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í N D I C E

PARA EMPEZAR 4
^ VIDA Eli FAMILIA 8
Ijf PARA DISFRUTAR LA VIDA 18
^ MÁS ALLÁ DE LA FAMILIA. 30
^T TÚ, YO, NOSOTROS 46
^F CRECER ES JUGAR, GOZAR, DESCUBRIR 60
T^ UN C A M I N O POR RECORRER 74
EL •EN
AM LA*
O R

Los libros de
En el transcurso de nuestra vida aprendemos que no só-
lo la escuela educa, sino también lo hacemos en casa.
La familia es por excelencia la que forma a las niñas y a
los niños. Por ello es importante que los hábitos, acti-
tudes y valores que fomentemos diariamente en nues-
tros hijos se enriquezcan para ayudarles a entender y
enfrentar mejor el mundo en que viven.
Los libros de Mamá y Papá fueron elaborados por profe-
sionales y especialistas en los temas que tratan; asimis-
mo, se consideraron opiniones y sugerencias de ma-
dres y de padres de familia. Estos libros son parte de
los esfuerzos que la Secretaría de Educación Pública
lleva a cabo para poner en sus manos información que
los ayude a enriquecer los conocimientos y experien-
cias que ustedes aplican todos los días en la educación
de sus hijas e hijos.
Las madres y los padres de familia, mediante su enseñan-
za y ejemplo, son los primeros responsables de la for-
mación de sus hijos, ya que influyen fuertemente en la
visión que éstos tienen del mundo.
La información que se ofrece en estas páginas busca apo-
yar a las madres y a los padres en su gran responsabi-
lidad respecto a la educación de sus hijas e hijos.
EL A M O R EN LA

* jtfk Efe*. A

l o s libros de mama y papá


Este libro fue elaborado por el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en
América Latina y el Caribe (CREFAL).

COORDINACIÓN GENERAL • Juan Francisco Millán Soberanes


ESPECIALISTAS • Lizbeth Camacho González
EQUIPO PEDAGÓGICO • Graciela Galindo Orozco, Bernardo Lagarde y Marcela Acle Tomasini
DIRECCIÓN DE ARTE • Rafael López Castro
COORDINACIÓN EDITORIAL # Mafta C o v a m l b i a s N e w t o n
y DISEÑO GRÁFICO

ILUSTRACIÓN • María de Jesús López Castro


APOYO INSTITUCIONAL • Lilian Álvarez Arellano, SEP • Carlos López Díaz, SEP

D.R. © Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe, Pátzcuaro, Michoacán.
ISBN 968-5341-02-8
Impreso en México por la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos
en los talleres de Editorial Offset, S.A de C.V.
Durazno 1 esq. Ejido, col. Las Peritas, C.P. l6010,
Tepepan, Xochimilco, México, D.F.
Agosto de 2000.
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL

L 0S DINOSAURIOS DICCIONARIO.
ESGOKAR
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OS
z O
-J c/>
LU LLS

Era de c o p a negro, reluciente c o m o el La atmósfera es la c a p a gaseosa que


satén y ceñido por una cinta de seda. rodea la Tierra,

En los desiertos hay grandes extensio- Los estegosaurios tenían agudas púas
nes de suelo cubiertas de arena. en el extremo de la cola.

Ilustre adj. 1. Noble, distinguido. 2. Se di- Eran reptiles, tenían la piel cubierta de
ce de la persona que destaca. escamas y ponían huevos.

o Frabetfi, Cario.
o La magia más poderosa
o 2a. ed.
o Alfaguara
o Madrid, España
o 1994
O llópp.

o Colorea la palabra que se debe buscar en el diccionario en cada caso.

calabacita ] .:.... calabaza banquito

perder perdiendo jugaste

lápiz = lápices ladrón

30
. (4 puntos)
:•;'•"'.<:: •>'.•;";; "••••/.• .-..,'''.'.'.

cubrir sacar aguas parar picar bocas puntas hieio

Lamenté no haber traído el cuando comenzó a llover,


El expendedor cortó un gran bloque con el
La dentista se puso los guantes y el para atenderme.
Voy a afilar mi lápiz nuevo con el

(8 puntos)

ento ti re co encion e[ acar

e ermo te rano co atir co iable

. (4 puntos)

• De rojo los parlamentos. Escena 2


• De azul los personajes
• De verde las acotaciones. Paisaje de una selva africana. El león se encuentra de-
"- De amarillo la escenografía. bajo de un árbol con una c a p a y.una corona. En el ár-
bol hay un letrero que dice "Rey de la Selva".

León. (Enojado) Así que tú eres el famoso ratón Isaías,


el que ha osado retarme.

Ratón. (Decidido) En efecto, señor león. He decidido


enfrentarme a usted c o n la esperanza de ganarle y
hacer cumplir su promesa de liberar a todos los ani-
males de la selva...

: jlaso J: (4 puntos)

Personifican seres de la Naturaleza.


Se modifican al transmitirse de generación en generación.
Explican, de manera fantástica, las causas de hechos o fenómenos.
Al final incluyen una moraleja o enseñanza.

Pinfa del mismo color los refranes y sus significados, (ó puntos)

Del dicho al hecho hay un No es lo mismo hacer las C a d a uno habla de la feria
gran trecho. cosas que presumir de c o m o le va en ella.
hacerlas.
Cuando una persona es La experiencia de una
Mal me quieren mis
sincera, a veces se gana la persona sobre algo,
comadres porque digo las
enemistad de otras. determina su opinión.
verdades.

31
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL

Rodea con rojo el valor de la cifra resaltada de cada número. (3 puntos)

5 000 70 000 9 000

765 956 50 000 464 703 700 976 980 90 000

5 00 7 000 900 000

Redondea los números cíomoí e indica. (9 puntos)

C_78 953__J L 54 976


I
1 | ^ 87 319 J
Decena más próxima
Centena más próxima
Millar más próximo <-

(4 puntos)

Marisela compró 5 playeras a


35 pesos c a d a una. Si p a g ó 35 200 5135
con un billete de 200 pesos, x 5 175
¿cuánto fe regresaron?

En un autobús viajaban 97
personas. En la primera
parada subieron 12 pasajeros 97 97
y en la segunda bajaron 7. + 12 12
¿Cuántas personas
continuaron el viaje?

Calcula el perímetro de las representa 1 m.


(4 puntos)

¡ r?—T
hx \
/ •' ' •'
/' \
:j .
i
•-;;'. 1
J j

/
1
/ ' •K _^__—

Perímetro = m Perímetro = m
Q 3 de cade lugar, (Ó punto;;,)

:
...... 3 Lugares
7 |
B A. Pastelería
6
5 B. Farmacia
M) 1c C. Tlapalería
4 . I-
= ¿ D D. Papelería
3
I E E. Pollería
^ 2 ...
• ) 1 r •
F. Verdulería
— ../.-„-.

0 1 2 3 4 5

. (ó puntos)

O O
0

que se (4 puntos)

-7- del total de las peras.

~r del total de las peras.

.3
Señala con una t/ las fracciones equivalentes. (4 puntos)

3 30 7 JA 2Q.
50 27 24 20 4

33
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL

(5 puntos)

Conjunto de seres vivos y no vi-


vos que se interrelacionan en un
medio físico.

V Grupo de plantas o animaies @ r


{
1
1
! (I)
con características iguales.

© Especies animales que habitan


en una región determinada.
4 ) Especies vegetales que habitan
en una región determinada.
Conjunto de organismos vivos
que habitan en la Tierra.

y sus . (7 puntos)

• Posee menos de 2 500 habitantes.


Comunidad urbana • Cuenta con más y mejores servicios públicos.
• Está formada por más de 2 500 personas.
Comunidad mixta • Requiere recursos naturales de otras regiones.
• Se encuentra en transición.
Comunidad rural • Conserva, en mayor grado, tradiciones indígenas,
• Los cambios que se producen en ella son muy rápidos.

o Coloreo el
(4 puntos)
• si 3a práctica favorece la producción de alimentos o el -" si

_+! Emplear herramientas tradicionales, Capacitar a los trabajadores de las


~^1 c o m o la hoz, el azadón y la yunta... pequeñas agroindustrias.

Modernizar el sistema de traslado y Aplicar técnicas de monocultivo en


distribución de alimentos. todas las regiones.

Escribe si las acciones evitan la contaminación del >. (4 puntos)

• Usar bicicleta en lugar de automóvil,


• Reciclar las bolsas de plástico,
• Sustituir el uso de detergentes por jabón de pasta,
e
No verter desechos en el drenaje;

34
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL

4. (8 puntes)

( ) Los hombres primitivos se desplazan de África a Asia.


(_} Llegan los primeros pobladores a América.
K^_J Los seres humanos llegan a Sudamérica.
( ) Aparecen los primeros seres humanos en África.

(4 punto;

Papa Norte de África y Europa


Trigo y c e b a d a China e India
Arroz Mesoamérica
Maíz y calabaza América del Sur

. (8 puntos)

A. Egipcia B. Mesopotámica C. China D. India

Se estableció en las cercanías de los ) Se estableció en una llanura cuyas


ríos Tigris y Eufrates. tierras eran bañadas por el río Indo.

Era gobernado por el faraón, cuya ) Fundó las ciudades de Ur, Babilonia y
dinastía detentaba el poder Nínive,
durante siglos.
Recibió p o c a influencia cultural de
(
v ) Se desarrolló en las márgenes del otros pueblos debido a su lejanía.
río Nilo.
Comenzó a emplear sistemas
Se estableció en las cercanías de los de drenaje.
ríos Hoang Ho y Yang Tse

Subraya con rojo las características que corresponden a Grecia y con azuJ las de Roma.
(5 puntos)

• Sus habitantes se organizaron en pequeñas ciudades independientes llamadas Polis,


• Fue cuna de ios primeros filósofos y de prácticas democráticas.
9
Esta civilización innovó la organización de las leyes y la administración del gobierno.
• Su tierras, quebradas y pedregosas, eran propicias para sembrar la vid y el olivo.
La clase dominante de esta nación la constituían los patricios y la clase baja, los plebeyos
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL

Total de aciertos entre 2.5


Completa las expresiones. (5 puntos)

• La Tierra y la Luna giran en torno del Sol y sobre su propio


Desde la Tierra se observa la parte de la Luna iluminada por el
El movimiento de traslación de la Tierra tarda
El movimiento de la Tierra que origina el día y la noche es el de
El tiempo que dura, aproximadamente, c a d a estación del año es de

CEones

A. M a p a físico ) Delimita las condiciones atmosféricas de ¡as


zonas geográficas.
B. Globo terráqueo ) Representa montañas, ríos, lagos, llanuras,..
C. Mapa político ) Es una representación esférica de la Tierra.
C. Mapa climático ) Señala.las fronteras entre los países.

