KARL MARX EL CAPITALCarituLo XV MAQUuINISMO Y GRAN INDUSTRIA 1. Desarrollo del maguinismo, Desarrollo de la gran industria. I1. Valor transmitido por la maquina al producto. 111. Trabajo de las mujeres y de los nis. Prolongacién de la jornada de trabajo. El trabajo més intensificado. IV. La fabrica. V Lucka entre el trabajador y ta miquina VI. La teoria de la compensacién. VIL, Los obreros alternativamente rechazados de la fabricay atraidos por ella. VIII. Supresién de la cooparacidr fundada en el oficio y en la division del trabjo, Resccién de 1a fabrica sobre la manvfactura 3 el trabajo a domicilio, Tansicion de la manufactura modem y del trabajo domiciiario a la gran industria. IX. Contradiccién entre la naturaleza de la gran industria y su forma capitalisea. La fébrica y la instruccién. La fabrica y la familia. Consecuencias revolucionarias de la legislacin de fabrica. X. Gran industri y agriculture, 1, DesaRROLLO DEL MAQUINISMO Como todo desarrollo de la fuerza productiva del trabajo, el em- pleo capicalista de las mquinas sélo aspira a disminuir el precio de las mercanefas y, en consecuencia a aminorar la parte de la jornada del obrero que trabaja para sf mismo, a fin de prolongar la otra parte en que trabaja para el capitalista. Como Ja manufactura, es un méwodo particular para fabricar plusvalia relativa. La fuerza de trabajo en la manufactura y el instrumento de trabajo ena produccién mecdnica son los puntos de partida de la revolucién industrial, Por lo tanto, conviene estudiar de qué modo el instrumen- to de trabajo se ha convertido de utensilio en miquina, precisando asi Ja diferencia que existe entre la tltima y el primero.owssqr je wevorouny anb axoadsa vurstur x] ap soyisuain-seumbew ap upresawoyfe run owos ‘ourua92 sound ua ‘eiussead as -eouqEy ee seumbyw: se] ap oajduia jp ua opepuny say [ap eidosd wan0y 2] 4 ‘souorseiado sey sepor einoals onb ‘orisuan-eembpur ewstut ey sod aiuauserajdusos worqey as Oonpo.d [> ‘oseo sswad [> wy eANe]}} ¥] UD 130 OWOD ‘saIuDZapIp seu “yun seysnus ap ug:seurquios en o “ojduuals 10d ‘opilaa jp ue out09 ~ satuvlouras seumnbyur seypnur ap uproesadooo ey :seiunsip sews0} sop soouois viuasosd oanonpo.d ousstuesou jap ormluos [yf “sor pA sexfonut OIUaTUNTAOUT 9 IouOd spond 1o10U OOS up, wopersdo ap ousurssu jap our819 ofdunis ap es080Iv9 Bf v aptorosap ‘exzisnpur upronjoaas P| gandineut anb ‘omsuatn-vumbyur vf ‘eueuiny eziong ¥] 9p sous so] ap 2020u Jp eA opediouewy ug!oo" ns sure[o9x as apuop HIP aszeyeasut a aszeuzodsuesa pond ~en8e [> Uo spoons owos- eanreu zINOUE vzZaN} Bj ENUEROUD 9s apuop saperoadse sazeSnj so] uo suo9uny xo10W as9 anb vsioaad uoID {puod s2 Ou OUD ‘spuIapY “aiquioy [9 10d auourerDajZod wor 9s viouaiod ap opes$ openuiy: odno A “ugqueo A unde opuaruinsuos ‘zenow eziany eidoad ns owsnu Js sod sexpua8uo ap zedes 2010 un omuosue as neji op zodea v euinbyus ua oj9s oxad fenge pe A oauata qe ‘ojfeqe> je oundax as sy “sojesnieu sezsany semn0 10d 301 -ow op jaded ja ua ‘axquoy je sezejduroo3 onsesazou epinas uo zy 9 ‘oxquioy 9 20d epraouu euInbpu! 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Asi, una fabrica de tejidos est formada por la reunién de muchos telaces mecénicos. Pero existe aqui una verdadera unidad técnica, en cuanto estas numerosas méquinas-uten- silios reciben uniformemente su impulso constante de un motor co- min. Ast como numerosos utensilios forman los érganos de una maquina-utensilio, también numerosas méquinas utensilios forman otros tantos Grganos semejantes de un mismo mecanismo motor. Encl segundo caso, cuando el objeto de trabajo tiene que recorrer una especie de transformaciones graduales, el sistema de maquinis- mo las realiza merced a maquinas diferentes, aunque combinadas entre si. La cooperacién por division del trabajo que caracteriza a la manufactura, surge también como combinacién de maquinas de operacidn fraccionarias. Sin embargo, se manifiesta inmediatamente una diferencia esencial; la divisin manufacturera del trabajo debe tener en cuenta los limites de las fuerzas humanas y s6lo puede esta- blecerse con arreglo a la posibilidad manual de las diversas opera ciones parciales; por el contcario, la produccién mecénica, emanci- pada de los limites de las fuerzas humanas, funda la division en muchas operaciones de un acto de produccién, en el anilisis de los cipios constitutivos y de los estados sucesivos de ese acto, mien- tras que la cuestidn de ejecucién se resuelve por medio de la mecani 1, etc, Asi como en la manufactura la cooperacién inmediata de los obreros encargados de operaciones parciales exige un niimero pro porcional y determinado de obreros