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PARA EMPEZAR 4
^ VIDA Eli FAMILIA 8
Ijf PARA DISFRUTAR LA VIDA 18
^ MÁS ALLÁ DE LA FAMILIA. 30
^T TÚ, YO, NOSOTROS 46
^F CRECER ES JUGAR, GOZAR, DESCUBRIR 60
T^ UN C A M I N O POR RECORRER 74
EL •EN
AM LA*
O R
Los libros de
En el transcurso de nuestra vida aprendemos que no só-
lo la escuela educa, sino también lo hacemos en casa.
La familia es por excelencia la que forma a las niñas y a
los niños. Por ello es importante que los hábitos, acti-
tudes y valores que fomentemos diariamente en nues-
tros hijos se enriquezcan para ayudarles a entender y
enfrentar mejor el mundo en que viven.
Los libros de Mamá y Papá fueron elaborados por profe-
sionales y especialistas en los temas que tratan; asimis-
mo, se consideraron opiniones y sugerencias de ma-
dres y de padres de familia. Estos libros son parte de
los esfuerzos que la Secretaría de Educación Pública
lleva a cabo para poner en sus manos información que
los ayude a enriquecer los conocimientos y experien-
cias que ustedes aplican todos los días en la educación
de sus hijas e hijos.
Las madres y los padres de familia, mediante su enseñan-
za y ejemplo, son los primeros responsables de la for-
mación de sus hijos, ya que influyen fuertemente en la
visión que éstos tienen del mundo.
La información que se ofrece en estas páginas busca apo-
yar a las madres y a los padres en su gran responsabi-
lidad respecto a la educación de sus hijas e hijos.
EL A M O R EN LA
* jtfk Efe*. A
D.R. © Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe, Pátzcuaro, Michoacán.
ISBN 968-5341-02-8
Impreso en México por la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos
en los talleres de Editorial Offset, S.A de C.V.
Durazno 1 esq. Ejido, col. Las Peritas, C.P. l6010,
Tepepan, Xochimilco, México, D.F.
Agosto de 2000.
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL
L 0S DINOSAURIOS DICCIONARIO.
ESGOKAR
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LU LLS
En los desiertos hay grandes extensio- Los estegosaurios tenían agudas púas
nes de suelo cubiertas de arena. en el extremo de la cola.
Ilustre adj. 1. Noble, distinguido. 2. Se di- Eran reptiles, tenían la piel cubierta de
ce de la persona que destaca. escamas y ponían huevos.
o Frabetfi, Cario.
o La magia más poderosa
o 2a. ed.
o Alfaguara
o Madrid, España
o 1994
O llópp.
30
. (4 puntos)
:•;'•"'.<:: •>'.•;";; "••••/.• .-..,'''.'.'.
(8 puntos)
. (4 puntos)
: jlaso J: (4 puntos)
Del dicho al hecho hay un No es lo mismo hacer las C a d a uno habla de la feria
gran trecho. cosas que presumir de c o m o le va en ella.
hacerlas.
Cuando una persona es La experiencia de una
Mal me quieren mis
sincera, a veces se gana la persona sobre algo,
comadres porque digo las
enemistad de otras. determina su opinión.
verdades.
31
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL
(4 puntos)
En un autobús viajaban 97
personas. En la primera
parada subieron 12 pasajeros 97 97
y en la segunda bajaron 7. + 12 12
¿Cuántas personas
continuaron el viaje?
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Perímetro = m Perímetro = m
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B A. Pastelería
6
5 B. Farmacia
M) 1c C. Tlapalería
4 . I-
= ¿ D D. Papelería
3
I E E. Pollería
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F. Verdulería
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0 1 2 3 4 5
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que se (4 puntos)
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Señala con una t/ las fracciones equivalentes. (4 puntos)
3 30 7 JA 2Q.
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33
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL
(5 puntos)
y sus . (7 puntos)
o Coloreo el
(4 puntos)
• si 3a práctica favorece la producción de alimentos o el -" si
34
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL
4. (8 puntes)
(4 punto;
. (8 puntos)
Era gobernado por el faraón, cuya ) Fundó las ciudades de Ur, Babilonia y
dinastía detentaba el poder Nínive,
durante siglos.
Recibió p o c a influencia cultural de
(
v ) Se desarrolló en las márgenes del otros pueblos debido a su lejanía.
río Nilo.
Comenzó a emplear sistemas
Se estableció en las cercanías de los de drenaje.
ríos Hoang Ho y Yang Tse
Subraya con rojo las características que corresponden a Grecia y con azuJ las de Roma.
(5 puntos)
CEones
Anota los nombres de los paralelos y meridianos en las flechas correspondientes. (6 puntos)
Ecuador
Meridiano de Greenwich
Trópico de Cáncer
Círculo Polar Antartico
Trópico de Capricornio
Círculo Polar Ártico
Continentes Océanos
PRIMERA EVALUACIÓN BIMESTRAL
. (6 puntos)
. (9 puntos)
•* Tengo derecho de
Tengo el deber de __
. (apuntos)
{^J No dejes que el niño lave los trastes, Niños y niñas participarán en el
¿que no ves que es un hombre? concurso de poesía.
