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Usando nuestros aspectos.

Mirando nuestra carta natal vemos distintos tipos de aspectos. Los hay tensos, bloqueantes,
también livianos, fáciles, fluidos. Hay aspectos irritantes, molestos, y los hay también
cómodos y amables.
La pregunta es: ¿Si este cielo representado en nuestra carta natal ya no está, en dónde están
ahora esas energías? La respuesta puede ser: dentro nuestro, impreso en nuestro ADN,
magnéticamente activos en cada una de nuestras células. Ese estado del cielo está archivado
en la esencia misma de nuestra memoria y desde allí sigue actuando, influenciando nuestros
actos, pensamientos, sentimientos, emociones y sigue fabricando nuestro futuro
proyectando esas influencias en el tiempo.
Podemos ver nuestra carta natal como una semilla. Dentro de esta semilla está guardada
toda la información que luego desarrollará la planta. Podemos incluso en esta semilla
entrever la historia misma de esa especie.. Las dificultades y transformaciones que atravesó
en su evolución, las cosas que aprendió, las adaptaciones, los caminos equivocados, los
atajos y los desvíos hasta llegar al momento actual, en donde disponemos de toda esa
historia viva dentro de cada una de esas semillas, o para seguir con la idea anterior, en cada
una de nuestras células.
También hay en esa semilla un sentido, un propósito, una función de esa planta dentro del
ecosistema. Hay una fina sincronización con otras especies de plantas, de animales, con el
clima, con las necesidades del entorno. Hay plantas como el epilobio que crecen en lugares
donde ha habido un incendio, o se ha construido una ruta, en lugares en donde la tierra ha
sufrido algún tipo de trauma. Hay plantas que son las primeras en crecer luego de una
erupción volcánica, plantas que se han especializado en lugares y situaciones que otras
plantas no soportarían. También hay personas así.
Es importante ver que toda la información dentro de nuestras células esta disponible
siempre, nos pertenece, es nuestra historia, nuestra herencia, nuestros ancestros. Depende
de nuestras elecciones lo que haremos con ella. Nosotros tenemos todas las herramientas
con las que nacemos, simbolizadas en nuestra carta natal. Algunas son heredadas, otras son
potenciales herramientas a fabricar y sólo tenemos la materia prima para hacerlas.
Estas cosas normalmente las buscamos analizando los Nodos en la carta natal. Ellos nos
dan la información de lo que traemos y de lo que venimos a desarrollar. Pero en realidad se
refleja en toda la carta, en todos los planetas, en sus estados cósmicos, en sus aspectos, en
sus posiciones por casa y por signo, en su distribución por hemisferios, etc. Todo nos habla
de lo que traemos, de donde venimos y los posibles caminos.
La carta natal es un gran mapa, pero no es el camino. La carta natal nos informa nuestra
situación, no nos determina ni nos muestra el resultado de nuestras elecciones. La función
del mapa es ubicarnos, no determinar la dirección.
Así que todo lo que este gran mapa muestra está disponible en todo momento. No es
necesario esperar nada, ni intencionar nada. No es necesario que un planeta venga por ej. a
activar un trígono o una cuadratura. No es necesario esperar la Revolución Solar o Lunar
adecuada para utilizar un aspecto. Estas técnicas pueden mostrarnos el momento en el que
aprovecharemos más fácilmente un buen aspecto o que sufriremos mas probablemente uno
malo, pero estos aspectos ya están activados en nuestra carta natal desde el momento de
nuestro nacimiento.
Esto significa que siempre que por ej. necesitemos ese trígono de nuestra carta podemos
estirar la mano y usarlo. Siempre que lo elijamos podemos sentir esa tensión, ese callejón
aparentemente sin salida de la cuadratura.
Los aspectos se pueden activar por presencia, por recuerdo o por imaginación. Y en el
juego de fuerzas, en la dualidad de energías que representan, no está marcado el camino al
igual que no lo está en la carta natal. El camino se construirá con la elección que hagamos
de estas energías.
Tenemos por supuesto, la opción mecánica, la inconsciente, de dejar que estos actúen
cuando por ej. un planeta por tránsito o progresión los activan. O tenemos la opción
consciente, voluntaria, elegida, de utilizarlos ante las situaciones que se nos presentan tanto
internamente como externamente en nuestra vida.
Muchas veces nos preguntamos cómo sabemos si una persona es mas o menos
evolucionada al mirar su carta natal. Creo que en la medida de mecanicidad que tenga la
persona encontraremos la respuesta a esa pregunta. Cuanto más literal sea la carta, cuanto
más mecánicamente reaccione la persona a sus tránsitos, a sus progresiones, revoluciones,
etc., tanto menos evolucionada será y no importa si son aspectos aparentemente buenos o
malos.
Se ha dicho que las cuadraturas son las que nos hacen evolucionar por el desafío que
representan. Se ha dicho que los trígonos a veces son cómodos y nos pueden llevar a la
indolencia. También podemos decir por ej. que los trígonos nos muestran la salida a las
cuadraturas. Podemos decir también que las cuadraturas son los problemas y los trígonos
las respuestas. Si vemos la carta natal como un organismo vivo (que es lo que realmente
representa), vemos que está autoequilibrada ya que trae consigo preguntas y respuestas.
Pero no podremos comprenderla así si la vemos como algo mecánico, determinado y rígido
que solo está marcando inevitablemente tristezas y alegrías.
Por eso, estudiemos nuestras cartas, utilicemos nuestras cartas, pero no nos encerremos
dentro de ellas ya que esta actitud estará mostrando que estamos confundiendo el mapa con
el camino.

Daniel González
daninet2@gmail.com

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