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Ejercicios Espirituales

Principio y Fundamento I
‘Un fuego que enciende otros fuegos’. Redescubrir nuestro carisma
Efesios 1, 3-6
1. Método: Adiciones [73-75] – Saber preparar la oración

Primera Adición: "Después de acostado...” [73]


Marcos 4, 27: “lo mismo da que esté dormido o despierto...”
Salmo 16, 7: “aun de noche mi conciencia me instruye...”
Cantar 5, 2: “Yo dormía, pero mi corazón velaba...”
Segunda adición: "Cuando me despertare..." [74]
Salmo 17, 15: "Al despertarme me saciaré de tu semblante".
EE 127 y 131: Estar pendiente de lo que tengo que hacer.
Tercera adición: "Un paso o dos antes del lugar donde tengo..." [75]
Éxodo 3,5: "El lugar que pisas es santo..."
Tomar conciencia de que Dios me mira. Cercanía de Dios.

2. Tema: Principio y Fundamento [23]. Decreto 2 – CG 35ª.

El fin para el que fuimos creados: San Ignacio nos invita a reflexionar sobre el fin para
el que fuimos creados por Dios, a nivel personal, comunitario y social. Dios crea con una
lógica, con un orden, con una direccionalidad. “Nos creaste para ti, Señor, y nuestro
corazón andará inquieto, hasta que no descanse en ti” (San Agustín). Reconocer esta
finalidad con la que Dios nos crea es fundamental para el proceso de los EE, porque de
ello dependerá que tengamos experiencia de lo que está ‘ordenado’ o ‘desordenado’ en
nuestra vida.

Decreto 2 de la CG 35ª.: ‘Un fuego que enciende otros fuegos’. Redescubrir nuestro
carisma. “La CG 35ª. deseaba tener un decreto inspirador que fuese el lente a través
del cual se pudiesen leer los demás decretos y se propuso presentar el tema de la
identidad y de la misión unidas, pues somos conscientes de que las dos son
inseparables. La calidad de nuestra vida se expresa en la calidad evangélica de nuestra
misión. Ninguna técnica pastoral puede encubrir la falta de pasión creativa por Dios”.

Indiferencia: El resultado de este proceso que nos propone San Ignacio en el Principio y
Fundamento es la necesidad de hacernos ‘indiferentes’ ante los distintos caminos que
Dios nos presenta en nuestra vida cotidiana. La indiferencia no es apatía, sino apertura y
disponibilidad para acoger lo que Dios nos proponga como su voluntad en estos EE.

3. Puntos
Textos bíblicos:
Isaías 5, 1-7: “Mi amigo tenía un viñedo en un terreno muy fértil”
Jeremías 18, 1-6: “(...) como el barro en las manos del alfarero”
Filipenses 3, 7-14: “(...) todo lo considero basura a cambio de ganarlo a él”
Preguntas y sugerencias:
Desde la lectura del decreto 2 de la CG 35ª., ¿para qué nos creó Dios?
¿Cuál es nuestra actitud ante esta lógica creadora de Dios?
¿Colaboración? ¿Oposición? ¿Resistencia?
¿Dios es el absoluto de nuestra vida?
Vuestra soy, para Vos nací
Vuestra soy, para Vos nací, Si queréis, dadme oración;
¿Qué mandáis hacer de mí? Si no, dadme sequedad,
Si abundancia y devoción,
Soberana Majestad
Eterna Sabiduría, Y si no esterilidad.
Bondad buena al alma mía; Soberana Majestad,
Dios, alteza, un ser, bondad, Solo hallo paz aquí.
La gran vileza mirad ¿Qué mandáis hacer de mí?
Que hoy os canta amor así.
¿Qué mandáis hacer de mí? Dadme, pues, sabiduría,
O por amor, ignorancia;
Vuestra soy, pues me criastes; Dadme años de abundancia,
Vuestra, pues me redimistes; O de hambre y carestía;
Vuestra, pues que me sufristes; Dad tiniebla o claro día,
Vuestra, pues que me llamastes; Revolvedme aquí o allí.
Vuestra, porque me esperastes; ¿Qué mandáis hacer de mí?
Vuestra, pues no me perdí.
¿Qué mandáis hacer de mí? Si queréis que esté holgando,
Quiero por amor holgar,
¿Qué mandáis, pues, buen Señor, Si me mandáis trabajar,
que haga tan vil criado? Morir quiero trabajando.
¿Cuál oficio le habéis dado Decid, ¿dónde, cómo y cuándo?
a este esclavo pecador? Decid, dulce Amor, decí.
Veisme aquí mi dulce Amor; ¿Qué mandáis hacer de mí?
Amor dulce, veisme aquí.
¿Qué mandáis hacer de mí? Dadme Calvario o Tabor,
Desierto o tierra abundosa,
Veis aquí mi corazón, Sea Job en el dolor,
Yo le ponga en vuestra palma, O Juan que al pecho reposa;
Mi cuerpo, mi vida y alma, Sea viña fructuosa
Mis entrañas y afición; O estéril, si cumple así.
Dulce Esposo y redención, ¿Qué mandáis hacer de mí?
Pues por vuestra me ofrecí.
¿Qué mandáis hacer de mí? Sea José puesto en cadenas,
O de Egipto Adelantado,
Dadme muerte, dadme vida, O David sufriendo penas,
Dad salud o enfermedad, O ya David encumbrado;
Honra o deshonra me dad, Sea Jonás anegado,
Dadme guerra o paz crecida, O libertado de allí.
Flaqueza o fuerza cumplida, ¿Qué mandáis hacer de mí?
Que a todo digo que sí.
¿Qué mandáis hacer de mí? Esté callando o hablando,
Haga fruto o no le haga,
Dadme riqueza o pobreza, Muéstrame la Ley mi llaga,
Dad consuelo o desconsuelo, Goce de Evangelio blando;
Dadme alegría o tristeza, Esté penando o gozando,
Dadme infierno, o dadme cielo, Solo Vos en mí viví.
Vida dulce, sol sin velo, ¿Qué mandáis hacer de mi?
Pues del todo me rendí.
¿Qué mandáis hacer de mí? Vuestra soy, para Vos nací,
¿Qué mandáis hacer de mí?

Santa Teresa de Ávila

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