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La huida

Publicado por Wanderer jueves 29 de julio de 2010 43 comentarios

Sin quererlo casi, hemos caído en un tema interesante para discutir: frente al ya claro y violento desembarco
de los orcos, ¿debemos permanecer en la ciudad o conviene huir conforme al consejo evangélico? Dice San
Marcos en el capítulo 13: “Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel,
puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. El
que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo,
no vuelva atrás a tomar su capa”. La pregunta hoy es si no sería una buena idea “irnos al campo”, como
decía algún comentarista, y abandonar la abominación porteña o de las ciudades del interior.
Hace algunos años, cuando era más joven y recién había terminado de leer el libro de John Senior, no habría
dudado en decir: “Sí, lo mejor es huir”. Ahora no estoy tan seguro, y esto por varios motivos.
En primer término, las experiencias que conozco en este sentido, han sido, justamente, “desoladoras”. El
KKK (Kukú Kantry Klub), establecido en vecindades de la Finca sanrafaelina, nunca pasó de ser un
polvoriento sueño febril del Arconte en el exilio, y el Catholic Village de Fr. U. terminó, justa o
injustamente, envuelto en aires de estafa y corrupción. No conozco de cerca, ni de lejos, el caso de
Pichimahuida, pero se trata, más bien, de una experiencia familiar y no sé si puede ser extrapolada a una
comunidad “vecinal”. No conozco otras experiencias, y quizás las haya y exitosas.
Sin embargo, soy de desconfiar de este tipo de proyectos que tienden a construir de un modo previo y
racional lo que, en la realidad, ha surgido casi siempre de un modo natural. En Europa, por ejemplo, los
pequeños e idílicos pueblitos surgieron en los albores de la Edad Media, en torno a un monasterio (“en torno
al sagrario”, diría Senior), que se había establecido allí con un propósito muchas veces misional. Diríamos,
casi, el tañer de las campanas conventuales convocaron a los pobladores de la aldea. Si el proceso es a la
inversa –construyo racionalmente el proyecto y lo ejecuto- es bastante probable que termine fundando
“Fantasilandia”, que tendrá una duración limitada, y se convertirá, en el mejor de los casos, en una suerte de
Disneyworld católica o en una pintoresca comarca menonita, de la que saldrán todos peleados y
maldiciendo.
Es que, para vivir en una comunidad de ese tipo, todos necesitan de un inusual equilibrio psicológico, desde
el cura que los atiende espiritualmente, hasta el peón que ordeña las vacas, para afrontar y resistir las
tentaciones que sobrevendrán, y que serán varias, no siendo la menor la tendencia permanente a caer en un
espíritu sectario que termine llevando a los pobladores al autoconvencimiento tranquilizador de que son el
grupo de los elegidos.
¿No hay que huir entonces? No lo sé. Quizás todavía no sea el momento para la huída física y debamos
comenzar con una huida espiritual. No significa esto desconocer los grandes beneficios que tiene el vivir en
contacto con la naturaleza, como bien decía un comentador. El vivir en la tierra, en contacto con el reino
vegetal y el reino animal, es una vuelta a la orígenes y a la realidad profunda del hombre y, necesariamente,
el Padre de la Mentira odia a la realidad (y no “odia a la materia”, como decía el mismo comentador con
exceso de ímpetu, según mi modo de ver). Es decir, la vida en el campo, si bien vivida, es terapéutica en sí
misma. Pero lo mejor suele ser enemigo de la bueno.
Una solución de mínima sería tratar de vivir –y creo que todos los que nos juntamos en este espacio lo
hacemos de un modo u otro-, como “monjes urbanos”, y con esto quiero decir reservándonos espacios de
tiempo, e incluso espacios físicos, diariamente para hacer vida de monje, o de apartamiento del mundo y de
contacto personal e íntimo con el Señor, a través de la oración, la lectio, la lectura, etc. Si se tiene
posibilidades, puede ser una buena idea disponer de una suerte de oratorio en la propia casa: una habitación
pequeña transformada en “capillita”, donde el ambiente y el silencio inviten y favorezca esa vida
“monástica” urbana.
Otra medida podría ser adoptar el homeschooling, que posee una larga trayectoria y altas tasas de éxito en
Estados Unidos, y que en nuestro país se están dando experiencias muy buenas. No es fácil, ciertamente,
pero es posible, y habrá que ver a largo plazo cómo resultan los niños educados con ese método. Conozco
casos actuales que sorprenden por la madurez y “normalidad” que alcanzan algunos de estos “alumnos”, y
que es mucho más alta que la de sus congéneres formados en colegios convencionales. Una vez más, por
supuesto, los padres y educadores necesitan una dosis extra de sentido común y equilibrio psicológico
porque, caso contrario, se puedan arruinar vidas con bastante facilidad.
Una solución de máxima podría ser “copiar” el método medieval y comenzar a reunirse “naturalmente” en
pequeñas “poblaciones” en torno a monasterios por los cuales uno sienta una particular atracción: algunos se
irán a Chivilcoy con los Reparadores; otros al Cordón del Plata con los Orantes, y otros a Open Door con las
monjitas. Pero claro, no es nada fácil; más bien, es bastante difícil.
De cualquier modo, y como todos sabemos, es sólo cuestión de tiempo. Nos buscarán, y aún en medio de las
montañas, nos encontrarán. Oremos para que, al menos, nuestra “huida no sea en invierno; porque aquellos
días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este
tiempo, ni la habrá”.

43 comentarios:

San Isidoro dijo...

Wanderer, has tocado un tema que me ocupa y me preocupa, al que no le doy pocas vueltas.

Yo he llegado a la misma conclusión que tú en cuanto a lo de la huida. Es muy difícil por no decir
imposible, más cuando tienes mujer e hijos. ¿Qué pasa con los padres y el resto de la familia?

Sí es factible lo que tú has bautizado con el término de "monjes urbanos" - el concepto bien merece
un brindis -. Arremolinarse en torno a la Parroquia. Redescubrir el valor de la misma. No tendría que
ser un locum geográfico en el sentido clásico, es decir que los fieles pertenezcan a ella por
adscripición geográfica, sino unos fieles en torno a un sacerdote radicados en una Iglesia, donde
poder desarrollar una vida espiritual, donde se reciban los sacramentos y a su vez, sirva para formar
a los niños. Un sitio donde los niños puedan estudiar a Dante y a Santo Tomás.

29 de julio de 2010 17:50


chiquilín de bachín dijo...

Ni en chiste Wanderer, que me oxidaría entre vacas, faldas floreadas y largas, poemas gauchescos,
poca higiene, escazo desodorante y eucaliptos.

En calle Corrientes está escondido el depósito de moralidad que nos sacará del pozo. Hay que saber
buscarlo, como a un Grial, siguiendo las coordenadas que nos dejara Leopoldo Marechal.

Será entonces cuestión de armar una buena cuadrilla, de cinco o seis sagaces voluntarios, que
conocedores de los piringundines, cafetines y teatros, haciéndose pasar por turistas alemanes, nos
descubran el enigma.

