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Las diferencias

desigualadas:
multiplicidades, invenciones
políticas y transdisciplina
nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 22-33

Ana María Fernández*


La pregunta por “la diferencia” abre una serie de cuestiones conceptuales. Se distinguen tres dimensiones problemáti-
cas: una dimensión política en tanto hoy está puesto en crisis el modo moderno de construcción de la igualdad. Una
dimensión epistemológica, al ponerse en discusión las formas unidisciplinarias de construcción de los conocimientos. Y por
último, una dimensión filosófica, en relación con el ser de la diferencia, que a su vez, interroga el desfondamiento de la
configuración de las identidades modernas. Se proponen abordajes desde multiplicidades filosóficas, invenciones colectivas
y epistemologías transdisciplinarias.
Palabras clave: identidad, diferencia, multiplicidad, invención política, estudios transdisciplinarios, subjetividad.

A pergunta pela “diferença” abre uma série de questões conceituais. Diferenciam-se três dimensões problemáticas:
uma dimensão política tanto que hoje está posto em crise o modo moderno de construção da igualdade. Uma dimensão
epistemológica, colocando em discussão as formas unidisciplinares de construção dos conhecimentos. E, por último, uma
dimensão filosófica, com relação ao ser da diferença, que, por sua vez, interroga o rompimento da configuração das
identidades modernas. Propõe-se abordagens desde multiplicidades filosóficas, invenções coletivas e epistemologia
transdisciplinares.
Palavras-chaves: identidade, diferença, multiplicidade, invenção política, estudos transdisciplinares, subjetividade.

The question about “the difference” brings about a series of conceptual issues. Three problematic conceptual dimensions
can be seen here: the political one given that the modern way of construing equality is in crisis, the epistemological dimension
which puts under discussion the exclusive forms of producing knowledge, and finally the philosophical one related to the
subject of difference, which at the same time questions the configuration of modern identities. Some approaches are
suggested from multiple philosophical points of view, collective inventions, and cross-disciplinary epistemologies.
Key words: identity, difference, multiplicity, political invention, cross-disciplinary studies, subjectivity.

ORIGINAL RECIBIDO: 26-XI-2008 – ACEPTADO: 12-III-2009

* Doctora en Psicología. Profesora e investigadora de la Universidad de Bue-


nos Aires (Argentina). E-mail: anafer@psi.uba.ar

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La vida se extingue allí donde tudios poscoloniales, desarrollados en También pueden incluirse en
existe el empeño lo que fueron las colonias del Impe- esta sucinta enumeración, los estu-
de borrar las diferencias… rio Británico. Son estudios que dios queer o teoría queer. Surgen a
Vasili Grossman analizan las nuevas relaciones me- posteriori de los estudios de la mujer
trópolis-colonias, una vez obtenidas y los estudios de género, por lo que
I. Multiculturalismo sus independencias políticas. suelen denominarse también estudios
y diferencia posfeministas, y han considerado que
Aquí es importante diferenciar tanto los unos como los otros se
¿Cómo podemos pensar hoy la los estudios poscoloniales de los es- circunscribían a relaciones de género
cuestión del multiculturalismo? tudios decoloniales, desarrollados en heterosexuales de personas blancas
Hacia finales de los años ochenta algunos centros académicos de de clase media “europea”. Intentan,
aparecen una serie de es- en consecuencia, desnatura-
pacios político-académicos lizar los posicionamientos de
que interesa poner aquí en género, clase, etnia y opción
consideración. Si bien el sexual de las corrientes que
artículo no se detendrá en los antecedieron. Compren-
cada uno de ellos, en diver- den estudios y políticas de
sas manifestaciones abun- transexuales, transgene-
dan hoy términos que hacen ristas, travestis, etc., hoy tam-
referencia a lo “multi”, lo bién llamadas neo sexualidades.
“post” que, desde mi cri- Uno de sus postulados más
terio, abren una serie de revulsivos es que consideran
cuestiones conceptuales que es necesario desnatura-
que, sin duda, es interesan- lizar la heterosexualidad.
te pensar. Sólo se los men- Esta sería una norma, la nor-
cionará rápidamente para ma heterosexual, con lo cual
poder focalizarse en algu- intentan poner en cuestión
nas de las tensiones que la categoría misma de dife-
despliegan. rencia sexual.

Podría decirse que el Otros grupos que intere-


propio concepto de multicul- sa mencionar, son los movi-
turalismo aparece a finales mientos políticos llamados
del siglo XX. Pone el eje en post-socialistas. Rechazan las
la cuestión de la diversidad formas de construcción polí-
cultural. Se despliega en la tica –como también la idea
Max Ernst (Alemania 1891-1976), de la novela surrealista en collage Una semana
tensión entre la búsqueda de bondad o Los siete elementos capitales, de la edición de Dover, 1976. de vanguardia– que ilumina-
de una sociedad pluralista ron los movimientos revolu-
y la necesidad de pertenencias América Latina y, fundamentalmen- cionarios de los siglos XIX y XX.
identitarias, en el mundo globalizado te, por profesores latinoamericanos Plantean construcciones políticas ho-
actual. Apunta a la necesidad de una establecidos en universidades de rizontales, anti jerárquicas y en re-
nueva cultura cívica mundial. Ha EE.UU. y Europa. Trabajan básica- des mundiales. Ya no se trataría de
dado lugar, en el mundo académico mente sobre la colonialidad del po- cambiar este mundo por otro más jus-
anglosajón –más específicamente en der. Desde allí, se propone la to –esto implicaría instalar una nue-
los EE.UU.– a los estudios multi- importancia de visibilizar los rasgos va hegemonía– sino un mundo donde
culturales. eurocéntricos de la producción de quepan muchos mundos (Zuleta,
conocimientos y de las categorías po- Cubides y Escobar, 2007). Desde ya,
A su vez, estos se encuentran líticas que habitualmente usamos tienden a desdibujar los ejes clasistas
emparentados con los llamados es- (Castro-Gómez y Grosfoguel, 2007). y/o nacionales en la composición de sus

