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DEL CUENTISTA
Cuento by
Ismael Berroeta
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- ABRIL 2001 -
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Ismael Berroeta
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Eran cerca de las once de la noche cuando Ismael se acomodó junto a una de las mesas
de “Los Dados Cargados”. Lanzó una mirada, que barrió cuidadosamente el salón
principal, en busca de algún amigo. Siendo parroquiano de tantos años, no fue por
casualidad que Gonzalito, uno de los meseros, lo atendiera con prontitud, poniendo
cigarrillo, visualizó una figura conocida y destacada del mundillo intelectual. El hombre
vestía pantalones de pana algo arrugados, chaquetón oscuro con botones dorados y gorra
azul, de marino. Ismael se dio cuenta fácilmente del disgusto del recién llegado al no
era cliente frecuente del lugar. Berroeta se levantó de su silla, se acercó a Cacho Marín
segundos, estaban compartiendo territorio. Era la primera vez que Ismael tenía la
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tenía un aspecto macizo, cabello encanecido, cejas espesas, cabeza grande soportada
humilde. Cacho Marín era profesor universitario y crítico literario de renombre. Las más
conocida de sus obras había sido “La Novela en El Enfoque de la Inteligencia Emocional”,
que había sentado escuela, así como creado una cáfila de seguidores y una nube
abigarrada de detractores, esto último para gozo del susodicho, puesto que el pleito, la
- Vino mucha gente esta noche -, murmuró Ismael, como disculpándose por haberse
- Me di cita con un amigo y constato que no ha llegado -, señaló Marín con tono
anfitrión.
- Sólo fumo “Kipling”, usted sabe, ingleses, fabricados con tabaco negro de la India
-, contestó Marín.
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auténtica.
Cacho extendió su mano, gruesa, pero de dedos cuidados y piel suave. Cogió un cigarrillo,
lo encendió con el fuego que le ofrecía su interlocutor, a quien miró por primera vez,
- A escribir.
- ¿Y quien no? Es muy grato tenerle aquí esta noche y a mucha honra disfrutar de
su compañía -, explicó Ismael, mientras una leve sonrisa en los labios de Marín
- Probemos. Parece que mi amigo me dejó plantado. Seguro que se ha ido detrás de
alguna falda. ¡ Qué estupidez !. Nos conocemos desde la infancia y es al único que
conversaciones que brotaban por aquí y por allá. Berroeta aprovechó de encargarle una
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botella de sirah y una tabla de queso. El flacuchento tomó el pedido y partió sorteando
- Cuentos …
- ¿ Un capricho reciente ?
sus títulos ?.
en la silla.
- Tampoco. Envío trabajos a los concursos con frecuencia, pero nunca he ganado
por cero.
- Nada de nada -, dijo la voz profunda del intelectual, como si quisiera señalar que
- O sea, cincuenta cuentos por año … durante veinte años … hace un total de mil …,
- Parece un número mágico … En ese vasto fárrago de historias tiene que haber
dijo, cuando vio que Ismael movía negativamente su cabeza ante la pregunta.
- ¡ El parecido se acentúa !.
- … sale del bar donde era parroquiano y, curiosamente, encuentra abierta una
peluquería. Sin darse cuenta si por embriaguez o por humorada, entra a darse
una afeitada. El barbero resulta ser un vejete conversador e irónico que, con su
- ¿ Señor Personaje ?.
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de vino - rememora sus errores, sus faltas, sus traiciones. Imagina que, a cada
visita a la peluquería, se aproxima más y más al instante en que deberá expiar sus
faltas bajo el filo de la navaja del barbero. A pesar del terror que comienza a
del barbero, ejercen sobre él una atracción hipnótica. Presiente que la próxima
vez será la visita fatal y decide solicitar ayuda al Maestro de su logia masónica.
Al día siguiente, en la mañana, van, ubican el local pero no pueden entrar debido a
abre desde hace años. Consiguen las llaves, entran, y no sólo descubren una vieja
retiran, con la convicción que más vale ser prudente con los fenómenos aún
- Parece ser un cuento corto, pero en ningún caso un microcuento -, murmuró Cacho
- Así es. Fue uno de mis primeros cuentos y por eso le tengo más cariño que a
otros.
