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SUBASTA JUDICIAL, Introduccion ial)" que exttactanyos ol presente médula proponemos la leetura det capitulo “El ejercicio de fa protesion ante et Poder judicial (Ia Subasta ju del Hbvo Régomen Legat del murtillere y de fa Subastu judicial de Miguel A, Piedecasas El eapiulo que trabajaremos se subdivide en diez partes en las cuales se abordan tos siguientes tenvas: 1. Lasubosta judiciat: concepto, aaturaleza.caricteiznei60. Pigs 12 El mnie judicial: concept, oaturaeza,corseteraciin. rigs 6 Designacién, (Pigs 7.49% Recusacidn, Remociin, Fxclusién. Remuncia, Delegacion. (igs 19 1%) Medidas previas a la Subasta. Aceptacién del cargo. Informes. Constalacidn. Publicidad. (Pigs 14.423) G Gastos. «Pigs 240 261 7. El remate. Suspensidit Fracaso. Petfeccionamiento, Acta. Sobrescintiento. Preferencias. Pago, Otros supuestos. (Pigs 27 436} 8. Rendicidn de cuentas. \Nigs 378 38) 9. Lacomision. (Pigs 392-43) 10, Nutidad de la subast. tgs 48.948) Al finalizar la Lectura de eas te a proponemas un cuestionario que servith mo apoyo o whiia. a fin de adentramos en aquellos aspectos que creemos centiales o dé mayor relevaneia Techie ani Paicgy Cray fe Commer a El presente material se utiliza con fines exclusivamente didacticos SUBASTA JUDICIAL EL EJERCICIO DE LA PROFESION ANTE EL PODER JUDICIAL (LA SUBASTA JUDICIAL) El articulo 27 de la ley 20.266 dispone gue: Las subastas pblicas dispuestas por sutoridad judicial se igen por las disposiciones de as leyesprocestles petinentes y, em io (que no se oponga sells, por la presente ley Es precisamente esta norma la que nos abre el camino del andlisis ‘en materia de subastas judiciales. La primera lectura.nos indica que todo To que sea subsstasjudiciales s¢ rige por Ias leyes locales y en particutar las procesales. Hilo resulta égico particularmente teniendo en cuenta ta naturaleza procesal del institut, Sin embargo debe tenerse presente que Ia ley 20.266 qued6 ins compotada al Cédigo de Comercio, en virtud de st propio articulo 28 y también del 30, donde se derogan especificamente los atioulos 113 ‘2 122 de aquel. Por ende estamos hablando de normas de fondo apli- cables en (odo ef pais. Se ha dicho que: “Es una curiosa manera de legislar, haciendo primar ta Icy adjetiva sobre la de fondo; estimamos que dct influir ‘en el dnimo de quien redacié Ia ley, la preexistencia de normas pro- vinciales completas. 4 “De todos modos, el precepto debe interpretarse de esta manera: * Jas disposiciones formales de ambes leyes reconocen la primacia, si Mrovet A. Peecasas hay conflicto, de las de cada terttorio. Pero las reglas de fondo no pueden se? suplantadas por ninguna ley provincial, de procedimiento 6 no, pusslo que se trata de una ley general para toda Ia Republica. ‘Ademis forma parte de un Cédigo, cuya redaceién las provincias de- legaron en la Nacién (art 28, ley 20.266)", En esta temética y previo a ingresar'al andlisis detenido de las normas procesales que rigen cl procedimiento en las distintas juris- dicciones, se hace necesario precisar Jos conceptos, naturaleza y ca- racterizacién de martllero en su actuacion judicial y de Ta subasta judicial, de manera tal de contar com el marco conceptual dentro del cual se desarrollara nuestro andlisis. | concept, naturaleza, caracterizacién 1. La subasta judi Respecto del concepto de subasta judjeial, es dable distinguir en Ja doctrina nacional una corriente procesalista, otra que denominaremos sustancialistay une tereera que patiipa de Ia ides del cardctermixto de Ia subasta judicial. | Dentro de la primera de las posturas podemos encontrar a Palacio, quien sefiala que: "La subasta debe caracterizarse como un acto procesal cuyo conteniclo consiste en el contrato de compraventa que se configura al aceptarse por el marillero la ofeeta formulada por el mejor postor, ‘unque dicho contrato queda sujeto a la condicién suspensiva repre= sentada por Ia resolucién judicial aprobatoria del acto”. Ciros autores agregan que: “En la subasta judicial ~y esto no debe olvidarse- quien vende es el érgano judicial, debiendo destacarse su perfil procesal: se trata en definitiva de una serie de actos procesales, neeesariamente vinculadas entre si, que escapan @ muchas disposicio- nes del Cédigo Civil en anateria de compraventa y que se diferencian de ésta por su origen, por su forma, por el sujeto que la realiza, por el contenido y sus efectos”. ‘Se ha agregado que: "Y no tiene sentido preguntarse si la venta tiene o no naturaleza contractual, cuando ella es una manifestacién » BTCHEVERRY, ob. cit, p. 456 2 PALACIO, ob. ct, p. 255. . * CARRILLO y CHIAPPIN, Derecho Procesot oplicado, Libes, Rosario, p. 180. [REOIMEN LEOAL DEL MARTILLERO Y DE LA SUBASTA JUDICIAL del poder jurisdiccional y Ia transferencia se cumple:en el ejercicio de ese poder, esto es, en cl proceso”. Ha sostenido Podetti que: “El remate judicial es un acto de ta etapa de la ejecucién eoactiva dc la sentencia, un medio o instrument para realizar la volontad de la ley. Como tal, se efectiia en nombre y representacién del juez y debe ajustarse a'las instrucciones que éstc, a tal fin imparta”’. Lapa expresé que: “Entendemos qoe el remate por mandalo judicial 5 un acto de autoridad del juez de la ejecucién, solemne y publico, En el curso de las medides para ejecutar Ia sentencia, eonstituye una ‘etapa de la enajenacién forzosa y cs un acto de ese proceso” En un sentido intermedio encontramos la posicién de Morello que nos habla de: “Pluralidad coordinada de actos sucesives tendentes a la realizacién de uno o varios bienes que se adjudican en acto piiblico, por intermedio de un delegado dei jucz, a quien resulta mejor postor; una suerte de acto hibrido que participa del ser distintivo del negocio juridico y 2] mismo tiempo y preponderantemente det de Tos actos juidicos procesales”. Oscar J, Martinez destaca el perfit procesal de la subasta y afirma que se trata de un insttuto de Derecho Procesal, regulado esencialmente por normas procesales, pero en el que inciden y aettian también normas el Derecho sustancial, observindose una earacterizacién mixta de la subaste, Luis A. Rodriguez, siguiendo a Chiovenda y recogiendo una opi- nién de Raymundo Femindez y una definicién vertida por Pietro-Cas- ‘co Ferrandia, afirma que: “La naturaleza de la venta forzada implica un acto que realiza el Estado a nombre propio y para realizar los bienes dei deudor con el fin de salsfacer a los acreedores. No venden ni ejecutante ni ejecutado [...] se ha expropiado ta facultad de dispo- “ COLOMDO, C., Cétigo de Procedinienio Chil » Comercial, anata y con cordado,t1V, ps. 256 y 58 SPODETTI, Trotado de ls ejecuciones, p. M6. SLAPA, Eduardo L, El morilero jedicial, Depalna, Buenos Aires, 1985, p. I > MORELLO, Augusto M.; PASSI LANZA, Miguel; SOSA, Gualberio Lucas y BERIZONCE, Robert, Cédigos en lo Civil y Comercial de la Provinou de Buenas Alves y dela Nocisn, Platence, La Pata, y Abeledo-Penct, Buenos Aires, 1ST LUE A. PLEDECASAS -] sin embargo, como ya expresiramos, aunque la venta sea forzada es venta al fin, por lo que el acto es mixto, Es que la subasta ‘implica una compraventa y un procedimiento para venderla.." Es la vertiente sustanciatista de ralz francesa y con punto de partide cen Laurent, En questro Derecho se apoyaria en el articulo 1326, inciso #°, del Codigo Civil que sefiala que: [Nadie puede ser obligado a vender, sino cuando se encuentre some- fido a una necesidad juidica de hacerto, la eual tiene lugar et fos ‘casos siguicnts(..] 4) Cuando ios bienes del propiciaio de la cose Inubieren de ser renalados en virtud de ejecucion judicial A partir de alli, se enuncia que la venta judicial es una venta forzada y cae dentro de estos lineamientos. Sin embargo, seftala Borda: “Hay que advertir que, desde que se ‘acepta que el propietario no veride, no se puede hablar ya con propiedad de venta foreada, cuando més podré hablerce de ejécucién 0 expro- piaciOn inevitables para ef dedor”. . Deniro de este marco conceptual y habiendo resefiado sélo algunos autores, se han desenvuelto diversas teorlas respecto de quién es el sujeto que vende, y asf se ha dicho que: 4) Vende el drgano judicial en representacién del deudor, siendo {a venta asimilable @ la convencional, 1b) Vende cl érgano en representacién de los acreedores, quienes son fos verdaderos vendedores. ©) Vende el Estado por sf, curnpliendo una etapa de la ejecucién Completando este cuadro y realizando una rapida observacién sobre Ja jurisprudencia que han brindado nuestros tribunales, y como se pod ver en a resefa final de la misma, se ha encuacrado a la subasta judicial como un acto procesal y et que vende es el Estado por su imperium. Desde nuestro punto de vista el instituto nos genera diversos in- terrogantes y problemas, por ello hemos optado por tomar pautas que resullarfan en principio innegables y a través de ellas intentar brindar luna posicién acorde a las mismas. * RODRIGUEZ, Luis A., Nulidades procesales, p. 307. * BORDA, Gullem, Tad de Defecho Chie 3c, Perot, Dunas Aes, 1974, Up 30. RéciME LOCAL OFL MARFFLLERD Y OB LA SUBASTA JUDICIAL Asi podemos deeir que: 1) El titular del bien no consiente la vents, » sea no vende por su voluntad de hacerlo. 2) El juez, a pedido de parte acreedora, ordene Ja venta del bien. 3) No hay acuerdo de voluntades entre el titular del bien que se desprende y el sujeto que lo adquiere. 