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COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

MEMORIA DEL FORO 2002


RUTA HACIA LA PAZ

VICCALI, A. C.
(VIDA CON CALIDAD)

MÉXICO, 2003
Agradecimientos a instituciones y personas que colaboran con nuestro proyecto
y comparten la visión de un México libre y sin violencia:

Instituto Nacional de Desarrollo Social


Comisión Nacional de los Derechos Humanos
Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Nuevo León
Secretaría de Salud del Estado de Nuevo León
Fundación Treviño Elizondo
Fundación Dibujando Un Mañana
Paleuiloni Valsquillo, A. C.
Dr. Jorge Pesqueira Leal
Ing. Rocío Bauza Meneses
Mtro. Ricardo Ruiz Carbonell
Dra. Susana Thalía Pedroza de la Llave
Lic. Ninfa Delia Domínguez Leal
Dra. Marcela Granados Shiroma
Dra. Martha Flores Cavazos
Ing. Óscar Torre

Primera edición: mayo, 2003


ISBN: 970-644-312-6

© Comisión Nacional
de los Derechos Humanos
Periférico Sur 3469,
esquina Luis Cabrera,
Col. San Jerónimo Lídice,
C. P. 10200, México, D. F.

Diseño de portada:
Flavio López Alcocer

Impreso en México
CONTENIDO

PRESENTACIÓN ........................................................................... 7
Ludivina Lozano

INAUGURACIÓN .......................................................................... 9
Ninfa Delia Domínguez

CONFERENCIAS CENTRALES
Inicio de la Ruta hacia la Paz ...................................................... 13
Marcela Granados Shiroma
La violencia familiar y los derechos humanos:
posibles alternativas para su erradicación ................................... 23
Ricardo Ruiz Carbonell
Ruta hacia el buen trato de niños, niñas y adolescentes.
El maltrato infantil ...................................................................... 29
Leonor Guadalupe Zavala de Mireles
La situación humana: un punto de vista femenino ...................... 35
Lídice Ramos Ruiz

PANELES
La influencia de los medios de comunicación en la violencia
familiar ........................................................................................ 45
Miriam de León ...................................................................... 45
Cony Chávez ........................................................................... 45
Vicky de la Piedra .................................................................. 47
América Dávila ....................................................................... 50
Ángel Quintanilla ................................................................... 52
Grupos de Reflexión ................................................................... 59
Martha Flores

[5]
6 VIDA CON CALIDAD, A. C.

¿Y los hombres qué...? ................................................................ 65


Miguel Villegas Lozano
Nuevo modelo mental ................................................................. 71
Ludivina Lozano
Educar para la paz ....................................................................... 75
Fabiola Nahas ........................................................................ 75
Blanca Barbosa ...................................................................... 76
Marianela Madrigal ............................................................... 78
María Esther Lupercio ........................................................... 80
PRESENTACIÓN

Ludivina Lozano

Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es
la paz, impactante enunciado de Benito Juárez que nos permite unir razas
religiones, genero, orientación sexual, etcétera.
En Viccali, la organización que yo represento, comenzamos con proyec-
tos productivos de bajo costo para mujeres, absurdamente creíamos que
disminuiría considerablemente la violencia al aumentar el ingreso familiar.
Después de un tiempo y con una buena cantidad de proyectos productivos
abandonados, realizamos una investigación y encontramos que todas esas
mujeres tenían un común denominador: “violencia familiar”. ¿Para qué
trabajaban, si de todas formas las agredían, o les quitaban el recurso? Era
inútil empezar algo, sin trabajar primero en su autoestima .
En el año 1997 iniciamos el proyecto Nuevo León por una Cultura de
Paz, con la idea de disminuir la violencia familiar, a través de la capacita-
ción, para ello primero debíamos fortalecer el tejido social antes de imple-
mentar cualquier tipo de proyecto.
Trabajamos directamente en la comunidad con mujeres, niños y niñas
en zonas de uno a dos salarios mínimos porque es indiscutible que la vio-
lencia comienza en la familia, elegimos ese tipo de comunidad, no porque
pensemos que la violencia sea privativa de alguna clase social sino porque son
los que menos tienen y carecen de beneficios y tienen pocas oportunida-
des e información.
Ruta hacia la Paz puede ser un sueño, una utopía, un lugar común, un
deseo.
Ruta hacia la Paz es un proyecto en el que creemos y por el que trabaja-
mos simplemente porque deseamos un México mejor.

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8 VIDA CON CALIDAD, A. C.

En junio de 2001 tuve la oportunidad de participar en un evento mun-


dial sobre pobreza. Me gustó México con sus 40, 60 o 70 millones de pobres,
según el partido político o el periodista que lo publique. Los expertos co-
incidieron en que la pobreza en México es acompañada, y acompañada
quiere decir que no importa si el techo está lleno de goteras, los zapatos
están rotos, el alimento es insuficiente, la familia permanece unida, y en
situaciones como los huracanes y los terremotos salen a la calle, se olvi-
dan de las críticas al gobierno y apoyan a los demás, para mí eso quiere decir
que para los mexicanos y mexicanas la sinergia es espontánea.
Hace un momento me preocupaba que ocurriera un ciclón, o un accidente
vial, existen miles de dificultades por las que se puede suspender un even-
to, un proyecto. Ahora cuando ya estamos todos y todas aquí, me doy cuenta
que los que estamos son los que debemos estar, los y las que salimos a la
calle y caminamos en un solo sentido para erradicar lo que nos limita el
crecimiento saludable; tengo la certeza de que vivir sin violencia no es un
sueño, es un proyecto de vida.
INAUGURACIÓN

Ninfa Delia Domínguez

Creo que todos tenemos derecho a vivir en paz, a vivir sin miedo. Y la única
forma de lograrlo es teniendo paz y armonía en nuestra casa, porque es el
primer lugar donde debemos trabajar y luego en nuestro entorno.
En abril de este año firmamos con un grupo de 97 Organismos No Gu-
bernamentales un encuentro que va hacia la paz, hacia la armonía fami-
liar. Nos preocupa mucho la violencia; no la que se ha desatado, sino la
que se ha estado publicando. Es de nuestra preocupación además la des-
integración familiar, no sólo cuando no existe el padre o la madre sino
cuando existiendo, contradictoriamente son compañías que no acompa-
ñan, son los responsables de una formación de la familia que prefieren
admitir esa responsabilidad refugiándose en trabajos y en otro tipo de ocu-
paciones.
Ustedes con su presencia nos convencen de que son las personas que tie-
nen interés en mejorar no solamente su entorno familiar sino su entorno
social luchando todos y dándonos las manos en esta lucha. Creo en los
valores, en la práctica de los valores, creo que ésta es la única forma de po-
der mejorar nuestro mundo. Es imposible que vaya a existir un policía detrás
de nuestros hijos o de nosotros mismos. Este tipo de acciones, este me-
joramiento de nuestra vida, lo tenemos que provocar nosotros y debemos
de participar nosotros y la única forma de hacerlo es con la participación de
todos ustedes. De ahí la importancia que tienen los Organismos No Guber-
namentales en la paz y en la armonía que pueda tener nuestro estado y en
el que por supuesto la Comisión Estatal de Derechos Humanos está muy
comprometida y a las órdenes de todos ustedes, para apoyarlos, para ayu-

[9]
10 VIDA CON CALIDAD, A. C.

darles a gestionar lo que fuera necesario, y para que sus programas tengan
éxito. Cuenten con nosotros.
Por eso es un placer estar esta mañana acompañándolos y siendo las
09:25 del 11 de octubre del año 2002 declaro inaugurado este evento.
CONFERENCIAS CENTRALES
INICIO DE LA RUTA HACIA LA PAZ

Marcela Granados Shiroma

¿Qué es una ruta? Pues bien, un camino, algo que nos está señalando, son
las señales que debemos primero identificar y luego seguir para lograr al-
canzar algo. Somos los que debemos llevar las señales de la ruta hacia otros
espacios que conocemos y hacerlas visibles. Aunque no siempre son visi-
bles estas rutas.
Creo que al hablar de lo que somos expertos, al hablar de lo que todos
los días vemos, de lo que siempre hablamos, necesitamos abrir rutas para
hacer que otras personas nos escuchen. Hablar de cómo hacer para que otras
personas empiecen a identificar la ruta, cómo hacer para que desmitifi-
quemos la violencia familiar. Todas estas interrogantes me las hacía y ahora
se las hago yo a ustedes. ¿Qué podemos hacer como personas que perte-
necemos a organizaciones civiles y a instituciones públicas para que esas
rutas nos lleven a la paz?
Después de muchos años en los que hemos estado trabajando el tema de
la violencia familiar, nos encontramos en nuestros espacios de trabajo y en
nuestros espacios familiares, en nuestros espacios más cercanos y aún no
nos damos cuenta de lo que es la violencia y el impacto que está ocasio-
nando. Entonces me pregunto, ¿qué podemos hacer para hacerle ver a la
gente, hacerle sentir que la violencia familiar no nada más destruye fami-
lias sino también nos destruye a nosotros? Para todos los que estamos aquí,
es un reto hacer visible esa ruta hacia la paz.
En nuestro entorno más cercano en la familia es donde debemos hacer
visible esa ruta hacia la paz y seguir haciendo algo. Vemos cómo a través
de los juegos de alguna forma les están dando información a los menores de
lo normal que es la violencia. Ayer veía —y esto lo comparto específica-

[13]
14 VIDA CON CALIDAD, A. C.

mente con las personas que gustan del futbol, incluyendo a los niños— en
un juego de la UNAM contra Pachuca cómo uno de los jugadores, el capi-
tán, golpea en la cabeza a otro jugador y lo comenté con un grupo de per-
sonas, pero me decían que eso no es nada, por lo que me llama la atención
la gravedad, pues nuestro nivel de asombro hacia la violencia cada vez va
en aumento porque si eso no fue nada, entonces qué necesitamos ver para
asombrarnos. Eso pasa también en la casa, es tan normal que una vez co-
mentaba que los mensajes que nosotros estamos dando a nuestros hijos, si
les digo que los niños son tontos, no es nada. Pues ésas son las rutas de la
paz que podemos empezar a trabajar en nuestras familias.
Los juegos, todos sabemos que hay diferencias y si no tuviera un men-
saje atrás ese juego a lo mejor sería realmente inofensivo, no tendría nin-
gún daño. Pero si se refuerza a través de nuestras actitudes, a través de la
televisión, de los medios, de la misma escuela, si llevamos a nuestros hi-
jos a ver un juego, ¿qué tipo de porras echamos a veces o escuchamos?
—dale en la torre, etcétera. Por eso en esta ruta hacia la paz yo creo que si
a través del juego empezamos a inmunizarnos hacia la violencia, pode-
mos inmunizarnos, crear muchas defensas hasta sentir que la violencia es
normal.
Cierta vez, comentaba frente a un grupo de diferentes instituciones: será
que cuando estamos sentados delante de un grupo, estamos viviendo y esta-
mos de tal forma sintiendo lo que estamos diciendo como para transmi-
tírselos o a veces nada más lo comentamos porque es un tema que debemos
comentar. Creo que éste es otro signo que las instituciones, las ONG, de-
bemos tomar en cuenta; no se vale hablar de un tema que yo nada más venga
y lo platique y lo diga de memoria, sino que realmente que se dé la comu-
nicación, que realmente logren sentir lo que la persona que es objeto de vio-
lencia siente, la imposibilidad de hacer algo en ese momento como niño,
como adulto, mujer u hombre, persona anciana, que hace algo para evitar
la violencia familiar. Yo creo que ésa sería otra ruta, otra señal que debe-
mos nosotros como trabajadores de estas áreas de hacer. Realmente ésa es
nuestra función, comunicar, comunicar sentimientos; es bien difícil y si es-
toy en situación de dar un mensaje debo hacer que la gente sienta cuál es el
impacto.
Todavía es frecuente que en las escuelas, en instituciones de diferentes
religiones, en la policía, en el área de salud, en cualquier institución, nos
pregunten: ¿nada más eso le hizo?, o ¿qué le hiciste? Y yo creo que es otra
señal que debemos de hacer visible para este camino hacia la paz. Cómo
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 15

empezarnos a quitar la justificación ante la violencia familiar: “es que se-


guramente le contestaste”, “es que seguramente no tenías razón”. Y mien-
tras así lo manejemos vamos a estar justificando la violencia familiar.
Se han estado manejando muchos conceptos sobre la violencia que si
aquí yo pregunto a lo mejor vamos a tener más, pero lo que sí podemos ad-
vertir es que hay un abuso de poder, que hay desigualdad, que hay diferen-
cias en cuanto al uso del poder por género, por edad, por condición física.
Y debemos resaltar que el objetivo final de la violencia es un control a tra-
vés de un uso del poder.
Cuando participé en una investigación con la Universidad Iberoameri-
cana que consistía en entrevistar a tomadores de decisiones de diferentes
áreas, la primera pregunta que les hacía era: ¿usted cree que hay violencia
familiar en Nuevo León? Y dependiendo de la respuesta yo les pregunta-
ba: ¿será mucha o poca? Y hubo respuestas desde hasta que la violencia fa-
miliar no existe, hasta que sí existe, pero debe ser poquita; y respuestas
como “sí existe y creo que ha de ser importante, pero la verdad no tenemos
una cifra real de lo que estaba pasando en ese estado”. Es otra señal de que
estamos trabajando para hacer lo que hicimos, nos dimos cuenta que para
poder llevar a un espacio de convencimiento nos pedían cifras y que yo creo
que a nivel de instituciones siempre no las van a pedir a lo mejor para ver
si es importante el problema, a lo mejor para justificar alguna acción, pero
siempre nos van a pedir números sin darnos cuenta que a lo mejor uno, dos,
tres o equis ocasiona un impacto tan importante que puede ser devastador.
Sin embargo, el 46% de nuestra población en Nuevo León vive situacio-
nes de violencia familiar; y estamos hablando de una proporción de personas
equivalente a todo el municipio de Guadalupe, que viviera violencia fami-
liar. Estamos hablando de más de 300 familias que sufren violencia familiar
en el área metropolitana de Monterrey.
Hemos hablado mucho de los testigos de la violencia y nos enfocamos
mucho a los niños como testigos de la violencia, pero somos todos. Hace
unos días salió un video de una señora que estaba golpeando a su niña para
introducirla al carro y se ve el movimiento que ella hace y lo difundieron
en Estados Unidos para identificar a la persona. Después a la persona la
entrevistan y dice: “ni que fuera para tanto, es mi hija”. Entonces los que
vemos a veces somos testigos de violencia y no somos niños, pero también
actuamos a veces como actúa el niño cuando es testigo de violencia, con
cierto temor o nos hacemos los sordos. Se los digo porque yo lo he hecho,
es cierto que cada vez es menos la actitud de hacernos sordos o ciegos.
16 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Alguien me decía: “si me meto con la persona pues me insulta”. Yo creo


que ésa es otra de las participaciones que debemos hacer como sociedad
independientemente de la institución, para ser visibles a esas señales de la
otra parte.
Ahora le digo a las personas: “Si no te quieres meter realmente a inter-
actuar con la persona que está golpeando, quédate observando”. Al poco
tiempo la otra persona va a reaccionar, eso es tan simple o más que no hacer
nada. Entonces ahí voy con los testigos de la violencia; no los ubiquemos
que nada más son los niños, no nos ubiquemos que nada más es el entorno
de la casa, es en todos lados.
El 30% de las mujeres que buscan atención médica en las salas de ur-
gencias es a consecuencia de abusos, son datos que ya sabemos. Sin em-
bargo, alguien me decía: ¿no será que nos estamos normalizando también
con los números, pues el 30% no me dice nada, estamos poniéndole un
número a un problema que es un problema humano, estamos hablando de
sentimiento de personas, no será algo frío? Pero de alguna forma las esta-
dísticas nos permiten darnos cuenta de la magnitud de un problema que
tiene un espacio y una población específica.
Mi interés es que veamos más allá de lo que dice el esquema, no cua-
drarnos ni casarnos con lo que la primera imagen presenta, sino irnos más
allá de lo que cuando hablamos de violencia física, qué es lo que vemos
más allá. No es un problema que va en aumento, a lo mejor sí se nos está
permitiendo hablar más, pero algo que me preocupa es que cuando ha-
blamos de una muerte tenemos que ver que hay detrás: desamparo y des-
integración. Entonces no nada más es ver un esquema que ya conocemos,
sino que es ver más allá de lo que un esquema nos dice, qué es lo que pasa
a nivel de la familia, qué es lo que pasa con el síndrome de lo que noso-
tros denominamos la mujer invisible, que nada más se hace visible a tra-
vés de los hombres.
Además de todo lo anterior quisiera abundar en el tema de la prevención
de la violencia familiar, un reto social.
Los juguetes que nos regalaban cuando pequeños eran evidentemente di-
ferentes si éramos hombres o mujeres. También son diferentes los mensa-
jes que éstos transmiten, o sea, las señales que nos envían sobre lo que se
espera de las mujeres y de los hombres; como ejemplo de lo anterior tene-
mos que en los juguetes para niña están los de belleza, trastos para cocina,
vestidos para muñecas, juego de enfermería y juegos para la limpieza. Los
juguetes para los niños constan principalmente de carros, pistolas, guan-
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tes de box, juego para armar, juego de doctor, juego de química, aviones,
trenes y soldaditos.
Los juguetes de las niñas encierran los siguientes mensajes:

—La tarea más importante es cuidar a otros.


—La misión fundamental de sus vidas es ser madre y comportarse ma-
ternalmente.
—La ternura y la delicadeza son parte “natural” de su personalidad.
—Siempre hay que estar bonita; hay que cuidar el aspecto físico y es-
conder el envejecimiento, porque es contrario a la belleza. El aspec-
to físico es un atributo de las mujeres, quienes deben aprender a ser
bonitas para los demás.
—Si se desea ser profesional no se debe aspirar a carreras “difíciles”,
o sea, aquellas señaladas como “carreras de hombres”. Deben bus-
car trabajos “más femeninos”, aunque sean menos valorados y pa-
gados.
—Se deben aprender los oficios domésticos porque son responsabilidad
de las mujeres. Limpiar, cocinar y cuidar son algunas de las tareas
importantes que deben realizar.
—Los juegos se desarrollan en el ámbito privado: “la mujer en la casa”.

