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nza dan la vida por el Gran Rechazo, eg deg} > “4 las instituciones de la sociedad comp} Por et: Pp AMente que sin espera! la oposicion a s de: administrada, y por tanto totalitaria. La justificacion de grupos terroristas que desean destrui sistema y que violan las reglas del juego estaban al alcance Ac la mano. 4. El feminismo Las ideas expuestas hasta aqui se encuentran presentes en vastos movimientos culturales. La disociacién entre sexualidad , procreaci6n esta en la base de la revolucién sexual, que tiene muchas implicaciones sociales, entre las que hay que mencionar el proceso de desnatalizacién de las principales sociedades indus- triales. Como consecuencia emblematica del conjunto de elemen- tos que configuran a la sociedad permisiva, debemos referirnos necesariamente al movimiento feminista. El feminismo no es susceptible de una definicién univoca, Karen Offen ofrece una tentativa de definicién: «es una ideolo- gia y un movimiento de cambio sociopolitico, basado en el anali- sis critico de los privilegios del hombre y de la subordinacién de la mujer en cualquier tipo de sociedad»'. Los origenes ideolégi- cos remotos del feminismo se deben situar en la Ilustracion, en cuanto defensora de una raz6n igualitaria y una visién progresista de la historia; en el socialismo ut6pico; en el liberalismo. Pero no hay que olvidar el influjo de la antropologia cristiana que subraya la comun dignidad de hombres y mujeres en cuanto imagen de Dios. La diversidad de origenes indica la variedad de corrientes que se encuentra dentro de este movimiento cultural. Cronoldgica mente, el feminismo se desarrolla en los siglos XIX y XX. Entre los primeros grupos feministas se puede observar una diferencia significativa: algunos sostenfan un feminismo igualita rio —es decir, fundamentalmente proponian una imitacion del status masculino en la sociedad—, mientras que otros subraya ban la diversidad de roles entre los dos sexos y presentaban un °K, OPEN, Definir ef Feminismo: eal oa fia'Sodials 1991 (a\eepoioenio, mo: un anilisis histérico comparativo, en «Hist 354 d reivindicaciones adecuado Pera) elevar el nivel cul- ogre les nal de Jas mujeres. En el primer grupo hay un fe- pr0tl, protest’ inspirando en algunas obras de John S' if pe iberal, insp' Pati de John Stuart endo de los derechos indivi uales, exigen un ambito will. peed sonal, profesional, politico y social mas am- deau! ombied en el primer grupo hay que situar el feminismo so- | jnfluido por las teorias de Saint-Simon y de Owen, que cialist@ "gue es el socialismo, y no el movimiento burgués de cons iad Ja ideologia capaz de mejorar la condicion de las muje- Eeste feminismo socialista tendra una gran difusion en Ale- ee iay en Rusia a finales del siglo XIX. Los socialistas ponian en una relacion estrecha la explotacion econémica y politica con al sexo. Para liberar a la sociedad habia que destruir la familia e instaurar el amor libre. Subre este tema fucron decisivas las obras de Bebel (La mujer y el socialismo, 1883) y de Engels (El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, 1884). En- gels afirma que la familia individual moderna se funda en la es- davitud doméstica, donde el hombre reviste la funcién del bur- gués y la mujer la del proletariado. En el Ambito catdlico se desarrollaran también moyimientos feministas que subrayan la igual dignidad de la mujer respecto al hombre, y pediran el derecho al voto, una educaci6n mejor, mas oportunidades profesionales, y un sistema juridico que proteja a Jas familias, y en particular a la mujer casada y madre. El programa de los movimientos feministas del siglo XIX se los siguientes puntos: derecho al voto (aun- upos anticlericales y socialistas se Opu- sieron por miedo al voto femenino catdlico y moderado); el ac- ceso a la educacién secundaria y superior; el acceso a los mismos campos de trabajo de los hombres (en algunos casos, con un des- precio tacito 