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Octubre 2009
« Bautizado Jesús, salió luego
del agua; y en esto se abrieron
los cielos y vio al Espíritu de
Dios que bajaba en forma
de paloma y venía sobre él. Y
una voz que salía de los cielos
decía: 'Este es mi Hijo amado,
en quien me complazco'. »
(Mateo. 3: 16-17)
9“Y aconteció en aquellos días,
que Jesús vino de Nazaret de
Galilea, y fué bautizado por Juan
en el Jordán.”
10 “Y luego, subiendo del agua,
vió abrirse los cielos, y al Espíritu
como paloma, que descendía
sobre él.”
11 “Y hubo una voz de los cielos
que decía: Tú eres mi Hijo amado;
en ti tomo contentamiento.”
Marcos, 1: 9-11
Jesús fue bautizado por Juan el
Bautista, el representante de todo ser
humano y el sumo sacerdote según la
tradición de Aarón, y llevó todos los
pecados del mundo sobre Sí Mismo.
Este fue el propósito de Su bautismo.
Es decir que “El bautismo de Jesús”
conlleva el cargar con los pecados del
ser humano, para lavar con agua los
pecados del mundo, así mismo el
pecado original.
Guido Reni
El más importante de los
discípulos de Ludovico y
Annibale Carracci sería Guido
Reni. Éste nació en Bolonia en
1575 en el seno de una familia
acomodado, entrando a los 9
años en el taller de Dennis
Calvaert, donde permanece
hasta 1593
Quizás, a primera vista, este
magistral lienzo no nos llame a la
atención, pero una contemplación
más detallada del mismo hace que
enseguida nos enamoremos del arte
del pintor boloñés Guido Reni,
discípulo de Domenichino.
La composición, simple a
primera vista, se estructura en
tres planos: Uno, con Cristo y el
Bautista; otro, con los ángeles
como espectadores; y
finalmente, el fondo paisajístico
sobre cuyas nubes desciende la
paloma en forma de Espíritu
Santo.
Pero lo más sensacional de
la obra, a mi juicio, es la
perfecta armonización
cromática de los colores
primarios de la paleta.
Pocos artistas son tan
valientes como para
intercalar un manto rojizo
entre las figuras de los dos
principales protagonistas
del cuadro. Obra
primorosa.
Esta obra, de sencillez
compositiva, desprende
una atmósfera de devota
espiritualidad que aglutina
a las diferentes figuras
presentes en la escena.
La obra esta estructurada en tres
planos diferentes como habíamos
dicho antes. En el primero, Cristo es
bautizado por San Juan Bautista,
cuya mano derecha traza un arco
hacia la cabeza de Jesús. Tras este
arco, tres ángeles, uno de ellos a la
izquierda, recogen las ropas de las
figuras principales.
El tercer plano entre cuyas nubes
desciende la paloma del Espíritu
Santo.
El colorido de la representación
es brillante, sabiamente
contrastado con la oscuridad de
la vegetación y las nubes del
plano del fondo. En el segundo
plano dominan los tres colores
primarios: azul, amarillo, rojo.
Lenguaje no verbal
El rostro de Jesús es de
aceptación
La de los ángeles de
admiración y la de Juan de
sumisión
Los movimientos corporales
se ven bien marcados en las
diferentes posturas. La pierna
derecha más flexionada que
la izquierda y en la mano
izquierda sosteniendo su
báculo mientras que Jesús
esta inclinado levemente y la
cabeza un poco flexionada a
la izquierda
y sus manos están entrelazadas
como en forma de plegaria y
aceptación,. Los ángeles de
atrás están unidos entre sí con
las manos plegadas, uno con la
mirada a Jesús y el otro
inclinado hacia abajo. El de la
izquierda con sus manos hacia
arriba y su cabeza inclinada de
medio lado hacia la izquierda en
una verdadera aceptación.
El Bautismo de Jesús
de Andrea del Verrocchio
Análisis de la Pintura
Sus obras pictóricas están
influidas por la escultura, que
fue la faceta más desarrollada
por él, como podemos apreciar
en su famoso Bautismo, en el
que Leonardo realizaría los dos
ángeles de la zona de la
izquierda
Las figuras de Cristo y san
Juan tienen gran
volumetría y
monumentalidad,
adaptadas en el paisaje
con seguridad para
incorporar la perspectiva,
la otra gran preocupación
del Quattrocento
(cuatrocientos).
Los rostros de los
personajes parecen
labrados en piedra,
destacando la dureza de
sus anatomías. Verrocchio
influirá mucho en la pintura
de Botticelli, por lo que su
faceta como maestro es
digna de destacar.
Lenguaje no verbal y estético de la
obra.