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PRECIOS DE LA ENERGÍA
ARRIBA, ARRIBA
Así titulábamos el año pasado la introducción del informe y es perfectamente válido para el de este
año. Y desde el 1 de Abril, todavía un poco más puesto que nos volvemos a encontrar con una nueva
subida anunciada en los precios que pagamos por el gas natural (5%) y la electricidad (7% para
consumidores domésticos), a pesar de que el precio de esta última haya bajado un 3% en el mercado
mayorista de compra a plazo (subastas CESUR) y siendo la segunda bajada consecutiva en este
mercado (la anterior del 20 de Diciembre resultó un 8% mas barata que la anterior, acumulando pues
¡una bajada del orden del 11% en el precio de la electricidad!).
Esta subida, aún no respaldada por BOE a fecha de realización de este informe (03/04/12), está en
línea con la que ANAE había previsto e informado a sus asociados en Noviembre del año pasado,
aunque no en tiempo pues, aunque con dudas, la preveíamos para Enero.
DATOS DE PARTIDA
Como siempre hemos obtenido los datos que publica anualmente el organismo europeo de estadística
Eurostat. Veremos los precios tanto en sus valores absolutos, como relacionados con el poder
adquisitivo de cada país y media europea.
Poder adquisitivo
El índice de volumen del PIB per cápita en estándar de poder adquisitivo (PPS) se expresa en relación
con la media de la Unión Europea (UE-27) que corresponde al valor 100. Si el índice de un país es
superior a 100, su nivel de poder adquisitivo es superior a la media de la EU27 y viceversa. Tenga en
cuenta que el índice, calculado con cifras PPS y expresadas con respecto a la UE27 = 100, está
destinado a las comparaciones entre países y no para hacer comparaciones temporales.
Una vez más existe un desfase de datos con el poder adquisitivo y no hay datos del 2011, así que
hemos utilizado los últimos disponibles, o sea, los del 2010. Los resultados con los datos del 2011 no
pueden sino empeorar, ya que comparativamente con toda probabilidad, hemos vuelto a perder poder
adquisitivo (venimos haciéndolo desde el 2007).
Este indicador refleja los precios de la electricidad aplicado a los consumidores finales definido de la
siguiente manera: El precio promedio nacional en céntimos por kWh, sin impuestos, para el primer
semestre de cada año y para consumidores con un consumo anual entre 2.500 y 5.000 kWh
Si observamos cuales son los datos de precios de la electricidad en consumidores de tarifas domésticas,
vemos que España es el tercer país con tarifas más caras de toda la Unión Europea, sólo superado por
Malta y Chipre. Hemos descendido 3 posiciones con respecto al año pasado, acercándonos al último de
la lista, Chipre que repite esta posición en este segundo análisis que realizamos.
Bulgaria también vuelve a repetir puesto a la cabeza al disponer de los precios más bajos de la UE27.
En precios absolutos, España es el tercer país con las tarifas de electricidad domésticas más caras de
toda la Unión Europea. De media 15,97 ¢€/kWh.
Si relacionamos estos valores con los de poder adquisitivo, obtendremos el esfuerzo económico que
comparativamente realmente les cuesta a los consumidores europeos de cada país. En la siguiente
gráfica existen valores positivos y negativos. Los negativos hacen referencia a los países que les supone
un menor esfuerzo que a la media europea, bien sea por su superior poder adquisitivo o bien por sus
precios inferiores. En definitiva es la combinación de ambos los que definen dicho esfuerzo. Los positivos,
por contra, hacen referencia a aquellos países que les supone un esfuerzo superior a la media europea,
debido a las mismas razones pero a la inversa.
En este caso subimos posiciones debido a que nuestro poder adquisitivo (no olvidar que es un dato del
2010) es superior al de países de reciente incorporación, encontrándonos entre Bulgaria y Chipre.
España es el noveno país en que el consumidor de electricidad con tarifa domestica, tiene que hacer
más esfuerzo que la media comunitaria a la hora de pagar la factura. Sorprendentemente hemos
ascendido dos posiciones con respecto al año pasado (estábamos los séptimos más caros).
Un asunto preocupante es el incremento del esfuerzo. Si en el 2010 a un consumidor español le costaba
pagar la factura de electricidad un 11% más que al ciudadano tipo europeo, el año pasado ¡casi
hemos doblado este esfuerzo de pago! pasando a un 20% más que a la media de UE27
El eje horizontal o de abcisas, con valor 0, representa el esfuerzo que le supone al hipotético consumidor
medio de la EU27 pagar la factura eléctrica.