0 explicito del trabajo doméstico): Y, finalmente, al- gunas reivindicaciones en el Ambito de la sexualidad. Respecto a este ultimo punto, el feminismo liberal habla del «derecho» al di- yorcio y al control artificial de los nacimientos. El feminismo ca- tolico, en cambiv, rechazaba el divorcio, el malthusianismo y la irresponsabilidad sexual. Junto con otros movimientos de inspi- racion cristiana, se proponen programas de elevacién moral y de lucha contra la prostitucion. ; La Primera Guerra Mundial marca una etapa importante en la historia del feminismo. Muchas mujeres se vieron obliga pueden resumir en que en algunos paises, gt 355 das a ocupar puestos habitualmente reservados a log homp, y la sociedad en su conjunto se dio cuenta que las Mujeres <> dian desempefiar satisfactoriamente otros roles ademas ie tradicionales de la ensenanza, de la salud y del cuidado d Bs familia. Paralelamente, cl inicio del siglo coincide con |g (ie sion a nivel popular de una mentalidad neo-malthusiana , interpretaba como un progreso la separa 6n artificial ct sexo y natalidad, que obviamente influira sobre la condic historica de las mujeres. En la segunda parte del siglo nos encontramos frente a un ¢.. minismo més revolucionario, basado ideologicamente en |g Psi- cologfa freudiana y en algunas de las teorias sociolégicas de |, Escuela de Frankfurt. Entre las inspiradoras de este segundo fe. minismo hay que mencionar a una escritora francesa de ran in- flujo: Simone de Beauvoir (1908-1986). Seguin la compaiiera de Sartre, a la mujer slo le queda el ambito de lo corporal, de |o natural, de la pasividad, mientras que los hombres desempeiian un papel activo que transforma la sociedad. Historicamente, la mujer ha aceptado el quedarse relegada al matrimonio y a la ma- ternidad. Simone de Beauvoir propone romper las cadenas bio- légicas que oprimen a las mujeres: el rechazo de la maternidad, a través del control de la naturaleza y el aborto liberaran a las mujeres de su alienacion. Para lograr construir una sociedad igualitaria es necesario que las mujeres gocen de la misma liber tad sexual que los hombres, que terminar4 con la familia tradi- cional y equiparara econdmicamente los dos sexos. Como se ve, Beauvoir es favorable a un feminismo igualitario, que consi- dera el modelo masculino como normativamente superior. Su libro mas conocido —El! segundo sexo—, fue publicado en 1949. Alli afirma que una no nace, sino que se hace mujer, siguiendo en esto el existencialismo de Sartre que afirma la pre- cedencia de la existencia sobre la esencia. Se negaba la existen- cia de una feminidad natural y se subrayaban los condiciona- mientos sociales sobre la identidad sexual. La frase en cursiva sera uno de los mensajes considerados proféticos para la ideo- logia del género!!. tre 16n ™ Al igual que Wilhelm Reich, la vida personal de Simone de Beauvoir se carac teriz6 por los escandalos sexuales, con manifestaciones de depravacién humana, compastidos por su compafiero Jean-Paul Sartre. 356 ‘ 7 ‘ ntropolosia reductiva de la Be: s jnismo radical: este ee nes F 4ad de la sexualidad, Ronee S€ Caracterins uBe cent Ja muiet- En concreto, este tipo Aa cea Por la fuse en la cultura actual— se tr: Se uN eT © Opre. cion femenina. Liberaci6n de la ma en un eae in- racio® 4 Ja que han sido sometidas las pension ride eee res. Asi como tradicionalmente se alee Por parte oe mot entrega, relacion, donaci6n aqua clieree me spora el ers pasa a considerarse como fue jombres y mujeres, odio. SU momento de auge se sittia entre aera de opresion y de dio a través de pequefias células de concie 3 y 1975. Se expan- or algunas jntelectuales, a las que nos v ntizacion, inspiradas nuacion- amos a referir a conti- mera qu ae : . Fin ee, ee radical es Sulamith Fires- 5 i z de la opresién enla maternidad. Partiendo de una concepci6) Denes dera que la Icha entre los sexos es la ley a en er titulo de su principal obra, The Dialectic of se (4972 eat racion se producira