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- No cabe duda. Se trata de una pieza para darse satisfacción a usted mismo y no
para darle el gusto a los lectores. Eso tiene su mérito. Bueno, no es gran cosa,
- ¿ Cree usted ?.
- Nunca hablo gratuitamente. Además, el relato, por muy apegado que sea a la
Ismael una mirada que a este último le pareció que lo traspasaba de lado a lado.
Berroeta estaba tan interesado en atender las palabras del crítico - como quien bebe
de pronto dónde se encontraban y, viendo la tabla y la botella casi vacías, ofreció algo
por la calle de Las Matadas, en la esquina que está como a dos cuadras de Avenida
mierda de perros. Sin embargo, había en su rostro, con los ojos abiertos, tal
inspiró para escribir otro relato breve que titulé “La Mirada hacia el Cielo”.
- Oigámoslo.
hay buenas relaciones con los países vecinos. Sin embargo, el Presidente está
inquieto, hay algo que no marcha como de costumbre. ¿ Algo no ha sido cumplido
relajado y feliz. Pasa un periodista - a todos los cuales Loco tiene por reverendos
decúbito dorsal. Y, de esta forma, por imitación, por debilidad o lo que fuere, se
multitud acostada tuvo la magia de invitar sin palabras a unirse al rebaño. Dejar
lo habitual y trocarlo por una buena mirada al cielo azul, al sol acogedor de
primavera, a las nubes que juguetean al viento. El Presidente sale del palacio y
descubre una ciudad paralizada. Identificó a Loco entre aquella multitud, pidió
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que le hiciera lugar y se agregó a la mayoría. De una u otra forma, valía la pena
- Ojalá su cuento, escrito, fuese tan breve como lo ha relatado -, expresó seca y
plagado de mitos, pero expresado en forma sencilla atraerá más la atención que
Cacho Marín apuró su taza de café y se puso de pie. Sabía que no había sido amable con
la vista por los cuadros que decoraban las paredes cercanas, le habló, como dirigiéndose
- La crítica literaria no puede ser más que una opinión referencial. Su misión es
desnudar el discurso escrito, cual un cristal que explora las entrañas del texto,
-o-
“La Vieja Guardia” era un café-bar instalado en una callejuela estrecha del casco más
habían venido a menos. Hace cincuenta años atrás todavía entraban aristócratas que lo
mantenían vigente, sin embargo, una parte de los intelectuales y artistas lo hicieron suyo
y los más provectos se negaban a cambiarlo por otros lugares de moda. En las noches, en
los travestíes. De vez en cuando, alguna de ellas junto a un cliente pasaban al bar a
elegido como paradero a “Los Dados Cargados”. Éste se encontraba más en boga, venían
“La Vieja Guardia”. Muy pronto, tuvo ocasión de ver y saludar a Cacho Marín, rodeado de
los contertulios. A pesar de ello, Ismael no se desanimó. Había comprobado que Cacho
Marín, sin estar rodeado de su corte, tenía un comportamiento diferente y, además, era
posible mantener con él algo parecido a un diálogo sobre literatura. Su paciencia dio
Una noche, el gurú estaba acompañado solamente de la artista plástica Soledad Laflor .
- ¡ Ismael !, ¡ primito querido !. Tanto tiempo que no nos veíamos … Por favor, no me
digas que vas a otra mesa, tienes que sentarte aquí, con nosotros. Te presento a
- ¡ Qué bien !. Entonces, estamos entre amigos - dijo ella a través de su expresiva y
hermosa sonrisa.
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- Es uno de los pocos conocidos a los que les permito que me relaten sus cuentos -,
modestos; si los hubo, están muertos. En cambio, al resto los leo por escrito.
asiento, Ismael.
Tienes por ahí uno de tus libros ? -, dijo ella, con su jubilosa espontaneidad.
aplanadora.