Los juguetes de los niños encierran los siguientes mensajes:

—La acción es parte importante de los juegos, por eso muchos de los
juguetes son para usarse fuera de la casa. Además, nos recuerdan que:
“el hombre es para la calle”.
—Los juegos que desarrollan destrezas y hacen pensar son los adecua-
dos para la inteligencia de los hombres.
—Jugando con carritos, con aviones y con trenes se viaja por el mundo,
se conoce el exterior, se ensancha el mundo fuera de la casa.
—La violencia es parte de las relaciones interpersonales. Con las pisto-
las se aprende a enfrentar a los demás, a matarlos si es necesario, con
los soldaditos se juega a la guerra; se compite a muerte por lograr el
objetivo. Este permiso de “violentar” a los demás tiene estrecha re-
lación con el hecho de que son los hombres los mayores agresores.
—Llegar a ser un profesional prestigioso y bien pagado es un mandato
al que todo niño debe aspirar.
18 VIDA CON CALIDAD, A. C.

La violencia familiar es toda conducta que se manifieste como abuso de


poder y control de una persona a otra en el seno familiar. Objetivo = con-
trolar y dominar.
Las estadísticas muestran que:

—En Nuevo León el 46.1% de las mujeres de 15 años o más han vivido
alguna forma de violencia familiar (SSNL-COESPO, 1995-1998).
—De cada caso de violencia familiar no detectado en consulta externa,
se generan tres consultas más (SSNL-COESPO, 1995-1998).
—En el mundo cada seis segundos una mujer es víctima de abuso
(TCFV).
—La violencia familiar es la mayor causa de lesiones en mujeres en
Estados Unidos (U.S. Surgeon General).
—El 30% de las mujeres que buscan atención médica en salas de urgen-
cias es a consecuencia del abuso que vive (American Journal of Public
Health).

Ciclo de la violencia:

—Fase 1: incremento de tensión.


—Fase 2: explosión.
—Fase 3: luna de miel.

SÍNDROME DE LA MUJER MALTRATADA.


SÍNDROME DE INHABILIDAD APRENDIDA

Condición en la que el sujeto no trata de escapar de una situación dolorosa


o de riesgo después de aprender de experiencias anteriores que no hay sa-
lida (Gerow, 1989).

Componentes:
—Trauma emocional.
—Deterioro intelectual.
—Falta de motivación.

Desorden de estrés postraumático:

—Desorden de ansiedad producido por una situación de estrés extremo:


MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 19

Componentes
• Recuerdos recurrentes y dolorosos del evento, pesadillas recu-
rrentes.
• Desinterés en actividades importantes, aislamiento emocional.
• Respuestas exageradas, irritabilidad, culpa, falta de concentración.
• Confusión, negación, pérdida de memoria.

Síntomas frecuentes:

—Psicosomáticos: migraña, colitis, hipertensión, alcoholismo.


—Lesiones: golpes, huesos rotos, aborto involuntario.
—Salud mental: depresión, ansiedad, trastornos del sueño y/o alimentos.

¿Por qué no quieren hablar?

—Barreras culturales y religiosas.


—Pueden amar al agresor.
—Sienten que son responsables del maltrato.
—Negación o minimización del problema.
—Sienten vergüenza y culpa.
—No saben que están viviendo abuso.
—No relacionan los síntomas con el maltrato.

DETECCIÓN Y DIAGNÓSTICO DE VIOLENCIA FAMILIAR

Maltrato físico: acto de agresión que causa daño físico.


Maltrato psicológico: la acción u omisión que provoca, en quien lo re-
cibe, alteraciones psicológicas o trastornos psiquiátricos.
Maltrato sexual: la acción u omisión mediante la cual se induce a la rea-
lización de prácticas sexuales no deseadas o respecto de las cuales se tie-
ne incapacidad para consentir.
Abandono: acto de desamparo injustificado, hacia uno o varios miem-
bros de la familia con los que se tienen obligaciones que derivan de las dis-
posiciones legales y que ponen en peligro la salud.
Factores asociados a la violencia: psicosociales, económicos y cultu-
rales.
20 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Detección: descripción vaga de la causa de la lesión, explicación no acorde


a la lesión, retardo en la solicitud de atención médica, comportamiento in-
apropiado, referencia a otra persona y el comportamiento del acompañante.
Comportamiento inapropiado: por nerviosismo o ansiedad, llanto o risa,
le resta importancia a las lesiones, está a la defensiva o permanentemente
enojado(a), no sostiene la mirada o es muy evasivo(a).
Indicadores del maltrato psicológico: autoestima baja, sentimientos de
miedo, ira, vulnerabilidad, tristeza, humillación o desesperación.
Trastornos del estado de ánimo o de la personalidad: estrés postraumá-
tico, ideación o intento suicida, abuso o dependencia a sustancias tóxicas.
Diagnóstico en niños(as): apatía o retraído(a), conducta violenta, facies
inexpresiva, miedo evidente, enuresis o encopresis, rechazo al alimento y
vómito, trastornos de coordinación motora.
Motivos diferentes de consulta, con lesiones físicas visibles: alteracio-
nes de conducta, tendencia a ocultar la lesión, restarle importancia a la
lesión, elaboración de historias complicadas para explicar la lesión.
Motivos de consulta por violencia física o sexual: alteración de la con-
ducta, retraso en la solicitud de atención médica e historia suministrada sin
la relación al tipo de lesión.
Maltrato físico: lesiones múltiples, diferentes estadíos de evolución, ci-
catrices múltiples no relacionadas a la historia suministrada y agentes
causales múltiples.
Agentes causales pueden ser: contundentes, cortantes, punzo cortantes,
térmicos y sustancias químicas.
Lesiones más frecuentes en niños(as): alopecia y hematomas en piel ca-
belluda, traumatismo nasal, laceración de frenillo, equimosis por sujeción
y estigmas ungueales y fracturas en sitios no comunes

—Traumatismo craneoencefálico o mixto.


—Traumatismos profundos: hematoma subdural, desgarro hepático,
hematomas retroperitoneales, infiltración hemática en intestino o me-
senterio, pancreatitis postraumática.

Diagnóstico diferencial: infecciones, enfermedades hemorrágicas e intoxi-


caciones, lesiones vasculares congénitas, fracturas patológicas, procesos
convulsivos y autolesionismo
Maltrato sexual: entrevista dirigida cuidadosa; actitud deprimida angus-
tiada o indiferente; el examen genital sólo deberá realizarse en casos urgen-
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 21

tes; exploración de áreas genital, paragenital y extragenital; tomar mues-


tras de secreción vaginal o anal.
Abandono: desnutrición severa con procesos infecciosos, problemas in-
fecciosos complicados, descuido en la higiene, escaras de decúbito infec-
tadas y profundas, retraso en la solicitud de atención médica e inanición.
En niños(as): retraso en el crecimiento y pérdida de peso por deprivación
alimentaria, síndrome de deprivación emocional, intoxicación por sedan-
tes o hipnóticos, negligencia en seguridad y explotación de menores.

CONCLUSIONES

—Pasar por alto el diagnóstico conlleva el riesgo de nuevos daños e


incluso la muerte.
—Es importante evitar la “victimización iatrogénica”.
—El equipo de salud deberá establecer diagnósticos médicos y no “de-
litos”.

Mi exposición también debía haberse llamado de terapia “encimática”,


porque voy a estar encima de lo que estamos viendo todos los días, estar
encima de los que estamos en contacto con las gentes, estar encima de estar
más allá de lo que generalmente todos los días platicamos.
LA VIOLENCIA FAMILIAR Y LOS DERECHOS HUMANOS:
POSIBLES ALTERNATIVAS PARA SU ERRADICACIÓN

Ricardo Ruiz Carbonell

El tema que voy abordar, como el título lo dice, es las posibles alternati-
vas para disminuir o, en el mejor de los casos, erradicar el fenómeno de la
violencia familiar. Como ven es un tema bastante arduo, un tema difícil,
porque como bien han comentado mis compañeras que me han antecedi-
do, efectivamente el tema de la violencia familiar no es un fenómeno nue-
vo, existe desde tiempos inmemoriales.
Si bien es cierto que hará un par de décadas que las instituciones públi-
cas, los gobiernos y las administraciones de alguna u otra forma tomaron
conciencia de que efectivamente el fenómeno de la violencia no debía ser
única y exclusivamente un fenómeno de índole privada, es hasta hoy que
se han tomado diversos tipos de acciones para poder variar esta situación.
En relación con la violencia siempre hemos concebido que la sociedad
tome conciencia, pero no nos quedan más que dos alternativas para poder
erradicarla, o por lo menos que ese índice masivo de violencia que existe
a diario disminuya. Una es desde el enfoque de la prevención. Efectivamen-
te, la prevención, como lo hemos comentado, los principios, los valores, es
un poco la suma de todos estos tipos de valores lo que nos va a permitir vivir
en un clima donde podamos decir que hay libertad, hay tolerancia y hay res-
peto. ¿Cuáles son, desde el punto de vista de la prevención, algunas de ellas?
En primer lugar, la necesidad de que se creen y proliferen centros en los
cuales las víctimas de violencia tengan conocimientos, tengan conciencia
de qué pueden hacer una vez que deciden decir ya basta y de alguna u otra
forma intentan poner ya sea alguna denuncia o demanda. Es cierto que 30
años atrás no existían centros asesores ni centros informadores, la orien-
tación que se daba era nula y efectivamente, gracias a Dios, hoy es cierto

[23]
24 VIDA CON CALIDAD, A. C.

que existen DIF, centros de información, Comisiones de Derechos Huma-


nos, Procuradurías y organizaciones civiles, los cuales apoyan a las vícti-
mas en cualquier tipo de situación o las pueden orientar. No olvidemos en
este sentido a las víctimas, pues como comentaba mi compañera Marcela,
en ellas recae ese tipo de violencia.
Yo he trabajado durante 17 años directamente con víctimas de violen-
cia y es cierto que ese proceso de una acumulación, de una actuación, de
una posible reconciliación posterior, es una situación radical y es cierta,
pero tampoco hay que olvidar otra cuestión y es el hecho de que muchas
mujeres suman una serie de factores, lo cual hace que perpetúen esa situa-
ción de violencia. Me refiero a ese desconocimiento, a ese no saber qué
hacer, a esas amenazas, a esa situación en la cual la incertidumbre es lo
que prima. Al margen de ello estoy consciente de que este tipo de centros
deben proliferar, pero eso sí, coordinados de una forma interdisciplinaria, de
una forma interrelacionada, de modo que efectivamente cuando una víctima
decida poner fin a su asunto tenga una serie de respaldos a nivel psicoló-
gico, jurídico, social, económico y familiar que de alguna u otra forma los
apoye para que esa decisión que han tomado, tras soportar durante muchí-
simos años en silencio en la mayoría de los casos, ese sufrimiento, puedan
ponerle fin a ese proceso.
Otra cuestión para mí elemental es la educación. Cuando estamos ha-
blando de educación, como bien comentaba la licenciada Ninfa Delia,
pienso en valores. Pero esa educación la tenemos que trabajar desde un
punto de vista muy importante, no solamente la educación de la propia
sociedad sino también la educación en la familia. Efectivamente, en la
familia es donde se adopta una serie de roles, de condicionantes, los cuales
van a hacer que esos niños que tal vez desde su infancia, desde su juven-
tud o en su adolescencia puedan ser víctimas o puedan ser testigos de vio-
lencia, el día de mañana no aprendan esa conducta y esto sea una cues-
tión que se repita nuevamente con sus esposas, con sus compañeras, con
sus hijos.
La no educación nos afecta a todos, desde un plomero, un ministro, una
persona que trabaje en una gran empresa, una persona que sea pobre, rica,
de una religión o de otra. No olvidemos que efectivamente la violencia por
desgracia no respeta ni edad, ni color, ni número de hijos, ni estatus social,
ni condiciones económicas, es decir, cualquier grupo o integrante de una
familia puede ser y de hecho es vulnerable a la hora de hablar de violencia
familiar.
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 25

De alguna u otra forma todos estamos implicados en este proceso, pero


se hace necesario resaltar tres grupos. El de los profesionistas, que por esa
característica propia que se da en ellos pueden aportar mucho a la hora de
intentar trabajar la cuestión de la violencia familiar. En primer lugar, me
estoy refiriendo a todo el equipo del magisterio, la educación, profesores,
cuidadores, maestros, porque no olvidemos que ellos son muy buenos
canalizadores a la hora de poder detectar la violencia. Hay que resaltar que
en ocasiones ellos tal vez están mucho más en contacto con esos niños
que sus propios padres. Cambios bruscos en un menor, como puede ser el
hecho de que un niño muy alegre, muy normal, de repente se vuelva un niño
muy pensativo, tímido, introvertido, o viceversa, niños que son de repente
muy hiperactivos y que generalmente acuden a la escuela bien vestidos, bien
aseados, con su bocadillo, de repente no acuden. Ahí podemos estar hablan-
do de unos indicadores que nos pueden llevar a la situación de que efecti-
vamente estamos hablando de que ese ausentismo escolar, ese abandono a
la escuela, no es por cuestiones extremas, por cuestiones circunstanciales,
sino que es porque en esa familia se genera violencia, en alguna de sus
formas.
Otro grupo importante es el que trabaja en el ámbito sanitario: médicos,
enfermeras, personal de primera asistencia, etcétera. Hay avances. Nos en-
contramos con que actualmente aquí mismo en México tenemos la norma
oficial mexicana que regula e implica también una serie de obligaciones
para los facultativos o cualquier personal que trabaje dentro de la familia
o en el campo sanitario, pero estamos hablando de que cuando vemos los
perfiles de los maltratadores, los perfiles de los victimarios, efectivamen-
te hay un denominador común: son personas que en lo general en su infancia
fueron víctimas, fueron testigos de violencia, tienen una autoestima muy
baja, son sumamente dependientes de su propia víctima. Estamos hablan-
do de personas que tienen niveles de celos altísimos; de hecho hay estudios
que así lo reflejan, en que gran parte de los maltratadores poseen un nivel
de celotipia a nivel de paranoia, estamos hablando en este sentido de que
esas víctimas están conviviendo con un enfermo mental con una serie de
repercusiones y de agresividades que no se controlan.
Tenemos que desvirtuar o desmitificar por supuesto el hecho de que mu-
chas personas que comprende la sociedad se consideran más propensas a ser
maltratadoras, como aquellas personas que son rudas en sus actos, mal edu-
cadas, que tienen algún tipo de dependencia, ya sea drogadicción, alcoho-
lismo, desempleo o que son pobres. Eso no es cierto, pues la violencia fa-
26 VIDA CON CALIDAD, A. C.

miliar, como les comenté, no respeta edad, ni educación, ni religión, ni


número de hijos, ni estatus.
Hay muchísimos maltratadores a los cuales yo les llamo de guantes blan-
cos, justamente lo contrario de toda esta serie de condicionantes que les
comenté. Son personas muy bien vistas, profesionistas, refinados en sus
actos, educados, muy bien vestidos y efectivamente fuera del hogar son per-
sonas que les importa mucho el qué les pueda decir la sociedad y actúan de
una forma y cuando están entre cuatro paredes son idénticamente tan
maltratadores como el otro prototipo que les digo. Ahí la labor de los mé-
dicos, la labor del personal que atiende en primera instancia puede ser
sumamente positiva porque yo siempre digo lo mismo: en esta ocasión este
tipo de maltratadores se le suma otro calificativo u otro descalificativo más,
para mí son excesivamente cobardes. ¿Qué es lo que ocurre? Pues que una
vez que cometen la agresión se asustan por dos cuestiones, una por la re-
presalia de que pueden ser objeto y otra por esa sociedad que tiene muy
establecido, muy visto, que se pueda derrumbar esa situación que ellos
consideran normal. ¿Qué ocurre? Que en muchas ocasiones acompañan a
sus propias víctimas cuando éstas acuden al médico, entonces, las víctimas
suelen manifestar una mirada ausente y no articulan palabras. Todo ello
puede ser indicador de que efectivamente esa agresión ha sido causal en la
cual la esposa ha tropezado o ha caído por las escaleras. Ahí la labor que
puede desempeñar el personal facultativo es muy importante.
Por último, hay otro estamento al que se le debe involucrar muchísimo
en este sentido. Me refiero a todo lo que afecta en el campo de la justicia.
Es cierto que durante muchísimos años —en concreto cuando hablamos
de violencia de géneros, de violencia doméstica— a las mujeres se les ha
venido discriminando, se les ha marcado diferencias muy negativas con
respecto a los varones por el mero hecho de ser mujeres. Hasta ahí la so-
ciedad como tal, las propias leyes, reflejaban muchas situaciones que de
alguna u otra forma afectaban al campo de los hijos, a las cuestiones de ín-
dole personal, a la administración de bienes, en el campo del trabajo y efec-
tivamente es cierto que hoy en día ha habido una evolución. ¿Qué debemos
de hacer? Que los jueces, que el personal que trabaja en justicia esté sen-
sibilizado, y que lo que regulan las leyes se cumpla.
En este sentido propondría una situación que pueda ser positiva partiendo
de ese desconocimiento que yo les comentaba anteriormente. Es cierto que
cuando una víctima decide poner fin a su asunto debe de empezar un peri-
plo muy triste, muy lamentable y que en ocasiones hace que todas esas
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 27

dificultades conduzcan a la víctima a desistir del proceso judicial y retor-


nar con su victimario. Lo que ocurre es que se crean cambios específicos
dentro de la violencia familiar que podrían resultar sumamente positivos,
porque en primer lugar si cuando una persona acude a un juzgado tuviese
un asesoramiento psicológico, social y jurídico, al margen de ello qué ocurri-
ría también. Si estas personas tuviesen también en un mismo lugar la trami-
tación de su expediente civil, de divorcio o de separación y su denuncia pe-
nal por maltrato o por agresión, efectivamente eso podría ser otra alternativa
que nos podría ayudar un poco más a intentar disminuir la violencia y para
ello, como siempre, basarnos en la sensibilización, en la concientización, en
suma, en la educación.
¿Qué más podemos hacer? Trabajar la cuestión de la investigación.
Como les comentaba, básicamente durante dos décadas —casi tres déca-
das— ya ha habido una apertura social en la cual se ha considerado que se
debe de trabajar conjuntamente el fenómeno de la violencia. Pero si nos
remitimos a cuáles son los estudios, cuáles son las investigaciones, cuáles
son las indagaciones que existen al respecto, les puedo asegurar que son
muy pocos los estudios que puedan ser determinantes, que puedan ser fe-
hacientes a la hora de poder tomar una base para poder trabajar conjunta-
mente la investigación y la realidad práctica.
Otro tema muy importante para mí es el de los medios de comunicación.
Es fundamental la labor de los medios de comunicación, siempre planteo
lo mismo, los medios de comunicación pueden desempeñar una labor muy
propositiva a la hora de decirle a la ciudadanía que todos y todas debemos
considerar la violencia familiar como un tema que nos afecta. Algunos pe-
riodistas, la denominada prensa amarillista, que en ocasiones ese trabajo en
vez de articularlo en beneficio de todos y de todas lo que hace es reflejar
una serie de situaciones negativas que potencian —y esto lo digo con ex-
periencia— el que tras un mal programa de televisión, tras una mala infor-
mación periodística, efectivamente el número de agresiones, el número de
maltratos, sea superior. Ello es una de las cosas que desde el punto de vis-
ta de la prevención se puede trabajar. Es cierto que en muchas ocasiones
todas estas cuestiones de información, de orientación o de recursos prima-
rios no son suficientes a la hora de poder trabajar la violencia. Tenemos que
ir desligando por cada colectivo cuáles son sus necesidades prioritarias para
atajarlos en ese sentido.
Cuando me refiero a la violencia de género, en primer lugar me parece
que se hace necesario mencionar que aquí en Monterrey, Alternativas Pa-
28 VIDA CON CALIDAD, A. C.