4) El poster adjudicado incorpora la cosa @ su patrimonio, y ello. implica una adquisiciéa derivada de eardcter oneroso. 5) El precio corresponde al deudor ejecutado, pero tiene un fin determinado que es el de cubrir los eréditos que originé la gjecucion, pero el saldo, de existir, le pertenece al que fuera titular dei bien rematado. 6) Se debe distinguir que la subasta es siempre un procedimiento para realizar la venta'y no la venta'misma. Esto es fundamental, El iltimo punto consignado es de notoria uilidad para caracterizar la subasta, ya que como oeurte con un remate particular comtin, 0 sea el acto de remate en si, cs siempve sin procedimiento, es decir, el modo, ¢l camino, ef método para lograr et consenlimiento™. Identificar la subasta (el procedimiento) con la venta (el negocio) seria un grave error, no sélo procesal sino de fondo, ya que siempre fueron, son y serén diferentes, La diferencia entre remate 0 subasta y venta se da siempre, en lo judicial y en Jo extrajudicial. En base a estas consideraciones podriamos intentar definir a la subasta judicial como “el procedimiento ordentado por el érgano ju- sisdiccional competente, a peticién de parte interesada, que a través de un marillero y por remate publica, produce un desprendimicnto zno consentido por su titular, de un detecho sobre ua bien, el que es adquirido por otto sujeto, en form onerasa y euyo precio esté afectado al pago de los eréditos y avcesorios que dieron origen y justificacian al procedimicnto”, . Se intenta resealar a través de este concepto la diferen Procedimiento y venta, O sca, se pone el acento en la forma por 12 cual se produce el desprendimiento, 0 sea la formula que uliliza el Goat. ETCHEVERRY, ob, cit, p. 452, Inne MIQUEL A. PEDECASAS ‘rgano jurisdice‘onal para llevar adelante este desprendimiento y asi lograr la sutisfaccién de las pretensiones del acreedor, Comig'corolarios podrtamos afirmar que: 1) NO hay contrato de compraventa entre el titular y el adjudica- tario, ye que por parte del primero no hubo un eansentimiento con ¢! desprendimiento de! derecho sobre el bien, 2) Sin embargo hay una adquisicién derivada (porque reconoce un titular anterior) de cardcter oneroso (se paga un precio en dinero), valida. 3) Hay un remate piblico, 0 sea la adjudicacién al mejor postor por un martllero de un bien, Pero las condiciones de! remate surgen de les normnas ptocedimentales y ordenadss por el 6rgano Judicial, por effo la subasta no es particular sino judicial, 4) El precio obtenido pertenece al titular del bien subastado pero se encuentra afectado al pago de los eréditos y accesorios que surgen del proceso y de la ley, aunque se reitera que si existe saldo final, le pertenece. Como apreciacién final sobre este punto girs para este autor la idea de comprender dentro del concepto de subasta, muchos més actos que el mero remate, sino tambign incluir todas las medidas preparatorias y necesarias para Hevarlas a cabo, por cllo la idea 0 nocién de pro- cedimiento y no de acto Conjuntamente se separs ef procedimiento (subssta) del despren- dimiento-edquisicién derivada, onerose, licita (la venta). Uno es la forma © modo de realizar Ja otra, pero no se pueden contundir, Por otro lado, el remate (judicial 0 particular) es siempre remate y siempre procedimiento, fa distintacalificacién responde @ quien lo enco- mienda (un comitente particular o el érgano jurisdiccional) y el Ambito ommativo en base al cual el mismo se desarrolla (el Cédigo de Comercio 6 los cbdigos procesales), y por supuesto tambicn existen miliples dife- rencias pcro que no vulncran le estructura de este razonamicnto, ‘A raain de ser sinceros, se deja aclarado que existe mltiples pronunciamientos doctrinarios y jurisprudenciales de gran valor que no han sido citados, ya que se pretendi6 sélo dejar liminarmente plan- teada nuestra opinién en el tema y por ello resulta suficente la breve cita de autores realizada y a manera ejemplificativa Actividad f Lea a parte I: "La subasta judicial: concepto, naturaleza,caracierizacion” y realice Ia siguiente actividad 1. (Cuil es el marco joridico aplicable a fa Subasta judicial? Explique las comvientes que existen en la doctrina nacional con respecto al concept de Subasta judicial . 3. Sujeto que vende: {quién es? (distintas posturas) ae Unni Nasal dl Lara “Tevicture Mati Pio y Cece de Conia LL, Et martitioro judicial: concepto, na(uraleza, caracterizs En esta matcria la doctrina se ha pronunciade de diferentes rnaneras y asi podemos decir que se lo califieé como: a) Persona que actidentalmente descmpetia una funcién pubfica b) Oficial pablico. ©) Auxiliar de la justicia, ) Mandatario de los proponentes. ©) Delegedo del juez Esta diversidad de ealificaciones doctrinarias también cs recogida pot la jurisprudencis, como podremos obscrvar en la rescfia que al final del punto que estamos tratando realizaremos. Raymundo Femindez ha expresado que en {2 actuaci6n judicial “cl martillero en este cas0 no actia como mandstario de ninguna de las partes, ni de ambas conjuntamente, tino como un oficial piblico, auxiliar del juez, 0 mejor aiin como integrante del éfgano cjeculivo;” su intervenci6n, asf como ts del juez y demas funcionavios y empleados de la justicia que intervienen en los autos, esté condicionada a la fexistencia del proceso; site termina por cualquier caus, fenceon también las funciones de aquellos Lapa, por su parte, ha dicho: “El mantillera designadden autos debe realizar Ja sibaia con sujecin als reas del prosediminto © FERNANDEZ y GOMEZ LEO, ob. cit, p. 478, a Mucus, A. PEDECASAS Judicial, dado que al aceplar el cargo se fo considera un auxiliar de Ja justicia que forma parte de los cusrpos regulares del Poder Judi- cial", Acorde con este eriterio Palacio ha sefalado: “En las subastas Judiciales, aquél (el martllero) reviste el cardcter de auxiliar del érgano judicial en cuya representacién realizae] acto procesal de que se trae”, Rodriguez agrega que: "El martllero que interviene en Ta venta es ‘un verdadero auxitiar de la justicia, un oficial piblico cuya intervencié6n viene a contribuir al clima que debe imperar en les ventas (..] en conseeuencia el hecho de ser auxiliares extemos de Ia justicia ha queda- do plenamente reconocido!. Podeti, en su Tratado de ta competencia, al caracterizar como auniliares de los jucces 2 todos aquellos funcionarios © empleados, profesionales no, que directa o indirectamente colaboran en la ad- minisvaciOn de justicis, incluye a fos martileros entre los auxiliares externos, . Desde nuestro punto de vista interpretamos que se ha superado doctrinacia ¥ jurisprudenciatmente ts posicién que lo colocaba como mandatario 0 como comisionista y la discrepancia actualmente se da cn [as calificaciones como un profesional auxiliar de Ta justicia 0 un oficial pibtico, El doctor Alvarado Velloso realiza un ordensmiento de fallos de manera tal gue concluye que es un oficial pablies en situacin similar al oficial de justicia’. Na compartimos esta opinién en virtud de que en las leyes orgénicas e wibunales de distiatas provincias al oficfal de justicia se to ubica dentro de los funcionarios judiciales y al martitiero dentro de los pro- fesionales auxiliares de ta justivia, lo que conceptual y terminolégi- ccamente consideramos adecuada, Considerar esta ubicacién como la correcta, al igual que su cali- ULAPA, El mantillero jutical eh, pS PALACIO, ob. cit, p. 255 “ RODRIGUEZ, ob. it, pz 311 y 312. ' Cont. ALVARADO VELOSO, Adolfo, Estudio jurigpnudencial det Cédigo Procesal Chtl y Comercial de to Provincia de Sonta Fe, Rubinzal-Culzoni, Santo Fe, 1987, ¢ IM, p. 1428. REGIMEN LeGed OPE ARTILLDRO Y DE LA a ficacién como profesional auxiliar de la justicia, nos Neva a afitmar gue nunca el martillero se convestirS en un funtcionafio plblico, ya ue su actuacién es ocasional, no permanente y sit que lo rijan las ‘ealas de subordinacién y remuneraci6n que caracterizan a la funcién piblica, E] rematador ingresa al proceso porque es cl inico sujeto autoriaado 'egalmente para realizar el acto de remate, 0 sea, posee Jas conoci= ‘Mientos espeetficas y los requisitos legates necesarins y por ello es lamado al proceso, para realizar la subasta judicial, pero’ no por esta ireunslancia pasard a integrar el cuerpo de funcionarigs. Tado ello ‘in dejar de reconocer que se lo dota de ciertas facultades especiales Para el cumplimiento de su cometido, al igual que otros profesionales {que intervienen en el proceso, para desarrollar sus tareas espccificas Et corofario final nos presenta al martillero cn actuacién judiciel Como un profesional que asume el eardcler de auxiliar del dreano Jurisdiccional para llevar a cabo un cometida especiticg (a subasta judicial) y en relacién 2 éste nacerin sus derechos, obligacioncs y responsabilidades, Actividad 2 Lea ta parte II: “El martillero judicial: concepts, waturateza, caracterizacidn” y caracteriee, seyin las distintas posturas, la natutalcza del martillero Judicial esl Nac ll Loa Tecnu Alan Pies y Corse de Comercis Mrours A. Pevecasas IIL. Designacién En este tema deberos eslar a ls nofmas que regulan Ta actuncién judicial del martillero en cada jurisdiedién y asi podemos encontrar ppaulas en Jas legislaciones Jocales sobie manitleros, en fos cédigos de procedimientos y en las leyes orginicas de los tribunales. En el ambito nacional la designacish se encuentra regulada en el articuly 563, primero y segundo pérrafog, donde marca algunas paulas aque se doben tener en cuenta: | 2) Hay un regisiro que es llevado por las camaras de apelaciones. ») Los marilleros para poder inscrbirse en ese registro deberin, ccumplit los requisitos Iegales y tener mas de dos atios de an- tigiiedad en la matrievla, €) De dicha lista saldré el martfleo: para actuar en juicio. @) Bs designado por el juez. ¢) Puede ser propuesto por acuerdo de parte. 