- ¿ Y qué temas has tocado ? -, preguntó impertérrita Soledad, con su voz tan
dulce, mientras sostenía con gesto femenino un cigarrillo entre los dedos de su
desaprovechar una oportunidad para lucir su agudeza. Sin circunloquios, invitó a que les
- Uno de los primeros que escribí … fue por allá en los setentas, antes del Golpe de
Estado. Se trata de una joven y su relación con un ser de otra especie … Le puse
por título “Vade retro canis”. En cierta ocasión, escuché a unos tipos contando
historias procaces. El más viejo de ellos relataba algo entre una muchacha y un
la astucia del relator. Si alguien se atribuía el don de hacer eso, ¿ por qué no
esta historia. Escúchenla -, dijo Ismael, tomando un sorbo de agua mineral antes
vive en una pequeña ciudad de provincia. Un día de verano que duerme la siesta,
es sorprendida por unas agradables caricias. Son los lamidos que le propina su
todas las facilidades para que éste ataque con deleite mediante el hocico sus
partes íntimas.
orgasmo. Pero no todo es felicidad. Su mejor amiga se casa y le cuenta con pena
su difícil vida matrimonial. Para peor, su padre enferma y, poco después, fallece
amistad se hizo tan estrecha que iban juntos a todos lados. No obstante, un día,
la excitación del perro fue tal que la abrazó de la cintura con las patas
delanteras y dio con la verga en uno de sus muslos, frotando hasta eyacular. La
Comprendió que había andado de correrías con un grupo de canes tras una
callejera.
- ¿ Qué dices, Soledad ?. ¿ Has estado alguna vez celosa de una perra ? -, preguntó
Cacho.
- No, lindo, no acostumbro a perder mi tiempo celando. Por lo demás, mis amoríos
son todos con humanos. Bien dotados de lengua, por supuesto. Continúa primo, por
- ¡ Ajá !. Gracias a mí, que soy un bocón, toda la ciudad sabrá que nuestra mejor
súbitamente, siente que Duke lame con ternura sus lágrimas. Lo abraza, se excita
y puesta en cuatro patas sobre la cama, se entrega al perro, el cual embiste sin
espeta con rudeza sus sospechas: su hija - poseída por el demonio - fornica con
habitación por lo cual, sin miramientos, lo azuza contra el sacerdote quien sale
huyendo entre mordiscos. Hija y madre se enfrentan y las relaciones entre ambas
designios. Muy poco tiempo alcanza a paladear el gusto del poder recién logrado,
cadáver del perro y lo depositan al fondo del patio. La joven queda atónita y,
después de unas horas, se pone uno de los vestidos negros de su madre, coge una
fundamental, está en la línea de Ismael. Sus historias son como él, ingenuas, sin
recovecos.
manera lúdica, en un espectro que puede ir desde lo más banal hasta lo más
sagrado, ¿ no será que Ismael confiesa a sus lectores que para él lo sagrado se
esquivando la pregunta.
- Debo reconocer que, por momentos, me dejo llevar por el placer de escribir
detalles …
- Sospecho que deben ser deliciosos y estimulantes -, expresó con mirada pícara la
escultora.
Sin embargo, quisiera ir más allá. Sus cuentos, ¿ no serán el reflejo de una
que fue una vez un adolescente incompetente para remontar los desafíos de una
relación madura ?.
círculo íntimo. Había calculado de forma superficial los costos a pagar por el ingreso allí.
Ahora, veía con terror que se le preguntaba sin miramientos por sus tesoros, por sus
secretos más íntimos, por la relación de sus escritos con su vida personal, más aún, por
la relación de los cuentos con su ser, es decir, su existencia como entidad síquica. El
precio era muy elevado. Se le pedía que dijera si sus cuentos eran narraciones de
tomar una escapatoria. Sin perder su apariencia calma y bonachona, se limitó a sonreír y
fingió que unas amistades lo llamaban desde otra mesa. Pidió excusas a Soledad y a
manos y la cara con el agua del lavabo, se quitó las gotas con su pañuelo, cerró su
-o-
Ismael llegó con puntualidad a la hora fijada para dar inicio a la primera sesión del
taller literario. Ingresó a la sala, donde estaban dispuestas las sillas en dos semicírculos
contener una mesita con un taburete y un sector circular para los desplazamientos
peripatéticos del maestro. Poco a poco, con escasos intervalos entre uno y otro, fueron
ingresando los alumnos, quienes saludaban a su llegada a los que les habían precedido.
