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Lest
186 PERFILES ETICO-POLITICOS DE LA EDUCACION
saber, y ha corrido las fronteras hasta “puertas” inéditas. Como diria G.
St 1991); ;seremos capaces de abrirlas? {Olvidaremos que “abrir
puertas ¢s el trégico mérito de nuestra identidad”? {Con qué texto nos mo-
veremos para hacer frente a los nuevos desafios que la globalizacién-ex-
clusién, ¢! multiculturalismo-fundamentalismo, nos estén planteando?
Psicoandlisis y educacién: el texto psiquico y el texto pedagdgico, 0
quizés nuevas formas de intertextualidad. Porque si abrir puertas es el ta
ico mérito de nuestra identidad, buscarlas, encontrar sus “claves” (o lla-
ves), esto es, quizis, el imperioso llamado a la responsabilidad.
eenBRBH SS
12
La educaci6n 0 cémo aprender
a tejer esperanza
con los hilos de la\Verdad,
y de laljusti¢ial.
en qué con-
‘iste un problema es hacerlo en forma narrativa, Si queremos saber
hoy con la educacién, tenemos que construir un relato, aos
este momento, en que muchos hablan del finde los grandes relatos, y otros
muchos, quizais mas, pretenden encerrarnos en el lema que suele
expresarse en esa falaz disyuncién: o usted es “nostalgic ". y entonces se
afer a sn de una ibeacin del presi sted es “pragmati-
y entonces se adapta a la reali je inserci iti
ca cones ea ead dea alae inser compta188, PERFILES ETICO-POLITICOS DE LA EDUCACION
parte de la construccién del relato que identifique lo que pasa con
hoy se hace necesario, una vez mas. reflexionar sobre Ja im-
dualismo cartesiano de lo extenso y lo pensante como por la redu
soria de lo mental al complejo sistema de informaciones cereby
supuesto, y en otro espectro del debate teérico sobre lo ment
lugar del problema cuando la preocupacién se relaciona con el rechazo de
los procesos, complejos y ambiguos, por los cuales el conocimiento tiene
siempre, como su sombra, algsin grado de no saber que esta operando en lo
pe te “conoce!
Lis alli de esto, quisiera insistir en una idea més general: esta confu-
sién mediatiza la transformacién del conocimiento en mercancia, en valor
de cambio, de modo tal que “saber de sf mismo”. en tanto informacién so-
|. Ya nos hemos refrido a tema en otros lugares de este libwo,particularmente en fos
‘dos primeros capitals.
La escuela como telar de la esperanca 189
bre sf mismo, es conocer un “precio”, y “cuidar de si mismo” tiende a ase-
‘mejarse a acumullar ea
(que seria un
subjetividad educativa)? Para de-
I decir. al saberse capaz de actuar.
. o en sentido estricto.
fa, H. Arendt, que en esto consis-
aidan poder aco meet pee) ke ag)
(y no meramente seguir costumbres u opiniones, o
Secon saberes no fundados). En esta direccién debemos interpretar
a
‘mucerse'a sf mismo. Esto implica, de alguna manera, privilegiar la palabra,
‘como reunién de s
mente, “poder responder al
Si la tendencia actual es a transformar el conocimiento en un valor de
cambio, en una mercancia, no parece posible que la educacién, como pric-
tica de la libertad, pueda constituirse. No se trata, en la educacién para la
libertad, de saberse mercancfa,
“Si entendemos las cosas asi,
nocimiento dial6gico-y polities, es relacionarnos —190 PERFILES ETICO-POLITICOS DE LA EDUCACION
iriana y contra una tradicién de fuer-
En este contexto, con memoria
\gecien morelcen el sentido est
'Y no meramente una “consecuencia”, via mérito, que se deduciria de nues-
tro compromiso con el deber.
culturales ni sometida a ellas. Mis adn, y por lo mismo,
‘opera hoy como el nombre propio de una
que sera mis justo fray acd lo podemos,
a se relaciona con las,
compromiso, en tarea simplemente buena y que hace buenos.