en cada grupo, de igual manera, en la combinacién de maquinas diferentes la ocupacién continua de unas por otras, suministrando cada cual ala que sigue el objeto de su trabajo, erea una relacién determinada entre su nimero, su dimen- sion, su velocidad y el nitmero de obreros que se debe emplear en cada categorfa. Cualquiera que sea su forma, el sistema de miquinas-utensilios que marchan solas bajo el impulso recibido por transmisién de un motor central que engendra su propia fuerza morriz, es la expresién mas desarrollada del maquinismo productivo. La maquina aislada se ha sustituido por un monstruo mecénico, cuyos gigantescos miem- bros llenan edificios enteros. | CCarimuto XV. MaguinisMo ¥ GRAN INDUSTRIA / 133 DESARROLLO DE LA GRAN INDUSTRIA La divisién manufactorera del trabajo dio origen al taller de cons- truccién donde se fabricaban los instrumentos de trabajo y los apa~ ratos mecénicos, ya empleados en algunas manufacturas. Ese taller, con sus habiles obreros mecénicos, permitié aplicar los grandes in- ventos y en él se construyeron las méquinas. A medida que se mul- iplicaron los inventos y los pedidos de maquinas, su construccin se dividié en ramos variados e independientes, desarrollindose en cada uno de ellos la divisién del trabajo. La manufactura, pues, cons tituye histéricamente la base técnica de la gran Las méquinas suministradas por la manufactara hacen que ésta sca reemplazada por la gran industria. Pero, al extenderse, la gran indus- tria modifica la construccién de las maquinas, que es su base técnica, y la subordina a su nuevo principio: el empleo de las méquinss. Asi como lz miquina-utensilio es mezquina mientras el hombre lamueve, y asi como el sistema mecénico progresa lentamente, mien- tras que las fuerzas motoras tradicionales animal, viento y aun agua— no son reemplazadas por el vapor, as{ también la gran industria mar- cha con lentivud, mientras que la méquina debe su existencia a fuerza y habilidad humanas y depende de la fuerza muscular, del golpe de vista y de la destreza manual del obrero. Esto no cs todo. La transformacién del sistema de produccién en tun ramo de la industria implica una transformacién en otro. Los medios de comunicaciéa y de transporte, insuficientes para el au- mento de produccién, tuvieron que adaptarse a las exigencias de la gran industria ~caminos de hierro, paquebotes, transatkinticos~. Las enormes masas de hierro, que por efecto de esto fue preciso prepa- rat, necesitaron monstruosas méquinas, cuya creacién era imposible para cl trabajo manufacturero, La gran industria se vio, pues, en la precision de dirigirse a su medio caracteristico de prodiuccidn: a la misma maquina, para pro- ducir otras maquinas. De este modo se eres una base técnica en ar monia con su principio. Teniase ya en la maquina a vapor un motor susceptible de cual- quier grado deseado de potencia; mas para fabricar méquinas con idustria,-200Ur 59 so1Ntuy] uM ENUANoUD seuINbeEL se] 9p O2|du9 Jo ‘oReeq SELL ononpoud [2 49984 ap o1pau owoo aiuoureatsnjoxa opesaptsuos ‘ouessoau ofegen op od -wort nse ‘oduran aise ap aured wun & yendt so stuowejos < uenstur -ns anb ofeqen ap oduron yo opos v ayzainbo ou ‘ezvjduises sauoinb ¥ soxaiqo so] ¥ opefed opoid owsnu [> onb sestuowu ‘ofeqesmazq -os & opresanau ofeqen uo ‘efey as odusois a1so ap onb uolstatp ef 22 -oinbjens eas “e[]9 us opmaiuoo ofeqen op oduion > opor v apeainba ‘s9 0289 ‘s07ta ns esoadya vumbeur vj ap o1vasd jo ‘oraje ug “eUusIUL vp eiuasoxdas amb yap ofequn ap odwan sew ezefdusoos vurnbyws Y] osvo 389 us sond ‘o1onpord |e oprmusuen z0[ea Ja eAnunwustp onb opiduur ou ‘ezejdwoos anb ofeqes ap svzsony se] ap vadurod vy ow109 ‘nue o3sano eumnbyut vun ap exdwoo ey anb ja o19g “59 ap s0[ea Pp efeq ou ‘on o} 10d ‘4 eyoursz9u vun ap ugloonposd x] a81xo anb ofegen ap [eon pepnuva x] eXnunusip ou ‘osn ns vznUOUOD9 OLD oleqen ap oduon ome oprise8 ey os euinbew vun ap uoisanpord LUD Ig “ofeqean ap seBnj ap orqures ajdus un Aey anb o1aqo sp ‘o1onpoad ye apeue anb ey £ s0jea ap pauleur ns so sou -2ur ‘suanuos ofeqesn sousus o1uenc) “vumnbput 2 2p opted r0[ea pp @puadep opnrusuen so[¥a jap prwuBew y ‘oronposd fe zo[ea sanusuean £ viseB as eummbyur e] anb us ugrosodosd ef eisondng eutnbyut ej so eatronpoad spur ovens ‘soust ‘one aquosqe 4 sojea ns ap ugta1od vunsyyanbad wun oquosqe ofos sosapoad sns ap oun epeo ‘soanpoad ap sopepnuro sesuowuut amiua uaXnqunsip 2s souerp oumsuios £ saseBsop ns £ ofeqen ap soporzad sopedtiojord saeinp euorsuny euinbyat eun owoD “oronposd ap ‘onuauapo ‘wumnbyur vf & sores ap oauauuoya ‘eumbeur ej anu ‘oronp -ord ns ¥ ainusuen anb jp & euinbpus e] ap s0fea [9 aaiua viouazaytp uvi8 eun ‘sond ‘aaspeq ‘ompaut ourursp1 aod sapiad aoey 9] aiseSsap ns onb [ap Jo[ea seur vp vounny “oronpoad oaanu un vied xezeduro v zoajoa ap prande ua enunuos anb ouls fugioees ws9 ua avasede ~sop ou oad ‘ojze019 vsed ple epor oprssas ey oustsqns une eurnbpur ¥[ fo1onpoud jp vA opeass ‘orDax9 uy “ZOpeA ap oruawsa}e OWOD ‘Se OIs9 Ssoyea [op woroews0g vf ved souojsoes} 10d awnsuod as siuaue|os ‘uoronpoid ap omauraye owlos Sisap 89 ‘oronpoad un ap worseaI0 xy ered fo.ajdwios aod X ‘sadwois wzifan as eumbyw ej anbuny SEI / ¥RULSNONI NVwD A OnSININDWA AX OTA ‘vanaoegnueur e| ap 4 ofDyo Jap ofeqen ap sorpow soy woo vperedwoo vso3soo Anu so ‘eLasnpuy ueI8 ¥] ap ofeqen ap o1pout ase ‘euinbyur vl ozeg “eoqey anb ojnonre je oA ns Jo axwsuEN aiuoUIOTUN £ 20/2 sonpoad ou eumnbpur | -ugroonpoad ap sorpous ua eperurjope auied ¥[ s9 anb- ayuersuo> jendeo jap o1wawaje ono vssinbyen> wo) -oauarunuarsos A ugiansisuod ns urasano anb [ap ofeqen spur ezrmouoaa seurnbyw se] ap oa{duua ja 1s ap epnp ef a8ns ‘oleqen jap peptanonpoad xf ‘osoyjiavzem opour ap “euaraze e> -juysew esnput ¥] anb aiwapraa s9 “oBon] apsap ‘onbuny “eumbyut vin euvsooau so sodea jap pepronsepp vy se10jdxo ezed feorpnespry ep -ons Bun eussoaM as Ende jap zLOW wztany Bf Teo|dxa red SouquioY pp sod sopesedoid soverede souiato weapey seprezttian ered osod £219 ‘Soden ja “ene ja ow0> ugHonpord yj ered seperdosde sears, sez ~#ony se] epeu ueysons osodurry, ‘[e190s ofeqesa [op sojeanaea sezzony se[Wos seis “pendeo fe epeu ueisono ou olegen pp uowstarp £ wore -odooo e| ap ueyjnsos anb seanonpoad se2iany se] anb o3sta sowo}{ olpndoya tv VNINO YE V1 YOd OGLLINSNVIL WOTVA, ‘TL -yjnu se 50 [enprarpur oxaiqo Jap wzony [Sy4y vy Ope] Ono v “exeuIOINe ON -suow! Un ap Y] :2]qmuar seLU OYSnU A zaanu eULO] eUN Oleg Jp ate vauasoad as peardea [g -ofeqen ns ap easandsip eA yeusareus uoroIpuoa owoo s9]fe [> va enUsnoUD oxD1gGO J2 anb Uo!Donposd ap out -srue8,0 un vaso ‘orpour ns ap vuustur vzafemmaeu yj sod eisandwi vot -9p1 pepisazau eun ofeqen jap oanezadoos sa1Dp.¥9 Jap aovy vLsnp -ut ues8 vy Snvauasqy ass9puoix oySWOUE 9159 9psop OpUdIPNg, “pigyy spur ouoago [op ouew Be zep rounu anSisuos ou epejnuinse eiouatiadxa e| anb zapides & pep -2j pransexo ap oped un uo udasap as anb seopmgu098 sews0} Se] aionpord aniwad ou01 [ap ouosa09" aisy “o[08 Js Jod ass940u opad sgndsap osod anb ‘ouroi ja ua 1OUeYD [>P UO!UDAsaIUT Bf HOD “XIX offts jap sordound oyansar opanb euraygoid aasq “seuinbew sv ap sauted se11919 ua8rxa anb “19489 x] ‘ouod [> “ojnga19 fo :seatpUIOAE smoopiad spusoy sey aruaureormpoour stonpoad vappy vey ‘seunbyur Yau 134 VFTVasn'td WT 3G NoOAGONY "VEEN NOX:136 / SeccION CUARTA, PRODUGCION DE LA PLUSVALIA RELATIVA sario que el tiempo de trabajo invertido en su produccién sea menor que el tiempo de trabajo suprimido por su uso. El capitalista encuentra para el empleo de las méquinas un limite mas reducido todavia. Lo que paga no es trabajo, sino fuerza de tra~ bajo, y aun el salario real del trabajador, es muchas veces inferior al valor de su fuerza. Asi, el capitalista se guia en sus célculos por la diferencia que existe entre el precio de las mquinas y el de las fuer- zas de trabajo que libremente puede inutilizar. Esa diferencia es la que determina el precio de costo y lo decide a emplear o no la ma- quina, En efecto, desde su punto de vista, la ganancia procede de la disminucién del trabajo que paga y no del trabajo que emplea. TH. TRABAJO DE LAS MUJERES Y DE LOS NINOS Haciendo innecesario el trabajo muscular, la méquina permite emplear obreros de eseasa fuerza fisica, pero cuyos miembros son tanto més flexibles cuanto menos desarrollo tienen. Cuando el capi- tal se apoderd de la maquina, exclam6: “trabajo de mujeres, trabajo de nifios!” La maquina, medio poderoso de aminorar los trabajos del hombre, se convirtié al punto, en medio de aumentar e] ntimero de asalariados. Doblegé bajo e! latigo del capital a todos los miem- bros de la familia, sin distincién de edad ni de sexo, El trabajo forza- do de todos en provecho del capital usurpé el tiempo de los juegos de la nifiez y reemplaz6 al trabajo libre, que tenia por objeto el sos- tenimiento de la familia. El valor de la fuerza de trabajo estaba regulado por los gastos de sostenimiento del obrero y de su familia. Al lanzar a la familia en el mercado, y distribuyendo asf entre muchas fuerzas ¢] valor de una sola, la maquina rebaja su valor. Por ejemplo, puede ocurrir que las cuatro fuerzas, que una familia obrera vende ahora, le produzcan més que antes la sola fuerza de su jefe; pero también son cuatro jor nadas de trabajo en lugar de