Entre los que más le llamaron la atención se contaba una mujer joven - una de los
volumen era multiplicado por un vestido vaporoso. Estaba también un joven delgado, de
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unos dieciocho, pálido y ojeroso, con la mandíbula cubierta parcialmente por una barba
cabellera negra abundante, tomada en una cola de caballo. En las filas de más atrás, un
había llamado por teléfono y comunicado que podía considerarse invitado a participar en
el Taller Literario de Verano, cuya inauguración tenía lugar precisamente ese lunes del
mes de enero. Ismael había dado las gracias y comprometido su asistencia, quedando
valoraba. Cacho hizo su aparición, saludando con cordialidad a los presentes. Moviéndose
como pez en el agua, tomó su lugar y se dirigió a ellos con el aplomo de quien ha hecho de
también se puede reseñar como una etapa - tal como lo ha sido el surgimiento de
por cuáles procesos se ha dado el salto desde la condición anterior hasta el nivel
donde se mezclan y reverberan las ideas más profundas con aquéllas más banales,
maestro ... - Hasta ahora, nada nuevo pero, se maneja con inteligencia para motivar ...
- Linda cara la gordita, me gustaría tirármela, ojalá que no sea muy hedionda ... -
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Estas frases huecas no valen lo que estoy pagando por el curso; si sigue así, estaré
momentos fueron aprovechados por la gente para soltarse y poder conocerse un poco
unos a otros. En la segunda parte de aquella sesión, Marín pidió que cada cual se
- En los tiempos que corren y desde hace bastantes años, predomina la mirada
las visiones más nobles y generosas sobre la vida como también las más
hipócritas. En el último medio siglo, numerosos autores han caído una y otra vez
discurso con sentido ?, ¿ dónde resta algo de razón ?. Se han perdido en la sima
incuba este mal, esta enfermedad crónica del corpus literario ?. La respuesta se
encuentra en ustedes mismos y es un secreto que viene orientándolos tal como los
ganancia económica -, dijo Cacho, marcando cada palabra, mirando a cada uno de
- El hecho, acto o situación, de que un autor o una obra suban al escenario del
encima del pantano del anonimato, tendrá que someterse a la violencia de quienes
Se abandona el pasado, o sea, ser nadie, y se acoge al futuro, esto es, ser
La larga experiencia de Cacho le proporcionaba esa peculiar intuición que desarrollan los
jugadores de póker y detectaba que la gran aspiración de los alumnos era ser grandes
de la literatura pero, más que buenos y famosos, querían hacer dinero escribiendo.
Mientras hablaba, buena parte de su perorata se disolvía en la atmósfera, puesto que las
mentes de aquéllos divagaban con el secreto placer de quien imagina el éxito de la venta
de sus libros.
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hechos que narra sino, además, a la fuerza del estilo y al oficio del escritor. Y
son estos últimos los que abordaremos en el curso de las próximas jornadas de
ustedes que esta mención marginal que hago de la novela indica que será causa de
mi preocupación en el taller. Por ningún motivo. Eso sería tema para un curso
cuento -, discursaba Marín, mientras Ismael respiraba más sereno, al saber que
mostrar los contrastes sociales. Los cuentistas gustan de trabajar con los
puede ser aprovechado en las historias breves y que - de alguna forma - las
pueden vanagloriarse de haberlo logrado en una obra mayor, quiero decir en una
novela. A pesar de que los invito a hacer de nuestro taller una fábrica de cuentos,
historias cortas, goza con su brevedad, como el ebrio que traga copa tras copa de
( - Estoy un poco arrepentida de venir a este taller sobre cuento, me siento más
cómoda en la poesía, pero, en fin ... - Ahora sí me interesó ; ha sido de una franqueza
provocadora ; nos puso frente a frente con nuestras motivaciones ; parece que voy
a sacar algo de Cacho Marín ... - Mientras más pasa el tiempo, más me calienta la
gorda, ¡ ufff... !, ¡ qué muslos más deliciosos ! , ¡ y que piel tan rosadita ! ... - No
rebajemos tanto al cuento, sus posibilidades son insospechadas hasta para el crítico más
La reunión de aquél día estaba llegando a su fin. El gurú y conductor les propuso que en
elección, con el fin iniciar los análisis con material previamente elaborado y luego, en la
segunda parte del taller, dedicarse a ejercicios de creación propiamente tales. De esta
forma, argumentó, todos y cada uno podrían apreciar sus habilitaciones antes de
gnosis aprehendida. La mayoría se retiró muy satisfecha, entre ellos, Ismael Berroeta,
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Ismael se consideraba bien preparado para la siguiente sesión del taller. Traía consigo la
última versión de su cuento “La Paciente Artesana que Pulía El Portal de Jade”, un relato
erótico bien armado, mas bien proclive a lo pornográfico. El maestro había puesto los
nombres de los alumnos en una cajita de cartón y sacó al azar la prelación de quienes
leerían sus trabajos. La suerte estableció que Ismael expondría primero. Berroeta no se
sintió cómodo, tanto por su timidez como por su aversión enfermiza al ridículo, pero
“- Aunque les cueste creerlo, soy virgen -, les dije a las que me rodeaban.
