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SEÑORAS Y SEÑORES

El qué

El tema planteado en el presente trabajo es el desarrollo de un nuevo fenómeno en materia


de radiodifusión. Desde hace algo más de una década los radioescuchas uruguayos, y
particularmente los montevideanos, se han visto sorprendidos al encontrar en su dial alguna radio
que desconocían. Las distintas emisoras que integran esta realidad suelen presentar ciertas
características comunes, aunque en ocasiones pueden prescindir de alguna de ellas. Todas estas
radios coinciden en un par de puntos centrales: la falta de una autorización de parte del Estado y
la potencia con que emiten.
Agregadas a estas dos características iniciales aparecen otras más, vinculadas
directamente con quiénes son los responsables de las mismas. La casi totalidad son
emprendimientos juveniles, pero no de todas las zonas de Montevideo, sino de aquellas que se
suelen asociar a los sectores de menor nivel económico, entiéndase por tales clase baja, media
baja y media, es decir los barrios ubicados en las zonas Oeste y Norte de la ciudad.
Desde el punto de vista técnico todas estas emisoras, con una sola excepción, han
funcionado en Frecuencia Modulada. Esto se debe a que disponer de equipos para transmitir allí
y no en Amplitud Modulada resulta más económico. Pero el factor económico no es el único
determinante en este punto. En general todos los emprendimientos tienen como objetivo no más
que cubrir algunas cuadras o kilómetros a la redonda, lo que se logra de manera menos costosa y
con mejor sonido en Frecuencia Modulada. El hecho de que no exista la intención de cubrir
grandes áreas conduce a que todas estas emisoras transmitan con potencias muy pequeñas. Como
después se verá, sus potencias de emisión -salvo dos excepciones no utilizan más de 30 vatios-
son enormemente inferiores a las potencias utilizadas por cualquier radiodifusora legalmente
establecida.
A diferencia de las radios comerciales ninguna de estas radios se plantea el lucro como su
objetivo. Ni siquiera como una posibilidad. Ser sin fines de lucro es una condición básica para
todas las emisoras aquí estudiadas. Sus objetivos son meramente comunicacionales, servir como
canal de expresión a una persona o un grupo, más allá de la forma de organización que se elija.
Dado que ninguna radio persigue ganar dinero, es fácil concluir que nadie vive del trabajo que
realiza en ellas, por lo cual sus horas de emisión suelen coincidir con el tiempo libre de sus
participantes.
Para resumir, el estudio realizado se refiere a todas aquellas radios de corto alcance que
hoy día emiten sin autorización del Poder Ejecutivo, no presentan fines de lucro y son realizadas
ciertamente de forma artesanal, por gente que no suele estar vinculada con anterioridad a los
medios de comunicación. Casi todos sus integrantes se van formando en la práctica con medios y
recursos escasos, pero como contrapeso, con una decidida voluntad de tropezar y levantarse.

1
El porqué

La aparición de este nuevo fenómeno radial se ubica a mediados de los años ‘80. Desde
entonces, tímidamente, la cantidad de estas emisoras ha ido en gradual aumento; bien gradual,
bien en aumento. Hoy, fines de 1998, existen una quincena de radios que ocupan un lugar en el
dial, unas todos los días y otras cada tanto, y éste es, sin ninguna duda, el momento de mayor
efervescencia. Aunque es posible suponer que pueda aumentar el número de radios y por lo tanto
el conocimiento del público en general y la difusión de esta problemática, el actual es un
momento fundamental. Por un lado, porque como se ha dicho es el tiempo de mayor desarrollo y
por otra parte porque a nivel legislativo la cuestión está siendo discutida y se podría avecinar
alguna decisión parlamentaria que influya en el desarrollo de estas radios.
Es importante tener claro que más allá del número actual de involucrados lo que está en
discusión no solo les afecta a ellos sino a cualquiera que en el futuro comparta sus inquietudes.
Lo que está planteado por estos días en las comisiones de Defensa Nacional de Senadores y
Diputados es ni más ni menos que el alcance de cuestiones como la libertad de expresión, la
libertad de información -tanto de darla como de recibirla-, la ecuanimidad o no en la forma en
que el gobierno otorga los permisos para radiodifusión, la posibilidad de que existan medios de
alcance barrial, sin fines de lucro y a cargo de organizaciones sociales. Es decir que la discusión
no es mínima, así como tampoco es mínimo el interés que debería despertar en aquellas personas
que están relacionadas a los medios de comunicación. Sin embargo la organización que reúne a
los periodistas uruguayos (A.P.U.) no solo no tiene ninguna posición tomada al respecto, sino
que tampoco nunca se planteo el tema1. Esto se fundamenta en que la presencia de estas radios no
afecta a APU en términos laborales, ya que es nula la participación de sus asociados en este
nuevo fenómeno.
La realidad que viven los medios de comunicación en Uruguay sin duda que está
vinculada a la aparición de estas nuevas radios. Dichos medios no están exentos de
responsabilidad. Tal como se expresa en un boletín de la Iglesia Metodista de Chile referido a la
“radio popular”, “Lo nuevo es hijo de lo viejo. La existencia de las actuales radios populares o
comunitarias se debe, en rigor, a que las radios comerciales no supieron a tiempo abrir canales
de participación y expresión popular en sus programaciones. Su responsabilidad ante el
surgimiento y desarrollo de la radio popular reside allí. Es preciso que históricamente asuman
esa responsabilidad. Probablemente hoy no lo aprecien obnubilados por la contingencia, pero
más adelante tendrán que admitir su cuota de participación y, de algún modo, paternidad de
este hijo no deseado. La omisión, restricción o la ceguera de los empresarios radiofónicos ante
la necesidad histórica de que el pueblo acceda real y plenamente al medio radial, crearon la
posibilidad de que éste se tomara por sí mismo el rol protagónico y generara sus propios medios
radiales. No se puede, entonces, rasgarse las vestiduras ante las consecuencias de las propias
conductas”2.
En sentido similar apunta una reciente declaración de la Suprema Corte Constitucional
de Alemania, que en una serie de fallos judiciales afirmó que la explotación privada de los
medios de comunicación no garantiza la libertad de expresión a través de los mismos3; y
concluye que para que ello realmente ocurra deben haber medios públicos, no estatales sino
independientes del gobierno de turno. En el sistema alemán los medios públicos tienen el
1
Consulta telefónica realizada a Juan Carlos Otormín, presidente de APU (noviembre de 1998).
2
Gallegos, Luis. “Radio Popular: un aporte educativo y democrático inédito”. Boletín del Programa Metodista de
Salud Integral (Promesa). Santiago de Chile, noviembre de 1990. Página 5.
3
Opinión de la Suprema Corte Constitucional de Alemania, sostenida en diferentes fallos judiciales en los años
1986, 1987, 1991 y 1994. Sacada de prensa alemana y una entrevista a Jürgen Moritz, 11 de diciembre de 1998.

2
cometido de aportar a la sociedad una cierta información básica necesaria, que no está
garantizada por los medios privados, ya que sus contenidos los define el mercado y no un
objetivo altruista de diversificar las voces. Según explicó Jürgen Moritz, alemán, periodista y
licenciado en ciencias políticas radicado en Montevideo, “el texto dice que no se puede permitir
que el mercado regule los medios de comunicación, ya que solamente radiodifusión y televisión
privada no garantiza una pluralidad de la información”4. En Uruguay la situación actual de lo
que ofrecen los medios no es muy distinta. Conocido es que las presiones en los medios existen,
así como también se puede ver que hay una tendencia a la concentración en algunas manos. Es
claro el caso de los tres canales de televisión abierta de Montevideo, que están estrechamente
vinculados con medios de prensa, de televisión (abierta, codificada y satelital) y de radiodifusión.
Otro problema aún no resuelto es la propiedad extranjera de algunas radios, lo que por ley
está expresamente prohibido. Si bien las personas que figuran como dueños en los papeles son
uruguayos, la realidad parece mostrar que se trata de testaferros. Aquí van algunos ejemplos
extraídos de una nota publicada por el semanario Brecha5. En primer lugar está el caso de
Frecuencia Latina, una radio coloniense que pertenece al Exxel Group de Argentina. Cualquier
oyente que quiera comunicarse con la emisora debe marcar un teléfono de Buenos Aires ya que
allí se encuentran los estudios. En Colonia solo tiene un empleado en la planta emisora. Incluso
la radio se identifica diciendo “Aquí Argentina”. FM Mágica de Conchillas (Colonia) transmite
una programación grabada en Argentina sin ningún problema.
Sin embargo a CX 44 Panamericana la clausuraron porque que una empresa uruguaya
arrendara a otra 18 horas diarias significaba para el Poder Ejecutivo “un negocio distinto, que es
la transferencia o cesión en la explotación de la frecuencia” 6. Algo muy parecido ocurre con
algunas radios comerciales de Montevideo que arriendan espacios de su emisión a grupos
religiosos, pero eso no ha sido tocado para nada. Con esto no es la intención referirse a
programas de una o dos horas que contrata una determinada iglesia, sino a algunos casos más
graves, notoriamente asimilables a la situación de CX 44. Una muestra de ello es lo que sucede
con CX 32 Radiomundo. Allí el 100 % de la programación son espacios contratados; es decir
gente que paga por hacer radio. Salvo dos horas en que hay un programa deportivo, el resto de la
transmisión de Radiomundo está alquilado por una sola iglesia que transmite durante dieciséis
horas diarias. En el caso de Panamericana también se puede agregar que el Poder Ejecutivo
recién se dio cuenta que esto sucedía ocho años después del contrato, y por otra parte, si bien fue
ese poder estatal el que clausuró a CX 44 esa debería haber sido una decisión del Poder Judicial.
El Ejecutivo puede tener potestades para revocar un permiso, pero no para clausurar una emisora.
Sumado a lo ya dicho, se pueden agregar otros ejemplos de radioemisoras uruguayas
propiedad de conocidos vecinos argentinos: “Todo el mundo comenta (en Argentina las revistas
y los diarios lo descartan) que Tinelli (argentino) es dueño de Radio Uno, cuando ningún
extranjero, por ley, puede hacerlo. Que Spadone (argentino) es en realidad el dueño de CX 30.
Que Aspen es una radio argentina en territorio uruguayo, y que incluso retransmite sus
programas nocturnos directamente desde Buenos Aires. Varias radios transmiten con más
potencia de la autorizada, y por lo tanto estarían también fuera de la ley”7.
Con respecto a la posibilidad de acceder a los micrófonos de las radios con autorización
estatal, aquí van un par de ejemplos que muestran cómo esto en los hechos no resulta tan fácil. El
primero viene desde Santa Lucía, por medio de una carta publicada en el matutino La República:
4
Entrevista a Jürgen Moritz, 11 de diciembre de 1998.
5
Roldós, Enrique. “Las radios argentinas del Uruguay”. Semanario Brecha. Montevideo, 12 de junio de 1998.
6
“Los Funtamentos Jurídicos”. Semanario Brecha. Montevideo, 2 de setiembre de 1994.
7
Extraído de “Las Otras Radios”, de Bouissa, Alfredo; Curuchet, Eduardo y Orcajo, Oscar. Montevideo, 1998.
Página 109.

3
“No es cierto que las radios legales siempre garantizan la libertad de expresión. Yo soy
comunicador social (...). Hace ya años que me acerqué a la FM local y luego a un programa de
AM que se emite en Radio Canelones con una propuesta de comunicación; la sorpresa no fue la
de que no estaban interesados en lo que con un grupo de trabajo les proponíamos, ya que
aceptaban contarnos dentro de su empresa, siempre y cuando los programas fueran grabados y
aprobados por la dirección del medio, y lisa y llanamente nos prohibían tratan temas políticos o
religiosos”8. El segundo ejemplo está vinculado precisamente a las radios comunitarias. Se
originó en un curso dictado por la Deutsche Welle y el Instituto Goethe en la Universidad
Católica, al que concurrieron uruguayos, argentinos, paraguayos y brasileños vinculados a la
radiodifusión. Los participantes extranjeros fueron invitados a una entrevista en CX 14 El
Espectador, pero al llegar allí una joven argentina fue avisada de que no iba a participar de la
entrevista. Ella venía en representación de una radio comunitaria de Buenos Aires. Si bien
ninguna de estas dos situaciones van contra la ley, es claro que son muestras de censura, recortes
a la libertad de expresión de algunas personas y a la libertad de información de muchos más.
Como aporte a todo lo anterior, según una encuesta publicada por el diario El País, el
73% de los uruguayos opinan que los periodistas deforman las noticias, mientras que el 60% cree
que estos reciben presiones. Sumando todo lo anterior podemos ver que la situación de nuestros
medios de comunicación no es tan idílica como para que quienes están cercanos a ellos se
desentiendan de lo que significan estas nuevas estaciones de radiodifusión9.
Pero dejando atrás la problemática de los medios en sí, también los cambios en la propia
sociedad están ligados al surgimiento de estas nuevas emisoras. Hoy en día las grandes ciudades
presentan una diversidad muy notoria. Tal como lo expresó Federico Medina, colombiano
licenciado en Filosofía y Letras, “cuando hablamos de ciudad no hablamos de un todo
homogéneo, reducido a un espacio, sino que hablamos de una diversidad que coexiste en un
mismo territorio. (...) Cuando hablamos de ciudad no sólo nos referimos al espacio físico sino a
la memoria. La ciudad es memoria, son historias y relatos que la gente hace, dentro de los
cuales está viva la ciudad”10.
Cada barrio de una gran ciudad presenta ciertas características específicas que lo
diferencian del resto de la urbe que integra. Estas especificidades son las que le otorgan un latir
propio, y a eso que se intentan vincular las llamadas “radios comunitarias”. La expansión de una
ciudad produce diferenciaciones muy claras, aumenta las distancias, tanto geográficas como
culturales entre las distintas zonas. La mejicana Mabel Piccini escribe pensando en Ciudad de
Méjico algo que de cierta forma puede ser traspolado al caso montevideano: “la ciudad se
fragmenta en innumerables puntos apenas sostenidos por trazados viables que dan al paisaje
una idea de continuidad. Tal parece que el espacio urbano se ha convertido en eso: lugar de
tránsito y de pasaje entre un lugar y otro(...). Pero la posibilidad de contacto con la ciudad y
con los otros está a tal punto restringida a rutinas fijas de “libertad de movilizarse” y “el
derecho a la ciudad” y hasta el simple hecho de conocerla -y habitarla- se reduce día a día. (...)
La ciudad realmente habitada, para la mayoría de la población, se mide por el intervalo
existente entre los espacios de trabajo, la colonia donde se radica y algunos escasos lugares
públicos de esparcimiento; el resto son prolongaciones o extensiones, por lo general conocidas
de oídas o por la televisión”11. Lo anterior no significa que la gente que habita una gran ciudad

8
Quereillac, Vicente. “La persecución a los medios comunitarios”. Diario La República. Montevideo, 1 de abril de
1998.
9
“60%: los periodistas reciben presiones”. Diario El País. Montevideo, 23 de marzo de 1997. Páginas 6 y 7.
10
Medina, Federico. “Relación entre medios y ciudad”. “Comunicación”, de la Universidad Pontificia Bolivariana,
Nº 18. Medellín - Colombia, 1995. Página 135.

4
no tenga ninguna característica común, pero sí señala la inmensa diversidad que muestra una
población como la montevideana.
El aceptar que lo anterior es real lleva a que se pueda afirmar que hay un espacio real para
la existencia de medios de alcance local que atiendan la realidad específica, lo que no significa
que pierdan valor los medios masivos, ni tampoco una superposición de las atribuciones de cada
medio en particular. Un espacio donde coexistan medios de alcance barrial, ciudadano y
nacional.

El cómo

Sobre el tema elegido solo existe un libro en concreto en el Uruguay (“Las Otras
Radios”), y poco es lo que llega desde el extranjero. Esto permite afirmar que el relevamiento
bibliográfico realizado para el presente trabajo se basa en textos que no son especializados, o que
en caso de serlo se trata generalmente de notas publicadas en algunos medios de prensa de
distintos países, incluido por supuesto el Uruguay.
La elaboración de esta investigación se basa, principalmente, en la realización de una
larga serie de entrevistas con personas vinculadas de distinta manera a la temática elegida. Estas
entrevistas comprenden en primer lugar a realizadores de las propias radios. En el caso de las
emisoras que funcionan en la actualidad, se hicieron entrevistas a integrantes de todas ellas,
siempre en el local de emisión salvo tres excepciones. Es decir que además del material obtenido
mediante la palabra de los entrevistados también está presente la fundamental visita a las radios
en horarios de funcionamiento, de nuevo exceptuando tres ocasiones. Para rastrear a las distintas
emisoras que ya no funcionan se realizaron decenas de entrevistas telefónicas, complementadas
por algunas más hechas cara a cara.
Además de las entrevistas realizadas a quienes llevan adelante cada una de estas
estaciones también se entrevistó o consultó a otras personas próximas al tema. Entre estas se
pueden nombrar a legisladores (Gabriel Barandiarán -Nuevo Espacio-, Jaime Trobo -Partido
Nacional- Helios Sarthou y Brum Canet -ambos del Frente Amplio), representantes de la DNC
(Ernesto Dehl -director-, Diego Souto -abogado asesor- y José Luis Abascal -técnico-),
Gustavo Gómez (representante de AMARC en Uruguay), Néstor Ganduglia (docente de
Lenguaje y Estética del Sonido de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación, también
vinculado a algunas de las experiencias estudiadas), Juan Carlos Otormín (presidente de la
agremiación de los periodistas uruguayos), Andrés Lerena (asesor de la asociación de radios
comerciales, ANDEBU) y dos técnicos en electrónica relacionados con las radios analizadas.
El material reunido con todas las entrevistas nombradas es la materia prima fundamental
en la elaboración final de este trabajo. Pero no lo es todo. Además de entrevistas y bibliografía
también se dispuso de un número importante de legislaciones extranjeras sobre radiodifusión y
medios de comunicación, como también una larga lista de leyes uruguayas referidas a
radiodifusión, desde la Constitución vigente hasta distintos decretos, pasando por una serie de
acuerdos internacionales firmados por nuestro país. A esto hay que sumarle otro tipo de
documentos, como ser discusiones parlamentarias, declaraciones ante la Comisión de Defensa
Nacional de la Cámara de Representantes, proyectos de ley, declaraciones e informes de la
Universidad de la República, resoluciones de la FEUU, Principios de la Coordinadora de Radios

11
Piccini, Mabel. “La ciudad interior: comunicación a distancia y nuevos destinos culturales”. Revsita Dia Logos
de la comunicación, Nº 38. Lima - Perú, enero de 1994. Páginas 7 y 8.

5
Comunitarias, Declaración de Montevideo (realizada luego del Encuentro “Con los pies en la
tierra y la voz en el aire”), resoluciones de la DNC, etc.
Con todo el material antedicho se realizó el presente trabajo. El mismo fue elaborado con
una intención expresa de separar lo que es información de opinión. El grueso del trabajo
constituye información minuciosa, obtenida gracias a la investigación realizada, ya que ese fue el
principal objetivo planteado. La parte de opinión está casi exclusivamente comprendida en el
último capítulo en el que se presentan las conclusiones. Esta división se debe a que más allá de
un parecer más, como sin duda sería la posición particular planteada, la idea de esta investigación
es aportar datos y conocimientos a toda aquella persona que se interese por el tema. Al considerar
el gran desconocimiento que hay sobre estas emisoras, el principal aporte que se puede hacer no
sería justamente el de una opinión sino el de un exhaustivo trabajo por reunir datos, hechos e
incluso opiniones, pero opiniones trascendentes de personas directamente vinculadas al tema,
sean estas a favor o en contra.
En el Uruguay casi siempre suele convertirse en un gran problema encontrar material que
registre historia y características de cualquier hecho y más si ya está alejado en el tiempo. Con
este trabajo la única intención perseguida es que no ocurra lo mismo esta vez. Que quien desee
enterarse de cómo surgieron estas radios, cuándo, dónde, porqué, y algunas otras preguntas más,
encuentre una respuesta en estas páginas. La opinión es solo un aporte personal, son las
reflexiones generadas al respecto, pero lo fundamental es la información. Aunque todo esto no
debe significar que hay que menoscabar la opinión. Tan importante como aportar información, es
compartir las conclusiones personales de quien realiza la investigación. Ese podría ser otro
aporte.
Una aclaración importante es explicar de forma anticipada que las personas entrevistadas
vinculadas a todas estas distintas radios no van a ser nombradas, salgo algunas excepciones en
que se utiliza un nombre de pila. Esto fue un criterio adoptado para presentar este trabajo final,
ya que no todos están interesados en ser identificados. Además por momentos la consecución de
nombres también se volvería incómoda para la lectura. Esta vez los nombres de quien dice las
cosas no son fundamentales, ya que entre otras consideraciones en general las declaraciones aquí
citadas no son a título personal sino como miembro de una emisora determinada.

6
1 - ¿QUÉ PALABRA UTILIZAR?

Pirata, libre, comunitaria, alternativa, clandestina, trucha, ilegal, barrial, de baja potencia.
Estas son las denominaciones que se suelen escuchar en Uruguay, aunque no todas con la misma
asiduidad. En el extranjero se utilizan otras más, aunque todo varía según dónde se esté, e incluso
hay sitios donde algunos de estos términos carecen de uso. Pero en nuestro país, a lo largo de
todas las entrevistas realizadas, y sumando todo el material leído, no hay ninguna referencia a
cualquier otra denominación que no sea: pirata, libre, comunitaria, alternativa, clandestina,
trucha, ilegal, barrial o de baja potencia.
Muchas de estas palabras suelen estar cargadas de connotaciones subjetivas sobre la
opinión del fenómeno estudiado por parte de quienes las utilizan. Aunque no siempre el motivo
por el que algunas personas usan un término, coincide. Hay sitios donde algunas de estas
denominaciones no son utilizadas. Por ejemplo, el apelativo de radio “pirata” es usado tanto por
quienes cuestionan estas emisoras como por algunos de sus propios integrantes.
En otros países también se hace uso de términos como: local, regional, católica,
educativa, sindical, participativa y popular. Pero no todas estas palabras, al igual que las ya
dichas, hacen referencia a lo mismo. Por eso, lo mejor será considerar uno a uno los distintos
términos usados para nombrar a este nuevo fenómeno radiofónico, para finalmente optar por el
más adecuado para referirse a las distintas radios incluidas en el fenómeno que se pretende
estudiar en este trabajo.

Pirata

Esta denominación se originó por la forma en que nacieron este tipo de emisoras sin
permiso en el continente europeo. Desde barcos anclados en altamar, fuera de aguas territoriales,
potentes emisoras enviaban sus ondas hacia el continente, apuntando a los jóvenes con una
nutrida programación de música pop. Radio Merkur FM, Radio Nord, Radio Carolina, Radio
Mi Amigo, Radio Verónica, Radio Mar del Norte, fueron algunos ejemplos de emisoras
piratas que comenzaron a aparecer a fines de los años ‘50. Es preciso aclarar que el título de
“pirata” tiene su origen en que eran radios que transmitían desde barcos con banderas negras,
para nada parecidas a lo que actualmente se podría entender por radio pirata. En sus inicios estas
radios transmitían música pop a cargo de hábiles disk-jockeys solventados por ingresos
publicitarios, que en el caso de Radio Merkur FM, la primera de este tipo, alcanzaron los 150
mil dólares12.
Luego este mismo calificativo de “pirata” se usó en distintos países europeos para
nombrar a las radios que transmitían desde tierra firme, pero sin autorización, al igual que las que
emitían desde barcos. A mediados de los ‘80, esta misma expresión también llegó a Uruguay,
para denominar a esta nueva modalidad de radiodifusión.
En nuestro país el término “pirata” suele ser usado por quienes se oponen a la existencia
de estas radios, intentando con este apelativo, asemejarlas a los barcos piratas y relacionarlas así
con lo delictivo y lo ilegal. En contrapartida, algunas de las propias radios se nombran como
12
Gaido, Marco. “Los orígenes: la FM, los disk-jockeys y las radios piratas”. Sacado de “De las ondar rojas a las
radios libres”. Editor: Lluís Bassets. Editorial Gustavo Gili S.A. Barcelona - España, 1981. Página 172.

7
“piratas” sin ningún remordimiento, haciendo gala de la falta de autorización e incluso
reconociéndose a través de ello.

Libre

Este es el nombre que se le dio en Italia a la ocupación ipso facto de las ondas radiales
por parte de quienes se oponían a la situación reinante en el dial italiano hasta 1975: el
monopolio de la RAI (organismo estatal de radio y televisión), existente ese año cuando
comenzaron a aparecer las nuevas radios. En el caso del país de la bota el término de “radio
libre” es asimilable al de “radio privada”, ya que radios libres fueron todas las que desafiaron el
poder de la RAI y ocuparon un lugar en el éter, tanto las propuestas comerciales, como las
alternativas a la radiodifusión italiana de entonces.
Después la expresión de “radio libre” se expandió a otros países europeos como Francia,
Alemania y España, y atravesó el Océano Atlántico para llegar a nuestras costas, en dónde se
utilizó este término de forma bastante genérica. Incluso en 1994, se creó en Uruguay una
organización que nucleaba a los pocas radios existentes (dentro del fenómeno que se está
analizando) y a algunas proyectadas que eligieron autocalificarse como radios libres, creando así
la Coordinadora de Radios Libres (Co.Ra.L.).

Comunitaria

Según la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), “una radio


comunitaria no se identifica por la potencia de su señal, ni por la frecuencia, la licencia o la
propiedad del medio. Tampoco se contrapone a la producción de calidad o a la condición de
empresa rentable. Son sus objetivos, el carácter social de la emisora, lo que la define” 13. En
Uruguay las radios comunitarias, a través de la Coordinadora de Radios Comunitarias (Ecos),
se definen como radios sin fines de lucro, pertenecientes a organizaciones sociales, zonales,
gremiales, juveniles o culturales. Entre sus principios incluyen ser de gestión colectiva e
independientes de partidos políticos, instituciones religiosas e instituciones estatales.

13
Folleto explicativo publicado por AMARC (Asociación Mundial de Radios Comunitarias). s/d.

8
Alternativa

De esta forma se identificaron algunas emisoras uruguayas hace algunos años atrás. Hoy
en día este título no es muy utilizado, tal vez un poco desgastado por el uso excesivo que se hizo
de él en distintos ámbitos como ser desde la música, la comida, la medicina, hasta los deportes.
Sucede también que es difícil delimitar con precisión qué comprende y qué excluye la
denominación de “radio alternativa”. Una emisora alternativa podría ser aquella que presenta un
contenido alternativo, diferente al propuesto por los medios masivos comerciales, sin duda una
división que difícilmente se pueda realizar con la aceptación de los distintos actores
involucrados.

Clandestina, Ilegal

Estos son términos utilizados en Uruguay solo por quienes no ven con buenos ojos el
desarrollo de estos nuevos medios de comunicación. Entre los que hacen uso de estas dos
palabras se encuentran la asociación de las radios comerciales (ANDEBU), los políticos que
están en contra y algunos medios de prensa. El argumento dominante para utilizar estos términos
suele ser que todo lo que está fuera de la ley es ilegal, y por tanto esa sería la única denominación
correcta para estas radios.
A nivel internacional, por radiodifusión clandestina se suele reconocer a “la actividad
radiofónica que se lleva a cabo exclusivamente por motivaciones de carácter político y que
carece de una autorización oficial expresa, organizada por individuos o grupos marginados del
sistema político imperante en su país al cual dirigen emisiones de carácter subversivo”14. Dentro
del grupo de radios clandestinas podemos citar algunas como: Radio Venceremos (emisora de la
guerrilla salvadoreña), Radio España Independiente -más conocida como “La Pirenaica”
(radio antifranquista), Radio Rusia Libre (emitida desde Alemania Federal hacia la URSS).

Barrial

Es uno de los términos más claros y con menos connotaciones. Comprende a las radios
que tienen un pequeño radio de cobertura y alcanzan a ser sintonizados tan solo en su propio
barrio. El uso de esta denominación solo fue rastreado, a través de publicaciones, en Argentina y
Chile. Pero incluso allí, es solo de forma ocasional. En Uruguay casi no se usa, solo La Esquina
FM admitió en ocasiones usar ese título.

14
Núñez Mayo, Oscar. “La Radio Sin Fronteras”. Ediciones Universidad de Navarra S.A. Pamplona - España,
1980. Página 262.

9
“Trucha”

Esta forma de nombrar a las radios estudiadas proviene de la Argentina. Allí lo “trucho”
es asimilable a algo falso, de poco valor, y con este nombre se conoció las nuevas radios surgidas
en Argentina desde mediados de la década de los ‘80. Aunque si bien en Uruguay suele ser una
palabra utilizada por los detractores de estas emisoras, en Argentina no ocurre lo mismo. En el
vecino país esta denominación no es utilizada de forma peyorativa, sino que su uso se debe a su
arraigo en el léxico popular, más allá de posicionarse a favor o en contra de la permanencia de
estas radios en el éter. En cierta forma, algo similar a lo que ocurre en Uruguay con el término
“radio pirata”.

De Baja Potencia

Es una denominación totalmente descriptiva. El concepto de radio de baja potencia, está


determinado comparativamente por la potencia de las emisoras ya establecidas. Por ejemplo,
Gardel FM y Sarandí Satelital son, de las radios montevideanas con autorización de la DNC, la
que emiten con menos potencia: 1 Kilovatio, o sea mil vatios. Todas las radios investigadas en
este trabajo utilizan menos de 30 vatios, salvo dos que usan 80 y 300 vatios. En comparación con
las demás emisoras, se puede decir que todas estas son de baja potencia. Aunque en nuestra
legislación, por medio de un convenio internacional suscrito con los gobiernos de Argentina y
Brasil en 1980, se establece que radio de baja potencia es aquella que tiene una Potencia Radiada
Efectiva (PRE) de 1 Kv o menos. En dicho convenio se reserva para las emisoras de baja
potencia un fragmento del dial de Frecuencia Modulada, que va desde los 88 hasta los 92 Mhz.
Aunque en la capital uruguaya no existen radios de baja potencia eso sí ocurre en el resto del
país, allí hay decenas de radios entre 100 y mil vatios, adjudicadas en su mayoría durante 1994.

Regional

Similar a la denominación de “radio barrial”, por “regional” debemos entender una radio
de mayor cobertura. Incluso por la definición podemos inferir que se trata de emisoras de
carácter más rural, un perfil no netamente urbano como el que tiene la mayoría de las radios
estudiadas aquí y que han surgido en Uruguay.

Católica

En los años ‘50 la Iglesia percibió que estaba perdiendo terreno en América Latina, ante
el crecimiento de otras religiones y del ateísmo. Con esa apreciación coincide la aparición de
emisoras católicas que se propusieron reforzar la tarea evangelizadora que realizaban los
representantes de la Iglesia en el continente americano. Con un comienzo netamente como medio
evangelizador, la radio católica fue evolucionando hasta acercarse a los conceptos prácticos de
radio educativa, radio participativa y radio popular. La mayoría de estas radios funcionan con

10
entre 1 y 10 Kilovatios. Han sido legales y comparten con las radios comunitarias un encare de la
comunicación que enfoque y ayude a los sectores menos escuchados, aquellos que menos pueden
opinar por los medios. En Uruguay desde hace algunos años existe una emisora católica en el
departamento de San José, pero no vinculada al movimiento referido aquí.

Sindical

La radiodifusión sindical creció particularmente en Bolivia, de manera casi


contemporánea a las radios católicas. La primera emisora de este tipo fue La voz del minero,
que comenzó a funcionar en 1952. En Bolivia llegaron a coexistir a fines de la misma década de
su nacimiento, 26 emisoras de los sindicatos mineros, sin contar las radios de los trabajadores
fabriles y campesinos. En Uruguay no existe ninguna emisora sindical, aunque el PIT-CNT ha
considerado esta posibilidad, e incluso se lo planteó al Gobierno en las reuniones multipartitas
del “diálogo social”15.
Con anterioridad, aunque a mayor distancia en años y en kilómetros, durante los años ‘20
surgieron radios sindicales y obreras en Alemania, Austria y Estados Unidos.

Local

El sentido de esta denominación es claro. Las emisoras locales tienen como área de
cobertura una localidad, y esa es su especificidad. Aunque en Uruguay no es un término al que se
recurra, tal vez sea uno de los más apropiados, siempre que no se crea que local se corresponde
tan solo con una localidad y sí se pueda también considerar un barrio o una zona. Esta
denominación tiene su origen en un decreto español, fechado el 8 de diciembre de 1932. El
mismo tenía por objetivo fomentar la radiodifusión española, permitiendo la aparición de
emisoras locales -no más de una por localidad- y de pequeña potencia -no más de 200 vatios. El
Decreto de diciembre de 1932 produjo una revitalización de la radio española, que un año más
tarde contaba con 68 emisoras en el aire.

Bouissa, Alfredo; Curuchet, Eduardo; Orcajo, Oscar. “Las Otras Radios”. Editorial Nordan-Comunidad.
15

Montevideo, 1998. Página 76.

11
Educativa

En América Latina, la radio educativa vio la luz con el surgimiento de Radio Sutatenza
(Colombia, 1947), que fue la primera del subcontinente en realizar un uso sistemático de la radio
en el campo de la educación. Luego la experiencia se repitió en muchos otros países
latinoamericanos, principalmente andinos y centroamericanos. Incluso estas emisoras, de neto
corte educativo, muchas veces no son nombradas como radios educativas sino como escuelas
radiofónicas. Desde 1972, existe una organización que nuclea a todas estas experiencias, y que
responde a la sigla de ALER (Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica).