cíficas trabaja en darles refugio a mujeres maltratadas, y para los hijos de


éstas existen albergues o refugios de estas características. Me llama la aten-
ción en este sentido, no es la panacea, pero me pregunto si tal vez sería más
positivo que se creasen casas o albergues para hombres y se les ingrese allí,
y las mujeres pudiesen seguir viviendo en su domicilio o con sus vecinos,
porque hay compañeros que dicen que de cada 10 mujeres, nueve salen ade-
lante. No es cierto, yo pienso como dicen ustedes que ya es ganancia si de
10 casos cinco rompen con su vínculo con el agresor y cinco retornan. Es
así más o menos, es cierto, es un albergue el cual puede ser muy positivo
para que las mujeres momentáneamente tengan un apoyo psicológico, un
apoyo emocional, un apoyo jurídico, pero tenemos que plantearnos que ellas
tengan que salir de la casa como si fueran delincuentes y los hijos sean en
gran medida los mayores perjudicados, porque se les aísla de sus compa-
ñeros de trabajo o escuela, se les aísla de sus vecinos, de su entorno comu-
nitario. Es decir, que tenemos que plantearnos esa situación. De todas for-
mas les repito que cualquier recurso que exista es muy positivo .
Qué más podemos hablar para poder erradicar la violencia. Hemos crea-
do muchos centros, muchos apoyos que ayuden a la víctima, pero mientras
no se trabaje de raíz con los victimarios jamás podremos acabar la violen-
cia, porque tenemos que tener en cuenta que muchos agresores, cuando ya
se divorcian, cuando ya se separan, dejan de maltratar a sus esposas y a sus
hijos, pero como ya es normal hay una segunda convivencia, un segundo
matrimonio. Por lo tanto, si no se trabaja de raíz el fenómeno tanto desde
el punto de vista de la víctima como del victimario, pues pienso que nun-
ca podremos erradicar la violencia.
Qué otro punto podemos tocar, pues efectivamente hay otra cuestión que
se está dando en ciudades de países europeos. Me refiero a dispositivos
corporales para las víctimas que tienen riesgos muy altos, muy elevados;
dispositivos que las ayudan para avisar inmediatamente a la policía.
En fin, como ya planteamos son muchos los recursos que se invierten en
este aspecto. Es una tarea ardua que tenemos que enfrentar todos y todas,
que nos llevará mucho tiempo, pero como ya hemos visto se han dado al-
gunos pasos positivos con respecto a esto, que es buscar la forma de erra-
dicar la violencia.
Muchas gracias por esta invitación. Nos satisface que se realice este tipo
de eventos donde todos podamos confrontar y exponer nuestros criterios
con respecto al tema de la violencia familiar.
RUTA HACIA EL BUEN TRATO DE NIÑOS,
NIÑAS Y ADOLESCENTES. EL MALTRATO INFANTIL

Leonor Guadalupe Zavala de Mireles

CONCEPTO

El maltrato infantil es toda aquella acción u omisión hacia un menor de edad


que ponga en riesgo su desarrollo biopsicosocial, ocasionado por padres,
tutores, custodios o maestros, con las características de intencionalidad y
habitualidad, dejando huellas físicas, psíquicas y morales de este maltrato.
Clases de maltrato: físico, psicológico, explotación, negligencia, desam-
paro, abandono, abuso sexual y menor en riesgo.
Maltrato físico: es toda aquella agresión que se ejerce en el cuerpo del
menor y que tendrá como consecuencia un daño en su integridad física y
su salud. Las consecuencias que se presentan van desde marcas o huellas,
hasta la muerte.
Maltrato psicológico: es toda aquella forma de hostilidad, agresión ver-
bal, amenazas, exposición a presenciar violencia física sobre terceros, in-
cluyendo la privación del afecto y la estimulación necesaria para su sano
desarrollo que puede llegar hasta el encierro o confinamiento del menor.
Explotación: consiste en lucrar con el trabajo infantil, en tanto es obli-
gación de los padres o tutores cubrir todas las necesidades básicas de los
menores
Negligencia: forma de maltrato pasivo que ocurre cuando las necesida-
des tanto físicas como de alimentación, abrigo, higiene, salud, protección,
educación y vigilancia de las situaciones potencialmente peligrosas no son
atendidas por quienes tienen a su cargo al menor.
Desamparo: se da en cualquier menor que se encuentre solo en deter-
minado momento, que no haya familiares reconocidos ni localizables.

[29]
30 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Abandono: se presenta ante la ausencia prolongada o reiterada de quie-


nes tienen a su cargo el cuidado y protección del menor, llegando incluso
a la exposición del mismo.
Abuso sexual: se da bajo cualquier forma de contacto sexual, estimu-
lación física, verbal o visual que esté dirigida o involucre los genitales del
menor o los del adulto que abusa de él con objeto de obtener la excitación
y/o gratificación sexual del adulto. La intensidad del abuso va desde la
exhibición hasta la violación.
Menor en riesgo: se refiere a situaciones extraordinarias que generan el
pronóstico de que en un futuro inmediato el menor sea víctima de alguna
forma de maltrato.

ACCIONES DEL DIF EN EL ESTADO DE NUEVO LEÓN


CONTRA EL MALTRATO INFANTIL

Departamento de Atención Integral al Maltrato en el Menor y su


Familia adscrito a la Procuraduría

Objetivo: detectar, diagnosticar y proporcionar tratamiento y rehabilitación


a las familias con dinámica de maltrato al menor; así como de contribuir a
la modificación de pautas de conductas violentas en el seno familiar, por
otras adecuadas y de carácter funcional.

DIRECCIÓN DE PROTECCIÓN AL MENOR Y LA FAMILIA

Procuraduría Comunidades
DIMME Depto. Mejores
de la Defensa Infantiles de Nombre por
Atención al de Menores
del Menor y la Guarda y definir
maltrato Adopciones
Familia Custodia

Estancia
Los Ángeles Gonzalitos
temporal
(0 a 3 años) (3 a 12 años)
(12 a 17 años)
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 31

Estrategias: recepción de reportes por la vía telefónica, personalmente,


por oficio o de instituciones; visitas domiciliarias de investigación de los
equipos técnicos; diagnóstico-pronóstico positivo o negativo; asesoría so-
cial y tratamiento psicológico a la familia afectada y seguimiento en cada
caso.
Delegaciones adscritas: las comunidades infantiles brindan asistencia
legal a menores ingresados en comunidades infantiles del sistema DIF
Nuevo León, a fin de establecer para el menor su proyecto de vida.
La Delegación adscrita al Departamento de Adopciones tramita ante las
autoridades judiciales competentes los procedimientos de adopciones de
menores, especialmente los ingresados en comunidades infantiles del sis-
tema DIF Nuevo León.

Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia

Objetivo: procurar la defensa de los derechos de las niñas, los niños y los
adolescentes del estado de Nuevo León; y la atención integral de los miem-
bros más vulnerables de la familia como son los ancianos, los discapa-
citados y los incapaces.

Comunidades Infantiles de Guarda y Custodia

Objetivo: albergar en forma temporal a menores que son sujetos de asis-


tencia social y que se encuentran en situaciones especiales, tales como
abandono parcial o total, desamparo, expósito, maltrato físico y/o psicoló-
gico, explotación, abuso sexual, negligencia y menores cuya situación le-
gal los coloca en condiciones de ser adoptados en las siguientes sedes.

—Los Ángeles, donde albergamos a niños de 0 a 3 años de edad.


—Gonzalitos, donde albergamos a niños de 3 a 12 años de edad.
—Estancia temporal, donde albergamos a niños de 12 a 17 años de
edad.

En enero de 2001 había en las Comunidades Infantiles 140 menores.


Durante el año hubo 460 nuevos ingresos y en total se produjeron 440
egresos con familia nuclear, extensa, adoptiva o a otra institución, además
de 34 reingresos que tuvimos. Por lo tanto, al final del año brindamos al-
bergue y cuidados a 181 menores.
32 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Departamento de Adopciones

Objetivo: brindar una familia a los menores en estado de abandono, des-


amparo, orfandad e incapacidad de los padres, mediante la investigación
de la solvencia moral y emocional del adoptante, vigilando la integra-
ción de los adoptados, así como brindar apoyo a madres gestantes en si-
tuación de desamparo.
Durante 2001 se realizaron 54 adopciones internas y 63 adopciones exter-
nas, sumando un total de 117 los menores que fueron integrados a una familia.

Programa de Madres Gestantes

Objetivos: brindar atención multidisciplinaria a toda mujer embarazada en


situación de desamparo; proporcionar los servicios de asistencia social y
psicológica a mujeres en estado de gestación o lactancia en condición de
desamparo y sobre todo proteger al producto para que no sea recado, aban-
donado o muerto.
Servicios brindados:

a) Atención médica, prenatal, parto y posnatal.


b) Atención en el área social (albergue, despensa, medicamentos y ca-
nalización a bolsa de trabajo).
c) Orientación y atención psicológica.
d) Orientación jurídica.

Metas y beneficios:

a) Evitar el abandono de los menores.


b) Evitar su institucionalización.
c) Reforzamiento del vínculo madre-hijo.
d) Atención oportuna en el embarazo.
e) Agilizar y facilitar la integración del menor a una familia alternativa
cuando sea el caso.

Campaña “No tires una vida a la basura”

En noviembre de 2000 se lanzó la campaña “No tires una vida a la basura”,


del Departamento de Adopciones, la cual trajo como beneficios que el nú-
mero de menores expuestos en la vía pública disminuyera notablemente.
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 33

Mejores menores

Objetivo: otorgar atención integral a menores trabajadores en la vía públi-


ca y espacios cerrados que se consideran en riesgo y a las familias de és-
tos, a través de diversas estrategias que favorezcan el mejoramiento de su
calidad de vida, con la finalidad de integrar familias autosuficientes.
Estrategias:

—Atención en zonas receptoras en horario diurno.


—Brigada nocturnas.
—Menores migrantes y de la calle.
—Seguimiento a nivel municipal.
—Casa club.

Brigadas “Tiende una mano a los niños de la calle”

Mejores Menores brinda atención y protección a los menores que en la calle


o en lugares públicos realizan actividades de riesgo o son objeto de explo-
tación laboral, para en su caso solicitar al Ministerio Público el ejercicio
de las acciones legales correspondientes.

CENTRO DE ATENCIÓN A LA VIOLENCIA FAMILIAR (Cavifam)


CENTRO DE ORIENTACIÓN FAMILIAR (Cofam)

Objetivo: brindar atención psicológica y social tanto a la mujer, al hom-


bre o a los hijos que hayan sido víctimas de alguna forma de violencia,
así como también al causante o perpetrador de la violencia, creando pro-
gramas de tratamiento y recuperación, con la finalidad de la integración
familiar, así como la prevención, a través de cursos, conferencias, talle-
res, etcétera.

Programas de prevención

Estos centros cuentan con algunos programas educativos destinados a


combatir la violencia familiar. Entre ellos tenemos el Programa de Vio-
lencia Familiar en Comunidad y el Programa Académico de Violencia
Familiar.
34 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Violencia familiar en comunidad

Objetivo general: sensibilizar a la comunidad sobre la problemática de la


violencia familiar, promoviendo una cultura de la búsqueda de ayuda.

Curso violencia familiar

Objetivo general: proporcionar a la policía herramientas que le permitan


intervenir adecuadamente en los casos de violencia familiar.
Objetivos específicos:

—Proporcionar información sobre la violencia, causas y efectos.


—Dar relevancia a la labor del policía en los casos de violencia fa-
miliar.
—Facilitar un abordaje eficiente en los casos de violencia familiar.
—Promover en el policía la imagen de un servidor público que ofrece
seguridad.
—Promover la no violencia en las familias.
—Desarrollar en el policía una conciencia hacia una cultura de paz en
la comunidad.
LA SITUACIÓN HUMANA:
UN PUNTO DE VISTA FEMENINO

Lídice Ramos Ruiz

Quiero hablar de la situación humana para que reflexionemos en varias co-


sas. Para mí, desde el punto de vista de los filósofos y las filósofas, la si-
tuación humana es un intercambio que se da entre los seres humanos, pero
que se rige por valores, por normas, por reglas y lo que me interesa remar-
car es que vivimos en una sociedad en donde las reglas, los valores y las
normas son sexistas. A los hombres se les permiten ciertas cosas y a las mu-
jeres se nos permiten otras cosas, por eso reitero que en nuestra sociedad
las normas, las reglas y los valores están sexuados.
Cuando queremos buscar la ruta hacia la paz tenemos que darnos cuen-
ta de que si las normas, las reglas y los valores están sexuados como estoy
tratando de reafirmar, en qué nos determinan como personas nuestras op-
ciones, nuestras actividades, nuestras formas de ver el mundo, la forma en
que vemos a los demás y por lo tanto no los miramos como humanos, los
miramos como hombres y como mujeres y estamos tan acostumbrados y
acostumbradas a vivir estas dos normas que parece que es lo normal, deci-
mos que la sociedad determina que para las mujeres tienen que existir cier-
tos compromisos, ciertas reglas, y para los hombres otras, por qué no me
conformo con esto, para qué me pongo a buscar conflictos.
En la economía le llamamos economía cualitativa a una concepción de
calidad de vida, pero a los y las economistas se nos ha dificultado “medir
la calidad de vida de los seres humanos, cuáles son las variables, cuáles son
los indicadores que tenemos que manejar para este concepto”, y lo primero
que me pregunto es cómo se formó la división social del trabajo, que es la
piedra angular de la cual parten muchas de las ciencias sociales, y al dar-
me cuenta que no hay una división social del trabajo de forma estricta, sino
que en la división social del trabajo hay una división sexual del trabajo.

[35]
36 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Descubrir esto me dio claridad sobre la situación humana. Los clásicos de


la sociología dicen, a partir de uno de los conceptos claves, cómo es que,
mediante la división social del trabajo, se organizan las sociedades para su
proceso de producción y reproducción. Pero desde entonces ya hay una or-
ganización sexual del trabajo, que me da una clave importantísima, enton-
ces, si para producir y para reproducir a la sociedad parto de una división
sexual del trabajo, o cuando organizo a la sociedad, cuando doy normas,
cuando doy reglas de cómo se estructura, ya lo estoy dando sexualmente,
ya estoy diciendo que las mujeres se van a encargar de la reproducción y
los hombres de la producción. La reproducción es lo repetitivo y la produc-
ción es lo creativo, las mujeres en lo repetitivo y los hombres en lo creativo.
Así que ya entendí muchas cosas de las normas y las reglas, entonces la
mayor parte de las sociedades y la mayor parte de las sociedades patriarcales
que son casi todas, cómo le hacemos para encontrar una ruta para la paz,
después de lo que acabamos de escuchar, pues estamos buscando una uto-
pía, una esperanza de que la violencia se pueda acabar.
Pero cómo se puede acabar la violencia si desde ya sin pensarlo, sin
cuestionarnos, vivimos bajo los parámetros de dos normas sexualmente
dadas. Si no los cuestionamos, pues no los diferenciamos, no los entende-
mos como humanos, no podemos hacer un nuevo camino, una nueva ruta
hacia la paz. Digo esto porque si me conformo con decir que las normas
están dadas por la sociedad, si los seres humanos somos los que creamos
las normas y las reglas para vivir y convivir en sociedad, pues las podemos
cambiar, no nos preguntamos o no reflexionamos sobre ellas porque tene-
mos que alejarnos de ciertos hábitos de pensamiento. Cuando tenemos que
alejarnos de los hábitos con los que tradicionalmente pensamos, o nos da
flojera o nos mueve, o nos inquieta, o nos pueden acusar de transgresores.
Pero eso no es muy preocupante. Yo me preguntó después de esto, cómo
es posible que para las mujeres del siglo XXI no nos dé satisfacción la idea
de que haya una igualdad de derechos sociales respecto de los hombres, por
qué no nos sentimos aún satisfechas con haber conseguido la igualdad ju-
rídica.
Qué más nos falta. Pues muchas cosas, porque la igualdad jurídica lo
único que hace es que nos considera ciudadanas, pero eso no significa que
nos consideren humanas. Las ciudadanas y los ciudadanos tenemos obli-
gaciones y derechos jurídicos por el hecho de vivir en sociedad, pero eso
no necesariamente nos da un calificativo de seres humanos. Lo de la situa-
ción humana para mí tiene que conquistarse más allá de la igualdad jurídi-
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 37

ca, por eso creo que la ruta hacia la paz es saber cómo podemos transgre-
dir la cultura en la que hemos vivido, cómo podemos buscar que los hom-
bres también se comprometan con la reproducción, cómo podemos buscar
mecanismos en los que haya el compromiso de la reproducción social por
parte de los varones, cómo hacer que los hombres se sientan realmente
papás, cómo hacer que los hombres se sientan realmente parte de la casa y
el hogar, cómo hacer que se sientan afectivos, se sientan cariñosos, se sien-
tan parte de la comunidad humana, y le bajen un poco a la soberbia que les
da su género masculino. Es complicado, pero se puede.
Cuando pensamos en la situación humana, si se ha caminado un poquillo
porque al menos muchas de las mujeres hemos entendido que tenemos una
exclusión originaria, hemos sido excluidas del paraíso social, en el momen-
to en que se crearon dos normas diferenciadas, en el momento en que se hizo
una división sexual del trabajo, en el momento en que se repartió las car-
gas laborales y las cargas de las responsabilidades sociales para manejar el
mundo y si esto se ha logrado a mí esto me ha parecido muy importante, y
siempre lo digo.
Cuando en 1995 en Pekín se publicó un manifiesto en la cuarta confe-
rencia en el que se dijo que los derechos de las mujeres son derechos hu-
manos, aquello me pareció espeluznante, pues yo soy mujer y he tenido
muchos derechos y pensaba que me sentían humana y de momento me
cuestionan que los derechos de las mujeres tienen que ser derechos huma-
nos. ¿Qué está pasando aquí? Por eso les digo que en ese momento me
pregunté si las mujeres no éramos humanas, si no estábamos dentro de las
normas. Por eso éramos invisibles, hay normas que decían, que las socie-
dades se van a reproducir, tienen las tareas de las mujeres, siempre son las
de la rutina, pero y lo creativo y lo imaginativo y lo transformador. Enton-
ces las mujeres no hacemos cultura; de acuerdo con las normas de una cul-
tura patriarcal, la cultura es del patriarca.
Cómo buscar que caminemos hacia la paz, a partir de 1995 me sentí exce-
lente, pues soy profesionista, tengo un nombre, he conseguido una igual-
dad jurídica, tuve una familia muy liberal, los hombres y las mujeres pueden
ir a la universidad. Pero resulta que no era humana, fíjense la importancia
que ha tenido esa frase, para que muchas de las luchas de las mujeres, des-
pués de 1995, esta misma de la violencia intrafamiliar, aunque me dicen
que siempre ha existido, pues sí porque siempre han existido dos normas,
una para los hombres y otra para las mujeres, pero es que no lo podemos
reconstruir, no lo podemos transformar. Claro, lo estoy planteando en tér-
38 VIDA CON CALIDAD, A. C.