Q_J) Los tontos están sentados en esa fila y Que las mujeres preparen los bocadillos y
los inteligentes en aquélla. los hombres vean el fútbol.
vJ Mientras mi p a p á hace la comida, mi Todas las personas adultas, mayores
m a m á lava los trastes. de 18 años, pueden votar,
. (4 puntos)
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^ V I D A EN F A M I L I A 8
^ PARA D I S F R U T A R LA V I D A 18
^ M á S ALLÁ DE LA F A M I L I A 30
^ TÚ, YO, NOSOTROS 46
^ CRECER ES J U G A R , G O Z A R , D E S C U B R I R 60
^ UN C A M I N O POR R E C O R R E R 74
JttbtJtn nuestras vidas enfrentamos y
resolvemos problemas, hacemos planes, tomamos decisiones y em-
p r e n d e m o s proyectos; al hacerlo, algunas veces nos divertimos y
otras nos preocupamos. Los éxitos y fracasos que tenemos d e p e n d e n
en parte de la seguridad y de la confianza en nosotros mismos; de lo
que sabemos; del afecto que recibimos y de los valores y capacida-
des que aprendemos por medio de las experiencias que vivimos des-
de nuestra niñez.
Todo esto forma parte del equipaje que llevamos en el camino de
la vida. Lo empezamos a formar en nuestra infancia principalmente
con el apoyo de nuestra madre y de nuestro padre, o de las personas
que en sustitución de éstos se ocuparon de nosotros, y siempre segui-
mos enriqueciéndolo.
Mamá y papá: ahora sus hijas y sus hijos ya están en la escuela.
Han pasado pocos años desde que llegaron a la familia. Durante ese
tiempo ustedes los han ayudado a desarrollar sus propias capacida-
des. No olviden que esto se logra poco a poco y conforme a las carac-
terísticas de cada quien. Por ello cada u n o de sus hijos necesita su
ayuda y atención de diferente manera. Es importante que ellos desa-
rrollen sentimientos de confianza y seguridad, para que se consideren
personas valiosas y contribuyan activamente en los asuntos de su co-
munidad.
.4.
Aún parecen cercanos los días en que eran bebés, cuando inten-
taron sus primeros pasos, palabras y juegos. ¿Recuerdan el primer día
en que los llevaron a clases? A partir de su entrada a la escuela el
mundo se volvió más grande para ellos, y cada día se enriquece con
nuevos descubrimientos y experiencias. Ocupan su tiempo en enten-
der el m u n d o y en prepararse para vivirlo. Una de las formas en que
lo hacen es mediante el juego. Por eso es importante que le dediquen
parte del día y que estén en contacto con otras personas, con la natu-
raleza y con diversos objetos: libros, juguetes, papeles y colores; con
ello, además de jugar, desarrollan habilidades.
Para los niños y las niñas, jugar es una oportunidad para fortalecer
su personalidad y aprender a vivir. Necesitan observar, conocer, com-
prender, repetir, ensayar y aprender formas de convivencia con ancia-
nos y adultos, así como con jóvenes, niños y niñas de su misma edad.
Poco a poco se reconocen en sus cuerpos que crecen, y gradualmente
adoptan comportamientos de hombres o de mujeres.
Como padres y madres ríuestra tarea es precisamente ayudarlos a
entender que hay reglas, normas y valores para convivir, como el res-
peto por u n o mismo y por ios demás, ía sinceridad y la honestidad, ía
amistad y el amor, la solidaridad y el compromiso, la libertad y la
igualdad entre todas las personas. En la preparación de nuestros niños
y niñas tenemos la responsabilidad de ayudarlos a descubrir los lími-
tes entre ellos y los demás, y a disfrutar sus vidas.
Mamá y papá: este libro es una invitación a observar a sus hijas e
hijos. Si ustedes saben lo que pasa con sus emociones y con sus pen-
samientos, podrán acompañarlos y motivarlos para que recorran satis-
factoriamente su camino. También es una oportunidad para que us-
tedes recuerden las anécdotas de su infancia, y revisen sus errores y
aciertos como padres de familia.
•6-
Nuestra propia vida, el cariño y el compromiso que asu-
mimos con las niñas y con los niños son los principales
e insustituibles recursos que tenemos para enfrentar nues-
tra tarea. Ojalá ustedes disfruten de este libro y encuentren
en él ideas útiles para educar mejor a sus hijos pequeños y
en edad de asistir al jardín de niños y a la primaria.
Las familias |
son diferentes
L o s seres humanos nos relacionamos unos con otros. Tenemos nece-
sidades de alimentación y de cuidados que en nuestros primeros años
son atendidas por los adultos con quienes vivimos. También nos es in-
dispensable comunicarnos con otras personas, ser aceptados y ama-
dos y saber que pertenecemos a u n o o varios grupos. Esto es impor-
tante para dar un significado y un valor a nuestra vida, así como para
saber que tenemos un lugar en el mundo. Todo ello se obtiene inicial-
mente en la familia.
Una familia es un grupo de personas que tienen lazos de paren-
tesco, costumbres y hábitos comunes. Cuando viven bajo un mismo
techo, comparten formas de entender el mundo, afectos, alegrías, tris-
tezas, logros, fracasos, preocupaciones y recursos económicos, a la
vez que tareas y responsabilidades tales como:
• dar alimento, vestido y cuidados a las personas, particularmente a
los menores, a los adultos mayores y a los miembros de la familia
con alguna discapacidad,
• educar a los niños y a las niñas,
• ayudar a que sus integrantes sientan seguridad, confianza, tranqui-
lidad y valor como seres humanos,
• enseñar conceptos y prácticas que los ayudarán a ser hombre o ser
mujer, así como a relacionarse respetuosamente con todas las per-
sonas, y
• transformar o mantener las costumbres y los hábitos de la cultura y
de la sociedad a la que pertenece.