1) No habiendo acuerdo, seré nombrado de oficio y por sorte. Con esta postura y Tineamientos se encuentran de acuerdo los dis- tintos autores, y asf, Tesumicndo, s¢ dite que: "EL nombramiento de imartillero debe recacr en la persona propuesta expresatmente por las partes de eontin acuerdo, y en defecto de éste, en la persona que designe el jucz™®, En Ja Provincia de Buenos Aires la norma que regula esta desig- nacién es cf attieato $58, inciso 1*, del Codigo Procesal Civil y Co- mercial, donde s¢ expresa que Ta subasta se realizard por un martillero designado por el juez a propuesta de partes y por acuerdo de las mismas, 0 en delecto de éste, de oficio. Se observari que el principio es similar al del Cédigo Provesal Civil de 1a Nacién. Conjuntamente y complementando esos principio s¢ deben tener fn cuctta Jos articulos $9 a G3 de ta ley 10.973 que stablecen la vigencis de las listas de martitieros para fos nombramientos de oficio y ellas deberan ser conformadas por el colegio depertamental. Los rombratientos de oficio se harén por sorteo, en audiencia publica y en presencia dé fos representantes de 10s colegios profesionales me- ™ PALACIO, 0b, cit, . 255. diante bolillero. Dichos sorteos sc anunciardn cn el tablero del juzgado indicdndose df, hora y expediente y deberdn scr comunicados a las Partes y al respectivo colegio. Se establece claramente que ningin srartillero podrs ser sorteadg por segunda vez. mientras {a fisia no haya sido agotada. En la Provincia de Cérdoba el sistema es de mayor complejidad ya que conviven el articulo 568 del Cédigo Proeesal Civil y Comercial ¥ Tos articulos 40 a 48 de Ia ley 7191, El poneipio es que el martillero que watizard fa subasta es ef que designe el ejecutante, sin recurso de ninguna clase, exigiéndose en {ste caso al martileso scleccionads la exhibicion de la eredencial ba- Dititte (cont. art. 46, fey 7191), En los juicios de concursos 0 quicbras, ciecuciones fiseales, on las subastas donde tos Estados acticn, en los exhortos Je extaia ju risdicciém y en los concursos especiales sin martillero previamente designado, la designacién se hard de oficio y por sorteo. El sortco se practicard tn base a una fista que el Colegio de Mar- {illeros clevaré al Superior Tribunal de Justicia. Esta Tisia solo admite a las personas de cxistencia visible (exclave las sociedades de manilieros), con buena conducta, antigliedad minima que varia segin los casos, con clescién de lo cireunseripeién donde desee Ser soricad, En Samia Fe, respeeto del procedimiento de designaciones rige el principio que surge de la combinacign de las normas compuestas par los articulos 71 de la ley 7547 y 492 del Cédigo Procesal Civil y Comercial, que se puede expresar dc Ia siguiente manera: cn los juicios soncursales, en rebeldia, eit las sucesiones vacantes y en fos exhortos donde el avtorizado carece de facultades para proponer marillero, Ie designacién por sorteo ser& obligatoria. En los demas procesos podra ser designado 2 propuesta de partes realizada de comin acuerdo y si Este no se lograre se deberd recurs al sorte. Para estar dentro de esta calidnd de mantitleros judicialed ta ley establece una serie de requisites y recaudos asi, excluye alas personas juridicas y admite sélo a tas personas fisieas. Asimismo ctige una “antighedad minima de dos aitos en el cjercicia profesional de manera Hl Micve A. Pieoecasas tal que se pueda asegurar el conocimiento y prictica de la profesitn, y elydomicilio eal permanente, probdndose tal permanencia con un ano be antigiedad. ‘ambién sc obliga a los manilieros a inscribirse en un Registro de Designaciones. Con ellos se conformarin distintas listas que se clevarén para las designaciones de oficio y por sorteo. La seleceién ‘en cuanto a la integracién de las diversas listas es realizada por el Colegio y esta incorporacién en las mismas seré obligatoria pata los mazilleros inscriptos en el Registro de Designaciones. Las listas son variadas, pero pueden llegar a ser reemplazadas por el sistema de lista iinica o el de fista por jurisdiccién, que resulta evidentemente de mas simple aplicacién, En Mendoza la designacién puede:ser a propuesta de parle 0 por sorteo, de oficio, y tambien exige una liste anual de martilleros que es confeecionada por Ia Suprema Corte de Justicia. Hay designaciones ‘que obligatoriamente deben realizarse por sorteo, como son aqueilas para remates judiciales en que el Estado provineit!, municipal o en- tidades autirquicas actien como partes actoras. El sorteo se verificard en audiencia pibliea, cor partcipacion de testigos y representacién del Colegio de Martilleros Piblicos, como sucede en las demés pro- vincias. EL Cédigo de Procedimientos establece en et articulo 249, inciso IV, que cuando los bienes fueren seinovientes o muebies el mantillero seré designado por ef juez. No obstinte a renglén seguido contempla la posibilidad de una audiencia previa donde las partes podrén proponer marilero, y si una de ellas no coneurre, se designaré al propuesto por la asistente. Si ambas concurren y no se ponen de acuerdo, se designaré manillero por soreo publ En materia de inmuebles se aplica el mismo procedimiento en virtud de lo ordénado por el articuto 250, ineiso 3. En Entre Rios y derivado de tos articulos 546, inciso 1°, y $52, el principio aparece diferente, ya que es e propuesta de parte y en audieneia al efecto. Si existe acuerdo, este procedimiento no es necesario. Sin ‘embargo, si e] acuerdo no existe, la alidiencia sc realizar y e! martillero saldri de dicha propuesta y con las partes que concurran. Cuando este procedimiento se torne inviable, se deberd recurir al sorteo. RfcINEW LEGAL. Deb Por sobre la propuesta de partes debe afirmarse cl principio de que Jos martilleros que pueden ser propucstas y disixnados son s6lo aquellos que retinen los tequisilos legales para actuar judicialmente, caso contrario estariamos violando un principio de iguaidad en cuanto a las exigencias que se requieren 2 uno y a otro y deslegitimando estas exigeneias y haeiéndoles perder sentido, ya que uno las deberia ccumplit y cl otfo no y para actuar ambos en la misma sede judicial Una consideracién especial merece Ia legislacién de la Provincia de Cérdoba, ya que expresamente pareceria exceptuar este principio pues el martliero lo es a propuesta del cjecutante solamente y Yo sinieo que se le exige es tener credencis) habilitante. ‘Més alld del procedimiento administrative del sorteo y de los dis- tintos matices que se observan para las designaciones por oficio, uno de los problemas centrales que ocup6 a la doctrina fuel de considerar si en aquellos casos en que es posible la designacién del martillero 2 Propuesta de parte, y de comin acuerdo, ésta puede ser tacita y no expresa, o sea a taves de un traslado de la propuesta de martillero y que ésta no sea contestads 0 impugnada Si el acuerdo técito es valido o n0 nos lleva a distintas manifes- lagiones y asi se ha dicho: “Que en la Provincia de Buenos Aires, la regle para el nombramiento del martillero es la designactén de oficio y ante un precepto suficientementc explicito, en el sentido de exigir Ia existencia de acuerdo de las partes para proponer martllesa, no es dable acuit al prineipio de que el silencio importa conformidnd ticita por aplicacién de las normas de los articulos 915, 916 y 917 del Cédigo Givil, de donde results que no es posible equiparar el silencio del gjecutado Greate a la propuesta de martillero por parte del accionante, zon el acuerdo de ambos para proponerio™?. Sin embargo el mismo autor nos hace notar que han existido fallos que han resuelto que el traslado de la propuesta del martllero efec- tivizada mediante la notificacién por cédila no contestada por el eje ‘cutado revela por parte de éste una ticita manifestacién de conformidad respecto de aquélla, "MARTINEZ, Osea 1, Lo mova judicit, Patense, La Pll, 1972, p36 ye, MicWEL A; Piconcasns Interpretamos que esta postura de no validar el acuerdo técito es aplicable en todas Jas provincias, aun en la de Entre Rios donds Ia propuesta de parte es el principio rector para la designacién de fos ‘martlferos, Elelemento definitorio en este punto st da por la pauta de “acuerdo” que requiere voluntades coincidentes expresadas y que, en caso de no existir, es el mismo Cédigo de Procedimientos el que debié fijar et apercibimiento, como por ejemplo To hace en situaciones mucho mis importantes (como lp puede ser el art. 524, Céd. Pros. Civ, de Buenos Aires) que son los supuestos de tener por confesa a alguna persona, Exige scuerdo y no hay apercibimiento por la no manifesiacién, por ende el acuerdo debe ser expreso. En materia de acuerdos previos de designacién de martfleros, como lo pueden ser las escrituras hipstecarias o los instrumentos prendarios, los mismos tiene valor dentro del proceso y el martllero que actuars seté ef designado en estos instrumentos, ¢ igual valor tienen aquellas clausuias donde el acreedor se reserva la facultad de proponer el mar- Lilero pare dctuar judicialmente, Pero