una, y es preciso que en vez de una sean cuatro las personas que suministran al capital, no solamente trabajo, sino también sobretrabajo, para que viva una sola familia. Asi es como la maquina, al aumentar la materia humana explotable, eleva al mis- mo tiempo el grado de explotaciéa. CaptTuto XV. Maquinismo ¥ GRAN INDUSTRIA / 137 Elempleo capitalista del maquinismo desnaturaliza profundamente el contrato, cuya primera condicién era que capitalista y obrero de~ bian tratar entre sf como personas libres, ambos comerciantes: po- seedor uno del dinero o de medios de produccién y otro de fuerza de trabajo. Todo esto queda destruido desde el instante en que el capitalista compra mujeres y nifios. El obrero vendia antes su propia fuerza de trabajo, de la cual podia disponer libremente; ahora vende mujer c hijos y se convierte en mercader de esclavos. La maquina, mediante la incorporacidn de una masa considerable de nifios y mujeres al personal de trabajo, consiguid, por fin, rom- per le resistencia que el trabajador vardn oponia atin en la manufac- tura al despotismo del capital. La facilidad aparente del trabajo con Ja maquina y el elemento mas manejable y docil de las mujeres y los nifios, le ayudan en su obra de avasallamiento. PROLONGACION DE LA JORNADA DE TRABAJO. La maquina crea condiciones nuevas que permiten al capital so tar las riendas de su tendencia conscante de prolongar la jornada de trabajo y motivos nuevos que aumentan aun su sed de trabajo ajeno. ‘Cuanto més largo es el perfodo en que funciona la maquina, ma~ yor es la masa de productos entre la cual se distribuye el valor que aquélla transmite y menor es la parte que corresponde a cada mer- cancfa. Mas el perfodo de vida activa de la maquina estd evidente- mente determinado por la duracién de la jornada de trabajo, mulci- plicada por el ndmero de jornadas en que presta servicio. El desgaste material de las mquinas se ofrece bajo doble aspecto, Por una parte se desgastan por su empleo, y por otra por su inac- cida, tal como una espada se oxida en la vaina. Sdlo por el uso se gastan titilmente, mientras que se desgastan en balde por la falta de uso y asi se procura aminorar el tiempo de inaccidn. Si es posible, se la hace trabajar de dia y de noche La maquina est ademés sujeta alo que se podria llamar su desgas- te moral, Aunque se encuentre en muy buen estado, pierde su valor por la construccién de maquinas perfeccionadas que vienen a hace! Tecompetencia, El peligro de su desgaste moral es tanto menor, cuanto“503803 opuezturouosa anbune ‘axqisod 013949 104 -BW [2 “OuIenx® [2 vasey Sosuaa ‘Uo!2onpoud ap SOIpatit soy ap seORS eastpeardes pe eSyg0 epetzol vj ap upoonpas x] anb zan x| x ‘worDeiofd X2 2p O1paur OnanU Uo 92291AUOD 25 ODTUFDALL BUIDISIS fop ONDER -opoayied eped ‘amusurenupuos ojreuoroay 9d ofresaz0u $9 soueus “hy soxPrates sns a2G08 sotradns ugisaad vaso vzi9[> oustuInbeU Pp anb ered seyy soqe spur anueasut eped e s9U01G0 op oanyuioists ofpau uo ‘easifeuideo Jp soueu wa ‘ourarauos as euinbeuw vj ‘ofeqest 9p epeutol yj viouure uproe|si9a] e| anb wo owoutoU fp opsocL ‘uppeanp us apioid as anb of eroeaya us wued 9s ‘soutuiyl 503 “1810 Uy “Laqo anb va odutans [> $9 01109 spur Oren 10.KeLY OITA sa Pure ezaany epor ap worse ap peproedeo vy fend 2] unos aruapiaa 4a] vun ep apaooad epeusol ¥| ap uoonpar eI ap oprajnsos arsq gofeqen |p osuontr spur 9584 9s 1g? gyeata vzrony ap 100 cased un odwan owstus jp ta auango as oui95? -pepisuoqut ap opes3 as sod £ upioeimp ns sod ‘9]qop eiouew vun ap ofeqean jp pray ~Seu e| renjeae e ezardusa 9s omuswiow 21so apsaq “oduron owsiur ja up pepiatioe spu ‘ezzany ns 9p souradns ozanyso un aiueipous Teised ¥ opeRiqqo orA as os02q0 [2 “epeusot ef ap [eBo] uoIoonpar vf uOD “oleqen op sexoy sv] ap vaisos8oad uoroeordinjnua wun 10d suargo vigiqozd of 28 anb oj ‘oduroia oust [2 u9 epersed ofeqen ap pepnureo z| ap oiouine un sod zeue8 o:moosd peat 9 ‘euttou epeusof vun ssuodur v oprisy {e oFyqGo exazqo asepo | ap 0dew Z2A ¥peo uoyjagas Bj anb apsoqy “epeuso! xy x sajeBa] saw] eiosoap “19 ~uoisrxo sns ap eiusity soayea se] ue vasey epezeuauue asopugnuts onb: Pepaisos vI 9p uoWoeas eun stonposd 40d ueqese ‘eiotiansastios ns 32 anb ‘esasqo ase] v] op ortsgtuap jp { eastpenide> jap zapod uo eumnb -yur vj euiode onb oueip ofeqen jap epeiafexs ugiseSuojoud ey CAVOEISNELNT SYM OfVEVEL TH -qeaideo ye s0pea 2ep & opesfesuos odwon ua ‘expe -8y ns A zopeleqesa jap exorue epia ey seuroysueN ap aqquTexUF orpaw ua t29[Auod as ‘ouenXa O78 UN ¥ setoes8 “ofequn op oduion [2 ze2 ~OuswE 9p opaw zea1J9 spur [a “eumbeus x[ anb op oatwi9UO9 OUI GET / VRELSNONT NVHD AORSININOWN “AX