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INTERPONE RECURSO DE APELACION.-

Excma. Cámara de Apelaciones:

Gonzalo Javier GARCÍA, abogado Matrícula


Provincial N° 150 del STJTF, en el carácter de apoderado de los actores,
manteniendo el domicilio legal constituido ante el Tribunal de Primera
Instancia, y constituyendo domicilio legal ante la Excma. Cámara de
Apelaciones en la calle Rivadavia N° 1221 de la Ciudad de Rio Grande,
en los autos caratulados “ABALOS, JOSE ALBERTO Y OTROS C/ PODER
EJECUTIVO PROVINCIAL S/ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO”, Expediente Nº
4027/06, al Sr. Juez digo:

I- OBJETO
1°.- En el carácter invocado, y en legal tiempo y
forma, vengo a interponer recurso de apelación en los términos que así
lo habilita el artículo 270.1 y 270.2 del CPCCLRM, contra la sentencia
interlocutoria de fecha 28 de Agosto de 2008.

El objeto del recurso se define en la medida que la


sentencia atacada, dispone hacer lugar a la excepción de inadmisibilidad
de la instancia planteada por la demandada, fundándose para ello en la
supuesta falta de cumplimiento del recaudo de agotamiento de la vía
administrativa, ello en un marco procesal que indica las siguientes
circunstancias:

a) que resultan inaplicables en el ámbito de las


fuerzas armadas y de seguridad los requisitos de
admisión de la acción contencioso administrativa
previstos ya sea en la ley 19.549 (Adla, XXXII-B,
1752), ya sea en la Ley Provincial N° 141, en tanto
y en cuanto al no encontrarse aun reglamentado el
citado cuerpo normativo provincial, resulta de
aplicación supletoria el Decreto PEN N° 1866/83);
b) que aún así, los actores han acreditado en autos el
cumplimiento del recaudo de admisibilidad de la
acción contencioso administrativa, a través de las
impugnaciones articuladas en sede administrativa
contra los sucesivos decretos provinciales que no
solo profundizaron exponencialmente, sino que
para más, tornaron ostensible el agravio
provocado a los actores policiales al poner en
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evidencia tales decretos impugnados, la


“generalización” que los suplementos particulares
adquirieron en la práctica mediante el pago
indiscriminado de los mismos al 100% de la fuerza
policial de la Provincia (incluso Cadetes), todo ello
bajo las circunstancias que serán expuestas y
desarrolladas en su oportunidad en el presente
recurso.

2°.- Asimismo, y en función de la inhabilidad de la


instancia pretendida respecto del asunto de fondo traído a juzgamiento,
vengo a denunciar como aplicable al caso el reciente Fallo de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, a través del cual apenas tres
meses atrás, el máximo órgano Jurisdiccional de nuestro país ha tratado
en un caso análogo, justamente, la excepción de inhabilidad de la
instancia en relación a la materia de fondo que ha sido planteada tanto
en estos autos, como así también en la “pluralidad” causas judiciales
que por el mismo motivo tramitan varios miles de Policías Federales ante
la Justicia Nacional.
En tal medida expuesta, invoco como aplicable al
caso concreto el Fallo dictado en los autos caratulados “ROSSI, CARLOS
ALBERTO Y OTROS C/ CAJA DE RETIROS, JUBILACIONES Y PENSIONES DE LA
POLICIA FEDERAL ARGENTINA”, de fecha 8 de Abril de 2008, suscripto
por los Señores Ministros Doctores Ricardo Luis Lorenzetti, Elena
I. Highton De Nolasco, Enrique Santiago Petracchi, Eugenio Raúl
Zaffaroni, y por último, por el Ministro Juan Carlos Maqueda
como único Voto en disidencia.

Que en dicho precedente, arribado por vía de recurso


extraordinario al ámbito de la CSJN, ha sido resuelto uno de los escasos
planteos de inhabilidad de la instancia articulados por el Estado
Nacional, que tuvieron una provisoria acogida favorable en las instancias
inferiores, ya que cabe destacar que en la abrumadora mayoría de los
casos, tales excepciones de inhabilidad de la instancia fueron
acertadamente rechazadas y desestimadas en las instancias inferiores, y
por consecuencia de ello en tales procesos, han ido dictándose las
sentencias definitivas sobre el fondo del asunto, todas las cuales
terminan resultando favorables a la pretensión de los actores policiales
en torno a los suplementos particulares establecidos por el Decreto
2744/93.

Así, en este valioso precedente en el cual el Máximo


Tribunal ha resuelto de manera definitiva, la defensa relativa a la
inhabilidad de la instancia vinculada a una materia de fondo que resulta
análoga a la de autos, se ha sostenido que “Resulta violatorio del
derecho de propiedad como del de defensa en juicio y de la
garantía de un debido proceso adjetivo confirmar el decisorio
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que declaró inhabilitada la instancia —con fundamento en el art.


28 de la ley 13.593 (Adla, IX-A, 333)—, si se reclama el cobro del
suplemento creado por el decreto 2744/93 (Adla, LIV-A, 172) —
adicionales particulares asignados a la Policía Federal—, PUES
ELLO COARTA EL DERECHO DE LOS RECURRENTES A PERCIBIR EL
CITADO ADICIONAL, EL QUE HA SIDO REITERADAMENTE
OTORGADO EN CIRCUNSTANCIAS ANÁLOGAS” - (Del Dictamen de la
Procuradora Fiscal Subrogante, que la Corte por mayoría ha hecho suyo).

Que el modo en que la CSJN ha resuelto una cuestión


análoga a la que se suscita en las presentes actuaciones, pone en
evidencia el rudo criterio que el Magistrado de grado ha aplicado en
autos, siendo que la claridad de conceptos que aporta la Jurisprudencia
que por el presente denuncio como aplicable al caso, permitirá superar
las situaciones derivadas de las patologías inherentes a la imposición del
modelo del agotamiento de la vía administrativa en su versión más
absoluta, y como ocurre en autos, sin mediar adaptación alguna a las
circunstancias particulares de la causa.

Hago notar que la solución que apareja la sentencia,


no casualmente viene de la mano del consejo del salario policial
convocado por el poder ejecutivo provincial pocas semanas atrás, a
través de la Resolución MG N° 242/08, en cuyo marco completamente
irregular y de manera compulsiva, se pretende sentar al personal policial
a la mesa de negociaciones en un proceso de neo paritarias fuera del
marco de las leyes (según expresa exclusión establecida por el artículo
2°, inciso a) de la Ley Provincial N° 113), con la finalidad de “negociar”
justamente el blanqueo del 74% de sus haberes que perciben en negro,
cuando por su parte la conducta que evidencia el poder ejecutivo
provincial respecto de la materia de fondo contradice abiertamente la
interpretación que al respecto han establecido los precedentes “Torres”,
“Mallo” y “Rossi” de la CSJN, entre tantos otros.

3°.- En tercer lugar, vengo a poner de manifiesto la


impertinencia e inaplicabilidad de la cita que efectúa el a quo en el
Decimo Considerando de la sentencia apelada, correspondiente al Fallo
“Mallo” de la CSJN, en la medida que el Fallo aludido no guarda
vinculación alguna con la inhabilidad de la instancia resuelta en autos,
sino que en todo caso, guarda únicamente relación con la cuestión de
fondo objeto de estas actuaciones.

Sin perjuicio de la mencionada inaplicabilidad de la


cita jurisprudencial que efectúa la sentencia apelada, vengo también a
poner de manifiesto que en el precedente “Mallo” la CSJN ha hecho
lugar a la pretensión del actor, quien resulta ser un personal policial
retirado de la Policía Federal, y en tal medida el Máximo Tribunal ha
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reconocido el carácter “remunerativo” de los adicionales creados por


el Decreto 2744/93, según se verá oportunamente.

Resulta del modo expuesto, que el sentenciante de


grado ha citado y sacado de contexto una frase del fallo mencionado,
debiendo por ende ponerse de manifiesto que si nos remitimos a la parte
dispositiva de dicho precedente, y con relación a los adicionales creados
por el decreto 2744/93, la CSJN ha resuelto “Declarar procedente el
recurso extraordinario, confirmar parcialmente la sentencia
apelada… y revocarla con relación a los suplementos instituidos
por el decreto 2744/93, los que deberán ser incorporados al
haber de retiro con el alcance indicado en el precedente antes
citado de Fallos: 321:619…”.

4°.- En cuarto lugar, y de manera funcional a la


denuncia de hecho nuevo relativa a la convocatoria al consejo del salario
policial efectuada por el poder ejecutivo provincial a través de la
Resolución MG N° 242/08, y al marco irregular en el cual se pretende
compulsivamente “negociar” el objeto de autos, vengo en nombre de
mis mandantes a formular expresa reserva y oposición respecto de
cualquier acuerdo a que eventualmente se arribe en dicho ámbito
respecto de la materia objeto de autos, en la medida que el mismo
involucre o suponga cualquier clase de cercenamiento, restricción,
eliminación o disminución de todos y cada uno de los derechos de índole
salarial y previsional que han sido traídos a conocimiento del Poder
Judicial a través de las presentes.

En tal medida expuesta, y en cumplimiento de


expresas instrucciones de mis mandantes, formulo a priori el expreso
rechazo y desconocimiento respecto de cualquier transacción o acuerdo
a que eventualmente se arribe sin el debido y expreso consentimiento
de los mismos, y/o respecto de cualquier acto administrativo que de
manera unilateral pretenda validar cualquier acuerdo a que se arribe en
el marco del Consejo del Salario Policial.

Ello resulta así, habida cuenta encontrarse


judicializada en autos y con anterioridad a la convocatoria al Consejo del
Salario Policial, la misma e idéntica materia que pretende “negociarse”
en dicho ámbito por completo ajeno al ámbito que establecen las leyes,
en especial, habida cuenta que el articulo 2° inciso a) de la Ley Provincial
N° 113, excluye de plano las negociaciones paritarias en el ámbito
policial.

Para concluir con la exposición del objeto del presente


recurso de apelación, y sin perjuicio de la Jurisprudencia de la CSJN que
denuncio, vengo a precisar que los agravios que provoca a mis
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mandantes la sentencia recurrida se resumen en los siguientes motivos


que oportunamente desarrollare de manera exhaustiva:

I.- porque resulta arbitraria al apartarse, sin mediar


razonamiento alguno, del derecho aplicable a la sub especie, es decir, de
lo establecido por el artículo 1° de la Ley N° 19.549, en función del
régimen especial previsto por el Decreto PEN N° 1866/83, y hasta tanto
sea reglamentada la Ley Provincial N° 735;

II.- porque sin perjuicio de lo anterior, en segundo


lugar, resulta arbitraria la sentencia por cuanto se aparta de las
circunstancia de hecho acreditadas en la causa, y de las probanzas
arrimadas a la misma en dirección a demostrar la impugnación
articulada contra los Decretos PEP N° 3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07;

III.- porque resulta arbitraria la sentencia al considerar


que no se encuentra agotado el procedimiento administrativo y por ende
de ello, considerar que no se encuentra habilitada la instancia judicial
contencioso administrativa para las presentes actuaciones;

IV.- porque se aparta la sentencia de los precedentes


jurisprudenciales que en la materia ha resuelto la CSJN;

V.- porque para fundamentar, de modo tan solo


aparente lo resuelto por la sentencia, la misma invoca precedentes
jurisprudenciales del todo inaplicables para el supuesto de autos, donde
se ha resuelto una excepción de inhabilidad de la instancia y no el
asunto de fondo que constituye la materia objeto de autos, tal como
ocurre con el fallo “Mallo”.

En razón de los motivos de agravio expuestos, dejo


interpuesto en tiempo y forma el recurso de apelación, solicitando se
conceda el mismo y se eleven los autos a la Excelentísima Cámara de
Apelaciones, para que esta tramite el mismo y en su oportunidad, haga
lugar al mismo, y en consecuencia, revoque la sentencia apelada en
todas sus partes y declare habilitada la instancia contencioso
administrativa para el debate en sede judicial del conflicto salarial
planteado, el cual se encuentra vigente e insoluto al día de la fecha de
esta presentación.

II- EXPOSICION DE LOS


ANTECEDENTES Y DE LAS CIRCUNSTANCIAS
ACTUALES RELACIONADAS CON EL RECURSO DE
APELACION QUE SE INTERPONE
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CUESTIONES PREVIAS Y ACTUALES

I.- EL MODELO DEL AGOTAMIENTO DE LA VIA


ADMINISTRATIVA QUE SE APLICA EN AUTOS, SIN MEDIAR ADAPTACION
ALGUNA A LAS CIRCUNSTANCIAS DE LA CAUSA. EL AGRAVIO DE
CARÁCTER DEFINITIVO QUE ELLO PROVOCA

Dado la magnitud de las cuestiones que se plantean


en autos, las defensas opuestas con el único interés de retardar el
pronto diligenciamiento del presente, y siendo que el Tribunal incluso ha
avanzado más allá de las defensas opuestas por la contraria,
corresponde que en apretada síntesis exponga diversas cuestiones
sustanciales que definen los errores in iudicando de la sentencia, para
desde allí, ingresar en la exposición de los distintos agravios que provoca
a mis mandantes la sentencia interlocutoria cuestionada.

Que las diversas cuestiones sustanciales a las que


aludo, permitirán superar algunas situaciones derivadas de las
patologías inherentes a la imposición del modelo del agotamiento de la
vía administrativa en su versión más absoluta que se pretende en autos,
en tanto y en cuanto el reclamo administrativo previo y el agotamiento
de la vía administrativa son exhibidos por el Magistrado más bien como
una rémora, cuyo sentido se vincula con el fin de dilatar, mediatizar,
entorpecer o evitar la demandabilidad del poder público, lo que
constituye una trabazón en el acceso a la justicia para revisar en el caso
conductas materiales de la administración pública provincial que se
apartan ostensiblemente del marco legal y de la normativa aplicable en
materia de liquidación de haberes del personal policial de la Provincia, y
conducen a una situación impresentable en cualquier Estado de Derecho
que se precie de tal, al observarse que el setenta y cuatro por ciento
(74%) de las remuneraciones del personal policial de la Provincia se
abonan en negro.

Tal como ocurre en el caso de autos, tales situaciones


derivadas de las patologías apuntadas se han dado en algunas
Provincias, y frente a las mismas la Corte Suprema de Justicia ha
procurado remediarlas ante la necesidad de dar satisfacción jurídica a
ciertas situaciones que comprometían la garantía del debido proceso,
descalificando a través de no pocos Fallos las interpretaciones
formalistas adoptadas por algunos Superiores Tribunales Provinciales
(por ejemplo los conocidos casos: 10/5/88, “Empresa La Estrella c/
Provincia de Chaco”; 13/10/88, “Sacoar SA c/ Provincia de Buenos Aires”;
8/8/89, “Guerrero, L. c/ Municipalidad de Córdoba”, etcétera).

En esa misma dirección, con gran acierto el Dr.


Héctor A. Mairal ha sostenido, en “Los Plazos de Caducidad en el
Derecho Administrativo Argentino” (Derecho Procesal Administrativo –
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Cassagne, Juan Carlos – Hammurabí – Tº I, pagina 881), que el tema de


la caducidad de las acciones disponibles contra el estado se ha
convertido en un importante obstáculo para el acceso a la justicia en la
Argentina, debido a la conjunción de una Ley de Procedimientos
Administrativos poco clara y una tendencia jurisprudencial
sobreprotectora del estado, lo que ha desembocado en un sistema que
constituye un verdadero incentivo para el actuar ilegitimo del estado.

En el marco situacional de autos puede sostenerse


que es aplicable la reflexión que García de Enterría y Fernández
efectuaban sobre el régimen análogo, hoy superado, que entonces regia
en España: “La fugacidad de los plazos de los recursos y las
desorbitadas consecuencias que se ligan a su transcurso de forma
general e indiscriminada ponen en manos de la administración un
instrumento tan formidable que si sus posibilidades fueran utilizadas al
límite, sistemáticamente obligaría a todos los ciudadanos a prescindir de
trabajo y recreo y a permanecer inmóviles en su lugar de residencia
para evitar que una corta ausencia de solo 15 días pudiera privarles de
por vida de sus propiedades, de su profesión, de su patrimonio -o de una
parte sustancial de sus haberes y aportes previsionales como ocurre en
el caso de los policías que se hubieran ausentado o ido de vacaciones
durante el mes de enero del año 1994- lo cual comportaría una
esclavitud rigurosamente inadmisible” – García Enterría Fernández,
Curso de Derecho Administrativo, 2º Edición, Madrid, 1981, Tº II, pagina
451.

Es que en los días que corren, resultaría escandaloso


permitir que la administración pública provincial continúe desarrollando
una conducta ilegitima como lo es, pagar el 74% de las remuneraciones
que percibe el personal policial de la Provincia en negro, sin efectuarse
aportes ni contribuciones, y obligar al particular cuyos derechos así se
agravian, a tolerarla tal como se pretende a través del decisorio aquí
cuestionado.

Hago notar en tal medida, que el decisorio pretende


justificar y amparar tal conducta ilegitima, invocando para ello razones
de seguridad jurídica, siendo que por este camino en rigor, no solamente
se está imponiendo injustamente al personal policial una insalvable valla
de obstáculos formales para impedirles, a toda costa, la posibilidad o
derecho que tiene cualquier ciudadano de concurrir y acceder a la
justicia a través de un juicio justo, la posibilidad de ser oído, de producir
la prueba para demostrar sus dichos, y finalmente, de obtener una
sentencia sobre el fondo del asunto o conflicto de que se trate, sino que
también y más grave aún, la sentencia no constituye otra cosa sino un
verdadero incentivo para el actuar ilegitimo del estado que en materia
de haberes del personal policial se observa en el ámbito provincial.
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Y digo a toda costa ya que viene al caso puntualizar


que poco más de un año atrás, en el mes de Mayo de 2007, el
argumento utilizado tanto por el Poder Ejecutivo Provincial como por el
Tribunal actuante para eludir similares reclamos judiciales, ha consistido
en reprochar al personal policial el no cumplimiento del recaudo del
agotamiento de la vía administrativa, al sostenerse en aquel entonces
que no correspondía habilitar la instancia judicial argumentándose que el
personal policial debió haber impugnado el Decreto 729/94, decreto por
cuyo intermedio fueron creados hace una década y media atrás, los
suplementos particulares que dan origen al conflicto salarial.

En efecto, apenas un año atrás, en dos causas


análogas a la presente, caratuladas como “MOYANO, ANGEL A. Y OTROS
C/ PODER EJECUTIVO PROVINCIAL S/ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO”,
Expediente N° 3921/06 y “VERNAZ, DIEGO SEBASTIAN Y OTROS C/
PODER EJECUTIVO PROVINCIAL S/ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO”,
Expediente N° 3952/06 en trámite por ante el mismo Tribunal del Trabajo
de Ushuaia, se ha sostenido que, no obstante la invocación de las vías
de hecho, no correspondía habilitar la tramitación de dichas actuaciones
debido a que el personal policial allí reclamante no había dado
cumplimiento del recaudo antes apuntado.

No obstante vale aclarar que el personal policial en


esta oportunidad, en las presentes actuaciones, y en razón que en el
caso el agravio reviste carácter continuado en el tiempo, ha demostrado
la impugnación de los sucesivos decretos que en torno a la materia
fueron agravando, en el transcurso de estos últimos años, la
problemática de los pagos en negro al personal policial, ello debido a
que a través de tales decretos se les ha venido otorgando incrementos
salariales generales en negro a través del mecanismo de incrementar
solamente los suplementos particulares, sin observarse en este insidioso
proceso, solución alguna de continuidad.

Es decir que, los actores policiales en autos han


acreditado de modo suficiente las impugnaciones contra los decretos
provinciales N° 3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07, todos estos mediante
los cuales fueron otorgados los sucesivos incrementos que el estado
provincial sistemáticamente viene aplicando cada año, los cuales no han
hecho sino profundizar el problema al llevar al personal policial,
paulatinamente, de percibir un 35% en negro antes de la aplicación de
estos decretos impugnados, a un exorbitante e inaceptable 74% en
negro que perciben actualmente.

Pero en esta oportunidad decisiva, la sentencia aquí


recurrida desde el plano argumental ha ignorado abiertamente los varios
centenares de reclamos administrativos que fueron acreditados ante el
tribunal de primera instancia en ocasión de contestar la defensa de
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inhabilidad de la instancia, al sostener el Juez de grado novedosamente


ahora que estos nuevos decretos resultarían, en principio, accesorios de
la cuestión principal debatida, y en consecuencia que deberían seguir la
misma suerte sellada en cuanto a la inadmisibilidad de la instancia por
falta del cumplimiento del recaudo de agotamiento de la vía
administrativa (¿?).
Sucede que, más que tratarse de decretos accesorios
a la cuestión principal debatida (es decir accesorios al decreto PEP N°
729/94), en rigor y dado que el agravio resulta continuo en el tiempo y
para mas, se agrava y profundiza exponencialmente a través de los
posteriores Decretos N° 3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07, justamente,
a través de la impugnación de tales decretos se ha acreditado en autos,
en útil tiempo y forma, el cumplimiento del requisito del agotamiento de
la vía administrativa, a través de los centenares de reclamos
administrativos impugnatorios de los decretos posteriores apuntados,
por lo cual en esta oportunidad la decisión del a quo ha llegado al
absurdo al pretender que si no se impugno el decreto PEP 729/94 en el
año 1994, entonces ya de nada sirve impugnar intensamente los
posteriores decretos PEP 3159/06, 4286/06 y 3503/07 que profundizan el
agravio sin solución alguna de continuidad.

La gravedad de la situación entonces, resulta


del desamparo en que esta clase de soluciones judiciales deja
situado, al personal policial de la Provincia de Tierra del Fuego
en cuanto a la posibilidad efectiva de reclamar por sus derechos,
frente la conducta material ilegitima sino abiertamente ilegal
que, de manera continuada, viene ejecutando desde el año 1994
el poder ejecutivo provincial.