cuando se destruyan las ee a ae creadas por Ja naturaleza y reforzadas por los aes Ries obreros deben apropiarse de los medios de produccién, ies muje- res tienen que controlar Jos medios de reproduccion, mediante la tecnologia genética (pildoras, aborto, etc.). Mas en concreto, «asi como asegurar la eliminacion de las clases econdmicas te quiere la revolucion de la clase sometida (el proletariado), me- diante una dictadura temporal y la toma de Jos medios de pro- duccion, de igual forma, pare garantizat la eliminacion de las clases sometidas (las mujeres) y SU control de los medios de te- produccion, hay que devolverles 2 las mujeres la propiedad desu propio cuerpo, asi como el control femenino de la fertilidad hu: mana, incluyendo tanto Ja nueva tecnologia come todas las inst i criant « nifios tuciones sociales relativas al parto yala crianza de los ne 1 cion socialista 9° solo eta nal de la revolu ocialist ola distin F estara en Io asi como el objetivo 1 Ja eliminacion del privilegio de Ja clase econdmict» s objetivo fr cién misma de la clase economica, de igual gore #6 el primer nal de la revolucion feminista jebe co eel gio mase objetivo feminista, NO solo ta elimin? 5 diferens enitalc” lino sino la distincion misma el $e ‘pingun ce entre los seres humanos yam rendrian 357 tural»'2, Dicho texto sera otros de los mensajes “Profeticgs, i rt enero. la se eee corriente feminista cobra Particular j Ae cia la obra de Kate Millet, Sexual Politics (Doubleday ; ns York 1970), en donde considera que el objetivo de la lucha ee nista debe ser la destruccion del patriarcado, es decir Jas es he turas sociales, econdémicas y culturales que han Consolidag, i posicion privilegiada de los hombres en la sociedad. El pa A : trig cado se convierte en esta corriente de pensamiento en la clave para interpretar la historia de la humanidad, que ya no seria un lucha de clases, como propone el Mmarxismo, sino una lucha de sexos dominada por el hombre, en el que siempre se ha Prody. cido la explotacién de la mujer. Esta actitud radical trae Consigg la destruccién de las instituciones: familia, iglesia y academia Son abolidas, en cuanto manifestaciones o derivaciones de la socie. dad patriarcal. Se trata de una versién feminista de la lucha contra el «sistema» de la Escuela de Frankfurt, Un modo de liberacién de las mujeres es el rechazo de la heterosexualidad y la creacién de una sexualidad femenina mediante el celibato, el auto-erotismo y el lesbianismo. Admitir la heterosexualidad, para algunas feminis. tas radicales, es «dormir con el enemigo». La misma Kate Millet se autodeclaré lesbiana, y pas6 a un lesbianismo militante. Tanto ella como la Firestone Proponen también la liberacién sexual de los niifios, que Ilevaria a superar el complejo de Edipo y el tabi del incesto. Sus vidas personales fueron coherentes con estas ideas de una superaci6n de todo limite moral. El feminismo radical es una auténtica «ideologia»: siendo Consecuentes con su slogan central «lo personal es politico» pre- tenden transformar el espacio intimo del hogar y de la familia en un espacio piiblico, Constituyéndose asi en un nuevo totalita- rismo. Nuria Varela lo afirma sin ambages: «El interés por la se- xualidad es lo que diferencia al feminismo radical, tanto de la Primera, como de la segunda ola feminista. Para ser radicales no Se trata sdlo de ganar el espacio puiblico (igualdad del trabajo, la educacién 0 los derechos sociales y Politicos) sino que también es necesario transformar e] €spacio privado» 13, Como bien dice Je- a4 Trillo-Figueroa, «el feminismo ideol6gico considera que la ee OF + dominio sexual, por yo a baal de poder: el Pe Se cristata po a5 civilizaciones histéricas, Be acad men a jal determinante... La libertaq ANLO, el se. Uestra SOciedad verte en el centro revolucionario, F] Sexual de eg an Na catego. ~ -es como fuente de opresi6n Matrimonio cc Ma se con, eecual Me Las mujeres es ios Teivindicg xi identifica ent aque se