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No todas las familias son iguales. Por ejem-
plo, en algunas hay papá, mamá e hijos, en
Entender otras sólo mamá e hijos o papá e hijos;
y respetar también las hay con abuelos o tíos que vi-
a los otros ven en la misma casa. En algunas hay hijos
adoptados y en otras, hijos de alguno de los
miembros de la pareja, o parejas sin hijos. Las
familias son diferentes por las personas que las forman y
por las circunstancias propias de cada una. Así, al tiempo en que en
unas nacen los hijos, en otras se van o llegan parientes, yernos o nue-
ras. Las familias con hijas o hijos p e q u e ñ o s se organizan de distinta
manera que aquellas en las que también hay adolescentes, jóvenes,
abuelos y abuelas o personas con alguna discapacidad. Cualquier fa-
milia p u e d e pasar por situaciones penosas o difíciles que alteran su
vida: un divorcio, una enfermedad o una muerte.
Las circunstancias en que se desenvuelve una familia influyen de
manera muy importante en la formación de sus integrantes. Pero lo
más decisivo son las conductas y pautas que ustedes se marquen para
cumplir con las responsabilidades que tienen con sus hijos.
La educación ayuda a sobreponerse a las condiciones materiales del
medio. Prepararse como padres y asegurar la educación de sus hijos
impulsará el desarrollo de su familia.
•10-
Todas las familias requieren en algún momento hacer ajustes y adap-
tarse a las nuevas demandas, cambiar sus formas de relación, o bien or-
ganizar la participación de las generaciones que conviven en ellas.
En familia
aprend emos
a vivir
Para algunas familias la vida p u e d e ser más complicada que para
otras. Mientras que en unas los problemas se resuelven con facilidad,
y por lo general las relaciones son más tranquilas, respetuosas y ar-
moniosas, en otras hay mayor dificultad para resolver sus necesidades
o comunicar sus ideas y deseos. En estas familias no se sabe o no se
puede expresar el afecto y el apoyo hacia los otros; con frecuencia las
personas se enojan, se pelean y se alejan; les cuesta trabajo aceptar
sus diferencias y adaptarse a sus cambios, y la convivencia se hace
más difícil.
Las familias
no están solas
V i v e n en rancherías, barrios, comunidades o colonias donde se rela-
cionan entre sí. Se apoyan, aprenden unas de otras e intercambian
valores, ideas, experiencias y creencias que influyen en la educación
de los niños y de las niñas.
En esa convivencia, los hijos y las hijas aprenden que el mundo no
sólo es como en su casa. Se dan cuenta de que existen personas cari-
ñosas, exitosas, violentas, flojas o trabajadoras. De muchas de ellas
escuchan ideas o refranes que reflejan actitudes, creencias y maneras
de relacionarse que se dan en su comunidad. Por ejemplo, es fre-
cuente escuchar:
^ 0 COMP^
Estar
dispuestos
a dar lo mismo que
pedimos de otras
personas
16
¿Acompañan a sus hijos a ver programas en la
televisión y a escuchar la radio? ¿Platican con ellos
sobre los mensajes que reciben o acerca de las
historietas y revistas que leen?
¿Hablan con ellos sobre los rasgos positivos
y agradables o negativos y desagradables
de su personaje preferido?
¿Comentan las ventajas, desventajas y posibles
consecuencias de querer parecerse a ellos ?
Orienten a sus hijos acerca de los mensajes negativos
que reciben a través de la radio, la televisión, periódi-
cos y revistas, para que ellos sean capaces de formarse
un juicio objetivo que les permita valorarlos.
Hacerlo puede ayudar a que aprendan a distinguir lo
real de lo ficticio, lo importante de lo superficial y, en
su caso, a identificarse con personajes positivos.
No sólo en la familia educamos a nuestras hijas y a
nuestros hijos. Aprenden de todo lo que les rodea. Por
ello, debemos tomar esto en cuenta para poder condu-
cirlos mejor. Para hacerlo es necesario:
acompañarlos, cuidarlos y, sobre todo,
darles amor y confianza
para que tengan seguridad en sí mismos y en nosotros.
Esto es lo primero, lo más necesario e importante que
nuestros hijos han de guardar en el equipaje que lleva-
rán por siempre en el camino de sus vidas.
2 PARA D I S F R U T A R LA V I D A
¿Qué llevo?
La familia es un grupo donde los mayores tienen funciones impor-
tantes que cumplir para ayudar a que los menores se hagan de cono-
cimientos y cualidades que los fortalezcan en el camino por la vida.
Éstos se empiezan a cultivar en los primeros años de vida, y para
que florezcan es indispensable que los pequeños tengan, además de
confianza y seguridad en ellos mismos, la certeza de que pertenecen a
un grupo.