29 de julio de 2010 17:58


Jacobita dijo...

Estimado Sr. Wanderer,

Escribo desde España, aquí les llevamos algo de ventaja en la preparación para el reino del
Anticristo: sodomonio lo tenemos desde hace años; desde el 1 de julio el aborto es (i)legalmente un
"derecho" (y así se enseñará en las escuelas) y se preparan leyes de "libertad (?) religiosa" (=
persecución anticatólica) y de eutanasia (es época de crisis económica, así que hay que eliminar a los
improductivos).

Algunos dicen que ahora es momento de plantarse y presentar batalla (aunque ya la tengamos
perdida). Yo, con menos fe, estoy pensando en emigrar a uno de los pocos países de América donde
el aborto todavía es un crimen. Me quedaría en España si pudiera irme a algún pueblo perdido y
vivir como hace 50años. Pero hace 50 años mis impuestos no se usarían para descuartizar a niños
antes de nacer o pervertirlos en las escuelas.
Sobre las "comunidades Católicas planificadas" estoy de acuerdo con usted, es muy difícil que
funcionen, suena como una especie de paraíso terrenal donde todos canten gregoriano sin desafinar.
Algo así como los experimentos del socialismo utópico, pero en Católico. Yo me conformo con
bastante menos, irme a vivir como un pecador entre otros pecadores a un sitio donde aún se respete
un poco la Ley Natural. En términos de "Un Mundo Feliz", vivo en la "metropolis civilizada" y
quiero escapar a la "reserva para salvajes".

http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Huxley/Huxley_MundoFeliz_01.htm

29 de julio de 2010 18:51


Anónimo dijo...

Estimado Don Wanderer: le dejo un link a la página de un instituto que al parecer guarda bastantes
semejanzas con otros casos comentados por Usted; hay una declaración del Comisario Pontificio
muy elocuente sobre las irregularidades en torno del "padre" fundador.

http://www.milesjesu.com/

Saludos,
Rodion

29 de julio de 2010 19:28


Anónimo dijo...

Les dejo un artículo de Messori:


Los eremitas de hoy viven en la ciudad

Juan

29 de julio de 2010 20:43


Anónimo dijo...

Después de meses sin confesarme, hoy me topé con la iglesia del Patrocinio (Ayacucho entre Sta. Fe
y la ex-Charcas). Buenos consejos del cura confesor; después me quedé a Misa de 18,00 hs,
haciendo el esfuerzo que siempre debe hacerse en estos casos. En fin, me fumé un eterno sermón de
un cura con pinta de ancianito bondadoso (P. Solano), que habló dulcemente del amor y la vida
cristiana. Al arrodillarme para comulgar, se negó, me gritó que me pare, me negué, le pregunté si él
sabiá más que el Papa, puesto que él da la comunión de rodillas. Me dijo "fuera", y se dio media
vuelta. "Sinvergüenza" fue mi respuesta en alta voz. Ahora estoy en mi reducto urbano, mi casa,
disponiéndome a rezar, y debo admitir que con tristeza por haber sido privado de lo que mi alma
necesita. Seguramente escribiré a Roma, etc., pero la ganas de prender fuego al cura, con las
diaconisas que lo rodean, y todo el circo de estos usurpadores de los templos, no me faltan.
Saludos,
Rodion

29 de julio de 2010 21:05


Anónimo dijo...

Don W
Creo que habría que precisar términos. En una guerra (y todo cristiano está en una, desde que nace
hasta que muere) “huir” es sinónimo de “desesperanza”; se huye porque no hay más que hacer y la
derrota ya es un hecho irreversible; se perdió toda esperanza por la que valga la pena seguir
combatiendo, cada uno que se valga por sí y “sálvese quién pueda”.
De lo contrario, si aún existe ánimo de combatir pero escasean las fuerzas, a lo sumo uno podrá
“replegarse” o “retroceder” para reagruparse, recuperar fuerzas y volver al combate.
No creo en “huidas escatológicas”, pues por el pavor de lo que vendrá no hacemos lo que debemos
en el hoy y ahora, que es donde se define nuestra salvación: en última instancia, es más probable que
nos pise un colectivo cuando salgamos de casa, en esta BsAs loca a que presenciemos el
Armagedón. Y, pragmáticamente, debería preocuparnos más lo primero que lo segundo.
Catolicismo no fue ni será jamás sinónimo de cuaquerismo y, menos aún, de escapismos pietistas.
Como bien dice, don W, el demonio es enemigo de la realidad; y esta enemistad se funda en que
detrás de la "realidad" que nos toca vivir, se esconde siempre el designio de la Providencia que nos
la ofrece como Cruz a llevar; y que cosa más a gusto del Enemigo que escaparse de esa Cruz, con el
afán utópico de crearse a medida una comunidad angélicamente descarnada e irreal. Podrá ser una
idea muy romántica pero es confinar a la levadura a que se pudra solita dentro de un "tapper".
Ésta es la realidad que nos tocó en suerte (por la Gracia de Dios) y hay que afrontarla: no existe ya
lugar seguro en este mundo; todo se ha transformado en un campo de batalla. Escaparse a
retaguardia y "pedir gancho" al enemigo para que nos permita reposar y acomodar nuestras "cositas"
espirituales o familiares es una gran ingenuidad: tarde o temprano lo tendremos sentado a la mesa.
Y los "hijitos de nuestra juventud"?. Se deberá cumplir lo del salmo: “serán como flechas en la
aljaba del guerrero, quien litigue en la plaza con su adversario no quedará derrotado”.
Entonces deberán sumarse a la lucha?. Si, y cuanto antes, mejor; ellos ya no solo no podrán disfrutar
del Dante o de Santo Tomás en un idílico retiro campestre, sino que, además, los deberán estudiar y
ponerlos en práctica en cada una de las trincheras, con los orcos frente a frente,(y hasta quizás, deban
usar los tres tomos de la Divina Comedia como proyectiles).

Carmelo, el guelfo

29 de julio de 2010 21:57


Anónimo dijo...

"¡Oh Atenienses!.¡Ciertamente, las cosas van mal y os desesperáis!. Pero equivocadamente.


Tendríais razón, en efecto, si habiendo realizado todo lo necesario para que las cosas marchasen
bien, las hubiéseis visto sin embargo estropearse. Pero las cosas han ido mal hasta ahora porque no
habéis hecho lo necesario para que fueran de otra forma. Os queda por hacer lo que no habéis hecho
y las cosas irán bien.¿Por qué, pues, os desesperáis ahora?".
Demóstenes"

29 de julio de 2010 22:02


Anónimo dijo...

Complicado el tema. Reconozco que me quita el sueño de vez en cuando y las opciones que ud,
amigo wanderer, ofrece, a veces aparecen en posibles horizontes.

