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AUTOMANAGEMENT EDUCATIVO

“Primero cerciórate de qué quieres ser; luego haz lo que debas hacer”.
Epicteto
“Lo que somos dice mucho más que lo que decimos o hacemos.”
Stephen Covey

Si pretendemos que nuestra gestión en las organizaciones educativas


sea efectiva, ya seamos directores, promotores, docentes o
administrativos que cumplen funciones de servicios, es vital que los
individuos nos autoadministremos, nos autogestionemos. Nadie puede
dar lo que no tiene, según las investigaciones el principal problema son
las personas mismas, en su falta de desarrollo o calidad humana, la
ausencia de competencias humanas claves, soporte esencial para poner
en valor las habilidades técnicas. La efectividad como personas consiste
en desarrollar procesos de aprendizaje individuales y colectivos que nos
permitan un cierto sentido de unicidad, de armonía y equilibrio, es decir
integridad. Ser capaces de gestionar nuestra mente, emociones,
vitalidad y cuerpo de manera congruente y eficaz: somos lo que
pensamos, sentimos, decimos y hacemos día a día. Nadie puede evitar
lo que es, por ello el aprendizaje de sí mismo es un medio clave de
transformación, de metamorfosis integral del hombre.

Tres tipos de motivaciones son fundamentales entender:

1. Por motivación intrínseca, enfocarnos y mirar hacia adentro,


mejorar nuestra calidad humana por propia convicción,
despertando y desarrollando nuestro afán natural de
perfeccionamiento, nuestra inquietud espiritual de búsqueda de
completura en todas las dimensiones de la condición humana,
para así mejorar nuestra calidad de vida. Tener valor para vivir
los valores desde dentro y ser ejemplo para sí mismo.
2. Por motivación extrínseca, enfocarnos y mirar hacia afuera
con atencionalidad, teniendo en cuenta las nuevas exigencias de
la globalización, la competitividad, la innovación tecnológica y
una larga vida laboral de 45 o 50 años que nos obliga a aprender
a prender de manera continua. Tener valor para vivir los valores
desde fuera y ser ejemplo para los demás
3. Por motivación trascendente: enfocarnos hacia arriba y hacia
adelante, con visión prospectiva y acción proactiva. Activando
nuestra bondad ingénita, en inegoísmo, altruismo, solidaridad,
amor, generosidad, desprendimiento, desapego. Cortar cadenas,
batir alas, nutrir raíces, aventurarse espiritualmente en causas
nobles y justas en bien de los demás. La felicidad en plenitud es
hacer felices a los demás en concordia. Dejar un legado para el
futuro

Toda gestión se inicia con la autogestión, es decir la gestión de sí


mismo, todo trabajo hacia fuera, externo se valida previamente con el
trabajo interno sobre nosotros mismos, paciente, perseverante, justo y
sabio.
La tendencia mundial hacia la autogerencia, el autoliderazgo, nos indica
la importancia del lado humano para la mejora real y de largo plazo de
toda gestión. La pertinencia del trabajo interior de la persona es un
trabajo individual e impostergable, la calidad país se sustenta en la
calidad de su gente, la calidad de la gestión educativa parte de la
calidad personal de directivos y colaboradores que aspiran a convertirse
en una comunidad de aprendizaje para el cambio.
Trabajemos de manera inteligente e incansable en el bien ser, para el
logro del bien estar, por ende del bien hacer y cerrar el circulo virtuoso
del bien común en felicidad.

Pautas estratégicas de automejora:

1. Conócete: desarrolla la autoobservación, determina tus


fortalezas o virtudes y tus debilidades o defectos, regístralos en tu
agenda personal o diario, diseña objetivos personales generales y
específicos de superación de tus debilidades e incrementa tus
fortalezas. Despiértate y autodescúbrete. Planifícate a ti mismo.
2. Sé conciente: ser autoconsciente de sí mismo implica desarrollar
un estado de alerta y vigilancia sobre sí mismo, la conciencia es
luz espiritual que ilumina y esclarece el lado oscuro de nuestra
personalidad.
3. Acéptate : modélate a partir del conocimiento y conciencia de ti
mismo, quiérete, ámate, Aristóteles decía práctica la filautia, el
amor a sí mismo, es importante la relación y diálogo contigo
mismo, no te rechaces, estímate a ti mismo.
4. Crece: busca mejorarte en todo sentido de manera gradual, a tu
ritmo, sin desesperación, pero sin caer en la inercia o pasividad.
Empieza por los detalles, las cosas más cercanas y pequeñas. Sé
protagonista de tu propio destino, proyecta tus victorias públicas
pero sobre todo las privadas.
5. Sé dueño de ti mismo : de lo que piensas, de lo que sientes, de
lo que dices y de lo que haces tanto en tu vida pública pero sobre
todo en tu vida privada, porque es desde allí donde se configura
tu personalidad, reflejo tangible de tu espiritualidad. Cultiva la
autodisciplina, el autocontrol, que te guié siempre la voluntad, el
amor y la inteligencia divinas.
Finalmente todos debemos aprender a gestionar nuestra propia vida,
armonizando los espacios de actuación, vida privada y vida pública, los
roles de desarrollo existencial, personal, familiar, organizacional,
institucional, comunal; como damas y caballeros portadores de ideales
sublimes y acciones transformadoras, hombres y mujeres de valor y de
virtudes; como directores, empresarios, profesores, colaboradores,
padres, esposos, hermanos, hijos, etc.
Nuestra vida tiene sentido y el secreto está es descubrirlo por nosotros
mismos con visión, decisión, responsabilidad y sabiduría. Los
educadores estamos llamados a dar el ejemplo.

Lic. Armando Alvarado Roggero


Coach integral
Director de Liderar La Vida
liderarlavida@gmail.com

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