Participativa

Algunas radios educativas derivaron en modelos de comunicación donde el oyente ocupa


un lugar dentro de la propia estructura de la radio. Con el objetivo de ser verdaderamente una
manifestación del pueblo, radios de Méjico, Dominicana, Venezuela y Guatemala incorporaron
en la década de los ‘80, la participación de los propios oyentes. Desde entonces las radios se
convierten en participativas, lo que no quiere decir que abandonasen su definición por la
educación, “la radio sigue siendo educativa pero ahora también con sistemas abiertos, no-
formales”16.

Popular

Una emisora popular es la que “favorece el acceso de las clases populares (obreros,
campesinos, indígenas, etc.) para que den la versión de su vida” 17. El término “popular” es de
uso exclusivo en América Latina, en aquellos lugares donde también se dan experiencias radiales
de tipo educativas, participativas, sindicales y cristianas. En Uruguay esta denominación no es
utilizada.

¿Cómo se nombran actualmente las radios uruguayas?

En el presente -diciembre de 1998-, existen 15 radios de este tipo en el Uruguay. Todas


ellas, salvo La Arveja, La Canuta y La Voz... integran Ecos, la Coordinadora de Radios
Comunitarias. Por tanto, son 12 -en principio- las emisoras que se autocalifican como
comunitarias, por compartir los objetivos y formas de trabajo que caracterizan a este tipo de
radios (Alternativa FM, Ciudad Dormitorio, Desde Acá, De La Villa, Emisora de la Villa, El
Puente FM, Germinal FM, La Esquina FM, Radio FEUU, Sembrando FM, Yacaré FM y
1811). La preocupación por el rótulo es variada. Por una parte están las profundamente
consustanciadas con su ser comunitario, que alcanza a recibir tantas menciones al aire como el
16
“Prender para aprender. Uso de la radio en la educación” . Compilación y edición: ALER. Quito - Ecuador,
octubre de 1993. Página 12.
17
Cabezas, Antonio. Rosario, Amable. González Llorente, Pedro. Contreras, Eduardo. Ros, José. “La Emisora
Popular”. Editora Andina. Quito - Ecuador, abril de 1982. Página 35.

12
nombre de la emisora, tal como ocurre con Germinal FM. Pero por otra parte, también algunas
de las radios integrantes de la Coordinadora de Radios Comunitarias sienten cierta simpatía o
proximidad con el término pirata -Alternativa FM-, y en un caso, con el de emisora barrial -La
Esquina FM-. Incluso ocurre que radios que comenzaron llamándose “piratas” -Alternativa FM
y Yacaré FM-, luego pasaron a denominarse “comunitarias”. Pero por el contrario, que a las
radios comunitarias les digan piratas no les gusta mucho. La mayoría reniega de esa palabra.
Muestra de ello es una cuña que emite El Puente FM durante su programación. El texto de la
misma dice: “no somos una radio pirata... solo tenemos gancho”.
Por su parte dos de las radios que no forman parte de Ecos, se hacen llamar “pirata” y
“alternativa”. El primero es el caso de La Canuta, que se define como una radio que no es “ni
comunitaria, ni alternativa. Esta es pirata pirata; porque no representa a la comunidad. Es un
grupo de gente que quiere hacer comunicación”18. Mientras tanto los integrantes de La Arveja
se sienten más próximos al término “radio alternativa”: “es un medio alternativo. Libre no,
porque tenemos autocensura. Comunitarios creemos que tampoco, aunque a veces por los
contenidos podría ser”19. Pero si bien prefieren denominarse como “radio alternativa”, también
acostumbran presentarse como “La Arveja clandestina”, según ellos mismos porque esa es una
palabra “llamativa”.
La Voz..., si bien no integra Ecos se define como “radio comunitaria”. Pese a compartir
los objetivos comunitarios de las demás radios que aquí se autocalifican de esa manera, La Voz...
no está totalmente de acuerdo con el agrupamiento que existe, y fue la discusión que esa posición
generó lo que dio origen a que actualmente en Colón convivan dos radios comunitarias que
emiten el mismo día y a la misma hora, una que forma parte de Ecos -Germinal FM- y otra que
no -La Voz...-.

La terminología a aplicar en este trabajo

De la gran variedad de términos referidos en los renglones precedentes, tres son los que se
van a utilizar en este trabajo con más asiduidad para referirse a estas nuevas radios que han
existido y existen en el Uruguay. Con el rótulo de emisoras o radios de baja potencia se incluirá a
las distintas manifestaciones que ha tenido este fenómeno radiofónico en el dial uruguayo.
Dentro de este término se establecerá una sola división, entre radios comunitarias y radios libres.
Cualquier otro vocablo que sea utilizado será teniendo en cuenta las definiciones antedichas y las
propias definiciones de las personas consultadas para este trabajo.
La elección de dichos términos se basa en lo siguiente. En primer lugar todas las emisoras
estudiadas difieren en varias características pero coinciden en una: la baja potencia con que
transmiten y el corto alcance que tienen. A esta regla solo se podría exceptuar Radio FEUU, de
mucho mayor cobertura que las demás radios de este grupo, pero que igualmente con sus 300
vatios de potencia debe ser considerada una radio de baja potencia, ya que comparativamente y
legalmente entra dentro de esta categoría. Utilizar cualquier otra denominación sería cargar al
fenómeno de consideraciones subjetivas innecesarias, o agregar nuevos términos al ya vasto
vocabulario que ha adquirido este fenómeno en Uruguay. Por otra parte al llamarlas por sus
cualidades técnicas se dejan de lado, para comenzar, diferencias de contenidos y objetivos que

18
Entrevista colectiva realizada a integrantes de “La Canuta”, octubre de 1998.
19
Entrevista colectiva realizada a integrantes de “La Arveja”, octubre de 1998.

13
pudieran existir entre las distintas radios. Algunas de estas diferencias sí están presentes en la
subdivisión posterior aplicada al fenómeno de las emisoras de baja potencia en nuestro país.
Por radios comunitarias -más allá del análisis exhaustivo que podría determinar si
realmente son comunitarias, considerando sus contenidos y la forma en que son realizadas estas
emisoras-, se alude a todas las radios que se definen como tales, con objetivos de servir a una
comunidad, partiendo de la base de que son llevadas adelante por organizaciones sociales o
similares, sin fines de lucro. Hoy en día esta denominación comprende a todas las radios que
integran la Coordinadora de Radios Comunitarias (Ecos), y a La Voz..., que como ya vimos
se define comunitaria sin necesidad de pertenecer a Ecos. Este caso permite ejemplificar que es
posible y que puedan existir radios comunitarias que no integren Ecos. El hecho de no integrar la
Coordinadora no significa que un contenido y una propuesta no sean comunitarios, así como
tampoco la pertenencia es una garantía del desarrollo de verdaderos productos comunitarios.
En cuanto al término “radio libre”, incluye a las emisoras que no persiguen ningún
objetivo comunitario. Dentro de este grupo predominan los emprendimientos individuales o de
grupos reducidos, que no pretenden ser tan representativos como los integrantes de las propuestas
comunitarias. Igual uso al de “radio libre” podría darse a “radio pirata”, que si bien no ofende a
las radios que entran dentro de la clasificación de “radio libre”, es mejor dejar de lado por sus
connotaciones subjetivas. Hay que agregar que el uso de “radio libre” no guarda ninguna relación
con el origen de dicha denominación -Italia, años ‘70-, sino con el uso extensivo que se hizo del
término en muchos otros países, entre ellos el Uruguay. No está de más recordar que en nuestro
país existió una Coordinadora de Radios Libres en el año 1994.
Además de lo ya dicho, actualmente, una de las principales diferencias entre radios
comunitarias y radios libres es la opinión sobre cómo solucionar la cuestión legal de su salida al
aire. Si bien en ambos casos sostienen su propio derecho a la comunicación y a estar reconocidos
legalmente, las radios libres están bastante desinteresadas en lograr un acuerdo que les garantice
su permanencia en el éter, mientras que para las radios comunitarias este punto es fundamental y
para ello están trabajando denodadamente.
No está de más agregar que por emisora o radio de baja potencia se entiende toda
transmisión radiofónica realizada con la intención de ser escuchada por un público, no entrando
dentro de esta categoría algunas transmisiones que se pueden escuchar en muchos lugares de
nuestra campaña, y que son utilizadas entre vecinos para pasarse mensajes y no para realizar
productos de formato radiofónico.

14
2 - LA HISTORIA ANDADA

De cuando aparecen las primeras cositas en el dial

El Uruguay posdictadura fue tierra de cultivo para la explosión de múltiples expresiones


que estaban latentes bajo las botas militares. La música nacional, particularmente el rock, junto al
teatro, el grafiti y todo lo que fuera manifestación cultural y artística, resurgió con grandes bríos
luego de marzo de 1985. Había toda una generación, que ahora anda por los cuarenta años, que
no había dispuesto de espacios donde expresarse durante su juventud, y de golpe, con la
democracia, empezó a crear espacios y a experimentar. Entre la diversidad de estas expresiones
surgió algo nuevo en el éter. Muy lentamente el dial uruguayo fue ocupado en algunos de sus
espacios libres por nuevas radios y nuevas voces.
Si bien se suele nombrar a Radio Luna al tiempo de hablar del comienzo de este
movimiento -no movimiento como experiencias radiales con cierta cohesión sino más bien con
una misma aparición temporal y algunas características en común-, esta radio no fue la primera
aunque sí tal vez la más conocida. Al mismo tiempo que Radio Luna e incluso un poco antes,
algunas personas ya estaban saliendo al aire sin autorización, por ejemplo en el Cerro y en
Jardines de Hipódromo. Aunque hay una notoria diferencia entre estas y Radio Luna. Mientras
ésta última era un emprendimiento de un grupo de jóvenes, sus emisoras contemporáneas fueron
experiencias casi exclusivamente individuales.
Las radios libres se iniciaron de esa forma en Uruguay, a través de impulsos aislados e
individuales. Gente que sabía algo de electrónica o comunicación y que de alguna forma
conseguía un pequeño transmisor para hacerse oír en su zona. Por 1985 quienes vivían en Colinas
de Solymar, departamento de Canelones, buscando algo para escuchar los domingos en sus ratos
libres, es posible que alguna vez hayan sintonizado N.G.M.. Se trataba de una “radio en
experimentación” -así se identificaba al aire-, que pasaba música todo el domingo, e incluso
algún otro día por la noche. Todo dependía del ánimo de su realizador. La denominación,
N.G.M., era el conjunto de las iniciales de su creador, si bien luego la radio se identificó con
otros nombres.
Vecina a N.G.M. fue Corazón, que comenzó a transmitir desde El Pinar, Canelones, en
1986. Se trataba de un amigo del hacedor de la radio de las tres letras. Pero en este caso las
primeras pruebas de salir al aire habían sido con un micrófono inalámbrico, un recurso bastante
sencillo que permite cubrir, en el mejor de los casos, algunas decenas de metros. Luego Corazón
se equipó de su primer transmisor, de 1 vatio de potencia. La programación era casi
exclusivamente música. Con el paso del tiempo, Corazón emitió hasta el año 1989, la radio llegó
a tener ocho programas entre los que no podía faltar uno sobre fútbol, el deporte preferido de los
uruguayos.
Corazón, al igual que N.G.M. se presentaba como “radio experimental”. Era concebida
por su creador “como un hobby, donde el objetivo era pasar música y que la gente oyera”20.
Utilizaba eslóganes tales como: “los latidos de la música” y “la radio que te hace vivir la
música”.
Los domingos, las dos radios de la Costa de Oro transmitían en cadena, desde la mañana a
la noche. De esta misma forma, juntos, fue que se debieron presentar sus dos responsables ante la
Dirección Nacional de Comunicaciones (DNC) en 1989. Mediante un telegrama se enteraron
20
entrevista realizada al fundador de la radio Corazón, en setiembre de 1998.

15
que habían sido denunciados por un vecino policía y que estaban citados por la DNC. Allí,
cuando se presentaron, se enteraron por propias palabras de un funcionario, que ellos dos eran las
primeras personas que la DNC había pescado transmitiendo sin la autorización correspondiente.
Como resultado de este encuentro, ambas radios abandonaron el sitio que ocupaban en el dial de
Frecuencia Modulada.
Casi simultánea a estas radios canarias apareció la capitalina Radio Luna, que transmitió
en el barrio de Malvín en 1986 y 1987. Radio Luna fue un emprendimiento de un grupo de
amigos nucleados en la autodenominada Coordinadora del Rock, un conglomerado de bandas
roqueras malvinenses que compartían los equipos cuando tocaban, y que se reunían en los
alrededores del Molino de Pérez.
La radio emitía desde un móvil, posiblemente una camioneta combi. Lo que sigue es un
fragmento de una entrevista concedida en 1987 por uno de los integrantes de esta nueva emisora:
“-¿Qué es Radio Luna?
-Radio Luna es tu corazón clandestino. Es la luna dálmata loca que te ladra. Melodía
incantable. Es la lunadrenalina confesión de tu cuerpo confeti traductor o solenoide carozo que
me pronuncia y...
-Al grano, por favor.
-Es la primera radio pirata del país... ¿entendés?
-¿Qué es una radio pirata?
-Es una radio libre. Nadie nos limita. Pasamos lo que queremos y decimos lo que se nos antoja.
-¿Cualquier cosa?
-Sí.
-Explicame eso de “radio libre” y cómo se meten en la FM.
-¡Está clarísimo! No pagamos nada, no tenemos publicidad, no tenemos permiso ni lo queremos
y nos fabricamos nosotros mismos un emisor para colarnos en FM. Ahora estamos esperando un
emisor profesional para sonar mejor y con más potencia.
-Iban a comenzar a transmitir en julio del año pasado... ¿qué pasó?
-Emitimos cinco veces. La primera sólo cinco minutos, la segunda diez, y así hasta que la quinta
vez emitimos ¡42 minutos! ¡Fue muy emocionante! No sé si nos escucharon, pero ¡fue increíble!
(...)
-¿Piensan volver al ataque este año?
-Sí, ¡al ataque! ¡Esa es la palabra! ATAQUE. Si todo va bien en octubre; no quiero crear
expectativas como la otra vez pero vamos a hacer todo lo posible. Queremos transformar esta
sociedad y creo que si vos y otros nos apoyan lo vamos a lograr.
-¿Es una propuesta política? ¿Tienen algún partido con ustedes?
-¡Ni ahí! No tenemos nada que ver con los políticos. No creemos en ellos, no creemos en nadie.
No tenemos dioses ni ninguna guía espiritual o algo por el estilo. Creemos en la revolución del
pensamiento que llevará al cambio social y después político” 21.
El rastro de Radio Luna se perdió sin mayores precisiones. Aunque Néstor Ganduglia,
docente en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República se hizo cierta idea de
dicha emisora a través de testimonios de esa época: “la imagen que yo tengo a partir de las
pocas cosas que me llegaron, era la de una banda de esquina muy zarpada, que fue capaz de
armar un pequeño equipamiento técnico y montarlo arriba de una camioneta, dando vueltas a la
manzana durante semanas seguidas y haciendo zarpaderas. Pasando rocanrol, punk, música que

21
suplemento Día Pop, del diario El Día, año 1987.

16
no está en las emisoras porque dice cosas terribles para la legalidad vigente. Una radio hecha
por gente que también decían cosas terribles” 22.
Por ese entonces, Ganduglia también estaba mezclado en estas primeras experiencias
libres en la radiofonía uruguaya. No de forma regular, pero sí probando transmisiones, colocando
una antena arriba de un árbol y viendo hasta dónde escuchaban y qué se podía hacer con aquel
instrumento. Pero hubo que esperar hasta 1988 para que de forma muy lenta, el dial uruguayo
comenzara tímidamente a ser ocupado por estas nuevas propuestas radiales desautorizadas.
Por 1988 Ganduglia integraba un grupo de teatro barrial que, entre otras realizaciones,
llevó adelante junto a la ya desaparecida Coordinadora Anti Razzias una serie de obras de
teatro en los liceos tratando de informar a través de un juego teatral cómo había que actuar ante
una razzia -detenciones masivas de jóvenes por parte de efectivos policiales que se daban en el
Montevideo de posdictadura-. Una de esas representaciones teatrales, ocurrida en el Liceo Nº 18,
produjeron un gran revuelo entre los estudiantes liceales. Se trataba de una parodia de razzia en
la que simulaban detener a algunos liceales, entre los que se encontraban disimulados integrantes
del grupo de teatro. Dado el impacto de la representación, el hecho apareció los días posteriores
en los diarios, radios y canales de televisión. Fue tal el debate que generó, que se enteraron hasta
en Buenos Aires, la capital argentina. Y precisamente algunos de los bonaerenses que sintieron
hablar del tema de las razzias montevideanas eran quienes estaban dando origen a las radios
libres en el vecino país.
Como consecuencia del asombro de los vecinos rioplatenses, estos invitaron a los
cuestionados miembros del teatro barrial montevideano para contar lo acontecido en torno a las
razzias. Así fue como se dio un primer acercamiento importante entre algunos jóvenes uruguayos
y las radios libres. Entonces resurgió el bichito de la curiosidad, latente hacía un par de años
cuando llevaban adelante las primeras pruebas trepados a un árbol del barrio Aires Puros. La idea
de que podían existir nuevas formas radiales en nuestro dial estaba comenzando su lenta marcha.

22
entrevista a Nestor Ganduglia, 19 de junio de 1997.

17
De cuando se empieza a agitar la cuestión

En mayo de 1990 la Coordinadora Anti Razzias organizó un campamento juvenil


convocando al mismo a todos los jóvenes. Se realizó cerca de Libertad, en el departamento de
San José, bajo el nombre de Libertad, la otra historia. Duró tres días, y según los organizadores
concurrieron cerca de 6 mil personas. Allí la red de teatro barrial hizo un aporte sustantivo:
montó una radio. Con el nombre de CX 21 Radio Tirando a Rebelde, todos los campamentistas
pudieron escuchar las distintas actividades que se estaban realizando en el campamento, además
de otro tipo de programación. Esta radio no salía en ningún punto de la banda de Frecuencia
Modulada, sino que era una radio propaladora, es decir, que se oía a través de parlantes. Según
Ganduglia, “la radio tenía dos objetivos muy concretos: proponer la sexualidad como medio de
comunicación y proponer alternativas como la marihuana al consumo de alcohol (...) ya que un
faso no embrutece y el alcohol sí. Además era la primera vez que se podía empezar a pensar en
un medio propio, firme, fuerte, con un lenguaje distinto al de los medios particulares, en
particular en aquella época” 23.
Una vez culminado el campamento en tierras maragatas la radio Tirando a Rebelde
volvió a salir varias veces en Montevideo, desde barrios como el Cerro y Villa Española,
cubriendo actividades realizadas por la Coordinadora Anti Razzias y difundiendo el tema de las
radios libres. Pero en 1990, al desaparecer la Coordinadora, también desapareció la radio como
tal, si bien las mismas personas sacaron al aire una nueva emisora: Agítese antes de usar.
Mientras duró el Tercer Encuentro de Teatro Barrial, que se realizó en 1991 en la
Asociación Cristiana de La Teja, desde allí mismo emitió Agítese antes de usar, una radio
creada fundamentalmente con “la idea de agitar el tema de las radios libres y probarle a la
gente cómo su barrio también podía tener una radio. Una radio propia que no le vendiera cosas,
sino que sirviera para aportarse cosas entre vecinos”24. Más adelante la radio volvió a ocupar
un lugar en el aire para hacer alguna otra transmisión, siempre con el mismo objetivo.
Pero con anterioridad a esta fecha, al igual que como los casos de N.G.M. y Corazón,
otras radios habían nacido al influjo de intentos individuales. Ejemplo de esto fueron:, FM Del
Libertador, FM Del Sur y Radio DeMente. De la misma manera en que ocurrió en Argentina,
algunos se las ingeniaron a solas para salir al aire, sin más ayuda que algún conocimiento en
electrónica y una revista. En Argentina, la primera experiencia radial de este tipo se llamó El
bulo de Merlín. Cuando promediaba la década de los ‘80, un grupo de amigos creó su propio
transmisor siguiendo las instrucciones de una publicación española que tenía las indicaciones
para hacer un transmisor de un vatio. Es por eso que en Argentina, a los transmisores de un vatio
de potencia se los conoce como “galleguitos”. También fue con “galleguitos” que empezaron
muchas radios uruguayas, recorriendo, sin saberlo, el mismo camino que hicieron quienes
parieron El bulo de Merlín en el bonaerense barrio de Avellaneda.
Tanto FM Del Libertador como FM Del Sur, fueron experiencias duraderas para lo que
suele ser el tiempo de vida de las radios libres, aunque transmitían de forma irregular. En el
primer caso, con ese nombre se llamó una radio que operó en Colón a fines de los años ‘80.
Luego cuando quien la llevaba adelante se mudó al Cerro, por el año 1992, la emisora se pasó a
denominar De la Villa, dejando de salir un par de años más tarde.
Otra de las radios que aparecieron cuando terminaban los años ‘80 a meros impulsos
individuales, fue Radio DeMente. A diferencia de los dos emprendimientos anteriores, el creador

23
Idem.
24
Idem.

18
de DeMente -Willy- tuvo que ver con la difusión de estas radios que se animaban a hacerse
escuchar pese a no tener una autorización.
Mientras duró, DeMente fue la decana de las radios libres. Nació en 1990 y salía al aire
desde el propio dormitorio de Willy, en el Parque Batlle. Hasta 1997 estuvo en los 103.5 Mhz de
Frecuencia Modulada, cuando se fusionó con otra radio -Uy uy uy-, para dar vida a La Canuta.
De los primeros años de la década de los noventa también son otras radios libres como
Oeste (Cerro), Del Barrio (La Blanqueada), La Celda FM Hit (Villa García) y Radio
Fantasma (Cerrito de la Victoria). Esta última tenía la especial característica de ser una emisora
de Amplitud Modulada (AM), la única confirmada en esta investigación. Estuvo en los 1500
Mhz entre el 22 de diciembre de 1990 y el 4 de setiembre de 1997, aunque permaneció
clausurada entre setiembre del ‘93 y diciembre del ‘94. Solo tenía un integrante, que comenzó a
transmitir años antes fuera de la banda destinada para radiodifusión, en 1610 Mhz. Por ese
entonces no tenía ningún nombre, a veces decía cosas como “radio palangana, con su
transmisor portátil debajo de la cama”25. Fue en 1990 cuando se cambió de potencia (10 vatios)
y de ubicación en el dial que comenzó a llamarse Radio Fantasma. Su única motivación era
pasar música para poder escucharla mientras trabajaba, “la prendía para mí, y el que podía
escuchar que escuchara”26. Sin embargo daba su teléfono al aire y la gente llamaba a pedir
música o alguna ayuda. Incluso en 1993, luego de un allanamiento, juntó 1500 firmas de apoyo
en dos días y luego las presentó ante la DNC.
FM Del Sur, fue la emisora más céntrica de la ciudad de Montevideo. Se ubicó en el
límite entre los barrios Sur y Centro, más exactamente en la Residencia Estudiantil de los Padres
Franciscanos (Conventuales). La radio la iniciaron dos estudiantes residentes con un transmisor
que armaron ellos mismos, por 1991/92 hasta 1993. A los dos iniciadores luego se le unieron
otros alojados, hasta llegar a ser cerca de 20 de los 86 residentes los que participaban en la
emisora.
La radio la comenzaron para divertirse pero luego vieron que era un medio muy útil para
difundir sus temas. Fue entonces que el contenido llegó a tener mucho que ver con la vida interna
del Hogar, ya que allí existen distintas autoridades (presidente, delegados, etc.) por lo cual los
micrófonos servían para difundir diversas opiniones sobre la problemática de puertas adentro.
Esto incluso se reflejó en el cambio de lugar. De uno de los cuartos, la radio pasó a disponer de
un local propio dentro del edificio, claro que con la anuencia de los Padres Franciscanos. El
apoyo de los religiosos también se hizo sentir tiempo después, cuando ya estaba saliendo con 5
vatios, la radio fue ubicada por la policía y fueron avisados de que no lo podían hacer. El
resultado fue que redujeron la potencia hasta llegar a cubrir casi exclusivamente la Residencia.
Las emisiones se sucedían casi a diario, salvo en época de exámenes y vacaciones, donde
el tiempo y la gente disponible escaseaban. Pero cuando los dos creadores de la radio -y
conocedores de la parte técnica- abandonaron la Residencia, el proyecto fue perdiendo fuerza
hasta que se terminó diluyendo.
Coincidencias cardinales. Por la época en que dejó de existir FM Del Sur, surgió Del
Oeste. Esta otra radio irradió sus ondas en el barrio La Teja durante el año 1993. El nombre
venía de la extinguida Coordinadora Anti Razzias. Esta se organizaba en cuatro regiones: Sur,
Norte, Este y Oeste. Tiempo después que se disgregó, apareció esta radio, que tenía su origen en
uno de los cuatro grupos en que se dividía la Coordinadora, el del oeste de Montevideo. Sus
transmisiones no fueron muchas, algunas de pruebas y unas pocas más. La más importante fue
una cobertura que se hizo desde el club Progreso, de una actividad que allí realizó el Canal 10

25
Entrevista realizada al creador de Radio Fantasma, 1997.
26
Ídem.

19
bajo el nombre de “El Despegue”. Al poco tiempo Del Oeste desapareció, pero dejando plantada
una semilla que un año después iba a dar vida a una de las radios más importante en esta historia:
El Puente FM.

De cuando tiene lugar el primer intento de unión

Mientras tanto, Willy, de DeMente, continuaba con su emisora y con su prédica en favor
de las radios de baja potencia y corto alcance. Si bien los siete años de permanencia de DeMente
en el éter tuvieron algunos cortes, ninguno de estos se debió a allanamientos por parte de la DNC
sino a cuestiones de funcionamiento de la propia radio. Pero más allá de la repercusión de esta
emisora del Parque Batlle, Willy fue un verdadero militante en todo lo que se refería a hacer que
la gente supiera que existían estas radios y que eran accesibles. El resultado de esto fueron una
serie de experiencias en distintos barrios para difundir el tema. Era el mismo objetivo por el que
había salido al aire Agítese antes de usar, en 1991. Con su transmisor a cuestas Willy realizó
radios por un día o un fin de semana. Producto de esta inquietud fueron: El Trencito, barrio
Peñarol en noviembre de 1993; Paraná Guazú, que emitió en febrero de 1994 en el Rincón de la
Bolsa (San José); Paranoia, por dos veces en Aires Puros, en agosto y setiembre de 1994; La
Carpa (1), noviembre de 1994 en Villa Teresa; La Carpa (2), marzo de 1995 en Sayago; y
Molotov, en la Cruz de Carrasco.
Todas estas experiencias no las realizaba solo Willy, si bien él solía ser el impulsor y
quien ponía transmisor y antena. En cada una de estas efímeras radios participaban vecinos del
lugar desde donde se emitía e incluso algunas organizaciones barriales. Siempre había algún
pretexto para estar determinado día en determinado lugar de Montevideo: elecciones de concejos
vecinales, actividades en una cooperativa de vivienda o eventos por el estilo. Hacia allí iba Willy
con los equipos de DeMente para mostrar cómo se podía hacer una radio propia. No se trataba de
una emisora móvil, sino de distintas radios montadas fugazmente con equipos prestados por
DeMente.
Por ese entonces, también se intentó crear una organización que nucleara a todas las
radios existentes y fomentar a quienes tenían proyectos de ese tipo. Fue así como se creó la
Coordinadora de Radios Libres, que se identificaba con el nombre de CoRaL. Esta
organización incluso llegó a estar presente en un medio de comunicación masiva. El 27 de abril
de 1994 el diario La República se hizo eco de un pronunciamiento de esta coordinadora en el
cual se protestaba contra la adjudicación de la TV Cable para Montevideo y se exigía la
inmediata suspensión de los trabajos de instalación del nuevo servicio televisivo. Pero esta
Coordinadora no logró echar raíces, y con el tiempo se extinguió, un poco por falta de personas y
radios, y otro poco por diferentes visiones sobre cómo encarar el tema. Eran los primeros
esbozos de posiciones distintas con respecto a la búsqueda de una autorización oficial.
De las distintas radios de corta duración que ocuparon el dial en 1993 y 1994, la más
destacada fue Paraná Guazú que tuvo lugar en el departamento de San José. Durante tres días
seguidos, desde tempranas horas hasta llegada la medianoche, los habitantes de Rincón de la
Bolsa pudieron sintonizar este emprendimiento de CoRaL. Se transmitió fútbol vecinal en vivo
-con pelea incluida-, una peña, un programa de un cura evangelista que se acercó a la radio, se
entrevistó a vecinos, etc. Esta radio funcionó porque uno de los integrantes de la CoRaL era de
allí y tenía pensado establecer la radio. Pero luego la Coordinadora se desarmó, se adjudicó una

20
frecuencia en la cercana localidad de Santiago Vázquez y el interesado en cuestión obtuvo una
frecuencia en un pueblo del Interior del país.
Un tiempo antes de Paraná Guazú, el primero de enero de 1993 comenzó a emitir desde
detrás del Cerro, FM Brillante. Junto a DeMente, eran las dos únicas radios en funcionamiento
que integraban CoRaL. Fue sin duda la primera en obtener el claro reconocimiento de sus
oyentes. Su objetivo era “estar al servicio de la gente y de la zona. Tratar de unir a la gente de
la zona informándole cosas de la zona. (...) Tratamos de destacar lo que interesa de la zona. Por
eso es que es tan escuchada, porque a la gente le interesa saber dónde está viviendo y las cosas
que pasan donde vive”27 .
La radio salía al aire todos los días, desde el mediodía hasta las cero horas. Duró más de
un año, y en ese lapso recibió tres allanamientos de parte de la DNC. Luego del primero de ellos,
por iniciativa propia de los vecinos y oyentes, se reunieron más de 1800 firmas en menos de una
semana. La emisora también fue apoyada por algunos de los Centros Comunales de la región y
por la parroquia de la zona. Además de los programas musicales que ocupaban una buena parte
de las transmisiones, FM Brillante incluía en su programación un espacio llamado “FM Ayuda”
al cual los oyentes se comunicaban para solicitar algo que estuvieran necesitando: medicamentos,
ropa, comestibles, una cama o incluso, en una ocasión, donantes de sangre. “FM Ayuda trata de
ayudar a la gente que está un poco más marginada, que está sin trabajo. (...)Cuando necesitan
medicamentos, que suele ser algo urgente para un niño o un mayor, ellos vienen, lo solicitan y la
audiencia responde, o alguna farmacia. También tenemos números telefónicos de algunos
doctores que podemos llamar y pedirle algún medicamento, ya que se han ofrecido a colaborar
con FM Ayuda: Incluso el cura de la Parroquia San Rafael, que fue con quien conversamos este
tema de hacer FM Ayuda, nos apoya mucho”28.
En el verano 93/94 a la tradicional mística de Cabo Polonio se le agregó algo aún muy
desconocido para la mayoría de los uruguayos, un producto bien a tono con el Polonio: una radio
libre. Todo comenzó desde el altillo de un boliche. Era FM 89.5 Cabo Polonio, que se pudo
escuchar también en Valizas y Aguas Dulces entre diciembre de 1993 y marzo de 1994.
El inicio estuvo marcado por la llegada de un joven turista argentino que como se ve que
tenía lugar de sobra en su equipaje decidió traerse un transmisor. El tono de la radio estaba
marcado por el afán de divertirse. En un comienzo era música y algunos comentarios, pero luego
se empezó a armar una programación. Otros veraneantes se fueron incorporando a la radio y fue
allí como surgieron algunos programas: uno de y para mujeres, otro sobre arte y plástica hecho
por un pintor local, un programa de cuentos y radioteatro, uno de historias y anécdotas de otro
pintor-habitante de Cabo Polonio, etc.
La radio incluía una cartelera gratuita con las distintas actividades que se realizaban,
aunque luego surgió un canje con un restaurante para poder costear la energía utilizada, ya que al
no llegar la energía eléctrica debían hacer todo con pilas y batería de automóvil. Cerca de 15
personas participaron de FM 89.5 Cabo Polonio, ya desde la casa de uno de los pintores de allí.
Como el calor del verano, también la gente fue desapareciendo gradualmente, hasta que en marzo
la radio dejó de transmitir.

