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Cómo ayudar a los nietos a sobrellevar el

duelo
Todos queremos lo mejor para nuestros nietos. Queremos mantenerlos sanos y salvos,
protegerlos del dolor y la tristeza. Quisiéramos que pudiesen seguir siendo siempre tan
inocentes como el día en que nacieron.

Desgraciadamente, no podemos evitar que ocurran algunos hechos, desafortunados, a


aquéllos que amamos. Antes de alcanzar la adultez, muchos niños habrán
experimentado alguna pérdida significativa que les causará un intenso dolor. Sus padres
pueden divorciarse; un padre, un hermano u otro ser querido pueden morir tras una larga
enfermedad o en un accidente. Estos hechos pueden trastocar completamente el mundo
de un niño. Algunos sufren porque un padre está en la cárcel, es drogadicto o abusivo.
Estos niños, a menudo, se sienten abandonados y pasan por un proceso de duelo similar
al que experimentan los niños cuyos padres han muerto.

Reacciones normales y motivos de preocupación


A los niños, generalmente les cuesta aceptar que ha ocurrido una muerte o que un padre
los ha abandonado. No saben qué hacer con el dolor que sienten. Extrañan a la persona
que se fue, les preocupa saber quién los cuidará, y sienten todo esto con las emociones
inmaduras propias de su edad. Los niños que atraviesan un duelo necesitan mucha
ayuda de todos los adultos que los rodean, incluyendo sus abuelos.

Durante cierto tiempo, es normal que un niño en proceso de duelo:

• Esté deprimido o ansioso.


• Esté enojado o actúe con enojo.
• Se comporte como si fuera más pequeño, orinándose en la cama o chupándose el
dedo (si no lo hacía antes).
• Se culpe a sí mismo por una muerte o por el hecho de que uno de sus padres no
pueda cuidarlo.
• Juegue imaginariamente con la muerte o con morirse.

No hay un tiempo determinado para el duelo. El comportamiento debería mejorar una


vez que el niño ha atravesado el proceso. Si después de un tiempo razonable no hay
cambios, considere la posibilidad de buscar ayuda externa. Esta ayuda es especialmente
importante si el niño:

• Habla sobre "reunirse" con la persona que ha muerto.


• Tiene una marcada disminución en su rendimiento escolar.
• Se involucra con las drogas o el alcohol.
• No quiere o no puede conectarse con los demás.
• Tiene pesadillas o problemas para dormir durante un período de tiempo
prolongado.

Cómo realizan el duelo los niños


Los niños realizan su duelo de manera distinta de los adultos. En primer lugar, no se
muestran acongojados todo el tiempo. Muchos niños parecen estar tristes sólo
ocasionalmente, y sólo por cortos períodos de tiempo. No se deje engañar por esta
actitud, ya que no significa que el niño haya "superado" su dolor. Sólo significa que no
puede enfocarse en estas emociones intensas durante mucho tiempo. Ésta es la forma en
que su mente lo protege para que las emociones fuertes no lo abrumen.

No se sorprenda si a un niño le lleva más tiempo superar el dolor de una pérdida que a
usted. A veces, los niños necesitan volver sobre su duelo una y otra vez; incluso,
podrían revivirlo cada vez que ingresan a una nueva etapa de su vida.

La manera en que los niños responden a una pérdida depende de su edad. Hasta los dos
o tres años, el niño no comprende el concepto de muerte, pero sentirá y le afectará la
tensión emocional que experimenta la familia. Un niño en edad preescolar puede
entender algo sobre la muerte, pero la vivirá más bien como una especie de sueño y,
posiblemente, crea que la persona fallecida volverá.

A medida que crecen, los niños comienzan a comprender la posibilidad de su propia


muerte. A partir de los seis años, empiezan a tener miedo de morirse. A medida que
crecen, se van dando cuenta de que la muerte es algo definitivo y que le sucede a todo el
mundo.

A los adolescentes, generalmente les cuesta mucho hacer un duelo. Pueden parecer
adultos, pero emocionalmente todavía son niños. No espere que sean fuertes o que
apoyen a los demás miembros de la familia durante este proceso. Más bien, trate de
brindarles todo el apoyo que pueda. Si esto no es posible, vea si puede hacer que el
adolescente hable con un consejero escolar, un terapeuta u otro adulto capaz de
ayudarlo.

¿Qué puede hacer para ayudar?


Los abuelos están en una buena posición para "contener" a los nietos que han perdido a
un ser querido. Si los demás miembros de la familia están ensimismados en su dolor,
quizá no puedan ver lo que les está pasando a los niños. Como abuelo, usted puede
centrarse en ellos y asegurarse de que reciban el apoyo necesario.

Éstos son algunos consejos para ayudar a un niño en su duelo:

• Converse sobre lo sucedido. Manténgase calmo y sereno. Dígale la verdad en


forma simple. Responda a sus preguntas con honestidad y asegúrese de que el
niño entienda sus respuestas.
• Sea paciente. Los niños a menudo necesitan que les repitan las cosas. Quizá
deba responder las mismas preguntas más de una vez.
• Comparta sus sentimientos acerca de la pérdida. Pídale al niño que también
comparta sus sentimientos. Quizá deba ayudarlo a verbalizar lo que siente. El
hacer dibujos y jugar con muñecos puede ayudar.
• Ayude al niño a recordar a la persona que se ha ido. Si ha muerto un ser querido
y el niño quiere participar en el funeral, permítaselo. Pero asegúrese de
prepararlo para lo que sucederá durante la ceremonia. Si un padre está en la
cárcel, ayude al niño a escribirle cartas o llévelo de visita a la prisión. Si un
padre ha abandonado al niño, asegúrese de que éste sepa que no es por su culpa.

No puede proteger a sus nietos de la tristeza, pero puede ayudarlos a superar el dolor y
seguir adelante. Su apoyo hará que sus nietos sientan que no están solos. Su
comprensión los ayudará a entender y sobrellevar el hecho terrible que les ha sucedido.
Y su amor les dará la seguridad de que siempre habrá alguien que se preocupe por ellos
y desee cuidarlos.

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