•26-
Algunas personas se dejan llevar por lo que sienten y desean, otras
piensan detenidamente antes de actuar. En este sentido, los niños em-
piezan un aprendizaje que nunca acaba, y necesitan tener presente que:
• no siempre se puede hacer todo lo que se quiere,
• no todo lo que se desea se puede obtener,
• a veces hay que esperar para satisfacer nuestras necesidades y nues-
tros deseos,
H
• por lo general hay que trabajar y perseverar para conseguir lo que
queremos,
• es conveniente pensar antes de actuar, y
• es importante ver y escuchar lo que sienten, piensan, desean y ha-
cen los demás.
Mientras mamá trabaja
Xóchitl, quien tiene cuatro años, siempre pasa la tarde en casa de su
abuela mientras Alicia, su mamá, se va a trabajar. A veces Alicia la
lleva con ella y aunque le da algunos juguetes para que se entretenga y
la deje hacer sus labores, Xóchitl canta, habla fuerte y le pide que
juegue con ella. Cuando una compañera de trabajo se acerca, Xóchitl
jalonea la blusa de su mamá y quiere que le platique un cuento y no la
deja trabajar. Todo esto ha provocado que en el trabajo le llamen la
atención a Alicia y que ya no pueda llevar a su hija.
• hacerles ver que si una persona actúa sólo para obtener lo que de-
sea, se vuelve egoísta y molesta a los demás.
Es importante que los niños aprendan a estar solos sin sentirse mal, a
estar fuera del foco de atención de los adultos, ocupándose de sus
propias cosas.
El niño puede estar solo por abandono, y entonces se trata de una
soledad indeseable; o estar solo en situaciones que no necesariamente
son inconvenientes, sino que deben formar parte de un aprendizaje
del ser humano que consiste en saber estar consigo mismo, y que será
importante a lo largo de toda su vida. Esto tendrá especial importancia
en la adolescencia, y se prepara desde los primeros años.
La
ala
entrada
escuela
l l e n e r a l m e n t e , las niñas y los niños viven con su mamá, su papá y
otros familiares que los cuidan. Junto a ellos se sienten protegidos. A
unos les resulta más difícil que a otros relacionarse con personas que
no conocen. Sin embargo, a todos les es necesario salir de casa y con-
vivir con gente de diferentes edades para desarrollarse mejor.
En los primeros tres años de vida, casi todos los p e q u e ñ o s han
aprendido a comer solos, a vestirse, bañarse, comunicarse, caminar y
moverse en su casa. Para lograrlo cada u n o necesitó que llegara el
momento en que su cuerpo estuviera listo. Empezó a caminar cuando
ya se sostenía. Al principio sus movimientos eran algo toscos o poco
ágiles, y para que alcanzara más precisión ustedes y otras personas le
ayudaron. Realizar sus actividades con cierta destreza, comunicar cada
vez mejor sus necesidades, sentimientos y pensamientos prepara a los
pequeños para tener seguridad y confianza en sí mismos. Al participar
y jugar con otros niños, niñas y adultos en situaciones diferentes y
fuera del hogar, y al relacionarse de acuerdo con las reglas que son
aceptadas en sus grupos, logran avanzar en su desarrollo.
•30-
Con su llegada a la escuela, su curiosidad y su asombro se dirigen a
nuevos objetos, por ejemplo, un salón de clases con juguetes, colores,
papel para dibujar, mesas y sillas de acuerdo con su estatura y un pa-
tio para jugar y brincar. También encuentran nuevas actividades como
el recreo, los homenajes y las fiestas que los conducen a relacionarse
con otras personas.
Para la niña o el niño, la separación de su casa para entrar a la es-
cuela no siempre es fácil. Tanto ellos como sus padres necesitan un
tiempo para empezar a gozar de esta nueva actividad, para adaptarse
al nuevo ambiente y para sentirse seguros y parte de esa comunidad.
Gritos y pataletas
Rosario no sabía qué hacer con su hijo Beto, de cuatro años. El primer
día de clases en el jardín de niños no quiso entrar y sólo daba gritos y
hacía pataletas. Ella miró sorprendida a otros niños y niñas que llega-
ban y se despedían muy contentos de sus padres. Apunto de cerrar la
puerta, la maestra fue por Beto y le dijo a Rosario que no se preocu-
para. Sin embargo, a Rosario le inquietó mucho ver a su hijo en los
brazos de la maestra, alejándose de ella y sin quitarle de encima los
ojos llorosos.
El segundo día pasó lo mismo, pero cuando dejó a Beto con la
maestra, Rosario se escondió para ver si su reacción era igual a la del
día anterior. Pudo ver que el niño lloró todavía más fuerte cuando ya
no pudo verla y entonces ella se sintió muy mal.
Al día siguiente decidió ya no llevarlo al jardín de niños y esperara
que creciera más.
«afir
0^
Por lo general, la entrada de los niños al preescolar es difícil, sobre to-
do cuando no han sido preparados por sus padres para empezar su vi-
da escolar, son hijos únicos, o son la hija o el hijo mayor o menor, han
estado enfermos, esperan la llegada de un nuevo hermano o han vivido
alguna dificultad familiar reciente como la muerte, un accidente, una
enfermedad o la separación de alguna persona.
me comunico
Las niñas y los niños de tres a siete años usan la imaginación, el jue-
go y el dibujo para entender, comunicar y resolver dificultades.
Imaginar es pensar o recordar lo que nos gusta y mentalmente
cambiar lo que nos disgusta. Es inventar y volar con el pensamiento
más allá de lo que vemos, tocamos y escuchamos. Es jugar a que el
mundo puede ser diferente.