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acciones y en sus modalidades de cons- dido, presentan importantes discon- rentes, o qué hacer como diferen-
trucción política. tinuidades y rupturas con los mismos. tes, según estemos, en una situación
dada, del lado dominante o subal-
Si bien todos estos grupos pa- Con independencia de las dife- terno de la diferencia.
recerían una Babel, podemos pre- rencias de capacidades o voluntades
guntarnos qué pueden presentar en de pensamiento crítico que pueden Con respecto a qué hacer con los
común. No sólo comparten una presentar en sus propuestas y/o pro- diferentes, puede observarse cómo en
época, ya que aparecen en los úl- ducciones conceptuales, estrategias los últimos decenios las democracias
timos veinte o treinta años, sino políticas, etc., o las mayores o meno- occidentales se proponen las llama-
que presentan otra característica res simpatías que despierten los das “políticas de la tolerancia”, el
que me interesa subrayar: suelen movimientos enunciados, nos con- respeto a las diversidades culturales,
ser movimientos políticos y acadé- frontan con nuevas realidades por lo políticamente correcto, etc. Con
micos a la vez. pensar. Podríamos decir que estamos todos los impasses y complejidades
frente a un multiproblema. imaginables, ya que los estilos políti-
En lo político, intentan reformu- camente correctos más de una vez no
lar los ejes clásicos de las ideas de de- Se distinguen aquí, en principio, logran más que maquillar políticas y
mocracia, ciudadanía, nación, pueblo. En tres dimensiones problemáticas que sentimientos racistas de todo tipo.
lo académico, desbordan la forma de hoy es necesario indagar. Por un
construcción de conocimientos cen- lado, una dimensión política en tanto Al mismo tiempo, a medida que
trada en los binarismos sujeto-objeto hoy está puesto en crisis el modo se instalan en el plano discursivo las
de las territorializaciones unidisci- moderno de construcción de la virtudes de las políticas de la tole-
plinarias; prefieren la idea de campo igualdad, base de las democracias rancia, se despliegan diversos dispo-
más que la de objeto de estudio. Han representativas. En segundo lugar, sitivos biopolíticos que sostienen y
comenzado a trabajar desde abordajes está presente una dimensión episte- acrecientan, una y otra vez, las fe-
multi e interdisciplinarios, y empieza mológica, es decir, se ponen en dis- rocidades del hambre, las pandemias
a perfilarse en ellos la necesidad de cusión las formas de construcción de y exclusiones de todo tipo en exten-
establecer criterios transdisciplinarios los conocimientos interpelando las sas regiones del planeta.
(Fernández, 2007b); desde esta formas más clásicas en la investiga-
perspectiva, consideran que en la ción académica, apuntando a la En relación con qué hacer como
producción de conocimientos que construcción de saberes más allá diferentes, allí también pueden en-
emprenden debe darse criterios de los dominios de objetos uni- contrarse una serie de problemas por
epistemológicos propios. disciplinarios. Esta dimensión sub- pensar. A partir del genocidio nazi
tiende un problema aun mayor, que se produce un punto de inflexión, o
Si bien pueden establecer lina- es –nada menos que– cómo se cons- más bien de agotamiento, de lo que
jes con los movimientos feministas, truye la verdad. Por último, como ter- habían sido las políticas de la asimi-
de derechos civiles, el black power, cera dimensión de la cuestión, lación. Quedan brutalmente mani-
el orgullo gay, etc. (políticas de la di- plantearía una dimensión filosófica, en fiestas incompletudes, fracasos e
ferencia de los años setenta) o con relación con el ser de la diferencia, inviabilidades de estas políticas de
los movimientos revolucionarios de que a su vez, pone en cuestión la la asimilación. A finales de los cin-
los siglos XIX y XX (políticas de la configuración de las identidades cuenta, las luchas de otros grupos
igualdad), establecen fuertes discon- modernas. discriminados, particularmente en
tinuidades tanto con unos como con EE.UU., mujeres y negros en un
otros. Así mismo, podría agregarse principio, evidencian nuevas posi-
que estos grupos mencionados muy II La diferencia como ciones de estos grupos “mino-
rápidamente, si bien pueden elabo- problema ritarios” 1. Al mismo tiempo que
rar linajes con formas de construc- comienzan a desplegarse las políticas
ción política previas, y aún cuando Una vez más, lo que está en dis- multiculturales, van poniendo de
pueden nutrirse de movimientos cusión –aun hoy– es cómo pensar la manifiesto un rasgo de antiasimi-
emancipatorios que los han antece- diferencia. Qué hacer con los dife- lación que abre nuevas dificultades.