" Que fa esperanza tenga una dimensién moral y que encierre un valor en
si misma, por lo cual es una responsabilidad fasci
casi lo mismo que hablar de la educacién. En
. E] argumento seré el siguiente: en la educacién la esperanz
191
do fuerte que nos ens nas: 1a vul jad, el ser rehenes de to-
dos, porque podemos hacernos respons:
1 deseo de aprender ni el poder de ensefiar definen la educacién. Lo
oe
afiana, nos puede pasar como a aquel poeta
4ue tenia su poema inconcluso, porque no encontraba cémo defini
fugiado, se lo ensefta: Qué es maiiana?
Es importante reflexionar sobre la dignidad de la escuela. ¥ lo es en un
triple sentido:
porque ha
diversos motivos, que tiende a mostrar la
reciacién, su deterioro y, sobre todo, st
escuela, su
tiempos de “retirada de la palabra” y de pretendidos “pensa-
mientos tinicos";
3. porque -$ que son insobornables
a libertad del deseo de conocer, que es el derecho
iar, reconociendo la pregunta, el argumenio, la al-
jue Ta socializacién y la conviven-
ternativa; el192 PERFILES ETICO-POLITICOS DE LA EDUCACION
|. ¥ no mera adaptacién a lo
y comprometerse a realizar efectivamente lo que supone de derecho ina-
lienable.
La dignidad de la que hablamos es la que nos constituye. aquella que
un referente meramente ret6rico de discursos tramposos, 0 en un ritual mas
‘de meras pricticas de supervivencia, o en una especie de depésito de todo
jue la sociedad no sabe resolver. Justamente, la escuela puede en-
discurso, puede ser parte de los rituales de la vida, puede ser un
lugar que supletoriamente reciba conflicts ¢ intente resolverlos, pero lo
", no permite ni
s. En este sentido es irrenunciable, y ninguna crisis ~por
severa que sea- puede justificar su avasallamiento. La escuela “puede” ser
——— ee
a escuela come tear dela esperanca 193,
muchas cosas segiin las circunstancias. Pero debe s
Ea80s, y esto quiere decir qu
ia, el tiempo de ta
Livescuela no puede renunciar a estos va
mos, mis alegrfa tendremos.
LLacisis no es una sociedad de ciudadanos tists, es decir sin potencta
| ial conocimiento critica na la ciudadania responsable ni ala esperanza
ee ee194 PERFILES ETICO-POLITICOS DE LA EDUCACION
3. LA ESCUELA COMO TELAR DE LA ESPERANZA
Para terminar, voy a citar un texto poco conocido de Jorge Luis Borges:
los les quiero hablar: a los hombres que en esta tierra se sien-
morir, no a los que creen que e! sol y la luna estin en Europa.
Tierra de desterrados natos es ésta, de nostalgiosos de lo lejano y ajeno:
10 0 no su sangre, y con ellos no ha-
muchachos querencierosy nuestros
la patria:
piamente educativos tanto los tiempos como éste, donde la cri-
sis cala los huesos, como los tiempos hoy dia tan “a veces”
y tan fugaces, donde parece que las figuras se acomodan y los colores
‘armonizan,
(Qué mantiene el hori
‘cuando caminamos como docentes por sen-
se bifurcan? {Qué abre el cielo cuando con
de docentes, muchas veces abrumada por
Jas lagrimas que producen el dotor, ta rabia y la impotencia? No encuentro
mejor respuesta que afirmar con énfasis que
‘Femos la justicia, y entonces
‘Se propone pensar, en este contexto, dos cuestiones como
hacemos para no dejarnos arrebatar el horizonte, impedir que se borre, re-
La escuela come tear dela esperanza 195
lay que luchar por el reconocimiento de
este deseo de saber, que define la identidad docente, pues me animo a con-
jeturar que lo més profundamente deseado, como docentes, es que se nos
Teconozca como deseo de saber, no como duetios del saber ni como mani-
puladores del conocimiento,
7 €8 decir, re-
Aqui.
