielo no va a caer sobre sus cabezas. Estos
"magos" no viven en "Planilandia", el país bidimensional de Edwin Abbot, ni su pensamiento tampoco está
atrapado en ciclos repetitivos. Valores, complejidad y cambio tienen nuevos significados en el espacio Espiral, el
mejor lugar para vivir y dirigir negocios en el siglo XXI.

Los humanos de finales del siglo XX estamos atrapados en una tormenta de valores en conflicto. Estallidos
étnicos, crisis diarias e incertidumbres ecológicas ensombrecen el futuro. A modo de frentes meteorológicos, las
fuerzas políticas, tecnológicas y económicas lanzan tormentas y tornados sobre el mercado global. La mayoría
de los ejecutivos, como si fueran pilotos aéreos usando tecnología obsoleta, han sido atrapados por sorpresa en
una corriente descendente. Ni nuestros gurús ni nuestros analistas sociales nos habían preparado para estas
turbulencias. Nadie nos había ayudado a calibrar el altímetro ni a ajustar nuestra brújula, ni mucho menos a
equiparnos con los medios para retomar el control.

Los capitanes de los sectores público y privado están reestructurando, reduciendo, reorganizando y jugando a
alcanzar la curva del cambio sólo para poner las cosas aún peor. Hay bloqueos por todas partes. A muchos
niveles estamos volando a través de tormentas turbulentas de una severidad y complejidad ni siquiera previstas
en nuestras simulaciones. ¿Por qué?

Por un lado estamos entrando en un periodo de histeria milenarista. En el siglo X – cierre de la última fase de mil
años del calendario gregoriano- Europa occidental se sumió en una gran confusión. El pánico atenazó a la
comunidad cristiana pues muchos creían que el año 1000 DC supondría el fin del mundo a manos de alguna
deidad colérica.

Incluso los cambios de siglo agitan a las sociedades. Los franceses tienen el término fin de siècle para aquellos
periodos alocados en los que místicos, adivinos y profetas lanzan sus predicciones de fin de época. Por ello no
es de extrañar que David Koresh y sus davidianos de Waco, Texas, atrajeran tanta atención en 1993 con sus
creencias apocalípticas. De la misma forma no debería sorprendernos ver a tantos ejecutivos, ávidos de gurús,
que se agarran desesperadamente al sabor-del-mes de turno del menú reorganizacional.

No obstante, esta enfermedad cíclica no infecta solamente a los hombres de negocios o a los eurocéntricos, se
extiende por todo el planeta. No importa qué calendario se use, el mundo de hoy es más caótico, más complejo
y más sujeto a las crisis de lo que creemos. Ya vista uno traje, sotana, uniforme militar o vaqueros le toca vivir la
maldición china de estos interesantísimos tiempos.

Por otro lado, sistemas de creencias fundamentales y bien asentados se han desequilibrado poniendo todo en
cuestión. En el pasado estábamos aislados por la distancia física y las comunicaciones a base de señales de

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humo. Ahora tenemos demasiada información y demasiado pronto. Cuando se produce una perturbación en
algún lugar esta reverbera globalmente en cuestión de minutos. A modo de placas tectónicas a la deriva, varios
sistemas de pensamiento – o paradigmas si se prefiere- están colisionando entre sí. Estos roces profundos se
manifiestan en forma de grandes erupciones en la superficie. Las ondas de choque conmueven áreas culturales
enteras, redibujan fronteras nacionales, redefinen mercados, y reescriben escenarios futuristas. Los terremotos
reverberan en cuestiones geopolíticas, relaciones de raza, conflictos étnicos, cismas religiosos, relaciones de
género, educación, negocios, medio ambiente, justicia criminal, y las eternas cuestiones acerca de la moral y de
lo que es correcto.

En tercer lugar, habitamos un mundo políglota y diverso pero aún no interdependiente. Todas las formas de vida
humana estratificadas, desde las sociedades tribales hasta las informatizadas, están en disputa diaria por nichos
vitales y recursos. El final del mundo bipolar dominado por las superpotencias ha supuesto el resurgir de viejas
actitudes, intrusos sorprendentes provenientes de la oscura y violenta historia de nuestra raza. Al mismo tiempo
han aparecido nuevas formas de concebir la vida en la Tierra. Estamos regresando al futuro y avanzando hacia
el pasado topándonos con todos los santos y villanos de la Historia en un tiempo brevísimo.

Las complicaciones de esta diversidad pueden ser abrumadoras. Viejas heridas étnicas vomitan fuego mientras
empresas multinacionales dirigen sus negocios vía satélite inconscientes del pasado feudal que queda allí
abajo. Virtualmente cualquier causa social, ambiental o espiritual, con poco que se utilicen las relaciones
públicas, puede ponerse en primer plano de atención en la televisión global. Todas las personas, cualquier que
sea su nivel de desarrollo – desde indígenas de culturas pre-literarias, habitantes de islas remotas o terroristas
que abrazan algún tipo de fe fundamentalista, pasando por los ciberexpertos que se deslizan por las autopistas
de la información- en el momento en que son el centro de atención se muestran esencialmente de la misma
forma. Es como si todas las visiones del mundo que alguna vez han sido volvieran para reclamar su sitio bajo el
sol y su trozo de la tarta.

Finalmente, nuestras ciencias y tecnologías en expansión han convertido a toda esa buena gente en habitantes
de la aldea global. Nadie se puede esconder. La CNN de Ted Turner y los Boeing 7X7 han colapsado el tiempo
y la distancia. Internet, la telaraña mundial, concentra el conocimiento. Lo que ocurre en cualquier punto es
conocido instantáneamente en todas partes. Tanto las buenas noticias como las malas, con las que tanto se
obsesionan los tiburones de los medios de comunicación, se expanden con el viento. Ideas volátiles corren
como el fuego en una pradera, ardiendo sobre instituciones estables fragmentándolas.