El espejo
Jimena vive a la orilla de la laguna del Guaje. Los días que no va con
su papá o su mamá a la milpa pasa mucho tiempo sola. En las noches
de luna se sienta a la puerta de su casa frente al espejo de agua donde
se miran las estrellas. En la quietud, baila tomada de las manos de las
luciérnagas y sueña con subir al cielo para mirarse igual que las es-
trellas en el espejo de la laguna.
Imaginar no tiene límites, sobre todo en la niñez. Por eso en los cuen-
tos y canciones infantiles encontramos juegos de fantasía que hablan
de personajes y eventos de la vida. En ocasiones los chicos llegan a
pensar que esas personas son reales, que en cualquier momento
aparecerá un duende para hacer travesuras o que la bruja saldrá del
libro o de la televisión. Si esto llega a inquietar y atemorizar a sus hi-
jas o hijos, conviene ayudarles a distinguir lo que sí sucede en la rea-
lidad, de las fantasías de los libros o de la televisión .
Para las niñas y los niños jugar significa más que entretenerse o pasar
el rato. Por medio del juego descubren sus gustos y habilidades; en-
tienden sus actividades y emociones y las de los demás; empiezan a
cornnrender pile en la vida ha,v_r^ila^- ¿míre.ri.tat» Jxiis Jtfimnnff 7vxxirvp-
cen las ideas de otros niños; aprenden a compartir, a perder, a ganar y
a seguir reglas.
•36-
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"
nmKvm*x#>mmM¿
En sus juegos, los pequeños tocan objetos; con-
viven con otras personas; descubren usos de
Apreciar y los juguetes y los desarman; hablan y cantan
agradecer los
solos; inventan amigos o mascotas; se arras-
esfuerzos que
los demás tran, gatean, brincan y trepan; disfrutan sentir
hacen el agua, la tierra o la arena.
•38'
Entre los tres y seis años, los pequeños aún están aprendiendo a co-
municarse. Las palabras todavía necesitan apoyarse en movimientos y
gestos del cuerpo. A esta edad, el dibujo es un recurso que las niñas y
los niños usan para comunicar lo que ven, sienten y saben de su mun-
do; además, es el inicio del aprendizaje de la escritura y la lectura.
¿Y el cuerpo?
Las niñas y los niños en edad preescolar siguen preparando su equipa-
je para la vida. En éste no pueden faltar respuestas a su curiosidad, por
ejemplo: cómo es su cuerpo, cómo nacieron, qué hace diferentes a los
hombres de las mujeres. A esta edad preguntan:
¿Cómo nací? ¿Por qué los niños orinan parados y las niñas
sentadas? ¿Cómo entran los bebés a la panza de las mamas?
¿Cómo se hacen los bebés? ¿Por qué las mamas tienen senos?
¿For qué eí papá y ía mamá tienen veííos?
La cama de la abuela
"Recuerdo que entre risas y gritos los primos, las primas y a veces uno
que otro invitado brincábamos en la cama de la abuela. Disfrutá-
bamos de la sensación del aire en nuestros cabellos y luego la caída
•42-
en el colchón con otros. De tanto brinco nos acalorábamos y no falta-
ba quien se quitara el vestido o la camisa para quedar sólo en calzo-
nes y camiseta.
También recuerdo aquella tarde en que después de un rato de brin-
cos apareció la tía Elsa. Al vernos se le puso la cara como un jitomate y
salió a cuchichear con la abuela. Desde entonces, se nos prohibió
volver a la cama de la abuela ".
C 0 M
C»0 ^
Aceptarnos
como somos y
respetar a los
demás en sus
-diferancias
.44.
El cuerpo nos muestra que:
existimos,
somos ú n i c o s ,
somos h o m b r e s o m u j e r e s ,
Una desilusión
Llegó el día del paseo tan esperado por el grupo de 4ogrado. Pasarían el
día en la laguna. Gabi se levantó más temprano que de costumbre con
la emoción de visitar ese lugar con sus amigos de la escuela. En ese mo-
mento recordó que la maestra les pidió que llevaran una pequeña
mochila con una muda de ropa para cambiarse después de nadar.
48<
Buscó su ropa, pero era tal el desorden que no encontró lo que
quería. Un poco molesta empezó a sacar todo lo que había hasta que
halló unos calzones y una camiseta. Cuando vio el reloj, sólo quedaban
unos minutos para la hora de la salida del camión y pensó que tendría
que caminar rapidísimo. Sin desayunar, se despidió y salió a gran ve-
locidad. Al llegar a la escuela, el grupo ya había partido.
^ La disciplina ayuda a:
• establecer las obligaciones de cada quien,
Es importante evitar:
• aplicar las reglas con excesiva rigidez, o según el humor o la
conveniencia de quien las aplica,
•53*
Conforme las niñas y los niños crecen, su manera de entender las re-
glas cambia. Hasta los seis o siete años la mayoría acepta las normas
solamente porque los adultos lo dicen, y supone que si alguien no las
cumple, merece un castigo. A los nueve o diez años aceptan las reglas
porque empiezan a convencerse de que son necesarias para el res-
peto, la convivencia y la organización-, comprenden que si alguien no
las cumple, más que un castigo, debe enfrentar las consecuencias de
la falta. A los once o doce años ya comprenden el sentido de las re-
glas, y las circunstancias en que las excepciones son justificadas, así
como la conveniencia de apegarse, en general, a las convenidas.
