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“El Espiritu "Sé que Dios vive y que Jests es el Cristo" Fue hace un aflo exactamente, en una asam- blea solemne, que tuvimos el. privilegio de levantar nuestras manos para sostener a las Autoridades de la Iglesia, de la misma forma que lo hemos hecho esta maiiana. Fue en esa mafana de abril que escuché mi nombre al set presentado para yuestro sostenimiento como miembro dei Quorum de los Doce Apéstoles. Recayé sobre mi le obligacién de permanecer junto con los otros hombres que hhabian sido lamados como testigos especiales del Sefior Jesueristo sobre la tierra, Quizis os habréis preguntado, como yo lo he hecho, por qué debia venirme a mi este Hamamiento. A veces parecia cosa accidental el haber recibido ayuda para mantenerme digno; sin embargo, siempre prevalecia en mi el sentimiento constante, tranquilo, de que ‘era guiado y preparado, vF testimonio por el élder Boyd K. Packer as a Pee bibliotecasud.blogspot.com ver con Ia inteligencia pura éste era el Profeta de Dios. No es necesario tratar de definir esta ex- periencia a los Santos de los Ultimos Dias; esa clase de testimonio es caracteristica de esta Iglesia. No es algo reservado para los que ‘ocupan altos puestos; es un testimonio, que no solamente esté disponible sino que es vital para todo miembro, Y asi como es con el Presidente, sus consejeros. Al norte de donde nos encontramos, en Ia cordillera de Wasatch, se encuentran tres. grandes montafias. El poeta las describiria como poderosas pirimides de piedra. La del centro, la més alta de las wes, el mapa la identifica como Willard Peak; pero los. pio- Si algin dia legareis @ pasar por Willard, mirad hacia el este, y en Jo. alto, muy alto, se encuentra "La Presidencia." me afirmé que nneros la lamaban "La Presidencia Gracias a Dios por la Presidencia, Al igual ‘que esas cumbres, sélo los ciclos estén por encima de ellos. Elles necesitan nuestro voto de apoyo; algunas veces hay soledad en esos sublimes Iamamientos de direccién, ya que no son para complacer al hombre, sino al Seiior. Dios bendiga @ estos tres hombres ilustres y buenos, Ocasionalmente, durante cl afio pasado, se me ha hecho una pregunta. Por lo general, parece una pregunta curiosa, casi vana, acerea de las cualidades que se requieren para ser tun testigo de Cristo, La pregunta que hacen Lo ha visto Esla es una pregunta que nunca le he hecho a nadie, No se la he hecho @ mis hermanos en cl Quorum, pensando que seria tan sagrada y personal que una persona tendrie que tener alguna inspiracién especial, verdaderamente cierta autoridad, siquiera para hacerla Hay algunas cosas demasiado sagradas, para discutirse. Sabemos esto en Io que con- cieme a los templos. En ellos se efectian ot- denanzas sagradas, se goza de experiencias sagradas; y no obstante, @ causa de la natura leza de las mismas, no las discutimos fuera LIAHONA Enoro do 1972 de esas paredes. No es que sean secretes, sino sagradas; no se deben discutir, sino resguar- dar, proteger y considerar con la mas profunda He Hlegado a saber lo que el profeta Alma guiso decir: A. muchos es es concedido conocer los misterios de Dios; sin embargo, se les impone un mandamiento estricto de no im- partir sino de acuerdo con aquella porcién de su palabra que & concede a los hijos de los hombres, y de acuerdo con el cuidado y Ia diligeneia que Ie rinden. "Por tanto, el que endurece su corazén recibe la menor porcién de Ia palabra; y cl que no endurece su corazén, la mayor parte, hasta que le es concedido conocer los misterios de Dios al grado de entenderlos completa mente" (Alma 12:9-12), Hay personas que escuchan los testimonios de aguellos que ocupan altos puestos en la Iglesia, asi como de los miembros en los barrios y amas, todos ellos usando las mis- ‘mas palabras: "SE que Dios vive; sé que Jesis es el Cristo," y hacen la pregunta, ";Por qué no puede decirse en palabras més sencillas? (Por qué no son mas explicitos y descriptivos? {No pueden los apéstoles decir mis?” De la misma manera que la sagrada ex- periencia en cl templa, esto se convierte en nuestro testimonio personal. Es sagrado, y cuande nos acostumbramos a ponerlo en palabra, lo decimos en la misma forma, todos usando’ las mismas palabras. Los apéstoles To declaran en