minos muy globales y ustedes están acostumbrados a trabajar con térmi-


nos muy específicos, son sujetos muy específicos.
A la filósofa Hannah Arendt no le satisface el concepto de situación hu-
mana, sino de condición humana. Si vemos que a la condición le quitamos
lo sexual y tenemos la idea que hombres y mujeres como humanos, tenemos
tres condiciones generales para ser humanos: la primera es que los hom-
bres y las mujeres en tanto humanos tenemos una idea de vida y tenemos
una idea de cómo mantener la vida. No nada más las mujeres somos dado-
ras de vida y mantenemos la vida, también hay que darle su parte a los
varones y si los varones lograran tener la conciencia individual de que deben
mantener la vida y que también son dadores de vida y que en eso sí nos ne-
cesitamos unos a otros para reproducir la especie, entonces ahí no nos ve-
mos como hombre y mujer sino como humanos.
Otra de las condiciones generales es que como humanos pensamos ge-
nerar o crear aparatos, artefactos o instrumentos que modifiquen nuestro
esfuerzo físico, siempre buscamos facilitarnos el esfuerzo de la producción
o la reproducción económica y material para tener tiempo de ocio y eso es
común a los hombres y a las mujeres como condición humana. Otro aspecto
importante que maneja Hannah Arend es que tenemos que producir accio-
nes donde todos y todas seamos sujetos de pluralidad política. Entonces las
tres condiciones son: tener la idea de vida y mantenerla, producir apara-
tos que nos permitan hacer el menor esfuerzo físico y producir acciones en
la que todos y todas seamos sujetos de una pluralidad política. Ésas son para
Hannah Arendt las condiciones que determinan lo humano.
Si nos ponemos a reflexionar pues encontramos que es cierto. Cómo
lograr que los hombres y las mujeres nos sintamos responsables de la vida,
en cómo mantenemos la vida de los seres humanos, porque generalmente
si ustedes lo ven, las guerras del siglo XX fueron entre hombres y las víc-
timas de las guerras en todas las sociedades patriarcales somos las muje-
res, porque al acabar las guerras se da el tráfico de mujeres, o la venganza
de un hombre contra otro, es violar a las mujeres del otro grupo, como se
hizo en la guerra en Croacia, pues los católicos violan a las mujeres mu-
sulmanas y los musulmanes violan a las mujeres católicas y ahí se van.
Generalmente cuando se analizan desde las perspectivas de género las
guerras, no nada más las del siglo XX sino cualquier otra guerra, uno se
encuentra con las etapas más precapitalistas, se acababan las guerras cuando
se repartían el botín que eran las mujeres. En el siglo XX la reconstrucción
europea la hacen las mujeres. La prueba más palpable es que yo me llamo
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 39

Lídice, porque es una ciudad checoslovaca que reconstruyeron las muje-


res, fue arrasada por los nazis y las mujeres que lograron sobrevivir en los
campos de concentración, después fueron a reconstruir la ciudad, ladrillo
sobre ladrillo, piedra sobre piedra, los niños que estaban aptos, los adoles-
centes, pues eran los que iban a servir para la reproducción de estas locu-
ras nazis de la raza aria y los bebés que no se podían mantener solos se los
llevaban en adopción.
Cuando escucho las campañas de adopción como una solución a la vio-
lencia intrafamiliar, recuerdo los resultados de las de la Segunda Guerra
Mundial. Quién sabe lo que pensarán los europeos, porque fue muy inte-
resante, fueron muchos niños los que los nazis dieron en adopción, porque
no podían mantenerlos, los que sobrevivieron son ahora personas de mi
edad que nos cuentan sus historias y sus formas de ver la vida, no porque
les haya ido mal como seres humanos, sino como los marcó la adopción.
No quiero tergiversar la idea porque es una idea positiva.
En esta ruta hacia la paz, esta condición humana de Hannah Arendt les
serviría muchísimo y a mí me sirve como tip para buscar salidas. Otro tip
que me parece muy importante es cómo poder apoyarnos y entender la
perspectiva de género, cómo poder desafiar la cultura patriarcal de las dos
normas y cómo hacer esfuerzos para ir globalizando la idea de que hay que
eliminar varias de las normas explícitas que tiene esta cultura patriarcal;
esto es para mí una corriente, una postura ideológica, pero que utiliza es-
tas dos normas de una manera extraordinaria porque a partir de la aplica-
ción de decir “esto le corresponde a las niñas”, “esto le corresponde a los
niños”, “los niños no tienden la cama”, “las niñas no jueguen con un carri-
to”, esa relación que vamos fomentando desde siempre —las mujeres no
se pongan pantalones o si se los ponen de cierta características, los hom-
bres no son tiernos— y vamos obrando por estas dos normas, al aplicar en
nuestras especialidades sicología, abogacía, medicina, una idea de qué pro-
pone la perspectiva de género yo me permitiría decirles cuatro o cinco
cosas.
Dentro de las teorías de género está la explicación que da J. Scott, que
es una historiadora que nos dice: “el género me permite entender las rela-
ciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos, el gé-
nero es la forma primaria de relaciones sociales significativas de poder”;
Pierre Bourdieu, por ejemplo, nos dice que “el género es el filtro cultural
con el cual interpretamos el mundo, pero también puede ser una gran ar-
madura que constriñe nuestra actual polaridad”. Si no decimos soy mujer,
40 VIDA CON CALIDAD, A. C.

y pienso como mujer, no soy hombre y pienso como hombre y nos pone-
mos esa armadura, vamos a buscar entender el mundo, pero con estas dos
normas que no nos hacen humanos, cómo entenderlas. La única caracterís-
tica que nos diferencia de los demás animales es la capacidad de la liber-
tad, nosotros como seres muy parecidos a algunas especies de animales
tenemos esa gran diferenciación, cómo conseguir la libertad humana, hay
que conseguirla. Pero como dice Bourdieu, “pensar que el género como
hecho cultural con el que vemos el mundo, o verlo con un armadura que nos
constriñe nuestra capacidad de libertad humana”, es una forma primaria de
relaciones de poder.
Cuando analizo desde la academia por un lado o por el otro la perspec-
tiva de género, me encuentro con una perspectiva bien interesante. La pers-
pectiva de género me da idea de procesos que me han diferenciado por el
sexo, procesos de subordinación de hombres arriba y mujeres abajo, pro-
cesos de dominación. Cuando analizo la perspectiva de género me delinea
perfectamente el peso que tiene la idea de la maternidad y no el peso que
tiene la idea de la paternidad. La maternidad es un arma de poder de las
mujeres y la ejercemos muy frecuentemente contra los hombres, pero los
hombres nunca ejercen la paternidad como un arma, y es un arma podero-
sísima como seres humanos para defenderse, y no la usan.
El género me ha permitido ver esas diferencias. También la perspectiva
de género me dice que las costumbres, las normas y las reglas establecidas
se pueden cambiar, no tienen por que seguir siendo las mismas, también
me dice que acepta la diferencia sexual, me siento feliz de ser mujer y quizás
un hombre se sienta feliz de ser hombre. Aceptar la diferencia sexual pero
no permitir que se convierta en una diferencia social. La perspectiva de
género, por supuesto, combate la división sexual del trabajo, y una cosa in-
teresante, entiende que la violencia social y cultural es producto de no
entendernos como iguales, como humanos. No entiendo a la otra como
humana, la vemos como cosa; no entiendo que me digan que los niños son
menores de edad, para poderlos controlar.
Me parece muy interesante esta perspectiva de género a partir de la cues-
tión de la violencia, yo la he visto por la violencia económica, pero véanlo
también como una violencia cultural, cuando no analizamos las dos nor-
mas que nos rigen, siempre estamos viendo al otro como un objeto, nunca
lo vemos como un ser humano.
La perspectiva de género nos ha despegado de esta concepción muy
biologisista que tiene la identidad de los seres humanos, muchas de las
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 41

cuestiones de nosotros como seres humanos siempre las remitimos inme-


diatamente, cuál es la que nació mujer, bueno es que nació hombre y a partir
de ahí damos una cantidad de justificaciones de cómo se comporta, de cuá-
les son sus conductas.
Hay otro punto que dentro de la perspectiva de género se analiza mucho.
Siempre el género es una categoría relacional, siempre va a tener que ver
con seres humanos, pero que no sea el sexo el que me determine mi condi-
ción humana. Hay toda una lucha en las ciencias sociales porque esto voy
a cambiarlo y hagamos lo siguiente: metamos al género como un eje trans-
versal en cualquiera de nuestras ciencias, si yo puedo analizar inclusive
cómo se construyó mi ciencia desde la perspectiva de género quizás me voy
a dar cuenta si he hecho las preguntas a partir de estas dos grandes normas,
porque nosotros sabemos como investigadores e investigadoras si vemos
el género nos vamos a dar cuenta que cuando entraban las mujeres o cuan-
do entramos las mujeres a la universidad empezaron a hacer aportaciones
diferentes de empezar a ver nuestra propia profesión. Por eso me duele
mucho cuando de repente veo una abogada con cuerpo de mujer, pero pien-
sa como hombre, tiene que ponerle su perspectiva de género y no tiene por
qué pensar como hombre.
El otro punto que me gustaría abordar es esto de la situación humana, que
me parece muy importante. A la violencia se le han puesto muchos adjeti-
vos, el que menos he escuchado es que existe violencia de géneros. Le da-
mos muchos adjetivos, pero hay una extraña exclusión al hablar de género y
en un trabajo que hicieron una serie de filósofos mexicanos trabajaron este
tema y es una de las constantes, hay violencia intrafamiliar, económica, po-
lítica, entonces empezaron a ponerle adjetivos e incluso se resistían.
El maestro Sánchez Vázquez dice que el término de violencia tiene una
carga muy negativa, porque siempre entraña una desarticulación, siempre
implica destruir la autonomía, la dignidad del otro, entonces la palabra
violencia por sí misma destruye una serie de valores que la sociedad mo-
derna está tratando de fomentar. Los otros estudiosos le dijeron que tenía
que utilizarla porque no tenían otra, no tenemos otra forma. Sabemos que
es un concepto negativo, indeseable, pero hay que usarlo para ver cómo se
contrapone a otro tipo de cosas que tienen que ver con la igualdad, con la
libertad, con el respeto a la dignidad y reconocer por ejemplo que las so-
ciedades somos diversas, que un principio de la situación humana es la
diversidad humana, no la diversidad sexual, entonces la diversidad como
una constante de las sociedades.
42 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Ver que la violencia de género es muy importante. Por ejemplo hubo un


compañero que trabajó la violencia hacia los hombres y otra compañera la
violencia hacia las mujeres. Qué pasa con esta violencia de género si la ve-
mos desde tres puntos que analizó la filósofa Graciela Hierro, quien nos dice
que la violencia de género que se ejerce sobre las mujeres nos configura los es-
pacios. Entonces dice: éste es el espacio para las mujeres y éste para los
hombres; cuando las mujeres queremos salir fuera de la puerta de la casa
tenemos que decir a dónde vamos, a qué horas llegas, con quién vas, pero
dentro de la casa te la pasas hablando por teléfono. Otra cosa que hace la
violencia de género es que nos hace una socialización muy diferenciada y
asimétrica.
Por otro lado lo de la configuración de espacios nos lleva a los ámbitos
de identidad personal. Yo trabajo con jóvenes y una de las problemáticas
más difíciles de la identidad personal de los jóvenes es cómo me relacio-
no con las muchachas, cómo me relaciono con los muchachos, qué dificul-
tades de comunicación, cómo ver al otro como humano o como humana y
cómo llegarle en términos de comunicación.
La estructura de la violencia de género está empezando a ser cuestiona-
da no sé si porque las mujeres hemos logrado influir en nuestros hijos e
hijas, no en nuestros maridos, porque entre iguales tenemos muy poca in-
fluencia, pero en las relaciones hacia abajo un poco. Entonces hemos ido
buscando cómo socavar la violencia de género en las familias, en las es-
cuelas. Hay un camino recorrido muy pobre, pero algunas mujeres sí tene-
mos muy claro esto de la violencia de géneros y sabemos que las institu-
ciones como la escuela, la iglesia y la familia la institucionalizan. Cuando
nosotros le decimos a un joven no laves platos porque eres hombre esta-
mos ejerciendo una violencia.
Quiero terminar diciendo que en esta ruta hacia la paz pensemos en cómo
desarticular esas dos grandes normas con las que hemos vivido: las normas
sexuales y la doble moral. Entonces para construir una nueva utopía hay que
destruir esta otra.
PANELES
LA INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
EN LA VIOLENCIA FAMILIAR

Miriam de León, moderadora

En la actualidad los jóvenes no saben cómo comunicarse. Resulta que la


comunicación hoy día es un problema existencial, nadie se puede comu-
nicar bien con nadie, eso sucede mucho y es parte importante de la violen-
cia familiar, porque a veces se dice una palabra y el otro lo interpreta de
manera diferente y surgen las desavenencias, dándose el rompimiento de la
paz de lo que se supone debe ser un dulce hogar. Éste es el tema que va-
mos a tratar: ¿qué está pasando con la comunicación?

Cony Chávez, periodista

Voy a comenzar por las conclusiones. Hay mucha dificultad a la hora de


comunicarnos y este trayecto de la vida me ha permitido estudiar la comu-
nicación dando clases de periodismo; trabajar en El Norte me ha permiti-
do darme cuenta de algo que me pareció interesante. Hay varios tipos de
mensajes, hay mensajes que se transmiten muy fácilmente, por ejemplo:
hola, hola; adiós, adiós. Hay mensajes difíciles que se transmiten muy di-
fícilmente. Por ejemplo, algo que nos enseñaron en la primaria y que toda-
vía no acabo de entender, qué es la suma de los catetos, etcétera. Todavía
no entiendo el orden pero me acuerdo de las palabras. Si yo quiero trans-
mitir ese mensaje, primero lo tengo que entender muy bien, y luego pre-
sentarme a un grupo de alumnos y decirles eso.

[45]
46 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Hay otros tipos de mensajes que son difíciles, que se transmiten muy difí-
cilmente y en realidad son fáciles. Ejemplo: cómo le avisan a un niño que
está esperando a su mamá en el kinder. Éste es un caso que salió en el pe-
riódico que ustedes han de recordar. Una niña esperaba a su mamá y resulta
que cuando la señora caminaba por al calle, alguien la mató. Eso parece
fácil; sólo con decir: “niña, se te murió tu mamá”. Pero ¿cómo lo explicas?
No puedes, no encuentras las palabras y por más que pienses, siempre crees
que te faltó algo y es un dolor inmenso.
Hay otro tipo de mensajes que se transmiten con una sola mirada. Voy
a poner un ejemplo: éramos tres amigos, dos hombres y yo; éramos muy
unidos en la universidad, de repente se mata uno de ellos en un accidente.
Años después mi marido, mi otro amigo y yo vamos a un concierto de
Alberto Cortés y cuando canta Cuando un amigo se va bastó que voltear-
nos a vernos para que nos salieran las lágrimas. Es un mensaje muy difí-
cil, que se transmitió de manera fácil, con una sola mirada trajimos momen-
tos, recuerdos, canciones, preocupaciones por los exámenes, etcétera.
Hay mensajes imposibles de transmitir. ¿Saben cuáles? Los que se re-
fieren a una obviedad. ¿Cómo le dices a un papá y a una mamá que respe-
ten a sus hijos?, ¿cómo convences a un cónyuge que no violente la armonía
familiar? Eso es obvio, se supone que lo entendemos por naturaleza, pero
si alguien no capta el tema de este foro que es no a la violencia familiar,
surgen tantos y tantos problemas que ¿cómo rayos haces? Los mensajes
obvios son difíciles porque implican la voluntad de las personas.
Actualmente todos los medios de comunicación están en un aparato de
computación, en una misma pantalla podemos oír, podemos comunicarnos
con todo el mundo, pero lo importante es ¿quién le pone el cascabel al gato?
y ¿quién se lanza contra toda esa tecnología importantísima a decirle, ne-
cesitas manejarte con ética?
Aquí voy a hacer un paréntesis porque es una idea que me encanta, Amé-
rica, Miriam, Ángel Quintanilla y muchos otros profesionales interesados
en los medios de comunicación, pretendemos crear un ombudsman de la
comunicación como Asociación Civil, para que la gente venga a quejarse
de que han sido ofendidos por alguno de los medios y existen mil maneras de
sentirse agredido, hay gente que recibe condenas de letras de imprenta por-
que ya se le echó a perder la vida, por alguien que lo dijo, otro se sintió las-
timado y es un reverendo desorden en cuestión ética ¿Quién se siente con
la disposición o con la posibilidad de ponerle ese cascabel al gato? Otro
detalle importante es que la Ley de Imprenta que estamos nosotros practi-
cando es de 1914, por lo que creo que ya es obsoleta.
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 47

En ¿cuál área del conocimiento se ha dado un vertiginoso avance? En


la tecnología de los medios de comunicación, que es inversamente propor-
cional al atraso de las leyes. Entonces la función de los abogados se difi-
culta al interferir en los lineamientos éticos y legales para que no se
desproporcione el uso irresponsable de los medios de comunicación.
Yo amo a los medios, son mi pasión, mi profesión, pero no podemos negar
que están siendo utilizados con una irresponsabilidad bárbara y eso es lo que
influye en la violencia intrafamiliar, porque aquí, en China y en Alemania
nace un bebé y ¿cómo aprende a hablar?, con la imitación. Entonces es nece-
sario aplicar la ética, y eso no le corresponde más que a cada comunicador,
el que quiera ser mejor comunicador, primero que sea mejor persona.
Termino con una trilogía de prioridades que maneja el autor Carlos Dori.
Para evitar la violencia en los medios de comunicación debemos esperar
que los comunicadores —no nada más los dueños—, sino los reporteros y
el público que somos los que tenemos el poder de los medios, toda la so-
ciedad, estamos implicados en este asunto de la ética en los medios de
comunicación. A todos nos quedaría muy bien utilizar esta trilogía de prio-
ridades: la prioridad de la ética sobre la técnica; por muy importante que
nos parezca la técnica, primero la ética. La prioridad de las personas sobre
las cosas y la prioridad del espíritu sobre la materia.

