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PROYECTO DE DECLARACIÓN

La Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe, declara de su interés los


festejos que se llevarán a cabo durante el año 2008 con motivo de celebrarse
el Centenario de la Fundación de la Comuna de Oliveros, reconocida
históricamente el 17 de Marzo de 1908.

Señor Presidente:

Durante el año 2008 la Comuna de Oliveros tiene programados festejos para


conmemorar el Centenario de su fundación.

Se registran antecedentes poblacionales desde 1887, pero recién el 17 de Marzo de


1908 se reconoce como el día en que Felisa Rodríguez de Oliveros fundó el pueblo,
casi dos años después de que un grupo de vecinos pidiera la creación de una comuna
propia, independizándose jurídicamente de Serodino, al igual que Pueblo Andino.

No se debe dejar de mencionar el impulso fundacional —que no llegó a oficializarse—


hecho por Carlos Donato, un inmigrante italiano considerado como el primer poblador,
quien junto con su familia instaló un almacén de ramos generales en la esquina de
Buenos Aires y Sarmiento, y que en 1909 fue designado jefe comunal.
En aquel entonces, antes de quedar oficializada la fundación, esta zona se reconocía
con el nombre de Carcarañá Abajo, como la denominaban algunos navegantes.

Según antecedentes históricos, desde 1890 se registró una importante afluencia de


colonos, en su mayoría italianos, que abrieron los primeros surcos de estas fértiles
tierras.

La familia Oliveros donó los terrenos para la plaza pública, la primera escuela, la
iglesia y el Juzgado de Paz, en razón de que poseía por entonces una estancia de 750
hectáreas, cuyo casco estaba donde hoy se erige la estación experimental del Inta.
Las sucesivas ventas y loteos de esos predios dieron origen al actual ejido urbano.

Entre 1935 y 1945 se produjeron varios hechos que determinaron el crecimiento de


Oliveros. Juan Torres, oriundo de Rosario, que sentía gran atracción por el paisaje
zonal, compró lotes e instaló una inmobiliaria en su ciudad para comercializarlos.

Las facilidades crediticias que Torres daba a los compradores resultaron


fundamentales para que muchos optaran por el pueblo. En 1937 el Estado nacional
adquirió 445 hectáreas, que destinó a la hoy estación experimental del Inta. Hecho que
junto a la creación de la colonia psiquiátrica marcaron un gran crecimiento.

Sigue siendo objeto del recuerdo nostálgico de los oliverenses, el desaparecido


Puente de las Carretas, que se cayó después de una inundación y que unía a Oliveros
con la zona del Rincón de Grondona, en el distrito Timbúes.

El agua se llevó algo más que un puente, porque lo que también arrastró fue el
esfuerzo comunitario de muchos colonos que trabajaron en pos del progreso de la
zona.

Iniciada la década de 1930, la colonia agrícola ubicada en ese sector a ambas


márgenes del Carcarañá había crecido ostensiblemente, llegando a tener más de un
centenar de colonos y el consiguiente desarrollo económico para la región.

No tardaron en oírse las voces de reclamo de los vecinos para que se construyera un
paso permanente sobre el río que facilitara la realización de múltiples actividades. Fue
así que en 1933 se levantó el puente permitiendo el paso de numerosos medios de
transporte que le dieron una nueva dinámica al sector.

Esta obra estuvo precedida por un enorme esfuerzo comunitario, ya que se formó una
comisión que la integraban hasta comerciantes rosarinos y que organizó colectas para
recaudar fondos para financiar parte de la obra.

En 1934, con la presencia del gobernador Luciano Molina, se inauguró el Puente de la


Carretas, nombre que heredó de la estructura que existía más al sur y que fue usada
por el general José de San Martín y sus granaderos tras combatir en San Lorenzo
para marchar hacia el norte.

La extraordinaria crecida del río Carcarañá de 1979 hizo que el 3 de marzo cediera la
pesada estructura y que el agua se llevara en su furia no sólo restos de hierro y
madera, sino el fruto del esfuerzo y los sueños de muchos habitantes.
Luego de este suceso, muchas fueron las gestiones y varios los expedientes
intentando —en vano— que desde algún ámbito del Estado se lograra reconstruir ese
paso tan necesario y de incalculable valor histórico y sentimental. Sin embargo, hasta
el momento nada se ha hecho y el Puente de la Carretas es sólo un recuerdo.

Sin lugar a dudas, las costas del Carcarañá han sido el lugar elegido para el desarrollo
de esa importante industria sin chimeneas, el turismo.

Casas de fin de semana, campings, balnearios, y una serie de complejos de cabañas


con múltiples servicios, convierten a Oliveros en una opción válida a la hora de
vacacionar y pescar.

Dada la cantidad de turistas que llegan a Oliveros, muchos emprendimientos


mejoraron su red de servicios para responder a la gran demanda, que si bien ha sido
un rasgo característico del pueblo, se incrementó en estos años.
Porque Oliveros y sus historia son una parte entrañable de nuestro ser provincial, y
porque toca a cada santafesino celebrar el primer centenario de esta pujante Comuna
es que pido a mis pares que acompañen este proyecto.

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