en estos casos donde ef acuerdo es extrajudicial no compar limos las posturas de que carecen del cardeter de auxiliar de la justicia y que responden ditectamente a la parte. De ninguna manera cs asf ye que a razbi de técnica jurldica, Ix propuesta o designacién siempre debe ser convalidada judieialmente y ademas existen en principio una obligacién del martillero de sujecién a las normas que rigen el proceso. También dentro de este punto debemos decir que et acreedor que posce la facultad de designacién de un martllero mediante un instru- mento extrajudicial no puede hacerlo valer en un proceso 0 cjccucién promovido por otro &creedar, con to que se quiere decir que esta designacién de martllero acordids por las partes extrajudicialmente s6lo tiene valor en el proceso que intenta ejecutar eb derecho que contiene y 00 en ola ‘También merece valorarse el sistema de listas prévias para la ac- tuacién judicials'Las mismas han sido cuestionadas en virtud de en- tenderse que io existe ono debe existir una limilante a partir do Ia inscripeién, sino que por el contrario todos os martilleros que rednan REGIMEN LEGAL DEL MARTILLERO Y DH LA sSASTA JUDICIAL los requisitos legales deben integrar autométicamente las listas para los sortcos, sin que sea necesaria una nueva intcripcién, Sin dejar de observar que el razonamiento expuesto guarda con- ervencia légica hay que advertir que el sistema de listas con inscripeién evita obligar a un martillero que tal vez no quiera ser el operador de tuna subasta judicial, y comrelativamente incluye a aquellos que tienen {a vofuntad y ef deseo de aetuar judiciaimente y que por ello se ins- criben, generando de esta manera una mayor certeza y reduciendo Ia posibiidad de futuras deserciones que complicany dificultan el proceso Y ayadan muchos veees @ £2 dilacién. En principio fa designacién es irrevocable mientras no haya re~ ‘mocién, renuneia o inhabilitacién sobreviniente, por lo que fracasada alguna de las subasias y decretada una nueva debe mantenerse al mar- Ullero ya designado para Hevar adelante la'misma, Debe quedar atlarado que existen normas especiales de designacién de martllero cn legislaciones especifieas, muchas de ellas con inje- rencia en el ambito judicial y otras no tanto. Un ejemplo es la ley 24.441 que @ los efectos de la ejecucién hipotecaria establoce normas especiaies donde el mantllero ¢s designado dircciamente por el acree- dor y sin intervencién judicial ordenaré In venta en remate publieo del inmueble afectado a la garantia, Estas situaciones especiales deben ser tenidas en cuenta al momento de anlizar cada ¢aso coneteto, Actividad 3 Lea fa parte Ill: “Design 1 2 icidn” y realice la siguiente actividad Explique cémo se designa al murtilero judicial en el ambi Sefiale cuales son los requisitos para acceder a la designacién. {.Qué ocurre con el martllero propuesto por las partes? gDebe cumpli los ni de la provineia en ta cual va a ejercer su actividad, mos requisitos que el martillero judicial? “Tecra Meiers Pin y Coed se Come LL, Et martitioro judicial: concepto, na(uraleza, caracterizs En esta matcria la doctrina se ha pronunciade de diferentes rnaneras y asi podemos decir que se lo califieé como: a) Persona que actidentalmente descmpetia una funcién pubfica b) Oficial pablico. ©) Auxiliar de la justicia, ) Mandatario de los proponentes. ©) Delegedo del juez Esta diversidad de ealificaciones doctrinarias también cs recogida pot la jurisprudencis, como podremos obscrvar en la rescfia que al final del punto que estamos tratando realizaremos. Raymundo Femindez ha expresado que en {2 actuaci6n judicial “cl martillero en este cas0 no actia como mandstario de ninguna de las partes, ni de ambas conjuntamente, tino como un oficial piblico, auxiliar del juez, 0 mejor aiin como integrante del éfgano cjeculivo;” su intervenci6n, asf como ts del juez y demas funcionavios y empleados de la justicia que intervienen en los autos, esté condicionada a la fexistencia del proceso; site termina por cualquier caus, fenceon también las funciones de aquellos Lapa, por su parte, ha dicho: “El mantillera designadden autos debe realizar Ja sibaia con sujecin als reas del prosediminto © FERNANDEZ y GOMEZ LEO, ob. cit, p. 478, a Mrours A. Pevecasas IIL. Designacién En este tema deberos eslar a ls nofmas que regulan Ta actuncién judicial del martillero en cada jurisdiedién y asi podemos encontrar ppaulas en Jas legislaciones Jocales sobie manitleros, en fos cédigos de procedimientos y en las leyes orginicas de los tribunales. En el ambito nacional la designacish se encuentra regulada en el articuly 563, primero y segundo pérrafog, donde marca algunas paulas aque se doben tener en cuenta: | 2) Hay un regisiro que es llevado por las camaras de apelaciones. ») Los marilleros para poder inscrbirse en ese registro deberin, ccumplit los requisitos Iegales y tener mas de dos atios de an- tigiiedad en la matrievla, €) De dicha lista saldré el martfleo: para actuar en juicio. @) Bs designado por el juez. ¢) Puede ser propuesto por acuerdo de parte. 1) No habiendo acuerdo, seré nombrado de oficio y por sorte. Con esta postura y Tineamientos se encuentran de acuerdo los dis- tintos autores, y asf, Tesumicndo, s¢ dite que: "EL nombramiento de imartillero debe recacr en la persona propuesta expresatmente por las partes de eontin acuerdo, y en defecto de éste, en la persona que designe el jucz™®, En Ja Provincia de Buenos Aires la norma que regula esta desig- nacién es cf attieato $58, inciso 1*, del Codigo Procesal Civil y Co- mercial, donde s¢ expresa que Ta subasta se realizard por un martillero designado por el juez a propuesta de partes y por acuerdo de las mismas, 0 en delecto de éste, de oficio. Se observari que el principio es similar al del Cédigo Provesal Civil de 1a Nacién. Conjuntamente y complementando esos principio s¢ deben tener fn cuctta Jos articulos $9 a G3 de ta ley 10.973 que stablecen la vigencis de las listas de martitieros para fos nombramientos de oficio y ellas deberan ser conformadas por el colegio depertamental. Los rombratientos de oficio se harén por sorteo, en audiencia publica y en presencia dé fos representantes de 10s colegios profesionales me- ™ PALACIO, 0b, cit, . 255. diante bolillero. Dichos sorteos sc anunciardn cn el tablero del juzgado indicdndose df, hora y expediente y deberdn scr comunicados a las Partes y al respectivo colegio. Se establece claramente que ningin srartillero podrs ser sorteadg por segunda vez. mientras {a fisia no haya sido agotada. En la Provincia de Cérdoba el sistema es de mayor complejidad ya que conviven el articulo 568 del Cédigo Proeesal Civil y Comercial ¥ Tos articulos 40 a 48 de Ia ley 7191, El poneipio es que el martillero que watizard fa subasta es ef que designe el ejecutante, sin recurso de ninguna clase, exigiéndose en {ste caso al martileso scleccionads la exhibicion de la eredencial ba- Dititte (cont. art. 46, fey 7191), En los juicios de concursos 0 quicbras, ciecuciones fiseales, on las subastas donde tos Estados acticn, en los exhortos Je extaia ju risdicciém y en los concursos especiales sin martillero previamente designado, la designacién se hard de oficio y por sorteo. El sortco se practicard tn base a una fista que el Colegio de Mar- {illeros clevaré al Superior Tribunal de Justicia. Esta Tisia solo admite a las personas de cxistencia visible (exclave las sociedades de manilieros), con buena conducta, antigliedad minima que varia segin los casos, con clescién de lo cireunseripeién donde desee Ser soricad, En Samia Fe, respeeto del procedimiento de designaciones rige el principio que surge de la combinacign de las normas compuestas par los articulos 71 de la ley 7547 y 492 del Cédigo Procesal Civil y Comercial, que se puede expresar dc Ia siguiente manera: cn los juicios soncursales, en rebeldia, eit las sucesiones vacantes y en fos exhortos donde el avtorizado carece de facultades para proponer marillero, Ie designacién por sorteo ser& obligatoria. En los demas procesos podra ser designado 2 propuesta de partes realizada de comin acuerdo y si Este no se lograre se deberd recurs al sorte. Para estar dentro de esta calidnd de mantitleros judicialed ta ley establece una serie de requisites y recaudos asi, excluye alas personas juridicas y admite sélo a tas personas fisieas. Asimismo ctige una “antighedad minima de dos aitos en el cjercicia profesional de manera Hl MicWEL A; Piconcasns Interpretamos que esta postura de no validar el acuerdo técito es aplicable en todas Jas provincias, aun en la de Entre Rios donds Ia propuesta de parte es el principio rector para la designacién de fos ‘martlferos, Elelemento definitorio en este punto st da por la pauta de “acuerdo” que requiere voluntades coincidentes expresadas y que, en caso de no existir, es el mismo Cédigo de Procedimientos el que debié fijar et apercibimiento, como por ejemplo To hace en situaciones mucho mis importantes (como lp puede ser el art. 524, Céd. Pros. Civ, de Buenos Aires) que son los supuestos de tener por confesa a alguna persona, Exige scuerdo y no hay apercibimiento por la no manifesiacién, por ende el acuerdo debe ser expreso. En materia de acuerdos previos de designacién de martfleros, como lo pueden ser las escrituras hipstecarias o los instrumentos prendarios, los mismos tiene valor dentro del proceso y el martllero que actuars seté ef designado en estos instrumentos, ¢ igual