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512. ¢_ EL BOOM Y LA NUEVA NOVELA a década 1960--1970 esti considerada como una época sin prece. dentes en la historia de las letras hispanoamericanas y, en particular, de le narvativa, En este periodo un conjunto excepcional de novelas y “cuentot provenientes de todos los paises del “continente mestizo" st suma ala esforzada labor de traductores y criticos, y a los procedimientos modernos de lanzamiento editorial que legan a proyectar la narrative hispanoa: soevicana mis alla de las fronteras de habla hispana. Algunos criticos, como Angel Rama, muisten en discernir entre el “boom” —como fenémeno meramente aareclal en el mercado ibrero mundial— y la“nueva novela hispanoamericana”, {que lega a su culminacién entte 1960 y 1970, pero que a gestarse con la obra de Jorge Luis Borges (1899-1986) Carpentier (1904-1980), Juan Carlos Onetti (1909-1994), Juan Rulfo ( 186), Ernesto Sabato (1911~ Leopoldo Marechal (1900-1970), Bombal (1910-1980), Angel Asturias (1899-197 980), entre otros. En opi rida de Carlos Fuentes, “el ces ¢] resultado de una Titeratura que tiene por lo menos cuatro siglos de existencia y que sinso une urgencia definitive en un momento de nuestra historia de actualaar y dante biden a muchas lecciones del pasado” (Andadén, 621). ‘§ bien la nocidn de “boom” parece menos apropiada para un anilisis de ten dlenczsliterarias que el termino “nueva novela", tampoco es posible prescindir por completo de ese concepto que, a fuerza de set usado por todos, se ba con Poreld en sinonimo de la natrativa de los sesenta y ha sido consagrado por los wElomos eccritores, como Jose Donoso en su Hittria personal del “boom. Sin cinbargo, dicho esto, conviene recordar la observacin de Rama de que “Ia Per SEpcidn de Donoso es estrctamente iteraray nl sguiratene en cuents ago Sade definidor del boom que fue el consumo masivo de narraciones vas” (247). Resulta interesante tambien tener en cuenta el argumento de Gusts Sicbenmann y Donal L, Shaw de que en este caso hay una correlacion entre téantea aud y el éxito comercial debido aun sibitoy radical eambio de los tos perceptivos del piblico lector, el que legs a valor, y hasta a sacral, cexperimentacién formal. ‘La trabajosa tarea de ubicar el periodo unos limites temporales, formales y person: da por muchos criticos, Existe el consenso ta tdady los peros de Mario Vargas Llosa marca el momento de ca sn Ie recepetén mundial de las letras latinoamericanas. De aqui en ade veditonal barcelonesa Seix-Barral —-que galardoné a La ciudad y Tes paras con su prestigioso Premio Biblioteca Breve ba a convertin en wna Bins faerzas mas poderosas en Ia configuracién del boom, es decir, en la pro~ nde los nuevos narradores en el mercado librero mundial. El Prem! 67 represen eratura, la pol dentro de Nobel de literatura otorgado a Miguel Angel Asturias er apogee del boom, ala ver que simboliza el enlace entre Ia tica y el mercado. ELBOOM Y LA NUEVA NOVELA CP 543 An etic en ett Spc de a industria eto capil ve aune el ipso de rc tn oe pa nears de ideas provenientes de Latinoamérica, El desaio Heoligco que representa cl a de Fidel Castro y sus “barbudos” de Sierra Maestra (1959) esta considera- oe oe catalizador, no solamente de cambios ideolégicos, tars earth man mano cone eeico al err Pr : ucién en la literatura”, Pa Julio Ortega, la busqueda de las técnicas audaces , ; cas audaces por parte de la novela corres onde jraente al momento hiserico en el quel teratra ca aehantarse cn na rebel I iberain neue de nuestros ples) sn bee certo que muchor dls esritores ms desolantes del boom xa aon a conmpromesios con acs revolcocaria cabana deck ja no leg6 a ser un factor aglutinador generacional. Con el recrudecimiento de Wns presi del ign cabs eno ioe ee —y opr de 1968 on teen ee os (Cabrera Infante, Vargas Llosa, Sarduy, expresaron su desilusion con el régimen