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- ¿ Quién va a dar crédito a esa tremenda mentira ? -, comentó la Pity con la cara
llena de risa.
hablar …”
Y así, Berroeta fue vocalizando su relato, que contaba la historia de una muchacha que
persona y era la protagonista quien explicaba a sus amigas cómo nació y se desarrolló su
sano vicio. Ella es virgen y quedó traumada desde adolescente por un intento de
violación. Sin embargo, la aversión fóbica a los varones que le quedó como secuela no le
eléctrico de vidrio, una zanahoria, dos variedades de pepino de ensalada y una banana.
Eso sí, esta última entibiada al microondas. Sus amigas quedan admiradas y, con
reticencia, confiesan que también han realizado dichas prácticas. Aunque constatan que
les proporcionan un placer momentáneo, al cual maldicen una vez pasado el momento de
le pasaría por la mente renegar de ella. Las amigas, algo embriagadas, brindan a su salud,
reconociendo que son simples aficionadas frente a sus habilidades que elevan la
- Si el escritor ha optado por la visión erótica, como en este caso, ello constituye
que se produjo cuando Ismael terminó su presentación - por cuanto explorar este
mundo tan íntimo puede lanzarlo a las alturas más disímiles, incluida en éstas la
Eros femenino en una obsesión ?. Usted tiene todo el derecho a negarlo, si quiere,
poco - ... reconozco que utilizo una estrategia casi instintiva. Quizás tenga una
su puesto.
hacia la audiencia - que su misión es dar cuenta de fenómenos privados, pero que
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están insertos en el alma colectiva, como es el tema sexual, ¿ por qué no utilizar
la jerga de barrio - alto o bajo - que corresponda ?. ¿ Por qué no usar los
educación física ... ¡ Eso es ! ... Lo opuesto entre la respetable figura del maestro
que disfrutar hasta las últimas consecuencias con esta literatura hace la
- ¿ Sabe, Ismael ?. Me llama la atención que usted no haya intentado usar sus
engendros para ingresar al negocio editorial. ¿ Quién sabe si existe algún espacio
afirmar que no tuviera algún éxito con los veleidosos lectores, aunque nunca lo
protestar contra una táctica arraigada de los escritores nacionales. Usted sabe
mejor que nadie, profesor, que la tradición ha sido la negación sistemática del
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Eros. Cuando una escena íntima debiera tener como consecuencia, ipso facto, un
contacto sexual directo, se lo pasa por alto como si fuera un efluvio deletéreo.
