Se trata de un fenómeno al que se le ha dado una importancia desmesurada por falta
de comprensión, unida a ciertos intereses políticos y económicos.
El ozono es un gas que se forma en la estratosfera cuando los rayos
ultravioleta del Sol alcanzan las zonas que tienen una densidad de oxígeno suficiente. Las moléculas de oxígeno (O2) se rompen por el impacto de la radiación ultravioleta más energética (UVA) y como consecuencia se forman moléculas de ozono (O3). Las moléculas de ozono, a su vez, se rompen cuando son alcanzadas por radiaciones ultravioleta menos energéticas (UVB), y vuelven a convertirse en oxígeno. En conjunto, ambas reacciones forman un ciclo que absorbe la casi totalidad de la radiación UV que nos llega del Sol y la transforma en calor, en radiación infrarroja (IR). El ciclo O3↔O2 se comporta como una máquina que se alimenta de radiación UV y expulsa radiación IR. Mientras haya oxígeno y radiaciones solares no puede faltar el ozono porque se forma cada mañana cuando sale el Sol. El ozono es un gas sintetizado y destruido cada día por el Sol y el oxígeno, de modo que su concentración media en la atmósfera viene a ser constante. Naturalmente que donde no haya radiación solar, como ocurre en los polos, tampoco debería haber ozono.
La sorpresa del siglo
Cuando las expediciones científicas llegaron a los polos y estudiaron su atmósfera surgió la gran sorpresa : ¡no sólo había ozono en los polos, sino que en algunas estaciones había más que en el ecuador! Esto sólo podía tener una Fotos del satélite NIMBUS explicación: El ozono que se forma en las zonas templadas es transportado por corrientes estratosféricas hasta las regiones polares, y como allí no hay radiación solar para destruirlo, se conserva mucho tiempo.
Otra sorpresa. En la primavera del año 1982 (mes de Octubre
en el hemisferio sur) el joven científico japonés Shigeru Chubachi midió la cantidad de ozono de la atmósfera antártica y encontró unos valores anormalmente bajos. Estudios posteriores confirmaron que se producía una disminución notable de ozono en una región casi circular sobre el continente antártico durante el otoño - invierno. Algún periodista imaginativo bautizó al fenómeno con el sonoro y apocalíptico nombre de agujero de ozono... y así se quedó. A partir de 1986 el famoso “agujero de ozono” pudo ser “fotografiado” por el satélite Nimbus 7. Con la investigación y el tiempo las cosas se van aclarando. En las imágenes pueden apreciarse varios aspectos importantes: Durante el invierno polar antártico se forma un gran a) Que el fenómeno está localizado en el Polo Sur anillo de fuertes vientos (de hasta 400 km/h) rodeando al b) Que durante el invierno, el ozono procedente continente, que es de forma casi circular. Este inmenso vórtice de las zonas soleadas, se acumula en grandes mantiene a la atmósfera polar aislada del resto del planeta e concentraciones rodeando la Antártida, sin poder penetrar en ella (zonas amarilla y roja) impide que los vientos cargados de ozono puedan entrar allí. c) Que "el agujero" (zona violeta) se forma al Durante esta estación, el cloro, liberado por los CFC y las llegar la primavera (Octubre en la Antártida) nubes nacaradas, unas bellas nubes típicas de la región, eliminan grandes cantidades de ozono y se produce "el agujero". Cuando llega la primavera polar el viento cesa y el ozono que se había acumulado en las zonas circundantes vuelve a penetrar.