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El peso de la obesidad

Nadia Flores
Equipo periodístico
Saludactual.cl

Para que una persona sea diagnosticada con obesidad se mide la


distribución de grasa en el cuerpo o se utiliza el cálculo de IMC, el
cual debe ser igual o superior a 30.

“El peso del mundo”, estudio realizado el 2008 por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) reveló que actualmente en el planeta existen cerca de 1600 millones de personas
con sobrepeso y 400 millones con obesidad clínica, cifra que aumentaría en el 2015 a más
de 700 millones. (Vía Portalesmédicos)

Para que una persona sea diagnosticada con obesidad se mide la distribución de grasa en el
cuerpo o se utiliza el cálculo de IMC, el cual debe ser igual o superior a 30, mientras que
para tener sobrepeso se debe poseer uno igual o superior a 25. Padecer esta enfermedad
conlleva diversas complicaciones, tanto psicológicas, como depresión; físicas, como
problemas arteriales o diabetes; sociales y económicas.

Paola Aguirre pesaba 137 kilos en el año 2003, lo que le acarreó múltiples problemas. No
podía llevar su vida con normalidad, cosas que para muchos podían ser tan cotidianas
como tomar una micro, le eran tareas imposibles. En ese entonces ella declaró: “No
salgo porque no tengo amigos, porque no llevo una vida de una mujer de 27 años, que sale,
que se divierte, que va a asados, que va a fiestas” (Vía Gordos).

Luego de una intervención quirúrgica de resección gástrica, Paola pudo bajar 45 kilos: “En
este minuto estoy pesando 92 kilos con cinco meses de embarazo. Fue muy fuerte el
cambio, de hecho de pasar a ser casi una persona inválida a ser una persona completamente
normal, al punto de poder quedar embarazada, tema que lo manejé durante mucho tiempo y
que no podía producto de la obesidad".

De igual modo Armando, autor del blog DuraGordura, quien llegó a pesar 143 kilos,
escribió en su sitio: “Todos los médicos, nutricionistas, endocrinólogos, etc. ya no sabían
qué hacer conmigo, pues por más que hacía dietas y no hacía trampas, engordaba con
creces lo que bajaba. Hasta que apareció la diabetes y presión alta, primeros signos de
posible muerte súbita.” En ese momento Armando comenzó a pensar en la cirugía como
una solución, descubriendo los impedimentos económicos para realizársela.

Los procedimientos quirúrgicos más comunes contra la obesidad en Chile son el by


pass abierto, el balón intragástrico y el by pass por laparoscopia. En el año 2003 la
Universidad de Chile realizó un estudio de precios de estas operaciones, llegando a la
conclusión que sus precios fluctuaban desde 1 millón 700 mil pesos a cerca de los 8
millones de pesos, dependiendo del Hospital o Clínica en que se realicen. (Vía Estrella
Arica)

Por testimonios como estos es que en el año 2003 se creó el Movimiento de Obesos
Mórbidos Chile (MOM Chile) con el objetivo de encontrar una solución a la
problemática de la obesidad en el sistema de salud del país, para entenderla como un
problema de Salud Pública que es necesario abordar de manera multidisciplinaría y con
“énfasis en su prevención y promoción de estilos de vida saludable.”
Obesidad:

La pesada carga del siglo XXI


El problema global también tiene sus efectos en Chile, en donde se estudia una política
nacional para enfrentar el tema.

El planeta sufre una nueva epidemia que deja en claro las paradojas de un desarrollo
mundial injusto. Mientras las hambrunas azotan a gran parte de la Tierra, el resto aumenta
de manera preocupante de peso.

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, la obesidad ha alcanzado dimensiones


de epidemia mundial con más de mil millones de personas adultas con sobrepeso, de ellos
al menos 300 millones clínicamente obesos.

La "globesidad", como ha sido llamada, no respeta divisiones entre países ricos y pobres,
en donde muchas veces convive con problemas de desnutrición.

El consumo de más calorías de las necesarias gracias a alimentos pobres nutricionalmente,


pero ricos en grasas saturadas y azúcar, combinado a una baja en la actividad física han
elevado al triple las cifras de obesidad desde 1980 en algunas áreas de Norteamérica, Reino
Unido, Australia y China.

Según la OMS, la obesidad y el sobrepeso plantean un alto riesgo de padecer enfermedades


crónicas como la diabetes II, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, coronarias y
algunos tipos de cáncer.