Anota los nombres de los paralelos y meridianos en las flechas correspondientes. (6 puntos)

Ecuador
Meridiano de Greenwich
Trópico de Cáncer
Círculo Polar Antartico
Trópico de Capricornio
Círculo Polar Ártico

nombres de continentes y océanos del 10 puntos)

Continentes Océanos
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL

. (6 puntos)

En la casa En la calle En la escuela •

. (9 puntos)

poner atención en clase 1 recibir atención médica cuidar las plantas y


| cuando lo requiera los animales
cuidar las instalaciones de ¡ recib|r e d ü C a c i ó n tu¡ta no sufrir ningún tipo de
la escuela maltrato físico ni psicológico
i

respetar a los demás I poseer un nombre recibir amor y comprensión

•* Tengo derecho de

Tengo el deber de __

. (apuntos)

{^J No dejes que el niño lave los trastes, Niños y niñas participarán en el
¿que no ves que es un hombre? concurso de poesía.
Q_J) Los tontos están sentados en esa fila y Que las mujeres preparen los bocadillos y
los inteligentes en aquélla. los hombres vean el fútbol.
vJ Mientras mi p a p á hace la comida, mi Todas las personas adultas, mayores
m a m á lava los trastes. de 18 años, pueden votar,

. (4 puntos)

Otorga a las personas la facultad de agruparse en


Libertad de expresión
forma pacífica.
Confiere a las personas el derecho de conocer los
Libertad de pensamiento
hechos que suceden en el país y en ei mundo.
C o n c e d e el derecho a las personas de adoptar las
Libertad de reunión
ideas y creencias de su preferencia.
Permite a una persona manifestar sus ideas sin que
Derecho de estar informado
otra u otras se lo impidan.

37
^ V I D A EN F A M I L I A 8
^ PARA D I S F R U T A R LA V I D A 18
^ M á S ALLÁ DE LA F A M I L I A 30
^ TÚ, YO, NOSOTROS 46
^ CRECER ES J U G A R , G O Z A R , D E S C U B R I R 60
^ UN C A M I N O POR R E C O R R E R 74
JttbtJtn nuestras vidas enfrentamos y
resolvemos problemas, hacemos planes, tomamos decisiones y em-
p r e n d e m o s proyectos; al hacerlo, algunas veces nos divertimos y
otras nos preocupamos. Los éxitos y fracasos que tenemos d e p e n d e n
en parte de la seguridad y de la confianza en nosotros mismos; de lo
que sabemos; del afecto que recibimos y de los valores y capacida-
des que aprendemos por medio de las experiencias que vivimos des-
de nuestra niñez.
Todo esto forma parte del equipaje que llevamos en el camino de
la vida. Lo empezamos a formar en nuestra infancia principalmente
con el apoyo de nuestra madre y de nuestro padre, o de las personas
que en sustitución de éstos se ocuparon de nosotros, y siempre segui-
mos enriqueciéndolo.
Mamá y papá: ahora sus hijas y sus hijos ya están en la escuela.
Han pasado pocos años desde que llegaron a la familia. Durante ese
tiempo ustedes los han ayudado a desarrollar sus propias capacida-
des. No olviden que esto se logra poco a poco y conforme a las carac-
terísticas de cada quien. Por ello cada u n o de sus hijos necesita su
ayuda y atención de diferente manera. Es importante que ellos desa-
rrollen sentimientos de confianza y seguridad, para que se consideren
personas valiosas y contribuyan activamente en los asuntos de su co-
munidad.
.4.
Aún parecen cercanos los días en que eran bebés, cuando inten-
taron sus primeros pasos, palabras y juegos. ¿Recuerdan el primer día
en que los llevaron a clases? A partir de su entrada a la escuela el
mundo se volvió más grande para ellos, y cada día se enriquece con
nuevos descubrimientos y experiencias. Ocupan su tiempo en enten-
der el m u n d o y en prepararse para vivirlo. Una de las formas en que
lo hacen es mediante el juego. Por eso es importante que le dediquen
parte del día y que estén en contacto con otras personas, con la natu-
raleza y con diversos objetos: libros, juguetes, papeles y colores; con
ello, además de jugar, desarrollan habilidades.
Para los niños y las niñas, jugar es una oportunidad para fortalecer
su personalidad y aprender a vivir. Necesitan observar, conocer, com-
prender, repetir, ensayar y aprender formas de convivencia con ancia-
nos y adultos, así como con jóvenes, niños y niñas de su misma edad.
Poco a poco se reconocen en sus cuerpos que crecen, y gradualmente
adoptan comportamientos de hombres o de mujeres.
Como padres y madres ríuestra tarea es precisamente ayudarlos a
entender que hay reglas, normas y valores para convivir, como el res-
peto por u n o mismo y por ios demás, ía sinceridad y la honestidad, ía
amistad y el amor, la solidaridad y el compromiso, la libertad y la
igualdad entre todas las personas. En la preparación de nuestros niños
y niñas tenemos la responsabilidad de ayudarlos a descubrir los lími-
tes entre ellos y los demás, y a disfrutar sus vidas.
Mamá y papá: este libro es una invitación a observar a sus hijas e
hijos. Si ustedes saben lo que pasa con sus emociones y con sus pen-
samientos, podrán acompañarlos y motivarlos para que recorran satis-
factoriamente su camino. También es una oportunidad para que us-
tedes recuerden las anécdotas de su infancia, y revisen sus errores y
aciertos como padres de familia.

•6-
Nuestra propia vida, el cariño y el compromiso que asu-
mimos con las niñas y con los niños son los principales
e insustituibles recursos que tenemos para enfrentar nues-
tra tarea. Ojalá ustedes disfruten de este libro y encuentren
en él ideas útiles para educar mejor a sus hijos pequeños y
en edad de asistir al jardín de niños y a la primaria.
Las familias |
son diferentes
L o s seres humanos nos relacionamos unos con otros. Tenemos nece-
sidades de alimentación y de cuidados que en nuestros primeros años
son atendidas por los adultos con quienes vivimos. También nos es in-
dispensable comunicarnos con otras personas, ser aceptados y ama-
dos y saber que pertenecemos a u n o o varios grupos. Esto es impor-
tante para dar un significado y un valor a nuestra vida, así como para
saber que tenemos un lugar en el mundo. Todo ello se obtiene inicial-
mente en la familia.
Una familia es un grupo de personas que tienen lazos de paren-
tesco, costumbres y hábitos comunes. Cuando viven bajo un mismo
techo, comparten formas de entender el mundo, afectos, alegrías, tris-
tezas, logros, fracasos, preocupaciones y recursos económicos, a la
vez que tareas y responsabilidades tales como:
• dar alimento, vestido y cuidados a las personas, particularmente a
los menores, a los adultos mayores y a los miembros de la familia
con alguna discapacidad,
• educar a los niños y a las niñas,
• ayudar a que sus integrantes sientan seguridad, confianza, tranqui-
lidad y valor como seres humanos,
• enseñar conceptos y prácticas que los ayudarán a ser hombre o ser
mujer, así como a relacionarse respetuosamente con todas las per-
sonas, y
• transformar o mantener las costumbres y los hábitos de la cultura y
de la sociedad a la que pertenece.
-yfrrw^OÉat^f*^^^^ .,,C, y?>r:'arimvti%.>.i&yiri^Í^^ i
No todas las familias son iguales. Por ejem-
plo, en algunas hay papá, mamá e hijos, en
Entender otras sólo mamá e hijos o papá e hijos;
y respetar también las hay con abuelos o tíos que vi-
a los otros ven en la misma casa. En algunas hay hijos
adoptados y en otras, hijos de alguno de los
miembros de la pareja, o parejas sin hijos. Las
familias son diferentes por las personas que las forman y
por las circunstancias propias de cada una. Así, al tiempo en que en
unas nacen los hijos, en otras se van o llegan parientes, yernos o nue-
ras. Las familias con hijas o hijos p e q u e ñ o s se organizan de distinta
manera que aquellas en las que también hay adolescentes, jóvenes,
abuelos y abuelas o personas con alguna discapacidad. Cualquier fa-
milia p u e d e pasar por situaciones penosas o difíciles que alteran su
vida: un divorcio, una enfermedad o una muerte.
Las circunstancias en que se desenvuelve una familia influyen de
manera muy importante en la formación de sus integrantes. Pero lo
más decisivo son las conductas y pautas que ustedes se marquen para
cumplir con las responsabilidades que tienen con sus hijos.
La educación ayuda a sobreponerse a las condiciones materiales del
medio. Prepararse como padres y asegurar la educación de sus hijos
impulsará el desarrollo de su familia.

Comprender cada uno de los momentos y situaciones


por los que pasa la mayoría de las familias, nos ayuda
a expresar lo que sentimos y pensamos en forma cons-
tructiva y a establecer relaciones amorosas, equitativas
y respetuosas que puedan contribuir a resolver nues-
tros problemas.

•10-
Todas las familias requieren en algún momento hacer ajustes y adap-
tarse a las nuevas demandas, cambiar sus formas de relación, o bien or-
ganizar la participación de las generaciones que conviven en ellas.

De las experiencias que ustedes vivieron


¿cuáles conviene transmitir a la familia que están
formando? ¿Se acuerdan cómo iniciaron su familia?
¿Cómo es su familia ahora?

En familia
aprend emos
a vivir
Para algunas familias la vida p u e d e ser más complicada que para
otras. Mientras que en unas los problemas se resuelven con facilidad,
y por lo general las relaciones son más tranquilas, respetuosas y ar-
moniosas, en otras hay mayor dificultad para resolver sus necesidades
o comunicar sus ideas y deseos. En estas familias no se sabe o no se
puede expresar el afecto y el apoyo hacia los otros; con frecuencia las
personas se enojan, se pelean y se alejan; les cuesta trabajo aceptar
sus diferencias y adaptarse a sus cambios, y la convivencia se hace
más difícil.

Cada familia tiene su propia historia, y en ésta las per-


sonas aprenden maneras de actuar y de relacionarse.
Recuerdos y olvidos
"Soy el tercero de seis hi-
jos. En ocasiones fue
divertido convivir con
mis tres hermanos y
mis dos hermanas. En
otras, fue difícil.
Nuestra infancia la
pasamos en el barrio de Santa
Cruz, en un poblado del estado de
Morelos. Vivíamos en la casa que el
"'abuelo dejó cuando se fue a la Revolución.
Mi madre cuenta que la tía Lucha, que no tuvo hijos, era quien ante
la noticia de un nacimiento iniciaba los preparativos y cuidaba a los
sobrinos.
La elección de mi nombre y el de cada uno de mis hermanos y her-
manas comenzaba al recordar a los tíos y abuelos que por medio de
nosotros continuaban la tradición de la familia. Se ocultaban los
nombres de aquellos familiares que habían causado alguna incomo-
didad o vergüenza.
Con los silencios, con las respuestas de molestia de algunos mayores
y con el tiempo descubrí que en la familia hay secretos, anécdotas e
ídolos reales y otros inventados. Entendí que todas las familias tienen
su historia".

Si pensamos en nuestra familia, sabremos que hay eventos y persona-


jes de los que todos hablamos y otros que preferimos olvidar. Esos re-
cuerdos y olvidos pasan de generación en generación y forman parte
de nuestros modos de pensar, de actuar y de relacionarnos.

¿Cómo es la historia de su familia? ¿Cómo ha cambiado?


¿Cómo vivían antes las familias y cómo viven ahora?
•12-
Recuerden que... Los niños y las niñas observan la
forma de actuar de los adultos, y por lo general apren-
den a ser hombres y mujeres imitando a sus propios
padres. Lo que ellos y ellas escuchan y lo que ven se
convierte en un ejemplo que pueden seguir y que pasa
de generación en generación. Así aprenden lo que es
la autoridad, el respeto, el amor y la convivencia.