Hago notar en este punto, aunque ello no debería


resultar necesario, que la única vía con que cuenta el personal policial
para reclamar por sus derechos, es la vía del reclamo administrativo
previo que deben formular de manera individual, para que resueltos los
mismos eventualmente de manera desfavorable, puedan concurrir a la
sede judicial a través de la promoción de una demanda.

En tal medida expuesta, debo decir que la sentencia


apelada no resulta útil ni conducente como acto jurisdiccional que se
precie de tal, agravado por la circunstancia que indica que la sentencia
deja sin análisis ni resolución no pocas cuestiones esenciales.

Por ejemplo, entre otras omisiones, menciono a priori


que la sentencia deja sin explicación ni amparo alguno a cuanto menos
el 80% de los policías de los 900 policías involucrados en el reclamo
judicial emprendido en la jurisdicción de la Provincia de Tierra del Fuego,
es decir, a los ingresados con posterioridad al año 1995, por cuanto que
no explica la sentencia de qué modo pudieron estos haber cumplido con
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el mentado recaudo del agotamiento previo de la vía administrativa en el


año 1994 como se pretende a rajatabla sin realizar adaptación alguna a
las circunstancias de la causa.

Que sostener del modo en que ahora se pretende,


que para el caso el agotamiento de este recaudo solamente pudo
cumplirse en el año 1994, a través de la presentación de la impugnación
dentro del plazo de 30 días de dictado el decreto 729/94, resulta un
requisito del todo absurdo sino agraviante, además de resultar de
cumplimiento imposible para los policías ingresados con posterioridad al
año 1995, es decir, de cumplimiento imposible para la gran mayoría de
los policías reclamantes.

Sostengo en tal medida que la solución dada por la


sentencia recurrida contraviene el sentido común, en virtud de que en el
caso de autos el agravio resulta continuo y actual, reproduciéndose
todos los meses, por cuanto que la abnegada prestación laboral del
personal policial también se verifica todos los meses a través de las
tareas que realizan, siendo que la contraprestación por dichas tareas,
por definición legal, la constituye el sueldo, el cual el poder ejecutivo
provincial abona todos los meses, verificándose todos los meses que el
74% de los mismos se pagan en negro sin efectuarse aportes ni
contribuciones.

Y dado que los policías cumplen sus tareas todos los


meses, y por las mismas se les paga todos los meses una parte
sustancial de sus haberes en negro, así resuelto el tema podemos decir
que desde la personal perspectiva de un policía ingresado a la fuerza
policial por ejemplo en el año 2000, asumir como lo hace la sentencia,
que ese policía no tiene siquiera el derecho a plantear su reclamo por el
blanqueo de sus haberes ante la justicia debido a que no impugno un
decreto en el año 1994, es semejante a asumir que alguien nace
“prisionero” de antemano respecto de una conducta del empleador que
no solo se aparta sino que viola la normativa laboral en la materia, por el
solo hecho que la misma se viene perpetuando desde hace 14 años.

No obstante, como se mencionaba, los perjudicados


por esta situación preexistente al momento de ingresar en la fuerza
policial, acreditaron oportunamente ante el tribunal las impugnaciones
realizadas contra los decretos posteriores, las cuales sí fueron
articuladas dentro de los 30 días a contar del preciso momento en que
los mismos se aplicaron, y consecuentemente, profundizaron los pagos
en negro y el agravio a los derechos salariales y previsionales
garantizados por la Ley Nacional N° 21.965 y mas actualmente por la
Ley Provincial N° 735.
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Pero muy a pesar de que al personal policial le


resultan inaplicables los requisitos de admisión de la acción contencioso
administrativa previstos ya sea en la ley 19.549 (Adla, XXXII-B, 1752), ya
sea en la Ley Provincial N° 141 (habida cuenta que al no encontrarse aun
reglamentada la Ley N° 735 resulta de aplicación supletoria el Decreto
PEN N° 1866/83), actualmente, y aun habiendo acreditado el
cumplimiento del extremo esgrimido un año atrás para eludir la apertura
del debate judicial, nuevamente se niega la apertura de la
instancia para el tratamiento del conflicto, y contraviniendo el
sentido común, se pretende el cumplimiento de un imposible al
sostenerse que la suerte de los policías ha quedado sellada, de todas
maneras, por no haber impugnado en el año 1994, cuando la materia de
todos los decretos habidos resulta la misma sino idéntica.

Y sostengo que los actores policiales han demostrado


el cumplimiento del extremo del agotamiento de la vía administrativa a
pesar de que al personal policial le resultan inaplicables los requisitos
de admisión de la acción contencioso administrativa, en la medida que la
CSJN en la causa “ROSSI, CARLOS ALBERTO Y OTROS C/ CAJA DE RETIROS,
JUBILACIONES Y PENSIONES DE LA POLICIA FEDERAL ARGENTINA”, de fecha 8
de Abril de 2008 próximo pasado ha sostenido acerca del particular
aspecto que “Resultan inaplicables en el ámbito de las Fuerzas
Armadas y de Seguridad los requisitos de admisión de la acción
contencioso administrativa previstos en la ley 19.549 (Adla,
XXXII-B, 1752)”.

Así, en este valioso precedente, en el cual el Máximo


Tribunal de la Nación ha resuelto de manera definitiva la defensa relativa
a la inhabilidad de la instancia sostenida en relación a la materia de
fondo objeto de autos, se ha entendido que “Resulta violatorio del
derecho de propiedad como del de defensa en juicio y de la
garantía de un debido proceso adjetivo confirmar el decisorio
que declaró inhabilitada la instancia…, si se reclama el cobro del
suplemento creado por el decreto 2744/93 (ver Adla, LIV-A, 172)
-adicionales particulares asignados a la Policía Federal-, pues
ello COARTA EL DERECHO DE LOS RECURRENTES A PERCIBIR EL CITADO
ADICIONAL QUE HA SIDO REITERADAMENTE OTORGADO EN CIRCUNSTANCIAS
ANÁLOGAS”.

Entonces, y dadas las circunstancias expuestas,


en el caso de autos resulta prudente sostener que los recaudos
formales para la procedencia del control judicial de la actividad
administrativa deberían ser interpretados con suma prudencia,
porque tratan por igual tanto a quien no tiene razón sobre el
fondo de la cuestión traída ante el Tribunal, como a quien sí la
tiene.
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No puedo dejar de mencionar que esta clase de


soluciones perjudica el sistema republicano de gobierno y la división de
poderes, en particular como ocurre en el caso donde justamente una de
las partes del conflicto es uno de los poderes del estado, y frente a este,
los trabajadores policiales únicamente pueden, en última instancia,
concurrir al poder judicial que como poder del estado le compete dirimir
en tales conflictos, y no como ocurre en el caso, dejando a los
justiciables librados a su suerte, circunstancia esta ultima que no
casualmente viene de la mano del consejo del salario policial convocado
por el poder ejecutivo provincial apenas dos meses atrás, y en cuyo
marco completamente irregular y de manera compulsiva se pretende
sentar a la mesa de negociaciones al personal policial para discutir,
justamente, el blanqueo de sus haberes, cuestión que se denunciara y
analizara en el apartado subsiguiente.

II.- LA CONDUCTA CONTRADICTORIA QUE EN LA


ACTUALIDAD SE OBSERVA DE PARTE DEL PODER EJECUTIVO PROVINCIAL
EN RELACION AL CONFLICTO SALARIAL DEL SECTOR POLICIAL QUE ES
TRAIDO A CONOCIMIENTO. DENUNCIA HECHO NUEVO. PONE DE
MANIFIESTO A LOS SRES. CAMARISTAS LA CONVOCATORIA AL CONSEJO
DEL SALARIO POLICIAL EFECTUADA POR EL PODER EJECUTIVO
PROVINCIAL FUERA DEL MARCO DE LAS LEYES

Debo poner en evidencia aunque ello resulte de


público y notorio (artículos 374.1 y 374.2 del CPCCLRyM), que el pasado
día 12 de Mayo de 2008 se dicto la Resolución MG Nº 242/08, la cual
fuera notificada a mis mandantes el pasado día 13 de Mayo de 2008 a
través de la Circular General Nº 16/08 JP.

Asimismo debo poner en evidencia que en relación a


la defensa del todo renunciable para el Estado Provincial que ha opuesto
el representante de la contraria en autos, la misma debería ser ratificada
por la Sra. Gobernadora Fabiana Ríos, o cuanto menos por el Ministro de
Trabajo Dr. Marcelo Echazu, ya que la misma resulta contradictoria frente
a la conducta que de público y notorio viene desplegando la
administración pública provincial en relación al conflicto salarial
existente en el ámbito policial de la Provincia.

En efecto, la contraria en autos a través de su


representante pretende la caducidad de los derechos que se reclaman,
mientras que de manera totalmente contradictoria, las autoridades de
Gobierno reconocen explícitamente la existencia de irregularidades en
los haberes del personal policial, y por ende de ello se pretende obligar a
los mismos a negociar el blanqueo de tales haberes, a través de la
convocatoria compulsiva y obligatoria dispuesta por la Resolución MG N°
242/08 que vengo a denunciar.
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Que viene al caso dejar expuesto en autos que la


Resolución MG Nº 242/08, arranca reconociendo la problemática
mencionada, por cuanto que expresa entre sus considerandos que “…
analizados los distintos reclamos, recursos…surge evidentemente una
dificultad en el salario de todos los efectivos policiales de la Provincia.
Estos inconvenientes son recurrentes y datan de prolongados periodos,
estando esta cuestión peticionada en el ámbito administrativo y judicial
con plurales demandas”.

Agrega seguidamente, en relación a la problemática


salarial planteada, que la misma “…ocasiona una notable divergencia en
el salario del personal uniformado, cuando se encuentran en actividad y
pasan a retiro. Que los itemes no remunerativos y no bonificables no
solo ocasionan inequidades en el salario de bolsillo, sino que también en
los aportes de las cajas previsionales…”.

Que de tal modo, la Resolución MG Nº 242/08 no solo


asume sino que también reconoce la problemática planteada y la
consecuente iniquidad que la misma provoca, sino que en tal medida,
resulta clara y concreta en dirección a reconocer la necesidad de corregir
dicha problemática.

Para tales efectos, la Resolución MG Nº 242/08


propone una “herramienta superadora” consistente la misma en
establecer una Comisión del Salario Policial, integrado tanto por
representantes de la parte patronal, como por seis (6) representantes de
los trabajadores policiales que resulten electos por sus propios pares en
el acto eleccionario previsto a tales efectos.

Que en rigor, el objeto y cometido del Concejo del


Salario se encuentra definido por el artículo 3º de la Resolución MG Nº
242/08, en la medida que allí se ha explicitado que “Los representantes
que surjan electos, tendrán carácter de Comisionados en el Ámbito
Salarial Policial por el sector de activos de la Policía de la Provincia.
Representaran ante las distintas autoridades del Gobierno Provincial a
sus camaradas de los cuadros de oficiales y suboficiales…Tendrán
como propósito el logro de canales de diálogo a través de
proyecciones presupuestarias, propuestas, contrapropuestas y
simulaciones, ponderando una solución para incluir los itemes
no remunerativos y no bonificables al haber mensual del policía,
ello en el marco del Decreto 2744/93 y sus modificatorias y en Decretos
Provinciales Nº 729/94, 3159/06, 4286/06 y 3503/07”.

Debo destacar que tal pretensión de “ponderar” una


solución al conflicto lo es, sin perjuicio de resaltar las siguientes
circunstancias:
14

a) Que respecto de los pagos en negro al personal


policial, la ilegalidad de esta conducta ya ha sido
puesta de resalto por parte del IPAUSS, a través de
la determinación de oficio ha sido llevada a cabo
por dicho organismo de la seguridad social de
conformidad con lo ordenado en el punto 2º del
Acta de Directorio Nº 166, notificada la misma a la
Jefatura de la Policía en la fecha 25/07/2007
mediante la Nota Nº 346/07 Letra D.F.-C.G.-
IPAUSS.

La verdad material que surge de manera contundente


e indubitada de la determinación de oficio de las deudas que se derivan
de las inconsistencias detectadas entre los aportes y contribuciones
abonados a la Obra Social del IPAUSS, correspondientes al personal
policial y los haberes liquidados a los mismos, deberían bastar para
superar la negación en la que, hasta el momento, ha venido incurriendo
el estado provincial al pretender ignorar, desconocer o esconder esta
realidad palmaria, bajo el ropaje de las meras formalidades, con la única
finalidad de eludir la cuestión de fondo planteada.

b) No obstante tal palmaria realidad puesta en


evidencia por el mismo organismo previsional de
la Provincia (IPAUSS), debo destacar al mismo
tiempo un hecho objetivo o acto de gobierno de la
actual administración, que parece transitar en la
dirección contraria, por cuanto que la realidad
indica que el actual Gobierno ha otorgado y
aplicado a partir del mes de enero del corriente
2008, un tercer aumento en negro sobre las
sumas que ilegalmente se venían abonando en
concepto de los suplementos particulares en
cuestión (Decreto PEP N° 3503/07), agravando y
profundizando de este modo una vez más la
problemática suscitada.

Destaco que lo anterior se da de bruces con la


solución que aporta la sentencia apelada, por cuanto la misma ha
interpretado que los centenares de impugnaciones efectuadas contra el
Decreto PEP N° 3503/07 no bastarían para habilitar la instancia judicial
contencioso administrativa por cuanto que dicho decreto resulta
“accesorio a la cuestión principal”.

Además destaco que la aplicación reciente del tercer


aumento general en negro aplicado ni bien asumidas las nuevas y
actuales autoridades de Gobierno, también se da de bruces con la
Resolución MG Nº 242/08, en tanto la misma pretende dar muestras de
15

la intención del mismo Gobierno de cesar en la conducta ilegal


apuntada.

Nótese que este tercer aumento aplicado en negro (al


igual que los anteriores) resulta ser pan para hoy y hambre para
mañana, interpretándose que cada incremento en negro otorgado al
personal policial no es sino un paliativo transitorio o sucedáneo barato
de una recomposición salarial de carácter general y permanente, siendo
que este incremento terminara siendo rápidamente consumido por el
proceso inflacionario dejando al personal en una situación aun más
vulnerable y dejando nuevamente a los aportes y contribuciones
estancados en sus valores históricos.

c) Sin perjuicio de lo anterior, otro hecho concreto y


contemporáneo de la actual administración,
relacionada al personal policial, ha consistido en la
rotunda negatoria y en el completo y total
desconocimiento, por parte del actual Gobierno a
cargo de la Sra. Gobernadora Fabiana RIOS, del
derecho a la regularización y blanqueo de sus
haberes en negro que el personal policial reclama
en las presentes actuaciones, hecho que se
verifica a través de la excepción de inhabilidad de
la instancia articulada y concedida por el Tribunal
de grado.

En tal medida, se ha negado que a los actores


policiales les asista derecho alguno al blanqueo de sus haberes,
valiéndose el gobierno para ello de una alternativa procesal que resulta
una defensa renunciable de la Provincia, como lo es la excepción de
inhabilidad de la instancia judicial, mas allá de los pormenores que la
misma involucra, los cuales resultan motivo de agravio en el presente
recurso de apelación, los cuales se expondrán una vez agotada esta
exposición preliminar al recurso en sí mismo.

d) Asimismo hasta el día de la fecha el gobierno


Provincial no ha dado contestación a los recursos jerárquicos
interpuestos por el personal policial contra el tercer aumento en negro
que fuera aplicado por el actual gobierno en el mes de enero de 2008,
siendo que el plazo legal para resolver los mismos ha expirado el pasado
mes de Abril de 2008, circunstancia que ha motivado y obligado a esta
parte a ampliar las demandas en trámite y judicializar nuevamente la
cuestión.

III.- DENUNCIA COMO HECHO NUEVO LA


IMPUGNACION A LA RESOLUCION MG N° 242/08 QUE DISPONE LA
CONVOCATORIA AL CONSEJO DEL SALARIO POLICIAL
16

Que en el contexto situacional que se ha venido


exponiendo, y ante el dictado de la Resolución MG Nº 242/08, los actores
de autos ha procedido de manera temporánea a impugnar en sede
administrativa la misma, por las siguientes causales y motivos de
agravio:

1º.- en la medida que dispone establecer la


conformación de la Comisión del Salario del Personal Policial de la
Provincia (en cuyo marco pretende discutirse una materia que se
encuentra en litigio judicial), por no resultar su objeto jurídicamente
posible en los términos y alcances que exige el articulo 99º inciso c) de
la Ley Provincial de Procedimiento Administrativo Nº 141, ya que lo que
eventualmente se acuerde en el marco de la aludida Comisión del
Salario no tendrá efecto vinculante alguno al no mediar en el caso
concreto, una entidad sindical que comprenda al personal policial de la
Provincia.

2º.- en la medida que la misma no se encuentra


suscripta por autoridad competente, incurriendo de este modo en
violación a lo establecido por el articulo 99º inciso a) de la Ley de
Procedimiento Administrativo Nº 141.

3º- en la medida que el reglamento eleccionario


resulta discriminatorio y establece exclusiones y requisitos que no
guardan relación, ni proporción, ni medida alguna, con el cometido y el
objeto de la Comisión del Salario, de lo cual resulta que los integrantes
que finalmente han surgido “autoproclamados” carecen de la necesaria
legitimación y representatividad suficiente para dar cumplimiento, en
nombre y representación del personal policial en su conjunto, con el
cometido y el objeto pautados.

Ello así en virtud de los siguientes aspectos cuyos


motivos puntualmente se enuncian de modo que consten en las
presentes actuaciones:

a) Porque no resulta ser la parte patronal quien


pueda arrogarse el derecho de organizar a la parte
trabajadora, estableciendo obligaciones en
relación a la manera y a la forma en la cual eligen
a sus representantes para que la represente en la
mesa de negociaciones de que se trate o imagine;
b) Porque no resulta ser la parte patronal quien
puede excluir, en dicho proceso de elección de los
representantes, a determinados trabajadores y/o
grupos o sectores de trabajadores dentro de una
misma actividad, a los fines de representar
17

legítimamente los derechos salariales y/o


previsionales y/o laborales de todos los
trabajadores alcanzados por la negociación
paritaria de que se trate o imagine, como ser el
caso del personal policial retirado o en
disponibilidad, el personal que no cuente con 10
años de antigüedad, el personal que se encuentre
usufructuando licencias por razones de salud, con
sumarios administrativos o embargos judiciales;
c) Porque no puede ser la parte patronal quien
establezca un mecanismo eleccionario que no solo
resulta discriminatorio, sino que a la vez impide la
presentación de listas para la elección de los 6
representantes de los trabajadores policiales en el
cuerpo colegiado del Concejo del Salario,
permitiendo únicamente las postulaciones
individuales del personal policial que aspire a
integrar dicho Concejo;
d) Porque no puede ser la parte patronal quien
establezca condiciones para el funcionamiento del
Concejo del Salario, que impliquen una desventaja
técnica para los representantes de los
trabajadores, en la medida que los electos, para
llevar a cabo su cometido como representantes,
únicamente podrán contar con la asistencia
técnica, tanto jurídica como económico – contable,
que será provista por la parte patronal,
excluyéndose así la posibilidad de ser asistidos por
profesionales de su propia confianza, tal como
ocurre en los diferentes ámbitos laborales en los
cuales las discusiones y negociaciones salariales
normalmente se desarrollan al amparo, y con el
respaldo técnico de las asociaciones gremiales.

Que hasta el día de la fecha, el reclamo


administrativo impugnatorio de la Resolución MG N° 242/08 aun no fue
resuelto, no obstante ello la Jefatura de la Policía ha dado tramite e inicio
al proceso eleccionario, el cual en rigor no ha existido ya que han sido
“autoproclamados” los representantes por los trabajadores policiales.

Y no obstante que siquiera ha sido resuelto el reclamo


administrativo interpuesto por el personal policial actuante en autos, el
Consejo del Salario Policial ha comenzado a reunirse a puertas cerradas
desde hace tres semanas atrás a contar del día de la fecha de esta
presentación, siendo un dato de la realidad que al mismo no se ha
integrado el ministro de trabajo, ni tampoco ha podido conocerse
18

pormenor alguno al respecto a pesar de la supuesta publicidad que


tendrían tales negociaciones.

Por último, y a todo evento, hago constar que se


denuncia como hecho nuevo la impugnación administrativa articulada
contra la Resolución MG N° 242/08, habida cuenta que la materia que se
pretende abordar en el marco de dicha irregular y compulsiva
convocatoria, resulta ser la misma e idéntica materia que se reclama en
autos, la cual constituye la pretensión procesal de fondo de estas
actuaciones a cuyo respecto se pretende la inhabilidad de la instancia
aquí recurrida.

IV.- OTRO HECHO QUE PONE EN EVIDENCIA LA


CONDUCTA CONTRADICTORIA QUE SE OBSERVA DE PARTE DEL PODER
EJECUTIVO PROVINCIAL EN RELACION AL CONFLICTO DEL SECTOR
POLICIAL QUE ES TRAIDO A CONOCIMIENTO

Que el día 02 de Junio de 2008 próximo pasado ha


tomado estado parlamentario, en el Congreso de la Nación, el Asunto N°
2780-D-2008, caratulado como “PEDIDO DE INFORMES AL PODER
EJECUTIVO SOBRE LOS HABERES JUBILATORIOS DEL PERSONAL DE LAS
FUERZAS ARMADAS Y DE SEGURIDAD EN SITUACION DE RETIRO”, el cual
fue girado a la Comisión de Previsión y Seguridad Social.

El mismo se encuentra suscripto, entre otros


Diputados, por el Diputado por la Provincia de Tierra del Fuego del
partido político actualmente gobernante en la Provincia, Leonardo A.
Gorbacz.