De acuerdo a las estadísticas actuales, en 2010 Chile tendrá 4.350.969 personas obesas. De
ellas, 2.732.015 corresponderán a adultos, 1.294.649 serán niños y 324.305 adultos
mayores. Sumado a la población con sobrepeso, equivalente a 4.679.400 personas, se
alcanzaría un total de 9.030.369 personas. Es decir, casi 10 millones de chilenos afectados
por sobrepeso para el bicentenario.

Las cifras, publicadas en el número 11 de la revista Nutrición XXI del Instituto de


Nutrición y Tecnologías de Nutrición, Inta, son el resultado de un estudio realizado por
encargo de Nestlé para conocer la realidad y proyecciones de la obesidad en Chile y el
mundo.

Las cifras son inquietantes y han generado una serie de iniciativas que buscan atajar a
tiempo la epidemia que no sólo afecta a quienes la padecen, sino que constituye un
problema de salud pública, por los costos que significa para la administración el aumento
de personas enfermas. En Estados Unidos, país que supera el 50 por ciento de población
obesa, se gastan 500 dólares adicionales al año por paciente obeso.

Política fiscal

El diputado Fulvio Rossi (PS) está empeñado en promover una política fiscal en relación
con los alimentos como una manera de enfrentar de manera global la epidemia.

"La obesidad en Chile ha aumentado a niveles que están alcanzando el 50 por ciento de la
población, y a 20 por ciento de los niños de primer año básico. Esta situación está
relacionada también con que la primera causa de muerte en Chile son las enfermedades
cardiovasculares, y está claramente establecida la relación entre obesidad, colesterol y
enfermedad coronaria", dice Rossi.
La obesidad y el colesterol sanguíneo, cuenta el diputado, se relacionan con la
concentración de grasas saturadas, especialmente las llamadas grasas trans, que son las
grasas hidrogenadas, y particularmente, con los alimentos hipercalóricos como las bebidas
carbonatadas y la comida chatarra.

Rossi, quien preside este año la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, propone
una política fiscal que fomente la actividad física aumentando en un bloque de la jornada
escolar completa (dos horas) el tiempo dedicado a la educación física, además de manejar
la información nutricional de mejor manera a través de un etiquetado obligatorio para todos
los alimentos.

Junto con esto, se propone establecer una política fiscal de alimentos que permita
desincentivar el consumo de aquellos productos que son negativos para la salud de las
personas, las llamadas dietas aterogénicas.

El precio de los alimentos estimula la compra y consumo de una dieta alta en colesterol,
particularmente entre la gente con presupuestos para la alimentación más estrecho, por
tanto su adquisición se vería mermada al tener un gravamen especial (llamado también
impuesto a la grasa), lo que ayudaría a prevenir un número importante de muertes
prematuras al año.

"Los pobres, por sus restricciones materiales, se ven forzados a consumir productos que son
más baratos, pero menos nutritivos. Queremos que los alimentos saludables sean más
baratos y que, tal como se hace con el tabaco, en los alimentos nocivos se diga que
consumir tanta sal puede producir hipertensión, que consumir tanta grasa trans y colesterol
puede producir enfermedades coronarias", dice el diputado Rossi.

Para el diputado Fulvio Rossi está científicamente demostrado que la comida chatarra
produce obesidad y patologías en los menores y condiciona la aparición de problemas
vasculares coronarios precozmente.

Las compañías de comida rápida están preocupadas y han desarrollado en todo el mundo
campañas para ofrecer una dieta baja en carbohidratos a sus consumidores.

McDonald's presentó hace unos días un programa de nutrición (disponible en


www.mcdonalds.cl) que busca transparentar los contenidos nutricionales de sus productos,
además de ofrecer comida alternativa a sus clientes.

"Este programa de nutrición no pretende reemplazar el rol educativo troncal de la


comunidad científica-académica o gobierno, sino más bien ejercer un rol de apoyo y
complementario", dijo en el lanzamiento de la campaña Horacio Sbrolla, director general
de McDonald's.

Sin embargo, para los diputados Fulvio Rossi y Guido Girardi (PPD), esta campaña
constituye publicidad engañosa, por lo que se reunieron con el Sesma y Sernac para que se
investigue el caso. "Lamentablemente, McDonald's está incurriendo en publicidad
engañosa. Están diciendo, dentro de su información nutricional, que los requerimientos
calóricos de los menores son mayores que lo que realmente son para justificar la ingesta de
hamburguesas", dice el diputado Fulvio Rossi.

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