Las familias
no están solas
V i v e n en rancherías, barrios, comunidades o colonias donde se rela-
cionan entre sí. Se apoyan, aprenden unas de otras e intercambian
valores, ideas, experiencias y creencias que influyen en la educación
de los niños y de las niñas.
En esa convivencia, los hijos y las hijas aprenden que el mundo no
sólo es como en su casa. Se dan cuenta de que existen personas cari-
ñosas, exitosas, violentas, flojas o trabajadoras. De muchas de ellas
escuchan ideas o refranes que reflejan actitudes, creencias y maneras
de relacionarse que se dan en su comunidad. Por ejemplo, es fre-
cuente escuchar:

Hijo de tigre, pintito La letra con sangre entra


Malos reyes, muchas leyes
El que con lobos anda, a aullar se enseña
•14-
Estos refranes nos hablan de costumbres y formas de educar que no
siempre concuerdan con las ideas de respeto, autonomía, libertad,
responsabilidad y amor que hoy consideramos indispensables para un
desarrollo feliz y armónico de nuestras familias.
Para que los podamos orientar es muy importante que desde pe-
queños nuestros hijos nos tengan confianza y nos platiquen lo que ven
y oyen.
Además de la convivencia comunitaria, las familias también reciben
información de los periódicos, las revistas, la radio y, de manera im-
portante, de la televisión. Estos medios envían mensajes diversos que
influven en la educación de los niños. Por eiemnlo. nos informan so-
bre lo que sucede en el país y en el mundo o sobre los avances de la
ciencia o de la forma de vida en otros países. Encontramos que con
frecuencia, y sobre todo en algunas novelas, caricaturas o series poli-
ciacas de televisión, los protagonistas mienten, manipulan, lastiman o
incluso cometen asesinatos. Así, los niños y las niñas conocen la des-
trucción, la muerte y la agresión como estilos de vida.
Los pequeños pueden imitar los modelos de conducta o a los per-
sonajes de estos programas, algunos de los cuales contienen mensajes
con actitudes y valores positivos como la cooperación, la ayuda, el
amor al trabajo, la justicia, la libertad; pero otros, actitudes y valores
negativos como la violencia, la envidia, la codicia, la opresión y la
mentira.

Piensen en las actividades que se desarrollan diaria-


mente en su comunidad, en cómo las perciben sus hi-
jas y sus hijos.
El sentido más profundo de nuestra tarea como padres
y madres es construir junto con nuestros hijos e hijas
valores, relaciones y ambientes agradables y positivos
que nos permitan vivir a todos en un mundo mejor.

^ 0 COMP^

Estar
dispuestos
a dar lo mismo que
pedimos de otras
personas

16
¿Acompañan a sus hijos a ver programas en la
televisión y a escuchar la radio? ¿Platican con ellos
sobre los mensajes que reciben o acerca de las
historietas y revistas que leen?
¿Hablan con ellos sobre los rasgos positivos
y agradables o negativos y desagradables
de su personaje preferido?
¿Comentan las ventajas, desventajas y posibles
consecuencias de querer parecerse a ellos ?
Orienten a sus hijos acerca de los mensajes negativos
que reciben a través de la radio, la televisión, periódi-
cos y revistas, para que ellos sean capaces de formarse
un juicio objetivo que les permita valorarlos.
Hacerlo puede ayudar a que aprendan a distinguir lo
real de lo ficticio, lo importante de lo superficial y, en
su caso, a identificarse con personajes positivos.
No sólo en la familia educamos a nuestras hijas y a
nuestros hijos. Aprenden de todo lo que les rodea. Por
ello, debemos tomar esto en cuenta para poder condu-
cirlos mejor. Para hacerlo es necesario:
acompañarlos, cuidarlos y, sobre todo,
darles amor y confianza
para que tengan seguridad en sí mismos y en nosotros.
Esto es lo primero, lo más necesario e importante que
nuestros hijos han de guardar en el equipaje que lleva-
rán por siempre en el camino de sus vidas.
2 PARA D I S F R U T A R LA V I D A

¿Qué llevo?
La familia es un grupo donde los mayores tienen funciones impor-
tantes que cumplir para ayudar a que los menores se hagan de cono-
cimientos y cualidades que los fortalezcan en el camino por la vida.
Éstos se empiezan a cultivar en los primeros años de vida, y para
que florezcan es indispensable que los pequeños tengan, además de
confianza y seguridad en ellos mismos, la certeza de que pertenecen a
un grupo.

¿Qué queremos decir con esto?


Tener confianza en uno mismo es un sentimiento que resulta de saber
que existimos, que no estamos solos, que contamos con apoyo de
nuestros padres y de otras personas, y que somos capaces de apren-
der a resolver problemas y a conducir nuestra vida.
Cuando las niñas y los niños sienten confianza, saben que tienen
un lugar y una función importante que realizar en su familia y en su
sociedad.

Observen la ilustración y platiquen con su familia


acerca del valor de lo que cada una de las personas
hace. Después, pensando en su propia familia, comen-
ten sobre lo que cada quien hace en casa y el signifi-
cado que esto tiene.
Sentir seguridad es reconocer y valorar lo que sabemos hacer y estar
conscientes de nuestra capacidad para enfrentar situaciones diversas.
Cuando sentimos seguridad nos comportamos con firmeza y sin
temores. Esto nos puede ayudar a ser más comprensivos y a que nos
guste compartir momentos y experiencias con otros.
Sabemos que un pequeño o una pequeña tienen seguridad cuando
en la casa y en la escuela juegan y platican en armonía con sus pri-
mos, hermanos, vecinos, tíos, abuelos y compañeros. Cuando esto su-
cede, seguramente sienten que:
• pertenecen a una familia donde se sienten queridos y protegidos,
• sus compañeros y los adultos que los rodean los aceptan,
• tienen un lugar en la familia y en la escuela,
• pueden compartir y mostrar lo que saben hacer,
• tienen cualidades que pueden engrandecer y defectos que pueden
superar,
• otros aprecian lo que hacen,
• pueden tener amigos y amigas.

Apoyar a las niñas y a los niños para que tengan con-


fianza y seguridad en ellos mismos les ayuda a sentir
que son personas valiosas y a tener gusto por vivir.
Los que tienen la fortuna de contar con el amor de
su familia y de las personas con quienes conviven,
pueden desarrollarse más plenamente.
Lamentablemente, no todos los niños crecen así.

Llegaron las posadas


En casa de Sofía había mucho entusiasmo y agitación, ya que mien- •
tras algunos vecinos hacían las piñatas y las canastas con colación, su
mamá y otras señoras preparaban ponche y buñuelos para todos.
Sofía, quien a sus cinco años era la
más pequeña de la familia, estaba
r: vuelta loca tratando de ayudar.
- Con mucho cuidado empezó
a acomodar las canastas
para la colación, cuando
Tere, su hermana de ocho años,
se las quitó diciéndole que las iba a
tirar. Entonces Sofía corrió por la
bolsa de dulces, dio un trope-
zón y los dulces quedaron
regados por el piso.
La pequeña, asustada, em-
pezó a recogerlos. "¡Mira nada
más qué batidero! —dijo la ma-
má. ¡Y de remate con las manos
sucias y llenas de saliva porque
siempre te andas comiendo las uñas/".
Sofía se hizo a un lado. Sin embargo, insistió en ayudar. Su mamá
le dijo que se fuera con su papá a llenar la piñata. En ésas estaba
cuando se le cayó la fruta. Tere, en tono de burla le dijo: "ya ves, nun-
ca haces nada bien". "Cállate, tú también eres una torpe" —intervi-
no el papá.
Sofía, llorando, fue a sentarse con su abuelita.
A la mañana siguiente, la niña despertó con
la pijama mojada.
Solicitar
¿Ustedes se desesperan así lo que nos
con los errores de sus hijos? hace falta y
compartir lo que
¿Cómo afecta este trato tenemos
el sentimiento de seguridad de ellos?
•22
Cuando los pequeños no sienten confianza
ni seguridad generalmente son:
# tímidos # miedosos • llorones
• solitarios • berrinchudos # inquietos
• agresivos # a veces se comen las uñas
o no quieren aprender a ir al baño.
Si observan algunas de estas actitudes en alguno de sus
hijos o de sus hijas, y si éstas son muy frecuentes e inten-
sas, son un mensaje de alerta que no hay que descuidar.
Para ayudarlos ustedes pueden:
• ver y escuchar sus necesidades,
• ser tolerantes con sus errores,
• revisar si las relaciones entre los adultos y de éstos con
los menores son de ayuda, respeto y comprensión; o
si son de descuido y violencia,
• identificar alguna situación de cambio en la familia,
explicárselas y hacerles sentir tranquilidad y confianza
cuando exista algún problema difícil de resolver,
• solicitar consejo a quien pueda ayudar.

Sentir que pertenecemos a una familia forma parte de nuestra identi-


dad. Nos hace saber que tenemos las mismas raíces y algunos valores
de papá, mamá, hermanos, hermanas, tíos, tías, abuelos y abuelas.
Reconocer las virtudes y los defectos de los adultos de nuestra familia,
muchas veces ayuda a entender sus formas de actuar y de pensar.
Además de sentir y saber que pertenecemos a una familia, tenemos
valores, hábitos v costumbres que compartimos con parientes, vecinos
y con muchas otras personas. Por
ejemplo, nuestros modos de ves-
tir, hablar, comer o relacionar-
nos con otros; nuestras formas
de festejar los cumpleaños y las
bodas; la feria del pueblo; nues-
tras ideas y sentimientos patrios o
leyendas de personajes, también for-
man parte de nuestra vida en comunidad.
Todo esto nos distingue de otros grupos sociales y de otras cultu-
ras, y da las bases para que nos identifiquemos y para que seamos re-
conocidos como parte de nuestra comunidad y de nuestro país.
Recordemos que una persona está mejor preparada para la vida
cuando siente confianza, seguridad y pertenencia a un grupo. Esto es
resultado de:
• las experiencias de sus primeros años,
• sentirse aceptada y querida por su familia,
• su conocimiento de sí misma
• sus relaciones con los demás,
• vivir con respeto y amor,
• reconocer sus defectos y cualidades,
• luchar por ser mejor, y
• sentirse útil y valiosa en la familia, la escuela y la comunidad.

Aun cuando los defectos de los hijos pueden ser gran-


des; y sus fracasos, muy frecuentes, nuestra obligación
como padres consiste en ayudarles a encontrar caminos
de superación y no quitarles nunca la confianza en la
posibilidad de ser mejores.
El placer de vivir
lleneralmente, las personas vivimos primero en la familia y después
en otros grupos. Para ello recorremos un camino lleno de aprendizajes
y cambios que durante toda la vid;
nos enseñan a reconocer, expresar
y manejar nuestros deseos y
nuestra fuerza para vivir.
Lo que los niños viven y
aprenden en los primeros años
de vida los acompañará siem-
pre, por eso es importante:
• entender lo que piensan,
• enseñarles a distinguir enjjj
tre lo que quieren y de-
sean hacer, y lo que
les es posible realizar, f.¡
• enseñarles a vivir
con gusto y con
placer, así como a
entender que en el
hogar y en otros luga-
res hay reglas que seguir,
• tratarlos con cariño, respeto y comprensión,
• que los niños y las niñas sepan que todas las personas merecen
respeto, sin distinción de género, raza, religión o forma de pensar.

Ayudar a sus hijas e hijos a reconocer, expresar y manejar sus senti-


mientos, pensamientos, deseos y actitudes les facilitará tener mayor con-
fian73 v un meior desarrollo
Aproximadamente en los primeros tres años los niños pequeños
a p r e n d e n con ayuda de los adultos a caminar, a comer o a cantar.
También empiezan por sí mismos a reconocer, expresar y controlar lo
que sienten, piensan, desean y hacen.
Pensemos un poco en lo siguiente:

Sentir es recibir y expresar emociones frente a nuestras


experiencias. Es reconocer y manifestar afectos ante personas, obje-
tos, situaciones o lugares. Por ejemplo:
• emoción ante la llegada de un amigo o amiga,
• asombro hacia lugares desconocidos,
• curiosidad ante objetos nuevos,
• miedo a una situación peligrosa, o
• satisfacción por un logro.