De cuando se comienza a gestar un movimiento

27
Entrevista a uno de los realizadores de FM Brillante, diciembre de 1993.
28
Ídem.

21
Cuatro meses después que se bajó la antena de la emisora del Polonio, mientras algunos
periodistas deportivos recordaban el triunfo celeste en Maracaná, los vecinos de La Teja se
encontraron con algo nuevo en el 103.5 del dial de FM. La fecha no fue casualidad, los
integrantes de El Puente FM eligieron especialmente ese día -16 de julio- para el nacimiento de
la radio. Esta emisora forma parte de un proyecto de comunicación zonal y barrial, y tiene su
origen en El Tejano, un periódico de la Teja. El objetivo planteado fue lograr una mejor
comunicación con el barrio, más accesible y fluida. Para ellos optaron por denominarse radio
comunitaria, señalando de esa forma el tipo de radio que querían llevar adelante. Para ello se
preocuparon por estrechar vínculos con algunas organizaciones de la zona, como ser: comisiones
fomento, parroquia, policlínica, centro comunal zonal, etc.
Desde entonces entre las principales preocupaciones de El Puente FM estuvo lograr que
surgiera un verdadero movimiento de radios comunitarias. Los primeros impulsos en ese sentido
se convirtieron en el germen de la actual Coordinadora, que incluye solo a las radios
comunitarias dejando fuera de sí a las demás radios que no se consideran como tales. Dentro de
esta búsqueda ocupó un lugar importante el obtener un aval oficial para transmitir sin esperar
siempre un allanamiento. Fue por ese entonces que la radio tejana comenzó a realizar talleres de
capacitación para personas interesadas de distintos barrios de Montevideo e incluso de alguna
localidad cercana a la capital.
En 1995, el año siguiente del nacimiento de la radio de La Teja, aparecieron otras dos de
las que darían origen a la Coordinadora: Alternativa FM y Sembrando FM. Entre estas la más
vieja es Alternativa FM, que salió por primera vez al aire el 4 de febrero de 1995, un sábado, en
Belvedere. Si bien la radio ha tenido bastantes cambios en estos casi cuatro años, el origen estuvo
vinculado con los gustos musicales de sus creadores. Al no poder escuchar en ninguna emisora la
música que a ellos les agradaba, decidieron ponerla ellos mismos. Otra motivación también fue la
bronca; “la bronca por el hecho de que había pila de cosas que no me gustaban. La bronca por
no tener espacios y porque los programas de radio que escuchaba los fueron suprimiendo”29. En
el presente la radio se define como comunitaria, aunque en sus inicios no lo hacía.
Por su parte, Sembrando FM es de la zona de Jardines de Hipódromo. Comenzó a emitir
el 17 de junio de 1995 por obra de la Comisión Pro Fomento de allí. Es en este punto que
presenta ciertas similitudes con El Puente FM. Ambas radios vieron la luz a partir de una
organización previa involucrada en la comunicación interbarrial. En el caso de la radio de la
Teja, un periódico barrial -El Tejano- y en el caso de Jardines de Hipódromo, una Comisión con
un boletín propio, Sembrando. Los dos ejemplos vienen de otros esfuerzos por comunicarse con
los vecinos de la mejor manera posible. Desde que comenzó, Sembrando FM se definió como
radio comunitaria.
Pero el pequeño crecimiento del movimiento de radios de baja potencia con que parecía
que iba a culminar 1995 -estaban funcionado Sembrando FM, El Puente FM, Alternativa FM,
DeMente- recibió una amplia difusión a raíz de la aparición de una nueva radio de baja potencia:
Radio FEUU. El 4 de diciembre desde la Facultad de Arquitectura los estudiantes universitarios
pusieron en el aire su propia estación radial, para difundir sus puntos de vista sobre el conflicto
que se estaba viviendo en la Universidad de la República. Según justificó uno de sus
participantes, “ya no sabíamos cómo disfrazarnos para que los medios masivos cubrieran
nuestras marchas y difundieran nuestros puntos de vista”30.
La aparición de esta radio tuvo gran repercusión. Si hasta entonces poco lugar habían
tenido las distintas radios en los medios masivos, Radio FEUU marcó un antes y un después. Por

29
Entrevista a Adrián, integrante de Alternativa FM, junio de 1995.
30
Blixen, Samuel. “Qué culpa tiene el tomate...”. Semanario Brecha. Montevideo, 22 de diciembre de 1995.

22
esos días muchas personas se enteraron de que en algunos barrios había radios que transmitían
sin permiso oficial y que decían otras cosas distintas a las que se solían escuchar por el receptor.
Por un par de semanas el tema tuvo difusión. Se hicieron notas de prensa y algunos políticos
salieron a opinar.
Finalmente Radio FEUU fue obligada a cerrar el 18 de diciembre, aunque volvería al éter
al año siguiente. Un día antes del cierre, en el centro del país, nacía otra radio de singulares
características. A cargo de la Comisión de Salud de La Paloma (Durazno), este pueblo de 1200
personas tuvo por primera vez una radio local. Hasta entonces el aislamiento de su población era
muy grande. Con buenos equipos solo se podía sintonizar alguna radio AM de Montevideo,
incluso las radios de Durazno y Sarandí casi no llegaban. Por eso fue que cuando comenzó a
transmitir Oxígeno FM logró el amplio reconocimiento de sus oyentes. Pero no duró mucho
tiempo, al año siguiente -1996- la radio fue clausurada por la DNC.
Con Radio FEUU y Oxígeno FM terminaba 1995, para dejar paso a uno de los años
fundamentales en el desarrollo posterior de las radios de baja potencia; año de grandes cambios y
nuevas realidades.

23
De cuando se llega a un año fundamental

El año ‘96 comenzó tranquilo, recién en abril apareció otra radio. Con la meta de
“nuclear las distintas actividades de la zona”31 , Emisora de la Villa comenzó a irradiar su
programación para la populosa barriada del Cerro. Esto ocurrió el 21 de abril, apenas unos días
antes de que en el Salón Azul de la Intendencia Municipal de Montevideo se realizara el
Encuentro “Con los pies en la tierra y la voz en el aire”, que tenía como objetivo planteado el
desarrollo de las radios comunitarias en Uruguay.
Del 25 al 28 de abril de 1996 se reunieron allí, representantes de cada una de las radios
que por ese entonces se denominaban comunitarias (El Puente FM, Radio FEUU, Oxígeno
FM, Alternativa FM, Emisora de la Villa, Sembrando FM) , junto a invitados de otras radios
comunitarias latinoamericanas, de la Iglesia Católica , de la Universidad de la República (los
entonces, Rector Jorge Brovetto y Decano Roque Faraone), un representante de la Universidad
Católica (UCUDAL) y un miembro del Encuentro Progresista (José Korseniak). Aunque hay que
precisar que Sembrando FM no estuvo entre las emisoras convocantes, los organizadores fueron
las propias radios comunitarias uruguayas junto a algunas instituciones vinculadas a la
comunicación (COMCOSUR, Grupo Aportes, ACJ, CIPFE, Cotidiano Mujer y ACA). El evento
fue auspiciado, entre otros muchos, por la Intendencia de Montevideo, la Universidad de la
República, AMARC - América latina, UNESCO, FEUU, Iglesia Católica (Uruguay), Iglesia
Metodista del Uruguay, SERPAJ y PIT-CNT.
Como resultado del Encuentro se realizó la “Declaración de Montevideo”, en la que se
plantea la necesidad de un reconocimiento a los medios comunitarios, no solo en radiodifusión, y
se exige la separación de la DNC del Ministerio de Defensa Nacional y la elaboración de una
nueva ley de comunicaciones precedida mientras sea necesario del otorgamiento de permisos
para todas las radios comunitarias.
El Encuentro además de ser realizado en la Intendencia contó en cierta forma con el aval
del Poder Ejecutivo y el presidente Julio Sanguinetti, ya que con la firma de este se autorizó a
que una radio de baja potencia (30 vatios) transmitiera el evento desde los propios balcones del
edificio municipal. Este permiso se convirtió en uno de los argumentos luego usados por los
integrantes de la aún no creada Coordinadora de Radios Comunitarias, ya que en aquella ocasión
se entiende que el gobierno consideró válida la difusión de la temática de las radios comunitarias,
lo que de hecho ya representaría una cierta aceptación.
Pero en contrapartida, mientras el presidente Sanguinetti aceptaba la transmisión de
Radio AMARC Uruguay y el intendente Mariano Arana permitía que el Encuentro se
desarrollara en la propia Intendencia, la DNC allanó y clausuró Oxígeno FM, la radio
comunitaria de La Paloma (Durazno). A este hecho represivo también se le sumó otro a cargo de
funcionarios de la Intendencia. Según publicó el diario La República, “en la noche del jueves 25
de abril dos funcionarios municipales irrumpieron en el viejo mercado del abasto de La Teja
donde transmitía la radio local El Puente, destrozando -entre otras cosas- la antena del equipo
de transmisión”32.
Como derivación del Encuentro y del vínculo que se generó entre las radios que
participaron del mismo, poco después nació la Coordinadora de Radios Comunitarias,
conformada por tres radios: El Puente FM, Emisora de la Villa, Alternativa FM y
Sembrando FM, a las que pronto se les sumaría una nueva, La Esquina FM, que nació con el
apoyo de la propia Coordinadora.

31
Entrevista a integrante de Emisora de la Villa, octubre de 1998.
32
Diario La República. Martes 30 de abril de 1996, página 17.

24
A más de 600 kilómetros de Montevideo y desconociendo todo lo que ocurría en la
capital, un grupo de amigos de la ciudad de Artigas pone en el aire Yacaré FM, radio que
actualmente integra Ecos. En sus comienzos, por miedo a la represión, se identificaban como una
radio de una población cercana que desde hace algunos años había cambiado su viejo nombre por
el de Bernabé Rivera. Pero ellos prefirieron rescatar el antiguo nombre del pueblo, que era
Yacaré, para no usar el actual, que corresponde a uno de los responsables del exterminio de los
charrúas.
Sin embargo, pese a identificarse como de otra localidad, sus amigos y vecinos de Artigas
los fueron reconociendo, al igual que el propietario de una FM local que los salió a denunciar en
la prensa. Si bien los miembros de Yacaré FM tuvieron algunos problemas e incluso los localizó
la DNC no recibieron ningún allanamiento. Recién un año y medio después de que crearon la
radio se vincularon con un colega de una emisora montevideana, que los acercó a la
Coordinadora, la cual integran desde entonces.
Pero Yacaré FM no fue la única radio de corto alcance del Interior del país que ocupó el
éter ese año. Otros casos fueron Al Sur FM, que comenzó a transmitir en la ciudad de Florida en
octubre, 1811 radio de Las Piedras que se inició por setiembre con el nombre de Subrreta y
Anzuelo FM que funcionó en El Pinar entre Navidad de 1996 y turismo de 1997 con un
allanamiento en el medio.
De regreso al Montevideo de 1996, el 27 de junio una nueva radio tejana dijo presente en
el dial. Desde el 105.3 de FM, Teja Libre comenzó a emitir “en respuesta y desagravio a la
represión llevada adelante por la Intendencia”33 dos meses antes contra El Puente FM. Sin
embargo Teja Libre nunca integró la Coordinadora por no estar de acuerdo con ella. Sus
objetivos principales eran “decir la verdad que no sale por los grandes medios de
comunicación” y crear “una radio, dos radios, mil radios”34 en directa alusión a una frase de
Ernesto Guevara que llamaba a “crear dos, tres..., muchos Vietnam es la consigna”35.
La modalidad de funcionamiento de Teja Libre tenía que ver con un objetivo puntual: la
difusión de conflictos y movilizaciones sociales. Para cumplir con este cometido no tenía un
lugar fijo de emisión, sino que estaba donde había algún conflicto (huelga, ocupación) o en
apoyo a otros acontecimientos (asentamientos, cooperativas, plebiscito, actos recordatorios del
Golpe Militar del 27 de junio de 1973). Finalmente la radio dejó de existir luego de un año y
medio de vida.
Pero el año 96 aún tenía cuerda para rato. El 15 de agosto, al día siguiente de la “Marcha
por los Mártires Estudiantiles” los estudiantes liceales ocuparon algunos de sus centros de
enseñanza para oponerse a la Reforma Educativa implementada por el gobierno y en protesta por
un mejor Presupuesto para la Educación. Para dar difusión a la opinión de los estudiantes, ese
mismo día comenzó a transmitir desde el Liceo Nº 35 IAVA, Radio CIES, la voz de la
Coordinadora Intergremial de Estudiantes de Secundaria. Luego al agregarse a esta Coordinadora
los estudiantes de UTU (Universidad del Trabajo del Uruguay) pasó a llamarse Radio CIESU.
La experiencia de esta radio luego se extendió a otras similares en otros liceos por lo cual
dejó de ser la emisora de todos los ocupantes para pasar a ser sólo la de los de un centro de
enseñanza: Radio IAVA. Otras emisoras liceales de 1996 fueron: La Percha (liceo de El Pinar),
Mátalos Turú (de IEC-UTU), La Podadora (Liceo Miranda), IDAL FM (del Liceo Nº 3
“Dámaso Antonio Larrañaga”) y Abarajando la croqueta (del Instituto de Profesores Artigas,
IPA). Todas estas radios utilizaron equipos prestados por las distintas radios existentes, tanto las

33
Entrevista telefónica a integrante de Teja Libre, 29 de octubre de 1998.
34
Idem.
35
Guevara, Ernesto. “Obras Completas”. Editorial Macla. Buenos Aires - Argentina, 1997. Página 360.

25
que integraban la Coordinadora de Radios Comunitarias como las que no. Pero en todos los
casos el contenido de las programaciones eran creación y responsabilidad de los estudiantes, la
única ayuda que recibieron fue para el manejo técnico de los equipos.
Las ocupaciones culminaron el 5 de setiembre y con ellas se apagaron las radios que allí
se habían gestado. Eso sí, los liceales volvieron a transmitir durante el “Tercer Encuentro
Nacional de Estudiantes de Secundaria” en Tacuarembó y unos días después en Salto, con los
nombres de Encuentro FM y Radio Carcacha. Pero a esto hay que agregarle que desde antes,
fines de junio y hasta el 7 u 8 de setiembre volvió a funcionar Radio FEUU, hasta que fue
allanada y perdió los equipos de transmisión cuando estaban saliendo desde el local sindical de
los empleados de FUNSA. Como resultado de la aparición de todas estas radios estudiantiles
(liceales y universitaria) el tema de las radios de baja potencia volvió a ocupar lugar en la prensa
montevideana, posibilitando un mayor conocimiento del fenómeno a la gran cantidad de personas
que nunca habían sintonizado una de estas radios.
Mientras duraban las ocupaciones, una nueva y difundida radio encendió sus equipos:
Intrusa FM. Esta nació de una escisión de Alternativa FM, ya que algunos de sus miembros no
estuvieron de acuerdo en participar en el Encuentro realizado en la Intendencia y en que allí
hubiera representantes de la Iglesia. El punto de quiebre fue la integración de Alternativa FM a la
Coordinadora, lo que causó que algunos abandonaran la radio para crear otra que sería Intrusa
FM.
La primera transmisión fue el 24 de agosto de 1996. La intención fue transmitir en directo
el acto en recordación de lo ocurrido el año anterior en el Hospital Filtro durante la extradición
de tres integrantes de ETA. Como técnicamente no lo pudieron realizar, finalmente hicieron un
programa especial sobre Sacco y Vanzetti. La radio tenía un claro perfil anarquista, su objetivo
era crear un medio de comunicación barrial para “difundir material que no salía en otros
medios”36, pero no duró mucho, no más de un mes. En setiembre la radio fue allanada. Según
una crónica del diario El País, “Los servicios de inteligencia militar desarticularon en las
últimas horas una suerte de célula con conexiones internacionales que, mediante una radio
clandestina, venía entrenando detalladamente a quienes la captaban sobre la fabricación de
explosivos y el manejo de armas para acciones a corto plazo”37.
También se dijo que en el lugar se habían encontrado bombas molotov y grampas
miguelitos. Pero según relató uno de los miembros de la radio38 lo que había eran botellas con
alcohol para una cocina y maderas con clavos ya que el padre de uno de ellos que allí vivía era
carpintero. Con respecto a las instrucciones para armar bombas, resultaron ser canciones de los
Mejía Godoy, dos hermanos nicaragüenses simpatizantes del sandinismo que en algunas de sus
letras daban indicaciones de cómo usar un arma o hacer una bomba. Pese a las acusaciones
oficiales, ningunos de los elementos probatorios apareció posteriormente.
Por otra parte, también en la segunda mitad de 1996, nació Uy uy uy, a partir de un grupo
de personas que no compartían el accionar de la recién creada Coordinadora de Radios
Comunitarias. En su opinión, “las radios que se definen como comunitarias implican un
proyecto político previo. Decir que uno representa a la comunidad es muy grosso; eso es más de
diputado”39.
Para terminar de mostrar lo que fue este año, como complemento van algunas otras radios
que nacieron y murieron sin cambiar de almanaque: Burzako (Barros Blancos, Canelones), Del
36
Entrevista a miembro de Intrusa FM, 5 de noviembre de 1998.
37
Tomado del diario El País, 22 de setiembre de 1996. Bouissa, Alfredo. Curuchet, Eduardo. Orcajo, Oscar. “Las
Otras Radios”. Ediciones Tierra Amiga. Montevideo, 1998. Página 71.
38
Entrevista a miembro de Intrusa FM, 5 de noviembre de 1998.
39
Entrevista a integrante de Uy uy uy, setiembre de 1998.

26
Prado (Parque Posadas), La Cima FM (Cerro), Top Radio (Unión), Emisora de Emergencia
(Prado). Vale decir que ninguna de estas radios integró la Coordinadora. Ninguna se identificaba
como radio comunitaria y solo dos de ellas -La Cima FM y Top Radio- dejaron de emitir por
haber recibido un procedimiento de la DNC.
Sin dudas 1996 fue el año en que más crecieron las radios de baja potencia, tanto en
número como en conocimiento popular sobre la cuestión, pero también ese fue el año de mayor
represión. Muchos allanamientos ocurrieron durante este período. Muestra de ello fue lo ocurrido
el domingo 16 de junio en tres barrios montevideanos en donde la DNC realizó procedimientos.
Las radios perjudicadas fueron Emisora de la Villa (Cerro), Alternativa FM (Belvedere) y El
Puente FM (La Teja). En los tres allanamientos los funcionarios del Ministerio de Defensa
Nacional solo pudieron incautar cables, antenas, un micrófono y un grabador. Ningún transmisor
pudo ser requisado, pese a que incluso Emisora de la Villa estaba transmitiendo en ese momento.
El ‘96 terminó con un allanamiento a Anzuelo FM (El Pinar) el 30 de diciembre.
Finalmente, luego de unos meses bastante movidos, el balance indicaba que, por un lado había
habido un notorio aumento del número de radios y por el otro, mal o bien ya pocas personas
podían afirmar que nunca habían oído hablar de estas nuevas y pequeñas radios.

De cuando se inicia una estabilidad

Para 1997 la Coordinadora de Radios Comunitarias ya había afianzado su actividad. En


enero apareció una nueva radio comunitaria, esta vez en la localidad canaria de Barros Blancos,
que se identificaba con el nombre de Ciudad Dormitorio. Con la incorporación de esta radio la
Coordinadora pasó a estar integrada por ocho emisoras.
A mitad de año la DNC realizó sus últimos allanamientos hasta el presente (noviembre de
1998). El Parlamento comenzó a tratar distintas propuestas para legislar al respecto y los medios
de prensa comenzaron a hablar con más asiduidad de estas emisoras de baja potencia. No ocurrió
lo mismo con las demás radios establecidas y con los canales de televisión. En la gran mayoría de
estos medios el tema en cuestión parecía no existir, preferían darle la espalda.
Desde el segundo semestre de 1997 las cosas vienen siendo más apacibles. Han aparecido
unas radios y desaparecido otras, y la DNC hizo bastante poco en cuanto a confiscación de
equipos. Entre las radios que surgieron desde entonces estaban: La Canuta -unión de DeMente
y Uy uy uy- (Villa Española y Sayago, 22 de agosto de 1997), La Arveja (Santa Lucía, 5 de
diciembre de 1997), Triangulada FM (El Pinar, Canelones), El Sótano FM (Colón, 1997) y La
Voz... (Colón, 10 de octubre de 1998) todas por fuera de la Coordinadora, si bien estas tres
últimas se identificaron como radios comunitarias. Dentro de la Coordinadora, que desde 1997
toma el nombre de Ecos, aparecen: De la Villa (Villa García, 25 de setiembre de 1997), Desde
Acá (El Monarca, 5 de setiembre de 1998) y Germinal FM (Colón, 10 de octubre de 1998).
En el año ‘97 algunos locales de enseñanza volvieron a ser ocupados. Fue entonces que se
volvieron a dar algunas nuevas emisoras estudiantiles, pero en número menor que el año anterior
pues Ecos decidió no prestar sus equipos. Desde el IPA emitió Abarajando la croqueta II con
los equipos de la ya inexistente radio DeMente.
Por su parte el Primero de Mayo de 1997 realizó su primer transmisión Ecos FM, el
medio creado para las transmisiones colectivas de la Coordinadora de Radios Comunitarias.
Desde ese día Ecos FM a estado presente en algunas otras movilizaciones y eventos de forma
esporádica.

27
El ‘98, además de algunos nacimientos ya reseñados, fue una continuidad del status quo
reinante: nuevas radios, ningún allanamiento. Este año volvió a salir Radio FEUU, al igual que
en todos los anteriores desde su origen, aunque con participación reducida. Por último, aunque
algunos meses antes, en La Paloma (Durazno) regresó al éter Oxígeno FM, la radio que había
sido clausurada mientras en Montevideo se realizaba el Encuentro que luego dio origen a la
Coordinadora. Pero el regreso fue con una autorización de la DNC después de un llamado a
interesados para explotar una emisora a su medida, puesto que la potencia autorizada era de 100
vatios, algo que solo le podía interesar a la radio clausurada, dado que por la pequeña área de
cobertura -10, 15 kilómetros-, pocos se podían interesar para explotarla comercialmente. Por otra
parte la potencia estipulada pertenece a la categoría de baja potencia, siendo Oxígeno FM una de
las cuantas emisoras autorizadas a funcionar con potencias tan chicas, que van de 100 vatios a 1
kilovatio, valor -este último- en que dejan de ser consideradas como estaciones de baja potencia.

28
3 - LAS ENTRAÑAS DE ESTAS EXTRAÑAS RADIOS

Hasta aquí ya se han vistos diferentes cuestiones sobre esta nueva realidad del dial de FM,
radios de baja potencia que ocupan un sitio en el espectro radioeléctrico haciendo realidad el
supuesto de que existe la Libertad de Expresión. Es el momento de conocer estas radios, no
todas, sino las actuales. El capítulo que acá empieza es una fotografía, una imagen que permitirá
conocer algunas de las características de las radios comunitarias y libres del Uruguay. Desde
quiénes las hacen hasta cómo se financian, pasando por sus objetivos, contenidos o su visión
sobre la publicidad y la comunicación con la audiencia. Como toda fotografía, esta también es
fugaz. Permanente porque queda registrada, pero en sí, solo es una imagen fugaz que se pudo
haber tomado un poco antes o un poco después. De hecho cuando el lector lea estas páginas
algunas cosas habrán cambiado. Pero el disparador de esta cámara fue apretado en un preciso
instante, por un fotógrafo. Tal vez algunos no coincidan con la foto, pero para eso, por suerte,
existen otras cámaras y otros ojos40.
Pero sobre el momento actual, octubre-noviembre de 1998, tal vez sea bueno aclarar que
presenta un par de características a tener en cuenta. Primero, que nunca hubo tantas radios juntas
como en este momento. Puede ser que el número de emisoras de baja potencia siga en aumento y
se duplique, triplique o sextuplique, pero que coexistan 15 radios es una cifra muy importante.
Lo segundo a tener en cuenta es que desde la aparición de la Coordinadora estas pequeñas radios,
mayoritariamente, se nuclean alrededor de esa organización y de sus fines de alcanzar una
comunicación comunitaria produciendo un quiebre muy grande entre el antes y el durante de la
Coordinadora de Radios Comunitarias.
Lo que viene está basado en el momento actual, pero al final del trabajo aparece un
apéndice en donde se mencionan todas las radios inventariadas durante la investigación, con
detalles sobre sus principales características, sus zonas de influencia y demás datos relevantes de
cada una de ellas.

¿Quiénes las hacen?

Vinculadas directamente a las radios de pequeña cobertura hay más de 350 personas,
contando a los que participan de la salida al aire: técnicos, conductores, operadores, productores.
No están incluidos en esta suma los ocasionales colaboradores, por lo cual haciendo una fácil
división se puede ver que cada emisora tiene un promedio de algo más de 20 integrantes. Los
picos reales en cuanto al número de gente que integra las radios es muy variado. Mientras que en
Sembrando FM participan cerca de 100 personas, en La Arveja solo son tres muchachos.
Con respecto a las edades la variedad es amplia, aunque hay un clarísimo predominio de
jóvenes. Si bien existen programas hechos por niños y también por personas adultas, la inmensa
mayoría de quienes participan son adolescentes y jóvenes. Los distintos promedios de edad de las
radios van desde 16-17 años hasta 30. Teniendo en cuenta a todos los casos, las radios de baja

40
Salvo en caso que se especifique, las declaraciones presentadas en este capítulo fueron extraídas de entrevistas
realizadas a integrantes de cada una de las radios referidas. Las mismas entrevistas se realizaron, con una sola
excepción, en las propias radios, durante los meses de setiembre y octubre de 1998.

29
potencia tienen una edad promedio de entre 22 y 25 años, lo que deja ver claramente el carácter
juvenil de este fenómeno.
Otra de las características de quienes llevan adelante estas radios es que rara vez son
personas vinculadas a los medios de comunicación, tanto a nivel laboral como de estudios.
Aunque sobre este punto se puede establecer una pequeña diferencia. En el caso de las radios
comunitarias es muy difícil encontrar gente de la comunicación. Si nos remitimos a los números,
en más de 300 personas no hay más de una docena que de alguna forma estuvieran vinculadas a
los medios, dejando de lado el caso de Radio FEUU que aunque es una experiencia un tanto
distinta pues proviene del ámbito universitario en la que participan estudiantes de comunicación,
tampoco surgió justamente de Ciencias de la Comunicación. Sin embargo en las radios libres, si
bien son muchas menos personas, hay un mayor promedio de gente de los medios: estudiantes e
incluso trabajadores de la comunicación. En el resto, en la mayoría de los casos son trabajadores,
desocupados o estudiantes de otras áreas que poco tienen que ver con los medios de
comunicación.
También es importante ubicar las distintas experiencias radiales de este tipo dentro de un
mapa de la ciudad de Montevideo para darse cuenta a qué barrios y estratos sociales pertenecen
las mismas. Los ejemplos de radios de baja potencia en las zonas más céntricas y de mejor nivel
de vida son simples anécdotas efímeras. Todas las radios de cierta trayectoria y permanencia
tienen lugar en los barrios más populares donde residen trabajadores de clase media, media baja y
baja (oeste y norte de la ciudad). Además, los integrantes de tales emisoras son habitantes de
estos barrios. Aunque la mayoría de las radios cuenta con algunos integrantes extra-zona, la casi
totalidad de ellos son del barrio en que está ubicada la emisora.
En cuanto al posicionamiento político-partidario, si bien todas las radios reconocen o
dejan traslucir una notoria inclinación hacia la izquierda, esto no significa la adhesión a ningún
partido político ni ideología en particular. Es necesario admitir que ANDEBU, políticos
contrarios a estas radios pero también miembros de las mismas -tanto libres como comunitarias-
reconocen que en algunos casos existen móviles político-partidarios. Sin embargo, resultó
imposible demostrarlo fehacientemente.
Vinculado a lo anterior, se puede decir que muchos de los integrantes provienen de una
militancia social anterior, que en muchos casos aún puede perdurar. Hay quienes integran
comisiones barriales, movimientos juveniles, organizaciones sociales y grupos políticos. Esto es
bastante lógico si entendemos que así como existe un interés en formar parte de un medio de
comunicación que se propone alternativo a los que ya hay, ese mismo interés por la temática
social -antes, durante y después de las radios- lleva a que quienes estén cercanos a ellas también
lo estén a otros tipos de agrupaciones sociales, políticas o barriales.

30
¿Por qué un medio de comunicación y por qué una radio?

La justificación que dan los integrantes de las distintas radios de baja potencia sobre por
qué crear un medio de comunicación propio suelen coincidir. Por un lado nombran la dificultad
de acceder a los medios masivos de comunicación, cuestionan qué es lo que aparece sobre su
barrio en esos medios y explican que la zona necesita un medio propio por el cual hacerse oír y
escucharse mutuamente. También hacen referencia a dos hechos puntuales muy importantes: el
bajo costo económico que significa montar una radio de baja potencia y cómo mejora la
comunicación deseada que antes se intentaba lograr por medio de boletines barriales.
Según un integrante de Alternativa FM, al referirse a los medios masivos de
comunicación explicó que, “nosotros no nos vemos representados en los diferentes medios, por
eso decidimos hacer nuestra propia experiencia”. Una respuesta recibida en La Esquina FM fue
que “existe una necesidad real de comunicación dentro del barrio, la radio llena un vacío que
dejan los medios comerciales, que es el de la sociedad civil dueña y gestionaria de un medio”.
En Emisora de la Villa las palabras fueron: “creemos en la necesidad de comunicación en un
barrio como el Cerro”. En Colón, La Voz... “se inicia por la necesidad que se da en el barrio de
unificar el tejido social que existe”. En tanto que en Sembrando FM anotaron que “los medios
de comunicación masiva no daban lugar a lo que ocurría en el barrio. De repente podía salir si
había un asesinato, pero nada más”, además de que “nos enteramos muy rápido de lo que pasa
en otros países pero nada de lo que ocurre en el barrio”.
En un documento de los estudiantes universitarios estos explican la aparición de su radio
con el siguiente análisis: “El poder que ejercen hoy en día los Medios de Comunicación Masiva
constituyen un factor de suma importancia en la generación y reproducción de la cultura
apoyando o contrarrestando la difusión de algunos modelos sociales y formas de ver el mundo.
(...) El control de los medios de comunicación implica también en buena medida el control del
debate público ya que son los propios medios de comunicación los que determinan la agenda de
discusión. (...) Hoy en nuestro país los medios de comunicación (salvo contadas excepciones),
están bajo la posesión de unas pocas familias (...). Ante esta situación es que surge la necesidad
de oponer al mencionado sistema hegemónico un sistema de medios alternativos diferente que
permita una verdadera comunicación, dando espacio a quienes no los tienen o sólo los
consiguen en forma parcial y controlada”41.
Una opinión recogida de integrantes de Yacaré FM es que en su caso, las dos radios de
Frecuencia Modulada que conviven en Artigas no presentan mucha variación en cuanto a sus dos
programaciones. En una localidad con distintos públicos a los que se pueden dirigir propuestas de
comunicación diferentes, parecería que las dos efemes tienen programaciones demasiado
similares. Este sentir también se escucha en gente de otras radios, y demás está decir que en
muchos otros jóvenes que a diario mueven el dial buscando una propuesta que los atrape y con la
cual se identifiquen.
Por su parte, La Canuta se explica por una necesidad propia de hacer radio, necesidad de
cada uno de sus realizadores. La respuesta que se escucha en esta radio libre es sencilla:
“tenemos ganas de hacer radio”. Lo mismo ocurre en la otra radio libre que hay en la
actualidad, La Arveja, deriva de un interés particular que no se origina en una interpretación
política de que existe una comunidad, sea barrio o ciudad, que necesita comunicarse y no
encuentra los canales apropiados. El inicio está, según lo reconocen en estos dos casos, en una
cuestión particular, originada en una necesidad propia de comunicarse o de hacer radio a manera

41
“Proyecto Radio FEUU”, páginas 7, 8 y 9. Documento de la FEUU (Federación de Estudiantes Universitarios
del Uruguay).

31
de entretenimiento, que luego puede derivar en un producto comunitario o no; pero eso ya es otro
cantar.
Sobre por qué una radio y no otro medio de comunicación, en la emisora comunitaria
cerrense explicaron que “no tenía sentido dejarle los mejores medios de comunicación al poder
económico” y por eso se decidieron a crear una radio con la cual buscan cubrir todas las áreas
etarias y así tener un público más amplio. El razonamiento seguido en el caso de La Esquina
FM fue que “la comunicación de las organizaciones sociales siempre se dio con boletines
impresos, lo que significaba un alcance limitado y una comunicación menos directa. Pero la
radio da más posibilidades pues el vínculo es más directo, y eso dinamiza las distintas
actividades que se nuclean en la radio”. Para esta emisora del barrio Las Acacias, la radio tiene
una gran ventaja: se puede escuchar sin dejar de realizar otras actividades, por lo cual es más
fácil recibir su mensaje, que además suele ser más espontáneo y creativo. Esto se vincula con la
intención expresa de esta radio de llegar a los jóvenes, que “tienen más pereza para leer”, ya
que la lectura absorbe un tiempo especialmente dedicado a eso, cosa que no ocurre con la radio.
En dicha zona de Montevideo además de la emisora existe un periódico, y ambos medios se
complementan para llegar a distintos públicos.
El caso de Sembrando FM es un ejemplo de darle cierta preferencia al medio radial
antes que al escrito, ya que Sembrando se llamaba también el boletín de la Comisión Pro
Fomento Barrio Jardines del Hipódromo, que año a año incluía en sus balances un debe en el
área de la comunicación con los vecinos. Una vez que vieron las posibilidades de la radio
volcaron sus esfuerzos a esta, en detrimento del boletín, que si bien siguió saliendo perdió su
periodicidad. Aunque ellos ven que “lo escrito no es sustituible ni por la radio ni por la
televisión”, “sin lugar a dudas” la radio da mejores resultados. Eso lo han comprobado a través
de las cartas y llamadas telefónicas recibidas.
Pero hay que agregar que para algunas radios el proyecto es más amplio que utilizar el
éter. El Puente FM es parte de un conjunto que no solo incluye la radio sino también al
periódico barrial El Tejano y una página web en Internet. Ciudad Dormitorio “apunta a
afianzarse en la empresa de la comunicación social” 42 y para ello tiene una publicación propia
llamada El Mono de la Tinta - pasquín. Por último, en Jardines del Hipódromo existe un
boletín barrial con el mismo nombre que la radio de la zona, Sembrando, que si bien no
pertenece a la radio tiene un mismo origen común en la Comisión Pro Fomento de allí.

42
Reglamento interno de funcionamiento de Ciudad Dormitorio, artículo primero.

32
¿Cuáles son los objetivos?