las mismas frases que los pe- queios de la Primaria o el joven de la Es- euela Dominical. "Yo sé que Dios vive, y sé que Jesiis es el Cristo. Hariamos bien en no menospreciar los testimonios de los profetas ni los de los nifios, porque "él comunica su palabra a los hom- bres por medio de angeles; si, no sélo a los hombres, sino a las mujeres también. Y esto no es todo; muchas veces les son dadas pala- bbras a los nifios que confurden al sabio y al instruido” {Alma 32:23). Algunas personas esperan que el testimonio bibliotecasud.blogspot.com se dé de une manera nueva, dramética y di ferente. Expresar un testimonio es similar a una declaracién de amor. Desde el principio del tiempo, los romanticos, los poetas y las pare- jas enamoradas han buscado formas més im- presionantes de decirlo, cantarlo o escribitl. Man utilizade todos los adjetivos, todos. los superlatives y toda forma de expresién pottica. Y después que todo se ha dicho y hecho, la declaracién més poderosa es ia sencilla variedad de dos palabras. Para aquel que busca honradamente, el testimonio expresado en estas frases sencillas cs suficiente, ya que es el Espiritu el que da testimonio, no las palabras, Existe un poder de comunicacién tan real y tangible como la electricidad, El hombre ha inventado el medio de enviar por el aire imé- genes y sonidos que son ceptades por una antena y de esta manera se puedan reproducit, oir y ver. Este oto tipo de comunicacién puede compararse a ese, excepto que es un millon de veces mis poderoso, y el testimonio que brinda es siempre la verdad Existe un método del cual puede emanar la inteligencia pura, mediante el cual pode- mos llegar a tener segundad, sin dudar en nada, Dije que habia una pregunta que no puede tomarse a la ligera ni contestarse sin la ins cién del Espiritu. No he hecho esa pregunta a olres, pero los he oido contestarla, aunque no cuando se les pregunt6. La han contestado bajo la inspiracién del Espiritu, en ocasiones sagradas, cuando “el Espiritu da testimonio" (Doe. y Con. 1:39) He oido a uno de mis hermanos declarar: "Sé por experiencias, demasiado sagradas para contarlas, que Jestis es el Cristo.” He oido a otros testificar: "Sé que Dios vive; s6 que el Sefior vive. Y mas que eso, ‘conozco al Sefor.” No fueron sus palabras las que encerraron cl significado o el poder, fue el Espiritu. " porque cuando uno habla por el poder del Bypiritu Santo, el poder del Espiritu Santo lo leva al corazén de los hijos de los hombres" (2 Nef 33:1). Hablo con humildad sobre este tema, con cl constante sentimiento de que yo soy cl menor en todo aspecto de aquellos que son lamados a este sagrado puesto. He Ilegado a saber que el testimonio no se adguiere por medio de sefales; se adquiere mediante el ayuno y la oracién, por medio de Ja actividad, 1a prueba y la obediencia; se logra al sostener a los siervos del Seftor y seguit- los, Karl G. Maeser! condueia a un grupo de misioneros a través de los Alpes, Al llegar @ Ta cima, se detuvo, Sefialando hacia el rastro que dejaban con unos palos clavados en la nieve para marcar el camino através del glacial, dijo: "Hermanos, he abi el sacerdocio. Son solamente palos comunes como el resto de nosotros . . . pero el puesto que poseen los convierte en aquello que significan para nosotros. Si nos apartamos del sendero que marcan, estamos perdidos. EL testimonio depende del sostenimiento de los siervos del Sefior como lo hemos hecho aqui por una sefal, y como debemos hacerlo con nuestras acciones, Ahora, me pregunto junto con vosotros por qué uno como yo ha sido llamado al Santo Apostolado. Carezco de tantas cualidades; es tanto lo que me falta en mi gran esfuerzo para servir. Al meditar en ello, he Hegado sola- mente @ una conclusién sencilla, una cualidad en la cual puede haber una causa, y es que tengo ese testimonio. Os declaro que sé que Jesis es el Cristo; s& que vive; nacié en cl meridiano de los tiempos, enseié su Evangelio, fue probado yy emucificado. Se levant6 en el tereer dia; fue las primicias de la resurreccién. Tiene un cuerpo de carne y huesos. De esto teslifico, De El soy un testigo. En el nombre de Jesuerist. Am 'Macser, Kart G—Eéucador alemin; primer Presidente bibliotecasud.blogspot.com

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