considere que la libe o Ja emancipacion de la heterosexua|; €s la que dar4 to, es cuando surge la nueva ualidad Galt reivindicacion del lesbianismo» 4 entidad de |, cee a este El feminismo radical marca el nidad con Ja da mitad del siglo XX. Cohe Paso del feminismo q vrsonal es politico», een mente con el ae le la se- aborto y la contracepci6n. En Fr teformas legales g i a Paidlieborto cn 1975, ee obtienen la feat En los inicios del siglo XXI, sus le ies pe Partidos de aac aa al Ppereieidestmuccion de la eee as politicas van en la cine Jos «matrimonios» de personas del peeer tension de legalizar 2 El feminismo psicoanalitico sostiene ar ‘ sion de la mujer residen en su psiche Hay Scares cuencias del complejo de Edipo, que rele te are ea secundario en la sociedad. Segtin Nancy Ghedseay eer cion en los trabajos masculinos equipararian los ieee xos en la sociedad. Otros exponentes de esta corriente ee ran que la principal forma de resistencia contra las consecuencias del complejo de Edipo es la «independencia ero- tica» femenina, es decir la homosexualidad. muy ligado a las corrientes que Otra version del feminismo, acabamos de presentar, es el feminismo ™ encuentra dos fuentes de opresion: la clase social y el sexo. La derrota del capitalismo no traera necesariamente la igualdad de los sexos, ya que la lucha entre los sexos tiene una peop oe mica. Juliet Mitchell afirma que la revolucion tiene que ee derrota de los hombres. La condicion de la mujer esta de arxista-socialista que ible. El pensamiento de la nueva La ideologia invis 14 J, TRILLO-FIGUEROA, } Madrid 2005, P27 quierda radical, Libros libres, [es estructuras capitalistas y patriarcales, para llegar a | F a ian ion fermenina (Woman's Estate, Vintage, New York 1973), Por su parte, el feminismo liberal-reformador cs |a ia mds relacionada con el primer feminismo. Trabajan dentro Sti fmstituciones y quieren una reforma juridica que elimine |as di bg mimaciones. Un libro de Betty Friedan —The feminine myc" WW. Norton, New York 1963— obtuvo un gran éxito, En ea io ginas, Friedan hacia una critica despiadada del ama de etn mundo verdadero es el profesional, competitivo, que hasta ahora ia sido dominado por los hombres. El hogar es un «confortabj. campo de concentracién», del cual hay que liberarse. De lo dicho se desprende que Friedan comparte la vision masculinista de la go. ciedad de Simone de Beauvoir: el mundo normativo es el de |os hombres. Posteriormente, Betty Friedan se moderar4 en sus afir. mmaciones y recuperar4 una vision positiva del rol propiamente fe. mienino en Ia familia y en la sociedad. La diferencia fundamental entre este ferminismo liberal y el radical es que el primero define los retos de las mujeres como una superacion de la desigualdad, mien- tras que el radical siempre se refiere a una explotacién u opresidn. Para terminar esta rpida vision de las principales corrientes fe- ministas, debemos referirnos al feminismo teoldgico. A lo largo del sigho %X ha habido una relacin creciente entre feminismo y teolo- gia. En el Ambito protestante se pedira desde el fin del siglo XTX una miayor participacion de las mujeres en la vida de las respectivas igle- sias. En 1958, 44 grupos religiosos pertenecientes al Consejo Mun- dial de las Iglesias habian aceptado el sacerdocio para las mujeres. En Sa Iglesia Catélica ha habido una presion de parte de algunos tedlogos del area germanica y anglosajona, pero la Jerarquia reac- cion con fortaleza doctrinal afirmando que en la voluntad misma del Fundador de la Iglesia, Jesucristo, se establecia que el sacerdocio ministerial estaba reservado exclusivamente a los varones'’. ee fe FSPFOducci6n, sexualidad y por la socializaci6n de los hijos. Es urgente aes ie * En la Carta Apost6lica Ordinatio sacerdotalis, del 22 de mayo de 1994, Jus ee afirmaba: «Con el fin de alejar toda duda sobre una Bicion de gran impor oases que atatic a la misma constitucion divina de la Iglesia, en virtud de mi minis a4 ens res wns fe a los hermanos (cf, Le 22,32), declaro que la Iglesia no te” ae Sida 1 acultad de conferir la ordenacién sacerdotal a las mujeres, ¥ ser considerado como definitive por todos los fieles de 1a Iglesia”: 460 gi i ambito de esta corriente hay qui ici piblica cristiana de los Beene desea « tOS Machigts puta la radi formadora); qui «nista © Recenvie 2 Sea transform. | llegar a una post-cristi a i post-cristiandad al foment (2 t Ologia €menino (te ‘AaieiGn Ologi; o. Bia desea ees te. Osa», Tuna gana fist? i: ro. r jist revolucionaria); y, finaliuente qui i Le) jnist? 