Si un "psicógrafo" pudiera registrar en una escala tipo Richter los convulsiones sociales ¿qué grado de
terremotos humanos estaríamos experimentando actualmente? ¿4,5; 5,7; 7;2?. ¿Incluso peor?. Imagínense
algunas consecuencias...

¿Qué ocurrirá si no hay trabajo para los miles de profesionales cuyos empleos como directivos medios
están desapareciendo a causa de reestructuraciones, reducciones de jerarquías, despidos en las
industrias anacrónicas de la Guerra Fría y de los nuevos empleados del sector tecnológico que no piden
paga de beneficios?
¿Qué ocurrirá si no hay sitio suficiente para los millones de desposeídos del tercer y cuarto mundos,
tantas personas inteligentes que son atraídos como polillas al primer y segundo mundos por las luces de
neón de una "vida mejor" en las ciudades?
¿Qué ocurrirá si el próximo Atila aparece en la televisión global amenazando con sacar su arma nuclear
de bolsillo fabricada a base de excedentes del mercado negro adquiridos a cambio de pan por físicos
que se quedaron en paro?
¿Qué ocurrirá si una versión maligna de algún "ismo" – "esta verdad es la única VERDAD y prevalecerá
a cualquier coste"- de pronto se lanza a la conquista y la dominación? ¿Puede la infraestructura de fibra

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óptica de la aldea global contener a los terroristas que batallan por su guerra santa o su auto-justificada
cruzada?
¿Qué ocurrirá si algún engendro creado por ingeniería genética cae al océano y se extiende
amenazando las formas de vida basadas en el carbono como una especie de amenaza de Andrómeda
casera? ¿O un virus como el ébola o un descendiente de alguna enfermedad más común como la
tuberculosis decide burlarse de los antibióticos y evoluciona hacia una plaga mientras la posible cura se
quema en el incendio de algún bosque tropical?
¿Qué ocurrirá si una de las principales causas de mortalidad humana siguen siendo los propios
humanos? Seguirá la violencia depredadora de la desesperación, del nada-que-perder, de la-vida-es-
barata, poniendo en riesgo cualquier pequeña civilización que logremos poner en pie?.
¿Qué ocurrirá si un radiotelescopio buscando inteligencia extraterrestre encuentra de pronto una señal
clara de una remota galaxia que demuestra que no estamos solos como Masters del Universo? ¿Una
tarjeta enviada por alguien cuyo presupuesto de "investigación pura" no fue recortado?

Las grandes ideas se forjan en tiempos caóticos

Parece que estamos en un punto de inflexión, un desplazamiento psico-tectónico de profundo significado. En el


número de abril de 1974 de The Futurist, Clare W.Graves advertía que la humanidad se estaba preparando para
un "salto trascendental" y deberíamos estar alerta. Su cuarto de siglo de investigación había revelado cambios
pendientes en la naturaleza humana que estaban a punto de impactar en la cultura americana y en el mundo
hasta la médula.

Este fenómeno de cambio profundo no es único. La historia humana está llena de intervalos de turbulencia y
diáspora. A veces, regresos y leves ajustes del statu quo restablecen el equilibrio, pero ocasionalmente estalla
un gran caos que desencadena cambios históricos de gran magnitud. Este parece ser uno de esos momentos.

Los analistas sociales Heidi y Alvin Toffler advierten que... "el mapa del viejo mundo está obsoleto – estamos
sufriendo la reorganización más profunda del poder mundial desde el nacimiento de la civilización industrial."
(New York Times, 31 de octubre de 1993, Pág. E-17).

¿Qué implicaciones tiene todo esto? En primer lugar, necesitamos la flexibilidad suficiente como para tratar con
clanes, tribus, imperios, ideologías, empresas, comunidades humanas y reductos de águilas solitarias que
existen por todo el planeta. Es imperativo trabajar de forma constructiva con grupos desde el primero al cuarto
mundo, desde los ricos hasta los desheredados y desde los poderosos hasta los marginados. No es posible
negar por más tiempo los impactos a largo plazo de nuestras tecnologías ni los costes de nuestro "éxito", ni
eludir las responsabilidades de nuestro potencial.

En segundo lugar, debemos ir a ese núcleo de la naturaleza humana que es la causa de tanto caos. En los
tiempos antiguos en los que la armonía era esencial para sobrevivir parece que podíamos solucionar los
conflictos con un compromiso o con un edicto del jefe. Cuando sólo podíamos recurrir a los arcos y las flechas
hasta las peores decisiones tenían sólo un significado local y limitado. Las disputas de hoy tienen implicaciones
intercontinentales. Todo el mundo sufre el impacto, le guste o no. Algo en nosotros – no sólo nuestras
herramientas- se ha vuelto más desordenado pero enormemente más poderoso.

El efecto Humpty Dumpty

Los tiempos tan complicados que estamos viviendo están tensando nuestra capacidad para autogestionarnos; a
veces la Tierra parece oscilar fuera de control. Hemos topado con el efecto "Humpty Dumpty". Como se describe
en la familiar rima colegial: Tronaba Humpty Dumpty desde su alto muro; mas cayóse un día, ¡y sufrió un gran
apuro!. En la versión de Lewis Carroll se rompe incluso en múltiples fragmentos. Esto ya es una desgracia; pero
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hay noticias peores aún. Todos los caballos del Rey, todos los hombres del Rey, – ¡maximización de recursos!-
¡ya nunca más pudieron a Humpty Dumpty sobre su alto muro tronando ponerle otra vez!. Hacerlo lo mejor
posible no es bastante. No hay cola suficientemente fuerte como para reconstruirlo de nuevo. Los esfuerzos de
los consultores más prestigiosos y los intelectuales más respetados son inadecuados. La entropía vence.