ambos se habían enfrascado en un diálogo que hacía caso ninguno del resto de los
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Ese día martes Ismael se levantó temprano. Debía entregar unos informes sobre la
contabilidad que llevaba de un par de pequeñas empresas y, después, pasar a cobrar los
fin, había que vivir. Atrincherado en un delantal de cocina se aprestó a preparar una
malaya que había dejado remojando en vinagre la noche anterior para hacer un
arrollado. Apreció su tamaño y dedujo que no habría problemas para su relleno. Le fue
inspiración de última hora, puso diversas lonjas de pechuga de pollo bajo la envoltura de
la vuelta final. Todo sazonado adecuadamente con sal y eneldo. Puso las amarras
correspondientes a lo largo del rollo de carne, con un fino cordel de fibra natural, de
esos que escasean tanto hoy en día, con el cuidado de quien da los toques finales a un
paquete de cosas de valor. Puso a cocer su amoroso atado en una olla la cual, al poco
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aproximadamente una hora, procedió a tomar su desayuno. Apenas había terminado este
La voz dulce y melodiosa de Soledad Laflor le daba los buenos días y le pedía, como
un favor hacia ella, que atendiera a unas personas al día siguiente. ¿ Quiénes
sobre escritores tipo lobo solitario, como él. Ismael no pudo evitar sentirse incómodo,
por decir lo menos, sin embargo, nunca se hubiera atrevido a negar un servicio a
Soledad. Colgado el teléfono, regresó a la cocina, donde constató por el aroma, el color y
la textura al diente que el tiempo de cocción estaba bien calculado. Así fue pues,
cortando un trocito de malaya que ex profeso había dejado sobresalir en uno de los
retiró de la olla, lo guardó y se dirigió a sus obligaciones. El miércoles, tal como Soledad
lo había anunciado, tocaban a su puerta dos personas, una dama joven acompañada de un
hombre. Ambos no pasaban de los treinta años y vestían tenida formal. Consultaron si se
trataba de don Ismael Berroeta y solicitaron permiso para pasar, lo cual estaba
previsto por el dueño de casa. Instalados en la sala, hicieron algunas preguntas sobre su
vida, sus estudios, el género que cultivaba y cosas de ese estilo. Después de tomar nota
de las respuestas de Ismael le solicitaron, con marcado interés, que les mostrara
algunas de sus obras. Les explicó, un poco azorado, que no se le había dado oportunidad
de imprimir ninguno de sus libros de cuentos. Tan sólo conservaba los originales, escritos
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demostrar su seriedad le dejaron firmado un recibo por los ejemplares que se llevaron.
Para terminar, le pidieron que diera su conformidad a una breve acta donde
dentro, dando por sentado que sus tiernas criaturas, los hijos de su amor incestuoso con
su propia soledad, no volverían jamás a la casa paterna. Sin embargo, no fue así.
del gremio, ese mismo día, en la tarde, le devolvieron los cuentos que había dejado salir
con dolor similar al corazón de una madre que ve partir al fruto de su vientre rumbo al
cadalso.
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Ismael tomó asiento en la oficina del catedrático. Llevaba las propuestas sobre los
temas a desarrollar como ejercicio de creación en el Taller. Cacho hizo tabla rasa de
ellas. Le manifestó su complacencia por la forma en que desarrollaba los temas eróticos,
esa era la veta que debía explotar hasta sus últimas consecuencias.
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- Mira, Ismael, simpatizo contigo, a pesar de la diferencia que nos separa, tanto
Disfruto con ellos con la misma fuerza con la cual algún día disfrutarán los
…”.
…” son notables. ¿ Por qué no aceptas como desafío un asunto similar, pero
como tú ?.
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- No lo sé. La verdad es que había tomado..., o sea quiero decir, me había decidido
por una tendencia temática ... en que la mujer ha pasado a ser el nudo central del
argumento …
estoy brindando. Si durante años tus trabajos no han sido valorados por los
jurados, por lo cual jamás has ganado un premio, ¡ ni siquiera una mención honrosa
con una entereza que pudiera confundirse con una idea fija. Tu persistencia mas
la aureola de voz oficial del buen gusto y la moda literaria, terminaron por imponerse.
Ismael encontró buena la propuesta y salió del gabinete de Cacho decidido a poner
manos a la obra. Pocos días después, regresó donde su mentor para presentarle la
Marín lo halló bastante bueno y le propuso eliminar los rasgos pornográficos para
insinuar más que describir, alejarse de lo vulgar y acercarse a la expresión más fina y
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placenteras. Incluso traía un título provisorio, que se mantendría hasta el final: “El club
de los onanistas”. En la medida que el cuento cobró más forma, el entusiasmo de Cacho
pareció acrecentarse. Ya no era una sino numerosas las ideas que aportaba como
material. Ismael llegó a quedar estupefacto, pues el intelectual pasó a dictarle escenas
y páginas completas. Su faz se enrojecía y sus ojos brillaban de placer, su voz adquiría
un sonido ronco y arrastrado por la excitación que lo invadía. ¿ Es que su actitud y los
detalles que describían sus palabras delataban una secreta afición ?. ¿ Se daría una de
esas casualidades tremendas que nos depara la vida y el gurú de tantos seguidores
pertenecería a una fraternidad porno-gay como la del relato que se configuraba por la
del jurado. Lo hemos dejado perfecto. Es una pequeña gran obra maestra. Una
joyita que brillará con luz propia frente a la visión de los críticos.
