¿CÓMO SUPERAR MIS CONFLICTOS?

¿Por qué soy así? ¿Por qué siento lo que siento? ¿Cuántas veces nos hemos hecho estas preguntas luego de
un ataque descontrolado de ira o en medio de una depresión?
Esto puede deberse a una compleja conjunción de factores como la inferioridad, que consiste en sentirse
inferior a los demás; la inseguridad, que es el permitir que las dudas y temores acerca de nosotros mismos
o el futuro nos invadan; la culpabilidad, ya sea porque hemos actuado mal y dañado a alguien o porque
nos han rechazado y nos han cobrado faltas que no son nuestras; las preocupaciones, ese desorden
interior que no nos permite pensar claramente; las dudas, que como consecuencia de esas preocupaciones
nos llevan a dudar del amor de los demás y aún de la existencia misma de Dios y los temores, que
empiezan a generarse a raíz de la acumulación de esas dudas.
Todo esto nos lleva entonces a la frustración, que tiene un efecto directo en el Yo y se puede expresar
internamente (hiriéndome a mí mismo) y externamente (hiriendo a los demás). Como consecuencia de
esta frustración se llega entonces a desarrollar una hostilidad, o sea, esa fuerte emoción que puede
demostrarse mediante actos de ira, golpeando objetos o personas, incluso asesinando o llegando al
suicidio. Cuando esta hostilidad afecta nuestra mente puede generar cualquier clase de enfermedad
psiquiátrica, pero si afecta nuestras emociones empieza entonces a producir depresión o ansiedad.
Desgraciadamente la ansiedad y la depresión no pueden ser reprimidas para siempre y entonces se
manifiestan en el cuerpo como síntomas psicosomáticos tales como un dolor de cabeza debido a la
tensión, úlceras pépticas, urticaria, varias formas de artritis, asma, alteraciones de la piel, espasmos del
colon, palpitaciones del corazón, hasta incluso diversas formas de cáncer, etc.
¿Cómo opera la Teoterapia? Muchos médicos estiman que el 85% de las enfermedades son de origen
emocional y mental (psicológico). Si una persona tiene "la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento"
(Filipenses 4:7) en su vida, no puede tener conflictos emocionales. Esto quiere decir que la única solución
es invitar a Jesucristo al corazón a poner orden en él. Haz esta sencilla oración de corazón diciendo:
"Señor Jesús, te invito a mi corazón. Reconozco que tú eres el hijo de Dios, mi Salvador, que diste tu vida
para darme vida nueva y que resucitaste al tercer día. Ven a mi corazón y hazme nuevo. Amén."
El entonces viene a darte una valía nueva, una identidad nueva, una nueva forma de pensar y aún de sentir, a
recordarte que no importa lo que haya sido tu vida o hayas hecho antes, El te ama y desea darte lo mejor. ¿Para qué
consultar los astros pudiendo consultar a Aquel que hizo los astros?