valor tienen aquellas clausuias donde el acreedor se reserva la facultad de proponer el mar- Lilero pare dctuar judicialmente, Pero en estos casos donde ef acuerdo es extrajudicial no compar limos las posturas de que carecen del cardeter de auxiliar de la justicia y que responden ditectamente a la parte. De ninguna manera cs asf ye que a razbi de técnica jurldica, Ix propuesta o designacién siempre debe ser convalidada judieialmente y ademas existen en principio una obligacién del martillero de sujecién a las normas que rigen el proceso. También dentro de este punto debemos decir que et acreedor que posce la facultad de designacién de un martllero mediante un instru- mento extrajudicial no puede hacerlo valer en un proceso 0 cjccucién promovido por otro &creedar, con to que se quiere decir que esta designacién de martllero acordids por las partes extrajudicialmente s6lo tiene valor en el proceso que intenta ejecutar eb derecho que contiene y 00 en ola ‘También merece valorarse el sistema de listas prévias para la ac- tuacién judicials'Las mismas han sido cuestionadas en virtud de en- tenderse que io existe ono debe existir una limilante a partir do Ia inscripeién, sino que por el contrario todos os martilleros que rednan REGIMEN LEGAL DEL MARTILLERO Y DH LA sSASTA JUDICIAL los requisitos legales deben integrar autométicamente las listas para los sortcos, sin que sea necesaria una nueva intcripcién, Sin dejar de observar que el razonamiento expuesto guarda con- ervencia légica hay que advertir que el sistema de listas con inscripeién evita obligar a un martillero que tal vez no quiera ser el operador de tuna subasta judicial, y comrelativamente incluye a aquellos que tienen {a vofuntad y ef deseo de aetuar judiciaimente y que por ello se ins- criben, generando de esta manera una mayor certeza y reduciendo Ia posibiidad de futuras deserciones que complicany dificultan el proceso Y ayadan muchos veees @ £2 dilacién. En principio fa designacién es irrevocable mientras no haya re~ ‘mocién, renuneia o inhabilitacién sobreviniente, por lo que fracasada alguna de las subasias y decretada una nueva debe mantenerse al mar- Ullero ya designado para Hevar adelante la'misma, Debe quedar atlarado que existen normas especiales de designacién de martllero cn legislaciones especifieas, muchas de ellas con inje- rencia en el ambito judicial y otras no tanto. Un ejemplo es la ley 24.441 que @ los efectos de la ejecucién hipotecaria establoce normas especiaies donde el mantllero ¢s designado dircciamente por el acree- dor y sin intervencién judicial ordenaré In venta en remate publieo del inmueble afectado a la garantia, Estas situaciones especiales deben ser tenidas en cuenta al momento de anlizar cada ¢aso coneteto, El presente material se utiliza con fines exclusivamente didacticos LL, Et martitioro judicial: concepto, na(uraleza, caracterizs En esta matcria la doctrina se ha pronunciade de diferentes rnaneras y asi podemos decir que se lo califieé como: a) Persona que actidentalmente descmpetia una funcién pubfica b) Oficial pablico. ©) Auxiliar de la justicia, ) Mandatario de los proponentes. ©) Delegedo del juez Esta diversidad de ealificaciones doctrinarias también cs recogida pot la jurisprudencis, como podremos obscrvar en la rescfia que al final del punto que estamos tratando realizaremos. Raymundo Femindez ha expresado que en {2 actuaci6n judicial “cl martillero en este cas0 no actia como mandstario de ninguna de las partes, ni de ambas conjuntamente, tino como un oficial piblico, auxiliar del juez, 0 mejor aiin como integrante del éfgano cjeculivo;” su intervenci6n, asf como ts del juez y demas funcionavios y empleados de la justicia que intervienen en los autos, esté condicionada a la fexistencia del proceso; site termina por cualquier caus, fenceon también las funciones de aquellos Lapa, por su parte, ha dicho: “El mantillera designadden autos debe realizar Ja sibaia con sujecin als reas del prosediminto © FERNANDEZ y GOMEZ LEO, ob. cit, p. 478, wa Actividad 2 Lea ta parte II: “El martillero judicial: concepts, waturateza, caracterizacidn” y caracteriee, seyin las distintas posturas, la natutalcza del martillero Judicial esl Nac ll Loa Tecnu Alan Pies y Corse de Comercis Mrours A. Pevecasas IIL. Designacién En este tema deberos eslar a ls nofmas que regulan Ta actuncién judicial del martillero en cada jurisdiedién y asi podemos encontrar ppaulas en Jas legislaciones Jocales sobie manitleros, en fos cédigos de procedimientos y en las leyes orginicas de los tribunales. En el ambito nacional la designacish se encuentra regulada en el articuly 563, primero y segundo pérrafog, donde marca algunas paulas aque se doben tener en cuenta: | 2) Hay un regisiro que es llevado por las camaras de apelaciones. ») Los marilleros para poder inscrbirse en ese registro deberin, ccumplit los requisitos Iegales y tener mas de dos atios de an- tigiiedad en la matrievla, €) De dicha lista saldré el martfleo: para actuar en juicio. @) Bs designado por el juez. ¢) Puede ser propuesto por acuerdo de parte. 1) No habiendo acuerdo, seré nombrado de oficio y por sorte. Con esta postura y Tineamientos se encuentran de acuerdo los dis- tintos autores, y asf, Tesumicndo, s¢ dite que: "EL nombramiento de imartillero debe recacr en la persona propuesta expresatmente por las partes de eontin acuerdo, y en defecto de éste, en la persona que designe el jucz™®, En Ja Provincia de Buenos Aires la norma que regula esta desig- nacién es cf attieato $58, inciso 1*, del Codigo Procesal Civil y Co- mercial, donde s¢ expresa que Ta subasta se realizard por un martillero designado por el juez a propuesta de partes y por acuerdo de las mismas, 0 en delecto de éste, de oficio. Se observari que el principio es similar al del Cédigo Provesal Civil de 1a Nacién. Conjuntamente y complementando esos principio s¢ deben tener fn cuctta Jos articulos $9 a G3 de ta ley 10.973 que stablecen la vigencis de las listas de martitieros para fos nombramientos de oficio y ellas deberan ser conformadas por el colegio depertamental. Los rombratientos de oficio se harén por sorteo, en audiencia publica y en presencia dé fos representantes de 10s colegios profesionales me- ™ PALACIO, 0b, cit, . 255. diante bolillero. Dichos sorteos sc anunciardn cn el tablero del juzgado indicdndose df, hora y expediente y deberdn scr comunicados a las Partes y al respectivo colegio. Se establece claramente que ningin srartillero podrs ser sorteadg por segunda vez. mientras {a fisia no haya sido agotada. En la Provincia de Cérdoba el sistema es de mayor complejidad ya que conviven el articulo 568 del Cédigo Proeesal Civil y Comercial ¥ Tos articulos 40 a 48 de Ia ley 7191, El poneipio es que el martillero que watizard fa subasta es ef que designe el ejecutante, sin recurso de ninguna clase, exigiéndose en {ste caso al martileso scleccionads la exhibicion de la eredencial ba- Dititte (cont. art. 46, fey 7191), En los juicios de concursos 0 quicbras, ciecuciones fiseales, on las subastas donde tos Estados acticn, en los exhortos Je extaia ju risdicciém y en los concursos especiales sin martillero previamente designado, la designacién se hard de oficio y por sorteo. El sortco se practicard tn base a una fista que el Colegio de Mar- {illeros clevaré al Superior Tribunal de Justicia. Esta Tisia solo admite a las personas de cxistencia visible (exclave las sociedades de manilieros), con buena conducta, antigliedad minima que varia segin los casos, con clescién de lo cireunseripeién donde desee Ser soricad, En Samia Fe, respeeto del procedimiento de designaciones rige el principio que surge de la combinacign de las normas compuestas par los articulos 71 de la ley 7547 y 492 del Cédigo Procesal Civil y Comercial, que se puede expresar dc Ia siguiente manera: cn los juicios soncursales, en rebeldia, eit las sucesiones vacantes y en fos exhortos donde el avtorizado carece de facultades para proponer marillero, Ie designacién por sorteo ser& obligatoria. En los demas procesos podra ser designado 2 propuesta de partes realizada de comin acuerdo y si Este no se lograre se deberd recurs al sorte. Para estar dentro de esta calidnd de mantitleros judicialed ta ley establece una serie de requisites y recaudos asi, excluye alas personas juridicas y admite sélo a tas personas fisieas. Asimismo ctige una “antighedad minima de dos aitos en el cjercicia profesional de manera Hl MicWEL A; Piconcasns Interpretamos que esta postura de no validar el acuerdo técito es aplicable en todas Jas provincias, aun en la de Entre Rios donds Ia propuesta de parte es el principio rector para la designacién de fos ‘martlferos, Elelemento definitorio en este punto st da por la pauta de “acuerdo” que requiere voluntades coincidentes expresadas y que, en caso de no existir, es el mismo Cédigo de Procedimientos el que debié fijar et apercibimiento, como por ejemplo To hace en situaciones mucho mis importantes (como lp puede ser el art. 524, Céd. Pros. Civ, de Buenos Aires) que son los supuestos de tener por confesa a alguna persona, Exige scuerdo y no hay apercibimiento por la no manifesiacién, por ende el acuerdo debe ser expreso. En materia de acuerdos previos de designacién de martfleros, como lo pueden ser las escrituras hipstecarias o los instrumentos prendarios, los mismos tiene valor dentro del proceso y el martllero que actuars seté ef designado en estos instrumentos, ¢ igual valor tienen aquellas clausuias donde el acreedor se reserva la facultad de proponer el mar- Lilero pare dctuar judicialmente, Pero en estos casos donde ef acuerdo es extrajudicial no compar limos las posturas de que carecen del cardeter de auxiliar de la justicia y que responden ditectamente a la parte. De ninguna manera cs asf ye que a razbi de técnica jurldica, Ix propuesta o designacién siempre debe ser convalidada judieialmente y ademas existen en principio una obligacién del martillero de sujecién a las normas que rigen el proceso. También dentro de este punto debemos decir que et acreedor que posce la facultad de designacién de un martllero mediante un instru- mento extrajudicial no puede hacerlo valer en un proceso 0 cjccucién promovido por otro &creedar, con to que se quiere decir que esta designacién de martllero acordids por las partes extrajudicialmente s6lo tiene valor en el proceso que intenta ejecutar eb derecho que contiene y 00 en ola ‘También merece valorarse el sistema de listas prévias para la ac- tuacién judicials'Las mismas han sido cuestionadas en virtud de en- tenderse que io existe ono debe existir una limilante a partir do Ia inscripeién, sino que por el contrario todos os martilleros que rednan REGIMEN LEGAL DEL MARTILLERO Y DH LA sSASTA JUDICIAL los requisitos legales deben integrar autométicamente las listas para los sortcos, sin que sea necesaria una nueva intcripcién, Sin dejar de observar que el razonamiento expuesto guarda con- ervencia légica hay que advertir que el sistema de listas con inscripeién evita obligar a un martillero que tal vez no quiera ser el operador de tuna subasta judicial, y comrelativamente incluye a aquellos que tienen {a vofuntad y ef deseo de aetuar judiciaimente y que por ello se ins- criben, generando de esta manera una mayor certeza y reduciendo Ia posibiidad de futuras deserciones que complicany dificultan el proceso Y ayadan muchos veees @ £2 dilacién. En principio fa designacién es irrevocable mientras no haya re~ ‘mocién, renuneia o inhabilitacién sobreviniente, por lo que fracasada alguna de las subasias y decretada una nueva debe mantenerse al mar- Ullero ya designado para Hevar adelante la'misma, Debe quedar atlarado que existen normas especiales de designacién de martllero cn legislaciones especifieas, muchas de ellas con inje- rencia en el ambito judicial y otras no tanto. Un ejemplo es la ley 24.441 que @ los efectos de la ejecucién hipotecaria establoce normas especiaies donde el mantllero ¢s designado dircciamente por el acree- dor y sin intervencién judicial ordenaré In venta en remate publieo del inmueble afectado a la garantia, Estas situaciones especiales deben ser tenidas en cuenta al momento de anlizar cada ¢aso coneteto, Actividad 3 Lea fa parte Ill: “Design 1 2 icidn” y realice la siguiente actividad Explique cémo se designa al murtilero judicial en el ambi Sefiale cuales son los requisitos para acceder a la designacién. {.Qué ocurre con el martllero propuesto por las partes? gDebe cumpli los ni de la provineia en ta cual va a ejercer su actividad, mos requisitos que el martillero judicial? “Tecra Meiers Pin y Coed se Come Mrours A. Pevecasas IIL. Designacién En este tema deberos eslar a ls nofmas que regulan Ta actuncién judicial del martillero en cada jurisdiedién y asi podemos encontrar ppaulas en Jas legislaciones Jocales sobie manitleros, en fos cédigos de procedimientos y en las leyes orginicas de los tribunales. En el ambito nacional la designacish se encuentra regulada en el articuly 563, primero y segundo pérrafog, donde marca algunas paulas aque se doben tener en cuenta: | 2) Hay un regisiro que es llevado por las camaras de apelaciones. ») Los marilleros para poder inscrbirse en ese registro deberin, ccumplit los requisitos Iegales y tener mas de dos atios de an- tigiiedad en la matrievla, €) De dicha lista saldré el martfleo: para actuar en juicio. @) Bs designado por el juez. ¢) Puede ser propuesto por acuerdo de parte. 1) No habiendo acuerdo, seré nombrado de oficio y por sorte. Con esta postura y Tineamientos se encuentran de acuerdo los dis- tintos autores, y asf, Tesumicndo, s¢ dite que: "EL nombramiento de imartillero debe recacr en la persona propuesta expresatmente por las partes de eontin acuerdo, y en defecto de éste, en la persona que designe el jucz™®, En Ja Provincia de Buenos Aires la norma que regula esta desig- nacién es cf attieato $58, inciso 1*, del Codigo Procesal Civil y Co- mercial, donde s¢ expresa que Ta subasta se realizard por un martillero designado por el juez a propuesta de partes y por acuerdo de las mismas, 0 en delecto de éste, de oficio. Se observari que el principio es similar al del Cédigo Provesal Civil de 1a Nacién. Conjuntamente y complementando esos principio s¢ deben tener fn cuctta Jos articulos $9 a G3 de ta ley 10.973 que stablecen la vigencis de las listas de martitieros para fos nombramientos de oficio y ellas deberan ser conformadas por el colegio depertamental. Los rombratientos de oficio se harén por sorteo, en audiencia publica y en presencia dé fos representantes de 10s colegios profesionales me- ™ PALACIO, 0b, cit, . 255. diante bolillero. Dichos sorteos sc anunciardn cn el tablero del juzgado indicdndose df, hora y expediente y deberdn scr comunicados a las Partes y al respectivo colegio. Se establece claramente que ningin srartillero podrs ser sorteadg por segunda vez. mientras {a fisia no haya sido agotada. En la Provincia de Cérdoba el sistema es de mayor complejidad ya que conviven el articulo 568 del Cédigo Proeesal Civil y Comercial ¥ Tos articulos 40 a 48 de Ia ley 7191, El poneipio es que el martillero que watizard fa subasta es ef que designe el ejecutante, sin recurso de ninguna clase, exigiéndose en {ste caso al martileso scleccionads la exhibicion de la eredencial ba- Dititte (cont. art. 46, fey 7191), En los juicios de concursos 0 quicbras, ciecuciones fiseales, on las subastas donde tos Estados acticn, en los exhortos Je extaia ju risdicciém y en los concursos especiales sin martillero previamente designado, la designacién se hard de oficio y por sorteo. El sortco se practicard tn base a una fista que el Colegio de Mar- {illeros clevaré al Superior Tribunal de Justicia. Esta Tisia solo admite a las personas de cxistencia visible (exclave las sociedades de manilieros), con buena conducta, antigliedad minima que varia segin los casos, con clescién de lo cireunseripeién donde desee Ser soricad, En Samia Fe, respeeto del procedimiento de designaciones rige el principio que surge de la combinacign de las normas compuestas par los articulos 71 de la ley 7547 y 492 del Cédigo Procesal Civil y Comercial, que se puede expresar dc Ia siguiente manera: cn los juicios soncursales, en rebeldia, eit las sucesiones vacantes y en fos exhortos donde el avtorizado carece de facultades para proponer marillero, Ie designacién por sorteo ser& obligatoria. En los demas procesos podra ser designado 2 propuesta de partes realizada de comin acuerdo y si Este no se lograre se deberd recurs al sorte. Para estar dentro de esta calidnd de mantitleros judicialed ta ley establece una serie de requisites y recaudos asi, excluye alas personas juridicas y admite sélo a tas personas fisieas. Asimismo ctige una “antighedad minima de dos aitos en el cjercicia profesional de manera Hl Actividad 3 Lea fa parte Ill: “Design 1 2 icidn” y realice la siguiente actividad Explique cémo se designa al murtilero judicial en el ambi Sefiale cuales son los requisitos para acceder a la designacién. {.Qué ocurre con el martllero propuesto por las partes? gDebe cumpli los ni de la provineia en ta cual va a ejercer su actividad, mos requisitos que el martillero judicial? “Tecra Meiers Pin y Coed se Come Actividad 3 Lea fa parte Ill: “Design 1 2 icidn” y realice la siguiente actividad Explique cémo se designa al murtilero judicial en el ambi Sefiale cuales son los requisitos para acceder a la designacién. {.Qué ocurre con el martllero propuesto por las partes? gDebe cumpli los ni de la provineia en ta cual va a ejercer su actividad, mos requisitos que el martillero judicial? “Tecra Meiers Pin y Coed se Come El presente material se utiliza con fines exclusivamente diddcticos IV. Recusacién, Remociéu. Exclusin, Renuncia, Delegacién En estos guns y en general, mis ali dels preularidaes que cada una de las provincias pusde imprimir en sus ordenamientos pro- cesales, pademos seffalar como principios los siguientes: a) La no renunciabilidad del cargo. b) La no reeusabilidad det martiller, ©) La no deleyabilidad del cargo. 