Lo que no cierra es eso de la parroquia, que quiere que le haga, yo, sinceramente, no me fumo los
curitas con cara de buenos, no busco buenos confesores, no me arrodillo en la parroquia y ni le grito
al parroco o a algun esbirro, no miro diaconisas, no me fumo eso. Ni de monje urbano, ni de monje
rural, ni nada. Además, no quiero ser monje, quiero ser padre.

Post data: no se, hagamos algo, juntémonos. O no. Quizás sale Kukulandia, quizás sale Bella Vista,
quizás sale La Reja (eso es un monton de gente alrededor del monasterio) o quizás sale Saint Mary´s,
Texas. No se, complicado. a Veces me gustan y a veces me dan miedo.

El Séptimo Rey Mago

29 de julio de 2010 23:12


Anónimo dijo...

Ese no es un cura, si es cierto lo que dijo es un hijo de puta.


30 de julio de 2010 00:00
Lucho Paredes dijo...

Particularmente conincido con Carmelo y no creo que la huída esté en sintonía con el Misterio de la
Encarnación. Creo que uno de los grandes méritos del Cristianismo es meterse en el barro de la
historia.
La huida dejémosla para los cuáqueros y cierto puritanismo mal entendido.
El mal anida en el corazón del hombre y lo acompañará adonde quiera que vaya.

Saludos.

30 de julio de 2010 00:41


San Isidoro dijo...

Eremitas, dendritas, estilitas, etc. son católicos.

A los de Cluny no les fue mal.

Y como dice Santo Tomás, "principalior actus fortitudinis est sustinere, immobiliter sistere in
periculis, quam aggredi". La virtud de la fotraleza no es tanto aggredi (ataque ) como sustinere
(aguante).

30 de julio de 2010 05:52


Wanderer dijo...

Carmelo: Como Ud. bien dice, hay que discernir y aclarar términos. Una cosa es la lucha personal
que cada uno de nosotros debe combatir hasta el fin de sus días y que no admite huidas, sino sólo
retiradas para pertrecharse mejor. No otra cosa son los retiros espirituales.
Otra cosa es la lucha que libramos como Iglesia en medio del mundo que es nuestro perpetuo
enemigo. Esta última lucha SÍ admite huidas y, lo que es peor, admite derrotas. Ud. no está de
acuerdo con esas huidas a las que bien llama escatológicas. Es cosa suya, pero le recuerdo que el
Evangelio habla claramente de la huida cuando veamos los signos anunciados. Y nuestra fe nos
habla también de nuestra derrota provisoria en manos del Hijo de Perdición, sin reconquista posible.
Por otro lado, le guste o no, nuestra religión es escatológica, es decir, no pretende establecer un reino
en esta tierra, sino el retorno a la unidad originaria con Dios conducidos por el Verbo.
Admito que se abren dos discusiones posibles: 1. Los signos que vemos no son los signos del fin.
2. Ud es milenarista, o theilardiano, y espera la concreción de un reino temporal.
Habrá que discutirlo.

30 de julio de 2010 09:28


Juancho dijo...

Don Carmelo el Güelfo:

A mí ni se me ocurre hacer una experiencia de irme a ningun lado, ni siquiera lo del homeschooling.
Para eso hace falta que la familia te acompañe.

Sin embargo, no me animaría a decir que está mal hacerlo.

Además, esos sermones de "quedémonos en nuestro lugar, no nos salgamos de nuestro sitio, Dios
nos quiere ahí donde nos puso, hagamos, hagamos, hagamos, presentemos batalla, organicemos
cosas" que se yó, no me convencen.

Si otro arma algo, yo aplaudo y, si puedo, participo.


Me parece que bastante trabajo tengo con tratar de "ser".

Juancho.

30 de julio de 2010 09:40


Wanderer dijo...

Carmelo el Güelfo: El que va al desierto, no es un desertor. Nada de un desertor, sino más bien un
creyente que, en vez del activismo constructivo sólo en apariencia, ha decidido practicar otras
formas de caridad más efectivas desde la perspectiva evangélica: el cuidado de sí y de los suyos y la
oración por todos.
Gracias Juan por el vínculo al artículo de Messori.

30 de julio de 2010 11:48


Anónimo dijo...

¿Huída?

Ser católico -y amar su Tradición- es no olvidar la última vez que Cristo estuvo entre nosotros, en su
cuerpo glorioso, reunido con el Santo Padre en las afueras de Roma, la Ciudad Santa.

Y tuvieron este diálogo:

And he obeyed the brethren's voice and went forth alone, saying: "Let none of you come forth with
me, but I will go forth alone, having changed the fashion of my apparel." And as he went forth of the
city, he saw the Lord entering into Rome. And when he saw him, he said: "Lord, whither goest
thou?" And the Lord said unto him: "I go into Rome to be crucified." And Peter said unto him.
"Lord, art thou being crucified again?" He said unto him: "Yes, Peter, I am being crucified again."
And Peter came to himself; and having beheld the Lord ascending up into Heaven, he returned to
Rome, rejoicing, and glorifying the Lord, for that he said: "I am being crucified"; the which was
about to befall Peter.

30 de julio de 2010 11:53


Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Me parece que la retirada es, principalmente, hacia el interior, en el sentido agustiniano.

No se trata de desplazarse geográficamente -aunque que quiere que le diga, eso de huir a las
montañas en el marco del calentamiento global tiene miga- sino de hacer la "República dentro de
uno, ya que no es posible hacerlo en el exterior", como dijo el precristiano Platón.

La formación de comunidades artificiales con reglas prefijadas, como dice Wanderer, habida cuenta
de que las unidades serán individuos con habitus moderno, casi fatalmente devendrán en estructuras
sectarias. En cambio, juntarse para densificar la trama cristiana, apoyarse unos a otros, perseverar,
no sólo es recomendable, es necesario. Pero loosing bonds, al primero que reparta estatuto, brazalete
y consigna, patada ad extram.

Y es que tenemos reinos inmensos por reconquistar en nosotros mismos. Hemos perdido densidad,
consistencia ontologica y teológica, nos hemos desdivinizado, trivializado, dispersado. Nuestras
familias son, en el mejor de los casos, hélas, campos de adoctrinamiento. Deben ser monasterios,
unidades densísimas de zoe cristiano, usinas de vida intratrinitaria. Muy buena propuesta la de
Wanderer de ceder un espacio y un tiempo sagrados en nuestra morada, con un ícono a modo de
puerta a lo Sagrado.
No rumiamos, no meditamos, no contemplamos. Esa es la gran tarea, huir de nosotros hacia
nosotros, huir de nosotros hacia Dios.
Y confiarnos en la mano de Dios. Antes de ir a los montes, alzar la mirada a los montes "de donde
vendrá mi Socorro".

30 de julio de 2010 12:11


Anónimo dijo...