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Ahora no serán encerrados en mente llamado “globalizado”, pare- Se trata entonces de avanzar una
guetos, como los judíos de la Segun- ciera desplegarse en este tema con y otra vez en la elucidación de los a
da Guerra, sino que formarán auto- una particular tensión entre un priori de la diferencia moderna que
guetos. Posiblemente, quien mejor multiculturalismo liberal y un han naturalizado e invisibilizado sus
ha mostrado los impasses de estas fundamentalismo étnico-religioso. desigualdades concomitantes. Para
políticas de la diferencia, es Spike Creo, en realidad, que no sería muy dicho efecto, en este escrito se trata
Lee y su filmografía. aventurado pensar que ambos se van de establecer la diferencia como pro-
constituyendo uno como síntoma del blema. Esta categorización tiene va-
En esa línea es interesante el otro. De ser así, habrá que pensar rias consecuencias. En primer lugar,
aporte del premio Nobel Amartya en estas posiciones extremas, qué es necesario abrir múltiples preguntas,
Sen, cuando habla de “las políticas impensados de cada una de estas po- no para ser respondidas una a una sino
del sapo de pozo” (Sen, 2004), es siciones, qué impasses o encerronas para permitir desplegar las diversas di-
decir, cada sapo en su pozo. Es muy de sus supuestos se “ resuelven” mensiones implicadas. En segundo lu-
interesante su planteamiento. Pode- como síntomas especulares, uno del gar, es importante tratar de establecer
mos observar que en el movimiento otro. distinciones y relaciones entre esas
hacia la metrópolis (la inmigración dimensiones abiertas de modo que va-
llamada ilegal siempre es unidi- Si estas son las sin salidas del yan cobrando visibilidad los en-
reccional), los inmigrantes encuen- mundo liberal, no menores son las tramados de discursos y prácticas
tran barreras de todo tipo. Una vez dificultades de los universos eman- involucrados. En tercer lugar, dis-
instalados en ella, en el camino le- cipatorios. La caída del muro de tinguir las insistencias para que –en
gítimo de mantener sus culturas, Berlín fue mucho más que la implo- su despliegue recursivo– puedan
las propias colectividades levantan, sión de un régimen. Ha implicado implementarse los conceptos como
ellas mismas, los muros del pozo. De en el mundo occidental el agota- herramientas de desnaturalización de
su pozo, donde logran conservar sus miento de la utopía socialista. El lo capturado, y así abrir a nuevas mo-
hábitos culturales, pero general- desfondamiento de este imaginario dalidades de enunciación (Deleuze,
mente también sostienen sólo rei- libertario ha dejado, por el momen- 1990). Estos procedimientos de
vindicaciones de “su” diferencia to, sin fundamento anhelos y prác- visibilización permitirán, como decía
sin articularlas con las de otros ticas emancipatorios que en los dos Foucault, pensar de otro modo.
diferentes. últimos siglos caracterizaron las re-
sistencias a las implacables lógicas Ante la interrogación ¿cómo
El problema es que las políticas capitalistas. No sólo eso, también se pensar la diferencia?, se distinguen
de la tolerancia con las que el libe- han deslegitimado sus modos de en este escrito tres dimensiones pro-
ralismo cultural intenta resolver es- construcción política. blemáticas: filosófica, política y
tos problemas, hasta ahora no epistemológica.
resuelven la desigualdad de los di- En un mundo donde el neoli-
ferentes. Sin desmerecer la impor- beralismo ha sido triunfante, desde
tancia de avanzar en los márgenes mediados de los noventa, empiezan III. La dimensión
de tolerancia que una sociedad pue- a registrarse movimientos contesta- filosófica: de la
de construir, se abren dilemas éti- tarios y/o insurgentes que presentan diferencia a la
cos no sólo difíciles de resolver, sino en muchos casos modalidades muy multiplicidad
aun de pensar. Por ejemplo, la diferentes de pensar y accionar sus
clitoridectomía de las niñas musul- prácticas sociopolíticas y sus modos En la tradición platónico-aristo-
manas que viven en Francia o que de construcción política, donde co- télica, la exclusión de lo divergente
ya son francesas, ¿es una costumbre mienza a perfilarse otro universo de tiene un basamento epistémico –y no
cultural por respetar o un delito so- significaciones y prácticas en rela- ontológico- en el que las representa-
bre el que el Estado debe actuar? ción con la interrogación de qué ciones que el sujeto construye para
hacer como diferentes, que refor- conocer los objetos tienen como refe-
En síntesis, pareciera ser que el mulan las complejidades por pensar rentes no el objeto, sino el modelo.
nuevo orden mundial, eufemística- dentro de esta temática. Una vez más, la caverna platónica de

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las esencias, punto de partida del pen- Ahora bien, la fusión histórica • No se trata de describir di-
samiento esencialista donde el ser es del subjectum –lo que permanece- ferencias o desigualdades,
determinado y sólo puede ser pensa- con el Hombre, no sólo inauguró los sino de realizar el trabajo de
do en lógicas identitarias, constituye humanismos y las ciencias huma- elucidación; se trata de la
el universo de significaciones al que nas, sino que dio lugar, en la cons- construcción de categorías
se ha llamado pensamiento de lo Uno. trucción de la verdad moderna, a hermenéuticas que puedan
una idea de sujeto universal, idénti- visibilizar y enunciar la pro-
Se trata de abrir la interrogación, co a sí mismo, desde donde se ha ducción-reproducción de los
desnaturalizar –una vez más– el pen- instituido todo lo que no es “yo”, dispositivos biopolíticos que
samiento de lo Uno. Desde allí, pode- como “otro”, es decir, alteridad, ex- configuran en un mismo mo-
mos decir que el modo en el que se tranjería, diferencia. En tanto el vimiento esa diferencia y esa
construye “la diferencia” es insepa- hombre se constituyó como sujeto y desigualdad.
rable de cómo se construye “la iden- el mundo como imagen, dirá Hei-
tidad”. Es necesario remarcar en este degger, en su producción represen- Ya no es cuestión de contar a los
punto tres cuestiones que se entrela- tadora, él será medida de todo ente pobres y hablar de la pobreza, des-
zan en el modo moderno de sostener y pondrá todas las normas (Heidegger, cribir las características culturales
la tensión identidad-diferencia: 2002). de una comunidad subalterna o re-
levar especificidades de las mujeres,
• La diferencia como lo no sino de elucidar los dispositivos
La dimensión política de esta pro-
idéntico: así, B es no A. La di- biopolíticos (Foucault, 2007) que
blemática filosófica es inmensa. El “otro”,
ferencia sólo puede ser pen- construyen esas identidades de esa
siempre extranjería, diferencia, com-
sada como negativo de lo manera y no de otra. Hacer visibles
plemento, suplemento, es decir, mu-
idéntico. Opera aquí el las múltiples redes de dominios y
jeres, homosexuales, clases, etnias,
basamento epistémico para sujeciones, y de resistencias e inven-
religiones, culturas y países no hege-
pensar y producir las diferen- ciones de los subalternos y de los
mónicos han sido considerados, a lo
cias desigualadas. dominantes en las construcciones de
largo de los siglos, como anomalía. sus identidades como diferencias
• La diferencia como el otro: la desigualadas.
diferencia sólo puede ser Desde esta perspectiva, donde la
pensada como alteridad, el diferencia es pensada como negati- ¿Cómo pensar categorías con-
otro, lo otro, siempre ex- vo de la identidad, en el mismo movi- ceptuales que no operen como fun-
tranjería; se construye así el miento en que se distingue la diferencia, damento de desigualdades políticas?
diferente amenazante por se instituye la desigualdad. No se trata ¿Cómo operar con una lógica de la
inferiorizar o por descalificar. de la mera diferencia, sino de dife- diferencia que no se sostenga en el
rencias desigualadas. Se sostienen a priori epistémico de la diferencia
• La diferencia en el orden del así muchos siglos de dispositivos de como anomalía de la identidad? En
ser: ser diferente. A partir del discriminación, exclusión, estigmati- síntesis, ¿cómo pensar lo que no es
rasgo “diferente”, se constru- zación o exterminio. idéntico ni diferente? (Fernández,
ye la identidad. La identidad 2007a).
con el rasgo, hace del rasgo Hablar de diferencias desigualadas
totalidad. Define el ser por el supone pensar que la construcción Una interesante herramienta
rasgo diferente. A partir de de una diferencia se produce den- para pensar alguna de estas cues-
allí, soy anoréxica, soy judío, tro de dispositivos de poder: de gé- tiones puede ser la idea deleuziana
soy negra, soy homosexual, nero, de clase, de etnia, geopolíticos, de diferencia de diferencias (Deleuze,
indígena, sudaca, latino, etc. etc. Esto implica dos cuestiones: 1988). Se trata de diferencias que
Se distingue un rasgo de toda no remiten a ningún idéntico, a
una multiplicidad de carac- • No se constituye primero ningún centro, y de repeticiones
terísticas o atributos y se to- una diferencia y luego una que no remiten a ningún origen. Se
taliza desigualando. sociedad injusta la desiguala. trata de hacer diferencias, más que