Los objetivos manifiestos por los integrantes de las radios de baja potencia suelen ser una
clara línea de separación entre las radios comunitarias y las radios libres. Mientras que las
comunitarias describen objetivos y motivaciones vinculadas a lo social, la pertenencia al barrio o
la solidaridad entre vecinos, quienes pertenecen a las radios libres prefieren reconocer, antes que
nada, una necesidad de comunicarse y el gusto por el medio radial, más allá de objetivos
posteriores.
El discurso de las radios comunitarias se vincula constantemente con lo local. Ciudad
Dormitorio se presenta como una radio “de un grupo de gente y para toda la gente de Barros
Blancos”43. Emisora de la Villa tiene como objetivo “servir de nexo a las experiencias sociales
y culturales en el barrio”, mientras que La Esquina FM surgió para “combatir la
desintegración entre las actividades barriales. Para unir y juntar a toda la gente que está
haciendo cosas en la zona”. Para la radio Sembrando FM, la finalidad es “unir al barrio
intentando desarrollar la solidaridad”. En cuanto a Yacaré FM, la radio comunitaria de Artigas,
“la idea es hacer un medio de comunicación para la gente común, enfocado hacia la gente, ya
que los medios que hacen los ricos son para conseguir plata”. Otro ejemplo es El Puente FM,
cuyo nombre viene de que intentan ser un puente de comunicación con los vecinos. En el caso de
Radio FEUU la emisora está destinada a entablar una comunicación más fluida con la
comunidad universitaria, además de apuntar a la democratización de los Medios Masivos de
Comunicación44. Por último, La Voz..., radio comunitaria que no integra Ecos, busca “nuclear
las organizaciones sociales de la zona para hacer actividades en común y legitimar la radio a
través de la gente”.
Algunas radios comunitarias también afirmaron que buscan crear una mentalidad crítica
con respecto a la sociedad actual. Por ejemplo, un miembro de Desde Acá explicó que un
objetivo era “incorformar a la sociedad y crearle nuevas posiciones alternativas”. En
Alternativa FM, quieren “una identidad contestataria y crítica; ser una radio joven de cabeza,
no de edad”.
Aunque también aparece la radio como una necesidad de expresarse. Precisamente en
Desde Acá se pretende “darle un espacio a la gurisada para que se exprese”. Junto a esto, un
participante de Alternativa FM decía: “es una necesidad de nosotros como personas, de
comunicarnos”. Por su parte, en Germinal FM agregaron un objetivo muy vinculado a lo
anterior, “democratizar los medios de comunicación”.
En cuanto a las radios libres, que actualmente son dos -La Canuta y La Arveja- los
objetivos que se plantean son otros, no vinculados a una tarea social arraigada a una determinada
zona. En La Canuta lo que se propusieron es “hacer radio, por el gusto de hacer radio. Somos
un grupo de gente que sentimos la radio como una forma de comunicación libre, sin ataduras y
para usar el aire libre”. Pese a que han hecho algunas pintadas en su área de cobertura, su mira
no está puesta en el barrio. Tal como ellos mismos lo explican, la radio “no representa a la
comunidad, es un grupo de gente que quiere hacer comunicación”.
En el caso de La Arveja, sus objetivos están pautados por su historia. Esta radio de la
canaria ciudad de Santa Lucía nació por la imposibilidad de sus creadores de hacer un programa
en la FM de su localidad. Los contenidos de la propuesta que realizaron a dicha FM debían pasar
a diario por una cierta serie de filtros antes de salir al aire, por lo cual prefirieron crear su propia

43
Ibídem.
44
“Proyecto Radio FEUU”, 2.b Objetivos, página 10.

33
radio, consistente básicamente, en el programa que no pudieron hacer en una radio ya
establecida. Así que su objetivo es, casi de manera exclusiva, hacer radio.

¿Cuándo transmiten?

La salida al aire de las radios de baja potencia está directamente relacionada con la
persecución que tienen de parte de la DNC. Los probables allanamientos solo se pueden realizar
durante el día, ya que nuestra legislación los prohibe durante la noche, en tal período el hogar es
inviolable. Por esto es que casi todas las radios comienzan a transmitir luego que se oculta el sol,
llevando su transmisión hasta la medianoche o alguna hora más.
De las 15 radios existentes en la actualidad, solo cuatro emiten en horarios diurnos: El
Puente FM, Emisora de la Villa, La Esquina FM y Yacaré FM. Pero las salidas de esta última
radio no acostumbran tener mucha periodicidad. De las emisoras que salen semana a semana, El
Puente FM es la única que lo hace durante todo el día; se puede sintonizar los sábados desde las
9 de la mañana hasta que empieza el día domingo. Emisora de la Villa transmite tres días de
noche y uno de 9:30 a 14 horas, los domingos. Mientras que La Esquina FM, también sale los
domingos de mañana, además de los viernes en horario nocturno.
El resto de las radios emite de noche con una frecuencia variable. De todas ellas,
Alternativa FM es la única que sale al aire todos los días. Sembrando FM tiene libre solo los
lunes. 1811 se puede oír lunes, martes, miércoles y viernes. La Canuta está en el éter viernes y
sábado. De la Villa los miércoles y viernes. Desde Acá, Germinal FM y La Voz... los sábados.
Por último, Ciudad Dormitorio y La Arveja, transmiten los domingos.
Al hecho de que la mayoría de las radios salen luego de la puesta del sol para evitar los
allanamientos, que es el motivo principal de los horarios, hay que agregarle un par de
consideraciones. Primero que como no son radios que generan ningún tipo de retribución
económica, están no constituyen la ocupación principal de quienes las realizan. La gente
participa de las emisoras cuando tienen disponibilidad de tiempo según su ocupación principal,
sea trabajo o estudio. No es solo por el peligro a los allanamientos que las radios salen de noche.
Incluso las que transmiten de día lo hacen durante el fin de semana, cuando los integrantes de la
radio suelen estar más libres de tareas fijas. Lo segundo es destacar que en los casos que emiten
desde la mañana hay un objetivo manifiesto: llegar a públicos que no están con el receptor
encendido durante la noche. Es así como se explica que La Esquina FM tenga una
programación más juvenil los viernes por la noche, y que los domingos por la mañana deja lugar
al canto popular, la política y el acontecer barrial.
Durante el verano, la gran mayoría de las radios comunitarias no transmiten. Existe un
corte entre diciembre y marzo-abril del año siguiente. Esta singular característica es justificada
por la llegada de las vacaciones de muchas personas, períodos de exámenes para los estudiantes,
y el corte que se produce a esta altura del año también en la vida de las organizaciones sociales y
barriales. Aunque esto no es general, sino que obedece a la voluntad de cada radio. Por ejemplo,
1811, la radio pedrense, igual se puede sintonizar en las calurosas noches veraniegas.

¿Desde dónde salen?

34
Cuatro son las radios que no salen desde domicilios particulares. Ellas son: Radio FEUU
-utiliza locales universitarios o sindicales-, Emisora de la Villa -desde el Comedor y Ateneo del
Cerro-, 1811 -usa el local de una ONG (Organización No Gubernamental)- y La Esquina FM
-funciona en un local cedido por una cooperativa de vivienda-.
Dos radios -El Puente FM y Sembrando FM- durante un tiempo transmitieron de
edificios y predios municipales, pero la Intendencia de Montevideo los hizo cambiarse de sitio.
En el caso de la radio tejana mediante un allanamiento, y en Jardines del Hipódromo, bajo la
amenaza de dejar sin efecto los convenios que la Intendencia tenía con la Comisión Pro Fomento
que dio origen a la emisora si no cesaban las transmisiones desde el predio municipal cedido a la
propia Comisión.
El resto de las radios emiten desde casas particulares, si bien algunas tienen la intención
de llegar a hacerlo desde algún tipo de organización social de la zona. Las dos radios libres,
además de salir desde hogares, no tienen ningún interés en trasladar sus equipos a otros lugares
“más representativos”.

Potencia y Alcance

Solo dos radios transmiten con más de 30 vatios de potencia. Ellas son Alternativa FM
que emite desde Belvedere con 80 vatios, y Radio FEUU que tiene un transmisor de 300 vatios,
bastante menos de los 1000 vatios, límite para las emisoras de baja potencia. Las dos radios
nombradas justifican su potencia por el público a que se propuso llegar cada una de estas
emisoras. Alternativa FM intenta ser una propuesta para todos los jóvenes, principalmente del
Oeste y el Norte de Montevideo. Por eso es que tiene una potencia mayor a la necesaria para ser
sintonizada en su barrio de origen. Con respecto a Radio FEUU su público objetivo son “todos y
cada uno de los uruguayos”45. Es por esta razón que la radio de los estudiantes universitarios
cubre todo Montevideo, a lo que habría que agregar la intención manifiesta de los propios
estudiantes universitarios por “extender el proyecto Radio FEUU a la Regional Norte de la
Universidad de la República y a todas las demás sedes que la Universidad tenga en el resto del
país”46.
Las demás radios, en concordancia con los propios objetivos planteados, trabajan con una
potencia de entre 10 y 30 vatios, lo que les permite un alcance más limitado, que comprende a los
barrios que están en sus alrededores. En general el alcance está entre 2 y 5 kilómetros a la
redonda, dependiendo de las construcciones, de la geografía, del clima y de cómo estén hechas
las conexiones y colocada la antena, cosa que varía transmisión a transmisión dado que para
evitar perder los equipos en allanamientos estos se sacan al terminar cada jornada de emisión.

Infraestructura

En cuanto a la infraestructura de las radios comunitarias y libres, esta acostumbra ser muy
escasa, solo lo mínimo indispensable. Muestra de ello es que solo tres radios -Alternativa FM,
Emisora de la Villa y Ciudad Dormitorio- tienen un estudio para los conductores de los

45
Resoluciones de la VIII Convención de la FEUU, realizada en noviembre de 1997. Página 78.
46
Idem, página 79.

35
programas separado de donde se encuentra el operador, los colaboradores o cualquiera que esté
en el local de la radio. Por supuesto que estos tres casos no son estudios similares a los que tienen
las radios comerciales montevideanas, sino algo mucho más económico e inefectivo: un par de
paredes, una mampara y algún vidrio.
Técnicamente todas las radios tienen una serie de materiales básicos e indispensables:
antena, cable coaxil, transmisor, consola y micrófono. En general cada radio tiene los propios,
exceptuando a 1811, Sembrando FM y De la Villa, que utilizan transmisores prestados por
Ecos, y Desde Acá y Germinal FM que salen con los de otras radios integrantes de la
Coordinadora. En resumen, con 13 transmisores trabajan 15 radios.
Además de los materiales básicos con que cuentan las estaciones de baja potencia, a esto
se le agregan otras cosas, como ser radiograbadores, compacteras, tocadiscos, más micrófonos,
material discográfico, walkman, etc. Pero esto varía según la radio e incluso según el día, ya que
en algunos casos se depende de lo que cada uno pueda y quiera llevar desde su propia casa.
Como ya se ha notado en muchos puntos Radio FEUU presenta características singulares.
Si se habla de infraestructura otra vez ocurre lo mismo. La radio de los estudiantes universitarios
cuenta con equipo técnico evaluado en 5 mil dólares, producto de una financiación mayor que las
demás radios.
A la infraestructura bastante pareja de las distintas radios se le puede hacer una doble
lectura, por un lado económica y por otro coyuntural. En primer lugar, la forma de financiación
de las radios, sus objetivos no lucrativos y la pertenencia social de quienes las realizan conlleva a
que no se pueda disponer de una mejor inversión para equipamiento. Pero también influye la
inseguridad actual ante los allanamientos, que puede traer como consecuencia que invertir dinero
signifique un esfuerzo inútil por mejorar la calidad de la radio ante un allanamiento en el que se
pierde para siempre todo lo requisado por la DNC, y con ello todo el esfuerzo realizado.
Alternativa FM ya ha recibido en sus más de tres años de vida cinco allanamientos, con una
pérdida total evaluada en 3 mil dólares. No todas las radios pueden soportar tales gastos. Es por
eso que los integrantes de La Arveja manifestaron que en caso de perder los equipos de
transmisión en un allanamiento, la radio no iba a volver a salir al aire.

36
¿Cómo se financian?

El común denominador en la financiación de las distintas radios es que el dinero sale de


aportes individuales puntuales, cuotas fijas de programas o socios y algún evento especial como
rifas, peñas o bailes. También se da la venta de pequeños productos, como ser adhesivos, casetes,
compactos, remeras o buzos.
En general cada radio utiliza más de una de estas formas de recaudación, dependiendo de
la organización y el tamaño de cada emisora. En muy contadas excepciones han recibido ayuda
económica del extranjero, básicamente para la infraestructura inicial que es lo más costoso. Entre
estas excepciones se destaca Radio FEUU. La emisora de los estudiantes universitarios adquirió
sus primeros equipos con cinco mil dólares provenientes con aportes de distintos gremios
(AEBU, ADUR, AFUR, FANCAP y AUTE) y la recaudación de algún baile. Luego del
allanamiento recibido volvieron a juntar una cantidad de dinero similar para comprar
equipamiento igual al perdido. En esta ocasión la plata vino de dos ONG vinculadas al trabajo en
comunicación, una de Suiza y otra de Holanda, y se completó con algunos aportes de algunos
centros de estudiantes (Economía, Odontología y Ciencias).
Como ya se ha dicho bajo el subtítulo anterior, los equipos que actualmente posee Radio
FEUU tienen un valor de cerca de 5 mil dólares. Exceptuando Alternativa FM que cuenta con
una buena infraestructura evaluada en 2 ó 3 mil dólares, es importante aclarar que el resto de las
inversiones de cada una de las radios no acostumbra sobrepasar los 500 dólares, cifra muy
pequeña si se piensa la cantidad de gente que participa en la mayoría de estas radios. Esto está
directamente vinculado con la cantidad de pequeñas radios que han surgido. Los costos son muy
bajos, aún la inversión inicial que es la principal. Si se piensa que con 500 dólares alcanza para
montar una emisora es fácil darse cuenta que no debería ser tan enigmático saber de dónde
proviene una cantidad de dinero tan chica. Así como tampoco debería crear tanta desconfianza,
ya que cualquier grupo de personas con un sencillo ahorro mensual puede reunir dicha cifra.
Sucede también que las finanzas suelen ser muy escuetas. Por ejemplo, en La Canuta se
recaudan 210 pesos mensuales -unos 20 dólares-, a razón de 30 pesos por cada uno de los siete
programas. En Desde Acá, que tiene 12 programas, cada uno de ellos paga 5 pesos semanales, lo
que suma 240 pesos mensuales. A esto se le debe agregar lo que cada una de las personas que
concurren a las reuniones aporta en esa ocasión: 2 pesos. Más plata debe recaudar Emisora de la
Villa, que con cerca de 100 socios que abonan 10 pesos mensuales llega a reunir mil pesos si
todos pagan en tiempo y forma.
En el caso de festivales, bailes, conciertos, o peñas, tampoco el dinero que queda en caja
suele ser mucho. Es más, en algunos casos ha arrojado pérdidas. Por otra parte la venta
circunstancial de algún adhesivo, casete o remera, tampoco agrega demasiado dinero a las arcas
de las radios. En suma, las distintas formas de financiación realizadas solo dejan algún peso para
costear insumos muy básicos, como ser fotocopias, prensa, casetes o el pago de alguna
locomoción. En la actualidad los gastos suelen ser ínfimos, al igual que los ingresos. De más está
decir que ninguna de las personas que integran las distintas radios cobra un peso por su trabajo.
Todo es dedicación voluntaria. Sin duda un paso adelante en la obtención de dinero podría ser la
incorporación de publicidad, pero eso forma parte de otra cuestión que es mejor tratar separada y
con mayor profundidad.

37
Publicidad

En la actualidad ninguna radio de baja potencia realiza publicidad, y difícilmente se


pueda decir que desde que se originó este fenómeno a mediados de la década de los ‘80 ha
existido publicidad, más allá de algún caso remotamente aislado. En el presente esta ausencia de
avisos comerciales se debe a una cuestión estratégica en el caso de las radios comunitarias, y a
una cuestión de principios en las radios libres. Estas últimas no consideran positivo ni acorde con
su propuesta la incorporación de publicidad en sus programaciones.
La posición de las radios unidas en la Coordinadora es variada. Unas están a favor de
hacer publicidad y la harían en el futuro, otras están en contra, e incluso hay las que aún no
tienen una posición tomada. Pero como Coordinadora, la opinión está fijada en la lista de
Principios elaborada en octubre de 1996. Allí se expresa que las radios comunitarias son sin fines
de lucro, lo que no significa una negación a ingresos económicos para solventar los costos de
funcionamiento de la emisora. En concordancia con esto, el texto aclara que: “Los ingresos se
reinvierten en la propuesta de comunicación. Respecto a la publicidad, pensamos que ella es
parte integrante del contenido del mensaje de un medio. El objetivo de nuestras Radios es
netamente de servicio, y procuramos que todo mensaje se adecue a ese objetivo”47.
Como se puede ver, las radios comunitarias no niegan la publicidad sino que la
condicionan, pero igualmente no realizan en el presente. Esto sucede porque lo ven como un
punto negativo en el momento de plantear la legalización de las radios de corto alcance. No hacer
publicidad es parte de la estrategia actual que se centra en el reconocimento legal de su derecho a
los medios de comunicación. Luego sí podrían llegar los avisos comerciales a las radios
comunitarias, previa discusión del tema a nivel interno de cada radio y externo con los demás
medios y los organismos reguladores competentes.

Organización Interna

Las modalidades que adquiere la organización interna de cada una de las radios bien
puede dividirse en dos grandes grupos. En uno de ellos están incluidas las emisoras que tienen
Reuniones, Asambleas o Plenarios en los que participan los integrantes de la radios y que son la
única instancia colectiva existente, y es allí donde se resuelven, mediante votación, todas las
cuestiones que hacen al trabajo diario y a las posiciones que toma la radio hacia lo externo. Entre
estas radios podemos ubicar a Desde Acá, Germinal FM, De la Villa, Ciudad Dormitorio,
1811, Yacaré FM, La Canuta, La Voz..., La Arveja y Sembrando FM. En todos estos casos
las reuniones se hacen semana a semana, exceptuando a La Canuta.
Una organización más estructurada es la que presentan las radios Alternativa FM, La
Esquina FM, Emisora de la Villa y El Puente FM. En Alternativa FM hacen una reunión
semanal entre el Grupo de Gestión (como una Dirección) y cada 15 días una Asamblea a la que
concurren los distintos integrantes de la radio. Emisora de la Villa tiene un Equipo de
Programación (Dirección), luego están la Producción de cada programa y el Plenario. La
Esquina se maneja con Comisiones que son abiertas y no resolutivas (Programación,
Propaganda, Relaciones Externas, Producción, Técnica, Finanzas), y con un Plenario que se
reúne de forma quincenal y allí se decide todo. Por su parte en El Puente FM existe un Director,
la Dirección, integrada por 5 ó 6 personas, y encargados de Programación, Producción y
47
“Principios de la Ccoordinadora de Radios Comunitarias”. Montevideo, octubre de 1996.

38
Economía. Pero en las Asambleas es donde se deciden los diferentes temas, e incluso las
reuniones de la Dirección son abiertas para todos los que deseen.
En general las radios que se manejan con una sola instancia de discusión (Reunión,
Asamblea o Plenario) son las más pequeñas y las de número más reducido de participantes. Por
una cuestión de tamaño y practicidad no se organizan con otro tipo de estructuras internas más
reglamentadas. No tiene sentido que en La Arveja, que son tres personas, creen cargos o
distribuyan responsabilidades. Sin embargo, la organización interna no parece solo depender de
una sencilla ecuación resultante de la cantidad de integrantes de la radio, sino también de la
organización consciente que se proponga dar cada grupo. Una muestra de ello es el caso de
Sembrando FM. Por ser la radio con más número de participantes -100 personas- y una de las
más antiguas -3 años y medio- se podría suponer que tiene una organización más compleja que
otras radios menos numerosas en personas y años, sin embargo en la radio de Jardines del
Hipódromo todo se decide mediante Asambleas en las que participan todas las personas que
quieran, sean o no realizadores de la radio. Allí todo se conversa y se decide con una votación.
Según uno de sus integrantes, al comparar con otras formas más elaboradas de organización,
“acá la idea es mucho más artesanal y loca”.
Radio FEUU como medio de comunicación de una organización tan grande y numerosa
como lo es la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay también tuvo como radio
una estructura muy definida y dividida. El verbo va en pasado pues las distintas instancias
prefijadas ya no se cumplen. Pese a que la radio ha emitido durante el actual mes de noviembre
de 1998, su estructura interna no funciona. En un principio Radio FEUU tenía al Consejo Federal
de la FEUU como el encargado de definir los grandes lineamientos de la radio, siendo el órgano
máximo en la toma de decisiones. Luego estaba el Consejo de Radio, integrado por un delegado
por cada Centro de Estudiantes, con la facultad de tomar las decisiones relativas al
funcionamiento del medio. En este Consejo podían participar todos los estudiantes que quisieran
aunque solo tenían voto los delegados. La estructura interna estaba completada por un Equipo de
Programación, un Equipo Responsable y el Consejo Asesor definido a ser “el nexo entre el resto
de la sociedad y la radio”48. Este Consejo Asesor estaría conformado por Jorge Brovetto
(ingeniero químico y el entonces Rector de la Universidad de la República), José D’Elía
(presidente Honorario del PIT-CNT), Alberto Pérez Pérez (abogado y director del
Departamento de Derecho Constitucional y Derechos Humanos de la Facultad de Derecho), Luis
Pérez Aguirre (sacerdote católico e integrante de SERPAJ -Servicio de Paz y Justicia - Amnesty
International- y asesor en la ONU en materia de Derechos Humanos), Eduardo Galeano
(escritor y poeta) y Roque Faraone (por esos tiempos, decano de la Licenciatura en Ciencias de
la Comunicación de la Universidad de la República).

48
“Proyecto Radio FEUU”. Estructura de funcionamiento, páginas 14 y 15.

39
Contenido de las programaciones

El contenido y la programación de las radios de baja potencia están directamente


vinculados con los objetivos de las mismas. Es decir, en el caso de las dos radios libres -La
Canuta y La Arveja- la programación es el resultado de lo que están interesados en hacer cada
uno de sus integrantes. Aunque en La Canuta hay un cuidado porque el conjunto de la
propuesta radial no incluya programas muy similares. La intención es alcanzar un producto
diversificado y por eso es que su programación incluye tres espacios dedicados a distintos estilos
musicales (comercial, metal y nacional), un periodístico, un programa de investigación, otro de
hierbas medicinales y un último de radioteatro. La Arveja tiene un solo programa que se puede
definir como magazine o revista, que se complementa con música y humor grabado.
En cuanto a las radios comunitarias los contenidos están impregnados de la propuesta
general que significa la creación de un medio de gestión social y de cara a una determinada
comunidad. En primer lugar todas estas radios tienen espacios para difundir lo local. Es sencillo
encontrar en cada una de estas emisoras un programa nítidamente encarado a cumplir tal
objetivo, en el que se le da lugar a organizaciones barriales y a vecinos. Tal programa
acostumbra ser una especie de revista en la que se incluye una gran variedad de temas y en donde
se vinculan hechos de la actualidad local con otros más lejanos, que pueden ser del ámbito
nacional como internacional. En dicho programa también se suele encontrar la línea editorial de
cada radio, es allí donde se expresan muchas posiciones entorno a temas muy variados.
Después de este programa central, cada radio completa su propuesta en base a distintos
programas realizados de forma muy independiente por sus conductores. Aquí también el objetivo
es lograr la mayor diversidad posible, y es así como aparecen programas musicales (rock,
comercial, jazz, cumbia, tropical, murga, tango, metal, alternativa, canto popular, música
latinoamericana, unitarios), periodísticos, deportivos, informativos, culturales, infantiles,
ecológicos, indigenista, de poesía, entretenimiento, discapacitados, humor, género, medicina
alternativa, sobre asentamientos, salud y radios comunitarias.

El contacto con el público

El vínculo que cada radio ha generado en su zona de cobertura es diferente en cada caso.
Depende de manera especial de dos elementos: el miedo a los allanamientos y la particular idea
que cada radio tenga sobre cuál debe ser la participación de la audiencia. Esto lleva a que cada
radio haya instrumentado determinados canales de comunicación.
Por un lado están aquellas radios que dan al aire el número telefónico del local de donde
emiten, que son: Emisora de la Villa, Desde Acá, Alternativa FM, La Arveja, De la Villa,
Ciudad Dormitorio, Sembrando FM y 1811. También vía telefónica, pero por intermedio de
un Correo de voz uno se puede comunicar con El Puente FM, La Esquina FM, Radio FEUU,
La Canuta y Germinal FM. El recurso de comunicación escrita por medio de cartas y
correspondencia es utilizado por Yacaré FM. En resumen todas las radios tienen por lo menos
una forma de comunicación con su audiencia.
Las visitas del público al lugar de emisión de la misma suelen depender de qué tan oculta
desee permanecer la radio. En aquellos casos en los que la ubicación es de público conocimiento
para el barrio, en mayor o menor medida, los oyentes acuden a la radio. En las emisoras en que
no se dice en concreto desde qué dirección se está transmitiendo, también suele suceder que se

40
tiene reserva para dar el número telefónico, por lo cual esto lleva a que en esta situación estén
comprendidas casi exclusivamente las radios que manejan su comunicación con los
radioescuchas a través de correo de voz o correspondencia por escrito.

Competencia desleal y cuestiones impositivas

En ocasiones se puede ver como punto contrario a las radios de baja potencia que al
actuar fuera de la ley están evadiendo impuestos y se transforman en competencia desleal para las
radios privadas que sí están bajo una regulación y pagan sus impuestos. Sin embargo, según
palabras de Andrés Lerena, Secretario Letrado de ANDEBU, “este no es un problema que
queremos que se solucione por miedo a perder clientes o por competencia. Nunca hemos
hablado de competencia desleal ya que para nosotros no es un problema comercial. En
Montevideo hay 47 emisoras legalmente establecidas, o sea que están acostumbradas a una
durísima competencia comercial. A ninguna radio la afecta comercialmente el hecho de que
haya dos, tres o siete emisoras ilegales. ANDEBU lo ve como un problema institucional del
país”49.
Para completar la anterior afirmación puede ser útil referirse a cuáles son las distintas
cargas impositivas que enfrentan las radios privadas de nuestro país. En principio tienen los
insumos básicos de cualquier empresa (UTE, OSE, ANTEL, BPS, DGI, Contribución
Inmobiliaria, impuesto municipal, seguros). Si bien todo esto sumado suele ser una cantidad
importante, es lo que realmente gasta cada radio en cada uno de estos rubros, con el agregado de
tener algunas tarifas especiales que les benefician. Fuera de ello, una estación radial legalmente
establecida solo paga a AGADU por la difusión de música algo más de 6 mil pesos mensuales
(unos 600 dólares). En caso de que la radio también transmita durante la madrugada tiene que
abonar una tarifa adicional que en la actualidad y por no haber sido reajustada, significa el
desembolso de 0,50 pesos (0,05 dólar) por cada hora de emisión entre las 0:00 y las 6:00 horas.
Tampoco se paga ningún tipo de cargo por la explotación de un canal radioeléctrico, ni durante
su utilización ni con la adjudicación.

49
Entrevista a Andrés Lerena, Secretario Letrado de ANDEBU. 24 de octubre de 1997.

41
4 - LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS

Uno de los factores que ha influido en el surgimiento de las emisoras de baja potencia ha
sido el abaratamiento de los costos y el acceso a la posibilidad de conseguir equipos para emitir,
ya que si bien antes uno podía tener la plata también se dependía de encontrar a alguien dispuesto
a hacer los equipos. Es decir, en el presente las personas tienen más facilidad para poner su
propia radio, tanto por costos como por el acceso a los medios técnicos y también porque hay un
mayor conocimiento del tema. Claro que esto no es el motivo fundamental, pero la importancia
de estos avances debe ser tenida en cuenta.
En lo que tiene que ver con los costos económicos que significan los equipos necesarios
para salir al aire, actualmente en Uruguay se pueden conseguir transmisores con diez vatios de
potencia irradiada por 150 dólares. Si a esto se le suman los otros tres elementos básicos (fuente,
antena y cable) se llega a la cuenta de que con 250 dólares se dispone del equipamiento
necesario. Con el agregado de un micrófono y algo de música, ya existe una radio. Pero esto no
es algo nuevo. Si bien los costos han bajado un poco, desde hace un par de décadas se puede
realizar un transmisor de FM sin necesitar una gran inversión. Sin ir más lejos, este tipo de radios
comenzaron a surgir en Uruguay hace más de diez años y no hubo en ese momento una explosión
en el dial por el reconocimiento de un medio de comunicación de fácil acceso y del cual en teoría
cualquiera se podía apropiar. Obviamente influyeron otros elementos más allá de lo tecnológico.
Aunque existía la capacidad potencial de tener una radio de baja potencia dentro del
dormitorio, el caso particular de nuestro país tenía algunas trabas más que por ese entonces ya no
estaban tan presentes en otros sitios. En primer lugar para tener algo hay que saber que existe. En
nuestro país las distintas experiencias de radiodifusión de pequeño alcance nunca tuvieron mayor
difusión que sus propias emisiones. Muy aisladamente se hacía referencia a ellas en cualquier
medio de comunicación. Recién por 1994 se pudo escuchar algo en otros medios y desde 1996
con mayor asiduidad. El desconocimiento no era un factor que ayudara su expansión. Si bien ya
había tecnología casi se desconocía su existencia, por lo cual era imposible querer disponer de
ella.
Pero si alguien se enteraba e interesaba por la cuestión, igual era muy difícil acceder a un
transmisor. Había que estar capacitado para armar uno, cosa que solo podían hacer técnicos de
electrónica o similares, o tener idea de dónde comprarlo. En los comercios no se conseguía.
Fuera de ellos no eran muchas las personas preparadas para hacerlo y eran menos los que tenían
la intención de meterse en algo tan “peligroso”.
En los hechos las primeras radios de unos pocos vatios de potencia que hubo en Uruguay
fueron de intrépidos y muy aislados técnicos que las armaban y salían al aire por su cuenta.
También es justo decir que los precios que algunos materiales fundamentales alcanzaban en plaza
eran bastante superiores a los que había, por ejemplo, en Argentina. Sin contar que en muchas
ocasiones también escaseaban. Por eso solía ser más conveniente conseguir algunas pequeñas
partes desde el otro lado del Plata.
Al tener en cuenta lo manejado hasta aquí: desconocimiento del fenómeno y difícil acceso
al material imprescindible para transmitir, se puede tener una idea de algunos de los factores que
influyeron en el tardío despegue de las pequeñas emisoras en Uruguay.
A la casi totalidad de los transmisores utilizados por las radios de baja potencia de nuestro
país bien se les podría poner el sello de “Hecho en Uruguay”. En vano es que para controlar el
acceso a transmisores el gobierno obligue a los importadores a informar sobre cada venta de este

42
tipo y que solo se entregue dicho equipo cuando el comprador presente la licencia de uso
otorgada por la DNC. Exceptuando los de mayor potencia, el resto de los transmisores siempre
son obra de algún oculto entendido en electrónica.
Las radios libres y comunitarias han sido vinculadas con la palabra “interferencia” desde
sus inicios. Otras radios, televisores, aeropuertos, aviones, ambulancias, barcos, parecen haber
sufrido interferencias por parte de estas radios. ¿Pero qué hay de cierto en todas estas
acusaciones? Según explicó un técnico en electrónica que realiza equipos de baja potencia, por
las frecuencias en que emiten, las radios de FM solo pueden interferir la televisión “más fácil de
lo que quisiéramos”50. Para solucionar esto al transmisor en cuestión se le coloca un filtro y el
asunto queda resuelto casi con total seguridad.
En cuanto a otro tipo de interferencias, si bien son posibles “esa es una posibilidad en
varios millones. Es muy, muy remota. Es como que me caiga un meteorito en la cabeza cuando
voy caminando por la calle. La probabilidad existe, pero no se tiene en cuenta, por algo no ando
con un casco de protección contra meteoritos”51. Funcionando muy mal cualquier equipo
transmisor podría interferir otros servicios radioeléctricos, pero en el caso de los aeropuertos, por
ejemplo, sería inimaginable que el transmisor de una radio libre o comunitaria se corra más allá
de 108 Mhz sin que sus responsables no se dieran cuenta.
Durante el año 1997 Ernesto Dehl, titular de la DNC, salió en televisión diciendo que la
emisora que funcionaba en 107.3 FM estaba muy próxima al límite entre la parte del espectro
radioeléctrico destinado a radiodifusión en Frecuencia Modulada y la banda de aeronavegación
del Aeropuerto de Carrasco (108 a 137 MHz). Según Dehl relató en el Palacio Legislativo ante la
Comisión de Defensa Nacional de Diputados, “ese llamado resultó altamente beneficioso porque
las emisoras que estaban operando en forma ilegal esa frecuencia, cesaron inmediatamente”52.
Efectivamente El Sótano FM dejó de transmitir en 107.3, aunque tiempo después reapareció con
nuevo transmisor en el 105.3.
Si hay algo cierto es que ninguna emisora de pequeña cobertura tiene la intención de
interferir a nadie, y en caso de que eso suceda casi siempre se puede solucionar. Quienes
realmente puedan estar interesados en meterse en ciertos servicios de telecomunicaciones
(aviones, policía, ambulancias, barcos) saben que la forma más sencilla es con un equipo de
radioaficionado o con un simple handy que se compra en la calle Rondeau por 200 ó 300
dólares.
Los primeros días de agosto de 1998 Ecos realizó un convenio con la Universidad de la
República para estudiar la posibilidad de alojar radios de pequeña potencia en zonas urbanas. La
investigación fue realizada por la Facultad de Ingeniería, y si bien aún no se presentaron las
conclusiones finales ya existe un borrador que reúne los datos principales. Este estudio se hizo
siguiendo los criterios técnicos que fija la ley 15.093 para la adjudicación de permisos de
explotación y teniendo en cuenta la situación actual del dial. No se realizó ninguna evaluación
sobre posibles cambios a cómo está distribuida la banda de FM
reservada para radiodifusión.
Las conclusiones a las que llega la investigación son que en caso de que se mantenga la
separación mínima (800 KiloHertz) que existe actualmente entre las emisoras de FM en
Montevideo, sumado a las localidades cercanas de Solymar, Paso Carrasco, La Paz y Las Piedras,
solo sería posible habilitar la explotación de una frecuencia entre 107.5 y 107.9 MegaHertz. Si se
piensa en estaciones con ciertas restricciones en cuanto a potencia y altura de la antena, por
50
Entrevista realizada el 28 de octubre de 1998.
51
Ibídem.
52
“Frecuencias Radio Eléctricas”. Carpeta Nº 2597 de 1998. Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de
Representantes. Declaraciones de Ernesto Dehl, director de la DNC. 20 de mayo de 1998. Página 5.