Los intentos de amistad terminaron en insinuaciones homosexuales o peores cosas, mi generacion


esta maldita, por tanto he decido no tener amigos más que Cristo y María, los ángeles y los santos, y
vivo mis días escondida en mi cuarto, con mi laptop, mis Misales Romanos, mis devocionarios y mis
100 rosarios colgados de una percha en el placard (por si se rompe uno tengo otro a la mano, no se
puede vivir sin un rosario en la mano segun mi entender) Estudio, trabajo, soy amable con todo el
mundo, pero no profundizo más que una sonrisa con la gente o un favor honesto, mi vida se limita a
mi pequeña habitación que mira hacia una pared blanca, pero que esta lleno de imágenes religiosas
que me observan y con las que dialogo... Al principio mi familia penso que habia enloquesido, pero
con el tiempo ahora dicen: Rezame para el final, rezame por mi amiga enferma, rezame etcc... y han
descubierto que es muy útil una persona que reza... Creo que el mejor escondite para un catolico es
la oracion, por lo menos es donde me escondo de las fieras que me rodean, y hasta ahora me ha ido
muy bien, nadie me ha lastimado y eso que estube con gente peligrosa, por ejemplo un diler que
insistia en que me drogara, para que se den una idea, mi casa es la única en muchas manzanas a la
que no han entrado ladrones ni una sola vez... casualidad? mmm...mientras en las otras han entrado
varias veces?? no me parece.

Dios protege a los suyos, no solo de un modo espiritual sino tambien material, porque tampoco nos
ha faltado nada en el plano material nunca.

Cukita.

30 de julio de 2010 12:20


Benigno dijo...

Wanderer,

Que temazo que ha tocado usted.


Yo soy un joven padre de 34 años con dos pequeñísimos hijos.
Y me estoy planteando eso de salir corriendo todo el día, la cuestión, al menos en mi caso es
compleja.

1) A mi modo de ver el enemigo esta en todos lados, incluso dentro de mi casa, de hecho ni yo ni mi
familia venimos del ambiente tradicionalista, y todo esto que estoy viendo ahora, si bien siempre fui
creyente, es nuevo para mi, ni hablar de mi mujer que me mira cada vez mas raro cuando le digo
algo relacionado con este tema (con esto no digo que mi mujer sea el enemigo, pero evidentemente
para muchos de nosotros es complicado desde el vamos la idea de agarrar todo y salir corriendo)
2) Por otro lado, huir al campo, pero adonde? De que vivimos? Como vivimos? A que Iglesia
vamos? A que colegio mando a los chicos? Que hago con mi familia (padres, tíos, etc.)
3) Me aterra la idea de la persecución y del martirio, no tanto el mío, sino el de mis hijos, pero si me
escapo, adonde voy a estar a salvo?, con quien?. Yo tengo varias armas de fuego, y poseo pericia en
el manejo de ellas, si me viene a buscar, ¿a cuantos me puedo cargar? ¿Hasta donde voy a
escaparme?

Por otro lado, yo veo que


3) Yo gracias al cielo no vivo en el centro ni siquiera en el cono urbano, con lo cual si bien el
enemigo esta por todos lados, yo me las puedo rebuscar para levantar murallas, corte el cable,
(solamente películas en DVD) la Internet por ahora no es un problema, la radio ni los diarios
tampoco) y tengo la posibilidad de cada día cuando vuelvo del trabajo estar con mis hijos, y
prestarles atención suficiente como para ir formándolos de alguna forma “mas limpia” que los otros
chicos.

4) Yo hoy por hoy tengo por ejemplo, a pesar de todo, misa tradicional a tres cuadras de mi casa y de
a poco los descendientes del Padre U están construyendo una Iglesia y ya tienen un pequeño colegio
al que quiero mandar a mis hijos a su momento y que además tiene una pequeña comunidad de
parroquianos, que vienen de varios lugares, y que parece bastante buena, no digo que sean amigos,
pero al menos son varios que están en la misma.

5)El otro día conversando por mail con otro forista, este me dio una muy buena idea, escaparnos no
podemos, tenemos que estar en esta juntos (los que somos del palo) a pesar de estar rodeados de
orcos, reuniones como este blog, es un ejemplo, por mas que nunca nos conozcamos en persona,
podemos compartir experiencias y conocimientos, podemos también ayudarnos entre nosotros a
conseguir trabajos, ayuda de todo tipo, etc.
El utilizo la palabra camaradas en el sentido bien entendido de la misma y a mi parece valida.

Conclusión
Finalmente, si bien sigo asustado por todo esto que esta pasando, ayer meditaba sobre como se
habrán sentido los primeros cristianos de las catacumbas, o aquellos que se enfrentaron a la herejía
arriana, o las invasiones musulmanas, o a la aparición del protestantismo o a la persecución de las
revolución francesa, en todos esos casos, me parece que para esa gente fue su Apocalipsis, si bien no
el definitivo, fue uno muy significativo, quizás esta sea una mas de esa, otra tormenta a capear por la
nave de Pedro, no menos grave no simple, pero quizás no la ultima. Lo importante es que esas
personas con su ejemplo nos dieron un ejemplo a seguir, Dios hizo que algo salga del sufrimiento de
esa gente para las generaciones venideras, por ahí eso es lo que tenemos que hacer nosotros para los
vengan después de nosotros. Yo por lo pronto voy a pelear en mi casa día a día, para que mis hijos
sepan que esta bien y que esta mal, les voy a enseñar a rezar y a hacer la voluntad de Dios, tratare de
rodearme de gente “del palo” en lo posible tratare de que mi familia también lo haga y a esperar
rezando.

Perdón por lo largo.

30 de julio de 2010 12:24


Lucho Paredes dijo...

Es verdad lo del monacato que dice San Isidoro. Pero también hay que decir que los ideales de
perfección de vida cristiana van cambiando con el tiempo. Para mi a buena parte del monacato
primitivo y del monacato medieval, Platón (de la mano de Agustín, entre otros)les jugó una mala
pasada y enfatizón un rechazo a todo lo "in-mundo" que me parece que no está muy en consonancia
con las Escrituras, sobretodo si tenemos presenta que "tanto amó Dios al mundo [...]"

Pd: tuve oportunidad de visitar en una vez a los monjes que están en Mendoza (Tupungato). Me
pareció interesante la propuesta, pero la primera impresión que me llevé es la ceirta soberbia (Cfr.
Juan Casiano) y altanería. Espero poder tener otra oportunidad para confirmarlo o corregir la mala
impresión

30 de julio de 2010 13:37


Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Y cabría darle una vuelta más de tuerca a esto de huir al desierto, más que en forma geográfica, en
forma espiritual.
Por ejemplo, con lo del gaymonio. Nosotros queríamos romper la libreta, pedir si fuera posible la
aniquilación del acto civil que nos "casó" (y eso que lo hicimos después del sacramento), porque no
podemos consentir un lazo que vale para el matrimonio como para las uniones sodomíticas. Que eso
es como llevar la marca de la Bestia.

Ha llegado la hora de abandonar estas instituciones, tomar las alas de águila y huir al desierto civil.
Los cristianos no podemos acudir al Registro Civil de la Ciudad de Sodoma. Urge una catequética
del vivir en la ciudad sin pertenecer a la ciudad. La Iglesia debería recomendar encarecidamente la
separación entre matrimonio y registración, desligar absolutamente el sacramento de cualquier
parodia civil del mismo. Esto era verdad cuando la ley de matrimonio civil y cuando la sanción del
divorcio vincular, pero ahora devine absolutamente necesario y testimonial.