Que dicho proyecto, no hace sino reiterar o replicar


los argumentos expuestos en el libelo de inicio de esta presentación, e
incluso se evidencia que el mismo ha tomado expresiones utilizadas por
esta parte en los distintos reclamos impugnatorios interpuestos ante la
actual administración de Gobierno, como ser la expresión “pan para hoy
y hambre para mañana” utilizada en referencia a los sucesivos aumentos
en negro con que se viene castigando al personal policial en nuestra
Provincia.

El proyecto se motiva en tres finalidades. En primer


término, solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que informe cuáles son las
razones y los criterios por los que los haberes jubilatorios del personal
militar retirado de las FFAA (Ejército, Armada y Fuerza Área) y FFSS
(Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval) se encuentran
congelados desde hace años y en una evidente disparidad con los
haberes que percibe el personal en actividad.
19

En segundo lugar, conocer los motivos del grave


retardo que sufren los actores de causas judiciales por reajuste de
haberes al momento de hacerse acreedores de los Bonos de
Consolidación de Deuda Pública, mediante sentencia judicial en firme. En
el mismo sentido, que el Poder Ejecutivo informe cuál es el volumen de
causas que aún no han devenido en la cancelación de las deudas.

Por último, conocer el estado patrimonial de las Cajas


de Retiros de las distintas Fuerzas, sobre todo en materia de volumen de
aportes y erogaciones.

Resulta de interés para el caso el proyecto de pedido


de informes, en tanto sostiene entre sus Considerandos que “Para todas
las Fuerzas, la conformación del "haber mensual" se integra por el
sueldo básico, los suplementos generales, particulares y las
compensaciones. En el caso de las FFAA, la Ley 19.101 art. 54 dispone
que los suplementos generales integrarán el concepto "sueldo"
incorporándose al básico, lo que le otorga carácter remunerativo y
bonificable. El mismo artículo establece que cualquier asignación que en
el futuro resulte necesario otorgar al personal en actividad de las
respectivas fuerzas, cuando dicha asignación revista carácter general,
se acordará en todos los casos con el concepto "sueldo". Esto se
extiende a la Prefectura Naval Argentina por el Art. 1 de la Ley 21.033,
art. 76 de la Ley 19.349 para la Gendarmería Nacional y art. 75 de la Ley
21.965 para la Policía Federal Argentina”.

Seguidamente, sostiene el proyecto que “Los


artículos 56 y 57 de la Ley 19.101 establecen los suplementos generales
y particulares, respectivamente. Los primeros son por "tiempo mínimo
cumplido", "antigüedad de servicio" y "grado máximo". Los segundos
comprenden "actividad arriesgada", "título universitario", "alta
especialización", "zona", "ambiente insalubre o penoso". Asimismo, la
ley posibilita que el Poder Ejecutivo pueda crear nuevos suplementos
particulares, acorde situaciones, circunstancias o exigencias que lo
justifiquen”.

Sostiene el proyecto asimismo que “La integración


del haber mensual por el sueldo básico, suplementos generales,
particulares y compensaciones, también corresponde a la Policía
Federal. Junto a los suplementos generales existen los
suplementos particulares, de los cuales no goza la generalidad
del personal y que se otorgan en razón de diferentes supuestos
legales. Como es sabido, estos suplementos no son ni
remunerativos ni bonificables” – (Ver el párrafo Decimo de los
Considerandos del proyecto de pedido de Informes al Poder Ejecutivo
Nacional).
20

Aclarado este y otros temas, el proyecto de Pedido de


Informes al Poder Ejecutivo Nacional aborda la problemática que da lugar
al mismo, problemática que en rigor resulta ser la materia que
constituye el objeto y la pretensión procesal de autos.

Afirma en este sentido el proyecto que “Desde


1993, el Poder Ejecutivo Nacional consagró mediante distintos
decretos suplementos particulares con carácter no remunerativo
y no bonificable. Esta política terminó vulnerando la estructura
salarial del personal militar de todas las Fuerzas. Al percibirlos,
el personal en actividad cuenta con más poder adquisitivo, pero
eso no influye sobre el Sueldo Anual Complementario (SAC) ni
tampoco se traslada al aporte y haber jubilatorio, dado el
carácter que antes resaltamos. En palabras llanas; se trata de
"pan para hoy y hambre para mañana", ya que el personal en
actividad se retira con un sueldo básico y suplementos
generales -ambos integran el cálculo para el haber de retiro-
arrojando un monto muy inferior al que perciben mientras están
actividad. Esto obedece a que todos los suplementos
particulares desaparecen con el cambio de situación. Tengamos
en cuenta que forman una parte mayoritaria del haber mensual”.

Para agregar seguidamente que “De esta manera,


se conculcan elementales principios de justicia y solidaridad
social ya que el personal en actividad realiza aportes
previsionales, exclusivamente, respecto de los importes que
perciben en concepto de haber mensual; manifiestamente
inferior al excluirse los suplementos no remunerativos y no
bonificables. Con la adopción de estas medidas, el Poder
Ejecutivo Nacional está violando la Constitución Nacional (art.
14 bis) y la normativa en materia de remuneración, previsión
(Ley 21.965) y su reglamentación”.

Aporta además un dato objetivo de la realidad,


aunque lamentablemente en nuestra Provincia de TDF se pretenda eludir
el debate formal acerca del asunto tal como lo hace la sentencia aquí
recurrida, el cual indica que “El Poder Judicial tuvo que expedirse
frente a las masivas acciones del personal retirado y en
actividad. Y considera ilegal el otorgamiento de esos
suplementos particulares porque, en primer término, se
otorgaron a la generalidad del personal en actividad, lo que
desmiente su carácter de particulares siendo, por lo tanto,
remunerativos y bonificables. En segundo lugar, porque superan
lo admitido por ley para integrar el haber mensual como
suplementos no remunerativos ni bonificables. Sin duda, se
trata de un "aumento encubierto" del haber, o "en negro", y a
todas luces antijurídico”.
21

Resalta el proyecto que la consecuencia negativa de


esta situación es doble: por un lado, el personal en actividad ve
acrecentado su poder adquisitivo al contar con más dinero en el bolsillo,
pero no se eleva su nivel de aporte jubilatorio, creando una brecha cada
vez más profunda entre lo que percibe en actividad y lo que cobrará una
vez retirado; sin duda un monto mucho menor.

Por otro, las Cajas de Jubilaciones de las instituciones


se mantienen en el mismo nivel de ingreso desde hace años, sin obtener
incrementos. Esto afecta también a las Obras Sociales, que perciben por
ley un porcentaje de esas remuneraciones, tanto del personal en
actividad, como también del retirado y los pensionistas, quebrantando el
principio de solidaridad.

Remite asimismo a un destacado fallo de la CSJN, el


cual señala “que los suplementos particulares no remunerativos ni
bonificables "violan el derecho que tienen las cajas a recibir los aportes
previsionales que correspondan, con lo cual se produce una especie de
vaciamiento con referencia a los fondos de que deben disponer dichas
cajas, para abonar a su vez las jubilaciones y pensiones a los
beneficiarios" y recalca la esencia de los incrementos "en negro"
mediante esta modalidad y el perjuicio de orden previsional. Finalmente,
insiste con que las asignaciones otorgadas a la generalidad del personal
poseen carácter remunerativo y bonificable, contrariamente a lo que
ocurre” – (Ver "ARGÜELLO VARELA c/ ESTADO NACIONAL" - A-621-XXI).

Y muy puntualmente en lo que a la excepción de


inhabilidad de la instancia de autos concierne, expresa el proyecto en
cuestión que “EN EL AÑO 2005 Y 2006 EL PODER EJECUTIVO DISPUSO LA
CREACIÓN DE NUEVOS SUPLEMENTOS PARTICULARES, NO REMUNERATIVOS Y
NO BONIFICABLES, OTORGÁNDOLOS A LA GENERALIDAD DEL PERSONAL EN
ACTIVIDAD Y CONTINUANDO CON LA MISMA MEDIDA ILEGAL QUE
MENCIONAMOS, VIGENTE DESDE 1993”.

Que respecto de tales incrementos, las sumas


involucradas no realizaron los aportes correspondientes y tampoco se
trasladaron al SAC, por lo cual, “LA SITUACIÓN SE PERPETÚA,
afectando más y más al personal retirado y, a la postre, al
personal en actividad que al jubilarse sufrirá una caída
sustancial del haber por esta condición. Los efectos llegan a las
Cajas Previsionales y las Obras Sociales”.

Huelga decir que en el caso del personal retirado la


situación es mucho más grave. Finalmente, los retirados desembocan en
una situación material indigna, siendo que a esa altura de sus vidas
22

deberían gozar de un merecido sostén económico acorde los servicios


que han prestado, tal como lo consagra nuestra Constitución y las leyes.

En medio de este escenario, no solamente emergen


las cuestiones que plantea el proyecto materia de análisis y denuncia en
este acápite, sino también emergen de este escenario expuesto, la
sentencia aquí recurrida y el modelo del agotamiento de la vía
administrativa que se aplica en autos sin adaptación alguna a las
circunstancias de la causa, siendo que el agravio de carácter definitivo
que ello provoca constituye materia del presente recurso de apelación,
agravios que sucedidamente se desarrollaran en los siguientes
apartados de esta presentación.

A tales efectos, dividiré la exposición de los agravios


a favor de un mayor orden metodológico, según las distintas cuestiones
que revela la sentencia apelada para sostener y justificar, de un modo
tan solo aparente, que la vía judicial no se hallaría habilitada en el caso.

III- FUNDAMENTA RECURSO Y


EXPRESA AGRAVIOS
PRIMER ASPECTO: EL DECRETO PEP N° 729/94 NO RESULTA MATERIA DE
IMPUGNACION EN ESTAS ACTUACIONES AUNQUE SI CONSTITUYEN
MATERIA DE IMPUGNACION LOS DECRETOS PEP N° 3159/06, N° 4286/06 Y
N° 3503/07

Que en las presentes actuaciones, mis mandantes


han solicitado centralmente el mismo objeto y pretensiones procesales,
como asimismo imputan y atribuyen los mismos hechos y la misma
interpretación a su respecto, que el resto de los actores policiales en las
causas caratuladas “Moyano”, “Vernaz”, “Abalos”, “Ferster” y “Aballay”,
todas en trámite por ante el mismo Juzgado de Primera Instancia del
Trabajo de Ushuaia.

En tal sentido el sentenciante ha expresado que “…


meritúo necesario poner de relieve que la parte actora aduce en su
demanda que la pretensión esgrimida no importa un ataque al Decreto
PEP 729/94, sino hacia la errónea liquidación de haberes que según su
entender efectúa la demandada, en contravención con lo dispuesto por
el artículo 75° de la Ley 21.965, ya que esta norma prescribe que
cuando una asignación revista carácter general se acordara en todos los
casos con el concepto de haber mensual” – (segundo párrafo de los
Considerandos de la sentencia atacada).
Que en este punto deviene necesario no
solamente delimitar que se entiende por vía de hecho
administrativa, sino también (y en la medida que el a quo
23

termina concluyendo que en el caso no se verifican las vías de


hecho), verificar y establecer en qué momento debió
interponerse el reclamo administrativo y/o la demanda judicial
pertinente a tenor de lo prescripto por el artículo 24° del CCA.

Que ello deviene necesario en la medida que la


sentencia de grado descarta la ocurrencia de las vías de hecho en el
caso de autos, a través de sostener que las únicas vías de hecho
posibles son las directas, no así las indirectas, resultando entonces
necesario verificar el extremo apuntado en el párrafo precedente, es
decir, en qué momento debió entonces interponerse el reclamo
administrativo y/o la demanda judicial en el caso, circunstancias que se
abordaran en los siguientes apartados.

Por el momento, no obstante nótese que la


disquisición que plantea la sentencia en torno a las vías de hecho, solo
conduce a extraviar el eje del asunto, ya que en todo caso, y de acuerdo
al precedente “BORLA” que cita el sentenciante, debería ponderarse en
qué momento los actores tomaron conocimiento de esta ilegal conducta,
y por ende, en qué momento venció el plazo de 90 días hábiles judiciales
para interponer la demanda judicial en cuestión.

Y a contrario sensu, si no han existido vías de hecho,


tal como pretende y asume la sentencia atacada, entonces deberá
estarse al hecho que indica que el Decreto PEP N° 729/94 no estableció
régimen salarial alguno, dado que solamente ha establecido una serie de
suplementos particulares sin que ello haya presupuesto incorporar los
mismos, en el año 1994, a las escalas salariales del personal policial, por
lo cual deberá establecerse cuál ha sido el momento oportuno para que
los policías impugnaran la circunstancia que provoca el agravio, es decir,
la circunstancia que indica la “generalización” que en la práctica
adquirieron los suplementos de mención a través de su pago
indiscriminado al 100% del personal policial de la provincia, incluso
Cadetes, mediante la presentación en tiempo y forma del reclamo
administrativo contra tal conducta continua e ilegitima del estado
provincial.

En esta medida, destaco que los actores han


solicitado que se les reconozcan diferencias salariales que imputan al
hecho que el decreto provincial N° 729/94 creo determinados
suplementos para el personal policial con carácter particular, y por ende
de ello “no remunerativos” y “no bonificables”, lo cual no resulta
violatorio de derecho alguno, pero el Estado Provincial ha aplicado tales
suplementos contrariando la expresa finalidad para la cual los mismos
fueron concebidos como tales, (es decir, como suplementos
PARTICULARES), en la medida que los mismos han sido ilegítimamente
utilizados para otorgar de facto, encubiertamente bajo dicha figura,
24

recomposiciones salariales a la TOTALIDAD del personal policial de la


Provincia, ello a través del expediente de disponer la aplicación de
dichos suplementos pero omitiendo al tiempo establecer las
circunstancias calificantes que constituyan el presupuesto para el pago
de los mismos solamente a quienes desempeñen tareas que impliquen
un mayor desgaste psíquico o físico, y de manera temporal únicamente
por el tiempo que dure la prestación de tales tareas de riesgo, tal como
lo exige el artículo 2º del mencionado Decreto Provincial Nº 729/94.

Así, los actores han sostenido que la omisión del


estado Provincial de reglamentar los supuestos que habiliten el pago de
los suplementos particulares, con mas la generalización en el pago de
estos suplementos que son percibidos por la totalidad del personal
policial sin excepción alguna, no solamente ha desnaturalizado el
carácter de particulares bajo el cual pretenden enmascararse las
sumas que se liquidan bajo este concepto, sino que también avala y
fundamenta la pretensión de que las sumas involucradas sean
incorporadas al haber mensual de mis mandantes, en virtud de lo
previsto de modo imperativo tanto por el artículo 75° de la Ley Nacional
N° 21.965, como asimismo por el artículo 72º de la Ley Provincial Nº 735,
normas que establecen que cualquier asignación que resulte necesario
otorgar al personal en actividad de las instituciones policiales, cuando
dicha asignación revista carácter general, se acordará en todos
los casos con el concepto de ''Haber Mensual".

Así, lo que en rigor se ha cuestionado en la presente


demanda, es la conducta material del estado que pretende ampararse
en el Decreto PEP N° 729/94, por cuanto que tales suplementos
particulares corresponde únicamente que les sean abonados a un
reducido grupo de personal policial, y solo de manera transitoria, es
decir, únicamente al personal policial que desempeñe tareas que
involucren un mayor desgaste físico o psíquico, y solamente mientras
dure la prestación de tales tareas.

Es que no puede pasarse por alto que la inteligencia


del Decreto Provincial N° 729/94 radica en que los suplementos
están enfilados para compensar prestaciones laborales
especiales (tareas de riesgo, y/o tareas penosas, y/o tareas insalubres),
y por ende de ello, mal podrían liquidarse y abonarse los mismos a los
1.300 policías existentes en la provincia, tal como ocurre en la realidad.

Tristemente, en el caso que nos ocupa, el estado


provincial ha venido violando lo establecido por el mismo Decreto PEP N°
729/94, en la medida que viene liquidando y abonando sumas
equivalentes al 74% del total de la remuneración que perciben los 1.300
policías de la Provincia, de manera indiscriminada y permanente, bajo la
figura de estos suplementos, contrariando con su conducta material
25

continuada el objeto y la finalidad para la cual tales suplementos


particulares fueron concebidos, y de este modo no ha hecho otra cosa
sino otorgar necesarias y sucesivas recomposiciones salariales de
carácter general y permanente bajo el falso e ilegitimo ropaje de los
suplementos particulares establecidos por el Decreto PEP N° 729/94.

Nótese en este punto, que en el escrito de


demanda esta parte se ha detenido a afirmar que estos
suplementos se abonan a la totalidad del personal policial sin
excepción alguna, circunstancia que no ha sido negada por la
contraria y por ende se encuentra plenamente demostrada la
generalidad que en la práctica adquirieron los mismos.

Que esta circunstancia fáctica que la contraria parece


pasarse por alto, es justamente la circunstancia que permite visualizar e
interpretar la desviación aplicativa en la cual ha incurrido con su
conducta material el estado provincial respecto de lo normado por el
Decreto PEP N° 729/94, desviación aplicativa que constituye materia de
impugnación y agravio para esta parte, y que a la vez permite
interpretar porque el objeto de autos no consiste en la impugnación del
mentado Decreto PEP N° 729/94.

Nótese también que para más, esta puntual


circunstancia es la que justamente resulta definitoria a la hora de
resolverse el mismo conflicto pero en sede de la justicia federal en
relación al personal policial de la Policía Federal Argentina.

En efecto, el Fallo de la Corte Suprema de Justicia de


la Nación, de fecha 04/05/2000 recaído en la causa “Bovari de Díaz, Aída
y otros c. Ministerio de Defensa”, hace referencia concreta al concepto
de “generalidad” al cual se viene haciendo referencia.

En efecto, el Fallo “BOVARI” en su Considerando


Decimo Primero expresa “Que no obsta a lo expuesto lo decidido por la
cámara en cuanto a que el suplemento será general si supera el tope del
68% establecido por el art. 1º del decreto 2769/93, pues tal
razonamiento resulta el fruto de una reflexión discrecional en la medida
en que cualquiera que sea el porcentaje que se tenga en cuenta (45%,
60% y/o 68%), ello no evidencia que sea la totalidad de los
militares en actividad que lo percibe, aspecto fáctico éste que
resulta esencial para concluir en que se otorgó con carácter
generalizado. En efecto, en Fallos: 312:787, 802 y 318:403 se destacó
que de los decretos dictados por el Poder Ejecutivo surgía que las
asignaciones habían sido otorgadas con carácter generalizado a la
totalidad de los militares en actividad. En Fallos: 321:619, con respecto
a la Policía Federal, se consideró que si bien del decreto surgía su
carácter de particular, su aplicación -en contravención a lo dispuesto por
26

la norma- había importado que la totalidad de los suboficiales auxiliares


en actividad hubiesen percibido uno u otro de los suplementos creados
por el decreto 2744/93, los cuales eran de nivel análogo”.

Y para rematar el concepto, se ha sostenido en el


Considerando Decimo Segundo, “Que en tales condiciones, este tribunal
ha considerado que para que una asignación sea incluida en el concepto
de sueldo y, por lo tanto, deba ser trasladada al haber de retiro por
haber sido otorgada con carácter generalizado, se requiere -en principio-
que la norma de creación la haya otorgado a la totalidad de los militares
en actividad -lo que evidencia que no es necesario cumplir en ninguna
circunstancia específica para su otorgamiento, pues se accede a ella por
la sola condición de ser militar-; y excepcionalmente, en el caso en que
de la norma no surja su carácter general, en la medida en que se
demuestre de un modo inequívoco que la totalidad del personal
en actividad de un mismo grado o de todos los grados lo percibe
y que importe una ruptura de la razonable proporcionalidad que
debe existir entre el sueldo en actividad y el haber de retiro…”.

Puntualmente hago notar entonces, que en autos se


encuentra a esta altura suficientemente acreditado, que el 100% del
personal policial de la Provincia, o dicho de otro modo, la TOTALIDAD del
personal policial de la Provincia de TDF, perciben los suplementos
particulares materia y objeto de este litigio.

Que en esta medida expuesta, el estado provincial


viene liquidando y abonando sumas de carácter general y permanente a
la totalidad del personal policial, sin efectuar aportes ni contribuciones,
disfrazadas tales sumas bajo un concepto por completo falso e ilegitimo,
siendo que en esta medida, reitero, lo que se cuestiona es la conducta
material de la administración pública y no el Decreto PEP N° 729/94.

Por otra parte, nótese que la asignación en análisis


fue otorgada en el año 1994, es decir, con posterioridad a la sanción de
la Ley Nacional N° 21.965, la cual entro en vigencia el día 2 de Abril del
año 1979, motivo por el cual dicha asignación, en la medida que en la
práctica devino en un concepto que percibe la generalidad del personal
policial en servicio efectivo, sin excepción alguna, y dado que la misma
fue otorgada en la Provincial en el año 1994 (es decir con posterioridad a
la creación de la Ley N° 21.965), por ende se encuentra claramente
comprendida en la prescripción contenida en el segundo párrafo
del artículo mencionado.

Y para abundar en esta misma dirección, nótese que


en relación al último incremento dispuesto a partir del día 1° de Julio de
2007 por el Decreto PEP N° 3503/07, se encuentra también incurso en la
misma violación de garantías, por cuanto que al haberse generalizado su
27

pago por ende se aparta de lo normado por el artículo 72° de la Ley N°


735, norma que establece imperativamente, a partir del día 18/01/2007,
que "Cualquier asignación que en el futuro se otorgue al personal
policial en actividad, y la misma revista carácter general, se incluirá en
el rubro "haber mensual" que establezca la norma que la otorgue”.