O7AUEYD, | oui} [2 sye 2 49] B| Heap asxelap v vpeBy|qo aa as anb ‘aruepunge ~rodns 2121q0 uotse|god wun 2onpoad ‘euinbew x] 10d sopezejduiso1 039190 S0| s9|qiuodsip selap ye £ “sopeiadsas sorue ‘sour £ saaat -nvu- Bs94qo asefp ¥] ap soaudW9}D fexides Jap SauDpap see ASHLE LY ‘oleqen op epeusol vy auuaurepeInsauisop eduojoud exed sosorapod & soasnu soantow ‘sond ‘vox vumnbpur ey jendes yap sourw: uy, “ofequmnosqos ns ap owuouine J> Loo ‘soperojdxo soxa1qo so] ap euororodoad oxowinu jap worsnURLUsEp ef aesuaduioo ap uy v*91q:80d o| opor oleqen ap epeusol ef zeBuojoxd 2 visipeatdeo ye o1uaweanunsu! sonpuos uoporpenuos visy ‘tyeAsnyd ey 9p ewns pj en uate ‘opep penrdeo un vied sozo1G0 9p oxowNE J9p ugronuruisip vj 10d Seyfeasnyd vj ap oda Jp eusume otsesosou ofq -en op oduion [ap worsonpa. ej sod fuorsorpenuod wun ‘sand "e201 -ua “eypeasnyd b] srquourne ap o19(q0 [9 Woo ‘seumbeur sey ap oajduso [a wenpoad x ‘oleqen op svzzony uo ayususioyiaue epeise’d ‘on pea ~ideo jap aued eun —esqeasnjd aonpoad ou anb arueystios jexsces wo— seumbyus ue ewuojsuen fopeuruarep peudeo un 10d sopednso sox -a1qo ap oxawau 9 opuadnurusip ‘tap 59 ‘seumbyus sod sozazq0 so] opuaAnanisns opea[nsos aso auango ojgs ‘esqeasnyd ej ap ods yo sse eauotine & opefed ofeges ap uponposd ey exed opesazau ofegen ap oduian je anunuisip voluyaou esmpul ef Is o1eq “eyfeasnyd ey ap odn ja 20d A zaa ey & opeayduia sozaaqo ap oxume fo sod ‘sour “193 so1n0 uo ‘0 ajqeuaea jextde> jap prawuseur ¥] 10d epeuraarep yas9 eyjeasn|d ap euins ey anb ‘oum9pun ojmdes ja uo orsia sowazy -easipeude> [9 vasop anb oy ‘sand ‘sa ‘ofeqen ap epeuzol ¥| ap a1u019 -a29 uoweSuojord wun ‘9]qisod worodnsiojuE ouaW ey “aueAoduIt sya zoa peo jeatdeo 280 ‘vinp seruoius ‘jainut a9ey ofeqen ap odio Ppp worodrusoiu epes 4 “oro ‘seumnbpur ‘ofeqen ap sorpouy wa ‘jende> ap sodvut 294 epeo aued eun sedionue e 28x1qo wotupsou! uo}onp ~oxd ¥] ap ofjousesp jo ‘sured eno 104 “eprousigo wxed sopresao0u sor -sef sol uadnumussip £ eypeasnyd ej euoWIne “eIDUaRDoSUOD Jog ‘seu -yus sej £ sovoytpa so] 20d epewuasozdoa feudes op oured ey reruoumne urs ugponpord ey xe1ua9z08 axrutsed epeusol ry] 9p ureSuojord ey -ofeqesa op ep -vusof ¥] so vSze] srw orueno ‘oauord spur owes vaseBsop 96 eumnbyu pun anb aquapias s9 4 ooist; aisesep ap opoyiod ns so o109 spur VaLIV TY VPTVASNT ¥1-86 NOIDONAOWE "VEEVND NODES / BET140 / SECCION CUARTA. PRODUCCION DE LA PLUSVALIA RELATIVA IV. La FApRica Acabamos de estudiar con cierto detalle el fundamento de la {4- brica el maquinismo- y la reacci6n inmediata de la industria mecé- nica sobre el trabajador. Examinemos ahora la fébrica, La fabrica moderna puede representarse como un enorme auté- mata compuesto de numerosos érganos mecdnicos e intelectuales — maquinas y obreros~que obran de concierto y sin interrupcidn, para producir un mismo objeto, estando subordinados todos esos drga~ nos aun poder motor que se mueve por sf mismo. La habilidad en el manejo de la herramienta pasa del obrero a la maquina. Asi, el orden jerarquico de obreros dedicados a una espe-~ cialidad ~que caracteriza la divisién manufacturera del trabajo- se sustituye en la fabrica por la tendencia a hacer iguales los trabajos encomendados a los obreros auxiliares del maquinismo. La distincidn fundamental que se establece es la de trabajadores en las miquinas-utensilios ~comprendiendo algunos obreros encar- gados de calentar la caldera de vapor- y peones, casi todos recién salidos de la infancia, subordinados a los primeros. Al lado de estas categorias principales colécase un personal, insignificante por su niimero, de ingenieros, mecdnicos, etc., que vigilan el mecanismo general y atienden a las reparaciones necesarias. Cada nifio aprende con suma facilidad a adaptar sus movimientos al movimiento continuo y uniforme del instrumento mecénico. Y teniendo en cuenta a facilidad y rapidez con que se aprende a traba~ jar en la méquina, queda suprimida la necesidad de convertir, como ocurre en la manufactura, cada género de trabajo en ocupacidn ex- clusiva. Aunque deben distribuirse los obreros entre las diversas maquinas, ya no es indispensable reducir cada uno a la misma tarea. Como el movimiento total de la fabrica depende de la maquina y no del obrero, la variacién continua del personal no produciria ningu- na interrupcién en la marcha del trabajo. ‘Aunque desde el punto de vista técnico el sistema mecinico pone, pues, término al antiguo de division del trabajo, esta divisién se man- tiene en la fabrica: primero, como tradicién legada por la manufac- Carmmuto XV. Maguinisnto ¥ GRAN INDUSTRIA / 141 tura y segundo, porque el capital se apodera de ella