30 de julio de 2010 14:42


Anónimo dijo...

Creo que no es lo mismo, por un lado, esas experiencias de 'fuga mundi' antes de tiempo y, por otra
parte, obedecer una fuerte recomendación evangélica de huir cuando lleguen esos tiempos. Hay -por
lo menos- una gran diferencia: el qué, el por qué, cómo y para qué de la 'huida' en cuestión.

Voy a contar lo que pienso, sin intención de desanimar a nadie. Sólo comparto mis reflexiones.
Parecería que cuando las papas quemen en serio, los que no tengan el signo de la bestia en la mano o
en la frente no podrán comerciar. Eso significa que el empleado que vivía con cierta seguridad será
despedido, si tuviese un ahorro y pensaba poner un kiosco para 'tirar' por tres años y medio, está
equivocado pues no podrá ejercer el comercio (ni comprar ni vender). Por la misma razón, los que
tienen actividad independiente, también quedarían con las manos vacías (del pan material). Ya no
recuerdo si esto de la prohibición de comerciar sale de algún Evangelio, algún profeta o del
comentario de alguien que estimo autorizado, pero me inclino por lo primero.

A eso hay que agregarle que las hordas furiosas -por lo que se puede ver- nos harán 'escraches',
pintarán y quemarán nuestras casas, maltratarán a nuestras mujeres e hijos en la calle, y tal vez
incluso se les muera un cristiano cada tanto. La policía y FF. AA. no perseguirán cristianos,
ciertamente, pero supongo que tampoco los defenderán. El Estado prestaría tácito asentimiento con
esta persecución de las turbas.

Entonces sabemos de qué huimos: de las turbas que nos persigan y de esa proscripción del comercio.

Supongo que es esa la razón por la cual el evangelista (creo que está en la carta a la Iglesia de
Laodicea, al comienzo del Apocalipsis) dijo que no debemos desesperar porque no habremos
terminado de pasar por todas las ciudades de Israel en nuestra huida antes que Cristo vuelva.

En cuanto a la expresión "ciudades" en este pasaje, lo entiendo como una expresión de lugar; pero
así como no nos está indicando que debemos mudarnos a Israel, tampoco debemos tomar lo de
"ciudades" al pie de la letra. Lo veo, reitero, como una figura para decir que siempre tendremos
adónde ir hasta el fin de los tiempos. En este orden de ideas, me parece que aun en los pueblos del
campo tendríamos problemas. El que conoce al pueblerino sabe que es tan sorete (de manera
diversa) como cualquier otro de ciudad.

Así las cosas, me parece que lo que se nos recomienda es huir apartados del mundo donde podamos
subsistir con el trabajo de nuestras propias manos y que no estemos expuestos a las amenazas de la
turba. Por ejemplo, campo adentro, con sencilla casa, animales de granja y vegetales para el
consumo. Y a aguantar sin colegios, sin OSDE, etc. En este contexto, tal vez sea mejor estar en una
pequeña comunidad de pocas familias, soportándose los unos a los otros.

Como dice Nimo, al menos así lo veo yo. Espero no desanimar a nadie. Y enseguida después, Cristo
vence. Y todos los prodigiosos males que nos acosaron se esfumarán, derrotados. Los monstruos no
serán ya ninguna cosa para nosotros. Y los que triunfen, reinarán con Cristo.

Tanenbaum.

30 de julio de 2010 16:04


Ultramontano dijo...

Estimado Wanderer; muy bueno el término "monje urbano", de echo con mi esposa ya lo hemos
puesto en práctica desde hace aprox. 7 años. Hemos armado un pequeño oratorio donde amén de
juntarnos a rezar, de vez en cuando pasa un sacerdote de Cristo a celebrar la misa Romana; " el Cielo
en la tierra".
Con un saludo in Xto.

30 de julio de 2010 16:29


Anónimo dijo...

Estimado don W:
Parece que se armó revuelo en la pulpería, lo cual no era mi intención. Si suena muy frontal lo dicho
no es por mal ánimo sino por no saber escribir de otro modo.
Debo confesar que me dejó pensando estas etiquetas de “milenarista”, “thelardiano” y “activista
constructivo” que tan sutilmente me endilgó. Pero le voy a evitar tener que dirigir la discusión por
estos rumbos y dos son los motivos:
1) Sin cuestionar lo escatológico, me preocupa poco el pensar en términos de “milenios” cuando,
como dije, no sé si hoy mismo no me tiran del estribo del San Martín: como bien Ud me recuerda,
ese será para mi (y no otro) el “retorno a la unidad originaria con Dios, conducido por el Verbo”, el
cual confió que sea feliz; como podrá ver, el donde huiré en caso de que me pille el Armagedón no
está en mis prioridades.
2) Soy bastante anticlerical como para seguir a ciertos curas, máxime si son (malos) jesuitas.
Mi tesis es que, en muchas ocasiones, estas discusiones escatológicas, en vez de alentar la Esperanza
no hace más que abrir el paso a la tristeza (¡los tristes y la tristeza!: de esos sí que hay que huir como
del mismo demonio). Dejemos de lado aquí, esa manía que tenemos los católicos de absolutizar
todo, de presentar opciones que caen dentro del campo prudencial, (ej: la “huida estratégica”) como
únicas opciones posibles frente al problema de la realidad.
Lo que percibo muchas veces, es que por este camino de la “circunspección escatológica” más que el
camino de la Caridad, se va abriendo la puerta a cierto tufillo maniqueista, esa vieja herejía que
siempre se encuentra entrelazada a la vida de la Iglesia y a los afanes de perfección espiritual:
tentación de considerar lo material, lo temporal como un mal necesario.
Que algunos se quieran hacer monjes urbanos, con mujer e hijos, o busquen la emulación de los
Ingalls, es una cuestión de opciones, y por ende requiere el ejercicio de la Prudencia. Pero remarcar
que esta no es la única forma cristiana, ni siquiera la mejor (y admito discusión) para resolver el
problema de la realidad, del “instaurare omnia in Christo”, creo que nada tiene que ver con el jesuita
o con la dialéctica “activistas vs espirituales”, excepto que el papa sarto haya sufrido un desliz
thelardiano.
Todo esto tiene que ver con que en el hombre se imbrica lo eterno y lo efímero; no podemos ni
debemos, aunque querramos, evadirnos del presente que nos toca vivir; no se trata aquí de una mera
opción espiritual; se trata de una exigencia impuesta por la “realidad” del hombre, por su “forma
sustancial externa”, por “la imagen previa y su medida”( Deus omniun entium est mensura), que
obliga a rechazar, sin concesiones, cualquier canto de sirena filomaniqueo.
Aquí la clave es y seguirá siendo, como bien apuntó Lucho, la comprensión que tengamos del
misterio de la Encarnación del Verbo. Dios ingresa a la historia, no para que el hombre huya de ella
sino para que participe y actualice con su obrar libre la obra de la Redención, por aquello de que “la
creación esta aguardando con ardiente anhelo la manifestación de los hijos de Dios”.
///
30 de julio de 2010 17:02
Anónimo dijo...