Hay signos evidentes de una inminente situación "Humpty Dumpty". Un catálogo de remedios al minuto,
paquetes de formación al sabor-del-mes, y charlatanes que venden el linimento cúralotodo salen a escena. Las
regresiones al pasado a gran escala, los viajes nostálgicos a la historia corporativa y los enfoques de gestión del
tipo "dame la religión de los viejos tiempos..." se vuelven populares. Debates sobre las "Verdades" en conflicto
obligan a todo el mundo a trazar rayas en la arena de la moral y a defender sus territorios. Las voces estridentes
sustituyen a las calmadas. Los intransigentes reclaman curas simplistas y estrechas. Las modas toman posición
haciendo que todo el mundo se apresure a copiar lo que hacen otros, sin consideraciones de precio o
evidencias de eficacia. Entonces vienen los bloqueos y los impasses. Los alpinistas de la escala corporativa
desembocan en vías muertas. El estrés aumenta mientras la confianza se hunde. La mentalidad del "sálvese
quien pueda" se apodera de individuos, departamentos y del Titanic corporativo en pleno. La desesperanza del
efecto "Humpty Dumpty" conmociona al mundo.

¿Por qué Humpty Dumpty falló al prever el problema? ¿por qué su experiencia, sus teorías académicas y su
formación le fallaron de tal manera? ¿era tan arrogante que se creía insumergible? ¿por qué las predicciones y
los pronósticos fallaron a la hora de advertirle de este peligro inminente, incluso aunque sus colegas habían
visto de cerca las advertencias? ¿temían los mensajeros dar malas noticias? ¿impidieron los guardianes del
statu quo que el mensaje llegara a lo alto del muro? ¿pueden incluso haber disfrutado con su caída?

Sin duda al pobre Sr. Dumpty le habría gustado saber algo más. Los ejecutivos de empresas y otros en puestos
de liderazgo alrededor del mundo sienten que han perdido el equilibrio sin saber por qué. Mientras contemplan
el panorama desde lo alto del muro, Humpty Dumpty parece haberse desparramado por todas partes- en las
suites corporativas, en los centros financieros en las torres de marfil académicas y "think tanks", en gobiernos,
ayuntamientos, iglesias, catedrales, mezquitas y sinagogas, en la ONU y en el parlamento de Canadá, en las
naciones "democráticas" y en las dictaduras.

Estamos ante un serio riesgo a corto plazo porque somos prisioneros de nuestros propios paradigmas. Nuestros
éxitos, igual que el arnés de Humpty Dumpty, nos han abrumado. Pensábamos que nuestro mundo podía seguir
siempre en la misma dirección. Creíamos estar seguros dirigiendo el cambio de allí abajo desde nuestra
posición de superioridad en lo alto del muro. Qué poco sabíamos, cuán limitada y distorsionada se había vuelto
nuestra visión y cuántas cosas no veíamos por culpa de nuestro muro.

Distorsiones en el país de los ciclos

En su libro, Ciclos, Samuel A. Schreiner, Jr., invita al lector a descubrir el país de los ciclos, sosteniendo que "los
ciclos funcionan en todas partes y en todas las cosas. Es más que posible que el estudio de los ciclos revele el
tan buscado principio unificador que permita al hombre entender cómo funciona realmente el Universo" (Pág. 2).

Las oscilaciones del péndulo y las curvas en "S" explican muchas cosas: desde los ciclos de vida (nacimiento,
crecimiento, madurez, declive y muerte) hasta los desplazamientos de largo alcance estacionales, cósmicos,
económicos, poblacionales y generacionales. La industria del petróleo los usa constantemente para seguir sus
mercados. Pero incluso estos patrones pueden ser ilusorios y decepcionantes, especialmente si uno cree que el
péndulo siempre retorna, si espera el tiempo suficiente, al mismo lugar. Si quedamos atrapados en los ritmos
adelante y atrás, arriba y abajo del país de los ciclos, perdemos la unicidad, el cambio cuántico y los flujos
evolutivos.

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Arthur Schlessinger, Jr., el notable historiador americano, sostuvo durante años que el ciclo pendular medio de
liberales a conservadores y viceversa ocurre cada 30 años. Se vio forzado a retroceder a la luz de la
abrumadora victoria republicana en noviembre de 1994. Hubo sólo un periodo de dos años entre ese
desplazamiento y la victoria del más liberal Bill Clinton en 1992. Si nos olvidamos de los ciclos fiables de 30
años entenderemos las Espirales.

Los grandes despertares se inician en el pasado, por tanto interfieren con el predecible arco del péndulo. Ray
Grenier y George Metes observan en Enterprise Networking: Working Together Apart que "… en el pasado
éramos capaces de trabajar y gestionar el cambio porque podíamos predecir los ciclos. Los ciclos son oscuros,
mutantes o discontinuos. Los cambios evolutivos obvian la tendencia planificada." (Pág. 34). Rompen ciclos e
introducen nuevas dimensiones.

Estas noticias son desconcertantes para la gente que sólo estructura los problemas según las soluciones que
sabe manejar. Esto incluye a los que se basan en las predecibles oscilaciones del péndulo adelante y atrás. El
efecto Humpty Dumpty es devastador para el orden establecido, pero esencial para dar el siguiente paso.