6 : minis eligion femenina, la «religion de la di a 5, La jdeologia del género En los ultimos afios, el feminismo radi con la ideologia del ge tadical presenta cara col | genero (en inglés, una nueva ja distingne entre las diferencias sexuale ne Esta ideolo- roles que 1a sociedad atribuye a los ae tologicas (sexo) y los nero). Las funciones femeninas aadiaoe ye las mujeres (gé- dad, serian solo construcciones parece coma aterng Dado que Jas culturas estan sometidas a una c re geal también los roles atribuidos a los sexos Se ee todo si se tiene en cuenta que Ja cultura Pen ea sopte al sexo masculino, configurando una sociedad Bee ie torno al patriarcado. Si bien es verdad que ha habido aes condicionamientos culturales en los roles atribuidos a hombres y mujeres, Y hoy es una adquisicion positiva la presencia de la mu- jer en todas las dimensiones sociales, no cabe duda que la distin- cion sexual implica distintas actitudes y capacitaciones propias de cada sexo. Sin embargo, scguin los fautores de la ideologia del género, se deben abolir las diferencias entre los sexe masculini- dad y feminidad no tienen ningdn papel natural especifico. Para ello, hay que borrar del lenguaje toda huella de «sexismo». En este sentido, la ideologia del género utiliza muchos de los con- ceptos de la filosofia deconstruccionist’: gi no existe mds tea" dad que el lenguaje deben conllevat ; los cambios semanticos ai ae i i | rormninos COMO FA cambios institucionales. De aqui J rérminos come milia, maternidad, procreaciOn, se deriva qu 8 My no tienen re yeterosexualidad : culturales «biol ee eo .. pe poe rabios culturales gizados». Las sociedades deben asumt les aan oe curso, y los poderes publicos tienen !a ch ae nla ideo! a i pee meique V2)" de acuerd? © ign sera ar la sociedad con criter! e a de arse gia del género. Consecuencia oe ere erases) mont re 1 equiparacion de Jos «matri miulias «aiternativas» Con 10S Matrimonios heterosexual a tos a la procreacién’*. es, bien, Scala nos proporciona una buena definici6n analie: concepto ideoldgico de género: «Las iniciadoras de la ane dq partieron de la diferenciacién sexual entre varones A ologi No s6lo la percibian claramente como un hecho, Sino eres mismo hecho fue el «disparador» de esa nueva Vision ate Se légica de la humanidad. Partieron de un Preconcepto nec, ? negar la naturaleza humana y, por lo tanto, concebir a one humano como esa masa informe, que hay que modelar a de sentido, mediante un proceso ideolégico-politico de reing. nieria social (...). Negada su naturaleza y, simultaneamens fracturado el ser humano entre lo corporal —aspecto mera’ mente biolégico, sin ninguna significacién e importancia—, ylo Ppsiquico —construido socialmente en torno a la Sexualidad, ae ningun condicionamiento biolégico— estamos en condiciones de ingresar a la ideologfa (...) El género seria el sexo Construidg socialmente: partiendo de los dos preconceptos ya menciong dos, sostienen las teministas que el sexo es el CUETPO, 0 sea el as. pecto bioldgico de los seres humanos, algo completamente se. cundario. Lo importante es el género, que seria la «construccién social o cultural» de la propia sexualidad. (...) En esta construc- Ser tar % «En el lenguaje, se define el género femenino, masculino o neutro de las pala- bras de una manera arbitraria; es decir, sin que tenga ninguna relaci6n con la sexua lidad. Por ejemplo, la mesa es de