para conservarla y reproducirla de un modo atin mas repulsivo, como un medio sis- tematico de explotacién. La especialidad, que consistia en mancjar durante toda la vida una herramienta adecuada a una operacién par- cial, se conviorte en la especialidad de servir durante toda la vida a uuna maquina fraccionaria, Se abusa del mecanismo para transformar al obrero, desde su infancia, en parte de una maquina la cual forma, a su vez, parte de otra. El individuo, sujeto asi a una sencilla opera- cién, sin aprender ningiin oficio, no sirve para nada si se lo separa de esta operacién, ya por despido o por un nuevo descubrimiento. Desde ese momento queda consumada su dependencia absohuta de la fabri- a, y, por lo tanto, dal capital. En la manufactura y en el oficio el obrero se sirve de su utensilio; cn la fabrica sirve a la maquina. En la manufactura, e] movimiento del instrumento de trabajo procede de él; en la fabrica, en cambio, no hace més que seguir ese movimiento. El medio de trabajo, trans- formado en autémata, se Jevanta ante el obrero durante el curso del trabajo en forma de capital, de trabajo muerto que domina y absor- be su fuerza viva ‘Al mismo tiempo que el trabajo mecénico sobreexcita hasta el til- timo grado el sistema nervioso, impide el ejercicio variado de los misculos y dificulta toda actividad libre del cuerpo y del espirive 1La facilidad misma del trabajo llega a ser un suplicio, en el sentido de que la miquina no libra al obrero del trabajo; pero quita a éste todo interés, La gran industria acaba de realizar la separacion que ya hemos indicado entre el trabajo manval y las poteneias intelectuales de la produccisn, transformadas por ella en poderes del capital so- bre el trabajo; hace de la ciencia una fuerza productiva, indepen- diente del trabajo, unida al sistema mecénico y que, como éste, es propiedad del dueio, “Todas las fuerzas de que dispone el capital aseguran el dominio de ese duefio, para quien su monopolio sobre las maquinas se confunde con la existencia de las maquinas. La subordinacién del obrero a la regularidad invariable’ del ma- quinismo crea una disciplina cuartelaria, perfectamente organizada en el régimen de la fabrica, que corta de hecho y de derecho toda‘uewre]] af 19190 Je saxaAta ap seatsd 9p oypoy [y “uorsesuedwoD ey —aasrp- auain:suoo rod ‘esomnbjena ugisedngo eno uo oust ~aanu sopea|dura & opeunsop jerides s1veriodunr un ‘oypoy oust aiso 10d ‘S]quodsip vlap eumbyur vy ‘ouvjes op sopeauid & sopsxp -odsap [e ‘ap $9 p ud sopeojduia ueqeiso anb soxsigo v ofeqen un up sajnpur iasey je anb uatansos sasanSinq seistiuouoss sounsyy NQIDVSNBANOO V1 4G VINORL WT TA, ontaisreo oursturnbeur Pp soiworwecoro9p10d 0 seaonu souorouoaut ‘seoravoaur souorear[ de soimersodum spur sv] op seungje & opronpuos opnuas vy 2p [p ‘seisinS]ony sozo1qo $0] 9p eisuarstsos vf souDA ered Sox9;9 UG TEA ideo [9p ourshodsap ja enuos ofeqean op seo1porred souorjaqaa ses ‘seSjony sey sunadoz vied zeoyo spur eaian8 ap eusze jp a4naasu0-y oxo1go [ap eSnusue visuoiod owoo uprquiea vajdwo ey jexideo jo ropeueppse [e [nut z99ey ap ound v azdusats visa ropadns ezr9ny 2]q -tepisuos 2An Jopnaduios un owlo9 Oj9s esqo ou vUINbyu EL K ‘outyes jap adn Jp uo s0peleqen jo vzed sojq3suos SoUOTSeLTeA UrUOISEDO SOIqUIED $0Sa Sopo3 oad ‘sasa{nUs $e] UOD $9.1q “Woy $0] & “SOUTH so] Hod soynpe So} € ‘soPGeY souDuE soy WOO SaTIG “#4 $0] ¥ spur z9A epeo adnatasns ‘Sose2qo souaLE ap oaydurs [a 18rx9 ap spwope anb peudes owsru jo ered penuew ofqen [a amumisip s8 soauarureuor2s9q.0d soaso ap a1uersuoD ora{go |g “owlswuInbew [ap ontapueuorsayzad Avy opuens ‘exasnput wes8 euistur vj uo soBo[pue soisaya 09 ssarede oxoigo jap & vuinbeui x] ap owsruoRerue [y, ofeqen 9p ez1any ¥| 9p s0pea jp vleqo1 onb se] ua ‘souarsajord se130 apeaur o jendes jap uraisodsip vaxoso3 uo osdurais ouaquewt Bf anb eprastu tun to via8aa ‘oquinons ou uorsei0]dxo ¥] ap svoupruoW -ou sapeptsaaou se] exed jrapuryse o9ey euInbpus ef anb vsoaqo aseyo yj ap aired eso optenc -osino sus ou epeznauowsop ypauour kun, anb eiouew ewsnu ef 9p ‘peprin ns apzord osazgo Jo ‘eumbyur ey sod epelotreu so equoturens9y 2389 oaweNd uo Solfer9p 9p wIUOTUTeAIOY vos eun zefoue ered ojgs wei vide 9s ¥ ezzony ¥s9 sonpas olequnt PP UOIsIArp eT “eJauRarOLU OUIOD ezxONy Ns opus sopelequa Ja anb ua epuny as v3stjeiides ugrsonposd op vusoisis Jp ‘fex0UD$ eI82 20g CH / VRLISNONE N¥¥D 4 OMENINDY “AX OTALV, “eaasegnueus e] ap 4 o1nyo [ap sou -eurpzo soquaqumpasord soy ¥ exton8 vy sey ¥ UauDIA sepronposut aquaweaonu seutbgur opuens ‘opor auqos ‘siuoureua}d visaygrucer 98 owstuoSeue 2189 4 sopefeqen jap oSturaua us o1und fe 211944009 