Pensar es tener un lenguaje, desarrollar ideas y construir


conocimientos para entender las relaciones entre las personas y lo
que hacen, y entonces explicarnos lo que pasa. Por ejemplo:
• entender que la mamá no está todo el tiempo con su hija o hijo
porque trabaja para traer dinero a casa y porque realiza otras activi-
dades que le gustan,
• comprender que el papá llama la atención a su hija o hijo para evi-
tar algún accidente, o
• comprender que si no nos lavamos las manos nos podemos enfermar.

Desear es querer con fuerza vivir una experiencia, tener un


objeto que nos puede agradar, o resolver una necesidad. Se relaciona
con gozar el juego, el trabajo, el conocimiento o la convivencia, y
también con lo que podemos imaginar, como jugar con la fantasía de
lo que queremos ser y de lo que esperamos conseguir. Reconocer los
deseos, y valorar aquellos que se p u e d e n lograr o no, es parte de lo
que se aprende en la infancia. Por ejemplo;

•26-
Algunas personas se dejan llevar por lo que sienten y desean, otras
piensan detenidamente antes de actuar. En este sentido, los niños em-
piezan un aprendizaje que nunca acaba, y necesitan tener presente que:
• no siempre se puede hacer todo lo que se quiere,
• no todo lo que se desea se puede obtener,
• a veces hay que esperar para satisfacer nuestras necesidades y nues-
tros deseos,
H
• por lo general hay que trabajar y perseverar para conseguir lo que
queremos,
• es conveniente pensar antes de actuar, y
• es importante ver y escuchar lo que sienten, piensan, desean y ha-
cen los demás.
Mientras mamá trabaja
Xóchitl, quien tiene cuatro años, siempre pasa la tarde en casa de su
abuela mientras Alicia, su mamá, se va a trabajar. A veces Alicia la
lleva con ella y aunque le da algunos juguetes para que se entretenga y
la deje hacer sus labores, Xóchitl canta, habla fuerte y le pide que
juegue con ella. Cuando una compañera de trabajo se acerca, Xóchitl
jalonea la blusa de su mamá y quiere que le platique un cuento y no la
deja trabajar. Todo esto ha provocado que en el trabajo le llamen la
atención a Alicia y que ya no pueda llevar a su hija.

Xóchitl no ha aprendido a estar con su mamá en el trabajo. Por otra


parte, probablemente Alicia no ha platicado con Xóchitl sobre la im-
portancia de que la deje trabajar.

¿Se han encontrado ustedes en una situación parecida?


¿Cómo han reaccionado?
¿Qué puede hacer Alicia
para que Xóchitl aprenda a comportarse?
Las niñas y los niños poco a poco se dan cuenta de sus emociones; sue-
ñan, imaginan, reaccionan y actúan. A veces entienden la diferencia en-
tre lo que quieren y lo que pueden hacer, otras no. Por ello, es necesario:

• entender que, sobre todo los más pequeños, apenas empiezan a


aprender qué pueden hacer y qué no, y que esto les lleva tiempo,

• explicarles que para realizar nuestros deseos, a veces es necesario


esperar, compartir o llegar a acuerdos con los demás, y

• hacerles ver que si una persona actúa sólo para obtener lo que de-
sea, se vuelve egoísta y molesta a los demás.

Es importante que los niños aprendan a estar solos sin sentirse mal, a
estar fuera del foco de atención de los adultos, ocupándose de sus
propias cosas.
El niño puede estar solo por abandono, y entonces se trata de una
soledad indeseable; o estar solo en situaciones que no necesariamente
son inconvenientes, sino que deben formar parte de un aprendizaje
del ser humano que consiste en saber estar consigo mismo, y que será
importante a lo largo de toda su vida. Esto tendrá especial importancia
en la adolescencia, y se prepara desde los primeros años.
La
ala
entrada
escuela
l l e n e r a l m e n t e , las niñas y los niños viven con su mamá, su papá y
otros familiares que los cuidan. Junto a ellos se sienten protegidos. A
unos les resulta más difícil que a otros relacionarse con personas que
no conocen. Sin embargo, a todos les es necesario salir de casa y con-
vivir con gente de diferentes edades para desarrollarse mejor.
En los primeros tres años de vida, casi todos los p e q u e ñ o s han
aprendido a comer solos, a vestirse, bañarse, comunicarse, caminar y
moverse en su casa. Para lograrlo cada u n o necesitó que llegara el
momento en que su cuerpo estuviera listo. Empezó a caminar cuando
ya se sostenía. Al principio sus movimientos eran algo toscos o poco
ágiles, y para que alcanzara más precisión ustedes y otras personas le
ayudaron. Realizar sus actividades con cierta destreza, comunicar cada
vez mejor sus necesidades, sentimientos y pensamientos prepara a los
pequeños para tener seguridad y confianza en sí mismos. Al participar
y jugar con otros niños, niñas y adultos en situaciones diferentes y
fuera del hogar, y al relacionarse de acuerdo con las reglas que son
aceptadas en sus grupos, logran avanzar en su desarrollo.

Platiquen con sus hijas o hijos algunas anécdotas rela-


cionadas con sus primeros años de vida. A ellos les
encanta hablar de esto.

•30-
Con su llegada a la escuela, su curiosidad y su asombro se dirigen a
nuevos objetos, por ejemplo, un salón de clases con juguetes, colores,
papel para dibujar, mesas y sillas de acuerdo con su estatura y un pa-
tio para jugar y brincar. También encuentran nuevas actividades como
el recreo, los homenajes y las fiestas que los conducen a relacionarse
con otras personas.
Para la niña o el niño, la separación de su casa para entrar a la es-
cuela no siempre es fácil. Tanto ellos como sus padres necesitan un
tiempo para empezar a gozar de esta nueva actividad, para adaptarse
al nuevo ambiente y para sentirse seguros y parte de esa comunidad.

Gritos y pataletas
Rosario no sabía qué hacer con su hijo Beto, de cuatro años. El primer
día de clases en el jardín de niños no quiso entrar y sólo daba gritos y
hacía pataletas. Ella miró sorprendida a otros niños y niñas que llega-
ban y se despedían muy contentos de sus padres. Apunto de cerrar la
puerta, la maestra fue por Beto y le dijo a Rosario que no se preocu-
para. Sin embargo, a Rosario le inquietó mucho ver a su hijo en los
brazos de la maestra, alejándose de ella y sin quitarle de encima los
ojos llorosos.
El segundo día pasó lo mismo, pero cuando dejó a Beto con la
maestra, Rosario se escondió para ver si su reacción era igual a la del
día anterior. Pudo ver que el niño lloró todavía más fuerte cuando ya
no pudo verla y entonces ella se sintió muy mal.
Al día siguiente decidió ya no llevarlo al jardín de niños y esperara
que creciera más.

¿Qué creen ustedes que pasaba con Beto y con Rosario?


¿Qué les pareció la decisión de Rosario?
¿Recuerdan cómo fue el primer día de clases de alguno
de sus hijos? ¿Cómo fue esa separación?
¿Qué le recomendarían a Rosario f
• 32-
f- *».

«afir

0^
Por lo general, la entrada de los niños al preescolar es difícil, sobre to-
do cuando no han sido preparados por sus padres para empezar su vi-
da escolar, son hijos únicos, o son la hija o el hijo mayor o menor, han
estado enfermos, esperan la llegada de un nuevo hermano o han vivido
alguna dificultad familiar reciente como la muerte, un accidente, una
enfermedad o la separación de alguna persona.

Para que los pequeños pierdan el miedo a la separa-


ción y se interesen en la escuela y en sus nuevos com-
pañeros es conveniente:
• asegurarles que después de un rato o de unas horas
ustedes regresarán por ellos, y no engañarlos dicién-
doles que la mamá o el papá se quedarán afuera es-
perándolos,
• decirles que su maestro o maestra los va a cuidar y
que les va a enseñar nuevos conocimientos,
• platicar con ellos sobre las actividades y los juegos
que aprenderán,
• entusiasmarlos para conocer a otros niños,
• solicitar a la escuela una visita con su hija o su hi-
jo antes de iniciar las clases,
• contarles que sus vecinos, hermanos o primos apren-
den y se divierten en la escuela, y
• comentar con su maestra o maestro sobre cómo
juntos pueden ayudarlos en el cambio.
La escuela es un sitio ideal para que las niñas y los ni-
ños aprendan a relacionarse más allá de la familia, a
realizar nuevas actividades, a comportarse en grupo y
a adaptarse a situaciones diversas.
Imagino,

me comunico
Las niñas y los niños de tres a siete años usan la imaginación, el jue-
go y el dibujo para entender, comunicar y resolver dificultades.
Imaginar es pensar o recordar lo que nos gusta y mentalmente
cambiar lo que nos disgusta. Es inventar y volar con el pensamiento
más allá de lo que vemos, tocamos y escuchamos. Es jugar a que el
mundo puede ser diferente.
El espejo
Jimena vive a la orilla de la laguna del Guaje. Los días que no va con
su papá o su mamá a la milpa pasa mucho tiempo sola. En las noches
de luna se sienta a la puerta de su casa frente al espejo de agua donde
se miran las estrellas. En la quietud, baila tomada de las manos de las
luciérnagas y sueña con subir al cielo para mirarse igual que las es-
trellas en el espejo de la laguna.

Imaginar no tiene límites, sobre todo en la niñez. Por eso en los cuen-
tos y canciones infantiles encontramos juegos de fantasía que hablan
de personajes y eventos de la vida. En ocasiones los chicos llegan a
pensar que esas personas son reales, que en cualquier momento
aparecerá un duende para hacer travesuras o que la bruja saldrá del
libro o de la televisión. Si esto llega a inquietar y atemorizar a sus hi-
jas o hijos, conviene ayudarles a distinguir lo que sí sucede en la rea-
lidad, de las fantasías de los libros o de la televisión .

Diviértanse con sus hijos, jueguen a imaginar:


a e r a m o s 0}OS en los ded0s de Jos p i e 8 .. • ^ £>'
ttfv
opuinu un si los perros tt^e
|B
99***
SI las niñas y los niños fu
^kamA^Wfc
' * * * * * y el papá, tinos b e b é s .

Para las niñas y los niños jugar significa más que entretenerse o pasar
el rato. Por medio del juego descubren sus gustos y habilidades; en-
tienden sus actividades y emociones y las de los demás; empiezan a
cornnrender pile en la vida ha,v_r^ila^- ¿míre.ri.tat» Jxiis Jtfimnnff 7vxxirvp-
cen las ideas de otros niños; aprenden a compartir, a perder, a ganar y
a seguir reglas.

•36-
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"

nmKvm*x#>mmM¿
En sus juegos, los pequeños tocan objetos; con-
viven con otras personas; descubren usos de
Apreciar y los juguetes y los desarman; hablan y cantan
agradecer los
solos; inventan amigos o mascotas; se arras-
esfuerzos que
los demás tran, gatean, brincan y trepan; disfrutan sentir
hacen el agua, la tierra o la arena.

¿Se han fijado a qué juegan sus hijas y sus hijos?