4) La remocién y exclusién sélo por causts justificadas previstas Estas pautas deben entenderse con sentido amplio, ya que algunas e ellas, como el supuesto de la delegacién y de la renuncia, admiten diversas excepeiones que evan a un alto grado de flexibilidad al principio enunciado. Estos principios se han mantenide casi como una constante cn los distintos regtrenes procesales, y debe destacarse que primigeniamente fueron elaborados por via jurisprudencial En el émbito de la Nacién, la norma a considerar es la del articulo 563, pirrafos segundo, teroero y cuatto, que expresan que: No pods. ser recusado; sin embargo cuando circunstancias _yaves lo aconsejaten ef juez, dentro del quinto dia de hecho el ‘nombramiento podra dejar sin efecto Deberi austa su cometido alas insteucciones que le imparta el {uer; sino curpliee con este deber por ser removido.. ‘No podté delegar sus funciones salvo autorizacién express del jvee Como se poxlré observar el régimen procesal nacional establece fos principios que hemos seilalado, aunque nada dice para ef supwesto de la renuncia, Respecio de la recusacién, la norma debe ser interpretada sin do- bleces: el martllero no puede ser recusado, y esto esta dado porque no es parte del érgano jurisdiccional ni tampoco pert Respecto de la exclusién de oficio, que se encuentra autorizada cuando circunstancias graves Jo aconscjaren y dentro del plazo de cinco dias de haber sido desigmado, el jucz. con causa fundade podré dejarla sin efecto, La doctrina no ha explicado qué significan “cir- cunstancias graves” y ello ha Nevado a vicrta parte de los, auiores @ considerar analogicamentc aplicables las causales de recugécién con expresién de causa que trae cl articulo 17 del Cédigo Progesal Civil y Comercial de fa Nacién, Asi lo ha dicho Palacio al sefialar: "A Sin de apreciar la gravedad fo tf MIQUEL A. Plenecasas de las cireunstancias que pueden justficar la separaeién del mactllero, el juez débe atenerse, por razones de analogia, 2 los motivos que el aniculo 17 dol Cédigo Procesal de la Nacién erige en causales de recusacién de los jueces" Esta observacicn que realiza el prestigioso procesafista debe ser ainalizada con el mayor de los euidados, ya que ni la naturateza, ni la funeidn, ni Ia importancia de los sujetas son similares y mas atin cuando esta norma es especifica y contrasta de plano con el principio de no recusebilidad del articulo 563, Por ello entendemos que no debe ponérscle colo al té:ming “circunstancias graves”, las que serén, sin limitantes, analizadas prudentemente pot el jucz de la causa. La ju- risprudencia Hev6 a autorizar estas exclusiones cuando se dio fa no aceptacién del cargo por parte del martllero en el término de ley. Un supuesto distinto se conternpla bajo la denominacidn de remo- cidn, y comenzaria a carrer luego del quinto dia de realizado el nom- ‘bramiento y esta remocién se dard si no cuimpliete con las instrucciones aque le imparta el juez y lleva como fundamento implicito el de ta raturaleza misma de auxiliar de la justia que tiene el martllero en la actuaci6n judicial. Dentro de las causales se puede enuineiar como ejemplo aquella por la cual el martllero‘en el lapso de un afo so ha ccumplido diligencia alguna para llevar a éabo su cometido. La sancién inmnedinta es In pérdida total © parcial del derecho a In contisién y en algunos casos da lugar a que el juez notifque a la CAmara sobre estos hhechos y se excluya al martliero de la lista de remaladores de ofieio, limindndolo de los sorteos posteriores Respecto de Ia delegacidn, la consiga es que:no podri delegar sus. funciones salvo autorizacién expresa del jucz' y esto porque el ‘marillero es designado por sus condiciones personales y, como ha dicho Podetti, no podria Yelegar sus furiciones como si se tratara de cosas fimgibles. ‘Sin embargo Ia ley 20.266 ha clarificado fa cuestién, ya que permite la delegacién (aun sin previo aviso) en caso de ausencia, enfermedad ‘9 impedimento grave del martilieo, debidamente comprobados, por lo que una posicién iégiea seria la de hacer confluir la norma procesal ™ PALACIO, ab. cit, ps. 285 y 256. REOIMEN LEGAL DEL MARFLLEKO ¥ DE LA SUBASTA JUDICIAL con ef principio que trac la ley de fondo y expresarge que se podri delegar cuando exista ausencia, enfermedad o impedimento grave del manitlero debidamente comprobados y que cl juez lo aulorizare cx. presamente Lo entendemos asi en virtud de que la autorizacién judicial debe tener causa fundada, y qué mejores causas que las tipicas de} martittero €n su émbito normative propio. El Cédigo Procesal nacional nada dice respecto de la renuncia de los martilleros. En la Provincia de Buenas Aires las normas mis importantes a considerar son el articulo 565 de! Cédigo Procesal Civil y Comerciat y €l artfculo 68 de Ia ley £0.973 que dicen lo siguiente: Articuto 565 (..] y no pods ser reevsado. Sin embargo, cuando cicunstanetas graves lo aconscjaren, el juez, dentro del quinto dle de hecho el nombramiento, podré dejanlo sin efecto, Articulo 68 ~ Los matiller (.] realizarin personalmente los Aclos que judivialmente fes encomendaren, $élo serk posible la delegecién en otrs martllero{..| colegiado, por causa justificada Y previa autorizacién judicial, El acto, jgualmente, para este ‘him supuesto se reatizard bajo el nombre del delegante, indo + ste el inivo responsable de los actos que aquél realicc. Commo se pole observer se reitera el pineipio de Ia no recused y el de Ia exelusién et forma idéntica al Cédigo Procesit nacional, no se contempla el supuesto de remocién y se regula de mejor manera le delegacién del cargo En la legislacién citada ademés de Ia autorizacién judicial se enun- cia el requisito de la causa justificada, y se agrega alyo de notoria importancia eval ¢s el mantenimiento de ls responsabilidad det dele- Bante. Complementando las normas citadas el articulo 64 de la ley 10.973, establece que los nombramientos «le oficio son irrenunciables salvo causa justifieada, y se entiende por causa justificada la enfermedad ‘que impida el desempeiio de sus funciones, 0 encontrarse fuera del pais o bien no haberse dcpositado la suma correspondiente a los gastos, Si igualmente cl martillero pretendiera renunciar sin que existeran estas causales de juslficacién, serd excluido de la lista por dos afios tb 0800 us seauosne unIpad s929nf soy wopuoRUOr F925 2A sacesipnfseiseqns so 2}u>uyehosiod ugsezieou soley 507] , 201p onb ct oqnayne [2 $9 Seif 9p up) “eHDjeur wyso U9 soylenodust set seined Sej ueaseW anb se] wos ‘nb seuuigu sop 2ua1}u09 ¢xOE Aa] B| HzOpUapY ap eIDUIROI e| US “eatyoadsoy wis] 9P opinjara £ eyMW yoo opeuotoues eras epecersal este9 lus azejounuss and yo anb sloop & asiejnuoyss eyaqap ordioud 19 19 404 “Searjsadsas seis Sei ap ofin|>x9 X o}seuojaues so epanb anb ou oj anb of sod ‘2yuaweanyoeos sopereuios 9p opuarunvanueUr [> sesBo 2p pupyigisod aoIpLini tu o9489] esta ap Ojund (2 apsap Key Ou “unjsixa 50}%9 anb us elounuos auuouiyentt or2|}hueus fp 1S ofad “SOP snf snrawepiqgp sowautpadiut exey opuena aya e) 0105 Kap 1] a 8& uptaczejax tun 497)[Rs ab Key LIONNUD! wy ap o19aUs>y 4 estou Jop [> s9 uote Yuuiou e] & OULaIE oaNtN 19 K ‘99 OlnapnE [2 Jod sopetly 50809 S0| Uo UgiSAjax9 0 UOIDeDOAaS ‘uploOIUaS Ef Zanf ye TULEd O19 anb jeroutsord 49} v| sod epeidasa: any ou e/Ba4 eis “seroueysunosto sones8 uosefasuooe o jst 1S uotoeutisap v| apsap efp owuin jap ox uop otoyjo ap ojurtuveiquuou 19 0)99}9 us sef9p zan{ ye aruwod mb wOtOeN, B[ 9p [AXD Te890084 08179 [OP ‘opuindas opeuede “eg¢ ojnapE [0p { owoa eUoU eun euIsazenues Koj e| 9p OL'quIE [2 uD 21S1x9 ON -yeunqin jp © ayed e] guar anb 2eaysiou op P8ie0 =] 9p oyuatuus[duinaut [2 U9 Ouls widoxd uoistWtO etn U9 © ojsasz00Ut senjoe un ud epuny 26 ou PRHe as anb wk ‘aquEMIse oxo|lNEU |e seorpnGiad ou 9p soul so] P “es! | e ugrselodiooUtey ereIpauALE ef & {kgo ‘2 oS!0U! 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Remociéa. Exehisidn, Renuncia, Del ign” y realice la siguiente actividad: 1. Explique lus principios que ordenan la designacién det marillero, sezdn el Cédigo nacional y segin el cédigo de ka provincia én la cual va & jetoer su actividad . 2, ¢Puesde el martllere designado renunciar a su cargo? 3 \é ocutrivia siel martlleso fuera negligente en el desempen de su cargo? Uninc Nar Lito ‘omeatra Monin ben ¢ Corr de Conners ¥, Medidas provias a la subasta. Aceptacién det cargo. Informes, Constatacién. Publicidad, Habicnds caractetizado a la subasta como un procedimicnto, y a los solos fines didaeticos podemos dividir esta secueneia de actos en tres ctapas: 42) Medidas preparatorias de la subasta. b) La subasta ©) Medidas posteriores 0 de eonelusién. En Ia primera etapa las replas procesales o normas locales a las que debe ajustar su cometido cl macillero tienen malices difereaciaics, sin embargo hay tres o cuatro rubros que dcben ser anslizados 0 eon- ReIMEN LEGAL BEL, MART [HO ¥ OI UA SUBASTA JUDICIAL, signados para todas las legislaciones, entre ellos (reiteramos en la pri- mera etapa), se encuentran la aceplacién del cargo, los informes y constatacién del inmucble, la publicidad © propaganda y los gastos. Exte titimo, por la frondosa jurisprudencia que hay respecio dei mismo, 1o tataremos separadameate En ef Ambito de la Nacién, la aceptacién del cargo por parte del Imartllero deberé producirse dentro del plezo de tres dias luego de notificado, y si no lo hieiere podré ter excluido del proceso y también de las listas de oficio. Debemos rescatar una préctica forense que cconsideramos provechosa y cs la de que el cargo debers ser aceptado ‘bajo apercibimiento de dejar sin efecto la designacién y nombrar nuevo macillero. Aceplado el cargo, hay dos'paulas que deben reseatarse del orde- namienta process! nacional: 1) Deberd ajustar su comelide a las instrucciones que Je imparta cl jez 2) No es parte en los trémites del cumplimiento de Ia sentenci de remate ¥ S6lo pod tener intervencitn cn lo referido a su actuacién. Estas paulas estin marcande la naturalera y limites de ta actuaciin ol marillero y se encucntsan confocines a lo dsptesto enn el artleulo 563 del Cidigo Procesaf Civil de la Nacién. Dentro de esta apa preparatoria y tanto para muebles o inmuebles, hay dos articulos, que si bien no se corresponden con obligaciones referidas a los marllleros, i deben ser tenidos en cuena por éste ya ‘que van a conformar los extremos necesarios en base 0 Ins cuales se Hevaré adelante la subasta. Estos actieuios son el 63 para muebles 0 semavientes y $76 para inmuebles. En ellos el ordenamicnto nacional establece las reglas previas de informes ¢ individualizacién de los bienes para permitir llevar adelante la subasta, , Asi, para los mucbics o scmovientes se requiere: f 1) Bl dictado de un auto de venta en remate y por un mattillero 1. Pilblico y también Tas condiciones del remate. * 2) En Ja misma resolucién se requeriré al deudor para que manifieste 44 MIGUEL A, Pienecasas ‘Mion A Porras ‘en el plazo de cinco dias silos bienes se encuentran prendados o » embargados, individualizando a los acreedotes, Si ello no es eu- plido por el deudor deberé requerirs, si fteten bienes registrables, 4 oficios a los registros correspondiefites; este impulso corresponde 4 las partes 0 a} ribunal, pero no al martllero. Ello complementa 1 informe que especificamente exige <1 articulo $73, inciso 4”, respect de las condiciones de dominio y gravémenes. 