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"El secreto de la infancia"

Por Maria Montessori


El embrión espiritual
• Si entendemos por "educación" el desarrollo psíquico del niño
y no su desarrollo intelectual, podemos afirmar que la
educación de un niño debe comenzar desde su nacimiento.
(página 29)
• La prueba de la vida psíquica de un niño puede encontrarse en
la distinción que se hace entre sus actividades conscientes
y subconscientes. Pero incluso si nos limitamos a
conceptos más obvios y básicos, debemos admitir que hay
un juego de instintos dentro de un niño no sólo con
respecto a su crecimiento físico y alimentación, sino
también con respecto a diversas operaciones psíquicas.
(página 29)
• A los filósofos siempre les ha intrigado el estado de un niño
tan indefenso después de nacer, pero hasta ahora los
maestros y los médicos se han ocupado demasiado poco de
él. Como muchas otras cosas que yacen ocultas en el
subconsciente, el estado del niño se ha considerado
simplemente como un hecho sin ningún significado
particular. (página 33)

El periodo sensible
• El niño aprende a adaptarse y a hacer adquisiciones en sus
periodos sensibles. Son como un rayo que ilumina el
interior o una pila que suministra energía. (página 40)
• Es esta sensibilidad la que permite al niño entrar en contacto
con el mundo exterior de una manera especialmente
intensa. En esos momentos todo es fácil; todo es vida y
entusiasmo. (página 40)
Pida
• El niño no estaba interesado en encontrar el objeto, sino en

encontrarlo en su lugar. (página 54)


• Es una especie de sentido interno que distingue las relaciones
entre varios objetos más que los objetos en sí. De este
modo, hace un todo de un entorno en el que las diversas
partes son mutuamente dependientes. Cuando una persona
está orientada en un entorno así, puede dirigir su actividad
a la consecución de objetivos concretos. Un entorno así
sienta las bases de una vida integrada. (página 55)

Los derechos del niño


• El estudio forzado provocaba miedo, cansancio y agotamiento
nervioso. Se desanimaron y la melancolía sustituyó a su
alegría natural. (páginas 210 y 211)
Movimiento
• A través del movimiento, actúa sobre su entorno exterior y
cumple así su misión personal en el mundo. El movimiento
no es sólo una impresión del yo, sino un factor
indispensable en el desarrollo de la conciencia, ya que es el
único medio real que sitúa al yo en una relación claramente
definida con la realidad exterior. El movimiento, o la
actividad física, es por tanto un factor esencial del
crecimiento intelectual, que depende de las impresiones
recibidas del exterior. A través del movimiento entramos
en contacto con la realidad exterior, y es a través de estos
contactos como acabamos adquiriendo incluso ideas
abstractas. La actividad física conecta el espíritu con el
mundo, pero el espíritu tiene necesidad de la acción en un
doble sentido, para adquirir conceptos y para expresarse
exteriormente. (página 97)

La Mano
• Los dos movimientos corporales más íntimamente
relacionados con la inteligencia del hombre son los de la
lengua, que emplea para hablar, y los de las manos, que
emplea para trabajar. (página 80)

• El primer movimiento de su pequeña mano hacia objetos


externos debe esperarse con impaciencia. (página 82)
• El primer movimiento inteligente de estas pequeñas manos, el
primer impulso de ese movimiento que representa el
esfuerzo del ego por penetrar en el mundo debería llenar de
admiración la mente de un adulto. Pero, en cambio, teme
que esas pequeñas manos se extiendan para coger cosas
que no tienen valor ni importancia en sí mismas, y se
esfuerza por apartarlas del niño. Dice constantemente:
"¡No toques!", igual que repite constantemente: "¡Quédate
quieto! Cállate" (página 82)
• Para desarrollar su mente, un niño debe tener objetos en su
entorno que pueda oír y ver. Puesto que debe desarrollarse
a través de sus movimientos, del trabajo de sus manos,
tiene necesidad de objetos con los que pueda trabajar y que
motiven su actividad. (página 82)

OIGO Y OLVIDO;
VEO Y RECUERDO;
LO HAGO Y LO ENTIENDO.

POR MARIA MONTESSORI

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