de Castro, originando una pro- eee ene ere eee Ininoamericanos in lo referente a los escritores y obras que forman parte del boom, Brushwood mo dee de nape cb ence xcyent, ena Vinge os afirma que “cada uno tiene su propia lista, Sin entrar, pues, en cotizaciones gra- tuitas, diremos que los cinco autores repetidament Gabriel Garcia Marquet (Colon yD0b ) Julo Corar (Angentna Severo Sarduy (1937—_ ), asi como a los argentinos Manucl Puig (1932-19 Manuel Majic Lane (1910-1980) y al mexicano Sado odo ‘a oa. ie coridars ctor conta couse ann slo experiments propio dea nueva novel y quienes, no obstante, ban quedado exlldos dela li boom. Entre los grandes ausentes estin el peruano José Marla Arguedas 1970) —cuya obra abarca un conocimiento profundo del simbolismmo del igena— y Augusto Roa Bastos (1918— ), con su bisqueda recuerdos del ponenir de Garro coincide con el supuesto comienzo del ala ver que l estructura temporal dela novela Saeed en afos de soledad (1967) de Garcia Marquez, que marca el apogeo del b 514 C@ EL BOOM Y LA NUEVA NOVELA El alineamiento entre el boom, la nueva novela y el Modernism europeo y nor teamericano es otto problema que muchos crticos han tratado de elucidar. Algunos Radiosos disciernen las races de la nueva novela hispanoamericana en Ja escritura de James Joyce, Franz Kafka o William Faulkner, mientras otros sostienen que La sriginalidad de esta narrativa consiste de hecho en la parodia que se hace de Ia tr occidental, Lo que debemos sacar en claro de estas opiniones es el hecho de que la vanguard hispanoamericama y el Afdernism fueron un taller donde se forje ep mnuchas de las téenicas luego adoptadas, transformadas y transgredidas por los huevos novelistas del boom. Es importante reconocer, ademés, que a Tos narrado- res les alimenté tart de Vicente Huidobro, Ala luz de estas observaciones result ronologias y cotizaciones. En cuanto a los rasgos {i extreordinaria abundancia de titulos y autores y la disparidad generacional, teonitia y estétca impiden un consenso crtico. En todo caso, la earacterizacion de Ta nueva novela que proponemos a continuacién —basada en opi de Brushwood, Loveluck, Ortega, Rama, Shaw y Villanueva— de ningin modo debe considerarse como exhaustiva 0 definitiva La mueva novela hispanoamericana no representa un modelo rigido, sino ands bion una suma heterogénea de tendencias cuyo rasgo distintivo es el desafio ton respecto alo que Cortizarlamaba la pertinaz nocion realist de la novela. 2) El principio de causa-efecto queda susti. da gracias al uso de perspectivas miltiph snatoprifieas, tramad entreveradas y actonologias (Sobre hires eumbas de Stato, 1961. La muerte de Aremio Crue dé Fuentes, 1962; La casa verde de Vargas Llosa, * Conversacién en la Catedral del mismo autor, 1969) ido por una narracién fragmenta somo al empleo de técnicas cine- sencia ambigua y conflictiva del orden real con el sobrena~ ito, magia, el llamado “realismo magico”). Entre habria que incluir a Borges, con su exploracién de by fantistico, a Carpentier y a Asturias, con su americanizacién de lo maravi- Iloso surrealista y a Rulfo con su “realismo mégico”, Los recuerdos del porrenir (1963) de Garro y Cien afos de soledad (1967) de Garcia Marques ejemplifican esta de modo mis cabal. 4) Seplantea con frecuencia el tema dela cracin literaria, Entre novelas que deseansah sobre este paradigm metaliterario, las ms importantes son: Rayuela (1963) de Cortizar, Tres tite tgres (1967) de Cabrera Infante, Farabeuf (1965) y Graff (1972) de Elizondo, Cobre (1972) de Sarduy-Teodosio Fernindez acua cemplea para estos “novelas de a escrtura”, en las que encon- ramos 4 “un grafégrafo® quien “obcecado en su trabajo contra la representacion, EL BOOM ¥ LA NUEVA NOVELA CP 514 recorta, ensam| guiendo Ia destru 5) Se produce una universalizacién de la temética latinoamericana gracias al jpiradas por los grandes