Nótese puntualmente que la sentencia apelada elude


abiertamente la cuestión relativa a la vigencia de la Ley Provincial N°
735 a partir de la fecha apuntada, ya que abiertamente sostiene que
esta parte solamente ha mencionado la contravención a la Ley N°
21.965 cuando en rigor se sostuvo que a partir del 18/01/2007 la
conducta material del Poder Ejecutivo Provincial viene contraviniendo los
postulados esenciales que en materia salarial del personal policial
resguarda y garantiza la Ley Provincial N° 735, mas aun si se tiene en
cuenta que desde su sanción y vigencia, se han dictado los decretos PEP
N° 1352/07 y N° 3503/07 relacionados de modo sustancial con la
materia y el objeto de autos, los cuales también han sido intensamente
impugnados por el personal.

De tal modo expuesto, resulta que el Poder Ejecutivo


Provincial no puede abonar una parte sustancial de la retribución por los
servicios policiales prestados con habitualidad por mis mandantes, como
ajena al haber mensual y bajo una designación o una figura por
completo inaplicable en tales circunstancias fácticas, es decir, bajo la
designación de suplementos particulares del Decreto PEP N° 729/94, y
ello es así no por un mero capricho de los actores, sino debido a que la
ley prohíbe expresamente el pago de conceptos a la generalidad del
personal policial como ajenas a ese haber mensual (conforme articulo
75°, segundo párrafo, de la Ley Nacional N° 21.965, y artículo 72° de la
Ley provincial N° 735 a partir del 18 de enero de 2007).

Que las normas mencionadas tienen carácter


imperativo, y constituyen clausulas garantías en materia salarial del
personal policial que se encuentran previstas en la LEY, y no pueden ser
restringidas, ni menoscabadas, ni alteradas, por el mero capricho del
Poder Ejecutivo Provincial, a través del dictado de decretos provinciales,
y mucho menos a través de conductas materiales que se apartan
flagrantemente de cualquier decreto provincial habido en materia
salarial de personal policial como ocurre en el caso.

Debemos recordar en tal medida, que por su


naturaleza, los suplementos particulares solamente admiten su
percepción de manera temporaria (y no permanente como ocurre con las
sumas que percibe la generalidad del personal policial como ajenas al
haber mensual, las que constituyen la materia de autos), y además
admiten su percepción solo por parte de un reducido grupo de personal
policial (y no por parte de la totalidad del personal policial sin excepción
28

alguna, como además ocurre en el caso), y mientras así lo justifique en


tanto los mismos realicen tareas que involucren un mayor desgaste
físico o psíquico, como ser en otras Provincias el caso de la brigada de
explosivos (2 policías en nuestra provincia), los rescatistas alpinistas (4
policías en nuestra provincia), la custodia gubernamental (5 a 8 policías
en nuestra provincia), manipulación de sustancias peligrosas para la
salud en el área de policía científica (10 policías cuanto mucho en
nuestra provincia), y muy pocos casos más, como podría ser el caso de
los pilotos policiales de helicópteros, pero que en nuestra Provincia aun
no existen.

En todo caso, y de acuerdo a lo normado por el


artículo 69° de la Ley Provincial N° 735 (que establece la equiparación
de haberes y remuneraciones del personal de la Policía de la Provincia
con los de la Policía Federal Argentina), correspondería que el Sr. Jefe de
la Policía cumpla con la obligación a su cargo, y que viene eludiendo
desde hace 15 años y hasta el día de la fecha, esta es, la de dictar el
acto administrativo y/o reglamentario que establezca las circunstancias
calificantes para el otorgamiento de estos suplementos particulares
(Decreto PEP 729/94) Y sus sucesivos incrementos (Decretos PEP N°
3159/06, 4286/06 Y 3503/07), tal cual lo manda y ordena el artículo 2°
del Decreto Provincial N° 729/94.

Reiteramos que no ha sido ilegitimo en modo alguno


que el Decreto PEP N° 729/94 calificara como no remunerativos ni
bonificables a los suplementos particulares creados, ya que los
suplementos particulares como tales, resultan por naturaleza, no
remunerativos y no bonificables.

Para mas, aclaro que esta parte en tal medida


expuesta, tampoco ha cuestionado ningún “régimen”
establecido por el mentado decreto, dado que en rigor tal
decreto no ha establecido régimen alguno sino solamente ha
establecido suplementos particulares.

De ello se sigue que nada de ilegitimo, ni nada de


impugnable tiene en sí mismo el Decreto PEP N° 729/94, aunque tanto la
contraria como el a quo se obstinen en sostener que los actores debieron
impugnar el Decreto PEP N° 729/94 como presupuesto formal de
admisibilidad de la presente instancia, de modo de eludir la tramitación
de las presentes actuaciones.

También resulta necesario destacar que esta parte


tampoco ha impugnado la designación efectuada por el Decreto PEP N°
729/94, ya que nuevamente debo decir que nada de impugnable tiene
dicho acto administrativo, sino que lo que esta parte ha impugnado es la
“designación que como ajena al haber mensual” viene efectuando
29

el estado empleador demandado, de una “parte sustancial de la


retribución” que regularmente percibe la totalidad de los 1.300
personal policial de la Provincia en contraprestación por los servicios
policiales prestados habitualmente.

Para concluir el presente apartado debemos


mencionar que no se comparte el criterio del representante de la
contraria, que ha hecho propio el sentenciante, cuando sostuvo al
momento de plantear la excepción de inhabilidad de la instancia que “…
no habría forma de hacer lugar a la demanda, pues si no se impugna el
Decreto 729/94, esto es, si no se ataca acto alguno…sería imposible que
se acoja la acción, pues si no hay ninguna impugnación el Sr. Juez no
podrá entonces descalificar al acto administrativo que les otorgo un
carácter no remunerativo ni bonificable a los varios suplementos que
creo…”.

Que el anterior no puede resultar un criterio absoluto


por cuanto que en primer lugar, la Ley N° 141 prevé otras situaciones
que no consisten propiamente en la impugnación de un acto
administrativo como presupuesto de una acción judicial, ya que por su
parte el inciso a) del artículo 148° prevé que también son impugnables
“los hechos y omisiones”, mientras que el artículo 11° del CCA prevé las
vías de hecho como materia de impugnación.

En todo caso, la materia de impugnación en autos son


los “hechos” previstos por el inciso a) del articulo 148° mencionado, y
habrá que determinar entonces el momento en el cual habrá de
interponerse el reclamo administrativo pertinente, circunstancia que se
abordara de manera exhaustiva en el siguiente segundo apartado del
presente Capitulo.

Ello sin perjuicio, además, de dejar a priori expresado


que a partir del momento en el cual fue posible advertir la generalización
en el pago de los suplementos particulares, en ocasión de incorporarse
por vez primera los mismos a las escalas salariales del personal policial
mediante el Decreto Provincial N° 3159/06 y su sucesor el Decreto
Provincial N° 4286/06, el personal policial agraviado procedió en legal
forma y oportuno tiempo, a interponer masivamente los reclamos
administrativos impugnatorios contra dichos decretos y sus respectivas
escalas salariales circunstancia que también se abordara, pero en el
cuarto apartado de este Capítulo.

SEGUNDO ASPECTO: LAS VIAS DE HECHO DE LA ADMINISTRACION. EL


INCUMPLIMIENTO DE LO ESTABLECIDO POR EL ARTICULO 2° DEL DECRETO
PEP N° 729/94. LA IMPOSIBILIDAD DE ADVERTIR LA GENERALIZACION DEL
PAGO DE LOS SUPLEMENTOS PARTICULARES. EL ESTADO DE INDEFENSION
PRÁCTICA
30

Hago notar en primer lugar y muy


especialmente, que esta parte ha invocado la existencia de las
vías de hecho en autos, solamente hasta el día 16 de Agosto del
año 2006, fecha en la cual por primera vez se incorporaron a las
escalas salariales del personal policial, los suplementos
particulares objeto de autos, a través de los Anexos del Decreto
PEP N° 3159/06.

Que la conducta material de la administración


descripta en el apartado precedente, ocurrida entre el año 1994 y el año
2006, consistente en abonar sumas generales a todo el personal policial
apartándose de lo establecido por el Decreto PEP N° 729/94, constituye
vías de hecho, ya que las vías de hecho se configuran, entre otros
supuestos, cuando la administración da ejecución a un acto
administrativo regular (Decreto PEP N° 729/94), pero dicha ejecución es
manifiestamente violatoria del acto (o de la ley) que lo dispuso, es decir,
cuando la conducta material o su ejecución se aparta, como ocurre en el
caso, de lo dispuesto por el acto administrativo que la motiva.

La anterior circunstancia no se habría producido si en


nuestra Provincia se hubieran reglamentado y se hubieran aplicado los
suplementos establecidos por el Decreto PEP N° 729/94, en el carácter, y
en las condiciones con que los mismos fueron concebidos, es decir, como
"suplementos particulares" sujetos a la prestación de una tarea funcional
especifica y solamente durante el tiempo que se mantenga dicha
prestación, pero en el caso se verifican las vías de hecho ya que la
aplicación de los aludidos suplementos, involucro una completa y total
desviación del objeto y la finalidad para la cual los mismos fueron
establecidos, como ya se explicara en el apartado anterior.

Nótese entonces que la repudiable conducta de la


administración pública provincial configura en la clasificación de vías de
hecho "indirectas", por cuanto que debe entenderse que la ejecución
material en nuestra Provincia del Decreto PEP N° 729/94 (entendido este
como un "acto administrativo regular), resulta manifiestamente grosera
por violatoria del objeto y finalidad del aludido acto administrativo
regular que le diera origen, es decir que se verifica en este caso, la
discordancia entre el acto administrativo dictado y su ejecución material
(puesta en práctica), determinada por las modalidades de su aplicación
en ámbito de nuestra Provincia.

En todo caso, la nota común es la irregularidad del


comportamiento material por falta de acto previo (inc. a), por suspensión
de la autotulela ejecutiva (inciso b, primera parte), o por carencia de
eficacia, (inc. b, segunda parte), situación a las que hay que agregar los
supuestos de no coincidencias entre el título jurídico y la ejecución.
31

Hago notar que la distinción entre las vías de hecho


DIRECTAS de las vías de hecho INDIRECTAS, corresponde a prestigiosos
Doctrinarios, no resultando la misma una invención o interpretación
oportunista de quien suscribe, no obstante que la sentencia cuestionada
en ese sentido sostiene que “…los actores pretenden asimilar el
comportamiento material sin sustento normativo, al
comportamiento material con sustento normativo, pero
apartado manifiestamente del mismo” agregando seguidamente
que “Indudablemente que dicho comportamiento material
debería presentarse manifiesto, por cuanto la mera alegación
daría por tierra con el instituto del agotamiento previo de la vía
administrativa”.

Que las anteriores afirmaciones transcriptas resultan


erradas para el caso concreto, por las siguientes razones a saber:

1°.- porque los actores no han pretendido asimilar el


comportamiento material sin sustento normativo, al comportamiento
material con sustento normativo, pero apartado manifiestamente del
mismo, sino que esto se corresponde con la distinción Doctrinaria en
punto a diferenciar las vías de hecho directas de las indirectas ya que, se
ha sostenido que “las vías de hecho son acciones materiales carentes de
toda base legal, ya sea por prescindir de la ley o carecer de acto
administrativo previo, o por apartarse las acciones materiales total y
manifiestamente del acto administrativo que las dispuso, o dicho de otro
modo, por verificarse una discordancia indudable entre el acto
administrativo dictado y su ejecución material (puesta en práctica);

2°.- porque el comportamiento material que en el


caso configura en vías de hecho, se presenta manifiesto en tanto que
una vez producida la “generalización” de los suplementos particulares,
tal conducta presupone e involucra un obrar material antijurídico
manifiesto por cuanto el mismo se aparta de lo que imperativamente se
encuentra establecido en normas de rango superior, para el caso, la Ley
Nacional N° 21.965 y posteriormente la Ley Provincial N° 735;

3°.- porque la alegación de las vías de hecho en autos


no presupone en absoluto dar por tierra con el instituto del agotamiento
previo de la vía administrativa, ya que justamente, debo destacar que en
las circunstancias descriptas este extremo es el que elude analizar la
sentencia a la luz de lo preceptuado por el artículo 24° del CCA;

En efecto, previamente he sostenido que deviene


necesario no solamente delimitar que se entiende por vía de hecho
administrativa, sino también (y en la medida que el a quo termina
concluyendo que en el caso no se verifican las vías de hecho), verificar y
establecer en qué momento debió interponerse el reclamo
32

administrativo y/o la demanda judicial pertinente a tenor de lo prescripto


por el artículo 24° del CCA.

Nótese que la disquisición que plantea la sentencia en


torno a las vías de hecho, y de acuerdo al precedente “BORLA” que cita
el sentenciante, debería ponderarse en qué momento los actores
tomaron conocimiento de esta ilegal conducta, y por ende, en
qué momento venció el plazo de 90 días hábiles judiciales para
interponer la demanda judicial en cuestión.
Que ello resulta evidente ya que el dictado del
Decreto PEP N° 729/94 no supone ni implica en sí mismo el
hecho de la generalización de los suplementos por el mismo
establecidos, en la medida que debe reiterarse, el decreto mencionado
no estableció “régimen” alguno sino únicamente ha establecido una
serie de suplementos particulares los cuales, una vez que se
estableciera la reglamentación de los mismos, serian abonados de
manera temporal a aquellos policías que desempeñen determinadas
tareas que involucren un mayor desgaste físico o psíquico, única y
exclusivamente.

Entonces, y dado que el Decreto PEP N° 729/94 no ha


incorporado los suplementos particulares a las escalas salariales del
personal policial allá en el año 1994, deberá establecerse cuál ha sido el
momento oportuno para que los policías impugnaran la circunstancia
que provoca el agravio, es decir, la circunstancia que indica la
“generalización” que en la práctica adquirieron los suplementos de
mención a través de su pago indiscriminado al 100% del personal policial
de la provincia, incluso Cadetes, mediante la presentación en tiempo y
forma del reclamo administrativo contra tal conducta continua e
ilegitima del estado provincial.

Que el momento oportuno entonces, en el caso de


autos, deberá computarse a partir de que cada interesado ha
tomado conocimiento del agravio, es decir, a partir del momento
en que cada interesado a tomado conocimiento del hecho
concreto de la generalización de los suplementos particulares en
cuestión.

Pero superando por el momento la cuestión relativa al


momento en que debido impugnarse tal accionar, sobre la que retornare
un poco más adelante, hago notar en lo que las liquidaciones de las
sumas abonadas en concepto de los suplementos de referencia, al
apartarse del marco legal establecido por el Decreto PEP N° 729/94 ("no
coincidencia entre el titulo jurídico y la ejecución'), no han sido más que
puros hechos que agravian derechos particulares amparados por los
artículos 14° y 17° de la Constitución Nacional, dado que de ésta
33

manera, el accionar material descrito resulta confiscatorio del derecho


de propiedad.

Que en tal medida expuesta, la ilegítima liquidación


de cada periodo devengado, constituye una serie de simples
operaciones técnicas de la administración que no trasuntan proceso
intelectivo alguno, ni tampoco cristalizan la voluntad previa de la
administración surgida de manera clara y concreta a través del acto
administrativo reglamentario que avalaran y sustentaran tales
liquidaciones.

En efecto, el concepto recién expuesto cobra


especial relevancia si al mismo tiempo se tiene en cuenta que el
estado provincial ha omitido establecer las circunstancias
calificantes para el otorgamiento de los suplementos
particulares en cuestión, incumpliendo flagrantemente lo
dispuesto por el ARTÍCULO 2° DEL DECRETO PEP N° 729/94.

La cuestión expuesta no resulta menor, ya que


justamente el acto administrativo a través del cual la administración
debió determinar a qué personas les corresponde percibir los
suplementos particulares, especificando cual o cuales tareas dentro de la
institución policial resultan pasibles de ser compensadas a través del
pago de estos suplementos particulares, jamás fue dictado.

Que desde esta perspectiva, no resulta posible para el


administrado interpretar los actos individuales de aplicación del acto de
alcance general, por cuanto como es sabido, la liquidación de haberes
por sí sola no contiene un proceso intelectivo dirigido a la mente del
destinatario, si no le antecede un acto administrativo general o
reglamentario que explique la misma de manera suficiente como para
permitir su oportuna impugnación mediante los "recursos" establecidos
por la LPA, ya que si las circunstancias calificantes para el otorgamiento
de los suplementos no se determinan, por ende nadie podrá conocer si le
corresponde o no tal beneficio.

Que como contrapartida, al contestar la presente


demanda la contraria no se ha detenido en ningún momento para
explicitar las hipotéticas situaciones especiales que se hubieren tenido
en cuenta, en la provincia, para liquidar los suplementos objeto de autos
como "suplementos particulares", y que justifiquen de algún modo el
carácter "no remunerativo y no bonificable" con el que viene liquidando
los mismos.

Y para agravar más aun el cuadro carente de


razonamientos suficientes fundados en el derecho y las circunstancias de
la causa, la sentencia apelada elude abiertamente considerar, al
34

momento de analizar las vías de hecho invocadas por esta parte, el


incumplimiento en que ha incurrido el estado provincial al omitir
establecer las circunstancias calificantes para el otorgamiento de los
suplementos particulares en cuestión, a través del dictado y publicación
de la correspondiente REGLAMENTACION prevista por el artículo 2° del
Decreto PEP N° 729/94.

De este modo la sentencia se aparta manifiestamente


de las circunstancias invocadas por las partes, y de las probanzas de la
causa, en lo relativo a una cuestión que resulta esencial para la correcta
y justa interpretación y solución del caso concreto, cual es, la relativa al
estado de indefensión practica en que se ha situado al personal policial
al omitirse el dictado de la reglamentación necesaria a través de la cual
se cristalizara la voluntad prevista por el decreto mencionado.

Que se encuentra suficientemente demostrado en


autos que la reglamentación prevista por el artículo 2° del decreto PEP
N° 729/94 jamás ha sido dictada, no obstante que conforme
averiguaciones efectuadas, existe en la Jefatura de la Policía un
PROYECTO de dicha reglamentación, aunque tal proyecto nunca ha sido
firmado por los sucesivos Jefes de la Policía ni menos aun ha sido
publicado en el Boletín Oficial.

Nótese que en rigor, la esencia de la cuestión se ve


distorsionada por completo por causa de este flagrante incumplimiento
del estado provincial, por cuanto que de este modo no se abonan los
suplementos particulares en las condiciones aclaradas por el
Decreto PEP N° 729/94, en la medida que el estado provincial ha
violado el carácter de particulares con el cual los mismos fueron
establecidos, al abonarlos de manera indiscriminada a la totalidad del
personal policial sin excepción alguna, motivo por el cual las sumas
involucradas en este concepto resultan sumas que por definición legal
deben integrar el HABER MENSUAL de mis mandantes.

Es que justamente, la falta de reglamentación de las


circunstancias calificantes para el otorgamiento de estos suplementos,
resulta ser el elemento facilitante de tal ardidosa conducta del estado
provincial que se perpetua en el tiempo, ya que, de haberse establecido
tales circunstancias calificantes, mal podría el estado provincial haber
abonado sumas a la generalidad del personal policial sin excepción
alguna, bajo este concepto, sin incurrir los funcionarios responsables en
una abierta y franca violación a tal hipotética reglamentación.

Que no compete a esta parte explicar de qué modo la


ausencia de la reglamentación prevista por el articulo 2° ha impedido a
mis mandantes la interpretación de las liquidaciones de este concepto,
cuando en rigor es la demandada a quien compete explicar ante todo,
35

cuáles han sido las situaciones especiales que se han tenido en cuenta
para liquidar los suplementos particulares bajo las condiciones
establecidas por el "acto de alcance general", y que justifiquen el
carácter "no remunerativo y no bonificable" con el que se vienen
liquidando sumas bajo este concepto a la totalidad del personal policial
de la provincia.

Nótese que el Decreto PEP N° 729/94 carece de


Anexos, es decir, no ha establecido ninguna escala salarial,
circunstancia que ha impedido advertir que los suplementos
particulares se abonaban a la totalidad del personal policial de
la Provincia, ya que no tienen porque los administrados estar
comparando o confrontando sus propios recibos de haberes con los de
los demás policías, dado que ello no constituye una obligación de los
administrados, pero si al mismo tiempo constituye una obligación del
estado provincial aclarar y reglamentar las circunstancias calificantes
que habiliten su liquidación y pago.

Que bajo las condiciones objetivas recién


expuestas, ésta circunstancia (la generalización de los
suplementos particulares), recién resulto ostensible ante el
dictado de los Decretos PEP N° 3159/06, PEP N° 4286/06 y PEP
N° 3503/07, por cuanto que estos decretos si bien tuvieron por
única finalidad incrementar los suplementos en cuestión, de
paso también establecieron nuevas escalas salariales a través
de sus respectivos Anexos, las cuales por vez primera
incorporaron a las escalas salariales del personal policial los
suplementos particulares del Decreto PEP N° 729/94.

De esta manera, recién a partir del día 16 de Agosto


de 2006, fecha en la cual fue publicado el Decreto PEP N° 3159/06, el
Estado Provincial dejo en claro a través del dictado de un acto
administrativo de alcance general, que los suplementos particulares en
cuestión se abonan a la totalidad del personal policial de la Provincia,
cosa que no ocurrió, como se mencionara, con el Decreto PEP N° 729/94,
ya que de las escalas salariales establecidas por el Decreto 3159/06,
surge indubitadamente por vez primera que tales suplementos se
liquidan y abonan a la totalidad del personal policial en carácter
permanente, agregándose que estos decretos mencionados si fueron
impugnados en termino por mis mandantes.