Este indicador refleja los precios de la electricidad aplicado a los consumidores finales, definido de la
siguiente manera: El precio promedio nacional en céntimos por kWh, sin impuestos, para el primer
semestre de cada año y para consumidores industriales de tamaño medio (consumo anual entre 500 y
2.000 MWh).
Si observamos cuales son los datos de precios de la electricidad en consumidores de tarifas industriales,
vemos que España es el séptimo país con tarifas más caras de toda la Unión Europea. Hemos
ascendido 3 posiciones con respecto al año pasado (cuarto país más caro) al empeorar este tipo de
tarifas en la República Checa, aunque por otro lado, Italia no proporcionó este dato y Malta lo hizo con
posterioridad a la redacción del informe, así que es muy posible que en realidad la posición de este
año sea la más acertada también para el año pasado.
Estonia también vuelve a repetir puesto a la cabeza de disponer los precios más bajos de la UE27.
Austria ha sido excluida del análisis al no aportar datos.
En precios absolutos, España es el séptimo país con las tarifas de electricidad industriales más
caras de toda la Unión Europea. De media 10,82 ¢€/kWh.
Si relacionamos estos valores con los de poder adquisitivo, obtendremos el esfuerzo económico que
comparativamente realmente les cuesta a los consumidores europeos de cada país. En este caso subimos
posiciones debido a que nuestro poder adquisitivo (no olvidar que es un dato del 2010) es superior al
de países de reciente incorporación, encontrándonos entre Eslovenia y Portugal.
España es el decimotercer país en que el consumidor de electricidad con tarifa industrial, tiene que hacer
más esfuerzo que la media comunitaria a la hora de pagar la factura. Sorprendentemente hemos
ascendido cuatro posiciones con respecto al año pasado (estábamos los novenos más caros).
También ha decrecido el esfuerzo. Si en el 2010 a una empresa española le costaba pagar la factura
de electricidad un 15% más que a la empresa tipo europea, se ha decrecido este pasando a un 13,5%
más que a la media de UE27, que aunque tampoco es banal, parece una tendencia positiva.
Este indicador refleja el precio del Gas Natural aplicado a los consumidores finales y definido de la
siguiente manera: El precio promedio nacional en euros por GigaJulios, sin impuestos, para el primer
semestre de cada año y para consumidores con un consumo anual entre 20 y 200 GJ.
Al no haber datos disponibles de Chipre, Finlandia, Grecia y Malta, se han excluido del análisis.
Si observamos cuales son los datos de precios del Gas Natural en consumidores de tarifas domésticas,
vemos que España es el noveno país con tarifas más caras de toda la Unión Europea. Hemos
ascendido 5 posiciones con respecto al año pasado (cuarto país más caro) al empeorar este tipo de
tarifas en Bélgica, Luxemburgo, Francia y Austria. También se ha reducido el diferencial con el precio
medio: si el 2010 era casi un 15%, el 2011 es fué sólo un 5,6% superior a la media.
Rumania también vuelve a repetir puesto a la cabeza en disponer los precios más bajos de la UE27, por
mucha diferencia (casi una tercera parte de la media).
En precios absolutos, España es el noveno país con las tarifas de Gas Natural domésticas
más caras de toda la Unión Europea. De media 12,62 €/GJ.
Si relacionamos estos valores con los de poder adquisitivo, obtendremos el esfuerzo económico que
comparativamente realmente les cuesta a los consumidores europeos de cada país. En este caso subimos
posiciones debido a que nuestro poder adquisitivo (no olvidar que es un dato del 2010) es superior al
de países de reciente incorporación, encontrándonos entre Francia y Dinamarca.
España es el decimotercer país en que el consumidor de Gas Natural con tarifa doméstica, tiene que
hacer más esfuerzo que la media comunitaria a la hora de pagar la factura. Hemos ascendido cuatro
posiciones con respecto al año pasado (estábamos los novenos más caros).
También ha decrecido el esfuerzo. Si el año pasado a una familia española le costaba pagar la factura
del gas un 10% más que a la familia tipo europea, se ha decrecido este esfuerzo pasando a un 5,3%
más que a la media de UE27, que aunque tampoco es banal, parece una tendencia positiva.