9s ofeqen ap orpaur Jp anb ‘eurnbyus wy ap vus9s x] ofeq ‘opsong sug}otiojdxo ap e1o0s opow ns en ~409 ous ‘uo1oonposd op jeyo1eus oIpows 9 ¥22U09 ou ‘sonbere so uel -inp ‘eisedeo oajdusa ns 4 eumbeu vj anus anSunsip v sopuasde PP Sos02g0 soy anb ap saiue eisuatsadxo A odwan ouesa20U $31 “ayqetia o8:uroua un oWwod eutosoad 9} 2s aonb ‘oauaunasut |p apjnonzed van0j vsa esuoo oajena ag “euinbyus e] sonponut as anb easeyj ‘oleqen ap orpaus je varie ou sopeleqen jp ozed foreamoxsnu -vus opoysad [a azutnp aoapmusos as A persisnpur jeudeo jap sousstar sous8}s0 soy ua Prop as opesreyese ja & easipenides [9 autus eyony eT VNINDYH V1 A WOUVIVaVaL TH FMING VHONT A, ‘Sopeinsnput sowuysese ap £ sauomeynnu ap auosun -uoa osuawiur ns a1uoulzsipouad exstununs anb A ‘soured sepor 10d vapor soy anb ajqisiaa owsturseur un aziua uais09 as anb sored s sequoo uts ‘seumbyut se] 9p sopasapyosua opin ‘sure ap vrou: ‘seyowui seiaustad se] ap osjod jap epeBiva & epetota viaysgune ‘ei -miexadusa1 ap uproeaaya eouqyy ap ofeqest [2 ¥zt[ea1 96 ert1o4O99 9p seutozes sod anb ta sopeuiareur seuororpuos se] ap sowa]qzy ou x -soAay sns op o1staiyd -wino jap aonb uotoejora e] ap oysoaoad spur eovs une eastyended [2 amb ‘opout op ‘ourjes [pp souoiouaias 4 sexmut e sopronpar uepanb so -Riseo soso sopoy, ‘annsseulesu09 [ap soBrase9 ap wiasqyy Bf sod oprm -hsns 24 98 soavjaso ap jerodeut Jap oFiayy [gy *,sors@UHOS staqop “or -enti09 aso a1uourerreunjoa opeidaoe sfaqey anb owond, easo1u09 s9[ as wistjeaideo [op pepauenique vj ap uvlanb as anb sazopeleqen SO] VY ‘S0z93q0 SOT a3qos eaTUY.IN peplioInE Ns seANULIOS Ua LUZISUOD eotiqey ap ousure]Sax ns wy “omnyosqe sopepstBo] so arte stIqRy [ “sepiuu -09 se] 0 osuvasap [a sidumnazoqu © efqqo a] eurdures vonodsap v7 ‘orepuew ua v ofan uo auton £ aqag ‘euros 012290 [q *peLzq)] VALVE VITVasnd V1/4q NoLDONGONY “VIIVAD NOIDDIS / CPL44 / SECCION CUARTA. PRODUCCION DE LA PLUSVALIA KELATIVA dejar viveres disponibles para el obrero, como nucvo medio de em- plearlo en otra industria. Como se ve, todo depende de la manera de expresarse. La verdad es que los obreros que la maquina convierte en imiitiles se arrojan del taller al mercado del trabajo, donde van a aumentar las facrzas ya disponibles para la explocacién capitalista. Rechazados de un género de industria pueden, sin duda, buscar ocupacién en otra; pero sila encuentran, si pueden de nuevo tener medios de con~ sumir los viveres que por su privacidn de salario habfan quedado disponibles -es decir, que no les estaba permitido comprar es debi- doa un nuevo capital que se presenta en el mercado del trabajo y no merced al capital que ya funciona, que se ha tansformado en md quinas. Y las probabilidades de encontrar ocupaciéa son muy pe- quefias, pues fuera de su antigua ocupacién, estos hombres deterio- rados por la divisi6n del trabajo sirven para poco y sélo son admitidos en empleos inferiores, mal remunerados, que por su misma sencillez los solicitan muchos. [La maquina es inocente de las miserias que engendra. No es culpa suya sien nuestro ambiente social separa al obrero de sus medios de subsistencia. Dondequiera que se introduce abarata el producto, lo hace més abundante. Después, como ocurria antes de su introduc- cidn, la sociedad posee por lo menos Ja misma cantidad de viveres para los trabajadores que han de cambiar de empleo, prescindiendo de Ja inmensa porcién de su producto anual, despilfarrada por los ociosos. Si la maquina se convierte en instrumento para esclavizar al ser humano; si siendo un medio infalible para aminorar el trabajo coti- diano, lo prolongas si, como varita magica para aumentar la riqueza del productor, lo empobrece, es por estar en manos capitalistas. ‘Ta- les contradicciones y antagonismos inseparables del empleo de las maquinas en el medio burgués no provienen de la maquina, sino de su explotacién capitalista. Aunque fa maquina suprime un niimero mayor o menor de obre- ros en los oficios y manufacturas donde se introduce, puede oca- sionar un aumento de empleos en otros ramos de le produccién general, GAPrTULO XV. MAQUINIEMO Y GRAN INDUSTRIA / 145 Como la cantidad de articulos fabricados aumenta con las méqui- nas, hacen falta més materias primas y, por lo tanto, es preciso que las industrias que suministran estas materias primas aumenten la can- tidad de sus productos. Verdad es que este aumento puede resultar de la elevacion de la intensidad o de la duracién del trabajo, y no exclusivamente de la del ntimero de obreros. Las maquinas originan una especie de obreros consagrados exclu- sivamente a su construccién y cuanto mayor es el ntimero de mé- quinas, mas numerosa