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de ser diferente. Es un poder ser IV. La dimensión mocrática? Aquí, multi implicaría
abierto. Estas diferencias de dife- política: de la el muchos de lo Uno, ¿en esta
rencias, en su accionar, más que fi- representación apertura radicaría la ampliación
jar alteridades, generan intensidades a las invenciones democrática? Así pensado el mul-
diferenciales. Diferencias de inten- colectivas ticulturalismo, ¿reemplazaría o in-
sidades. En este poder ser, activo, tentaría completar la incompletud
abierto, se trata de pensar y actuar ¿A qué se refiere el prefijo multi de la eurocéntrica modernidad?
devenires más que reproducciones o de multiculturalismo? Si tomamos la
copias imposibles, siempre necesa- metáfora de los socialistas utópicos, ¿Es producto de la visibilidad que
riamente faltantes, del modelo o ¿es la nueva utopía de la ciudad fu- lograron las políticas de la diferen-
esencia. tura, ahora de la armonía de la di- cia de diferentes movimientos socia-
versidad de culturas? ¿Desplaza en les –black power, feminismos, orgullo
Desde esta noción de mul- gay, etc.– en virtud de los
tiplicidad, en tanto don de lo cuales pareciera hoy ya no
diverso, no se trata de negar discutirse que la Declara-
identidades ni totaliza- ción de los Derechos del
ciones, sino de pensar totali- Hombre, base fundacional
zaciones que no subsuman de las democracias occi-
las partes. El todo al lado de dentales, en rigor, sólo com-
partes (Deleuze y Guattari, prendía a varones blancos
1994). europeos, heterosexuales,
cristianos y propietarios-
En realidad, se trata de consumidores?
dos operatorias en una.
Cuando pueden ponerse en Tanto los imaginarios
acción, en el plano del pen- de “la ciudad de ciudada-
samiento, categorías de nos en igualdad”, como “la
multiplicidad y no de dife- ciudad de la armonía de
rencia, simultáneamente se las diferencias culturales”,
crean condiciones de posi- parecieran no interrogar-
bilidad –se habilitan herra- se por las razones de la
mientas– para hacer visibles inviabilidad de un espacio
infinidad de micropolíticas público-foro de los pares
de resistencia de colectivos Max Ernst (Alemania 1891-1976), de la novela-collage políticos, sea que estas “pa-
desigualados; y lo que es Das Karmelienmädchen Ein Fraum, DuMont, edición de 1971. ridades de derecho” se
más importante, pueden piensen en clave de ciu-
evidenciarse las lógicas de multipli- una nueva formulación de la ciudad dadanía clásica nacional o en cla-
cidad (Fernández, 2007a) desde feliz aquella armonía de los ciuda- ves multiculturales mundiales.
donde se crean las intensidades ne- danos en igualdad de derechos y
cesarias que potencian la invención oportunidades de los Estados-nación Si volvemos al prefijo “multi”,
de nuevos existenciarios de estos por la del respeto, el gusto por la pienso que mientras estemos en pre-
colectivos cuando entran en ac- diversidad cultural del mundo sencia de diferencias desigualadas po-
ción. En estos casos el accionar – globalizado? dríamos pensar la cuestión desde
generalmente colectivo– puede otro lugar. Se trata de pensar lo multi
establecer líneas de fuga (Deleuze y ¿Supone acaso que ya con- como el análisis de la multiplicidad
Guattari, 1994) de la captura de la quistada la igualdad de derechos de relaciones jerárquicas de las diver-
imaginación-acción que las lógicas y oportunidades para todos, la sas diferencias: de clase, de etnia,
de la representación-delegación multiculturalidad significaría la de género, de opción sexual, etáreas,
cercan o impiden2. ampliación de la construcción de- religiosas, geopolíticas, etc. Implica