///
Y aquí es necesario, nuevamente, precisar términos:¿qué significa “activismo constructivista”?. Si es
la crítica al “hacer” sin tener en cuenta el “ser”, al poner la mirada en lo terreno olvidando lo eterno,
a toda clase de inmanentismo, ésta no puede ser más justa. Ahora si es un crítica velada a la
vocación activa por considerarla “impura”, “irrelevante”o “banal” en vista a lo escatológico, esto no
es lo que enseñó Cristo ni lo que sostuvo jamás la Iglesia: la levadura esta para fermentar la masa y
no para guardarla en un “tapper”. Que cada uno elija el mejor modo para hacerlo, esto es otro cantar.

No se trata de negar lo escatológico: es más, hay que tratar de apoyarse en esa Esperanza para
sobrellevar el hoy. Si los signos apocalípticos impondrán una huida, como ud nos recuerda, y si la
misma debe entenderse en forma literal, espiritual o de otra índole, no lo sé, es problema de exégetas
y deberán resolverlo los pobrecitos a los que les toque vivirlo; del mismo modo como hoy nos toca
resolver a nosotros los embrollos de nuestra época: lo que no se puede admitir, por simple lógica, es
que en vista de que sepamos hoy de que algunos deberán huir en un futuro (del que no sabemos ni la
fecha ni la hora), yo comience a huir hoy por si las moscas. De lo contrario, y bajo este argumento,
por ejemplo, toda la gran aventura de la cristiandad medieval tratando de edificar una ciudad
conforme al evangelio fue un mero “activismo constructivista”, un “pérdida de tiempo” en vista a la
actual apostasía de occidente y del eminente advenimiento del Anticristo. Pero a pesar de esta
posibilidad, el hombre medieval no “huyó” pues era dueño de una verdad hoy diluida: que sobre lo
único que Dios le había concedido potestad para obrar libremente era la realidad del instante
presente; ni el pasado ni el futuro le pertenecían: el primero estaba en mano de la Misericordia y el
segundo, en la de la Providencia. Por eso se puso a trabajar (cada cual en lo suyo) y dejó el resto a
Dios.
El tema de la derrota es otro tema interesante. Me permito corregir un punto: ud pone el énfasis en la
“derrota transitoria”; yo lo pongo en la “victoria permanente” ya ganada en la Cruz y a la que
estamos llamados a actualizar en nuestra vida personal y social. Indudablemente, combatir sin contar
con la posibilidad de ser derrotado, es de necios; pero no combatir por el temor de serlo, es de
desesperados. De yapa, es notable como todo filomaniqueismo esconde bajo ropajes espiritualistas,
un cierto regodeo masoquista, además de un determinismo respecto a todo obrar humano, el cual
pareciera sostener algo como lo siguiente: “concedo que la fe sin obras es cosa muerta (porque no
quiero ser protestante); pero para que la obra sea verdaderamente cristiana, debe necesariamente
fracasar en cuanto al logro de sus fines temporales; porque lo importante es lo escatológico y no el
hoy y ahora”. Y esto, que quiere que le diga, ya no solo no es cristiano, ni siquiera tiene una pizca de
sentido común. Por huir del inmanentismo corremos el riesgo de caer en el “escatologismo” de los
Tesalonicenses; y ya sabemos cómo cortó Pablo por lo sano; dándoles un mandato bien “activista”:
“Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” .
Lo de desertor, no creo habérselo atribuido a nadie en particular (revisaré lo escrito), por una sencilla
razón: estoy convencido de que todos somos “desertores” en algún aspecto, al igual que Pedro en el
huerto, cuando le escamoteamos a Dios lo que consideramos “nuestros” bienes (nuestro dinero,
nuestro tiempo, nuestra comodidad, nuestra paz, nuestra tranquilidad, nuestra familia, etc) y
comenzamos a vivir “desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo”. Y como nos
decía la nonna cuando venía el desasosiego. “Uaglio!, prende quella pala e vatene a lavorare la terra”
que, siendo analfabeta, se ve que conocía mejor a san Pablo que yo: “ A estos les mandamos y les
exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan”

Carmelo, el guelfo

30 de julio de 2010 17:02


El Príncipe Innocenti dijo...

Leí con gusto ese texto completo, ayer en mi casa.


Pero quería agregar algo porque releyendo lo escrito, me da la impresión de que me faltó letra para
decir lo que tenía en el magín.

Lo que quería decir es que la causa de la mujer trabajadora, la de los negros, la de la libertad sexual,
la de los putos, etc., semeja la de la viuda, el extranjero, el huérfano, etc., satánicamente.

Un fuerte abrazo,

30 de julio de 2010 17:47


Anónimo dijo...

siempre quiero estar en otra parte. Si me voy, al tiempo voy a querer huir a otro sitio. No por una
cuestion relacionada con la fe, sino porque me aburro de todo, inclusive de la gente o principalmene
de la gente.
En agonía y abatido por una realidad que no comprendo me muevo como una sombra con la
voluntad de luchar quebrada.

Dr. Jekyll

30 de julio de 2010 18:58


Anónimo dijo...

Malachi Martin dijo:

Gracias, Wanderer, por este tema de la "huida", absolutamente necesaria para los que quieran ser
hijos de la Mujer que huye al desierto...

Ludovicus, Ud. da en el clavo: "usinas de vida intratrinitaria"...

Éso es lo que tenemos que dejar hacer en nosotros a "Los Tres". "¿De dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor, que hizo el Cielo y la tierra". Hay que huir hacia adentro pero, más
aún, PERMANECER ahí. Sin ésto, los lugares exteriores no son solución, aunque ayuden un poco.

Gracias, de nuevo.

30 de julio de 2010 22:21


Anónimo dijo...

Estimados amigos, aqui les envio una pagina muy interesante que habla del tema de como ser
contemplativos en medio del mundo moderno.
http://usuarios.multimania.es/contemplatio/
Saludos
Jorge de Chile

31 de julio de 2010 23:53


Anónimo dijo...

Benigno, Carmelo, etc...

Recuerden lo de los romanos:

"Si gravis, brevis"

Merci.
L. P.

1 de agosto de 2010 19:35


El Opinólogo dijo...

El caso del juez Ferrín en España es un ejemplo de lo difícil que se está haciendo vivir como católico
en el mundo moderno.

Por atreverse, como juez de familia, a pedir un informe psicológico sobre la conveniencia de que una
niña fuera adoptada por una pareja de lesbianas, fue suspendido sin goce de sueldo por un año, con
prohibición de trabajar como abogado. Luego fue destituido bajo el cargo de prevaricato y ahora
parece que ni siquiera le permiten ejercer su profesión en forma privada por sus "antecedentes
penales". Cabe aclarar que Ferrin tiene siete hijos a su cargo.

