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COMUNICADO FINAL DEL JOMI 2008

En San Lúcar la Mayor, Sevilla, del 5 al 8 de Diciembre de 2008, 84 personas, miembros de la


Familia Claretiana, de los grupos Solidaridad y Misión, de las ONG´s Proclade Bética,
Canarias y Yanapay, Fundación Proclade, Korima, Amic y Enllac Solidari, provenientes de
Gijón, Vic, Barcelona, Algeciras (Cádiz), Carcagente, Alcira, Valencia, Puertollano (Ciudad
Real), Donosti, Bilbao, Puebla de la Calzada (Badajoz), Colmenar Viejo, Madrid, Morón de la
Frontera, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria y Málaga, y de al menos seis nacionalidades,
reunidas para celebrar las XV Jornadas Misioneras, JOMI 2008, bajo el lema Educación y
sensibilización para el ¿desarrollo?

En el análisis que nos han presentado de la realidad hemos constatado que siguen
existiendo un abismo de desigualdad. Si seguimos las teorías heterodoxas se observan dos
mundos: el centro y la periferia. En ambos observamos centros, los “ricos” de los países
desarrollados y de los que no lo están, que controlan a su vez a las periferias de ambos
mundos, la clase media y las masas empobrecidas. También hemos constatado que
preferimos racionalizar este abismo y vivir desde nuestro “centro”. Definimos “lo nuestro”,
nuestra situación, como lo normal cuando en realidad es la excepción: La mayoría vive en
la pobreza. No queremos ver más allá. Nos negamos a salir a las periferias.

Nuestro lenguaje, nuestra forma de hablar, revela nuestra forma de pensar y por tanto de
actuar. Por ello desechamos otros términos para hablar de una mayoría de países
empobrecidos, víctimas de las políticas económicas de unos pocos.

Y sin embargo, estamos llamados a elegir nuestro lugar hermenéutico, desde donde
miraremos al mundo. Estamos llamados a ver el mundo como Dios lo ve: Con una mirada
compasiva y samaritana.

Desde esta forma de mirar descubrimos que ha llegado nuestra hora: la hora de estar en las
fronteras, de ir a las periferias. Es la hora de trabajar por el desarrollo, entendiéndolo como
algo global, que afecte a toda las dimensiones de la persona: que le proporcione sustento
vital, autoestima y libertad.

Y estar en las fronteras se puede estar de varios modos: Físicamente, como están tantos
misioneros, o desde aquí. Y para ésta última forma de estar contamos con dos grandes
herramientas, la educación para el desarrollo y la sensibilización.
¿Y por qué la Educación para el Desarrollo?

La única respuesta a esta pregunta parecía ser ¿por qué no?, pero hemos descubierto las
dimensiones de la educación para el desarrollo tanto en su ámbitos formal, no formal e
informal. Y hemos descubierto la necesidad de convertir esta educación para el desarrollo
en procesos dinámicos que permitan a "los del Norte" asumir valores prosociales de justicia
que les lleven a cambiar su vida, y a "los del Sur", romper el circulo vicioso de la pobreza
para que tengan oportunidades que les permitan desarrollarse globalmente.

¿Y qué tipo de sensibilización hemos de promover?

Entendiendo la sensibilización como un proceso activo y creativo que promueve un cambio


de actitudes y comportamientos en la sociedad, y que fomenta los valores de justicia y
solidaridad, nuestro objetivo es ayudar a comprender la realidad, tanto la cercana como la
lejana, ayudar a los demás y a nosotros mismos, a no ser indiferentes ante ella y a actuar
para cambiarla.

Los desafíos de nuestra sensibilización pueden resumirse en dos:

• Romper la imagen negativa del Sur, luchar contra el paternalismo y el mero


asistencialismo.
• Fomentar valores y actitudes críticas que promuevan el cambio social.

Como organizaciones cristianas no podemos permanecer indiferentes a la voz y las acciones


de los Grandes Movimientos Sociales. Tenemos que participar en ellos activamente,
poniendo al servicio todas nuestras capacidades y riquezas.

Queremos hacernos eco de los cinco gritos de Portoalegre para lograr una globalización
diferente:

1. Instaurar urgentemente una tasa planetaria de solidaridad contra el hambre y


la miseria.
2. Eliminar la deuda externa de los países pobres.
3. Suprimir los paraísos fiscales.
4. Imponer una moratoria para dar agua potable a toda la humanidad.
5. Impuesto de solidaridad para las mayores fortunas del mundo, para suprimir
la miseria.
De nuestra reflexión y trabajo en grupo en el JOMI salen propuestas para promover
cambios estructurales:

 Es necesaria una formación interna de nuestro propio voluntariado.


 Creación de grupos de reflexión.
 Mejorar nuestra comunicación, aprovechando las nuevas tecnologías.
 Trabajo en red: organizaciones a nivel local, nacional, mundial; y desde una
perspectiva de espiritualidad.
 Trabajar en educación social no sólo con los alumnos sino también con las
familias.
 Ofrecer una formación más completa a las personas que realizan experiencias
misioneras con nuestras ONGs, a fin de que dichas experiencias supongan
verdaderamente un cambio personal, que les lleve a un compromiso vital.
 Participar en las coordinadoras de las Comunidades Autónomas.

Ha sido una suerte poder compartir tantos materiales, experiencias y trabajo de las
diferentes organizaciones. Creemos que es algo que hay que seguir fomentando e incluso, se
puede pensar en la elaboración conjunta de algún material.

No es posible realizar cambios sociales y estructurales sin realizar cambios personales. Estos
cambios no pueden darse de forma aislada sino en comunión con los demás. Es importante
promover puentes entre ética y espiritualidad, ya que una ética sin espiritualidad se queda
sin raíz y una espiritualidad sin ética se queda en el aire.

La unidad de ser familia claretiana y sentirnos uno en la espiritualidad del Padre Claret nos
impulsan a “otra globalidad” en el mundo.

La invitación que hemos de llevar a nuestros lugares de procedencia y a nuestros


compañeros, amigos, hermanos la obtenemos parafraseando a Pedro Casaldáliga:

“¡Dénse prisa! Conozcan a su pueblo.


Pateen los rincones de su pueblo.
Y léanse un libro al año sobre Jesús de Nazaret.
Sean libres, radicales y rebeldes.
No se puede ser cristiano y no ser revolucionario
en un mundo contrario a los planes de Dios”.

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