género femenino y el vaso es de género masculino, sin que en ninguno de ambos casos haya connotacién sexual alguna; y asi con todos los vocablos. Ademés, existen conceptos que en un idioma pueden escribirse en mas. culino, en otro en femenino y en un tercero en neutro. Por ejemplo, la are es fe- menino en castellano; il sangue es masculino en italiano; y the blood es neutro en in: glés. Pero el concepto —y la realidad a la que alude— es exactamente el mismo. Vale decir que una misma cosa podria ser masculina, femenina o neutra dependiendo solo de una circunstancia cultural: la lengua utilizada para nombrarla. Extrapolando esta atribucién arbitraria de feminidad 0 masculinidad a los seres humanos; se pretende sostener que hay un sexo bioldgico que nos es dado y, por ende, resulta definitivo; pero que —a la vez—, todo ser humano puede «construit» libremente su sexo y género de modo intercambiable, como si fueran sindnimos. Pero cuando una «masa critica» de gente por snobismo se acostumbré a utilizar !a palabra género, se le va aiiadiendo —sutil e imperceptiblemente— el nuevo signifi cado de “sexo construido socialmente», por contraposicién al sexo bioldgico: El Proceso final es el comin de los mortales hablando de género, como una autocons See ae bsp a ceria. Llegados a este punto, se ha piece Coe ee esa sociedad» (J. SCALA., La ideologia del género, o el s¢ erramienta de poder, Sekotia, Madrid 2010, p. 37). 362 tonoma del gen: a fi cultural; ° cS, ae el Unico cong: pel tributo pea nOrtnas Ndicion: mi a s : a ok jones d Pe oncuctas atribuireestvas 'ENtO extern ers iba BAG: de cada pe ibles a aoa ° ercepe ura ; es c aon & politcas de eee Bos aie tlenen Benero. A 61, S ercepcion cultural pear Social» Re Mediante fa a en el objetivo politico del anal del irae in eanepea 5 1S) 4 aap cultural, para «redefinir» el MO radical es Noes Precisamente Brar un c: : ‘ambio : ees ermita : ee : oe politico a aie PRrccti cach Persona, de tal 01 Beretlotoridichar, ome Rae grar dicho fin, preeetiet en la toma del estar er n igual- dad de condiciones con los varo: z : nes; ; tienden como homogeneidad ab 3 Pero dicha igulad par de gotas de agua; y no una j soluta, tal cual se ee la en- naturaleza»’’. igualdad en dignidad dees 3 4 . , Gerec, Trillo-Figueroa subra oe MPEP ictcclozia. ex dec las consecuencias deri nu e la ideologia , es di encias deriv: a ogia , es decir que el sexo er acae de icial, pueden ser infinitas. «En Be reraldl es una invencién arti- vertida se ha impuesto es el empleo ae " oe de manera inad- sexo, lo cual no es inocente, porque anes ae Etna . z uy! 6 i a. de la llamada ideologia del Saal ate que primero utilizo este termi fei ds Pei bia ? st eALec NG) para referirse al concepto po ad de genero, definido como la conciencia individual oa : s{ mismo tienen las personas como hombre o como mujer, ee doctor John Money, de la Universidad John Hopkins de Baltimore, en 1950 (J. Money, Desarrollo de la sexualidad hu- mana, Morata, Madrid 1982). Segtin Money, la identidad de como habia sido educado de nifio, y Po sexo bioldgico. Sostenia que se podria cambiar el sexo de la sona con la educacion; y que * Jos nifios nacidos con ae ge nitales ambiguos se les podia asignar un sexo diverso de’ Br tico mediante una modificacion quirtirgicas 10° deberfa realizarse antes de los 18 meses pues de ot i r Cie ae) sexo bioldgico podria determina up ue dad. Cabe afiadir que !