43
ejemplo 100 vatios y 30 metros de antena, similares a las más pequeñas autorizadas por la DNC,
podrían haber dos frecuencias disponibles: 88.7 en el oeste de la capital y 107.5. Por último, en
caso de emisoras que cubran 5 km a la redonda (4 vatios y 30 metros de antena), la investigación
plantea como posible la explotación de siete frecuencias que hoy no son utilizadas. Estas serían
88.7, 88.9, 89.5, 89.9, 90.7, 107.5 y 107.7 MHz. Las dos últimas frecuencias, 107.5 y 107.7,
podrían ser de una potencia mayor, por ejemplo 100 vatios y 30 metros de antena, lo que les
posibilitaría tener una cobertura de 12 km a la redonda.
De las tres soluciones planteadas por la Facultad de Ingeniería la tercera podría ser la
más conveniente si se toma en cuenta la superficie que se podría llegar a cubrir -5 km. en torno a
la antena-, ya que además esta es la que permite el mayor número posible de frecuencias
disponibles. Esto no significa que ya con este informe esté dada la última palabra. Primero que
compartiendo la frecuencia según días y/o horarios de emisión es posible que coexistan más de
siete radios de pequeño alcance, y por otra parte al ser realizado el estudio teniendo en cuenta la
ley vigente en materia técnica y la situación actual del dial, se deja de lado cualquier posible
cambio en la manera en que se adjudican las ondas y en las referencias técnicas que se consideran
en cada ocasión.
Entre lo estudiando por Ingeniería también surge otro dato importante: la ilegalidad de la
autorización otorgada en febrero de 1998 para la explotación en Montevideo de la frecuencia
104.3. El borrador del Informe concluye que “no es posible ubicar una emisora a 104.3 MHz en
Montevideo respetando los criterios de la ley 15.093”53, dado que existe en la misma frecuencia
una emisora en Atlántida. Según la ley nombrada en este caso de dos radios que comparten la
frecuencia, deben estar separadas, debido a sus potencias, como mínimo por 209 km. Sin
embargo entre Montevideo y Atlántida hay sólo 45 km. de distancia.

53
Facultad de Ingeniería (Universidad de la República). Borrador del “Informe sobre disponibilidad de frecuencias
para emisoras locales”. Montevideo, diciembre de 1998. Página 3.

44
5 - ALLANAMIENTOS Y OTRAS YERBAS

Según la ley de Radiodifusión -la 14.670- a quienes “transmitieren o intentaren


transmitir sin autorización (...) se dispondrá la clausura definitiva, con incautación de la
emisora, sin indemnización”54. La aplicación de esta norma implica un allanamiento,
procedimiento realizado por funcionarios de la DNC que consiste en presentarse en una radio que
carezca de la autorización del Poder Ejecutivo con una orden dada por un juez para proceder a la
incautación de los materiales de la radio en cuestión.
Las 15 radios de baja potencia que funcionan en la actualidad han recibido 15
allanamientos, sumando todos los procedimientos recibidos por todas estas radios desde que
empezaron a emitir. En promedio cada una recibió un allanamiento a lo largo de su existencia,
pero no les ha tocado precisamente uno a cada emisora, solo cuatro han visto requisados sus
equipos y materiales de transmisión. Alternativa FM y El Puente FM son las que se llevan el
primer premio, con cinco preseas cada una. Luego viene Emisora de la Villa con tres, y por
último Sembrando FM y Radio FEUU con un solo allanamiento.
El manejar datos del presente no significa que antes no se haya realizado este
procedimiento. De hecho ha ocurrido desde apenas surgidas las radios sin permiso en el Uruguay.
El primer procedimiento hecho por la DNC, vinculado a esta nueva realidad, ocurrió en 1989
cuando esta citó a los encargados de dos radios piratas que estaban transmitiendo en El Pinar y en
Colinas de Solymar -Corazón y N.G.M. respectivamente-. Según contó uno de los citados,
cuando concurrieron al local de la DNC, allí les dijeron que eran “los primeros que agarraban
haciendo eso”55. Desde entonces, con variada intensidad, los allanamientos se vienen sucediendo.
A lo largo de todos estos años se han cumplido cerca de 30 procedimientos de este tipo, los
últimos a mediados de 1997, hace ya más de un año. El mal resultado obtenido con esta
modalidad llevó a buscar otros caminos para encontrar una solución final, entre los que se
destaca la elaboración de un proyecto de ley penalizador.
Una de las características de los allanamientos es que estos solo se pueden realizar de día,
ya que según expresa la Constitución, “El hogar es un sagrado inviolable. De noche nadie podrá
entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, sólo de orden expresa de Juez competente,
por escrito y en los casos determinados por la ley”56. Como ya se ha dicho esto trae como
consecuencia que la mayoría de las radios salgan al aire por la noche, en horas en que no pueden
ser allanadas. Incluso los integrantes de las radios suelen movilizar los equipos de transmisión.
Llegan al lugar de emisión un poco antes de comenzar y en cuanto se apagan, cambian los
equipos de sitio. Así logran que en el único lugar donde pueden recibir un allanamiento, el lugar
donde funciona la radio, no estén durante el día los equipos de transmisión. De esta manera se
produce lo que Ernesto Dehl, director de Comunicaciones, ha denominado “el juego del gato y
el ratón”57.
Son pocas las veces que la DNC logra llevarse el transmisor y demás equipos
fundamentales para una emisión. En general, luego de un allanamiento los funcionarios a cargo
se van con la antena, el cable coaxil, algún grabador y poca cosa más. En contadas veces han
marchado con el transmisor a cuestas. Para muestra basta un botón. Alternativa FM ha recibido
cinco procedimientos de este tipo. Las pérdidas sumadas alcanzan los 3 mil dólares. Sin contar el
54
“Registro Nacional de Leyes, Decretos, etc.”. Ley 14.670. Montevideo, junio de 1977. Páginas 1344 y 1345.
55
Entrevista telefónica realizada al responsable de Corazón, octubre de 1998.
56
“Constitución de la República Oriental del Unuguay”. Artículo 11. Editorial Elite. Montevideo, 1967. Página 5.
57
Linn, Leticia. “Radios ilegales allanadas”. Revista Tres. Montevideo, 21 de junio de 1996. Página 14.

45
primero cuando perdieron transmisor, antena y equipo de audio, en los cuatro restantes volvieron
al aire ese mismo día. De los cinco allanamientos solo en dos ocasiones se quedaron sin
transmisor. Incluso en uno de los procedimientos no perdieron nada y en otro solo un equipo de
audio y una bandera de la radio. El balance de Emisora de la Villa luego de tres allanamientos
tampoco es muy negativo. Se les llevaron “muy poquito”58: las tres antenas y algunos
grabadores. El Puente FM, de cinco allanamientos solo en uno perdió todo el material.
El mal resultado de la gran cantidad de procedimientos hechos por la DNC explican
porqué este organismo estatal puja por una nueva ley que penalice más fuerte a quienes
participan en estas experiencias radiofónicas. Es por eso que el proyecto de ley que propuso
incluye la pena de prisión y penitenciaría, intentando así frenar el crecimiento de estos nuevos
medios. Pero a las dificultades de la DNC para ser realmente efectiva parece haberse sumado
otro asunto. Según lo expresado por Gustavo Gómez (representante de AMARC en Uruguay y
miembro de El Puente FM), “Luego de varios allanamientos la Coordinadora de Radios
Comunitarias entregó una comunicación a los 21 jueces penales de Montevideo, informándoles
de lo que estábamos haciendo e informándoles que no era un delito (...) y que por lo tanto no era
competencia de ellos otorgar allanamientos. Ante esto hubo tres posiciones. Hubo jueces que
archivaron esa comunicación y siguen dando órdenes de allanamiento. Jueces que lo pasaron a
Fiscalía -si no me equivoco- para pedir asesoramiento a otra instancia. Y hubo jueces que ya
han negado allanamientos por entender que no es procedente en la órbita penal cuando no se
trata de un delito”59. Esto no pudo ser comprobado ya que los jueces prefieren mantener reserva.
Por otro lado el abogado Diego Souto (asesor de la DNC) desmintió rotundamente que alguna
vez un juez haya negado una orden, así también como que se elijan los jueces ante los que se
presentan las solicitudes de ordenes de allanamiento.
En lo que tiene que ver con la forma en que reaccionan las radios ante estos
procedimientos, ya se vio que en la práctica intentan salir al aire lo más rápido posible. Para ello
se sirven de los equipos de reserva que tiene Ecos, que en la actualidad están siendo utilizados
por algunas radios, o de equipos prestados por otras emisoras. Un ejemplo fue lo que ocurrió en
el último allanamiento a Alternativa FM; aconteció a las 10 de la mañana y a media tarde ya
tenían en sus manos tres transmisores distintos para regresar al aire. Pero además de esto, algunas
de las radios que forman parte de la Coordinadora también han presentado recursos ante la DNC
y el TCA (Tribunal de lo Contencioso Administrativo) por la clausura de cada radio, porque cada
allanamiento requiere un expediente que culmina con la clausura definitiva de la emisora.
Además de allanamientos también han existido sanciones de diversa índole. Alternativa
FM recibió una multa de la DNC equivalente a una valoración que el organismo hizo de los
equipos que intentó requisar en una ocasión y no encontró, más un impuesto, lo que en total se
aproxima a unos 5 mil dólares. La radio presentó una demanda de nulidad ante el TCA que aún
sigue su curso, por lo que todavía no se ha decidido si la multa debe ser pagada. Al Sur FM,
radio comunitaria de la ciudad de Florida, también fue multada, lo mismo que Intrusa FM que
se hizo acreedora a una multa de cerca de 3 mil dólares, si bien esta luego fue saldada con la
entrega del transmisor a la DNC.
Distinto fue lo que les sucedió a los miembros de La Esquina FM, tal como estos
denunciaron al diario La República en octubre de 1997. Allí el periodista cuenta que recibieron
“presiones múltiples, como pintadas en paredes con agravios hacia la función desempeñada,
llamados telefónicos anónimos amenazantes, razzias, robos de elementos que hacen posible la

Entrevista a integrante de Emisora de la Villa, octubre de 1998.


58

Extraído de, Bouissa, Alfredo. Curuchet, Eduardo. Orcajo, Oscar. “Las Otras Radios”. Editorial Nordan
59

Comunidad. Montevideo, 1998. Páginas 108 y 109.

46
transmisión y seguimientos por parte de desconocidos”60. Según ellos mismos dijeron, mientras
estaban realizando un curso de capacitación radial desconocidos ingresaron a la vivienda en que
estaban los materiales de la radio, “forzaron el candado que tenía la puerta con una uña,
entraron y robaron todo lo de la radio que se encontraba allí. (...) Nos llama la atención y es lo
que nos hace confirmar que no es un robo común, que estaban visiblemente otros objetos de
valor como un equipo de radio y ropa que no se llevaron”61. De ser responsables de estos hechos,
los tres integrantes que hablaron con La República no acusan a nadie en particular, sino que lo
nombran como parte de una campaña para “intimidar” a las radios comunitarias.
Finalmente otra forma de persecución que suelen tener las radios de baja potencia es la
aparición de otra señal en su frecuencia de emisión. Este tipo de interferencias no está permitido
ni siquiera a la DNC, por lo menos de forma expresa. Para realizarlo se necesita un transmisor,
con el cual se emite una señal en la misma frecuencia en que transmite la radio. De esta forma se
logra reducir grandemente el área de cobertura de las emisoras. Pero para las propias radios esto
no es una sorpresa, en muchos casos admitieron haber sufrido tal interferencia. La solución suele
ser correrse un poco de frecuencia, algo que pasa casi desapercibido en los receptores de perilla y
que aleja la interferencia. Esto ocurrió con Uy uy uy, una radio libre que irradió su sonido
durante el año 1996. Comenzó emitiendo en 107.5 y al recibir este “silbido” de interferencia se
cambiaba al 107.7, luego al 107.9 y así siempre que fuera necesario. Ante este hecho tan común
del que se suele acusar a la DNC los creadores de Uy uy uy dieron su explicación en uno de sus
programas. Según ellos ese “pitido” no era una interferencia intencional de la DNC sino un
intento de este organismo por crear su propia radio. En la ficción, decían disponer de la
programación de dicha emisora que respondería al nombre de FM FM (Formación Militar FM):
“La radio comenzaba a las 0 600 con un toque de diana y enseguida el programa “Arriba
Inútil”. Luego venía un programa de entretenimientos donde se podía participar denunciando a
alguien o sugiriendo preguntas para su interrogatorio. Después había un informativo llamado
“El mundo es así”, en el que se informaba sobre los estudiantes que estaban ocupando los
centros de enseñanza”62. Con respecto a este tipo de interferencias, un integrante de Radio
FEUU afirmó: “el conocido pitido para los que hacen radio comunitaria es un amigo más”63.
Hace más de un año que no hay ningún allanamiento, pero esto no se corresponde
precisamente con un debilitamiento del movimiento de radios de baja potencia, ni tampoco con el
desconocimiento de su ubicación. En realidad este es el momento en que la realidad se presenta
más efervescente y esto coincide con que las radios comunitarias, la gran mayoría, dicen quiénes
son y dónde están. ¿Por qué sucede entonces este raro paréntesis? Según Diego Souto, abogado
de la DNC sencillamente no hay allanamientos porque no logran encontrar a las radios. Sin
embargo la razón parece ser otra. Resulta poco creíble que se diga que no se puede ubicar a
personas que dicen sus nombres, qué días se reúnen y dónde, que se han entrevistado con
autoridades de la DNC y que incluso han dejado sus datos en la Comisión de Defensa Nacional
de la Cámara de Representantes. Tal vez el motivo real sea que el gobierno está jugado a la
sanción de un proyecto de ley que penalice definitivamente a las nuevas radios de baja potencia,
para que la acción de la DNC y la intimidación que puede producir una pena de prisión, actúen
de forma mucho más efectiva que los allanamientos del presente. Con cada procedimiento de
incautación de equipos en el que poco se logra, tanto en materiales como en impedir el regreso al
dial, el precio que las autoridades pagan por perseguir a simples vecinos puede que signifique
una inversión no rentable en estos tiempos.
60
“Persecución en el Aire”. Diario La República. Montevideo, 7 de octubre de 1997. Página 17.
61
Ibídem.
62
Entrevista a miembro de Uy uy uy, setiembre de 1998.
63
Entrevista telefónica a integrante de Radio FEUU, noviembre de 1998.

47
6 - LAS RADIOS COMUNITARIAS

Como ya se sabe este trabajo abarca al fenómeno de las radios de baja potencia, en el que
no todas las emisoras son iguales. Por eso se ha fijado una diferenciación entre lo que son radios
libres y radios comunitarias. De alguna manera dicha división, además de ser conceptual,
presenta cierto corte en el tiempo. Hasta 1996 las pocas radios de baja potencia que se podían
sintonizar tendían a ser más similares a lo que acá se ha llamado radios libres. Se trataba de
iniciativas particulares, de una persona o varias, que no tenían como objetivo principal lo que
pregonan actualmente la mayoría de las radios que se definen como comunitarias: eso de ser “de
y para una comunidad”. Incluso la denominación de “radio comunitaria” no era muy utilizada en
Uruguay antes de esa fecha.
Recién entre 1993 y 1996 surgió el uso de este término, que cobró fuerza una vez creada
la Coordinadora de Radios Comunitarias en 1996. Desde entonces las distintas radios de baja
potencia comenzaron a ser asociadas al concepto de radio comunitaria, cosa que no es correcta,
pues una radio de baja potencia no siempre es comunitaria y una radio comunitaria no tiene por
qué ser exclusivamente de baja potencia, aunque así ocurra en el presente. Considerando que hoy
día las radios comunitarias son la mayoría dentro de este fenómeno y que no tienen un marco
legal como sí ocurre en diversos países, la intención de este capítulo es aproximar el ojo a esta
nueva realidad, sus por qué, sus cómo y sus búsquedas.
Radios comunitarias existen en muchos países, no siempre con el mismo nombre, pero sí
compartiendo objetivos y formas de trabajo. Entre las denominaciones que aquí se dieron y que
se pueden asimilar, teniendo en cuenta las características nombradas, están: participativa,
popular, educativa y asociativa. Aunque en algunos lugares el nombre de radio libre puede ser
cercano o similar, en el caso de Uruguay (y particularmente en esta investigación) esa
denominación responde a otro tipo de emisoras.
Según la propia Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC): “Una radio
comunitaria no se identifica por la potencia de su señal, ni por la frecuencia, la licencia o la
propiedad del medio. Tampoco se contrapone a la producción de calidad o a la condición de
empresa rentable. Son sus objetivos, el carácter social de la emisora, lo que la define. Cuando
una radio promueve la participación de los ciudadanos y defiende sus intereses; cuando
responde a los gustos de la mayoría y hace del buen humor y la esperanza su primera propuesta;
cuando informa verazmente; cuando ayuda a resolver los mil y un problemas de la vida
cotidiana; cuando en sus programas se debaten todas las ideas y se respetan todas las
opiniones; cuando se estimula la diversidad cultural y no la homogenización mercantil; cuando
la mujer protagoniza la comunicación y no es una simple voz decorativa o un reclamo
publicitario; cuando no se tolera ninguna dictadura, ni siquiera la musical impuesta por las
disqueras; cuando la palabra de todos vuela sin discriminaciones ni censuras, ésa es una radio
comunitaria”64.
Como se puede ver la descripción de lo que se considera radio comunitaria es bastante
amplia. Esto sucede por las distintas variedades que se juntan bajo esta denominación. Como ya
está dicho no se define por una determinada potencia, por una frecuencia específica, por tener
autorización o no, tampoco por la calidad del producto o por hacer publicidad, ni siquiera por la
propiedad estatal, particular o social. La diferencia estaría en la rentabilidad deseada. Según
Rafael Roncagliolo, en una cita que le realiza José Ignacio López Vigil, el Coordinador de
64
Folleto de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC). s/d.

48
AMARC para América Latina y el Caribe, mientras un medio comercial busca rentabilidad
económica y un medio estatal rentabilidad política, los medios comunitarios persiguen la
rentabilidad sociocultural; y eso los define. Unos buscan billetes, otros buscan votos, y los
comunitarios buscan servir a la comunidad65. Sin crear una división asimilable a “comunitarios =
buenos” y “comerciales = malos”, Rocagliolo y López Vigil señalan de esta forma las prioridades
que suele tener cada tipo de medio al optar por sus contenidos. Sería impensable aunque puede
ocurrir que, por ejemplo, una radio comercial tenga un espacio que le haga perder dinero.
El marco que incluye a estas radios puede seguir pareciendo amplio, pero esto debe ser así
para captar todas las diferentes experiencias existentes a nivel mundial. Es que dentro de esta
variedad están incluidas todas las diversidades manifestadas anteriormente. Cada país tiene
características más concretas, incluido el Uruguay, y eso se verá enseguida.
En concordancia con esa intención manifiesta de darle la oportunidad a quienes poco
acceso tiene a los medios de comunicación, López Vigil, explica con sus propias letras: “la
mujer habla mucho, pero en privado, con las vecinas, en la cocina y en el traspatio. Y el
campesino es locuaz, pero no delante del patrón. Y el desempleado baja la cabeza y apenas
susurra, suplica, una chance de trabajo. ¿Quién hará resonar las voces de los pobres, es decir,
de 4 de cada 5 latinoamericanos, de 4 de cada 5 caribeños? No queremos ser la voz de los sin
voz, porque el pueblo no es mudo. Ellos saben mucho mejor que nosotros lo que quieren y
necesitan. Sólo les falta el canal de expresión, la nueva caracola tecnológica, la radio”66.
En Uruguay una de las primeras radios que se presentaba como comunitaria fue FM
Brillante que comenzó a transmitir el primero de enero de 1993 cerca del barrio Casabó, detrás
del Cerro. Según uno de los iniciadores de esta emisora, “una radio comunitaria está al servicio
de la gente y de la zona. (...)Nosotros tratamos de unir a la gente. De alguna manera, que esté
informada de las cosas que pasan en la zona. La gente se siente más contenta porque tiene su
radio propia en el barrio, donde puede ir y pedir alguna cosa que necesite”67. Pero FM
Brillante desapareció del éter a comienzos del año siguiente luego de haber recibido tres
allanamientos y el apoyo del barrio que se movilizó juntando firmas para respaldar la emisora.
Recién por 1996 comenzó a tomar fuerza la idea de que en Uruguay podía existir una
radiodifusión comunitaria. Esto se hizo más patente con el desarrollo del Encuentro “Con los
Pies en la Tierra y la Voz en el Aire” y posteriormente con la creación de la Coordinadora de
Radios Comunitarias. Desde entonces la gran parte de las emisoras de baja potencia que se han
desarrollado la integran y comparten sus objetivos.
En octubre de 1996 la Coordinadora enunció una lista de Principios. A ellos se deben
ceñir todas las emisoras que deseen formar parte de Ecos, el nombre con que ahora se identifica.
En esos Principios se pueden divisar algunas de las características que debe tener toda radio
comunitaria. En primer lugar deben ser de propiedad social, no pertenecer a ninguna persona ni
familia. No pueden tener fines de lucro, en caso de ingreso de dinero éste debe ser destinado al
funcionamiento interno. Las decisiones tienen que ser tomadas en forma colectiva, siempre luego
de discusiones y asambleas. Deben ser independientes de partidos políticos, instituciones
religiosas o instituciones estatales, para no generar ningún tipo de divisiones entre los vecinos ya
que la intención es ser vehículo de comunicación de una comunidad.
Pero tal vez la característica más definitoria de las radios comunitarias no sea ninguna de
las anteriores sino que esta sea la intención de apropiación del micrófono por parte de quienes se
supone deben ser el público. Lo medular del planteamiento está en que el que escucha también
65
López Vigil, José Ignacio. “Manual urgente para radialistas apasionados”. Artes Gráficas Silva. Quito - Ecuador,
1997. Página 538.
66
Ídem, página 521.
67
Entrevista a integrante de FM Brillante, año 1993.

49
hable. En coincidencia con las opiniones ya mostradas de AMARC y de López Vigil, el segundo
Principio de la Coordinadora uruguaya expresa: “Queremos la expresión directa de la gente, sin
necesidades de representaciones, intermediaciones o periodistas iluminados. La Radio hecha por
el vecino del barrio, el compañero de trabajo o de estudio. Que acceder a los locutores o a los
micrófonos sea algo natural y cotidiano, no la excepción o el privilegio” 68. Los métodos
utilizados para ello y sus resultados no son muy claros, aunque esto será considerado en el
capítulo de conclusiones.
En su origen la Coordinadora nació por dos motivaciones comunes a las radios que le
dieron vida: el tipo de comunicación que proponían y la búsqueda de lograr un reconocimiento
legal. El objetivo planteado en el inicio fue desarrollar la propuesta de una radiodifusión
comunitaria, tanto en las radios ya existentes como en la estimulación y el apoyo a proyectos
similares que se pudieran ir gestando69.
Acerca del reconocimiento que se debía lograr y cuál era el camino a seguir, eso se
convirtió en un tema polémico. La idea dominante dentro de las radios libres es que están
ejerciendo un legítimo derecho y que no necesitan que nadie los autorice. En las radios
comunitarias que se nuclean en Ecos la posición es lograr una autorización del gobierno. Pese a
que opinan que no debería pedirse un permiso, están abocados a obtener una autorización oficial
de cualquier tipo para trabajar sin riesgos a perder todo en un allanamiento. La Voz..., emisora
comunitaria de Colón, no integra Ecos pues en este punto coincide con quienes no creen
necesario andar pidiendo permiso para ocupar un lugar en el dial. Su intención es “legitimar la
radio a través de la gente”70, privilegiando a este reconocimiento antes que el de las autoridades.
Esta cuestión siempre fue un punto de quiebre en las posiciones. En el momento en que
surgió la Coordinadora, y aún años antes, el tema resultaba bastante conflictivo. ¿Había que
buscar que se legalice? ¿En qué momento?. Desde que nació, la Coordinadora tuvo vocación
legalista, pero por fuera de ella había también otras ideas. Néstor Ganduglia, docente en la
Licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República sostiene que “el
derecho a usar el aire para comunicarse mejor se recupera de hecho. No es cierto que uno
pueda a priori pelear una legalización de algo que todavía no existe. Las cosas no funcionan así.
Las legalizaciones ceden ante las realidades. Primero se tiene que gestar el fenómeno, a pesar
de saber que es ilegal, porque a pesar de eso creo que es justo y que vale la pena”71.
Coincidiendo con las diferencias anteriores, al Encuentro que se realizó en la Intendencia
de Montevideo y en el cual se comenzó a gestar la Coordinadora participaron solo algunas de las
radios que estaban funcionando en ese entonces. A partir de allí, y siguiendo los objetivos de ser
radios “de y para una comunidad”, hubo emisoras que quedaron de lado en este proceso.
Otro cuestionamiento importante hacia las radios comunitarias era si éstas podían
considerarse como tales desde un inicio. Para Ganduglia, hay que “priorizar una radio capaz de
emerger de las posibilidades de quien la hace, el derecho a decir. Todo lo demás es el
descubrimiento posterior propio del aprendizaje que se gesta en el propio proceso de
comunicación. No es entonces ya solamente un instrumento de un proyecto político previo, ni
tampoco una estrategia educativa. Incluyo en la cuestión de las radios al que quiera gritar o
decir mierda, o escuchar rocanrol del que no pasan en las radios porque no se vende. (...) Creo
que todas las radios necesariamente derivan en un proyecto comunitario. De última todas las
radios libres, algún día, aprenden a ser comunitarias. Pero ese carácter de comunitarias es el

68
“Principios de la Coordinadora de Radios Comunitarias”. Montevideo - Uruguay, octubre de 1996.
69
Entrevista colectuva a miembros de la Coordinadora de Radios Comunitarias. 14 de octubre de 1997.
70
Entrevista a integrante de La Voz..., noviembre de 1998.
71
Entrevista a Néstor Ganduglia, 19 de junio de 1997.

50
resultado de un proceso colectivo de aprendizaje y no un proyecto previamente concebido”72. En
la realidad, esto suele ser bastante cierto, con la aclaración de que el punto después será evaluado
en las conclusiones, se puede afirmar que apuntar a ser comunitario, no es ser comunitario.
Ahora, si una radio comunitaria no se define por su potencia y nada prohibe que una
emisora privada sea manejada con objetivos comunitarios, tanto en el contenido, la realización
como en sus finanzas, ¿por qué no ser una radio comunitaria dentro de la ley actual? De hecho en
La Paloma, Departamento de Durazno, existía una radio de este estilo que fue allanada, luego se
presentó a un llamado, obtuvo la frecuencia y actualmente funciona con autorización del Poder
Ejecutivo.
Al respecto los integrantes de Ecos cuestionan algunos puntos específicos. Primero que en
muchos países se reconoce la existencia de una tercera forma de propiedad de los medios. A la
estatal y a la privada comercial, se le agrega la comunitaria. Esta es sin fines de lucro y con
objetivos distintos a las dos restantes. Incluso en algunos países se las subvenciona para que
puedan mantenerse en el aire. Pero en Uruguay no llegan a pedir eso, tan solo desean un
reconocimiento, de cualquier tipo.
En cuanto al planteamiento anterior, los dardos de la Coordinadora apuntan como el
principal enemigo a la discrecionalidad que goza el Poder Ejecutivo para otorgar las frecuencias.
Es cierto que de presentarse un proyecto comunitario a un llamado puede llegar a constituirse en
una radio legal, pero nada lo garantiza. “Con la actual ley si no hay voluntad política es
imposible. La única forma que haya una radio comunitaria es que al Presidente de la República
se le antoje dar una radio comunitaria”73. Este es el punto central de su planteamiento, mientras
corresponda al Ejecutivo elegir quién tiene una radio nadie asegura que puedan existir medios
comunitarios.
También hay una gran diferencia en cuanto a los costos. Las actuales radios han tenido
inversiones ínfimas si se comparan con las radios comerciales privadas. Por un lado unos
centenares de dólares, por el otro, algunas decenas de miles. Las emisoras comunitarias se han
presentado a llamados para explotar determinadas frecuencias para radiodifusión pero sin
comprar los pliegos, que cuestan algunos miles de dólares. Pese a que solicitaron que no se les
sea exigida la compra de los pliegos por su forma de funcionamiento, en todos los casos fueron
desechadas sus propuestas.
Además, estos medios nacieron como expresiones barriales, con una notoria
identificación hacia una zona. Solo en un par de casos tienen la intención de llegar a algún sector
de la sociedad que no está ubicado expresamente en el barrio -Alternativa FM apunta a los
jóvenes de toda la ciudad, y Radio FEUU a los estudiantes universitarios. Los objetivos
comunicacionales atienden a una pequeña parcela de ciudad, específica, singular, con
características propias. Por eso si bien pueden existir medios comunitarios de alcance
departamental o nacional, este debate aún casi no se ha planteado. El asunto es la comunicación
interbarrial. Pero no está demás tener en cuenta algo que escribió López Vigil: “Hablamos de
emisoritas. No lo hacemos por amor a los diminutivos, sino por realismo, por estar al alcance de
la mano popular. (...) Sacar al aire un transmisor de un vatio o de diez representa una primera
etapa. Es una semilla de metal y cables, destinada a crecer”74.
Ecos se define como una organización sin identificación político-partidaria, lo que no
quiere decir que no se haya implicado con algún tipo de corrientes de opinión. En este plano se
puede señalar algunos hechos apoyados por la Coordinadora. En primer lugar se colaboró con las

72
Ídem.
73
Entrevista a integrantes de Ecos (Coordinadora de Radios Comunitarias). 3 de noviembre de 1998.
74
López Vigil, José Ignacio. Op cit, página 529.

51
ocupaciones estudiantiles de los centros de enseñanza a mediados de 1996. Equipos de
transmisión de algunas radios y de la propia Coordinadora sirvieron para amplificar la voz de los
estudiantes en conflicto para que la gente escuchara sus pareceres. También se han transmitido en
directo los dos últimos actos centrales del Día de los Trabajadores (1997/98), una marcha por los
incidentes del Hospital Filtro (1997), la Carpa de la Dignidad de los Maestros (1997), colocada
frente al Palacio Legislativo al igual que la Carpa de HIJOS, una organización de hijos de
detenidos-desaparecidos durante la última dictadura uruguaya (27 de junio de 1998), y el
“Segundo Encuentro del Campo y la Ciudad” (Sauce, Canelones). Sin ser en los casos de las
radios estudiantiles, donde la Coordinadora prestó los equipos pero no se vinculó con la
programación emitida, en el resto de las transmisiones se realizaron coberturas en conjunto bajo
el nombre de Ecos FM.
Para disponer de equipos propios como los que tiene la Coordinadora hacen falta algunos
pesos. Esta ha sido una de las principales preocupaciones de autoridades de la DNC y de
ANDEBU: saber de dónde sale la plata. Las finanzas de Ecos vienen de dos vertientes distintas.
En primer lugar las propias radios aportan una cuota mensual de 30 pesos, lo que hace 360 pesos
mensuales (unos 35 dólares). Con esta plata solo se lograr cubrir ciertos gastos básicos como
fotocopias. Es claro que no es con ese dinero que se consiguen transmisores propios. La segunda
vertiente de efectivos, que es la que posibilita la compra de material técnico y la organización de
eventos, viene desde Europa a través de ONG’s que desean colaborar con el desarrollo de las
radios comunitarias en el Uruguay. Entre estas se encuentran la Fundación Friedrich Ebert
Uruguay (FESUR), vinculada a la socialdemocracia alemana, la Iglesia Evangélica Alemana y
cuatro o cinco organizaciones más. Desde su creación Ecos ya ha recibido varios miles de
dólares de esta manera.
Sobre la importancia de las radios comunitarias a nivel internacional, Gustavo Gómez,
representante de AMARC en Uruguay, sostuvo que “cada vez más, AMARC es reconocida por
organismos de Naciones Unidas como un espacio creíble y confiable con el cual se puede
trabajar. Ahí están UNESCO, UNIFEM, el PNUD (...). Ahora además ha tenido
reconocimiento con estatus consultivo ante el ECOSOC, que es el Comité de Derechos
Económicos y Sociales de NU, lo cual le permite tener voz directamente, por ejemplo, en la
Comisión de Derechos Humanos de Ginebra”75.
Por otra parte también AMARC está dándole particular importancia al caso uruguayo.
Según Gómez, “no porque en otros países no pasen situaciones difíciles para las radios. Por lo
que somos y con las posibilidades que hay, la represión que existe acá es considerada
desproporcionada. Produce asombro frente a la imagen que hay del Uruguay y del valor de la
democracia en nuestro país, (...) lo que pasa a nivel de comunicación. (...) Mirado desde esa
perspectiva la situación en Uruguay es cada vez más ridícula. Por otro lado, AMARC está
recibiendo un fuerte cuestionamiento y enfrentamiento de parte de AIR (Asociación
Internacional de Radiodifusión) en todos los planos. AIR siente cuestionados sus privilegios y
su poder por el crecimiento de las radios comunitarias y en particular por el crecimiento de
AMARC como referente de esas radios. Y el hecho de que AIR tenga su sede en Uruguay ha
convertido nuestro caso en un ejemplo de laboratorio”76.
Si en Uruguay se llega a penalizar la existencia de las radios comunitarias, AMARC
maneja la posibilidad de presentar el caso ante organismos internacionales de Derechos
Humanos, tanto a nivel interamericano como a nivel mundial, como la Comisión de Derechos

75
Entrevista a Gustavo Gómez, representante de AMARC en Uruguay. 20 de octubre de 1998.
76
Ídem.

52
Humanos de Ginebra. Tal como expresó Gómez, “se está considerando tomar a Uruguay como
uno de los casos internacionales más graves y denunciarlo a nivel internacional”77.
Por la vereda opuesta va el posicionamiento de AIR. Para su presidente, el doctor Luis
Tarsitano, “lamentablemente en el Uruguay, no obstante su ejemplar trayectoria y su gran
diversidad de medios de comunicación que aseguran un amplio pluralismo de ideas y opiniones
para todos los sectores de la sociedad, se están registrando fenómenos de radios ilegales, (...)
en algunos casos intentando irrumpir con mensajes que incitan a la violencia y a socavar la
democracia. Pero estamos seguros que este flagelo de la ilegalidad no va a prosperar en el
Uruguay, pues somos conocedores de las firmes convicciones democrático-republicanas que
inspiran a su presidente, a todos los Poderes del Estado y a su ciudadanía”78.

