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Judaísmo

PARASHAT HASHAVUA
``Vaiakel''
Interpretación y comentario
La parashá ``Vaiakel'', que se ocupa principalmente del tema de la construcción del Tabernáculo, comienza
con un tema que no parece relacionado: ``Y congregó Moshé a toda la Asamblea de los hijos de Israel y les
dijo a ellos: `Estas son las cosas que ha prescripto Adonai, para hacerlas: seis días se habrá de hacer trabajo,
pero el día séptimo será para vosotros consagrado, Shabat, día de descanso ante Adonai. Todo el que hiciere
en él trabajo habrá de ser muerto. No encenderéis fuego dondequiera que habitareis, en el día de Shabat'''.

¿Cuál es el sentido de esta orden? ¿Por qué aparece en el medio de las parshiot sobre el Tabernáculo?

En los términos del mundo laboral de nuestros días, podemos preguntar: ¿por qué imponer un día de
descanso al empleado y al empleador? ¿Acaso no estamos perjudicando la libertad laboral de ambos?
¿Sobre qué tipo de descanso estamos hablando? ¿Acaso se podrían permitir actividades de negocios
relacionadas con actividades de placer, deportes y turismo?

Esas son preguntas significativas para la sociedad israelí que declara su voluntad de basarse en valores
judíos y democráticos.
Cuando analizamos nuestra parashá, podemos aprender que el valor agregado que tiene la orden del Shabat
es que el gran y elevado objetivo, como es la construcción del Tabernáculo, no consagra los medios ni
justifica la violación de la prohibición del trabajo en Shabat. Rashi explica: ``Primero les habló y advirtió
respecto del Shabat antes de ordenarles el trabajo del Tabernáculo, para enseñar que este último no anula el
Shabat''.

Jaim Najman Bialik escribió que ``el Shabat es la mayor y genial creación del espíritu hebreo, y todo el que lo
daña, daña la niña de los ojos de la nación''. Y agregó cosas como la necesidad de ``hacer el Shabat'' y
renovar su sentido según el lugar y el momento: ``Nuestros antepasados no se cansaron de Shabatot y
festividades, a pesar de que los repitieron todos los días de sus vidas, una y otra vez, de igual manera. Ellos
encontraron en los mismos, cada vez, un nuevo sentido'' (``Sefer HaShabat''). Bialik habla de la necesidad de
observar el Shabat buscando cada vez un sentido renovado para su observancia.

El Estado de Israel eligió el Shabat como el día de descanso oficial, y hasta legisló diferentes leyes que se
relacionan con el lugar especial que ocupa el día Shabat. Pero parece que, más allá de la ley, no se encontró
ningún nuevo sentido al mismo para la nación en general. En las seis décadas vimos cómo se transformó el
Shabat en una herramienta de la lucha secular-religiosa en el Estado de Israel, además de que el desarrollo
de la cultura de consumo llevó al hecho de que en Shabat estén abiertos centros de compras y negocios.

En la tensión entre las explicaciones religiosas y seculares sobre el día de descanso, perdimos el valor
democrático de la igualdad en todos los sentidos de la ley. Hoy en día, la gente que trabaja en Shabat son
principalmente aquellas personas que pertenecen a estratos socio-económicos inferiores y que sirven a los
dueños de las riquezas, quienes piden hacer funcionar sus negocios en Shabat o hacer compras en ese día.
Eso va contra la orden de la Torá de que todos deben descansar en Shabat: ``Seis días trabajarás y harás
todo tu trabajo, mas el día séptimo es Shabat para Adonai, tu Dios; no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni
tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni tu extranjero que mora en
tus ciudades, para que reposen tu siervo y tu sierva, como tú'' (Deuteronomio 5:14).
Parece que en el Estado de Israel del 2008 nos alejamos de las palabras del rabino Heschel: ``El ser humano
debe dejar en un principio el bullicio del toma y da cotidiano, sacarse de encima el yugo del trabajo en el cual
se encuentra atado, alejarse del tumulto irritante de los seis días de la Creación, del nerviosismo y del enojo
de la búsqueda de bienes materiales y desistir del peso que sufre por gastar en vano su vida. Él debe
separarse de toda obra de sus manos y aprender a comprender y a saber que el mundo ya fue creado y
seguirá existiendo sin la ayuda del ser humano'' (``El Shabat y el hombre moderno'').

Dentro de la polarización religiosa del Estado, nos olvidamos del camino para crear un Shabat judío que sea
significativo, democrático y social. Parece que Dios tenía razón en imponernos una orden general e igualitaria,
porque de otra manera no habría posibilidad de que los estratos inferiores pudieran descansar un día y no
tendría sentido un día de descanso en común para toda la nación.
Quién diera para que, como nación, encontremos el camino para encontrar un Shabat judío, significativo,
democrático y social para todos juntos.
(Basado en el artículo de Aviad HaCohen ``Un día de descanso en el Estado judío y democrático'', Site Daat).

* Directora de Asuntos de Justicia Social y Económica de la Organización ``Shomrei Mishpat-Rabinos por los
Derechos Humanos''.
Editado por el Instituto Schechter de Estudios Judaicos, la Asamblea Rabínica de Israel, el Movimiento
Conservador y la Union Mundial de Sinagogas Conservadoras.
Patrocinada por la Organización Sionista Mundial.
Traducción al español: rabina Sandra Kochmann.
Por la rabina Idit Lev*

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