en esta lucha por el reconocimiento del deseo de saber, el horizonte de la
biisqueda de la verdad se configura y nos Preguntémonos si desea-
‘mos saber y, entonces, estaremos en condi de entender que no se
‘aprende si se obtura, se cierra, se bloquea el deseo de saber. Me animo a
decir algo mas, quizds éste sea el gran problema educativo: ;deseamos sa-
ber? {Dejamos que los otros descen saber? {Permite esta sociedad que
emerja el deseo de saber?
en definitiva, lafuen-
confundir el conocimiento con la mera
-a de poder transparentar tedricamente la
Prictica, es decir, saber soberbiamente todo lo que pasa, peroxtampoco se
t ln falsa modestia de no entender nada y de la compulsién a acep-196. PERPILES ETICO-POLITICOS DE LA EDUCACION
docente de baqueanos debemos tener memoria. aprender
i Der saber qe dja ie
y debemos tener también coraje, saber
co, expose Fs dev
conocimiento se anuda con la
ciencia u otro momento de nuestra historia,
_Es E, Lévinas quien avanza en esta idea
.adquiiere su dim
La escuela como telur de a experanca 197
‘mos responsables, Se trata de algo asf como una responsabilidad inteli-
cite 0 una inteligencia responsable, es decir. conocimiento y ética,
b. gPor qué la esperanza?
4quedar fuera del mundo, si nos interesa sobrevivir, entonces no nos queda
otra alternativa que pensar de un determinado modo, actuar de una determina-
dda manera, alineamos con un determinado proyecto. Por supuesto, determina-
ticia, simplemente porque tienen mayor poder econdmico y militar.
El pensami
pender de nada ni de instaurando como tnica
servidumbre, como miedo concreto a la muerte y lucha por
cia, En realidad, el pensamiento se convierte en tinico justamente be
no deja alternativa sino a Ta irracionalidad dependiente, y necesita, para
entre fos que piensan de esa nica manera y los que meramente sobreviven,
ndo que algunos piensen de esa determinada manera.
El ‘embargo, tiene como su verdad més profunda
a Salles proyectado en todos aquellos que piensan
de modo diferente. Quizas de hegemonia det
samiento Unico no es sino el introyectar este miedo y terminar eonven-198 PERFILES ETICO-POLITICOS DE LA EDUCACION
puede significar algo de-to-que esta pasando, pero es importante enna
que el modelo hegeménico del neoliberalismo salvaje y excluyente es sola-
que podria comer, del enfermo
fa aprender, del triste que podria
‘mente, porque pensamos y hablamos, por
que nos define, decia Spinoza, es |
bles a la interpelacién detotra————S
La escuela como telar deta esperance 199
¢. ¢¥ la educacién?
escuela como telar de ta opera.
De las muchas metiforas con que hemos querido sefialar (tanto los poe-
tas como los cientificos) ese acontecimiento primordial, arquetipico, que
nos arrancé de la mera naturaleza, nos puso de pie, nos dio manos y, ade~
‘més, capacidad de pensar, y no s6lo de reaccionar ante los estimulos, y de
convivir, y no tinicamente de agregarnos como especie, siempre he preferi-
do la de la invencién del fuego y el invento del telar. El fuego, como diria
Lévi-Strauss, porque nos permitis pasar de lo crudo a lo cocido. El telar,
como ya reflexioné
no. o. Hay dos problemas en juego: qué hilos ponemos en ese telar y cémo
tramamos, con esa urdimbre de hilos, un tej
ica, sino que intenta ser filoséfi-
ca. En este sentido se pretende suger algo asf como una respuesta a la
lucacién”, desde la hipétesis de la escuela como telar.
idea, un punto de vista, desde el cual, incluso, semiso con ta just
PERFILES ETICO-POLITICOS DE LA EDUCACION
y la busqueda de la verdad se en-
sa 7 8 i Se pander oth eh
Lat esewela come telar de la experancar 201
¥ que, en cada caso, sabe que slo
teje esperanza,
De nuevo Borges. {EI tamafio de nuestra esperanza? El aleance de ta
‘educacién, la capacidad que tengamos de Sprender aera, deseando se
ber y respondiendo a la int