He aquí parte de la noticia:

http://www.hispanidad.com:80/noticia.aspx?ID=137861

Me pregunto qué pasará en Argentina ante algún caso similar, con la nueva ley del homomonio, el
Consejo de la Magistratura al mando de la perversa Diana Conti y un poder judicial cada vez más
inficionado de progresismo.

Como abogado que vive de su profesión, leí con preocupación diversos comentarios de habitués de
este foro que, a lo largo del tiempo, expresaron cuán difícil se hacía hoy en día trabajar en este rubro
sin ofender a Dios.

Creo que varios de mis colegas que leen este blog sabrán cuán frecuente es tener que tratar con
clientes que pretenden que defendamos lo indefendible y cuán difícil es salir del trance sin perder la
gracia ni el sustento.

Creo que, por ser derivación directa del tema que venimos tratando y por afectar seguramente a
muchos de los lectores, sería útil dedicar un post a la cuestión.

1 de agosto de 2010 20:00


Anónimo dijo...

Opinólogo, comparto su preocupación, y también me pregunto si nos es lícito continuar ejerciendo la


profesión de abogado. Lo mismo para los Jueces e inferiores en grado en la carrera judicial. Con
leyes inicuas, que habrán de aplicar, ya no creo que sea válido refugiarse en el poder judicial.

Y entonces entra el tema de la huida, y lo que dice Ens al respecto:

"Más y más, en la Argentina se va conformando un cuerpo legal que, por lo que se ve, muy
probablemente le impedirá efectiva y realmente a un católico cualquiera decir, profesar y practicar
su credo, y se verá entonces si está dispuesto a afrontar las consecuencias, cosa que es fácil de
baladronear pero no tan fácil de hacer llegado el caso." (Aplicable a casi todas las profesiones y
trabajos, dicho sea de paso)

Y yo que me quiero escapar, o al menos retirarme a un lugar más tranquilo, pero luego pienso que
necesito plata para hacerlo, y sigo, y la pifio otra vez.

No es fácil, tiene razón Ens.


Monseñor Fusilado.

"Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar"

2 de agosto de 2010 09:51


Anónimo dijo...

A los futuros esposos: ¡Por favor vean bien con quien se casan!. En estas cuestiones necesitarán el
apoyo de su cónyuge.

Si no es una batalla perdida con los hijos, sobre todo del lado de la mujer. En mi caso no puedo
hacer que deje de ver Tinelli y demás detritus culturales, incluso con mi hija.

Ayer ví "Gifted Hands" que hermosa película, la recomiedo, esas son madres de veras.

Desde el ostracismo, Tribunus Plebis.

2 de agosto de 2010 21:47


El Séptimo Rey Mago dijo...

Tribunus,

Ud, que tiene experiencia ¿que recomendaría? Tenemos hijos y los largamos a la vereda? los
metemos en un colegio del estado, en uno católico (esos donde tienen clase de religión, o algo asi y
además usan uniforme), los metemos en un colegio de alguna secta simpática o hacemos uso de la
"escolarización hogareña"?

Yo pienso de vez en cuando en los tipos que, ya teniendo hijos, se quejan amargamente por los
colegios donde los inscriben.

Me pregunto: por que los inscriben? por que no alquilan una quinta con varias habitaciones, ponen
guita para los sueldos y hacen un colegio (si quieren, uno que en realidad sea una simple tapadera: el
título te lo entrega algún colegio ralefu acelerado, previo convenio sencillísimo y chau pinela) para
mandar a sus hijos y a los de otros que también esten en la misma?

Ah... si, ya se! unos son conservadores, otros moderno-tradicionalisto-liturgicos, otros ucatomistas,
otros "gente del palo" y nada más, otros lefebvristas, otros quien sabe que.

Se matarían a tiros antes del primer recreo de la mañana.

Una pena, si algo así existiera, yo mandaría a mis hijos, quizás daría clases o una mano y
seguramente iría a las reuniones de padres donde, indefectiblemente, me mataría con los demás por
los motivos que nombro ut supra. Eso si, si pensaramos un poco, "entre bueyes no tendría que haber
cornadas", pero las hay. Una pena.

EL SEPTIMO REY MAGO

3 de agosto de 2010 16:59


Anónimo dijo...

Estimado Séptimo Rey Mago y demás amigos:


S.O.S. ¡Por favor!

Todo está podrido.


Recién me entero que en el Poder Judicial donde yo trabajo, en Córdoba, se decretaron TRES dias de
asueto porque no anda la calefacción !!!!!!.

No salgo de mi estupor; jueces y camaristas que caen a las 10 de la mañana y se van a las 13 tienen
un poco de frío y en el salón de los pasos perdidos del Palacio de Justicia realizaron un "aplauso" de
protesta, jueces, fiscales, etc... Y ahora porque les hace "frio" (¡afrancesados de m ...!) no se labura
por tres días.

Soy funcionario de ese lamentable, pusilánime, vago, antro de molicie, y todo lo que se les ocurra
que es ese Poder Judicial.

Porque mi flia., yo, y algunos otros, comemos de ese sueldo renunciaría por mi dignidad, que debo
resignar por mi mujer y mi hija. Creánlo o no me significa un gran sacrificio.

Por eso piénsenlo antes de casarse y Uds. curas también cuando alegremente quieren nupcias para
Uds. Conserven la libertad de Cristo, no como este pobre infeliz.

Por supuesto que el asueto al carajo yo voy a ir a trabajar.

Ayuda, amigos, ayuda.

Tribunus Plebis.

3 de agosto de 2010 22:59


El Séptimo Rey Mago dijo...

Amigo Tribuno de la Plebe,

Entiendo que se pueden (y se producen) suscitar dilemas y problemas de orden moral por
conchabarse en el Poder Judicial (su caso), Ejecutivo, Legislativo u otros organismos estatales,
paraestatales y no estatales del andamiaje burocrático argentino.

Entiendo que, además, preferiríamos vivir de algo digno (three acres and a cow! diría Chesterton) y
dignamente ganarnos los mangos, o aún más, leer en casa y que la comida, ropa y otros gastos sean
abonados de alguna forma.

Entiendo todo eso, me sucede en parte, lo que me pregunto es otra cosa:

¿Estaremos disgregándonos? ¿Estaremos alejándonos los unos de los otros? Quizás por eso tenemos
tanto miedo, quizás por eso hay tribulaciones en torno a estas cuestiones, quizás lo que se está
pudriendo en el "lugar común" (no en sentido figurado, sino, estrictamente la existencia misma de
los lugares concretos, contantes y sonantes).

Ud dice que está en el ostracismo. ¿No cree que deberíamos cuidar un poco más el lugar? así,
cuando retorne Ud, y cuando retornen otros tantos, haya donde retornar.