77
Ídem.
78
Extractado del diario El País, “Denuncian a las radios piratas como un peligro a la libertad”. Montevideo, 14 de
octubre de 1996. Página 16.

53
7 - MARCO LEGAL EN EL URUGUAY

“No podrá instalarse ni funcionar ningún tipo de estación radiodifusora, para cualquier
clase de servicio, aunque sea con carácter experimental o provisorio, sin la previa autorización
del Poder Ejecutivo”79. Esto es lo que dice el decreto ley que regula a la actual ley en vigencia en
materia de radiodifusión, la 14.670, y esto es también, la base en que se posicionan quienes están
en contra de las radios de corto alcance. Tal como dijo Ernesto Dehl, director de la DNC,
“Existe un marco normativo y nosotros tenemos la obligación, no de interpretar porque no es
nuestra función, sino de aplicarla y hacerla cumplir; y en eso estamos”80.
ANDEBU, por intermedio de su Secretario Letrado Andrés Lerena, opinó que al ser el
espectro radioeléctrico un bien finito con una cantidad limitada de frecuencias disponibles, su
utilización debe estar administrada. Su posición se fundamenta en que actualmente existe una
reglamentación que señala que para hacer radiodifusión hay que estar autorizado y mientras eso
no cambie, cosa que no se cuestionan, lo primordial es hacer cumplir la ley. Según Lerena, “El
problema es el principio. Para explotar una frecuencia radioeléctrica hay que tener la licencia
del Estado, y no es posible ni legal la ocupación de hecho del espacio radioeléctrico. Todas las
empresas de radiodifusión que hoy funcionan, asociadas o no a ANDEBU, explotan la
frecuencia porque se presentaron a un llamado o hicieron una propuesta y les dieron una
licencia, y en el ejercicio de esa licencia instalaron una empresa, incluso con inversiones muy
importantes. Eso es le principio de la legalidad y eso es lo que nosotros defendemos y por eso
somos contrarios a lo que consideramos que en nuestro país, no sólo son radios comunitarias,
son primer y fundamentalmente, radios ilegales”81.
Lo anterior resume la postura de aquellos que se oponen a las radios de baja potencia,
teniendo a la ley y al decreto referidos como el punto medular de su posicionamiento. Sin
embargo, los que están a favor de la existencia de estas radios también recurren a los textos
legislativos para defender su postura. En principio se hace referencia a la jerarquía que tienen las
distintas normas jurídicas. Es decir: en primer lugar siempre está el Derecho Internacional
aceptado a nivel nacional, luego cada país tiene en su escalafón superior a la Constitución, por
debajo de ésta se ubican los códigos, las leyes ordinarias y los decretos de las juntas
departamentales (ordenanzas). Más abajo se ubican los decretos y reglamentos dictados por el
Poder Ejecutivo, a la par que las resoluciones de los concejos departamentales. En el último
escalón se encuentran los actos individualizados (sentencias, actos administrativos y contratos)82.
Teniendo en cuenta esto, los defensores de las radios sostienen que el decreto ley
734/978, al que pertenece el texto citado en un comienzo, y la ley 14.670, contradicen a normas
de mayor jerarquía como ser la Constitución y los Acuerdos, Convenios y Tratados
Internacionales suscritos por nuestro país. Esta posición es sostenida, entre otros, por el
constitucionalista Horacio Cassinelli Muñoz, quien junto a otros miembros del ámbito
universitario presentó en julio de 1996 el “Informe sobre las Radios Alternativas y la Libertad de
Comunicación” ante la Asamblea General del Claustro de la Universidad de la República. En
este Informe se dice que “las emisiones radiales (como la edición de diarios o periódicos y la
publicación de libros) son una forma de comunicación de pensamientos, informaciones y
79
“Registro Nacional de Leyes, Decretos, etc.”. Decreto 734/978, Capítulo I, Artículo 2º. Montevideo, diciembre
de 1978. Página 1476.
80
Entrevista a Ernesto Dehl Sosa, director de la Dirección Nacional de Comunicaciones. 10 de noviembre de 1997.
81
Entrevista a Andrés Lerena, secretario letrado de ANDEBU. 24 d e octubre de 1997.
82
Véscovi, Enrique. “Introducción al Derecho”. Ediciones Idea SRL. Montevideo, 1986. Páginas 85 a 87.

54
expresiones artísticas. Por lo tanto, implican el ejercicio de uno de los derechos fundamentales
de la persona humana reconocidos y consagrados con total amplitud por las normas más altas
del ordenamiento jurídico uruguayo: la Constitución y los pactos internacionales sobre derechos
humanos. En cambio, las normas que establecieron la necesidad de permiso o autorización del
Poder Ejecutivo son de rango legislativo interno, de modo que sólo podrán valer en la medida
en que no contradigan a las normas de grado superior mencionadas en primer término”83. Esto
va en el sentido de que solo es atendible una regulación mediante un permiso si realmente existe
un límite en la cantidad de emisoras disponibles, lo que ya se vio que con los avances
tecnológicos ha quedado un tanto desvirtuado.
En dicho Informe se expresa que la libertad de expresión es “uno de los derechos
humanos de carácter fundamental dentro de una democracia”84. También se afirma que “las
limitaciones que puedan establecerse en relación con ese derecho están sujetas, con arreglo a la
Constitución y a los pactos internacionales, a condicionamientos muy severos para que no
impliquen su negación; (...) en particular, no es admisible un régimen que someta el ejercicio de
ese derecho a la previa obtención de un permiso o autorización cuyo otorgamiento dependa de
la voluntad discrecional o arbitraria del estado. (Incluso) el análisis de las distintas normas
vigentes en la materia en nuestro país revela que han perdido vigencia las disposiciones internas
contenidas en un decreto ley del período de dictadura militar que establecieron tal sistema de
autorización previa”85.
En Uruguay, el principio básico que regula a la radiodifusión y a todas las demás formas
de comunicación es el Artículo 29 de la Constitución, que dice que “es enteramente libre en toda
materia la comunicación de pensamiento por palabras, escritos privados o publicados en la
prensa o por cualquier otra forma de divulgación sin necesidad de previa censura” 86. Según el
Informe, la libertad de comunicación que ampara a las radios de baja potencia también está
expresada en algunos acuerdos internacionales como ser la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
El Pacto de San José de Costa Rica, jurídicamente superior a la ley 14.670 y al decreto
ley 734/978 sostiene que el ejercicio de la Libertad de Expresión “no puede estar sujeto a previa
censura sino a responsabilidades ulteriores”, coincidentemente con el Artículo 29 de la
Constitución uruguaya. La posición de la DNC y del Poder Ejecutivo plantea que es necesaria
una autorización previa porque se está hablando de un bien finito como lo es el espectro
radioeléctrico, y particularmente el fragmento destinado a la radiodifusión. Aquí se entra en
consideraciones sobre qué capacidad tiene el dial realmente. La gran pregunta es cuántas radios
pueden caber y si existe alguna chance de dar cabida a más radios aún inexistentes sin que
interfieran entre sí. Con respecto a esto el Informe presentado ante el Claustro dice que solo el
hecho de que las frecuencias sean limitadas podría dar lugar a la intervención estatal por medio
de una autorización previa. La conclusión que plantea el Informe es que dicho control no tiene
cabida si en los hechos aún hay espacio disponible, cosa que efectivamente demuestran a diarios

83
Cassinelli Muñoz, Horacio. Osta, Damián. Olano, Ana. Pérez Pérez, Alberto. “Informe sobre las Radios
Alternativas y la Libertad de Comunicación”. Presentado el 5 de julio de 1996 ante la Asamblea General del
Claustro de la Universidad de la República. Montevideo, 1996. Página 1.
84
Ibídem.
85
Ibídem.
86
Constitución de la República Oriental del Uruguay (año 1967). Editorial Elite. Montevideo, 1967. Artículo 29.
Página 7.

55
las radios de baja potencia que ocupan un espacio del dial sin interferir ninguna otra emisora ya
establecida.
Por otro lado también el Informe cuestiona la discrecionalidad que goza el Poder
Ejecutivo para disponer de los permisos según su propia voluntad. Sobre esto hay que decir que
para adjudicarse una frecuencia en el presente se realiza un llamado a interesados de parte del
Poder Ejecutivo. Entre los que se presentan, la DNC le señala al Poder Ejecutivo quiénes
cumplen con los requisitos solicitados. La selección posterior de a quién se le otorga la concesión
es a libre criterio del gobierno de turno, pudiendo ocurrir, como planteó Justino Jiménez de
Aréchaga hace medio siglo, que “el Poder Ejecutivo, sin apartarse de la legislación vigente en
materia de radiodifusión, podría distribuir entre sus partidarios, como verdaderos ducados
fructíferos, las frecuencias de que dispone la República”87.
El Informe también concluye que, de cualquier manera, legislación posterior a la ley
14.670 derogó la exigencia de una autorización previa. Por último expresa que considerando que
el fenómeno de las radios de baja potencia no está abarcado puntualmente en la legislación
vigente, por lo tanto no está prohibido pues regiría el principio general de la libertad, que se
expresa en el Artículo 10 de la Constitución: “Ningún habitante de la República será obligado a
hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohibe”88.
En lo que sí coinciden las distintas posiciones es en la necesidad de legislar para
contemplar esta nueva realidad, ya sea mediante su penalización o su inserción dentro de la
legalidad. Resultado de ello son las distintas proposiciones legislativas elevadas para ser
consideradas por los diputados y senadores uruguayos.

87
Casinelli Muñoz, Horacio. Osta, Damián. Olano, Ana. Pérez Pérez, Alberto. Ídem, página 4.
88
Constitución de la República Oriental del Uruguay (año 1967). Artículo 10. Editorial Élite. Montevideo, 1967.
Página 5.

56
8 - LEGISLACIÓN COMPARADA

Fuera de nuestros límites nacionales las situaciones legales en las que se encuentran las
emisoras de baja potencia son disímiles. A continuación, un pequeño recorrido sobre las
legislaciones de otros países para saber qué soluciones se le ha dado al tema de las radiodifusoras
de corto alcance, con algunas consideraciones especiales para las radios comunitarias, que como
ya se dijo no se deben relacionar explícitamente con emisoras de baja potencia.

En Europa

En Europa las radios de baja potencia -llámese comunitarias, locales, libres, asociativas-,
son aceptadas en la mayoría de los países. En Francia se legalizaron en 1981 y actualmente hay
unas 500 emisoras de este tipo. Incluso son subsidiadas por el Estado francés a través de un
impuesto que les saca el uno por ciento de su ingreso publicitario a los grandes medios
audiovisuales con el objetivo de financiar a estas radios.
También otros países como Suiza, Suecia, Holanda, Dinamarca, Irlanda, Italia y
Alemania permiten la existencia de radios locales, e incluso las apoyan. Por ejemplo en
Alemania, si bien no se les permite hacer publicidad, el propio gobierno las subvenciona, dando a
entender que son medios de comunicación necesarios, lo que incluso justifica ciertos costos
económicos para el propio Estado. En Italia desde 1974 se liberalizó la radio privada a nivel
local, tanto comercial como sin fines de lucro, reservándose para la no lucrativa el 25% de las
frecuencias disponibles en cada ciudad.
En general los países integrantes de la Comunidad Europea han legalizado a las
emisoras de corto alcance y eso es también lo que la Comunidad intenta que se uniformice en sus
países miembros. Pero hay algún caso, como España, en donde todas estas radios fueron dejadas
en la ilegalidad mediante una nueva ley de radiodifusión. Aunque de hecho en España al igual
que en Francia tiene cierta vigencia el concepto de “libertad de antena”. este término es
manejado por el jurista argentino Damián Loreti para categorizar al equivalente de la “libertad
de imprenta” en el éter, ya que Loreti considera que la radiodifusión es un medio de
comunicación específico pero con el mismo derecho que cualquier otro a ser utilizado por las
personas89. Tanto en España como en Francia estas radios no son consideradas ilegales sino algo
así como a-legales. Su reconocimiento no deriva de una ley sino que se fundamenta en que están,
y como no interfieren a nadie tampoco son perseguidas.

89
Loreti, Damián. “El derecho a radiodifundir”. Revista Chasqui, Nº 56. Quito - Ecuador, 1996. Página 52.

57
En América Latina

En el subcontinente latinoamericano las legislaciones nacionales muestran distintas


características. En grandes líneas se puede decir que la mayoría de los países han legislado
creando un marco que regula a las radios de baja potencia, sin que esto signifique una
demostración de su aceptación.
Colombia es sin duda el país en que mejor le ha ido a las radios de corto alcance. Allí un
decreto presidencial fechado en agosto de 1994 define y promueve el “Servicio Comunitario de
Radiodifusión Sonora”. Este comprende a emisoras sin ánimo de lucro y de ámbito local, que
están autorizadas a utilizar como máximo 500 vatios tanto en AM como en FM. Hoy día ya se
han autorizado 650 radios, y se proyecta alcanzar las 2 mil. Estas emisoras pueden hacer
publicidad, algo que en América Latina solo se ocurre en Colombia. Los permisos son por 10
años y solo puede haber dos frecuencias por municipio, que pueden llegar a cuatro en algunos
casos determinados. En contraste con esto se puede instalar una radio comercial por cada 100 mil
habitantes, pudiendo ocurrir que en las grandes ciudades coexistan muchas más radios
comerciales que comunitarias.
Cruzando el Río de la Plata, en la República Argentina aún no existe una ley que regule
las emisoras de baja potencia, pero de las 3.000 existentes en Buenos Aires y sus alrededores,
hay 1.200 semilegalizadas con un Permiso Precario y Provisorio, más conocido como “PPP”.
Entre estas radios se cuentan experiencias comunitarias, comerciales y libres. Actualmente pasan
publicidad y pagan impuestos. Más lejos, las provincias de Río Negro, Neuquén y Corrientes,
pese a reconocerse integrantes de un sistema federal al que someten la regulación de las emisoras
de gran alcance (amplitud modulada) a las autoridades nacionales, han promulgado leyes por las
que se reservan para sí la facultad de regular el funcionamiento y la adjudicación de licencias
para las radios de FM. Si bien el Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) intenta anular
dichas legislaciones provinciales por intermedio de la Corte Suprema de la Nación, su sola
existencia son una muestra de cómo puede haber regulación interna dentro de los diferentes
Estados siempre y cuando esta no interfiera con las comunicaciones vecinas, como sería el caso
de las radios de pequeño alcance.
En Ecuador una ley prevé el “Servicio Comunitario de Radiodifusión”, realizado por
radios con fines sociales, educativos y culturales a cargo de organizaciones legalmente
constituidas. Las potencias máximas estipuladas son 50 vatios en FM y 300 en AM. No están
autorizadas a hacer publicidad y las concesiones son por 10 años. En Paraguay la legislación
reconoce la existencia de “radiodifusión de pequeña y mediana cobertura o radios comunitarias”,
que aún no ha sido reglamentada, aunque algunas emisoras han obtenido recursos de amparo
favorables a su permanencia en el éter.
“Ley de radios de mínima cobertura” se llama el texto aprobado en Chile a comienzos de
esta década. Las emisoras pueden tener una potencia de un vatio en ciudad y 20 en zona rural. No
pueden hacer publicidad. Los permisos son por tres años, mientras que los de las radios
comerciales son por 60 años. En setiembre de 1994 se legalizaron las primeras siete. A
comienzos de 1997 había 31 radios enmarcadas en esta ley, pero debido a las limitaciones
creadas se produjo un nuevo surgimiento de radios fuera de las normas. Muestra de las
dificultades de la nueva ley fue que de esas 31 que había a comienzos de 1997 solo 12 eran
anteriores a la ley.
Para finalizar el panorama latinoamericano, en Brasil -donde hay cerca de 2500 emisoras-
se aprobó recientemente una ley que regula a la radiodifusión de pequeño alcance, que desde
ahora dispone de una sola frecuencia en todo el país para ser compartida por todas las radios con

58
un máximo de 25 vatios de potencia. No se permite hacer publicidad pero sí puede haber
“auspicio cultural”. Los permisos caducan a los 5 años.

En América del Norte

En Canadá no solo se reconoce y promueven a las radios sino que incluso algunas de
ellas son subsidiadas. Quien desee acceder a una frecuencia debe presentarse ante el organismo
correspondiente y proponerlo. Ante la propuesta se hace un llamado y si nadie se opone se otorga
un permiso por cinco años. Culminado ese plazo se hace una evaluación para ver si se mantiene
la licencia teniendo como principal punto de vista la opinión de los oyentes de la radio. La
radiodifusión comunitaria está reconocida en Canadá como el tercer sector, junto a la comercial y
la estatal. Además se le permite realizar publicidad para su financiamiento.
En Estados Unidos desde hace unos pocos años centenares de estaciones transmiten sin
licencia, pese a que en 1978 fueron proscritas de allí en más todas las nuevas emisoras que
difundan con menos de 100 vatios. Entre todas estas radios que emiten con menos de esa
potencia, el caso de Free Radio Berkeley ha tomado fundamental transcendencia. En 1995, la
FCC (Federal Comunication Comision) multó con 20 mil dólares e intentó impedir a Free
Radio Berkeley que continuara saliendo al aire. Pero la sorpresa fue grande. La Jueza Claudia
Wilken no solo se negó al pedido de la FCC sino que expresó serias dudas sobre la
constitucionalidad de los reglamentos que restringen la difusión de baja potencia. La última
palabra aún no fue dicha, pero en caso de ser favorable a la radio libre, este sería un gran
precedente para todas las radios similares que hay en los Estados Unidos.
La propuesta de Free Radio Berkeley consiste en que no debería haber trabas para
autorizar radios como esta, que utiliza una potencia de 50 vatios (en Uruguay solo dos radios
comunitarias tienen mayor potencia, de las demás ninguna supera los 30 vatios). La propuesta
puntual es que estas radios solo deban realizar un sencillo y económico tramite de inscripción,
puesto que una licencia legal en Estados Unidos tiene un costo de 100 mil dólares mientras que
una radio de baja potencia allí mismo se realiza con mil o dos mil dólares.
La libertad que exige la citada radio estadounidense está estrechamente vinculada al
concepto de “antena libre” que ya fue expresado al referirse al continente europeo.

En Asia, África y Oceanía

Las perspectivas de la radiodifusión de baja potencia en dos de estos tres continentes no


es muy alentadora, por lo menos por ahora. En gran parte de África recién en esta década están
surgiendo las primeras radios privadas luego del dominio absoluto del Estado en materia de
comunicaciones. Dentro de esta realidad, el pensar en radios libres o comunitarias es casi nulo.
No solo las legislaciones no han regulado al respecto, sino que a nivel de las sociedades africanas
este tema casi no se plantea. Los casos de radios de este tipo son verdaderamente pocos y
aislados.
En Asia la situación general es un poco mejor, el tema se llega a discutir en algunos
países. De hecho ya existen radios comunitarias en Sri Lanka, Filipinas y Taiwan. En algunos
otros países del sudeste asiático -India, Nepal, Vietnam y Laos- el tema avanzó un poco, pero

59
en el resto del continente el control de los medios de comunicación sigue estando exclusivamente
en manos del gobierno y eso está muy lejos de modificarse.
Por último en Oceanía las cosas son muy distintas. Australia tiene radios comunitarias
desde hace 25 años, como un tercer sector de la radiodifusión separado de la pública y la
comercial. Incluso el origen de estas radios fue una idea del organismo encargado de la vigilancia
del sector audiovisual (Australian Broadcasting Control Board) que vio con buenos ojos la
existencia de estos medios. Es más, las primeras efemes australianas, que nacieron en 1975,
fueron precisamente estas radios comunitarias, de las que en la actualidad hay unas 130
instaladas y otras 150 en camino; además de 80 radios indígenas.

60
9 - LAS DISTINTAS PROPUESTAS

Actualmente existen cinco propuestas o proyectos legislativos sobre cómo modificar la


legislación existente en materia de radiodifusión y telecomunicaciones, teniendo en cuenta la
nueva realidad radiofónica que plantea la presencia de las radios libres y comunitarias en el éter.
En algunos casos las propuestas son para incluir este nuevo fenómeno en el marco normativo,
mientras que en otros se busca reglamentar la penalización a estas radios. Por otra parte hay que
tener en cuenta que si bien las radios libres y las comunitarias presentan coincidencias, también
tienen sus diferencias. Diferencias que las vuelven dos fenómenos distintos que no todas las
propuestas consideran de igual forma. Pero en resumen, este es el contenido de cada una de las
propuestas de los distintos actores involucrados:

Poder Ejecutivo

Con la firma del Presidente de la República, Julio María Sanguinetti, y de los entonces
ministros de Defensa Nacional -Raúl Iturria-, y de Educación y Cultura -Samuel Lichtensztejn, el
Poder Ejecutivo envió su propuesta al Parlamento. Con fecha 10 de marzo de 1998 el Legislativo
recibió un “proyecto de ley por el cual se tipifican como figuras penales la utilización de
frecuencias radioeléctricas, en cualquiera de las bandas, sin la correspondiente autorización”90.
En la defensa de dicho texto el Ejecutivo sostiene que dada la importancia que han
adquirido las telecomunicaciones en la actualidad y tomando en cuenta el mayor acceso que tiene
la gente a los medios de comunicación, es necesaria “una correcta administración (...) para
garantizar y proteger los derechos de todos los usuarios y destinatarios de los medios”91.
También hace referencia a que las frecuencias radioeléctricas son un bien público limitado, lo
que produce, al no existir un número indeterminado de frecuencias, que las mismas adquieran un
carácter económico ante su finitud. Más adelante el Ejecutivo plantea los problemas que pueden
acarrear las posibles interferencias. Valorando todos estos puntos el Poder Ejecutivo propone
tipificar como delito la utilización de un canal radioeléctrico sin la debida autorización suya, a lo
que le correspondería “la misma pena del hurto”92. Así, el uso del dial que actualmente hacen las
distintas radios de baja potencia sería penado de la misma forma que un robo.
De tres meses de prisión a cuatro años de penitenciaría sería el castigo para quienes
transmitan en cualquier canal del espectro electromagnético sin previa autorización. A esto se le
agrega que el propietario del lugar de donde se realice dicha transmisión tendría entre tres y doce
meses de prisión. Por último, se autoriza expresamente a la DNC a realizar una práctica que
hasta ahora no estaba precisada en ninguna norma y de la que ya fue acusada la DNC por parte
de las radios comunitarias y libres: el emitir una señal de interferencia en una frecuencia utilizada
por algunas de estas radios para impedir la recepción de dicha emisora. Esta misma interferencia
también será posible instrumentarla hacia radios extranjeras que no se circunscriban a los
acuerdos internacionales suscritos entre el gobierno uruguayo y otros gobiernos.

90
“Frecuencias Radioeléctricas”. Repartido Nº 1036 (Abril de 1998), de la Cámara de Representantes. Carpeta Nº
2597 de 1998, de la Comisión de Defensa Nacional. Página 1.
91
Ibídem.
92
Ídem, página 3.

61
En conclusión, el proyecto de ley del Poder Ejecutivo no plantea ningún cambio
sustancial en materia de radiodifusión. Lo único que propone es la penalización para quienes
ocupen el éter sin su consentimiento, dando así por terminada cualquier discusión sobre la
viabilidad o la legitimidad de la existencia de radios de baja potencia en el Uruguay con un “no”
rotundo.

Partido Nacional

Dentro del Partido Nacional, el Herrerismo es el único sector que ha presentado un


proyecto para regular este nuevo fenómeno radiofónico. Dicho texto fue elaborado por el
diputado Jaime Trobo y presentado con la firma de los ocho representantes herreristas, el 9 de
julio de 1997. En este caso tampoco se trata de una nueva ley que regule la radiodifusión o las
telecomunicaciones, sino tan solo de un proyecto que complementaría a la ley vigente -la
14.670-, y que tiene por objetivo la penalización de las radios de baja potencia.
Este proyecto se refiere a las sanciones que tendrá “el que realizase transmisiones de
radio o televisión difundidas desde cualquier punto del territorio de la República Oriental del
Uruguay y se dirigiese al público en general en violación de los reglamentos internos e
internacionales”93. Si bien el texto no especifica a qué tipo de violaciones a los reglamentos se
refiere -si a todas o a algunas en especial-, según el diputado Trobo, la intención es solo alcanzar
a los casos de emisoras que transmitieren por radio o televisión sin poseer una autorización de la
DNC. Para ellos, el herrerismo propone un castigo que va de “veinticuatro meses de prisión a
seis años de penitenciaria y de dos a cuatro años de inhabilitación absoluta”94.
En sus cinco artículos, este proyecto también prevé agravantes que aumentan la pena, que
puede llegar a ser de diez años de penitenciaría y dieciocho de inhabilitación absoluta. Otro de
los contenidos del proyecto de ley herrerista propone que luego de la confiscación de los equipos
emisores de quienes se encuentren comprendidos por el artículo primero, el Ministerio de
Defensa Nacional remitirá dichos equipos al Ministerio de Educación y Cultura para que éste
los redistribuya para su uso.
La intención que tiene este proyecto legislativo es, según palabras del diputado Trobo,
“darle realmente al Estado la posibilidad de que pueda castigar al que no cumple, porque si no
hay sanción las normas no se cumplen”95.

93
“Casos de Violación de las Normas Vigentes en Materia de Transmisiones de Radio o Televisión”. Repartido Nº
826 (Julio de 1997), de la Cámara de Representantes. Carpeta Nº 1956 de 1997, de la Comisión de Defensa
Nacional. Artículo 1º.
94
Ibídem.
95
Entrevista realizada al diputado herrerista Jaime Trobo, 24 de octubre de 1998.

62
Frente Amplio

En junio de 1998 el Frente Amplio presentó su propuesta más reciente para modificar la
legislación sobre los “Medios Audiovisuales de Telecomunicación”, que incluyen a la
radiodifusión. Es decir que el articulado no responde solo a la problemática de las radios de baja
potencia sino que es más abarcativo e incluye a todos los medios, proponiendo un nuevo marco
legislativo que los regule, considerando que entre los medios de comunicación estarían la radio y
televisión “comunitaria”.
Este proyecto fue presentado por toda la bancada de Senadores del Frente Amplio, pero
fue también el producto final de un proceso conjunto entre distintas personas vinculadas a los
medios y el Senador Helios Sarthou, del Movimiento de Participación Popular (MPP). Este
grupo estuvo conformado, además de Sarthou, por otras cinco personas idóneas en el tema
radiodifusión. Personas que si bien se desempeñan en diferentes ámbitos -SODRE, UTE,
ANTEL, ACA-COMCOSUR (una ONG vinculada a la comunicación)- no integraban el grupo
en calidad de representantes de estos lugares sino como gente entendida del tema en cuestión y
con una postura similar al respecto; lo que no significa que compartieran una militancia política,
cosa que de hecho no ocurría. Si bien ese fue el grupo que elaboró el proyecto, varias personas
más colaboraron de fuera con sus aportes, entre ellos Roque Faraone, ex-Decano de Ciencias
de la Comunicación de la Universidad de la República.
En su primer artículo, el proyecto frenteamplista afirma que “el espectro radioeléctrico es
patrimonio de la Humanidad por lo que el derecho de uso de sus frecuencias radioeléctricas es
un bien comunitario y su utilización equitativa en beneficio de toda la sociedad uruguaya
constituye la base que debe orientar su administración y regulación”96. Más adelante se explica
que los Medios Audiovisuales de Telecomunicación serán explotados “por entidades públicas
estatales” y “por entidades privadas (...) ya sea por empresas comerciales o por organizaciones
sociales”.
Este proyecto de ley crea la Comisión Nacional de Medios Audiovisuales de
Telecomunicación con el objetivo de “asegurar el cumplimiento de la presente ley y en especial
velar por el respeto de los principios en ella contenidos”97. Esta Comisión actuaría bajo la órbita
de la Asamblea General, quien elige a sus miembros y aprueba su presupuesto quinquenal y su
gestión anual. Estaría integrada por representantes de cada uno de los lemas que tengan
representación parlamentaria, además de una persona por cada uno de los siguientes sectores:
medios estatales, medios comerciales, medios comunitarios, Universidad de la República y
sindicato de los trabajadores de los medios de comunicación. Por su parte que la DNC pasaría a
depender del Ministerio de Educación y Cultura.
La Comisión Nacional de Medios Audiovisuales de Telecomunicación tendría la facultad
de otorgar las concesiones y licencias a los distintos medios, previo llamado público. Antes de
que finalice su primer año deberá elaborar un plan quinquenal sobre el uso de las frecuencias.
Para la selección entre los oferentes que se presenten al llamado, la ley establece que la Comisión
deberá considerar los siguientes puntos: “Preponderancia de la programación propia. Tiempo
dedicado a producciones nacionales o departamentales según la zona de servicio del medio de
que se trate. Preferencia de las personas jurídicas en proporción directa al número de
accionistas, siempre que la participación de éstos sea igualitaria. Prioridad en el acceso a
aquellos que no sean poseedores de otras concesiones o licencias. Mayor proporción de tiempo

96
“Proyecto de Ley de Medios Audiovisuales de Telecomunicación. Presentado por la Bancada de Senadores del
Frente Amplio en junio de 1998. Artículo 1, página 1.
97
Ídem. Artículo 10ª, Capítulo III, página 4.

63
dedicado a la programación”98. De esta forma se pone cierta luz sobre los elementos que se
consideran al elegir los permisarios de los medios audiovisuales, cosa que en la actualidad es a
libre albedrío del Poder Ejecutivo de turno. Sin embargo de esta manera se crea e impone un
camino también arbitrario para otorgar las ondas, pese a que esté explicitado y pueda ser
compartido por muchos.
En lo que tiene que ver con los medios comunitarios, este proyecto tiene un capítulo
dedicado a ellos en forma exclusiva. Según dicho texto, “los medios comunitarios (...) tendrán
por finalidad satisfacer necesidades de interés social y cultural de la comunidad. Los
concesionarios (...) deberán invertir en su integridad los recursos que obtenga su emisora por
concepto de comercialización de espacios, patrocinios, auspicios, venta de publicidad, apoyos
financieros, (...) en inversiones que garanticen la adecuada continuidad en la prestación del
servicio y el desarrollo de los objetivos comunitarios”99. Según se indica, los medios
comunitarios pueden ser tanto radiales (AM y FM) como televisivos (canales abiertos y por
cable). También se enuncia que estos pueden retransmitir programas ajenos -siempre que haya
autorización previa-, y establecer cadenas de transmisión tanto a nivel nacional como
internacional.

Nuevo Espacio

Partiendo de una “concepción liberal de la sociedad”100, el Nuevo Espacio propone que


en defensa de la libertad de expresión no todo el dial esté ocupado por propuestas comerciales.
Para ello planifica la creación del Espacio Radioeléctrico Comunitario, que en un principio
estaría conformado por tres frecuencias en la banda de FM. En ellas tendrían ubicación todas las
emisoras que se pleguen a esta modalidad de hacer radio, incluyendo aquí no solo a las radios
comunitarias sino también a las radios libres. Este Espacio estaría administrado por una
Comisión Asesora integrada por miembros de las radios comunitarias, de las Intendencias, del
Consejo de Universidades, y del Ministerio de Educación y Cultura. Dicha Comisión Asesora
sería la encargada de asignar frecuencia, potencia y tiempo de emisión (días y horario), entre las
radios que conformen el Espacio Radioeléctrico Comunitario.
En el proyecto nuevoespacista, las radios de baja potencia tienen algunas restricciones,
como ser: no pueden pasar publicidad, deben estar sujetos a la Ley de Prensa -la 16.099- al igual
que todos los medios, y deben ser emprendimientos de organizaciones sociales o educativas sin
fines de lucro, aunque esto no excluye a las personas que quieran hacer una radio libre.
La limitación de que el Espacio Radioeléctrico Comunitario esté formado por tres
frecuencias no sería inmodificable para el Nuevo Espacio. De ser necesario se podría aumentar el
número de frecuencias, aún a costa de las radios comerciales: “de repente la sociedad está
pidiendo más este tipo de radios que las comerciales, y debemos atender esa demanda”101.
Todas estas consideraciones están contenidas en un proyecto de ley que dicho partido
político presentará próximamente ante la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de
Representantes.

98
Ídem. Artículo 10.h.2, Capítulo III, página 5.
99
Ídem. Artículo 18, Capítulo IV, página 6.
100
Entrevista realizada a Gabriel Barandiarán, diputado del Nuevo Espacio, 13 de octubre de 1998.
101
Ibídem.