metadiscursos modern y tendencia Sobre héroesy tumbas (1961) de Sabato, El a y Juntacadéveres uela (1963) de Cortézar, Cambio de Fuentes, pl cone renin dea ead por medio del ertginoss experiment ras como Terr tiges de Cabrera nant Ete Morty una mut emus (1976) del ecutorlan Jorge Adou tnon, yextapottin de diverse registro del lenguse anacronimos yj palabras, algunas novelas exploran la exuberancia barroca ar Erin sinans gongorine (ado, 1966, de Leama Lins). vocabulario cul des into, rompecaberas. El mejor al lector en la tare 8) Ellector se ve involucrado en el proceso de creacién, recreacin y ejemplo de es armar diferentes (in)versiones d 2) Se produce an pr cone modelo son La desintegracin del personaje, su desfiguracign gr delmiome’ el enatus dean arbres produce —~ cy a educen pa on divers atiactone Roy Jacana La murs deem Cr Bl ben poe de Ia noche. * arn aan riente critico-social que si bien leva el sello de una experiment rructural de novelas més ma Bastos; La regua, 1960, del uruguaye ) Con mis frecuencia que antes aparecen escenarios urban 1, Sobre héroesy eumbas,Rayuela, La ciudad y los perros, C ). En la narrativa de la amada Onda mexicana la fascinacion por | 516 CT BLMOOM Y LA NUEVA NOVELA, dad conll re fas relaciones entre la escritura y la asi como una reflexién sobre las relaciones de dependencia entre des metr6polis postcolor Dicho esto, conviene, sin empargo, agregar algunas observaciones sobre un jsmo" asociado con el periodo del boom: el realismo magico. Hay que empezar por el término “lo real-maravilloso americano”, inventado por el escritor cut Carpentier y propagado, apropiado y glosado por los criticos bajo variantes como “realismo migico” 0 “realismo maravilloso”. Habria que pensar fen qué consiste cl encanto del realismo magico y su indudable papel estético © deolégico en el proceso de universalizacin de la literatura hispanoamericana en Ia década de los se Carpentier for El reno de exe mundo (1949) en oposicién a lo europeo. El escritor cubano partié de la premisa de que Latinoamérica constituye un espacio abarcador y tnico, en tl cual es posible una coexistencia de fendmenos que desafian la Iegica y la “nor rmalidad” cartesiana, o sea fendmenos magicos, fantasticos, miticos, irracio Carpentier afirma que mientras en la Europa moderna el efecto de lo mars s0 puede surgir solamente con el uso de los trucos artisticos (por ejemy surrealismo), en el Nuevo Mundo lo maravilloso forma parte consustancial de la realidad misma, Para bien o para mal de las letras iberoamericanas tanto Carpentier como algu nos de sus colegas “mégicorrealistas” —Miguel Angel Asturias, Demetrio 4 Malta y el mismo Gabriel Garcia Marquez— parecen haber fortalecido ‘entre los lectores europeos una imagen exética de Latinoamérica y una reduccién ‘un denominador comiin de culturas regionales marcadamente diversas. Por otra parte, el realismo migico ha contribuido también a fortalecer la nocién de Garidad cultural hispanoamericana, puesto que desde los tiempos del Modernismo (1888-1910) no hubo en la América hispana otro fenémeno litera- rio que pudiera ser aplicable a la literaturas nacionales de toda Hispanoamérica. BIBLIOGRAFIA [Andadén, José. “Entrevista a Carlos Fuentes." Revista Iberoomericana 123-24 (1983): 621-3 ‘Aviles Fabila, René. “Cémo escribir una novela y convertirla en un bestseller” Mundo sano del siglo XX (Une vist panocémic) can Literary Review FLBOOM Y LA NUEVA NovELA. 5 i, y Oscar Collazos. Literatura en lo revolucén yrevolucin en la Mteraeue, Xx, 1970, istoria personal del boom. Barcelona: Anageat .Teodosio, “El problema de a esrtur yl a 972 hispanoamericana cot Cent London/ NewYork: Verso, 1989, Pollmann, Leo. Lanuevs nevla”en Francia yen Iberoaméri. Madrid: Gredos, 1971 Rama, Angel. La novela lnoomericna avormas 1920-19 a lacneomercana aromas 1920-1980. 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