Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
El fenmeno no slo tiene una dimensin normativa -el reclamo de justicia que le subyace-, sino que tambin expresa los cambios que, en nuestro pas, indujeron la expansin del mercado y la modernizacin. Y es que las instituciones donde se elaboraba el sentido de cohesin y de pertenencia han ido cambiando de manera ms o menos imperceptible. Los ritos republicanos han sido sustitudos por la intimidad a distancia que la televisin hace posible; la escuela, all donde existe, ha sido erigida en la continuacin del hogar y de las preferencias y la renta familiares; la universidad se transforma progresivamente en una industria del capital humano donde los conceptos clave son los subsidios a la demanda y las tasas de retorno; la nocin de patria est siendo desplazada poco a poco por mltiples formas de pertenencia y lealtad, desde el gnero, la etnia o la pertenencia cosmopolita; las ciudades se transforman en una suma de espacios privados donde los espacios pblicos dejan su lugar a las vas de trnsito o de paso al hogar; y la nica experiencia comn, esa en la que todos por un momento compartimos, es la televisin abierta. Todos esos fenmenos ensanchan la autonoma y hacen la vida ms libre, no cabe ninguna duda; pero, con todas sus ventajas, desafan las viejas formas de integracin. Qu hacer entonces? No se trata, por supuesto, de volver al viejo proyecto de las lites del diecinueve -la Nacin como una comunidad homognea, provista de una sola memoria alisada por la historiografa-, sino de ser capaces de elaborar un proyecto nacional plural, capaz de acoger en su seno a individuos con identidades mltiples que, as y todo, son capaces de reconocerse como iguales. Se trata en suma de recordar que la Nacin es un invento y que cada cierto tiempo una generacin -por qu no la del Bicentenario?- puede imaginar la suya.