Tiempos diferentes producen mentes diferentes

Tiempos diferentes nos obligan a pensar de forma diferente. Los primeros voceros del cambio son
habitualmente profetas como los del Antiguo Testamento que surgen con gritos de alarma, lanzando negros
presagios, predicando penitencia y amenazas de lluvias de azufre y fuego. Los siguientes son los visionarios de
esperanzas mesiánicas y sueños que apuntan hacia el próximo Nirvana. Se ofrecen a conducirnos a la dulzura,
a la salvación, a la bendición – aunque normalmente a cambio de un módico precio. Entonces aparecen los
guías más pragmáticos sin tanta fanfarria ni tanta hubris para conducirnos a través del caos y la confusión y
organizar la tarea de plantar las semillas de los nuevos tiempos.

Es propio de nuestra naturaleza el resolver los problemas para, acto seguido, crear otros nuevos. A los humanos
les encanta embarcarse en búsquedas de uno u otro tipo. La larga lista incluye: el Santo Grial, la ciudad perdida
de la Atlántida, el Mesías, la Paz, Shangri-La, el Campo Unificado, la Auto-Realización, el Nirvana, la Vida
Eterna, la Rama de Oro y el bretón elegido que arranque la espada Excálibur incrustada en la roca.

Hoy empieza un nuevo capítulo de la saga interminable en la que rompemos otra roca y desentrañamos la
naturaleza del pensamiento humano. Con esta traducción a modo de piedra de Rosetta, gente brillante – gente
corriente- puede avanzar las respuestas para las paradojas y problemas que van a plantearse en el curso de los
próximos años. Surgirán magos de muchos tipos, pero... ¿qué mensaje leerán impreso en esta tabla? ¿qué
lenguajes psicológicos hablan los humanos? ¿por qué ha habido tantos mundos diferentes en la Tierra?.

La evidencia histórica es clara: nuevos tiempos producen nuevas formas de pensar.

En tiempos primitivos encontramos refugio en los clanes y seguridad ante un mundo amenazador
activando la capacidad de sentir los espíritus y aplacarlos a través de la magia. NUEVOS TIEMPOS,
NUEVAS FORMAS DE PENSAR.
Cuando la magia y el ritual resultaron sofocantes escapamos cultivando el más crudo sentido del ego y
degollando a los dragones que acechaban en la oscuridad. El ya poderoso individuo buscó dominar a
los que le rodeaban y también a la naturaleza. NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS FORMAS DE PENSAR.
Cuando el caos y la anarquía se adueñaban de todo, buscamos sentido y encontramos paz en el orden
absoluto e incuestionable del Poder Superior o de la autoridad justa, un principio organizador mayor que
cualquier individuo o grupo. NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS FORMAS DE PENSAR.
Cuando el orden absoluto se hizo opresivo y represivo y empezamos a impacientarnos por
recompensas eternamente diferidas, los más individualistas retaron a la autoridad y buscaron cómo
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crear la abundancia para la buena vida aquí y ahora. NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS FORMAS DE
PENSAR.
Cuando tanto materialismo orientado al progreso fracasó en traernos la felicidad nos quedamos solos.
Entonces quisimos redescubrir los sentimientos humanos, retomar la espiritualidad y encontrarnos a
nosotros mismos. NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS FORMAS DE PENSAR.

Desde nuestros primeros pasos erguidos como Homo Sapiens hemos ido de un despertar a otro,
convirtiéndonos en seres ligeramente diferentes en cada uno. Nuevos tiempos producen nuevas formas de
pensar y surge una nueva teoría para cada cosa, la historia se revisa, las prioridades y valores se reordenan y la
gente se maravilla de no haber visto todo ello antes con tanta claridad.

Las visones cambiantes de Tom Peters y los Toffler

Pocos gurús de los negocios han sido tan celebrados en la última década como Tom Peters, ex consultor de
McKinsey & Company, autor, columnista y personaje de televisión. Inicialmente creó su nombre y su fama en
1982 predicando la virtud "en busca de la excelencia" y el GDA, "gestionar deambulando alrededor". Una
década después parecía desdecirse un poco, decidiendo que todo el tema de la "excelencia" era "sobre ideas
extravagantes" y las compañías que seleccionó como "excelentes" no lo eran tanto después de todo. Sólo
hicieron algunas cosas "excelentes" (¿esas cosas eran también extravagantes?).

En el Wall Street Journal de 31 de diciembre de l992 (Pág. A5), Jack Falvey publicó una crítica de su libro,
Liberation Management (1992), opinando de forma no muy favorable. Eligió glosar así al Sr. Peters:

"Mi objetivo en este capítulo final sobre mercados e innovación es confundirles,


no ayudarles a entender las cosas. Creo que, en estos tiempos turbulentos,
aquel que no está confuso de alguna manera no tiene ninguna posibilidad de
éxito."

Hay que reconocer que Tom Peters fue suficientemente sincero como para sugerir que no tenia ni idea de qué
estaba pasando realmente. Aparentemente, como él admite, tampoco lo sabía en 1982, pero como tantos de
nosotros que hemos hecho cosas extravagantes en el pasado él no estaba siendo deshonesto. Estaba
haciéndolo lo mejor que sabía. Informó de lo que vio y entendió. No podía saber lo que no podía, y lo sabía.

Si examina cuidadosamente los seis libros de Tom Peters (y debería hacerlo), comprobará que han producido
un caso digno de estudio para Dinámica Espiral. Obtendrá una clave sobre lo que estamos sugiriendo.
Compruebe los cambios que ha habido desde "En busca de la excelencia" (con Robert H. Waterman, Jr.) y
"Pasión por la excelencia" (con Nancy Austin) hasta "Triunfar en el caos" y de ahí a "Gestión para la liberación".
No podría haber escrito estos libros en una secuencia diferente. En efecto, se percibe nítidamente que hay
algún tipo de patrón que evoluciona. Parece que Peters empieza a reconocer esto en su compendio de
pensamientos interesantes de 1994, "El seminario de Tom Peters". Concluye que ya que los "tiempos locos
producen organizaciones locas" lo que hace falta son perspectivas novedosas para abordar las cuestiones
corporativas.