Seguramente, ustedes habrán visto que para ellos algunos objetos
tienen vida. Convierten cualquier trozo de tela o de madera en un
juguete divertido y juegan con otros niños. Aún se les dificulta expre-
sar sus ideas, escuchar las de los demás y aceptar otros puntos de
vista; a veces, cuando pierden en actividades de competencia se eno-
jan o lloran.
La imitación también es uno de los juegos naturales que les facilita
aprender actitudes y comportamientos. Las niñas y los niños imitan a
la madrina, al cocinero, a la doctora, al papá, a la mamá o a los maes-
tros. Por ejemplo, jugar al dentista les ayuda a recordar su experiencia
y a enfrentar de otra manera el miedo o el dolor que sintieron.
En sus juegos imitan a los adultos en tareas como sacudir, barrer,
reparar un coche, cuidar a un bebé, despachar en una tienda; ésta es
una buena oportunidad para iniciar su sentido de cooperación.

Compartir juegos con nuestros hijos e hijas en los


que ellos tomen la iniciativa nos ayuda a conocer
mejor lo que les pasa y es otra forma de comunicar-
nos. Por ejemplo, cuando están enojados o tristes, o
cuando desobedecen, podemos recurrir al juego co-
mo una medida para lograr un cambio en su estado
de ánimo y en su actitud.

•38'
Entre los tres y seis años, los pequeños aún están aprendiendo a co-
municarse. Las palabras todavía necesitan apoyarse en movimientos y
gestos del cuerpo. A esta edad, el dibujo es un recurso que las niñas y
los niños usan para comunicar lo que ven, sienten y saben de su mun-
do; además, es el inicio del aprendizaje de la escritura y la lectura.

Con manchitas azules


En el jardín de niños, los pequeños escuchaban el cuento de la "Mari-
posa blanca" y al terminarla maestra les pidió que hicieran un dibujo.
Pedro hizo una mariposa blanca con manchitas azules que volaba
entre nubes de colores.
Cuando Jaime vio el dibujo de Pedro le dijo que la maestra siempre
dibujaba las nubes blancas y que el cuento no era de una mariposa
con manchas azules.
Pedro se asomó al dibujo de Jaime y le dijo: "¡Tu dibujo es aburri-
do! Si te fijas bien, por las tardes las nubes se ven rosas, moradas,
azules y de muchos colores más; además, mi mariposa iba a una fies-
ta de primavera ".
En sus dibujos las niñas y los niños expresan sus senti-
mientos, pensamientos y fantasías. Por eso, todos sus
dibujos son valiosos. Ayúdenlos a que dibujen con li-
bertad todo lo que quieran y encontrarán una forma
más de conocerlos y comunicarse mejor con ellos. Es
importante que con el paso de los años ustedes con-
tinúen fortaleciendo esta actividad o cualquier otra ma-
nifestación artística: bailar, cantar, escribir cuentos,
participar en obras de teatro.

¿Y el cuerpo?
Las niñas y los niños en edad preescolar siguen preparando su equipa-
je para la vida. En éste no pueden faltar respuestas a su curiosidad, por
ejemplo: cómo es su cuerpo, cómo nacieron, qué hace diferentes a los
hombres de las mujeres. A esta edad preguntan:

¿Cómo nací? ¿Por qué los niños orinan parados y las niñas
sentadas? ¿Cómo entran los bebés a la panza de las mamas?
¿Cómo se hacen los bebés? ¿Por qué las mamas tienen senos?
¿For qué eí papá y ía mamá tienen veííos?

¿Cómo han reaccionado ustedes frente


a esta curiosidad de sus hijas e hijos?
• ¿se ríen? • ¿se ruborizan? m ¿se confunden o se turban?
• ¿se enojan? • ¿se preocupan? # ¿actúan con naturalidad?
# ¿responden con veracidad a sus preguntas?
•40-
xs tres añ
Al tratar con ellos temas relacionados
con el cuerpo es importante:
• contestar sin temor, con naturalidad y sin vergüenza,
• si no sabemos, investigar la respuesta junto con ellos,
• observar y platicar sobre las semejanzas y las diferen-
cias de los cuerpos de las niñas y de los niños, de las
mujeres y de los hombres,
• entender y permitir que toquen sus cuerpos,
• llamar las partes del cuerpo por su nombre más común
y enseñarles el nombre científico,
• enseñarles higiene, cuidado y respeto hacia su cuerpo
y el de los demás, y
• tener presente que lo que la niña o el niño pregunta es
parte de un descubrimiento necesario.
i— __==_______
Todo esto no es fácil porque nuestra propia educación, nuestros prejui-
cios, la manera como aprendimos a conocer la sexualidad y el cuerpo
fue muy distinto de como aquí se sugiere. Por eso son importantes los
cambios en nuestras actitudes hacia los hijos, pues de ello dependerá
en. mucho SUL desarrollo s m o físico y mental -& lo taígo de su vida.
La naturalidad que se recomienda no es contraria a la delicadeza y
el respeto que se requieren. Debemos tener en cuenta que estos te-
mas forman parte muy preciada de la intimidad de las personas.

La cama de la abuela
"Recuerdo que entre risas y gritos los primos, las primas y a veces uno
que otro invitado brincábamos en la cama de la abuela. Disfrutá-
bamos de la sensación del aire en nuestros cabellos y luego la caída

•42-
en el colchón con otros. De tanto brinco nos acalorábamos y no falta-
ba quien se quitara el vestido o la camisa para quedar sólo en calzo-
nes y camiseta.
También recuerdo aquella tarde en que después de un rato de brin-
cos apareció la tía Elsa. Al vernos se le puso la cara como un jitomate y
salió a cuchichear con la abuela. Desde entonces, se nos prohibió
volver a la cama de la abuela ".

¿Qué habrán dicho la abuela y la tía Elsa


para que los niños no volvieran a jugar en la cama?
La voz de las niñas y de los niños nos muestra que observan, se pre-
guntan y quieren encontrar respuestas. Sus palabras nos dicen que ha
llegado el momento en que están tomando conciencia de sus cuerpos.
Nos indican que descubren las semejanzas y las diferencias entre las
niñas y los niños, entre las mujeres y los hombres. Es el tiempo en
que reconocen las funciones y tareas que realizan la mamá y el papá,
las hijas y los hijos.
La observación y las dudas de los niños son naturales, sus pregun-
tas son directas y muy concretas. Por lo general, entre los tres y seis
años sólo quieren saber por qué los cuerpos de las mujeres y de los
hombres son diferentes. Entre los seis y nueve su interés se dirige al
crecimiento y la fuerza que su cuerpo va logrando, y entre los nueve y
doce años enfrentan los primeros cambios de su cuerpo infantil hacia
un cuerpo de mujer o de hombre.

C 0 M
C»0 ^

Aceptarnos
como somos y
respetar a los
demás en sus
-diferancias

.44.
El cuerpo nos muestra que:
existimos,

somos ú n i c o s ,

somos h o m b r e s o m u j e r e s ,

somos niños, jóvenes, adultos o viejos;

el cuerpo es nuestro medio para


• ver, descubrir y asombrarnos del mundo
que nos rodea,

• relacionarnos y comunicarnos con otras


personas,

• tocar y sentir las texturas,

• percibir el frío o el calor,


• sufrir el dolor,
• disfrutar el placer;

con nuestro cuerpo podemos:


• crear y transformar obras hechas por la
naturaleza y por mujeres y hombres,
• hacer y dejar de hacer,
• amar.

Nuestro cuerpo sirve para todo esto y mucho más,


tiene un gran valor. No tenemos por qué
sentir vergüenza sino aceptación y respeto.
Así podemos comunicarlo a nuestros hiios.
Un primer paso para enseñar a nuestros hijos el sen-
tido del orden y de la disciplina es que desde peque-
ños vean en nosotros el cumplimiento de las reglas
acordadas, la congruencia entre lo que decimos y
hacemos.
También es importante que sientan nuestro apoyo
permanente para que cumplan con sus obligaciones.
Todo esto mediante el diálogo y el convencimiento,
de tal manera que les demostremos respeto, compren-
sión y cariño.
Estas ideas se llevan a la práctica de muchas for-
mas. Algunas de ellas, muy concretas, son:
• acordar y cumplir horarios para hacer la tarea, ju-
gar y colaborar en los quehaceres de la casa,
• enseñarlos a hacerse cargo del orden de sus co-
sas, e
• invitarlos a hacerse responsables de un deber en
la casa para que cooperen con la familia.
Todo esto será más fácil si ven
que nosotros hacemos lo mismo.

Una desilusión
Llegó el día del paseo tan esperado por el grupo de 4ogrado. Pasarían el
día en la laguna. Gabi se levantó más temprano que de costumbre con
la emoción de visitar ese lugar con sus amigos de la escuela. En ese mo-
mento recordó que la maestra les pidió que llevaran una pequeña
mochila con una muda de ropa para cambiarse después de nadar.

48<
Buscó su ropa, pero era tal el desorden que no encontró lo que
quería. Un poco molesta empezó a sacar todo lo que había hasta que
halló unos calzones y una camiseta. Cuando vio el reloj, sólo quedaban
unos minutos para la hora de la salida del camión y pensó que tendría
que caminar rapidísimo. Sin desayunar, se despidió y salió a gran ve-
locidad. Al llegar a la escuela, el grupo ya había partido.

Gabi deseaba ir al paseo. Ya tiene edad para asumir responsabilidades %


como mantener su ropa en orden, prepararla desde la tarde anterior o
salir de la casa con el tiempo suficiente.

¿Los padres de Gabi habrán tenido alguna


responsabilidad en lo que le ocurrió?
¿Ellos le formaron hábitos de disciplina
que la prepararan para situaciones como ésta?
El aprendizaje del orden se inicia en los primeros años con
tareas sencillas; por ejemplo, cuando las pequeñas y los
pequeños empiezan a caminar se les puede enseñar a aco-
modar los juguetes que ocuparon o a llevar su plato al lu-
gar donde se lava. De esta manera van aprendiendo a co-
laborar con el orden de sus cosas y con el de la casa.

La disciplina en la familia implica un compromiso de todos y cada uno


de sus miembros de respetar las reglas y repartir las responsabilidades
a fin de alcanzar la armonía y la fortaleza del núcleo familiar.

^ La disciplina ayuda a:
• establecer las obligaciones de cada quien,

• reconocer los límites de cada quien en razón de los espacios


de los demás,

• considerar que cuando alguien no cumple con su responsabi-


lidad tiene que enfrentar las consecuencias, y

• basarse en la autoridad de los padres, quienes han de distin-


guir qué reglas son modificables y cuáles no, de acuerdo con
el interés que debe protegerse.

Es importante evitar:
• aplicar las reglas con excesiva rigidez, o según el humor o la
conveniencia de quien las aplica,

• contradicciones frecuentes al tratar de manera opuesta situa-


ciones iguales o parecidas. No es correcto que un mismo com-
portamiento a veces se apruebe y a veces no. Esto confunde a
los niños.
Las relaciones familiares pueden ser más cor-
4*0 COMP^
diales, equitativas y orientadoras si hay re-
glas claras que faciliten que las niñas y
Ser responsables
los niños puedan comunicar sus senti-
de nuestros actos y
mientos y pensamientos y aprendan a evitar culpar a otros
ser responsables, flexibles y tolerantes de nuestros
con los demás. De ser así, es muy posible 4 errores
que cuando crezcan sean ordenados, coopera-
dores y flexibles.
Puede haber circunstancias familiares nuevas, inesperadas, difíciles
o dolorosas en las que por un tiempo breve se alteren las reglas habi-
tuales en casa, tales como situaciones de muerte, enfermedad o acci-
dente de una persona cercana; el desempleo; la separación de la pare-
ja; el cambio de vivienda y la llegada de un nuevo hermano o de otro
familiar. Es común que en estas experiencias las niñas y los niños ten-
gan temores, pesadillas, bajo rendimiento escolar, peleas y llantos fre-
cuentes, aislamiento y otras conductas como orinarse en la cama o
morderse las uñas.
Por ello, es conveniente construir una disciplina flexible que pueda
responder a las diferentes circunstancias, a las necesidades y a los in-
tereses de la familia. Esto puede contribuir a que los pequeños crezcan
con sentido de responsabilidad, seguridad y confianza en sí mismos.