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entonces, pensar cómo se producen nes de dominio y resistencias en cia de que las grillas conceptuales
y reproducen la diversidad de dife- una singularidad colectiva o per- clásicas capturadas en los universos
rencias desigualadas. sonal, histórica y no esencial. Des- de la representación los mantengan
de allí, se trata de distinguir en invisibilidad.
Para ello, habrá que trabajar las singularidades, para configurar
múltiples relaciones de poder que com-posibles en red 3. Si múltiples Experiencias y prácticas colec-
anudan en una situación singular, son los dispositivos de dominio-re- tivas que no sólo resisten la barba-
aquello que se ha llamado el “pa- sistencia, habrá que pensar y ha- rización de los lazos sociales que las
quete enredado de relaciones de po- cer en la construcción permanente lógicas capitalistas instalan, sino
der” (Grosfoguel, 2005). En cada de también múltiples estrategias que inventan, despliegan, multipli-
situación, distinguir la pre- can diversidad de moda-
dominancia de unos dispo- lidades que configuran
sitivos de dominio u otros. otros modos de lo común
O su simultaneidad. Igual- (Blanchot, 1999).
mente, elucidar las, a ve-
ces invisibles, estrategias de
resistencias de colectivos V. La dimensión
desigualados. Hacer visi- epistemológica:
bles sus lógicas, y desde allí, hacia los
poder pensar en este nue- estudios
vo concierto mundial nue- transdisciplinarios
vas formas y líneas de de la
acción colectiva. Aquí co- subjetividad
bra especial significación
política el anhelo fou- Para quienes hace
caultiano de pensar de otro muchos años trabajamos
modo, ya que en la crisis en el difícil intento de
actual del capital finan- abrir visibilidad a aquellas
ciero producida desde los subjetivaciones, produc-
centros mundiales de la ciones de subjetividad y
hegemonía neoliberal pero prácticas de vida, existen-
que parece arrastrar a vas- ciarios (Fernández, 2008)
tas regiones del planeta, se Max Ernst (Alemania 1891-1976), de la novela-collage que el sujeto universal ex-
Das Karmelienmädchen Ein Fraum, DuMont, edición de 1971.
vuelve estratégica la pro- cluye, se vuelve imperio-
ducción de nuevos pensamientos de emancipación. Pensar en situa- so avanzar en las construcciones
emancipatorios. ción supone, asimismo, pensar para conceptuales de una modalidad de
actuar, actuar para pensar. pensar-actuar en diferencias y desde
Entonces, desde esta perspecti- ellas, que no queden apresadas en el
va, multi ya no se desliza hacia la Frente al desfondamiento de la a priori moderno que establece que
homogeneidad en cada diversidad, representación y los partidos políti- “la” diferencia sólo puede ser pensa-
o hacia nuevos esencialismos de la cos de las democracias liberales (la da como negativo de lo idéntico.
diferencia; multi podrá referir a dife- política), las incipientes modalida-
rencias de diferencias de jerarquías de des de “movimientos” sociales y Al mismo tiempo, dada la mul-
relaciones de poder. experiencias comunitarias, por ejem- tiplicidad de componentes que for-
plo, en América Latina, resitúan la man parte de la construcción de
Un pensamiento de estas ca- posibilidad de lo político, más allá subjetividades, existenciarios y
racterísticas implica un pensar si- de la política. Germinales políticos devenires de los/as diferentes desi-
tuado, pensar en situación. Pensar que laten-allí todo -el-tiempo gualados concretos, se vuelven
en situación las múltiples relacio- (Fernández, 2008) con independen- reduccionistas los análisis e investi-

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gaciones que mantienen la ilusión tos procesos a su simplificación epistémica y metodológica y se or-
unidisciplinaria que supone que el unidisciplinaria y sugiere la oportu- ganicen en una epistemología críti-
“nivel de análisis” del que sus nidad de los desdibujamientos de ca (Benoist, 1982).
saberes y prácticas pueden dar cuen- “individuos” y “sociedades”, en in-
ta, podrá “explicar” la totalidad esen- tentos de comprensión que aborden Esta epistemología crítica inten-
cial de una desigualación específica. estos problemas en función de mo- ta localizar los lugares de singulari-
Así, variados economicismos, so- dalidades no binarias. dad problemática, el grafo de las
ciologismos, psicologismos o psico- circulaciones locales y particulares
analismos no sólo han ido creando A partir de los criterios de que hace que una cuestión, un pro-
serios impasses de pensamiento, sino atravesamientos disciplinarios, esta blema, un thema estremezca los
que han contribuido de diversas ma- tendencia se inscribe en un nuevo diversos saberes sin pretender conju-
neras a legitimaciones de un modo intento de superación de los re- rarlos bajo una forma globalizante.
de construcción de la verdad moder- duccionismos economicistas, psico- No ya universales empírica o es-
na que ha naturalizado exclusiones y logistas, sociologistas, etc. Sin peculativamente determinados, ves-
discriminaciones y sólo ha podido embargo, pareciera abarcar un espec- tigios de una edad positivista, sino
pensar al “otro” como extranjería, tro más amplio de cuestiones; por un matrices generativas, problemas en
amenaza u “objeto” sin derechos. lado, pone en jaque las configura- relación con los cuales un atrave-
ciones hegemónicas de ciertas samiento disciplinario dará cuenta
Para ello, es imprescindible disciplinas “reinas”, o saberes ar- tanto de las distancias y diferencias
avanzar tanto en la construcción quetípicos a los cuales se han su- como de las aproximaciones y diver-
conceptual-metodológica de crite- bordinado otras territorialidades gencias disciplinarias.
rios transdisciplinarios como en la disciplinarias; tiene como una de sus
conformación de sus redes globales premisas más fuertes la imple - Obviamente, este movimiento
de epistemología crítica. Como se mentación de contactos locales y no que desdibuja los objetos teóricos dis-
decía líneas arriba, las problemáticas globales entre los saberes. De esta cretos (Kaës, 1977), unívocos, impli-
que este planteamiento encierra no manera, los saberes que las discipli- ca no sólo el intercambio entre
son sólo de interés académico, sino nas “reinas” habían sintetizado re- diferentes áreas de saber, sino la crí-
que se sostienen en voluntades po- cobran su libertad de diálogos tica interna de variadas regiones de
líticas. Estas búsquedas conceptua- multivalentes con otros saberes afi- una disciplina que, al transver-
les pueden aportar a aquellos nes (Benoist, 1982). salizarse con otros saberes, pone en
movimientos sociales animados de interrogación muchas de sus certe-
anhelos emancipatorios que no ce- Estos atravesamientos que el zas. La interpelación de las certezas
san en la búsqueda de la universa- indisciplinamiento de saberes impli- que la territorialización unidisci-
lización de la dignidad humana; se ca y la interrogación crítica de las plinaria posibilita, es uno de los pun-
trata también de configurar hábi- fuertes certezas de una territoriali- tos centrales de diferenciación entre
tos académicos que puedan nutrir- dad disciplinar permiten distinguir los criterios multi o interdisciplinarios
se de los saberes plebeyos amasados los abordajes transdisciplinarios de y los abordajes transdisciplinarios.
en largas historias de resistencias y los criterios interdisciplinarios y de
luchas frente a las diversas estra- los multidisciplinarios. A su vez, la Por otra parte, tal articulación
tegias biopolíticas de dominación y invención de los atravesamientos no podrá evitar los reduccionismos
exclusión. disciplinarios como transgresión a las señalados en tanto no se abandone
especialidades, crea las condiciones la epistemología de las ciencias po-
Las propuestas transdisciplinarias para hacer salir ciertos “objetos” sitivas, en la cual aún hoy se funda-
dan cuenta del surgimiento –aun- científicos de su referencialismo mentan extensos territorios de las
que incipiente– de formas de abor- dogmático e invita a construir una humanidades. Dicha epistemología
daje de la cuestión que implican la red epistemológica a partir de inter- supone un objeto discreto, autóno-
necesidad de utilizar criterios cambios locales y no globales, don- mo, reproducible, no contradictorio
epistemológicos pluralistas. Habla, de las transferencias de saberes y unívoco; implica una lógica de lo
asimismo, de la resistencia de cier- establezcan un estado de vigilancia Uno, donde la singularidad del