Este indicador refleja el precio del Gas Natural aplicado a los consumidores finales y definido de la
siguiente manera: El precio promedio nacional en euros por GigaJulios, sin impuestos, para el primer
semestre de cada año y para consumidores industriales de tamaño medio (consumo anual entre 10.000
y 100.000 GJ).
Al no haber datos disponibles de Austria, Chipre, Grecia y Malta, se han excluido del análisis.
Si observamos cuales son los datos de precios del Gas Natural en consumidores de tarifas industriales,
vemos que España es el sexto país con tarifas más baratas de toda la Unión Europea. Hemos
ascendido 5 posiciones con respecto al año pasado (undécimo país más barato) al empeorar este tipo
de tarifas en Dinamarca, Latvia, Portugal, Bélgica e Irlanda. También, y como caso único en electricidad
y gas, se está por debajo de la media europea: si en el 2010 estábamos prácticamente en la media
europea (7,7 €GJ) el 2011 se descendió ¡a un 91,6% de la media!.
Rumania también vuelve a repetir puesto a la cabeza en disponer los precios más bajos de la UE27, por
mucha diferencia (casi una tercera parte de la media).
En precios absolutos, España es el sexto país con las tarifas de Gas Natural industriales
más baratas de toda la Unión Europea. De media 8,09 €/GJ.
Si relacionamos estos valores con los de poder adquisitivo, obtendremos el esfuerzo económico que
comparativamente realmente les cuesta a los grandes consumidores europeos de cada país. En este caso
bajamos una posición debido a que nuestro poder adquisitivo (no olvidar que es un dato del 2010) es
inferior al de otros países, aunque tengan precios superiores, encontrándonos entre Irlanda y Finlandia.
España es el séptimo país en que el gran consumidor de Gas Natural, tiene que hacer menos esfuerzo
que la media comunitaria a la hora de pagar la factura. Hemos ganado una posición con respecto al
año pasado (estábamos los octavos más caros).
También ha decrecido notablemente el esfuerzo. Si el año pasado a una empresa española le costaba
pagar la factura del gas un 4% menos que a un gran consumidor tipo europeo, se ha incrementado aún
más esta tendencia pasando a ser un 9,2% más bajo que a la media de UE27.
CONCLUSIONES
Es de destacar que la diferencia de precios tanto de electricidad como de gas, entre los países más
baratos y los más caros es de ¡el triple o cuádruple! Una diferencia excesiva con vistas a un mercado
único e interconectado de la energía. Al igual sucede con el poder adquisitivo, en los que puede haber
una diferencia de un 200%. Europa debería preocuparse por reducir estas diferencias lo antes posible.
Un caso interesante con respecto a la electricidad, es la comparación entre España y Portugal en los que
comparten sistema mayorista de formación de precios, siendo estos precios realmente muy parecidos en
ambos países. Sin embargo se observa que los precios que pagan particulares y empresas portugueses
son muy inferiores a los que tienen que pagar los españoles. Esto da una idea de la urgencia con que
debe acometerse las reformas que acaba de anunciar el gobierno y que se realizarán en breve, para
cambiar el sistema eléctrico español. En este sentido desde ANAE, esperamos que dicha reforma se
haga en profundidad, con valentía y pensando en el consumidor. Deseamos que el actual gobierno
no se deje influenciar por las grandes empresas energéticas, ni ex presidentes de gobierno de uno y
otro signo político, que tienen como consejeros estas empresas.
Otra conclusión obvia es la evidencia de presión económica que el estado está ejerciendo sobre el
consumidor doméstico de electricidad frente al industrial, presión que lejos de reducirse, este año
pasado ha aumentado con respecto al anterior, demostrable tanto en precios absolutos como ligados al
poder adquisitivo. Así mientras que a un consumidor doméstico su tarifa ha ascendido casi un 12% y ha
doblado el esfuerzo con respecto a la media europea, un industrial ha decrecido su tarifa un 2,5% y ha
reducido el esfuerzo con respecto a la media europea cerca de un 1,5%
No deja de resultar cuando menos curioso el hecho de que a los grandes consumidores de Gas Natural,
les resulte su consumo bastante más competitivo que a sus homólogos europeos (es el único producto que
se comporta así). Por cierto, de los mayores consumidores de Gas Natural en España son las eléctricas
para alimentar las centrales térmicas de producción de electricidad (ciclos combinados)…
REFERENCIAS