Una disciplina adecuada facilita que los hijos adquieran


responsabilidades de manera progresiva, y puedan desa-
rrollar la capacidad de hacerse cargo de sí mismos.
Reglas y
circunstancias
En la vida diaria, nuestras hijas y nuestros hijos aprenden que hay
actitudes y conductas que resultan agradables para los demás y que
causan aceptación; también se dan cuenta de que hay comporta-
mientos desagradables que provocan el rechazo de las personas que
los rodean.
Por ello, para participar en las actividades de la familia y de la es-
cuela, los niños y las niñas necesitan conocer, entender y aceptar la
forma en que las personas se relacionan y se comunican, y cuándo es
necesario cambiar las reglas que rigen esas relaciones.

Las reglas orientan la convivencia, las responsabilida-


des, los hábitos, las funciones y los derechos de quie-
nes las practican. Podemos decir que las reglas son:
# formas de actuar aceptadas en uno o varios grupos
de personas,
• indicaciones acerca de lo que se permite hacer en
esos grupos,
# límites para convivir con respeto a uno mismo y
hacia los demás,
• derechos y obligaciones para compartir la vida con
otras personas al realizar las actividades necesarias
para el grupo.

•53*
Conforme las niñas y los niños crecen, su manera de entender las re-
glas cambia. Hasta los seis o siete años la mayoría acepta las normas
solamente porque los adultos lo dicen, y supone que si alguien no las
cumple, merece un castigo. A los nueve o diez años aceptan las reglas
porque empiezan a convencerse de que son necesarias para el res-
peto, la convivencia y la organización-, comprenden que si alguien no
las cumple, más que un castigo, debe enfrentar las consecuencias de
la falta. A los once o doce años ya comprenden el sentido de las re-
glas, y las circunstancias en que las excepciones son justificadas, así
como la conveniencia de apegarse, en general, a las convenidas.

¿Y las tortillas?
Leticia pidió a su hijo Pedro, de nueve años, que fuera por las tortillas
para la hora de la comida. En el camino, el niño se puso a jugar con
sus amigos. Cuando llegó a la tortillería ya hahían cerrado. Al regre-
sar a casa sin el encargo, Leticia se enojó.

¿Cuál es la mejor manera para que Pedro


entienda las consecuencias de su distracción?
¿Regañarlo?, ¿mandarlo a un rincón de la casa?,
¿explicarle la importancia de su colaboración en
las tareas domésticas y pedirle que vaya a otra tortillería?
El regaño puede señalar la falta de Pedro, pero no soluciona el que
no haya tortillas para comer.
Mandar a Pedro al rincón es un castigo que no lo enfrenta a las
consecuencias de su distracción ni resuelve la falta de tortillas.
Hablar con Pedro para que comprenda la importancia de que cada
quien debe hacer lo que le toca, hacerle ver que su incumplimiento
afecta a todos, y pedirle que vaya a otra tortillería para remediar el
problema, hará que se dé cuenta de que el encargo de su mama es
necesario y de que ahora tendrá que caminar más.

-54-
Es común que los padres castiguen a sus hijas e
hijos por haber cometido faltas, sin conseguir
con esto mejores resultados. Por ello, ante lo que
los adultos consideramos una falta es preferible
platicar con ellos acerca de las causas de que ac-
tuaran así, de las consecuencias que tiene la
falta para ellos y para los demás, de cómo
se sienten al haber afectado a los otros,
de la necesidad de remediar el daño y
de las opciones que los hijos propo-
nen para solucionar el problema.
Platicar con los adultos después de haber cometido una falta ayuda
a las niñas y a los niños a entender el alcance y el significado de sus
actos. Reconocer sus errores y aciertos junto con ellos es de gran ayuda
para su formación y para su aprendizaje.

En este camino en que las niñas y los niños conocen,


entienden y aceptan las reglas es importante:
% explicares que Vas notmas existen no solo potque
el adulto lo dice, sino porque facilitan la conviven-
cia y el respeto a sí mismos y a los demás,
• ayudarlos a reflexionar sobre el porqué y el para
qué de una regla,
• comentar con ellos si es necesario cambiarlas y
cuáles serían sus sugerencias,
• platicarles sobre las consecuencias de no seguirlas, y
• aplicar las reglas con cariño y energía.

56'
de ahí que en ocasiones olviden o descuiden nuestras peticiones,
sobre todo si los adultos no sabemos elegir el momento o el mo-
do para solicitarles algé>.
• Los adultos no s o m o s claros en lo que les pedimos, les de-
mandamos varias actividades al mismo tiempo o exigimos más de
lo que ellos pueden hacer.
• Hemos h e c h o e x c e p c i o n e s en la aplicación de las reglas
cuando han estado enfermos, por lo que éstas han pasado a un
segundo plano, y a veces es difícil que las retomen cuando ya es-
tán sanos.
m Si tienen un carácter firme alegan por todo y antes de colabo-
rar reclaman y defienden sus intereses. Sin embargo, esto no
debe exasperarnos ni debemos considerarlo algo negativo.
I Unas v e c e s respetamos las normas, y otras no. Esto des-
controla a los niños.
Cada uno de nuestros hijos es único, sin embargo, po-
demos considerar las siguientes recomendaciones ge-
nerales:
• respetar su tiempo de juego,
• explicarles la conveniencia de cumplir con sus res-
ponsabilidades oportunamente,
• asignarles tareas domésticas que puedan realizar en

deberes escolares ni con su juego o descanso,


• pedirles sólo una actividad a la vez y darles las in-
dicaciones con claridad. Es conveniente preguntar a
los más pequeños sobre lo que se les pidió para ver
si entendieron,
• cuidar que colaboren en actividades adecuadas a su
edad, divertidas y de su interés,
• idear con ellos cómo realizar lo que les pedimos,
• reconocer lo que hacen bien y lo que corrigen, y
• si estuvieron enfermos, alentarlos a que poco a po-
co retomen sus responsabilidades.
Recordemos que.. • Para ellas y ellos entender el sen-
tido de las normas es posible a partir del ejemplo de los
adultos con quienes conviven, y de su propia experien-
cia con otros niños y niñas.

el trabajo y las responsabilidades de cada uno.

•58-
Las
reglas
del
juego
II los seis años, después del jardín de niños, entran a la primaria. El
trabajo en grupo aumenta y participan en más actividades sociales y
deportivas. Que compartan esas actividades con niñas y niños de su
misma edad es importante en la formación de su personalidad.
Si se les orienta bien, al jugar o trabajar en grupo durante sus años
de primaria pueden aprender a:
• escuchar otros puntos de vista,
• plantear, definir y defender sus ideas,
• conocer diferentes maneras de resolver problemas,
• distribuir el trabajo, colaborar en tareas y juegos del hogar y de la
escuela, así como
• descubrir sus habilidades y gustos.
En la convivencia comprenderán y aceptarán cada
^^^m_ vez más que los otros también cuentan, y que
jfi C0Mp% para alcanzar una meta puede ser mejor tra-
bajar en grupo. Pueden aprender a ser lea-
Reconocer les, respetuosos, colaboradores y amisto-
nuestros defectos
y aciuar para sos. Este aprendizaje se facilita cuando
corregirlos desde chicos las niñas y los niños reciben
de sus padres y maestros estos valores y
formas de relacionarse.

•60-
El número uno
Julia, mamá de Silvano, quien tiene diez años, comenta orgullosa
que su hijo tiene el primer lugar en su salón, que cumple con todas sus
tareas, que su arreglo personal y el de sus cuadernos es impecable, y
que es un niño ejemplar. También platica que se pasa las tardes re-
visando las tareas de su hijo para que no cometa errores y para que
su maestra lo ponga de ejemplo frente a los demás. Mario, su papá,
siempre le insiste a Silvano en que debe ser el mejor, el "número uno "
y en eso Julia está de acuerdo.
Al escucharla, Ana recordó el día en que su hija Paloma regresó llo-
rando de la escuela porque la maestra la sacó del salón de clases. Ese
día, Silvano le arrebató la tarea, pues había olvidado la suya. Paloma
trató de defenderse y los dos niños acabaron jalándose el pelo. La
maestra castigó a la hija de Ana porque no creyó que Silvano, su mejor
alumno, le hubiera quitado el trabajo a Paloma.
Ana también recordó una fiesta en la escuela en la que Silvano esta-
ba solo y nadie quería jugar con él. Pensó que era muy triste que Silvano
creyera que, para tener el primer lugar, en ocasiones tuviera que mentir,
y que no se diera cuenta de lo que sienten o necesitan los demás.

¿Cómo influye el comportamiento de Silvano en sus relacionesV


Al igual que Paloma, en muchas ocasiones nos relacionamos con per-
sonas para quienes la competencia significa anular al otro y no la
oportunidad de crecer juntos. Para ellas el sentido principal de la
competencia es luchar por ganar el primer lugar a cualquier precio.
Las niñas y los niños pueden entablar este tipo de competencia, en su
casa o en la escuela. Lo importante es explicarles que existen otras
formas de competir sin descalificar a los otros.
A veces sin darnos cuenta favorecemos que haya desigualdades y
exclusiones entre nuestras hijas y nuestros hijos, afectando así la con-
vivencia familiar. En estos casos, ellos pueden sentir rechazo o inse-
•62-
guridad, por lo que es importante no hacer comparaciones entre ellos,
procurar dar a todos las mismas oportunidades, escucharlos por igual,
reconocer y aceptar que podemos estar molestos con alguno, tenerle
paciencia y expresarle cariño.
Los pequeños luchan por saberse y sentirse parte de su familia, del
grupo de la escuela, del equipo deportivo, de la pandilla. Buscan ha-
cer valer sus necesidades, intereses y deseos. Es difícil que renuncien
a ellos sin una buena razón que los convenza.
La forma en que compiten las niñas y los niños se hace evidente en
su intento por dominar las actividades colectivas. Es común que en-
tablen discusiones sobre las condiciones y las regias del juego, y que
intenten imponer su punto de vista. En caso de perder, sienten que sa-
crifican sus deseos, alegan injusticia, pegan, gritan o lloran ante la burla
o el desprecio de los demás.

•63-
Entendemos por competencia sana y conveniente la lucha
con uno mismo en la búsqueda de algo deseado, la su-
peración personal, estimulada por la comparación con
otros, pero sin el propósito de perjudicarlos.
Es durante la infancia cuando el padre, la madre y los
maestros podemos formar en los niños y en las niñas la
idea de competir con ellos mismos,- y de conocer, aceptar
y valorar lo mejor de los demás.
Ganar nos da satisfacción, y perder nos ayuda a des-
cubrir lo que debemos mejorar para seguir adelante.
El sentido sano de la competencia no se opone al es-
píritu comunitario. Al contrario: ganar es resultado de un
esfuerzo propio al que contribuyen todos aquellos que
nos han apoyado.
Inculcar este sentido positivo de la competencia es po-
sible si impulsamos a nuestros hijos e hijas a:
• saber que la competencia debe ser, sobre todo, con ellos
mismos por mejorar su quehacer y ser mejores personas,
• reconocer que los demás pueden sentir y pensar igual o
diferente que ellos,
• platicar con sus amigos acerca de lo que sienten y pien-
san sobre los juegos,
• establecer las reglas del juego de común acuerdo,
• encontrar formas para disfrutar de la compañía y del
juego con otros,
• probar su propia capacidad para luchar por sus ideas y
escuchar otros puntos de vista, y
• ayudar a las personas que lo necesitan y cooperar con
los demás.