Se reitera que la queja central de los actores es


porque se les liquidan sumas a la generalidad del personal policial con
carácter permanente como ajenas al haber mensual, y no "porque se los
liquido con carácter no remunerativo y no bonificable", y de ello se sigue
que como el decreto PEP N° 729/94 estableció suplementos particulares
sujetos para su percepción a la prestación de tareas de riesgo, las
36

posteriores liquidaciones individuales devengadas mes a mes, NO SE


AJUSTARON EN MODO ALGUNO A LO DISPUESTO POR EL ACTO
ADMINISTRATIVO DE ALCANCE GENERAL, sino que en rigor, las
liquidaciones de las sumas involucradas se apartaron y prescindieron de
la normativa en que se fundan, por lo cual tal conducta material
configura en vías de hecho "indirectas" .que mencionábamos más arriba,
por cuanto que la ejecución material del Decreto PEP N° 729/94 resulta
manifiestamente violatoria del objeto y finalidad del aludido acto
administrativo regular que le diera origen, verificándose en el caso la
discordancia entre el acto administrativo dictado y su ejecución
material.

Es decir que en el caso concreto los actos individuales


no se sustentan en otro acto anterior de alcance general, máxime
cuando siquiera se han establecido las circunstancias calificantes para la
percepción de los suplementos particulares conforme lo exigido por el
artículo 2° del Decreto PEP N° 729/94.

Por ello cabe mencionar en relación a las


liquidaciones de los suplementos entendidas las mismas como actos
definitivos de alcance particular, que en el caso no resulta aplicable el
precedente SANTILLAN, por cuanto allí si, las liquidaciones de haberes
del personal de la legislatura (sin un suplemento que dejo de liquidarse
en virtud de un decreto del gobernador), eran inteligibles
intelectivamente por sus destinatarios en la medida que las mismas se
encontraban precedidas por aun acto administrativo que eliminaba tal
beneficio (decreto que no requería del dictado de reglamentación
alguna), que evidenciaba la voluntad que fue cristalizada a través de las
liquidaciones de haberes del personal de la Legislatura a partir de su
vigencia y aplicabilidad.

Como veremos seguidamente, las cuestiones fácticas


y los principios jurídicos aplicables al caso de autos, resultan ser
totalmente distintos a los del caso SANTILLAN, en tanto y en cuanto en
SANTILLAN como ya mencionáramos, la cuestión allí consistía en un
suplemento que dejo de pagarse definitivamente, por lo que la
conducta lesiva se configuro en un determinado momento -aunque sus
efectos se prolonguen en el tiempo-; mientras que el supuesto de autos
la conducta perdura y se reitera periódicamente, en tanto se trata de la
aplicación de los nuevos suplementos que fueron establecidos
mediante el Decreto PEP N° 729/94, bajo cuyo concepto se
vienen liquidando y abonando irregularmente sumas generales
de una manera desviada por completo del objeto, la motivación
y la finalidad para la cual tales suplementos fueron creados, esto
en abierta violación a lo establecido por el artículo 75° de la Ley
Nacional N° 21.965.
37

Es así que el caso SANTILLAN resulta diferenciable del


presente traído a juzgamiento, dadas las siguientes circunstancias
concretas a saber:

1°.- En el caso SANTILLAN se dicto un acto


administrativo provincial, de alcance general para el personal del Poder
Legislativo Provincial, el cual modifico las escalas salariales de los
empleados del aludido Poder Legislativo (es el caso de un acto
administrativo local con efectos aplicativos locales), mientras que en el
caso de autos se dicto un acto administrativo (Decreto PEP N° 729/94), el
cual no estableció ni modifico escala salarial alguna en nuestra Provincia,
siendo que para el año 1994 la Policía de la Provincia de Tierra del Fuego
aun no tenia escalas salariales establecidas por decreto provincial
alguno;

2°.- En el caso SANTILLAN el acto de alcance general


involucro y supuso la eliminación de un rubro salarial remunerativo,
mientras que en el caso de autos el acto de alcance general, estableció
nuevos suplementos de carácter "particular", es decir, condicionados a
la prestación de determinadas tareas especificas;

3°.- En el caso SANTILLAN se discutía entonces el


computo del plazo de la caducidad en perspectiva de las circunstancias
de dicha causa, donde el rubro remunerativo reclamado había dejado de
liquidarse y abonarse en un momento concreto, cristalizando la voluntad
del acto de alcance general que dispuso su eliminación, mientras que en
autos se discute el computo del plazo de caducidad desde la perspectiva
que aporta el hecho de que los suplementos particulares establecidos
por el Decreto PEP N° 729/94, se los viene liquidando y abonando con
absoluta prescindencia de la norma provincial de alcance general que los
estableciera;

4°.- Para mas, en el caso SANTILLAN la eliminación


del rubro salarial allí discutido resulta intelectivamente claro por cuanto
surge esta circunstancia del mismo acto de alcance general, pero en el
caso de autos las circunstancias fácticas indican que si bien los
suplementos particulares han sido establecidos por el Decreto PEP N°
729/94, los mismos se liquidan y abonan sin haberse dictado
previamente la reglamentación prevista por el artículo 2° del citado
decreto, debido a lo cual se puede afirmar para el caso que no han
existido actos en nuestra provincia a través de los cuales se les haya
manifestado intelectivamente al personal policial de la provincia, lo que
en concreto corresponde interpretar acerca de la liquidación de los
suplementos particulares de mención;

5°.- A diferencia del caso SANTILLAN en el caso de


autos la inexistencia de reglamentación, o mejor dicho, el vacío
38

normativo aludido en el punto precedente, ha impedido advertir la


causal de impugnación motivada en la desviación y desnaturalización
aplicativa que en nuestra Provincia se viene produciendo respecto de los
suplementos en cuestión, dado que el Decreto PEP N° 729/94 al carecer
de Anexos, no ha establecido ninguna escala salarial, circunstancia que
ha impedido advertir que estos suplementos particulares se abonaron a
la totalidad del personal policial, y en la medida que no tienen porque los
administrados estar comparando o confrontando sus propios recibos de
haberes con los de los demás policías, siendo que esta no constituye una
obligación de los administrados y si constituye una obligación del estado
provincial aclarar y reglamentar las circunstancias calificantes que
habiliten su liquidación y pago, siendo que esta desviación aplicativa
solo pudo ser advertida objetivamente ante el dictado de los Decretos
PEP N° 3159/06, N° 4286/06 Y N° 3503/07, por cuanto que, estos
decretos si establecieron nuevas escalas salariales a través de sus
respectivos Anexos, de las cuales surge indubitadamente que tales
suplementos se liquidan y abonan a la totalidad del personal policial;

6°.- A diferencia del caso SANTILLAN, el supuesto de


autos es de aquellos en que la conducta lesiva no se configura en un
determinado momento, sino que la misma perdura sin solución de
continuidad reiterándose de manera periódica, manteniéndose hasta el
momento de accionar y posteriormente, por lo cual no corresponde en
autos computar el primer acto individual de aplicación (primera
liquidación de los suplementos en los haberes), como propio para iniciar
el término de la caducidad;

7°.- A diferencia del caso SANTILLAN, donde los


actores pudieron y debieron haber impugnado el Decreto Provincial que
dispuso la eliminación de un rubro salarial remunerativo, en el caso de
autos el ochenta por ciento (80%) de los aquí actores mal pudieron
haber impugnado el mentado Decreto PEP N° 729/94 allá en el año
1994, debido a que los mismos ingresaron en la Institución Policial a
partir del año 2000, siendo que en su lugar, si impugnaron intensamente
los Decretos Provinciales dictados con posterioridad a su ingreso en la
fuerza policial, es decir, los Decretos PEP N° 3159/06, N° 4286/06 y N°
3503/07;

8°.- A diferencia del caso SANTILLAN, donde los


actores pudieron y debieron impugnar alternativamente la primera
liquidación de haberes en lugar de impugnar el Decreto Provincial que
dispuso la eliminación de un rubro salarial remunerativo, en el caso de
autos el ochenta por ciento (80%) de los aquí actores que ingresaron en
la Institución Policial a partir del año 2000, mal pudieron haber
impugnado la primera liquidación de haberes luego de su ingreso a la
fuerza, debido al estado de indefensión practica en que ha dejado
posicionado al personal policial la inexistencia de reglamentación o vacío
39

normativo que ha impedido advertir la causal de impugnación motivada


en la desviación y desnaturalización aplicativa que en nuestra Provincia
se ha venido produciendo entre el año 1994 y el día 16 de Agosto de
2006, respecto de los suplementos establecidos por el Decreto PEP N°
729/94, ya que al carecer de este decreto de Anexos, no ha establecido
ninguna escala salarial, circunstancia que ha impedido advertir que
estos suplementos particulares se abonaron a la totalidad del personal
policial durante el periodo de tiempo que corre entre el año 1994 y el
año 2006, según ya se expusiera anteriormente.

Deviene de este modo necesario distinguir que si


bien, el precedente SANTILLAN puede constituir jurisprudencia
obligatoria en nuestra Provincia, en el caso no resulta aplicable el
mentado precedente siquiera por analogía, ya que las circunstancias
fácticas de uno y otro caso resultan disímiles.

Por ende de lo anterior, no puede tratarse de igual


modo el computo del plazo de caducidad respecto de un acto que
implica la eliminación de un suplemento (como ocurre en SANTILLAN),
en donde si resulta razonable sostener que el plazo transcurrió desde la
publicación de la norma de carácter general, y hasta el momento de
ocurrir la liquidación y pago del primer haber sin ese suplemento que fue
eliminado por la norma general, pero muy distinto es el caso de autos,
donde la lesión resulta inescindiblemente actual y pasada y se
mantendrá hasta tanto se reglamenten y aclaren las circunstancias
calificantes que evade dictar el poder ejecutivo provincial.

Es que en el primer caso descripto (SANTILLAN), los


treinta días si deben computarse a partir de la fecha en que el afectado
tomó conocimiento de la conducta lesiva; mientras que en el segundo
caso, que es el supuesto que se verifica en autos, cabe tener presente
a tales efectos el tiempo en que se produce cada una de ellas, y
al solo al efecto del computo del plazo de prescripción.

Que este último concepto expuesto, y superando las


circunstancias apuntadas en el presente apartado vinculadas las mismas
a las vías de hecho de la administración y el incumplimiento de la
administración en establecer las circunstancias calificantes que
permitieran a los administrados interpretar debidamente las
liquidaciones de los suplementos, nos permitirá avanzar sobre un tercer
aspecto vinculado al tema, es decir, la aplicabilidad al caso de la
doctrina de la ilegalidad continuada.

TERCER ASPECTO: LA APLICABILIDAD AL CASO DE LA DOCTRINA DE LA


ILEGALIDAD CONTINUADA

Repárese que no existe consentimiento ni desidia


alguna por parte de los actores en relación a las ilegales liquidaciones de
40

las sumas involucradas, sino que por el contrario existe en el caso una
conducta de parte del estado provincial que configura en la "Doctrina de
la Ilegalidad o Arbitrariedad Continuada", siendo que desde la
perspectiva que aporta tal doctrina jurisprudencial, el plazo de
caducidad en autos no se encuentra agotado, y, por ello, la presente
demanda se encuentra radicada tempestivamente ante este Tribunal del
Trabajo, en relación a todos y cada uno de los periodos salariales no
prescriptos.

Hago notar que también en este sentido la sentencia


aquí recurrida ha eludido todo análisis respecto de esta cuestión que no
solo ha sido planteada por esta parte a la hora de contestar la excepción
de inhabilidad de la instancia articulada por la contraria, sino que para
mas, se encuentra estrechamente vinculada al tema de la caducidad
pretendida respecto de los derechos sustanciales de fondo aquí
reclamados.
En el corazón de tal doctrina esta la idea de que
cuando no estamos frente a un solo acto lesivo único e instantáneo
(aquél que se produce de una sola vez y frente al cual el plazo de
caducidad corre desde su conocimiento), sino ante una pluralidad de
actos lesivos continuados que se repiten y consumen periódicamente
(tal, por citar un caso, las reducciones o recortes salariales que se
efectivizan mes tras mes, y más aun en el caso concreto, cuando no se
trata de un recorte que siempre se encuentra acotado en el tiempo sino
de la errónea liquidación de las sumas involucradas de manera por
completo prescindente y desviada de la legislación vigente en la
materia), el plazo renace con cada nuevo acto lesivo.

Que si bien en algunos casos, esto lo es sin efecto


retroactivo hacia los actos anteriores (ya sea porque pese a ser lesivos
quedaron consentidos; ya sea porque su ilegalidad o arbitrariedad
manifiesta únicamente asomaron con el correr del tiempo), esta no es
una regla absoluta, y menos aun para el caso donde se evidencia que la
CSJN a través de los precedentes aludidos en esta presentación, ha
aplicado el plazo quinquenal de prescripción en atención a que se trata
en el caso de obligaciones que se devengan y pagan mensualmente,
como lo son los haberes salariales del personal policial.

En efecto, respecto de la anterior acotación nótese


que en el caso de autos el plazo renace con cada nuevo acto lesivo,
siéndolo con efecto retroactivo, por dos razones que deben ser muy
especialmente tenidas en consideración a saber:

1°.- Porque los actos individuales y lesivos de


liquidaciones de haberes aquí cuestionados mal pueden haber quedado
consentidos cuando, debe recordarse, en el caso no se ha dictado un
acto reglamentario que estableciera las circunstancias calificantes que
41

habiliten su percepción solo por parte de algunas personas y no se


todas, acto el cual, dirigido a la mente de mis mandantes, hubiere
explicitado o permitido advertir la desviación aplicativa de los
suplementos de autos;

2°.- Porque además, y sumado a la ceguera que


provoco al personal policial provincial el vació normativo apuntado en el
punto anterior, la ilegalidad y la arbitrariedad de las liquidaciones de las
sumas involucradas se ve periódicamente agravada y profundizada de
manera exponencial con el transcurrir del tiempo, debido a que si los
suplementos involucran a partir del año 1994, el pago de una sustancial
porción de los salarios en negro, esta iniquidad se profundiza y patentiza
aun mas a partir del año 2005, para profundizarse nuevamente en el año
2006, y profundizarse por tercera vez a partir del año 2007, luego de los
tres incrementos salariales otorgados sobre los suplementos en cuestión,
es decir que las sumas que en concepto de los suplementos se pagan en
negro tanto como en negro se pagan también los respectivos
incrementos otorgados sobre las mismas.

Y este perverso mecanismo resulta a la postre no solo


un proceso progresivo y exponencial, sino también malicioso frente a la
contundente realidad que indica que el haber mensual del personal
policial no ha sufrido corrección ni recomposición alguna desde antes del
año 1993, siendo que por este camino se verifica que con el correr del
tiempo, la aludida "sustancial porción de los salarios en negro" que
motiva esta demanda, resulta cada vez mayor en cuanto al porcentual
que representa del total del salario, concebido el mismo partiendo de
una base conforme los valores históricos al año 1993, es decir, sin
considerar proceso inflacionario alguno a partir de ese año ni la
consecuente pérdida del valor adquisitivo de los salarios que se abonan
mediante la moneda de curso legal habida desde el mismo año, es decir,
la pérdida del valor adquisitivo de los salarios habida desde hace 14
años contados desde el mes de enero de 1994 y hasta la fecha del
presente escrito de contestación de la excepción de inadmisibilidad de la
instancia interpuesta por el Fiscal de Estado.

Como lo señala Néstor Pedro Sagües "Para la


hipótesis en los descuentos de las remuneraciones, se trata en principio
de una serie de distintos actos lesivos (los distintos pagos insuficientes),
que se van consumando, por ejemplo, mes a mes, por más que el título
jurídico de esos actos dañosos sea históricamente uno solo (así una ley
dispuso las reducciones impugnadas como manifiestamente arbitrarias o
ilegítimas). En definitiva, habrá que averiguar caso por caso en cual
situación se encuentra el afectado" - ("El plazo de caducidad de la ley de
amparo ante la reforma constitucional" JA 2000-11-67).
42

En líneas generales, las situaciones en las cuales se


puede encontrar el afectado serian las siguientes:

a) Cuando la norma o acto estatal impugnados


afectan de un modo instantáneo derechos subjetivos, está por demás
claro que el plazo de caducidad de que se trata corre a partir del
momento en que el interesado tuvo conocimiento del agravio y que la
aplicación del precepto se torna imperativa para los jueces. Este es el
supuesto, a los fines de computar el plazo de la caducidad, del
precedente SANTILLAN;

b) Pero cuando la norma o acto cuestionados aparejan


para el interesado un desconocimiento o vulneración de sus derechos
subjetivos que operan de un modo permanente, la solución ha de ser
otra. En efecto, si una norma como lo es el Decreto PEP N° 729/94 (o
más en rigor, las modalidades de su desviada aplicación local), está
destinada a producir efectos continuados que se reproducen de un modo
periódico o sistemático, o que perduran en el tiempo sin solución de
continuidad, la posibilidad de ejercer la acción por parte del damnificado
no se agota con el fenecimiento del plazo contado desde la fecha de
vigencia de la misma norma, tal como ocurre en el caso traído a
juzgamiento.

Admitir lo contrario en circunstancias como las que se


verifican en autos, importaría imponer a todo ciudadano la carga de
impugnar la norma o acto cuestionable del poder público como condición
sine qua non, para mantener expedita la vía judicial, aunque aún no se
hubieren producido los efectos susceptibles de tacharse de
incompatibles con sus derechos subjetivos, o aún cuando, en función de
circunstancias susceptibles de variación temporal, recién pongan de
manifiesto su ilegitimidad con posterioridad al dictado de la norma,
como ocurre en el caso donde esta situación se torno ostensible recién
luego del dictado de los Decretos PEP N° 3159/06, N° 4286/06 Y N°
3503/07, por cuanto estos decretos si incorporaron en las escalas
salariales los suplementos “particulares” en cuestión, cosa que no
ocurrió allá en el año1994 con el Decreto PEP N° 729/94.

En el caso concreto, la ya referida idea de la


ilegalidad continuada, expresada a través de diversos y concretos actos
de liquidaciones salariales que se producen mes a mes, no permite
inferir el consentimiento de las mismas, ni menos aun, inferir el
consentimiento respecto de las liquidaciones que se produzcan en el
futuro.

Por tal motivo sostenemos que si bien el Decreto N°


729/94, instituye los suplementos como PARTICULARES (por ende con
carácter No Remunerativo y No Bonificable), la aplicación práctica de los
43

mismos excede con creces el marco como tales, y encuadran dentro del
concepto de "asignación" contemplado en artículo 75° de la ley 21.965,
por tratarse de sumas que se liquidan con abstracción de la actividad
específica desarrollada, de las modalidades con que se presta el servicio,
o de la situación particular por la que atraviesa el personal de cuadros.

De modo que si los actos violatorios de derechos son


de tracto sucesivo, no corresponde computar el primer acto como propio
para iniciar el término de la caducidad, toda vez que ésta no decae
mientras subsistan los hechos generadores del perjuicio.

Al respecto cabe diferenciar entre los supuestos en


que la conducta lesiva se configura en un determinado momento
-aunque sus efectos se prolonguen en el tiempo-, de aquellos otros en
que la conducta perdura sin solución de continuidad o se reitera
periódicamente, manteniéndose hasta el momento de accionar y
posteriormente.

Que la anterior distinción resulta ser, justamente, el


punto para diferenciar el supuesto de autos del supuesto del precedente
SANTILLAN" en tanto y en cuanto en SANTILLAN la cuestión consistía en
un suplemento que dejo de pagarse definitivamente, por lo que la
conducta lesiva se configuro en un determinado momento - aunque sus
efectos se prolonguen en el tiempo-; mientras que el supuesto de autos
la conducta perdura y se reitera periódicamente, en tanto se trata de la
aplicación de los nuevos suplementos que fueron creados mediante el
Decreto 729/94, los cuales se los viene liquidando y abonando con
prescindencia y total apartamiento de la finalidad y el objeto establecido
por el citado acto de alcance general, desde el año 1994 y hasta la
actualidad sin solución de continuidad.

Este es, por lo demás, el criterio sustentado por la


mayoría de la Jurisprudencia Nacional, al resolver por ejemplo las causas
Ac. 38.680 "Reyes"; Ac. 39.231 "Pergolani"; Ac. 39.432 "Feito" y "Ac.
40.237 "Boccaccio de Pincardini", todas sentencias de la Suprema Corte
de Justicia, donde el concepto rector en la materia ha sido que cuando la
norma o acto cuestionados aparejan para el interesado un
desconocimiento o vulneración de sus derechos constitucionales que
operan de un modo permanente, y la norma de que se trate está
destinada a producir efectos continuados que se reproducen de un modo
periódico o sistemático o que perduran en el tiempo sin solución de
continuidad, la posibilidad de ejercer la acción no se agota con el
fenecimiento del plazo de caducidad contado desde la fecha de vigencia
de esa misma norma.

También ha sido el criterio sustentado por el Alto


Tribunal Nacional integrado por conjueces, al resolver la causa "Bonorino
44

Peró, Abel y otros c/ Estado Nacional”, donde se sostuvo con gran acierto
que "Resulta necesario señalar que la omisión respecto del ajuste de los
sueldos de los magistrados se ha ido registrando mes por mes, al
realizarse el pago sin la actualización suficiente de los haberes
respectivos, en trasgresión al artículo 96 de la Ley Fundamental. En
consecuencia, se ha dado, no una sola, única y continuada omisión en lo
atinente a tal reajuste, sino una serie de omisiones diferenciables. Cada
una de ellas debe valorarse para determinar si se configura o no la lesión
constitucional y si ha transcurrido el plazo para promover la acción de
amparo…" - (Fallos 307, v. 2, p. 2191, Considerando 13 - ED 116-323).