es esa clase de obreros. A medida que las mé- quinas hacen asi aumentar la masa de materias primas, de instrumentos de trabajo, etc, las industrias que los gastan, se divi- den cada vez. mis en ramas diferentes y la divisin social del trabajo se desarrolla més poderosamente que bajo Ja accién de la manufac tura propiamente dicha, El sistema mecénico aumenta constantemente la plusvalfa. Este au- mento de riqueza en la clase capitalista, esté acompatiada, como siem- pre, de una disminucion relativa de los trabajadores empleados en la produceién de las mercancfas de primera necesidad engendra con las nuevas necesidades de lujo nuevos medios de satisfacerlas: la produe- ci6n de lujo 2umenta y con ella ~en una proporcidn cada vez mayor los sirvientes, lacayos, cocheros, cocineras, nifieras, etcétera, El aumento de las medios de wabajo y de subsistencia impulsa el desarrollo de las empresas de comunicacién y transporte; aparecen nuevas industrias y se abren nuevos mercados al trabajo. Pero todos estos aumentos de empleos, no tienen nada en comin con la llamada teorfa de compensacién. ‘VII. Los OBREROS ALTERNATIVAMENTE RECHAZADOS DE LA FABRICA Y ATRAIDOS POR ELLA Cada progreso del maquinismo disminuye el ntimero de obreros necesarios y por el momento, separa una parte del personal de Ia fabrica, Pero cuando la explotacin mecénica se introduce o se per fecciona en un ramo de la industria, los beneficios extraardinarios que no tarda en procurar a los que hacen la primera aplicacién de ella ocasionan muy pronto un periodo de actividad febril. Esos be-ns ered seuteso20u Son ‘zny ap ‘sue ap ‘orsedso ap seaisyq souoporp “woo se] aszeinooad vaed aqod opesseausp s0 030290 [a snbsod ss3083 -04 souseaed ap ‘sourerpautisiur ap otsos tun epot avotaiaatt 019190 PA opresaiduis ja anua anbiod sugrsiadstp ns 9p 010949 10d ‘iousu: 59 sozopeleqen so] ap viouarsisar ap topod ja anbsod wimoeynueus *[ uo anb vyeionuop einsnpur eu eso[epurass seu UNE s9 UDI ~Hojdxo visq “emoejnueur yj ue oured ues uo wy ‘euDyR easa UD eprottde ‘seuinbew sod sejnosnuu vzsony vy ap ugronanasns el anbiod ‘eypip aruoumerdord vouge) vy ua anb vusopow esnsoeynueur | uo uistuo spur woo ezifeo1 28 sorereg solegen soy ap worse10{dxa v7] ‘sodures soy ua 4 sapepnin sop ~wei8 sey uo osiadsip ‘emsnpur oxyozala un aasod peardea [9 ‘50917 so1sea uo sazquinpoynua sepuesl ua enueou09 satiainb e souesosze A soraamisegnureus soy 'eorsges ap soxssqo so] ap sewope ‘sond isy bago s2jopue8.seou9 ‘oleqen ap soauraja soy aenistutums s9] anb 9 ‘sousaeuie 9p souanp ‘so.ueonrgey exed ouls ‘“arenprsspur soxopras ~nsto2 ered ‘saruP OULoD ou ‘SorzeToIWIOp sasopefeqen S059 Jod ep ~eanafa oured werd wa ‘99 11894 ap sojnone so] ap UpIo99fU0D | ‘of stole 10g ‘seouvorous op upsewipe jap o vanidesnuew 2] ap ‘wouqeE ¥[ 9p erouapuadep wun oatsoons o] ua sa 0196 ‘sas9|fe1 souanbod Us © o19:q0 Jop eurstur uoFoRNEgeY ef Ua asoo}feoy “eURILOMUHOp ELBSApU! 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PRODUCGION DE LA PLUSVALIA RELATIVA trabajo, y, por tltimo, porque en ellos llega a su maximum la com- petencia entre trabajadores. Estos antiguos sistemas de produccién, modificados, desfigura- dos bajo el influjo de la gran industria, reproducen y aun exageran sus excesos, hasta el dia en que se ven obligados a desaparecer: *TRANSICION DE LA MANUEACTURA MODERNA ¥ DEL TRABAJO DOMICILIARIO A LA GRAN INDUSTRIA La disminucién del precio de la fuerza de trabajo por el empleo abusivo de mujeres y nifios, por la brutal privacién de las condicio- nes normales de vida y actividad, por el exceso de trabajo diurno y el abuso del nocturno, encuentra, por iltimo, obstéculos fisicos que Jos limites de las fuerzas humanas no permiten rebasar. Por consi- guiente, en ellos se detienen también lz reduccidn del precio de las mercancias obtenidas por estos procedimientos y Ia explotaci6n ca- pitalista fundada sobre ellos. Aunque es cierto que se necesitan al- unos afios para llegar a este punto, al fin lega la hora de ia transfor- maida del trabajo domiciliario y de la manufactura en fabrica. El proceso de esta revoluci6n industrial es mas répido por la regu- latizacion legal de la jornada, por Ia exclusién de los nifios menores de cierta edad, etc. y esto obliga al capitalista manufacturero a mul- tiplicar el mimero de sus méquinas y a sustituir los misculos por el vapor como fuerza motora. En cuanto al trabajo domiciliario, su Sinica arma en la guerra de competencia es la explotaciéa ilimitada de las fuerzas de trabajo barato. Asi pues, esta condenada a morit desde el momento en que la jornada esté limitada y restringido el trabajo de los nifios.