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Gua 15
1. Mtodo: pedir lo que quiero: ser aqu pedir cognoscimiento interno de tanto bien recibido,
para que yo enteramente reconosciendo, pueda en todo amar y servir a su divina majestad [233]. Salir de Ejercicios: No debemos olvidar que la realidad no ha hecho Ejercicios. Si algo ha cambiado, cuando regresemos a nuestra propia Galilea, somos nosotros, no la realidad, ni nuestras familias o comunidades. Salir de Ejercicios es tan delicado como entrar en ellos. Hay que hacerlo con mucha calma y el mximo cuidado. Hay que tener cuidado de no salir con un fervor indiscreto, como el que seala San Ignacio. Aprender a encontrar a Dios en todas las cosas: Es muy fcil encontrar a Dios en los Ejercicios, pero stos nos deben haber preparado para encontrar a Dios en todas las cosas y a ver en todas las cosas a Dios. La prctica de las distintas formas de oracin, el examen, la contemplacin, las lecturas bblicas, las celebraciones litrgicas y dems ejercicios, nos deben haber preparado para regresar con nuevas herramientas a nuestra vida cotidiana, donde tenemos el reto de seguir encontrando la presencia de Dios, donde debemos descubrirlo a l vivo y operante en todo.
3. Puntos Preguntas:
Cules son los dones recibidos por el Espritu en estos Ejercicios? Repasemos las notas Cmo podemos expresar al Seor nuestra gratitud por los beneficios recibidos? Qu podemos ofrecer al Seor al final de esta experiencia de Ejercicios?
Textos bblicos:
Romanos 8, 28-39: Romanos 8, 9-18: 1Corintios 2,6-16: 2Corintios 4,7-5,10: Nada podr privarnos del amor de Dios, presente en Cristo Jess Todos los que son guiados por el Espritu de Dios son hijos de Dios ... y nosotros hemos recibido el Espritu de Dios Pero nosotros llevamos este tesoro en vasijas de barro
Creador Discreto
No hay que pensar el aire para que se filtre al ltimo rincn de los pulmones, ni hay que imaginar la aurora para que decore el nuevo da jugando con los colores y las sombras. No hay que dar rdenes al corazn tan fiel, ni a las clulas sin nombre para que luchen por la vida hasta el ltimo aliento. No hay que amenazar a los pjaros para que canten ni vigilar a los trigales para que crezcan, ni espiar la semilla de arroz para que se transforme en el secreto de la tierra. En dosis exacta de luz y de color, de canto y de silencio, nos llega la vida sin notarlo, don incesantemente tuyo, trabajador sin sbado, Dios discreto. Para que tu infinitud no nos espante, te regalas en el don en que te escondes.
Benjamn Gonzlez Buelta. S.I.