- Yo, bueno, usted sabe, no soy nadie para opinar … no creo que sea para tanto …
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- Sí, sí , sí. No salgas con tu discurso de siempre, que no saben valorar tu labor,
que estás pasado de moda, por favor, no intentes prefigurar tu fracaso que no
predicción. Te recuerdo que … formo parte del jurado. Si doy una opinión
favorable respecto del trabajo, los otros la seguirán aunque sea sólo para
su rostro.
Ismael respondió con un silencio que parecía aprobatorio. También se sonrió y le dio las
gracias. Ambos se despidieron afablemente. Ismael sintió que su pasada por el taller de
incertidumbre similar a cuando los progenitores sufren con las consecuencias de los
padrino directamente involucrado en el jurado !. Pero a esta edad y después tantos años
trabajos, ¿ qué puede importar la ética ?. Por el contrario, ¿ que tenía que ver él con las
premiar a sus discípulos ?. ¿ Acaso no se refería al cuento no como “tu” obra sino
como “nuestro” trabajo ?, ¿ por qué ?, ¿ por qué ?, ¿ con qué derecho ?, ¿ con cuáles
valores ?, ¿ cómo habían sido establecidos esos principios ?, ¿ dónde había sido fijada su
autoridad ?. Sin embargo, a estas alturas de la vida, se preguntaba, ¿ por qué rechazar
ser galardonado por amistad ?. Después de veinte años escribiendo sin conseguir nada, ni
reconocimiento, sin importar que sea por mano ajena, ¿ cierto que le gustaría ?. Si no lo
Ese día jueves de Semana Santa vencía el plazo para presentar los trabajos al
concurso. Ismael tenía en su mano tres ejemplares de “El club de los onanistas”.
Después de mirar un rato, ora al sobre tamaño carta para despachar el escrito ora a la
portada del trabajo, tiró el sobre al papelero y guardó los textos en un cajón del
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escritorio. Luego, como liberado de algún peso invisible, cogió su maleta y salió con paso
firme con destino al Terminal de Autobuses. Pasaría unos días fuera de la ciudad, en la
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Ismael tuvo que leer varias veces la carta. No podía convencerse de corresponder al
destinatario. Firmaba el Presidente del Consejo del Catastro Mundial de las Hazañas y
notoriedad fue acordado según las pruebas recopiladas por los inspectores que
amablemente atendió en su casa. Los últimos párrafos proporcionaron luz a sus ideas y
la noticia que se le informaba debido a que el teléfono no cesó de sonar aquél día.
nominación. Más abrupto fue su asombro cuando en los días siguientes lo contactaron
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siguiente, Ismael comprobó que el asunto se tornaba aún más serio. Su nombre se ponía
de moda y recibía invitaciones para formar parte de un jurado así como considerarse
miembro de varios círculos de literarios. Toda esta tormenta provocaba que Ismael se
sintiera asfixiado, necesitara oxígeno con urgencia y, con esa suerte que parecía
Viene acompañada de una mujer joven, hermosa, morena, de unos veintisiete o veintiocho
publicar sus obras, casi todas ellas interesadas en el producto erótico. Le comenta que
Cacho Marín está dedicado a despedazar su obra con saña, argumentando que se trata
de vulgar pornografía para escolares de enseñanza media, pero que sólo repara en ello
un reducido y exclusivo círculo de críticos y eruditos. Agrega que la gente común opinará
diferente, sobre todo el estrato más popular que comprará sus cuentos y disfrutará con
cruza con la de la joven. Sabe que éste será el comienzo de otra historia, de amor, pero
- o -