Más recientemente, reiterando tal doctrina, el Alto


Tribunal sostuvo que "...en la medida en que con la acción incoada se
enjuicia una arbitrariedad o ilegalidad continuada, sin solución de
continuidad, originada, es verdad, tiempo antes de recurrir a la justicia,
pero mantenida al momento de accionar y también en el tiempo
siguiente. No es un hecho único, ya pasado, cuyo juzgamiento tardío
comprometa la seguridad jurídica ni un hecho consentido tácitamente...”
- (CSJN - "Tartaroglu de Neto, Leonor c/ 1.0.S." - Fallos 324:2:3082 - LL-
2002-E-374).

Por lo expuesto no corresponde determinar como


inicio del plazo a la fecha en que fuera publicada en el Boletín Oficial el
Decreto N° 729/94, ni la fecha en que por primera vez se hizo aplicación
de la misma (fecha de percepción de los haberes correspondientes al
mes de febrero de 1994), en tanto las liquidaciones insuficientes se
mantienen hasta la actualidad, reiterándose mes a mes el agravio a los
derechos salariales y previsionales conculcados sin solución de
continuidad alguna, agravándose y profundizándose el perjuicio o
menoscabo luego de las circunstancias sobrevinientes aludidas en esta
presentación.

CUARTO ASPECTO: LOS DECRETOS PROVINCIALES N° 3159/06, N° 4286/06


Y N° 3503/07. LOS RECLAMOS ADMINISTRATIVOS INTERPUESTOS Y EL
AGOTAMIENTO DE LA VIA ADMINISTRATIVA RESPECTO DE LOS MISMOS. LA
VINCULACION DE LOS MISMOS CON EL DECRETO PEP N° 729/94

Superando a partir de este momento el periodo de


tiempo correspondiente a la sola vigencia del Decreto PEP N° 729/94, es
decir, el periodo que corre entre el mes de Abril de 1994 y el mes de
Julio de 2006, en el presente apartado se desarrollara el análisis
correspondiente al periodo que corre a partir del día 16 de Agosto de
2006 y hasta el día de la fecha, signado por el dictado de los Decretos
PEP N° 3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07, decretos que no han hecho
sino mantener, profundizar y dar continuidad al agravio que provoca a
los derechos de mis mandantes el pago de sumas a la totalidad del
personal policial bajo el falso concepto de suplementos particulares.
45

Que en todo lo relativo a dicho marco factico


apuntado, la sentencia se expresa en un solo párrafo, al sostener que
“En base a las fundamentaciones precedentemente vertidas,
corresponde asimismo desestimar los hechos nuevos
denunciados por los accionantes, por resultar accesorios a la
cuestión principal debatida y en consecuencia seguir la suerte
sellada en cuanto a la inadmisibilidad de la instancia por falta
de cumplimiento del recaudo de agotamiento previo de la vía
administrativa” – (último párrafo de los Considerandos de la sentencia
apelada).

Aunque no lo exprese con claridad ni tampoco lo diga,


la sentencia permite interpretar entre líneas el criterio del Magistrado, el
cual parte del supuesto de asumir que si no se halla habilitada la vía
judicial para la impugnación del Decreto 729/94, por consecuencia
tampoco lo estaría para cuestionar a los decretos 3150/06, 4286/06 y
3503/07, porque éstos últimos son complementarios del primero ya que
se limitan a aumentar el monto de los suplementos creados por aquel.

Aquí es donde se terminan y agotan las


argumentaciones y el análisis de la sentencia, respecto de estos tres
decretos intensamente impugnados por el personal policial en su
conjunto.

En tal medida, resulta ineludible a los fines del


presente recurso de apelación, realizar un breve repaso de los hechos
afirmados por esta parte en relación a los Decretos PEP N° 3159/06, N°
4286/06 y N° 3503/07, hechos los cuales han sido reconocidos por la
demandada en la medida que no ha desconocido los mismos de manera
funcional a la excepción interpuesta.

En particular, comenzare destacando que el


representante de la contraria no ha desconocido, en momento
alguno, que los actores han impugnado los tres decretos de
mención, es decir, los Decretos PEP N° 3159/06, N° 4286/06 y N°
3503/07 dentro del plazo de 30 días establecido a tales efectos,
debiendo precisarse a su vez que el mismo representante de la contraria
en autos ha sostenido que “la instancia administrativa previa no ha
sido aún agotada respecto de éste decreto” – (Ver fojas 929 de
autos, párrafo cuarto).

Debo muy puntualmente destacar en este punto


que ha sido el mismo representante de la contraria quien de
modo explicito ha efectuado una concreta distinción respecto de
este último decreto mencionado, es decir, respecto del Decreto
PEP N° 3503/07.
46

En efecto, a párrafo seguido, es decir, en el quinto


párrafo de fojas 929 (o quinto párrafo de la página 5 según la propia
numeración del escrito de la contraria donde plantea la excepción de
inhabilidad de la instancia, ha sostenido que: “Por último, debe
analizar el Sr. Juez que, amén de que todavía no se ha agotado
la vía administrativa, lo que en realidad se pretende es una
nueva ampliación de la demanda a fin de incorporar
cuestionamientos contra el Decreto 3503/07, lo cual es
absolutamente inadmisible dado que tratándose de una cuestión
diferente (véase que se trata de la implementación de una
nueva escala salarial), debe ser discutida en otro proceso, a
diferencia de lo que sucede con los Decretos 2477/93, 729/94,
1255/05 y 1126/06 cuya vía está cerrada, siendo procedentes
contra ellos la excepción de inadmisibilidad de la instancia”.

Quiere significarse con esto que el sentenciante ha


ido mucho más allá de lo pedido por las partes, en tanto que la defensa
de inadmisibilidad de la instancia interpuesta por el representante de la
contraria no ha involucrado al Decreto N° 3503/07 dado que respecto del
mismo ha sostenido la contraria que “…todavía no se ha agotado la
vía administrativa”, cuando por su parte surge de las constancias de
la causa que ante el silencio de la administración frente al reclamo
impugnatorio del decreto mencionado, se interpuso el correspondiente
pedido de pronto despacho el que, al momento de resolverse la cuestión,
se encontraba vencido atento haber transcurrido el plazo de 15 días
previsto para considerar el silencio como una denegatoria tacita.

Por ello entonces afirmo que el sentenciante ha


resuelto “ultra petita” la inadmisibilidad de la instancia, cuanto
menos respecto del Decreto PEP N° 3503/07.

Por otra parte no puedo dejar de mencionar que las


expresiones de la contraria no hacen otra cosa sino poner en evidencia
su intención de evadir a toda costa el presente reclamo judicial, con
cualquier excusa o argumento que se imagine, al sostener que el
Decreto 3503/07 se trata de “una cuestión diferente” a los Decretos
3159/06 y 4286/06 ya que “se trata de la implementación de una
nueva escala salarial, que debe ser discutida en otro proceso, a
diferencia de lo que sucede con los Decretos 2477/93, 729/94,
1255/05 y 1126/06 cuya vía está cerrada…” (¿?).

Como puede evidenciarse, la intención de la contraria


no supone otra cosa que huir hacia adelante, e intentar hacer caducar
los derechos reclamados a través del expediente de establecer “nuevas
escalas salariales”, para de este modo poder sostener a posteriori que la
instancia judicial no se encuentra habilitada por no haberse interpuesto
los reclamos en tiempo contra dichas nuevas escalas, y más grave aún,
47

pretendiendo por este camino ignorar que los Decretos N° 3159/06 y N°


4286/06 al tiempo han establecido también nuevas escalas salariales
que fueran impugnadas por los actores en la medida en que, como ya se
sostuviera, a través de tales decretos por vez primera el poder ejecutivo
provincial incorporo los suplementos particulares en cuestión a las
escalas salariales del personal policial, tornándose ostensible y
manifiesto para los actores, la generalización de los suplementos
mencionados.

Queda claro entonces que ante la realidad de las 900


demandas judiciales iniciadas por este tema por el personal policial de la
Provincia, y dado que los mismos reclamaron en el año 2006 en sede
administrativa contra los Decretos 3159/06 y N° 4286/06, reclamos los
cuales fueron resueltos y rechazados el mes de Noviembre de 2007
próximo pasado quedando por ende agotada la vía administrativa, la
estrategia del poder ejecutivo provincial no ha sido otra que la
mencionada, es decir, la de correr hacia adelante dictando justamente
pocos días más tarde, en el mes de Diciembre del mismo año 2007, el
Decreto PEP N° 3503/07 mediante el cual, al decir del mismo
representante de la contraria, resulta ser “una cuestión diferente” a
los Decretos 3159/06 y 4286/06 ya que “se trata de la
implementación de una nueva escala salarial, que debe ser
discutida en otro proceso …”.

Que de este modo aberrante y manifiestamente


antijurídico se pretende que la vía administrativa nunca quede
agotada para el personal policial, debiéndose dejar expresado
que de este modo el poder ejecutivo provincial se encuentra
abusando de su situación de preponderancia y ventaja que le
confiere la facultad de dictar nuevos actos administrativos en la
materia objeto de autos, tan aberrantes como los anteriores, y
mediante los cuales se van estableciendo nuevas escalas
salariales sobre la marcha del presente proceso, para hacer
precluir de manera ardidosa, los derechos que aquí se reclaman,
especulando seguramente con que dicho decreto probablemente
no sería impugnado en la confusión generada por el cambio de
gobierno ocurrido en el mismo mes de Diciembre de 2007.

Que evidentemente esta estrategia del poder


ejecutivo ha quedado abortada por cuanto que, tal como lo ha
reconocido el mismo representante de la contraria, los actores de autos
han impugnado el último Decreto en este desaguisado, es decir, han
impugnado el Decreto 3505/07 en legal tiempo y forma, por lo cual mal
podría sostenerse que la vía judicial no se encuentra habilitada en el
caso cuando la administración ha denegado por silencio los aludidos
reclamos administrativos impugnatorios.
48

Mas irrazonable aun resulta pretender que todo lo


relativo al Decreto PEP N° 3503/07 “debe ser discutida en otro proceso”
como pretende la contraria, ya que esto resulta fatalmente
contradictorio por lo expresado por el sentenciante al momento de
desestimar los decretos N° 3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07, “…por
resultar accesorios a la cuestión principal debatida y en
consecuencia seguir la suerte sellada en cuanto a la
inadmisibilidad de la instancia por falta de cumplimiento del
recaudo de agotamiento previo de la vía administrativa”.

En razón de las argumentaciones tanto de la contraria


como en particular del sentenciante precedentemente expuestas,
entonces corresponde discernir e interpretar si los Decretos PEP N°
3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07 tienen o no alguna relación
sustancial con el Decreto PEP N° 729/94, o mejor dicho, con la situación
fáctica suscitada en torno al mismo en función y virtud de las sumas
salariales y sustanciales que bajo este concepto se abonan
irregularmente a la totalidad del personal policial, ello en un todo
conforme al objeto de autos y conforme a como ha sido planteada la
pretensión procesal en el libelo de inicio.

Y digo que únicamente restaría discernir e interpretar


si los Decretos PEP N° 3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07 tienen alguna
relación sustancial con incidencia en la situación fáctica suscitada en
torno a la aplicación del Decreto PEP N° 729/94, en la medida que la
sentencia pretende asumir que, como ha sido el Decreto PEP N° 729/94
la norma que estableció los suplementos particulares, mientras que los
tres decretos posteriores no han hecho sino aumentar los montos de los
mismos, por ende el supuesto “régimen” establecido por el Decreto PEP
N° 729/94 se encontraría consentido y firme y por este motivo no
modificarían la situación las impugnaciones temporáneamente
articuladas por los actores contra los decretos 3150/06, 4286/06 y N°
3503/07.

En este punto debo dejar expresado que el anterior


razonamiento que deja traslucir la sentencia incurre en el absurdo por
las siguientes razones:

1°.- porque, en primer lugar, debo destacar que el


Decreto PEP N° 729/94 no estableció ningún régimen según pretende
el Fiscal de Estado, sino que el decreto mencionado en rigor solamente
estableció “suplementos particulares” que debían ser abonados de
manera temporaria solo a un pequeñísimo grupo de policías que
prestaran tareas de riesgo, las que debían previamente ser
reglamentadas, y no abonadas como ocurre en la realidad, a los 1.300
policías de nuestra Provincia.
49

2°.- porque, en segundo lugar, pretender que la


ilegitima, injusta y confiscatoria conducta material del estado provincial
ha quedado consentida y validada debido a que se encuentra
definitivamente firme para los actores hace muchísimos años el
“régimen” establecido por el Decreto PEP N° 729/94, y que por ende de
ello el estado provincial puede seguir profundizando el agravio a través
de nuevos actos administrativos de alcance general que ya no serian
impugnables debido a la “estabilidad” que habría adquirido tamaña
ilegalidad, resulta un completo absurdo desde la perspectiva no solo del
80% de los aquí actores que han ingresado a la fuerza policial con
posterioridad al año 2000, sino también un completo absurdo desde la
misma e idéntica perspectiva que detenta el restante 80% del personal
policial actuante en las causas “MOYANO”, “VERNAZ”, “ABALOS”,
“FERSTER”, y “ABALLAY”, en las cuales el 80% de los actores también
ingresaron a la Institución Policial con posterioridad al año 2000
mencionado. En tal medida también resultan un absurdo a estas alturas
las argumentaciones de la contraria desde la perspectiva que aporta la
Teoría de la Ilegalidad Continuada expuesta en el apartado precedente.

3°.- en tercer lugar, porque resultaría un completo


absurdo desde la perspectiva no solo del 80% de los aquí actores que
han ingresado a la fuerza policial con posterioridad al año 2000, (y
también para el restante 80% del personal policial actuante en las
causas “MOYANO”, “VERNAZ”, “ABALOS”, “FERSTER”, y “ABALLAY”), que
se pretenda sostener que este 80% de policías que ingresaron con
posterioridad al año 2000 hayan tenido la obligación de impugnar su
primera boleta de sueldo, ya que como se analizara y fundamentara en
los apartados precedentes, la situación de indefensión practica a la que
se ha visto sometido el personal policial hasta el día 16 de Agosto de
2006, ha impedido a los mismos advertir la desnaturalización y la
desviación aplicativa de los suplementos particulares establecidos por el
Decreto PEP N° 729/94, provocada por el pago indiscriminado
permanente de los mismos a los 1.300 policías de la Provincia.

4°.- porque, en cuarto lugar, y desde la perspectiva


que aportan los Decretos PEP 3150/06, 4286/06 y N° 3503/07, resulta
ser que las sumas objeto de autos se han visto sensiblemente
incrementadas a partir de la aplicación de cada uno de los
incrementos dispuestos por los tres decretos aludidos, dando así
a la situación fáctica de referencia una continuidad en el tiempo
que no hace sino profundizar, de manera exponencial, el agravio
provocado a los derechos salariales y previsionales inalienables
de mis mandantes, derechos que se ven afectados insidiosa y
progresivamente en el tiempo debido a que las sumas salariales y
sustanciales que bajo este concepto se abonan irregularmente a la
totalidad del personal policial, se ven incrementadas en la medida de
50

cada incremento dispuesto por cada uno de los tres decretos


provinciales mencionados, sin solución alguna de continuidad.

5°.- porque en quinto lugar, los argumentos del


representante de la contraria han llegado no solo al punto del absurdo
como se ha sostenido en los puntos precedentes, sino que también
resultan auto contradictorios y lindan lo temerario con la única finalidad
de evitar la apertura de la instancia judicial en las presentes
actuaciones, en la medida que al momento de contestar las presente
demandas el Fiscal de Estado ha sostenido que el Decreto PEP N°
1352/07 impugnado temporáneamente por los allí actores, no debe
ser tratado en la misma perspectiva que el Decreto PEP N°
729/94, y como contrapunto de tal afirmación el representante de la
contraria ha afirmado que los Decretos PEP 3150/06, 4286/06 y N°
3503/07 si tienen relación con el mentado Decreto PEP N°
729/94, habiendo por ende reconocido en tal medida, que los Decretos
PEP 3150/06, 4286/06 y N° 3503/07 si deben ser tratados en la
misma perspectiva que el Decreto PEP N° 729/94 pues la
cuestión que se debate respecto de todos ellos es
sustancialmente la misma.

Dado la insuficiencia de fundamentos determinada


por el único párrafo de la sentencia que se dedica a este capital aspecto,
resulta nuevamente necesario refrescar algunas circunstancias
expuestas en el libelo inicial.

Al respecto, en el escrito inaugural esta parte ha


sostenido que a partir del día 10 de Enero de 2006, la administración
provincial comenzó a abonar al personal policial en actividad de la
Provincia, el primer aumento establecido a nivel nacional sobre los
suplementos particulares, pero sin respaldo normativo provincial alguno,
según se constata de las liquidaciones de haberes habidas entre el mes
de Enero de 2006 y Agosto de 2006, ello sin perjuicio que en agosto de
ese año se dicto el Decreto Provincial N° 3195/06 que dio amparo
normativo al pago de las sumas involucradas en este incremento.

En efecto, vale destacar que el Decreto PEP N°


3159/06 fue dictado y publicado en el B.O. en la fecha 16 de Agosto del
año 2006, el cual estableció un primer incremento sobre los suplementos
del Decreto PEP N° 729/94, con retroactividad a partir del día 1° de Julio
de 2005, no obstante que, como se mencionaba, tal incremento fue
aplicado por las vías de hecho a partir del mes de enero de 2006 en las
boletas de haberes de mis mandantes, sin contar con respaldo normativo
alguno hasta el 16 de agosto de 2006.

Que prueba de esta última afirmación la constituye el


hecho que, entre los Considerandos del Decreto PEP N° 3159/06, el
51

Poder Ejecutivo Provincial ha expresado que: "es necesario establecer


una nueva escala salarial para el personal de la Policía de la Provincia…
ello toda vez que se viene a aplicando dicho incremento en las
liquidaciones del personal de seguridad a partir del mes de enero del
2006…”.
Que este primer incremento aplicado materialmente
en las boletas de haberes, fue oportunamente impugnado por personal
policial entre los meses de febrero y agosto de 2006 a través de los
reclamos administrativos correspondientes, algunos de los cuales fueron
rechazados mediante el Decreto N° 2844/06 el que remite entre sus
considerandos, al Dictamen SLyT. N° 1680/06.

Pero superando lo anterior, dos meses y medio


después, en la fecha 9 de Noviembre de 2006 fue dictado el Decreto PEP
N° 4286/06, el cual estableció un segundo incremento sobre los
suplementos del Decreto PEP N° 729/94, con retroactividad a partir del
día 1° de Julio de 2006. Este segundo incremento fue oportunamente
impugnado por los actores dentro del plazo de 30 días de dictado el
Decreto PEP N° 4286/06 (publicado en el 80 N° 2216 de fecha
09/11/2006).

Que respecto de este segundo incremento, y del acto


administrativo de alcance general que lo dispuso (Decreto PEP N°
4286/06), debe destacarse muy particularmente que el mismo
tiene solución de continuidad de manera expresa y directa con
su antecesor (Decreto PEP N° 3159/06), ya que el artículo 1° del mismo
dispuso "DEROGAR el artículo 1° del Decreto N° 3159/06 a partir del
1°de Julio del corriente año".

Es decir, que mediante el artículo 1° del Decreto PEP


N° 3159/06, no solo fue incorporado a las escalas salariales del personal
policial el primer incremento sobre los suplementos particulares, sino
también y más importante aún, fueron incorporados por vez
primera los suplementos particulares del Decreto PEP N° 729/94
en las escalas salariales del personal policial reflejadas en el
Anexo del citado decreto.

Que dichas escalas salariales reflejadas en el Anexo


del Decreto PEP N° 3159/06 tuvieron vigencia por un brevísimo periodo
de tiempo, es decir, entre los días 16 de Agosto de 2006 y hasta el día 9
de Noviembre de 2006, por cuanto que, a partir de la derogación del
artículo 1° del Decreto PEP N° 3159/06, las sumas por el mismo
involucradas fueron absorbidas por las nuevas escalas salariales
establecidas por el artículo 1° del Decreto PEP N° 4286/06.

Que en tal medida y proporción, no solo los actores de


autos sino también los actores en las demás causas judiciales análogas a
52

la presente, procedieron no solamente a impugnar temporáneamente el


incremento dispuesto por el Decreto PEP N° 4286/06 a partir del 1° de
Julio de 2006, sino que además los actores de autos procedieron en el
mismo reclamo, a impugnar el primer incremento relacionado al Decreto
PEN N° 1255/05 que se venía liquidando desde enero de 2006 en
nuestra Provincia por las vías de hecho, en la medida que el artículo 2°
del Decreto PEP N° 4286/06, al derogar las escalas salariales
establecidas por el Decreto PEP N° 3159/06, involucra por ende la
absorción de las sumas involucradas en el primer incremento que se
aplico retroactivamente a partir del día 1° de Julio de 2005 por imperio
del Decreto PEP 3159/06 ya mencionado, tal como indubitadamente
surge de los reclamos administrativos obrantes en las actuaciones
administrativas que fueran incorporadas en estas actuaciones en
oportunidad de requerírseles las mismas al Poder Ejecutivo Provincial en
la oportunidad y la forma prevista por el artículo 29° del CCA.

Ahora bien, resulta importante destacar que en


cuanto al agotamiento de la vía administrativa previa, que
mediante los Decretos PEP N° 2858/07, 2899/07, 2977/07, N°
3049/07, 3118/07 y 3472/07 se resolvieron los centenares de
reclamos administrativos articulados contra los aludidos
Decretos PEP N° 3159/06 y N° 4286/06, el pasado mes de
noviembre de 2008.

También resulta importante destacar que los


dictámenes legales en los cuales se sustentan los Decretos PEP N°
2858/07, 2899/07, 2977/07, N° 3049/07, 3118/07 y 3472/07, los mismos
expresan que “…teniendo en cuanta que el Decreto Provincial 4286/06
se publico en el BOP 2216 del 09-11-06, el reclamo fue interpuesto en
tiempo", y que “...los causantes solicitan que dichos suplementos sean
liquidados como remunerativos y bonificables, extendiendo esta
característica al incremento establecido por los Decretos 1255/05 y
1126/06".