Vicky de la Piedra, periodista

La relación entre violencia y medios de comunicación es uno de los más


complejos problemas que se plantean a la sociedad contemporánea. Es un
inquietante fenómeno alrededor del cual se sostienen intensas reflexiones
y debates desde mediados del siglo XX sin que se haya podido arribar a
conclusiones esperanzadoras. Mientras los medios impresos, el cine, la
radio, la televisión y la internet desarrollan una frenética carrera por la au-
diencia, hombres, mujeres, jóvenes y niños se exponen a contenidos cada
vez más agresivos. Desde la década de los sesenta, la conquista del espec-
tador impulsó una carrera sin freno que cristalizaría en espectáculos filma-
dos cuyo principal protagonista no fue, en ningún momento, el actor o el
director, sino la violencia de las escenas.
Ante esta situación salta a la vista un problema: los medios de comuni-
cación han encontrado en la violencia una fuente de atracción, al parecer
irresistible. Ello puede explicarse simplemente por la naturaleza comercial
48 VIDA CON CALIDAD, A. C.

que fundamenta las ganancias de los medios en virtud de la cantidad de seres


humanos que puedan exponer simultáneamente a sus mensajes publicita-
rios. Y como las películas, programas, reportajes y hechos de contenidos
violentos atraen la atención de públicos masivos, buscan a través de ellos
incrementar sus ganancias. Resulta a tal punto inquietante el empleo de
contenidos violentos como gancho para la atracción del público, que has-
ta los propios anuncios publicitarios se apoyan muchos en ellos, en temas
relacionados con la violencia.
De lo anterior se deriva el siguiente problema: de qué manera las perso-
nas expuestas a la violencia reflejada a través de los medios de comunica-
ción pueden ser afectadas por éstos. Se trata evidentemente de un asunto
mucho más complejo y no menos inquietante.
Hace varios años, el entonces presidente de México Ernesto Zedillo se
refirió públicamente al problema de la violencia en los siguientes términos:
“si disminuye la violencia en la televisión, disminuirá la violencia en Méxi-
co”. Bueno, ésta es apenas una de las contradictorias posiciones al respec-
to. Si bien los medios tienen parte de culpa, comprenderán que se exagera
cuando se les quiere responsabilizar de todos los males de la sociedad. Es
simplemente burda la idea de que el cine, la televisión y demás medios sean
culpables de la ola de crímenes que se registran diariamente en el país. Éstos
obedecen a múltiples factores económicos, políticos y sociales dentro de los
cuales los medios de comunicación pueden ejercer determinada influencia.
Varios investigadores han encontrado en sus estudios que en efecto la
violencia desplegada en la televisión refleja y moldea actitudes sociales
repudiables. El profesor Brandon Carterwell, de la Escuela de Salud Pública
de Washington, asegura que “si no hubiera televisión, hoy habría 10 mil
asesinatos, 70 mil violaciones y 700 mil asaltos callejeros menos al año en
Estados Unidos”.
Medir el alcance y las consecuencias de tales influencias y encontrar las
soluciones pertinentes, es una de las grandes preocupaciones de académi-
cos, sociólogos, investigadores, Organizaciones No Gubernamentales y
sociedad en general. Debe evitarse la especulación y la manipulación po-
lítica si se quiere profundizar en los aspectos esenciales del problema.

ENFOQUES TEÓRICOS

Algunos viejos postulados teóricos han tratado de ofrecer explicaciones en


relación con el tema del impacto de la violencia difundida a través de los
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 49

medios de comunicación. Una de las teorías en que se apoyan algunos se-


ñala que toda conducta obedece a un estímulo, lo que hace suponer que los
estímulos violentos generados por el cine y la televisión provocan necesa-
riamente actitudes violentas en el auditorio.
Sin embargo, posteriores investigaciones y enfoques científicos han
ofrecido nuevos fundamentos que rechazan el mencionado postulado
conductista.
La llamada Teoría de la catarsis plantea que la violencia en los medios
genera tal impacto en el público, que a través de la violencia representada
o reflejada el ser humano le da salida a sus necesidades contenidas. Es decir,
no puedo hacer justicia por mis propias manos porque la sociedad lo con-
dena, pero puedo sentirme satisfecho de que el héroe de la película mate a
un delincuente. Eso bastaría para que se sintiera bien en ese instante. Se-
gún esto, la gente busca en el cine, la radio y la televisión hechos violen-
tos como escape para liberarse interiormente.
Por su parte, la Teoría del rechazo plantea un enfoque diferente. Inves-
tigadores alemanes sugieren que la violencia en los medios genera o pro-
voca un rechazo de la sociedad contra la violencia, la cual es condenada por
oponerse a sus valores.
El llamado enfoque homeopático sostiene que la violencia humana puede
“curarse” con su semejante: la violencia en los medios. Esto parte del prin-
cipio de la antigua medicina homeopática, según el cual lo semejante cura
lo semejante.
En el terreno de los estudios teóricos sobre la violencia en los medios de
comunicación, se destacan los aportes del investigador norteamericano
George Gerbner, autor de la teoría de la culturización, originada por los
efectos de la violencia como “La expresión abierta de fuerza física en contra
de otros o de sí mismo, o la coacción para actuar en contra de la voluntad de
alguien por medio del dolor, o por heridas, o muerte”.
Gerbner primeramente realizó un análisis de los contenidos sin preten-
siones teóricas, dedicándose a contabilizar numéricamente la cantidad y los
distintos tipos de violencia que se mostraban en la televisión, centrando sus
estudios en cómo la violencia que aparece en la pantalla exagera el miedo
que la gente tiene del crimen en su vecindario.
Se percataron que en la medida en que los programas tienen un ingre-
diente de violencia venden o por lo menos entretienen y mantienen el rating
establecido. Estas tendencias están vigentes en la televisión de hoy y estu-
dios confirman que la violencia se ha incrementado.
50 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Estos problemas aún constituyen una fuente de debates. Pero ya la so-


ciedad posee muchas certezas al respecto. Una de ellas es que somos víc-
timas de programas de televisión y películas que convierten la violencia en
espectáculo porque el afán comercial de los medios no tiene límites. Sin
embargo, las leyes que tratan de regular estos problemas se han converti-
do en letra muerta.

América Dávila, periodista

Los medios de comunicación son una herramienta maravillosa, pero utili-


zada con responsabilidad. Mi exhorto es a los dueños de los medios de
comunicación, productores, escritores, actores y comunicadores en gene-
ral para asumir el reto de este nuevo tiempo. A ese reto yo le puse como
nombre EDIE.
Sabemos que los medios de comunicación en primera instancia surgie-
ron para entretener, divertir y luego informar, que va de la mano; de un cuar-
to, la educación, tema muy controvertido porque se anteponía el énfasis de
entretener, divertir e informar en el orden que lo queramos poner, a esto
unamos el concepto básico y principal que es el de educar. Sabemos que a
través de los medios de comunicación se moldean las conductas, los co-
municadores son ejemplos a seguir. El reto de un comunicador es precisa-
mente asumir su responsabilidad, tomar decisiones concretas para poder
construir juntos una mejor sociedad, un mejor país, un mejor mundo. Pode-
mos ver la parte alarmista de todo esto y sí es alarmante. Ya lo señalaba en
una entrevista Ernesto Sábato en un periódico español, hace un par de años:

La televisión es un instrumento terrible que literalmente nos debe hacer tem-


blar. Con él se puede construir o destruir la conciencia de los seres humanos.
Al lado de la televisión la enseñanza primaria o secundaria es un juego de
niños, un niño de dos años se pone frente a la pantalla y recibe de manera
subliminal una grave impronta. En los casos más obvios se calcula que un
niño de diez años ha visto en televisión varios miles de asesinatos y tortu-
ras. Pueden imaginarse lo que eso supone para el desarrollo del espíritu de
nuestro tiempo, tan proclive a la violencia. Lo peor son los filmes, las series
criminales y sádicas y en segundo término los documentales que pueden estar
hechos con buena o mala fe, el poder de la televisión es tan inmenso que un
Estado totalitario puede hacer lo que quiera de un pueblo. Es evidente que se
promueve en el alma de los jóvenes la tendencia natural a la violencia que
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 51

desgraciadamente forma parte de la condición humana. Si está bien hecha


es una auténtica escuela de violencia y el aliado más poderoso de la aliena-
ción del hombre contemporáneo, es de los peores vicios de la sociedad de
consumo.

Creo que todos estamos conscientes de la influencia de los medios de


comunicación. Pueden ser un buen amigo dentro de nuestros hogares o
pueden ser ese intruso que nadie quiere tener. Cada quién decide.
Nosotros como padres podremos darles a nuestros hijos la dirección y el
consejo sabio de decirle no veas este programa; pero este otro sí, repito,
el problema que teníamos era que no teníamos otra opción, pero ya la está
habiendo, quería yo mencionar una declaración hecha por Samuel Smais
en relación con la influencia de los medios de comunicación, que dice:
“Siembra un pensamiento y vas a cosechar un acto, siembra un acto y vas
a cosechar un hábito, siembra un hábito y cosecharás carácter, siembra un
carácter y cosecharás un destino”.
De ahí la importancia de lo que recibimos a través de los medios de
comunicación, nos hemos dado a la tarea de hacer algo en concreto y bus-
car algunas alternativas como padres y como ciudadanos. Primeramente
hagamos un análisis serio para ver quién manda en casa, si la televisión o
nosotros como televidentes, quién posee a quién, controlamos o somos
controlados.
Estamos trabajando otra compañera y yo en la radio del gobierno, en un
proyecto que se llama Desarrollo de Carácter y entendemos que el desarro-
llo del carácter es lo que va a llevar a nuestra nación a un cambio, a lograr
el éxito cada uno como ciudadanos, cada día que nos levantamos asumiendo
nuestro compromiso y haciendo acciones concretas para que este cambio
se lleve a cabo. Otra alternativa es la que yo he practicado en casa hacien-
do que mis hijos se interesen más por el deporte en tanto no haya algo con-
creto en lo cual puedan entretenerse a través de lo que es la televisión y el
cine, ver juntos los programas escogidos y discutir eso es la calve. El diá-
logo, la franca comunicación con nuestros jóvenes, con nuestros hijos y
entre los esposos en relación con los contenidos, para que pueda haber una
unificación de criterios y puedan estar alerta a lo que está sucediendo.
Quiero comentar que los programas exitosos pudieran ser maravillosos bien
encausados, el detalle es cómo retar a los medios de comunicación para que
las personas que están a cargo de los contenidos utilicen su creatividad, se
pueden hacer tantas cosas quitando lo que no edifica y exaltando lo que
52 VIDA CON CALIDAD, A. C.

edifique. Si nuestros niños son pequeños les debemos de ir enseñando. Ésa


es la base, hacer la diferencia entre lo que es la realidad de la vida y lo que
nos está presentando la programación.
Es un reto que depende de cada uno de nosotros más que criticar a los
medios, su influencia es innegable, es más lo que podemos hacer, pues la
unidad hace la fuerza. Y no quiero dejar de mencionar en relación a esto
la idea de la siembra, pues hay una ley clara, conocida por todos que es la
siembra y la cosecha de lo que sembramos. Vamos a cosechar lo que sem-
bramos. La responsabilidad es de cada uno de nosotros.

Ángel Quintanilla, periodista

Los medios de comunicación han hecho, por sus avances tecnológicos, que
desaparezcan las distancias entre los pueblos y las personas. La informa-
ción que antes proveía de poder y conocimiento a unos cuantos que la
poseían, ahora se encuentra prácticamente al alcance de todos, sobre todo
por la radio, la televisión y la red cibernética.
Hoy el principal problema no radica en tener información; de hecho es
lo que sobra. Lo que falta es saberla seleccionar. Localizar aquella que nos
sirva del mar de información que abunda en el mercado y que está, por
montones, al alcance de cualquiera.
Nadie duda que, gracias a los incesantes avances de los modernos me-
dios de comunicación, como la prensa, internet, el cine, la radio y la tele-
visión, las personas de este nuevo milenio podemos estar al mismo tiem-
po en diferentes lugares, por muy lejanos que sean, y estar casi presentes
en cualquier acontecimiento.
Todos podemos tener ahora la categoría de testigos presenciales y casi
vivenciales de los hechos que ocurren en el mundo.
Los medios de comunicación, por tanto, tienen muchas cosas positivas:
las informaciones del mundo entero nos llegan casi instantáneamente, de-
rivando un concepto de unidad y de contacto y relación entre los huma-
nos, que antes no teníamos, permitiendo una amplia difusión de la cultura
y el conocimiento universal.
Pero los medios, en general, también son empresas, cuyos dueños, accio-
nistas y profesionales, se encargan de distribuir la información, que previa-
mente ellos mismos seleccionan para venderla, equilibrando por un lado la
responsabilidad económica de generar utilidades para su negocio y por otro
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 53

la responsabilidad social de manejar un nuevo poder que necesariamente


repercute, por su acción, en el ejercicio de las libertades individuales, en la
política, en las ideologías y en la vida social, económica y cultural de las
personas.
Esto lleva a los que tienen en sus manos este poder (aparte del econó-
mico y social) a una responsabilidad moral, relacionada directamente con
la verdad y veracidad de la información que distribuyen; lo mismo que
sobre las necesidades y consumos que despiertan y sobre las reacciones
que provocan en las personas, en especial en aquellas que por ser más jó-
venes, sólo han conocido el conocimiento y la civilización a través de las
imágenes.
Esto nos lleva a reconocer que los medios de comunicación social tie-
nen enormes ventajas, pero también serios riesgos, cuyo uso, positivo o
negativo, puede atrofiar o desarrollar a la comunidad civil.
Muchos de los empresarios y de los periodistas que trabajan en los me-
dios saben y reconocen la contribución real y positiva que tienen hacia el
bien común, alentando expresiones constructivas, apoyando a ciudadanos
y organizaciones en la defensa de los valores individuales y propiciando
nuevos esquemas de colaboración y convivencia que alienten una mejor
calidad de vida.
Pero también existen quienes aprovechando este poder, o abusando de
él, confunden la libertad de expresión, por encima del derecho que todos
tenemos no a la información, sino a la verdad, en especial aquella que con-
tribuye al patrimonio común de los valores, tradiciones y costumbres, so-
bre los cuales construimos, los hombre y las mujeres, un ordenado progre-
so de nuestra sociedad.
Muchos, por temor, no se los dicen, pero vale la pena que sepan los
empresarios de los medios y los periodistas que allí laboran, algunos sen-
timientos que provocan por el trato y manejo que dan a la información, en
su ánimo de ganar audiencias y publicidad.
Es lastimoso observar como el morbo, la sangre y el escándalo ocupan
el mayor tiempo y espacio de los medios. El exhibir a personas como de-
lincuentes, narcos, pederastas y asesinos con grandes desplegados, para
luego omitir o publicar casi imperceptiblemente que eran inocentes, lasti-
mando para siempre su imagen pública, familia y reputación.
Periodistas sin escrúpulos que delinquen para probar corruptelas o que,
insensibles ante el dolor humano, intentan sacar una declaración de los
hechos, a quien está en agonía o desangrándose en la vía pública.
54 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Generar historias en base a falsos testimonios. Presentar datos sin corro-


borar la fuente o interés mezquino del emisor. Realizar apologías del deli-
to, provocando no la reflexión, sino una escuela de imitación exitosa para
nuevos delincuentes.
Exhibir la violencia, no en la crudeza de los hechos consumados, sino
para elevar las sensaciones de morbo de la gente. O bien, cantearse para
hacer aparecer como “bueno” al candidato político de preferencia y hacer
aparecer como “malo” al contrincante.
Destacar lo trivial o superficial sobre lo trascendente. Que si está viejo,
que si está enfermo, que si se resbaló, o tiene desviaciones sexuales, no tiene
familia, usa botas, casquete corto o no lo quieren en su casa.
Los medios no son la conciencia de los pueblos. Tampoco necesariamen-
te tienen que decirnos en qué pensar, ni cuál debe ser la agenda de los ciu-
dadanos, de las instituciones o de los gobiernos. Ni tampoco ocupar el sitio
vacío (dejado por los partidos políticos, Organismos No Gubernamentales
y gobiernos) de educar para gobernar o para movilizar los intereses de los
ciudadanos.
Su mejor labor es comunicar. Es lo mejor que saben hacer. Y para ello,
hay que investigar lo que la gente piensa y siente. Localizar un punto de
conexión con las audiencias a las que quieren llegar. Interpretar adecuada-
mente lo que la gente quiere ver y escuchar. Reforzar los aspectos positi-
vos. Acercarse más a la gente. Proyectar verdades simples (las audiencias
no son tontas). Sustentar los mensajes y no comunicar nada, a menos que
se sepa lo que le importa a la gente.
Los medios son indispensables para los cambios. Nadie lo duda. Reco-
nocemos su importancia. Sin los medios de comunicación social, la cultu-
ra de la participación y de la transparencia se irán por la borda en este ca-
mino de transición hacia la democracia.
Lo único que falta es que asuman el rol que les corresponde.

CONCLUSIONES

América Dávila

Yo considero que tenemos la oportunidad dentro de este caos que existe en


cuanto a los contenidos, hay las excepciones y ahí es que nosotros como
padres tenemos que canalizar. La base está en el seno familiar, nosotros
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 55

como padres tenemos la responsabilidad con los hijos jóvenes que es una
etapa difícil —un adolescente ciertamente es difícil— pero una comunica-
ción franca asumiendo la responsabilidad, desarrollando el carácter en tanto
que nuestros hijos sean obedientes y honren a los padres. Todo eso se va a
dar dentro de la casa, no fuera; van a apoyar las decisiones de los padres,
donde le dices hijo, hija no debes ver ese programa, otros si valen la pena, y
puedes dialogar con ellos y va a ser para la edificación de nuestros hijos,
porque realmente la solución no está en apagar la televisión, eso es real-
mente una utopía.