@ P puesto por la socieda' ansformar de género del indiv iduo dependia | dia resultar diversa del per- en su opinion ra forma ¢ a politica S¢ xual ee Ba yolucion silencios@ I 16 J, TRILLO-FIGUEROA> Una revo) ; J. TRILLO-FIGUERO > Madrid 007 se aie it tl ria a un caso especifico de dos hermanos llevé al SUicidio q, ie am, bos a muy temprana edad. Un psiquiatra americano, Robert Stoller, autor ee " publicado en 1968 —Sex and Gender—, popularizg is ine a Moncy: «El vocablo género no tiene un significado diols = sino psicolégico y cultural. Los términos que mejor cortesps® den al sexo son macho y hembra, mientras que los que Mejor ¢,. lifican al género son masculino y femenino, y estos Pueden liege a ser independientes del sexo biolégico». Por su parte, la ya citada Kate Millet, en su obra Sexual Poli tics, se vale del concepto de género expuesto por Stoller Para fundamentar «cientificamente» la afirmacion de que la Mujer i nace, sino que se hace, expuesta anteriormente Por Simone dq. Beauvoir. Segiin esta autora no hay una correspondencia Necesq. Tia entre sexo y género. Citemos sus palabras: «Lo que Hamamos conducta sexual es el fruto de un aprendizaje que comienza con la temprana socializacién del individuo y queda reforzado Por las experiencias del adulto». Millet sostiene que, en principio, ¢| género es arbitrario; es el patriarcado, y las normas impuestas por el sistema patriarcal, quien establece el papel de los sexos, Pues segun esta doctrina, al nacer no hay ninguna diferencia en. tre los sexos. La ideologia del género, influida por algunas corrientes mar- xistas, niega la existencia de una naturaleza humana y tiende a una lectura de los derechos humanos radicalmente diversa de la que inspird su proteccion en las legislaciones modernas. No se trata ahora de luchar por los derechos de la mujer, sino de es- tructurar la sociedad negando las consecuencias de una natura- leza humana entendida en sentido normativo. Como bien seiiala Michel Schooyans, «esta claro que en el ambito de la discusién sobre qué es innato y qué adquirido, sobre lo que proviene de la naturaleza y lo que viene de la cultura, la ideologia del género niega cualquier posibilidad de existencia a lo innato y natural. Entre lo masculino y lo femenino no hay solucién de continui dad y, entre los dos, el Punto medio o equidistante esta repre sentado por el hermafroditismo, La idea misma de diferencias naturales causa horror, por lo que estas diferencias deben ser Pegides, E1 resultado €s que no hay nada mas antifeminista que Be itis Aadicale que quieren eliminar la especificidad fe © Comportamiento a papeles cuyos actores 364 Rete POO (L, _ga0 ne fora lenin: a merafors Jeninista— permi 2 miten el func; Cis gon ana” Os pire 15 F engranaj pesde 4990, la ideologia del gén onamiento 4 eo ero Presenta ‘© una sO ati eos, eee? en'la que un; formativo: propios Sects acts aad |, que cambia segi actos los qui mA dUe el gene dela utopica d segiin las acci e determinan la ni : 33) lesaparicion total Ciones que nan la ide es = Eeistcoria del cib al de la dif Tealicem Nti- ferencia entre loh iborg, d erenci poe eect 1G pe Onde se inten; ‘a sexual, Oe emos telegraficam al, y lo hum: ta borrar | ee Enunct ape ente las c ano y la m4 fa di- lel genero: «1) ya no habri onsecuencias ‘Maquina jos tipos Fe nes de los ria mas ni Pacey de fe Jogico y social; 3) elimi sexos tendrian el misma nic , d; 4) eliminacion de |: vane elfen eae ge cad por ee amilia; y, foe, la patria como en el mismo tema - ccién de su célula ia 5) elimina- mas consecuencias antro; ei poe del Amo tae snd se trata de ser te astes ee de sa ideo ee r e eologia: « aguél 0 aquella que nacié en un ei ne acostutnbrems A a ahora, se cambie de sexo ee que no es el suyo Ona ampoco Pee Fic que lo ediante hormonas y Z Cr el mismo sexo, formen p: $ que nacen con una incl Demers ' pee eto inaci6n haci cagendrando, Bee sndo o 2 ee oe una familia bse ptemos a un mundo, donde, esis Ie ae dclaue nos ee otros tipos de familia, como | ctetenla ata wata Nee biac Fewindo a oe os que hemos citado. Se oh que eliminar Ja naturaleza. Eso ee se ees ; EC e haci A ees y bisexuales desde oa Se a § ina. exo es Ul mente para el placer. Las relaciones sex oe : Be aiaboro ee . sexuales deben ser polifor- mas al Do” , ién libre. Todo vale en este nuevo ora publicas promovidas po EM eS ideologia, y que estan consigu éxito e as agendas de los Organismos in es a n en un vocabulario ambiguo. Vale 1 las lobbies que sos iendo un sorprene lente ales, se e@ ternacion la pala- Ja