Quizás nos quedamos dormidos. Colgados. Inertes. Quizás los decretos del Lord Ivywood de "The
Fliying Inn" del gordo Gilbert nos han paralizado. Quizás todavía podemos, por un ratito, conservar
nuestras tabernas, nuestras posadas, nuestras hosterías. Quizás todavía contamos con algún tiempo y
no necesitamos andar errantes con nuestro queso y nuestro barril de ron.

A eso me refería cuando hablaba, en el comentario anterior, sobre los colegios para los hijos
(nacidos y por nacer).
¿A donde huir? ¿por que huir? Estamos dejando que se desmorone nuestra (o nuestras) tebaidas y
eso nos congoja, aunque impávidos.

Salvemos la ropa, ganemos nuestros sueldos, honradamente, sin duda, pero ganémoslos, que
nuestras mujeres, novias, hijos, hijas tienen que comer, vestir, dormir calentitos y tener algún lujo de
vez en cuando.

Fijese, amigo Tribunus Plebis, que nosotros nos damos nuestros lujos, tenemos nuestro aire, aquí,
por ejemplo. En patios traseros aunque escarche por la mañana, en departamentos donde el humo de
cigarrillo no se disipa, en casas propias, en casas de amigos (¡amigos!, en casas de amigos de
amigos, donde nos amistamos, con estos últimos), en lugares comunes. En esos lugares donde se
repite eso de Lewis sobre el origen de una amistad: "You too? I thought I was the only one".

No se si cuidamos esos lugares comunes, mi amigo.

Creo que es peor eso que cobrar un sueldo de un ente burocrático y aún, de uno perverso.

No cuidamos lo propio. No se si podemos decir eso de Saint-Exupery: "Velan conmigo —decía yo


—, únicamente los angustiados y los fervorosos. Que reposen, pues, los otros. Los que han creado
durante el día y que no tienen vocación para permanecer a la vanguardia".

Ojalá (quiera Dios) que lo sigamos haciendo, al menos, un tiempo. Ya nuestros padres (no se de que
generación es usted) dejaron que se pudran los lugares comunes, mis hijos (cuando los tenga) no me
perdonarían jamás no heredarlos. Creo que los suyos tampoco.

El Séptimo Rey Mago

4 de agosto de 2010 00:59


Anónimo dijo...

Tribunus Plebis, dejá de quejarte y bancátela.

Un amigo

4 de agosto de 2010 12:08


Anónimo dijo...

Séptimo Rey Mago,

Mis hijos me perdonan todo, con tal que les arrime unos morlacos.

4 de agosto de 2010 17:33


Anónimo dijo...

Séptimo Rey Mago, creo que tiene razón.


Es la lucha por el derecho que decía von Ihering
Tribunus, volviendo del exilio

4 de agosto de 2010 21:39


Anónimo dijo...

PSICOLOGIA 1959 - 2009


Los niños o adolescentes del 59 somos los abuelos de los niños del 2009,
sus padres son nuestros hijos
¿ Los supimos educar.........?
¿Como padres que opinión tienen de ellos..........

1959 vs 2009

Escenario 1: Juan no se queda quieto en clase. Interrumpe y molesta a los compañeros.

Año 1959: Va a la dirección, se queda parado 1 hora, sale el director lo caga a pedos y vuelve
tranquilo a clase.

Año 2010: Lo derivan al depto de psiquiatría, lo diagnostican como hiperkinético, trastornos de


ansiedad y déficit en atención ADD, el psiquiatra le receta Rivotril ó RITALINA. Se transforma en
un Zombi. Los padres tramitan una subvención por tener un hijo discapacitado.

Escenario 2: Luis rompe el cristal de un coche en el barrio.

Año 1959: Su padre saca el cinturón y le emboca unos cuantos cinturazos en la cola..
A Luis ni se le cruza por la cabeza hacer otra nueva "cagada", crece normalmente, va a la
universidad y se convierte en un profesional exitoso

Año 2009: Arrestan al padre de Luis por maltrato. Lo condenan a 5 años de cárcel y por 15 años
debe abstenerse de ver a su hijo Sin la guía de una figura paterna, Luis se vuelca a la droga, delinque
y queda preso en una cárcel especial para adolescentes.

Escenario 3: José se cae mientras corría una carrera en el patio del colegio, se raspa la rodilla. Su
maestra, María, lo encuentra llorando y lo abraza para reconfortarlo...

Año 1959: Al poco rato, Juan se siente mejor y sigue jugando.

Año 2009: María es acusada de abuso sexual ,se enfrenta a tres años de cárcel. José se pasa cinco
años de terapia en terapia. Sus padres demandan al colegio por negligencia y a la maestra por daños
psicológicos, ganando ambos juicios. María renuncia a la docencia, entra en severa depresión y se
suicida..

Escenario 4: Disciplina escolar

Año 1959: Hacías kilombo en clase.. El profesor te metía dos buenos castañazos. Al llegar a casa tu
viejo te propinaba otros dos.

Año 2009: Haces kilombo. El profesor te pide disculpas para reprenderte y se queda con culpa x
hacerlo . Tu viejo va al colegio a quejarse y denunciar al docente y para consolarte te compra una
moto.

Escenario 5: 31 de octubre.

Año 1959: Llega el día del cambio de horario de invierno al horario de verano. No pasa nada.

Año 2009: Llega el día del cambio de horario de invierno al horario de verano. La gente sufre
trastornos del sueño, depresión, falta de apetito y celulitis.

Escenario 6: El fin de las vacaciones.

Año 1959: Después de comerse una caravana interminable con toda la familia metida en un Fiat 600,
tras 15 días gasoleros en la costa, se terminan las vacaciones. Al día siguiente se trabaja y no pasa
nada.

Año 2009: Después de volver de Cancún, en un viaje 'all inclusive', se terminan las vacaciones y la
gente sufre del síndrome del abandono, pánic attack y seborrea....

¿CUÁNDO FUE QUE NOS VOLVIERON TAN PELOTUDOS...?


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5 de agosto de 2010 07:14


Anónimo dijo...

La respuesta está al principio los del 59 son los padres de los padres de los niños del 2009...
A no joder con boludeses!!

5 de agosto de 2010 21:43


Anónimo dijo...

Estimado Señor Septimo Rey Mago, conosco muy bien La Reja, y no veo ni encuentro ningun
monasterio con gente a su alrededor....

12 de agosto de 2010 20:05


Anónimo dijo...

Último anónimo:

Todo lo que usted quiera, pero si hay algo que se parece a una ciudad en torno a un monasterio
medieval, siendo éste el verdadero corazón del lugar, es La Reja.

Es verdad, no es un "monasterio", es un Seminario. Esa es la única diferencia.

Le pongo un ejemplo: al rejense qué le importa más, la policía o el padre Olmedo? Dónde reconce la
autoridad, fuera o dentro del Seminario?

La Reja es un reducto que tiene todo lo que católicamente se pudo mantener del medioevo sin caer
en ningún espíritu sectario (si usted conoce La Reja realmente lo sabe bien), gracias a Dios.

Rejense.

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