64
Ecos

La Coordinadora de Radios Comunitarias (Ecos), realizó una propuesta para que los
medios comunitarios ocupen un lugar dentro de la legislación uruguaya. No se trata de un
proyecto de ley sino de una serie de bases sobre las cuales se podría comenzar a discutir el tema.
En principio plantean que mientras no exista una nueva Ley de Telecomunicaciones se les
otorguen permisos como emisoras experimentales, para así seguir saliendo al aire tal como lo
están haciendo pero con el agregado de un consentimiento oficial que les aleje el temor a los
allanamientos realizados por la DNC.
Su propuesta incluye la concepción de una tercera forma de radiodifusión que se
agregaría a las dos ya existentes: la pública y la privada. Esta tercer modalidad sería: privada,
comunitaria y con fines sociales. Es decir que no tendrían finalidad de lucro, diferenciándose así
de las radios privadas comerciales, hoy nucleadas en ANDEBU (Asociación Nacional de
Broadcasters Uruguayos). Gestoras de emisoras de radiodifusión comunitaria podrán ser
“organizaciones e instituciones comunitarias, educativas, asociativas y ciudadanas como ser:
organizaciones sociales, gremiales y vecinales, organizaciones no gubernamentales,
colectividades culturales, étnicas y de género”102.
Las radios comunitarias deberán tener reservado, dentro de un futuro Plan Nacional de
Frecuencias, “un porcentaje del dial para la adjudicación exclusiva a este sector de la
radiodifusión”103. El área de cobertura de una emisora sin fines de lucro podrá ser “local,
barrial o regional”104, sin aclararse en la propuesta a qué superficie corresponde cada término.
Este proyecto también permite el uso de publicidad, estando las emisoras comunitarias
obligadas a reinvertir el dinero obtenido de esa forma, en el funcionamiento y mejoramiento de
la propia radio. Para ello se comprometen a realizar auditorías que demuestren el manejo de los
fondos recaudados. Por último, se indica que en caso de comprobarse la utilización del dinero
logrado con otros fines a los especificados o el distanciamiento de los objetivos con que se
concibe una radio comunitaria, habrá sanciones que pueden llegar a la pérdida de la concesión.

102
“Propuesta de bases legales para reglamentar la radiodifusión comunitaria” elaborada por Ecos, año 1998.
103
Ibídem.
104
Ibídem.

65
Sumatoria

En resumen, existen cuatro proyectos legislativos -cada uno proveniente de uno de los
partidos con representación parlamentaria- y una propuesta elaborada por la Coordinadora de
Radios Comunitarias. De los cuatro proyectos, dos son penalizadores -Poder Ejecutivo y
Partido Nacional-, mientras que los dos restantes -Frente Amplio y Nuevo Espacio- proponen
mayores cambios y amparan la existencia de radios de baja potencia y/o comunitarias.
La idea de prohibir las radios comunitarias y libres, además de ser apoyada por colorados
y blancos, cuenta con el aval de las radios privadas comerciales nucleadas tanto en ANDEBU
como en RAMI (Asociación de Radios del Interior). Mientras que quienes han propuesto aceptar
a las nuevas emisoras tienen el respaldo de la Universidad de la República y la Iglesia
Católica.
Con respecto al contenido de los mismos, puntualmente en cuanto al tema de la
conveniencia o no de emisoras de baja potencia, las diferencias sustanciales no son mucho más
que las que llevan a dividir los cuatro proyectos en dos pares, uno a favor y otro en contra. Lo
que tal vez no esté de más señalar son algunas diferencias entre los proyectos que las aceptan.
Por ejemplo: la propuesta frenteamplista habla de medios comunitarios, pero no hace referencia
ni a la potencia ni al área de cobertura. Por su parte, el Nuevo Espacio guarda un lugar del dial
para el Espacio Radioeléctrico Comunitario, en el que podrían haber tanto radios libres como
comunitarias.
En cuanto a cuáles son las reales posibilidades que tiene cada proyecto de ser aceptado,
aunque todos ellos recién están siendo tratados -o ni siquiera eso-, en la Comisión de Defensa
Nacional de la Cámara en que fueron presentados, ya se pueden avizorar algunas suertes. Tanto
el proyecto del Frente Amplio como el del Nuevo Espacio por ahora parecen ser solo para
figurar e influir, pero con poca chance de ser aprobados. Mientras tanto, los textos que proponen
la penalización de las radios de pequeño alcance, si bien aún distan mucho de ser aceptados,
parecen contar con mejores perspectivas dado que provienen de los partidos blanco y colorado,
que estarían dispuestos a unir sus propuestas para votar juntos un proyecto definitivo penalizador.
Pero aún esto es incierto. El ritmo de trabajo lento que suele haber en las Comisiones
parlamentarias también podría llevar a que culminada la presente legislatura el año próximo,
ningún proyecto haya sido aprobado.
También es importante conocer la integración de la Comisión de Defensa Nacional de
cada una de las Cámaras, que se conforma por negociaciones entre los distintos lemas dentro del
Palacio Legislativo. La Comisión de Diputados está conformada por: Gustavo Penadés
(Presidente) y Gonzalo Piana Effinger, (ambos del Partido Nacional), Laura Albertini y
Walter Vener (Partido Colorado) y Brum Canet (Frente Amplio). En la del Senado están: Luis
Brezzo (Presidente), Pablo Millor y Wilson Sanabria (Partido Colorado), Raúl Iturria, Carlos
Garat y Walter Santoro (Partido Nacional), Albérico Segovia y José Korzeniak (Frente
Amplio). Para llegar a cualquiera de las Cámaras, un proyecto debe ser aprobado por mayoría
simple dentro de la Comisión que lo está tratando. En el caso de los cuatro proyectos aquí
referidos solo uno de ellos, el frenteamplista, fue presentado en la Comisión de Defensa Nacional
del Senado, los tres restantes se encuentran en su similar de la Cámara de Diputados.

66
10 - LAS CONCLUSIONES

Como se ha planteado en este trabajo, la aparición de las radios de pequeño alcance


supone dos discusiones igualmente trascendentes: por un lado hasta dónde llega la libertad de
expresión (apoyo tanto para las radios libres como comunitarias) y por otro, si es preciso que
existan medios comunitarios (no solo estaciones de radio). Mi posición personal al respecto es de
un profundo apoyo a la existencia de radios libres y comunitarias. Esta posición no obedece a
ningún capricho sino a una justificada reflexión a partir de todo lo considerado en la presente
investigación.
El comienzo de la aceptación planteada a estas nuevas emisoras tiene su origen en el
reconocimiento del derecho a comunicarse y a informarse de todas las personas. No pensando a
los individuos solo como sujetos capaces de recibir la información, sino y fundamentalmente,
como individuos con derecho a generarla y difundirla. Los medios de comunicación deben tener
siempre como objetivo la democratización de sus mensajes, no necesariamente en cada medio
particular sino viendo el conjunto de medios como una suma. De igual forma se debe tender a
lograr que la información se genere en la mayor cantidad de lugares posibles. En contraposición
a todo esto, en Uruguay se puede avizorar una concentración de la propiedad de los medios. Para
ver esto basta recordar los tres canales privados de televisión abierta en Montevideo. Los mismos
están vinculados con medios impresos, radiales y controlan la televisión por cable y la satelital.
En lo que tiene que ver con la generación de la información el ejemplo más claro son las
agencias noticiosas extranjeras. A través de unas pocas agencias de televisión y prensa escrita los
uruguayos se enteran de todo lo que sucede en el mundo, o solo de una parte, pero eso es todo lo
que se puede ver. Por todo esto resulta tan importante diversificar las voces que se pueden
sintonizar en nuestro dial.
La libertad de expresión y el derecho a comunicarse están presenten en la legislación. El
artículo 29 de la Constitución dice que “es enteramente libre en toda materia la comunicación
de pensamiento por palabras, escritos privados o publicados en la prensa, o por cualquier otra
forma de divulgación, sin necesidad de previa censura; quedando responsable el autor”105. La
ley 16.099 indica que “es enteramente libre en toda materia, la expresión y comunicación de
pensamientos u opiniones y la difusión de informaciones mediante la palabra, el escrito y la
imagen, por cualquier medio de comunicación, dentro de los límites consagrados por la
Constitución de la República y la ley. Esta libertad comprende, dando cumplimiento a los
requisitos resultantes de las normas respectivas, la de fundar medios de comunicación. (...) Los
titulares de los medios de comunicación ejercerán la facultad referida por el artículo anterior
sin la necesidad de previa autorización, censura, garantía o depósito pecuniario”106.
También hay convenios internacionales suscritos por Uruguay. La Convención
Americana Sobre Derechos Humanos, aprobada en Nueva York en diciembre de 1966 y aceptada
por Uruguay en marzo de 1985 (conocida como Pacto de San José de Costa Rica), establece que
“toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este derecho comprende
la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración
de fronteras ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro
procedimiento a su elección (...) No se puede restringir el derecho de expresión por vías o

Constitución de la República de 1967, artículo 29. Editorial Elite. Montevideo, 1967. Página 7.
105

Ley 16.099 “Comunicacioes e Informaciones”, artículos 1 y 2. Registro Nacional de Leyes y Decretos,


106

noviembre de 1989. Página 611.

67
medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para
periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de
información y por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la
circulación de ideas y opiniones”107.
En cualquier sociedad que pretenda ser realmente democrática las libertades deben ir lo
más allá posible, tratando de que no existan limitaciones innecesarias e injustificadas. Esto no es
una idea resultante de pensamientos asociados como se ha dicho de parte de ANDEBU con
“ideologías perimidas” sino que está presente en la importante legislación nacional e
internacional recién citada. Además, forma parte de la ONU a través de lo expresado por
UNESCO. En muchas ocasiones este organismo ha mostrado su satisfacción por la existencia de
radios comunitarias. El 15 de noviembre de 1996 el presidente de la Conferencia General de la
UNESCO, Toborm Krogh, escribió a un congreso que estas radios estaban llevando a cabo en
Caracas (Venezuela): “Los medios comunitarios son la base de una participación democrática,
de la creación de un discurso multilateral en el que todos tienen espacio y al mismo tiempo
constituyen un soporte técnico ideal para hacer llegar las opiniones de los sectores más
diversos”108. A esto se le puede sumar la opinión vertida para la misma oportunidad por el
director general de la UNESCO, Federico Mayor: “La característica principal de las radios y
los medios comunitarios radica precisamente en su carácter local primando por excelencia en su
programación temas que están muy cercanos a la población, suscitando por tanto, un interés y
una participación que en la práctica constituyen la base indispensable del diálogo social y por
lo tanto de una cultura de paz”109. Pero el apoyo de Naciones Unidas a estos medios no es solo
de palabra. En los hechos ya han concretado convenios con AMARC para difundir por su
intermedio algunas campañas de difusión.

La diversidad de voces

El amplio reconocimiento internacional logrado por las radios comunitarias no significa


una contra para las radios libres. Estas no se invalidan entre sí, son medios que realizan un uso
distinto de la banda de radiodifusión, pero la legitimidad de las radios libres se basa en la
legitimidad de todas las personas a poder expresarse y en la diversificación de lo que se puede
sintonizar. En este sentido va el caso de Free Radio Berkeley que se está discutiendo en los
Estados Unidos. Hacia el mismo lugar apunta el concepto de “antena libre” o “libertad de
antena”. Mientras exista sitio real para la expresión de más voces en el éter estas no deben ser
jamás cercenadas ya que se estaría violando la libertad de quienes emprenden estos proyectos.
Además, en caso de que no existan más frecuencias disponibles, aún está latente la posibilidad de
reconsiderar los objetivos de un supuesto Plan Nacional de Frecuencias y el real provecho que
están obteniendo los ciudadanos de la situación actual de la radiodifusión uruguaya. En
Montevideo hay cerca de 15 emisoras de FM, todas ellas con formatos bastante parecidos: mucha
música, algunas palabras, escaso trabajo de producción y contenidos similares. Tal vez no esté
mal considerar dejar algunas frecuencias vacías para aquellos que deseen ocuparlas por simple
placer. Con una buena adecuación de frecuencias, días y horarios emisión, zonas de cobertura,

107
“Convención Americana Sobre Derechos Humanos”, artículo 13. Registro Nacional de Leyes y Decretos, marzo
de 1985. Páginas 909 y 910.
108
Extraído de Bouissa, Alfredo; Curuchet, Eduardo y Orcajo, Oscar, ob. cit. Página 251.
109
Ídem, página 252.

68
podría darse lugar a un importante número (aún inexistente) de voces que deseen hacerse
escuchar a través de las ondas hertzianas.
Para fundamentar lo anterior tal vez no esté de más recordar lo resuelto por la Corte
Suprema de Justicia de Alemania: que la profusión de medios comerciales no implica la
existencia real de la libertad de expresión. Esto no significa una negación de los medios
comerciales, pero sí es la constatación de que a través de estos no tienen lugar todas las distintas
opiniones ni temáticas existentes, sino solo algunas. El contenido de estos medios comerciales
suele estar estrechamente vinculado a la publicidad y a los intereses de propietarios y
realizadores de los mismos. Es por esto que toda nueva voz es muy válida, y más si el producto
resultante no presenta ninguna línea de dependencia externa más allá del propio interés y parecer
de aquellos que la llevan adelante. Es cierto que tampoco las radios libres y comunitarias deben
completar esa falta de espacios para ciertos grupos y temas, pero sin duda aumenta la diversidad.
En Alemania la solución encontrada para dar la posibilidad de hablar a toda la sociedad pasa por
el adecuado funcionamiento de los medios públicos, sitial que en Uruguay bien puede ocupar el
SODRE. Es finalmente la conjunción de todas las opiniones lo que crea una verdadera
democratización de los medios y no la sobrevaloración de un tipo de medios en detrimento de los
otros.
El valor de cada mensaje, más allá de lo relativo que a cada uno le parezca en función del
contenido y de su presentación, no solo lo tiene como objeto particular, sino como objeto que se
suma a muchos otros y que dan por resultado una oferta comunicacional lo más amplia posible.
Dejando las consideraciones subjetivas, objetivamente cada emisora, en el caso de la
radiodifusión, es una perla singular más en el collar que adorna la diversidad, sinónimo de
democracia. Por otra parte, tal como comentó Néstor Ganduglia, “las radios libres, las que no
surgen de un proyecto político barrial, las que nacen de alguna manera encerradas en sí
mismas, tienen un sentido parecido al grafiti, el rocanrol de garaje o el teatro callejero. Se
hacen cargo de decir el mensaje prohibido de la sociedad. El que nadie dice, el que todos
piensan. (...) Y eso me parece fundamental, porque no vamos a poder construir una sociedad
realmente justa y abierta si no empezamos a hacernos cargo de nuestros mensajes
prohibidos”110.
La única forma de ir contra el derecho de las personas a comunicarse, en lo que es
radiodifusión, sería si resulta imposible que todos quienes quieran ocupar una frecuencia lo
hagan. Es aquí, y solo aquí, donde está el meollo de esta discusión. Como ya se vio el derecho
existe y es lo fundamental. Las interferencias de unas emisoras sobre otras también existen y se
pueden solucionar. La acción del Estado al respecto debería estar dirigida a corregir este tipo de
problemas, siempre propendiendo a defender la libertad de todo ciudadano a comunicarse. Jamás
debería ser usado esto como un argumento que coarte la libertad de las personas mientras no se
llegue a ocupar totalmente el dial. En todo caso podría ser un elemento a considerar en
Montevideo, pero no en el resto del país donde el dial de FM da lugar a muchísimas voces
diferentes.
Pero si consideramos, como realmente ocurre, que la capacidad del dial es finita (aunque
aún en la práctica no se ha agotado), se debe concluir en la necesidad de una reglamentación
sobre quiénes pueden tener su lugar en el dial y quiénes no.
De hecho eso es lo que ocurrió en Argentina, donde este tipo de emisoras crecieron como
hongos hasta ser miles y se generó un gran caos, aún no solucionado definitivamente, que
requiere alguna forma de selección para ver quienes pueden ocupar una frecuencia. Tal como
narró Ganduglia, “allí existían casi 3 mil radios. Eso hizo que en determinado momento
110
Entrevista realizada a Néstor Ganduglia, 19 de junio de 1997.

69
empezaran a interferirse no solo con las radios comerciales, sino también entre sí. La estrategia
del Estado fue, primero cerrar radios, igual que acá. Pero descubrieron que es bastante
estúpido, porque cerraban una, al otro día salía en los diarios y a la semana siguiente había
diez radios más. Cuando quisieron acordar ya era demasiado tarde para pararlo. (...)
Cambiaron de estrategia a una más civilizada que consistía en dejar crecer efectivamente el
movimiento y cuando se empezó a crear este fenómeno tenían el argumento de que las radios se
estaban interfiriendo entre sí, lo cual era cierto” 111. Entonces se llegó a la conclusión de que
había que tener algún criterio de selectividad, pues en realidad no había lugar para todos en el
éter. El criterio utilizado fue que debían seguir funcionado las radios que pudieran cumplir mejor
con su servicio a los oyentes. De esta forma se eligió, dentro de la gran variedad, a las radios de
baja potencia comerciales, ya que eran las que disponían de mejor equipamiento. Las emisora
que han permanecido, gracias a un permiso precario provisorio (P.P.P) fueron las comerciales y
las que tenían un importante apoyo institucional -de iglesias, ONG’s-, volviendo a quedar de lado
las que aquí se han llamado radios libres.
En principio, un buen Plan Nacional de Frecuencias derivado de una Política Nacional de
Telecomunicaciones -inexistente en el Uruguay actual- sería el camino ideal para decidir al
respecto. Con esto se podría lograr una verdadera democratización de los medios de
comunicación. Pero hoy día, tan solo una buena utilización compartida de las pocas frecuencias
disponibles permitiría la instalación de unas cuantas radios de baja potencia, lo que ya sería una
mejora en la situación. Pero, ¿por qué deben estas radios y no las comerciales compartir una
frecuencia? En tren de proponernos una discusión profunda sobre radiodifusión no se debe
descartar ninguna pregunta antes de comenzar. Entonces se puede concluir que aún no está dicha
la última palabra. Los permisos para explotar frecuencias tienen un vencimiento, e incluso son
revocables. Habría que discutir los pro y los contra de cada una de las distintas modalidades de
radiodifusión, pero teniendo en cuenta algo muy importante. Puede ser que sea más positivo que
exista una radio de potencia media (como las radios comerciales montevideanas) antes que una o
varias radios de pequeño alcance, pero lo que es indiscutible es que los distintos tipos de radios
pueden cohabitar el dial, y que por sobre todo eso es sumamente positivo y enriquecedor, no solo
para las personas como escuchas sino también como potenciales creadores de productos
radiofónicos.

111
Ídem.

70
Un alcance particular

El alcance que tiene una estación de radio también es un diferencial que da lugar a medios
de diferente cobertura, pese a que un medio pueda incluir en su área de cobertura de uno o varios
medios más chicos. En nuestra radiodifusión, existen emisoras de Amplitud Modulada y de
Frecuencia Modulada. Por su forma de propagarse en el aire estas clases tienen coberturas
disímiles. Por ejemplo, una emisora de AM cubre lo que varias de FM. Eso no significa que las
efemes sobren, sino que tienen públicos distintos a los que se les puede llegar con contenidos
también distintos.
El mismo razonamiento es el que se puede utilizar al considerar la posibilidad de que
haya emisoras de baja potencia en FM. Estas radios de alcance barrial son perfectamente
compatibles con las demás radiodifusoras de potencias mayores. Aunque es cierto que su zona de
influencia puede estar cubierta por una o varias radios de más alcance esto no invalida que exista
un medio para la comunicación interbarrial. De hecho lo mismo sucede hace tiempo con las
publicaciones nacionales y las que tienen un alcance de unos pocos barrios. Los contenidos de
ambos medios son complementarios. Es un error pensar que como un vecino lee el periódico
nacional no puede leer otra publicación que le habla de cosas mucho más cercanas que no pueden
aparecer, por una cuestión de espacio e interés, en un medio de mayor alcance.
También es equivocado sostener que estos medios de corto alcance pueden constituirse en
competencia para el diario de alcance nacional. En este caso no se trata para nada de medios que
compiten entre sí. Lo correcto es decir que son medios distintos, ya que es distinto el público al
que pueden llegar, y eso produce que también los contenidos se diferencien. Es imposible pensar
que una radio de baja potencia complique la existencia de otro tipo de emisoras, sino más bien, y
por bien del oyente, esta situación plantea una mayor riqueza en la oferta de la que se beneficia
quien escucha.
Como se planteó desde el comienzo de este capítulo -e incluso del trabajo-, dentro de lo
que aquí se ha llamado radios de baja potencia existen diferencias entre las radios comunitarias y
las radios libres. Otra cosa ya dicha es lo positivo de que estas voces distintas permanezcan en el
dial, ¿pero por qué si Uruguay es uno de los países con mayor promedio de radios por oyentes
estas voces no ocupan un lugar dentro de las radios ya establecidas? Hacia este punto iba una
propuesta hecha por el diputado nacionalista Gustavo Penadés. El planteo era que consiguieran
horas de transmisión en otras radios, pero no fue una propuesta muy atendida.
En primer lugar, existe una diferencia de potencia y alcance que repercute en el
contenido. ¿Qué sentido tiene que en Florida escuchen información zonal de interés sólo para
quienes residen en determinado barrio de Montevideo? Lo más lógico es que medios de alcance
nacional o regional atiendan a todo su público potencial y no solo a una pequeña zona. Con una
adecuada política de telecomunicaciones es posible repartir el dial entre las distintas propuestas y
hacia ello habría que dirigir los esfuerzos. Una forma de comunicación -comunitaria o libre- no
tiene por qué andar mendigando espacios a medios que son tan válidos como ellos, pero no de
superior jerarquía; tienen el total derecho a vivir en casa propia y no prestada.

71
El reconocimiento a esta novedad

Para ir puntualmente a un análisis de las características del fenómeno en Uruguay, se


puede decir que este recién está en una etapa inicial de crecimiento. Es cierto que los productos
no son de muy buena calidad pero eso va a depender de cómo se desarrolle cada proyecto en
particular, y en cierta medida de la tranquilidad que consigan para trabajar de puertas abiertas sin
ningún tipo de persecución incómoda. Hay que recordar que tampoco las primeras radios
uruguayas nacidas durante la tercer década de este siglo -los años ‘20-, nació tal cual se la conoce
ahora, ni tampoco como se la conocía unos años después. En aquella ocasión al igual que en esta,
lo primero fue un descubrimiento de las posibilidades que brindaba el medio radial. Algo que de
alguna manera también sucede en el presente con estas radios que nacen casi exclusivamente, no
de trabajadores ni estudiantes de comunicación, sino de simples vecinos interesados por
expresarse a través de una estación de radio propia.
El reconocimiento legal del derecho de todos los radiodifusores libres y comunitarios no
debe ser una concesión lograda por “tire y afloje”. Hablar de reconocimiento no significa hablar
de cuánto es lo mínimo que se le puede otorgar para que apenas puedan existir. Esto va por las
grandes diferencias que se pueden percibir entre algunas legislaciones europeas y sus pares
latinoamericanas. Mientras que en Europa se les reconoce el amplio derecho a comunicarse y a
hacerlo de la mejor manera posible, en América Latina las leyes que las regulan acostumbran ser
muy restrictivas. En Italia el 25 % de las frecuencias deben estar reservadas para emisoras sin
fines de lucro; en Brasil solo se dio una frecuencia nacional para compartir entre todas las radios.
En Alemania y Francia las radios reciben aportes del Estado y de las radios comerciales para
poder atender sus gastos; en nuestro subcontinente ninguna ley da subsidios y muy pocas
permiten hacer publicidad.
Mientras que en Europa las distintas situaciones dejan ver una evaluación favorable a la
existencia de las radios libres y comunitarias, y para ello se crean leyes que las fomenten, en
América Latina las legislaciones parecen ser pequeñas migajas otorgadas por el poder político
hacia un fenómeno que creció hasta ser innegable e indestructible. Esto último también es una
realidad a nivel mundial: primero las radios surgen y luego viene una ley que las ampara. Así
ocurrió en todo el mundo. No es verdad que se legisle correctamente de antemano sobre algo que
todavía no existe y que parte de quienes legislan no tienen interés de que se desarrolle. Es
impensable que un Parlamento se ponga a considerar si es positiva la existencia de radios de baja
potencia sin que estas estén presentes en el dial, por eso es nulo el argumento de quienes las
acusan de ilegales y clandestinas. Pueden haber distintas lecturas de una legislación vigente que
no contempla específicamente a determinado fenómeno, pero no nacen las leyes antes que las
conductas a las que se refieren. Por lo menos no en este caso.

Características uruguayas

En nuestro país, como ya está dicho, se puede diferenciar entre emisoras libres y
comunitarias. Las primeras fueron amplia mayoría hasta poco tiempo antes de la formación de la
Coordinadora de Radios Comunitarias, en 1996. Desde entonces las comunitarias son
mayoritarias. Este cambio -de más radios libres a más comunitarias- está relacionado con la
existencia de Ecos, la Coordinadora de Radios Comunitarias. Desde su creación Ecos ha marcado
el desarrollo de las nuevas radios. No como un ente coartador de las distintas posibilidades de

72
hacer radio, pero sí como ejemplo de un tipo de comunicación que no es el único. Esta
Coordinadora no apoya todas las voces distintas que surgen en el dial, sino sólo aquellas que se
definen comunitarias y comulgan una forma de hacer radio.
La diferenciación entre radios libres y comunitarias lleva a preguntarse si en realidad son
tan grandes las distancias entre ambas clasificaciones. Tal vez lo principal sea que la mayor parte
de las radios comunitarias están claramente enfocadas hacia el barrio. Se preocupan por difundir
las actividades barriales, las organizaciones de la zona y también las manifestaciones culturales
de su lugar de procedencia.
Puede que sea más acertado pensar que cualquiera de estas radios -libres y comunitarias-,
ve la luz por el interés de comunicarse que sienten quienes las inician. Interés que puede estar
relacionado desde el comienzo con un objetivo de comunicación barrial anterior al medio, o por
lo menos ubicado en otro plano, el político. Pero lo que resulta innegable es que estas radios las
crean individuos -solos o agrupados-, y no barrios.
Si bien las radios comunitarias están de cara a su zona de influencia, en la forma de
funcionar internamente las diferencias con las radios libres no son tantas. Al igual que en estas
últimas, la mayoría de las comunitarias son realizadas por un grupo de personas de la zona que
dieron origen a la emisora. Es decir que la participación de los vecinos continúa siendo casi un
planteamiento utópico. Son contados los casos en que los vecinos se acercan a la radio a opinar.
El famoso “feed back” entre el medio y el oyente no es mayor que en el caso de cualquier radio
comercial de mayor potencia. Sólo que como es dentro de un barrio el vecino, que puede no tener
teléfono, a veces se acerca hasta la propia radio.

La audiencia y el contenido

Otra duda importante es saber qué es lo que va a decir un radioescucha a la emisora que
está a pocas cuadras de su casa. La mayor participación suele darse en programas musicales,
donde piden sus canciones preferidas -ya sea por carta o por teléfono-. Pero la participación de
quien está del otro lado del receptor es difícil de precisar. Cuantitativamente no hay mediciones
serias hechas, e incluso la gente de las propias radios no sabe a ciencia cierta cuánto los
escuchan. Solo se pueden citar algunos ejemplos. Lo más parecido a una encuesta fue lo que hizo
un profesor de matemáticas en Artigas, ciudad donde transmite Yacaré FM. Según contó un
integrante de la radio, el profesor efectuó un relevamiento entre sus alumnos para ver qué radio
escuchaban. El 30% respondió que sintonizaban solo Yacaré FM, y un 25 % dijo que escuchaba
a esta radio y a otra efeme más.
En general ninguna emisora ha medido su audiencia. Las opiniones al respecto suelen ser
imprecisas y subjetivas. Por ejemplo en El Puente FM afirmaron: “nos escuchan más de los que
pensamos, pero menos de los que deberían”112. Respuestas de este tipo se pueden encontrar
muchas, pero de poco valor real.
En otras ocasiones también se han juntado firmas en apoyo al barrio, lo que si bien no
habla de oyentes reales por lo menos sí puede aproximar una medida de la aceptación que tienen
algunas de estas radios en sus respectivas zonas de cobertura. Hace ya cinco años, luego de un
allanamiento, FM Brillante recibió el apoyo nunca pedido de 1800 firmas reunidas
espontáneamente por los vecinos. Radio Fantasma, emisora que funcionó en Amplitud
Modulada, juntó 1500 firmas en dos días, también luego de un allanamiento. Estas dos radios ya
112
Entrevista a integrantes de El Puente FM, octubre de 1998.

73
desaparecieron, pero una de las actuales, El Puente FM, también reunió firmas en su apoyo
luego de un allanamiento en 1996. En esta ocasión la gente de la emisora logró conseguir más de
2000 firmas en menos de una semana y luego las presentó a la DNC, cosa que también habían
hecho las otras dos emisoras nombradas. Por su parte Sembrando FM reunió 600 firmas a su
favor.
Una última forma de medir la aceptación de estas radios de baja potencia podría ser los
vínculos que mantienen con las organizaciones de la zona, aunque no hay que olvidar que
estrechar estos lazos interbarriales es parte fundamental del objetivo de las radios comunitarias.
De todas formas querer vincularse no significa que tenga que existir ese contacto en la realidad;
pero de hecho, sí sucede. Todas las radios comunitarias, que son las que se preocupan por este
punto, están conectadas con las organizaciones de la zona. Dentro de este grupo se incluye un
sinfín de instituciones: parroquias, policlínicas, comisiones fomento, clubes, cooperativas,
comedores, liceos, grupos de teatro y música, publicaciones, concejos vecinales, centros
comunales zonales, gremios, etc.
Los contenidos de las radios sí son, en el presente, distintos a los de las radios privadas
uruguayas. Por un lado está el tiempo que se dedica a lo más cercano, cosa que no se ve en las
radios privadas de mucha mayor potencia. Pero además de esto, tanto la música como la palabra,
no en su totalidad pero sí en parte, acostumbran ser elementos casi no difundidos en otras radios.
El porcentaje de música nacional que transmiten es muy superior a la media de las emisoras
privadas. Incluso la música extranjera en ocasiones son temas que poco se pueden escuchar en
otras estaciones radiofónicas.
La temática de las palabras también suele ser notoriamente distinta. Siempre hay un lugar
para la crítica política, musical, social. No significa esto que sea lo único que se escucha ni nada
que se le parezca. Porcentualmente esto debe ocupar una parte pequeña, pero sí es fácil constatar
que es algo que está presente, cosa que no ocurre en otros medios de comunicación de nuestro
país.
También se puede hacer una reflexión sobre la calidad del producto final que envían al
aire estas emisoras. Algo de esto ya se ha dicho. Se trata de radios nacidas de un interés, pero sin
conocimientos previos del medio radial. Es de suponer entonces que los resultados no sean los
mejores. Pero cualquiera que haya estudiado o hecho radio sabe que la práctica es lo principal.
Que hablar ante el micrófono es lo que más enseña, y que probando lo que se puede hacer, y
equivocándose, es la mejor forma de aprender. Tampoco hay que olvidar que la dedicación que
reciben estas radios es la que permiten los tiempos libres luego del trabajo o el estudio. Además
la situación de inseguridad que se vive ante la constante amenaza de los allanamientos lleva a que
técnicamente no se pueda mejorar mucho ante el temor de perder en minutos todo el material
conseguido en un tiempo largo.

Se prohibe la censura

Precisamente el tema de los allanamientos sirve de nexo para referirse a otro de los puntos
que resultan conflictivos en este tema: que la radiodifusión esté administrada y controlada por el
Ministerio de Defensa Nacional. Esto es así desde noviembre de 1984113, cuando ya la dictadura
militar se estaba retirando. Aunque es real que no es la DNC -órgano dependiente de este
ministerio que atiende las funciones antedichas-, quien distribuye las frecuencias, igualmente esta
113
Reglamentado por el decreto ley 15.671 del 8 de novimebre de 1984.

74
situación de contralor de la órbita militar no parecería ser la más acorde. Poco tiene que ver la
radio con la seguridad nacional de cualquier país.
Pero dejemos esto a un costado y regresemos a las radios comunitarias. Nada impide que
estas se desarrollen de acuerdo a las leyes vigentes sobre radiodifusión. Es decir, no hay barreras
legales para que pueda existir una radio comunitaria siempre que se sigan los pasos previstos
(presentarse a un llamado de adjudicación de frecuencia y ganarlo). Entonces, ¿por qué es
necesario un marco legal para estas radios? En primer lugar las frecuencias se otorgan a criterio
del Poder Ejecutivo, pudiendo este dar lugar o no a una propuesta comunitaria. Más allá que en
el presente estas emisoras solo tienen objetivos de comunicación barriales, es necesario que
mediante su inclusión en una nueva ley de telecomunicaciones o mediante la elaboración de una
Política Nacional de Telecomunicaciones se deje en claro la posibilidad de que existan radios
comunitarias, y no solo de baja potencia.
Para terminar es importante señalar que no le corresponde ni a un gobierno ni a nadie
decir qué es lo que puede escuchar la gente. Sí se puede por medio de una buena Política de
Comunicaciones tratar de permitir -e incluso apoyar-, el máximo de voces diversas posibles, pero
nunca prohibir algunas previamente. No hay que olvidar que en última instancia es cada oyente
quien decide qué es bueno escuchar y qué no. Toda censura de este tipo debe ser rechazada, ya
que en cualquier caso la censura es un error. En primer lugar porque si el oyente no gusta de lo
que podría ser censurado tiene el poder más importante y definitivo, el de mover la perilla de su
dial y sintonizar otra emisora, lo que vuelve innecesaria cualquier prohibición previa. En caso
contrario, se corre el riesgo de coartar algo que realmente le interesa al público. Ese riesgo es
demasiado contraproducente como para justificar una conducta de control basada en la censura.
No tiene sentido taparle los oídos a alguien para que no escuche algo que de ninguna
forma le interesa oír, y tampoco tiene sentido, más bien es un error imperdonable, quitarle a la
gente la posibilidad de sintonizar en su radio algo que realmente le interesa.