pena darle Alba 2000) P- 47. San Paolo, ne mondiale, Madrid 2009, P- 259. omg Nuovo disordi ologia del género, De Amo, Déjame Nacer, La cit., p- 80. Regla de Or 365 bra a un participante en las conferencias de —| Cairg blacién y de Pekin sobre la mujer, que fueron los dispa nb te, las politicas en perspectiva de género: «A menuda file tee que en treinta segundos explique lo que vi en fj ‘aire kin. Arriesgindome a simplificar, contesto que oh....,/ © V. las Naciones Unidas habitan personas que creen jan mundo necesita es: Solicig We 4 Que , 1) menos personas; 2) mis placer sexual: 3) Ia eliminaci6n de las diferencias entre hombres y », Y Mujer, 4) que no existan madres a tiempo completo. placer Sexual p, Estas personas reconocen que aumentar el 5 por lo tanto dria aumentar el ntimero de bebés y de madres: receta para la salvacién del mundo es: 1) anticonceptivos gratis y aborto legal; 2) promocién de la homosexualidad (sexo sin bebés); 3) cursos de educacién sexual para promover la experimen taciOn sexual entre los nifios, y ensefiarles como obtener anticon- ceptivos y abortos, que la homosexualidad es normal, y qu. hombres y mujeres son la misma cosa; Goce 4) eliminacién de los derechos de los padres de modo que es tos no puedan impedirles a los nifios que tengan sexo, educacién sexual, anticonceptivos y abortos; 5) cuotas por igual para varones y mujeres: 6) todas las mujeres en la fuerza laboral; 7) desacreditar todas las religiones que se Opongan a esta agenda. Esta es la perspectiva de género, y quieren implementarla en todos los programas, a todo nivel y en todos los paises» . % oe OF ma, la ideologia del gé El feminismo y su yersién mas extre es uno de los movimien nero, descrito en los parrafos anteriores, 2 D. O'LEARY, Lad, ine a ‘ 5 igenda de G , , MESA, San José de Costa Rica 2007, ot Brie Redefiniendo la igualdad, PRC 366 cult 4neas- Partiendo de reivindicaciones } he con er a aciones que lesionaban la agai ee se llegé a jefe an familia, Y Por erterdeitoda la soci : humana de la puiee gue afiadir que durante el siglo Se humana’, “nou su lucha a Bier dela dignidad d eee cris- irerarias Y filos6ficas como Edith Stein BiGe mujeres. Fi- Ose [as cercana a nuestros dias, Haaland cee ae iro ensayos yaliosos. Juan Pablo II se ocupé del pee han es- Siferentes Hocumentos, y en particular en la Exho Sa ene ae olica Mulieris dignitatem. E] feminismo Le ante aoe eoletermanece fie ala tradicion de una Rison questi te “yal dignidad de mujeres y hombres en cuan oh ee olucioné las categorias culturales machistas del ie eis Todavia hoy se observan diferencias Be cccalcs ed \ oe fiere al respeto de la dignidad femenina entre paise euon cristiana y las Areas de influjo musulman. Se eee En Ia actualidad, diversos autores —muchos de ellos inspi dos en la antropologia cristiana— proponen un ens a it complementariedad. Las luchas sostenidas por las mujeres nie ocupar un mayor espacio publico eran justas en si mismas. Lo Ita acertado es la tendencia a la imitacion del modelo vida, que derivé después en la pérdida de la 1. La feminidad posee valores especificos —en pacidad de acogida del otro, la connaturalidad de otra persona, manifestada en su apertura a lo entendida bioldgicamente)— que han de dos los ambientes de la vida social. En lo especifico masculino, dicho femi- nizacion de las relacio- ‘as existen- que no resu masculino de la identidad sexua primer lugar, la cal con el «cuidado» Ja maternidad (no so hacerse presentes en to complementariedad con nismo ayudaria notablemente a una huma' nes sociales y a un per’ to sereno de nuestr cias individuales”™. feccionamien oria del fe SOLE ROMEO, Histe ion hemos tra exposic cfr, G. 95, En nuest ca del feminismo, 23 Para una vision histori EUNSA, Pamplona ! minismo (siglos XIX y XX), seguido este trabajo. 24 Cfr, A. APARISI y J- BALLESTEROS riedad, EUNSA, Pamplona 2002. 36 (eds.), Por" feminismo de la complementa

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