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La parte superior de la nariz está formada por hueso y la inferior por cartílago. En su interior hay
una cavidad hueca (cavidad nasal) dividida en dos por el tabique nasal.
Los huesos de la cara contienen senos, que son cavidades huecas que se abren en la cavidad
nasal. Dada su posición prominente, la nariz es particularmente vulnerable a los traumatismos.
Además, se ve afectada por trastornos como infecciones, hemorragias y pólipos. Los senos
paranasales pueden infectarse causando una inflamación (sinusitis).
Fracturas de nariz
Los huesos de la nariz se rompen más frecuentemente que otros huesos de la cara. Cuando esto
ocurre, la membrana mucosa que cubre la nariz suele desgarrarse causando una hemorragia.
Como la membrana mucosa y otros tejidos blandos se inflaman con rapidez, la fractura puede ser
difícil de encontrar. En la mayoría de los casos, el puente de la nariz se desplaza hacia un lado,
mientras que los huesos nasales se hunden del otro lado. Si se acumula sangre en el cartílago
del tabique nasal (la estructura que divide la nariz), éste puede infectarse y morir, produciendo
una deformación en la cual el puente de la nariz se hunde por el centro.
Diagnóstico y tratamiento
Una persona cuya nariz sangra y duele después de un golpe, puede tenerla rota. Por lo general,
el médico diagnostica rotura de nariz palpando levemente el puente nasal en busca de
irregularidades en la forma, movimientos inusuales de los huesos, sensación de huesos rotos que
se mueven uno contra otro y dolor. El diagnóstico se confirma mediante una radiografía.
Cuando una persona tiene la nariz rota, si es un adulto se le suele administrar un anestésico local
y, si se trata de un niño, se le aplica anestesia general. A continuación, se drena la sangre
acumulada en el tabique para evitar las infecciones y la pérdida de cartílago. Una vez que el
médico vuelve a colocar la nariz en su posición normal, se la estabiliza con una gasa por dentro y
un entablillado por fuera. Las fracturas de tabique son difíciles de fijar y a menudo se requiere,
más adelante, una intervención quirúrgica.
Por lo general, el tabique nasal (la estructura que divide la nariz) es recto, pero puede estar
torcido (desviado) debido a defectos de nacimiento o a lesiones. El tabique desviado, que es
bastante común, no suele causar ningún síntoma ni requiere tratamiento alguno. Sin embargo,
puede obstruir la nariz, haciendo que la persona tenga tendencia a padecer sinusitis (inflamación
de los senos), particularmente si el tabique desviado obstaculiza el drenaje de un seno dentro de
la cavidad nasal.
Además, el tabique desviado puede hacer que la persona tenga tendencia a sufrir hemorragias
nasales, ya que el excesivo paso de aire por el lado no obstruido, seca la membrana mucosa. El
tabique desviado que causa problemas puede ser reparado quirúrgicamente.
Las úlceras y los agujeros (perforaciones) del tabique nasal pueden estar causados por una
cirugía, una irritación repetida como la que se produce al limpiarse la nariz, las infecciones como
la tuberculosis y la sífilis, y el consumo de cocaína aspirada por la nariz. Los síntomas pueden
consistir en la formación de costras alrededor de las fosas nasales y hemorragias reiteradas. Las
personas que presentan pequeñas perforaciones en el tabique pueden emitir un sonido similar a
un silbido mientras respiran. La pomada de bacitracina reduce la formación de costras. Las
perforaciones pueden ser reparadas con el propio tejido de la persona, utilizando tejido del
interior de la mejilla o de otra parte de la nariz, o bien con una membrana artificial hecha de
plástico blando y flexible, que por lo general es mejor. Sin embargo, la mayoría de las
perforaciones no necesitan ser reparadas a menos que las costras o las hemorragias representen
un problema importante.
Hemorragia nasal
Vestibulitis nasal
La vestibulitis nasal es una infección del vestíbulo nasal (la zona que se encuentra justo detrás
de cada ventana nasal).
Esta área se infecta con frecuencia. Las infecciones menores, como las que afectan a los
folículos capilares (foliculitis), producen costras alrededor de las ventanas nasales. Las
hemorragias se producen cuando se desprenden las costras. La pomada de bacitracina suele
curar estas infecciones.
Los furúnculos localizados en el vestíbulo nasal suelen estar causados por la bacteria
Staphylococcus. Los furúnculos pueden convertirse en una infección extensa localizada bajo la
piel (celulitis) del extremo de la nariz. Al enfermo se le suele administrar un antibiótico y aplicar
paños húmedos y calientes tres veces al día durante aproximadamente 15 a 20 minutos cada vez.
En esta zona se deja que los furúnculos drenen por sí solos porque si se abren, la infección
podría extenderse hasta las venas, permitiendo que las bacterias se trasladen hasta el cerebro.
La diseminación de las bacterias hasta el cerebro puede causar una enfermedad muy grave,
llamada trombosis de los senos cavernosos.
Rinitis no alérgica