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11 - APÉNDICE

La siguiente es una recopilación de todas las emisoras libres y comunitarias registradas


durante la realización de la investigación. De cada una de ellas se explicitan algunos de sus datos
y características más salientes, teniendo como barrera implacable la brevedad propuesta para
plantear cada caso particular. Lo importante de este apéndice no son solo la información
recabada sino también el nexo establecido con quienes se encargaron de estas experiencias, lo
que posibilita cualquier profundización puntual en el futuro en caso de ser necesario.
Como es de suponer aquí no están todas las radios de pequeña cobertura que existen y han
existido, sino tan solo aquellas que pudieron ser rastreadas. Por lo anónimo, efímero,
indocumentado y desconectado de las distintas radios, por citar algunas características, es lógico
suponer que algunas experiencias no han sido ubicadas en esta búsqueda. Pero esta enumeración
de 72 emisoras distintas ya de por sí es un amplio muestreo que permite tener un fiel reflejo de
la realidad; pocas deben ser las radios que escaparon a estas páginas.

Abarajando la Croqueta (Aguada): Radio que sacaron los estudiantes del IPA (Instituto de Profesores Artigas) en
la ocupación de su centro de estudios en 1996. Los equipos utilizados eran de una radio integrante de Ecos.
Estuvieron en el aire por dos meses, hasta minutos antes de ser desalojados del local de enseñanza.

Abarajando la Croqueta II (Aguada): Segunda experiencia radial de los estudiantes del IPA, esta vez durante
las ocupaciones de 1997. Transmitieron con equipos prestados de la ex Radio DeMente, por más de 36 horas
ininterrumpidas.

Agítese antes de usar (La Teja): Fue una radio “creada fundamentalmente para difundir el tema de las radios
libres” y el Tercer Encuentro de Teatro Barrial que tuvo lugar en mayo de 1990 en la Asociación Cristiana de
Jóvenes de La Teja. Transmitió durante los tres días que duró el Encuentro. Tiempo después regresó al aire de
forma esporádica en algunos otros barrios, siempre con el mismo objetivo.

Alcance FM (Artigas): Radio unipersonal de la ciudad de Artigas. Tiene un alcance bastante limitado, unas pocas
cuadras. Es básicamente musical con algunos comentarios. Está en el éter desde 1994 o 1995, en el 106.3 de
FM.

Alternativa FM (Belvedere): Su antena está en Belvedere pero no tiene como intención llegar a la gente de la
zona, sino a un público juvenil lo más numeroso posible. Comenzó a emitir el 4 de febrero de 1995, con la
única justificación de difundir la música que escuchaban sus tres impulsores. En el presente transmiten todos
los días, en horario nocturno, y ampliaron su propuesta bajo el rótulo de radio comunitaria. Su historial ya
cuenta cinco allanamientos en los que, exceptuando el primero, volvieron a emitir a las pocas horas.

Al Sur FM (Florida): Emisora comunitaria de la ciudad de Florida que funcionó entre octubre de 1996 y el mismo
mes del año siguiente. Comenzaron nombrandose como radio alternativa pero luego cambiaron a comunitaria.
Tuvieron 2 allanamientos. Mayormente eran jóvenes y hacia sus coetáneos se dirigían. Salían al aire de lunes
a sábado, desde la tarde hasta pasada la medianoche.

Anzuelo FM (El Pinar, Canelones): Fue la continuación de La Percha, ya con equipos propios. Permaneció en el
aire desde la última semana de 1996 hasta el 30 de diciembre. Eran nueve liceales con el objetivo compartido
de realizar una radio comunitaria. Duró hasta la Semana de Turismo de 1997, con un corte durante los
primeros 15 días de enero debido a un allanamiento recibido el penúltimo día de 1996.

Burzako (Barros Blancos, Canelones): Estuvo en el aire desde el 31 de setiembre de 1996 hasta diciembre del
mismo año. Emprendimiento individual al que luego se sumaron unos pocos amigos. Transmitía según el

76
ánimo de su creador. No había días ni horario fijo. El nombre fue elegido “porque sonaba bien”, aunque
tiempo después se enteraron que Burzako también se llama un barrio de Buenos Aires.

Ciudad Dormitorio (Barros Blancos, Canelones): Es una radio “de un grupo de gente y para toda la gente de
Barros Blancos”. Se define como radio comunitaria. Sus primeras transmiciones fueron en enero de 1997. Las
mismas personas que llevan adelante el proyecto radial realizan un boletín local, denominado El mono de la
tinta - pasquín.

Contacto (Reducto): Radio de dos personas que estuvo en el éter por el año 1991. La emisión consistía en música
y unos pocos programas. Antes de ser Contacto también se identificaron como “104 FM”, cuando utilizaban el
104.3 de Frecuencia Modulada.

Contrapalo (El Minuano, Colonia): Esta radio funcionó durante un campamento realizado en tierras colonienses
en abril de 1996, denominado “Primer Encuentro del Cono Sur por los Derechos Humanos y Contra la
Represión”. La frecuencia usada fue la 98.1 de FM. Participó gente de El Puente FM, Alternativa FM y
FEUU.

Corazón (El Pinar, Canelones): Una de las primeras emisoras sin autorización del Uruguay. En la frecuencia 107.5
FM se pudo sintonizar por la zona de El Pinar entre 1986 y 1989. El contenido era netamente musical. Salía al
aire todos los días entre las 22 y las 24 horas, con excepción de los viernes, cuando la emisión se prolongaba
de 9 a 21 horas.

CX 21 Radio Tirando a Rebelde (Libertad, San José): Radio propaladora que se pudo escuchar durante el
campamento “Libertad, la otra historia”, organizado por la Coordinadora Anti Razzias. Esto ocurrió en el año
1989. La radio fue el aporte del teatro barrial montevideano al mencionado campamento. Luego volvió a
transmitir alguna vez más en Montevideo.

De la Villa (Cerro): Comenzó a funcionar por 1992, aunque su creador hacía transmiciones en Colón desde el año
1984, con el nombre de “FM Del Libertador”. Solo una persona participaba de la radio, que básimcamente era
musical con algunos comentarios. Desde marzo de 1994, y por poco tiempo más, la emisora se padó a
denominar “Cósmica”.

De la Villa (Villa García): Su primer día en el aire fue el 25 de setiembre de 1997, en el 103.5 de FM. Transmiten
con equipos prestados por la Coordinadora de Radios Comunitarias (Ecos) desde una casa particular. Tiene
como objetivo llegar a ser la voz de los vecinos de Villa García.

Del Barrio (La Blanqueada): Radio libre que salía los viernes de noche desde La Blanqueda. Eran un grupo de
amigos que lo hacían para divertirse y conversar con algunos amigos y oyentes. Comenzaron saliendo en el
103.5 y luego se pasaron al 103.9. Permanecieron en el aire durante cerca de 10 meses, durante el año 1992.

Del Espacio (Parque del Plata, Canelones): Esta radio estuvo encarada con fines comerciales mediante la
realización de publicidad zonal. Utilizó los 92.3 MHz de la banda de FM durante el verano 90/91. Fuera de
temporada funcionó sin publicidad. Tenía una potencia de 3 vatios.

Del Oeste (La Teja): Salió al aire en contadas ocasiones durante el año 1993. Algunos de sus integrantes provenían
de la extinguida Coordinadora Anti Razzias. Su principal transmisión fue desde el club Progreso, durante la
realización de “El Despegue”, un evento organizado por el Canal 10. Aunque duró poco tiempo, esta radio fue
el germen para otra radio tejana de mayor trascendencia: El Puente FM.

DeMente (Parque Batlle): Radio libre que se mantuvo en el aire entre 1990 y 1997, aunque con algunos cortes. Ha
sido la radio de más larga vida, y si bien en la actualidad no sale como tal, dejo de existir al unirse con Uy uy
uy para crear una nueva radio, La Canuta.

Desde Acá (El Monarca): Inició sus transmiciones el 5 de setiembre de 1998 en el asentamiento El Monarca, ruta
8 km 21.500, en el límite entre Montevideo y Canelones. Su objetivo es “incorformar a la sociedad,
creándole nuevas posiciones alternativas”, además de unir al barrio y crear un espacio para que la juventud se
exprese.

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Ecos FM: Bajo esta denominación se realizan las transmiciones colectivas de Ecos, la Coordinadora de Radios
Comunitarias. La primera de ellas fue el Primero de Mayo de 1997, una cobertura del acto del Día de los
Trabajadores, que la Coordinadora repitió en este 1998. Otras emisiones se han hecho desde la Carpa de la
Diginidad, de los maestros, y la Carpa de HIJOS, una organización de hijos de desaparecidos durante la
dictadura militar.

El Puente FM (La Teja): Está en el 103.5 de FM desde el 16 de julio de 1994. La radio es una derivación del
periódico barrial El Tejano, con la intención de estrechar el vínculo con los vecinos y ampliar el número de
destinatarios. Es una de las radios más importantes, fundamental en el surguimiento de Ecos.

El Sótano FM (Colón): Sus primeras transmisiones fueron en 1997, aunque uno de sus creadores salía desde años
antes como “Emisora La Catedral” y “Emisora Colón”, cubriendo un área muy pequeña. Junto a otra gente
creó El Sótano FM que funcionó hasta mediados de 1998. En los inicios salían solo los sábados hablando de
sus vidas, sus salidas nocturnas y algunas noticias. Luego alcanzaron a salir todos los días, siempre desde la
caída del sol hasta la hora cero.

El Trencito (Peñarol): Fur una sola emisión, en noviembre de 1993. El motivo era realizar una cobertura de las
elecciones de los Concejos Vecinales, para lo cual la radio se instaló en la explanada del mercadito de
Peñarol. Los participantes fueron vecinos del barrio e integrantes de Co.Ra.L. (Coordinadora de Radios
Libres), el primer intento de construir una organización que nucleara a las radios sin permiso.

Emisora de Emergencia (Prado): Sus realizadores eran un grupo de jóvenes que rondaban los 20 años. El objetivo
era divertirse, y se definían como una radio libre, pirata, bucanera, pero no comunitaria. Se instalaron en el
101.1 del dial de FM, el 18 de julio de 1996. Sin ningún allanamiento, dejaron de transmitir a fines del mismo
año, aunque volvieron esporádicamente al aire a comienzos de 1997.

Emisora de la Villa (Cerro): Es la radio comunitaria del Cerro. Funciona desde el 21 de abril de 1996, con la
intención de difundir las actividades de la zona, y para ello cuenta con una variada programación. Utiliza el
104.9 de FM, aunque antes salía por el 104.1. Nuclea a más de 20 personas en diversas actividades y ha
recibido tres allanamientos.

Emisora del Prado (Prado): Estaba ubicada en el complejo habitacional de Parque Posadas. La intención de sus
integrantes era cubrir todo el complejo, para lo cual debían utilizar tres antenas. Existió por algunos meses
durante el año 1996, ocupando la frecuencia 92.2.

Encuentro FM (Tacuarembó): Funcionó del 2 al 4 de noviembre de 1996, mientras duró en Tacuarembó el


“Tercer Encuentro Nacional de Estudiantes de Secundaria”. Comenzó en el 103.5 FM y luego se corrió hasta
el 105.9 debido a que una efeme local que ocupaba en 101.1 también comenzó a salir en el 103.5.

Espacio FM (Jardines del Hipódromo): Fue una creación de tres jóvenes estudiantes de electrónica de UTU. Su
propuesta era hacer una radio comunitaria “abierta al vecindario y a las personas que tienen ideales sociales
y que en otros medios no tienen acceso”. Integró Ecos hasta que fue allanada el 11 de octubre de 1996. Desde
entonces no regresó al éter.

Fantasma (Cerrito de la Victoria): Única experiencia registrada en Amplitud Modulada. Se podía sintonizar en los
1500 Khz. Duró bastante tiempo, del 22 de diciembre de 1990 al 4 de setiembre de 1997, aunque tuvo un corte
de más de un año debido a un allanamiento. La emisora fue obra y creación individual, con el único objetivo
de complacer los propios gustos musicales, aunque también contaba con audiencia. Muestra de ello fue que
cuando fue allanada por la DNC, su hacedor reunió 1500 firmas de apoyo.

FM Brillante (Villa Esperanza): Emitió desde el primer día de 1993 hasta los primeros meses del año siguiente,
en el barrio Villa Esperanza. Su área de cobertura incluía buena parte del Cerro y Casabó. Fue una de las
primeras experiencias uruguayas de radio comunitaria. Contó con la aceptación y el respaldo del vecindario,
que en ocasión del primer allanamiento juntó cerca de 1800 firmas en apoyo a la radio.

FM del Libertador (Colón): Fue una de las primeras experiencias uruguayas de radiodifusión pirata. Comenzó
cuando finalizaba la década de los ‘80. Cuando la persona que la llevaba adelante se mudó al Cerro, pasó a
llamarse De la Villa, y tiempo después Cósmica.

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FM del Sur (Centro): De todas las radios no autorizadas, parece haber sido la más céntrica. Salía al aire desde la
residencia estudiantil de los Padres Conventuales, en Maldonado y Zelmar Michelini. Era creación de
estudiantes allí alojados, que difundían principalmente temas de la residencia. Funcionó aproximadamente
desde 1991/92 hasta 1993.

FM 89.5 Cabo Polonio (Cabo Polonio, Rocha): Tuvo vida mientras duró el verano 93/94 en la costa rochense.
Utilizó el 89.5 de FM, gracias a un porteño que llegó al balneario con los equipos necesarios para transmitir.
Sin energía eléctrica, funcionó a pila y batería de auto desde diciembre a marzo, difundiendo música,
actividades locales, anécdotas y radioteatros.

Galaxia (Tranqueras, Rivera): Permaneció en el aire desde noviembre de 1994 hasta el año 1996. Sin más datos.

Germinal FM (Colón): Radio comunitaria que comenzó a emitir el 10 de octubre de 1998. Está en el 104.5 FM
los sábados por la noche, con equipos prestados por otra radio integrante de Ecos. Son un grupo de jóvenes
“militantes sociales unidos por este proyecto”, con el que buscan “fomentar la solidaridad entre la gente de
abajo. Esa es la única bandera que tenemos”. En la etapa previa a la radio formaba un solo grupo con la gente
de “La Voz”, pero luego se separaron ante la discusión de formar parte de Ecos.

IDAL FM (La Blanqueada): Nombre de la emisora que transmitió desde el Instituto Dámaso Antonio Larrañaga
durante las ocupaciones liceales de 1996. Funcionó con equipos prestados por la Coordinadora de Radios
Comunitarias. Sin programación fija, salía todos los días por la tarde.

Intrusa FM (Belvedere): Tiene su origen en el seno de la discusión en Alternativa FM de la conveniencia de


integrar la recién creada Coordinadora. Quienes no estuvieron de acuerdo con la integración sacaron al aire el
24 de agosto de 1996 a Intrusa FM. Pero la radio duró poco, al mes fue allanada por la DNC. Luego de dicho
operativo se dijo que habían encontrado bombas molotov y miguelitos, que finalmente nunca se llegaron a ver.
La radio era de orientación anarquista.

La Arveja (Santa Lucía) : Cuando en Santa Lucía se instaló la FM local (Ideal FM), los integrantes de La Arveja
tuvieron la intención de hacer un programa allí. Como tenían algunas temáticas censuradas y pocas
posibilidades de hacer lo que deseaban, el 5 de diciembre de diciembre surgió “La Arveja”. Actualmente
emite un solo programa, los domingos por la noche en el 107.3 de FM.

La Canuta (Sayago): Es la unión de dos radios anteriores: Uyuyuy y DeMente. Comenzó a emitir el 22 de agosto
de 1997. Se define como radio pirata “porque no representa a la comunidad, es un grupo de gente que quiere
hacer comunicación”. Se largó a salir al aire desde Villa Española, pero en enero de 1998 se pasó a Sayago.
Sale al aire jueves y viernes por la noche.

La Carpa (1 y 2) (Villa Teresa y Sayago): Fueron dos experiencias radiales diferentes, una realizada el 12 y 13 de
noviembre de 1994 en Villa Teresa, y otra que tuvo lugar en Sayago, el 4 y 5 de marzo de 1995. La intención
era difundir el tema de las emisoras de baja potencia de alcance local. Sus realizadores fueron vecinos de cada
uno de los barrios e integrantes de Radio DeMente.

La Celda FM Hit (Villa García): Esta radio la inició un joven al que luego se le sumaron otros dos amigos. El
comienzo fue por 1991/92 con un micrófono inalámbrico conectado a una antena. Funcionó hasta el 24 de
agosto de 1996. Básicamente era música con algún comentario. También utilizaron dos nombres más:
“Cosmos FM” y “Hit and Hit”.

La Cima FM (Cerro): Pasaban “música con altura” intentando asimilarse al formato de las radios comerciales.
También difundían obras de beneficencia, especialmente un hogar de monjas al cuál iban a almorzar niños de
la zona. Salió en el 107.3 de FM desde fines de 1995 o comienzos de 1996 hasta el 6 de setiembre de 1996
cuando sus equipos fueron incautados por la DNC.

La Esquina (Las Acacias): Es una de las radios que dio origen a la Coordinadora de Radios Comunitarias. Nació
el 5 de julio de 1996 al influjo de “Alternativo Juvenil”, una organización social de jóvenes de la zona que
derivó en este proyecto de comunicación. Se sintoniza en el 104.1 los viernes por la noche y domingos en la
mañana.

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La Fragata (Tacuarembó): Cuando funcionó entre el 2 y el 4 de noviembre de 1996, Encuentro FM, la radio que
montaron los liceales para cubrir el Tercer Encuentro Nacional de Estudiantes de Secundaria, tras sus pasos
también llegaron a Tacuarembó funcionarios de la DNC. En su labor de rastrear emisoras ilegales,
descubrieron casualmente a una radio tacuaremboense a la que allanaron: La Fragata.

La Luz FM (Jardines de Hipódromo): Transmitió brevemente por el año 1997 ó 1998. Sin más datos.

La Percha (El Pinar, Canelones): Emitió entre el 25 de noviembre y el 20 de diciembre de ese mismo año con un
transmisor prestado de un vatio. La radio fue montada por los estudiantes del Liceo de El Pinar tiempo
después de las ocupaciones de 1996. Salían de lunes a jueves desde media tarde hasta pasada la hora cero. A
esta radio la continuaron dos más: Anzuelo FM y Triangulada FM.

La Piojosa (Cerro): Durante el año 1996 ó 1997, sin más datos.

La Podadora (Cordón Norte): Con este nombre salió una radio desde el Liceo Nº 2 Héctor Miranda durante las
ocupaciones estudiantiles de 1996 y 1997. El primero de esos años transmitió las 24 horas del día durante dos
semanas. Al año siguiente solo emitió un día. Los equipos usados pertenecían a Uy uy uy, pero la radio era
una realización de los jóvenes liceales.

La Voz (Colón): Al igual que Germinal FM, su primer día en el éter fue el 10 de octubre de 1998. Emite solo los
sábados por la noche en el 106.3 de FM. Pese a no integrar Ecos igualmente se define como una radio
comunitaria. Su intención es nuclear las organizaciones sociales del barrio y “legitimar la radio a través de la
gente”.

Lejano Oeste (Paso de la Arena): Radio Comunitaria que emitió para la zona más Oeste de Montevideo, entre
Nuevo París y el río Santa Lucía. Estuvo en el aire entre julio de 1996 y fines del mismo año. En la radio
participaban cinco personas. Su objetivo era estar “al servicio de la comunidad” y “entre la comunidad”.
Como radio comunitaria formó parte de Ecos.

Mátalos Turú (Cordón): Operó por dos días desde el local ocupado de la IEC (Instituto de Enseñanza de la
Construcción) de la UTU, ubicado en Arenal Grande y Mercedes. Emitió en el 103.9 en agosto de 1996 con
equipos de Radio DeMente, teniendo como tema central la oposición a la Reforma Educativa. Era “como una
charla de boliche al aire, solo que la gente iba cambiando”. El nombre viene de una vieja historieta de la
televisión uruguaya de los años ‘80.

Molotov (La Cruz de Carrasco): Experiencia de un día realizada con equipos de Radio DeMente en una
cooperativa de viviendas de La Cruz de Carrasco, en el año 1994. Sus realizadores fueron un grupo de jóvenes
de dicha cooperativa habitacional.

N.G.M. (Colinas de Solymar, Canelones): Una de las primeras radios libres del Uruguay. Comenzó a transmitir en
1985 en el 91.5 del dial de FM. Salía al aire los domingos durante todo el día y de manera ocasional algún
otro día por la noche. Se autoidentificaba como una “radio en experimentación”. Dejó de transmitir en 1989,
luego que su creador fue citado por la DNC.

Oeste (Cerro): Nació el 27 de octubre de 1991 en la frecuencia 103.9. En un comienzo pasaban música pero luego
agregaron programas hasta llegar a transmitir las 24 horas del día durante dos semanas de corrido. La idea de
hacer radio partió de dos amigos liceales a los que luego se les agregaron otros más. Con cortes, estuvieron
emitiendo aproximadamente hasta 1995.

Oxígeno FM (La Paloma, Durazno): Radio comunitaria que comenzó a emitir el 17 de diciembre de 1995. Fue
clausurada por la DNC el 25 de abril de 1996, pero reabrió con onda legal en mayo de 1998 luego de
presentarse a un llamado de adjudicación para una radio de 100 vatios. Pertenece a la Comisión de Salud de
La Paloma y es manejada sin fines de lucro. Hace publicidad y tiene a 7 personas rentadas.

Paraná Guazú (Rincón de la Bolsa, San José): Fue una experiencia realizada durante tres días en Rincón de la
Bolsa, departamento de San José. Estuvo a cargo de CoRaL (Coordinadora de Radios Libres), sigla por la cual

80
se identificó el primer intento de crear un nucleamiento de este tipo de emisoras. Transmitió tres días de
corrido -18,19 y 20 de febrero de 1994-, en los 105.1 Mhz de FM.

Paranoia (Aires Puros): Emisora que funcionó por dos veces, dos fines de semana agosto y setiembre, en 1994.
Fueron transmisiones experimentales con equipos de Radio DeMente, realizada por gente de esta radio y
vecinos de la zona.

Radio AMARC Uruguay FM (Centro): Fue la radio que transmitió por 24 horas desde el Palacio Municipal
durante el Encuentro “Con los Pies en la Tierra y la Voz en el Aire”, el 28 de abril de 1996. Contó con
expresa autorización del Poder Ejecutivo, rubricada con la firma del Presidente Julio María Sanguinetti. El
tema convocante del Encuentro fue la Radiodifusión Comunitaria, y en él participaron uruguayos y extranjeros
vinculados a dicha temática.

Radio Carcacha (Salto, Salto): En noviembre de 1996, luego de la realización en Tacuarembó del “Tercer
Encuentro Nacional de Estudiantes de Secundaria”, los equipos de la radio siguieron viaje a la ciudad de
Salto. Allí tuvo vida, durante 4 horas, Radio Carcacha.

Radio FEUU (Montevideo): Es la radio de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay. Su primer
transmisión tuvo lugar el 4 de diciembre de 1995 desde la Facultad de Arquitectura. Desde entonces ha salido
de forma esporádica durante algunos conflictos estudiantiles con el objetivo de difundir el punto de vista de
los estudiantes universitarios. Se define como radio comunitaria con la intención de alcanzar a todos sus
representados. Es, entre estas radios, la de mayor potencia: 300 vatios.

Radio Luna (Malvín): Fue una de las primeras radios sin permiso del Uruguay. Emitió de manera discontinua en
1986 y 1987, desde una camioneta en la zona de Malvín. Se autodefinía como radio pirata. Era creación de un
grupo de jóvenes malvinenses que se nuclearon en torno a una cooperativa de músicos de rock.

Radio 10 (Malvín): Emisora que funcionó durante la ocupación estudiantil del Liceo nº 10, a mediados de 1996, y
se mantuvo en el aire por dos semanas casi 24 horas al día. Los equipos usados pertenecían a Radio FEUU. El
objetivo de la radio era, al igual que en casos similares, dar a conocer la opinión de los estudiantes sobre la
Reforma Educativa cuestionada por ellos.

Sembrando FM (Jardines del Hipódromo): Una de las radios comunitarias que dio origen a Ecos. Fue una
creación de la Comisión Pro Fomento Barrio Jardines del Hipódromo, de la que luego se desprendió. Su
primer día de emisión fue el 17 de junio de 1995. En la actualidad sale 6 días a la semana con 29 programas y
cerca de 100 personas colaborando. Su objetivo es “unir al barrio intentando desarrollar la solidaridad”.

Subrreta (Las Piedras, Canelones): Con este nombre comenzó a emitir la radio 1811, que una semana más tarde
adoptó su actual denominación, dado que mucha gente se acercó a participar de la radio. Pero el creador de
Subrreta decidió mantenerla igualmente en el aire, por lo que emitió un tiempo más, usando el mismo
transmisor que 1811, pero en distintos días.

Teja Libre (La Teja): El 27 de junio de 1996 fue su primer día de emisión. La radio surgió en “respuesta y
desagravio” al allanamiento de El Puente FM por parte de la IMM. Tenía como objetivo difundir conflictos y
movilizaciones sociales, para lo cual iban variando su lugar de emisión. También tenía como finalidad
incentivar la aparición de nuevas radios. Estuvo en el aire cerca de un año y ocho meses.

Top Radio (Unión): Emprendimiento individual que ocupó el 105.1 del dial de FM desde el invierno de 1994
hasta casi un año después. La única motivación era demostrar que “no todo pasaba por lo comercial”, y por
eso transmitía música no comercial, como ser: electrónica, ambient, acid, acid house, tecno y estilos afines.

Triangulada FM (El Pinar, Canelones): Radio continuadora de las experiencias de La Percha y Anzuelo FM. Sus
participantes eran jóvenes liceales interesados en tener un medio de comunicación propio. Estuvo en el aire
entre junio y octubre de 1997, usando el transmisor que había pertenecido a Corazón, una de las primeras
incursiones desautorizadas en el éter nacional.

81
Universo (Parque Rodó): Música comercial con algunos flashes informativos intercalados fue la programación de
esta radio, que irradió su onda por el año 1994. Sus integrantes eran tres personas que salían al aire durante los
fines de semana.

Uy uy uy (Goes y Villa Española): Se instaló en Goes a mediados de 1996. De allí salió tres meses hasta que se
mudó a Villa Española, donde funcionó hasta diciembre. Se podía oír dos veces por semana. Tenía un solo
objetivo: “satisfacer la necesidad de comunicar de la gente que participó”, por lo cual no se autocalificaban
como radio comunitaria.

Yacaré (Artigas, Artigas): Comenzó a transmitir el 26 de abril de 1996, en el 98.5 de FM. Sus emisiones son
irregulares ya que los integrantes de la radio están mayoritariamente trabajando y estudiando en Montevideo.
Por este motivo solo se puede sintonizar algunos fines de semana o durante las vacaciones. Son la única radio
sin autorización que tiene un programa en portugués. Cubren toda la ciudad de Artigas con un transmisor de
20 vatios.

1811 (Las Piedras, Canelones): Nació en setiembre de 1996, nucleando a muchos pedrenses interesados en tener
una radio “que fuera de la gente”. Hoy trabajan menos, pero “la motivación es la misma”. Emiten desde una
cocina del local de una ONG, utilizando el 90.5 de FM.

82
Agradecimientos:
A todos los que brindaron su tiempo y sus conocimientos. A los que atendieron todas las
consultas y respondieron todas las preguntas. A los que brindaron su material. A los que
apoyaron y a los que ayudaron. A todos, muchas gracias.

83
ENTREVISTAS REALIZADAS

-BARANDIARÁN, Gabriel (diputado del Nuevo Espacio)

- DEHL, Ernesto (director de la DNC)

- ECOS (dos entrevistas colectivas a integrantes de ECOS)

- GANDUGLIA, Néstor (Psicólogo, Psicólogo Social y Docente de Lenguaje y


Estética del Sonido en la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la
Universidad de la República)

- GÓMEZ, Gustavo (representante de AMARC en Uruguay)

- LERENA, Andrés (asesor letrado de ANDEBU)

- MORITZ, Jürgen (periodista y licenciado en ciencias políticas alemán


radicado en Uruguay)

-SARTHOU, Helios (senador del Movimiento de Participación Popular, Frente


Amplio).

- SOUTO, Diego (abogado de la DNC)

-TROBO, Jaime (diputado herrerista, Partido Nacional).

- además se le realizaron entrevistas individuales o colectivas a cada una de


las 15 radios que están funcionando en la actualidad. Aparte de esto se
consultó a integrantes de distintas experiencias radiales anteriores. Estas
consultas fueron realizadas casi todas telefónicamente con alguna persona
vinculada a cada una de las radios de baja potencia nombradas, lo que
totalizó varias decenas de entrevistas cara a cara y telefónicas.

BIBLIOGRAFÍA

84
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Ecuador, octubre de 1993.

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CONTRERAS, Eduardo. ROS, José. “La Emisora Popular”. Editora Andina.
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comunitarias”. Revista Chasqui Nº 56. Quito - Ecuador, diciembre de 1996.

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85
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- VIZER, Eduardo. LANDESMAN, David. “Argentina: Radios libres”. Revista


Chasqui Nº 32. Quito - Ecuador, Octubre/Diciembre de 1989.

86
PRENSA CONSULTADA
Brecha, Búsqueda, Broadcaster, Día Pop, El Observador, El País, El
Periodista, El Tejano, La Hora, La Juventud, La Prensa, La República, Mate
Amargo, Posdata, Propuesta, Tierra Amiga, Tres.

87
INDICE
SEÑORAS Y SEÑORES 1
.......................................................................................................................
-El 1
qué .........................................................................................................................................
..........................
-El porqué 2
.....................................................................................................................................................
.....
-El cómo 5
.....................................................................................................................................................
...........
1- ¿QUÉ PALABRA UTILIZAR? 8
...............................................................................................
-Pirata 8
.....................................................................................................................................................
.................
-Libre 9
.....................................................................................................................................................
...................
-Comunitaria 9
...................................................................................................................................................
-Alternativa 1
.....................................................................................................................................................
..
0
-Clandestina, Ilegal 1
.................................................................................................................................. 0
-Barrial 1
.....................................................................................................................................................
..............
0
-”Trucha” ........................................................................................................................... 1
................................. 1
-De Baja Potencia 1
........................................................................................................................................ 1
-Regional 1
.....................................................................................................................................................
.........
1
-Católica 1
.....................................................................................................................................................
...........
1
-Sindical 1
.....................................................................................................................................................
...........
2
-Local 1
.....................................................................................................................................................
..................
2
-Educativa 1
.....................................................................................................................................................
.....
3
-Participativa 1
................................................................................................................................................... 3
-Popular 1
.....................................................................................................................................................
...........
3

88
-¿Cómo se nombran actualmente las radios uruguayas? 1
............................... 3
-La terminología a aplicar en este trabajo 1
........................................................................ 4
2- LA HISTORIA ANDADA 1
......................................................................................................... 6
-De cuando aparecen las primeras cositas en el dial 1
........................................... 6
-De cuando se empieza a agitar la cuestión 1
.................................................................. 9
-De cuando tiene lugar el primer intento de unión 2
.............................................. 1
-De cuando se comienza a gestar un movimiento 2
................................................ 3
-De cuando se llega a un año fundamental 2
................................................................... 5
-De cuando se inicia una estabilidad 2
.................................................................................... 8
3- LAS ENTRAÑAS DE ESTAS EXTRAÑAS RADIOS 3
.................................... 0
-¿Quiénes las hacen? 3
............................................................................................................................... 0
-¿Por qué un medio de comunicación y por qué una 3
radio? ...................... 2
-¿Cuáles son los objetivos? 3
............................................................................................................... 4
-¿Cuándo transmiten? 3
........................................................................................................................... 5
-¿Desde dónde salen? 3
............................................................................................................................ 6
-Potencia y Alcance 3
.................................................................................................................................. 6
-Infraestructura 3
............................................................................................................................................. 7
-¿Cómo se financian? 3
.............................................................................................................................. 8
-Publicidad 3
.....................................................................................................................................................
...
9
-Organización Interna 3
........................................................................................................................... 9
-Contenido de las programaciones 4
......................................................................................... 1
-El contacto con el público 4
................................................................................................................ 1
-Competencia desleal y cuestiones impositivas 4
........................................................ 2

89
4- LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS 4
................................................................................... 3
5- ALLANAMIENTOS Y OTRAS YERBAS 4
................................................................... 6
6- LAS RADIOS COMUNITARIAS 5
........................................................................................ 0
7- MARCO LEGAL 5
................................................................................................................................... 6
8- LEGISLACIÓN 5
COMPARADA ........................................................................................ 9
-En Europa 5
.....................................................................................................................................................
....
9
-En América Latina 6
.................................................................................................................................. 0
-En América del Norte 6
......................................................................................................................... 1
-En Asia, África y Oceanía 6
............................................................................................................... 1
9- LAS DISTINTAS PROPUESTAS 6
........................................................................................ 3
-Poder Ejecutivo 6
........................................................................................................................................... 3
-Partido Nacional 6
....................................................................................................................................... 4
-Frente Amplio 6
............................................................................................................................................. 5
-Nuevo Espacio 6
............................................................................................................................................ 6
- 6
Ecos......................................................................................................................................... 7
..................................
-Sumatoria 6
.....................................................................................................................................................
.....
8
10- LAS CONCLUSIONES 6
............................................................................................................... 9
-La diversidad de voces 7
...................................................................................................................... 0
-Un alcance particular 7
........................................................................................................................... 3
-El reconocimiento a esta novedad 7
......................................................................................... 4
-Características 7
uruguayas ............................................................................................................. 4
-La audiencia y el 7
contenido ........................................................................................................ 5
-Se prohibe la 7

90
censura .......................................................................................................................... 7
11- APÉNDICE 7
............................................................................................................................................. 8

91

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