Vicky de la Piedra

Yo creo que estamos luchando con una especie de monstruo. No es culpa


sólo de los medios; la sociedad y los avances en la tecnología y el dinero
también han hecho que ellos tengan estas tendencias. Pero no es culpabi-
lidad no porque quiero que haya más violencia, sino son cosas que se van
dando con el paso de los años. Entonces creo que está en cada uno de no-
sotros el que los medios influyan lo menos posible, en nuestros hijos, pues
ésa es nuestra responsabilidad. No podemos esperar que los medios den
la educación que nosotros queramos para nuestros hijos, ahí sí estamos muy
equivocados. Apagar no es apagar por evadir, es decir, tú no ves este pro-
grama porque no te aporta nada y se acabó, tienes que impulsarlos al de-
porte, o a la lectura, a la convivencia familiar, para que ese intruso no nos
robe a nuestros hijos, no nos robe su carácter, su manera de ser de pensar
y de actuar. Ésa es la responsabilidad de los padres. No se trata de culpar a
los medios, lo que podemos hacer es influir en nuestros hijos y tomar de-
cisiones de qué pueden ver y qué no. Hay una expresión que dice: La paz
comienza cuando dejar de tener la razón termina.

Invitada

Pienso que es un monstruo porque le hemos dado ese peso, es del tamaño
que queramos dependiendo de la importancia que le hemos dado en nues-
tros hogares, porque somos críticos, pero no les damos otras alternativas a
nuestros hijos, en vez de dejarlos frente a la televisión como nana, debe-
mos llevarlos a una plaza, jugar con ellos, leerles un libro, pues es el com-
promiso que tenemos los padres.
56 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Invitada

Tenemos que hacer conciencia de nuestras responsabilidades y de nuestros


deberes. Estamos perdidos. Básicamente en el hogar, la formación, ése es
un hecho, pero también hay que permitir que ese monstruo crezca porque
nos va a tragar, ya está creciendo en una forma enorme, está dañando a
nuestros hijos. He hablado con productores de televisión y me han dicho
que es un negocio, pero yo digo que el negocio también tiene que tener ética,
hay que tener moral y les aseguro que le rinde más el dinero. Entonces no
podemos permitirlo, hay que levantar nuestra voz, hay que decir ya basta,
esto está en contra de nuestras enseñanzas, necesitamos un apoyo no un
contrincante. No debemos permitir a los medios de comunicación que si-
gan haciendo daño.

Ángel Quintanilla

Estamos poniendo sobre la mesa la responsabilidad moral, es decir, que hay


una responsabilidad adicional; es cierto que ellos dicen con toda razón, yo
estoy dando lo que me piden, me piden violencia, me piden sangre, tal es
así que sube el rating, mi publicidad crece, etcétera. Pero la responsabili-
dad moral en este caso, es centrarla en lo que le tocaría a cada uno de no-
sotros. En alguno de los casos pudiéramos dejar de consumir los produc-
tos que se anuncian y no lo hacemos, en otro caso podemos ir a la empresa
y decirle, si te sigues anunciando en tal medio, voy a dejar de consumir tu
producto y son 10 o 15, los que sean, no importa que sean millones, casi siem-
pre las minorías son las que han cambiado el mundo. Entonces uno puede pre-
sionar para que haya una legislación que involucre la licencia del comu-
nicador, de tal manera que haya un régimen de consecuencias de que si
como comunicador lesiono la reputación de una empresa, pues que se me
cancele la licencia, que no pueda volver a comunicar, a menos que pruebe
que estoy en aptitud para hacerlo. Ahora hasta a los alcaldes se lo están
haciendo, pruebas de aptitud, por qué no a los comunicadores. En fin, hay
muchas cosas que uno puede hacer, pero que cada quien asuma su rol. El
problema que veo es que los medios han asumido el rol que no les corres-
ponde porque hay un vacío de participación. Esto significa que lo que le
correspondía a la sociedad civil organizada, lo que le correspondía a los
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 57

partidos políticos, lo que le correspondía a los ciudadanos organizados en las


ONG lo están asumiendo los medios de comunicación. Hay que decirles con
toda claridad a los medios que ése no es el rol que les corresponde, el rol
que les corresponde a los medios es simple y sencillamente informar y co-
municar.
Un punto importante que discuto con algunos comunicólogos, y llevo
algunos años haciéndolo, he ganado algunas batallas, otras no, es que lo que
se debe tener como conciencia no es el derecho a la información, sino el dere-
cho a la verdad. No estamos aquí para juzgar si la información es buena o
mala, sino si es verdadera o no. A mí no me importa lo que difundan de di-
vulgación. Cuando empecé como comunicador se decía que el que tenía in-
formación tenía poder, y eso muchos de nosotros no lo llegamos a creer, en
este momento hay tal cantidad de información que si el periódico El Nor-
te lo pasamos a cuartillas, y las ponemos en la calle tenemos que recorrer
5.2 kilómetros para leer lo que se publica ahí, nadie lee todo el periódico.
Somos selectivos en la información, el problema no es la información, sino
quién tiene la verdad. Lo que más han logrado los medios es la posibilidad
de unir a la humanidad, somos testigos vivenciales y presenciales de todo
lo que ocurre en todo el mundo, simple y sencillamente prendiendo ese as-
queroso aparato que se llama televisión. Me gustaría no que estuvieran de
acuerdo conmigo sino dejarles algo de reflexión, que aprendan a dudar. Yo
creo que ésa es la fortaleza que tenemos en esta época, nuestro mayor de-
fecto como sociedad es que vivimos dependientes por muchísimo tiempo,
y todos estamos esperando a ver quién fregados hace algo por nosotros en
vez de nosotros aportar algo, lo nuestro, que cada quién haga lo que le co-
rresponde y dejar que los medios hagan lo que les corresponda.
GRUPOS DE REFLEXIÓN

Martha Flores

Enfocándonos en la violencia familiar dentro de la casa, hemos escucha-


do cómo es relevante ubicarnos en todas las áreas, desde el área cognitiva,
intelectual, de sentimiento, de educación, de justicia, enfocada desde la
perspectiva de género. Nos hablaban de cómo influye el conocimiento,
cómo la diferencia de género, la diferencia entre lo que es la información,
los mensajes, las actitudes que se esperan de nosotros, y los roles que nos
dicen que tenemos que llevar a cabo y que son tan diferentes.
El trabajo que tenemos en los Grupos de Reflexión fue creado en los es-
pacios de salud, donde se trató de incidir en la cuestión de la violencia. Les
puedo decir que en el Distrito Federal empezaron por los espacios de pro-
curación de justicia. Junto con los Grupos de Reflexión para Mujeres tam-
bién empezó la capacitación con grupos de hombres que reconocen que
practican la violencia, los grupos de mujeres se incrementaron en los es-
pacios de salud no nada más en la cuestión médica sino principalmente en
la psicológica.
Por qué se tuvieron que crear estos espacios, hablamos de la cuestión de
géneros y vimos cómo esa diferente información, ese diferente conocimien-
to que todos tenemos nos hace proceder de una manera o de otra. Esto in-
fluye en nuestras vidas y también influye en nuestra salud. ¿De qué se
mueren los hombres? De infartos, adicciones, accidentes; los hombres jó-
venes en nuestro estado mueren por accidentes, los mayores de infartos,
etcétera. ¿Y las mujeres de qué mueren? De cáncer.
Lo que descubrimos es que las mujeres nos morimos y nos enfermamos
más, las causas por las que las mujeres van a consulta son, por estados
depresivos o migrañas. Entonces el objetivo de los Centros de Reflexión

[59]
60 VIDA CON CALIDAD, A. C.

fue el de informar a las mujeres del autocuidado, del cómo vivir, del cómo
nosotras no tenemos conciencia en lo que estamos inmersas y de que cuando
nos descuidamos y cuando sufrimos violencia con mayor razón nos descui-
damos más.
La psiquiatría y la psicología tradicionalmente han tendido a interpre-
tar como una gama de patologías femeninas la ansiedad y los malestares.
Partiendo del modelo de intervención tensional conflictivo, derivado del
enfoque feminista, los temas que se abordan con los grupos de mujeres
tienen que ver con los conflictos, de la identidad femenina; quién soy, cómo
me di cuenta que era mujer, de la vida cotidiana, de cómo distribuyo mi
tiempo.
La sexualidad es un punto álgido, todas decimos si ya estoy casada, y
tengo tres hijos, mi sexualidad está muy bien. Pero antes vemos lo que es
la relación de pareja y en cierta forma lo que se refiere a la cuestión de los
padres, todos estos temas abordados a base de dinámicas, y ejercicios, para
saber cómo es tu papá, cómo es tu pareja, cómo eres tú, cómo es tu mamá
y así empezamos a obtener muchas cosas interesantes.
El impacto que la violencia tiene en los hijos generalmente es un tema
en el que muchas mujeres también ejercemos violencia, si hablamos del
porcentaje de violencia familiar, todos alguna vez en nuestra vida hemos
recibido violencia o hemos ejercido violencia de alguna manera. Entonces
no estamos hablando de nada que no conocemos, sin embargo, no lo recono-
cemos. El impacto de la violencia en las hijas y los hijos es uno de los te-
mas que más tratamos; lo hacemos a través de una dinámica, en la que ju-
gamos diferentes posiciones, vemos cómo nuestra cultura nos ubica en
diferentes posiciones dependiendo del mensaje y obviamente una parte es
darnos cuenta de qué es lo que hacen estos niños testigos de violencia.
Donde siete de cada 10 niños que viven algún tipo de violencia son perju-
dicados, algunos lo manifiestan con rebeldía, otros con problemas de apren-
dizaje, o con problemas de conducta, y otros con enfermedades, o no irse de
la casa para no dejar a la mamá sola. Puede haber varias manifestaciones.
La autoestima, que como ya mencionamos es una de las manifestacio-
nes de los niños que son perjudicados con la violencia, se manifiesta con
mucha frecuencia. Desde mi formación médica y psiquiátrica no tenía idea
de que esto pudiera acontecer, pero no lo veamos desde mi formación pro-
fesional sino de la mujer que se desespera y maltrata a su hija o hijo en un
momento determinado y obviamente eso tiene que ver si ella no se valora;
no puede valorar a los demás, cómo les va a dar algo que no conoce.
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 61

La afectividad tiene que ver con la forma en la que respondemos ante


determinadas situaciones, una de ellas es tratar de entender cuál es la me-
jor situación para poder actuar en un conflicto; la mejor manera de tomar-
lo, de ver hacia dentro y ver cómo habitualmente respondemos al enojo o
si realmente el enojo lo orientamos a poner los puntos sobre las íes.
La experiencia en el Grupo de Reflexión para Mujeres incluye el ma-
nejo de técnicas de relajación corporal, el manejo de estrés y las prácticas
de relajación de la medicina tradicional china. Ése es un componente que
se trató de adecuar al tratamiento, en cada sesión antes de tratar el tema y
su momento de tranquilidad, la relajación para eso nos sirve mucho.
Los objetivos serían:

—La reproducción del modelo para comprobar que realmente puede ser
útil, ayudar a través del conocimiento.
—La desarticulación de las causas que perpetúan el desequilibrio del
poder entre los géneros y que colocan a la mujer en desventaja.
—Propiciar un ambiente de reflexión que le permita a la mujer identifi-
carse como un ser valioso capaz de transformar su realidad.
—Observar y analizar los procesos grupales e individuales que se favo-
recen al abordar las diferentes temáticas y dinámicas estructuradas
para el enojo.

Muchas mujeres no han tenido la oportunidad de asistir a algún lugar en


donde puedan ser escuchadas e identificadas, son espacios realmente
impactantes, cuando empiezan a hablar de lo que les pasa, o de lo que les
pasó, entonces uno se empieza a dar cuenta que muchas están en la misma
situación.
Con respecto al estado civil de las mujeres violentadas, el 5% eran sol-
teras, 40% casadas, 40% separadas, 5% divorciadas y el 10% vivían en con-
cubinato o unión libre. Entre los tipos de violencia que encontramos en
este grupo específico, la más frecuente es la de tipo psicológico en el 100%
de los casos, la violencia física en un 40%, la sexual en un 45%, la econó-
mica o patrimonial en un 70%. Las sobrevivientes de abuso sexual son un
25%, eso quiere decir que nos encontramos con mujeres que jamás han
hablado, y que fueron abusadas o violadas.
El tiempo promedio para sufrir violencia en 20 mujeres que entrevista-
mos fue de 11 años; con respecto a la dificultad que se tiene por la norma-
lización que existe con relación a la violencia, encontramos que para per-
62 VIDA CON CALIDAD, A. C.

cibir la violencia psicológica, diferenciada de nuestras costumbres y creen-


cias que impregnan nuestra educación, aunque ha estado presente en la
mayoría de los casos, muchas mujeres referían una percepción diferente ya
que no lo veían como maltrato.
Al ser entrevistadas, algunas de ellas empezaban a considerar las varia-
das y sutiles formas en que el poder se ejercía.
La violencia analizada dentro de los grupos tiene similitudes y diferen-
cias. Es similar en que invariablemente desde el inicio se genera un ambien-
te propicio para la toma de conciencia de las mujeres, de tal manera que
desde la primera sesión escuchamos que las mujeres ya no son las mismas.
Y ésos son los cambios que vamos a encontrar, y van a ocurrir en todos los
niveles desde que iniciamos. Hay gente que cambia su apariencia física, hay
gente que empiezan a trabajar. Algunas observaciones fueron en el senti-
do de que teníamos que haber hecho una mejor evaluación del momento de
la violencia que se estuviera viviendo y entender más la dificultad que tie-
ne la mujer para tomar decisiones y preguntarles si en un momento dado
seguirían asistiendo al Grupo, porque nos encontramos gente que había
estado separada unos meses, sintiéndose más fortalecida, pensando que
puede manejar mejor una discusión, regresa con el marido pero éste lo pri-
mero que hace es prohibirle seguir asistiendo al Grupo.
Lo que hemos visto a lo largo de los trabajos con los Grupos de Reflexión
para Mujeres es que es un espacio que podemos reproducir, a pesar de es-
tar limitado por el tiempo, porque primero se tiene uno que capacitar, está
limitado también por el poco tiempo que dura el Grupo como tal, pero si
es un espacio de toma de conciencia y de toma de decisiones para las mu-
jeres y lo que les puedo decir es que generalmente se llegan a compenetrar
tanto las personas que ellas mismas forman una red y saben cómo apoyar-
se, además para muchas ha significado tener amistades, ser parte de una red,
ser ayudadas o ayudar a alguien.

EXPERIENCIA DE LA APLICACIÓN DE LOS GRUPOS


DE REFLEXIÓN PARA MUJERES

Conclusiones

El desequilibrio de poder, en nuestra cultura, propicia la violencia hacia las


mujeres, de tal manera que ésta se da en alrededor del 50% de las mujeres
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 63

en edad reproductiva unidas en una relación de pareja. Éste es uno de los


factores de riesgo para que se dé la violencia en la mujer, otro factor de ries-
go está inmerso en nuestra cultura y está implícito en la educación, las tra-
diciones, las creencias y los mitos.
El tipo de violencia más frecuente es el emocional o psicológico, éste no
deja huella visible, pero sí heridas profundas, secuelas en la baja autoestima,
en la falta de autocuidado, en la salud, en la violencia hacia los hijos, en la
incapacidad para tomar decisiones, en el área productiva y laboral.
Con la finalidad de crear espacios donde las mujeres encontraran una
oportunidad de introspección y autoconocimiento que les brinde una opor-
tunidad de ser escuchadas, y de escucharse a sí mismas, para encontrar un
reflejo en las demás que las haga cuestionase y reaccionar, se crearon los
Grupos de Reflexión para Mujeres, auspiciado por un grupo de investiga-
doras y El Colegio de México, consistiendo en un grupo cerrado con dura-
ción de 12 sesiones que abordan sistemáticamente en forma planeada los
temas de identidad, vida cotidiana, relación familiar y de pareja, el impac-
to de la violencia en las hijas, la propia sexualidad, la asertividad en la
solución de conflictos y la autoestima.
La experiencia nos ha demostrado que los Grupos de Reflexión para
Mujeres son una alternativa didáctica y terapéutica que ubica a las muje-
res en un entorno diferente.
¿Y LOS HOMBRES QUÉ...?

Miguel Villegas Lozano

Agradezco la invitación para exponer en este evento las experiencias vivi-


das en el trabajo con el Grupo de Reflexión que nos empieza a marcar el
cambio que todos y todas estamos buscando para crear estrategias para la
atención de las familias que viven violencia.
Hace algunos años, Bruce Springsteen cantaba una canción llamada
Todos tenemos un corazón hambriento, el título ya de por sí sugiere, lla-
ma, mueve, impacta... Y traigo a colación esta canción porque precisamente
la escuchaba mientras trataba de inspirarme para escribir estas líneas que
ahora comparto con ustedes.
Pretendí escribir y causar admiración por lo impactante, por lo novedo-
so, por lo conmovedor tal vez, pero no se me ocurría nada, así me puse a
escuchar la canción detenidamente e inmediatamente vinieron a mí recuer-
dos aún muy frescos de las necesidades que me ha tocado escuchar y
vivenciar en el Grupo de Reflexión para Hombres. Me he encontrado con
el hambre del hombre.
En un principio, antes de lanzarme como facilitador en el grupo, cons-
tantemente hablaba del miedo que sentía por el hecho de estar “encerrado”
con los llamados “hombres violentos”, y claro que tal vez no sea el mejor
adjetivo que se pudo encontrar, pero creo que nos lo ganamos a pulso, y no
fue fácil, aunque parezca lo contrario. Entonces, ese miedo a que me pa-
sara algo a mí, es decir, que fuera agredido, y que de hecho hubo varias
situaciones reales que motivaron mi preocupación, afortunadamente no me
paralizó y pude principalmente hablarlo, después y poco a poco al ir cono-
ciendo más a mis compañeros del grupo me di cuenta de algo muy impor-
tante. No es que buscaran agredirme, dañarme, buscaban la escucha, el

[65]
66 VIDA CON CALIDAD, A. C.