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objeto teórico no debe verse afecta- herramientas (Foucault, 1980), es los cuales los entrecruces discipli-
da, dado su aislamiento territorial decir, aportan instrumentos y no sis- narios puedan dar cuenta de las múl-
metodológico por las condiciones de temas conceptuales; instrumentos tiples implicaciones del tema en
posibles aproximaciones con otros que incluyen en su reflexión una di- cuestión. Esto hace posible elucidar
campos disciplinarios. mensión histórica de las situaciones tanto las convergencias como las di-
que analizan; herramientas que jun- vergencias disciplinarias en relación
Ya Foucault había señalado la en- to con otras se producen para ser pro- con el mismo.
cerrona metodológica que suponía badas en el criterio de su universo,
aplicar estas metodologías “positivas” en conexiones múltiples, locales y plu- Este movimiento que propone el
para investigar una esencia: el hom- rales con otros quehaceres teóricos. atravesamiento de diferentes áreas
bre (Foucault, 1969). Sin duda, la ló- de saberes, a partir de themas por
gica del objeto discreto (Fernández, Se hace clara entonces, la dife- elucidar, sostiene varias y complejas
1989) ha demostrado ocasionar pro- rencia con teorías que en realidad implicaciones. En primer lugar,
blemas para comprender las transfe- operan como concepciones del mun- cuando cierta región de una disci-
rencias mutuas entre los distintos do, que se auto -legitiman en el plina se transversaliza con otros
niveles, ya que desde ella no puede interior de su universo teórico - saberes, pone en crisis muchas de sus
pensarse la articulación de las forma- institucional, y que por lo mismo zonas de máxima evidencia. En se-
ciones de lo singular y lo colectivo que exigen que toda conexión con ellas gundo lugar, exige la construcción
supera el pensamiento binario antinó- implique instancias de subordina- de redes de epistemología crítica abo-
mico (individuo/sociedad, alma/cuer- ción a la globalidad de su cuerpo cadas a la elaboración de aquellos
po, naturaleza/cultura, etc.). teórico. criterios epistémicos que en su ri-
gurosidad hagan posible evitar cual-
Un criterio transdisciplinario supo- Por lo antedicho, junto con esta quier tipo de patch-work teórico. En
ne replantear varias cuestiones. En forma de utilización de las produc- tercer lugar, y ya en el plano de las
primer lugar, un trabajo de elucida- ciones conceptuales como cajas de prácticas, vuelve necesaria otra for-
ción crítica sobre los cuerpos teóricos herramientas, un enfoque trans- ma de constitución de los equipos
involucrados, que desdibuje una in- disciplinario presupone un desdisci- de trabajo: si no hay disciplinas “rei-
tención legitimante de lo que ya se plinar las disciplinas de objeto nas”, tampoco habrá profesiones
sabe para poder desplegar la inte- discreto, y en el plano del actuar, hegemónicas. Este pluralismo no es
rrogación de hasta dónde sería po- cierto desdibujamiento de los perfiles sencillo de lograr.
sible pensar de otro modo. Implica, de profesionalización, por lo menos
como se señalaba líneas arriba, el aquellos más rigidizados (Fernández, Estas tres cuestiones son elemen-
abandono de cuerpos nocionales 2007a). tos centrales a la hora de crear los
hegemónicos de disciplinas reinas, a espacios de trabajo, ya que es im-
cuyos postulados, códigos y orden de Los criterios transdisciplinarios se prescindible que amalgamen dos
determinaciones se subordinan dis- sustentan, justamente, a partir de cuestiones: la constitución de equi-
ciplinas satelizadas; sobre estos pre- una elucidación crítica de este tipo pos de trabajo en organizaciones
supuestos se crean las condiciones de totalizaciones, buscando nuevas horizontales (condición de las posi-
para la articulación de contactos formas de articular lo uno y lo múl- bilidades de invención colectiva) y
locales y no globales entre diferen- tiple. En su propuesta de contactos la disposición para establecer co-
tes territorios disciplinarios, así como locales y no globales, focalizan un nexiones con saberes y experiencias
también que aquellos saberes que thema en su singularidad problemá- no académicas. Experiencias y
las disciplinas hegemónicas habían tica, y éste es atravesado por dife- saberes plebeyos interpelan una y
satelizado, recobren su potencialidad rentes saberes disciplinarios. Sin otra vez, generando rizomas a partir
de articulaciones multivalentes con embargo, no pretenden unificarlos de conexiones muchas veces impen-
otros saberes afines. en una unidad globalizante. Por lo sadas o impensables.
tanto, más que una búsqueda de
De esta forma, los cuerpos con- universales, indaga matrices gene- Se trata de pensar –entendien-
ceptuales funcionan como cajas de rativas, problemas en relación con do el pensamiento como un modo de