No obstante, debo aclarar que los dictámenes legales,


han confundido el objeto de los reclamos articulados por cuanto que en
momento alguno se solicito que dichos suplementos y sus incrementos
sean liquidados como remunerativos y bonificables, sino que en rigor lo
que se ha peticionado es que las sumas generales que se abonan bajo
este concepto erróneo e ilegal para el caso, se liquiden como lo que
realmente son, es decir, como conceptos que percibe la generalidad del
personal policial en servicio efectivo y por ende como integrantes del
haber mensual por imperio de lo previsto por el primer y segundo
párrafo del artículo 75° de la Le Nacional N° 21.965 circunstancia de la
cual deviene ínsito el carácter de remunerativas y bonificables de las
sumas involucradas.
53

Pero prosiguiendo con el análisis de los dictámenes


legales en los cuales se sustentan los Decretos PEP N° 2858/07, 2899/07,
2977/07, N° 3049/07, 3118/07 y 3472/07, vemos claramente que los
mismos confunden el objeto del cuestionamiento de esta parte, por
cuanto allí se sostiene, en relación a los suplementos en cuestión, que
"...podemos adelantar que el mismo es no remunerativo y no
bonificable y que tal naturaleza no fue modificada por los
Decretos 1255/05 y 1126/06 por lo que, siendo la naturaleza de
tales remuneraciones lo que realmente se cuestiona, debemos
limitamos al tratamiento del Decreto Provincial N° 729/94 que
adopto para la Policía Provincial los suplementos que el Decreto
Nacional 2744/93 había establecido para la Policía Federal".

Que de este modo los dictámenes de referencia


agotan el análisis de la materia impugnatoria articulada en legal tiempo
por mis mandantes mediante los reclamos interpuestos contra los
Decretos PEP N° 4286/06 y PEP N° 3159/06, bajo el artificio de sostener
que los reclamos resultan extemporáneos por no haberse impugnado en
legal tiempo el Decreto PEP N° 729/94, cuando en rigor, los sucesivos
incrementos han sido establecidos por otros diversos actos de alcance
general (que si fueron temporáneamente impugnados), los cuales no
hacen sino renovar, actualizar y profundizar, sin solución de continuidad,
el agravio que provoca a los actores el pago, como ajenas al haber
mensual, de las sumas involucradas según ya se mencionara.

Es decir que, si bien asumen tanto los dictámenes


como el representante de la contraria en autos que si bien en relación a
los Decretos PEP 3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07 los reclamos fueron
interpuestos en legal y oportuno tiempo, no obstante en ambos casos se
ha eludido toda consideración y análisis al respecto de la materia
impugnatoria de los mismos, a pesar de que surja con claridad que se
trata de decretos que son accesorios y tienen una solución de
continuidad con el Decreto PEP N° 729/94, circunstancia que la misma
Fiscalía de Estado, reitero, ha reconocido en autos al momento de
contestar el traslado de demanda

Resulta del modo expuesto que luego de dictados


estos actos administrativos posteriores al acto base (los cuales no
solamente profundizan el agravio sino que además lo patentizan al
reflejarlo e incorporarlo en las sucesivas escalas salariales previstas en
sus anexos, escalas salariales que fueron derogando a las anteriores y
por ende fueron absorbiendo a las sumas de los incrementos anteriores),
ha devenido ostensible la desviación aplicativa que el estado provincial
en la práctica viene realizando respecto de los suplementos establecidos
por el Decreto PEP N° 729/94, y por ende de ello los administrados
disconformes con tal desviación aplicativa evidenciada y profundizada a
partir de dichos actos de alcance general, han utilizado las
54

herramientas establecidas por el ordenamiento jurídico para


impugnar temporáneamente cada uno de los sucesivos decretos
por cuyo intermedio se incrementan las sumas que se abonan
bajo el ardidoso concepto de los suplementos establecidos por el
acto base (Decreto PEP N° 729/94).

Y sostengo que recién con el dictado de los Decretos


PEP N° 3159/06, N° 4286/06 Y N° 3503/07 la desviación aplicativa
material del acto base de alcance general (Decreto PEP N° 729/94) ha
devenido ostensible, por cuanto que como ya se mencionara el Decreto
PEP N° 729/94 carece de Anexos, es decir, no ha establecido ninguna
escala salarial, circunstancia que ha impedido advertir que estos
suplementos particulares se abonaron a la totalidad del personal policial,
ya que no tienen porque los administrados estar comparando o
confrontando sus propios recibos de haberes con los de los demás
policías, siendo que esto no constituye una obligación de la
administrados pero si constituye una obligación de estado provincial
aclarar y reglamentar las circunstancias calificantes que habiliten su
liquidación y pago, máxime aun, cuando la realidad indica que el 80% de
personal policial actuante en las causas judiciales ingreso a la fuerza con
posterioridad al año 1994.

En este punto me detengo brevemente para expresar


las siguientes consideraciones:

1.- Si bien queda claro que el Decreto PEP N° 729/94


jamás fue impugnado, se reitera que nada de impugnable tiene el mismo
aunque si resulta impugnable la conducta material que pretende
sustentarse en dicho acto, aunque en rigor la misma se aparte
flagrantemente del acto general, es decir que lo que resulta materia de
impugnación, es la modalidad aplicativa que adquirieron los
suplementos en la práctica amen de su falta de reglamentación de los
suplementos hasta el día la fecha;

2.- no obstante lo anterior, el agravio que causa y


provoca dicha conducta material se renueva y profundiza con cada uno
de los sucesivos incrementos dispuestos por los Decretos PEP N°
3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07, decretos que reitero, si han sido
impugnados por los aquí actores.

En efecto, los tres decretos provinciales recién


mencionados revisten interés para el caso, dado que los mismos revelan
el hecho que el incremento salarial que se opera a través de estos tres
incrementos sobre los suplementos establecidos por el acto base
(Decreto PEP N° 729/94), no hacen sino profundizar e incrementar
exponencialmente la situación de iniquidad que se produce a
través del pago de sumas generales bajo el concepto de
55

suplementos particulares y por ende en negro, siendo que como


contrapartida de ello el haber mensual sobre el cual se efectúan
los aportes y contribuciones va reduciéndose en la misma
medida y proporción, al estancarse el mismo a valores
históricos.
Se reitera lo dicho en cuanto a que cuando la
ejecución de una ley o decreto presupone la realización periódica de
actos lesivos de derechos laborales subjetivos y garantías
constitucionales, la acción contencioso administrativa por reclamo de
diferencias salariales nace luego de cada acto ilegal de liquidación de
haberes, aún cuando todos ellos hubieran estado previstos en el mismo
decreto, y con más razón aun cuando, tal como ocurre en el caso, los
actores impugnaron en legal tiempo los tres sucesivos decretos de
aumento.

Que de esta manera, frente a determinadas


situaciones o circunstancias en las que el acto injustamente lesivo y
manifiestamente ilegal o arbitrario se perpetúa en el tiempo o, más
claramente aún, cuando el mismo, al reproducirse en forma concreta
mes tras mes va revelando su notoria arbitrariedad con el correr del
tiempo y, más aun, al compás de circunstancias sobrevinientes como las
que resultan del dictado de los Decretos Provinciales N° 3159/06 N°
4286/06 Y N° 3503/07, los reclamos administrativos impugnatorios que
en legal tiempo y forma articularon los actores contra los mismos,
resultan trascendentes y vitales para considerar habilitada la instancia
contencioso administrativa en estas actuaciones, bajo la perspectiva que
viene signada por la estrecha accesoriedad y vinculación que detentan
estos tres decretos provinciales impugnados, en relación a la
problemática suscitada y que reconoce su origen y causa en el Decreto
Provincial N° 729/94.

No se trata entonces en el caso de autos, de un hecho


único ya pasado, cuyo juzgamiento tardío comprometa la seguridad
jurídica, ni un hecho consentido tácitamente, sino que se trata en autos,
por el contrario, de una ilegalidad que se reproduce mes a mes aun en la
actualidad, y que provoca un progresivo deterioro de los sueldos de hoy,
lo que sumado al deterioro de periodos anteriores y posteriores,
completa un cuadro de perjuicio o menoscabo progresivo e insidioso,
máxime cuando dicho menoscabo se agrava y profundiza con el correr
del tiempo por causa de los sucesivos incrementos que se operaron a
través de los Decretos 3159/06, 4286/06 y 3503/07.

En este punto debe destacarse el hecho que no fue


desconocido por la demandada de modo funcional a la excepción
interpuesta, el que indica que los haberes del personal policial provincial
no han tenido ninguna corrección o recomposición salarial por causa de
56

los procesos inflacionarios, desde la década de 1990, según se ha


expuesto en el libelo de inicio.

De esta manera quedan definidas las particulares


circunstancias del caso, donde se verifica que con el correr del tiempo, la
"sustancial porción de los salarios abonada en negro que motiva esta
demanda, resulta cada vez mayor en cuanto al porcentual o proporción
que dicha "porción" representa del total del salario, profundizándose de
modo progresivo el perjuicio patrimonial para la caja previsional al
estancarse en los valores históricos tanto los aportes previsionales,
como las consiguientes prestaciones previsionales que otorga el sistema.

Para concluir el presente apartado, puede afirmarse


que tal como surge de la documental acompañada en el libelo de inicio,
cuyo contenido fue plenamente ratificado al remitirse las actuaciones
administrativas directamente vinculadas con la presente acción, los
actores interpusieron reclamo administrativo impugnatorio contra los
Decretos PEP N° 3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07.

Que los reclamos contra los dos primeros decretos


fueron rechazados un año más tarde mediante los Decretos PEP N°
2858/07, 2899/07, 2977/07, N° 3049/07, 3118/07 y 3472/07,
respaldados los mismos en sus correlativos Dictámenes Legales,
decretos los cuales involucran a los actores de autos, decretos por cuyo
intermedio se acreditan las siguientes circunstancias a saber:

a) Que la administración pública provincial ha tenido


por presentados en legal tiempo los reclamos administrativos
interpuestos en su oportunidad por los actores de autos contra los
Decretos Provinciales N° 3159/06 y N° 4286/06, es decir que, respecto
de estos dos decretos provinciales impugnados, se acredita que los
mismos fueron recurridos ante la propia administración, como asimismo
se acredita que los reclamos fueron interpuestos en termino, tal como
surge indubitadamente de los dictámenes referidos cuando en los
mismos se sostiene que 1I ••• teniendo en cuenta que el Decreto PEP
N° 4286/06 se publico en el BOP 2216 del 09/11/06, el reclamo fue
interpuesto en tiempo";

b) Que la administración pública provincial se ha


limitado únicamente al tratamiento de lo peticionado en relación al
Decreto PEP N° 729/94, mientras que en relación a la cuestión de fondo
planteada en relación a los Decretos PEP N° 3159/06 y N° 4286/06, se ha
limitado a sostener que lilas suplementos creados por el Decreto PEN N°
2744/93... el mismo es no remunerativo y no bonificable y que tal
naturaleza no fue modificada por los Decretos 1255/05 y 1126/06 por lo
que, siendo la naturaleza de tales remuneraciones lo que realmente se
cuestiona, debemos limitamos al tratamiento del Decreto PEP N° 729/94
57

que adopto para la Policía Provincial los suplementos que el Decreto


Nacional N° 2744/93 había establecido para la Policía Federal";

c) Que la administración pública provincial ha dictado


en relación a los actores, un acto administrativo por cuyo intermedio ha
denegado los reclamos articulados por los mismos, ello mediante el
dictado de los Decretos PEP N° 2858/07, 2899/07, 2977/07, N° 3049/07,
3118/07 y 3472/07, motivo por el cual los Decretos PEP N° 3159/06 y N°
4286/06 causan estado y por ende de ello resultan actualmente
atacables en sede judicial, tal como ocurre en autos respecto de los
actores;

d) Que la administración pública provincial ha


rechazado de manera tacita, a través de su silencio, el reclamo
administrativo interpuesto contra el Decreto PEP N° 3503/07, motivo por
el cual dicho decreto también causa estado y resulta atacable
actualmente en sede judicial, tal como ocurre en autos respecto de los
actores.

QUINTO ASPECTO: LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA DE LA NACION EN RELACION A LA INHABILIDAD DE LA INSTANCIA
RESPECTO DE LA MATERIA DE FONDO OBJETO DE AUTOS. LA
IMPROCEDENTE E INAPLICABLE CITA JURISPRUDENCIAL QUE EFECTUA EL A
QUO EN SU SENTENCIA

Que en el objeto de esta presentación recursiva he


invocado la reciente Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, relacionada a la inhabilidad de la instancia pretendida en el caso
respecto del asunto de fondo traído a juzgamiento.

Que la misma resulta del Fallo a través del cual


apenas tres meses atrás, el máximo órgano Jurisdiccional de nuestro
país ha tratado en un caso análogo, justamente, la excepción de
inhabilidad de la instancia en relación a la materia de fondo que ha sido
planteada tanto en estos autos, como así también en la “pluralidad”
causas judiciales que por el mismo motivo tramitan varios miles de
Policías Federales ante la Justicia Nacional.

En tal medida expuesta, invoco como aplicable al


caso concreto el Fallo dictado en los autos caratulados “ROSSI, CARLOS
ALBERTO Y OTROS C/ CAJA DE RETIROS, JUBILACIONES Y PENSIONES DE LA
POLICIA FEDERAL ARGENTINA”, de fecha 8 de Abril de 2008, suscripto
por los Señores Ministros Doctores Ricardo Luis Lorenzetti, Elena
I. Highton De Nolasco, Enrique Santiago Petracchi, Eugenio Raúl
Zaffaroni, y por último, por el Ministro Juan Carlos Maqueda
como único Voto en disidencia.
58

Que en dicho precedente, arribado por vía de recurso


extraordinario al ámbito de la CSJN, ha sido resuelto uno de los escasos
planteos de inhabilidad de la instancia articulados por el Estado
Nacional, que tuvieron una provisoria acogida favorable en las instancias
inferiores.

En efecto, los antecedentes de dicho caso indican que


los allí actores, en su carácter de personal retirado de la Policía Federal,
reclaman a la Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones respectiva el
derecho a percibir el suplemento creado por el decreto 2744/93. La
Cámara Federal de la Seguridad Social confirmó el pronunciamiento
anterior que había hecho lugar a la excepción de inhabilidad de
instancia, entendiendo que no se encontraba agotada la vía
administrativa, en cuanto la ley 13.593 —de creación del mencionado
ente provisional— establece la posibilidad de impugnar ante la Cámara
Federal de la Capital Federal las resoluciones del Poder Ejecutivo que
deniegan los beneficios solicitados. Contra ese pronunciamiento, se
interpuso recurso extraordinario federal que, denegado, dio lugar a la
queja. La Corte Suprema de Justicia de la Nación, por mayoría, dejó sin
efecto la sentencia apelada.

Así, en este valioso precedente en el cual el Máximo


Tribunal ha resuelto de manera definitiva, la defensa relativa a la
inhabilidad de la instancia vinculada a una materia de fondo que resulta
análoga a la de autos, se ha sostenido que “Resulta violatorio del
derecho de propiedad como del de defensa en juicio y de la
garantía de un debido proceso adjetivo confirmar el decisorio
que declaró inhabilitada la instancia —con fundamento en el art.
28 de la ley 13.593 (Adla, IX-A, 333)—, si se reclama el cobro del
suplemento creado por el decreto 2744/93 (Adla, LIV-A, 172) —
adicionales particulares asignados a la Policía Federal—, PUES
ELLO COARTA EL DERECHO DE LOS RECURRENTES A PERCIBIR EL
CITADO ADICIONAL, EL QUE HA SIDO REITERADAMENTE
OTORGADO EN CIRCUNSTANCIAS ANÁLOGAS” - (Del Dictamen de la
Procuradora Fiscal Subrogante, que la Corte por mayoría ha hecho suyo).

Que para arribar a tal solución, ha interpretado la


CSJN que “En cuanto al fondo del asunto, cabe poner de resalto que el
Alto Tribunal se ha pronunciado en reiteradas oportunidades respecto a
la inaplicabilidad en el ámbito de las Fuerzas Armadas y de Seguridad de
los requisitos de admisión de la acción contencioso administrativa
previstos en la ley 19.549, criterio que no varía aun cuando el decreto
9101/72 había sido derogado por el 722/96 (modificado éste por el
decreto 1155/97), puesto que la aplicación supletoria de la ley 19.549
citada a los procedimientos especiales no podía se extendida a
disposiciones restrictivas de derechos (causas D.478.XXXIX "Daus, Oscar
Normando c/M° del Interior y otros s/daños y perjuicios" y sus citas,
59

fallada el 18 de julio de 2006; y M.2204.XLI "Mendicino , Fortunato c/E.N.


-M° del Interior y otros s/Personal Militar y Civil de las F.F.A.A. y de Seg.",
de fecha 24 de octubre de 2006)”.

Asimismo se sostuvo que “Sentado lo anterior, cabe


poner de resalto que si bien la Sra. Procuradora Fiscal Dra. Laura M.
Monti dejó a salvo su opinión, en la materia, en la causa S.C.A. N° 2012,
L.XLI "Alaniz Miguel Ángel c/E.N. M° de Defensa –EMGE s/personal militar
y civil de las fuerzas armadas y de seguridad", dictaminada el día 27 de
septiembre de 2006, debo advertir que la apelación a que se refiere el
art. 28 de la ley 13.593 citada, en que se funda el fallo apelado -que re-
mite al dictamen de la Sra. Fiscal ante la Cámara Federal de la
Seguridad Social-es una opción facultativa del apelante pero no un
requisito ineludible a efectos de continuar con su reclamo, máxime
cuando el suplemento -creado por el decreto 2744/93- solicitado por los
coactores fue otorgado en forma reiterada por V.E. a partir de Fallos:
321:619”.

Sobre esa base se ha interpretado que resultaría


violatorio del derecho de propiedad como del defensa en juicio y de la
garantía de un debido proceso adjetivo confirmar el decisorio que
declaró inhabilitada la instancia y de esa manera coartar el derecho de
los recurrentes a percibir el suplemento citado y reiteradamente
otorgado, aun por la propia Sala III del referido fuero, en circunstancias
análogas.

Por ello, la CSJN ha declarado procedente el recurso


extraordinario y ha dejado sin efecto la sentencia apelada,
disponiéndose que vuelvan los autos al tribunal de origen a fin de que,
por quien corresponda, se dicte un nuevo pronunciamiento.

Ahora bien, en lo que al caso concreto concierne,


hago notar que si bien en el caso ROSSI se ha tratado la defensa de la
inhabilidad de la instancia, la misma se ha verificado en un contexto
procesal en el cual los actores resultan ser personal policial en situación
de retiro, y por ende de ello la excepción de inhabilidad de la instancia
ha tenido fundamento en el artículo 28 de la ley 13.593 de creación de la
Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía Federal, norma que
establece la posibilidad de impugnar ante la Cámara federal de la Capital
las resoluciones del Poder Ejecutivo que deniegan los beneficios
solicitados, pues, la apelación a que se refiere el citado artículo es una
opción facultativa del apelante, pero no un requisito ineludible a efectos
de continuar con el reclamo.

Que a diferencia del caso ROSSI, en las presentes


actuaciones se verifica que el personal policial actuante reviste en
situación de revista “en actividad”, y por ende de ello les resultan
60

aplicables las disposiciones del Decreto 1866/83 (Adla, XLIII-C, 2692),


reglamentario de la ley 21.965 (Adla, XXXIX-B, 1163), el cual conforma
un régimen especial, con normas propias de procedimiento que integran
un sistema "poco menos que completo", no configurándose en el caso un
supuesto de remisión a otras normas o una hipótesis de "suplencia”.

Cabe recordar que, en torno a la exclusión de los


procedimientos administrativos previstos en la ley 19.549 a los
organismos militares, de defensa y seguridad, la CSJN ya tuvo
oportunidad de expedirse en los precedentes de Fallos: 311-255; 312-
1250 y 322-551, en los cuales declaró que el artículo 1° de tal cuerpo
normativo exceptúa de manera expresa la aplicación de sus
disposiciones al procedimiento administrativo ante dichos organismos
(cfr. considerando 10 del Caso "Tajes"), criterio que resulta aplicable al
"sub lite".

Que la dilucidación del caso debe buscarse en el


particular marco regulatorio instituido por la ley 21.965 y por el decreto
1866/83 para el personal policial, sin que pueda soslayarse que sus
disposiciones, por limitar el acceso a la jurisdicción, deben ser
interpretadas en forma restrictiva, evitando extender su aplicación a
otras situaciones que no se encuentran expresamente contempladas.

En este sentido, la Corte tiene dicho que nuestro


sistema se asienta sobre la base de una amplia revisión por parte del
Poder Judicial de los actos emanados de la administración pública,
aunque sometida a ciertas condiciones de procedencia de la acción
-habilitación de la competencia judicial por el agotamiento de la
instancia administrativa, integrada con el plazo de caducidad de la
acción o recurso de que se trate- que pretenden asegurar que sea la
misma administración -también positivamente sometida al ordenamiento
jurídico, como consecuencia del principio de legalidad administrativa-
quien resuelva los conflictos jurídicos, cumpliendo así con un aspecto
necesario de su competencia constitucional de administrar conforme con
el mismo ordenamiento (Fallos: 316-2454, considerando 14).