¿Y las tortillas?
Leticia pidió a su hijo Pedro, de nueve años, que fuera por las tortillas
para la hora de la comida. En el camino, el niño se puso a jugar con
sus amigos. Cuando llegó a la tortillería ya hahían cerrado. Al regre-
sar a casa sin el encargo, Leticia se enojó.
-54-
Es común que los padres castiguen a sus hijas e
hijos por haber cometido faltas, sin conseguir
con esto mejores resultados. Por ello, ante lo que
los adultos consideramos una falta es preferible
platicar con ellos acerca de las causas de que ac-
tuaran así, de las consecuencias que tiene la
falta para ellos y para los demás, de cómo
se sienten al haber afectado a los otros,
de la necesidad de remediar el daño y
de las opciones que los hijos propo-
nen para solucionar el problema.
Platicar con los adultos después de haber cometido una falta ayuda
a las niñas y a los niños a entender el alcance y el significado de sus
actos. Reconocer sus errores y aciertos junto con ellos es de gran ayuda
para su formación y para su aprendizaje.
56'
de ahí que en ocasiones olviden o descuiden nuestras peticiones,
sobre todo si los adultos no sabemos elegir el momento o el mo-
do para solicitarles algé>.
• Los adultos no s o m o s claros en lo que les pedimos, les de-
mandamos varias actividades al mismo tiempo o exigimos más de
lo que ellos pueden hacer.
• Hemos h e c h o e x c e p c i o n e s en la aplicación de las reglas
cuando han estado enfermos, por lo que éstas han pasado a un
segundo plano, y a veces es difícil que las retomen cuando ya es-
tán sanos.
m Si tienen un carácter firme alegan por todo y antes de colabo-
rar reclaman y defienden sus intereses. Sin embargo, esto no
debe exasperarnos ni debemos considerarlo algo negativo.
I Unas v e c e s respetamos las normas, y otras no. Esto des-
controla a los niños.
Cada uno de nuestros hijos es único, sin embargo, po-
demos considerar las siguientes recomendaciones ge-
nerales:
• respetar su tiempo de juego,
• explicarles la conveniencia de cumplir con sus res-
ponsabilidades oportunamente,
• asignarles tareas domésticas que puedan realizar en
•58-
Las
reglas
del
juego
II los seis años, después del jardín de niños, entran a la primaria. El
trabajo en grupo aumenta y participan en más actividades sociales y
deportivas. Que compartan esas actividades con niñas y niños de su
misma edad es importante en la formación de su personalidad.
Si se les orienta bien, al jugar o trabajar en grupo durante sus años
de primaria pueden aprender a:
• escuchar otros puntos de vista,
• plantear, definir y defender sus ideas,
• conocer diferentes maneras de resolver problemas,
• distribuir el trabajo, colaborar en tareas y juegos del hogar y de la
escuela, así como
• descubrir sus habilidades y gustos.
En la convivencia comprenderán y aceptarán cada
^^^m_ vez más que los otros también cuentan, y que
jfi C0Mp% para alcanzar una meta puede ser mejor tra-
bajar en grupo. Pueden aprender a ser lea-
Reconocer les, respetuosos, colaboradores y amisto-
nuestros defectos
y aciuar para sos. Este aprendizaje se facilita cuando
corregirlos desde chicos las niñas y los niños reciben
de sus padres y maestros estos valores y
formas de relacionarse.
•60-
El número uno
Julia, mamá de Silvano, quien tiene diez años, comenta orgullosa
que su hijo tiene el primer lugar en su salón, que cumple con todas sus
tareas, que su arreglo personal y el de sus cuadernos es impecable, y
que es un niño ejemplar. También platica que se pasa las tardes re-
visando las tareas de su hijo para que no cometa errores y para que
su maestra lo ponga de ejemplo frente a los demás. Mario, su papá,
siempre le insiste a Silvano en que debe ser el mejor, el "número uno "
y en eso Julia está de acuerdo.
Al escucharla, Ana recordó el día en que su hija Paloma regresó llo-
rando de la escuela porque la maestra la sacó del salón de clases. Ese
día, Silvano le arrebató la tarea, pues había olvidado la suya. Paloma
trató de defenderse y los dos niños acabaron jalándose el pelo. La
maestra castigó a la hija de Ana porque no creyó que Silvano, su mejor
alumno, le hubiera quitado el trabajo a Paloma.
Ana también recordó una fiesta en la escuela en la que Silvano esta-
ba solo y nadie quería jugar con él. Pensó que era muy triste que Silvano
creyera que, para tener el primer lugar, en ocasiones tuviera que mentir,
y que no se diera cuenta de lo que sienten o necesitan los demás.
•63-
Entendemos por competencia sana y conveniente la lucha
con uno mismo en la búsqueda de algo deseado, la su-
peración personal, estimulada por la comparación con
otros, pero sin el propósito de perjudicarlos.
Es durante la infancia cuando el padre, la madre y los
maestros podemos formar en los niños y en las niñas la
idea de competir con ellos mismos,- y de conocer, aceptar
y valorar lo mejor de los demás.
Ganar nos da satisfacción, y perder nos ayuda a des-
cubrir lo que debemos mejorar para seguir adelante.