espacio para recibir una atención que de primer momento se visualiza como
extraña, sin sentido, como: no de hombres.
Un compañero me preguntó al término de una sesión que no sabía qué
hacer porque ahora él habla y se acerca diferente a las demás personas, no
sabía qué contestarles al resto de los hombres cuando le cuestionaban su
asistencia al grupo. Por supuesto que los comentarios son acerca de aque-
llos tópicos que tienen que ver con su masculinidad, ya que se reúne con
hombres y no hay mujeres, ni bebidas alcohólicas, ni futbol y nada de lo
que caracteriza a una reunión masculina en muchos ámbitos, y muchos o
muchas de ustedes tal vez piensen “pues qué aburrido”. Sin embargo, el
vivir la experiencia viene a representar un hito en la cotidianeidad, un
momento que marca, que define, que orienta y que permite, que promue-
ve y encarna. Fue cuando me cayó el veinte y entendí que en los hombres
existe una sensación de hambre, pero de hambre de escucha, de intimidad,
de espacio. Y tal vez se pueda argumentar que para eso ya hay lugares que
ofrecen terapia, cursos y opciones diversas, pero aquí estamos hablando de
una reunión masculina donde el afecto empieza a fluir. El afecto se escu-
cha y aunque tal vez suena a pleonasmo se siente.
¿Y los hombres qué...? No deja de impresionarme que a pesar de lo que
ya se conoce acerca de la violencia doméstica y en la cual seguimos obte-
niendo los hombres el nada honroso lugar de ser los principales agresores,
repito, no deja de impresionarme que cada vez que me hacen esta pregunta
es sumamente raro que me pregunten por qué somos violentos los hombres.
Más bien la pregunta va encaminada a tratar de aclarar la duda de lo que
pasa con los hombres agredidos, los que son maltratados por su pareja, por
“su mujer”. Creo que culturalmente aún no estamos preparados para escu-
char una denuncia con estas características. Yo no sé qué pasa con ellos.
Hace cuatro años que empecé a trabajar con nosotros, los hombres, casi tres
con el grupo, y los hombres que han hablado de la violencia que reciben,
hasta el día de hoy han terminado hablando de cómo iniciaron la violencia
de la cual ahora son sujetos. Entonces, considero esta situación como la
continuación de una serie de entramadas desviaciones de la responsabili-
dad del acto violento, lo cual nos lleva a una confusión en la que fácilmente
nos escondemos y no nos damos cuenta de que resulta contraproducente,
ya que terminamos con un vacío impresionantemente doloroso, pero más
impresionante es que tenemos que callarlo y sostenerlo a costa de más vio-
lencia, así que la próxima vez que sepan de un hecho de violencia, de ver-
dad, volteen la mirada hacia él, que aunque esté acorazado en una arma-
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 67

dura, dentro de esta se encuentra un hombre lleno de miedo a quedarse solo,


un hombre que se siente perdido, vacío, sin rumbo, pero con una necesi-
dad impostergable de ser escuchado.
Esto, por supuesto, no borra lo que él ha hecho, el dolor que ha produ-
cido, las humillaciones, los golpes, los abusos y toda la larga lista de vio-
lencias que aparecen cuando me ha tocado entrevistar a las parejas de los
hombres que han acudido al grupo. También para esto hay que voltear la
mirada hacia él, ya que está obligado a hacerse responsable de los actos que
cometió y hacer algo para cambiar; esta postura me ha llevado a que me
cuestionen y me digan que sólo estoy a favor de las mujeres, que soy femi-
nista y que por lo tanto no tiene sentido lo del grupo, que son puras joterías...
Estos comentarios hasta el día de hoy los he recibido de hombres y, curio-
samente, quienes me han cuestionado lo han hecho en lugares en donde hay
más gente que escucha y menuda sorpresa que me llevo cuando después me
buscan en privado para decirme que sí están de acuerdo en “eso de la no
violencia”, pero que esperaban “un mejor momento” para decírmelo. Vaya
cosa.
Hace unas semanas, una amiga me solicitaba información acerca del
perfil del hombre violento para efectos de una investigación. Yo me que-
dé sumamente inquieto debido a que mi reflexión me llevó a la conclusión
que si yo como hombre tengo en mis manos el perfil del hombre violento,
no voy a encontrar ninguna característica que se me acomode y si se me
acomoda, cómo la niego. Además, cómo enmarcarnos en un perfil si quien
platica con un hombre violento termina seducido o seducida debido a lo
encantador que éste puede ser con el resto del mundo, menos con su pare-
ja. Por supuesto que no podemos decir que el ser carismático es una carac-
terística determinante. Lo que me ha tocado conocer en el grupo es que si
bien se cree que existe una “deficiencia en el control de impulso” lo que
convendría manejar y tratar de modificar es esa rigidez con que nos com-
portamos ante muchas situaciones e interpretamos la realidad basándonos
en una supuesta lógica cerrada, impenetrable y que a fin de cuentas está
fundamentada en la forma que aprendimos a manifestar nuestros puntos de
vista y nuestros afectos, es decir, siempre tener la razón por absurda que
sea y enclaustrarnos afectivamente y ser reconocidos como “muy secos”,
“fríos”. Es por eso que no estaría de acuerdo con proponer un perfil, sino
más bien hablar de diferentes tipos de hombres que son violentos, además
el tratar de establecer un perfil para este problema, ¿acaso no es volver a
tratar de darle una explicación racional y convincente al igual como los
68 VIDA CON CALIDAD, A. C.

hombres explicamos y evadimos la responsabilidad de la violencia? Yo no


sé, sólo es una pregunta.
En el Grupo de Reflexión para Hombres no se pretende que quienes lle-
guen terminen siendo el ideal masculino, sino más bien se procura el en-
cuentro consigo mismo, el reencuentro con las partes que fuimos obliga-
dos a negar y esconder y aunque en algún momento alguien me dijo que
sonaba muy simplista, se busca rescatar la autoestima masculina, la cual
debida a un egos gigante, no alcanzamos a ver nuestras carencias y mise-
rias. Por eso, la propuesta es buscar en la colectividad del grupo la forma
individual de “alimentarnos” y poner atención a esa hambre de permitir-
nos recibir y dar amor.
Otro factor sumamente importante es el aspecto legal, por más que he
pretendido entender las leyes, sigo confundido, no entiendo por qué hasta
hoy no existe un marco legal que a mí como hombre me haga pensar en no
ser violento, en no agredir a mi pareja, ya que si yo soy acusado por vio-
lencia o me imponen una fianza o me encierran, tan sencillo como que pago
y al rato salgo. Todavía nada nos detiene. Definitivamente ése es el traba-
jo de expertos en leyes.
Existe el Grupo y si se lograra generar legalmente la inclusión de los
agresores a éste, serían muy bien recibidos, aclaro que no es un grupo como
el de Alcohólicos Anónimos, con todo respeto, pero no podemos aplaudir
cuando escuchamos las cosas que escuchamos en cada sesión. Estoy con-
vencido de que en esta situación no aplica aquello de que tienen que acu-
dir libremente sin nada que los obligue, por su voluntad, ya que es suma-
mente significativo que el 100% de los que han acudido al grupo ha sido
porque están atravesando una situación que los obliga a acudir después de
tanta violencia ejercida por ellos: les llegó un citatorio, ella lo abandonó,
ella lo corrió, ella pidió apoyo a Alternativas Pacíficas y esas “malas muje-
res” no le quieren regresar a su mujer (de hecho, aproximadamente el 85 %
de los hombres ha sido canalizado por Alternativas Pacíficas). Pero cuando
llegan al grupo, la violencia ya fue ejercida, por eso es que sostengo que
nada nos detiene, así que en lo legal tengo muy poco que decir... Mejor vol-
vamos al grupo.
¿Y los hombres qué...? Algo que también me he dado cuenta en el gru-
po es la facilidad con la que podemos utilizar los argumentos en contra
de ellas cuando después del acto violento vienen las preguntas hacia ella de
por qué sigues con él, por qué no lo dejas, por qué lo aguantas, etcétera.
Curiosamente no surgen las preguntas que cuestionen con la misma frial-
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 69

dad las preguntas de él. Por eso es que con toda la tranquilidad del mundo
le puedo decir a mi pareja después de agredirla: “¿Ya ves? Tú tienes la
culpa”.
También ha habido logros importantes, creo que el principal es que, a
pesar de las dificultades para que asistan los hombres, los que han ido se
han encontrado con alternativas que les ayudan para tomar decisiones más
adecuadas y empiezan a controlar su violencia y es más, empiezan a gene-
rar una promotoría de esta forma de ser hombre, lo cual seguramente re-
percutirá, tal vez lentamente, muy lentamente, en las próximas generacio-
nes y se consiga que los hombres disfrutemos de la equidad y se conciba
el ser macho ya no como un orgullo sino como una vergüenza.
Hemos aprendido en el grupo a confrontarnos con nuestras propias ex-
cusas y quien va al grupo se enfrenta a la realidad de que a partir del mo-
mento que vivenció una de las sensaciones llega al punto que le hemos lla-
mado del “no retorno”, ya que no se puede volver a decir “es que no me di
cuenta”, “es que no supe cómo controlarme”, “es que estaba muy enojado”,
“es que estaba muy tomado”, y si vuelve a actuar violentamente el costo
emocional será todavía mayor al que pagaba antes de ir al grupo. Afortu-
nadamente esto es lo que en muchos casos ha promovido el cambio y esto
ya es con grupo o sin grupo.
Definitivamente partimos de que la violencia masculina surge de los
aprendizajes adquiridos en la cultura, una cultura machista, y buscamos
neutralizar todas aquellas formas de expresión de la masculinidad que van
en detrimento de la autoestima masculina y el deterioro de la relación con
la mujer.
Hay que aclarar que lo que aprendimos con respecto de ser hombres no
es que sea bueno o malo, el problema empieza cuando eso que aprendimos
lo utilizamos para agredir, porque, no sé qué piensen ustedes, pero qué di-
ferente sería que entendiéramos eso de que dizque somos más fuertes que
las mujeres y la fortaleza la usáramos realmente para cuidarlas, protegerlas
y no para lastimarlas.
Se comenta que aquí en la ciudad de Monterrey hay más gente trabajando
también con los hombres y su violencia. Yo desconozco el dato, pero si es
real, sinceramente les digo que es sumamente necesario dar a conocer públi-
camente las acciones, ya que se requiere que unamos esfuerzos en esta Ruta
hacia la Paz y no se vale que continuemos escondidos en burocratismos
institucionales y quién sabe si también personales, que en vez de promo-
ver el cambio generan silencio y si alguien anda buscando ayuda, proba-
70 VIDA CON CALIDAD, A. C.

blemente se le cierre la única puerta que tenía como posibilidad de cam-


bio. Es necesario quitar el cobijo del silencio, pero hay que empezar con
nosotros mismos.
Hay que seguir desarticulando todas las aristas que tiene el problema de
la violencia. Aún falta mucho que caminar, todavía más por descubrir en la
atención a los hombres. Está la propuesta de iniciar trabajos con hombres
adolescentes, lo cual vendría a ser un elemento preventivo de grandes al-
cances. Se requiere el compromiso de más hombres que realmente estén
interesados en colaborar sin caer en protagonismos absurdos que sólo ge-
neran división y conflictos.
Hemos empezado a enfrentarnos con la realidad masculina del miedo a
no ser, no existir, no lograr, no ganar, miedo a llorar, conscientes de que ne-
cesitamos de los otros para la buena convivencia, que no es cierto que nos
guste estar solos, aislados y que necesitamos ese espacio en donde nos sin-
tamos seguros sin demérito de nuestra identidad y sobre todo aceptar que
tenemos un corazón hambriento que clama por su libertad, por utilizar el
poder para poder expresarnos como hombres, no como machos, masculi-
nos pero responsables, congruentes y democráticos tanto fuera como den-
tro de casa.
Es por eso que hablaba de la canción al principio de mi charla, mientras
escribía, me impresionó bastante, no sé a ustedes, el parecido implacable
de las palabras: hambre y hombre.
NUEVO MODELO MENTAL

Ludivina Lozano

Los modelos mentales son imágenes internas de cómo funciona el mundo,


son como fotografías que marcan fronteras de nuestra forma determinada
de ser y de actuar; son muy poderosos porque afectan la percepción y es a
través de ella que construimos la realidad, por lo que pueden facilitar o inhi-
bir el conocimiento. Es generalmente en nuestra familia en donde adquiri-
mos el modelo mental y por supuesto mucho tiene que ver la televisión, el
radio, el cine y lo que leemos. Hay dos grandes modelos mentales: uno es ser
víctima y el otro tirano y generalmente pasamos de uno al otro. Sin embar-
go, hay factores determinantes como mencionamos antes. Para muestra
las películas mexicanas, Una familia de tantas, El hijo desobediente, No-
sotros los pobres, etcétera, en general cualquier película, no sólo las de
Pedro Infante, hablan del dolor y el amor casi como sinónimos y los este-
reotipos de género más difundidos señalan que los hombres son jefes de
familia. La máxima autoridad, independientes, libres, racionales, provee-
dores, etcétera. Las mujeres, débiles, sumisas, emotivas, tiernas, capaces de
cualquier sacrificio, reprimidas sexualmente, responsables de los quehace-
res domésticos, la administración del hogar y la crianza de los hijos. Los
hombres son “tres en uno” (Tarzán, Pedro Infante y Carlos Slim), además
multiusos, deben de tener conocimientos de carpintería, plomero, pintor,
ser guapos y saber cantar. Esto no beneficia a nadie y es conocido que los
hombres tienen más problemas de muerte por alcohol, accidentes y plei-
tos callejeros. En las mujeres las muertes a temprana edad generalmente
son por una equivocada construcción de las características de género, ya
que siempre es primero el esposo, el hijo, la hija, la madre, la casa y su per-
sona generalmente carece de valor. Lo primero es hacer consciente nues-

[71]
72 VIDA CON CALIDAD, A. C.

tro modelo mental para evaluarlo, reforzarlo o trabajar en la construcción


del modelo deseado.
La teoría antropológica con la que trabajamos tiene su origen en nues-
tras tradiciones indígenas. Para nuestros antepasados indígenas la mejor
maestra que podemos tener es la madre naturaleza y es ahí de donde debe-
mos extraer nuestros modelos y aplicarlos a la vida entera. La naturaleza
nos ha enseñado en la redondez de sus formas y ciclicidad de sus movimientos
cómo la esfera y el círculo constituyen uno de los arquetipos universales
más contundentes que nos pueden servir de modelo. El hombre, desde sus
orígenes, ha representado a la unidad y al todo con un círculo cuyo centro
es el punto de referencia, donde el núcleo se concentra, de donde todo parte
y se irradia al mismo tiempo, hacia adonde todo retorna, se encamina y atrae
como origen y meta. Todo ciclo tiene por lo menos en nuestra cultura cua-
tro fases. Ejemplo: primavera, verano, otoño e invierno. Amanecer, medio-
dÍa, atardecer y media noche. Luna nueva, luna creciente, luna llena y luna
menguante.
Según la tradición mesoamericana es precisamente el quinto punto (el
centro), el que da sentido y congruencia a todo. Sin un centro, sin un eje,
sin un punto de referencia, el círculo mismo perdería su esencia.
La unión de los dos conceptos (círculo y cruz) ha sido considerada por
la cultura indígena como uno de los arquetipos fundamentales donde todo
puede ubicarse. Es decir, las fases de un ciclo, los puntos cardinales, los
elementos, los cuatro aspectos del ser humano, entre otros.
La enseñanza del círculo se muestra como un modelo organizativo pe-
dagógico e indica, según la cultura indígena: “La verdadera forma de vida
del pueblo es ver a través de los ojos del otro cada uno de los diversos ca-
minos. Es en sí misma, el entendimiento del Universo”. Para los y las que
alguna vez han tomado clases de pintura con modelo en vivo es fácil de
entender, generalmente se acomoda al modelo, ya sea un ser humano, o una
manzana, un florero, etcétera, en el centro y los alumnos en círculo, al fina-
lizar el ejercicio encontramos una diversidad de formas siempre distintas.
Nos dicen los indígenas “Si tú y yo estuviéramos sentados en un círculo de
gente en la pradera, y si yo colocara una pluma de águila o un huehuetl en el
centro del círculo, cada uno de nosotros percibiría estos objetos de diferen-
tes maneras. Nuestra visión variaría de acuerdo a nuestras posiciones in-
dividuales dentro del círculo. Cada visión será única. Cada una de nuestras
experiencias previas en la vida afectan de alguna manera las perspectivas
del mundo que nos rodea. Por lo tanto, nuestras imágenes nos hacen crear
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 73

nuestra propia interpretación de las cosas y a eso le llamamos realidad. Si


la cosa colocada en el centro fuese una abstracción tal como una idea, un
sentimiento o una filosofía, nuestra percepción será entonces más compli-
cada”.
El entendimiento de esa verdad es la primera lección del “Circulo cura-
tivo” y es una parte vital en la enseñanza de la comunidad. De tal manera,
la Rueda Medicinal es entendida como un espejo en el que todo se refleja.
Según Storm (1972), dentro de esa Rueda Universal saben de su armonía
con todas las otras cosas y “saben cómo darse” una a la otra excepto el ser
humano. De todas las criaturas del Universo somos nosotros, solamente,
los que no comenzamos nuestra vida con el conocimiento de esta gran ar-
monía. Según los indígenas la primera enseñanza de un niño o niña es una
de las cuatro grandes fuerzas del “Circulo curativo”. Cada una posee carac-
terísticas muy distintas y se identifica con un elemento natural, con un
animal, con un color, con una estación con una fase en la vida. Está el don
de la visión y la perspectiva de conjunto. El de la cercanía, es decir, el te-
ner la capacidad de transformar el entorno. El don de la introspección, la
experiencia y la sabiduría son muy útiles en la vida.
Al nacer cada uno de nosotros se le da un particular “Lugar de Partida”
dentro de estas cuatro grandes direcciones. Este lugar de comienzo nos da
nuestra primera forma de percepción de las cosas, el cual será entonces más
fácil y natural camino a través de nuestra vida.
Pero cualquier persona que percibe únicamente desde uno de estos cua-
tro puntos, se quedará solamente como un hombre o mujer parcial. Después
que cada uno ha aprendido su punto de partida, es decir, su fuerza, su don
primario, deberá crecer buscando el entendimiento en cada uno de los otros
tres caminos. La única forma de lograrlo es aprender a través de los ojos
del otro.
Nuestros maestros indígenas coinciden en que solamente hay una co-
sa que todos poseemos con igualdad. Ésta es nuestra soledad, y la única vía
que nos reitera una y otra vez nuestra cualidad de ser unitarios en el Uni-
verso y, sin embargo, tener la posibilidad de vinculación con el semejan-
te. Esta cualidad es la que nos ubica como seres vivos, partícipes y unidos
al universo en movimiento. Somos una unidad en movimiento.
Estas ideas holísticas, poéticas, que aprendimos con Agustín Buendía,
que pueden aplicarse para resolver miles de problemas actuales, son el eje
central de nuestros Talleres de Educación para la Paz, incluyendo el arte
como forma de expresión y la neurolingüística como técnica de apoyo.
74 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Nuestro trabajo es con niños, niñas y mujeres porque de momento son


los seres más vulnerables en la familia; trabajamos en zonas de uno a dos
salarios mínimos, no porque la violencia familiar sea privativa de alguna
clase social, es simplemente que los que tienen menos beneficios tienen me-
nos oportunidades de cambiar la cultura; utilizamos algunos métodos de
educación no formal, incluimos en nuestro programa todo tipo de manifes-
taciones artísticas, desde la plástica a través de la pintura y la escultura, la
narrativa utilizando el cuento, la novela, el teatro con sociodramas, repre-
sentaciones urbanas, utilizamos materiales reciclables, incluimos el cuidado
del medio ambiente y el autocuidado de la salud y los derechos humanos
de todos y todas por considerar que es parte primordial del desarrollo de
la persona,
Trabajar con niños, niñas y mujeres a través del arte, hacer consciente
nuestro modelo mental, desaprender lo aprendido, elaborar un plan indi-
vidual de desarrollo basado en las competencias, vernos solamente como
seres humanos y aprender otra forma de relacionarnos con amor, equidad
y tolerancia, crear redes multiplicadoras y vivir en armonía dentro de esa
macro esfera llamada Universo, tiene como resultado forzoso vivir sin vio-
lencia.
EDUCAR PARA LA PAZ