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experiencia– sabiendo que en el ca- resistiendo e inventando nuevos y no de esa feroz insistencia de las ló-
mino de quiebre de sentidos comu- más libres modos de vivir. gicas capitalistas en la producción
nes disciplinarios, necesariamente se de soledades.
transitarán zonas borrosas tal vez im- Elucidar las múltiples institu-
posibles de evitar si se intenta elu- cionalizaciones de diferencias Ya el joven Marx había explica-
dir las comodidades de lo ya sabido. desigualadas –geopolíticas, cultura- do en los primeros tiempos del modo
Dado que no se trata de tomar la les, étnicas, de clase, de género, de de producción capitalista, que la alie-
experiencia como espacio de com- opción sexual– y sus modos de resis- nación que separa al productor de su
probación o aplicación de sus tir, para situarse en la invención de producto constituía una estrategia
saberes instituidos, se intentará ex- emancipaciones, en la producción central de las lógicas capitalistas para
perimentar con las nociones, atra- de múltiples, diversas, libertades. su reproducción. Así como el Impe-
vesando las fronteras de los sentidos Porque de eso se trata, de la multi- rio hoy “globaliza” la producción y
comunes de las territo- concentra capitales, los dis-
rializaciones disciplina- positivos biopolíticos ac-
rias, intentando no recaer tuales de aislamiento y
en los binarismos que han vulnerabilización también
sido base de sustancia- son esenciales para su re-
lizaciones y escencialis- producción. La fábrica de
mos diversos. Es necesario soledades separa, aísla a
subrayar entonces que el cada quien de sus poten-
pensamiento como modo cias. Cada vez estoy más
de experiencia (Morey, separado de otros. Cada vez
2004) supone pensar en el pienso que puedo menos,
límite de lo que se sabe. Es cada vez hago menos, cada
en tal sentido, un pensar vez anhelo menos. De allí
necesariamente incómodo, la importancia de indagar
des-disciplinario, que se no sólo los modos de pro-
construye y reconstruye ducción y los diversos mo-
Max Ernst (Alemania 1891-1976), de la novela-collage
permanentemente, que se Das Karmelienmädchen Ein Fraum, DuMont, edición de 1971. dos históricos de subjetivación
despliega en los límites imprescindibles para la re-
mismos de lo que ignora y se sostie- plicidad de estrategias de invención producción de las lógicas del capital,
ne en las voluntades colectivas de colectiva y anónima de libertades. sino también las lógicas colectivas de la
producción de libertades. multiplicidad (Fernández, 2007a) des-
En esto hemos tenido el privi- de donde los/as desigualados configu-
legio de ver cómo las fábricas sin ran sus formas colectivas de inventar
VI. A modo de patrón (Fernández, 2008) en Argen- otros devenires.
in-conclusiones tina, han forzado los límites de lo
posible en condiciones de borde, A la hora de dar relevancia a la
Desde esta caja de herramien- absolutamente en el margen. Allí configuración de modos de subje-
tas, lo multi no referirá meramente a ha podido comprobarse con toda tivación no hegemónicos, habíamos
lo diverso, lo post sólo a lo que vie- contundencia que este forzar los dicho que nada de lo social es ho-
ne después de la gubernamentalidad límites de lo posible es no sólo re- mogéneo (Fernández, 1993). Ahora
colonial, o de los Estados-nación, o sistir, sino también inventar colec- podemos agregar que siempre existe
de los socialismos reales, menos a tivamente, en actualizaciones de la posibilidad de líneas de fuga fren-
justificaciones de individualismos deseo, en invenciones deseantes, te a los poderes de dominio. Spinoza
consumistas, sino a las necesarias unas formas cada vez más libres de planteaba que ante las pasiones tris-
reorganizaciones estratégicas (político- trabajar, de pensar, de estar… El tes, esas que el tirano impone para
conceptuales) que el nuevo orden don de la gratuidad de estar, entre someter a sus súbditos, hay que con-
mundial impone a quienes siguen algunos, entre muchos, a contrama- figurar pasiones alegres. Y allí es

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central el registro de las propias po- transdisciplinarios. Habilitar en nues- presenta un fuerte desafío político,
tencias. Este registro no se realiza tros espacios académico-políticos filosófico, académico y fundamental-
nunca en soledad, se compone con áreas de estudios transdisciplinarios de mente existencial, que es bueno no
otros, entre-otros, entre-muchos, la subjetividad donde seguramente rehusar.
entre-algunos. Las fábricas sin patrón ocuparán un lugar estratégico las fre-
son un ejemplo de ello. cuentemente impensadas relaciones
entre las formas político-sociales y las
Si las relaciones de dominio producciones de subjetividades: Citas
constituyen un paquete enredado de aquellas que potencian las invencio-
relaciones de poder (Grosfoguel, nes colectivas, aquellas que reprodu- 1 Se utiliza aquí el término minoritario en
2005) donde operan en multiplici- cen una y otra vez posicionamientos el sentido deleuziano. No refiere a canti-
dad, sino a grupos no hegemónicos.
dad diversas diferencias desigua- subalternos, aun en los movimientos
ladas –geopolíticas, culturales, de sociales “alternativos”, etc. Áreas que 2 He desplegado más ampliamente estas
consideraciones en Las lógicas colectivas.
clase, étnicas, religiosas, de opción trabajen en red con modalidades Imaginarios, cuerpos y multiplicidades.
sexual, de género–, se tratará de organizativas lo más dúctiles y hori- Buenos Aires, Biblos, 2007.
articular multiplicidad de estrategias zontales posibles, guiadas por –otra 3 La noción de situación emerge en los
de invención colectiva y situacionistas franceses de los sesen-
anónima de emancipaciones ta y en el pensamiento sartreano.
y libertades.