Como descubrirá en breve, lo que Peters (irónicamente) ahora llama "...bastante raro", es simplemente el
siguiente escalón de desarrollo en la Espiral de los sistemas de pensamiento. También llegará a la conclusión
de que los principios que Peters (y Peter Senge, Edwards Deming y otros muchos) defendían nunca eran LA
solución, sino UN conjunto de soluciones basado en una región determinada dentro del espectro posible de
formas organizacionales.

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La popular trilogía de Alvin y Heidi Toffler – "El shock del futuro", "La tercera ola" y "El cambio del poder"- revelan
también un patrón de cambio. Pero incluso su libro de 1993 "Guerra y anti guerra. Supervivencia en el amanecer
del siglo XXI", aun no revela las fuerzas profundas que rigen las grandes transformaciones. Aunque la
descripción de los síntomas hace entretenida la lectura dejan sin responder la pregunta: ¿por qué ocurren tales
cambios?

Tom Peters y los Toffler no son los únicos que evitan responder a esta difícil cuestión. Se observa cómo también
se evade en las últimas "revistas de moda" que encontramos en las estanterías de los aeropuertos o en las
salas de espera para ejecutivos, sus prometedoras portadas apuntan a cualquiera que quiera conocer lo último
en ventaja competitiva, ideas punteras, y los perfiles de personajes que han conseguido el éxito. Las
selecciones más inspiradas ofrecen caminos de crecimiento, realización, paz de mente, familias sanas y vidas
armoniosas en medio del estrés de un mundo incierto.

Todos se hacen la pregunta: ¿Por qué? Es como si nos hubieran bendecido con las elegantes teselas del
mosaico pero no tenemos el diseño. Hay montones de ideas, perspectivas parciales y aportaciones inteligentes
pero falta el artista con su plan para convertir todo el lote en un cuadro elegante, integrado y falta la argamasa
para mantenerlo todo unido.

¿Cómo pueden ensamblarse las piezas? ¿qué hay en nuestro ADN, en el modo en que el cerebro origina la
mente que produce esas nuevas perspectivas y pensamientos?. Algo invisible, intangible pero poderoso dirige
estos cambios y estas secuencias de transformación. ¿Qué es?, ¿una fuerza poderosa? ¿un patrón científico?,
¿un espíritu místico?, ¿una ley cósmica?, ¿pura casualidad?, ¿el dado de Dios después de todo?.

El maravilloso mundo de las espirales

"Existe una teoría según la cual la historia se mueve en ciclos. Pero, como una
escalera espiral, cuando el curso de los eventos humanos cierra el círculo
continúa en un nuevo nivel. El ciclo del péndulo de los cambios culturales no
repite simplemente los mismos eventos una y otra vez. Sea o no cierta la teoría
sirve como metáfora para dirigir nuestra atención. El tema del libro [¡y de
Dinámica Espiral también!] representa ese ciclo espiral: el caos da paso al
orden que, por su parte, origina nuevas formas de caos."

Stewart, Ian, ¿Juega Dios a los dados? La nueva matemática del caos,
Basil Blackwell, Cambridge (MA) 1989.

Observe la elocuencia de la espiral. Considere su integridad interna, su elegante arquitectura. Todo conecta con
todo. Con el ojo de su mente, dibuje la belleza de una concha de mar, con el oído de su mente, escuche su
rugir. Ahora imagine la mesa de un banquete del día de acción de gracias. El mítico cuerno de la abundancia
derrama de su cornucopia espiral la abundancia de la cosecha. Después, piense en el cielo. Observe el cosmos
e imagine el lugar que ocupa la Tierra en él, un punto giratorio más que sigue a otros miles de millones similares
en la Vía Láctea, ella misma también un glóbulo giratorio entre otros miles de millones.

Existen espirales desde el mundo subatómico hasta los reinos interestelares, es como un fractal universal.
Dentro del núcleo celular están las largas cintas espirales de ADN en las que descansa el código genético de la
vida. En el extremo opuesto, lejanas galaxias espirales nos envían saludos desde el pasado. Las espirales están
vivas, son mágicas, poderosas y multidimensionales. Pueden ser tan temibles y destructivas como un tornado o
seductoras y recurrentes como un remolino. Quien las ignora lo hace por su cuenta y riesgo.

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Ralph Waldo Emerson describió la vida en una escalera espiral: "despertamos y nos encontramos en una
escalera, hay escaleras por debajo de nosotros por las que parece que hemos ascendido, hay escaleras por
encima que se pierden de vista." La espiral de la vida es expansiva, sin fin, continua y dinámica. Todos sus giros
están vivos al mismo tiempo. Incluso hay una inteligencia interna que los dibuja todos juntos en una estructura
jerárquica: las curvas de la vida.

Llega el pensamiento: Dinámica Espiral

Este libro trata de las fuerzas internas de las espirales humanas que giran a través de las mentes individuales,
conducen a las organizaciones a nuevos horizontes, y empujan a las sociedades a evolucionar a través de
sucesivas capas de complejidad. Trata también acerca de un cuerpo de conocimiento que aúna todo lo que
había antes en cuestión de liderazgo, gestión y diseño organizacional. Finalmente, trata de las Mujeres, los
Hombres y los Caballos del Rey de la próxima era. Llegan justo a tiempo, como la caballería en una película del
viejo Oeste. Podemos llamarles los Magos de la Espiral.