El sentido sano de la competencia no se opone al es-
píritu comunitario. Al contrario: ganar es resultado de un
esfuerzo propio al que contribuyen todos aquellos que
nos han apoyado.
Inculcar este sentido positivo de la competencia es po-
sible si impulsamos a nuestros hijos e hijas a:
• saber que la competencia debe ser, sobre todo, con ellos
mismos por mejorar su quehacer y ser mejores personas,
• reconocer que los demás pueden sentir y pensar igual o
diferente que ellos,
• platicar con sus amigos acerca de lo que sienten y pien-
san sobre los juegos,
• establecer las reglas del juego de común acuerdo,
• encontrar formas para disfrutar de la compañía y del
juego con otros,
• probar su propia capacidad para luchar por sus ideas y
escuchar otros puntos de vista, y
• ayudar a las personas que lo necesitan y cooperar con
los demás.
•64-
Los demás
son mi espejo
tn la etapa de la primaria se fortalece de manera importante la idea
[ue las niñas y los niños tienen de sí mismos. Esto lo logran a partir
le la relación con los demás. Es como si las personas con las que vi-
en fueran espejos en los que se miran.
•66-
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•69-
Entre los seis y doce años, las niñas y los niños son especialmente
exigentes. Observan que los límites, las indicaciones y las reglas sean
igualmente respetadas tanto por los mayores y la autoridad como por
ellos mismos. De igual modo, en su grupo de compañeros prueban su
propia capacidad para desempeñarse como autoridad y en ocasiones
aceptan que otro integrante lo haga. Los juegos y los deportes son ac-
tividades en las que practican ser líderes o autoridades.
Dearande
O quiero ser
Las niñas y los niños aprenden reglas sociales, buscan héroes a quie-
nes imitar, prueban sus propias leyes, aprenden a convivir y a com-
partir. Para ellos, crecer es jugar, gozar, descubrir.
Incluso en situaciones difíciles, el juego, la imaginación, la capaci-
dad de crear y de soñar en el futuro son espontáneos y les sirven para
descubrir sus habilidades y su talento al realizar ciertas actividades.
Este descubrimiento es la base que estará presente cuando sean ma-
yores y elijan su trabajo o profesión.
•70-
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A los niños de primaria los escuchamos decir:
66
De grande quiero sen bombero " " Yo voy a ser pastor de 1000
borregos " " Y yo, doctora " " Yo, campeón de f ú t b o l "
cooperación, Acompañar
• trabajar en equipo, y ayudar a los
demás en las
• asumir responsabilidades,
buenas y en
• descubrir el amor por aprender a jugar las malas
y a trabajar.
•72-
La experiencia que las niñas y los niños tienen en estos años y el des-
cubrimiento de lo que más les gusta hacer y lo que se les facilita les
muestran su capacidad inicial para bastarse a sí mismos, alcanzar lo que
se proponen, resolver necesidades y lograr objetivos que les ayuden a
caminar hacia su independencia. En la medida en que crecen, tienen
una idea más clara de quiénes son y de qué son capaces de hacer.
•73-
6 UN C A M I N O POR RECORRER
Iguales
oportunidades para t /-V/
t /-v
niños y ninas
La sociedad tradicionalmente ha establecido que mujeres y hombres
tengan diferentes funciones, tareas, responsabilidades, gustos e inte-
reses. A las mujeres se ha asignado estar en casa al cuidado de la fami-
lia, hacer las labores domésticas, ser tiernas, dependientes, quietas y
afectuosas. A los hombres ha correspondido trabajar fuera del hogar,
aportar el dinero para las necesidades materiales de la familia, ser in-
teligentes, agresivos, conquistadores e independientes.
Estos comportamientos han sido transmitidos de las abuelas y abue-
los a sus hijas e hijos y de éstos a las nietas y nietos. Se aprenden imi-
tando actitudes, formas de vestir, el trato diferenciado a las niñas y a
los niños, actividades que unas y otros realizan en la casa, en la es-
cuela y en la comunidad.
Aunque hay diferencias biológicas, hoy sabemos que la mayoría de
las formas de actuar de hombres y mujeres son aprendidas y % por lo
tanto p u e d e n cambiar. Esto ha llevado a pensar que la desigualdad en
las posibilidades que tienen las mujeres y los hombres para desarro-
llar capacidades, destrezas y habilidades p u e d e ser superada. Tener
trabajo, educación, y salud por lo general se ha dificultado más para
las mujeres que para los hombres, pero la sociedad y cada persona,
en particular los padres y las madres de las nuevas generaciones,
pueden hacer mucho para que esto siga cambiando.
.74.
"•'•-•. - : ••-GÍ;
Afortunadamente, las sociedades avanzan y cada vez es más claro
que los comportamientos pueden no ser exclusivos de un género o de
otro. Hay hombres que participan en actividades del hogar y en el cui-
dado de los niños; hay mujeres que trabajan en oficios y profesiones
que por muchos años sólo realizaban los hombres, aportan dinero para
cubrir las necesidades familiares y, en muchos casos, son el único
sostén del hogar.
Sin embargo, a muchas personas todavía les cuesta trabajo enten-
der, aceptar y cambiar los modelos tradicionales y, por lo tanto, edu-
car a mujeres y hombres para que expresen por igual su ternura, lo-
gren su autonomía, acepten y confirmen la necesaria participación de
hombres y mujeres en actividades laborales remuneradas, al igual que
colaborar en la crianza de los hijos.