3) Se podré ordenar el secuestro de los bienes para que el martillero los exhiba y en caso de vente oportunamente Jos entregue. Re- sulta atendible favorecer el pedido de secucstro para ta subasta ‘ya que de lo contrario el martllero podrie tencr inconvenientes ‘varios para su exhibicién y también para efectivizar la entrega de los mismos, pudiendo dar lugar a aetos nulos pare ¢l supuesto de que subastados los bienes, los mismos ya no existan 4) La notificacién a los jueces embargantes y a los acreedores, prendarios para que hagan valer sus derechos. Respecto de los bienes inmuebles se requiere en forma previa a 1h realizacién de Ta subasta, lo siguiente: 1) Informes sobre deuda por impuestos, tasas, contribuciones, ex- ppensas comunes, si correspondieren, 2) Informes sobre las condiciones de dominio, enibargo, inhibt- ciones, los que tendrin una vigencis. temporal de sesente dias. 3) Se intimard al deudor para que dentro del ereer dia presente el titulo de propiedad del inmueble bajo apercibimiento de obtener el testimonio a su costa., 4) Se podré constatar judicialmente el estado de ocupaeién del inmueble i las circunslancias asi lo aconsejaran. La préctica tribuna~ licia indica que esta constatacién se ha convertido en obligatoria pat informar y publiiter adccuadamente un remate y poner a los terceros adquirentes ¢n el conocimiento real de ta situacién de ocupacién de} inmueble y evitar de esta manera problemas posteriores. '5) Se comunicard a los jueces embargantes ¢ inhibientes y se eitard 4 los acreedores hipotecarios para que hagan valer sus derechos. Estos recaudos son a cargo de le paste o el tribunal y no del ‘martillero que recién vaa ser designado luego de cumplidos los mismos. REGIMEN LEGAL DEL MARTILLEKO ¥ DF La sUNASTA JUDIE ‘Superados estos pasos y particularmente para,Jos inmuebles se proeederd a determinar la base para la venta conforme al articulo 578 si no existiere acuerdo de partes, Se fijaré el lugar donde la subasta se deba realizar, se estableecrd el dia y la hora y se especificara la propaganda adieional si la misma fuere neceseria, Previo a avanzar y sin perjuicio de ampliar l desarrolte al momento de tratar la nulidad de la subasia dedemos sefialar que el lugar donde Ia subasta de los inmuebtes se ha de realizar es alternative en el émbito nacional, puede serlo: 2) Donde tramita la cjecucién, © ) donde se encuentra ubicado el inmueble, segiin lo resuelva cl Juez de acuerdo a lo que resultara mas conveniente, Esto ha generado problemas en virtud de normas especiales que establecen que el remate debe realizarse en el lugar geoprifico de ubjeacién del inmueble, pero sin dejar de reconocer que éste debe sor €l principio rector, no siempre es lo mis conveniente ni adecuade y por ende consideramos valiosa y totalmente aplicable Ia regls alter- nativa que contiene ¢} artieulo $77 Tambien han generado diversos plantcos de nulidad el cambio del dla y Ia hora de remate, que sélo podrin ser alterados eon autorizacién judicial 0 aeuerdo de ambas partes expresado por escrito Siempre dentro de esta etapa previa a Ia subasta, ubicantos @ la publicidad o propaganda que tienen en los edictos el medio prevale- ciente, conforme Palacio, pero no ¢! inieo y no siempre imiprescindible. El articulo 566 prevé que el remate se nnuncie por edietos pu- blicarse por dos dias en el Bolei, Oficial yen otro diario Este otro diario podra serle en uno de los de mayor cireulucién del lugar del Gltima domicitio del demandado 0 en su defecto del lugar del juicio. En los bienes inmuebles muchas veces se ha autorizado también la publicacién on un diario del ugar geogréfico donde los bienes se eneventran ubicades, ya que clio resulta légico en cuanto al interés de los posibles compradores y se pucde justificar dentro de Ja denominada propaganda adicional, o sin recurri a ella a través del articulo 566, pérrafo segundo, que expresamente contempla esta si- tuacién, th Mies A. PHEDECASAS Dijimos que los edictos#chn el medio prevalecicnte de publicidad pero que ellos pueden no restiltac imprescindibles, y esto se da cuando se trata de bienes de es:aso valor, donde s6lo podré publicarse eno Boletin Oficial o prescindirse de los mismos si cl costo de Ja publi- ceacién no guardare relacién con el valor dc los bienes, Esta regla resulta légics y adeeuada ya que no se jusifiea los generalmente cos- tos0s edictos frente a bienes de eseasisitna valor. En los edictos se debera indicar: a) Juzgado y secretaria donde tramita el proveso. b) EI nimero del expediente. | ©) El nombre de las partes si éstas no se opusieren. 4) El lugar, dia, mes, afio y hora de la subasta. «) Se individualizarin los bienes, sus cantidades, su estado y el ugar donde podran ser evisados por los intcresados (mucbles). 1) Si fueren inmuebles, debera indicarse la base, condiciones de yenla, estado de ocupacién y horario de visita. Si estos inmuc- bles estuvieren sujetos al régimen de propiedad horizontal de~ ‘era determinarse el monto de lag expensas y la deuda existente por este concept, i 6) Se entmneiaré In obligneién de depositar el importe de la sea, y de la eomisidn en el acto de renvate. +7) Las modalidades especiales del remate (particularmente si se admiten 0 no posturas en sobre cesrado). Esta publicacién edictal debe realizarse, la iltima hasta cuarenta ¥y ocho horas antes del remate. I juez puede autorizar también una propaganda adicional que en prineipio deberia ser a cargo del cjecutante salvo que el ejecutado hubiese dado su expresa conformidad o bien su costo no excedicre el 2% de ls base. Si exeede y no hay conformidad del ejecutado bers hacerse cargo cl ejecutante de todo aquello que supere ef 2% de la propaganda adicienal. ‘Una particular referencia én materia de propaganda es fa que debe expresar si se admiten o no postures en sobre cerrado, las que deberan ser aulorizadas por el juez de la causa, y ello necesariamente indicarse REGIMEN LEGAL DEL MARTILLERD Y OH LA SUBASTA JUDICING fe todos los edictos y en toda la propaganda que se realice porque altera esencialmente el mecanismo del remate piblico. En materia de publicidad c impupnacion de ésta, una de las reglas importantes que debe observarsc cs 1a que contiene el articulo 566, ‘timo pérrafo, que expresamente dice: "No podrin denunciarse de- feclos de publicidad de In subasta vencidos Jos cinco dias contados desde la ultima publicacin” y esto refiere para cualquier clase de impugnacién, inclusive los planteos de nulidad de dicha propaganda © publicidad. ‘También dentro de estos actos preparatorios esta Ia facullad del ‘martillero de solicitar al juzgado Ta adopcion de las medidas necesarias para proveer a la regularidad del remate y al mantenimiento del orden ue asegure la libre oferta de Jos interesados. Esta norma siempre es importante ya que no sélo el eematc implica muchas veces el punto final de un conflicto y la méxima expresién de éste entre quien ve 6 involuntariamente de un bien y el acreedor que forzada; por clloes comin el pedidede asistencia de Ys fuerza piiblia policial en la mayoria de las subastas judiciales. ‘Sin embargo tamibién esta norma es una de las herramientas para com- batir las denominadas “ligas de compradores”, que actualmente y go- zando de una estructura propia de una empresa, elimian la libre oferta de los interesados, por diversos medios no siempre licitos. Dentro de este conjunto de normas el Cédigo trac algunas que si bien refieren al remate no implica la participacién del mattillero en los decisorios, sino séto cl cumplimicmta de ellas. Estamos hablando de los casos de prefercncia para el remate y la subasta progresiva. Eslablece cntonces €l Cédigo que para cl case de que el bien estuviere embargado en diversos procesos, en principio ta subasta se realizaré en el que estuviere mas adclantado en su trémite. ¥, especto de Ia subasta progresiva el juez puede disponcrla a pedido del ejecutado y, en virtud de la misma, cuando os bienes fueren varios, se podrin rematar en distintas fechas cada uno de ellos y se suspenderé a pro- secuciOn de los remates cuando el precio obtenido ya aleanzare & cubrir l crédito reclamado, los intereses y costas, En Ia Provincia de Buenos Aires, el cumplimiento de la sentencia

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