Fabiola Nahas, CreeSer ABP

Encabezo una organización civil muy joven que se llama CreeSer, Forma-
ción para la Paz. Esta organización nace en junio de 2001 con la finalidad
de trabajar y promover la paz especialmente en los niños y las niñas. Nuestro
trabajo es preventivo, somos un grupo de profesionistas, de manera volun-
taria y de tiempo completo lo hacemos, preocupados por el desarrollo co-
munitario.
La historia de nuestra organización tiene mucho que ver con la experien-
cia que hemos tenido con otras organizaciones internacionales. Una muy
conocida en Europa que se llama Comparte y sus líneas de trabajo son la
infancia y la paz; nosotros, inspirados por ellos, decidimos crear esta or-
ganización.
CreeSer, es una palabra compuesta que significa cree de creer y ser. Le
nombramos así porque esta palabra implica una tarea muy importante. Aquí
en el norte trabajamos en la identidad sobre todo en nuestros niños, pues
tenemos influencia no sólo de Estados Unidos, sino de tantas culturas que
debemos de rescatar las raíces. Creer lo que somos para llegar a ser lo que so-
ñamos es un punto de partida, sumamente importante.
Ahora bien ¿qué es la paz? Podemos dar varias definiciones pero éstos
son algunos elementos que tenemos que tener presente, es aprender a vi-
vir juntos respetando y valorando nuestras diferencias, eliminando de nues-
tras vidas la violencia y resolviendo los problemas por medio del diálogo,
transformando nuestros conflictos de manera creativa, cooperando y no
compitiendo, trabajar por la justicia y la dignidad de los niños y las niñas,
preservar el planeta.
[75]
76 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Nuestra organización trabaja por la paz porque consideramos que es


urgente respetar la vida, practicar la no violencia activa, compartir nues-
tro tiempo y nuestros recursos materiales, defender la libertad de expresión
y la diversidad cultural, promover un consumo responsable, contribuir al
desarrollo de nuestra comunidad.
CreeSer tiene como eje temático la paz conmigo mismo, la paz con mi
familia y la comunidad y paz con la naturaleza.
En Monterrey, la colonia La Alianza vive el reto de superar graves pro-
blemas sociales como la violencia familiar y comunitaria. Es alarmante que
niños y niñas hayan heredado un espacio contaminado para crecer.
CreeSer les ofrece un programa educativo donde aprenden desde peque-
ños a valorarse como personas, a transformar sus conflictos y a reconstruir
su entorno natural.
En la actualidad trabajamos todos los sábados con 40 niños y niñas de
primaria, para ello contamos con el apoyo de profesionistas voluntarios.
Con respecto a las acciones en zonas rurales, específicamente en la Te-
pehuana de la Sierra de Chihuahua, donde cada día son más los niños y
jóvenes que abandonan las aulas para trabajar en los sembradíos de ama-
pola y marihuana, CreeSer les brinda la oportunidad de que continúen sus
estudios de secundaria para romper el círculo de violencia que existe en
estas comunidades, por ejemplo en Baborigame.
Nuestro slogan es Atrévete y Cree que puedes lograr Ser lo que sueñas.

Blanca Barbosa, Viccali, A. C.

LA IMPORTANCIA DE SER UNO MISMO

Es seguro que si te preguntan ¿quién eres?, la respuesta resultará muy ob-


via, pensarás de inmediato en tu nombre, edad, origen familiar, tal vez tam-
bién en tus ocupaciones, gustos y preferencias. Si quien te pregunta insis-
te en saber más de ti, es probable que le menciones rasgos de tu carácter,
sueños, aspiraciones y lo que planeas para el futuro. En pocas palabras,
describirías la imagen que tienes de ti mismo. Una imagen que has ido
construyendo con lo que ves en ti y lo que los demás te dicen ver.
¿Hasta dónde los gustos y preferencias son genuinos o producto de la
influencia de los demás?
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 77

Para todo lo anterior hay muchas respuestas, pues cada individuo es único
e irrepetible.
Hay aspectos que podemos considerar para determinar si un individuo
está siendo consecuente y congruente con él mismo, si lo que en realidad
quiere es lo que elige, si lo que hace es decisión propia o ajena. Cómo darte
cuenta si eres genuino o una mala imitación. Si esto te lleva a sentirte en
paz contigo y los demás.
Tomando en cuenta que en nuestra cultura, al contrario de lo que se cree,
se nos educa en el temor, desde que nacemos: miedo al coco, al infierno, a
los castigos familiares, a los aparecidos, al robachicos, a Dios, al policía,
y a la escuela; temiendo que lo reprueben, castiguen, reporten a sus padres,
al grado que abundan los niños y las niñas que se fugan de su hogar o in-
cluso se suicidan por tener malas notas.
Existe también un proceso sutil de desaliento. ¿Por qué una persona
renuncia a aprovechar al máximo sus posibilidades, cierra su mente a nue-
vas ideas y se vuelve pasiva? Esto es a causa de diversas experiencias des-
alentadoras, tanto deliberada como inconscientemente. Para hacer que una
persona se sienta desalentada y devaluada, se llevan a cabo todos los días
muchas interacciones sociales.
Con base en lo anterior, Viccali trabaja en el proyecto de Nuevos Mo-
delos Mentales, para mejorar la calidad de vida del ser humano, para que
tome conciencia de los maravillosos recursos que se pueden aplicar en la
vida diaria para tener una vida productiva más exitosa.
Este proyecto está diseñado para apoyar su proceso de formación, y
contiene información que le permitirá reflexionar sobre ciertos aspectos
formativos del carácter, las actividades tienen como objetivo que se conozca
y pueda llegar a comprender quién es y qué espera realizar, se encontrará
una red de valores explícitos a través de las competencias personales, como
son: la confianza, la colaboración, la conciencia social, la honestidad, la
ecología, la autoestima, etcétera, así como la gimnasia cerebral y los ejer-
cicios psicofísicos.
Tomando en cuenta que una sociedad que no fomenta la inteligencia
emocional crea individuos insatisfechos e insolidarios. Aquí trabajamos con
“el amarte a ti mismo”.
Claro está que la persona debe aceptarse tal como es, para que este aut-
oconocimiento y autoobservación pueda ejercer un autocontrol adecuado
sobre sus impulsos y motivaciones, fortalecer sus puntos débiles. Todo esto
nos lleva a educarnos para estar en paz. Esta tarea es muy importante, pues
78 VIDA CON CALIDAD, A. C.

el hombre recupera lo fundamental de mirar hacia su interior, a la vez que


se abstiene de realizar acciones sin sentido, obtener cosas que en lugar de
fortalecer destruyen, de comprar cobre pagando con oro, perdiendo con ello
la paz. Meterse en la batalla, pero con el corazón en paz.
Sócrates acuñó una frase que encierra una enorme sabiduría: conócete
a ti mismo. Cuando tenemos autoconocimiento vivimos el presente. La fá-
bula del león y la oveja nos cuenta que había un cachorro de león que se
perdió y se metió en un rebaño de ovejas. Creció y allí se creía una oveja
como ellas. Pero un día un león adulto llegó por allí y las ovejas corrieron
espantadas a ponerse a salvo y el león también corrió. Pero el león que lo
había descubierto le dio alcance y el cachorro asustado le dice: ¡no me co-
mas, por favor! Mas el león lo lleva al borde de una charca y lo obliga a que
mire las dos imágenes reflejadas en el agua. El cachorro, al verse como era en
realidad, como un león, despertó y, desde ese momento, ya fue todo un león.
Esto es lo que nos tiene que ocurrir, que despertemos para ver claramente
que somos leones, no ovejas, porque conocerse a sí mismo nos sirve para
obtener aquello que todo ser humanos anhela en su interior, la paz, la feli-
cidad, el equilibrio, la salud. Con esto educamos para la paz, siendo tu paz
interna reflejo hacia los demás.
Al término de este proyecto, el alumno habrá realizado un proceso de
integración entre sus acciones, conductas, actitudes y valores; integración
que se reflejará en la mejora continua de su calidad de vida, y su formación
educativa por una paz en todas las áreas de su vida, social, cultural y fami-
liar. A esto se denomina educar para la paz.

Marianela Madrigal, Hermanas del Servicio Social

En América Latina pudiéramos decir que se ha tenido una diferencia his-


tórica en el caminar de los grupos populares en las últimas dos décadas. El
propósito es compartir cómo se unen la educación popular y el enfoque de
género para presentar elementos de cara al cambio social y por consiguiente
trabajando activamente para construir la paz. Hasta la década de los setenta
los educadores y educadoras y los agentes y las agentes populares encon-
traron en las propuestas de Pablo Freire las respuestas a la búsqueda por
mejorar el camino a la liberación y por consiguiente hacia la paz.
Éstos son los propósitos de las herramientas de la educación popular.
Conviene aclarar que en nuestro país esto se ha analizado más en el centro
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 79

y en el sureste mexicano, también en el occidente y en menor escala en el


norte y el noreste. Hasta donde yo conozco, en el norte son las comunida-
des eclesiales de base y los grupos de salud popular y algunas ONG las que
han aplicado a sus procesos la metodología de la educación popular, tam-
bién la han aplicado algunos grupos que trabajan con la Biblia, como BIPO.
Aquí en Guadalupe, por ejemplo, existen grupos populares que utilizando
la metodología de la educación popular han obtenido premios importantes
a nivel nacional en el estudio de la Biblia desde esa perspectiva.
Me parece recordar que la metodología de la educación popular como
método tiene tres pasos: parte de la realidad, tratamos de reflexionar sobre
ella y después encontrar formas de transformarla, para empezar de nuevo.
Hay que reconocer también que en el ámbito de la educación popular
cuyo objetivo implícito ha sido liberar a los sectores oprimidos y por lo tanto
ser promotores y promotoras de la paz, sigue siendo portador de estructu-
ra de comportamiento y prácticas sociales que atentan contra el segmento
femenino de la sociedad, o sea que no obstante donde hemos aplicado por
muchos años la metodología de la educación popular, el problema de gé-
nero no se supera. Incorporar el enfoque de género a las técnicas y estrate-
gias de la educación popular significa que la participación sea sinónimo de
comunidad tomadora de decisiones donde las mujeres por subordinación his-
tórica no son generalmente tomadas en cuenta. Ellas mismas se sienten con
el derecho de opinar y manifestar sus deseos; es imperativo buscar mecanis-
mos de capacitación necesarios que no reproduzcan en sus actividades lo tra-
dicional ni lo subordinado para que las mujeres fortalezcan su autonomía.
En esta etapa de la historia es urgente que hombres y mujeres integremos
cabeza y corazón, o somos cabeza o somos corazón, pero se nos dificulta
a todos y a todas integrarnos, también es así nuestra forma de proceder en
nuestros medios.
Otra sugerencia es poner mayor atención a nuestro cuerpo, mejorando
nuestra calidad de vida, proponer en los espacios y grupos en los que par-
ticipamos el ir aprendiendo a superar el individualismo, para enfrentar las
consecuencias de un mundo globalizado, descubriendo también lo que tiene
de positivo, impulsada por todos los medios en las instancias en que parti-
cipamos, la cultura de género, que ésta influya positivamente en nuestra
cotidianidad, ser a tiempo y a destiempo, como decía san Pablo, promotoras
y promotores de la paz para impulsar los procesos personales comunita-
rios y sociales. Apoyar los esfuerzos que ya existen en el área en el orden
de promover la paz.
80 VIDA CON CALIDAD, A. C.

Un mundo globalizado exige respuestas globales. Globalicemos, pues,


la solidaridad y la esperanza para conseguir la paz.

María Esther Lupercio, Mujer en Plenitud, A. C.

Les voy a platicar una historia. Había una vez un rey que ofreció un gran
premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Mu-
chos artistas lo intentaron. El rey observó todas las pinturas, pero solamente
le gustaron dos y tuvo que escoger entre ellas. La primera era un lago, que
era el espejo perfecto donde se reflejaba unas plácidas montañas que lo
rodeaban, sobre ésta se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes
blancas. Todos quienes admiraron esta pintura pensaron que reflejaba la paz
perfecta. La segunda pintura también tenía montañas, pero éstas eran es-
cabrosas y descubiertas, sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un
impetuoso aguacero con rayos y truenos, montaña abajo parecía retumbar
un espumoso torrente de agua; todo esto no se rebelaba para nada pacífi-
co, pero cuando el rey observó cuidadosamente, él vio tras la cascada una
grieta en la roca, en esta grieta se encontraba un nido, allí en medio del ru-
gir de la violenta caída de agua estaba sentado plácidamente un pajarito
en el medio de su nido. Paz perfecta. ¿Cuál creen que fue la pintura gana-
dora?
El rey escogió la segunda y explicó, paz no significa estar en un lugar
sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor; paz significa que a
pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados
dentro de nuestro corazón. Éste es el verdadero significado de la paz.
Después de esta breve historia les quiero platicar que en base a esto, no-
sotros estamos trabajando como Asociación Civil. Voy a describir el pa-
norama que ya conocemos pero reitero en esto.
En una sociedad tan orientada al desarrollo tecnológico, industrial y comer-
cial que da prioridad a los asuntos en materia económica, no es de extra-
ñar que el comportamiento social se vaya degradando de tal manera que está
generando una situación alarmante. Surgen un sinfín de trastornos físicos
y psicológicos, se le da tanta importancia a lo material que se ha ignorado
la salud emocional. En consecuencia, tenemos altos índices de delincuen-
cia, criminalidad, suicidios, violencia en las calles y en el hogar, divorcios,
abortos, prostitución, drogadicción y corrupción. Si no actuamos rápida-
mente para detener esto, corremos el riesgo de que la sociedad se corrompa
MEMORIA DEL FORO RUTA HACIA LA PAZ 81

aún más y en un futuro obtengamos resultados más amargos con las siguien-
tes generaciones.
Nosotros heredamos algo, cosas buenas o cosas malas, pero finalmente
transmitimos algo y heredamos algo a nuestros hijos y a las gentes que están
más cercanos a nosotros. Ahora nuestro reto es impartir una educación que
trascienda beneficiando a las siguientes generaciones, crear una cultura
sólida, basada en los principios que Dios establece como norma de conduc-
ta. Hay principios y hay normas que rigen la conducta del ser humano, que
no tienen por qué pasar de moda, hay muchas modas que vienen y van, pero
el fundamento del ser humano es estable, único.
Es urgente poner énfasis en la salud emocional, para lograr el bienestar
integral. El ser humano no tolera el vacío, si no llenas su interior con prin-
cipios y valores que den sentido a su vida lo hará con cosas que lo destru-
yen y sus acciones serán destructivas.
Nuestras actitudes surgen en nuestro interior y es ahí donde debemos
trabajar, manifestamos lo que llevamos dentro, una persona infeliz hace
infeliz a los demás, una persona que está llena de amor lo refleja es ama-
ble y es cálida en su trato.
Enriqueciendo y fortaleciendo el espíritu combatiremos la miseria espi-
ritual causante de todas las formas de perversión y corrupción. Provocar un
cambio interno que se refleje hacia fuera, transformar el pensamiento y el
comportamiento de la persona se traducirá en estabilidad y paz social. Estar
en armonía con Dios provoca que haya armonía en nuestro ser y nuestro ser
integral es espíritu, alma y cuerpo, hasta entonces seremos generadores de
una cultura de paz.
Siempre habrá circunstancias difíciles como veíamos al final de la his-
toria que les platiqué al principio, siempre habrá cosas difíciles a nuestro
alrededor, en nuestra casa, en el trabajo, en la escuela donde quiera que
vayamos. Si tenemos paz en nuestro interior enfrentaremos con sabiduría
cada situación sin herir a los demás y sin salir dañados.
La paz es un producto de la salud interior.

CONCLUSIONES

—Ya conocemos el problema, el reto es trabajar en resolverlo.


—Se invierten muchos recursos humanos y económicos en medidas de
emergencia.
82 VIDA CON CALIDAD, A. C.

—Parece que los recursos están encaminados hacia la violencia, ya sea


en los medios de comunicación, como en las revistas publicitarias, o
en las organizaciones de la sociedad civil que sólo hablan de violen-
cia y estadísticas de maltrato.
—Se está afianzando una cultura de violencia.
—No resulta congruente que el gobierno y la iniciativa privada invierta
más recursos en asociaciones que administran “refugios” con poco im-
pacto social y poco o nada de inversión en asociaciones y programas
de gobierno que trabajan en la prevención.
—No deseamos un país lleno de jaulas, refugios para mujeres, albergues
para niños y niñas, cárcel para los hombres y asilos para los ancianos.

Propuestas:

—Sensibilizar al gobierno y a los empresarios sobre la prevención.


—Crear modelos de atención en las comunidades de base de acuerdo con
sus características.
—Apoyar a las asociaciones civiles, a los grupos organizados y a los pro-
gramas gubernamentales que trabajan en proyectos de paz.
—No crear monopolios o criterios “únicos”.
—Incluir en la Normal como materia la educación para la paz, para que
los maestros y las maestras tengan suficientes herramientas para pro-
yectos con sus alumnos y alumnas.
—Incluir en los programas educativos de todas las universidades la ma-
teria de educación para la paz.
VICCALI, A. C.
(VIDA CON CALIDAD)

Ludivina Lozano Leal


Presidenta

Consejo Académico y Consultivo:


Vicky de la Piedra Garza
Marcela Ibarra Campos
Héctor Joel Velarde Mora
Fernando Rubio Elozua
Antonio Nava Muñoz
Marlene Sierra Gómez

Colaboradoras:
Bárbara Iglesias
Diana Elisa Velarde
Blanca Barbosa
Marcela Sánchez de la Vega

Email: viccali2001@yahoo.com.mx
Memoria del Foro 2002 Ruta hacia la Paz, editado por
la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, se ter-
minó de imprimir en mayo de 2003 en los talleres de
PUBLICIDAD VARSOVIA Y/O NORMA TREJO GALVÁN,
Hortensia núm. 120, col. Santa María la Ribera, C. P.
06400, México, D. F. El cuidado de la edición estuvo
a cargo de la Dirección de Publicaciones de esta Comi-
sión Nacional. El tiraje consta de 2,000 ejemplares.

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