VIOLIN ¥ OTRAS CUESTIONES
[Buenos Armes, 1949-1956]Pré1oco
Los poctas son os egisadores
ro reconocids del mun.
Siete
[No hace mucho, en «La Mascara, sete poets de la novisima
promocinleyeron algunos de us poemas inéditos. Todos me pare
clerom insprados y bien orintados.Particlarmente me nteresaron
los poemas de Juan Gelman, sobre todo «El caballo de la calesias,
‘que coasidero magstral,y empieza as
‘raj, ciudad y tarde buenos aires.
Aire de plaza, ruido de trav
(Galopando una misica de tango
ira el eb de ia calesta.)
Desfilan hechos, sere, el alma del poets y termi:
ba sin wa wa rosa,
sin ur poco de mar, sn un amigo.
‘Me vio l caballo dela casita,
‘me vo ta solo ques fue conmigo,
Y ahora en mi corazén y desde entonces,
ransitade de nines y de rsa,
risioneroen mi misicavotea
gira el eaball de la casita.
(Tene el ojo pintado
Su corazén esd madera lpia.)Ahora el poeta publica su primer libro y después de leer los
poemas quel integran, yo saludo en su autor, no yaa una bilante
‘romes,sinoa una vehemente realidad a un poeta con acento pet-
sonal —con epredio propio» —que ya es mocho pedir en un joven,
‘cuando hay algunos consagrados que todavia arebatan giro, met
foras, temas, a otros colegas, menos afortunados pero mds honrados,
‘Con Violin y otras cuestones Juan Gelman irumpe dignamente
nla poesia de habla espaol yl circulo universal dela rosa. Ens
libro palpita un irisme rico yvivaz yun contenido principalmente
socal, pero socal bien entendido, que no elude el Tuo de a fantasia
Juan Gelman no es un evadide de la cealidad, como desearian los
teérlcosreacionarios de un artepursmo imposible; ni tampoco un
seditoralstaen verso», un simple propagandist, como quersian|
_que fuera lo agrios critios sectaris, los que ignoran que en acon
encia del poeta, del creador, hari siempre un terreno inalienable
‘que no podra ser hollado.
En este singular «Violin yen las Otras Cuestionsflotan salu-
ables vientos de airmacin civil, y aun en tal o cual poema des
rado csi patitico, sin aparente slid, alienta el optimismo hist
rico, Sa poesia no responde a tal o cual preceptiva rigia, ya través
4el poeta, porteno, nacional, muy nuestro, se ve al cudadano det
‘mundo, por exo mismo, Se forma es gi, eesca,variada en tonos
yy matices, Prevalece el vers libre, yes logico, porque corresponde
4 fondo, Peto Juan Gelman también demuestra que puede escribir
ln soneto, sunque no come los que circulan por ahi, de los que he-
‘mos lamado los sterribls sonetistas del domingo», tipo Gonzalez
‘Lanuza, simples eercicios retricos Juin Gelman ha puesto en ese
soneto su personalidad; cuenta scosas...Se trata de dominary ut
liar todaslas formas lo importante eslaintencién moderna que se
‘pone dentro, el alento,y cualquier forma resulta enaltecida cuando
se consubstanca con el contenido.
abr quien digs que Viola y Otras Cuestones no est en la
linea formal teadicional, Pero jexsteen nuestro pats determinada
tradicion? Hay quienes pretenden que es tradicion se basaria ni
camente en el esplendor sgauchesco», oinicamente en el ruidoso
¥ brillante arsenal de la rima lugoniana. Esto es falo. En nuestro
pais de aluvin, atropellado y prometedor le diversided de estilos,
formas y temas dara le tonica. No podria dectse que nuestro pa-
sado poetic estéexclsivamente representado por el romance el,
soneto la copa la dcima el verso rigurosamenterimado, el verso
absolutamente libre, et ec et... (Ni siguiera se comprende la
sujecidn a determinada forma tradicional en la vieja Francia, por
_jemplo, yen ese sentido no estamos de acuerdo con el admirable y
fecundo Aragin —a quien yaaplaudimos po haber drigdo a feiz
‘batalla conta los reaccionarios y contra os setarios en su patia—
‘que sugiere el regresoal soneto clisico ya solemnearguitectura de
Racine y Corneille lo cuales absurdo porgus, adem lo mejor de
Tatradicién francesa esti en el genio de Francois Villon, en sueterna
frescura en las audacias de Baudelaire, Rimbaud, Tristan Corbire,
Verlane, Carles Cross, Alfred Jarry y otros, hasta los modernos,
citado Aragén el inolvidable Pal Eluad {que sigue iendo el poets
mis grande de nuestros dias en el mundo), el malogrado Robert
Desnos,asesinado por los nazis, et).
En nuestra traicion, en todo caso, se mezclan, através det
tiempo, roménticos como los de Mayo y los de la generacién de
Echeverria, n la buela del innovador Hugo, en su acento civil
sgauchismo» genial de los clos Ascasub, Hersinde, del Campos
ls suntuososversifcadoreslugonianos con el maestro cordobésa
cabeas; el urbanismo del Carieg legitimo de La Cancion del Ba
rriow el portehismo y el internacionalismo de muchos dels poetas