Asimismo, sostuvo el tribunal en el precedente


aludido que la idea directriz de la división de poderes, una de cuyas
derivaciones se observa en la posibilidad de revisión judicial de los actos
administrativos, opera sincrónicamente con otra de igual carácter de
nuestro sistema constitucional -que emerge de la garantía del debido
proceso- cuál es el principio "pro actione" a que conduce el derecho
fundamental a la tutela efectiva, que se deriva, necesariamente, del art.
18 de la Constitución Nacional, cuya regulación se integra, además, con
las disposiciones del Pacto de San José de Costa Rica (Fallos: 316-2454
cit., considerando 16), de jerarquía constitucional a partir de la reforma
de 1994.
61

Desde esta perspectiva, la decisión de declarar no


habilitada la instancia en autos, desconoce los principios señalados
supra, toda vez que la ley 21.965 y el decreto 1866/83 -cuyo título II
"Personal policial en actividad", capítulo XV "Reclamos", contemplan un
trámite especial que posibilita al interesado solicitar que se deje sin
efecto el procedimiento o la decisión que le perjudique, o bien que se le
acuerde lo que legítimamente le corresponde, o que se lo declare
comprendido en un derecho o beneficio establecido por la prescripción
legal o reglamentaria-, tramite especial en el cual nada se prevé sobre la
obligatoriedad de agotar la vía administrativa en supuestos como el
discutido en autos.

Así pues, y sobre la base de tener presente que la


exégesis de la ley requiere de la máxima prudencia y cuidar que la
inteligencia que se le asigne no lleve a la pérdida de un derecho, o que
el excesivo rigor formal de los razonamientos desnaturalice el espíritu
que ha inspirado su sanción (Fallos: 307-1018 y sus citas y 315-158), la
ausencia legal de recaudos en el caso para acceder a la justicia torna
improcedente el rechazo de la demanda fundado en su incumplimiento,
y torna asimismo de imperativa aplicación el aludido principio "in dubio
pro actione", el cual la CSJN ha calificado como rector en materia de
habilitación de instancia (cfr. Fallos: 312-1306; 313-83).

Por otra parte, sostengo que resulta aplicable al "sub


lite" el régimen especial del decreto 1866/83 -reglamentario de la ley
21.965- para el personal de la Policía Federal Argentina, habida cuenta
que antes de la vigencia de la Ley Provincial N° 735 resultaba de
aplicación al personal policial de la Provincia, la Ley Nacional N° 21.965 y
el Decreto Reglamentario N° 1866/83.

Y por su parte, desde la sanción y entrada en vigencia


de la Ley Provincial N° 735 ocurrida en la fecha 18 de enero de 2007,
sigue resultando aplicable, pero de manera supletoria y transitoria, el
mentado Decreto PEN N° 1866/83, ello así en virtud de lo establecido por
el artículo 174° de la Ley N° 735, y habida cuenta que hasta el día de la
fecha de esta presentación la citada Ley Provincial aún se encuentra aun
sin reglamentar, ello no obstante que se encuentre largamente vencido
el plazo de 90 días establecido por la Legislatura Provincial para que el
Poder Ejecutivo cumpla tal cometido, a tenor de lo dispuesto en el
mencionado artículo 174°.

Que el decreto PEN N° 1866/83 por el hecho de


contemplar un procedimiento administrativo propio y conformar un
sistema poco menos que completo de normas rituales, al mismo tiempo
excluyó la aplicación de la ley de procedimientos administrativos 19.549,
en razón de que su artículo 1° exceptúa expresamente de sus
62

previsiones a los organismos militares, de defensa y seguridad, régimen


al cual negó carácter supletorio del específico antes aludido.

Todo lo anterior sin perjuicio de las siguientes


circunstancias: 1°.- que aún siendo innecesario el agotamiento de la vía
administrativa en el caso de autos, la CSJN en el precedente “ROSSI” ha
revocado la inhabilitación de la instancia dispuesta por la Cámara, en la
circunstancia que indica que si lo que se reclama es el cobro del
suplemento creado por el decreto 2744/93 (Adla, LIV-A, 172) —
adicionales particulares asignados a la Policía Federal—, ELLO
COARTA EL DERECHO DE LOS RECURRENTES A PERCIBIR EL
CITADO ADICIONAL, EL QUE HA SIDO REITERADAMENTE
OTORGADO EN CIRCUNSTANCIAS ANÁLOGAS POR LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN; 2°.- que aún siendo
innecesario el agotamiento de la vía administrativa en el caso, por las
razones antes apuntadas, los actores de autos han interpuesto sus
reclamos administrativos en el año 2006 a partir de la sanción de los
decretos PEP N° 3159/06, N° 4286/06 y N° 3503/07, quedando agotada
la vía administrativa en el mes de noviembre de 2007, circunstancia que
ha eludido considerar debidamente la sentencia cuestionada.

Por otra parte, en el presente apartado vengo a poner


de manifiesto la impertinencia e inaplicabilidad de la cita que efectúa el
a quo en el Decimo Considerando de la sentencia apelada,
correspondiente al Fallo “Mallo” de la CSJN, en la medida que el Fallo
aludido no guarda vinculación alguna con la inhabilidad de la instancia
resuelta en autos, sino que en todo caso, guarda únicamente relación
con la cuestión de fondo objeto de estas actuaciones.

Sin perjuicio de la mencionada inaplicabilidad de la


cita jurisprudencial que efectúa la sentencia apelada, vengo también a
poner de manifiesto que en el precedente “Mallo” la CSJN ha hecho
lugar a la pretensión del actor, quien resulta ser un personal policial
retirado de la Policía Federal, y en tal medida el Máximo Tribunal ha
reconocido el carácter “remunerativo” de los adicionales creados por
el Decreto 2744/93, según se verá oportunamente.

Resulta del modo expuesto, que el sentenciante de


grado ha citado y sacado de contexto una frase del fallo mencionado,
debiendo por ende ponerse de manifiesto que si nos remitimos a la parte
dispositiva de dicho precedente, y con relación a los adicionales creados
por el decreto 2744/93, la CSJN ha resuelto “Declarar procedente el
recurso extraordinario, confirmar parcialmente la sentencia
apelada… y revocarla con relación a los suplementos instituidos
por el decreto 2744/93, los que deberán ser incorporados al
haber de retiro con el alcance indicado en el precedente antes
citado de Fallos: 321:619…”.
63

Que el yerro en que incurre la sentencia resulta ser


similar al cometido en algunas causas judiciales que tramitan ante la
Justicia Nacional, yerro respecto del cual se ha expedido con suma
claridad el Distinguido Camarista Dr. Alejandro Juan USLENGHI, en el
Fallo en Extenso recaído en el año 2006 en los autos caratulados
“FIGUERAS, FABIÁN ALFREDO C/ MINISTERIO DEL INTERIOR
-POLICIA FEDERAL ARGENTINA- S/ PERSONAL MILITAR Y CIVIL DE
LAS FFAA Y DE SEGURIDAD” - CNACAF - SALA IV – de fecha
15/03/2006.
Allí, en el sentido expuesto, el Dr. Alejandro Juan
Uslenghi dijo que la Señora Jueza de Primera Instancia rechazó la
demanda interpuesta por el actor contra la Policía Federal, tendiente a
obtener la reliquidación de los haberes mensuales que percibe
asignándoles carácter remunerativo y bonificable a los suplementos que
se liquidan bajo los códigos 285, 289 y 292 como "no remunerativos y no
bonificables" y el pago del retroactivo devengado, con más los intereses
desde que cada suma es debida y hasta su efectivo pago.

Contra tal pronunciamiento, el actor interpuso el


recurso de apelación a fojas 59/61, el que fue concedido libremente
(fojas 64), y expresó sus agravios (fojas 67/70), los que fueron
contestados por la contraria (fojas 77/79 vuelta).

Para una mayor comprensión de la pretensión del


actor en la causa “FIGUERAS”, pretensión que resulta no ya análoga,
sino IDENTICA a la pretensión articulada en estas actuaciones, cabe
destacar que el mismo reclamó el pago del retroactivo de los haberes
devengados por la incorrecta liquidación de los suplementos creados por
los Decretos Nº 2744/93 (código 285), Nº 2133/91 -prorrogado por el Nº
2298/91- (código 289), y Nº 713/92 (código 292).

En lo que al caso interesa, el actor Figueras reviste


carácter de personal en actividad de la Policía Federal Argentina, por
ello, y en relación a los decretos 2133/91, 2298/91 y 713792, la
demanda prospero hasta el 31 de diciembre de 2002, toda vez que el
decreto 103/2003 (B.O. 22/01/2003) -citado por el Estado Nacional en su
contestación de demanda, reconoció a partir del 1º de enero de 2003 su
carácter remunerativo y bonificable y que deben ser incorporados al
"haber mensual".

Pero en lo que interesa verdaderamente al presente


caso, esto es, con relación a los suplementos establecidos por el
Decreto Nº 2744/93, cabe destacar que el fallo “Figueras” en análisis,
expone en medulosa síntesis, algunas reflexiones sobre la naturaleza de
los adicionales en cuestión, originadas en la necesidad de interpretar los
alcances de los pronunciamientos del Tribunal Superior, de fecha 17 de
64

marzo de 1998, 29 de agosto de 2002, y 29 de noviembre de 2005, en


las causas "Torres" (Fallos 321:619), "Costa" (Fallos: 325: 2161) y "Mallo,
Carlos H. y otros c/ Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía
Federal", respectivamente.

Por este camino, señala el Dr. Uslenghi que la Corte


Suprema de Justicia de la Nación tuvo oportunidad de pronunciarse sobre
el tema en la causa "Torres" (Fallos 321:619) [Fallo en extenso elDial -
AA14B4].

Que en dicho pronunciamiento se tuvo por acreditado


que la generalidad que asumió el pago al personal en actividad, de los
suplementos indicados, muestra de modo indisimulable que su
otorgamiento ha tenido connotaciones salariales.

Como consecuencia de ello, entendió que más allá de


la motivación del Decreto Nº 2744/93 y hasta de su propio texto, se
torna imperioso su cómputo para la determinación de los haberes de
pasividad, habida cuenta de lo dispuesto en el artículo 96º de la ley
21.965, habiéndose aclarado que el decreto indicado no puede modificar
ni desconocer lo establecido en normas superiores que, en este punto,
establecen claramente no sólo el concepto por el cual deben acordarse
los aumentos al personal en servicio activo, sino también el derecho de
los retirados al incremento de su haberes.
Sostiene el Dr. Uslenghi que “con posterioridad, en la
causa "Costa" (Fallos:325:2161), ante un fallo de la Sala V de esta
misma Cámara que el fallo en análisis, que había reconocido la
naturaleza general y salarial del suplemento instituido por el
decreto 2744/93 -disponiendo su inclusión en el concepto
"sueldo"-, el Alto Tribunal resolvió anularlo y ordenar que se
dicte nuevo pronunciamiento, dado que el interesado había
limitado su reclamo al renacimiento de la naturaleza general de
los suplementos creados por el mencionado decreto, a fin de
que fueran incluidos en su haber de retiro, sin requerir junto a
dicha solicitud pretensión alguna dirigida a la forma en que
debían ser computados o integrados en la liquidación de
haberes, es decir, sin introducir la cuestión relativa a las
características no remunerativas ni bonificables de dichos
suplementos”.

Sostiene en este sentido el Dr. Uslenghi en su Voto,


que la Corte Suprema aclaro que, en el precedente "Torres", sólo se
estableció la naturaleza general de los suplementos creados por el
decreto 2744/93, y la utilización del término "salarial" lo fue, en todo
caso, como sinónimo del concepto de "generalidad" con que tales
adicionales habían sido pagados al personal policial en actividad, pero no
65

como un término con el que se reemplazara el carácter "no


remunerativo" con que tales suplementos habían sido creados.

Razonamientos semejantes insertó el Supremo


Tribunal, al resolver con fecha 29-11-2005, la causa "Mallo,
Carlos H. y otros c/ Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de
la Policía Federal" [Fallo en extenso elDial AA3327]; concluyendo
que un adicional por el hecho de ser general o de haber sido
otorgado generalizadamente, no necesariamente debe ser
considerado como remunerativo y bonificable.

Del breve repaso de la jurisprudencia del Alto Tribunal


con relación a los suplementos en cuestión, otorgados al personal de la
Policía Federal, el Dr. Uslenghi en su Voto ejemplar, extrae las siguientes
conclusiones:

a) Que tales suplementos han sido otorgados al


personal en actividad con una generalidad tal que desmienten el
carácter particular -al menos en su aplicación práctica- con que se
encubrió su creación legal;

b) Que aún no hay doctrina jurisprudencial de la


CSJN a seguir en materia de personal en actividad, respecto al
carácter remuneratorio y bonificable de tales suplementos, pues
los pronunciamientos han sido dictados con relación a reclamos
de personal en estado pasivo.

“A mi modo de ver…”, expone a continuación en su


Voto el Dr. Uslenghi, “existe una prescripción legal insoslayable que
resuelve la cuestión acerca de la naturaleza que corresponde atribuir a
los suplementos, y que, por su rango de ley, no puede ser desconocida a
través de las reglamentaciones del Poder Ejecutivo, constituyendo una
cláusula de garantía para los agentes policiales, que reconoce
antecedentes en la legislación específica de las fuerzas armadas” -
(como lo ha puesto de manifiesto el voto del Dr. Coviello en el fallo de la
Sala I, recaído in re "LEGUIZAMÓN DE RAMÍREZ, MARÍA ELENA C/
MINISTERIO DEL INTERIOR –PFA- S/ PERSONAL MILITAR Y CIVIL
DE LAS FFAA Y DE SEG.", el 13/12/2005).

En efecto, en el artículo 75º de la ley orgánica de la


Policía Federal N° 21.965, se define el "haber mensual" como el
integrado por el sueldo básico y la suma de aquellos conceptos que
perciba la generalidad del personal policial que presta servicio efectivo,
cuya enumeración y alcances determine la Reglamentación.

A renglón seguido, se impone que cualquier


asignación que en el futuro resulte necesario otorgar al personal policial
66

en actividad y la misma revista carácter general, se incluirá en el rubro


del "haber mensual" que establezca la norma legal que la otorgue.

Resulta evidente, según sostiene el Dr. Uslenghi en su


Voto, “que los suplementos a los que nos estamos refiriendo reúnen las
condiciones establecidas para integrar el "haber mensual", toda vez que
se crearon con posterioridad a la sanción de la ley y, como lo ha
reconocido tanto la jurisprudencia de esta Cámara como los
pronunciamientos de la Corte Suprema a que hice mención, tienen un
evidente carácter general que incluye su aplicación a todo el personal
en activo”.

Corresponde entonces, remata en su Voto ejemplar el


Dr. Uslenghi, “establecer si esta generalidad y la prescripción legal a que
he hecho referencia, determinan el carácter remuneratorio y bonificable
de los suplementos en cuestión”.

Para arribar a una respuesta afirmativa o asertiva,


sostuvo el distinguido Camarista, “me afianzaré en los razonamientos
expuestos por la Corte Suprema respecto de otra norma -la
compensación por "inestabilidad de residencia" instituida por el decreto
2133/91, prorrogado por el decreto 2298/91- que guarda sustancial
analogía con la discutida en autos” - (Fallos 326:928; causa "Lalia").

En “Lalia” comenzó el Tribunal sosteniendo que el


carácter general con que fue otorgada esta última asignación le confiere
una indudable y nítida condición “remuneratoria” o salarial.

Similar razonamiento cabe en nuestro caso, porque si


bien los suplementos nacen o se instituyen normativamente como
"particulares", sus prescripciones unidas a la forma en que fueron
implementados, le otorgan un evidente carácter general.

Con relación al carácter "bonificable", la Corte


Suprema en "Lalia" nos dice que necesariamente, debe surgir de una
expresa manifestación legislativa o ser la resultante de la aplicación de
normas o principios preeminentes, de los que se infiera una prohibición
general a la concesión en el concepto "no bonificable".

Al aclarar este último aspecto, la Corte estableció que


la voluntad del legislador que en la materia debe ser seguida es la que
resulta de lo previsto por el artículo 75º, segundo párrafo, de la ley
21.965, que ya hemos reproducido.

Como la compensación considerada en "Lalia" se


instituyó, no como concepto computable dentro del haber mensual, sino
como un tanto por ciento de él, se contrarió lo expresamente prescripto
67

en la norma citada, lo que resulta inadmisible, al igual que ocurre en


nuestro caso.

A mayor abundamiento, destacó en ese caso que la


compensación no se trataba de una retribución meramente accesoria
sino que representaba una parte sustancial de la remuneración del
personal, a punto tal que de no ser así entendida la expresión "haber"
dejaría de tener una verdadera significación real; aclarando -con cita de
la doctrina fijada en la causa "Franco"- que la exclusión de asignaciones
que por su entidad conforman una parte importante del haber, tiene el
efecto de transformar la remuneración principal en accesoria, con el
consiguiente trastrocamiento de la función primordial que el haber
cumple, cual es la de servir de base para el cálculo de otros
suplementos, lo que es contrario a la finalidad perseguida por el citado
artículo 75º - (conforme considerando 10º de la causa "Lalia").

Que dada la estrecha semejanza que media entre la


compensación tratada en "Lalia", y los suplementos del Decreto Nº
2744/93, “fuerza es concluir -como lo hizo el Alto Tribunal en
dicho precedente- en que no cabe negar el carácter bonificable
de estos últimos, ya que viene impuesto por aplicación de
normas superiores que expresan la voluntad del legislador en el
punto”.

Resulta así que para concluir, resulta por completo


errónea la cita que efectúa el sentenciante del precedente MALLO,
habida cuenta que en el caso MALLO se ha abordado la problemática
desde la perspectiva de un personal policial retirado, de lo cual se puede
concluir por el momento, y hasta tanto el Máximo Tribunal Nacional
resuelva el primer precedente correspondiente a un personal policial que
se encuentre en actividad, que la CSJN ha interpretado que estos
suplementos particulares deben ser cuanto menos remunerativos,
ya que de otro modo mal podría haberse condenado a la Caja de Retiros
de la Policía Federal a incorporar tales suplementos en los haberes de
retiro del actor MALLO, si por su parte, y respecto de tales suplementos
no se realizan los aportes y contribuciones correspondientes al personal
policial en actividad, ya que de otro modo, la solución sería por completo
ilógica porque conduciría al des financiamiento y a la quiebra de todo el
sistema previsional del personal policial.

IV- DERECHO
Fundamento el derecho que asiste a mis mandantes,
en lo establecido por los artículos 270.1, 270.2, 272º, 642.2º y
concordantes del CPCCLRM, en los establecido por los Decretos
Provinciales Nº 729/94, Nº 3159/05, Nº 4286/06, y N° 3503/07, en la Ley
68

Nacional Nº 14.764, establece la equiparación en sueldos y asignaciones


del personal de la Policía del Territorio Nacional de Tierra del Fuego, con
las del personal de la Policía Federal Argentina, en la Ley Provincial Nº
735, en la Ley Nacional Nº 21.965, en el Decreto PEN N° 1866/83, en la
garantía del debido proceso y del derecho de defensa en juicio
constitucionalmente receptados por el artículo 18º de la Constitución
Nacional, en la doctrina y jurisprudencia citada a lo largo del presente
escrito recursivo.

V- FORMULA RESERVA DEL CASO


FEDERAL E INTERNACIONAL
Que formulo expresa reserva del caso federal,
previsto en el art. 14 de la Ley 48, e Internacional a los efectos de
recurrir ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la
Corte Internacional de Derechos Humanos, según lo establecido en el
art. 33 de la Ley 23.054, debido a que la materia en debate involucra las
Garantías del debido proceso, derecho de defensa, derecho de
propiedad, derecho a una remuneración justa y al pago de haberes en
blanco, derecho a un trato igualitario y derecho a la igualdad, derecho al
acceso razonable a la jurisdicción de revisión judicial de la actividad
ilegitima de la Administración Pública Provincial y de sus Funcionarios.

VI- PETITUM
Por lo expuesto a la Excma. Cámara de Apelaciones
solicito:

1) Tenga por interpuesto en legal tiempo y forma el recurso de apelación


en los términos de los artículos 270 y 272 del CPCCLRyM contra la
sentencia de fecha 28 de agosto de 2008.
2) Téngase por denunciados los hechos nuevos vinculados a la
Resolución MG N° 242/08, a la impugnación administrativa articulada
por los actores contra la misma, y al Asunto N° 2780-D-2008 del
Congreso de la Nación, caratulado como “Pedido De Informes Al
Poder Ejecutivo Sobre Los Haberes Jubilatorios Del Personal De Las
Fuerzas Armadas Y De Seguridad En Situación De Retiro” girado a la
Comisión de Previsión y Seguridad Social.
3) Téngase presente los precedentes de la CSJN que en relación a la
materia y objeto de autos, se invocan como aplicables al caso.
4) Téngase por formulada formal y expresa reserva y oposición respecto
de cualquier acuerdo a que eventualmente se arribe en el ámbito del
Consejo del Salario Policial, en la medida que el mismo involucre o
suponga cualquier clase de cercenamiento, restricción, eliminación o
disminución de todos y cada uno de los derechos de índole salarial y
69

previsional que han sido traídos a conocimiento del Poder Judicial a


través de las presentes, como asimismo téngase por formulado
expreso rechazo y desconocimiento respecto de cualquier transacción
o acuerdo a que eventualmente se arribe sin el debido y expreso
consentimiento de los actores de autos, y/o respecto de cualquier
acto administrativo que de manera unilateral pretenda validar
cualquier acuerdo a que se arribe en el marco del Consejo del Salario
Policial.
5) Téngase por formulada la reserva del Caso Federal e Internacional.
6) Oportunamente, se eleven las actuaciones a la Excma. Cámara de
Apelaciones a los fines de que tramite y resuelva el recurso de
apelación articulado, y se haga lugar al mismo revocándose la
sentencia apelada, disponiéndose la habilitación de la instancia
contencioso administrativa para la tramitación de las presentes
actuaciones.

Proveer de
Conformidad
SERA JUSTICIA.-

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