Seremos más equitativos si en la vida diaria de la familia y de la co-
munidad podemos brindar oportunidades equivalentes de desarrollo a
niñas y niños, y si logramos que el trato que reciben en su educación
y en su participación en actividades hogareñas de limpieza o manteni-
miento sea similar.
•77-
Ser hombre
y ser mujer
M lo largo de la primaria, las niñas y los niños continúan con la ob-
servación y el conocimiento de su cuerpo, así como con el descubri-
miento de lo que son capaces de hacer y sentir con él. Comparan su
tamaño, su fuerza y sus habilidades con los de sus hermanos, her-
manas, amigos, amigas, mujeres y hombres adultos.
Su interés en el cuerpo se dirige a su crecimiento, les gusta saber la
diferencia que logran de un mes a otro. Relacionan su altura y su peso
con la posibilidad de ser más fuertes, por eso se comparan con otras
niñas u otros niños. Se fijan en cualidades y limitaciones como su agi-
lidad o su torpeza, su velocidad o su lentitud, su fuerza o su debilidad.
Niñas y niños son prácticamente iguales en su inquietud, su capaci-
dad física, su fuerza, su voz, los rasgos de la cara. La diferencia corpo-
ral es más visible en sus órganos sexuales, los cuales a esta edad no
están muy desarrollados.
Si bien el cuerpo es la base, ser mujer u hombre se determina por
el comportamiento de una y de otro. La comunidad y la familia espe-
ran ciertas actividades y actitudes de las niñas y otras de los niños.
•78-
Cuando José y Pablo llegaron, todos se sentaron a desayunar y
mientras Noemíy Lupe les servían, ellos platicaban de los equipos, del
siguiente partido y de la carrera que el papá anotó.
Noemí comenzó a llorar de nuevo.
—¿Qué le pasa a esta niña?—preguntó José.
—Ella quería ir a jugar contigo —le respondió Lupe en voz baja.
—Pero mi bijita, el béisbol es para hombres—le dijo José a Noemí
tratando de calmarla.
—El otro día vi en la tele un partido en el que jugaban mujeres
—exclamó Chucho.
—Sí, p2r?z> hvfft ú% 3"&T "Pfftfyfá&s —í£vyc P-afefo.
—¡Eso no es cierto! —gritó enojada Noemí.
Ella se levantó de su silla y le dio un empujón a su hermano. Ambos
empezaron a pelear. José los regañó, y pidió a los niños que se fueran
a jugar.
Cuando se quedaron solos, Lupe y José platicaron preocupados so-
bre los deseos de Noemí. Lupe propuso buscar un lugar para que la
niña jugara béisbol y José se quedó pensativo.
•80-
Los niños dicen de ellas: * Las niñas dicen de ellos:
«son lloronas" «son bruscos"
«SUS mochilas están ordenadas" «siempre andan sudados"
«platican del amor" u sólo platican de d e p o r t e s "
•81-
Los noviazgos entre niñas y niños p u e d e n ser una oportunidad
para que ustedes platiquen con ellos sobre sus propias experiencias
cuando fueron menores. Otras formas de ayudarlos son:
• platicar sobre lo que sienten sus hijos e hijas,
• evitar las críticas hacia sus amigos o amigas,
• comentar con ellos y ellas las formas de relación que ven en pare-
jas cercanas a la familia,
• sugerir atenciones y detalles que p u e d e n tener hacia sus amigos y
amigas, y
• platicar acerca de la amistad.
Pregunten a sus hijas o hijos qué piensan de sus compañeros y com-
pañeras. Platiquen sobre lo que más les gusta y les disgusta de ser
niña o niño y ayúdenlos a aceptarse y a transformar las condiciones
que quizá no los benefician.
•82-
Un compromiso
con nosotros mismos
Uonstruir en la vida diaria de la familia valores como la responsa-
bilidad, el respeto y la colaboración, con base en la equidad, la igual-
dad y la justicia entre las personas, favorece que niñas y niños los ha-
gan suyos, hoy en sus juegos y mañana en sus relaciones.'
Podemos ayudar a nuestros hijos a convivir en armonía si les ense-
ñamos que esto requiere que nos comprometamos a:
•84-
Los libros de Mamá y Papá es una colección que invita
a las madres y a los padres a reflexionar respecto de las relaciones
en las parejas y en las familias actuales, haciendo hincapié en el cuidado,
la educación y el amor que los hijos y las hijas necesitan para tener un
buen crecimiento y desarrollo afectivo, físico e intelectual. Sugiere medidas
preventivas y alternativas de solución a diferentes problemas que se pueden
presentar en la vida cotidiana. La colección está integrada por siete libros
que se complementan entre sí y cuyos títulos son los siguientes:
Amor en la familia
Brinda información para apoyar la formación de niños y niñas durante las
principales etapas de su crecimiento y desarrollo físico, emocional y afectivo.
Violencia en la familia
Rechaza la violencia como forma de vida y promueve un proceso de
búsqueda de relaciones armónicas en la familia, en las que prevalezcan
la confianza, la comunicación, el afecto y la seguridad. Propone la cultura
del respeto y el rechazo de la violencia.