•64-
Los demás
son mi espejo
tn la etapa de la primaria se fortalece de manera importante la idea
[ue las niñas y los niños tienen de sí mismos. Esto lo logran a partir
le la relación con los demás. Es como si las personas con las que vi-
en fueran espejos en los que se miran.

Sucedió en Tercero "A"


— Yo de plano le dije a mi mamá que no quería venir a la escuela
porque Rocío me pega —confesó Luis.
—Lo que pasa es que Rocío no quiere tener amigas ni amigos, es
una pesada —afirmó Laura.
La maestra era muy paciente y trataba de calmar a Rocío para qwe
participara con los demás. Poco a poco el grupo trataba de tolerarla,
pero ante su actitud, la rechazaba.
Dadas las constantes quejas de sus hijos, algunas madres evitaban
ir a actividades fuera de la escuela a las que iría Rocío o le pedían ex-
plicaciones a la maestra del grupo sobre su comportamiento; otras
más, se callaban y compadecían a la niña.

¿Qué harían ustedes


si tuvieran una hija como Rocíof
Rocío es una compañera que agrede y por lo tanto ella también recibe
agresiones.
Puede ser que Rocío sea una niña mimada y que por lo tanto en la
escuela quiera hacer su voluntad; o tal vez se trate de una niña recha-
zada que vive en una familia en la que hay violencia y falta de res-
peto. Si fuera así, su furia sólo es una muestra de miedo, desconfianza
o defensa.
Vivimos en diferentes ambientes y, aunque tenemos una manera de
ser, nuestra forma de actuar puede variar en cada uno de los grupos en
los que participamos. Por ejemplo, en algunos nos comportamos serios
y reservados, como en casa, pero en otros, como con los amigos, so-
mos platicadores y alegres.
Nuestras actitudes y algunos rasgos de nuestra personalidad se for-
talecen o debilitan a partir de las reacciones de los otros. Cuándo nos
sentimos en confianza, con seguridad y como parte de un grupo actua-
mos con simpatía y en general las otras personas nos tratan igual. Si
somos groseros o déspotas, lo más probable es que los demás nos res-
pondan del mismo modo y se separen de nosotros.

•66-
•JWK

,;*§»' ües.

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Z2\78 Vi!
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. 2/178

\J^"

Ayudemos a nuestros hijos a comprender que Ja mane-


ra como traten a Jos demás será en gran medida ia
causa deJ trato que ellos reciban.
¿Cuáles son las actitudes que observan
en sus hijas e hijos en su trato con los demás?
Yo le creo a...
P a r a las niñas y los niños, los adultos que escogen c o m o ejemplo
tienen una importancia especial, ya que los ven y reconocen como
autoridades.

" M i maestro es el más inteligente y bueno de t o d o s " " M i tía Manía


nanea dice mentiras" " M i mamá es la mejor del mundo' 5
" M i papá es el que más s a b e "

Se conoce como autoridad la capacidad de algunas personas o institu-


ciones para conducir, organizar, apoyar y orientar las relaciones entre
las personas y entre los grupos.
En muchas familias la ejercen los adultos ante los menores; en otras,
los abuelos son respetados como la autoridad.
En cualquier caso, lo deseable es que una autoridad sepa escuchar,
atienda las necesidades de los demás, establezca las reglas y los lími-
tes de manera justa y de común acuerdo, actúe de la misma manera en
que solicita a otros que se comporten, y apoye las decisiones que for-
talecen la independencia y la responsabilidad de todos los miembros
de la familia.
Sabemos que no siempre es así. Tanto en las familias como en
otros grupos hay personas que imponen su autoridad
para controlar, someter a los demás y exigir que
,$& COMp^ los otros estén a su servicio.
Es tarea de todos trabajar por entablar
Comprender relaciones cordiales y equitativas. Inicial-
que el bienestar de
los otros es igual mente, la mamá y el papá tienen la respon-
los otros es iguai
de importante que sabilidad de ejercer su autoridad y enseñar
el nuestro a sus hijos con su ejemplo que la autoridad
no debe ser abusiva, violenta ni opresiva.
-¿*y-
Las niñas y los niños de primaria aceptan con facilidad la autoridad
que los hace sentir más seguros, cuando quien la ejerce no es imposi-
tivo ni arbitrario y es querido y admirado.
Cuando esto sucede, la mamá, el papá, los abuelos, los hermanos y
las hermanas mayores, los maestros o cualquier otra figura de autori-
dad p u e d e n ser un motivo de orgullo y ser vistos como modelos o
héroes. Los niños buscan en ellos ideas, hábitos y rasgos que imitan y
hacen suyos como parte de su personalidad.

•69-
Entre los seis y doce años, las niñas y los niños son especialmente
exigentes. Observan que los límites, las indicaciones y las reglas sean
igualmente respetadas tanto por los mayores y la autoridad como por
ellos mismos. De igual modo, en su grupo de compañeros prueban su
propia capacidad para desempeñarse como autoridad y en ocasiones
aceptan que otro integrante lo haga. Los juegos y los deportes son ac-
tividades en las que practican ser líderes o autoridades.

¿Podrían mencionar qué personas son autoridades


para sus hijas e hijos?, ¿cuáles son las actitudes
que sus hijas e hijos admiran e imitan de ellas?

Al relacionarse con la autoridad en la familia, los niños aprenden a


tratar de la misma manera, ya sea con respeto o con rechazo, a las
personas que ejercen la autoridad en otros lugares, por ejemplo, al
m&ejsXra o. a. la. maestea.

Dearande
O quiero ser
Las niñas y los niños aprenden reglas sociales, buscan héroes a quie-
nes imitar, prueban sus propias leyes, aprenden a convivir y a com-
partir. Para ellos, crecer es jugar, gozar, descubrir.
Incluso en situaciones difíciles, el juego, la imaginación, la capaci-
dad de crear y de soñar en el futuro son espontáneos y les sirven para
descubrir sus habilidades y su talento al realizar ciertas actividades.
Este descubrimiento es la base que estará presente cuando sean ma-
yores y elijan su trabajo o profesión.
•70-
* •—•- -'á»M»í •'••'Bí ata m u»_ ^" <^» '^

;»•».* W
«•aifa ««
'Oíailii : ,
A los niños de primaria los escuchamos decir:
66
De grande quiero sen bombero " " Yo voy a ser pastor de 1000
borregos " " Y yo, doctora " " Yo, campeón de f ú t b o l "

Mediante el juego y la imaginación van aprendiendo que el trabajo es


para brindar servicios a la comunidad y ganarse la vida.
En la convivencia con otros, en la participación en actividades co-
munitarias, en el deporte, en el juego cotidiano, en tareas escolares, al
dibujar, al escribir, al tocar algún instrumento musical o al realizar sus
tareas domésticas, las niñas y los niños reconocen sus intereses y gus-
tos y las facilidades o dificultades que tienen para cada actividad. Así
prueban su capacidad, su dominio, su fuerza, su empeño de lucha y la
firmeza de sus deseos.
En la escuela primaria la actividad intelectual de los niños y de las
niñas es muy activa. Desarrollan habilidades de pensamiento mientras
aprenden las matemáticas, las ciencias naturales, el español, la historia
y todas las demás asignaturas. También se apoyan en acciones como to-
car los objetos, verlos y a veces desarmarlos, pues es una forma en la
que pueden conocerlos mejor.
Entre los seis y doce años también hay una gran necesidad de ac-
tividad física. Las niñas y los niños continúan en el conocimiento de la
forma y las posibilidades de su cuerpo, necesitan sentirse fuertes, que
dominan y controlan lo que hacen. Eso los lleva a comparar sus pro-

El deporte, el baile, el caminar, el correr, el trepar realizados en com-


pañía de otros niños y niñas también los ayuda a:
^ 0 COMP^
• proponer, aceptar y cumplir reglas de
> 1

cooperación, Acompañar
• trabajar en equipo, y ayudar a los
demás en las
• asumir responsabilidades,
buenas y en
• descubrir el amor por aprender a jugar las malas
y a trabajar.

•72-
La experiencia que las niñas y los niños tienen en estos años y el des-
cubrimiento de lo que más les gusta hacer y lo que se les facilita les
muestran su capacidad inicial para bastarse a sí mismos, alcanzar lo que
se proponen, resolver necesidades y lograr objetivos que les ayuden a
caminar hacia su independencia. En la medida en que crecen, tienen
una idea más clara de quiénes son y de qué son capaces de hacer.

Ustedes tienen la importante tarea de ayudar y motivar a


sus hijas y a sus hijos para que participen en actividades
físicas como el deporte o el baile, y en actividades artísti-
cas o artesanales en las que puedan desarrollar habili-
dades con sus manos, para que tengan la oportunidad de
hacer y crear con su imaginación.
El hecho de que las niñas y los niños sean creativos
es otra posibilidad más que tienen para desarrollar su
confianza y seguridad en ellos mismos, para conocer
lo que pueden disfrutar y hacer en la vida, y para avan-
zar hacia su libertad y autonomía.

•73-
6 UN C A M I N O POR RECORRER

Iguales
oportunidades para t /-V/
t /-v

niños y ninas
La sociedad tradicionalmente ha establecido que mujeres y hombres
tengan diferentes funciones, tareas, responsabilidades, gustos e inte-
reses. A las mujeres se ha asignado estar en casa al cuidado de la fami-
lia, hacer las labores domésticas, ser tiernas, dependientes, quietas y
afectuosas. A los hombres ha correspondido trabajar fuera del hogar,
aportar el dinero para las necesidades materiales de la familia, ser in-
teligentes, agresivos, conquistadores e independientes.
Estos comportamientos han sido transmitidos de las abuelas y abue-
los a sus hijas e hijos y de éstos a las nietas y nietos. Se aprenden imi-
tando actitudes, formas de vestir, el trato diferenciado a las niñas y a
los niños, actividades que unas y otros realizan en la casa, en la es-
cuela y en la comunidad.
Aunque hay diferencias biológicas, hoy sabemos que la mayoría de
las formas de actuar de hombres y mujeres son aprendidas y % por lo
tanto p u e d e n cambiar. Esto ha llevado a pensar que la desigualdad en
las posibilidades que tienen las mujeres y los hombres para desarro-
llar capacidades, destrezas y habilidades p u e d e ser superada. Tener
trabajo, educación, y salud por lo general se ha dificultado más para
las mujeres que para los hombres, pero la sociedad y cada persona,
en particular los padres y las madres de las nuevas generaciones,
pueden hacer mucho para que esto siga cambiando.
.74.
"•'•-•. - : ••-GÍ;
Afortunadamente, las sociedades avanzan y cada vez es más claro
que los comportamientos pueden no ser exclusivos de un género o de
otro. Hay hombres que participan en actividades del hogar y en el cui-
dado de los niños; hay mujeres que trabajan en oficios y profesiones
que por muchos años sólo realizaban los hombres, aportan dinero para
cubrir las necesidades familiares y, en muchos casos, son el único
sostén del hogar.
Sin embargo, a muchas personas todavía les cuesta trabajo enten-
der, aceptar y cambiar los modelos tradicionales y, por lo tanto, edu-
car a mujeres y hombres para que expresen por igual su ternura, lo-
gren su autonomía, acepten y confirmen la necesaria participación de
hombres y mujeres en actividades laborales remuneradas, al igual que
colaborar en la crianza de los hijos.
Seremos más equitativos si en la vida diaria de la familia y de la co-
munidad podemos brindar oportunidades equivalentes de desarrollo a
niñas y niños, y si logramos que el trato que reciben en su educación
y en su participación en actividades hogareñas de limpieza o manteni-
miento sea similar.