Su tarea es muy importante. De nuevo en Enterprise Networking, Grenier y Metes concluyen que…

"Para prevalecer en este nuevo ambiente – este remolino de complejidad-


debemos apuntar más allá de la raya. No podemos sólo apuntar la tendencia,
enmarcar el problema en los términos que nos resulten familiares y diseñar así
la solución. Así nunca seremos capaces de reaccionar al siguiente nivel de
complejidad para el que se nos requerirá."

Los problemas que se nos avecinan en la transición al siglo XXI sólo pueden resolverse con las soluciones que
ellos mismos crean. Los patrones se repiten a sí mismos: nuevos tiempos demandan nuevas formas de
pensamiento. Sólo que esta vez las "nuevas formas de pensamiento" deben ser más que un próximo paso en la
escalera de Emerson. Debe avanzarse "mucho más allá de la raya." Cuando Vaçlav Havel, Presidente de la
República Checa, aceptó la Medalla de la Libertad de Filadelfia en el Salón de la Independencia el 4 de julio de
1994 resaltó:

"Hay buenas razones para sugerir que la edad moderna ha terminado. Muchas
cosas indican que estamos en un periodo de transición en el que parece que
algo está surgiendo y algo más está siendo parido con dolor: Es como si algo
se estuviera derrumbando, decayendo y consumiéndose, mientras otra cosa
aún no bien definida estuviera surgiendo de los escombros."

La construcción de la Dinámica Espiral

Cada vez que experimentamos los Nuevos Tiempos, la nueva secuencia de pensamiento, se desarrolla una
visión controvertida y revolucionaria de la naturaleza humana. La síntesis de ideas, perspectivas y teorías
resultante conduce a un estimulante reajuste del concepto de lo que significa ser humano.

Estamos ahora en la séptima expresión de las secuencias de tiempo/formas-de-pensamiento. Se reanuda la


búsqueda de los mecanismos centrales que forman la naturaleza humana, pero esta ocasión va a ser
revolucionaria. Creemos que el conocimiento y las perspectivas cruciales para descubrirla existen ya en las
contribuciones de dos grandes del pensamiento. El primero es el esquema expansivo de los Niveles de la
Existencia Humana desarrollado por Clare W. Graves, antiguo profesor emérito de psicología en el Union
College de Nueva York. El segundo es el concepto de "memes" introducido por el biólogo británico Richard
Dawkins y amplificado más tarde por el psicólogo Mihaly Csikszentmihali. Juntos combinan las lecciones de la
biología molecular y de la neurociencia con la investigación psicológica más tradicional.
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El guía en el Mohawk

Nuestro amigo y mentor Clare W. Graves, vivió y trabajó en el alto valle del Hudson, a sólo unas millas del
histórico río Mohawk y el canal del Erie. Graves fue un profesor de psicología relativamente anónimo en los años
posteriores a la II Guerra Mundial. Como suele ocurrir, la energía de los tiempos de guerra y la euforia de la
posguerra sirvió de campo de cultivo a pensamientos visionarios y a atrevidos logros del conocimiento humano.
Ese fue el caso de Graves. En vez de retomar las viejas construcciones psicológicas o participar en el debate de
turno entre teorías en conflicto, decidió empezar desde cero buscando las razones existentes detrás de las
visiones cambiantes de la naturaleza humana.

Graves buscó llegar al núcleo de la cuestión y explorar por qué la gente es distinta, por qué algunos cambian
pero otros no y cómo navegar mejor a través de las emergentes y a veces caóticas versiones de la existencia
humana. Según él dice:

"Brevemente, lo que propongo es que la psicología del ser humano maduro es


un proceso espiral, emergente y oscilante en continuo despliegue marcado por
una progresiva subordinación de comportamientos más antiguos y de orden
inferior a otros más nuevos y de orden superior, conforme van cambiando los
problemas existenciales del hombre."

En otras palabras, el pensamiento humano va evolucionando en paquetes reconocibles al tiempo que el mundo
alrededor se va volviendo más complicado e intentamos ponernos a su altura. Además estamos alterando
constantemente nuestro mundo porque somos inteligentes. Graves fue uno de los primeros psicólogos que
entendieron que vivimos, actuamos, tomamos decisiones, y sufrimos el cambio a través de sistemas complejos.
Sus dibujos informales e ilustraciones resultarán familiares a cualquier estudiante serio de física cuántica,
sistemas generales y teoría del caos.

La orientación de Graves fue la de integrar lo "bio", lo "psico" y lo "socio" uniendo el conocimiento humano y
rompiendo los muros de la academia que separaban disciplinas y campos. En una fecha tan temprana como
1973 ya apuntaba la importancia crítica de la investigación mente-cerebro centrándose en cómo las estructuras
neurológicas y las redes dan forma a la mente y cómo esta es activada por determinados agentes químicos y
por las condiciones de vida. Tales especulaciones llegaban a ser herejías en los años dorados de la visión
humanista que desembocaron luego en la corrección política y en la ortodoxia igualitaria de hoy, pero Graves
mantuvo el paso.

Él habría resumido su punto de vista en los siguientes términos:

1. La naturaleza humana no es estática, ni finita. La naturaleza humana cambia al ritmo que lo hacen las
condiciones de vida, creando nuevos sistemas.
2. Cuando se activa un nuevo sistema o nivel cambiamos nuestra psicología y reglas de vida para
adaptarnos a las nuevas condiciones.
3. Vivimos en un sistema de valores potencialmente abierto con un numero infinito de modos de vida
disponibles. No hay un estado final al que podamos aspirar.
4. Un individuo, empresa, o sociedad puede responder positivamente sólo a aquellos principios de gestión,
estímulos motivadores, fórmulas educativas y códigos éticos adecuados al nivel correspondiente de
existencia humana.