Muchas veces pueden


pensarse como estrategias sin Bibliografía
tiempo: por fuera de calenda-
rios. No es que no haya apu- BACHELARD, G., 1997, La for-
ro, sino que son estrategias mación del espíritu científico. Con-
permanentes (Fernández, tribuciones a un psicoanálisis del
conocimiento objetivo, México,
2007c). No se trata del futu- Siglo XXI.
ro, sino siguiendo a Derrida,
BENOIST, J. M. y L. Apostel,
de lo por venir, de las liberta- 1982, Interdisciplinariedad y cien-
des por venir. Lo por venir, ya cias humanas, España, UNESCO.
no como un futuro utópico, BLANCHOT, M., 1999, La co-
sino como existenciarios Max Ernst (Alemania 1891-1976), de la novela-collage munidad inconfesable, Madrid,
com-posibles hoy. Lo com-po- Das Karmelienmädchen Ein Fraum, DuMont, edición de 1971. Arena.
sible lejos está de significar CASTRO-GÓMEZ, S. y R. Gros-
acomodarse a lo posible. Se trata, más vez Derrida– políticas de la amistad foguel, El giro decolonial, Bogotá, Uni-
bien, de forzar los límites de lo posi- (Derrida, 1998) Áreas que puedan versidad Central - IESCO/Siglo del
Hombre, 2007.
ble. No sólo resistir sino también in- construir sus propios criterios episte-
ventar, en actualizaciones de deseo, mológicos, imprescindibles para ha- DELEUZE, G., 1988, Diferencia y repetición,
Madrid, Ediciones Jucar.
desde potencias deseantes, formas cer posibles los atravesamientos
cada vez más libres de amar, de tra- disciplinarios necesarios, articulados ________, 1990, “¿Qué es un dispositivo?”,
en: Michel Foucault Filósofo, Barcelona,
bajar, de estar, de pensar… entre-al- pero siempre con el mayor rigor Gedisa.
gunos, entre-muchos. epistémico.
DELEUZE, G. y F. Guattari, 1994, Mil mese-
tas. Capitalismo y Esquizofrenia, Valen-
Se busca entonces enfocar nues- Desde esta perspectiva es que cia, Pre-Textos.
tras preocupaciones académicas ha- interesa pensar lo multicultural,
DERRIDA, J., 1998, Políticas de la amistad,
cia la construcción de un campo de como la multiplicidad tanto de dis- Madrid, Trotta.
problemas de la subjetividad, que positivos de dominio como de inven-
FERNÁNDEZ, A. M., 1989, El Campo
desde los criterios que he expuesto, ción de libertades en el nuevo orden Grupal: Notas para una genealogía, Bue-
necesita hacerse a partir de abordajes mundial. Si es así, me parece que se nos Aires, Nueva Visión.

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________, 1993, La mujer de la ilusión. Pac- ________, 2008, Política y Subjetividad. Asam- HEIDEGGER, M., 1990, Identidad y diferen-
tos y contratos entre hombres y mujeres, bleas barriales y Fábricas recuperadas. Bue- cia, Barcelona, Anthropos.
Buenos Aires, Paidós. nos Aires, Biblos.
________, 2002, Los caminos del bosque, Ma-
________, 2007a, Las lógicas colectivas. Ima- FOUCAULT, M., 1969, Las palabras y las co- drid, Alianza.
ginarios, cuerpos y multiplicidades, Bue- sas, México, Siglo XXI.
nos Aires, Biblos. KAËS, R., 1977, El aparato psíquico grupal,
________, 1980, Microfísica del poder, Barce- Barcelona, Gedisa.
________, 2007b, “Los Estudios Trans- lona, La Piqueta.
disciplinarios de la Subjetividad”, con- MOREY, M., 2004, “La experiencia Foucault”,
ferencia dictada en la Universidad ________, 2007, El nacimiento de la biopolítca, conferencia presentada en el Coloquio In-
Nacional de La Plata - Facultad de Cien- Buenos Aires, Fondo de Cultura Econó- ternacional Foucault, México, Universi-
cias Jurídicas y Sociales, La Plata, 5 de mica. dad Autónoma Metropolitana - Unidad
octubre. Xochimilco.
GROSFOGUEL, R., 2005, “Las implica-
________, 2007c, “Multiculturalismo: subje- ciones de las alteridades epistémicas en SEN, A., 2004, Nuevo examen de la desigual-
tividad y diferencia” (mesa redonda), ex- la redefinición del capitalismo global”, dad, Barcelona, Alianza.
ponentes: Jorge Alemán, Ana María conferencia presentada en el Seminario
internacional ¿Uno solo o varios mundos ZULETA, M.; H. Cubides y M. R. Escobar, 2007,
Fernández, Eduardo Foulkes, Horacio ¿Uno solo o varios mundos? Diferencia, sub-
González y Mario Pujó (moderador), Bi- posibles?, Bogotá, Universidad Central -
IESCO, junio. jetividad y conocimientos en las ciencias so-
blioteca Nacional - Ciudad Autónoma ciales contemporáneas, Bogotá, Universidad
de Buenos Aires, 15 de agosto. Central - IESCO/Siglo del Hombre.
Darío Villegas: de sus cuadernos

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