¿Qué hacen ustedes para que las actividades,


las responsabilidades y los gustos se compartan
equitativamente entre hombres y mujeres?
•76-
Si estamos de acuerdo en que las oportunidades para
hombres y mujeres deben ser iguales, en que unos y
otras podemos desarrollar las mismas capacidades, des-
trezas y habilidades, entonces ¿por qué no ser flexibles y
empezar por compartir juegos, tareas y responsabilidades
en nuestro propio hogar?
Si impedimos a los niños jugar
con niñas a la mamá y al papá,
¿cómo aprenderán a atender y cuidar a sus hijos
el día en que sean padres?
Si a las niñas les prohibimos treparse
a un árbol o ser líderes de un equipo,
¿cómo aprenderán a enfrentar riesgos
y a resolver problemas?
Si evitamos que los niños
participen en la limpieza del hogar,
¿cómo podrán aprender a asumir estas
responsabilidades?
Si no permitimos jugar
a niñas y niños juntos, entonces,
¿cómo aprenderán que una relación
entre hombres y mujeres puede ser espontánea,
de comprensión y ayuda mutua?
Las diferentes características
de los niños y de las niñas no deben dar lugar
a desigualdades ni a tratos indignos.

•77-
Ser hombre
y ser mujer
M lo largo de la primaria, las niñas y los niños continúan con la ob-
servación y el conocimiento de su cuerpo, así como con el descubri-
miento de lo que son capaces de hacer y sentir con él. Comparan su
tamaño, su fuerza y sus habilidades con los de sus hermanos, her-
manas, amigos, amigas, mujeres y hombres adultos.
Su interés en el cuerpo se dirige a su crecimiento, les gusta saber la
diferencia que logran de un mes a otro. Relacionan su altura y su peso
con la posibilidad de ser más fuertes, por eso se comparan con otras
niñas u otros niños. Se fijan en cualidades y limitaciones como su agi-
lidad o su torpeza, su velocidad o su lentitud, su fuerza o su debilidad.
Niñas y niños son prácticamente iguales en su inquietud, su capaci-
dad física, su fuerza, su voz, los rasgos de la cara. La diferencia corpo-
ral es más visible en sus órganos sexuales, los cuales a esta edad no
están muy desarrollados.
Si bien el cuerpo es la base, ser mujer u hombre se determina por
el comportamiento de una y de otro. La comunidad y la familia espe-
ran ciertas actividades y actitudes de las niñas y otras de los niños.

Quisiera ser una beisbolista


Lupe preparaba el desayuno mientras su marido, José, regresaba del
partido de béisbol al que había ido temprano con su hijo Pablo, de
once años. Cuando ellos se habían ido en la mañana, su hija Noemí,
de diez años, había llorado un buen rato porque ella también quería
jugar béisbol y su papá no la había llevado. Ahora jugaba con Chucho
y Luisa, sus hermanos menores, pero se veía triste.

•78-
Cuando José y Pablo llegaron, todos se sentaron a desayunar y
mientras Noemíy Lupe les servían, ellos platicaban de los equipos, del
siguiente partido y de la carrera que el papá anotó.
Noemí comenzó a llorar de nuevo.
—¿Qué le pasa a esta niña?—preguntó José.
—Ella quería ir a jugar contigo —le respondió Lupe en voz baja.
—Pero mi bijita, el béisbol es para hombres—le dijo José a Noemí
tratando de calmarla.
—El otro día vi en la tele un partido en el que jugaban mujeres
—exclamó Chucho.
—Sí, p2r?z> hvfft ú% 3"&T "Pfftfyfá&s —í£vyc P-afefo.
—¡Eso no es cierto! —gritó enojada Noemí.
Ella se levantó de su silla y le dio un empujón a su hermano. Ambos
empezaron a pelear. José los regañó, y pidió a los niños que se fueran
a jugar.
Cuando se quedaron solos, Lupe y José platicaron preocupados so-
bre los deseos de Noemí. Lupe propuso buscar un lugar para que la
niña jugara béisbol y José se quedó pensativo.

¿Por qué Pablo se comporta de esa manera?


¿Noemí dejará de ser mujer si logra jugar béisbol?
En esta tarea de aprender actitudes y comportamientos
diferenciados para hombres o mujeres, los ni-
ños y las niñas entre los seis y doce años
^OCOMP^ pasan por momentos en que se recha-
zan. Esto es natural y necesario por-
Actuar con que la distancia que ponen les ayuda
sinceridad y hablar con
a tener más clara la forma en que de-
verdad para alimentar la
sean y deben comportarse.
confianza de los demás
hacia nosotros

•80-
Los niños dicen de ellas: * Las niñas dicen de ellos:
«son lloronas" «son bruscos"
«SUS mochilas están ordenadas" «siempre andan sudados"
«platican del amor" u sólo platican de d e p o r t e s "

a son coquetas" guardan cosas raras en SUS mochilas1

«dibujan mariposas y corazones" ; «son g r o s e r o s "

Éstas son expresiones de sus experiencias, pero también de sus pre-


juicios, de los conocimientos que van tratando de construir para re-
conocerse como hombres o como mujeres, frente a lo cual los adultos
debemos ser comprensivos, pero procurar que aprendan a conocer y
a respetar a las personas de sexo diferente al suyo.
Por un lado, los niños se alejan de las niñas y ellas de ellos, pero
por el otro, gustan de experimentar los primeros noviazgos que, aun
cuando breves, son de importancia porque ellos y ellas prueban ser
aceptados, ven sus cualidades y sus dificultades en el trato con los
demás y empiezan a reconocer su masculinidad o su femineidad.

•81-
Los noviazgos entre niñas y niños p u e d e n ser una oportunidad
para que ustedes platiquen con ellos sobre sus propias experiencias
cuando fueron menores. Otras formas de ayudarlos son:
• platicar sobre lo que sienten sus hijos e hijas,
• evitar las críticas hacia sus amigos o amigas,
• comentar con ellos y ellas las formas de relación que ven en pare-
jas cercanas a la familia,
• sugerir atenciones y detalles que p u e d e n tener hacia sus amigos y
amigas, y
• platicar acerca de la amistad.
Pregunten a sus hijas o hijos qué piensan de sus compañeros y com-
pañeras. Platiquen sobre lo que más les gusta y les disgusta de ser
niña o niño y ayúdenlos a aceptarse y a transformar las condiciones
que quizá no los benefician.

La vida diaria ofrece valiosas oportunidades para que


nuestros hijos aprendan nuevas formas de actuar y de
relacionarse con los demás; hombres y mujeres pode-
mos, sin distinción de sexos:
• compartir funciones y responsabilidades en nues-
tra familia y en nuestra comunidad,
• participar por igual en las diferentes tareas domés-
ticas, escolares y comunitarias,
• expresar todo tipo de sentimientos: ternura, triste-
za, enojo, miedo, entre otros, y
• disfrutar de actividades y juegos en los que mos-
tramos inteligencia, control, cuidado, compañeris-
mo, ternura y respeto.

•82-
Un compromiso
con nosotros mismos
Uonstruir en la vida diaria de la familia valores como la responsa-
bilidad, el respeto y la colaboración, con base en la equidad, la igual-
dad y la justicia entre las personas, favorece que niñas y niños los ha-
gan suyos, hoy en sus juegos y mañana en sus relaciones.'
Podemos ayudar a nuestros hijos a convivir en armonía si les ense-
ñamos que esto requiere que nos comprometamos a:

• Entender y respetar a los otros

> Estar dispuestos a dar lo mismo que


pedimos de otras personas

• Solicitar lo que nos hace falta y compartir lo que tenemos

) Apreciar y agradecer los esfuerzos que los demás hacen

• Ser responsables de nuestros actos


y evitar culpar a otros de nuestros errores

Aceptarnos como somos y respetar a los demás en sus diferencias

Reconocer nuestros defectos y actuar para corregirlos

> Actuar con sinceridad y hablar con verdad para alimentar


la confianza de los demás hacia nosotros

• Comprender que el bienestar de los otros es igual


de importante que el nuestro

» Acompañar y ayudar a los demás


en las buenas y en las malas
Las niñas y los niños tienen derechos:

«Es nuestro derecho


jugar, participar en
actividades culturales
y artísticas, así como
expresar nuestra opinión
y que ésta se tome
en cuenta en todos los
asuntos que nos afecten"
Artículos 7, 9, 12 y 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño
aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas,
en noviembre de 1 9 8 9 .

•84-
Los libros de Mamá y Papá es una colección que invita
a las madres y a los padres a reflexionar respecto de las relaciones
en las parejas y en las familias actuales, haciendo hincapié en el cuidado,
la educación y el amor que los hijos y las hijas necesitan para tener un
buen crecimiento y desarrollo afectivo, físico e intelectual. Sugiere medidas
preventivas y alternativas de solución a diferentes problemas que se pueden
presentar en la vida cotidiana. La colección está integrada por siete libros
que se complementan entre sí y cuyos títulos son los siguientes:

Amor en la familia
Brinda información para apoyar la formación de niños y niñas durante las
principales etapas de su crecimiento y desarrollo físico, emocional y afectivo.

La sexualidad de nuestros hijos


Plantea la importancia de considerar la sexualidad de nuestros hijos como un
proceso natural y de disfrutar de una vida sexual plena y con responsabilidad.
Su realización satisfactoria y amorosa contribuye al bienestar de las personas,
las parejas, las familias y de la sociedad.

Violencia en la familia
Rechaza la violencia como forma de vida y promueve un proceso de
búsqueda de relaciones armónicas en la familia, en las que prevalezcan
la confianza, la comunicación, el afecto y la seguridad. Propone la cultura
del respeto y el rechazo de la violencia.

Cuidado con las a d i c c i o n e s


Propone a madres y padres permanecer alerta ante posibles cambios
de comportamiento de sus hijas e hijos y les ayuda a prevenir que
los niños y jóvenes caigan en la adicción.

La nutrición de nuestra familia


Promueve la reflexión respecto de los hábitos alimentarios de las personas
y proporciona información a madres y padres para revisar la dieta diaria
de su familia y mejorarla de acuerdo con sus necesidades y posibilidades.

La salud de nuestra familia


Proporciona información a madres y padres sobre aspectos de prevención
de accidentes y enfermedades en sus hijas e hijos, así como acerca de
la vacunación y las prácticas higiénicas mínimas para tener una vida sana.

Los medios m a s i v o s de c o m u n i c a c i ó n y la familia


Contiene información para ayudar a madres y padres a intensificar la comuni-
cación con sus hijas e hijos a partir de la reflexión y el análisis conjunto de los
mensajes que transmiten los medios masivos, sobre todo a través de la televisión.
El amor en la familia considera las necesidades y los in-
tereses de las niñas y de los niños entre los tres y doce años de
edad, etapa en que establecen las bases de su confianza, seguri-
dad e identidad como personas.
Si en la familia predominan el buen ejemplo y la protección de
los adultos, nuestros niños aprenderán a vivir en un ambiente so-
cial donde las relaciones se apoyen en el respeto, la coopera-
ción, la armonía y la libertad.

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