Un vórtice espiral es la figura que mejor refleja la emergencia de los sistemas humanos evolucionando a través
de niveles de complejidad creciente. Cada giro ascendente de la Espiral marca el despertar de una versión más
elaborada sobre la que ya existe en un momento dado. La Espiral humana consiste, por tanto, en una cadena
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enrollada de sistemas de valores, visiones del mundo, y actitudes que son cada una producto de su tiempo y
condiciones.

Clare Graves fue un hombre adelantado a su tiempo. A finales de los 70 la revista MacLean’s de Canadá se
refería a sus conceptos como la "teoría que lo explica todo." Aunque él podría encogerse de hombros ante tal
afirmación su trabajo es realmente extenso y elegante, un proceso comprehensivo de pensamiento, paquetes de
sistemas, y estrategias de acción cuyo momento aún no había llegado hace dos décadas.

Pero el tiempo es capaz de cribar el trigo de la paja en materia de ideas. Las construcciones de mayor poder
explicativo y mejor aplicación práctica tienden a prevalecer. Sólo ahora, una década después de su muerte las
contribuciones de Graves están siendo ampliamente conocidas y reconocidas. La investigación contemporánea
ha desarrollado y validado, más que refutado, la teoría de la emergencia, cambio y transformación humanos que
él propuso. Una vez que usted comience a pensar en términos Gravesianos encontrará que este punto de vista
tiene el poder y la precisión de operar con personas y fuerzas sociales de todo tipo, desde hostiles señores de la
guerra y virulentos "ismos", hasta agencias de ayuda que tratan con víctimas y fuerzas de paz aturdidas por la
confusión del conflicto.

Los mismos principios de la Dinámica Espiral se pueden aplicar a una persona, a una organización o a una
sociedad entera. Al describir la naturaleza humana en sentido universal más que a través de tipos de
personalidad o rasgos raciales, de género o étnicos, el modelo provee un lenguaje común para gestionar
problemas locales y globales. Ofrece un marco unificado que hace posible un pensamiento y acciones
genuinamente holísticos.

Graves estaba implicado en una investigación como científico social, una gran proporción de su trabajo se
dirigía realmente al sector de negocios. Su artículo "El deterioro de los estándares de trabajo" apareció en la
Harvard Business Review de Noviembre de 1967. No sólo predijo la erosión de la productividad americana, sino
que puso los cimientos para el interés actual en la calidad total y la reingeniería. Como descubrirá, el sistema
conceptual de Graves provee los componentes del factor humano que los seguidores de Edwards Demming han
estado buscando y que muchos otros ni siquiera se han apercibido aún de su falta. Su modelo ofrece la
cartografía necesaria para transformar una compañía o una cultura para hacerla saludable y receptiva a la
introducción de tecnologías complejas y al cambio rápido.

GENES Y MEMES: corredores en el circuito del ADN

En The Evolving Self (HarperCollins, l993), Mihaly Csikszentmihalyi utiliza la expresión "memes" en contraste
con genes para identificar los orígenes del comportamiento humano en oposición a las características físicas.

El término es sí mismo fue introducido hace unos años por Richard Dawkins que abrevió la raíz griega
"mimeme". Tanto él mismo como otros lo han utilizado para describir la unidad de información cultural, que
puede ser una ideología política, una tendencia de moda, un uso del lenguaje, una forma musical o un estilo
arquitectónico. En el número de marzo de 1994 de la revista Wired, John Perry Barlow afirmaba que la idea de
Dawkins implica… "patrones de información auto-replicables que se propagan a través de las ecologías de la
mente, un patrón de reproducción muy parecido al de las formas de vida… Se auto-reproducen, interactúan con
el entorno y se adaptan a él, mutan, persisten. Evolucionan para ocupar los nichos vacíos de sus entornos
locales, que son, en este caso los sistemas de creencias circundantes y las culturas de sus portadores:
principalmente, nosotros."

Por tanto, lo que los genes bioquímicos son al ADN, lo son los memes a nuestro ADN psicocultural. Los genes
son las unidades de información de nuestra naturaleza física derivados de las aportaciones genéticas de mamá
y papá y de las propiedades heredadas de nuestra especie. Los memes nacen, según Csikszentimihalyi,
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"cuando el sistema nervioso humano reacciona a una experiencia." (Evolving Self, Pág. 120). Son unidades de
información en nuestra conciencia colectiva y transportan sus visiones a través de nuestras mentes.

Un meme contiene instrucciones de comportamiento que pasan de una generación a otra, artefactos sociales y
símbolos cargados de valores que cohesionan los sistemas sociales. Como si fuera un virus intelectual, un
meme se reproduce a sí mismo a través de conceptos tales como estilos de vestir, tendencias del lenguaje,
normas culturales populares, diseños arquitectónicos, formas de arte, expresiones religiosas, movimientos
sociales, modelos económicos y principios morales que regulan cómo se debe vivir.

Los memes actúan como partículas. La Dinámica Espiral propone la existencia de otro tipo de meta-memes
similares a grandes olas: los sistemas o memes de valores. Estos memes de valores son principios
organizadores que funcionan como atractores para esos memes ricos en contenidos que describen Dawkins y
Csikszentimihalyi. Los grandes memes de valores son los aminoácidos de nuestro ADN psicosocial y funcionan
como la fuerza magnética que une memes y otro tipo de ideas en paquetes cohesionados de pensamiento.
Aunque se encuentran en cada mente humana, los memes de valores son tan vitales que se introducen en
grupos enteros de personas y empiezan a estructurar sus actitudes por su cuenta. Los memes de valores
establecen el ritmo y el proceso para aglutinar creencias. Estructuran el pensamiento, los sistemas de valores,
las formas políticas y las visiones del mundo de civilizaciones enteras. Los memes de valores son los ejes de las
culturas corporativas que determinan cómo y por qué se toman las decisiones. Nuestro perfil individual de
memes de valores es el centro de nuestra personalidad y establece el tono de nuestras relaciones ya seamos
excursionistas felices o almas sin descanso.

