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Sobre el impacto ambiental de las fiestas y nuestra responsabilidad

como ciudadanos del planeta.

¡VERDE NAVIDAD y 2012 FELIZ!

En las fiestas y la vida cotidiana la diferencia está en el consumo


sostenible, la responsabilidad ambiental y la ecoeficiencia.

Los valores del producir más, tener más y


consumir más ciertamente ha generado un
avance en el nivel de vida humano, pero
también ha producido degradación ambiental y
no han resuelto la pobreza en que vive la
tercera parte de la humanidad.

La calidad del aire urbano, los ríos y lagos, los suelos agrícolas, los
bosques, la biomasa marina y los ecosistemas se ven amenazados bajo
las cargas de residuos y la sobreexplotación de recursos.

Toda una era de modernización hoy nos pasa la factura con el cambio
climático, la pérdida de biodiversidad y la desertificación, como
amenazas globales que todos tenemos que afrontar.

Un gran número de personas utilizan los recursos de la Tierra sin


control. Nos hemos convertido en la generación del descarte y los
residuos. La publicidad nos bombardea con la ilusión de la satisfacción
y el bienestar; día a día nos generan nuevas necesidades, muchas
realmente innecesarias.

Frente a esta cultura del derroche y la irresponsabilidad ambiental,


todos podemos hacer algo para que la situación cambie. Como
consumidores, ejerciendo nuestra libertad de elegir, podemos usar
nuestro dinero como instrumento de incidencia frente al mercado.
Como ciudadanos, podemos cambiar algunas costumbres por otras que
no dañen la salud y el ambiente.
Sí, es posible, tú puedes ser… CONSUMIDOR:

ÉTICO, si pones en práctica valores como la solidaridad, la inclusión, la


tolerancia, el respeto por el ambiente, entre otros, como una variante
importante a la hora de comprar un producto.

RESPONSABLE, si evitas o reduces la generación de residuos, eligiendo


productos orgánicos y artesanales o promoviendo el arte y la
creatividad frente a los productos estandarizados, etc.

SOLIDARIO, si descartas productos o servicios generados por empresas


que no evidencian responsabilidad social y laboral.

Para ello puedes:

Regalar cosas que sean de utilidad y que no terminen en el tacho


en poco tiempo.
Evitar los sobre empaques, pues lo importante está en el
contenido no en la envoltura.
Rechazar las bolsas de plástico y reutilizar las que puedas.
Reducir al mínimo el uso de productos descartables. Si tienes
opción, puedes elegir los reusables.
Utilizar pilas recargables, que son menos contaminantes que las
convencionales y, a la larga, resultan más económicas.
Reducir tu consumo de energía eléctrica, si desconectas los
enchufes cuando los aparatos eléctricos no estén en uso.
Poner luces suficientes y desenchufar todo antes de dormir. Así
evitas riesgos de cortocircuito.
Reducir la compra de tarjetas telefónicas, cargando el celular vía
el sistema electrónico.
Solicitar recibos electrónicos en lugar de los impresos.
Visitar las bioferias y consumir productos alimenticios orgánicos
que son mucho más saludables y benefician directamente al
campesino.

En esta Navidad y Año Nuevo, démosle a nuestro planeta un


buen respiro.
AÑO NUEVO con alegría y sin daño
En las fiestas de año nuevo:

Evita quemar llantas o plásticos, pues las partículas, gases y


residuos que se generan son tóxicos y afectan la salud.
Evita quemas de cualquier tipo porque contribuyen el
calentamiento global.
Reduce el uso de pirotécnicos y no los pongas al alcance de los
niños.

¿Sabías qué?

Cuando quemamos “cosas en desuso”, durante año nuevo, se incrementa


hasta siete veces la contaminación del aire, lo cual constituye una
amenaza para la salud pública. Según mediciones realizadas el año
pasado, el promedio de partículas contaminantes es de 100 microgramos
por metro cúbico de aire, pero cuando se queman muñecos la
concentración de emisiones aumenta hasta 700 microgramos por metro
cúbico.

Invitamos a no quemar cosas. Mejor ser creativo y realizar con la familia o


amigos otro tipo de actividades de diversión, como: correr con maletas
para poder viajar, vestirse de amarillo para tener suerte, abrazar y besar a
la pareja para asegurar un año lleno de romance, etc. Está bien todo lo
que la imaginación y el instinto nos mande, pero sin dañar el ambiente ni
la salud.

¡Este 2012 respiremos un nuevo aire, pero que sea limpio!

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