Mientras los genes evolucionan despacio, los sistemas de decisión formados por los memes de valores siempre
están en movimiento. Los memes de valores pueden ser tan dominantes que parecen como arquetipos y son
fácilmente malinterpretados como "tipos" de personas. Cuando hay varios en armonía, los memes de valores
resuenan como las notas de un instrumento musical. En cualquier caso, memes de valores en conflicto pueden
conducir a individuos problemáticos, familias disfuncionales, enfermedades corporativas, iglesias fracturadas, y
civilizaciones en declive y caída. Debido a que están vivos, los memes de valores oscilan como las mareas, se
intensifican y disminuyen como luces de un árbol de navidad conectadas a un regulador. Varios diferentes
pueden alinearse en apoyo de una cuestión, idea o proyecto determinados porque comparten un mismo
contenido de valores. En otras ocasiones, gentes con esquemas de toma de decisiones basados en los mismos
memes de valores pueden discutir violentamente sobre los detalles de sus creencias y de lo que es "bueno",
degenerando en guerras santas o (in)civiles.

Podemos tener genes tóxicos y peligrosos que predicen las enfermedades que tendremos en el futuro (cómo
gestionar este conocimiento puede ser la cuestión más importante a la que se enfrenta la ética médica hoy en
día). Podemos tener memes horribles que anidan entre nuestras actitudes, creencias y comportamientos. De la
misma forma uno puede encontrar memes de valores inadecuados que han tomado el control de determinados
individuos y organizaciones o culturas. Las fuerzas que nos permiten responder a nuevos problemas en el
entorno pueden también bloquear una adaptación con éxito si los memes de valores no son sanos. Cualquier
fuerza, llevada al extremo, se convierte en una debilidad. No hablemos de tantas grandes culturas que quedaron
convertidas en meras notas a pie de página. Sus memes de valores se eclipsaron mucho antes que sus
monumentos.

Los memes de valores codifican las instrucciones para nuestras visiones del mundo, las asunciones acerca del
funcionamiento de las cosas y la lógica que hay detrás de las decisiones que tomamos. Para clarificarlo con una
ilustración pensemos en el típico "yuppie" que todos hemos conocido: competitivo, frenético, autónomo y
buscador de estatus. Expresa con toda intensidad lo que codificamos como meme de valores NARANJA.
Normalmente atrae elementos tales como vestir un buen traje, conducir un coche de marca prestigiosa, ser visto

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en los lugares adecuados con una pareja o esposa bella y con clase, dar los pasos pertinentes para guiar su
carrera profesional y buscar la autonomía al tiempo que el éxito material.

Mientras un meme de valores siga lanzando repetidamente sus mensajes el patrón continuará existiendo. Puede
ser heredado por los hijos que lo adaptan a su propia música, a sus modas y a sus poses en el centro comercial.
Los procesos de los memes de valores pueden ser dominantes en un vecindario y centrales en la política de una
comunidad. Pueden disminuir, permanecer estables o intensificarse. El NARANJA es sólo uno de los ocho
memes de valores principales de la Espiral.

Los memes de valores son como una forma de vida paralela. No somos muy conscientes de su poder porque
sólo podemos inferir su existencia indirectamente mediante los patrones de comportamiento y artefactos que
giran a su alrededor. Pero al igual que las bacterias intestinales que digieren la comida por nosotros, los memes
de valores ayudan a nuestras mentes a descifrar el mundo. La Dinámica espiral describe cómo actúan en tres
niveles distintos pero interrelacionados:

Los individuos poseen memes de valores dominantes que dan forma a sus prioridades de vida y
valores, desde el que está en el nivel de supervivencia hasta el habitante de la aldea global, y más allá.
La educación de los niños incluye el saber despertar, guiar y enseñar los memes de valores en su forma
sana en el momento adecuado. La aparición de nuevos memes de valores normalmente provoca una
crisis personal en la familia y en las relaciones de trabajo. Las carreras de los ejecutivos son muy
vulnerables a estos conflictos y sobrecargas.
Las organizaciones tienen sus memes de valores que determinarán su éxito o fracaso en un mercado
competitivo o en los tribunales de la responsabilidad social al nivel de su ADN cultural básico. Mientras
la tarea de los expertos en organización ha sido por mucho tiempo la de refinar o ajustar las clavijas de
lo que hacen las compañías, ahora empieza la tarea de despertar los nuevos memes de valores. El
cambio memético es, con mucho, un reto mayor que el de "trabajar mejor y más duro".
Las sociedades, sean locales o nacionales, oscilan de un lado a otro a no ser que están firmemente
asentadas en aquellos memes de valores críticos que son congruentes con los mundos que ocupan.
Tanto la confusión como la estabilidad son producto de memes de valores en acción, aunque pocos
analistas se las arreglan para mirar a través de la niebla de ideas confusas para verlos.

Estas son sólo algunas de las manifestaciones de los sistemas de valores centrales en acción. La Dinámica
Espiral es un modelo del que cuelgan los surgimientos y las expresiones de los memes de valores. Este es el
principio organizador que desvela el por qué del caos aparente y traduce nuestros lenguajes de valores. En vez
de categorizar los comportamientos y clasificar a la gente – hay muchos otros modelos que hacen eso- la
Dinámica Espiral guiará su búsqueda por los memes de valores invisibles y vivientes que circulan a gran
profundidad en los sistemas humanos y laten en los centros de toma de decisiones de todos los corazones de
personas, organizaciones y sociedades.

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